¿Qué significan las figuras del Nacimiento?
El Papa nos explica
E
l Papa Francisco explica uno por uno cada uno de los elementos del Nacimiento en la Carta Apostólica Admirabile signum (Signo admirable), que firmó en el lugar del primer Nacimiento, creado por San Francisco de Asís, en 1223. 1. El cielo estrellado en la oscuridad y el silencio de la noche Su cercanía trae luz donde hay oscuridad e ilumina a cuantos atraviesan las tinieblas del sufrimiento (cf. Lc 1,79)”, asegura el Papa. 2. El paisaje del Nacimiento Este escenario dice que Jesús es la novedad en medio de un mundo viejo, y que ha venido a sanar y reconstruir, a devolverle a nuestra vida y al mundo su esplendor original. 3. Los ángeles y la estrella Los ángeles y la estrella son la señal de que también nosotros estamos llamados a ponernos en camino para llegar a la gruta y adorar al Señor. 4. Los pastores “Son los más humildes quienes saben acoger el acontecimiento de la encarnación. Este encuentro entre Dios y sus hijos, gracias a Jesús, es el que da vida precisamente a nuestra religión y constituye su singular belleza, y resplandece de una manera particular en el pesebre”. 5. La gente común Muchas familias añaden al Nacimiento otras figuras que parecen no tener relación alguna con los relatos evangélicos como panaderos, carpinteros, niños jugando…, todo esto representa la santidad cotidiana, la alegría de hacer de manera extraordinaria las cosas de todos los días, cuando Jesús comparte con nosotros su vida divina”. 6. La Virgen María María es una madre que contempla a su hijo y lo muestra a cuantos vienen a visitarlo. Su imagen hace pensar en el gran misterio que ha envuelto a esta joven cuando Dios ha llamado a la puerta de su corazón inmaculado. 7. San José Junto a María, en una actitud de protección del Niño y de su madre, está San José. Por lo general, se representa con el bastón en la mano y, a veces, también sosteniendo una lámpara. San José juega un papel muy importante en la vida de Jesús y de María. 8. El pesebre Jesús, «manso y humilde de corazón» (Mt 11,29), nació pobre, llevó una vida sencilla para enseñarnos a comprender lo esencial y a vivir de ello. Desde el pesebre, Jesús proclama, con manso poder, la llamada a compartir con los últimos el camino hacia un mundo más humano y fraterno, donde nadie sea excluido ni marginado. 9. Los Reyes Magos Observando la estrella, aquellos sabios y ricos señores de Oriente se habían puesto en camino hacia Belén para conocer a Jesús y ofrecerle dones:aa oro, incienso y mirra. También estos regalos tienen un significado alegórico: el oro honra la realeza de Jesús; el incienso su divinidad; la mirra su santa humanidad que conocerá la muerte y la sepultura.
Confía en el abrazo de Cristo
Año 11
N
No. 559
Semana del 15 al 21 de diciembre de 2019
o te rindas a la noche: recuerda que el primer enemigo a derrotar no está fuera de ti: está dentro. Por lo tanto, no concedas espacio a los pensamientos amargos, oscuros. Este mundo es el primer milagro que Dios hizo y Dios ha puesto en nuestras manos la gracia de nuevos prodigios. La fe y la esperanza avanzan juntas. Confía en Dios creador, en el Espíritu Santo que mueve todo hacia el bien, en el abrazo de Cristo que espera a cada hombre al final de su existencia; cree, Él te espera. No pienses nunca que tu lucha es del todo inútil. Al final de la existencia no nos espera el naufragio: en nosotros palpita una semilla absoluta. Dios no defrauda: si ha puesto una esperanza en nuestros corazones, no quiere destruirla con frustraciones continuas. Todo nace para florecer en una eterna primavera. Dios también nos hizo para florecer. Recuerdo ese diálogo cuando el roble pidió al almendro: «Háblame de Dios». Y el almendro floreció. Donde quiera que estés, ¡construye! Si estás en el suelo, ¡levántate! Nunca te quedes caído, levántate, deja que te ayuden a levantarte. Si estás sentado, ¡ponte en camino! Si el aburrimiento te paraliza, ¡ahuyéntalo con buenas obras! Si te sientes vacío o desmoralizado, pide que el Espíritu Santo llene de nuevo tu nada. Obra la paz en medio de los hombres, y no escuches la voz de quien esparce odio y divisiones. Ante los contrastes, paciencia.
Sé responsable de este mundo y de la vida de cada hombre. Piensa que toda injusticia contra un pobre es una herida abierta, y disminuye tu propia dignidad. La vida no cesa con tu existencia, y a este mundo vendrán otras generaciones que sucederán a la nuestra, y muchas más. Y cada día pide a Dios el don del valor. Recuerda que Jesús venció al miedo por nosotros. ¡Él venció al miedo! Nuestro enemigo más traicionero no puede contra nuestra fe. Y si un día te asustas o piensas que el mal es demasiado grande para desafiarlo, piensa simplemente que Jesús vive en ti. Y es Él quien, a través de ti, con su apacibilidad quiere someter a todos los enemigos del hombre: el pecado, el odio, el crimen, la violencia; todos nuestros enemigos.
Cuando encendemos estas tres velas cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya para que brilles, llama para que calientes. ¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos en tu luz, caliéntanos en tu amor”.
Domingo 15 de diciembre de 2019
La alegría de la espera
L
a Palabra de Dios en este Tercer Domingo de adviento es una invitación a vivir la alegría de la espera. En una realidad tan violenta como la vivimos y sentimos hoy, el Dios de nuestros padres nos dice que él tiene la última palabra y que esta situación de terror y miedo algún día va ha terminar. Por lo pronto, nos dijo Dios nuestro Padre, hace 900 años, por boca del profeta Isaías: ¡Alégrense y regocíjense que pronto verán la Gloria de Yahvé! Se espera un mundo paradisiaco, donde brillará la armonía de la creación. ¡Ánimo dice el Señor, no teman!, ya viene la recompensa de Dios. ¡Regocijo y alegría, adiós penas y suspiros! En aquel tiempo de dolor, miedo y terror, la proclamación del profeta es de consuelo hacia su pueblo, de compasión, de fortaleza y de una alegre esperanza. Hoy, ante lo que vivimos por la delincuencia organizada y no organizada, como profetas del Señor Jesús, debemos ser instrumentos de mucha esperanza y de consuelo hacia los que sufren. La Iglesia sufre toda y seguirá sufriendo por los ataques que crecen cada día contra ella. Uno de los signos de los tiempos, que demuestran el desborde de la maldad en la sociedad es el ataque al mismo Dios. El mal ha rebasado la vida humana. En el tiempo de Jesús San Lucas le llamó ambiente de tinieblas. Vemos con tristeza y dolor los sacrilegios a los Sagra-rios, al mismo Dios bendito sacramentado, a los Templos, Casas de Dios y a las imágenes de la Santísima Virgen María. El Papa Francisco nos dice en el documento sobre la santidad, alégrense y regocíjense, que la práctica de la Oración-Contemplación, nos ayudará muchísimo espiritualmente en estos tiempos tan difíciles. Tenemos que fortalecer la espiritualidad de la esperanza, incluso en la medida de lo posible, realizar una teología de la espera, tan necesaria e imprescindible en estos tiempos. El Apóstol Santiago nos anima a tener una paciente espera hasta la segunda venida del Señor Jesús Resucitado, glorioso y justo juez. Una de las virtudes de la santidad; la paciencia, debe de florecer todos los días en nuestra vida. El modelo es el de los profetas, incansables pregoneros de la Palabra de Dios en la esperanza. Uno de estos modelos de espera en la paciencia es Juan el Bautista, el más grande de todos los profetas, según lo presenta el Señor Jesús. Efectivamente, Juan no sólo señaló a Jesús como el «Cordero de Dios que quita los pecados del mundo», sino que lo presenta al pueblo de Israel como el Mesías. Juan bautista es el que prepara la llegada del Mesías y una vez que cumple su misión disminuye y Jesús crece. La humildad ante todo por el bien del Reinado de Dios. Ante la pregunta de los discípulos de Juan: «¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?», el Señor responde: «Id y contad a Juan lo que oís y veis: los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva; ¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!». La certeza de la presencia del Mesías es el consuelo manifestado en la acción misericordiosa de Jesús, su atención a los pobres. El consuelo, la misericordia en tiempos de dolor es la acción paciente de la curación, de la liberación y del anuncio evangélico a los pobres. Esto último nunca debe de olvidarse en la espiritualidad de la paciente-espera-alegre de la segunda venida del Señor Jesús. El profeta que presenta Jesús es muy sencillo, pobre, incluso, hasta desagradable a la vista para muchos en Israel. Pero la belleza y los vestidos finos de Juan es lo que lleva dentro, el ardor y el fuego divino que llena su corazón en el anuncio de la Palabra de Dios.
La magia no es cristiana Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! El viaje del Evangelio a través del mundo prosigue sin pausa en el libro de los Hechos de los Apóstoles y atraviesa la ciudad de Éfeso, mostrando toda su fuerza salvadora. Gracias a Pablo, alrededor de doce hombres reciben el bautismo en el nombre de Jesús y experimentan la efusión del Espíritu Santo que los regenera (cf. Hch 19, 1-7). Diversos son además los prodigios que suceden por medio del Apóstol: los enfermos sanan y los obsesos son liberados (cf. Hch 19, 11-12). Sucede porque el discípulo se parece a su Maestro (cf. Lc 6, 40) y lo hace presente comunicando a los hermanos la misma vida nueva que recibió de Él. La potencia de Dios que irrumpe en Éfeso desenmascara a los que quieren usar el nombre de Jesús para hacer exorcismos sin tener la autoridad espiritual para ello (cf. Hch 19, 13-17), y revela la debilidad de las artes mágicas, que son abandonadas por un gran número de personas que eligen a Cristo y abandonan las artes mágicas (cf. Hch 19, 18-19). ¡Una auténtica sacudida para una ciudad como Éfeso, que era un centro famoso para la práctica de la magia! Lucas enfatiza así la incompatibilidad entre la fe en Cristo y la magia. Si eliges a Cristo no puedes recurrir al mago: la fe es abandono confiando en las manos de un Dios fiable que se da a conocer, no median-te prácticas ocultas, sino por revelación y con amor gratuito. ¡Tengan cuidado! Yo les pregunto: ¿Cuántos de ustedes van a que les lean el tarot?, ¿cuántos van a que les lean las manos las adivinas o les echen las cartas? Incluso hoy en día, en las grandes ciudades, los cristianos practicantes hacen estas cosas. Y a la pregunta: “Pero, ¿por qué, si crees en Jesucristo, vas al mago, al adivino, a toda esta gente?”. ¡La magia no es cristiana! Estas cosas que se hacen para adivinar el futuro o adivinar muchas cosas o cambiar situaciones de la vida, no son cristianas. La gracia de Cristo te trae todo: reza y confíate al Señor. La difusión del Evangelio en Éfeso perjudica el comercio de los plateros ―otro problema― que fabricaban las estatuas de la diosa Artemisa, haciendo de la práctica religiosa un verdadero negocio. Viendo disminuir esa actividad que producía mucho dinero, los plateros organizaron una revuelta contra Pablo, y los cristianos fueron acusados de haber llevado a la crisis el gremio de los artesanos, el santuario de Artemisa y el culto a esta diosa (cf. Hch 19, 23-28).
Después Pablo va de Éfeso a Jerusalén y llega a Mileto (cf. Hch 20, 1-16). Aquí manda llamar a los ancianos de la Iglesia de Éfeso ―a los presbíteros, o sea a los sacerdotes― para que hacer una transferencia de poderes “pastorales” (cf. Hch 20, 17-35). Estamos en las últimas etapas del ministerio apostólico de Pablo y Lucas nos presenta su discurso de despedida, una especie de testamento espiritual que el Apóstol dirige a aquellos que, después de su partida, tendrán que guiar a la comunidad de Éfeso. Y ésta es una de las páginas más hermosas del libro de los Hechos de los Apóstoles. Es una manera de entender cómo se despide el Apóstol y también cómo los presbíteros deben despedirse hoy y cómo todos los cristianos deben despedirse. Es una página preciosa. En la parte de la exhortación, Pablo anima a los responsables de la comunidad, que sabe que ve por última vez. ¿Y qué les dice? “Tengan cuidado de ustedes y de toda la grey, en medio de la cual los ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios, que él se adquirió con la sangre de su propio Hijo” (Hch 20, 28). Este es el trabajo del pastor: estar en vela, velar sobre sí mismo y sobre el rebaño. El pastor debe velar, el párroco debe velar, estar en vela, los sacerdotes deben velar, los obispos, el Papa deben velar. Velar para custodiar el rebaño, y también para velar sobre uno mismo, para examinar la conciencia y para ver cómo se cumple este deber de velar. Así dice San pablo. Se pide a los episcopi la máxima cercanía al rebaño, rescatado por la sangre preciosa de Cristo, y la prontitud a defenderlo de los “lobos” (v. 29). Los obispos deben estar muy cerca del pueblo para custodiarlo, para defenderlo, no separados del pueblo. Después de confiar esta tarea a los responsables de Éfeso, Pablo los pone en manos de Dios y los encomienda a la “Palabra de su gracia” (v. 32), levadura de todo crecimiento y camino de santidad en la Iglesia, invitándolos a trabajar con sus propias manos, como él, para no ser una carga para los demás, para ayudar a los débiles y para experimentar que “mayor felicidad hay en dar que en recibir” (v. 35). Queridos hermanos y hermanas, pidamos al Señor que renueve en nosotros su amor por la Iglesia y por el depósito de la fe que custodia, y que nos haga a todos corres-ponsables en la custodia de la grey, sosteniendo en la oración a los pastores para que manifiesten la firmeza y la ternura del Divino Pastor.
Domingo 15 de diciembre de 2019
¡No tengan miedo!
