Muere la voluntaria más anciana de Cáritas en España
Camino al C encuentro de Jesús y del prójimo
Año 11
No. 554
Semana del 10 al 16 de noviembre de 2019
M
aría en el Evangelio significa la preparación del mesías, significa la elección de Dios a una mujer del pueblo sencillo, significa la respuesta de ese pueblo representado en aquella mujer, entonces, es como un puente, un acceso... La Virgen es un puente de la comunicación de Dios hacia su pueblo... Esta comunicación hace posible una cadena de evangelización. La imagen, de una mujer indígena, que habla con cariño, como la mamá que habla con ternura, que se acerca, que pone un santuario, una casa, es decir, Dios está cercano, interesado en esta población. María de Guadalupe ilumina la realidad en que vivimos. Por ello, no basta con hacer peregrinaciones. Toda expresión de una fe viva, como toda auténtica evangelización tiene que ser un instrumento que transforme la sociedad a todos los niveles. El
guadalupanismo tiene que ser un camino hacia una sociedad más justa y más auténtica, nos envuelve en la dinámica del encuentro, no sólo con el prójimo, sino también con su Hijo Jesús. Como enseña la bella tradición guadalupana, la “Morenita” custodia las miradas de aquellos que la contemplan, refleja el rostro de aquellos que la encuentran. Es necesario aprender que hay algo de irrepetible en cada uno de aquellos que nos miran en la búsqueda de Dios. Toca a nosotros no volvernos impermeables a tales miradas. Custodiar en nosotros a cada uno de ellos, conservarlos en el corazón, resguardarlos. Que nos inspire a todos a ser sembradores de paz y esperanza, viviendo la justicia, el respeto, el diálogo, la colaboración y la reconciliación.
lotilde Veniel, de 107 años, era la voluntaria de Cáritas más anciana de España y falleció el pasado sábado 19 de octubre en Benicorp, en Valencia. Clotilde había sido condecorada el pasado mes de junio con la Orden al Mérito Civil por el rey Felipe VI por el trabajo que realizaba a pesar de su edad en su localidad, donde “seguía visitando a enfermos y recogiendo ropa para pobres”. El Gobierno de la Comunidad Valenciana y la Asociación de Amas de Casa Tyrius, propusieron al Gobierno de España otorgar a Clotilde este galardón que recibió junto a otras 40 personas. Era viuda, tenía dos hijos, cinco nietos y seis bisnietos. En 1989 ayudó a Cáritas parroquial en la localidad de Bicorp, Valencia (España), y desde entonces se había mantenido ligada a ella. Según informa la Archidiócesis de Valencia, Clotilde falleció rodeada por su familia. Desiré Serrano, nieta de la voluntaria, explicó que murió “con una gran sonrisa, sus brazos siempre abiertos y dando gracias a Dios por el don de la vida”. “Ha sido una mujer extraordinaria; ella misma no ha dejado de alegrar la vida a los demás”, precisó Desiré quien también expresó que su abuela se ha ido “con mucha dignidad y la categoría que ella se merecía”. “Ella no veía la muerte como algo malo, sino como algo natural, y le rezaba tanto a Dios que sabíamos que no le iba a fallar: le pidió que le diera una muerte suave y así ha sido, se ha marchado dulcemente rodeada de los suyos”, explicó Desiré. “Ella nos pedía que rezáramos oraciones y que le leyéramos la vida de la beata Inés de Banigàmin (una religiosa valenciana del siglo XVII por quien se alcanzaban las “gracias” pedidas a Dios y asesoraba a reyes y humildes), por la que sentía gran admiración”, aseguró. Recientemente Clotilde había su-frido una neumonía por la que había tenido que ser hospitalizada, pero ya había vuelto a casa aunque “fue perdiendo poco a poco las fuerzas” hasta que el pasado sábado 19 de octubre falleció. Al día siguiente, el domingo, tuvo lugar el funeral en la parroquia de San Juan Evangelista de Bicorp. La iglesia estaba “completamente abarrotada”, según información de la Archidiócesis. “Todos quisieron estar a su lado y la acompañaron desde su casa a la iglesia para darle el último adiós”, precisó su nieta.
Domingo 10 de noviembre de 2019
La sinodalidad de la Iglesia
La actitud básica del cristiano ¿Cuál debe ser la característica básica de un cristiano? Reflejar el carácter de su Padre que está en los cielos. Dice la Palabra de Dios: “Sean perfectos como su Padre que está en los cielos es perfecto” (Mt 5,48). Todos sabemos que es prácticamente imposible que en nuestras propias fuerzas podamos alcanzar la perfección. Pero la gracia de Dios nos capacita para que al menos podamos ir acercándonos a esa perfección divina. Nosotros sabemos que Dios es compasivo. Él lo ha sido con nosotros en multitud de ocasiones. Él nos pide que mostremos esa actitud compasiva con nuestros semejantes. También sabemos que Él no vino a juzgarnos y condenarnos sino a salvarnos. Y nos pide que nuestra justicia no sea implacable sino misericordiosa. Además, el juicio se lo debemos dejar a Él. Muchas veces emitimos opiniones descalificando a otras personas y somos profundamente injustos porque no tenemos todos los datos que nos permitan el saber porqué esa persona actúa como actúa. Y el perdón… Qué difícil nos es el perdonar a aquellos que realmente nos han hecho mucho daño. Pero el perdón no es una opción. Es nuestra obligación. Sabemos que Cristo puso mucho énfasis en que perdonáramos a nuestro prójimo. El Padrenuestro dice “perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. Cuando Pedro preguntó a Cristo cuantas veces hemos de perdonar al hermano que peca contra nosotros, el Maestro respondió que siempre. No es fácil el perdón. Y Dios lo sabe porque a Él le costó mucho perdonarnos con el sacrificio del Hijo en la cruz. Pero si Él pudo perdonarnos a pesar de que nosotros no lo merecíamos, Él tiene la autoridad para pedirnos que nosotros perdonemos a los que nos hacen mal. El perdón es el camino del amor. No podemos amar al prójimo como a nosotros mismos si primeramente no le perdonamos. Y si no amamos al prójimo como a nosotros mismos, estamos fallando en el segundo mandamiento más importante de la Ley de Dios. Seamos pues atentos en nuestros juicios y estemos siempre listos a perdonar. También el Señor nos pide que seamos generosos. Él nos ha dado todo, nos ha dado la vida eterna. Ahora nos pide que nosotros también demos de lo que es nuestro. A veces entendemos el dar como algo exclusivamente económico. Dios quiere que demos algo más que dinero. Nos pide que nos demos a nosotros mismos. Que entre-guemos nuestras vidas en el servicio suyo y a los demás. Eso no tiene siempre porqué ser que nos vayamos de misioneros a un país lejano. Podemos entregarnos completamente en nuestras familias, en nuestras comunidades parroquiales. Nos entregamos cuando visitamos a los que sufren y a los que han sufrido pérdidas familiares. Nos entregamos cuando dedicamos nuestro tiempo a enseñar a la gente que Dios es alguien que no está en un lugar lejano e inaccesible sino que vive en el corazón de quienes creen en Él.
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
E
l libro de los Hechos de los Apóstoles nos dice que San Pablo, después de ese encuentro transformador con Jesús, es acogido por la Iglesia de Jerusalén gracias a la mediación de Bernabé y comienza a anunciar a Cristo. Pero debido a la hostilidad de algunos se ve obligado a trasladarse a Tarso, su ciudad natal, donde Bernabé se une a él para involucrarlo en el largo viaje de la Palabra de Dios. Puede decirse que los Hechos de los Apóstoles es el libro del largo camino de la Palabra de Dios, la cual debe ser anunciada en todas partes. Este viaje comienza después de una fuerte persecución (cf. Hch 11, 19); pero esta, en vez de ser un compás de espera para la evangelización, se convierte en una oportunidad para ampliar el campo donde sembrar la buena semilla de la Palabra. Los cristianos no se asustan. Deben huir, pero huyen con la Palabra, y la difunden por todas partes. Pablo y Bernabé llegaron primero a Antioquía de Siria, donde se quedan un año entero para enseñar y ayudar a la comunidad a echar raíces (cf. Hch 11, 26); anunciaban a la comunidad judía, a los judíos; Antioquía se convierte así en el centro de propulsión misionera, gracias a la predicación con la que estos evangelizadores ―Pablo y Bernabé― llegan a los corazones de los creyentes, que aquí, en Antioquía, son llamados por primera vez “cristianos” (cf. Hch 11, 26). El libro de los Hechos revela la naturaleza de la Iglesia, que no es una fortaleza, sino una tienda capaz de ampliar su espacio (cf. Is 54, 2) y de dar cabida a todos. La Iglesia o es “en salida” o no es Iglesia, o está en camino, ampliando siempre su espacio para que todos puedan entrar, o no es Iglesia. “Una Iglesia con las puertas abiertas” (Evangelii Gaudium 46). Cuando veo una iglesita aquí, en esta ciudad, o cuando la veía en la otra diócesis de dónde vengo, con las puertas cerradas, creo que es una mala señal. Las iglesias siempre deben tener las puertas abiertas porque son el símbolo de lo que es una iglesia: siempre abierta. La Iglesia está “llamada a ser siempre la casa abierta del Padre. [...] De ese modo si alguien quiere seguir una moción del Espíritu y se acerca buscando a Dios, no se encontrará con la frialdad de unas puertas ce-rradas” (Ibíd., 47). ¿Pero esta novedad de las puertas abiertas a quién? A los paganos, porque los apóstoles predicaban a los judíos, pero también los paganos venían a llamar a la puerta de la Iglesia; y esta novedad de las puertas abiertas a los paganos desencadena una controversia muy
animada. Algunos judíos afirman la necesidad de hacerse judíos mediante la circuncisión para salvarse y luego recibir el bautismo. Dicen: “Si no se circuncidan conforme a la costumbre mosaica no podrán salvase” (Hch 15, 1), es decir, no podrán recibir el bautismo más tarde. Primero el rito judío y luego el bautismo: esta era su postura. Y para resolver la cuestión, Pablo y Bernabé consultan al consejo de los Apóstoles y de los ancianos en Jerusalén, y tiene lugar lo que se considera el primer concilio en la historia de la Iglesia, el concilio o asamblea de Jerusalén, al que Pablo se refiere en la Carta a los Gálatas (2, 1-10). Se aborda una cuestión teológica, espiritual y disciplinaria muy delicada: es decir, la relación entre la fe en Cristo y la observancia de la Ley de Moisés. En el curso de la asamblea son decisivos los discursos de Pedro y Santiago, “columnas” de la Iglesia-madre (cf. Hch 15, 7-21; Gal 2, 9). Invitan a no imponer la circuncisión a los paganos, sino a sólo pedirles que rechacen la idolatría y todas sus expresiones. De la discusión viene el camino común, y esa decisión es ratificada con la llamada carta apostólica enviada a Antioquía. La asamblea de Jerusalén arroja una luz significativa sobre cómo tratar las diferencias y buscar la “verdad en la caridad” (Ef 4, 15). Nos recuerda que el método eclesial de resolución de conflictos se basa en el diálogo, constituido por la escucha atenta y paciente y el discernimiento efectuado a la luz del Espíritu. En efecto, es el Espíritu el que ayuda a superar los cierres y las tensiones y actúa en los corazones para que alcancen la verdad y la bondad, para que lleguen a la unidad. Este texto nos ayuda a comprender la sinodalidad. Es interesante, cómo escriben la Carta: los Apóstoles empiezan diciendo: “El Espíritu Santo y nosotros pensamos que...”. Es propio de la sinodalidad, de la presencia del Espíritu Santo, de lo contrario no es sinodalidad, es parlatorio, parlamento, otra cosa. Pidamos al Señor que fortalezca en todos los cristianos, especialmente en los obispos y sacerdotes, el deseo y la responsabilidad de la comunión. Que nos ayude a vivir el diálogo, la escucha y el encuentro con nuestros hermanos y hermanas en la fe y con los que están lejos, para gustar y manifestar la fecundidad de la Iglesia, llamada a ser en todos los tiempos “madre jubilosa” de muchos hijos (cf. Sal 113, 9).
Domingo 10 de noviembre de 2019
¡No tengan miedo!
La Iglesia y la familia
El Dios de la vida
E
P. Juan José Torres Galván
l tema de la resurrección era motivo de división y discusión entre fariseos y saduceos. Los fariseos creían en la resurrección, apoyados en textos relativamente nuevos del Antiguo Testamento, como los de Daniel y Macabeos. Los saduceos, en cambio, rechazaban la idea basándose en que los antiguos libros de la Sagrada Escritura no hacían mención del tema. Le plantean un aparente problema, tratando de ridiculizar la idea de la resurrección, a partir de la ley del levirato, que ordenaba que, si una mujer casada quedaba viuda sin descendencia, los hermanos menores estaban obligados a desposarse con la viuda para dar descendencia a su hermano difunto… lo que buscaban en realidad era ridiculizar la creencia en la vida futura. Jesús responde directamente: en la vida futura los hombres y mujeres no estarán atados a las leyes y costumbres terrenales… ya no tendrán que casarse, serán como los ángeles… es decir, ya no estarán sujetos a la ley del tiempo y del espacio. Lo que permanecerá será lo más importante: la relación con Dios, que le da plenitud a la vida humana. Jesús además les recuerda un pasaje del Éxodo donde Yahvé se presenta como el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, a pesar de que todos ellos ya habían muerto. La conclusión es simple: Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos. Para Dios todos están vivos. En nuestro tiempo también abundan ideas que no están concordes con nuestra fe en la resurrección: la creencia de la reencarnación, el fatalismo con que se ve el misterio de la muerte, diversas premisas de la corriente espiritualis-ta conocida como la “New Age”… y muchas otras expresiones que pretenden responder a la búsqueda de una espiritualidad sin religión, un Dios sin Iglesia, un cielo sin puertas angostas que cruzar… Diversos acontecimientos de violencia e inseguridad en nuestra sociedad y en el mundo nos sorprenden a diario... Parece que el mundo en que vivimos está perdiendo los límites del respeto a la dignidad humana y que muchos no se plantean, después de esta vida provisional, la vida verdadera y eterna donde vamos a vivir para siempre… Que el Dios de la Vida, que nos llama a la fraternidad definitiva, nos acompañe en estas últimas semanas del tiempo litúrgico ordinario y nos ayude a prepararnos para participar de la Vida plena en su Reino eterno. Amén.
