Edición 555

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Elegida por la BBC entre las mujeres más influyentes

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ingapur es el estado más pequeño en superficie de todo el Sudeste Asiático con apenas 697 kilómetros cuadrados de extensión, prácticamente igual que la ciudad de Guadalajara, y con algo más de 5,6 millones de habitantes. De ellos, tan sólo el 2,8% es católico, unas 155.000 personas. Sin embargo, la actividad de la Iglesia Católica es mucho mayor de lo que reflejan las estadísticas de fieles en el país. Y así es como se entiende que una humilde monja de 81 años de Singapur haya sido elegida por la BBC como una de las 100 mujeres más influyentes del mundo en su lista anual. Gerard Fernández es toda una institución en Singapur tras llevar décadas acompañando, y dando asistencia espiritual y anímica, a los condenados a morir en la horca. Ella misma está con ellos hasta el momento de su muerte, porque todo el mundo –afirma esta religiosa- merece una muerte digna de verdad. Tal y como recoge la propia televisión pública británica, la historia comenzó en 1981 cuando esta monja católica empezó a escribir cartas a una presa que se encontraba en el corredor de la muerte. Esta corres-pondencia se alargaría durante siete años hasta que al final fue ejecutada. La condenada a muerte era una ex alumna suya que había sido juzgada por el asesinato ritual de dos niños pequeños. “Cometió un grave error y me puse muy triste la primera vez que escuché la noticia, pero sabía que tenía que verla”, explica la hermana Fernández. Durante años, la religiosa visitó a esta presa pasando largas noches en oración junto a ella. La mañana de la ejecución la monja también estaba junto a la condenada, y cogida de su mano la acompañó por todo el corredor hasta la horca. Según su experiencia, “cada persona vale más que lo peor que ha hecho, no importan los pecados de uno, todos merecen una muerte con dignidad”. No olvidará aquel día, lo que la impulsó a seguir con esta misión tan complicada y a su vez especial: “La escuché subir la esca-lera de caracol y sentí la palanca cuando la activaron. La trampilla se abrió y fue cuando supe que Catherine se había ido”. Esta mujer fue una de los 18 reclusos a los que la hermana Gerard Fernández ha acompañado hasta la horca. Durante estas décadas ha llegado a la convicción de que “una sentencia de muerte no es algo que uno acepte fácilmente”, por lo que se necesita “un tiempo para que una persona acepte su destino, y naturalmente, habrá mucho dolor”. Esta ha sido su vocación dentro de su vocación. Acompañar a estos presos que saben que morirán. La hermana Fernández explica que “los condenados a muerte necesitan mucho apoyo mental, emocional y espiritual”.

Los rebeldes de lo “provisorio”

Año 11

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No. 555

Semana del 17 al 23 de noviembre de 2019

n año después del Sínodo sobre los jóvenes, chicos y chicas de todo el mundo se confrontan con “Christus vivit”, la Exhortación Apostólica del Papa Francisco. Lorenzo y Claudia, que se enamoraron en una JMJ y que ahora están casados y a punto de ser padres, relatan: creemos en un “amor que se construye hoy más que ayer y menos que mañana”. Son dos de los “revolucionarios” de los que el Papa Francisco escribe en su carta, una pareja que cree en un “para siempre” construido sobre la fe compartida y sobre el recomenzar juntos. Los jóvenes sienten con fuerza el llamado al amor, y sueñan encontrar la persona adecuada con quien formar una familia y construir una vida juntos. Sin duda es una vocación que Dios mismo propone a través de los sentimientos, los deseos, los sueños. Sobre este tema me detuve ampliamente en la Exhortación Amoris laetitia e invito a todos los jóvenes a leer especialmente los capítulos 4 y 5. Me gusta pensar que “dos cristianos que se casan han reconocido en su historia de amor la llamada del Señor, la vocación a formar de dos, hombre y mujer, una sola carne, una sola vida. Y el Sacramento del matrimonio envuelve este amor con la gracia de Dios, lo enraíza en Dios mismo. Con este don, con la certeza

de esta llamada, se puede partir seguros, no se tiene miedo de nada, se puede afrontar todo, ¡juntos!. El Sínodo resaltó que «la familia sigue siendo el principal punto de referencia para los jóvenes. Los hijos aprecian el amor y el cuidado de los padres, dan importancia a los vínculos familiares y esperan lograr a su vez formar una familia. Sin duda el aumento de separaciones, divorcios, segundas uniones y familias monoparentales puede causar en los jóvenes grandes sufrimientos y crisis de identidad. A veces deben hacerse cargo de responsabilidades desproporcionadas para su edad, que les obligan a ser adultos antes de tiempo. Los abuelos con frecuencia son una ayuda decisiva en el afecto y la educación religiosa: con su sabiduría son un eslabón decisivo en la relación entre generaciones». Es verdad que estas dificultades que sufren en su familia de origen llevan a muchos jóvenes a preguntarse si vale la pena formar una nueva familia, ser fieles, ser generosos. Quiero decirles que sí, que vale la pena apostar por la familia y que en ella encontrarán los mejores estímulos para madurar y las más bellas alegrías para compartir. No dejen que les roben el amor en serio. No dejen que los engañen esos que les proponen una vida de desenfreno individualista que finalmente lleva al aislamiento y a la peor soledad.


Domingo 17 de noviembre de 2019

Pidamos perdón a los pobres

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or tercera ocasión, la Iglesia celebra la Jornada Mundial por los Pobres. Las Jornadas, que en este caso convoca el Papa, tienen la finalidad de animar a los bautizados y, en la mayoría de ellas, a todo hombre y mujer de buena voluntad que se quiera unir a este objetivo específico. Después de que se clausuró el “Año de la Misericordia”, impulsado por el Espíritu Santo, el Papa Francisco convocó a la Primera Jornada Mundial de los Pobres con la finalidad de reflexionar, sobre cómo se puede ayudar a los más necesitados. Es la razón por la cual la Iglesia aprovecha para concientizar sobre las necesidades que tienen los pobres, en cada uno de nuestros pueblos y sobre todo qué podemos hacer para ayudarlos. La iniciativa nace cuando el Papa Francisco celebró el Jubileo de los Pobres, antes de terminar el “Año de la Misericordia” en noviembre de 2017. Esa ocasión ha-biéndose reunido el Papa Francisco con pobres, que aba-rrotaron el “Aula Paulo VI” en el Vaticano, el Papa les pidió perdón públicamente: “les pido perdón de las ocasiones cuando los cristianos de frente a una persona o a una situación de pobreza miramos para otro lado…¡perdón!”. Creo que es oportuno que esta jornada, que ce-lebramos en la Iglesia Universal, nos motive a todos los cristianos a interrogarnos para tomar iniciativas en cómo ayudar a nuestros hermanos más pobres que nosotros. El camino marcado por Jesucristo, como así lo constatamos en el Evangelio, los pobres son en quienes recayó su interés principalmente y, esta es la razón por la que en el caminar de la Iglesia también ponga su atención en los mismos. La característica de la pobreza obviamente redunda en lo económico, pero también tiene su peculiaridad en la debilidad y en el sufrimiento. Es ahí ante estos tipos de pobreza a las que, como criatianos nos hemos de dedicar, es decir, por ayudar al que es pobre, al que es débil y al que sufre. La Joranda Mundial es una invitación a tomar iniciativas a favor de los pobres, podemos hacer una serie de actividades que nos ayuden a compartir con quienes tienen poco, o nada, o tal vez mucho menos que nosotros. Podemos encontrarnos con los que padecen alguna debilidad de alma y cuerpo, como también con aquellos que sufren. Por qué no, como lo hizo el Papa Francisco, a cuántos de ellos tenemos que pedirles perdón: A los pobres que son nuestros vencinos, a los ancianos y enfermos que hemos descartado, a aquellos niños a quienes se les ha retirado su medicamento contra el cancer, a aquellos jóvenes que se les ha negado la oportunidad de su vida, a aquellas familias que lo han perdido todo a causa de los fenómenos naturales y continúan en la desventura, a aquellos que han sido víctimas de la violencia, la corrupción y la impunidad; como dice el Papa: ¡Perdón!. La Jornada Mundial de los Pobres, así como cada uno de los documentos emanados del magisterio de la Iglesia, nos han iluminado para adentrarnos en la coprensión de la pobreza y, sobre todo, hacia el planteamiento de posibles soluciones de los problemas que les aquejan pero que, en cualquier momento, pueden aquejarnos también a nosotros mismos.

El Espíritu Santo, Protagonista de la Misión de la Iglesia

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Leyendo los Hechos de los Apóstoles se puede ver cómo el Espíritu Santo es el protagonista de la misión de la Iglesia: es Él quien guía el camino de los evangelizadores mostrándoles el camino a seguir. Lo vemos claramente cuando el apóstol Pablo, llegado a Tróada, tiene una visión. Un macedonio le suplica: “Pasa a Macedonia y ayúdanos” (Hech 16, 9). El pueblo de Macedonia del Norte está muy orgulloso de esto, muy orgulloso de haber llamado a Pablo para que fuera a anunciar a Jesucristo. Me acuerdo mucho de ese hermoso pueblo que me recibió con tanto calor: ¡Que conserven esta fe que Pablo les predicó! El Apóstol no duda, se va a Macedonia, seguro de que es Dios mismo quien lo envía, y llega a Filipos, “colonia romana” (Hech 16, 12) a la Vía Egnatia, para predicar el Evangelio. Pablo se queda allí varios días. Tres son los aconte-cimientos que caracterizan su estancia en Filipos: 1) la evangelización y el bautismo de Lidia y su familia; 2) su arresto junto con Silas, después de haber exorcizado a una esclava explotada por sus amos; 3) la conversión y el bautismo de su carcelero y de su familia. Veamos estos tres episodios de la vida de Pablo. La fuerza del Evangelio se dirige sobre todo a las mujeres de Filipos, en particular a Lidia, vendedora de púrpura, natural de la ciudad de Tiatira, creyente en Dios a quien el Señor abre su corazón “para que se adhiriese a las palabras de Pablo” (Hech 16, 14). Ella, en efecto, acoge a Cristo, recibe el Bautismo junto con su familia y acoge a los que pertenecen a Cristo: Pablo y a Silas en su casa. Aquí tenemos el testimonio de la llegada del cristianismo a Europa: el inicio de un proceso de inculturación que dura también hoy. Entró por Macedonia. Después de la calidez experimentada en casa de Lidia, Pablo y Silas tendrán que hacer cuentas con la dureza de la prisión: pasan del consuelo de esta conversión de Lidia y de su familia a la desolación de la cárcel en la que los han metido por haber liberado en el nombre de Jesús “a una esclava poseída de un espíritu adivino” y que “producía mucho dinero a sus amos” con el oficio de adivina (Hech 16, 16). Sus amos, ganaban mucho y esta pobre esclava hacía lo que hacen los adivinos: te adivinaba el futuro, y por eso la gente pagaba. También hoy, queridos

hermanos y hermanas, hay gente que paga por ello. Recuerdo que en mi diócesis, en un parque muy grande, había más de 60 mesitas donde estaban sentados los adivinos y las adivinas, que te leían la mano ¡y la gente creía en estas cosas! Y pagaba. Y esto sucedía también en la época de San Pablo. Sus amos, en represalia, denuncian a Pablo y llevan a los Apóstoles ante los jueces acusándolos de desorden público. Pero ¿qué pasa? Pablo está en la prisión y durante su encarcelamiento se produce un hecho sorprendente. Está desolado pero, en vez de quejarse, Pablo y Silas entonan una alabanza a Dios y esta alabanza desencadena una fuerza que los libera: durante la oración un terremoto sacude los cimientos de la prisión, se abren las puertas y caen las cadenas de todos (cf. Hech 16, 2526). Como la oración de Pentecostés, la de cárcel también provoca efectos prodigiosos. El carcelero, creyendo que los prisioneros habían huido, estaba a punto de matarse, porque los carceleros pagaban con su propia vida la huida de los prisioneros, pero Pablo le grita: “No te hagas ningún mal, que estamos todos aquí” (Hech 16, 27-28). El carcelero pregunta entonces: “Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?” (v. 30). La respuesta es: “Ten fe en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu casa” (v. 31). En ese momento se produce el cambio: en el corazón de la noche, el carcelero escucha la palabra del Señor con su familia, acoge a los apóstoles, les lava las heridas —porque les habían pegado— y recibe el bautismo junto a los suyos; luego, “se alegró con toda su familia por haber creído en Dios” (v. 34), prepara la mesa e invita a Pablo y Silas a quedarse con ellos: ¡el momento del consuelo! En el corazón de la noche de este carcelero anónimo, la luz de Cristo brilla y vence a las tinieblas: las cadenas del corazón caen y brota en él y en sus familiares una alegría nunca antes experimentada. Así es como el Espíritu Santo hace la misión: desde el principio, desde Pentecostés en adelante, Él es el protagonista de la misión. Y nos lleva hacia adelante, debemos ser fieles a la vocación que el Espíritu nos mueve a hacer. Para llevar el Evangelio. Pidamos también nosotros hoy al Espíritu Santo un corazón abierto, sensible a Dios y hospitalario con nuestros hermanos y hermanas, como el de Lidia, y una fe audaz, como la de Pablo y Silas, y también una apertura del corazón, como la del carcelero que se deja tocar por el Espíritu Santo.