La Iglesia y la familia
Juan, el profeta
H
P. Juan José Torres Galván
emos celebrado en la segunda semana del Adviento dos grandes fiestas marianas: la fiesta de la Inmaculada Concepción de María, tradicionalmente celebrada el 8 de diciembre, este año la fiesta litúrgica pasó al lunes 9 de diciembre, la otra fiesta, el jueves 12, la entrañable fiesta de la Santísima Virgen de Guadalupe, esta presencia especial de la Virgen María en nuestro pueblo mexicano, con los rasgos propios del mestizaje realizado en México y motivo de una evangelización inculturada que logró la conversión de miles de indígenas y sigue siendo, para muchos mexicanos, una referencia obligada de nuestra religión católica, desde el seno de nuestra familia y de las comunidades cristianas donde hemos alimentado nuestra vida de fe. El tercer domingo de Adviento nos invita a centrar nuestra atención en Juan Bautista. El papel profético de Juan Bautista, preparando el camino del Señor lo hace ocupar un lugar destacado en el Evangelio. Es el último profeta del Antiguo Testamento “el más grande entre los nacidos de mujer”; sin embargo, el más pequeño en el Reino de los cielos, inaugurado por Jesucristo, es mucho más grande que Juan el Bautista. Esta afirmación de Jesús nos señala la gran misericordia de Dios que nos ha llamado a la fe en la etapa de la plenitud, gracias a la entrega de Jesucristo, nosotros pertenecemos (sin mérito nuestro) a esta etapa de la realización del Reino. Cuando Juan envía a algunos de sus discípulos a preguntarle a Jesús si es el Mesías prometido, Jesús responde directamente: vayan a decirle a Juan lo que ustedes están viendo y oyendo… las obras de Jesús dan a conocer su carácter mesiánico. No necesita grandes discursos cuando Él está realizando lo que habían anunciado los profetas del Antiguo Testamento: a los pobres se les anuncia la Buena Nueva, los cojos andan, los mudos hablan, los ciegos ven… Nosotros, como seguidores de Jesús, no deberíamos olvidar nunca que el más elaborado discurso evangélico se queda pequeño si no va acompañado del testimonio de la caridad, la misericordia y la bondad. El esfuerzo que hagamos cada uno de nosotros por hacer nuestro mundo un poco mejor, empezando por ese pedacito de mundo que nos toca pisar, caminar y habitar es la mejor manera que tenemos de ser profetas, como Juan Bautista, y de manifestar que seguimos a Jesús, Aquel que nos sale al encuentro en la persona de los pobres. La cercanía de la Navidad nos ayude a incluir esta virtud de la alegría en todo lo que ha-cemos. Seamos profetas alegres de la presencia del Señor en medio de nuestro pueblo…
Acrecentemos la fe, la esperanza y la caridad Q
ueridas familias potosinas, les saludo y le pido a Padre Dios que les cuide a través de su querido Hijo Jesucristo, y que el Espíritu Santo les ilumine para alcanzar la paz. Estamos ya en la tercer Semana del Tiempo del Adviento, creo que es oportuno reflexionar en aquello que es importante fortalecer en este tiempo de preparación hacia la Navidad. Sabedores que el Tiempo del Adviento nos motiva a vivir nuestra conversión, no dudemos que el objetivo es que fortalezcamos cada una de las virtudes que son indispensables en la práctica de todo cristiano, me refiero a la Fe, la Esperanza y la Caridad. Que les parece si damos espació para nuestra meditación, en esta ocasión, sea precisamente pensar en la Fe, la Esperanza y la Caridad como esencia en el caminar de nuestra vida cristiana.
tu de conversión, que sea celebrado y vivido por cada uno de nosotros y por ende en cada una de nuestras familias, nuestras comunidades, nuestro entorno. Obviamente es claro que la conversión no puede ser sólo de un momento en la vida, si no que conociendo nuestra debilidad, es una experiencia constante para recurrir a la gracia que nos regala el Señor. Necesitamos vivir la conversión pues todo se resuelve en ese amor de Dios que viene a nuestro encuentro, es decir, en el amor misericordioso del Padre. Este tiempo de Aviento es propicio para que la conversión siga vigente en el corazón de cada uno de nosotros, pues la actitud de “Espera” de este tiempo, no tiene sentido si ésta no nos mueve a esa búsqueda de la gracia del amor de Dios que sabe leer el corazón de cada uno de nosotros en la fe, la esperanza y la caridad.
El consumismo nos hace adelantar la Navidad Los árboles navideños que se han empezado a encender en las plazas, los comercios ya adornados con esferas, luces y guirnaldas, por la radio desde hace más de un mes escuchamos villancicos, los anuncios publicitarios de fondo usando música navideña, en la televisión hay anuncios, películas y actividades sobre la Navidad, en nuestros hogares hemos comenzado a poner el “arbolito de Navidad” luces y adornos… ya hemos dado comienzo a la Navidad pero… aún no es navidad. Es época de Adviento, ¡vaya diferencia!, mientras en nuestro entorno tenemos ya un am-biente festivo, la liturgia de este tiempo de Adviento está marcado por un ambiente de austeridad: no se canta Gloria, los ornamentos son morados, la lecturas invitan a la reflexión interior, a la conversión. Por qué no pensar en que es un tiempo oportuno para meditar en la fe, la esperanza y la caridad, virtudes que se nos han dado como dones pero, que a cada uno de nosotros nos toca cultivar.
Seamos hacedores de la fe, la esperanza y la caridad En una celebración litúrgica no sólo revivimos los hechos en nuestra conciencia, sino también en la realidad. Esto se debe a que todos los acontecimientos que conmemoramos en la liturgia son realmente un encuentro de Dios con cada uno de nosotros. En otras palabras vivimos, no recordamos, el acontecimiento que conmemoramos. Haciendo nuestro este acontecimiento salvífico les invito, queridas familias, a que las aflicciones y preocupaciones no nos quiten la creatividad y muchos menos la iniciativa de vivir y forta-lecer la fe, la esperanza y la caridad. El tiempo del Adviento, nos inspira y nos da la oportunidad para arraigar en nuestro corazón la fe que, en muchos momentos, se estanca en la desilusión y la decepción; la esperanza que se ve acosada por la violencia, la inseguridad y muchas otras cosas causadas por las circunstancias y la caridad frecuentemente disminuida por nuestra indiferencia y falta de solidaridad. Dejémonos abrazar por la conversión, pues ser un signo de ella no sólo nos pone en esa expectativa sino también nos mueve a constituir el compromiso concreto de todo el que espera la llegada del Salvador.
Vivamos la conversión En este tercer Domingo del Adviento, quiero compartir con ustedes un pensamiento sobre el Misterio del amor de Dios, que viene al encuentro de cada uno de nosotros, vale la pena estar atento a los elementos que nos ofrece este tiempo del Adviento, pues nos dan luz para asimilarlo y sobre todo tratar de hacerlo nuestro. En este sentido, el Adviento nos anima a inspirarnos en muchas cosas para vivir este espíri-
Se despide y les quiere su amigo, hermano, Obispo y Pastor.
+ Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí
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Nuestra historia
Barrio de San Cristóbal del Montecillo y su Historia
La dos estaciones del Ferrocarril 5ta. parte Por Pbro. Rubén Pérez Ortíz
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l barrio del Montecillo sufrió cambios en su traza urbana al cons-truirse en él las dos estaciones ferroviarias, pues del lado norte y frente a la alameda se levantó la del Ferrocarril Central Mexicano y hacia el lado poniente del paseo se construyó la del Ferrocarril Nacional. Desde 1880 vecinos del barrio se habían quejado ante la comisión de o-bras públicas por el cierre de varias calles para el fin anterior, pues esta zona había cambiado desde 1866 y 1867, cuando debido a la desamortización de bienes eclesiásticos se trazaron varias calles por la comisión de obras públicas. En 1913 se inauguró una nueva estación, la cual atendió el servicio de pasajeros de las divisiones San Luis (línea México-Laredo), Cárdenas y Aguascalientes (línea Aguascalientes-Tampico), aunque nada más por algunos años porque la consumió el fuego de 1919. El conjunto arquitectónico de la estación del Nacional Mexicano constaba de una estación de carga, su jefatura y oficinas administrativas; una estación de pasajeros, con todos los servicios y las áreas necesarias; tres chales para los funcionarios de la empresa; casas para empleados de la línea y para los de sección; corrales para carga y descarga de ganado; patio de estación, con numerosos laderos o vías secundarias; bodegas; almacén general; un hospital y sus anexos; así como tanques elevados y subterráneos. El hospital se inauguró en 1885; fuera del patio, en el extremo oriente del conjunto, se localiza el inmueble que ocupó este hospital. Años después, en 1957, se inauguró el Hospital Regional, el cual sustituyó al antiguo inmueble, que había servido durante más de setenta
años. Un grupo de médicos radicados en la ciudad ocuparon la dirección de la institución durante ese tiempo, el doctor Juan Flores Blanco se desempeñó como director durante 33 años. En 1982 los trabajadores se posesionaron de las instalaciones del Hospital Ferrocarrilero en demanda de servicios médicos inmediatos, por lo que se gestionó su ingreso al Instituto Mexicano del Seguro Social. Ahora ahí se encuentra la unidad médica familiar 47. En el ángulo noreste de la alameda se abre el paso subterráneo que conduce al vecino barrio de San Cristóbal del Montecillo, inaugurado en septiembre de 1949. A la salida del paso se encuentra el monumento al Héroe de Nacozari, Jesús García, inaugurado el 7 de noviembre de 1952. Continua al templo se tiende la plaza López Velarde; en el centro se levanta el quiosco; y, en una de las esquinas, un busto del poeta. Los andadores son de laja de Tierra Nueva, San Luis Potosí, y se inauguró el 9 de julio de 1972. Mucha de la información del barrio se pierde al incorporarse este a la ciudad; sin embargo, hacia 1930, y sobre todo a partir de 1950, comenzó a darse un crecimiento de la ciudad hacia el lado oriente, lo que provocó el surgimiento de nuevas colonias y fraccionamientos y llevó a que se perdieran los límites que en otros tiempos tuvo el barrio. Dentro de las nuevas construcciones que se han levantado dentro del Montecillo se encuentra el Club Deportivo Ferrocarrilero, por la calle Azteca. Sobre la misma calle también se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes; y por la calle de Othón, el mercado Revolución, inaugurado el 18 de noviembre de 1969.
La Iglesia Potosina y Nuestro Semanario La RED se unen en oración por el sensible fallecimiento de la Sra. Ma. Guadalupe Zavala Madre de nuestro hermano sacerdote Francisco Rodríguez Zavala. La Sra. Lupita falleció el 7 de diciembre, su misa exequial fue celebrada el lunes 9 en el Templo Parroquial “San José”, en Zaragoza S. L. P. Dios le dé el descanso eterno y a su familia y amigos el consuelo y la paz.
No dejemos perder la armonía Pbro. Lic. Salvador González Vásquez
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o es posible vivir sin los demás, pero es difícil vivir entre los hombres. Y aunque las relaciones humanas son inevitables, no es posible vivir sin los conflictos.
Porque hay momentos, en que la convivencia se torna áspera. Y esto se da por muchas razones, entre otras: los distintos puntos de vista, la libertad, los afectos mal orientados, los malos entendidos, y muchas otras realidades que no se pueden evitar. Y todo, porque el hombre abusa de su libertad o se creé autosuficiente. Y eso, lo lleva a romper vínculos con los seres de los cuales depende. El hombre que niega a Dios, esta rompiendo un vínculo fundamental; porque somos creaturas y dependemos del creador. Pero una vez que rompemos con Dios, también nos convertimos en enemigos del hombre. Y éste, viene a ser aquello que decía Hobbes: “ El hombre es un lobo para el hombre”. El mismo Hobbes va a agregar, que esto sucede cuando el hombre desconoce quien es el otro. Y cuando niega a Dios como su padre, empieza a ver en el otro a un extraño; porque éste, ha dejado de ser su hermano. Ya no queremos ver al otro como complemento, sino como un obstáculo para nuestra realización. El hombre peca, cuando rompe vínculos; y rompe con Dios, con el otro, y también con la naturaleza. Y cuando esto pasa, se descompone la armonía. Es por eso, que todos anhelamos recuperar la concordia; porque ese, es nuestro estado natural. Aunque, para recuperar la armonía, necesitamos a Dios. Porque Dios creo el cosmos, pero nosotros lo hemos convertido en un caos. Es decir, el Señor hizo el mundo con orden, pero el hombre lo ha llevado al caos, al desorden. Que absurdo, es ver en el otro a un enemigo, cuando todos venimos del mismo creador. Más aún, el hombre ha llegado a ser más peligroso que el mismo lobo. Porque el animal no tiene maldad, pero el hombre si tiene malicia. A pesar de todo, no hay anhelo más grande que vivir en la armonía; porque nadie quiere el conflicto, ya que en el fondo, todos queremos vivir en paz. Por lo mismo, vamos reconociendo a Dios como Padre; para que así, podamos ver en el otro a un hermano. No dejes que se pierda la armonía; evita todo lo que te haga perder la paz. Hay que luchar por recuperar la concordia; y si ya la tienes, no dejes que se pierda. Porque sin Dios y sin el otro, entonces estamos perdidos.
Cosas y Casos de la vida
Tradiciones paganas de año nuevo
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Por: P. Kino
Y
a falta poco para llegar al 2020 y comenzamos a pensar en tradiciones paganas al iniciar un nuevo año. Aclaro que pagana no es sinónimo de malas, pero sí, que nada tienen que ver con nuestra religión. Las doce uvas, y en cada campanada del reloj se van consumiendo una tras otra. ¿Para qué? Según algunos para la buena suerte en el año que comienza, cumpliéndose así proyectos. Recibir o regalar un calzón rojo o amarillo. Dicen que el rojo es para encontrar el amor de la vida, y el amarillo para la abundancia mo-netaria en el año que comienza. Salir a darle la vuelta a la manzana de la casa con una maleta. Según la interpretación de los supersticiosos es para que el año que comienza sea lleno de viajes.