Reavivemos el acontecimiento Guadalupano
Q
ueridas familias potosinas, esta semana peregrinamos como Iglesia Potosina a la insigne Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en la Ciudad de México. Nos encaminamos a este lugar para hacernos encontradizos con la Santísima Virgen de Guadalupe. Se trata de encontramos con la Madre Dios y, sea como sea y lo que sea, es lo que es: Madre nuestra. Sí, es nuestra Madre y es quien nos ha dado el aporte sagrado de nuestra vida que es nuestro Señor Jesucristo. Queremos llegar a sus píes para darle gracias y para poner en sus manos nuestro caminar pastoral así como a cada una de nuestras familias. Es aquí donde también hemos orado, como Iglesia, por la paz que tanto deseamos para nuestra Patria. Nuestra Devoción Guadalupana En estos días de devoción Guadalupana, previos a las fechas de las apariciones de la Santísima Virgen de Guadalupe, somos millones de personas quienes visitamos su Basílica y le expresamos de mil formas nuestro cariño. En nuestra Iglesia Potosina nuestra devoción es un fenómeno creciente y elocuente. Miles de jóvenes, niños y adultos, la veneramos de muchas formas, pensemos en lo que tradicionalmente se hace en la Basílica Santuario de nuestra Ciudad, pensemos en los altares que se colocan en las colonias y en los barrios, pensemos en esa imagen de casa que congrega a los de la familia. Son estas, las expresiones guadalupanas las que han ido abriendo el camino de la evangelización, pues por todas partes hay ermitas dedicadas a la Virgen. Ella abre los corazones, y a partir de esta devoción, llegan la Palabra de Dios y los sacramentos. No nos olvidemos de acompañar el Acontecimiento Guadalupano a través del Santo Rosario, de nuestras visitas a su Santuario, de nuestra oración diaria como consagrarnos a la Santísima Virgen María. Celebrar a la Guadalupana es honrar a la Madre de Dios El Papa Francisco, el 12 de diciembre de 2016, dijo en la celebración que realizó en la Basílica de San Pedro: “Celebrar a María es, en primer lugar, hacer memoria de la madre, hacer memoria de que no somos ni seremos nunca un pueblo huérfano. ¡Te-nemos Madre! Y donde está la madre, hay siempre presencia y sabor a hogar. Donde está la madre, los hermanos se podrán pelear, pero siempre triunfará el sentido de unidad. Donde está la madre, no faltará la lucha a favor de la fraternidad”.
Celebrar la memoria de María es afirmar contra todo pronóstico que en el corazón y en la vida de nuestros pueblos late un fuerte sentido de esperanza, a pesar de las condiciones de vida que parecen ofuscar toda esperanza. Al igual que Juan Diego, sabemos que aquí está nuestra madre, sabemos que estamos bajo su sombra y su resguardo, que es la fuente de nuestra alegría, que estamos en el cruce de sus brazos. Recuperemos nuestra identidad Sin duda que, para todos nosotros los mexicanos, es un orgullo que el acontecimiento guadalupano haya adquirido, desde el principio, una identidad propia de nuestro pueblo mexicano... La Virgen de Guadalupe es un personaje, presente en el caminar de nuestra Nación Mexicana. Es muy difícil para los no creyentes o para los no pertenecientes a la Iglesia negar esta realidad, porque está por todas partes, está en las venas, en la sangre de todos nosotros, está en el color de nuestra piel. Apuntar estos signos es también pensar en aquellos que hemos perdido en ese caminar, aquellos que se han perdido por muchas causas. Pienso en esa forma de vida que, en un tiempo, añoramos los que hemos hecho ya un recorrido en la vida: me refiero a esas formas de relacionarnos con los demás y de ver el mundo. En la actualidad hay muchas cosas que nos angustian, no quiero decir y muchos menos afirmar que estos tiempos modernos son peores o no tienen una solución; no, no soy pesimista. Hace un tiempo comentaba que actualmente estamos ensimismados con la tecnología que, como les había comentando, por ese ensimismamiento hemos dejado pasar muchas oportunidades. El acontecimiento guadalupano, implicó en nuestra naturaleza poner nuestra mirada en los sencillos, en los pobres, en los que durante mucho tiempo habían sido olvidados. La Virgen de Guadalupe pone su mirada, simplemente en Juan Diego. Estos son los elementos que necesitamos recuperar, salir de ese ensimismamiento para ir al encuentro del que nos hemos olvidado. No hace falta buscarlos fuera de nuestra casa para reencontrarnos con el que nos hemos distanciado. Reavivemos el acontecimiento guadalupano en la manera de relacionarnos con los demás.
Se despide y les quiere su amigo, hermano, Obispo y Pastor.
+ Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí
04
Nuestra historia
El barrio de San Sebastián y su Templo 4ta. parte
Por Pbro. Rubén Pérez Ortíz
Cementerio de San Sebastián El cementerio de San Sebastián se formó, como muchos de los cementerios de la ciudad, y en 1833 al desatarse el cólera en San Luis. Los libros de entierros de este curato distinguen muy bien entre cementerio, o sea, en el Templo y sus anexos, y camposanto, o sea, lejos de la iglesia o en el panteón. En 1874, a la par que las autoridades clausuraban el cementerio de Guadalupe, ampliaban al doble, por el sur, el de San Sebastián. Desde el 9 de septiembre de 1871 el ayuntamiento había dado el permiso, pero lo clausuró en septiembre de 1873 porque no se efectuaba la ampliación. De esta manera los vecinos del barrio se vieron forzados a ampliarlo. En abril de 1877 se clausuro otra vez al emitir al ayuntamiento el siguiente comunicado:
¿Qué tan grandes son tus aspiraciones? Pbro. Lic. Salvador González Vásquez
H
1ª. Se clausuran los cementerios antiguos de la ciudad, San Juan de Guadalupe, San Miguelito, San Sebastián, Tequisquiapan y Santiago; (y queda) prohibido en ellos toda inhumación, aún en las bóvedas o los se-pulcros de propiedad particular.
ay hombres de grande estatura, pero de ideas muy cortas. No es suficiente vivir; es necesario saber vivir y saborear la vida. Y para eso, hay que estar atentos a las aspiraciones del alma.
2ª. Quedan destinados para las inhumaciones el cementerio de Guadalupe, el panteón municipal y el cementerio de Tlaxcala.
Existen otros fatalistas, que se resignan con una vida a medias; y se la pasan culpando al “destino” de su mala vida; o viven pensando, que esa era la voluntad de Dios.
3ª. Comuníquese al gobierno del estado para que se sirva apoyar por su parte las resoluciones de la R. Corporación, y a los jueces del registro civil de la capital para su eficaz cumplimiento. Al parecer este comunicado no tuvo efecto, pero cayó en total abandono al abrirse el panteón del Saucito. Este cementerio se situaba en la contra esquina sureste de la penitenciaria, donde cruzan las actuales calles de Republica y Constitución, y desapareció al urbanizarse esta parte de la ciudad hacia 1940. A poca distancia, al sur de él, se estableció el rastro. Iglesia de San Sebastián La primitiva iglesia del pueblo de San Sebastián debió de ser una humilde Capilla. Se tiene noticia de que desde un principio, frente a ella, se levantó un hospital para la atención de los naturales del pueblo. Para terminar este hospital, el 8 de octubre de 1636 el vicario fray Antonio de Medina consiguió un permiso episcopal para pedir limosna. Los naturales querían tener su capilla arreglada con todo el decoro posible, aunque para 1661 todavía le faltaba el coro. La construcción de la actual iglesia comenzó en 1708, y siendo alcalde de San Sebastián Benito Rodríguez, dijo que había dispuesto que la iglesia se hiciera nueva ya que con ese objeto había prestado algunos materiales. La construcción tardó un tiempo, pues no se abrió al culto sino en 1745.
Hay muchos que viven a medias; y no se esfuerzan por buscar la dicha.
Pasaron cincuenta años hasta que el 28 de abril de 1758, desde San Ángel, el marqués de las Amarillas ordenó al alcalde mayor de San Luis que concurriera a la secularización del curato de San Sebastián, que con fecha 27 de abril de ese año se había decretado por la muerte de Cayetano Arias Maldonado, fraile agustino. De esa manera, la iglesia de San Sebastián dejo de pertenecer a la doctrina de los agustinos y pasó al clero secular el 26 de mayo de ese año; la recibió Antonio Domingo Maldonado Zapata, primer párroco de la iglesia. En cuanto a la obra material, el Templo es de estilo barroco; se ignora quién fue el arquitecto, aunque se presume que la conclusión estuvo a cargo de un indio principal de ese pueblo llamado José Joaquín de Ramos. La fachada está formada por los dos cuerpos y al extremo de cada uno de ellos hay dos pares de columnas salomónicas. Al centro se levanta la puerta con su arco octagonal, adornado en los cuatro ángulos con los mismos motivos que en San Francisco. La clave es pequeña y lleva un medallón ovalado con el apócope de San Sebastián: SSBAT Su interior es de cruz latina con cúpula ochavada y bóvedas de lunetos. A mano derecha se halla el bautisterio. El interior se decoró en 1946 y apenas quedaron muestras de la cantera rosa en las pilastras, arcos y frisos. Los frisos representan probablemente un águila estilizada o un ave fénix. En el altar mayor, de estilo neoclásico, preside una escultura francesa de San Sebastián. El crucero del lado izquierdo es de estilo neoclásico y el derecho, neogótico. En la sacristía hay una colección de pinturas que re-presentan a los doce apóstoles.
Pero se nos ha dado la libertad, para que siempre tratemos de mejorar nuestra vida. La felicidad, no es algo que va a llegar de arriba; es necesario ponerse a buscarla. Ya lo decía San Agustín: “Hay que buscar para encontrar, y encontrar para seguir buscando”. Y nunca, dejar de buscar. Hay que empeñarse en buscar lo que nos hace falta; y no sentarse a esperar la llegada de la fortuna. Están otros también, que solo se conforman con tener. Y esto, no es suficiente para ser feliz. Por eso, alguien definió al hombre, como el “eterno insatisfecho”. Porque siempre hay algo que echar de menos. También algunos, no se atreven a buscar lo que anhelan, por pensar en los “díceres”. Y es así, como se dejan moldear por lo que piensan los otros. Hay quienes sacrifican su felicidad por complacer a los demás. Y así, están permitiendo que aquellos, sean un obstáculo para su bienestar. Pero, cuando el hombre realmente busca lo mejor, es capaz de vencer las adversidades, y así obtener lo que se propone. Porque el otro, no es tu impedimento; la barrera, la pones tú. Cuando es grande el anhelo y grandiosos los ideales, no hay barrera que te impida alcanzar lo que te propones. Cada día que pasa, es un día menos de vida. Por lo tanto, disponte a aprovechar cada instante de tu tiempo.
05
Cosas y Casos de la vida
Estrategias de manipulación mediática Por: Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez
colunga46561@hotmail.com
Muy estimados lectores: En la actualidad presbiteral, nos dieron un tema que les quiero compartir. Noam Chomsky elaboró la lista de las “10 estrategias de manipulación” mediática, a través de los medios.
Vamos en peregrinación al Santuario el 18 de noviembre E
Por: P. Kino
l día lunes 18 de noviembre, el decanato de nuestra Señora de Soledad, tendrá su peregrinación al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. El punto de reunión es a las 5 de la tarde en la caja del agua, para comenzar desde ahí el recorrido y el rezo del Santo Rosario, y llegar a celebrar misa de 6 pm. Aunque es una peregrinación decanal, invitamos a quien se guste unir a la misma. Algunos comenzarán más temprano a caminar, pues vendrán desde Soledad “a patín”. Esta peregrinación no es de tristeza, sino de alegría porque vamos a encomendarnos a la Ssma. Virgen de Guadalupe, haciendo la oración del Santo Rosario y pidiendo entre tantas intenciones, que se promueva y defienda la vida desde la concepción hasta su fin natural. Se les ha pedido a los participantes que los que puedan se vistan de los colores blanco y azul, que dígase de paso, son los colores de la Virgen María. Pueden llevar globos, “mechones de porristas”, y sobre todo su rosario. Pueden portar en cartulinas o mantas leyendas de respeto a la vida, pero nada ofensivo como “chin chin el que aborte” o “guácala, fuchi quien esté a favor del aborto”, no podemos llevar esos mensajes tan fuertes y obscenos. Mejor cosas más positivas como “Dios es dueño de la vida”, “La vida es un regalo de Dios”… etc. Así que defendamos la vida, no con violencia, sino con oración. No haciendo pintas en lugares históricos, que solo demuestran falta de respeto a la historia del país, o demuestran nuestra ignorancia cultural. La mejor manera que tenemos de manifestarnos es como dice el dicho: “A Dios rogando y con el mazo dando”, es decir, “Orar y trabajar” como decía San Benito. Así que los esperamos a todos, aunque no sean del decanato de la Soledad, vamos en peregrinación con nuestra madre. Ya tenemos la danza, la música de viento que estará desde las 4:00 pm en la caja del agua. Y para no dejar esta sección sin un chascarrillo, escribo textualmente uno que encontré en internet: Un hombre entra a una agencia de empleo. —¿Tiene algún empleo para mí? —Podría ser. ¿Le interesa de jardinero? —¿Cómo dejar dinero? ¡Pero si lo que yo necesito es tener dinero!
