Un día por todas
U
n grupo de mujeres encabeza la campaña #UnDíaPorTodas, que rechaza tanto la violencia en México como la agenda de promoción del aborto que enarbolan los colectivos feministas que organizan el paro nacional del 9 de marzo #UnDíaSinNosotras #UnDíaSinMujeres. En un manifiesto, las mujeres que organizan esta campaña señalaron que “alzamos la voz para exigir respeto y seguridad, para nosotras, para nuestros seres queridos y para todos, sin pretextos y también sin ideologías”. “Somos mexicanas unidas exigiendo un país con respeto, sin violencia, con respeto y sin vandalismo. Exigimos un país que reconozca y corrija la violencia, sin generar usar la violencia”, señalaron. “También exigimos respeto a la vida humana en todas sus etapas, denunciando a la sociedad en general y a las autoridades en particular, el cumplimiento de ofrecer ambientes seguros, libres de violencia, que nos permitan vivir en paz. Pedimos seguridad en la calle, en el transporte, en el aula, en el trabajo, en las redes, en los medios, en el hogar y en toda nuestra vida”, añadieron. La convocatoria al paro nacional el 9 de marzo, organizado por feministas proaborto, surgió en medio de la conmoción social por los asesinatos contra mujeres y niñas registrados en las últimas semanas en México. En un comunicado difundido el 26 de febrero, las organizadoras colocaron como primer punto de sus demandas el “legalizar el aborto seguro y gratuito en todo el país”, y reivindicaron “el derecho al matrimonio igualitario y la adopción para las mujeres lesbianas, bisexuales, cis y trans”. A través de su sitio web, #UnDíaPorTodas señaló que “ante la convocatoria del Paro Nacional ‘Un día sin nosotras’, a realizarse el 9 de marzo de 2020, nos encontramos con ideas que incluyen un sesgo ideológico con el que no nos identificamos. Nosotras sí queremos respeto y seguridad, pero no queremos genera-lizaciones ni lucha de mujeres contra hombres”. “Sí queremos un alto a la violencia pero no queremos la promoción del aborto. Una cosa es pedir que las mujeres estén seguras, y otra muy distinta promover que se eliminen seres humanos inocentes en el vientre de sus madres”, señaló la plataforma. La campaña #UnDíaPorTodas ha logrado además unir a cientos de organizaciones de distintos credos, instituciones educativas, organizaciones en defensa de la vida y la familia, entre otras. #UnDíaPorTodas lanzó además un sistema de recolección de firmas, para recoger las adhesiones de quienes exijan el fin de la violencia en el país y rechacen la agenda del aborto de los colectivos feministas.
Dejémonos guiar por la mirada de
Año 12
No. 570
Semana del 08 al 14 de marzo de 2020
Dios
L
a Cuaresma es el tiempo privilegiado de la peregrinación interior hacia Aquél que es la fuente de la misericordia. Es una peregrinación en la que Él mismo nos acompaña a través del desierto de nuestra pobreza, sosteniéndonos en el camino hacia la alegría intensa de la Pascua. Incluso en el “valle oscuro” del que habla el salmista (Sal 23,4), mientras el tentador nos mueve a desesperarnos o a confiar de manera ilusoria en nuestras propias fuerzas, Dios nos guarda y nos sostiene. Efectivamente, hoy el Señor escucha también el grito de las multitudes hambrientas de alegría, de paz y de amor. Como en todas las épocas, se sienten abandonadas. Sin embargo, en la desolación de la miseria, de la soledad, de la violencia y del hambre, que afectan sin distinción a ancianos, adultos, hombres, mujeres y niños, Dios no permite que predomine la oscuridad del horror. La “mirada” conmovida de Cristo se detiene también hoy sobre los hombres y los pueblos, puesto que por el “proyecto” de Dios todos están llamados a la salvación. Jesús, ante las insidias que se oponen
a este proyecto, se compadece de las multitudes: las defiende de los lobos, aun a costa de su vida. Ante los terribles desafíos de la pobreza de gran parte de la humanidad, la indiferencia y el encerrarse en el propio egoísmo aparecen como un contraste intolerable frente a la “mirada” de Cristo. El ayuno y la limosna, que, junto con la oración, la Iglesia propone de modo especial en el período de Cuaresma, son una ocasión propicia para conformarnos con esa “mirada”. La Cuaresma nos quiere guiar precisamente a esta salvación integral. Al dirigirnos al Señor Jesús, al convertirnos a Él, al experimentar su misericordia gracias al sacramento de la Reconciliación, descubriremos una “mirada” que nos escruta en lo más hondo y puede reanimar a las multitudes y a cada uno de nosotros. Devuelve la confianza a cuantos no se cierran en el escepticismo, abriendo ante ellos la perspectiva de la salvación eterna. Por tanto, aunque parezca que domine el odio, el Señor no permite que falte nunca el testimonio luminoso de su amor.