Domingo 17 de noviembre de 2019

La Iglesia y la familia

La opción por los pobres

¡No tengan miedo!

P. Juan José Torres Galván

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ste domingo celebramos la Jornada Mundial de los Pobres, iniciativa del Papa Francisco al terminar la celebración del jubileo de la misericordia... En nuestro mundo hay nuevas formas de esclavitud: familias enteras que se ven obligadas a salir de su país en busca de condiciones dignas para vivir, niños huérfanos y abandonados, jóvenes sin oportunidades para estudiar y obtener un trabajo digno, víctimas de la trata de personas o dependientes de la adicción a la droga, inmigrantes que ya están en un país extraño y que no siempre son acogidos con respeto y solidaridad... nuestra sociedad sigue tratando a los pobres como invisibles... El Evangelio según San Lucas nos presenta está escena de Jesús, quien al contemplar la grandeza del templo de Jerusalén afirma la caducidad de las obras terrenales al profetizar que de ella no quedará piedra sobre piedra... De la destrucción del templo y la ciudad de Jerusalén pasa a decirnos los signos que acompañarán la consumación de la historia humana, no con el afán de lanzar amenazas apocalípticas, sino para ayudarnos a descubrir signos de esperanza en todo ese caos... el mensaje final es que todo el que persevera en el amor alcanzará la salvación... En la acción solidaria y misericordiosa que nos pide el Evangelio el asistencialismo no es suficiente, aunque hay situaciones en las que sea necesaria... Jesús nos invita a tratar al pobre como persona, mirándolo a los ojos, interesándonos por su nombre y su historia... la misericordia evangélica no es dar “cosas” a los pobres, sino darles amor. En este encuentro solidario con los pobres está reservada para nosotros un misterio de salvación. La razón es simple: los pobres son Sa-cramento de Jesucristo que nos dice que lo que hagamos por los hermanos más pequeños a Él mismo lo hacemos... ¿Cómo tratamos a los que llegan de fuera y necesitan nuestro apoyo fraternal? ¿Qué haremos de forma concreta para que esta jornada no se quede en discursos?

La esperanza de los pobres nunca se frustrará Q ueridas familias potosinas, estamos por terminar el “Año Litúrgico”, como sabemos, este termina con la Solemnidad de Cristo Rey que estaremos celebrando el próximo domingo. Por lo pronto, este domingo, el último del tiempo ordinario, el Santo Padre el Papa Francisco, nos ha dejado la encomienda de llevar a cabo la Tercera Jornada Mundial de los Pobres. Recuerdo un slogan con la que alguna ocasión la Benemérita “Cruz Roja” promovió su colecta: “Nadie es tan pobre que no pueda dar, ni tan rico que no la pueda necesitar”. Una buena perspectiva para entender que todos podemos celebrar la “Jornada Mundial de los Pobres”. Dentro de nuestros límites, sabemos que hay más pobres que nosotros que sin duda necesitan de nuestra ayuda, la cual podemos brindar.

Por qué una Jornada por los pobres De que hay más pobres que nosotros, los hay. Una Jornada Mundial por los Pobres es una invitación para que cada uno de nosotros tratemos de res-ponder con obras a los gritos de los pobres y creo, que eso está al alcance de todos nosotros. Ustedes recordarán que estas jornadas nacen cuando estábamos cerrando las puertas del “Año Santo de la Misericordia”, hace ya tres años. En ese entonces el Papa Francisco señaló que “Precisamente hoy, cuando hablamos de exclusión, vienen rápido a la mente personas concretas; no cosas inútiles, sino personas valiosas. La persona humana, colocada por Dios en la cumbre de la creación, es a menudo descartada, porque se prefie-ren las cosas que pasan. Y esto es inaceptable, porque el hombre es el bien más valioso a los ojos de Dios”. Ante estas circunstancias, dice el Papa: “Pidamos la gracia de no apartar los ojos de Dios que nos mira y del prójimo que nos cuestiona… especialmente al hermano olvidado y excluido, al Lázaro que yace delante de nuestra puerta. Hacia allí se dirige la lente de la Iglesia… A la luz de estas reflexiones, quisiera que hoy fuera la ‘Jornada de los Pobres’”. La invitación no sólo es para nosotros los creyentes, pues la invitación también se extiende a todas las personas sin importar su credo, para que nos dispongamos a compartir con los pobres a través de cualquier acción de solidaridad, como signo de fraternidad y solidaridad. Demos testimonio de nuestra fe Queridos hermanos y hermanas, el mundo actual a menudo está marcado por la violencia, la ambición

y la indiferencia. Ante este ambiente que permea en nuestro entorno, tenemos gran necesidad de que como cristianos, y más aún como personas, demos nuestro testimonio de mensaje de esperanza. Si esto es redimensionado en los valores humanos, con cuánta mayor razón, nosotros los cristianos lo podemos llevar a cabo con la fuerza redentora y de reconciliación del amor de Dios, que infunde en cada uno de nosotros el Evangelio. Como católicos, como miembros vivos del Cuerpo de Cristo, estamos llamados a promover la unidad y la paz de la familia humana y de todos aquellos que la componen, según la voluntad del Padre. Nos preguntaremos, ¿qué podemos hacer? Hermanos, la pobreza va a ser un mal que de-sencadena en esas enfermedades lacerantes de las que sufre nuestra sociedad y que verdaderamente padecemos en la actualidad: La violencia, la ambición y la indiferencia. Esta Jornada Mundial de los Pobres nos puede ayudar a reforzar la fe y también la esperanza, tan golpeada por las circunstancias. Pero también alentándonos a seguir sosteniendo iniciativas con espíritu caritativo que el Papa nos está proponiendo. Qué podemos hacer En su mensaje para esta “Jornada Mundial de los Pobres”, el Papa Francisco nos comenta que “el pobre sabe que Dios no puede abandonarlo; por eso vive siempre en la presencia de ese Dios que lo recuerda. Su ayuda va más allá de la condición actual de sufrimiento para trazar un camino de liberación que transforma el corazón, porque lo sostiene en lo más profundo”. Como sus instrumentos, podemos hacer tantas cosas. Tengo la certeza de que muchas pa-rroquias se encuentran llevando a cabo acopios de despensa, de ropa nueva o en buen estado, cobijas, kits de higiene personal entre otras cosas. Nuestra Iglesia Potosina, cuenta con dispensarios, desayunadores, la casa del migrante y centros de Cáritas en varias parroquias que, gracias al apoyo y participación de todos ustedes queridos hermanos y hermanas, manifestamos nuestra solidaridad para con los más pobres. Que esta jornada venga a renovarnos ese espíritu caritativo para que la esperanza de los más pobres nunca se frustre.

Se despide y les quiere su amigo, hermano, Obispo y Pastor.

+ Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí


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Nuestra historia

Barrio de San Cristóbal del Montecillo y su Historia Sus inicios 1era. parte

Por Pbro. Rubén Pérez Ortíz

¿En qué lugar te gustaría vivir? Pbro. Lic. Salvador González Vásquez

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l lugar no es lo que cuenta, lo que importa es cómo vivas. Porque puedes vivir en un palacio, pero no sentirte en paz.

No es lo mismo el lugar que el estado; podrás estar en un lugar paradisíaco, pero con un estado de ánimo apagado. Decía Baudelaire: “…al preguntarle a alguien dónde preferiría vivir, él respondió: En cualquier parte, con tal que sea fuera del mundo”. Ortega añadió: “El único fuera de ese fuera que cabe es, precisamente, un dentro…”. Y en efecto, vivimos alterados, porque buscamos en el exterior, el gozo que solo se encuentra dentro de nosotros mismos. El espíritu, es capaz de transformar el presente, gracias a la esperanza por lo que vendrá.

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l Barrio de San Cristóbal del Montecillo se fundó al oriente de la ciudad de San Luis Potosí, en el año de 1600. Fue pueblo de indios –principalmente se pobló con tarascos y otomíes, pero años más adelante se internaron otras castas, como mulatos, mestizos y coyotes-; se encontraba separado de la ciudad por la Lagunita y, por la parte norte, por la huerta de los carmelitas, la actual alameda. En un principio este asentamiento era tan pequeño en extensión que solo comprendía dos leguas, medidas en los términos de la ciudad hacia el cerro de San Pedro, y de ancho menos de un cuarto de legua. Este pueblo quedó bajo la advocación de san Cristóbal, protector de los caminantes y viajeros. Las razones de su ubicación y la devoción se desconocen, pero es probable que esta última se debió a que la fundación del barrio correspondió al día de san Cristóbal, o también a la ubicación, ya que se ha-llaba en la salida que daba hacia el cerro de San pedro. El nombre del Montecillo se derivó del hecho de que las tierras en que se asentaron los primeros pobladores eran ásperas, montuosas e infructuosas. A diferencia de los otros seis pueblos suburbios de la ciudad, el Montecillo careció de gobernador, alcaldes, ejidos y hospital de indios. En cuanto a lo religioso, se sujetaba a la parroquia de la ciudad de San Luis Potosí.

Pero hay muchos, que todo lo esperan de la vida presente. Y esta vida, que es pasajera, no te va a dar todo lo que esperas. Porque este mundo se compone de triunfos y fracasos.

En la visita que realizara el alcalde mayor Martín de Mendalde a los pueblos de indios en 1674 ni siquiera menciona al pueblo del Montecillo, y esto se debió a que no pertenecía a la doctrina franciscana. Sin embargo, en 1748 existe una relación donde se menciona que el Montecillo contaba con treinta familias de indios y ocho de mestizos de oficio tejedores, zapateros y sombrereros. De los siete barrios, era uno de los menos poblados y también uno de los más pobres en cuanto a actividades y riqueza material. A este respecto, Galván Are-llano menciona en Arquitectura y urba-nismo de la ciudad de San Luis Potosí en el siglo XVII que esta parte de la ciudad carecía de agua y era montuosa, por lo que no reunía las características mínimas para constituirse en pueblo. Esforzándose por mejorar esta parte de la ciudad, sus pobladores desmontaron el terreno, abrieron caminos y fabricaron jacales para vivir, además que cavaron pozos y cultivaron maíz. A los habitantes del Montecillo se les consideraba como importante mano de obra para las hacien-das de beneficio que se situaban hacia el rumbo de la Laguna, que por aquellos años se extendía desde un costado del templo de San Agustín, por el barrio de la Alfalfa, hasta lo que hoy en día comprende la zona del jardín Escontría.

En un mundo sujeto al tiempo, es imposible tenerlo todo; ni todo al mismo tiempo. Por eso, hay cosas que solo vamos a obtener con el trascurso del tiempo. Lo que hoy no se tiene, ya llegará, pero se necesita tiempo; aunque una vez que llegué lo esperado, ya habremos perdido lo que hoy tenemos. Y el hoy, será ya parte del pasado. Por eso, el hombre necesita ir más allá de este mundo; para encontrarse con aquello, que no esté limitado por el tiempo. Y es a eso, a lo que llamamos: eternidad. Dice el Papa Benedicto XVI: “…que la eternidad no sea un continuo sucederse de días del calendario, sino como el momento pleno de satisfacción…Sería el momento de sumergirse en el océano del amor infinito, en el cual el tiempo-el antes y el después- ya no existe”. ( Spe Salvi). En la eternidad, ya no estaremos sujetos al tiempo; allá, todo lo tendremos en un eterno presente. La eternidad, es un estado en donde podremos sentirnos plenamente satisfechos. Pero hay que pedir fe, para vivir en la espera de ese momento pleno. Por eso, hay hombres de fe inquebrantable, y por lo mismo, de gran esperanza. Ellos, pudieron soportar el sacrificio, porque esperaban una vida mejor; y cambiaron lo momentáneo por lo eterno. El hombre de hoy, vive sin esperanzas, porque apagó la fe; y sabe, que en esta vida no va a encontrar todo lo que espera. Por lo tanto, es necesario creer en un más allá; en una vida plena, donde alcancemos la totalidad; donde ya no haya nada que echar de menos. Necesitamos la eternidad. Porque sin ésta, la vida presente no se explica; y pierde su sentido. Hay que pedir fe, para aceptar que hay un más allá; y que la esperanza, sea la virtud que llene nuestros vacíos.