1.- La estrategia de la distracción. El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. Por ejemplo, el “chupa cabras”, y otras cosas banales que hacen que se ocupe más de este tema y no de otros de más relevancia. 2.- Crear problemas y luego ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación”, prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea a hacer aceptar. Por ejemplo el desabasto de gasolina. 3.- La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980-1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez. 4.- La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento. 5.- Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discursos, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una creatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la su-gestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”). Hasta las siguientes estrategias.
Cantad al Señor
Construir, Cultivar, Conquistar Por: Pbro. Memo Gil
Desnudez del corazón
Gracias Parroquia de Tlaxcalilla P. José Abdías Martínez Martínez
L
os siete meses pasados tuve la oportunidad de colaborar en las cuatro veces centenaria Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, ubicada en el tradicional y conocido Barrio de Tlaxcala de nuestra ciudad. Durante mi estadía en esta comunidad me percaté del gran amor que le profesa su gente a Nuestra Madre Santísima y que se ha ido transmitiendo de generación en generación, pues aunque muchos ya no viven en la demarcación, tienen un gran sentido de pertenecía y arraigo familiar y comunitario que siempre se ha visto marcado por el paso de Nuestra Señora de la Asunción en sus vidas, en su memoria y en su fe. Pude constatar como su gente recurre a la Santísima Virgen María, quien juega un papel importante en la obra salvífica de Señor, no por ello es de extrañar que sea también una comunidad Eucarística, pues la Madre de Cristo, quien es venerada con un amor muy especial, les conduce a su Hijo. En el tiempo de su fiesta patronal, gran cantidad de personas se congregan del 1º al 15 de agosto para rezar el Santo Rosario, cantar las Laudes, celebrar la Eucaristía y para participar en las tradicionales y multitudinarias entradas de cera. Una festividad religiosa que incluye a muchas personas, más allá de quienes pertenecen al Barrio y quienes veneran a Nuestra Madre Santísima bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción, uno de los cuatro dogmas marianos. Como prenda de ese amor que le profesamos a nuestra Madre del Cielo, muchos músicos y compositores le han dedicado innumerables composiciones que pueden utilizarse en la celebración de las misas en las solemnidades, fiestas, memorias y conmemoraciones de la Santísima Virgen, así como en ejercicios de piedad popular como el Santo Rosario, los novenarios y las peregrinaciones. La Liturgia nos invita a cantar a María y con María. Existe un gran repertorio de cantos litúrgicos a la Santísima Virgen, de este modo la Iglesia canta con María su cántico evangélico (Magníficat) y canta a María expresándole su amor. Cada día sábado, así como en alguna conmemoración mariana y durante la celebración del quincenario los fieles entonan Salve Regina, un canto gregoriano con el que la Iglesia invoca a la Reina del Cielo. Otro cántico que resuena al ser cantado por los fieles es el Himno a Nuestra Señora de la Asunción: ¿Quién es esa Bellísima Niña? más hermosa mil veces que el sol; y que en gracias y dones se eleva sobre todas la hijas de Sion. Esa bella mujer cuya planta a la fiera serpiente humilló, quebrantando su altiva cabeza que soberbia en Edén levantó.
¡Muchas gracias Parroquia de Tlaxcalilla!
“Si no toman a Dios como apoyo, no tendrán lugar firme en qué descansar”. (Is 7,9) “Yo digo al Señor: tú eres mi bien… El Señor es el lote de mi heredad y mi copa, me ha tocado un lote hermoso, ¡Me encanta mi heredad!” (Sal 15) “Dios… no está lejos de cada uno de nosotros, pues en Él vivimos, nos movemos y existimos”. (Hch 17,27-28)
E
l ser humano existe en cuanto tal, en razón de su libertad. En todas las culturas y generaciones, los seres humanos se conciben plenamente como individuos gracias a su libertad. Y sólo se es plenamente libre, cuando se asume con verdad el sentido de nuestra existencia. Es decir, cuando reconocemos nuestros límites y potencialidades y nos esforzamos por ser fieles al gran proyecto de amor, que como destino, Dios imprimió en nuestros corazones. Sólo que en el ejercicio de nuestra libertad, muchas veces, vamos dando más bien lugar al libertinaje. Pues nos excedemos en lo que creemos que son nuestros derechos, tratando de que los demás reconozcan que merecemos mucho más, tanto en la relación, como en el trato. Por eso, actuamos de manera autoritaria, imponemos nuestras ideas, manipulamos y menospreciamos lo que los demás hacen por nosotros. Evidentemente que en ésta manera de proceder, no se está actuando con libertad, sino más bien, desde una esclavitud de la propia inseguridad, desde nuestros prejuicios, e incluso, desde nuestra propia inmadurez. Ya que se da en nosotros, una cierta tendencia natural hacia ciertas seguridades, que nos hagan aparecer fuertes e invulnerables ante los demás. Pero esto será siempre en detrimento de los derechos y de la libertad de los otros. Somos realmente libres, no cuando e-xigimos que se nos reconozcan nuestra libertad y nuestros derechos, lo que siempre será muy justo, sino
cuando sabemos darle su debido lugar a la li-bertad y a los derechos de nuestros semejantes. Por eso, Jesús fue el hombre libre por excelencia, pues Él siempre pensó primero en nuestra dignidad y nuestros derechos, por ser hijos de Dios. No cabe duda, que para alcanzar tal libertad, la verdadera libertad, tenemos que renunciar a todos nuestros apegos. Esta es una conquista que lleva a la desnudez del corazón. Un corazón que es libre para amar, para cambiar, para llevar a otros a la verdad, lo es porque no permite dejarse revestir de lo que en apariencia le puede dar autoridad; pero, a la larga, eso sólo se va convirtiendo en vicios y dependencias. Es triste constatar, que muchas veces, no se llega a la debida desnudez de corazón, porque en realidad se tiene miedo de ser libre. Nuestro corazón se encuentra habitado por tantos miedos, que preferimos conservarlos a enfrentarlos, y lograr deshacernos de ellos. Dando como resultado una vida mediocre. Que nunca permitirá que tomemos en serio nuestra propia vida, y seamos plenamente dueños de nuestras decisiones. Se requiere entonces, de un gran esfuerzo y de una auténtica conversión del corazón. Un cambio radical, que sin duda puede ser doloroso, y hasta puede que llegue a dejar marcas. Podemos imaginar que es como la experiencia de volar sobre un abismo sin fondo. Pero teniendo la certeza de que habremos de llegar a buen puerto. Libre de ataduras y complejos, no nos desviará del verdadero cauce que debe seguir nuestra vida.
San Josafat E
El Santo de hoy
12 de noviembre
l 12 de noviembre la Iglesia celebra a San Josafat, patrono de la Reunión entre Ortodoxos y Católicos. Derramó su sangre por la unidad de los cristianos y era llamado por sus adversarios “ladrón de almas”. Josafat, que significa “Dios es mi juez”, nació en Vladimir de Volhinia por el 1580 de padres ortodoxos. Al convertirse al catolicismo, ingresó a la Orden de San Basilio. Fue ordenado sacerdote en el rito bizantino y posteriormente llegó a ser Arzobispo de Polotzk, Lituania. Durante ese tiempo, muchos se inclinaban al cisma con Roma, las iglesias estaban en ruinas, muchos del clero secular se habían casado y algunos varias veces, y la vida monástica estaba en decadencia. San Josafat convocó a Sínodos en las principales ciudades, publicó un texto de catecismo, dispuso ordenaciones sobre la conducta del clero y buscó liberar de interferencias externas los asuntos de las iglesias locales. Todo esto sin dejar la administración de los sacramentos, la visita a los pobres, enfermos y prisioneros. Sufrió calumnias, críticas e incomprensión de sus enemigos y por parte de algunos católicos que querían evitar la disciplina y las exigencias morales. Los adversarios buscaron más de una oportunidad para matarlo y San Josafat les llegó a decir: “Estoy pronto a morir por la sagrada unión, por la supremacía de San Pedro y del Romano Pontífice.” El 12 de noviembre de 1623 un sacerdote enemigo buscó a San Josafat para insultarlo. Entonces el Santo mandó a que encerrasen al agresor en un aposento de
la casa del Arzobispo. Al regresar de la Iglesia, el Prelado dio libertad al cura, después de haberle amonestado, pero una turba ingresó a la casa golpeando a los criados y exigiendo la muerte de San Josafat. “¡Muerte al papista!”, gritaban. El Santo, que salió en defensa de los criados, cayó atravesado por una lanza y herido de bala. Su cuerpo fue a-rrastrado por las calles y arrojado al río Divna. Esto produjo un movimiento en favor de la unidad católica que pasó por un fuerte periodo de violencia. San Josafat fue canonizado por el Beato Pío IX, siendo el primer Santo de la Iglesia de oriente con un proceso formal.
07 Por Luis Marino Moreno Flores
Meditaciones diarias para la vida espiritual
Tu eres mi amado
Henri J. M. Nouwen PPC editorial 2019, 312 páginas.
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ste es un libro de meditaciones diarias seleccionadas a partir de los escritos, charlas y cartas del respetado, admirado y querido pastor Henri J.M. Nouwen, algunos de los cuales no han sido publicados hasta ahora. Para él era esencial reservar tiempo para la meditación diaria, era su momento para estar ante Dios, para escucharle y hablar con él. En estas páginas, Nouwen nos invita a considerarnos preciosos a los ojos de Dios. ¡Se produce un cambio tan grande cuando lo hacemos! Nos interesa más ser que hacer; vendamos nuestras heridas, en lugar de escapar de lo que nos hace daño; trabamos amistad con la muerte, en lugar de negarla. Nouwen encontró una nueva capacidad para la alegría. Estas meditaciones son una invitación a caminar con él al centro del propio corazón, donde puede oírse la suave y dulce voz de Dios: ¿Tú también eres el amado?
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l internacionalmente renombra-do sacerdote y autor, respetado profesor y querido pastor Henri J. M. Nouwen escribió más de 40 libros sobre la vida espiritual y está conside-rado como uno de los escritores de espiritualidad más destacado. Estudió Psicología en la Universidad Católica de Nijmegen. En 1964 se mudó a los EEUU para estudiar en la Clínica Menninger. Después dio clase en la Universidad de Notre Dame, y las Divinity Schools de Yale y Harvard. Durante unos meses de la década de los 70, vivió y trabajo con los monjes trapenses en la Abadía de Genesee y en los 80 vivió con los pobres del Perú. En 1985 le pidieron que se uniera a la comunidad de El Arca, en Trosly, la primera de más de cien comunidades fundadas por Jean Vanier, donde la gente con discapacidad vivía con sus asistentes. Un año más tarde, Nouwen fundó su comunidad El Arca Daybreak cerca de Toronto. Murió repentinamente en Holanda, el 21 de septiembre de 1996 y fue enterrado en Richmond Hill, Ontario.
Iglesia Universal CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco explicó que “Dios condena el pecado, pero intenta salvar al pecador”. Así lo indicó el Santo Padre en el rezo del Ángelus el domingo 3 de noviembre al reflexionar en el pasaje bíblico del Evangelio de San Lucas en el que se describe el encuentro de Jesús con Zaqueo. “Dios condena el pecado, pero intenta salvar al pecador, lo va a buscar para llevarlo de vuelta al camino correcto” dijo el Papa quien añadió que “quien nunca se ha sentido buscado por la misericordia de Dios, le resulta difícil comprender la extraordinaria grandeza de los gestos y las palabras con las que Jesús se acerca a Zaqueo”. CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco invitó a vivir con esperanza la solemnidad de todos los Santos y la memoria de los fieles difuntos. Al terminar la audiencia general del miércoles 30 de octubre, el Santo Padre recordó una enseñanza de San Juan Pablo II para vivir con esperanza la comunión de los santos. “Como decía San Juan Pablo II, estos días ‘nos invitan a mirar al cielo, meta de nuestra peregrinación terrena’. Allí nos espera la comunidad festiva de los santos. Allí nos encontraremos con nuestros queridos difuntos, por los que ahora se eleva nuestra oración”, señaló el Papa. SANTIAGO DE CHILE.- La Conferencia Episcopal de Chile y las diócesis han implementado distintas estrategias y acciones con el objetivo de acompañar y aportar desde la perspectiva cristiana a la difícil situación social del país. “Sin justicia no habrá paz” es el título del subsidio que se elaboró sobre la base de la metodología latinoamericana y difundida por el Papa Francisco “ver juzgar y actuar”. En este caso, “reconocer, interpretar y elegir” para profundizar desde el compromiso de cada cristiano con la realidad social. ROMA.- Este jueves, en la Basílica de Sant’Andrea della Valle en Roma, inició la exposición La Fe por Guadalupe, compuesta por 38 imágenes que cinco jóvenes fotógrafos mexicanos captaron durante las fiestas guadalupanas de 2018 y que son una muestra de la devoción que existe en México por la Morenita del Tepeyac. Para el Padre Carlos Gómez Ruiz, sacerdote mexicano de la Orden de los Teatinos y rector de esta Basílica, el objetivo de esta exposición es contribuir a la expansión de la devoción a la Virgen de Guadalupe.
