Vamos por una cultura de solidaridad
Año 12
No. 567
Semana del 16 al 22 de febrero de 2020
E
n la crisis provocada en el mundo actual por un progreso científico y tecnológico incapaz de dar respuestas a los problemas existenciales más profundos del ser humano, nuestra fe puede desempeñar un papel positivo y ser aliada de las estructuras políticas en la sagrada tarea de promover la libertad, la igualdad y la fraternidad. Nunca antes, habíamos poseído tanto conocimiento científico y actuado tan violenta y destructivamente contra la naturaleza y nuestros semejantes. La autonomía de la ciencia y la tecnología respecto de las necesidades vitales del hombre, junto con la globalización, el cientificismo y la falta de respeto por la naturaleza constituyen un gran peligro no solo para una sociedad solidaria, sino aún más para la supervivencia de la vida en la tierra. Hablar de religión no es intentar reemplazar a la política y no tiene como objetivo hacerlo. Sin embargo, puede inspirar actividades civiles y políticas, concienciando sobre el progreso de la cohesión social,
la protección de la creación, el desarrollo sostenible y el establecimiento de una cultura de la fraternidad. Puede proponer persistentemente soluciones que rechacen la guerra y la violencia, y en su lugar luchen por la tolerancia y la solidaridad. Recordando entonces que sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común encontramos la brújula que guía el camino hacia la paz universal y la cultura de la solidaridad: la reconciliación y la fraternidad entre creyentes y no creyentes, y entre todas las personas de buena voluntad; el rechazo de la violencia y el extremismo ciego; la afinidad y la cooperación entre el Este y el Oeste, el Norte y el Sur; la fe en Dios que une los corazones divididos y eleva el alma humana. Tenemos el destino; conocemos el camino. Lo que necesitamos es una acción común y la determinación de avanzar. Para nosotros los creyentes, este esfuerzo es un verdadero testimonio de la esencia de nuestra fe en el Dios misericordioso.
Mary Higgins Clark, «Reina del suspense», católica de vida y obra
M
ary Higgins Clark, la escritora estadounidense considerada como la “Reina del Suspense” falleció tras una carrera prolífica con más de 50 novelas y 25 de ellas adaptadas al cine. En su carrera, en la que fue publicando un libro por año, llegó a vender más de 100 millones de ejemplares; su novela más conocida ¿Dónde están los niños? La editorial que publicaba sus novelas emitió un comunicado en el que anunciaba la muerte de esta escritora abiertamente católica y cuya fe trascendía a su vida privada y llegaba a obras leídas por millones de personas. Su primera novela se publicó en una fecha muy llamativa, 1968, cuando tenía 40 años. Desde aquel momento ya no dejó de escribir. Mientras el mundo se volcaba en 1968 en la revolución sexual, ella presumía de haber vendido sus cien millones de ejemplares sin usar escenas de sexo. En las novelas de Mary Higgins Clark la protagonista suele ser una joven católica, fuerte y valiente que triunfa sobre la violencia y la intriga para lograr que se haga justicia y el criminal sea castigado. “En ‘La sombra de tu sonrisa’ y en ‘Los años perdidos’ el catolicismo es un elemento central en la historia”. En sus novelas la gente reza y a veces hay milagros. En “La sombra de tu sonrisa”, entre la intriga y el robo de manus-critos eclesiales antiguos, se introduce una curación milagrosa. Y hay una doctora que se admira por la fe de la madre de un enfermo de cáncer. Y cuando hay una cura milagrosa, no sabe cómo aceptarlo. Pero la misma Mary Higgins Clark admitía que ella vivió una experiencia de curación asombrosa en su familia. En 1939, cuando tenía 12 años, un día al volver de misa descubrió que su padre había muerto mientras dormía. Su madre quedaba viuda con 3 hijos y 52 años. Seis meses después, Joseph, el hermano mayor de Mary, se hizo un grave corte en un pie y contrajo osteomielitis. La madre y la hermana rezaron con insistencia, sus vecinos acudieron en grandes cantidades a entregar sangre para hacer transfusiones al chico. Los médicos aseguraron que el chico moriría... pero sobrevivió, y la familia lo atribuyó a la oración y la voluntad de Dios. En 2013 explicaba que “he sido muy activa en muchas organizaciones de caridad porque creo firmemente que mucho se espera de quien mucho ha recibido. Se me considera una buena oradora y he rea-lizado muchos discursos. Ahora menos, por mi edad, y ya no viajo tanto. No puedo ayudar a todas las obras de caridad, pero si mi nombre ayuda lo haré”. Mary Higgins Clark acudía a misa dominical a la parroquia de San Gabriel Arcángel de Saddle River, New Jersey. Una vez hizo el simpático gesto de incluir al párroco, Frank del Prete, como un personaje en Tengo mis ojos en ti”.
Domingo 16 de febrero de 2020
No te olvides Las bienaventuranzas de la vida Queridos hermanos y hermanas,
Y
a se nos fue enero, y vamos a la mitad de febrero. Para después, lamentar que el tiempo corre vertiginosamente. Esa sensación, nos hace pensar que estamos viviendo bajo presión. Pero, no es el tiempo el que va de prisa; ya de sobra sabemos, que el tiempo es el mismo, y tiene su misma medida. Y ésta, no se ha reducido, es la misma; más bien, somos nosotros, los que vivimos aceleradamente. No hace tanto, celebrábamos Navidad. Y ahora, ya estamos próximos a comenzar Cuaresma. Eso, nos da la impresión, que el tiempo se va volando. Pero no es así, el tiempo es el mismo, su duración es la misma. Creer en los tiempos largos o cortos, no es más que una apreciación. Es decir, somos nosotros los que así percibimos el tiempo; decir que el tiempo vuela, es algo muy subjetivo. Porque es el hombre, quien vive apresuradamente. No es el tiempo lo que se va, es la vida la que se agota. Pero, de entre la aceleración, emerge una pregunta: ¿En qué estamos invirtiendo nuestro tiempo? Porque puede ser que estemos malgastando las horas. Si lamentamos lo escaso del tiempo, es quizá, porque hacemos mucho y atendemos poco. Es decir, no estamos atentos a lo que más importa. Si no sabemos qué es lo más importante, entonces estamos malgastando las horas. Peor aún, nos ocupamos demasiado en cosas de la vida, y nos olvidamos de la vida misma. Por vivir acelerados, nunca frenamos la marcha, para así, ponernos a pensar en la vida. Porque estamos tan ocupados en las cosas de la vida, que hemos ol-vidado la vida misma. Es necesario pedir sabiduría, porque solo con ella, es posible darse tiempo para saborear la existencia. Hay que degustar la vida, y no bebérsela en un solo trago. Es necesario aprender a vivir. Para no vivir, tan solo por vivir.
¡buenos días!
Hoy comenzamos una serie de catequesis sobre las bienaventuranzas en el evangelio de Mateo (5,1-11). Este texto abre el “Sermón de la Montaña” que ha iluminado la vida de los creyentes y también de muchos no creyentes. Es difícil no ser tocado por estas palabras de Jesús, y es justo el deseo de entenderlas y de acogerlas cada vez más plenamente. Las bienaventuranzas contienen la “carta de identidad” del cristiano ―es nuestro carnet de identidad―, porque dibujan el rostro de Jesús, su forma de vida. Esta vez enmarcamos en conjunto estas palabras de Jesús; en la próxima catequesis comentaremos las bienaventuranzas individuales, una a una. En primer lugar, es importante cómo se produjo la proclamación de este mensaje: Jesús, viendo a la multitud que le seguía, sube al suave monte que rodea el lago de Galilea, se sienta y, dirigiéndose a sus discípulos, anuncia las bienaventuranzas. El mensaje, pues, se dirige a los discípulos, pero en el horizonte están las multitudes, es decir, toda la humanidad. Es un mensaje para toda la humanidad. Además, “el monte” recuerda al Sinaí, donde Dios le dio a Moisés los mandamientos. Jesús empieza a enseñar una nueva ley: ser pobre, ser manso, ser misericordioso... Estos “nuevos mandamientos” son mucho más que normas. De hecho, Jesús no impone nada, pero revela el camino a la felicidad ―su camino― repitiendo ocho veces la palabra “bienaventurados”·. Cada bienaventuranza está compuesta de tres partes. Primero está siempre la palabra “bienaventurados”; luego viene la situación en la que se encuentran los bie-naventurados: la pobreza de espíritu, la aflicción, el hambre y la sed de justicia, y así sucesivamente; finalmente está el motivo de la bienaventuranza, introducido por la conjunción “porque”: “Bienaventurados sean estos porque, bienaventurados sean aquellos porque...”. Así son las ocho bie-naventuranzas y estaría bien aprenderlas de memoria para repetirlas, para tener en la mente y en el corazón esta ley que Jesús nos dio.
Prestemos atención a este hecho: la razón de la dicha no es la situación actual, sino la nueva condición que los bienaventurados reciben como regalo de Dios: “porque de ellos es el Reino de los Cielos”, “porque serán consolados”, “porque heredarán la tierra”, y así sucesivamente. En el tercer elemento, que es precisamente la razón de la felicidad, Jesús utiliza a menudo un futuro pasivo: “serán consolados”, “heredarán la tierra”, “serán sacia-dos”, “serán perdonados”, “serán llamados hijos de Dios”. ¿Pero qué significa la palabra “bienaventurado”? ¿Por qué cada una de las ocho bienaventuranzas comienza con la palabra bienaventurado? La palabra original no indica a alguien que tiene el estómago lleno o que se divierte, sino una persona que está en una condición de gracia, que progresa en la gracia de Dios y que progresa por el camino de Dios: la paciencia, la pobreza, el servicio a los demás, el consuelo… Los que progresan en estas cosas son felices y serán bienaventurados. Dios, para entregarse a nosotros, elige a menudo caminos impensables, tal vez los de nuestros límites, los de nuestras lágrimas, los de nuestras derrotas. Es la alegría pascual, de la que hablan nuestros hermanos orientales, la que tiene los estigmas pero está viva, ha atravesado la muerte y ha experimentado la potencia de Dios. Las bienaventuranzas te llevan a la alegría, siempre; son el camino para alcanzar la alegría. Nos hará bien tomar hoy el Evangelio de Mateo, capítulo cinco, versículos de 1 a 11, y leer las bienaventuranzas ―quizás más de una vez, durante la semana― para entender este camino tan hermoso, tan seguro de la felicidad que el Señor nos propone.
Domingo 16 de febrero de 2020
¡No tengan miedo!