Dame un abrazo Por: Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez
colunga46561@hotmail.com
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n mi viaje a Jerusalén tuve una experiencia peculiar. Nos tocó ir en la fiesta de los Tabernáculos, que se celebra a lo largo de 7 días en Israel (en septiembre y octubre) que rememora las vicisitudes del Pueblo de Israel durante su deambular por el desierto, y la precariedad de sus condiciones materiales simbolizada por el precepto de morar en una cabaña provisoria luego de la salida de la esclavitud de Egipto. Significa alegría o agradecimiento a Dios. La suerte de cada uno para el año que viene, será prosperidad.
Barrer la calle en la noche, según los “conocedores” es para que se vayan las “malas vibras”.
Ese día un judío nos dijo a los que andábamos por las calles dentro de la ciudad amurallada que le diéramos un abrazo; se nos hizo curioso que un judío nos pidiera eso y tal vez tenía que ver con la fiesta que se estaba celebrando.
En fin, hay muchas más tradiciones para comenzar el año nuevo. Pero yo creo que la mejor manera de hacerlo es ponernos en manos de Dios y de su santísima madre. Que hagamos proyectos reali-zables, pero con trabajo, que la abundancia material y espiritual no llega de “chiripada” o casualidad.
Buscando el significado de abrazar, es el acto de rodear con los brazos a alguien o hacerlo dos personas entre sí como muestra de afecto, cariño, felicitación, etc. Se realiza una breve expresión sobre la persona a la que es ofrecido dicho gesto. Los abrazos tienen duración variable y pueden realizarse con los brazos extendidos hacia la espalda.
Que el año 2020 sea de sentirnos más hermanos. Que luchemos todos por una paz social, comenzando por nuestras familias.
Pueden ser muestra de afecto pero también de condolencia ante una situación difícil. Con esto creo sin duda que un abrazo tiene variantes, expresa alegría, confianza, gusto, compañerismo, pero también apoyo, protección, compasión.
Pensemos no solo en la cena de fin de año, sino en ir también al templo a agradecer lo recibido en el 2019 y encomendar el 2020.
Viene a mi memoria que Juan Mann el inventor de los “abrazos gratis”, se sentía solo en Australia porque sus padres se habían divorciado, él se había separado de su prometida y su abuela había fallecido. Se le ocurrió el 30 de junio de 2007, dar abrazos en la calle Pitt Mall en Sídney, y esta expresión se hizo internacional.
Aunque faltan aún quince días para este acontecimiento, les deseo que pasen una feliz navidad y un próspero año nuevo. Dios les bendiga.
Los psicólogos afirman que por lo general el abrazo es asexual, y destacan que el contacto físico es necesario para el bienestar emocional. Un abrazo ayuda a calmar los nervios, aliviar tensiones, fortalecer la autoestima y a cargarnos de “buena vibra”. Un abrazo es un tesoro que muchas personas no reciben en su infancia por parte de sus padres o familiares y la consecuencia de dicha carencia puede afectar considerablemente su vida emocional. Si un niño nunca fue abrazado por su papá o su mamá puede desarrollar una profunda necesidad de contacto físico por parte de su entorno y sufrir si no lo consigue. Este cuadro de carencia afectiva es muy común y fácil de detectar aunque no es el único resultado de la falta de cariño en la infancia, contrariamente al ejemplo anterior el mismo niño puede volverse reacción a la cercanía física y dar la imagen de alguien frío y ajeno a sus sentimientos y emociones, aunque en su interior exista un dolor intenso que haya decidido encerrar en un cofre ante la imposibilidad de calmarlo.
- Buenas tardes Señor, soy el afinador de pianos. - Pero si yo no le he llamado. - Ya, ya, pero me hablaron sus vecinos.
Por lo tanto, te pido que ofrezcas un abrazo sincero a quien quieras. No sabes si esa persona tiene falta de cariño y con este gesto cálido, lo harás sentir bien. O simplemente así le demuestras que lo quieres. Hasta la próxima…
Cantad al Señor
Construir, Cultivar, Conquistar Por: Pbro. Memo Gil
Prudencia y Audacia
E Las partes cantadas de la Misa II P. José Abdías Martínez Martínez
Las que corresponde cantar a toda la asamblea Las partes que canta toda la asamblea se reparten a lo largo de la propia estructura de la celebración que se compone de dos momentos principales: Liturgia de la Palabra y Liturgia Eucarística, que forman un solo acto de culto, junto con los Ritos iniciales y el Rito de conclusión que dan apertura y cierran, respectivamente, la celebración. Dentro de este esquema celebrativo, las partes que corresponde a la asamblea y los mi-nistros son:
“Yo doy mi vida por mis ovejas (...) nadie me la quita, yo la doy voluntariamente”. (Jn 10,15.18) “Sean prudentes como serpientes y sencillos como palomas”. (Mt 10,16) “Estén siempre listos para hacer el bien y para evitar el mal”. (Rm 16,19)
s probable que a veces la virtud de la prudencia sea entendida como aquella actitud que nos ayuda a no meternos en problemas. Porque es preferible mantener una “prudente” distancia ante ciertas situaciones, pero no como una medida cautelar, sino sólo para no vernos comprometidos. Pues es más cómodo que seamos considerados “prudentes” y que otros se arriesguen aún en aquello en lo que nosotros también saldremos beneficiados. La prudencia, entendida así, no refleja su verdadero sentido e identidad. Pues más bien lo que hay detrás es cobardía acompañada, por lo general, de una buena carga de hipocresía también. Esta “falsa prudencia”, por llamarla así, es lo que hace que haya tantas personas que van salvando obstáculos y situaciones difíciles a costa de los demás, aunque pierdan el aprendizaje y el crecimiento personal que deja el haberse arriesgado, si así lo hubieran hecho. Y es que, ser prudente no quiere decir evitar meterse en problemas únicamente. Quien es prudente sabe darse la oportunidad de ser paciente, de tomar en cuenta factores y situaciones, estudiarlos y reflexionar su reacción. Pero siempre hay que actuar de acuerdo a lo que la debida prudencia aconseje. Y es entonces que la prudencia se conjuga con la audacia. Pues quien asume prudentemente una cierta actitud ante la vida y lo que la vida le depara, sabe
El Santo de hoy
Ritos iniciales: • Canto de Entrada • Señor, ten piedad (Kyrie, eleison) • Gloria Liturgia de la Palabra: • Canto interleccional (Salmo responsorial) • Aclamación del Aleluya • Aclamación al Evangelio • Credo (Profesión de fe) • Oración Universal Liturgia Eucarística: • Presentación de los dones • Santo • Aclamación al memorial (anámnesis) • Amén solemne de la Doxología • Padrenuestro • Aclamación al embolismo • Cordero de Dios (Agnus Dei) • Canto de Comunión Rito de conclusión: El canto de despedida ya no forma parte de la celebración litúrgica. La cantidad de cantos que se deben seleccionar depende de varios factores, como si se trata de una celebración en Domingo o día feriado; el Tiempo Litúrgico (Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua, Tiempo Ordinario), las preferencias del celebrante y momentos que se quiere destacar de la celebración, la cultura donde se encuentre la asamblea.
ser también audaz en su actuación. La audacia es la virtud de los valientes. El ser valiente exige saber ser audaz ante los desafíos y pruebas que se presenten. Así, aún actuando con un gran ímpetu de valentía, esa audacia se hará evidentemente presente, partiendo de la debida prudencia. San Agustín dice que: “la prudencia es un amor que elige con sagacidad”. Y Santo Tomás de Aquino habla de la prudencia como: “una virtud que se refiere a los medios y nos dice cómo debemos hacer lo que debemos hacer”. Entonces, todo nos queda más claro. Pues la prudencia no es esa extraña forma de comodidad que nos invita a dejar de hacer lo que debemos hacer. Por eso, aparece como alguien egoísta el que prefiere no tener problemas a cumplir con su deber. No hay entonces justificación para dejar de hacer lo que se debe hacer. Hay que saber contar con la audacia, eso sí, de reflexionar cómo encontrar los mejores modos de hacerlo. De este modo, no se es prudente sólo por atender a lo prohibitivo de una orden. Hay que refle-xionar debidamente ante lo que es mejor de acuerdo a lo que la orden prohíbe. Hay que analizar el cómo y cuándo actuar de acuerdo a determinadas órdenes. Sobre todo, apegados siempre a la verdad, que siempre debe ser dicha, sólo que hay que reflexionar con seriedad sobre el modo y la ocasión de decirla.
San Pedro Canisio, Doctor de la Iglesia
21 de diciembre
S
an Pedro Canisio fue un teólogo jesuita holandés declarado Doctor de la Iglesia, llamado “el segundo evangelizador de Alemania” después de San Bonifacio, así como el “martillo de los herejes” debido a que criticaba los errores de los protestantes con claridad y elocuencia.
Es venerado como uno de los creadores de la prensa católica y el primero de muchos escritores prestigiosos de la Compañía de Jesús. Nació en Nimega, Holanda en 1521. A los 19 años, consiguió la licenciatura en teología, y para complacer a su padre se especializó en derecho. Sin embargo, tras realizar algunos ejercicios espirituales con San Pedro Favro, que era compañero de San Ignacio de Loyola, se entusias-mó por la vida religiosa y prometió a Dios hacerse jesuita. Fue admitido en la comunidad y los primeros años de religioso los pasó en Colonia, Alemania, dedicado a la oración, el estudio, la meditación y la ayuda a los pobres. Fue muy caritativo y amable con las personas que discutían con él, pero tremendo e incisivo con los errores de los protestantes. Pedro Canisio tenía una especial cualidad para resumir las enseñanzas de los grandes teólogos y presentarlas de manera sencilla para que el pueblo pudiese entender. Logró redactar dos Catecismos, uno resumido y otro explicado. Estos dos libros fueron traducidos a 24 idiomas y en Alemania se propagaron por todo el país. En los treinta años de su incansable labor de misionero recorrió treinta mil kilómetros por Alemania, Austria, Holanda e Italia. Parecía incansable, y a quien le recomendaba descansar un poco le respondía: “descansaremos en el cielo”. Fundó colegios católicos en muchas ciudades de Alemania para formar religiosamente a los alumnos. Además, ayudó a establecer nume-rosos seminarios para la formación de los futuros sacerdotes en el país. Falleció en Friburgo el 21 de diciembre de 1597 después de tener una visión de la Virgen María. El Papa Pío XI, después de canonizarlo, lo declaró Doctor de la Iglesia en 1925.
07 Por Luis Marino Moreno Flores
Pequeños pasos
Largo camino
P. Jose Marins y su equipo Sociedad Argentina de Teología 2018
E
ste libro es fruto de muchos viajes mi-sioneros -a lo largo de 50 años, unas dos vueltas del mundo– del P. José Marins y su equipo. Recoge los apuntes, reflexiones y experiencias de los miembros del equipo, las voces de muchos profetas que hemos encontrado en diversas partes del mundo, así como historias de muchas personas, que nos contaron lo que habían vivido y cómo se transformó su corazón para siempre Si te preguntas ¿qué es la CEB?, la respuesta está en cada página. El libro tiene cuatro estaciones, que reflejan los momentos eclesiales desde el Vaticano II hasta nuestros días: primavera, verano, otoño e invierno. Las críticas de un modelo de Iglesia que no se compagina con el espíritu del Vaticano II y de los documentos del episcopado latinoamericano, están hechos con conocimiento, con dolor y con mucho amor. Desde las primeras páginas te sentirás enganchado a estas historias y reflexiones que, sin duda, también tienen mucho que ver con tu propia vida y la de tu comunidad. En ellas encontrarás mucho humor, emoción y desafíos.
J
osé Marins es un sacerdote brasileño considerado un experto en Comunidades Eclesiales de Base (CEB) y desde hace más de cuarenta años visita distintos países del mundo para animar, acompañar y respaldar esta actividad eclesial que surgió en la década del cincuenta en Brasil, y que desde allí se fue extendiendo a los países de América Latina y luego a los otros continentes. Marins nació en 1932 y estudió teología en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma. Entre 1973 y 1979 fue consultor del Pontificio Secretariado para la Unidad de los Cristianos.
Iglesia Universal CIUDAD DEL VATICANO.- El 12 de diciembre el Papa Francisco celebró una Misa en honor de la Virgen de Guadalupe, en la Basílica de San Pedro en el Vaticano. La celebración eucarística comenzaó a las 6 de la tarde y estuvo precedida por el rezo del Santo Rosario. Cabe señalar que el 12 de diciembre de 2011, en el contexto de la conmemoración de las independencias de los países de América Latina, el Papa Benedicto XVI aceptó celebrar por primera vez durante su pontificado, esta fiesta en la basílica de San Pedro y en 2014, el Papa Francisco expresó su deseo de celebrar nuevamente la eucaristía en honor a “la morenita del Tepeyac”. CUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco presidió este domingo 8 de diciembre el rezo del Ángelus en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María y alentó a que esta fiesta “nos ayude a hacer de nuestra vida un ‘sí’ a Dios, un ‘sí’ hecho de adoración a Él y de gestos cotidia-nos de amor y de servicio”. En su reflexión habitual previa al rezo del Ángelus, el Santo Padre recordó que la Solemnidad de María Inmaculada se sitúa en el contexto del Adviento “tiempo de espera” porque “Dios cumplirá lo que ha prometido” pero en la fiesta de hoy se anuncia algo “que ya se cumplió, en la persona y en la vida de la Virgen María”. CIUDAD DEL VATICANO.- En el día en que la Iglesia celebra la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, el Papa Francisco nombró al Cardenal Luis Antonio Tagle como nuevo Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos; y al Cardenal Fernando Filoni, que se desempeñaba en ese cargo, como nuevo Gran Maestro de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén. ROMA.- El Papa Francisco rezó a la Virgen, como cada 8 de diciembre, en la popular Plaza España de Roma, donde se encuentra el monumento a la Inmaculada Concepción, cuya Solemnidad se celebró el domingo pasado. El Santo Padre llegó a la Plaza a las 3:50p.m. (hora de Roma) después de haber ido a la Basílica de Santa María la Mayor, donde rezó brevemente ante el ícono de la Salus Populi Romani, patrona y protectora del pueblo romano. A su llegada, el Pontífice bendijo a los fieles congregados en la Plaza y después se cantaron las letanías a la Virgen.