Iglesia de México MÉXICO.- La alcaldía y la Iglesia celebraron el 5 de noviembre, laproclamación canónica de la Diócesis de Xochimilco -que comprende además Tláhuac y Milpa Alta- y la dedicación de la parroquia de San Bernardino de Siena como Catedral. El pueblo de Dios, que siempre tiene expresiones populares de cariño y de acogida a sus pastores recivió a su nuevo Obispo, a la manera que este pueblo lo hace: con música, con bailes, con pirotecnia y con todo el colorido propio del alma de nuestros feligreses y vecinos. Monseñor Andrés Vargas Peña ya se de-sempeñaba como obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México en el territorio que comprende la nueva diócesis, por lo que ya es conocido y querido como pastor. MÉXICO.- Aproximadamente15000 fieles acudieron a la Ceremonia Eucarística, en la que Monseñor Vargas Peña asumió como el primer Obispo de Xochimilco. La mañana del 5 de noviembre, el nuevo Obispo titular fue recibido por las diversas mayordomías de la demarcación. A las 10:15 horas tuvo lugar el acto de profesión de fe y juramento de fidelidad; y a las 11:00 horas la Solemne Celebración Eucarística, con la proclamación de la erección canónica de la nueva diócesis y la toma de posesión como Primer Obispo de Xochimilco.
Iglesia Potosina SAN LUIS POTOSÍ.- Cada año, nuestra Iglesia Potosina peregrina hacia la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en la Ciudad de México. En esta ocasión, fue el pasado viernes 8, todas la parroquias de nuestra Diócesis, organizadas a través de los Decanatos, llegaron a los pies de la Morenita. El objetivo es darle gracias a Nuestra Señora de Gudalupe por proteger y cuidar de nuestras familias y sobre todo de nuestra fe. Al llegar a la Basílica, los peregrinos fueron recibidos por el Sr. Arzobispo Don Jesús Carlos Cabrero, y posteriormente se celebró la Eucaristía. SAN LUIS POTOSÍ.- El próximo fin de semana, nuestros Seminaristas de Teología recibirán a sus compañeros de las diócesis de nuestra Provincia de San Luis Potosí. Los jóvenes seminaristas son de las Diócesis de Valles, Matehuala, Zacatecas y por supuesto de San Luis Potosí, que esta ocasión serán los anfitriones. Que estos momentos motiven la vocación de nuestros seminaritas y que nuestra oración les consolide en su seguimiento al Señor Jesús.
“Yo Soy Conchita Armida”
08
Parte XXXIV
Una vida superior
Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez
27 Se le acercaron algunos saduceos, que niegan la resurrección, 28 y le dijeron: «Maestro, Moisés nos ha ordenado: “Si alguien está casado y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case con la viuda”. 29 Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener hijos. 30 El segundo 31 se casó con la viuda, y luego el tercero. Y así murieron los siete sin dejar descendencia. 32 Finalmente, también murió la mujer. 33 Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer?». 34 Jesús les respondió: «En este mundo los hombres y las mujeres se casan, 35 pero los que sean juzgados dignos de participar del mundo futuro y de la resurrección, no se casarán. 36 Ya no pueden morir, porque son semejantes a los ángeles y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección. 37 Que los muertos van a resucitar, Moisés lo ha dado a entender en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. 38 Porque él no es Dios de muertos, sino de vivientes; todos, en efecto, viven para él» (Lc 20, 27-38).
L
a historia distingue tres grupos o sectas judías en tiempos de Jesús, dos de ellos son mencionados en los escritos del Nuevo Testamento, de modo particular en los Evangelios, se trata de los fariseos y saduceos. El tercer grupo es bien conocido por la historia, pero no aparece en el Nuevo Testamento: los esenios. El primer grupo, el de los fariseos, es el mencionado con mayor frecuencia en los evangelios. Regularmente son presentados de manera negativa. Al ser un grupo opositor a Jesús y a sus seguidores, son descritos en contexto polémico y, por ese motivo, no se da lugar a una presentación completa de ellos. Éste era un grupo piadoso que gozaba del reconocimiento del pueblo. Sus miembros eran estrictos observantes de la ley. Junto a la ley escrita aprobaban la existencia de otra ley no escrita, oral, la cual incluía las costumbres y enseñanzas dadas en el transcurso del tiempo por los grandes maestros del pueblo. Esa tradición oral brotaba en su mayor parte del intento de aplicar las escrituras sagradas a los nuevos tiempos o de regular cuestiones no abordadas directamente por la Biblia. A este grupo fariseo pertenecían la mayoría de los escribas o maestros de la ley, dado que entre ellos se encontraban los más piadosos estudiosos de las escrituras. Los saduceos, por su parte, era un grupo más restringido. Menos cercano al pueblo y más al poder. A nivel religioso constituían la clase aristocrática sacerdotal. En mucho eran contrarios a los fariseos, con quienes tenían una larga historia de aversión. Menos versados en las Escrituras, se concentraban más en el Pentateuco, los primeros cinco libros de la Biblia, e incluso algunos dicen que negaban el valor canónico de los profetas. Consideraban las propuestas fariseas como una intromisión laica en cuestiones religiosas, pero terminaban siguiendo las interpretaciones farisaicas en cuanto al templo y su culto se refiere, pues los fariseos eran mejores conocedores de la escritura y las tradiciones cúlticas. Los saduceos estaban más entregados a asuntos de
influencia política, privilegio, aristocracia y codicia. No creían en la resurrección, ni en los ángeles, ni en la providencia, etc. Eran conservadores en contraste con el pensamiento fariseo, pues estos abogaban por la actualización constante de la Escritura, mientras que los saduceos tenían una visión más estática de la misma. El Libro de los Hechos de los Apóstoles re-gistra cómo San Pablo se valió de la diferencia entre ambos grupos, fariseos y saduceos, para escapar de ser condenado a muerte (cf. Hch 23,6ss). La herencia judía conservada en el cristianismo coincide más con el pensamiento fariseo que con cualquier otro grupo judío. En la historia que hoy presenta nuestro evangelio, los saduceos, la clase sacerdotal, intentan poner en evidencia lo “absurdo” de creer en la resurrección. Abordan a Jesús poniendo a su consideración un caso de la ley del levirato, en la que, a fin de garantizar la descendencia y la estabilidad de los bienes familiares, la viuda era desposada por su cuñado y el primogénito se consideraba hijo del difunto y, por lo tanto, heredero. El caso que proponen considera a un hombre que muere sin dejar descendencia y, cumplida la ley de levirato sucesivamente por cada uno de sus hermanos, todos mueren sin dejar descendencia. Los saduceos hacen su pregunta como si la vida después de la resurrección fuera una “repetición” de esta vida, por lo que Jesús les hace ver lo débil de su argumentación en su intento por negar la resurrección, y revela que la vida después de la resurrección no requerirá de las relaciones que en la vida presente nos parecen necesarias. Por otro lado, Jesús les recuerda un pasaje bíblico: “Que los muertos van resucitar, Moisés lo ha dado a entender en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Porque él no es Dios de muertos, sino de vivientes; todos, en efecto, viven para él»”.
La cruz que le faltaba a Cristo __No dejen de asistir a los ejercicios, nos invitaban las Damas del Sagrado Corazón. El padre Plancarte es un gran orador, dicen que a veces predica hasta quince sermones en un mismo día. Cuando fue párroco de Jacona, cerca de Zamora, fue misionero infatigable, implantó sistemas europeos para la educación de la juventud en los colegios que él mismo estableció, construyó el ferrocarril entre Zamora y Jacona, cuyos vagones fueron traídos de Inglaterra. Fundó la primera Congregación Mexicana de Religiosas, las Hijas de María Inmaculada de Guadalupe, consagradas a la educación cristiana. Envió a los primeros seminaristas mexicanos al Colegio Pío Latino-Americano de Roma y desde 1886, hacía tres años, se ocupaba en construir el Templo Expiatorio Nacional de San Felipe de Jesús, en la ciudad de México, así como en restaurar la Colegiatura de Nuestra Señora de Guadalupe en el Tepeyac y promover su coronación pontificia. Fueron los primeros ejercicios espirituales que oí en forma, aunque no pude hacerlos como interna, ya que tenía que entrar y salir para no dejar solos a los niños. No sé cómo ponderar lo que llamaron mi atención y mo-vieron mi alma. Tomaba nota de cuanto decía el padre Plancarte, que siguió el plan de los ejercicios de San Ignacio. Uno de estos días en que me preparaba con toda mi alma a lo que el Señor quisiera, escuché claro en el fondo de mi alma sin poder dudarlo, estas palabras que me asombraron: Tu misión es salvar almas. Yo no entendía cómo podía ser esto. Me pareció tan raro y tan imposible. Pensé que esto sería que me sacrificara a favor de mi marido, hijos y criados. Más tarde el Señor se encargaría de aclararme poco a poco estas palabras que encerraban mi vocación al apostolado. Texto tomado del libro “Yo Soy Conchita Armida” por Mons. Antonio Peñalosa
Toma de posesión en San José Alburquerque
Por: Karen Gallegos
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l pasado jueves 31 de octubre el Presbítero Rafael Hernández Díaz tomó posesión de la Parroquia de San José Alburquerque. Al asumir tarea como Párroco de dicho lugar, realizó la profesión de fe, la promesa de fidelidad a la enseñanza de la Iglesia y la renovación de sus promesas sacerdotales. El Pbro. Lic. Luis Santiago Flores Lucio, quien a nombre del Sr. Arzobispo y en su función como Vicario General, acompañó al Padre Rafael en la entrega administrativa y la Santa Misa de toma de posesión, le exhortó a vivir generosamente en gratuidad a Dios por la misión que se le ha confiado. En la Santa Misa se contó con la asistencia de un notable grupo de sacerdotes, de los feligreses venidos de la Pila y los parroquianos del lugar, quienes con gusto y alegría lo recibieron.
¡Felicidades Padre Rafael por su nueva encomienda!
Dimensión Episcopal para la Vida Consagrada
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XXIII Encuentro Nacional de Vicarios y Delegados Episcopales para la Vida Consagrada. Octubre de 2019.
el lunes 7, al jueves 10 de octubre del presente año, se llevó a cabo el XXIII Encuentro Nacional de Vicarios y Delegados Episcopales para la Vida Consagrada, en la hermosa ciudad de Querétaro. Obispos, vicarios, delegados, representantes y colaboradores de la DIVIC nacional fuimos amablemente acogidos en el Seminario Conciliar de la Diócesis de Querétaro por Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, el P. Sacramento Arias Montoya, la hna. Marilú Loyda Benitez, ov, la CIRM local y las comunidades de consagrados. Estuvieron presentes los obispos miembros de la DIVIC, Mons. Julio César Salcedo Aquino, Mj, obispo de Tlaxcala y responsable de la DIVIC, Mons. Ruy Rendón Leal, arzobispo de Hermosillo y referente del Ordo Virginum, Mons. Juan Manuel Muñoz Curiel, Ofm, obispo auxiliar de Guadalajara y referente de los Institutos Seculares; también hicieron presencia obispos que acompañan la vida consagrada en sus Diócesis: Mons. Carlos Samaniego López, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, Mons. José de Jesús González Hernández, Ofm, obispo de la Prelatura del Nayar, Mons. Herculano Medina Garfias, obispo auxiliar de Morelia, y, por supuesto, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey. Todos ellos garantizaron la sinodalidad de nuestra dimensión e hicieron palpable la solicitud de nuestro Buen Pastor. El tema central del encuentro fue: La identidad y misión del Vicario para la Vida Consagrada a la luz del Proyecto Global de Pastoral. Nuestro lema: “Caminando con la vida consagrada en la Iglesia Pueblo”. Participaron 7 obispos, 52 Vicarios Episcopales, 2 Delegadas, colaboradores y representantes de la DIVIC Nacional, así como un buen número de servidores de la CIRM local, el Interreligioso de Querétaro y laicos. Los temas y ponentes principales fueron: “El Vicario Episcopal para la vida consagrada en la Iglesia Local”, por
Fray David Díaz Corrales, op; “La importancia de la formación humana”, por la Psic. Celia De Juan; “La vida consagrada en el Proyecto Global de Pastoral”, por Mons. Rogelio Cabrera López; “Panel de sinodalidad diocesana y provincial”, por los PP. Oscar Viñas Olvera de Yucatán, Alberto Sandoval Rodríguez de Teotihuacán y Rafael Tovar Leija, ofm, de Guadalajara; y “Cuestiones canónicas esenciales de la vida consagrada”, por Fray Gerardo Ángeles Pérez, ofm. Además de los temas y los momentos de oración, celebración y convivencia, se nos presentaron muchos proyectos y subsidios que habremos de aprovechar y darles continuidad: “Proyecto Trienal 201821 DIVIC”, “Videos Vida Consagrada”, “Formando en las tecnologías de información y comunicación”, “Yo soy DIVIC”, “Salud y Comunión, A.C.”, “Diplomado en Formación Inicial”, “Taller de inducción para equipos diocesanos de la vida consagrada”, y por supuesto, el documento final de: “Identidad y misión del Vicario Episcopal para la Vida Consagrada”. Nos llevamos una hermosa experiencia de Iglesia, un renovado entusiasmo por nuestro servicio, muchas luces y proyectos enriquecedores. Dios mediante, nos encontraremos de nuevo del 5 al 8 de octubre del próximo año en Guadalajara, Jalisco. El Señor bendiga sus diócesis y comunidades. Con un saludo fraterno de parte de todo el equipo DIVIC:
P. René Alberto Carrera Morales, msps Secretario de la DIVIC vidaconsagradaenmexico@gmail.com www.divic.org
XXXll Asamblea Diocesana de Pastoral Don Andrés Vargas, Obispo de Xochimilco
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l pasado martes 5 de noviembre, monseñor Vargas Peña tomó posesión como primer Obispo de la Diócesis de Xochimilco, la cual agrupa Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac, tres alcaldías de la Ciudad de México que se caracterizan por sus fiestas y tradiciones. Y al Obispo le encanta la fiesta, porque “expresa lo más profundo del ser humano a través de sus muchas expresiones: las flores, la danza, la música; pero lo más importante de la fiesta –apunta– es el encuentro, la convivencia. Son expresiones muy profundas que permiten abrir el corazón a lo trascendente, al sentido de Dios”. Para Mons. Vargas Peña –quien durante nueve años estuvo al frente de la VIII Zona Pastoral “San Juan Bautista”, hoy Diócesis de Xochimilco–, si bien haber formado parte de la Arquidiócesis de México fue una “expresión hermosa”, lo que hoy se vive es una nueva etapa con mucha esperanza, pues la diócesis, como Iglesia local, se sabe responsable de todos los campos: de la evangelización, del servicio de los Sacramentos y del acompañamiento al pueblo de Dios. Monseñor Vargas Peña tiene claros los retos que enfrenta la ahora Diócesis de Xochimilco, y de entre ellos enumera tres: renovar la catequesis, acompañar a los pueblos originarios y tender puentes a las nuevas generaciones. “Los laicos están emocionados, y yo espero que sea no sólo una etapa de retos, sino también de bendiciones”, dice el obispo de 72 años de edad, quien inicia esta encomienda con menos de 50 sacerdotes, distribuidos en más de 430 km2; unas 600 o 700 catequistas, entre 500 y 600 Ministros Extraordinarios de la Comunión, y varios grupos de jóvenes.