Cosas y Casos de la vida

Mi peor artículo Por: P. Kino

- Buen día querido grupo. Buen inicio de semana. - Buenos días. Que hoy tengas suficientes motivos para sonreír y ser feliz. - No podía comenzar mi día sin desearte un lindo día. Quiero contar contigo hoy, mañana y siempre. - El amanecer es la experiencia más bonita del día. - Saludos y bendiciones en todos tus proyectos. - “Papá, ¿qué es rendirse?” No lo sé hijo, somos músicos. - ¿Compadre, como se le llama a las mujeres adictas al sexo? … - ninfómanas … no sea menso compadre, ¿a qué número?

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Estrategias de manipulación mediática Por: Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez

colunga46561@hotmail.com

Muy estimados lectores: Continúo con la lista que elaboró Noam Chomsky elaboró de “10 estrategias de manipulación” mediática, a través de los medios. 6.- Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedo y temores; compulsiones, o inducir comportamientos. Ejemplo claro: El populismo. 7.- Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores. 8.- Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto. 9.- Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y sin acción, no hay revolución.

Querido lector de la red, escribí el 10% de mensajes que me llegan a mi celular en un día laboral, (esto hasta antes del medio día). Y no subí videos, pensamientos, traumas, patologías y chismes de los que escriben, más imágenes etc. Pero mi pregunta es ¿A qué hora trabajan aquellos que leen todos los mensajes y están en distintos grupos de WhatsApp? Por eso se tardan las horas en el baño; por eso todo el día están con el celular. Pero ¿Cuánto tiempo leemos la biblia diariamente? ¿Cuánto tiempo rezamos o hacemos oración? ¿Cuánto tiempo practicamos las o-bras de misericordia? La respuesta es que no tenemos tiempo para eso, pero sí para leer mensajes sin trascendencia que solo nos perjudican los ojos, la mente y a veces hasta el corazón.

10.- Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el trascurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los indivi-duos sobre sí mismos. Es importante conocer que este tipo de estrategias que se utilizan en los medios de comunicación, ya que desvían la atención de una realidad. Hasta las siguientes estrategias.


Cantad al Señor

Cantemos para la Gloria de Dios

Construir, Cultivar, Conquistar Por: Pbro. Memo Gil

Poner en pie la vida Q

P. José Abdías Martínez Martínez

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oda celebración litúrgica es y debe ser celebración del Misterio del Señor, Misterio de la Fe de la Iglesia. A veces cometemos el error de buscar servirnos de la celebración del misterio del Señor para celebrar la fe personal como la vivimos o entendemos, ni siquiera como entiende la fe el grupo de apostolado al que pertenecemos, y muy lejos de celebrarla como la entiende y vive la Iglesia. Por eso el cristiano que busca sinceramente conocer el lugar que la música debe ocupar en su propia vida, tiene en la Palabra de Dios una norma general que se puede aplicar a cualquier ámbito de su existencia: “Hagan todo para la Gloria de Dios” (1 Cor 10, 31). La música es un medio maravilloso por el cual Dios puede darnos paz, alegría, fuerzas; más aún es capaz de tocar nuestros sentimientos hasta elevarnos hacia las realidades celestiales; pero siempre seguirá siendo un medio, como los alimentos o las medicinas, en las manos de Dios. La música es una sierva de Dios; si no ocupa su lugar, se hace un ídolo, un falso dios. Hacer música para la Gloria de Dios es contribuir a que Dios sea conocido, tal como verdaderamente es, por el mayor número de personas. Glorificar “El Nombre de Dios” (Jn 17,18) es manifestar y hacer reconocer sus cualidades.

“Todo lo puedo en Aquel que me fortalece”. (Fil 4,13) “Yo soy el origen y el final de todo. Al que tenga sed yo le daré gratuitamente del manantial del agua de la Vida”. (Ap 21,6)

ue el ser humano se mantenga erguido es lo que posibilita su soberanía sobre la creación. Todo lo que se puede observar, teniendo la capacidad de mirar desde un horizonte bien posicionado, se puede comprender mejor. Por eso, apreciar la vida y analizar la realidad comporta mantenerse de pie ante cualquier circunstancia. Quien pierde la posibilidad de ser tomado en cuenta, de hacer valer sus derechos, de hacer oír su voz y sus reclamos. Es alguien que se encuentra postrado, que ha caído, que ha sido vencido. Hacia quien, inclusive, se llega a pensar que no vale la pena inclinarse para tenderle la mano o manifestarle solidaridad en su situación. Parece que somos una sociedad que sólo prestamos atención a lo que se encuentra levantado, a lo que sobresale, a lo que se impone por encima de todo. Así se da lugar a clasificaciones de grupos e individuos, que tienen acceso a una posición de acuerdo a convencionalismos y estructuras sociales. Esto sólo genera división, incomprensión, explotación, discriminación, falta de sensibilidad y exclusión. Hasta llegar a pensar que hay personas que sólo valen por su condición social. Y por desgracia, en el mundo de hoy, hay muchas cosas que funcionan y se determinan, de acuerdo a criterios de productividad. Por tanto, quien no encaja en ése criterio, pasa a ser alguien improductivo, que es mejor marginar para evitar que sea contraproducente, en una sociedad para la cual deja de contar. A esto le pudiéramos llamar el síndrome de Caín. Que de una u otra forma todos adoptamos cuando nos desentendemos de la suerte de nuestros semejantes. Esto genera una deshumanización que conlleva a la inversión y la falsificación de los valores universales. Necesarios para la adecuada

convivencia y determinación de los derechos de todo indivi-duo. No importa qué tan postrados estemos ante lo que nos ha llevado a no mantenernos en pie. Hay que tener siempre dignidad. Saber que podemos dejar de ser valiosos dependiendo de ciertos criterios o condiciones desde donde se nos juzgue. Pero aún así, es importante tener conciencia de que valemos por lo que somos, no por como estamos o donde nos encontramos. Y qué gratificante es ver que hay quien no tomará en cuenta, necesariamente todo lo que puede distorsionar nuestra identidad, y se mostrará con disposición para tendernos la mano, para inclinarse y dejarnos ver cómo nos valora de verdad en su corazón. Los mejores sentimientos que se nos transmiten desde el corazón, sin sombra alguna de reproche ni de acusación, será lo que mejor nos ayude para esforzarnos a poner en pie nuestra vida. No hay nada como encontrar ternura y aceptación incondicionales, que fluyen y nos sumergen en un torrente de amistad y misericordia, que nos hacen ver lo que realmente somos. Entenderemos y descubriremos así llenos de gratitud, que no hay obstáculos que puedan interferir en nuestra recuperación. Pues lo importante no es haber caído, sino saber levantarnos. Y lo mejor será haber hecho un aprendizaje de ésa experiencia. Además de saber que influyen grandemente, quienes se han hecho solidarios de nosotros en nuestra postración. Se puede tener la tentación de encasillar a alguien “etiquetándolo” en su desventura, pero no por eso dejar de mirarlo como un ser humano necesitado de amor y de comprensión. Démosle sentido a nuestra vida y a las vidas de los demás, tendiéndoles la mano y nuestro corazón, para que tengan la fortaleza necesaria y puedan estar de pie ante la vida.

El Santo de hoy La breve profecía de Abdías trata casi exclusivamente con el destino de Edom, tal y como es dado a conocer en las primeras palabras.

En el Antiguo Testamento, los músicos del templo eran levitas sometidos a las mismas obligaciones que sus hermanos. No tenían ningún privilegio ni patrimonio; Dios mismo era su heredad (Num 18,29; Dt 10,9). Algo semejante ha de suceder con quienes son llamados a servir al Señor a través de la música y el canto. Un ministerio de música es como un ministerio de intercesión, un servicio al Señor en la Comunidad, que de algún modo significa, una consagración a Dios. Quien haya aceptado a Jesús como su Señor y Salvador, ya no es autónomo o autónoma para fijarse su propia ley, ya que ahora está “bajo la ley de Cristo Jesús” (1 Cor 9, 2 l). Y Jesús buscaba siempre lo que era agradable a su Padre y servía para darle mayor gloria (Cfr. Jn 7,18; 8, 29, 8 49; 17, 4). Si hemos nacido de nuevo del agua y del Espíritu, deberíamos hacer todas las cosas, incluida la música, para la gloria de Dios: la música que componemos, cantamos o tocamos en las celebraciones litúrgicas debe contribuir a glorificar a Dios. Hacer algo para la Gloria de Dios significa que deseamos que Él reciba todo el Honor y la Alabanza de nuestra acción y que sea mejor conocido, amado y servido. Por tanto, renunciamos a nuestra propia gloria personal. “Para la Gloria de Dios y Santificación de los fieles” (Finalidad de la Música Sacra, en Sacrosanctum Concilium n. 112)

Dios ha convocado a las naciones contra Edom. Ella confía en su reacción rápida y dura, contundente, pero es en vano.

San Abdías A

19 de noviembre

bdías es el cuarto profeta menor y a quien se adjudica el más breve de los libros proféticos del antiguo testamento (contiene veintiún versículos).

El nombre Abdías se deriva del hebreo Obhádhyah, que significa “sirviente, servidor, o adorador de Yahvé”. Abdías es el cuarto profeta menor y a quien se adjudica el más breve de los libros proféticos del antiguo testamento (contiene veintiún versículos). El título del libro es dedicado al nombre del autor.

Los ladrones la destruirían completamente (1-6). Los aliados y amigos han dado la espalda (7) y la sabiduría que cree poseer le fallará (8,9). Los castigos vendrán por la conducta mostrada hacia Judá, será cuando los extraños echen suertes sobre Jerusalem (10-11). Los resultados surgen a raíz de la conducta indigna (12-14). El “día de Yahvé” está cerca sobre “todas las naciones”, en que donde la ruina espera a Edom y la compartirá unida a la “casa de Jacob” y “la casa de José” (16-18). En cuanto a Israel, las fronte-ras se ampliarán en cada dirección; los “salvadores” aparecerán en el montaje de Sión para “juzgar” el montaje de Esaú, y la ley de Yahvé será establecida (19-20).


07 Por Luis Marino Moreno Flores

Misericordia, caridad y justicia social

José Ignacio Calleja Sal Terrae 2016

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a evangelización sin conciencia social nos da aspecto de gente indiferente. No hay atajos espirituales para evitar la historia y llegar a Dios. Así nuestro mundo, así la estructura ge-neral de la vida humana, así la trama del Reino de Dios. Cuando lo evitamos, el a-nuncio de Cristo nace sin encarnación: el testimonio de la fe sin credibilidad; el gobierno de la comunidad, sin carisma; la caridad misma, sin oídos políticos para la misericordia.

Iglesia Universal CIUDAD DEL VATICANO.- Este domingo se celebra la tercera Jornada Mundial de los Pobes y, para ello, el Papa Francisco envío un mensaje. En su texto, el Santo Padre señaló que “el pobre sabe que Dios no puede abandonarlo; por eso vive siempre en la presencia de ese Dios que lo recuerda. Su ayuda va más allá de la condición actual de sufrimiento para trazar un camino de liberación que transforma el corazón, porque lo sostiene en lo más profundo”. CIUDAD DEL VATICANO.- El Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización está organizando, con ocasión de la Jornada Mundial de los Pobres 2019, varias iniciativas en Roma a favor de las personas indigentes y sin hogar. Se trata de la tercera edición de esta Jornada Mundial anual instituida por el Papa Francisco. Este domingo 17 de noviembre el Papa Francisco preside la Celebración Eucarística en la Basílica de San Pedro a las 10:00 a.m. (hora de Roma) en la que los primeros lugares estarán destinados para personas necesitadas.

Pero quienes somos cristianos sin vaciar nuestra conciencia social y el presente libro nos anima a retener razones, a-centos, voces y olvido que vienen de los pobres del mundo. Al elegir los tres conceptos del título, misericordia, caridad y justicia social, el autor llama la atención sobre la unión profunda que entre ellos establece el cristianismo. Parecería lógico sumar sin más la misericordia a la justicia social, y todo queda dicho, pero no es así; la fuerza de la idea es que la misericordia es el alma de la verdadera caridad y lo es, afirmar esto parece una obviedad, pero hoy no lo es, cuando la Doctrina Social de la Iglesia dice que la justicia es el “primer camino” de la caridad y su “medida misma”, de modo que “nadie puede dar en caridad lo que debe en justicia”, está hablando también de la misericordia.