Iglesia de México MÉXICO.- Wal Flores, un joven que dejó atrás el estilo de vida homosexual, hizo un llamado a los legisladores mexicanos a no promover ni aprobar leyes que sancionen las terapias que dan atención a personas con atracción al mismo sexo. En un video difundido por la plataforma mexicana Conciencia y Participación (ConParticipación) Wal criticó una iniciativa que busca penalizar en el estado mexicano de Jalisco a quienes brinden terapias de reorientación a personas con atracción al mismo sexo o les ayuden a recibirlas. MÉXICO.- Mujeres y hombres debemos ser educados y formados, desde la infancia y a lo largo de toda la vida, en el respeto y la complementariedad, y en este sentido, la familia es fundamental”: lo subrayan los obispos de México, abordando el tema de la violencia contra las mujeres, que califican como “degrado de la humanidad” MÉXICO.- La crisis económica, familiar, de valores, así como la violencia que se vive en México, fueron los detonantes para que surgiera la cruzada Rosario por México, la cual motiva a las personas a rezar diariamente el Santo Rosario para cambiar esta realidad. Entre el 11 y el 12 se motivó para que alrededor de 12 millones de personas rezaran el Santo Rosario. Esta es una iniciativa que ya había surgido antes y se pretende que esta sea permanente.
Iglesia Potosina SAN LUIS POTOSÍ.- Como la patrona de América, la amorosa imagen de la Virgen de Guadalupe se encuentra en montañas y caminos solitarios, así como en templos erigidos para su devoción, como es el caso de la Basílica Menor de Guadalupe en nuestra Ciudad de San Luis Potosí. Tal como ocurre en el Tepeyac, nuestro Santuario es motivo de frecuentes peregrinaciones, grupos, movimientos, empresas, parroquias, barrios; y en su atrio también es frecuente ver a grupos de danzantes así como de un gran número de personas que peregrinan haciendo el rezo del Santo Rosario dedicado a la Morenita. SAN LUIS POTOSÍ.- Ante la cercanía de la Navidad, el Arzobispo Don Jesús Carlos Cabrero, comentó que el misterio de la Navidad que se celebrará en pocos días, puede alentar a los católicos a dar testimonio de Jesucristo ante las circunstancias que vivimos en nuestro México: “En esta Navidad, al contemplar el nacimiento en nuestros hogares, en los templos, nos maravillemos una vez más del misterio de amor que significa contmeplar la ternura del Niño Jesús que ha venido a nosotros en la humildad de nuestra carne.
“Yo Soy Conchita Armida”
08
Parte XXXIX
Llama de amor viva _ Padre, tenga la bondad de confesarme. - Ahora no puedo, señora, vea que estoy ocupado leyendo, puede retirarse. _Padre, yo se lo suplico, quiero hacer con usted confesión general.
Las obras del Cristo
Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez
2 Juan el Bautista oyó hablar en la cárcel de las obras de Cristo, y mandó a dos de sus discípulos para preguntarle: 3 «¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?». 4 Jesús les respondió: «Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven: 5 los ciegos ven y los paralíticos caminan; los leprosos son purificados y los sordos oyen; los muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres. 6 ¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de escándalo!». 7 Mientras los enviados de Juan se retiraban, Jesús empezó a hablar de él a la multitud, diciendo: «¿Qué fueron a ver al desierto? ¿Una caña agitada por el viento? 8 ¿Qué fueron a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que se visten de esa manera viven en los palacios de los reyes. 9 ¿Qué fueron a ver entonces? ¿Un profeta? Les aseguro que sí, y más que un profeta. 10 Él es aquél de quien está escrito: “Yo envío a mi mensajero delante de ti, para prepararte el camino”. 11 Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él (Mt 11,2-11).
D
el desierto a la prisión, ése fue el itinerario de este potente profeta: Juan Bautista. El cual fue arrestado porque no calló la palabra de Dios. Siendo de familia sacerdotal no se apoyó en el sacerdocio, ni en sus atuendos. Predicó lo que Dios le dictaba, poniendo en riesgo su vida, de hecho en la cárcel será decapitado. Ése es el profeta del que Jesús afirma: no ha nacido ningún hombre más grande que él. Su grandeza mayor es la de presentar a Jesús ante el pueblo. Esta pieza evangélica, incorporada a los Evangelios de San Mateo y de San Lucas únicamente, parte de una pregunta de alguien que ya no puede “verificar” por sí mismo, por estar encarcelado, pero se vale de sus discípulos para preguntar: eres tú el que ha de venir o hemos de esperar a otro. No obstante, la figura del Bautista es secundaria, la pretensión principal es la de hacer notar “las obras del Cristo”, pero sobre todo su identidad, es decir, dar a conocer quién es el Cristo y cuales son sus obras, concretamente lo que hace y lo que dice. Esto queda manifiesto en la respuesta de Jesús, el cual resume diciendo: Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven. Según los exégetas, el oír se refiere al sermón de la montaña y el ver se refiere a sus obras de compasión,
concretamente a los milagros realizados en los capítulos 8 y 9 de este mismo evangelio.
Al terminar el padre se ofreció bondadosamente a dirigirme, hacerme avanzar en el camino que deseaba. Había sonado la hora de las misericordias. Me ordenó que escribiera todo lo que me había pasado antes y que en lo sucesivo escribiera diariamente mi Cuenta de Conciencia. Él leía todo, me hacía muchas preguntas, no he visto padre más incrédulo tratándose de cosas extraordinarias. _Ayer estuve leyendo tus papeles casi todo el día, Concha. No encuentro nada que no sea de Dios. Te digo esto para que te afiances. Te hablo con sencillez y sinceridad. En la sustancia, todo y toda eres de Dios. No dudes. Mi fin es dirigirte para crucificarte. A ti te destina Jesús para el dolor y el amor, dolor con Cristo doloroso, amor con Cristo amoroso. Este es le carácter distintivo de tu espíritu. Al poco tiempo, el padre Mir me dijo que había hecho voto de dirigirme hasta la muerte, hasta la eternidad. Yo, a mi vez, hice voto de no cambiar de director mientras viviera, observar fielmente sus consejos y comunicarle todo lo que sintiera.
Las curaciones mencionadas son, de alguna manera, un resumen de todas sus curaciones y, según los comentaristas, van de lo menos a lo más difícil de curar: un leproso, un ciego y un muerto. Por otro lado, aquí se resume su predicación como el anuncio del Evangelio a los pobres. En la pregunta del Bautista no existe duda, tampoco se esconde una expectativa mesiánica distinta a lo que Jesús está realizando, de hecho, según lo da a entender la historia, la respuesta de Jesús le bastará al Bautista para confirmar que ése, de quien escucha semejantes cosas, es el Cristo. El Cristo tiene una manifestación y dicha manifestación son sus obras. Su predicación es lo que más se destaca. A los discípulos de Juan les dice que vayan a contar lo que han oído y visto. Aquí se ha de notar la jerarquía del orden, primero “lo que le han oído decir” y luego lo que le han visto hacer. Y, en el momento de especificar sus o-bras, su predicación aparece en segundo lugar, no es un segundo lugar de importancia, sino un segundo lugar de culminación, así como los milagros son enumerados del menos al más difícil de curar.
Texto tomado del libro “Yo Soy Conchita Armida” por Mons. Antonio Peñalosa
Celebrando al Señor
¡Pónganse en camino!
El domingo de la alegría
Discípulos misioneros
Pbro. Rafael Quintá
S
Historia del Adviento P. Pedro Mexquitic Arredondo
E
l tiempo de Adviento es uno de los elementos más tardíos del año litúrgico. Según parece, surgió en España-Galias a finales del siglo IV, como respuesta al deseo allí sentido de dedicar unos días a preparar las fiestas de Navidad y Epifanía. Según el Concilio de Terragona, del año 380, durante 21 días, a partir del 17 de diciembre, los fieles deben acudir diariamente a la Iglesia. Otros Concilios de las Galias precisarán que los monjes deben ayunar todos los días del mes de diciembre hasta Navidad (Tours, año 562) o los lunes, miércoles y viernes desde San Martín (11 de noviembre) hasta Navidad (Macon año 481). El tiempo de Adviento tuvo pues, un origen ascético, penitencial; hasta el extremo de ser considerado en España y las Galias como una semicuaresma. La Liturgia Romana, que introdujo el Adviento en la segunda mitad del siglo IV, adoptó una posición muy distinta, pues lo concibió como un tiempo de gozo y esperanza ante la venida del Señor. Esta característica se conservó incluso cuando, más tarde, se introdujeron elementos penitenciales. La duración varió según los lugares: 6/5 semanas (España, Galias, Milán), 2 semanas (Bizancio), 4 semanas (rito siro-oriental). En Roma fueron 6 semanas al principio, y más tarde 4. San Gregorio Magno organizó definitivamente el ad-viento romano en cuatro semanas.
Durante algún tiempo, Adviento fue objeto de una doble interpretación: días que preparan a la manifestación histórica de Cristo (primera venida) o etapa que resalta la expectación de la última venida del Señor al fin de los tiempos (segunda venida). En Occidente se impuso la idea de que es un tiempo de expectación ante Navidad (nuevo nacimiento de Cristo en el misterio litúrgico), mediante la asimilación de los sentimientos que tenía el pueblo elegido mientras esperó al Mesías, y la actualización de los sentimientos cristianos de anhelo del retorno del Señor; es decir, una síntesis armónica de expectación ante la venida histórica y escatológica de Cristo. Según el Calendario Romano actual, “el tiempo de Adviento tiene una doble ca-racterística: es el tiempo de preparación a las solemnidades de la Navidad – en las que se conmemora la primera venida del Hijo de Dios a los hombres – y, a la vez, el tiempo en el cual, mediante este recuerdo, las mentes se dirigen a las expectativas de la segunda venida de Cristo al final de los siglos. Por este doble motivo el Adviento se presenta como tiempo de la gozosa y devota expectativa” (n. 39). “El Adviento comienza con las primeras vísperas del domingo más próximo al 30 de noviembre y termina antes de las primeras vísperas de Navidad. Los domingos se llaman I, II, III y IV de Adviento. Las ferias comprendidas entre el 17 y 24 de diciembre inclusive se ordenan de un modo más directo a preparar la Navidad” (CR, nn. 40-42).
aludos queridos discípulos misioneros. En esta semana, que es ya la tercera del Tiempo del Adviento, estamos celebrando el “domingo del gaudete”, o de la alegría. La liturgia del domingo nos dice en la antífona de entrada: ¡Estén siempre alegres en el Señor, se los repito, estén alegres, Él Señor está cerca! En esta fecha se permite el color rosa como signo de gozo, y la Iglesia invita a los fieles a alegrarse porque ya está cerca el Señor. En la Corona de Adviento se enciende la tercera llama, la vela rosa. En el Evangelio hay algo que nos llama fuertemente la atención. Es Juan, a quien escuchamos la semana pasada invitando a la conversión y siendo la voz que clama en el desierto; ahora lo encontramos encarcelado y con una fuerte duda sobre Jesús, la cual, tiene un acento impresionante, pues manda a los suyos a preguntar: “¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?” La respuesta de Jesús a los cuestionamientos de Juan, es una respuesta que debe llevarlo a la contemplación, a la interiorización en el ser humano sobre la acción de Dios en el actuar en el mundo: “Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyen-do: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!” (cfr Mt 11, 2-11). Ésta es la Alegría de quien se ha encontrado con Jesús, sabe que la vida no puede ser igual, rompe nuestros esquemas y nos lanza a nuevas experiencias, experiencias divinas y sagradas. ¡Ésta alegría es la que como Iglesia anunciamos! La obra de Jesús, del Dios con nosotros que nos hace partícipes de su eternidad. Es por ello que como discípulos misioneros estamos invitados a dar testimonio de la fe y de lo que hemos visto y oído de nuestro Señor Jesucristo… pues es Cristo, la mejor respuesta para el hombre de hoy. ¡Queridos discípulos misioneros! No dejemos que las situaciones adversas, los problemas y preocupaciones de la vida nos roben la alegría que nos trae Jesús. No se trata de una alegría meramente superficial o emotiva, ante algo que nos impresiona o llame nuestra atención; sino de una alegría profunda, que nos toca en lo más íntimo de nuestro ser; porque su verdadero motivo no está afuera sino dentro de nosotros. Es la alegría de sentirse salvados por Cristo, que nos sale al encuentro y nos arranca de los poderes del mal y de la muerte. Tratando de conjuntar un poco las lecturas de hoy, podemos decir que: • El Profeta Isaías nos alienta, pues nos dice que el júbilo de apodera de las personas y de las cosas y trasforma toda la creación. • Jesús se presenta ante Juan, cuando le manda decir lo que anteriormente mencionamos, como Mesías salvador y liberador; encontramos una serie de verbos, de acciones: los ciegos ven, los cojos andan, etc. • La invitación del Apóstol Santiago: tener paciencia, actitud por medio de la cual hay que saber esperar la venida del Señor. Y como decían en cierto programa de la televisión: ¡Y que venga la Alegría!
Fraile es ordenado Sacerdote
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Por: Carmen Trejo
“Prediquemos siempre el evangelio y si es necesario, utilicemos las palabras”. Sn Francisco
l pasado sábado 7 de diciembre la comunidad franciscana estuvo de manteles largos ya que Álvaro Pérez Castro, miembro de la orden de frailes menores fue ordenado sacerdote. Fray Álvaro una vez revestido con el ornamento sacerdotal recibió el cáliz mismo que momentos más tarde utilizó para ser partícipe por primera vez como sacerdote de la celebración eucarística. El neo sacerdote fue ungido con el Santo Crisma en las manos por el Sr. Arz. Jesús Carlos, quien le dio la bienvenida a la familia clerical, le impuso las manos y lo recibió con un abrazo al igual que los demás miembros del presbiterio. Muchas felicidades y que Dios le bendiga en el ministerio sacerdotal.