Domingo 10 de noviembre de 2019
¡Pónganse en camino!
Celebrando al Señor
Discípulos misioneros
Algunos apuntes sobre la formación misionera (Parte I-IV)
Por Ritus et Preces
Códices para comunicar en la liturgia
P. Pedro Mexquitic Arredondo
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iturgia y comunicación tienen muchos aspectos en común: ambas se realizan a través de signos y acciones simbólicas; ambas requieren gestos y participación. El rito litúrgico hace explicito el diálogo permanente entre Dios y su pueblo: Dios lo reúne porqué tiene algo que comunicar y el pueblo movido por aquélla llamada, es provocado a res-ponder al don ofrecido con el acto de fe y el canto de alabanza. La liturgia expresa este maravilloso intercambio: es un evento comunicativo porque en él se actúa el diálogo entre Dios y el hombre. En la experiencia litúrgica sucede aquella forma de comunicación de la fe que en otro lugar y de otra forma no podría darse. La forma ritual, en cuanto acción, involucra todo el hombre y sus sentidos, con sus objetos, sonidos, colores, luces, palabras y gestos. En tal modo la liturgia no es solo un medio expresivo de contenidos ya elaborados, sino ella misma se convierte en acto revelador y original de una nueva comunicación. La creatividad en el ámbito litúrgico deberá ser siempre acorde con el misterio dado, que evita toda manipulación subjetiva o instrumental. La forma litúrgica no tiene como su primera tarea narrar los acontecimientos fundantes o de ilustrar los contenidos de la fe, sino de representar, aquí y ahora, su fuerza que salva y transforma. Una liturgia demasiado preocupada de hacerse comprensible, tarde o temprano se niega a sí misma: se hace pensamiento o representación exterior y cesa de ser celebración. La comprensión de la liturgia, antes que conceptual, debe ser simbólica. El tiempo y el ejercicio, los sentidos y la materia, el cuerpo y el espíritu se convierten en componentes esenciales. A fin de que la liturgia pueda liberar sus recursos comunicativos, debe actuar todos sus códices peculiares. Solo cuando se salvaguarda su naturaleza, hecha de comportamientos rituales, ricos
de sentido y contenido, la celebración introduce en la experiencia del misterio divino que es experiencia de la gratuidad y de la libertad.
El lenguaje simbólico
El misterio de Dios revelándose y donándose en Cristo y en su Pascua, comprendemos bien como se trata de una realidad en sí difícilmente expresable solo conceptualmente. Comprendemos también como el lenguaje lógico-racional no esté en grado de provocar y sostener una experiencia de Dios como aquélla de la celebración litúrgica. Llegamos aquí a hablar del lenguaje propio de la liturgia, el lenguaje simbólico que tiene como “pretensión” expresar lo indescriptible y que se expresa con modalidades singulares. Hacer recurso de este lenguaje sin conocer las reglas significa arriesgarse a trastornar el sentido del mensaje que se intenta comunicar. Cuáles son las características del simbolismo en la liturgia?
Palabra
Esta siempre acompañada de la palabra como elemento constitutivo que le garantiza el sentido. La palabra une el símbolo sacramental al evento histórico-salvífico que lo funda. Pensemos por ejemplo en las palabras de Jesús sobre el pan y sobre el vino, pronunciadas por el sacerdote en la Plegaria eucarística: ellas unen la celebración al misterio de muerte y re-surrección de Jesús, por él anticipada en la Última Cena. La palabra quita luego al símbolo de una posición de ambigüedad. Para seguir con nuestro ejemplo, la participación en el pan y en el vino eucarísticos no es un simple signo de compartir y de solidaridad fraterna, como puede re-presentar un banquete entre amigos, sino es ante todo participación al sacrificio de Cristo. Continuaremos…
Pbro. Rafael Quintá
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ué tal discípulos misioneros! En la presente edición y las siguientes tres, les compartiré algunas reflexiones misionológicas que en las Obras Misionales Pontificio Episcopales de México (OMPE) nos dirigió a los estudiantes del Diplomado de Misionología en el verano de 2015, Monseñor Julio Daniel Botía Aponte, quien fuera, en aquel tiempo y durante cinco años el Secretario General de la Santa Infancia y Adolescencia Misionera en América Latina y originario de la diócesis de Sonsón, Rionegro, Colombia.
¿Qué es y qué se propone la formación misionera?
La formación misionera ofrece educación teológica, es¬piritual y práctica a los cristianos y a sus comunidades para la realización de su misión en su comunidad local y en la evangelización universal. La formación misionera ayuda a los cristianos a ser, vivir y obrar como misioneros de Jesús. Los educa para que progresivamente tengan los correspondientes conoci¬mientos, criterios, mentalidad, actitudes, sentimientos, corazón, vida y servicios misioneros. La formación misionera es un servicio de la pastoral mi¬sionera ins-pirado y sostenido en la animación misionera y orientado a promover la comunión y la cooperación misioneras. La formación misionera se hace, en buena parte, con un proceso de catequesis que lleva a la co¬munión con Jesús, a comprender la misión, a renovar actitudes y a comprometerse en la misión.
Pero… Por qué hacer formación misionera
Jesús amó a sus discípulos, los eligió, los formó y los envió como Apóstoles, misioneros suyos (cf. Mt 10). El mismo Jesús, que ayudó a Pedro, a Mateo y a Pablo, es el que quiere formarnos hoy, utilizando la misma pedagogía que utilizó con los Apóstoles. Una pedagogía especial, que he¬mos de aprovechar en la Escuela de Amor con Jesús. Esta formación es una de las tareas de la evangelización. La Iglesia tiene la responsabilidad de formar misioneros para atender las grandes necesidades de la misión uni-versal. La pastoral misionera cumple la tarea eclesial de enseñar y ayudar a los “discípulos” de Jesús a “hacer discípulos” para Él. Dentro de ella, la formación misionera de los cristianos tiene una importancia decisiva, pues es la que más ayuda en la maduración misionera de los hermanos y de sus comunidades.
Domingo 10 de noviembre de 2019
La locura que cura
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Por: Juan Jesús Priego
En Sinfonía inconclusa, la biografía novelada que sobre Franz Schubert (1797-1828) escribió Madeline Goss, hay un pasaje que hasta el día de hoy no he podido olvidar; se trata, más exactamente, de aquel pasaje en el que el joven Franz conversa con su amigo Josef Sapun acerca de lo único que importa para ellos en este pobre mundo: la música. Ambos pertenecían nada menos que al Coro Imperial de Viena: habían sido seleccionados entre cientos de solicitantes de su misma edad y, en premio, les había sido otorgada una beca para estudiar gratuitamente en el famoso Convikt, el colegio jesuita de aquella ciudad. A la hora del recreo, Franz se aparta casi siempre de sus otros compañeros para encerrarse en una salita y componer allí su propia música. Nadie, en toda la escuela, sabe a donde se escapa este muchacho un tanto melancólico que huye de las risas y los juegos; pero Josef sí lo sabe, y un día va a buscarlo y entabla con él la siguiente conversación: “Josef Spaun: Siempre he amado la música más que ninguna otra cosa. Sepa usted que yo he organizado la orquesta de esta escuela. Al principio, el señor director insistió en que no había dinero suficiente para comprar música, y entonces yo empleé mi mesada para la orquesta… El último año, por ejemplo, gasté toda mi pensión en música. Entonces mi padre me envió dinero para pagar mi viaje de regreso a nuestra casa de Linz para pagar las vacaciones de verano, y ya en el camino para ir a tomar la diligencia, vi en la vitrina de una casa de música una nueva sinfonía de Herr van Beethoven. ¡Como es natural, yo no pude resistirme a eso! “Franz Schubert: ¡Naturalmente que no! “Josef Spaun: Y así, habiendo empleado el dinero del viaje en comprar la partitura, no hubo más remedio que hacer a pie el camino de regreso a Linz. “Franz Schubert: Pero era un caso de importancia, ¿no es así? Para mí, Herr van Beethoven es un gran compositor, uno de los mayores. Sepa us-ted que yo sueño con escribir música. Pero, ¿quién, después de Beethoven, intentará hacerlo?”. Así platicaban aquella vez estos dos muchachos, pese a que, cada uno por su lado, habían sido reprendidos en sus casas por dedicar tanto tiempo a la música y tan poco a las demás materias escolares. “-¡Locura! –gritó el viejo señor Schubert cuando vio un día las notas escolares de su hijo Franz-. ¡Escribir música no es ninguna carrera! Creía que ya habías desechado esa idea de tu necia cabeza. Hasta que cambies no quiero verte más. No vendrás a casa hasta que me prometas abandonar esa pasión que te hace perder el tiempo”. El padre no entendía a su hijo, no quería entenderlo. ¿Escribir música? ¿Para acabar siendo un muerto de hambre? ¡De hacer música no se vive! Ante todo, era necesario ganar dinero. La música, para él, era una pasión inútil. Sólo Josef, su mejor amigo, lo comprendía. ¡También él era capaz de todo por comprar la última sonata de Beethoven! Irse a pie de Viena a Linz, ¿por qué no? La música del maestro bien valía ese pequeño sacrificio… ¡Ah, cómo admiro a las personas que se apasionan por algo noble! Esos están vacunados
de antemano contra el hastío y la desesperación. En la vida, la pasión es necesaria, el entusiasmo es esencial. ¡Y qué lástima me dan, en cambio, los que sólo piensan en ganar más y más! ¿Es que no saben que la muerte vendrá un día a quitárselo todo? Hace unos días, una jovencita de diecinueve o veinte años de edad entró con sus papás a la habitación donde tengo una parte de mis libros – sitio al que yo llamo mi bodega- y, dejando ir la mirada por entre los anaqueles atestados, exclamó: -¡Cuánto dinero! Me le quedé mirando con tristeza. Yo esperaba que esta muchacha viera libros, pero ella sólo veía billetes: los que había tenido que desembolsar a lo largo de los años para comprar todo aquello que, por supuesto, no le interesaba lo más mínimo. -Los pagué en abonos –dije para no dejarme abatir por la tristeza. -¿En abonos? ¿Venden libros en abonos? -Sí –respondí-. No creas que todos los he comprado en un solo día. Una semana compro unos, y la semana siguiente otros. ¡Llevo pagándolos más de veinte años! Y aún no acabo… -Hay aquí, sin duda –dijo el papá-, una bonita inversión. -No –dije yo-. Aquí no hay ninguna inversión. Aquí hay únicamente libros. -¿Y ya los leyó todos? -me preguntó la mamá en el tono de quien está a punto de tender una trampa o de ganar una apuesta. No respondí. ¿Para qué seguir hablando con quien ya sabes que no puede entenderte? Para esta gente, seguramente yo estoy loco. Pero, ¿qué sería de mí sin esta locura bendita? Como muy bien dijo una vez Gilbert K. Chesterton (1874-1936), hay locuras que salvan: locuras terapéuticas, por decirlo así. Escribió en El reverso de la locura: “¿Hay alguien más loco que el que nunca se ha vuelto loco? Es necesario estar loco por algo para no volverse loco. Es necesario verter toda nuestra locura en un solo punto que acapare y concentre todos los desequilibrios; es necesario enjaular la locura para que no ande revoloteando sobre nuestras cabezas. No hay loco más furioso que el que no se ha vuelto loco por nada”. También Jean Guitton (1901-1999), el filósofo francés, habló un día de esta locura, y dijo así en ese libro de confesiones que es Lo que yo creo: “El hombre moriría si no tuviera una visión inexpresable y un amor hasta cierto punto loco hacia un ser o hacia alguna cosa. Sí, existe una locura necesaria para la vida”. Pero, ¿es necesario decir más? No, no es necesario. Y por eso aquí dejo la cosa y pongo rápidamente el punto final.