La Iglesia y la familia
Jesús y la ley
P. Juan José Torres Galván
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a Ley de Dios, que Moisés entregó al pueblo de Israel, representa una referencia fundamental para quienes desean vivir su fe de manera agradable a Dios. Con el paso de los siglos, la interpretación que se hacía de esta Ley la había convertido en un instrumento de exigencia y de exclusión para el pueblo sencillo. Jesús y a sus discípulos eran vistos con desconfianza, porque algunos aseguraban que su práctica contradecía la Ley de Moisés, y esta era una acusación grave. Jesús termina con esos rumores asegurando a los discípulos que Él no pretende abolir la Ley, sino más bien llevarla a su plenitud. En efecto, Jesús manifestará con su testimonio de vida y sus pala-bras, sin caer en el legalismo de algunos fariseos y doctores de la Ley, que su observancia va mucho más allá de un cumplimiento frío y calculador. Por el contrario, Jesús propone a todos sus seguidores vivir la plenitud de la voluntad de Dios, expresada en los mandamientos. La sentencia de que la justicia de los discípulos tendrá que ser mayor que la de los escribas y fariseos apunta a una vida que trasciende el cumplimiento legalista porque sus obras están impregnadas en el amor. La verdadera justicia, la verdadera santidad es aquella que se manifiesta en las mil formas de la caridad. El mandamiento “no matarás” es interpretado por Jesús con mayor exigencia: se mata al prójimo no solamente arrancándole la vida, sino también cuando el enojo, el insulto y el desprecio corrompen la relación fraternal. Una fuerte llamada de atención para que recordemos la fuerza mortífera de las palabras ofensivas. La indicación de no poder presentar la ofrenda sin antes buscar la reconciliación supone una vida que se compromete a aprovechar cada día de vida para hacer lo mejor en la convivencia humana, aportando cada uno lo mejor de sí mismo para el bien de la comunidad humana. El mandamiento: “no cometerás adulterio” es llevado por Jesús al campo de los deseos interiores que buscan utilizar a las personas buscando el propio beneficio o placer. El discípulo debe tender siempre a alcanzar la pureza de corazón que se espera de cada seguidor de Jesús. La indicación de que es preferible mutilar el órgano de nuestro cuerpo que nos induce al pecado expresa la necesidad de una renuncia radical al pecado. El mandamiento: “no jurarás en falso” es interpretado por Jesús de forma más radical: no hay que jurar nunca, ni por Dios, ni por el Templo. El juramento nace de la práctica habitual de la mentira en las relaciones humanas. Para que me crean, juro. Y de ahí se pasa a jurar para que crean que es verdad una mentira que expresé… Jesús espera de sus discípulos la veracidad como una cualidad distintiva. La vida del discípulo debe ser transparente. El amor, el respeto, la reconciliación y la pureza de corazón son los mejores distintivos de un seguidor de Jesús en el mundo…
Sembremos Esperanza
Q
ueridas familias potosinas, que el Dios de esperanza nos motive aún cuando las incertidumbres, y tal vez las desilusiones, invadan nuestro entorno. No sé que tan animados nos encontremos en la vida, pero deseo que tengamos entusiasmo para seguir adelante, aún cuando posiblemente las circunstancias sean adversas. Es por ello que quiero compartirles una pequeña reflexión en torno a la virtud de la esperanza que tanta falta nos hace en este tiempo de dificultad, tiempo fatigoso que, solo podemos sobrellevar desde esta perspectiva. Una peculiaridad de la Buena Nueva del Señor, es que su mensaje nos da, de forma muy particular, esperanza para la vida. La esperanza, es la virtud que sostiene al alma, que consuela al ser humano. La Palabra nos da esperanza En la primera Carta de San Pablo a los Tesalonicenses, el Apóstol recuerda que somos hijos de la luz, revestidos con la coraza de la fe y del amor, y cubiertos con el casco de la esperanza de la salvación. A través del Evangelio la Iglesia profundiza estas tres dimensiones de la virtud de la espe-ranza, para ayudarnos a vivir intensamente, aún en las dificultades: a) Tener esperanza en que llegará la transformación de la sociedad. Incluso en las etapas difíciles hay que mantener la esperanza al enfrentar los problemas y situaciones propios de la debilidad humana. b) Dios nos pone los medios para vivir la virtud de la Esperanza, de esta manera prepararnos para el encuentro con Jesús resucitado, vencedor del pecado y de la muerte. C) La esperanza que da el vivir atento a Jesús. Nuestro destino final no es una tragedia, sino la meta luminosa que guía la vida: nuestro encuentro pleno con Jesús, cuando nos llame a vivir para siempre en su presencia. La esperanza señala la ruta de salvación Estamos viviendo tiempos difíciles; sin embargo, incluso en las etapas difíciles hay que mantener la esperanza para poder enfrentar los problemas. El Papa Emérito Benedicto, nos decía en la Encíclica Spe Salvi, “que en un mundo en el que se tiene que crear la justicia por sí mismo, es un mundo sin esperanza”. La Esperanza, para nosotros los cristianos, nos da el impulso para mantenernos unidos: “Nuestra existencia está
en profunda comunión. Nadie vive solo. Ninguno peca solo. Nadie se salva solo. En mi vida entra continuamente la de los otros: en lo que pienso, digo, me ocupo o hago. Y viceversa”. Como cristianos, nunca deberíamos preguntarnos solamente: ¿Cómo puedo salvarme yo mismo? Deberíamos preguntarnos también: ¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también para ellos la estrella de la esperanza? Entonces habré hecho el máximo también por mi salvación personal. La esperanza en tiempo de desesperanza Quiero seguir aludiendo a las palabras que el Papa Emérito Benedicto nos ha dado en esta hermosa encíclica para seguir meditando sobre esta virtud. El Papa señala algunos elementos para crecer en la esperanza y sin lugar a dudas, la familia es espacio ideal para acrecentar esta virtud: El primero es la oración: “Cuando ya nadie me escucha, Dios todavía me escucha. Si me veo relegado a la extrema soledad... el que reza nunca está totalmente solo”. Después de la oración esta el actuar. “Toda actuación seria y recta del hombre es esperanza en acción. Solo la gran esperanza-certeza de que, a pesar de todas las frustraciones, mi vida perso-nal y la historia en su conjunto están custodiadas por el poder indestructible del amor y que, gracias al cual, tienen para él sentido e importancia, solo una esperanza así puede en ese caso dar todavía ánimo para actuar y continuar. La esperanza en sentido cristiano es siempre esperanza para los demás. Y solamente si sé que mi vida personal y la historia en su conjunto están custodiados por el poder indestructible del amor, puedo esperar”. En tercer lugar, el Papa indica el sufrimiento como lugar de aprendizaje de la esperanza. “Conviene ciertamente hacer todo lo posible para disminuir el sufrimiento”, sin embargo “lo que cura al hombre no es esquivar el sufrimiento sino la capacidad de aceptar la tribulación, madurar en ella y encontrar en ella un sentido mediante la unión con Cristo, que ha sufrido con amor infinito. Es también fundamental, saber sufrir con los demás y por los demás. “Una sociedad que no logra aceptar a los que sufren es una sociedad cruel e inhumana”.
Se despide y les quiere su amigo, hermano, Obispo y Pastor.
+ Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí
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Nuestra historia
Unos pecan por omisión, y otros por intromisión Pbro. Lic. Salvador González Vásquez
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uestra vida está hecha para vivirse en equilibrio. Y por eso, la vida está en balance; pero somos nosotros, los que andamos fuera de la balanza. Ya que no es nada fácil mantener el equilibrio. Y éste, es lo primero que perdemos. Ya lo decían los antiguos: “Ni demasiado, ni demasiado poco”. Ya que todos los excesos son malos; y en el medio se encuentra lo óptimo, es decir, la virtud. Decía Ortega, que el hombre en este mundo, camina en medio de dos precipicios; y su principal tarea, es mantener el equilibrio. Porque todo lo que es bueno, si se lleva al extremo, raya en el vicio. Como decían los abuelos: “Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre”. Cuando vayamos a tomar una decisión, no hay que irse al extremo opuesto; porque podemos perder el equilibrio, y caer en el vicio. Hay personas que son muy determinantes, y por combatir un problema, terminan creando otro igual de grande.
El Padre de la Raza
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reo que muchos de nuestros lectores conocieron al Padre de la Raza, Juan Flores. Al menos desde mi experiencia puedo compartir con ustedes algunos rasgos de quien fuera conocido como el “Chido” o aunque con un tono un poco despectivo pero no teniendo nada que ver con su personalidad, conocido “entre los cuates” como el “Gachote”. El P. Juan fue formador y profesor del Seminario durante muchos años, el maestro de Liturgia, por quien muchas generaciones de seminaristas aprendimos y convivimos, sí, con él, con el “Gachote”. Tal vez, muchos preguntaran por qué este sobrenombre. El P. Juan fue el “Padre de la Raza”, por la cercanía con las personas, especialmente con los jóvenes. La convivencia con los seminaristas fue que tuvo esta actitud. Como profesor fue benévolo, como sacerdote un amigo y consejero en la vida espiritual de los seminaristas. El P. Juan nació el 20 de junio de 1933 en Rioverde S. L. P. fue Ordenado Sacerdote el 19 de marzo de 1960. Durante su ministerio sacerdotal fue responsable Dimensiones de la Pastoral Litúrgica y Arte Sacro, durante muchos años Ceremoniero de Catedral. El Padre Juan Flores falleció el jueves 30 de enero en la “Casa San Pablo”, ese mismo día, por la noche, fue velado en la Capilla del Seminario Mayor. Ya por la mañana del viernes fue trasladado al Santuario del Señor San José y el Señor de los Trabajos, lugar en el que permaneció hasta el sábado, día en el que se celebró su misa exequial, presidida por el Arzobispo Emérito Don Luis Morales Reyes, acompañado por Don Jesús Carlos Cabrero, un nutrido grupo de sacerdotes así como familiares y amigos.
También hay algunos, que son demasiado atentos, y otros muy indiferentes; y ni lo uno, ni lo otro es bueno. Algunos pecan por omisión y otros por intromisión; porque algunos no hacen nada, y otro hacen de todo. Hay quienes pueden hacer algo por el otro, y no lo hacen. Y otros, que quieren hacer mucho sin que nadie se los pida. Como dice el dicho popular: “Mucho ayuda el que no estorba”. Con esto concluimos, que hay quienes hacen de más, y otros que hacen de menos, o simplemente no hacen nada; pero ambos extremos, no ayudan. Porque, habiendo alguien que pueda ayudar, no lo hace; y otros que en lugar de ayudar, complican más las cosas. Es fundamental, que todo lo que hagamos sea con medida; no hay que exagerar las atenciones, porque eso incómoda; pero tampoco ser tan indiferentes, ya que alguien puede estar necesitado de tu ayuda. Por eso mismo, es mejor ofrecer el servicio; pero no entrometerse si no te lo solicitan.
Sus restos descansan en las Criptas del Mismo lugar.
La Iglesia Potosina y Nuestro Semanario La RED se unen en oración por el sensible fallecimiento de la Sra. Lupita Morales Madre de nuestro hermano sacerdote Eustorgio Salazar Morales La Sra. Lupita falleció el 5 de febrero. Su Misa exequial fue celebrada el jueves 6 de febrero en la Parroquia Nuestra Sra. de la Asunción. Santa María del Río. Dios le dé el descanso eterno y a su familia y amigos el consuelo y la paz.
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Cosas y Casos de la vida
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Los hijos son responsabilidad de los padres, no del Estado
Por: Pablo Muñoz Iturrieta
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o creo que a esta altura ya es más que evidente que los orga-nismos estatales en muchos países están totalmente poseídos de ideologías peligrosas para la humanidad y se han embarcado en un proceso de “deconstrucción” de nuestra civilización occidental. Y los niños no son inmunes. Las escuelas, lamentablemente, se han convertido en muchos casos en “CORRUPTORIOS oficiales” donde los niños son adoctrinados ideológicamente por modelos que buscan alterar la incipiente vida afectiva y su sexualidad. Lo que hace tal vez 10 años llamábamos “corrupción de menores”, hoy en día se le llama “formación en igualdad, tolerancia y respeto a la diversidad”; palabras que suenan muy lindas, pero tras las cuales se oculta un proceso de ingeniería social que se asemeja muchísimo a procesos totalitarios de otras épocas. E incluso me atrevería a decir mucho más peligrosos, porque los comunistas de antaño te obligaban a aceptar su sistema a la fuerza, por la amenaza de muerte o los campos de concentración. Pero estos ideólogos modernos lo hacen transformando las conciencias de los niños, levantando la bandera de supuestos “derechos humanos”, y demonizando a quienes no aceptamos la envestida como enfermos mentales afectados por la homofobia, la transfobia, la lesbofobia, y otras tantas fobias inventadas para la ocasión. Y por mientras corrompen a nuestros niños con un supuesto derecho a ejercer la sexua-lidad, aunque el niño ni siquiera haya atravesado la pubertad, dándoles talleres de masturbación, sexo anal para aceptar la homosexualidad, experimentar todo tipo de orientación sexual, y, por encima de todo, encontrar el fundamento de nuestra identidad, es decir, descubrir cuál es nuestra identidad de género, ya que el sexo biológico “impuesto” por nuestros padres seguramente no nos corresponde… A esto se tienen que enfrentar nuestros niños en el aula, desde Canadá a la Argentina, sin olvidar el desastre de lo que ocurre en Europa. Pero no todos los padres se quedan callados y miedosos ante el sistema. Y ese es el caso de movimientos en toda Latinoamérica que están surgiendo en defensa de los niños y ejerciendo su responsabilidad enorme como padres. Y ante esta reacción, hemos escuchado voces totalitarias que afirman, como lo hizo recientemente la ministra de educación de España, Isabel Celaá: “los hijos no pertenecen a los padres”. Es decir, se argumenta que como todo niño es sujeto de derechos humanos, es el Estado, no los padres, los que deben velar por ellos. Pero esto ¿Por qué? ¿Qué me garantiza que el Estado va a cuidar de los niños, de manera generalizada, mejor que los padres? ¿Por qué es responsabilidad del Estado y no de los padres el educar, alimentar, proteger, guiar, aconsejar a los niños? Además, el Estado es una abstracción, porque en concreto quienes “cuidarán” a los niños serán personas menos capacitadas que sus propios padres… Afirmaciones como estas niegan la realidad del derecho natural tal como se ha desarrollado en el Occidente y se ha explicitado en el derecho civil, el derecho constitucional y el derecho internacional, según los cuales se garantizan el lugar de la familia y los padres como pilares de la sociedad, ya que son preexistentes al Estado mismo. La familia es uno de los pilares de la sociedad, por lo que el Estado no tiene ningún derecho y los padres tienen una tremenda responsabilidad (y por lo tanto derecho) de educar a sus hijos. Y más todavía si el Estado busca pervertir la conciencia de sus hijos. Mi nombre es Pablo Muñoz Iturrieta, soy el autor del libro “Atrapado en el cuerpo equivocado”, el estudio más completo contra la ideología de género y quiero animarlos en esta batalla cultural y decirles que no están solos. Por eso los invito a la conferencia que daré en San Luis Potosí el 28 de febrero. No se pierdan esta gran conferencia donde voy a desenmascarar la gran mentira de la teoría del género, explicar de dónde viene todo esto, qué es lo que buscan y por qué es importante que te formes para defenderte a ti y a tu familia.