Coronación a la Virgen de la Inmaculada Concepción, en Loma de los Filtros
E
l pasado 07 de diciembre con motivo de la fiesta patronal en la Capilla de la Inmaculada Concepción ubicada en Loma de los Filtros, se dieron cita los feligreses de la comunidad parroquial de Morales y sus alrededores para presenciar la coronación a la Santísima Virgen, el Pbro. Juan Carlos Huerta Párroco de Nuestra Señora de los Dolores fue quién llevo a cabo la ceremonia donde fue nombrando cada uno de los elementos ofrecidos a María, uno a uno los padrinos se postraron ante Ella, para hacer sus plegarias y entregarle además de la corona, un ramo de flores como símbolo de pureza y belleza, un rosario como símbolo de los misterios ofrecidos, el perfume como esencia de la naturaleza y el incienso como nube ascendente símbolo de oración.
Por: Mario Escobar
Domingo 15 de diciembre de 2019
Fiesta en honor a la Virgen María de la Medalla milagrosa
Por: Luis Francisco Ramírez
L
os días 25, 26 y 27 de noviembre la comunidad de San Antonio en Arroyos, la Pila, celebró un triduo en honor a la Virgen María en la devoción a la medalla milagrosa, una tradición de muchos años, por medio de la cual agradecemos a María Santísima que nos cuida y bendice. El primer día, cinco niños recibieron, dentro de la Santa Misa, la imposición de su sotana de monaguillos y el Padre Quintá les exhortó a vivir alegremente su tarea y función en el altar. El segundo y tercer día fueron muy especiales, pues el Padre Ismael habló sobre la importancia del amor a María; además de que el día 27 fue ofrecida la oración y Eucaristía por el Padre Ismael Nava, nuestro párroco quien cumplió siete años de haber sido ordenado sacerdote. Gracias a la gente de nuestro pueblo por seguir haciendo de nuestras tradiciones un momento grande de fe.
XVII Aniversario Parroquial de la Inmaculada Concepción de María, Delegación de la Pila
Por: Ángeles Castillo
E
l pasado 30 de noviembre la comunidad de la Pila celebró su XVII aniversario de haber sido erigida Parroquia. La manera de agradecer a Dios fue mediante la Celebración Eucarística, misma que fue presidida por nuestro Párroco el Pbro. Lic. Ismael Nava y concelebrada por nuestro vicario el Pbro. Rafael Quintá. La cita fue en punto de las 7:00 pm en la Parroquia, donde todos los grupos, movimientos y asociaciones se reunieron para participar de la Misa de Acción de Gracias; algunas comunidades presentaron un signo que los identifica y lo ofrecieron como parte de la comunidad parroquial. Durante la celebración se agradeció a Dios por éstos 17 años del caminar
como parroquia y se recordó a quienes han acompañado a la comunidad a lo largo de esta experiencia parroquial. Gracias a las comunidades que pertenecen a la parroquia: El Gato, Cerritos, Arroyos, La Cantera, Terrero Sur, La Noria, San Isidro y la Col. Zapata; así como a los sacerdotes que han acompañado el caminar de este pueblo: Pbro. Felipe Gutiérrez (1er párroco); Pbro. Antonio Torres (2do. Párroco); Pbro. Eleuterio Martínez+ (3er párroco); Pbro. Rafael Hernández (4to párroco). Al terminar la misa se realizó un pequeño convivio, se hizo un brindis y se partió el pastel. ¡Felicidades a nuestra Parroquia!
Festividad de la Inmaculada Concepción de María (Colonia Himno Nacional 2ª Sección)
C
on mucha fe, alegría y con actividades religiosas y culturales, los fieles de la Parroquia Inmaculada Concepción de María, ubicada en la Colonia Himno Nacional 2ª. Sección, celebraron su fiesta patronal el pasado domingo 8 de diciembre. Recibieron al Sr. Arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero, para presidir la Eucaristía junto con el Párroco Pbro. Julio Sánchez y el Diacono permanente Juan Hernández. En la homilía Mons. Cabrero incitó a los asistentes a tener en cuenta que un proyecto de Dios fue ocuparse de los más olvidados, el proyecto de Dios es amor, porque el Señor nos ama, y nos quiere bien para vivir en santidad. No perdamos esa fe, esa confianza que hoy nos ofrece Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de María, quien forma parte del proyecto de Dios y quien siempre intercede por los hombres. ¡Que María la llena de gracia interceda por nosotros!
Por: José Martín Tovar Villanueva
Nuevo Párroco en San José, Col. Reyitos
Por: Alberto López Serna
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l pasado 4 de noviembre la Parroquia de San José en la colonia los Reyitos, recibió a su nuevo Párroco, el Pbro. Francisco Rocha de los Santos.
La recepción fue cerca de la Capilla de San Juan y caminaron de allí hacia la parroquia, donde con mucha alegría la feligresía dio la bienvenida a su nuevo Pastor. La Misa de toma de posesión fue acompañada por el Pbro. Lic. Gerardo Vaglienty, Vicario General de la Diócesis, quien a nombre del Sr. Arzobispo Don Jesús Carlos Cabrero Romero entregó la Parroquia y le alentó en su nueva tarea y misión de la Iglesia: Dirigir y acompañar; enseñar y formar; santificar y celebrar con el pueblo el grande misterio de la fe. ¡Bienvenido Padre Francisco Rocha a su nueva Parroquia!
Cáritas celebra 40 años en San Luis Potosí
Por: Carmen Trejo
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l pasado 6 y 7 de diciembre Cáritas celebró su 40 aniversario con foros, paneles, conferencias, y más actividades. Jesús Carlos agradeció y reconoció el arduo trabajo que Cáritas ha realizado desde su fundación en 1979, teniendo como objetivo brindar la ayuda a los más vulnerables; del mismo modo la dedicación y entrega del Pbro. Roger Méndez quien dio inicio con esta labor de ayuda social hace 40 años. “Ser y quehacer de la pastoral social y Cáritas: Una mirada a los países de Latinoamérica y de México”, “Ser y quehacer de las dimensiones de la Pastoral Social que interpeladas trabajan en su realidad local”, “Respuesta de la Pastoral Social y Cáritas a los desafíos en la atención a la insuficiencia renal crónica en San Luis Potosí” y “Compartiendo experiencias de trabajo de la Pastoral de Cuidado de la Creación en México. Fueron de los temas que se compartieron a lo largo de los dos días de celebración.
Esta conmemoración concluyó con una celebración eucarística presidida por el Pbro. Rogelio Narváez, Secretario Ejecutivo de Cáritas Mexicana, en compañía del Pbro. Luis Santiago Flores, Vicario General, el Pbro. Rolando Maldonado, Director de Cáritas S.L.P y el Pbro. Jorge Aguilar, Encargado de la Pastoral de la Salud. El Secretario Ejecutivo de Cáritas Mexicana, exigió a los asistentes ser una Iglesia pobre para los pobres, y trabajar mucho para ser humildes, sencillos y pobres para dar de corazón y con humildad lo mejor para la sociedad tan dañada que se viven en estos tiempos. Muchas felicidades a Cáritas por sus 40 años, a todos los que han formado parte de este proyecto y a los hacen posible esta labor social.
Domingo 15 de diciembre de 2019
La pregunta salvadora
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Por: Juan Jesús Priego
Desaparecer. ¡Qué atractiva nos parece esta palabra en los momentos de mayor desconsuelo! Nuestro padre está molesto con nosotros, tal vez incluso resentido por algo que hemos hecho sin su permiso o sin su aprobación; las personas que más queremos se han alejado y no sabemos dónde están, ni si aún significamos algo para ellas; hemos perdido el trabajo, y ya nada parece tener sentido. Es entonces cuando pronunciamos la palabra terrible: “Desaparecer”. “¡Ah –gemimos-, si yo pudiera irme lejos, lejos: al otro mundo!”. Saber que, en dado caso, podríamos retirarnos en silencio de esta vida que tan mal nos ha tratado es algo que, quién sabe por qué, de alguna manera nos aquieta y tranquiliza. Desaparecer, sí; pero, ¿y luego? Ah, sería preciso responder honradamente a este pregunta: “¿Y luego, qué?”. He aquí una pregunta verda-deramente seria. Me decía hace poco un marido engañado: -Nunca pensé que mi mujer fuera capaz de hacerme esto. ¡A mí, a mí, que tanto la quería! Ahora lo único que deseo es morirme. ¡Enamo-rarse de otro! ¿Pero sabe usted lo que esto significa? Independientemente de lo que esto significara, yo trataba por todos los medios de ha-cerle ver que, después de todo, con su muerte no solucionaría nada. -¿Piensa usted –le dije- que su esposa, al ver su cadáver en el ataúd, se morirá de pena? Tal vez se la imagine usted en el velatorio diciéndose a sí misma estas palabras u otras parecidas: “¡Dios mío! ¿Por qué tuve que hacerle esto a mi marido?”, y jalándose los cabellos en gesto evidente de arrepentimiento y desesperación. Pero, ¿es seguro que lo diga?, ¿es seguro que lo haga? ¡No es nada seguro! Si, como usted dice, ella está enamorada de otro, lo más que cabría esperar es que viese el cadáver de usted con cierta frialdad y hasta exclame para sus adentros: “¡Este infeliz! Se ha suicidado únicamente para hacerme sentir mal. ¡Pues bien, no le daré ese gusto!”. Recuerde que la gente enamorada no piensa en nada que no sea el objeto de su pasión. El hombre se me quedó mirando. Estaba asustado. -Bien –seguí diciéndole-, usted ya está muerto. Supongamos que yo me equivoco y, en verdad, su esposa llora desconsoladamente. Pero pasan las semanas y los meses: ¿y luego? Y luego ella volverá a ver a su amante y se consolará con el calor de sus manos. Se ocultará, indefensa, en su regazo. ¡Ha llorado tanto en los últimos días que bien merece este pequeño consuelo! Y se besarán. Y él, su rival –estamos hablando del rival de usted, no se le olvide-, secará sus lágrimas, y la tomará de la mano y la conducirá a algún sitio oculto donde puedan ambos estar en paz… ¡Usted sabe lo que quiero decir! Y, mientras tanto, usted estará tres metros bajo tierra. ¡En todo caso, ya no será un estorbo para esta relación ilícita! Ahora ella es libre, puesto que usted ha desertado, quitándose de en medio… El hombre no me quitaba los ojos de encima. De pronto, sonrió. Era una sonrisa débil, mecánica: no de alegría, pero sí de comprensión, de entendimiento. -Tiene usted razón –me dijo, por fin-. No
le daré a esos tipos el gusto de verme muerto. Yo suspiré aliviado. Una vida estaba salvada. Y todo gracias a esta pregunta siempre oportuna: “¿Y luego?”. En La primavera de la vida, la novela del escritor ruso Nicolás Garin, hay un pasaje en el que el pequeño Artemy Nicolayevich (o sea, Tioma) quiere morirse porque ha reprobado tres materias en el liceo y sus padres lo han reñido con dureza. “El tono de su padre lo hizo sentirse desgraciado. ¡Era un gandul, un embustero, un desaplicado que merecía el desprecio! No había nada, nada en absoluto que pudiera realzarlo ante sus propios ojos. ¿Qué hacer? ¡Ah! ¡Si pudiese hallar un remedio! “Tioma se anima súbitamente. Ha encontrado la solución. Va a morir. Sí, va a morir. Sólo le falta esto: acabar para siempre con su triste vida. ¡Oh, qué idea! Una satisfacción vivísima invade el corazón de Tioma. Ya no se siente abatido. Ya está resuelto el problema. Piensa en el efecto que causará su muerte. Llegan a su cuarto: él ya está muerto. En lugar de Tioma encuentran un cadáver ya frío. Se arrojarán sobre él, gritarán, le llamarán; pero todo será inútil. Sí, él era un mal muchacho, pero con su muerte ha expiado todos sus crímenes. Mamá y papá llorarán amargamente sobre su cadáver”. ¡Ahora sí que sus padres van a sentirse culpables por haberlo tratado tan duramente! ¡Ahora sí que recibirán su merecido por ser tan intolerantes y tan de piedra! Pero, ¿y luego? Sí, sus padres llorarán todas las lágrimas del mundo, pero él ya no podrá sentirlas caer sobre su pecho, ni oirá los gritos de sus hermanos. ¡Será, entonces, como si realmente no lloraran! No, no: él quiere que lloren, que giman, que se desesperen, pero al mismo tiempo quiere verlos llorar, gemir y desesperarse. “Pero si ya estará muerto, ¿cómo podrá verlos retorcién-dose de dolor? Tioma, el pobre Tioma, ya murió. ¿Y luego? Luego lo enterrarán y se quedará solo en la tumba fría, bajo la tierra, entre miles de muertos que no conoce. ¡Estará solo durante noches y días, y la vida seguirá su curso! Sus hermanos, sus hermanas vivirán, se pasearán en el amplio carruaje familiar, irán en canoa a pescar truchas, mientras que él, Tioma, no existirá ya, y nunca más podrá volver a la tierra. “Tioma se estremece. Por primera vez piensa seriamente en la muerte, y ésta se presenta ante él horrible, abominable. ¡No! ¡No! ¡Eso no!”. Bien hecho, Tioma. Has hecho bien en preguntarte a ti mismo: “Pero, ¿y luego?”. Querías desaparecer tras aquella severa reprimenda; pero, ¿y luego? ¿Y luego qué iba a ser de ti? Sin saberlo, querido amigo, te has hecho a ti mismo la pregunta de los sesenta y cuatro mil: la pregunta tal vez más importante de toda la filosofía: una pregunta, como ya has visto, realmente salvadora: “¿Y luego?”.