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osé Ignacio Calleja Sáenz de Navarrete es natural de Navaridas (Álava) y Sacerdote de la Diócesis de Vitoria-Gasteiz, desde 1978. Profesor de Moral Social y de Filosofía Social en la Facultad de Teología, Sede de Vitoria-Gasteiz, ha sido su Decano entre 1997 y 2003. Desde 1987, atiende tres pequeñas parroquias rurales: Asteguieta, Estarrona y Ullíbarri-Viña. Es miembro de “Justicia y Paz”. Director de la revista de teología LUMEN, es colaborador ocasional de numerosas revistas de esta misma materia. Participa con regularidad en la sección de Opinión de los periódicos del “Grupo Correo” en el País Vasco.

ROMA.- El Papa Francisco se desplazó el pasado sábado 9 de noviembre hasta la Basílica Pontificia de San Juan de Letrán y rezó frente al Sagrario situado junto a la lápida conmemorativa en honor a las víctimas de la pobreza, dando así comienzo de forma oficial a la Jornada Mundial de los Pobres. Tras esos instantes de oración, el Pontífice presidió la Misa con motivo de la fiesta de la Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán, sede de la Diócesis de Roma, de la que el Papa es titular. INDIA.- Un galardón con el nombre Madre Teresa fue recibido esta semana por sus esfuerzos sobresalientes en justicia social por una organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos que ha desenmascarado la sustracción forzada de órganos en China. Médicos contra la sustracción forzada de órganos (DAFOH, por sus siglas en inglés) recibió el 3 de noviembre el Premio Madre Teresa Memorial por la Justicia Social. El premio fue presentado formalmente en un evento en Mumbai, India.

Iglesia de México MÉXICO.- La Conferencia del Episcopado Mexicano dio a conocer la plataforma digital del Proyecto Global de Pastoral 2031+2033, cuyo objetivo es ofrecer subsidios para que todos los miembros de la Iglesia en México los apliquen a su realidad. “Este micrositio quiere desencadenar todo un proceso que, recogiendo el bimilenario caminar de una Iglesia, hacia el encuentro de Jesucristo Redentor, bajo la mirada amorosa de Santa María de Guadalupe, con renovado entusiasmo, ante los importantes desafíos que esta nueva época nos plantea y las tendencias que se prevén, con lo más auténtico y sagrado de su misión evangelizadora”, asegura la CEM en un comunicado. MÉXICO. - La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) alentó a los fieles a rezar la “Oración por la Paz”, en medio de la ola de violencia que vive el país. A través de sus redes sociales, la CEM compartió el texto de la oración, al tiempo que recordó que “la violencia y la maldad no son parte del proyecto de Dios”. “Confiamos en el esfuerzo solidario de todos y en el auxilio de la gracia divina de Nuestro Señor Jesucristo”, expresaron los obispos mexicanos. MÉXICO.- La Nunciatura Apostólica comunica a través de la Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano, que su Santidad Francisco se ha dignado nombrar Obispo Coadjutor de Córdoba a S.E.R. Mons. Eduardo Cirilo Carmona Ortega, C.O.R.C. al presente Obispo de Parral. Dicha noticia ha sido publicada en L’Osservatore Romano el día 6 de noviembre, del presente año a medio día tiempo de Roma. Nos unimos en alegría y oración con la Iglesia que peregrina en Córdoba, y deseamos a Mons. Eduardo Cirilo un fecundo desempeño en su nueva encomienda Episcopal que el Señor le ha confiado.

Iglesia Potosina SAN LUIS POTOSÍ.- Este viernes 22, en la Catedral Potosina, se llevará a cabo la ordenación de cuatro nuevos sacerdotes y un diácono. Los Diáconos Luis Guillermo Isaías Agoitia, José Luis Rangel Pérez, José Reyes Torres Ojeda y Cesar Rodríguez González serán ordenados sacerdotes; mientras que, el joven seminarista Iván Reséndiz Vega, será ordenado Diácono. Oremos por nuestros sacerdotes, oremos por nuestros seminaristas, oremos por las vocaciones. SAN LUIS POTOSÍ.- El próximo sábado 23 del presente, se llevará a cabo la Ultreya Diocesana en San Ciro de Acosta. ¿En qué consiste la Ultreya? Los cursillistas utilizan esa palabra para de-signar un tipo de encuentro que tiene lugar después del Cursillo. Es la reunión de los cursillistas de una o algunas parroquias. En este caso es de todas las parroquias en las que hay Cursillos de Cristiandad. Como “Ultreya” lo indica, este encuentro (semanal usualmente) es un aliento para ir adelante. Es el mejor medio para alimentar la llama del Cursillo.


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La perseverancia salvará sus vidas

“Yo Soy Conchita Armida” Parte XXXV

La cruz que le faltaba a Cristo

Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez

5 Y como algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo: 6 «De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido». 7 Ellos le preguntaron» «Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va suceder?». 8 Jesús respondió: «Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: “Soy yo”, y también: “El tiempo está cerca”. No los sigan. 9 Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin». 10 Después les dijo: «Se levantará nación contra nación y reino contra reino. 11 Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en cielo. 12 Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, 13 y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí. 14 Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, 15 porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir. 16 Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. 17 Serán odiados por todos a causa de mi Nombre. 18 Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. 19 Gracias a la constancia salvarán sus vidas (Lc 21, 5-19).

L

os textos apocalípticos no son fáciles. Sin embargo, forman parte de la revelación cristiana. Deben ser tratados con mucha cautela, pues el lenguaje y la simbología no deben tomarse al pie de la letra. En su momento histórico fueron textos que sirvieron para afianzar la esperanza en tiempos de adversidad. El ejemplo más típico de estos textos es el libro del Apocalipsis. En el caso de los evangelios sinópticos, todos tienen un apocalipsis. Tanto San Mateo como san Lucas conservaron con variantes propias y/o textos exclusivos el discurso escatológico que encon-traron en San Marcos. Considerando el carácter selectivo de los evangelios, es significativo que, a pesar de deliberadas omisiones de otros pasajes, el discurso escatológico lo hayan conservado. Es posible que la toma de Jerusalén y, principalmente la destrucción del templo, hayan propiciado que cierta instrucción o dichos de Jesús con tinte escatológico se desarrollaran en discursos más extensos o elaborados, incluyendo también algunas parábolas. El texto lucano destaca por sus elemento más positivos o directamente alentadores, el cual tiene su

mejor síntesis en la frase: “levanten la cabeza, pues se acerca la hora de su liberación.” (Lc 21,28). En el texto de este domingo destaca el atenuante respecto al fin de los tiempos, pues afirma que a pesar de los signos en la tierra y en el cielo, todavía no es el fin. Por otro lado, la persecución y comparecencia ante tribunales, no deberá ser ocasión de temor o huida, sino más bien una ocasión para dar testimonio de Jesús. Así, toda circunstancia, favorable o adversa, lejos de impedir el anuncio del evangelio, debe verse como una oportunidad para testimoniar su mensaje. El mejor ejemplo de esto lo ofrece el mismo san Lucas en su segunda obra, el libro de los Hechos de los Apóstoles, cuando Pablo es llevado prisionero de Cesarea marítima a Roma. Particularmente en Cesarea dará testimonio elocuente del Evangelio ante los gobernantes que lo interrogan. Finalmente, esta sección del discurso escatológico ofrece la clave de la salvación: la perseverancia. Esto, naturalmente tiene qué ver con el propósito de este evangelio: afianzar y consolidar a los creyentes en el Evangelio. Sólo quien está bien afianzado en su mensaje será capaz de la perseverancia.

Días después en el mes de agosto, me fui con mis hijos a pasar una temporada en Jesús María. A la entrada de la casa grande, dos escalinatas de piedra desembocan en una pequeña terraza sobre tres arcos, las vastas habitaciones enladrilladas, las canales musgosas, una bugambilia trepando los muros, salpicando la mañana de color morado. Rumbo a las caballerizas, hay otra terraza con barandales de fierro desde donde yo miraba cómo los peones marcaban a los caballos con hierros ardiendo. Sobre el albardón, en aquel manso caballo retinto que era el mío, paseaba bordeando los sembrados, una mano en el freno y la otra sosteniendo a alguno de los niños que llevaba al campo. Aquellas tierras esponjosas que amarillaban de flores en tiempos de aguas, al fondo los cerros de caprichosas ondulaciones, el silencio del valle, el paso de la locomotora que dejaba un fugaz penacho de humo. Me gustaría caminar a solas por la huerta bendiciendo las maravillas de Nuestro Señor. Un día sentí deseos de llamarlo para que me acompañara. Él se dignó a oírme, porque sentí su presencia y, a medida que yo caminaba, me parecía claro que estaba junto a mí. Me puse a platicarle y sentí como si me aconsejara esto: Que lo llamara siempre y con mucha confianza y, para que me enseñara a andar todo el día en su presencia, lo consi-derara desde la mañana como un amigo. Con deseos de comunicar aquel fuego de mis ejercicios espirituales, se me ocurrió repetirlos a mi manera a las mujeres de la hacienda. Octaviano anduvo de casa en casa invitándolas; se reunieron 57. Ahí en la capilla de muros encalados, el Crucifijo sangrante en el altar, la pila de agua bendita, la espadaña con tres campanas, ahí me sentaba en medio de aquellas buenas mujeres envueltas en sus rebozos, tan atentas a cuanto yo les decía, que algunas lloraban y otras hasta querían confesarme sus pecados. Doña Conchita, déjeme decirle todo lo que he ofendido a Dios. Yo me sentía feliz hablándoles de Jesús y la Virgen; cortos se hicieron aquellos seis días que terminaron con una comunión fervorosa. Texto tomado del libro “Yo Soy Conchita Armida” por Mons. Antonio Peñalosa


Movimiento de Familia Educadora en la Fe: Encuentro Nacional de Capacitación

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os pasado 9 y 10 de noviembre el Movimiento de la Familia Educadora en la Fe llevó a cabo el Encuentro Nacional de Capacitación en la Apostólica. El Movimiento de Familia Educadora en la Fe, fue anfitrión del Encuentro Nacional de Capacitación, vinieron de varias Diócesis de la República Mexicana: Querétaro, Campeche, Guadalajara, Veracruz, León, Puebla, Guanajuato, Ciudad dé México. El Sr. Arzobispo Don Jesús Carlos Cabrero Romero fue quien en presidió la Hora Santa que claro no podía faltar en este encuentro. Finalmente la celebración eucarística de clausura fue presidida por el Pbro. Fernando Ovalle González, asesor diocesano del Movimiento FEF.

Nuevo Párroco en San José de los Reyitos

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l pasado lunes 11 de noviembre, fieles de la parroquia San José de los Reyitos ubicada en la colonia los Reyitos, recibieron con mucha alegría a su nuevo guía espiritual, el Pbro. Francisco Rocha de los Santos. A nombre del Sr. Arz. Jesús Carlos Cabrero Romero, le dio posesión del Templo, el Vicario General, el Pbro. Gerardo Vaglienty, quien del mismo modo hizo entrega de los lugares representativos de la Parroquia, las llaves del sagrario, el Evangeliario, así como libros y sellos parroquiales. Como todo sacerdote, el Pbro. Fco. Rocha hizo su profesión de fe y también renovó sus promesas sacerdotales frente a su familia, amigos y fieles de otras parroquias que asistieron a esta ceremonia. ¡Que las virtudes de San José guíen y ayuden al Padre Francisco, muchas felicidades!

Por: José Martín Tovar Villanueva

Llega a Pardo nuevo Párroco (Villa de Reyes)

Por: José Martín Tovar Villanueva

C

on mucha fe y esperanza, la comunidad parroquial de San Rafael Guizar y Valencia en la localidad de Pardo, Villa de Reyes, S.L.P. recibió al Pbro. Cristian Gonzales Facundo el pasado lunes 11 de noviembre que a partir de este día fue asignado como nuevo párroco. El Vicario Pbro. Luis Santiago Flores Lucio fue quien a nombre del Sr. Arz. dio posesión de su nueva parroquia, posteriormente, le entregó las llaves del templo, del sagrario, sellos y libros sacramentales; El nuevo párroco renovó su fidelidad a Cristo en presencia de todos los asistentes. El Padre Cristian estuvo acompañado de familiares, amigos, fieles y sacerdotes invitados a quienes agradeció su cariño y oraciones en el desempeño de su ministerio sacerdotal. ¡Dios lo bendiga en su nueva tarea de evangelización!


Peregrinación Anual a la Insigne y Nacional Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, México 2019


Domingo 17 de noviembre de 2019

Santa MarĂ­a de Guadalupe, ruega por nuestra Iglesia Potosina


Celebrando al Señor

¡Pónganse en camino!