Viernes 15 de Noviembre
Presentación del libro SOMOS CATEQUISTAS EN CAMINO del Padre Paulín
en la Casa de Acción Católica 8:00 pm.
(Cuadragésima Cuarta Parte)
José Ricardo García López Investigador en retiro de la Facultad de Derecho de la UASLP. Escritura número 15: En el pueblo de San Luis de Mexquitique a doce días del mes de noviembre de mil e quinientos e noventa y dos años ante mí el escribano y testigos de iuso escritos pareció presente el capitán Miguel Caldera a quien doy fe que conozco y dijo y otorgó que ha recibido e recibió de Diego Adame Parreño, persona que asistía en la labor de Las Bocas, las cosas siguientes: Primeramente diecisiete bueyes de arado---------------. Item: diez rejas de fierro-------------Item: una hacha de cortar--------. Item: dos açuelas (cazuelas?)-----Item: dos escoplos (________?). Item; dos metates-----Item: dos comales de cobre----. Item: dos barrenas delgadas----. Item: una barrena gorda----. Item: una carreta----. Todas las cuales dichas cosas, recibió del dicho Adame Parreño, y de ello se dio por contento y pagado a su voluntad y renunció la ejecución del entrego e prueba e paga de él como en ellas se contiene lo cual recibió para dar cuenta de ello a quien la hubiere de tomar en nombre de Su Majestad e otorgó carta de recibo en forma, e lo firmó de su nombre. Siendo testigos don Juan de Oñate y Pedro de Vergara y Cristoval de Çaldivar estantes en este pueblo y de pedimento del dicho Diego Adame Parreño dí el presente para que se le pague lo que se le resta debiendo de lo que que ansí (sic) sirvió en la dicha labor de Las Bocas. Testigos: los dichos y parece que el dicho Diego Adame había recibido veinte y ocho bueyes y entrega los diez y siete arriba contenidos. Testigos: el dicho don Juan y Pedro de Vergara y Xristoval de Çaldivar. Miguel Caldera (rúbrica) Ante Mí: Pedro Venegas (rúbrica) Escribano Real. (termina la foja 11 frente y continúa la 11 vuelta con la escritura número 16) Escritura número 16 En el pueblo de San Luis de Mexquitque a doce días del mes de noviembre de mil e quinientos e noventa y dos años ante mí es escribano y testigos de iuso escritos, pareció presente el Capitán Migue Caldera a quien doy fe que conozco y dijo y otorgó que ha recibido e recibió de Andrés de Fonseca labrador que fue del pueblo de San Miguel de Mexquitique, los bueyes y aperos. Conste. Primeramente recibió quince bueyes de arado porque de diez y ocho bueyes que se le entregaron, dijo se murieron dos y uno se huyó _o_ Item. Seis rejas de hierro para arar. _o_ Item. Seis arados de madera. _o_ Una carreta _o_ Item. Dos escoplos uno grande y otro chico _o_ Una Barrena chica. _o_ Una hacha de cortar madera. _o_. De todo lo cual, el dicho capitán se dio por contento y entregado a su voluntad y se hizo cargo de ello para dar cuenta a quien la hubiere de tomar cada que se le pida e renunció la evicción y leyes del entrego y otorgó carta de recibo, en forma e lo firmó. Testigos: Diego Adame Parreño y Xristoval de Çaldivar y Juan Bautista de Medina estantes en este pueblo. Miguel Caldera (rúbrica). Ante Mí: Pedro Vene-
gas (rúbrica) Escribano Real. (Termina la foja 11 vuelta con la escritura 16 continua la foja 12 frente con la escritura 17). Escritura número 17. En el pueblo de San Luis de Mezquitique a tres días del mes de noviembre de mil e quinientos y noventa y dos, ante mí es escribano y testigos de iuso escritos, parecieron presentes el Capitán Miguel Caldera y Juan de Valle y Pedro de Anda y Juan de Çavala, vecinos e mineros en estas minas de Potosí y dijeron que ellos poseen por suya la mina que se llama de Santa Clara que es en el Cerro del Potosí que es de sesenta varas y han sido de acuerdo de la hacer como por la presente la hacen la dicha mina de sesenta y cinco varas en cuanto a la labor y estas cinco varas quieren que haya y herede Pero Benito, persona que tenía diez varas en dicha mina por ten___?___ que había hecho con Pedro de Anda sobre que tenían pleito y diferencia y por quitarse de pleitos, han sido como son de acuerdo de hacer la dicha mina de las dichas sesenta y cinco y quieren y es su voluntad que el dicho Pedro Benito haya y herede las dichas cinco varas en cuanto a la labor y lleve la parte de los metales que le cupiere conforme con las dichas cinco varas y desde luego le dan poder e facultad para que pueda tomar la posesión de las dichas cinco varas de mina judicialmente o como quisiere y en el interin que no la toma se constituyeron por sus inquilinos y se desistieron y apartaron de la tenencia propiedad e señorío que tienen y les pertenecen a las dichas cinco varas de mina y todo ello lo traspasaron en el dicho Pero Benito y a sus herederos e sucesores para que sean suyas y de quien quisieren y las puedan vender, donar, trocar e cambiar y hacer de ellas como de cosa suya propia y se obligaron de no ir ni venir contra esta escritura ni contra parte de ello ahora ni en tiempo alguno so expresa obligación que de ello hicieron de su persona e bienes que para ello obligaron y dieron poder a las justicias de Su Majestad de cualesquier partes, fuero e jurisdicción que sean, a donde se sometieron e renunciaron su fuero e jurisdicción, domicilio e vecindad y la Ley Si convenerit de iurisdictione ómnium iudicum para que las dichas justicias e cualesquiera de ellas les apremien al cumplimiento de lo que dicho es, como si fuese por sentencia definitiva de juez competente pasada en cosa juzgada, sobre lo cual renunciaron a todas las leyes, fueros e derechos de su defensa y la general del derecho. En fe de lo cual, lo otorgaron e firmaron de sus nombres y yo, el escribano, conozco a los otorgantes y testigos: Rodrigo de Ibarra y Juan López del Riego y Diego Muñoz, estantes en este pueblo. Miguel Caldera (rúbrica), Juan de Valle (rúbrica), Juan de Çavala (rúbrica), Pedro de Anda (rúbrica). Ante Mí: Pedro Venegas (rúbrica) escribano Real. (Termina la foja 12 frente y la escritura número 17 sigue la foja 12 vuelta con la escritura número 18).
Enseñar a pensar, no a buscar en Google
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Por: Martha Morales
ay que enseñar a los niños y jóvenes a pensar, a desentrañar los problemas para darles soluciones. El profesor Aswath Damodaran, de la Universidad Neoyorquina, nombrado varias veces “Profesor del Año” dice que “enseñar es en un 95% preparación y en un 5% inspiración”. Se puede enseñar el mismo tema durante 50 años, pero nunca será el mismo tema porque se mantiene en cambio constante, además las clases cambian, los participantes son diferentes. Así, cada vez que se enseña hay una experiencia distinta. Hoy, la persona en vez de razonar, acude al buscador, teclea la pregunta y encuentra la respuesta. Eso impide que la persona piense por sí misma. Si acudes al buscador, “no es tu respuesta”, es la del buscador. Pensar requiere un proceso mental y ese es el reto de los padres de familia y de los ma-estros. En el tiempo del Renacimiento en Florencia, Italia, Filippo Brunelleschi hizo la mayor cúpula independiente de la historia, sin saber arquitectura ni construcción, pero aprendiendo por sí mismo lo suficiente de lo que estaba a su alcance, y lo logró. Luis Olivera, escritor y periodista, afirma que “el entrenamiento es una exclusiva de la inteligencia humana”. Hay que enriquecer el lenguaje, hay que fomentar el diálogo, el ejercicio mental de razonar, de defender una causa, de tener argumentos para las propias decisiones, y no hacer sólo lo que hacen los demás, como los borregos. Aprender a pensar es descubrir todo el inmenso poder que tiene la moda en el mundo y saber salir de la jaula mental en que puede encerrarnos. El pensador libre, es decir, el pensador, no debe sacrificar su libertad de pensar en el altar de la moda. Entrenamiento y cultivo, dado que “la tierra que no es labrada, llevará abrojos y espinas, aunque sea fértil. Así sucede con el entendimiento del hombre” (Sta. Teresa de Jesús). “Equivocarse es humano”, descubrieron los antiguos. El error es el precio que tiene que pagar el animal racional. Se-remos más inteligentes y más libres cuando conozcamos mejor la realidad, sepamos evaluarla mejor y seamos capaces de abrir más caminos. Sería un error pensar, observa Leonardo Polo, que el hombre inventó la flecha porque tenía necesidad de co-mer pájaros. También el gato tiene esa necesidad y, no ideó nada. El hombre inventó la flecha porque su inteligencia descubre la oportunidad que le ofrece la rama. Más que enseñar a pensar, la función de los padres y profesores ha de consistir en motivar a los adolescentes para que quieran pensar, por cuenta propia. Con actitudes positivas, las niñas y niños se comen el mundo; con actitudes negativas, el pensar aparece como algo cansino; el actuar, como mediocre. Luego, hay que enseñar a tomar decisiones: la inteligencia es la capacidad de resolver problemas vitales. No es muy inteligente quien no sea capaz de decidir. Si convenimos que educar es, esencialmente, crecer en libertad y en responsabilidad, aprender a decidir bien resulta uno de los aspectos claves de esa tarea: cuanta más capacidad de decisión, más libertad. Luis Olivera sugiere “recuperar de los niños, y fomentarla, la sana estrategia de preguntar continuamente. Las tres preguntas fundamentales son: ¿Qué es? ¿Por qué es así? y ¿usted, cómo lo sabe? Aristóteles definía la ciencia como “el conocimiento cierto por las causas”. Pues, habituarse a formular porqués. Hay que aprender a disfrutar aprendiendo: formular preguntas que ayuden a ser más reflexivos, a interrogarse sobre el pensa-miento: ¿Por qué piensa el hombre? ¿Has pensado por qué recuerda cosas? ¿Pensamos mientras dormimos? ¿Qué es lo que más te hace pensar? ¿Puedes pensar en dos cosas distintas a la vez? En efecto, el ser humano progresa planteándose nuevos problemas y buscando solucionarlos. La inteligencia debe de ser eficazmente lingüística porque gracias al lenguaje, no sólo nos comunicamos con los demás, sino con nosotros mismos. La inteligencia no se parece a una colección de fotografías, sino a un río. Río e inteligencia “discurren”. Nuestra lengua natural es un río donde confluyen miles de afluentes. “La pluma y la palabra son las armas del pensador” (J.A. Jauregui): aprender a pensar es aprender a tocar dos instrumentos del pensamiento: la pluma y la palabra. Finalmente hay que fomentar la lectura y controlar el uso de la televisión. Los libros tienen que ser obras que alimen-ten la inteligencia sin dejar seco el corazón. O sea, que deben iluminar la mente con la verdad y no sumirla en las nieblas de la duda o el error.
Protocolo de Instrumentos Publicos año de 1592 del escribano real Pedro Venegas
Pastoral de la familia
He venido a traer fuego y lo que quiero es ¡que arda! por: María Teresa de Guadalupe Perea Parrales miembro del Área de la Vida, de la Pastoral Familiar.
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e lo que se escucha del Sínodo Amazónico, podemos descubrir el ejemplo particular de la Caridad, que está en el Evangelio que renueva todo, toda la vida y sobre todo la vida de cada persona. Somos una Iglesia que anuncia a Jesucristo, Vida misma de la misión misio-nera, debemos ser la familia que evangeliza de manera heroica, no cesar la misión que como laicos tenemos, testimoniar, evangelizando. Entusiasmando y contagiando con nuestra labor, todos somos misioneros de todo aquel que encontramos, el tesoro que transmitimos es Vida. Participemos en la pastoral de nuestra Diócesis, con diferentes acciones, armonizando desde el primer anuncio, el servicio a los pobres, el catequizar, la comunión con los hermanos y la celebración gozosa en la fe. Dimensiones que fortalecen a la Iglesia y a la labor pastoral y nos hermanan aún más en Cristo. Desde Cristo, que renueva todas las cosas, podemos cuidar a todas las personas, no somos los despóticos que abandonamos, que señalamos, no imponemos a nadie, es más bien encontrar aspectos de riqueza que hablan de aquello que nos habla de Dios. Como en todo, hay puntos a purificar, repensemos en lo que es promover desde la caridad hasta llegar a ser profetas, manifestemos todo aquello que hace daño al hermano, que lo instrumentaliza, que lo destruye y acaba con la cultura, destruyendo a la humanidad, por eso un profeta, defiende la vida, la familia, a nuestra Iglesia y siempre dispuestos a denunciar valientemente, hasta el punto de ofrecer la vida. Podemos ser el samaritano y estar pendiente por el bien del hermano, que pecadores como Magdalena, damos a todas voces y con gozo la vivencia del Evangelio, que nos transforma y nos da la fuerza para ser testimonio, convirtiendo nuestra vida en compromiso, de anuncio de Jesucristo. Nuestra acción evangélica debe llegar a toda conciencia, a toda alma, pues toda alma tiene sed de la verdad, de la bondad y del Bien Absoluto. No nos extraviemos de la verdadera misión, de ir al encuentro, como misio-neros, las palabras del Padre han de ser escuchadas a través de nuestra catequesis, de la cercanía con el más necesitado del encuentro de Cristo a través de nosotros, ¿de dónde más lo va a ver si yo no lo muestro?, por eso hemos de ser laicos comprometidos o ser un buen sacerdote entregado a la comunidad, o ser un consagrado comprometido fiel y trabajador, obedientes todos y fieles a la Iglesia, integrándonos en acciones por aquellos que tienen en su interior a Cristo y no lo han descubierto en su búsqueda sin fin. Con gozo y alegría nuestro trabajo debe ser testimonial, tenemos a Nuestra Madre que aquí en México esta presente y nos ha dado su casita, a donde ella nos escucha como verdadera Madre del Dios por Quien se Vive. Y nos ofrece su auxilio y defensa. La familia misionera, él y ella con sus hijos, ha de realizar acciónes misioneras, al hablar y vivir el evangelio, sostenidos de una comunidad que vive, renovándose desde Cristo, fortalecida en Él y así, puede renovar todas las cosas, como familia, en cada uno de sus integrantes, los que desde el bautizo tenemos la gracia y el gozo de conocer y dar a conocer a Cristo. Concienticémonos que todos somos misioneros, para trabajar aun con más empeño en la inculturación, para que la enseñanza evangelizadora se encarne respetuosamente, no juzgando, pero amorosos al descubrir en cada realidad personal o cultural, la riqueza que puede contener y que es parte de la evangelización. Esto se traduce en “IR AL ENCUENTRO” al que nos ha llamado Papa Francisco para arder el fuego desde la misión, ese fuego que Cristo ha querido que arda.