Sigamos siendo las manos
de Dios en
la tierra
“Son cuarenta años ya, es una oportunidad para dar gracias por las bendiciones recibidas a lo largo de tantos años, y porque ha sido un instrumento de misericordia, entendida como la forma de amor gratuito que se deja impactar por la situación de desventaja del otro y se compromete a ayudarle” Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero. Sin duda alguna mencionar a cada persona que ha sido parte de esta gran labor sería una tarea complicada, en donde ni juntando todas las ediciones de La Red en sus diez años en texto terminaríamos, solo queda dar las gracias a cada uno de los que han pasado por alguno de nuestros programas, colaboradores, voluntarios, bienhechores, empresarios, presbíteros, laicos, religiosas, religiosos. Es un gracias a ti, que en tu oración están presentes los hermanos migrantes, un gracias a ti, que acudes a llevar tu ropa y despensa en los contenedores de CEDONA, gracias a ti, que colaboraste comprando un bono donativo, gracias a ti, que has hecho testimonio vivo el Evangelio. Gracias a cada uno de nuestros directores y personas que fundaron esta obra, gracias Padre Roger, gracias Padre Margarito, gracias Padre Rubén, gracias Padre Rolando que desde su ministerio han llevado esta pastoral adelante siempre siendo las manos de Dios en la tierra.
(Cuadragésima Novena Parte)
José Ricardo García López Investigador en retiro de la Facultad de Derecho de la UASLP. Escritura número 26 Sepan cuantos esta carta vieren como yo Juan Romero estante en este pueblo de San Luis Minas del Potosí de la Nueva España otorgo e conozco por esta carta que debo e me obligo de dar e pagar e que daré e pagaré a Juan de Arauz, que está presente o a quien su poder hubiere un mil y ciento y cincuenta pesos de oro común y cuatro tomines de oro común, de valor el peso de ocho reales de plata los cuales vos debo e son por razón de resto y fenecimiento de todas las cuentas, dares y tomares que hasta hoy día de la fecha de esta carta hemos tenido en la ciudad de Zacatecas ansí (sic) de plata y reales como de ropa e de otras cosas e cuentas que hemos tenido, que averiguadas las dichas cuentas de acuerdo y conformidad os resté debiendo los dichos pesos de oro y renuncio todo error de cuenta porque no le hay ni le ha habido y si es necesario, de lo que procede esta deuda, soy contento y pagado a mi voluntad sobre que renuncio el poder decir y alegar lo contrario y la evicción y leyes de la pe (aquí termina la foja 17 y continúa la misma escritura al reverso de la misma)-cunia y del entrego prueba e paga de él como en ella se contiene y prometo e me obligo de vos dar e pagar estos dichos un mil y ciento y cincuenta pesos y cuatro tomines de este dicho adeudo en estas minas o en otras cualesquier parte e lugar que se me pidan y demanden, llanamente en plata que lo valga e monte en esta manera: la tercia parte de los dichos pesos de oro para de hoy día de la fecha de esta carta en quince días prime-ros y otra tercia parte para de hoy día de la fecha de esta carta en cinco meses y la otra tercia parte restante a toda la dicha cuantía para de hoy día de la fecha de esta carta en diez meses cumplidos, primeros siguientes en tres pagas iguales con las costas de la cobranza para lo cual ansí (sic) cumplir e pagar e haber por firme obligo mi persona e bienes muebles e raíces habidos e por haber e por esta carta doy poder cumplido a las justicias de Su Majestad de cualesquier parte, fuero e jurisdicción que sean a donde me someto e renuncio mi propio fuero e jurisdicción, domicilio e vecindad e la Ley si convenerit de iurisdictione ómnium iudicum para que las dichas justicias e cualquiera de ellas me apremien a la paga e cumplimiento de lo que dicho es como si fuera por sentencia definitiva de juez competente pasada en cosa juzgada, sobre lo cual renuncio todas las leyes, fueros e derechos de mi favor y la general del derecho, en fe de lo cual, otorgué esta carta ante el presente escribano y testigos de iuso escritos en cuyos registros lo firmé. Que es fecha en Zacatecas San Luis a doce días del mes de febrero de mil e quinientos y noventa y res
años. E yo el escribano doy fe que conozco a el otorgante y testigos: Xristoval Rodríguez y Diego Muñoz y Mateo Gutiérrez estantes en este pueblo. Juan Romero (rúbrica). Ante Mí Pedro Venegas (rúbrica). Escribano real. Escritura número 27. Sepan cuantos esta carta vieren como yo Juan Romero, estante en este pueblo de San Luis de Mexquitique. Otorgo e conozco por esta carta que debo e me obligo de dar e pagar e que daré e pagaré a Pedro de Çalçedo, vecino de Zacatecas, que está presente e a quien su poder hubiere, setenta y siete pesos e cinco tomines de oro común de valor el peso de ocho reales de plata los cuales vos debo que son por razón y de resto y fenecimiento de todas las cuentas, dares y tomares que entre nos ha habido hasta el día de hoy, que fenecidas y acabadas las dichas cuentas resté debiendo los dichos pesos de oro y renuncio poder decir y alegar error de cuenta porque no le hay ni le ha habido y si necesario es, delo que procede esta deuda, soy contento y entregado a mi voluntad sobre que renuncio la evicción y leyes de la pecunia, prueba e paga de él como en ellas se contiene y prometo e me obligo de vos dar e pagar estos dichos setenta y siete pesos cinco tomines del dicho oro en estas dichas minas o en otra cualesquier parte e lugar que se me pidan e demanden llanamente e sin pleito alguno, en plata quintada que lo valga e monte para de hoy día de la fecha de esta carta en tres meses cumplidos, primeros siguientes, todos juntos en una paga con las costas de la cobranza, para lo cual, ansí (sic) cumplir e pagar e ver por firme obligo mi persona e bienes, habidos e por haber e por esta carta doy poder a las justicias de Su Majestad de cualesquier partes, fuero e jurisdicción que sean a donde me someto, e, renuncio mi propio fuero e jurisdicción, domicilio y vecindad e la Ley Si convenerit de iurisdictioneomnium iudicum para que las dichas justicias e cualesquiera de ellas me apremien a la paga de lo que dicho es, como si fuere por sentencia definitiva de juez competente pasada, sobre lo cual renuncio todas las leyes de mi defensa y la general del derecho, en fe de lo cual otorgué esta carta ante el presente escribano y testigos de iuso escritos en cuyo registro lo firmé. Que es fecha en San Luis de Mexquitique a doce días del mes de febrero de mil e quinientos e noventa y tres años. E yo el escribano doy fe que conozco a el otorgante y testigos: Diego Muñoz y Mateo Gutiérrez y Xristoval Rodríguez, estantes en este pueblo. Juan Romero (rúbrica) Ante Mí Pedro Venegas (rúbrica) escribano real.
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Por: Javier Algara
igue vivo el debate nacional en torno a las iniciativas que piden que el así llamado “derecho” de las mujeres a abortar sea incluido en las leyes correspondientes. No se ha enfriado el fervor de quienes las proponen a pesar de que ya varias legislaturas estatales han votado en contra. Y es que no hay ni cómo defenderlas. Sus proponentes no tienen ningún argumento que merezca ser tomado en cuenta. Pongo por ejemplo uno de los que es esgrimido con mayor entusiasmo por quienes proponen tales leyes. Ante la postura de quienes defendemos el derecho a vivir del bebé que aún está en el seno de su madre, los postuladores del aborto alegan que no hay nada que defender puesto que lo que nosotros consideramos un bebé -hijo o hija de alguien- en realidad no es tal. Es un mero tejido -explican- o un crecimiento celular, no un ser humano ni mucho menos una persona. Abortar, desde la óptica de esas personas, sería algo comparable a eliminar un objeto indeseable que se coló dentro del organismo; comparable a echar fuera un objeto que se tragó por accidente o una molesta lombriz solitaria. Pero ese argumento no tiene la menor fuerza. Simplemente es imposible que ese ser no sea un verdadero, genuino, auténtico y pleno ser humano. O es un ser humano pleno, perfecto, o no es nada. Y la nada es eso: nada; no hay razón para deshacerse de la nada. Por principio de cuentas, basta pensar que ese “tejido” o “crecimiento celular” está vivo. Está desarrollándose. Pasó de ser una nueva célula, dueña de un ADN personal y único, distinto del de ambos progenitores, a multiplicarse: dos, cuatro, ocho, etc. hasta formar un tejido, un órgano, el cuerpo todo. El procedimiento que sigue en su desarrollo, el cual no terminará hasta que ese ser muera -por accidente, por enfermedad o por cualquier otra causaes único y peculiar, diseñado por la naturaleza para uso exclusivo de los humanos. Para pasar de una etapa de ese desarrollo a la siguiente, ese ser tiene que contar con las potencialidades que le permitan hacerlo. No puede pasar de la etapa de cigoto a la de feto, o de la de feto a la de embrión, o de la de embrión a niño, etc., si no es porque tiene la capacidad de hacerlo. Esas capacidades deben estar plenamente presentes antes de iniciarse el paso a la siguiente etapa que corresponda. Al ejercer esa potencialidad, el ser alcanza la perfección de su naturaleza pues ese paso es e-xactamente lo que le corresponde hacer en la etapa de desarrollo en la que se encuentra. Tales potencialidades o capacidades, por otra parte, sólo existen en la naturaleza humana. Y la naturaleza humana no puede existir en parcialidades. Como tampoco existe ninguna otra naturaleza en parcialidades. No existe en el universo creado un medio perro, o un medio árbol de manzanas. El que el perro sea un cachorrito juguetón antes de convertirse en formidable mastín es meramente efecto del proceso del desarrollo de ese ser de acuerdo a su naturaleza. Igual que el bebé juguetón será luego un adulto muy serio y formal, y finalmente un anciano achacoso. Es la naturaleza humana que constituye plenamente un individuo humano, una persona, y sigue su propio desarrollo. Ese tejido o crecimiento celular del que hablan los defensores del “derecho” materno a matar a sus hijos, o tiene dueño o no tiene. Si no tiene, entonces no puede estar vivo. No puede ni siquiera existir. No hay procesos biológicos humanos que no se den en una persona. Cada célula o tejido vivo debe tener dueño: una persona completa y viva. Nadie, que yo sepa, ha visto un estómago o un pulmón corriendo por la calle, sin estar unido a una persona. Quiere decir entonces que el tejido del que los abortistas alegan que se puede disponer a capricho es el tejido de alguien. De una persona. Quien aborta mata a la persona dueña de ese tejido.
Protocolo de Instrumentos Publicos año de 1592 del escribano real Pedro Venegas
Es imposible que no sea un verdadero ser humano
Por último, hay una evidente falta de sentido común en la afirmación de que ese tejido no es un ser humano pleno. Si no lo es, entonces ¿qué es? Las opciones en el mundo creado son pocas: minerales, plantas, animales o seres humanos. Pero ¿puede ese ser que está en el vientre de una mujer llegar a ser un animal, o una planta o un pedrusco de mineral? ¿O un ángel? ¿Podemos imaginarnos a una mujer que, embarazada siguiendo el proceso de la biología humana, al final de nueve meses dé a luz un cachorro de león, o un retoño de guayabo? Dios no hace bromas en la naturaleza. Él fue quien diseñó la naturaleza de cada ser del universo. Los seres son lo que son, desde que aparecen en el mundo, porque tienen una naturaleza definida y totalmente plena. No puede ser de otro modo. Abortar es cancelar totalmente la posibilidad de que un ser vivo, una persona humana, continúe desarrollándose de acuerdo a su naturaleza.
Pastoral de la familia
Pastoral penitenciaria
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Visitar a los encarcelados Visualizar a la mujer Una auténtica obra de en situación de sufrimiento misericordia por violencia
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Escrito por: María Teresa de Guadalupe Perea Parrales Miembro de la Dimensión de Pastoral Familiar
or mucho, visualizar a la mujer en situación de sufrimiento por violencia, con el fin de ofrecer solución, es tan importante, como reconocer en ella la dignidad humana que les inherente por ser persona. Además de ser hija de Dios en Cristo Jesús. Intentemos subrayar la corresponsabilidad para sanar una situación real de la vida de la mujer. Que si bien no es la totalidad de su realidad, ni lo es en todas las mujeres, pero es cierta. Muchos ejemplos testimoniales de violencia en la mujer son escuchados ya en los medios de comunicación y son vividos por no solo la mujer, sino por la familia, amigos, compañeros de trabajo o de la escuela y en todos los ambientes en los que cada mujer se encuentra inmersa. Es cierto pues, extraviamos el significado humano de la persona, que varón o mujer sufren, por violencia y que nace de otras personas. En el día de la eliminación de la violencia para la mujer, es sensible a la sociedad reflexionar en ello, se pone al frente a la vista. Paradójicamente no termina, aún con desarrollo de campañas cuya intención es concientizar, no se ha erradicado, las causas pueden ser variadas, pero lo cierto es que no termina… recursos podemos lanzar para lograrlo, nombrémosles ahora como se escuchan en los medios: “paridad de género” para estar en las mismas condiciones de toma de decisiones y no solo en el ámbito político, también en el laboral, en el deportivo. Otro recurso presente, es el acabar con la violencia machista, nombrándola “dominio del heteropatriarcado”; en fin, el lector debe estar familiarizado con cada una de estas voces, que sonoras, insisten de manera continua en todos los medios y también, ya presentes en centros educativos y de salud. Pongamos en la mesa, el tiempo y la difusión de lo mencionado, y aun así vemos y escuchamos de violaciones, acosos, pornografía, trata y todo en casos de aumento... Reflexionando y releyendo la carta de San Juan Pablo II, donde agradece al genio femenino por sus aporta-
ciones a la sociedad y a la Iglesia, podemos descubrir que la violencia acabará cuando a la persona, sea varón o mujer cuya dignidad custodiada y salvaguardada, sea completamente mirada como persona humana. Y entre varón y mujer, el rostro que debe ver el otro, es del hermano, que es capaz de dar-me lo mejor, y que aportará para mí, haciéndome mejor de lo que soy y el otro saber recibir el bien que se le ofrece porque le aportará para ser mejor de lo que ya es, en una sola palabra saber amar. Para erradicar la violencia es pues vivir en el significado humano de la persona, al que se le ha llamado a amar. No somos uno que domina y el otro que se convierte en objeto de uso, para cualquier motivo, que puede ser desde placer hasta esclavitud. La violencia será erradicada cuando veamos a los seres que están en frente, como a personas de bien y que tienen en su vida la capacidad de alcanzar y ver a Dios. Seres individua- les, cuyo razonamiento es capaz de entender palabras evangelizadoras y que le harán verse desde un interior personal valorado y querido por lo que es y representa, un varón y una mujer, miembro de una familia que lo solicita íntegro en su función de padre, de madre, de hijo, de abuelo, de tío, de hermano. Siempre en una acción misionera de la familia que llama a cada uno de sus miembros a ser reconocidos des-interesadamente como persona, por amor y para la eternidad. Es pues, enriquecedor, la lucha por erradicar la violencia de la mujer, ella es quien lleva a todos en su ser, pues madre, espiritual o física, puede alcanzar para todos, alivio y el fin de la violencia, sin ideologías o sin timar haciendo creer que la Iglesia, no quiere erradicar la violencia.