Discípulos misioneros

Códices para comunicar Algunos apuntes sobre la formación en la liturgia misionera P. Pedro Mexquitic Arredondo

Contexto bíblico

El símbolo litúrgico va comprendido en el contexto bíblico del cual ha tomado su origen y sobre el cual funda su significado. Los símbolos litúrgicos son sí símbolos humanos, tomando elementos naturales, pero su significado lo supera, va más allá de la simple referencia antropológica. Pensemos en el agua: del punto de vista puramente humano evoca frescura, alivia la sed, refresca en el calor, novedad de vida, purificación. Sí, pero guiados de la oración de bendición del agua presente en la Vigilia Pascual, y realizamos un estudio bíblico, descubriremos que el agua evoca la creación (cfr. Gen 1, 2. 6-7), el diluvio (cfr. Gen 6-8), el paso del pueblo de Israel a través del Mar Rojo (cfr. Ex 14), el bautismo de Jesús en el Jordán (cfr. Mt 3, 13-17), su costado traspasado sobre la cruz (cfr. Jn 19, 34) para terminar con su mandato de hacer discípulos a todos los pueblos y de bautizar en el nombre de la Santísima Trinidad (cfr. Mt 28, 19). El agua adquiere un particular significado: es signo de la intervención de Dios que salva. Dinamismo El símbolo litúrgico es siempre un simbolismo dinámico: tiende a la acción. El bautismo no es solo agua, sino inmersión en el agua o infusión de la misma sobre la cabeza. Somos entonces enviados al contexto del rito. El rito En el rito interactúan diversos códices comunicativos: la palabra, el gesto, la música y el canto, la arquitectura, el silencio, el traje, el color, las imágenes, la luz, los movimientos, los perfumes, el gusto… todos nuestros sentidos se involucran. Del sistema simbólico del rito subrayamos tres dimensiones: - El rito crea una distancia, un cesar de lo cotidiano Es como una zona libre, un tiempo que se extrae del tiempo y que lo relee y le da sentido. Ritualizar algunos momentos de la vida quiere decir crear una pausa, un distanciamiento del inexorable fluir del tiempo para dar sentido aquello que se vive. Pensemos por ejemplo a aquellos que en varias culturas vienen llamados “ritos de paso”, como los ritos de iniciación a la edad adulta: ¿qué cosa es de más natural del pasar de los años? El rito interpreta, arroja luces y al mismo tiempo conduce y transforma al joven en adulto. El pequeño príncipe regreso al día siguiente. “sería mejor regresar a la misma

hora”, dice al zorro. “Si tu vienes por ejemplo, todas las tardes, a las cuatro, desde las tres yo comenzaré a ser feliz. Con el pasar de la hora aumentará mi felicidad. Cuando sean las cuatro, comenzaré a agitarme y a inquietarme; descubriré el precio de la felicidad! Pero si tú vienes no se sabe cuándo, yo no sabré jamás a qué hora preparar mi corazón… Se necesitan los ritos”

¿Qué cosa es un rito?, dice el pequeño príncipe. También esta es una cosa de tiempo olvidada, dice el zorro. Es aquello que hace un día diverso de los otros días, una hora de las otras horas” (El Principito). - El rito se caracteriza por su inutilidad Romano Guardini había utilizado la ca-tegoría de “juego” para expresar esta realidad del rito, su no tener un objetivo, una funcionalidad inmediata, su improductividad. En otras palabras, el rito llama a la gratuidad, la contemplación que ya, según Santo Tomás, no está ordenado a otro, sino viene buscado por sí mismo. Esta inutilidad del rito puede hablarnos del valor originario del rito en orden a la experiencia de Dios. La inutilidad es una referencia al desinterés, a la no referencia al otro. Ahora, qué existe realmente sin referencia e inútil? El inútil por excelencia es precisamente Dios, que no permite referencias, no tiende a otro, no tiene fines u objetivos fuera de sí. El rito, que quiere ponernos a este nivel, debe ser precisamente inútil. Es también una llamada a nuestra sociedad fundada esencialmente sobre el criterio de lo útil, del provecho a toda costa. “Buen día dice el pequeño príncipe. Buen día, dice el comerciante. Era un comerciante de pastillas perfeccionadas que calmaban la sed. Se tomaba una a la emana y no sentía más la necesidad de beber. ¿Por qué vendes esta cosa? Dice el pequeño príncipe. Es una grande economía de tiempo, dice el comerciante. Los expertos han hecho cálculos. Se ahorran cincuenta y tres minutos por semana. Y que cosa se hace de estas cincuenta y tres minutos? Se hace aquello que se quiere… Yo, dice el pequeño príncipe, si tuvie-ra cincuenta y tres minutos para gas-tar, caminaría lentamente hacia una fuente…” (El principito Cap. XXIII). (Por cuestión de espacio el próximo domingo veremos la tercera dimensión del rito).

(Parte II-IV) Pbro. Rafael Quintá

Criterios generales para hacer una formación misionera La formación misionera se ha de fundamentar en la Pedagogía de Jesús, en la experiencia de la Iglesia y en los aportes de las Ciencias de la Educación. De ellos deducimos los siguientes criterios generales para la formación misionera. Ellos nos muestran “qué” hacer y “cómo” hacer esa formación misionera. 1. Ayudar al hermano a vivir progresivamente su “Escuela de amor con Jesús”, con lo cual lo acompañamos a realizar un proceso cíclico que lo va configurando como verdadero discípulo y misionero de Jesús. En ella se atienden las áreas fundamentales de la formación misionera: 1.1. “Recibir” (catequesis misionera), que ayuda a que conozcamos la misión de Jesús, la misión de la Iglesia y nuestra propia misión. Con ello, aprovechamos los aportes de la teología misionera y de la catequesis para conseguir progresivamente mentalidad, criterios y conocimientos adecuados para realizar bien nuestra misión. 1.2. “Vivir” lo recibido (espiritualidad misionera), para que lle-guemos a tener corazón, sentimientos, actitudes y opciones realmente misioneras. 1.3. “Compartir” en “comunión misionera eclesial”, “como los Apóstoles con Jesús”, en la cual compartimos la vivencia comunitaria de la Palabra, del amor, de los sacramentos y de los demás dones recibidos de Jesús amigo, a la vez que recibimos su luz y el impulso 1.4. Dar de lo recibido mediante “servicios misioneros”, con los cuales nos capacitamos y nos iniciamos en la realización de nuestra misión local y universal. Con ello, recibimos, entonces, una buena formación práctica misionera. 2. Hacer que la formación misionera sea personalizada. Se trata de un proceso gradual y continuo en el cual el hermano va recibiendo y aportando de acuerdo con sus propias circunstancias, necesidades e intereses. 3. Lograr que la formación misionera sea sistemática. Para ello, conviene adoptar un plan definido de formación misionera, conforme a la pedagogía de Jesús. 4. Tener en cuenta el proceso evolutivo psicológico, físico y social de los hermanos, diferenciando etapas, para corresponder a su educación personal. Para cada uno será importante que los contenidos de formación misionera tengan la correspondiente novedad y reflejen continuidad progresiva en el camino misionero personal y comunitario que se esté siguiendo. 5. Ofrecer formación específicamente “misionera”, aunque a veces, de acuerdo con las necesidades, sea necesario llenar algunos vacíos que estén dejando la familia, la escuela, o la parroquia en relación con la formación cristiana. Que sea una formación integrada en todo el itinerario formativo de los discípulos misioneros. 6. Ofrecer varios niveles de formación misionera: uno “inicial” para los que comienzan su formación; otro nivel de formación misionera “superior”; y otro nivel de formación misionera “permanente”, que los prepare para dar los pasos correspondientes en su servicio misionero. 7. Realizar una formación “para la misión”, llevando a que los cristianos asumamos progresivamente mayores compromisos misioneros y nos integremos adecuadamente en la pastoral de nuestra comunidad. Es una formación conforme al proyecto misionero diocesano y al de la propia comunidad. 8. Ayudar a que los hermanos se formen “en la misión”, crezcan en su servicio misionero local y en su servicio misionero hacia todas las gentes del mundo entero. 9. Formar comunidades eclesiales misioneras de niños, jóvenes, adultos, familias, etc., que nos ayuden en nuestra formación misionera y que estén al servicio de la pastoral misionera en la comunidad. 10. Integrar orgánicamente el servicio formativo dentro de la pastoral diocesana y parroquial.


Cristo y los Cristianos Domingo 17 de noviembre de 2019

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Por: Juan Jesús Priego

Iba Saulo de camino hacia Damasco cuando, “de súbito, le cercó fulgurante una luz venida del cielo, y cayendo por tierra oyó una voz que le decía: ‘Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?’ ” (Hechos 9, 3-4). Saulo no lograba entender qué era lo que estaba sucediendo, ni de quién era aquella voz. “¿Por qué me perdigues?”. ¿Quién le hablaba de ese modo? Y aún estaba en el suelo, cegado por el rayo, cuando se atrevió a preguntar en tono vacilante: “¿Quién eres, Señor?”. -“Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate y entra en la ciudad: allí se te dirá lo que debes hacer” –fue la respuesta. A partir de aquel día –que la Iglesia celebra siempre el 25 de enero-, Saulo comprendió que un lazo misterioso e inexplicable unía a Cristo con sus discípulos. Era evidente que Saulo no perseguía a Jesús, sino sólo a sus seguidores; ¿por qué, pues, el Señor se lo tomaba como una cosa personal? Jesús no preguntó, por ejemplo: “Saulo, ¿por qué los persigues?”. Ésta hubiera sido una pregunta mucho más apegada a los hechos, por decirlo así; sin embargo, el Señor parecía ponerse en el lugar de los suyos y planteaba la cuestión como si, de hecho, el perseguido no fuese otro que él. Extraño, ¿no? Lo que se hace contra los cristianos se hace contra Cristo mismo: esto fue lo que Saulo comprendió en primer lugar. Después, con el pasar de los años, pudo entender que lo contrario también era verdad, a saber: que, gracias a ese lazo misterioso del que hablábamos hace un momento, lo que los cristianos hacen en el mundo –bueno o malo, lo sepan o no- redunda en alabanza o en menosprecio de Cristo. Un discípulo de Saulo/Pablo, el autor de la Carta a los hebreos, expresó así este misterio tan profundo como el anterior: cuando un cristiano peca “crucifica de nuevo al Hijo de Dios y lo expone a pública ignominia” (6, 6). Así pues, este doble misterio podría enunciarse así: lo que se hace a los cristianos, se hace a Cristo, y lo que los cristianos hacen, bien o mal, lo hacen a favor o en contra de su Maestro. El

cristiano que no se esfuerza por estar a la altura de su vocación hace que Cristo, cuyo nombre lleva, sea expuesto a la burla de aquellos que quisieran verlo muerto. Dicen éstos: “Si ni sus discípulos viven de acuerdo a su doctrina, ¿cómo podríamos nosotros tomárnosla en serio? La doctrina de Cristo es hermosa, pero irrealizable: una mera pirotecnia verbal”. Esto, por lo demás, no es ningún secreto, y mal que bien todos hemos podido comprobarlo, sobre todo en los últimos tiempos: si un médico comete un error profesional, nadie se atreve a decir: “¡Todos los médicos son iguales!” y seguirá consultándolos todas las veces que haga falta. Muy diferente es en cambio la actitud cuando el error lo comete no un médico, sino un sacerdote o un ministro extraordinario de la Eucaristía: aquí la indignación se hace tan general que alcanza incluso a los que nada tienen que ver con el asunto, pero que también son sa-cerdotes o ministros extraordinarios de la Eucaristía. Lo que haga un médico en particular no alcanzará a manchar el buen nombre de la Medicina, en tanto que lo que haga un seminarista o un sacristán alcanzará a todos los seminaristas, a todos los sacristanes y, llevando las cosas hasta el extremo, a todos los católicos del presente, del pasado y del futuro. Ahora bien, ¿cómo se explica tan extraño fenómeno? Se explica por ese lazo misterioso que une a los cristianos con Cristo y a los discípulos entre sí del que ya hablamos en párrafos anteriores, lazo que queda anudado el mismo día del bautismo de cada cual. “Desde el momento en que hemos sido incorporados a Cristo –escribió hace ya muchos años el teólogo dominico Gonzalo Blanco Nozal-, todas nuestras acciones repercuten en la Iglesia. De esta forma la urgencia de mortificación no viene tan sólo por una necesidad de equilibrio, de profilaxis o de santificación puramente personal, sino que entran en juego las necesidades de la Iglesia. Ella, por decirlo así, está comprometida en cada una de nuestras acciones. Muere y resucita cada día un poco más a través de nosotros”. En efecto, se trata de un misterio hondo y terrible al mismo tiempo. ¿Cómo va a depender la credibilidad de la Iglesia y del mismo Cristo de un tipo tan ordinario como yo? Pues bien, lo acepte o no, así es: su tesoro lo ha querido guardar Dios en