Pedir a Dios Por: Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez
colunga46561@hotmail.com
Muy estimados lectores: La oración es la comunicación perfecta con Dios. Cuando hagas oración, mira tu pequeñez y contempla su grandeza; tal vez le pidas muchas cosas materiales y te dará lo que realmente necesitas para el bien de tu alma. Una persona le pedía a Dios la fuerza para obtener muchos logros, y lo hizo débil para aprender a ser humilde y obedecer. Otra persona le pedía riquezas para ser feliz, y le dio limitaciones y austeridad para ser sabio. Alguien más le pidió poder para ser grande ante los hombres y que le rindieran tributo y homenajes, y le dio debilidad para sentir la necesidad de Dios. Un joven le pidió todo para disfrutar de la vida y le concedió vida para disfrutar de todo. Quizá todas estas personas no recibieron nada de lo que le habían pedido, pero él les dará todo lo que necesiten para el bien de su corazón sin haberlo pedido, y eso realmente los hace afortunados. Dice el Papa Francisco, que cuando haces oración descubres a un Dios maravilloso que alimenta tu conciencia y reconoces que estás en su pensamiento y nunca te olvida. Por consiguiente, déjate iluminar por Dios en los pequeños detalles de tu existencia, y confía plenamente en Dios, que sabe que lo realmente necesitas. No te sientas solo ni abandonado por Dios cuando pienses que Él no escucha tu oración; si a las aves del cielo y a los peces del mar los alimenta; si a los lirios del campo los embellece con sus brillantes colores, cuánto más no hará por las criaturas hechas a su imagen y semejanza. No quitemos valor a la oración de petición, que tantas veces nos serena el corazón y nos ayuda seguir luchando con esperanza. La súplica de intercesión tiene un valor particular, porque es un acto de confianza en Dios y al mismo tiempo una expresión de amor al prójimo. La oración será más agradable a Dios y más santificadora si en ella, por la intercesión, intentamos vivir el doble mandamiento que nos dejó Jesús. Hay que presentarle al Señor aquellos seres que más quieres, y dile al Dios del amor que se los encargas y que bendiga toda su vida. También recuerda que Él conoce perfectamente tu vida, tus anhelos, y tus batallas. Hasta la próxima.
Construir, Cultivar, Conquistar Por: Pbro. Memo Gil
¿Insensibilidad Las vidas que son “pinceladas de amor”
frente a la violencia?
“Vivo en la fe en el Hijo de Dios que me amó hasta entregarse por mí”. (Gal 2,20) “Eres precioso para mis ojos, eres estimado, y yo te amo”. (Is 43,4) “Yo confío en tu amor, mi corazón se goza en tu salvación”. (Sal 13,6) “No hay amor más grande que dar la vida por los amigos”. (Jn 15,13)
Por: Francisco González Garza (SIAME.MX)
E
l contacto con la violencia real o ficticia ha provocado una pandemia de insensibilidad. Para muchos educadores está resultando un esfuerzo, a veces extenuante, lidiar con los comportamientos violentos de sus alumnos, hijos, incluso de compañeros en el trabajo. No es solo un fenómeno de actos criminales, fruto de carencias socioeconómicas, sino del am-biente que la promueve, a través de instrumentos de gran penetración. Si la violencia se explicara solo por las carencias socioeconómicas, quedaría instalada en las zonas donde éstas son más profundas. La realidad es que, en todo tipo de ambientes sociales, en escuelas, universidades, municipios de cualquier fisonomía, se ha extendido este modo de convivencia. La violencia verbal, que antecede a la violencia física, la psicológica entre padres-hijos, esposos o novios, no tiene marca de clase social, está extendida en toda la sociedad. Si observamos bien notaremos que estamos presionados por la información de hechos reales o imaginarios sobre la violencia, que se magnifican a través de los medios de información, internet, televisión, prensa, o publicidad sensacionalista, que usan como recurso, para capturar la atención de las audiencias, exponiéndolas a imágenes, sonidos, tramas o campañas con un alto grado de violencia explícita o implícita. La información se ha convertido en un recurso de alto impacto hacia el espectador, para atraer su atención y la mayor de las veces, lucrar en vez de informar objetivamente. Nadie puede negar los hechos de violencia que hoy campean a lo largo del país, y que cada vez nos cercan y se acercan a nuestra vida cotidiana. Sin embargo, hay irresponsabilidad al magnificar, macha-car o hacer de ello prácticamente el tema central de la información, las producciones para el entrete-nimiento, o aún para banalizarla en búsqueda de ganancias económicas. Pero una cultura de violencia que se instala en una comunidad, sea ésta el hogar o la región, siempre traerá efectos degradantes. Los tres efectos científicamente comprobados frente a esta cultura son: la inmovilidad de los receptores o agraviados, que asumen que el entorno y el mundo son más violentos que la realidad, y por ello se inhiben o se para-lizan. El segundo efecto es, la imitación, razonando que es mejor ser victimario, que víctima. Se anticipan y accionan con más violencia como mecanismo de protección. El tercero, quizá el más peligroso, es la desensibilización. Con ella cientos de jóvenes y personas se relacionan frente a los demás, sin que su conciencia les cuestione actos violentos, como si esta fuera natural. Vale la pena reflexionar que, por este camino no tenemos más que esperar una destrucción más acelerada del tejido social. Instalar una educación para la paz, desde la familia, la comunidad, la escuela, y sobre todo desde los medios de comunicación, se convierte en un prerrequisito de la salud social y la promoción auténtica del ser humano. Esta Cultura de Paz, se logra si también hacemos conciencia a los que comunican y los que comunicamos, a través de cualquier plataforma, podemos construir intencionalmente contenidos que al tratar cualquier temática, impregnen en su estructura valores que destaquen lo más profundo de lo que puede elevar la convivencia humana, y la propuesta de una vida rica en oportunidades para caminar en este mundo en un lugar de paz para nosotros y para “el próximo”, que también es un hombre en el mismo espacio vital.
H
emos venido a éste mundo para dejar huella. No podemos conformarnos con lo que solo nos impone el ciclo vital, al que estamos sujetos como seres humanos. Nuestra vida es solo una y, por lo mismo, hay que vivirla dando lo máximo y lo mejor de nosotros. Hemos sido creados por amor y para el amor. Por eso, nuestra vida tendrá valor en la medida que toque a otras vidas con amor. Así que, quienes desean alcanzar la felicidad, deben ayudar a los demás a encontrarla también, ya que el bienestar de cada uno se halla unido al bienestar de todos. Pues cuando queremos que en todo nos vaya bien, es necesario que favorezcamos a nuestro alrededor, relaciones sanas, positivas y empáticas. Ya que, las emociones que trasmitimos y difundimos, son las que se nos devuelven. Por eso hablamos de vidas que son “pinceladas de amor”. Su ser y existir matiza, alimenta y favorece las vidas de los otros. Al grado de que hay vidas que no se entienden sin la intervención de quien les llega a ofrecer un cierto sentido. Y muchas veces, inclusive, un sentido único. Son vidas que se vuelven indispensables o son el soporte para que los demás sean, en realidad, lo que deben llegar a ser. Entre las cuales podemos citar: la vida de las madres, la vida de la pareja, la vida de los grandes amigos, la vida de los hijos, la vida de los buenos compañeros, la vida de quienes servimos y la vida de aquellos para quienes nos hemos vuelto importantes. No hay nada mejor, que una vida que se sabe valiosa porque hay alguien que lo necesita. La vida de la madre, no solo de los padres, sino la de la madre en particular es de importancia vital por su capacidad generativa. La madre se da
totalmente ella misma cuando engendra y da a luz una nueva vida. Todo su amor y ternura es lo que transmite de manera especial vitalidad a quien depende de sus cuidados maternales. Nuestra capacidad de llegar a ser plenamente seres humanos, viene sin duda del vientre materno. Por eso, estemos con quien estemos o nos encontremos en donde nos encontremos, siempre habrá una obligada referencia matriz al origen y sentido de nuestra identidad. Seremos realmente una obra de arte llena de pinceladas de amor, en la medida en que reconozcamos las huellas que van dejando los demás en nuestra vida. Y, al mismo tiempo, lo que de bueno, noble y amable nosotros podamos ofrecerles. Podemos entender así claramente, todo el sentido que van teniendo las vidas de tantos seres queridos. Que se van volviendo indispensables compañeros de camino. Y entonces, vivir no es sólo sobrevivir. Es un saber “con-vivir” que nos lleva a ser parte de la vida de los otros, haciendo nuestras también las vidas de los demás. La vida que pasa a ser vivida así, saborea y se recrea en una amplia gama de matices y tonalidades como personalidades puede haber. Siendo el común denominador que nos una con todas: el amor. Debemos darnos a la tarea de descubrir siempre las tonalidades del amor, que siempre se puede hacer presente aún detrás del más borroso y oscuro matiz. Lo importante no será entrar en contacto con demasiadas personas, sino por cuántas de ellas nos dejemos tocar realmente, o a cuantas podamos o-frecer una pincelada de amor, que los haga vivir más intensamente una vida llena de color y armonía.
San Pedro Damián, Doctor de la Iglesia
“T
El Santo de hoy
21 de febrero
ras la tristeza, espera con alegría el gozo que vendrá”, decía el benedictino San Pedro Damián, Doctor de la Iglesia. En una dura época, ayudó con sus escritos y legaciones a la reforma eclesiástica y clerical. Damián significa “el que doma su cuerpo” y su fiesta se celebra cada 21 de febrero. “Que la esperanza te levante ese gozo, que la caridad encienda tu fervor. Así tu mente, bien saciada, será capaz de olvidar los sufrimientos exteriores y progresará en la posesión de los bienes que contempla en su interior”, decía San Pedro Damián. El Santo nació en el 1007 en Ravena (Italia). Perdió a sus padres cuando era niño y quedó al cuidado de un hermano suyo que lo trató como esclavo. Otro hermano, arcipreste de Ravena, se compadeció y se encargó de su educación. Al sentirse como un hijo, Pedro tomó de su hermano el nombre de Damián. San Pedro desde joven se acostumbró a la oración, vigilia, ayuno, invitaba a los pobres a su mesa y les servía personalmente. Ingresó a la vida monacal con los benedictinos de la reforma de San Romualdo. Cuando murió el Abad, Pedro asumió por obediencia la dirección de la comunidad. Fundó otras cinco comunidades de ermitaños y en todos los monjes buscaba que se fomente el espíritu de retiro, caridad y humildad. De ellos surgieron Santo Domingo Loricato y San Juan de Lodi. Varios Papas acudían a San Pedro por sus consejos. En 1057 fue ordenado Cardenal y Obispo de Ostia, aun cuando el santo siempre prefirió su vida de ermitaño. Más ad-
elante se le concedería el deseo de volver al convento como simple monje, pero con la condición de que se le podía emplear en el servicio de la Iglesia. Solía decir: “Es imposible restaurar la disciplina una vez que ésta decae; si nosotros, por negligencia, dejamos caer en desuso las reglas, las generaciones futuras no podrán volver a la primitiva observancia. Guardémonos de incurrir en semejante culpa y transmitamos fielmente a nuestros sucesores el legado de nuestros predecesores”. Partió a la Casa del Padre el 22 de febrero de 1072. Dante Alighieri, en el canto XXI del Paraíso, coloca a San Pedro Damián en el cielo de Saturno, destinado a los espíritus contemplativos. Fue declarado Doctor de la Iglesia en 1828.
07 Por Luis Marino Moreno Flores
Ateos y creyentes Jesús Martínez Gordo PPC 2019 176 páginas.
H
a llegado la hora –dice el autor de estas páginas– de prestar atención de nuevo a la consistencia racional de la idea de Dios a partir de las pruebas científico-empíricas que se vienen alcanzando desde hace años, concretamente en la cosmología, en la bio-logía y en la antropología modernas. Y creo que es algo que se puede hacer sin renunciar al imaginario – en mi caso, cristiano– de un Dios amor y justicia que, transparentándose en tantos millones de crucificados de todos los tiempos, es perceptible a la vez como belleza, atrayente y fascinante por sí misma. Además, creo que he de hacerlo dialogando con los llamados «nuevos ateos», es decir, con aquellas personas que cuestionan en la actualidad la solidez argumentativa y la verdad de lo que de-cimos cuando decimos «Dios» tanto a la luz de las evidencias científico-empíricas como de las conclusiones a que están llegando la antropología y la filosofía modernas, e incluso apoyados en algunas aportaciones teológicas y exegéticas de los últimos decenios. Jesús Martínez Gordo es doctor en Teología Fundamental y sacerdote de la Diócesis de Bilbao. Profesor de la Facultad de Teología de Vitoria-Gasteiz y del Instituto Diocesano de Teología y Pastoral de Bilbao. Es miembro del Centro “Cristianisme i Justícia”, de Barcelona, y profesor invitado en la Facultad de Teología de Italia Meri-dional, en Nápoles. Colabora asiduamente en revistas y publicaciones de España, Europa y Latinoamérica. Actualmente ejerce su ministerio pastoral de presbítero en el Equipo Ministerial de Basauri (Vizcaya).