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aludos desde la Comunidad Parroquial de la Inmaculada Concepción de María en la Delegación de la Pila. Nos encontramos en medio del tiempo del adviento y con el próximo inicio de las fiestas navideñas, como comunidad creyente estaremos celebrando el tiempo de las Posadas, que nos recuerdan los nueve meses de embarazo de la Virgen María. Son días muy especiales, en donde además de rezar los rosarios, estamos llamados a vivir la generosidad; por ejemplo a través de las obras de misericordia, como la de: visitar a los encarcelados. Ésta obra de misericordia, si bien es difícil, podemos llevarla a cabo a través de diferentes maneras: visita física o visita espiritual (orando por ellos) u ofrendando algo para ellos. Para un cristiano, visitar a los presos, no es un acto de justicia, ni un mero hecho filantrópico. Visitar un preso es un genuino acto de caridad revestido con un adorno especial que llamamos misericordia. Ser misericordioso es más que un sentido de simpatía, exige una entrega del corazón y de la inteligencia para compadecerse de las miserias ajenas: las obras de misericordia son las manos de la caridad. Cristo, en este mundo, padece frío, hambre, soledad, tristeza, en la persona de todos los encarcelados, como dijo él mismo: “Cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, conmigo lo hicisteis” (Mt. 25,40). No podemos apartar nuestro pensamiento del sufrimiento y soledad de los prisioneros, pues estaríamos alejando la mirada de Jesucristo escondido en ellos. “Acuérdense de los que están presos, como si ustedes mismos estuvieran también con ellos en la cárcel. Piensen en los que son maltratados, pues también ustedes tienen un cuerpo que puede sufrir”. (Carta a los Hebreos, 13, 3). Es por ello que es indispensable orar y procurar a los presos, claro está, con el debido respeto y en la media de lo posible ayudar con algo a que pueda compartir con nuestros hermanos que están privados de la libertad. Como sede parroquial y como el CERESO se encuentra dentro del límite parroquial, nos estamos preparando para la Posada y convivencia navideña con los reclusos, además del encuentro semanal que con la celebración de la Eucaristía y pastoral se tiene con ellos. Como parroquia y pastoral penitenciaria te invitamos a colaborar con algún signo pequeño para nuestros hermanos presos: • La Oración: para no ser ajemos a sus necesidades • La Ayuda económica, aportando algo para ellos ( víveres y/o efectivo) • La visita física Si quieres colaborar con algo más, te invitamos a que visites nuestra parroquia, pues nos estamos organizando para la posada. Puedes traer artículos de higiene personal y algunas cosas que consideres sean de utilidad para los presos. Visita nuestra Parroquia, estamos al lado oriente de la ciudad. Puedes traerlos cualquier día de la semana hasta antes del 20 de diciembre. Hasta pronto…
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Generaciones hay once ciclos de generaciones, cada una de siete, pero son generaciones humanas; quitando a Dios, el que crea a Adán y quitando a Jesucristo, que no fue engendrado por ningún hombre, tenemos a Dios como principio y fin. Y si contamos a Jesucristo en la generación final tenemos un perfecto 77; podemos contar a Jesucristo porque al mismo tiempo que es verdadero Dios también es verdadero hombre. Ambos evangelios, en relación a la genealogía de Jesús, coinciden en una cosa: él no es hijo de José según la carne, ya que en el evangelio de Mateo, él termina diciendo: “y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo” (Mt 1, 16); mientras que Lucas dice: se creía que Jesús era hijo de José, hijo de Helí” (Lc 3, 23).
Tenía Jesús, al comenzar, unos treinta años, y era según se creía hijo de José, hijo de Helí, hijo de Mattat, hijo de Leví, hijo de Melkí, hijo de Jannái, hijo de José, hijo de Mattatías, hijo de Amós, hijo de Naúm, hijo de Eslí, hijo de Nangay, hijo de Maaz, hijo de Mattatías, hijo de Semeín, hijo de Josec, hijo de Jodá, hijo de Joanán, hijo de Resá, hijo de Zorobabel, hijo de Salatiel, hijo de Nerí, 2hijo de Melkí, hijo de Addí, hijo de Cosam, hijo de Elmadam, hijo de Er, hijo de Jesús, hijo de Eliezer, hijo de Jorim, hijo de Mattat, hijo de Leví, hijo de Simeón, hijo de Judá, hijo de José, hijo de Jonam, hijo de Eliaquim, hijo de Meleá, hijo de Menná, hijo de Mattatá, hijo de Natán, hijo de David, 3hijo de Jesé, hijo de Obed, hijo de Booz, hijo de Sala, hijo de Naassón, hijo de Aminadab, hijo de Admín, hijo de Arní, hijo de Esrom, hijo de Fares, hijo de Judá, hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abraham, hijo de Tara, hijo de Najor, hijo de Serug, hijo de Ragáu, hijo de Fálek, hijo de Eber, hijo de Sala, hijo de Cainam, hijo de Arfaxad, hijo de Sem, hijo de Noé, hijo de Lámek, hijo de Matusalén, hijo de Henoc, hijo de Járet, hijo de Maleleel, hijo de Cainam, hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adam, hijo de Dios (Lc 3, 23-38).
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n los evangelios encontramos dos genealogías de Jesucristo. En Lucas y en Mateo. Ambas propuestas difieren absolutamente, lo mismo en el método que en los nombres. Mateo, por ejemplo, maneja solamente tres ciclos de catorce generaciones cada uno; desde Abraham hasta Jesucristo. Lucas, como vemos, maneja más generaciones porque en la sucesión de cada una llega no hasta Abraham, sino hasta Adán y en definitiva hasta Dios mismo, creador de Adán. Mateo viene desde Abraham hasta Jesucristo, mientras que Lucas viene a la inversa, pues parte de Jesús hasta Adán y hasta Dios. Las generaciones de Mateo son cuarenta y dos, mientras que las de Lucas son setenta y siete (con Jesús), pues no contamos a Dios, el cual no engendró a nadie sino a Jesús. Esto es interesante. Ambas genealogías coinciden en que Jesús no fue engendrado por el hombre. Por tanto queda dicho con toda claridad que Jesucristo es absolutamente hijo de Dios. En efecto, repensando a Lucas, tenemos que
Se percibe en Mateo el propósito de demostrar que, según la Ley, Jesús era hijo de David e hijo de Abraham; José, el esposo de María, queda claro que no es el padre de Jesús según la generación humana, pero sí según la Ley; recordemos que para el pueblo judío, por lo menos en los tiempos bíblicos, era más importante la Ley que la sangre. María es virgen, según Mateo. Se nota también que Lucas tiene un propósito, a saber, el que quede claro que Jesús no solo es hijo de David y de Abraham, sino que es hijo de Dios; y su genealogía, luego de la creación, viene desde el mismísimo Adán. Es interesante pensar en esta enseñanza de Lucas. Si Jesús viene desde Adán, el cual salió de la mano de Dios, esto quiere decir que, en efecto, si ha demostrado Lucas que Jesús nació de María Virgen por obra del espíritu Santo, él viene a ser el nuevo Adán, el primer hombre para la nueva creación. Si bien el Hijo de Dios nació del Padre antes de todos los siglos, también, en el tiempo, nació de María, de quien toma la naturaleza humana, es decir, en quien ha asumido totalmente la naturaleza humana, antes herida por el pecado de Adán, ahora redimida por Jesucristo, que viene a redimir al hombre con su muerte y su resurrección. Probablemente Lucas, siendo discípulo de San Pablo, haya aprendido estas cosas que el apóstol enseñaba sobre Jesús, nuevo Adán (Rm 5, 12) y acaso por esto haya querido mostrar en su evangelio que, efectivamente, Jesús viene de Adán y es el hombre nuevo. Curiosamente, en los evangelios sinópticos, se dice que Jesús se llama a sí mismo el “Hijo del Hombre”; no es así como le llaman las multitudes; él se llama así. La gente prefiere decirle: “hijo de David”, “maestro”, “Señor”, “Rabí”; los demonios lo llaman “Hijo de Dios”; Pedro lo llama: “Mesías”; Bartolomé: “el Hijo de Dios, el rey de Israel”; Tomás: “Señor mío y Dios mío”. Pero Jesús prefiere decir de sí mismo que es “el Hijo del hombre”. Él es el hombre verdadero, el nuevo Adán que no cae en las tentaciones del enemigo; el que es obediente hasta la muerte, y muerte de cruz; él es el que cumple la voluntad del Padre como nadie lo ha hecho jamás. Él viene a mostrarnos lo que es y lo que debe ser el hombre. Él viene a mostrar al hombre al mismo hombre.
Durante su ministerio profético Jesús dirá de muchas maneras cómo debe ser el hombre. Por ejemplo, “busquen primero el reino de Dios y su justicia”; dirá también que “el reino de los cielos se parece al hombre prudente que construye su casa sobre roca…” aquí dice lo que el hombre debe ser: alguien prudente “que escucha la palabra de Dios y la pone en práctica”. Dios es eterno, es estable siempre; su misericordia y su gran amor son inmensos; duran para siempre, lo mismo que sus leyes. Y, Jesús, al hacerse hombre, viene a compartir un tanto la temporalidad humana; viene a mostrarse en el tiempo y en la historia. Él quiso compartir en todo la condición humana y se hace uno de nosotros en el tiempo. Cuando Lucas narra la genealogía de Jesucristo hace ver esto: que Dios ha entrado en la historia del hombre, en el tiempo. Siempre lo ha hecho; Dios interviene en el curso de la historia humana de formas extraordinarias, pero claramente sabemos por la revelación que él se adentra en el mundo, en los ambientes del hombre. Él es el creador, forma a Adán, pero también se forja un pueblo, desde Abraham. Rescata al pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto; interviene con gran poder, no solo rescata a un pueblo que se ha escogido como suyo, sino que lo hace maravillosamente. Lleva a su pueblo por los caminos de su voluntad, de su Ley y de su misericordia; bendice la raza hebrea, le da muchos éxitos, lo establece en una tierra, le da una monarquía, una realeza, de la cual vendrá el Mesías, llegado el momento. Y, cuando llega la plenitud de los tiempos, envía a su hijo (Gal 4, 4) para que hecho hombre rescate, no solo ya a la raza judía, sino a la humanidad entera, que herida por el pecado desde Adán, no tiene remedio, pues ha perdido la vida eterna y vive extraviada en lo mundano; se cuentan muchas generaciones de pecado del hombre; pero desde que Jesús entra en nuestra historia y en nuestra naturaleza, la humanidad se ha restaurado. Es cierto que, aún después de Cristo la naturaleza herida del hombre ha recibido el remedio, pero será restaurada en la resurrección de los muertos. Juan no tiene una genealogía que parta de ningún parentesco humano; él desde el comienzo de su evangelio, en efecto nos dice el origen de Jesucristo: “en el principio existía la palabra, y la palabra estaba con Dios y la palabra era Dios” (Jn 1, 1)… “y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros” (1, 14). El mismo Juan pondrá en boca de Jesús su origen: “yo salí del Padre y vine al mundo; ahora dejo al mundo y vuelvo al Padre” (Jn 16, 28). El origen de Jesucristo es divino; Mateo y Lucas quieren mostrar que el hijo de Dios, en efecto, se hizo hombre, pues ambos dicen que nació milagrosamente de María siempre virgen; pero su acierto es mostrar que, siendo hijo de Dios, también es hijo del hombre, desde que se encarnó y nació de María. Él es totalmente Dios y perfectamente hombre.
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Palabra de Dios
Del Santo Evangelio según San Mateo 11,2-11
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n aquel tiempo, Juan se encontraba en la cárcel, y habiendo oído hablar de las obras de Cristo, le mandó preguntar por medio de dos discípulos: “¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?”. Jesús les respondió: “Vayan a contar a Juan lo que están viendo y oyendo: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de la lepra, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el Evangelio. Dichoso aquel que no se sienta defraudado por mí”. Cuando se fueron los discípulos, Jesús se puso a hablar a la gente acerca de Juan: “¿Qué fueron ustedes a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? No. Pues entonces, ¿qué fueron a ver? ¿A un hombre lujosamente vestido? No, ya que los que visten con lujo habitan en los palacios. ¿A qué fueron, pues? ¿A ver a un profeta? Sí, yo se lo aseguro; y a uno que es todavía más que profeta. Porque de él está escrito: He aquí que yo envío a mi mensajero para que vaya delante de ti y te prepare el camino. Yo les aseguro que no ha surgido entre los hijos de una mujer ninguno más grande que Juan el Bautista. Sin embargo, el más pequeño en el Reino de los cielos, es todavía más grande que él”.
Palabra del Señor.