Cáritas San Luis Potosí

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años siendo las manos de Dios en la tierra

Es grato para la Iglesia de San Luis Potosí conmemorar el cuarenta aniversario del Centro de Estudios de Promoción Social-Cáritas siendo una dimensión de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, fue fundada el 12 de diciembre de 1979. Desde entonces se ha dedicado a realizar acciones a favor de quienes más lo necesitan; animando la cultura solidaria y preferencial por los sectores vulnerables y marginados. Nos preparamos para celebrarlo este próximo 6 y 7 de diciembre en la Casa de la Acción Católica en un foro de análisis y reflexión de la Pastoral Social.

vasijas de barro. Leo lo siguiente en un libro muy antiguo titulado El espíritu de San Francisco de Sales: “A pesar de la dulzura y suavidad de nuestro santo, le fue preciso en cierta ocasión poner preso a un eclesiástico vicioso y escandaloso de su diócesis… Estando, pues, el reo en presencia del prelado, se arrojó a sus pies e imploró misericordia protestando a Dios y a él que mudaría de vida, y tanto, que allí donde había abundado el escándalo abundarían en adelante los buenos ejemplos. El santo obispo se puso también de rodillas delante del súbdito delincuente, y como éste todo lleno de confusión al verlo, le pidiese misericordia: Yo también –le dijo el santo derramando lágrimas-, yo también os pido por las entrañas misericordiosas de Jesucristo, en quien esperamos, que tengáis piedad de mí, de los muchos eclesiásticos que estamos en esta diócesis, de la Iglesia y de la Religión que deshonráis con vuestros escándalos, dando ocasión con ello a que nuestros contrarios blasfemen de nuestra santa fe. Yo os pido que tengáis piedad de vos mismo y de vuestra alma, que estáis perdiendo para toda la eternidad. Yo os exhorto, en fin, a que os reconciliéis con Dios por medio de una verdadera penitencia. Yo os lo pido y suplico por cuanto hay de sagrado y de santo en el cielo y en la tierra, por la sangre de Jesucristo, a quien tan sacrílegamente profanáis y por la bondad de este Salvador a quien de nuevo crucificáis”. Los verdaderos enemigos de la Iglesia –como dijo el Papa Benedicto XVI en un viaje a Lisboa-, no son los que a menudo pensamos: somos nosotros, los cristianos, cuando por descuido, pereza o lo que sea, nos olvidamos de ponernos a la altura de la vocación a la que hemos sido llamados.


Protocolo de Instrumentos Publicos año de 1592 del escribano real Pedro Venegas José Ricardo García López Investigador en retiro de la Facultad de Derecho de la UASLP. Escritura número 18. En el pueblo de San Luis de Mexquitique a tres días del mes de noviembre de mil e quinientos e noventa y dos años, ante mi el escribano y testigos de iuso escritos, pareció presente Pedro de Anda a quien doy fe que conozco y dijo que por cuanto él tenía diferencias con Pedro Benito, que está presente, sobre diez varas de mina que decía, le había fecho (sic) trueque y cambio con otras suyas en la mina que yo tengo y poseo en el Cerro del Potosí en la mina que llaman de Santa Clara y por me quitar de diferencias, he sido de acuerdo con el dicho Pedro Benito de le dar, dos varas y media de mina en la dicha mina de Santa Clara de la parte que a mi me ha quedado y que hoy tengo de más de las cinco varas de mina que hoy día hemos cedido(?) yo y mis compañeros dueños de la dicha mina al dicho Pedro Benito. Y se la hemos dado por tanto en la vía e forma que mejor haya lugar de Derecho. Otorgo que daba e dio de parte a el dicho Pero Benito de la dicha su parte que tiene en la dicha mina de Santa Clara, las dos varas y media para que sean suyas y goce de los metales que le cupieren por las dichas dos varas y media, y desde lue-go se desistió de la tenencia, propiedad e señorío que tiene a las dichas dos varas y media de mina y todo ello lo traspasó en el dicho Pero Benito y en sus herederos e sucesores y sean suyas y las pueda ven-der, donar y trocar e cambiar e disponer de ellas a su voluntad y le dio poder y fa-cultad par que por su autoridad o judicialmente pueda tomar la posesión y, en el ínterin, que no la toma, se constituye por su inquilino, tenedor y de esta manera dijo las tenía y no de otra, y, estando presente el dicho Pero Benito, acetó (=aceptó) esta escritura y dio por rota y cancelada la cédula de trueque y cambio y ambos a dos juntamente otorgaron esta escritura de concierto y transacción y se obligaron de no lo reclamar, y para ello obligaron su persona e bienes habidos e por haber e dieron poder a las Justicias de Su Majestad para que a ello les apremien como por sentencia definitiva de juez competente pasada en cosa juzgada sobre que renunciaron todas las leyes, fueros y derechos de su defensa, en testimonio de lo cual otorgan esta escritura ante mí el escri-ba-

no y testigos a lo cual fueron testigos: Juan López del Riego y Juan de Valle y Diego Muñoz, estantes en este pueblo y lo firmaron los dichos otorgantes. Pedro de Anda (rúbrica) Ante Mí: Pedro Venegas (rúbrica) Escribano Real. Escritura número 19. Sepan cuantos esta carta vieren como yo Francisco de Castaneda, vecino de la Villa de San Felipe estante en este ciudad de mta (sic)pueblo de San Luis de Mesquitique, otorgo e conozco por esta carta que dpy mi poder cumplido e bastante a Graviel (sic) Ortiz que está presente, especialmente para que en mi nombre pueda recibir y cobrar así en juicio como fuera de la Real Caja de Su Majestad y del pagador de la Paz todos los pesos de oro que se me deben e debieren en raçon de lo que he servido e voy sirviendo a Su Majestad en traer ganado mayor para los indios naturales que están de paz conforme a la certificación que tengo de lo que he servido y serviré y del recibo podáis dar y otorgar vuestras cartas de pago e fini-quito y lasto y valen como si yo mesmo (sic)las diese y otorgase siendo presente y si en Razón de la dicha cobranza fuere necesario parecer en juicio podáis hacer e hagis los pedimentos e requerimientos,citaciones,protestaciones y todos los demás autos que fueren necesarios de hacer hasta ver y cobrar los dichos pesos de oro y para lo haber por bueno todo lo que en virtud de este poder fuere fecho, actuado y procurado,obligo mii persona e bienes habidos e por haber. En testimonio e lo duql otorgué esta carta ante el presente escribano y testigos de yuso escritos. En cuyo registro lo firmo por mi voluntad. Que es fecho en San Luis a primero día del mes de Enero de mil e quinientos e noventa y tres años . E yo el escribano doy fe que conozco a el otorgante y testigos: Pedro Garay y Diego Mata y Pedro Hernández vecinos de este pueblo. Diego Muñoz (rúbrica) Ante Mí Pedro Venegas (rúbrica) Escribano Real.

Lavado de cerebros

Por: Alejandro Cortés González-Báez

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olemos sentir repugnancia cuando nos hablan del lavado de cerebros, pues lo consideramos como una agresión a la libertad. Entendemos que esas prácticas tratan de imponer formas de pensar propias de grupos e ideologías amañadas que buscan por lo general los beneficios de sectores pretendiendo dominar a personas concretas, y a las masas. Indudablemente esta visión negativa tiene fundamento, pues la historia de la humanidad está repleta de ejemplos negativos productores de diversos tipos de esclavitud, de perversión, e incluso, de guerras y exterminios de poblaciones y grupos raciales. En nuestra civilización —si es que se le puede llamar así— domina la diosa libertad, y todo lo que pueda oponerse a ella es considerado como el peor pecado. Lo curioso es que, a pesar de la repugnancia que sentimos contra el lavado de cerebros, no solemos darnos cuenta de que la mercadotecnia al servicio de la economía de mercado, la publicidad política, que en buena parte se maneja a través de las redes sociales, y las ideologías que se auto-denominan “liberadoras”, han estado lavando nuestras mentes desde hace décadas. Soy de la idea de que —en contra de lo que suele pensarse— hay lavados de cerebros que son positivos, y me permito presentar un ejemplo: La hipersexualización se ha empoderado con gran fuerza a través del cine, la televisión y la red de Internet en las mentes de millones de adultos, jóvenes, e incluso niños. Todo esto está exigiendo urgentemente un profundo lavado de los cerebros que se encuentran impregnados de suciedad, dando por resultado las famosas mentes cochambrosas. A diario aumentan los casos de matrimonios y noviazgos que padecen problemas ocasionados, en buena parte, por la pornografía, las infidelidades matrimoniales, la pérdida del pudor y del respeto entre las parejas. Todo esto está provocando un aumento de casos patológicos que requieren de atención psicológica y psiquiátrica.

(Cuadragésima Quinta Parte)

Los especialistas, al igual que muchos educadores, y por supuesto, padres de familia, están preocupados por los desórdenes personales y sociales que esto ocasiona.

A pesar de tantas campañas de todo tipo, vemos con preocupación que aumentan los casos de embarazos en adolescentes. ¿Pero quién se atreve hoy en día a propo-ner la formación de una conciencia limpia en los niños y en los jóvenes sin ser acusado de mojigato y puritano? La castidad es considerada como enemiga de la libertad. Ojalá se pudieran comprar detergentes para lavar cerebros. Sin duda, la labor más eficaz en estos temas la podemos encontrar dentro del hogar. www.padrealejandro.org


Pastoral de la familia

¿A quién quieren engañar? Lic. Mónica Mondragón Barragán. Integrante del Área de la Vida de la Dimensión Arquidiocesana de la Pastoral Familiar Miembro fundador del Consejo Coordinador Ciudadano en San Luis Potosí Presidenta del Comité Nacional Pro Vida en San Luis Potosí

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as insistentes, costosas y engañosas campañas que promueven una falsa liberación sexual con la práctica de sexo seguro, o mejor dicho, con la única responsabilidad de cargar con un condón en la bolsa para disfrutar y no perder la oportunidad de una relación sexual “ocasio-nal”, han demostrado con los años, que su objetivo era: “arruinar la vida de las personas, familias uniparentales, restarle importancia al matrimonio y degradar la dignidad de las personas, para muestra, los números hablan: + Esta campaña de libertinaje, solo incrementó el número de embarazos no deseados, en mujeres solteras, viudas, sin pareja, jóvenes, mayores y por supuesto los embarazos en adolescentes, que se confiaron en los a-nuncios de “disfruta hoy y paga después” pero que no sabían que, según la Organización Mundial de la Salud, el margen de error de un condón es del 45% y no del 2% como muchos afirman. +Según datos oficiales, los embarazos en adolescentes se incrementaron en muy corto tiempo, en más del 25 %, adolescentes que pensaron que a ellas no les pasaría jamás, “porque se cuidaron” y que tienen que afrontar, en su mayoría, la responsabilidad completamente solas, pues su pareja la confundió con pañuelo desechable, la usó y la dejo. +Los casos de violación que se atendían en 6 meses, ahora se presentan en 3, ya que despertaron la fiera que los hombres (sin valores) llevan dentro y alguien tiene que pagar los platos rotos, pero…cuando se ha perdido todo control, no importa si es violación, incesto, pederastia, pedofilia, pornografía infantil, trata de blancas, etc., hay que satisfacer esas “necesidades naturales” que se tienen, porque “tenemos derecho a decidir sobre nuestro cuerpo” ¿Porqué después de que se despiertan los instintos animales ahora queremos solucionarlo con el aborto? con la dizque “protección de la mujer” con programas “libres de violencia”, con ventanear todo lo posible a pederastas religiosos, etc., ¿No será que solo buscamos para encontrar a quien culpar? “Quisieron apagar el fuego con gasolina, y ahora… se complacen curando quemados” En todo esto ¿quién sale perdiendo?, O mejor dicho ¿Quién sale ganando? Una danza de millones de dólares, en equipos para abortos, en anticonceptivos, condones, programas fantasmas, funcionarios con redes de prostitución, cientos de páginas de pornografía infantil, etc., La mujer, la familia, los hijos…qué más da. Es impresionante ver de que manera el deterioro moral se ha incremen-tado, algunos católicos para nuestra sorpresa, piensan que el aborto esta bien y no es pecado, que la unión libre es una ventaja porque el amor es el amor, que los violadores solo intentan satisfacer sus necesidades, así como que los matrimonios de un adulto con un niño esta bien si la ley lo permite. Uffff.... y sigue. No puedo creerlo. De verdad que necesitamos recuperar los valores universales, morales y religiosos, tenemos que volver a poner a Dios en el Centro de nuestra vida, así y solo así tendremos claro para donde vamos, ¿usted que opina?