Iglesia Universal CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco explicó, el domingo 9 de febrero, cómo un discípulo de Jesús puede ser “sal de la tierra” y “luz del mundo”. “El discípulo es sal cuando no busca el consenso y la aprobación, sino que se esfuerza por ser una presencia humilde y constructiva, en fidelidad a las enseñanzas de Jesús que vino al mundo no para ser servido, sino para servir. ¡Y esta actitud es muy necesaria!”, exclamó el Papa. “Un discípulo y una comunidad cristiana son luz en el mundo cuando dirigen a otros a Dios, ayudando a cada uno a experimentar su bondad y su misericordia”, explicó el Papa. CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco recibió en forma privada este 8 de febrero, día que se celebra la Jornada mundial de oración y reflexión contra la trata de personas, a un grupo de religiosas, y se sumó a la iniciativa “Super Nuns” (Super Monjas), una red de ayuda para las víctimas de la trata de personas. En el encuentro, que se llevó a cabo en la Biblioteca del Palacio Apostólico, el Santo Padre fue el primero en dar “click” a la iniciativa “Super Nuns”, diseñada “para recaudar fondos para las víctimas de la trata” y “para financiar proyectos de atención y apoyo”. ROMA.- La exhortación apostólica postsinodal del Papa Francisco “Querida Amazonia”, se presentó el pasado miércoles, 12 de febrero de 2020, en el aula Juan Pablo II de la Oficina de Prensa del Vaticano. Este documento es fruto de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica “Amazonia: Nuevos Caminos para la Iglesia y para una ecología integral” que fue celebrado en el Vaticano del 6 al 27 de octubre de 2019.
Iglesia de México MÉXICO.- El próximo 20 de febrero de 2020, el movimiento Mater Fátima realizará la segunda fecha de la oración mundial del Rosario, cuando se cumplan 100 años de la muerte de Santa Jacinta Marto. Todos podemos unirnos en oración organizándonos para que el 20 de febrero, jueves, en la Hora Santa, es decir, una hora de adoración a Jesús, y durante esta hora, se rece el Santo Rosario por las intenciones de Nuestra Señora, y terminan con una Consagración al Inmaculado Corazón. Si no hay Hora Santa en su parroquia o comunidad, puede unirse espiritual-mente y rezar” en grupos o individualmente. MÉXICO.- Por segundo año, este 7 de febrero se llevó a cabo en la Ciudad de México el festival Night to Shine México, que busca celebrar el amor de Dios hacia los niños, niñas y jóvenes con necesidades especiales, mediante una fiesta de gala. Aunque en México es el segundo año que se realiza, Night to Shine se ha venido llevando a cabo desde 2015 en otros países de manera simultánea, por iniciativa de la Fundación Tim Tebow, creada por Timothy Richard Tebow, el famoso ex jugador de futbol americano en las Águilas de Philadelphia, y cuyos valores religiosos lo llevaron a abrazar de esta bella forma a niños y jóvenes de su país. MÉXICO.- El apostolado católico Luz en la Calle apunta a construir un centro integral para ayudar a que las personas sin techo, especialmente aquellas que luchan contra las adicciones, puedan reintegrarse a la sociedad, y ha organizado un evento especial para recaudar fondos. Mitzy Espinosa De Los Monteros, integrante de Luz en la Calle, destacó que se trata de un apostolado que tiene como su “misión más importante” que las personas sin techo en Ciudad de México “conozcan a Cristo y se sientan amados”. “La segunda misión más importante es ayudarlos a salir de la situación de calle”, indicó.
Iglesia Potosina SAN LUIS POTOSÍ.- Celebramos ¡40 años! se ha logrado llegar a miles y miles de jóvenes necesitados de Dios en su corazón y en sus vidas. Con el tema: “Juntos caminemos en el amor hacía la Santidad” se lleva cabo la Pre-Pascua Juvenil 2020 el fin de semana del 14, 15 y 16 de Febrero. Iniciando el viernes 14 a las 19:00 horas, con opción a incorporarse el sábado 15 de febrero a las 8:00 horas. Concluyendo el domingo 16 a las 14:00 horas. El lugar será la Parroquia de Nuestra Señora del Refugio, ubicada en: Centenario Norte, número 210, Barrio 2, Ciudad Fernández, San Luis Potosí. SAN LUIS POTOSÍ.- Con este espíritu juvenil, se llevará a cabo la tradicional caminata, conocida como “Marchuma”. Esta caminata que tiene como centro de reunión de inicio en la Capilla de Nuestra Señora de las Mercedes, lugar en el que se comienza con animación, confesión y la Eucaristía. La caminata se lleva a cabo durante la noche del Sábado 22 para llegar, al amanecer, el domingo 23 de este mes de febrero en el Santuario de “Jesús María”.
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Actualización de la ley
“Yo Soy Conchita Armida”
Parte XLVII
Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez
17 No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. ... 20 Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos. 21 Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: “No matarás”, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal. 22 Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego. 23 Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, 24 deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda. ... 27 Ustedes han oído que se dijo: “No cometerás adulterio”. 28 Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. 29 Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. 30 Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti; es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. 31 También se dijo: “El que se divorcia de su mujer, debe darle una declaración de divorcio”. 32 Pero yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio. 33 Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: “No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor”. 34 Pero yo les digo que no juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios, 35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey. 36 No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos. 37 Cuando ustedes digan «sí», que sea sí, y cuando digan «no», que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno” (Mt 5, 17-37).
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l sermón de la montaña, el primer discurso de Jesús, propone a sus discípulos, y a la multitud que lo escucha, un gran desafío, el reto de superar la rectitud de los hombres más justos de su tiempo, la de los escribas y fariseos, para poder así entrar al Reino de los Cielos. Jesús toma en sus manos los mandamientos y dice: “se dijo a los antiguos... Ahora yo les digo...”, y propone algo más radical, algo de corazón, donde no sólo cuenta el obrar externo sino también el interior, la motivación y el deseo, incluso el pensamiento; al grado de señalar que la oración y la ofrenda no se han de ofrecer a Dios si existe el obstáculo de la enemistad con algún hermano. El evangelio de hoy recoge las primeras cuatro enseñanzas nuevas: sobre el no matarás, sobre el no cometerás adulterio, sobre el divorcio y sobre el no jurarás. Jesús impulsa a sus escuchas a no ser conformistas, sino a cumplir en verdad el sentido profundo de la instrucción contenida en los mandamientos antiguos. A lo antiguo Jesús añade “algo más”. Se trata de no conformarse con el mínimo, sino de rebasar la expectativa básica. Al referirse al no matarás señala no ofender con ni siquiera con la palabra; y las ofrendas a Dios las condiciona a la reconciliación con el prójimo.
Sobre el no cometerás adulterio deja en claro que el pecado debe evitarse incluso con el pensamiento. Este es el punto más radical de todos, es aquí donde aparece una de las enseñanzas más “extremas”: “Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti; es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena.” Con tal de alejarse del pecado es preferible mutilarse. Naturalmente no se refiere a una mutilación real, sino que es una imagen de la convicción y radicalidad con la que hemos de actuar, cortando de raíz con lo que nos lleva a pecar, cortando de nuestra vida incluso lo que parece ser parte de nuestra existencia. Sobre la posibilidad del divorcio, la enseñanza es clara: no se debe dar lugar al adulterio. Por lo que a los juramentos se refiere, pide en su lugar un lenguaje directo y claro, invitando a no jurar de ningún modo: “Cuando ustedes digan «sí», que sea sí, y cuando digan «no», que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno.”
Un día y otro día Me gustaría saber escribir como mi esposa. Concha escribe todos los días yo no sé qué tanto. Llena una hoja y sigue con otra y con otra. Ella dice que es su cuenta de conciencia, cosas que yo no entiendo. Yo solo podría decir cómo es un día ordinario en nuestro hogar. Un día como cualquier otro día. Concha se levanta a las seis de la mañana, reza sus oraciones al Espíritu Santo, a la Virgen María, se arregla, eso de arreglarse es un decir, le basta la limpieza, solo tiene dos vestidos de casa y dos para salir, nada de aretes, collares, polvos o perfumes; me tocó una mujer que no me hace gastar, solo usa el anillo matrimonial. Aquella mañana en el Carmen oliendo a azahares, cuando Dios me la dio por esposa, no la merezco. Conmigo es amable, obsequiosa, recta, me complace en todo, me aconseja, me inspira. A las seis y media oye misa y comulga diaria-mente en La Compañía. Regresa a levantar a los niños. Va de cama en cama moviendo a los más flojos. Arriba, a rezar y a lavarse todos. Pancho de nueve años, Manuel de cinco, Concha de cuatro y Nacho, el bebé, de un año. Se desvive por sus hijos, sabe ser a la vez amorosa y enérgica, los aconseja con prudencia, los corrige con tino. Nada le preocupa tanto como formar su alma en la piedad. A las ocho nos desayunamos un poco de prisa por tener que marcharme al trabajo. Concha me acompaña hasta la puerta, me da un beso, que Dios te ayude. Ella se queda en casa repartiendo la mañana entre los quehaceres domésticos, la costura, el examen de conciencia y media hora de oración que jamás perdona. Cose mucho para los pobres, les hace vestidos y blusas, les teje medias y bufandas para el frío. Ah, y si le sobra tiempo, es claro que se pone a escribir. Pero eso sí, primero deja la casa limpia y ordenada. Nunca sus rezos y devociones la han hecho descuidar sus deberes de ama de casa. Texto tomado del libro “Yo Soy Conchita Armida” por Mons. Antonio Peñalosa
Día del Joven Creyente
¡Querido adolescente y joven creyente!
Es comprensible que sintamos un cierto miedo al hablar sobre nuestra fe en cualquier espacio, escuela, por el qué dirán, o en casa porque se considera un tabú o algo inaceptable, ¡Vaya, hasta en nuestros propios grupos juveniles! Esto, incluso quizá, por el miedo a que nuestra forma de ver la fe, y de llevarla a la práctica sea, diferente e incomprensible para los demás. Pero, no temas hablar de fe, porque las cosas importantes de la vida, no son para callarse, son para hablarse y ser escuchadas. Y aunque vivimos en una sociedad, donde nos han hecho creer que la fe es algo muy privado. Hoy tenemos que decir, con enorme convicción: ¡La fe es compartida!, pues solo crece al platicar con otros, al preguntar por ella y sobre todo al vivirla. Recuerda esto: ¡La fe es un regalo!, es en sí misma, un milagro, que debemos apreciar, cuidar y fortalecer. Siéntete afortunado por tu fe, ¡no cualquiera eh! Ten presente que no estás solo, que si es difícil, pero el Señor, siempre te dirá y repetirá: “¡No tengas miedo, porque yo estoy contigo!” (Is 41, 10).
Festividad de San Felipe de Jesús
Por: José Martín Tovar Villanueva.
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on mucha fe y entusiasmo, con entradas de cera, actividades religiosas y culturales los fieles de la Parroquia de San Felipe de Jesús, ubicada en la colonia San Felipe, Soledad de Graciano Sánchez, S.L.P., participaron de su fiesta patronal el pasado miércoles 5 de febrero. Los feligreses recibieron al Sr. Arzobispo Emérito Don Luis Morales Reyes, quien presidió la Eucaristía junto con el Párroco Pbro. Juan Víctor Hernández Reyna. Mons. Morales manifestó que San Felipe de Jesús Mártir, fue heroico en la defensa de su fe, hasta derramar su sangre. Nosotros debemos vivir el martirio, que es el dolor de cada día que todos por algunos problemas físicos o materiales que vivimos.
Seamos fuertes ante nuestra debilidad, aceptemos todo como Cristo en la cruz porque para eso estamos llamados, unidos en Cristo en el amor. Felicidades a los parroquianos de San Felipe de Jesús.
Domingo 16 de febrero de 2020
50 Aniversario Sacerdotal Pbro. Tomás Ramírez Álvarez
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ómo no agradecer a Dios por la vida y más cuando somos bendecidos. El padre Tomás Ramírez Álvarez, nació el 7 de marzo en los Altos de Jalisco. Desde muy temprana edad, su familia emigró al Altiplano Potosino. Fue ahí donde tuvo la inquietud de ingresar al Seminario, cuyo anhelo de ser sacerdote lo alcanzó el 5 de febrero de 1970, fecha en la que fue ordenado para la Iglesia Potosina. Con una avalancha de expresiones de gratitud a Dios por este Don recibido, el P. Tomás se reunió con feligreses con quienes ha compartido la fe a lo largo de su ministerio, lo hizo también con familiares y amigos que, reunidos fueron más de setecientas personas que se congregaron en Santa Isabel, en el Municipio de Jalostotitlán se localiza en el estado de Jalisco. La galería de imágenes que presentamos fue el momento que el P. Tomás celebró con sus hermanos sacerdotes en la Parroquia de la Sagrada Familia. Acompañado por el Señor Arzobispo Don Jesús Carlo Romero, por el Arzobispo Emérito Don Luis Morales Reyes, por el Obispo Emérito Florencio Olvera Ochoa y por supuesto por un buen grupo de sacerdotes compañeros y amigos de la Iglesia Potosina.