“Eres tú el que ha de venir”
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l mensaje del profeta Isaias es fundamental en el camino del adviento con una maravillosa noticia. “Sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dios, que trae el desquite; viene en persona, resarcirá y os salvará.” (Is. 35,4). Este anuncio indica que va a suceder algo nuevo: hasta el desierto va a florecer, la gloria del Líbano y el esplendor del Carmelo vera la gloria de Dios. La antífona de entrada ( Flp 4,4) comienza con esta exhortación: “estad siempre alegres en el Señor”. Por esta razón es clave la pregunta de Juan el Bautista: Por ello, antes de morir, Juan envía a algunos de sus discípulos para preguntarle a Jesús: ¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro? Jesús no le responde de forma directa, ni se atribuye ningún título, sino simplemente acepta que en su persona se realiza el cumplimiento de las profecías y dice casi al pie de la letra el texto de Isaías 35.Pero con una diferencia importante. Donde el profeta utilizaba el futuro, Jesús usa el presente. Y además confirma este tiempo nuevo que ya está presente con las obras del Mesías: Cura, libera, sana, resucita y anuncia la Buena Noticia de Dios. Después dice a los discípulos de Juan: «Id y contadle lo que habéis oído y visto». El llamado a la conversión “enderezad vuestros caminos” Is. 40 ahora ya es posible con la visita del Mesías. Jesús, con su poder y misericordia, viene para sanar y liberar a los que están perdidos por sus pecados y esclavitudes: mudos, sordos y muertos, Dios los ama y los invita a la salvación. Darán saltos de alegría y tendrán una dicha eterna reflejada en sus rostros. Eso es lo que va a suceder en la nueva economía de la salvación en Cristo. En seguida. Jesús hace un elogio sobre Juan y nos da una enseñanza para seguirlo. a) b) c)
No ser una caña. Sacudida por los vientos y tentaciones del mundo No ser hombres apegados a los bienes y lujos de la vida terrena No ser solamente profetas de palabra y transmisores de doctrina
Jesús reconoce la misión del precursor con la profecía de Malaquías 3:1 dice: “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí” El adviento es tener la alegría de ser discípulo y misionero de Jesucristo. Pbro. Pedro S.S.
María, Madre de Cristo Oscar Eduardo González Rocha
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2° de Filosofía
sta ocasión quiero compartir con ustedes, a propósito de este domingo gaudete, una reflexión sobre María como Madre de Cristo, apoyado primeramente en San Alfonso María de Ligorio, obispo y doctor de la Iglesia, con su comentario: La mejor noticia de toda la historia, que, a la letra, dice así: “Os anuncio una gran alegría”. Estas son las palabras que dijo el ángel a los pastores de Belén. Os las repito hoy a vosotros, almas fieles: os traigo una noticia que os causará una gran alegría. ¿Puede haber, para unos pobres exiliados, condenados a muerte, una noticia más dichosa que la de la aparición de su Salvador, que ha venido no tan sólo para librarles de la muerte, sino para que puedan retornar a su patria? Esto es lo que vengo a anunciaros: “Os ha nacido un Salvador”. Cuando un monarca hace su primera entrada en una ciudad de su reino, se le tributan los más grandes honores: ¡cuánta decoración, cuántos arcos triunfales! Prepárate, pues, dichosa villa de Belén, a recibir dignamente a tu Rey… Has de saber, dice el profeta, que entre todas las ciudades de la tierra tú eres la más favorecida puesto que el Rey del cielo te ha escogido a ti como lugar de su nacimiento aquí en la tierra, a fin de reinar, seguidamente, no sólo en Judea, sino en los corazones de los hombres de todo lugar… ¡Qué habrán dicho los ángeles viendo a la Madre de Dios entrar en una gruta para, allí, dar a luz al Rey de reyes! Los hijos de los príncipes vienen al mundo en habitaciones resplandecientes de oro…; y quedan rodeados por los más altos dignatarios del reino. El Rey del cielo, quiere nacer en un establo frío y sin lumbre; para cubrirse no tiene más que unos pobres jirones de ropa; para descansar sus miembros sólo un miserable pesebre con un poco de paja… Yo pienso que, María, así como es madre Cristo, no solamente es madre de Él, sino que Dios ha querido que sea madre de todos sus hijos que conforman la Iglesia, así como tú tienes un grande amor por tu madre de sangre, confías en ella, porque encuentras una mejor amiga, te brinda seguridad, amor, comprensión y ve por ti en cada momento. Así es nuestra madre la Virgen María, con un corazón totalmente puro y noble, por eso debemos amarla con una inmensidad, que a tal grado ocupe un lugar especial en nuestro corazón, pues ella es nuestra intercesora ante Cristo, un hijo no podrá negarle nada a su madre y mucho menos cuando es la madre de Dios. Vivamos pues con alegría este domingo, y sigamos preparando nuestro corazón para la venida de Nuestro Salvador. Comentarios: ecos_seminarioslp@hotmail.com Facebook: Seminario Mayor SLP Twitter: @slp_seminariogj
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Educando para el amor
Domingo 15 de diciembre de 2019
...Lo de Dios a Dios
Laudato ‘si (Parte 7) P. David Grimaldo
CAPÍTULO VI. Educación y espiritualidad ecológica
Reconciliar a la justicia con el amor Fil. Rafael Gómez M.
“EL VIOLADOR ERES TÚ”, es la consigna que se ha internacionalizado, ya llegó a Turquía, y que ha uniformado a las mujeres “EN CONTRA DE QUIEN RESULTE RESPONSABLE”. Desde sus principios, la <lucha> por los derechos femeninos, no es propiamente una disputa cuya cuestión sea un tema del ser humano en su conjunto. Aún parece un problema de la mujer y no un tema inmerso en la conciencia social. La igualdad exigida ha venido enturbiando <la cuestión> y se ha caído en una exigencia femenina, desde su uniformidad, pero sin una aparente posibilidad de unidad. No todas exigen lo mismo, aunque todas se uniformen para exigir. No se aborda, aún, la unidad, desde la dialéctica de la diferencia. Se rechaza por sistema lo que es diferente, mediante un fenómeno recurrente en una misma sociedad pero con distinto grado y forma de rechazo: El rico rechaza al pobre tanto como el pobre al rico y las diferencias somáticas, las del cuerpo, parecen las más comunes: El delgado al obeso, el obeso al delgado, el blanco al moreno, el moreno al blanco, “el hombre a la mujer, la mujer al hombre”… aunque siempre con un claro ganador: “el fuerte sobre el débil”. Qué razón tiene el dicho popular: “Como te ven te tratan”, aunque lo propio es “que te traten como te comportas y no como te ves”. La dialéctica de la diferencia es una constante, no entendida, en el trato recíproco entre el hombre y la mujer. Es real una pugna sexista como el más fuerte síntoma de las diferencias posibles y la más fuerte de las hostilidades. La persona humana es un todo, un ser en plenitud, indivisible, inalienable porque no debe ser posesión de nadie y, por consiguiente, su singularidad la hace necesariamente diferente “de la otra persona”. En su todo y en su plenitud, es forzosamente distinta y diferente y, porque es al mismo tiempo tan corpórea como espiritual y tan espiritual como corpórea, es y ha de ser diferente en sus actos, en el uso de su libertad y en su consistencia personal, “y sigue siendo siempre un <yo> respecto del <tú>”. Las diferencias somáticas, las del cuerpo, condicionan todo lo humano: “El desarrollo y sus fases en las diversas edades, el sentir y su apreciación del mundo, de la realidad, de la trascendencia, el entender y el relacionarse con los demás y con el mundo. Si solo la mujer puede ser madre y el varón no, biológicamente, somáticamente, ésta posibilidad, condiciona a la mujer y le da una dimensión peculiar”. Desde siempre, como lo narra el libro del Génesis (3, 20), el mismo varón cambia de parecer frente a la maternidad: “El hombre llamó <Eva> (dadora de vida) a su mujer, pues ella fue la madre de todos los vivientes”, aunque antes (Gn 2, 23) le había dado, ya, el nombre de <Mujer> (femenino de varón). Aunque el valor de la persona humana está ligado a su ser íntegro, y no precisamente a su sexo porque no es éste más que una particularidad de su ser, la conciencia de esta realidad despierta la necesidad de integrar el amor sexual en el valor de la persona humana. Esto habla de la relación especial del amor entre hombre y mujer aunque luego se confunda el carácter amoroso y el carácter erótico de sus relaciones. En el amoroso existe la complementariedad que luego el erótico desvirtúa si se separa del amoroso. Muchos estudiosos de la psicología humana aceptan en su relación algo que, en apariencia, se contrapone: “La mujer usa el sexo para conseguir amor, mientras que el hombre usa el amor para conseguir sexo”. La virtud del carácter amoroso de la relación, se forma en la voluntad y utiliza recursos de <potencialidad espiritual> al hacer compromisos reales mediante la libertad de la persona, mientras que el carácter erótico, separado del amoroso, envilece la libertad y destruye a la persona del hombre y de la mujer, los separa, los confronta y una hace al otro, irreconciliablemente, UN VIOLADOR. El carácter amoroso de Dios, que da todo y perdona todo, es ignorado por el carácter amoroso de lo humano que le pone precio, distinto precio, al amor y al sexo. “Él es el Ser Absoluto y fuente originaria del ser humano a quien entrega un amor apasionado y suave, tan grande, que se pone contra sí mismo: En el misterio de la Cruz, está su amor contra su justicia, pero, lo ama tanto, que se hace hombre y lo acompaña en su muerte hasta reconciliar a la justicia con el amor”.
El consumismo. El consumismo obsesivo es el reflejo subjetivo del paradigma tecnoeconómico. Tal paradigma hace creer a todos que son libres mientras tengan una supuesta libertad para consumir. La realidad es que, quienes en verdad poseen la libertad son los que integran la minoría que detenta el poder económico y financiero. Mientras más vacío está el corazón de la persona, más necesita objetos para comprar, poseer y consumir. La obsesión por un estilo de vida consumista será el origen de violencia y des-trucción recíproca. Especialmente si sólo unos pocos se la pueden permitir. Un estilo de vida alternativo. Sin embargo, no todo está perdido. Un cambio en los estilos de vida podría llegar a ejercer una sana presión sobre quienes tienen poder político, económico y social. Ello nos recuerda la responsabilidad de los consumidores. Se puede desarrollar un estilo de vida alternativo. Estamos ante un desafío educativo. La existencia de leyes y normas no es suficiente a largo plazo. Para que la norma jurídica sea efectiva, es necesario que la mayor parte de los miembros de la sociedad la haya aceptado a partir de motivaciones adecuadas. Una buena educación escolar en edad temprana coloca semillas que pueden producir efectos a lo largo de toda una vida. Pero hay que destacar la importancia central de la familia. La familia es el lugar de la formación integral. A la política y a las diversas asociaciones les compete la concientización de la población. Una espiritualidad ecológica. Quiero proponer a los cristianos algunas líneas de espiritualidad ecológica que nacen de las convicciones de nuestra fe. Lo que el Evangelio nos enseña tiene consecuencias en nuestra forma de pensar, sentir y vivir. Pero también tenemos que reconocer que algunos cristianos comprometidos y orantes, bajo excusa de realismo, suelen burlarse de las preocupaciones por el medio ambiente. Otros son pasivos y se vuelven incoherentes. Vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios no es algo opcional, ni un aspecto secundario para el cristiano. Sin embargo, no basta la conversión personal. La conversión ecológica que se requiere, tiene que ser también una conversión comunitaria. El creyente no contempla el mundo desde fuera, sino desde dentro. La espiritualidad cristiana propone un modo alternativo de entender la calidad de vida y alienta un estilo de vida profético y contemplativo. Es un retorno a la simplicidad que nos permite detenernos a valorar lo pequeño. Agradecer las posibilidades que ofrece la vida, sin apegarnos a lo que tenemos, ni entristecernos por lo que no poseemos. La sobriedad que se vive con libertad y conciencia es liberadora. No es menos vida, no es una baja intensidad, sino todo lo contrario. No es fácil desarrollar esta sana humildad, si excluimos a Dios de nuestra vida, si nuestro yo ocupa su lugar. La paz interior. Muchas personas experimentan un profundo desequilibrio que las mueve a hacer las cosas a toda velocidad para sentirse ocupadas, en una prisa constante que a su vez las lleva a atropellar todo lo que tienen a su alrededor. La paz interior es una actitud del corazón. Es vivir todo con serena atención. Es estar plenamente presente ante alguien, sin estar pensando en lo que viene después. Consiste en entregarse a cada momento como don divino que debe ser plenamente vivido. Una expresión de esta actitud es detenerse a dar gracias a Dios antes y después de las comidas. Es la misma gratitud que nos lleva a amar y aceptar el viento, el sol o las nubes, aunque no se sometan a nuestro control. La lucha por un mundo mejor. Hace falta volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que somos responsables por los demás y por el mundo, que vale la pena ser buenos y honestos. Cuando alguien reconoce el llamado de Dios a intervenir junto con los demás en estas dinámicas sociales, debe recordar que eso es parte de su espiritualidad, que es ejercicio de caridad y que de ese modo madura y se santifica. No todos están llamados a trabajar directamente en la política, pero en la sociedad existen muchas asociaciones que intervienen a favor del bien común preservando el ambiente natural y urbano. Encontrar a Dios en todas las cosas. El ideal no es sólo pasar de lo exterior a lo interior para descubrir la acción de Dios en el alma, sino también llegar a encontrarlo en todas las cosas. En la Eucaristía lo creado encuentra su mayor elevación. En ella está realizada la plenitud, y es el centro vital del universo, el foco desbordante de amor y de vida inagotable. Unido al Hijo encarnado, presente en la Eucaristía, todo el cosmos da gracias a Dios. El domingo, la participación en la Eucaristía tiene una importancia especial. El domingo es el día de la Resurrección, el «primer día» de la nueva creación. Para los cristianos, creer en un solo Dios que es comunión trinitaria lleva a pensar que toda la realidad contiene en su seno una marca propiamente trinitaria. Las Personas divinas son relaciones subsistentes. Esto no sólo nos invita a admirar las múltiples conexiones que existen entre las criaturas, sino que nos lleva a descubrir una clave de nuestra propia realización. María, la madre que cuidó a Jesús, ahora cuida con afecto y dolor materno este mundo herido. Junto con ella, se destaca la figura de San José. Él cuidó y defendió a María y a Jesús con su trabajo y su presencia generosa. Por eso fue declarado custodio de la Iglesia universal. Él también puede enseñarnos a cuidar de este mundo que Dios nos ha confiado. La vida eterna será un asombro compartido, donde cada criatura, luminosamente transformada, ocupará su lugar. Junto con todas las criaturas, caminamos por esta tierra buscando a Dios. Él no nos deja solos, porque se ha unido definitivamente a nuestra tierra, y su amor siempre nos lleva a encontrar nuevos caminos.