Pastoral penitenciaria

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“No hay una pena humana sin horizonte, Nadie puede cambiar de vida si no ve un horizonte” Por Pbro. José Rafael Quintá Méndez

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os días 7 y 8 de noviembre se llevó a cabo el Encuentro Internacional sobre “El Desarrollo Humano Integral y la pastoral penitenciaria”, que organizó el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, en la Ciudad del Vaticano; actividad dirigida a quienes acompañan y asienten la Pastoral penitenciara. El Papa Francisco asistió el segundo día y les propuso a los participantes del encuentro la imagen de las ventanas de la cárcel, invitando a procurar que las prisiones las tengan porque “no hay una pena humana sin horizonte. Nadie puede cambiar de vida si no ve un horizonte”, argumentando que es triste y lamentable como las cárceles siguen siendo reflejo de nuestra sociedad y “consecuencia de nuestro egoísmo e indiferencia sintetizados en una cultura del descarte”, nos es más fácil “reprimir que educar”, “negar la injusticia presente en la sociedad” y “crear estos espacios para encerrar en el olvido a los infractores, que ofrecer la igualdad de oportunidades de desarrollo a todos los ciudadanos”, haciendo de ellos un total descarte. El Papa Francisco, enfatizó que el encarcelamiento o sistema penitenciarios, se presenta como la “solución última a los problemas de la vida en comunidad”, en lugar de utilizar los recursos para proporcionar verdaderamente “la promoción de un desarrollo integral de las personas que reduzca las circunstancias que favorecen la realización de acciones ilícitas”, puesto que en algunos lugares de detención no pocas veces “fracasan en el objetivo de promover los procesos de reinserción” porque “carecen de recursos suficientes que permitan atender los problemas sociales, psicológicos y familiares experimentados por las personas detenidas”. Muchas veces la superpoblación en las cárceles “las convierte en verdaderos lugares de despersonalización”, mientras que la verdadera reinserción “comienza garantizando oportunidades de desarrollo, educación, trabajos dignos, acceso a la salud, así como generando espacios públicos de participación ciudadana”. Al respecto del momento de la salida de la cárcel, al concluir el preso su condena, el Papa Francisco comentó que “la persona se encuentra a un mundo que le es ajeno, y que además no lo reconoce digno de confianza, llegando incluso a excluirlo de la posibilidad de trabajar para obtener un digno sustento”. De allí la importancias de un sistema penitenciario integral, que vea todas las aristas y la dignidad de todo hombre. Como católicos y como comunidades cristianas, nos invita el Papa a que “Si estos hermanos y hermanas han pagado ya la pena por el mal cometido, ¿por qué se pone sobre sus hombros un nuevo castigo social con el rechazo y la indiferencia?” y explicó que en muchos casos “esta aversión social es un motivo más para exponerlos a reincidir en las propias faltas”. Tenemos una gran tarea, sobre todo la de dignificar a todos aquellos que ahora se incorporan a nuestra sociedad, después de haber vivido la experiencia penitenciaria. Si quieres consultar el discurso del Papa está en el siguiente link: http://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2019/november/documents/papa-francesco_20191108_pastorale-carceraria.html


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Raza de víboras no debe ser aparente; él sabe que el corazón humano es voluble; que hay quienes solo aparentan un cambio, pero que en el fondo siguen siendo iguales, como las serpientes. Les advierte que si no cambian de verdad no escaparán a un severo castigo, a la ira inminente de Dios. El cambio que exige el Bautista es total. La conversión no debe ser pasajera, ni solo sentimental, ni solo emocional o hecha al calor de la euforia de sus palabras. Él pide al pueblo lo mismo que Dios exige: el amor total y por sobre todas las cosas.

Decía, pues, a la gente que acudía para ser bautizada por él: “Raza de víboras, ¿quién les ha enseñado a huir de la ira inminente? Den, pues, frutos dignos de conversión, y no anden diciendo en su interior: ‘Tenemos por padre a Abraham’; porque les digo que puede Dios de estas piedras dar hijos a Abraham. Y ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego” (Lc 3, 7-9).

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uan bautista es todo un personaje. Él es un profeta genial. Sorprendente. Su palabra llega a todos los corazones de quienes lo escuchan. Tiene una increíble supremacía sobre todo otro y cualquier profeta de la antigüedad. Se debe decir que Israel no tenía profetas desde hacía mucho tiempo. El pueblo de Israel vivía de los anuncios hechos por los antiguos profetas; vivía de recuerdos, pero le faltaba esperanza. El Bautista no es como los profetas que escribieron los libros consignados en la Sagrada Escritura Judía, es más bien como los legendarios profetas que no escribieron ni una sola palabra; como aquellos que, guiados por el Espíritu de Dios, predicaban al pueblo y a los reyes la viva palabra divina que ellos recibían; algo como Natán, como Samuel, como Eliseo, o particularmente, como el recordado y esperado profeta Elías. Él no necesitaba escribir, él era como un libro abierto de tiempo completo; quien lo escuchaba a él escuchaba precisamente la mismísima palabra revelada directamente por el Espíritu Divino. Este profeta predicaba todo el tiempo en la región del Jordán, el mismo lugar en que Elías iniciara su ministerio. Y exhortaba duramente al pueblo elegido a vivir en la verdadera justicia, en el apego a la Ley y a la Alianza, pero sobre todo, él anunciaba no solo una palabra, sino a la auténtica Palabra de Dios, viva, divina y humana: él predicaba a Jesús. Se proponía prepararle un pueblo a la espera del salvador. Él, sabe que la llegada de Jesús es algo inminente. Él presien-te que su Señor ya está cerca; mejor que eso, no se trata solo de presentimientos, sino de una certeza; él sabe, porque el mismo Espíritu se lo revelaba, que aquel a quien él anunciaba ya estaba cerca; sabía que la hora del Hijo del Hombre ya estaba llegando; quizá por eso él parecía desesperar y por eso proclamaba duramente le urgencia de la conversión. El mensaje del Bautista es, ante todo, aquello que llaman los especialistas: metanoia, esto es, un cambio de mentalidad, una transformación total; enderezar los caminos, rellenar los valles y rebajar las colinas significa esto: cambiar totalmente. La conversión no debe ser algo pasajero, algo como las modas; no es algo momentáneo; se trata de cambiar radicalmente la totalidad de la persona, es decir, sus pensa-mientos, palabras, intenciones, sentimientos, acciones. Todo. La conversión lo exige todo, si no, no

es conversión; y es que la conversión tiene que ver con un encuentro personal y profundo con la verdad, con el que es la Verdad. Esto exige el precursor: una conversión que pueda verificarse, no solo hacer intentos, no solo creer que se es bueno y justo, sino serlo. La espiritualidad verdadera no se trata solo de cosas interiores, sino de que los cambios profundos que ocurren en la intimidad del corazón se traduzcan en una forma de vida coherente con lo que se cree y con lo que se espera. Una conversión sincera exige perseverancia. Se trata de permanecer en el amor de Dios, se trata de iniciar un proceso que nunca termina. Y es que convertir el corazón a Dios supone darlo todo entero al Señor, hacer de Dios el único dueño de nuestra existencia y para siempre. En el pueblo de Israel había, en efecto, personas buenas, rectas, sinceras; fieles a la alianza; eran los que la escritura llamaba “justos”; para los buenos judíos la fe consistía en ser justos; y el justo era el que cumplía la Ley del Señor. Los fariseos, por ejemplo, trataban de vivir la justicia; los escribas intentaban enseñar el camino correcto, el sentido de las leyes; los sacerdotes cumplían toda justicia desde lo ritual. Pero no esperaban nada, no tenían esperanzas; sabían que el Mesías llegaría, pero nunca pensaron que eso era inminente en tiempos en que Juan predicaba. Eran buenos, pero no esperaban al Salvador; su religiosidad era más bien un fenómeno cultural y tradicional y no una fe, o no del todo. Cumplían con la Ley, dentro de sus posibilidades, pero no iban más allá; todo se centraba en lo cultual o en lo legal, y una verdadera religión, una verdadera fe, implica toda la vida, exige esfuerzo, necesita la gracia divina y un corazón apegado no solo a la Ley sino al corazón de Dios. Y aquí estaba Juan Bautista exigiendo al pueblo de Israel una conducta no solo recta, sino correcta, es decir, que se corrige constantemente. Juan no tiene miedo de llamar a los que se le acercan: “raza de víboras”; él les hace ser conscientes de sus pecados y les invita a a-rrepentirse de ellos y a bautizarse en señal de verdaderos deseos de cambiar. Él exige frutos visibles de la conversión a la que los llama; él quiere que su cambio no sea solamente aparente, como el de las víboras, que cambian de piel de cuando en cuando, pero que siguen siendo iguales; no. El cambio que exige Juan

Les advierte el Bautista a aquellos que se acercan a escucharlo y a bautizarse que no se trata solo de reconocerse hijos de Abraham y sentirse así elegidos, privilegiados; ellos tienen que dar frutos de conversión y esto son las obras y palabras. Porque las obras se ven y las palabras se escuchan, pero los sentimientos no; lo que hay en el interior se descubre por las obras. El actuar moral, el actuar correcto, el actuar que nace del corazón que ama a Dios es lo que importa. Dios puede sacar de las piedras todos los hijos de Abraham que él quiera; puede hacerlo, porque él es creador, porque Dios hizo de la tierra al hombre en el principio. Se necesita entonces ser algo más que hijos de Abraham: ser hijos de Dios, y eso no brota de la tierra, sino del corazón que ama a Dios hasta el punto de cambiarlo todo por él. Y este profeta magnifico asegura que el tiempo ya está cerca, que la salvación está llegando; lo a-nuncia de manera gráfica diciendo que el hacha ya está puesta en la raíz de los árboles que no dan buen fruto para ser cortados. Es otra insistencia en las obras. No hay salvación sin obras buenas. Todo árbol que da fruto es conservado y cuidado; pero todo árbol que no da frutos, al ser inútil debe ser cortado y arrojado al fuego. Una parábola semejante usará Jesucristo en su predicación diciendo: “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto” (Jn 15, 1-2). Los frutos del hombre son las obras buenas, porque para eso fue creado, para darle gloria a Dios con su vida y obras. Esta imagen del hacha en la raíz indica indudablemente lo cerca que está el juicio, según Juan Bautista. Habla de la inminencia de la hora del reino, pero al mismo tiempo ilustra sobre la necesidad de conversión y de lo urgente que es un cambio total. Él refiere esto como algo que no se puede detener ya, como que se debe estar preparado absolutamente a riesgo de ser desechados. Jesucristo, nuestro salvador, en su predicación, también se refiere a la necesidad de las obras, de hecho habla de las obras buenas como lo único necesario para ser salvado, para ser merecedor del paraíso. Él dirá que, el día del juicio, se jugará al hombre desde sus propias obras (cf. Mt 25, 34ss). También dirá, en el mismo tono del Bautista: “no todo el que me diga Señor, Señor entrará en el reino de los cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre que está en el cielo” (Mt 7, 21-23); esto es, que el cambio debe ser sincero, profundo y en obras; la fe importa, pero las obras muestran el tamaño de la fe. La conversión es algo radical, es decir, desde la raíz, para no ser cortados; y debe ser profunda y total, no aparente, no como las serpientes, que solo cambian lo exterior. Cambiemos de una vez; el mensaje del Bautista es permanente, no solo para los hombres de su tiempo; sus palabras son para todos los hombres de buena voluntad, que quieran aceptar al Señor en su vida, para dar frutos de perfección, obras nacidas del amor, del amor de Dios.


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Palabra de Dios

Del Santo Evangelio según San Lucas 21,5-19

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n aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y ex votos, Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida». Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?». Él dijo: «Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida». Entonces les decía: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio. Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas». Palabra del Señor.