Felicidades padre Tomás Ramírez en su cincuenta aniversario sacerdotal
Celebrando al Señor
“La presentación de ofrendas”
P. Pedro Mexquitic Arredondo
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l inicio de la liturgia eucarística se llevan al altar los dones, que se convertirán en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Ante todo, se prepara el altar o mesa del Señor, que está al centro de la Liturgia eucarística, poniendo el corporal, el purificador, el Misal y el cáliz. Después se llevan las ofrendas: es bueno que los fieles presenten el pan y el vino; el sacerdote o el diácono los recibe en un lugar oportuno y lo coloca sobre altar. Se puede también presentar otros dones para los pobres o para la Iglesia, llevados por los fieles, vienen colocados en un lugar adaptado fuera de la mesa eucarística (IGMR 73). La tercera procesión en la celebración eucarística es hacia el altar, que desde este momento se convierte el lugar central de la acción litúrgica hacia el cual converge toda mirada de los fieles. Su significado evoca la participación de todo el pueblo reunido al sacrificio de Cristo y de la Iglesia. Esta participación esta expresada ante todo de llevar al altar el pan y el vino, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, como recita la formula ritual admirablemente comentada por el Papa emérito Benedicto XVI: La oración con la que la Iglesia, durante la liturgia de la misa, entrega este pan al Señor lo presenta como fruto de la tierra y del trabajo del hombre. En él queda recogido el esfuerzo humano, el trabajo cotidiano de quien cultiva la tierra, de quien siembra, cosecha y finalmente prepara el pan. Sin embargo, el pan no es sólo producto nuestro, algo hecho por nosotros; es fruto de la tierra y, por tanto, también don, pues el hecho de que la tierra dé fruto no es mérito nuestro; solo el Creador podía darle la fertilidad. Ahora podemos también ampliar un poco más esta oración de la Iglesia, diciendo: el pan es fruto de la tierra y a la vez del cielo. Presupone la sinergia de las fuerzas de la tierra y de los dones de lo alto, es decir, del sol y de la lluvia. Tampoco podemos producir nosotros el agua, que necesitamos para preparar el pan. En un período en el que se habla de la desertización y en el que se sigue denunciando el peligro de que los hombres y los animales mueran de sed en las regiones que carecen de agua, somos cada vez más conscientes
de la grandeza del don del agua y de que no podemos proporcionárnoslo por nosotros mismos. Entonces, al contemplar más de cerca este pequeño trozo de Hostia blanca, este pan de los pobres, se nos presenta como una síntesis de la creación. Concurren el cielo y la tierra, así como la actividad y el espíritu del hombre. La sinergia de las fuerzas que hace posible en nuestro pobre planeta el misterio de la vida y la existencia del hombre nos sale al paso en toda su maravillosa grandeza. De este modo, comenzamos a comprender por qué el Señor escoge este trozo de pan como su signo. La creación con todos sus dones aspira, más allá de sí misma, hacia algo todavía más grande. Más allá de la síntesis de las propias fuerzas, y más allá de la síntesis de la naturaleza y el espíritu que en cierto modo experimentamos en ese trozo de pan, la creación está orientada hacia la divinización, hacia las santas bodas, hacia la unificación con el Creador mismo. Benedicto XVI, homilía para la fiesta del Corpus Domine, 15 de junio 2006). La procesión de la presentación de las ofrendas tiene un “valor y significado” espiritual, porque indica la participación al sacrificio de Cristo a través del sacrificio espiritual de nuestra vida y la voluntad de dejarse transformar por el amor de Dios, que nos impulsa hacia los hermanos. En la procesión de ofrendas en efecto viene acogida y llevada al alatar también ofrendas en dinero y otros dones para los pobres y para la Iglesia.
¡Pónganse en camino!
Discípulos misioneros
Desorden social Domingo 16 de febrero de 2020
Por: Juan Jesús Priego
En 1935, André Gide escribía así en su famoso Diario: “No hay atmósfera más amodorradora que la de esta región de Cuverville. Sospecho que contribuyó mucho a la lentitud del trabajo de Flaubert. Éste, cuando creía luchar contra las palabras, luchaba contra el cielo; y quizá en otro clima en que la sequedad del aire exaltara su verbo, hubiera sido menos exigente o conseguido lo que buscaba sin tanto esfuerzo”. ¡El problema de los climas! Los hay incle-mentes que no se prestan nada para el trabajo intelectual. Una vez me preguntaba alguien que por qué la Huasteca había producido en la historia tan pocos escritores; le respondí así: -¡Señor mío! Vaya usted, por ejemplo, a Ciudad Valles, y estando allá me habla por teléfono para decirme si le apetece abrir un libro mientras el termómetro marca 45 grados a la sombra. ¿Escribir? Menos lo hará la gente de aquellas regiones: bastante ocupadas tienen las manos en abanicarse como para pensar en tomar la pluma. No, la vida intelectual no puede prosperar allí donde las condiciones atmosféricas le son adversas. Para escribir, un huasteco necesitaría salirse cuanto antes de ese horno siempre encendido. En cambio a los alemanes, ¡cómo se les facilitan las cosas! En las tardes, mientras nieva, ellos encienden el hogar y se ponen a escribir al amor de la lumbre, y de aquellos momentos apacibles y solitarios suelen nacer –como muy bien lo sabemos- obras monumentales y extraordinarias. Por lo pronto, Thomas Mann jamás habría escrito La montaña mágica en Ciudad Valles, eso es seguro… Pero no nos desviemos de lo que íbamos a decir y centrémonos en nuestro asunto. Cuando Victoria Ocampo, la escritora argentina, leyó aquellas líneas de Gide, al instante las comentó así en un libro publicado dos años más tarde, es decir, en 1937, titulado Domingos en Hyde Park: “Igual observación habría que hacer del clima de Buenos Aires. Ortega tuvo la ocasión de experimentarlo físicamente y se quejaba de que su trabajo sufriera las consecuencias. Pero hay algo peor que el cielo. Es difícil vivir y trabajar intelectualmente en un país en el que las jerarquías están falseadas; en un país en que éstas existan poco y mal (el paraíso es jerárquico, aunque se moleste Lucifer); en un país en el que, por consiguiente, nadie está en su lugar”. ¡Ah, cómo me hirió este comentario, cómo me hizo revolverme en mi silla! En efecto, ¿cómo va a ver intelectuales en un país donde éstos son poco apreciados? ¿Quién va a ponerse a escribir en un país en el que nadie –o sólo muy pocos- se toman el trabajo de leer? Es esta falta de resonancia social, por llamarla así, la que provoca siempre escasez de pensadores, escritores y artistas, sea donde fuere. Si nadie los valora; si nadie se detiene a contemplar sus obras, ¿cómo queremos que estos pobres hombres no se den un tiro en la cabeza, o por lo menos que sigan haciendo lo que hacen? Cuando esto sucede, el escritor se siente solo, falto de interlocutores, y con unos deseos enormes de echarlo todo por la borda. Sin embargo, el comentario de la señora O-campo va todavía más allá al hablar en su libro de sociedades en las que nadie está en su lugar. ¿Y qué se puede decir de ellas, sino que se trata de comunidades desordenadas? La expresión desorden social casi siempre hace pensar a quien la escucha en la violencia de las calles o en la
impunidad de los sistemas judiciales; sin embargo, esto no es exactamente así. Una sociedad –sea ésta de la dimensión que sea- está en desorden cuando gran parte de los que la componen están, por decirlo así, en el lugar equivocado. Ponga usted a un hombre de espíritu práctico a dar lecciones de ontología o de metafísica y verá cómo al poco tiempo empieza a maldecir la vida; ponga a un hombre de talante especulativo a organizar un viaje a Jerusalén o a donde sea, y verá con qué cara de pocos amigos regresarán a sus casas, un mes después, sus compañeros de aventura; recluya a un hombre hiperactivo en un monasterio para que vea cómo a la primera semana sale de allí despavorido; o, si quiere, haga que un monje contemplativo se dedique a administrar una notaría pa-rroquial: verá usted que al poco tiempo se pone a decir lo que el profeta: “¡Basta ya, Señor! ¡Quítame la vida!”. A quien nació para enseñar, métalo usted en una oficina a redactar oficios, y al que nació para orador ordénele que se calle: le aseguro que no tardarán mucho estos pobres hombres en concebir ideas suicidas. Orden, orden: ¿qué significa esta palabra que, para los antiguos moralistas, era incluso una virtud? Orden significa, ante todo, poner cada cosa en el sitio que le corresponde para que, cuando uno la busque, pueda encontrarla con facilidad y sin excesivas pérdidas de tiempo. Hay quien tiene que comprar nuevamente una cosa porque no sabe dónde la dejó la última vez; pues bien, el orden evita estos gastos innecesarios. Pero nos equivocaríamos de medio a medio si pensáramos que el orden es una virtud puramente doméstica; es también, y ante todo, una virtud social que se rige mediante el siguiente principio: La persona adecuada en el lugar adecuado. ¿Qué pasaría, por ejemplo, si el médico se metiera a litigar, y el juez a dar recetas para atajar la depresión? ¿Qué si el maestro se pusiera a sacar muelas y el filósofo a redactar esas cartas comerciales que nadie lee? Ya en el año de 1575, preocupado por este asunto, don Juan Huarte de San Juan escribió un libro, Examen de ingenios, para decirle lo siguiente al rey de España: “Esto quisiera yo que hicieran las A-cademias de vuestros reinos: que tuvieran examinadores para saber si el que quiere estudiar dialéctica, filosofía, medicina, teología o leyes, tiene el ingenio que cada una de estas ciencias ha menester. Porque si no, fuera del daño que este tal hará después en la República usando su arte mal sabida, es lástima ver a un hombre trabajar y quebrarse la cabeza en cosa que es imposible salir con ella”. A veces me da por pensar que si hay hoy tanta depresión y tanto desánimo flotando en el ambiente, es porque nadie está donde debiera estar.
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Programas Cáritas San Luis Cáritas Parroquiales
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espondemos a la identidad de Cáritas de ser un Organismo Pastoral de la Iglesia Católica que promueve la reflexión, la formación, el testimonio de la caridad cristiana y la justicia social. Cáritas Parroquiales anima a una cultura solidaria entre todos los hombres y mujeres, preferencialmente entre las personas más pobres y marginadas. La misión de Cáritas Parroquiales es animar a las parroquias a vivir la caridad comunitaria y el compromiso bautismal como apóstoles de la promoción humana, dimensión privilegiada de la evangelización. Objetivo El objetivo de Cáritas Parroquiales es promover la conformación de grupos parroquiales dedicados a ejercer la Pastoral Social a través de una estructura formal que les dé cimiento y fortaleza para practicar la Caridad en la vida comunitaria. ¿A quién se dirige el programa? La estructura básica de Cáritas desde la parroquia se compone de la asesoría del sacerdote parroquial y un grupo de apoyo capacitado en la Doctrina Social de la Iglesia Católica. Por tanto, el programa está dirigido a personas que desean vivir su propia fe ejerciendo acciones de incidencia social en la vida comunitaria de su parroquia. ¿Qué hacemos en Cáritas Parroquiales? Animamos a la comunidad a vivir la caridad invitándoles a formar los grupos de Cáritas Parroquiales. Formamos a través de la Doctrina Social de la Iglesia Católica. Los talleres tienen una duración aproximada de tres meses durante los cuales se da a conocer la identidad, visión y misión de Cáritas, así también se sientan las bases organizativas y de planeación de actividades de acuerdo al contexto de su comunidad. Acompañamos a las Cáritas ya constituidas durante el desarrollo de su propia experiencia con el servicio comunitario. Cáritas Parroquiales es también un grupo de apoyo a la experiencia de los grupos parroquiales. Nos reunimos una vez a la semana para formación permanente, para ofrecer a las parroquias las herramientas necesarias para conformar los grupos de Cáritas Parroquiales. Ofrecemos por lo menos dos veces al año un gesto fraterno de la Iglesia a comunidades pobres y alejadas, con una fiesta del Día del Niño y una Posada. Una vez al año realizamos un Encuentro Diocesano de Agentes de Pastoral Social y Cáritas Parroquiales, durante el cual socializamos las experiencias de servicio desde nuestras parroquias y reflexionamos sobre algún tema de interés para la Pastoral Social. ¿Quieres saber más sobre la Pastoral Social y Cáritas Parroquiales? Todos podemos ser agentes de Pastoral Social y tener incidencia en nuestra comunidad con acciones positivas y concretas. Cáritas Parroquiales siempre tiene un espacio para personas interesadas en realizar acciones encaminadas al bien común y la promoción de la persona. Para mayor información comunícate con Mariana Domene al 8 12 23 51, de lunes a viernes, de 9 a.m. a 2 p.m. o visítanos en Álvaro Obregón, #626, en la zona Centro de San Luis Potosí.