Pastoral penitenciaria
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La Comisión de la Pastoral Social y la Dimensión Penitenciaria Por Pbro. José Rafael Quintá Méndez
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aludos desde la Comunidad Parroquial de la Inmaculada Concepción de María, en la Delegación La Pila, S.L.P. En ésta edición voy a ofrecer un panorama general sobre la gran tarea de la Iglesia en cuanto a la Dimensión de la Pastoral Penitenciaria a la luz del documento “Organismos Arquidiocesanos de comunión, participación y coordinación” editado para el trabajo en nuestra diócesis Potosina. Puesto que en el trabajo diocesano, en la Iglesia se cuenta con un organigrama, que facilita la comunión, el acompañamiento y el desarrollo en conjunto de las disposiciones de la Iglesia a nivel Universal y Particular. En el organigrama diocesano encontramos que la primera forma de servicio eclesial es la conformación de la Curia Diocesana, como órgano oficial del régimen pastoral del Arzobispo, que consta de: Vicario General, Vicario de Vida Consagrada, Vicario de Pastoral, Vicario Judicial, Vicarios Judiciales adjuntos, Secretario General de Gobierno o Canciller, Ecónomo, Apoderado Legal, Encargado de Estadística, Encargado de relaciones públicas, Titulares de Comisiones y Responsables de las Dimensiones. Al frente de cada de uno de los Organismos mencionados, estará a cargo un sacerdote designado por el Arzobispo y sólo él, puede nombrar a los sacerdotes de la Curia Diocesana. Para ejercer cualquiera de las funciones anteriores, el sacerdote designado, cuenta con la facultad de “potestad de régimen”, llamada también “potestad de jurisdicción”; que responde a uno de los tres oficios y misiones que se confieren a quienes reciben el Sacramento del Orden: Evangelizar, dar culto a Dios y regir (Canon 108). Son pues, sujetos hábiles para ejercer esta potestad según el ministerio: Los Obispos en su plenitud, los presbíteros como colaboradores y los diáconos como auxiliares. El ejercicio válido de esta potestad requiere la misión canónica, que se otorga al conferir un oficio determinado o una delegación, según las normas del derecho. De la Curia Diocesana se desprende lo que son las Comisiones Diocesanas que son Organismos con carácter permanente o transitorio de animación, promoción, coordinación y desarrollo pastoral al servicio de la Arquidiócesis, con la función específica de coordinar las Dimensiones que la integran y potenciar su actividad en los Decanatos y en todas las parroquias y mantener la relación con los organismos de la región pastoral y de la Conferencia del Episcopado Mexicano. Una de las funciones específicas de las Comisiones es convocar a nombre del Sr. Arzobispo a los responsables de las Dimensiones y supervisar el trabajo de acuerdo a la realización del Plan Diocesano de Pastoral. Existen cuatro grandes Comisiones; Pastoral Profética, Pastoral Litúrgica, Pastoral para Vocaciones, Ministerios y Agentes de Pastoral y la Pastoral Social. De ésta última se desprende la Dimensión de Pastoral Penitenciaria. La Comisión para la Pastoral Social tiene el objetivo de favorecer en la Iglesia Diocesana la promoción de la justicia y el testimonio de la caridad como Dimensiones constitutivas de su acción evangelizadora, a la luz del Evangelio y la Enseñanza Social de la Iglesia, para que atendiendo los signos de los tiempos, ofrezcamos nuestro aporte en la construcción de una sociedad justa, fraterna y solidaria, signo del Reino de Dios, La Dimensión de Pastoral Penitenciaria tiene como función promover la evangelización tanto de las personas que se encuentran bajo custodia de la autoridad penal, como de la autoridad misma, haciendo presente la misericordia de Dios, el llamado a una vida digna y la promoción de la justicia. Está facultada para promover la cultura de la reconciliación y confianza; incentivar la rehabilitación integral de la persona en reclusión, desde la antropología cristiana y la plataforma de la fe; ver por un trato digno y por incrementar sus relaciones con sus familias en el interior o exterior del centro penitenciario; hacer presente la vivencia celebrativa de la fe y procurar la debida asistencia y promoción del proceso judicial, especialmente de los más necesitados.
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El Bautista
En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene; en el pontificado de Anás y Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y se fue por toda la región del Jordán proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Voz del que clama en el desierto: “Preparen el camino del Señor, enderecen sus sendas; todo barranco será rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso se hará recto y las asperezas serán caminos llanos. Y todos verán la salvación de Dios” (Lc 3, 1-6).
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n tiempos en que Juan Bautista predicaba el bautismo de conversión, lo mismo que en todo el tiempo del ministerio profético de Jesucristo, el medio Oriente estaba dividido en una tetrarquía, es decir, que era gobernado por cuatro personas, las cuales San Lucas señala puntualmente. De esta división territorial tenemos noticia también debido al juicio de Jesús, cuando, enterándose Pilatos de que Herodes, el cual gobernaba la región de Galilea, en donde se encuentra Nazaret, se lo envía al tetrarca, respetando a uno de sus ciudadanos (Lc 23, 5-7); tenemos entonces, en un mismo momento, a dos de los tetrarcas mencionados por Lucas, interactuando en un evento histórico importante. Lucas también sitúa la predicación de Juan dándonos a conocer a los dos sumos sacerdotes que gobernaban en lo religioso al pueblo de Israel: Anás y Caifás. Es interesante que Lucas nos refiera ambas cosas, por un lado el gobierno desde el aspecto mundano, civil, por decirlo así y al mismo tiempo el reinado desde el aspecto religioso; y es que ambos poderes se conjugan definitivamente en todo el proceso de la predicación de Juan y la de Jesús. Tenemos pues, perfectamente situado el escenario donde se desenvuelve la fe en Jesucristo; no se trata de historias, no es esto que escribe Lucas algo legendario; el evento de la fe se arraiga en la historia humana; el paso de Dios en el mundo es un hecho innegable. Pues bien, en este marco histórico es donde aparece la figura de Juan el bautista, el cual ya ha sido mencionado por el mismo autor sagrado al inicio de su evangelio, cuando es anunciado a Zacarías y cuando el mismo Juan, en el vientre de su madre, salta de gozo ante la presencia del salvador del mundo que también está envuelto en el vientre de su madre, María virgen y en ella se desarrolla misteriosamente. Lucas nos enseña que el Bautista fue llamado por Dios en el desierto y se dedicó a anunciar un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Este es Juan Bautista, según San Lucas, un ser excepcional cuya única misión en la vida es llamar al pueblo de Israel a volver al corazón de Dios. No sabemos cómo es que el Bautista decide realizar su misión mediante un bautismo. Según Lucas, el hijo de Zacarías fue el destinatario de la Pa-
labra de Dios y se encaminó a la región del Jordán. Pero cómo fue que se decidió a bautizar no lo deja claro; lo que sí es exacto es aquello que él pregonaba a- bierta y claramente: el arrepentimiento, la conversión. Encontramos en otros evangelios cómo fue que él se dedica a bautizar. El evangelio de San Juan, por ejemplo, asegura que a Bautista se le envía con la orden precisa de bautizar, dice el mismo Juan Bautista: “Y yo no le conocía pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: ‘Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ése es el que bautiza con Espíritu Santo’” (Jn 1, 33). Pero, centrémonos en la figura del Bautista. Según Lucas, él predicaba, como decíamos, un bautismo de conversión, de arrepentimiento, para el perdón de los pecados. Y lo dice gráficamente, según el profeta Isaías: “voz que clama en el desierto…”. Tenemos, pues que Juan Bautista es una voz que grita en el desierto; ante todo Juan Bautista es una voz. Es una poderosa voz, una voz que clama. No se trata de un hombre silencioso, es, por el contrario, un verdadero altavoz, Juan es una voz poderosa, porque sus palabras son repetición de la voz de lo alto, voz creadora. En efecto, Juan Bautista es recordado por sus palabras, por exhortar a todo el pueblo de Israel a que regrese a Dios, que cada israelita le devuelva su corazón a Dios. En realidad la Sagrada Escritura nos da muy pocas palabras de Juan, de hecho se pueden contar, y son muy pocas, sin embargo son suficientes para poder apreciar en él a alguien que nunca calla, a uno que es fiel a la palabra recibida; Juan Bautista es un gran profeta, seductor, motivador, carismático como nadie. Cuando Juan hablaba, todo el mundo callaba para escucharlo; hasta el rey Herodes gustaba de escuchar a aquel profeta, a pesar de que muchas de las cosas que Juan decía le molestaban. El Bautista, según nos lo dicen los evangelios, tenía muchísimos discípulos, muchos de los cuales, una vez que Jesús entró en escena, se alejan de él para ir donde Jesús y no apartarse de él. Esto no le preocupa a Juan, pues él sabe que precisamente para esto ha venido al mundo, para abrirle el camino al Salvador, para prepararle un pueblo bien dispuesto. Juan decía que aquel a quien anunciaba ya estaba cerca, que era inmensamente más grande que él mismo; también decía que era necesario que él mismo disminuyera cuando se apersonara aquel a quien él anunciaba y al que le preparaba el camino. Si Juan
decía esto es, podemos asegurarlo, porque él mismo sabía que estaba revestido de grandeza, la grandeza de ser un gran profeta. Juan Bautista tenía claro que su misión era la de disminuir, esto es precisamente lo que lo hace grande: que él conoce su lugar; Jesús dirá a-certadamente: “el que se humilla será engrandecido” (Lc 14, 11), y creo que en primer lugar es Juan el destinatario de estas palabras. Efectivamente, cuando Jesús llega, Juan disminuye; su misión acaso continúa, mientras vive, pero deja que Jesús sea el principal protagonista de la obra que él viene preparando poco a poco, mediante sus palabras y sus gestos. Juan habla de una conversión y simbólicamente la presenta como un terreno informe que debe ser modelado; lo que esté hondo debe ser re-llenado, lo que está alto debe ser cortado. Esto podemos interpretarlo pensando en el concepto de la rectitud. Ser recto es hacer lo que es justo, hacer las cosas bien; en concreto se trata de vivir la justicia, ni más, ni menos. Podemos pensar que el actuar humano tiene ciertas altas y bajas, se desarrolla entre la virtud y el pecado; cortar las colinas es quitar lo que sobra; si queremos un terreno recto entonces debemos cortar las colinas, los picos, el orgullo, todo aquello que hace que el hombre se sienta demasiado grande; rellenar los barrancos es poner virtudes; en resumen se trata de quitar lo que sobra y poner lo que falta; se trata de alejarse del mal y de hacer el bien. Esto es lo que exige el Bautista a todo aquel que lo escucha. Al final, el camino llano es el hombre recto y bien dispuesto a recibir una palabra más grande que la de Juan. Y es que el evangelio, que es la gran novedad; se necesita, efectivamente, comenzar de nuevo; se trata de estar preparado para Cristo. El mismo Jesucristo dirá más tarde que nadie echa vino nuevo en un odre viejo (Mt 9, 17), esto es, que el evangelio es como un vino nuevo y que el hombre recto y bien dispuesto es el odre nuevo en que el vino del evangelio se guarda. La novedad del evangelio necesita la novedad del hombre. Este es el propósito del Bautista al exigir esta conversión, este arrepentimiento, este cambiar de ruta. Y es que Juan, lo mismo que Jesús quieren que todo el pueblo vea la salvación de Dios. Si queremos ver la salvación necesitamos seguir escuchando a Juan, hacerle caso, preparar el corazón, enderezar los caminos del Señor. Hagámoslo.
Palabra de Dios
Del Santo Evangelio según San Lucas 20,27-38
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n aquel tiempo, se le acercaron algunos saduceos, que niegan la resurrección, y le dijeron: «Maestro, Moisés nos ha ordenado: “Si alguien está casado y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case con la viuda”. Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener hijos. El segundo se casó con la viuda, y luego el tercero. Y así murieron los siete sin dejar descendencia. Finalmente, también murió la mujer. Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer?». Jesús les respondió: «En este mundo los hombres y las mujeres se casan, pero los que sean juzgados dignos de participar del mundo futuro y de la resurrección, no se casarán. Ya no pueden morir, porque son semejantes a los ángeles y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección. Que los muertos van resucitar, Moisés lo ha dado a entender en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Porque él no es Dios de muertos, sino de vivientes; todos, en efecto, viven para él». Palabra del Señor.