“Cuando va a suceder”

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l discurso escatológico del evangelio de Lucas, penúltimo de este año litúrgico, nos presenta la venida de Cristo al final de los tiempos y comienza con la señal de la destrucción del templo de Jerusalén. Así La Parusía o venida del señor, que se describe como un futuro indefinido, se propone, sin embargo, como un hecho universal, histórico y glorioso. El pasaje no ha de ser interpretado de forma literal, pues puede llevar a especulaciones sobre el fin del mundo; aquí los signos son más bien genéricos: habrá hambre, peste y espada son casi tópicos: Frente a la venida del Señor, algunos tienen una postura apocalíptica desde donde utilizan los desastres cósmicos o siniestros de la naturaleza como señales del fin del mundo para infundir pánico o terror; otros asumen una actitud agnóstica desde donde dudan o son indiferentes del fin del mundo. San Pablo decía no es algo inminente (1 Tes. 1.6). Sin embargo, si no vemos el fin del mundo, lo que si es real y próximo el fin de cada ser humano. Por lo tanto, Una lectura superficial corre el riesgo de quedarse en el follaje o en la cascara del relato y no logramos comprender el contenido, que es justamente lo que Cristo nos revela. El mensaje esencial es la exhortación a estar preparados o estar en vela (Mt.25,13) para la venida de Cristo que vale para los cristianos de cualquier época. Estad siempre preparados con la fe y con el testimonio. Estar preparado con la lámpara de la fe y el aceite de las buenas obras. Es importante señalar la forma para esta preparación: a) Estar atentos. Poner atención a la manera de vivir de uno mismo, es decir, analizar si la conducta de mi persona responde a la fe y al evangelio. b) Estar vigilantes. Tener la decisión de evitar las tentaciones y en tiempo de crisis y de falsos mesías “no vayáis tras ellos” c) Perseverantes. Servir al Señor con fidelidad y firmeza aún en las persecuciones y pruebas pues el Señor nos dará la sabiduría que nadie podrá resistir. Estad siempre preparados en el Señor. Pbro. Pedro S.S.

“Viva Cristo Rey” Juan Antonio Hernández Vallejo

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2° de Filosofía

propósito de que está cerca el aniversario de la Revolución Mexicana, me gustaría contarte sobre un personaje que nació y murió durante este acontecimiento, el Padre Miguel Agustín Pro. Que en estos días celebramos su memoria, en la liturgia. Miguel Agustín Pro. Nació el 13 de enero de 1891 en Guadalupe, población cercana a Zacatecas, en el corazón mismo de la República Mexicana. Dos hermanitas, Concepción y Luz, alegraban ya el hogar, pero el nacimiento de un hijo varón colmó la dicha de los padres, don Miguel Pro y doña Josefina Juárez. Don Miguel, acomodado administrador de minas, a quien ningún lazo ataba ya en Guadalupe, pues sus familiares ya habían fallecido, determina establecerse en México, la antigua capital de los aztecas, en donde durante cuarenta años los partidos políticos se habían disputado el poder, gozaba en 1892 de una relativa calma, gobernada por la férrea mano de un buen tirano: Porfirio Díaz. Miguel Agustín dio, pues, sus primeros pasos en la ciudad en la que, treinta y cinco años más tarde, caminaría al martirio. A mediados del mes de septiembre de 1910 la dictadura del general Porfirio Díaz celebraba las fiestas del centenario de la Independencia Nacional. Faltaban dos meses para que estallara el levantamiento contra esa dictadura. El 20 de noviembre comenzaría la primera Revolución, conforme al llamado insurreccional del Plan de San Luis publicado por Fco. I. Madero. Miguel a los 20 años entró en la compañía de Jesús. Los dolores que sufrió toda su vida, jamás le hicieron perder la alegría y el buen humor, ordenado sacerdote en Bélgica en 1925, volvió en 1926 a México, donde ejerció su ministerio sacerdotal a escondidas, pues le toco vivir el conflicto religioso, pues durante la revolución mexicana hubo un anticlericalismo que tuvo tintes violentos y llevo al destierro a miembros de la Iglesia. Aunque en 1917 con la promulgada nueva Constitución, se dio por “terminada” la Revolución, y favoreció el retorno de muchos al territorio de México; al llegar el Padre Pro la persecución desencadenada por Carranza en 1914 y continuada por Obregón en 1920, había llegado al violento gobierno bajo la presidencia de Plutarco Elías Calles. La Iglesia de México, herida en el corazón por leyes impías, comenzaba su ascensión al calvario. Ejerció un intenso ministerio bajo esta persecución hasta que en 1927 fue acusado falsamente de estar involucrado en un atentado contra Obregón y Calles, antes de que lo fusilaran perdonó a sus asesinos. Murió el 23 de noviembre de 1927 gritando como muchos otros mártires mexicanos, “Viva Cristo Rey”… Me despido de ustedes queridos amigos, esperando que les sea de agrado este relato y expresándoles un fraterno saludo. Comentarios: ecos_seminarioslp@hotmail.com Facebook: Seminario Mayor SLP Twitter: @slp_seminariogj


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Educando para el amor

Domingo 17 de noviembre de 2019

Un ser que participa de “yo soy el que soy” (2ª parte)

...Lo de Dios a Dios

Laudato ‘si 3ª Parte

P. David Grimaldo

Fil. Rafael Gómez M.

S

anto Tomás de Aquino tuvo el privilegio de encontrarse con la mejor y más duradera tradición del pensamiento: “La cristiana”, que es en esencia un llamado a la fe y que, por la misma razón, no todos responden al llamado amoroso del Dios que siempre está cercano a su vida porque no cesa de atraer a todos suavemente, respetuosamente, hacia sí. Todo ser humano nace con la participación de su Ser y, por tanto, de su Vida, pero no todos en libertad desean y aceptan tal don. Se nace imagen de Él, pero no todos aceptan ser semejanza de Él (Gn 1,26). La filosofía tomista tiene como el núcleo de su pensamiento “la intui-ción del ser…” que resulta el mismo que el Señor Dios reveló a Moisés y en la que se describe a sí mismo como “el Ser Personal y Absoluto”, como lo leemos en el libro del Exodo: “Pero Moisés le respondió: El problema es que si yo voy y les digo a los Israelitas: El Dios de sus antepasados, me ha enviado a ustedes, ellos me van a preguntar: ¿Cómo se llama? Y entonces ¿Qué les voy a decir? Y Dios le contestó: YO SOY EL QUE SOY. Y dirás a los Israelitas: YO SOY me ha enviado a ustedes… Este es mi nombre eterno, este es mi nombre por todos los siglos” (Ex 3,13-15). Nombre eterno que da razón de la esencia del Ser Absoluto, de la Vida Plena y, quienes quieren participar más de ese Ser y de esa Vida, según su proximidad mayor o menor con tal Ser y con tal Vida, es la belleza y la grandeza humana de su ser y de sus actos. De igual manera la buena o mala relación del “Yo” con los “Otros”, depende de la proximidad o lejanía, del encuentro o de la distancia, del “Yo” con el Ser Absoluto que parte del ser común, en el que unos y otros convienen y en el que cada uno se va descubriendo a sí mismo y a los demás en la medida en la que se participa del ser absoluto y personal. La alteridad, el encuentro natural con el otro, el deseo de dar lo mejor de sí, el deseo de vínculo, trasciende el “ser natural y humano” y da razón de su buen caminar en la historia, que es la que acaba dándole sentido a su condición humana y a la estructura de su persona. El universo de los entes está lleno de objetos entre los que podemos distinguir personas, con mayor perfección, y cosas, con menor perfección. La estructura de la persona comprende su interioridad y, dentro de ella, la libertad comprometida y unida a la vida espiritual y, por consiguiente, a la perfección a la que solo la persona puede tender por su naturaleza espiritual y porque, unidos su cuerpo y su espíritu, uno y otro están orientados a expresar la perfección a la que la persona está llamada mediante sus actos en libertad. La filosofía griega logró la comprensión del ente y los procesos de la materia, pero no logró la penetración en el ser porque no alcanzó a intuir la realidad de la creación. Esta filosofía, sin duda, le fue muy útil a santo Tomás de Aquino, pero fue el pensamiento cristiano el que le dio luz para la comprensión del ser, desde la creación, desde la nada, como origen radical del ente y desde la obra del ser absoluto y personal, el ser en sí mismo, el ser eterno, el ser desde siempre en acto, el que subsiste por sí mismo, el ser personal desde siempre… Él es el Creador, el Dios, el Señor, quien participa el ser y quien consigue el modo más alto y más digno al ser personal humano que es quien acepta, en libertad, mayor o menor cercanía, mayor o menor distancia, con quien siempre está, y quiere estar, dentro de su historia. Podríamos concluir, entonces, que la estructura del ser de la persona, del ser personal, está llamada a existir y a vivir dentro del Ser Perso-nal y Absoluto, es decir, dentro de la estructura trinitaria, como lo aseguraba san Buenaventura: “Antes del pecado, <antes que el ser humano se alejara de su Dios>, podía descubrir cómo cada criatura <<testifica que Dios es trino>>. El reflejo de la Trinidad se podía reconocer en la naturaleza cuando, ni ese libro era obscuro para el ser humano, ni el ojo del ser humano se había enturbiado”. La fe de la persona, la libre respuesta de la persona al amor de Dios, acepta la salvación que viene del Señor resucitado que descubre a Dios como Padre y se abre a la dirección del Espíritu Santo. Así, el ser personal humano, libremente se deja encontrar por el resucitado, acepta el Evangelio que defiende su dignidad y vocación, llena los más íntimos anhelos de su corazón y recupera su esperanza en un destino más alto.

CAPÍTULO II. El misterio del Universo Naturaleza y creación Para la tradición judeocristiana, decir “creación” es más que decir “naturaleza”. La naturaleza suele entenderse como un sistema que se analiza, comprende y gestiona. La creación, en cambio, es vista como un regalo de Dios. Realidad iluminada por el amor que nos convoca a una comunión universal. Por otra parte, el pensamiento judeocristiano desmitificó la naturaleza. Esto nos permite terminar hoy con el mito moderno del progreso sin límites. La libertad humana puede hacer su aporte inteligente hacia una evolución positiva. Sin embargo, puede también agregar nuevos males, nuevas causas de sufrimiento y verdaderos retrocesos. Los seres vivos no son cosas El ser humano implica una novedad no plenamente explicable por la evolución. Consideramos al ser humano como sujeto y nunca puede ser reducido a la categoría de objeto. Sería erróneo pensar que los demás seres vivos deban ser considerados como meros objetos sometidos a la arbitraria dominación humana. Pero sería erróneo pensar que los demás seres vivos deban ser considerados como meros objetos sometidos a la arbitraria dominación humana. El ideal de Jesús está en las antípodas de semejante modelo. El fin último de las demás criaturas no somos nosotros. El fin de todas las criaturas es Dios. Con nosotros y a través nuestro avanzan hacia la plenitud trascendente donde Cristo resucitado abraza e ilumina todo. Ver a Dios en todas las cosas El ser humano es imagen de Dios. Eso no debería llevarnos a olvidar que todo el universo material refleja el amor de Dios. Ese amor inspira en nosotros el deseo de adorar al Señor en todas sus criaturas y juntamente con ellas. Todo es hechura de Dios y, por eso, todos formamos una especie de familia universal. Esto no significa olvidar la especificidad del ser humano. Como tampoco puede llevarnos a una divinización de la tierra. Dignidad de la persona humana. Nuestra responsabilidad es cuidar de la creación, no olvidando la dignidad de la persona humana. Es evidente la incoherencia de quien lucha contra el tráfico de animales en peligro de extinción, mientras permanece indiferente ante la trata de personas, se desentiende de los pobres o se empeña en destruir a otro ser humano que le desagrada. Cuando el corazón está auténticamente abierto a una comunión universal, nada ni nadie queda excluido de esa fraternidad. El corazón es uno solo. La misma miseria que lleva a maltratar a un animal no tarda en manifestarse en re-lación con el ser humano. Función social de la propiedad privada. La tradición cristiana nunca reconoció como absoluto o intocable el derecho a la propiedad privada Creyentes y no creyentes estamos de acuerdo en que la tierra es una herencia común. Por consiguiente, todo planteo ecológico debe tener una vertiente social. La tradición cristiana nunca reconoció como absoluto o intocable el derecho a la propiedad privada y subrayó siempre su función social. El medio ambiente es un bien colectivo, patrimonio de toda la humanidad y responsabilidad de todos. Nadie puede apropiárselo en beneficio exclusivamente propio. Para que Dios sea todo en todos Jesús estaba lejos de las filosofías dua-listas que más tarde desfiguraron el Evangelio. Jesús trabajó con sus manos, santificando de este modo el trabajo. Pero el Nuevo Testamento no solo nos habla del Jesús terreno y de su re-lación tan concreta y amable con todo el mundo. También lo muestra como resucitado y glorioso. Esto nos proyecta al final de los tiempos, cuando “Dios sea todo en todos” (1 Cor 15,28). De este modo, las criaturas de este mundo ya no se nos presentan como una realidad meramente natural, sino incorporadas a un destino de plenitud en Cristo.


Domingo 17 de noviembre de 2019

Para Colorear



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