Protocolo de Instrumentos Publicos año de 1592 del escribano real Pedro Venegas (Quincuagésima Septima Parte) José Ricardo García López Investigador en retiro de la Facultad de Derecho de la UASLP. Escritura número 40 Sepan cuantos esta carta vieren como yo Pedro de Anda, vecino de este pueblo de San Luis de Mesquitique de la Nueva España otorgo e conozco por esta carta que de mi grado y buena voluntad, vendo e doy en venta real para agora (sic) e para siempre jamás a vos Pedro de Medina, vecino de las minas del Fresnillo que estáis presente, para vos e para vuestros herederos e sucesores e para quien de vos e de ellos tuviere título voz e recurso en cualquier manera, las minas e partes de minas siguientes:_____________________ Primeramente la tercia parte de todas las minas que tengo registradas en el Cerro del Potosí, que tengo en compañía del capitán Miguel Caldera y Gregorio de León menos dos varas y media de mina que di Pedro Benito. Item. La tercia parte de todas las minas que tiene el capitán Miguel Caldera en el dicho Cerro eceto (excepto) en La Descubridora.___________________________________. Item La tercia parte de todas las minas que registró Gregorio de León en el dicho Cerro de Potosí como consta de la compañía que tenemos fecha el capitán Miguel Caldera y Gregorio de León que pasó ante Pedro Ve-negas, escribano de Su Majestad._______________. Item veinte varas en una mina de Pero Sánchez Monroy que me donó que es en una mina que está por cima de La Descubridora hacia la parte del norte. Item. treinta varas de mina en una mina de Simón de Galarza que me dio por donación,________. Item. diez varas de mina en una mina de Pero Benito como parece por el recaudo que de ellas tengo que vos entrego.______________________. Item. Vos vendo las casas de mi morada con los solares y asientos de ingenios que tengo en este pueblo y minas y el asiento que tengo en las dichas minas y cerro de Potosí. Item. Vos vendo ocho barras de hierro y tres picos.___________________________. Item vos vendo tres bestias mulares con sus ensalmas y reatas y tres caballos que son del servicio de la dicha hacienda.________________________________. Todo lo cual vos vendo con la declaración que tengo donados a mi hermana Beatriz de Castaneda cinco varas de mina en la mina del capitán Caldera de la compañía y otras diez varas en otra mina que serán las que vos el dicho Pedro de Medina le quisiéredes dar en la mina que quisiéredes de las mías o de los de mis compañeros q ue ansí vos vendo que heredamos por tercias partes entre los dichos capitán y Gregorio de León. Item. Es declaración que yo tengo hecha otra donación a Pedro Bravo de cinco varas de mina en la mina de la compañía.___________________________. Item. Es declaración que una donación que yo hice a Isabel viuda, vecina del Sombrerete que compró Pedro Venegas que yo le tengo puesto pleito porque posee cinco varas en la mina de Santa Clara en esta donación. Vos vendo el derecho que tengo a el dicho pleito y con esta declaración si me obligo a el saneamiento de esta donación. Las cuales minas y partes de minas derechos acciones e asientos y solares y cosas y cuadrilla de indios e ranchos y casas, terreros y deshechaderos de minas y todo lo demás dicho vos vendo con todas sus entradas e salidas usos y costumbres y derechos e servidumbres cuantos ansí (sic) de derecho les pertenece y pertenecer puede en cualquier manera por libre de cense y tributo y otro enajenamiento alguno y porque no le tienen y por precio y cuantía de cuatro mil y doscientos pesos de oro
común que por compra de todo ello me habéis dado y pagado de que soy contento y entregado a mi voluntad, sobe que renuncio la exhibición y leyes (aquí termina la foja 26 y continúa la misma escritura al reverso) de la pecunia y del entrego y prueba de él, como en ellas se contiene. Y confieso y declaro que todo lo que ansí (sic) vos vendo, contenido en esta carta de venta, no vale más, pero, si más vale o valer puede, de la tal demasía e más valor, vos hago gracia e donación inrevocable (sic) de las que el derecho llama fechas inter vivos cerca de lo cual renuncio la Ley del Ordenamiento Real fecho en Las Cortes de Alcalá de Henares que habla en razón de las cosas que se compran o venden por más o menos de la mitad de su justo precio y desde hoy día que esta carta es fecha y por mi otorgada, me aparto y desisto de la propiedad y señorío que tengo a las dichas minas y partes de minas asientos y solares y todo lo demás contenido en esta dicha carta de venta y a todos mis herederos y sucesores y todo ello lo cedo, renuncio e traspaso en vos el dicho Pedro de Medina y en vuestros herederos y sucesores y en quienes vos y ellos quisiéredes y lo podáis vender, dar, donar, trocar e cambiar y hacer y disponer en ello y de ello como de cosa vuestra, habida e comprada con vuestros propios dineros y adquirida con derecho y justo título como esta lo es, e vos doy poder e facultad par que por vuestra propia autoridad o judicialmente podáis tomar e aprehender la posesión de las dichas minas, casas, asientos y solares y todo lo demás contenido en esta dicha carta de venta, y, en inter que no la tomáis, me constityo por vuestro inquilino tenedor y poseedor, y en esta manera la poseo y no de otra y como real vendedor, me obligo a la evicción y saneamiento de todo lo susodicho y en la manera dicha que agora (sic) y en todo tiempo vos serán ciertas y siguras y, que a todo ello, ni parte de ello no vos saldrá pleito, ni embarazo, ni contradicción alguna y si alguna vos saliere, o algún pleito se vos moviese o quisiere mover, saldré a la causa e la defenderé e seguiré e feneceré a mi propia costa e mensión? hasta vos dejar en paz, quieta y pacíficamente para siempre jamás y si no, vos lo pudiere sanear, vos volveré y restituiré los dichos pesos de oro que me habéis dado y pagado y la parte que no vos pudiere sanear con mas todas las costas, daños e menoscabos que se vos siguieren y mas todas las labores e mejoramientos que en ello hubiere dejado aunque no sean necesarios sino voluntarios, para lo cual ansí cumplir e pagar e haber por firme, o-bligo mi persona e bienes muebles e raíces habidos e por haber. E por esta carta doy poder a las justicias de Su Majestad de cualesquier parte, fuero e jurisdicción que sean a donde me someto e renuncio mi fuero e jurisdicción, domicilio y vecindad y la Ley si convenerit de iurisdictione ómnium iudicum para que las dichas justicias e cualesquiera de ellas me apremien a la paga de lo que dicho es como si fuere por sentencia definitiva de juez competente pasada en cosa juzgada, sobre lo cual renuncio todas e cualesquier leyes, fueros e derechos de mi favor y la general del derecho, en fe de lo cual otorgué esta carta ante el presente escribano y testigos de iuso escritos en cuyo registro lo firmé que es fecha en San Luis de Mesquitique de la Nueva España a veinte y tres días del mes de marzo de mil e quinientos y noventa y tres años. E yo el escribano doy fe que conozco a el otorgante y testigos Juan de Valle y [Pedro] de Vergara y Juan Bauatista de Medina, vecinos y estantes en este pueblo. Pedro de Anda (rúbrica) Ante Mí: Pedro Venegas (rúbrica) Escribano real.
Letra de médico
Por: Alejandro Cortés González
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remenda la letra de aquella canción “When the Music’s Over” de The Doors, que dice: “Cancela mi suscripción a la resurrección”. Muchos afirman que los hombres nos hemos olvidado de Dios. Yo no estoy de acuerdo, pues en las con-versaciones de todos los días escuchamos frases donde se le nombra de muchas formas. Pienso que la razón de ello es que el ser humano tiene hambre de Dios, aunque muchas veces lo quiera negar o rechazar. Quien niega a Dios no es porque haya probado que no existe, sino más bien porque le resulta incómodo. Opino que la frase: Soy ateo es incorrecta. En mi opinión, por la experiencia de muchas personas, me parece que debería decirse: “Estoy ateo”, pues muchos han salido del ateísmo por diversos caminos. En el libro “Despertar al asombro” se afirma: Aunque sea solo una figura, pode-mos apuntar que el hombre…, se encuentra en esta vida permanentemente colgando dentro del pozo profundo, oscuro e incierto de sus miserias. Abajo: un fondo nauseabundo que le atrae aprovechando la complicidad de las pasiones desviadas. Mirar hacia abajo da vértigo; se vislumbra entre brumas el insondable mal que uno podría hacer… A la vez, levantando la mirada, es posible divisar que lo sostiene un tenue hilo de luz, delgado pero fuerte; el hilo de la misericordia de Dios. Es un rayo fino y poderoso, que solamente la propia libertad puede cortar. Y por contraste, ¡cómo brilla la confianza serena, la paz en la obediencia, el abandono en manos de Dios…! Caer en la cuenta de ello produce una sorpresa grande. Es como si el Señor nos dijera: “tu esposa, tu marido, tus hijos, el trabajo que desempeñas, los amigos que tienes…, no son tuyos, son Míos. Yo los pongo en tus manos para que Me los cuides”. En una conversación con dos señoras, una trajo a colación aquella famosa novela de Torcuato Luca de Tena titulada: “Los renglones torcidos de Dios”, y como todos habremos oído: Dios escribe derecho en esos renglones. Sin embargo, la otra dijo que no estaba de acuerdo, pues está convencida de que Dios escribe torcido en renglones torcidos. Los tres llegamos a la conclusión de que Dios tiene letra de médico, por eso muchas veces no podemos entenderla.
Pastoral de la familia
Pastoral penitenciaria
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La pareja en los primeros relatos del génesis Rosy Jiménez y Francisco Campos Integrantes de Pastoral Familiar porlavidaylafamilia.hoy@gmail.com
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n el libro del Génesis encontramos dos relatos de la creación de la pareja humana. El segundo, el yahvista (Gen. 2,4b-25), es más antiguo, lleno de metáforas plásticas y concretas, quizás redactado en tiempos de Salomón. El primero en la redacción actual (Gen. 1,1-2,4a), es más reciente y elaborado, pero más abstracto, redactado seguramente en tiempo del destierro de Babilonia. En los dos relatos se nos presenta el ideal que Dios tiene sobre la pareja humana, prácticamente una utopía, que sólo al final de los tiempos se podrá realizar plenamente. Esta utopía del amor del Génesis ha supuesto siempre una gran fuerza motriz para el pueblo judío y para toda la humanidad. Hombre y mujer son creados a imagen y semejanza de Dios. El amor se ve en este contexto orientado ante todo a la procreación: “Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Manden a los peces del mar, a las aves del cielo y a cuanto animal viva en la tierra”(Gen. 1,28). El poder, participado por Dios, de traer al mundo seres humanos es quizás la mayor bendición que nos ha dado Dios. Y esta bendición abarca todo el proceso edu-cativo que hay que desarrollar en el niño y en el joven hasta que maduran en una nueva personalidad. Estos textos revelan la presencia directa de Dios en la formación de la pareja humana. Los dos explican esta intervención divina de una manera directa: “Dijo Yahvé: No es bueno que el hombre esté solo. Haré, pues, un ser semejante a él para que lo ayude... Entonces Yahvé hizo caer en un profundo sueño al hombre y éste se durmió. Y le sacó una de sus costillas, tapando el hueco con carne. De la costilla que Yahvé había sacado al hombre, formó una mujer y la llevó ante el hombre” (Gen. 2,18.21-22). En el segundo texto se descubre la misma voluntad soberana: “Dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza... Ycreó Dios al hombre a su imagen. A imagen de Dios lo creó. Macho y hembra los creó” (Gen. 1,26-27). Según ambas descripciones, la creación del hombre, en su doble cualidad de varón y mujer, no tiene su origen en ningún principio mitológico, ni su dimensión sexual ha sido causada por algún poder maligno, sino que todo es fruto de la palabra creadora de Dios. El relato más antiguo de la creación de la pareja (Gen. 2,21-24), lleno de imágenes poéticas, contiene datos interesantes para comprender el significado de la atracción entre
el hombre y la mujer. Parece como si la soledad del hombre por primera vez produjera en Dios la impresión de que algo no estaba bien en su obra creadora: “No es bueno que el hombre esté solo. Haré, pues, un ser semejante a él para que lo ayude”(Gen. 2,18). Dios no acepta como un bien que el hombre sea un ser solitario. En esta situación es cuando la mujer se hace presente como gran regalo de Dios. “¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será Varona, porque del varón ha sido tomada. Por eso el hombre deja a sus padres para unirse a una mujer, y formar con ella un solo ser”(Gen. 2,21-24). El grito de exclamación manifiesta una alegría inmensa al haber encontrado por fin el reflejo suyo, la compañera y ayuda que anhela; Acaba de brotar una comunidad más fuerte que ninguna otra, en la que los dos tienden a identificarse en un solo ser. La ayuda y comunión es claro que no se refiere sólo a una atracción sexual. El diálogo que aquí aparece entre el hombre y la mujer tiene resonancias afectivas y personales mucho más íntimas. Esta “ayuda” se traduce en roca firme en la que apoyarse, luz que ilumina, escudo que defiende, ... Por ello el libro del Eclesiástico, haciendo una alusión a este texto del Génesis, da también al encuentro con la mujer un horizonte muy amplio de ayuda: “La belleza de una mujer alegra el rostro y supera todos los deseos del hombre. Si habla siempre con bondad y mansedumbre, su marido es el más feliz de los hombres. El que consigue esposa principia su riqueza, pues tiene una ayuda semejante a él, una columna para apoyarse.”(Eclo. 36,24-25). La llamada recíproca entre el hombre y la mujer queda orientada, desde sus comienzos, hacia esta finalidad. Por una parte, es una relación íntima, un encuentro en la unidad, una comunidad de amor, un diálogo pleno y totalizante, cuya palabra y expresión más significativa se encarna en la entrega corporal. Además, esa misma donación se abre hacia una fecundidad que brota como consecuencia del amor. Algunas partes del mandato del Génesis se han cumplido ya substancialmente, como la necesidad de poblar la tierra. Como esposos, meditemos: ¿Qué mensaje nos dan los primeros capítulos del libro del Genesis a nuestro matrimonio? Bibliografía: cf. José L. Caravias sj.