La muerte no es la última palabra
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i el domingo pasado la Palabra de Dios nos afirmaba que Dios es amigo de la vida, ahora el Señor Jesús nos dice; respondiendo a los Saduceos que negaban la resurrección de los muertos, que Dios no es un Dios de muertos sino de vivos, pues los hombres nacemos para vivir con Dios para siempre. Pero la certeza en la resurrección y la seguridad de una vida eterna, no solamente “afecta al día de mañana.” El hecho de estar destinados a sobrevivir a la muerte, debe dar sentido a nuestra vida actual. Debe llevarnos a vivir en plenitud nuestra fidelidad a Dios para poder saborear la vida de Dios en nosotros, ya ahora. Frente a la angustia de quien no ve salida ni sentido en esta vida; frente a la forma de vivir de quienes piensan que la muerte cierra el paso de la vida, los cristianos tenemos que testimoniar nuestra esperanza en la certeza de la vida con Dios: Aquí y ahora, en cada minuto del día; después, cuando Dios nos reúna con Él para siempre. Porque Dios es amigo de la vida y no es un Dios de muertos sino de vivos, como nos dice El Señor Jesús hoy. Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez
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Un santo para cada día (como vivir la santidad día a día) Jorge Luis Molina Núñez
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4° de Teología
emos vivido la festividad de los fieles difuntos y de todos los santos, la primera para muchas personas es muy dolorosa pues recordar la muerte, aunque vista con ojos de fe, abre la herida que deja la partida de la persona amada. Y es que la muerte es un tema del que ni siquiera es agradable conversar. Sin embargo, con referencia a la Solemnidad de Todos los Santos, se puede decir que los conocemos, les queremos, les pedimos, pero ¿los imitamos? puesto que la santidad va de la mano del compromiso, que parte de un encuentro, y que desemboca en la acción transformadora de la realidad. La vida de santidad a la cultura “sin Dios” parece una utopía, no obstante, te comparto una serie de modos en los cuales se puede vivir la santidad desde lo más ordinario de la vida. Solo Dios y tú sabrán, quizá en una de esas y ya estás viviendo en santidad. Saberse amado: la santidad es día a día tener la certeza de que hay ALGUIEN que me ama, que ha creado todo cuanto existe y me provee de todo cuanto necesito por amor. Es enfrentar los problemas y las adversidades de la vida sabiendo que no camino solo, sino con la compañía de Abbí (papito) que me anima, y me protege. Ver la vida con esperanza: hoy día “el cristiano o es místico o no lo es” el hombre santo debe tener la agudeza de ver en cada signo y acontecimiento la huella del paso de Dios en cada día, ¡pero cómo si hay tanto mal en el mundo! Aún en las noches obscuras, al enfrentarlas con madurez, no buscando la salida fácil, sino sabiendo que las cosas pueden mejorar si se pone cuanto de nuestra parte está, cambiando el fatalismo y la pérdida de sentido, por la fe, el esfuerzo, y el abandono total en Dios. Dialogar: con las redes sociales es muy fácil conversar con otros, ser amigos de miles, mostrar un “perfil”, pero detrás de una pantalla; el santo es quien pasa de un frio “monólogo” a un “diálogo permanente” tan es así, que se dialoga consigo mismo (dándose cuenta de la propia realidad), se dialoga con los otros (para complementarse con ellos) lo cual da pie al diálogo con Dios (la oración). Hay que estar dispuestos a la escucha, a abrirse, dejarse confrontar, y a dejarse moldear, por la Palabra. Comprometerse con su mundo: el santo es aquel que hace las cosas que le tocan, y las hace bien; en el matrimonio, en la vida de soltería, en la vida sacerdotal o consagrada, cada quien sabe qué es lo que Dios concretamente le pide, sabe que tiene derechos y deberes, responsabilidades, y una “identidad” que no se puede manipular, una misión con la cual no hay que jugar. Ante una cultura sin valores o cimientos sólidos hay que demostrar convicciones reales, y valores perennes. Cuidar la casa común: aunque parezca extraño, pero el hacer conciencia sobre la importancia de cuidar el medio ambiente, los recursos naturales, las plantas y animales, es un signo de santidad, pues ante todo se salvaguarda el don de la vida, se rescata la dignidad de toda la creación, y se experimenta a través de la belleza y la perfección el mismo Ser de Dios. Respetar los ciclos de la vida y las leyes de la naturaleza es una propuesta contundente frente a la cultura de la muerte tan en boga en estos momentos. Los anteriores puntos son modos sencillos que pueden ayudar a tener un mero sentido común de relación para con los otros, pudieran quizá permanecer en el plano de las humanidades, no obstante, el cristiano está llamado a trascender de lo ordinario al plano extraordinario, la clave para ello es la fe, ¿Cómo? Alimentando la vida espiritual a través de la oración, los Sacramentos, la Piedad, y sobre todo, amando y dejándose amar por Dios. La felicidad es un reflejo de la santidad, pregúntate ¿Vives feliz? ¿Qué te inquieta? Recuerda, <<Quien a Dios tiene nada le falta>>. Comentarios: ecos_seminarioslp@hotmail.com Facebook: Seminario Mayor SLP Twitter: @slp_seminariogj
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Educando para el amor
Domingo 10 de noviembre de 2019
¿La educación sexual laica se opone al misterio de Jesucristo?
...Lo de Dios a Dios
Fil. Rafael Gómez M.
L
a educación laica, en manos de instituciones gubernamentales y académicas, margina a la fe y a la institución eclesial a la esfera privada y esconde en sus entrañas un desencuentro con los valores de la genealogía de la persona. Por alguna razón, ésta se olvida del significado de la sexualidad que está inevitablemente bajo las leyes de la naturaleza humana inscritas en ella y cuya perfección no es ni casualidad ni invento humano, sino creación divina. No es regalando condones y enseñando a usarlos, como en las escuelas se educa al amor; no es estimulando a tener contactos biológicos sin amor como se educa para el amor. Casi no se conocen historias de amor humano, real, que hayan nacido de relaciones sexuales prematuras. De esa clase de relaciones solo se conocen historias que inician con la búsqueda del encanto y la emoción de contactos biológicos que cambian el encanto por el desencanto y la emoción por la decepción. El creciente fenómeno de embarazos prematuros, fuera del matrimonio y sin compromiso de amor, así como los problemas psico-sociales, de salud, legales y económicos no serán resueltos si la educación sexual no se vuelve a su origen: “la genealogía de la persona”. La educación sexual al-la adolescente-púber y al-la joven, para que deje el sueño casi platónico de relaciones fantasiosas y se determine por una relación heterosexual con vistas al matrimonio, consiste en adiestrarle en el amor humano mucho antes de siquiera conocer a la persona que será el objeto de su amor. Dice la sabiduría popular que “la carga echa andar al burro” y esto no significa que para aprender a amar haya que casarse o, por lo menos, tener contactos biológicos; no significa que para amar sean necesarias “las pruebas de amor”, sino probarse a sí mismo que se es capaz de amar; no significa que sea necesario disfrutar de los goces del matrimonio sin sus compromisos; no significa, como ocurre en nuestro tiempo, que haya que irse a vivir con el-la novio-a para probar la aptitud para el amor. El matrimonio es un vínculo de amor del que muchos quieren huir. No es apto para el matrimonio quien no es apto para amar. No es apto para amar quien no se quiere comprometer. La educación laica de las instituciones y la crisis de verdad, fenómeno relativista de nuestro tiempo, como quien tira el agua sucia de la bañera con todo y niño, han sacado de las casas a la educación con todo y sus valores y han impulsado el camino contrario a la fe en Dios “y lo justifican, de hecho y de derecho, mediante leyes”. La consecuencia es el olvido de verdades como la revelación de Jesucristo, la naturaleza de la fe cristiana, la mediación de la Iglesia en el proceso educativo con el pretexto de los pecados humanos de ella… Es así como se obstaculizan los presupuestos filosóficos y teológicos de la existencia de Dios, de la revelación cristiana, del misterio de Jesucristo… Es así como se siembran sombras de duda e inseguridad en los padres que no saben cómo poner remedio a la mentalidad relativista que traen de la calle los hijos y no saben cómo educar, asertivos, con claridad y firmeza. Los lectores pueden volverse, con la alegría de encontrar el rumbo, a la novedad evangélica, que parte de la genealogía de la persona y se encuentra con la persona humana y divina de Jesucristo. La persona humana, desde el punto de vista de la antropología cristiana, es un sujeto digno, creado a imagen y semejanza de Dios, “es poseedor de naturaleza inteligente, libre y social que lo hace principio, sujeto y fin de toda actividad social y de todas las instituciones”; está herido por el pecado pero ha sido salvado por la muerte y Resurrección del Señor Jesús y, por Él, es llamado nuevamente a la comunión con su Creador y con los demás. El fruto de la muerte y Resurrección de Jesús y de la presencia impetuosa del Espíritu Santo, es la comunidad de los hermanos “que anuncia, celebra y vive la comunión con Dios, Uno y Trino”, origen y modelo de comunión y de familia. El misterio de la humanidad de Jesucristo le da certezas a la educación y a la vida porque, verdadero hijo de Dios y verdadero hombre, “es Camino, Verdad y Vida” (Jn 14,6) y es plenitud de toda verdad divina y humana porque en Él reside humana y corporalmente la ple-nitud divina y porque la persona y el cuerpo sexuado de cada hija e hijo, que es el mismo de Jesucristo, es el que hay que educar para el amor.
Laudato ‘si 2ª parte
P. David Grimaldo
Los pobres son excluidos
Millones de personas son excluidas, invisibles para los medios de comunicación. El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos. Millones de personas resultan excluidas, invisibles para los medios de comunicación. En lugar de ponerse en el lugar de los pobres y pensar en un mundo diferente, algunos piensan que la única solución está en reducir la natalidad. La inequidad no afecta solo a individuos, sino a países enteros. La deuda externa de los países pobres se ha convertido en un instrumento de control. Sin embargo, durante siglos, el Norte ha estado depredando recursos naturales en el Sur y esa “deuda ecológica” no es reconocida. El gemido de la hermana tierra se une al gemido de los abandonados del mundo. Un clamor que nos reclama otro rumbo. Hay, sin embargo, demasiados intereses particulares. El fracaso de las Cumbres mundiales sobre medio ambiente se debe al sometimiento de la política ante la tecnología y las finanzas. Hay más sensibilidad ecológica en las poblaciones, aunque no alcanza para modificar los hábitos dañinos de consumo.
Perspectivas de futuro
Es previsible que, ante el agotamiento de algunos recursos, se vaya creando un escenario favorable para nuevas guerras. Los políticos, sin embargo, carecen de amplitud de miras. Están cediendo ante el poder financiero que no está dispuesto a perder ocasión de lucro. Hay, no obstante, ejemplos positivos en algunos países. Al mismo tiempo, crece una ecología super¬ficial o aparente que consolida un cierto adormeci¬miento y una alegre irresponsabilidad. Ante esta situación, están quienes esperan que la solución venga de los avances tecnológicos. En el otro extremo, otros piensan que el ser humano es en todo caso destructor de la naturaleza. Entre ambos extremos, la reflexión debería identificar posibles escenarios futuros con objeto de encontrar respuestas integrales. No es misión de la Iglesia proponer soluciones concretas. Pero sí hay que decir que el actual sistema mundial es insostenible porque hemos perdido de vista la finalidad de la acción humana. En la XXXII Asamblea Diocesana de Pastoral 2019, que acaba de pasar, nos comprometimos a atender con esmero y dedicación el medio ambiente. Todo esto trabajando en sinodalidad, es decir, todos juntos cuidar la Casa Común. La Encíclica Laudato ‘sí, nos ofrece toda una serie de reflexiones bíblicas, teológicas y pastorales para realizar este cometido. El Papa Francisco en este primer capítulo (resumido) nos recuerda que el trabajo del amor por la Casa Común debe ser integral. La invitación es para todos, creyentes y no creyentes, católicos y no católicos, el compromiso es incluyente no excluyente. Todos juntos, en camino, debemos de limpiar al planeta de tanta contaminación. Ya que estamos convirtiendo en un basurero nuestra tierra. Estamos en la práctica del descarte, úsese y tírese, el problema es que dentro de esta óptica se está considerando a los pobres. Los pobres son basura hay que desecharlos. Hay algo que me preocupa mucho, estimados lectores, y es lo siguiente. En la pasada Asamblea Diocesana de Pastoral, se hizo una pregunta a todos los participantes de cada pa-rroquia pertenecientes a la Comisión de Pastoral Profética, sobre qué temas no deben faltar en el próximo V Plan Diocesano de Pastoral y el tema de los pobres brilló por su ausencia. Algo se dijo de los excluidos en la comisión de la Pastoral Social. Es obvio que no faltará el tema de los pobres en V Plan Diocesano de Pastoral, pero mi preocupación está en que si tal obviedad implique ausencia o indiferencia. ¿Acaso estamos diciendo, por qué hablar tanto de los pobres, por qué siempre lo mismo cada año y en cada Plan Diocesano de Pastoral? El hecho es que si quitamos a los pobres de nuestros planes pastorales, dejaremos de ser la Iglesia de Jesucristo. Para el Papa Francisco el tema de la ecología es integral, dice: «la preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior son inseparables».
Domingo 10 de noviembre de 2019
Para Colorear