La pastoral penitenciaria: pastoral de la misericordia
P. Azarías
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aludos desde la Comunidad Parroquial de la Inmaculada Concepción de María en la Delegación de la Pila, en el lado oriente de la Capital Potosina. Hoy vamos a reflexionar sobre la obra de la misericordia de visitar a los presos, desde al aspecto Bíblico. Las Sagradas Escrituras, especialmente los Evangelios, nos confirman que la Misericordia es absolutamente necesaria para ser seguidores de Jesús, porque el Señor nos la recomienda o aconseja. El Señor la manda: «Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso» (Lc, 6,36). Para que sea auténtica misericordia ha de practicarse sin distinción de personas, a semejanza del Padre celestial. Esta virtud debe estar particularmente presente entre los miembros de la pastoral penitenciaria, como un signo de contradicción en una sociedad que ve a la misericordia como una debilidad, que busca expulsar de su vida la benevolencia y la compasión, que excluye y se olvida de quienes han fallado y los considera indignos de seguir formando parte de ella. Una sociedad que, sin embargo, no está carente de responsabilidad frente a quienes han cometido un delito. Quien se encuentra en prisión cumpliendo una pena, ha nacido y crecido en una sociedad, en la que se ha formado y de la cual ha tenido las posibilidades concretas para su vivir y actuar. Su comportamiento es también un fracaso de la sociedad, (doloroso, pero cierto) no sin responsabilidades compartidas, en el generar o conservar lógicas y estructuras insolidarias o inadecuadas para el bien común, en el consentir de hecho modelos y estilos de vida que facilitan o al menos consienten profundas deformaciones interiores y comportamientos desviados. Una de las causas por las que muchos hombres y mujeres jóvenes se encuentran en prisión es el comercio y consumo de drogas. Esto tiene otras causas de fondo, entre ellas la pobreza, la disgregación de la familia, la cultura hedonista (placentera) que nos rodea, el fomento del culto al poder y al aparecer, muchos de los hombres y mujeres que viven privados de libertad han tenido menos oportunidades en la vida, carentes de educación, de una familia integrada, de medios económicos suficientes para una vida digna, circunstancias que no cancelan su responsabilidad personal, pero sí la disminuyen. Es aquí donde, como Iglesia hemos de responder a las necesidades del hombre hoy, de manera especial, en aquellos que están privados de la libertad. En el final de la historia, según el relato del juicio final (Mt 25,36), la Iglesia, comunidad creyente, será incluso examinada en el amor (San Juan de la Cruz), pero también en la práctica de las obras de misericordia. Es por eso que atendiendo dicho llamado hemos de procurar hacer vida las obras de misericordia. Tratemos de hacer presente el Reino, orando por los presos, no los olvidemos y aunque, estén cumpliendo su condena, debemos animarlos en la fe y pedir a Dios por ellos, por sus familias, también por aquellos que fueron lastimados (víctimas).
Pescadores de hombres
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Estaba él a la orilla del lago Genesaret y la gente se agolpaba sobre él para oír la Palabra de Dios, cuando vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían bajado de ellas, y lavaban las redes. Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que se alejara un poco de tierra; y, sentándose, enseñaba desde la barca a la muchedumbre. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: “Boga mar adentro, y echen sus redes para pescar”. Simón le respondió: “Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes”. Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse. Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían. Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: “Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador”. Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían pescado. Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: “No temas. Desde ahora serás pescador de hombres”. Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron (Lc 5, 1-11).
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ay un cambio de escenario. El momento anterior Jesús estaba en la casa de la suegra de Simón Pedro. Ahora Jesús está en la orilla del lago, donde Pedro y los otros pescadores se ganan la vida atrapando peces y llevándolos al mercado. Había mucha gente en ese lugar esperando ver y escuchar a Jesús; otros también iban llegando, pues todos querían conocer al Galileo que mucha gente decía que era el Mesías; todos querían ver a Jesús, estar cerca de él para ser curados de sus enfermedades, para ser liberados de sus demonios, para ser bendecidos por él; pero a Jesús lo único que le importaba era anunciar el evangelio; esto lo leímos recientemente; él decía que quería anunciar el evangelio a las ciudades de Judea, sin embargo, él seguía en Galilea, una región distante de la otra. A pesar de que él quería acercarse a los habitantes de Judea para llevarles el evangelio, la gente de esta otra región lo reclamaba todo el tiempo; Jesús no podía ir a Judea, mientras en Galilea era solicitado. Es curioso que Jesús dice de sí mismo que ha venido a buscar las ovejas perdidas de la casa de Israel (Mt 15, 24) y en efecto se encuentre en Galilea, la región de los “gentiles”, que están propiamente alejados de las rutas del progreso, de la educación, incluso de la palabra de Dios. Es curioso porque él desea ir a Judea, en donde habitan los supuestos cercanos a la Ley de Dios, allá donde hay alta cultura religiosa, donde están las escuelas de rabinos, donde los escribas enseñan en las sinagogas, donde hay un templo glorioso, el lugar sagrado de Israel; y precisamente allá, en la alta región de Judea, Jesús va a padecer en la cruz. Es curioso que los hombres más ilustres de Israel, que viven en Judea, son los que hacen que Jesús sea crucificado, son los que ponen las piezas que faltan para la ejecución de Jesús. Fue en Judea donde Jesús fue rechazado, fue en Judea donde su mensaje resonó menos; los hombres de Judea lo tenían todo y rechazaron al Mesías, para conservar su prestigio, su cultura, sus letras y su culto, pero se quedaron sin el Cristo. Pues bien, Jesús tardará aún para llegar a Judea; mientras tanto seguirá en esta región de paganos, de alejados, pero que siempre lo recibirían con el corazón abierto y con los oídos dispuestos; en Galilea Jesús no tenía tiempo de descansar, él apenas se alejaba un
poco para descansar o para orar y ya tenía en torno suyo a muchos deseosos de verlo, escucharlo y bene-ficiarse de sus palabras y de sus obras. Jesús pide a Pedro que aleje un poco la barca para poder dirigir su mensaje a aquella multitud que se agolpaba en torno a él. Les habla del Reino de Dios, Jesús les revela al Padre; les habla de muchas maneras, en especial mediante parábolas. Y ellos nunca se marchaban. Todo el tiempo querían escuchar a Jesús y ver sus obras. En esta ocasión Jesús hará un milagro maravilloso; él, terminando de hablar a la multitud, solicita otra vez a Pedro que reme, ahora hacia adentro, ya no solo que se aleje de la orilla sino que se adentre en el lago para pescar algo. Sin embargo se encuentra con Pedro algo dudoso, pues según éste, toda la noche estuvo, con sus compañeros tratando de pescar algo, pero no pudo, no pudieron encontrar peces, ni pequeños ni grandes; fue una noche totalmente fallida; así es el oficio del pescador, es un trabajo que vive de la esperanza. Un agricultor, por ejemplo, trabaja la tierra y espera pacientemente las lluvias; es cierto que puede haber sequía, pero, eventualmente algo podrá dar la tierra; el trabajo agrario, aunque también es una labor de esperanza, porque nunca se sabe si habrá buen tiempo o si habrá tempestades que echen a perder la cosecha, tiene alguna certeza: la tierra es agradecida y siempre hace brotar algo. Por el contrario, la pesca es totalmente una aventura incierta; se lanzan las redes al mar y hay que esperar, a veces muchas horas y hasta días para encontrar algo. Si no hay peces es inútil, o casi inútil, el trabajo realizado, lo mismo que la espera y el cansancio. A veces no es temporada, los peces también necesitan tiempo para reproducirse; hay temporadas vacías. Y Simón expresa una verdad: “no hemos pescado nada en toda la noche”. Sin embargo Jesús ha ordenado que arrojen al mar las redes. Pedro, luego de su expresión lógica: “no hay peces”, razonamiento natural, objetivo, decide echar las redes nuevamente, pero no ya basado en sus razonamientos y en su experiencia, sino en su confianza en Jesús: “confiando en tu palabra echaré las redes”. Y todos obtuvieron una gran pesca, quizás la pesca más provechosa que hubieran visto sus ojos; necesitaron ayuda de los compañeros de la otra barca para poder retirar de las aguas aquellas redes; Lucas dice que las redes casi se rompían por la tremenda cantidad de pescados que obtuvieron aquel día.
Y Pedro se asombra hasta la locura; él reconoce que esa pesca obtenida no es normal, sobre todo por la total ausencia de frutos del trabajo de la noche anterior. Y se arroja a los pies de Jesús, reconociendo su poder, sabiendo que él es el Mesías, que este Galileo es sobrenatural. Pedro expresa, al mismo tiempo su fe en Jesús y su condición de pecador, de alguien que no merece tanta bendición. Jesús, viendo que creían en él, los elige, los llama desde ahora: pescadores de hombres. Esto serán a partir de este día aquellos hombres: Pedro, Santiago y Juan; en primer lugar Pedro. El trabajo por el evangelio es parecido al de la pesca. Se trata de esperanza; de echar las redes y esperar. El anuncio del evangelio, por eso, exige una gran confianza en Jesús. Uno no debe dudar en anunciar el evangelio del Reino de Dios. Debemos hacerlo, pero no sujetos a nuestros razonamientos, a nuestras ideas, a nuestras fuerzas o capacidades. Es el Señor quien hace el trabajo más importante; él es quien hace que la pesca obtenga resultados. Nosotros solo necesitamos tener mucha fe en Jesús y lanzar las redes, esto es, anunciar su palabra de vida; a pesca la da él. Es él quien suscita la fe en aquellos que reciben la palabra. Jesús es quien hace brotar los frutos. Como dice el Salmo 126: “si el señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles”. Es el señor el principal obrero de esta viña, de esta pesca, de esta labor. La Iglesia trabaja, pero unida a Jesucristo. Solo con él podemos tener éxito. Esto lo supo San Pablo con un gran fracaso; recordemos cuando estuvo en Atenas (Hech 17, 1634) y quiso predicar a los habitantes de aquel lugar, cuna de la cultura griega; lo hizo, o lo quiso intentar con argumentos humanos, con razonamientos de hombres y obtuvo un rotundo fracaso; solo algunos quisieron seguir escuchándolo; la mayoría se burlaron de él; solo un puñado de atenienses aceptaron la fe. La actitud de Pedro es la correcta; aun sabiendo que por nuestras solas fuerzas o capacidades algo parece ser imposible, hay que intentarlo en el nombre de Jesús. Si lo que pretendemos es para mayor gloria de Dios, con toda seguridad que el Señor nos ayudará a conseguirlo; solo hace falta alejar el miedo y encender la fe. Se necesita confiar en el Señor para obtener abundancia de bienes, sobre todo aquellos bienes que vienen de arriba: “confiado en tu palabra echaré las redes”.
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Palabra de Dios
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Del Santo Evangelio según San Mateo 5, 17-37
n aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No crean que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. En verdad les digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el Reino de los Cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los Cielos. Porque les digo que si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraran en el Reino de los Cielos. Habrán oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será reo de juicio. Pero yo les digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “necio”, merece la condena de la “gehenna” del fuego. Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito, procura arreglarte enseguida, mientras
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vas todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último céntimo. Habrás oído que se dijo: “No cometerás adulterio”. Pero yo les digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”. Se dijo: “El que se repudie a su mujer, que le dé acta de repudio.” Pero yo les digo que si uno repudia a su mujer -no hablo de unión ilegítima- la induce a cometer adulterio, y el que se casa con la repudiada comete adulterio. También habrán oído que se dijo a los antiguos: “No jurarás en falso” y “Cumplirás tus juramentos al Señor”. Pero yo les digo que no jures en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo cabello. Que su hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno». Palabra del Señor.
Vivir en plenitud
l contexto de este domingo es el sermón de la montaña. Luego siguió el tema de la sal y la luz. En el evangelio descubrimos que la religión no es un sentimiento de miedo, ni una práctica legalista, sino cultivar una relación profunda y de intimidad con Cristo. En el mensaje del VI y VII domingo, Jesús expone ahora su postura en forma general ante la ley y los profetas. El no vino a abolir la Ley o la Torah, sino a darle cabal cumplimiento. Para los judíos la ley era algo intocable. Jesús enseña un modo diferente de actuar. La ley es una guía, pero ya no debe ser el eje central de nuestra vida. Ahora el eje central de la persona esta en el encuentro con Jesucristo. El nuevo paradigma de la economía de la Salvación. Cuando el creyente encuentra en el horizonte de su vida al Salvador, es una nueva persona, pues su corazón y su vida se centra toda en Cristo. Pero el seguimiento que nos pide ha de ser efectivo y radical. Al “se dijo” contrapone ahora y con autoridad el “Yo os digo” no como oposición, sino como interiorización y perfeccionamiento de la ley. Es decir, lleva a la esencia y plenitud. Su enseñanza la explica con 6 antítesis: a) el mandamiento del amor b) sobre el adulterio c) sobre el divorcio d) sobre el juramento e) sobre la ley del Talión f) sobre el odio al enemigo.
Resaltan dos actitudes fundamentales para su seguimiento: a) Vivir en plenitud. Aquí se plantea cual el verdadero fundamento de la vida. Está claro que no es la materia, no es el poder, ni el interés, sino el mandamiento del amor. El amor es la opción fundamental de su vida. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva. ahora el amor ya no es sólo un «mandamiento», sino la respuesta al don del amor, con el cual viene a nuestro encuentro (Dce) b) Una justicia mayor. La vida cristiana no es un cumplimiento superficial o externo, ser cristiano no es cumplir una serie de normas, o estar en unas celebraciones o ser miembro de un grupo eclesial. sino es un proceso de crecimiento y de perfección. Jesús nos invita a ir a la raíz de nuestras acciones hasta llegar a lo más íntimo de nuestra persona, a lo más profundo de las intenciones que mueven la vida. Se trata de una nueva y superior sabiduría para vivir. Es un mensaje del más, de ir más allá de los criterios humanos para seguir el espíritu del evangelio de modo radical y autentico. Es la experiencia el Reino de Dios. Cristo da plenitud a la vida. Pbro. Pedro S.S.
Deja que Dios toque tu corazón
César Nicolás Leal García
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1ro de Filosofía
ecuerdo algo que dijo un hermano seminarista, cuando una joven le preguntó: ¿Uno cómo se da cuenta que Dios lo llama a una vocación específica? Él respondió: para que me entiendas mejor te platicaré mi experiencia. Así yo les platicaré un poco la mía. Qué tal querido lector, mi nombre es Cesar Nicolás; me fue regalado el bautismo a los dos meses de nacido y desde ahí fui llamado a ser cristiano, con el tiempo fui creciendo y recibí la preparación para recibir a Cristo Eucaristía. Recuerdo que un día un niño me invitó a vivir un retiro de pandilla, les platiqué a mis padres, me dieron permiso y asistí. No duré mucho tiempo como miembro del grupo de pandillas, poco después asistí al catecismo para recibir el sacramento de la confirmación. Todo pintaba muy bien, pero al entrar a la secundaria, me convertí en alguien muy tímido, serio, y eso causó que algunos compañeros me dijeran cosas, eso me afectó y caí en una baja autoestima: me alejaba de las personas, ya no quería ir a la escuela, y me encerraba mucho en mí. Casi al salir de la secundaria, mis padrinos me invitaron a vivir una experiencia de encuentro en el movimiento de adolescentes evangelizadores “Arcoíris”, en ese momento no dije nada pero cuando se fueron les dije muy directamente a mis padres: ¡yo no voy a ir a eso! Pasaron los días, justamente eran las cinco de la tarde, me encontraba sentado, se acercó mi papá y me dijo: Tus maletas están listas, comes y terminando te llevamos al retiro. Y así fue, asistí a un encuentro con Jesús, fue mi primer encuentro frente a Jesús Eucaristía. En un momento de oración, en el cual no sabía qué podía hacer, expresé por primera vez cómo me sentía, y desde ahí empecé a acercarme más a la Iglesia en las actividades parroquiales. Estando yo en el servicio social, una persona me preguntó que si yo estaba en algún movimiento parroquial, le respondí que sí; continuamos platicando y me hizo una pregunta que me llamó la atención: ¿para ti qué es fe? Yo respondí: Para mí es creer. Ella me contestó: ¡Es algo más! Empecé a buscar, Dios se basó de momentos y fue donde empezó todo, ya hace algunos años, mis padres comenzaron a tener amistad con algunos sacerdotes, los invitaban a la casa; al convivir con ellos me llamó la atención su sencillez, el compartir lo que conocen, su testimonio, etc. Recuerdo a un doctor, en ese tiempo fuimos a visitar a una tía al “seguro” y él estaba de guardia. Él nos llamó la atención porque no podíamos pasar todos, y poco después lo volvimos a ver en la parroquia apoyando. El doctor empezó a invitar a los jóvenes y a grupos a pintar bardas para promover la participación en la parroquia y yo decidí ir a pesar de que no sabía pintar. Después de un tiempo me invitó a una semana de retiro, asistí, me empecé a sentir muy a gusto y así poco a poco se me fue dando una primer respuesta de fe. Una inquietud empezó a estar en mí; me preguntaron si me gustaría entrar al Seminario, un temor y nervios se apoderaron de mí, y dije que no, pero sentía que esa respuesta no era la que verdaderamente quería dar. Me acerqué al doctor ahora sacerdote, y platicamos acerca de lo que sentía y me dijo: dale nombre a lo que sientes, y dije: quiero entrar al Seminario. Desde ahí empecé a dar respuesta a una inquietud que empezó por un testimonio, por una búsqueda, por una cercanía, yo elegí seguir el estilo de vida de Cristo por entrega a los demás; ¡sí, con algunos miedos, nervios, pero con amor al prójimo! Tú, joven no tengas miedo de responder su llamado, puede ser algo confuso, pero siempre da el primer paso, deja que tu corazón sea tocado con amor, y sigue el camino de tu vocación, mi estilo de vida es Cristo, ¿y el tuyo? … Les deseo un feliz inicio de semana, Dios los Bendiga, un fuerte abrazo y mucho ánimo en su caminar.
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Educando para el amor
El lenguaje del cuerpo y la palabra, diálogo hombre/mujer E
Domingo 16 de febrero de 2020
El 2019-nCoV avanza
Fil. Rafael Gómez M.
n el encuentro, el encuentro entre el hombre y la mujer, el encuentro en el que uno y otro tienen disposición al bien de uno frente al otro, se encuentran las voluntades de uno y de otro y ambos predisponen su alma y su cuerpo para entregarse, desear y acoger el cuerpo y el alma del otro y a mostrar lo mejor de sí y a mostrar la particular emoción de estar y de vivir uno frente al otro… es de aquí que ambos nacen al deseo de que esta colorida experiencia nunca acabe. Porque no es el cuerpo un añadido del alma, como tampoco el alma un añadido del cuerpo, ambos, en unidad, se pueden prometer y comprometer en cuerpo y alma. A partir de aquí se inicia el desarrollo del propio interior, en la fidelidad a uno mismo y en la fidelidad al otro y, en ambas expresiones de fidelidad, es que se crece en respeto por la palabra y en respeto a la palabra que anuncia los anhelos del corazón. En este respeto crece al mismo tiempo la capacidad “de sentir y de amar”. En ambas expresiones de fidelidad se escucha siempre la llamada de Dios “hacia la conciencia de la persona” que también usa su Palabra para dar razón, también Él, “de su sentir y de su amar”. Todo esto pasa porque el ser humano lleva consigo, tal apertura al infinito, que en cada paso de su encuentro humano, se encuentra en alianza con el otro y pone a Dios como origen y testigo, de ella. El cuerpo humano, por medio de la palabra, expresa los altos contenidos de que está llena su alma. Es por eso que la palabra tiene, como relación interpersonal, como significación y comunión entre personas, como la capaz de copiar en la vida de la persona la realidad trinitaria, el gran peso de la vida humana. La palabra, que radica en el cuerpo, lo embellece y lo cultiva, cultiva a la persona que, llena de emociones y sentidos, expresa de ella la belleza e informa de los contenidos de su espíritu. Lo corpóreo, con la palabra como su medio privilegiado, trasciende lo importante y lo convierte en signo y significado; la palabra, signo de los pensamientos, revela de éstos, con privilegiada precisión, lo que existe en el corazón… en el espíritu. El cuerpo humano, en toda su extensión y perfección es, igual que la palabra, “lenguaje”. Antes que la palabra, es el primer lenguaje humano, capaz de comunicar y de expresar profundos significados. Todo el cuerpo, especialmente el rostro en el que todo es expresión y comunicación, hace del ser humano “un ser para el diálogo, la comunicación y la comunión”. Es reconocido empírica y científicamente, que la mujer, por su estructura sexuada femenina, es más capaz que el varón, mediante el lenguaje de la palabra y mediante el lenguaje del cuerpo, de dialogar, de comunicar y de buscar la comunión mediante el amor. Su presencia misma, es en sí misma, todo un lenguaje, toda una experiencia de comunicación. “El lenguaje de su cuerpo es más capaz de amar, de acoger, de dar, de atraer”. Es aquí en donde los desencuentros entre el hombre y la mujer tienen grandes explicaciones y en donde existen las más importantes soluciones al siempre emergente problema de la mujer frente al varón. El mundo está orientado hacia los derechos de la mujer, que son comunes también del hombre, y no cesa de apartar del cuerpo femenino, respecto de su capacidad “de expresar amor, acogida, entrega, atracción”, solo la atracción. Sus derechos no pueden ser reconocidos, si sigue en el mundo de la atracción femenina como “el mundo del derecho a la seducción femenina”. El centro de la personalidad femenina “no está en la atracción, sino en el afecto”; en el sentimiento profundo por el que se estiman, siempre y en primer lugar, las personas, y todas las cosas, en orden a ellas. La mujer debe hacerse respetar en su sensibilidad para copiar, en su vida personal, la realidad Trinitaria, porque la creación nace de la Trinidad en la que no hay lugar para tres dioses, pero sí para tres relaciones; la perfecta relación de las tres personas de la Trinidad es nido y origen de la creación entera, con particular inclinación comunitaria hacia “la persona humana” a la que dedica un amoroso “hagamos al ser humano a imagen y semejanza nuestra” (Gn 1,26). “La mujer es sensible a conocer las tres relaciones” porque, sensible por su maternidad a conocer el sentido de las criaturas de la Trinidad, en Ella reconoce colmadas las aspiraciones de su corazón y se reconoce capaz de llevar al varón a reconocerla como el fundamento de todo.
...Lo de Dios a Dios
P. David Grimaldo
E
l 2019-nCoV, mejor conocido como el Coronavirus sigue avanzando con paso muy amenazante. El día 1 el febrero el gobierno de China anunciaba la cantidad de 11,000 infectados, al día 7 eran ya 34,000 personas enfermas. El avance en 7 días fue de más del 200 %. Los muertos entonces fueron 259 y al viernes 7 ya son 717. Dichos números reflejan que la enfermedad ya está fuera de control. Algunas naciones están sumamente preocupadas, aunque no lo expresen, seguramente para no caer en una psicosis social y alarma generalizada. Otros países, como el nuestro, le dan muy poca importancia a dicha enfermedad. Sin embargo, ante el silencio el mal sigue avanzando y en México ya está aunque no se quiera decir. Este virus, como ustedes ya lo saben, ocasiona una neumonía fulminante. El centro de atención médica hospitalaria de la Beneficiencia Española en San Luis Potosí, emitió hace unos días las siguientes recomendaciones ante el fenómeno de muerte que se avecina: a) Lavarse las manos con frecuencia, usa jabón y agua o bien, use soluciones a base de alcohol gel al 70 %. b) Al estornudar o toser, cubrirse la nariz y boca con un pañuelo desechable o el ángulo interno del brazo. c) Evitar el contacto directo con personas que tienen síntomas de resfriado o gripe. Los síntomas del nuevo coronavirus son: Fiebre. Tos, estornudos. Malestar general. Dolor de cabeza. Dificultad para respirar (casos más graves). Este nuevo coronavirus se trasmite de una persona infectada a otra a través de gotas de saliva expulsadas al toser y estornudar, al tocar o estrechar la mano o al tocar un objeto o superficie contaminada con el virus. Por otro lado, para los que siguen las revelaciones privadas dadas a algún instrumento en estos tiempos, les pongo lo que el Señor Jesús y la Virgen María le han dicho a Luz de María (Revelacionesmarianas.com) con respecto a las enfermedades virales: Nuestro Señor Jesucristo (15 junio 2019): «Pueblo Mío, gran padecer asoma a la humanidad, las enfermedades que creían erradicadas regresarán a atemorizarles ya que en estos tiempos se expanden con gran rapidez». «Las enfermedades del pasado vuelven a retomar fuerza y esto se debe a que en algunos laboratorios las han traído al presente. Tal es la manipulación en que viven, hijos Míos, tanto que vivirán con gran sorpresa un anuncio que estremecerá a Mi Iglesia y hará que los falsos profetas difieran en sus predicciones» (16 enero 2019). “Amado Pueblo Mío, cantidad de enfermedades se ciernen sobre la Humanidad y lo menciono y lo pongo a conocimiento de ustedes para que se protejan. Los virus pululan con el aire y ustedes deben protegerse, por ello Mi Madre les ha dado y les continuará dando los medicamentos naturales necesarios para que ustedes los lleven a la práctica, debido a que algunos virus han sido deformados en laboratorios para que ellos no reaccionen ante los medicamentos del hombre. Será entonces cuando los incrédulos debiendo hacer uso de cuanto se encuentra en la Naturaleza y Mi Madre les ha mencionado, miren sorprendidos cómo la salud, si es Nuestra Voluntad, se recupera.” (20 noviembre 2018). “Les llamo a unirse, a unificar e intensificar la fraternidad, les llamo a recopilar los Mensajes en que Mi Madre o Yo les hemos brindado los medicamentos naturales necesarios para que enfrenten las grandes pestes, plagas, enfermedades y contaminaciones químicas a las que ustedes, como Humanidad, se verán expuestos, pues no es solo la Naturaleza la que se rebela contra el hombre, sino también aquellos que con intereses mezquinos y egoístas, se han confabulado para exterminar gran parte de la Humanidad” (10 octubre 2018). En la página https://www.revelacionesmarianas.com/PLANTAS%20MEDICINALES. html, encontrarán estás plantas, asi como la preparación del aceite del buen samaritano o aceite del ladrón que ayuda a prevenir el contagio de virus y bacterias que viajan por el aire. No dejemos de hacer oración por la salud de la humanidad.
Domingo 16 de febrero de 2020
Para Colorear