seré justicia
Lunes 10 de noviembre
Suplemento especial
Buenos Aires 2014
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noticias de los juicios de la mansión seré
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Suplemento especial seré justicia
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Edición Nº 08
CRÓNICA
ENTREVISTA
TESTIMONIO
Justicia para Morón
Carlos García
Juzgar a los civiles
En el Tribunal Oral Federal 5 de San Martín se lleva el juicio por los delitos de la Mansión Seré.
En 1978 se fugó de la Mansión Seré. Hoy querella en los juicios.
Para Rubén Milstein, exdetenido, aún falta juzgar la responsabilidad civil de la última dictadura.
Por Mailén Fox
Por Brenda Fuentes y Nicolás Gómez Ivaldi
Por Alejandra Nouche
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2 | en primera persona
Lunes 10 de noviembre de 2014 | seré justicia
ENTREVISTA
“Que Videla haya muerto en la cárcel es muy valorable” En 1978, Carlos García se fugó del CCD Mansión Seré con tres compañeros. Hoy a 36 años de su escape, es querellante en el juicio que incluye a uno de sus represores.
Por
brenda fuentes nicolás gómez ivaldi brenda.fuentes@hotmail.es nicoivaldi@gmail.com
Carlos García, de 58 años, es querellante en los juicios que el Tribunal Oral Federal N° 5 de San Martín lleva contra los represores de la Mansión Seré. Estuvo cinco meses y medio detenido ilegalmente en ese Centro Clandestino. Lo secuestraron el 4 de octubre de 1977 y logró fugarse junto con Claudio Tamburrini, Daniel Rusomano y Guillermo Fernández el 24 de marzo de 1978. A casi de tres años de su vuelta del exilio en España, ahora trabaja en la secretaría de Derechos Humanos, en el sector que gestiona las distintas leyes reparatorias que indemnizan a las personas que sufrieron algún delito por parte del terrorismo de Estado. Y sigue de cerca el desarrollo de los juicios.
¿Los juicios que se están llevando ahora cumplen alguna función reparadora? Esperamos 37 años por una justicia, ver sentados a algunos de los represores en el banquillo. Eso en parte nos repara. En parte, porque es muy difícil que se termine de enmendar todo el daño que se hizo. Yo me sentí reparado por muchas cosas: económicamente, por el cariño de la gente, de los compañeros y por la misma presidenta que me recibió en Mansión Seré. ¿Y qué le dijo la presidenta? Que me pedía perdón en nombre del Estado. El hecho de que me recibiera fue algo lindo y reparador. El cariño que buscaba en mi familia me lo dio ella y los compañeros. También noto ese cariño en los reportajes, en las veces que me piden que de una charla en las secundarias. Veo la calidez que tienen los pibes. Muchos de ellos no saben todo lo que pasó porque se lo taparon, porque convenía hacerlo. Se quedan asombrados y ves reflejados la tristeza y la impotencia en sus rostros.
Ver que toman esa conciencia me repara. Los juicios, que haya memoria, verdad y justicia nos termina de ayudar. ¿Cómo veía a Argentina desde España? En España son muy valoradas las políticas sobre los derechos humanos de Argentina. Allá es muy difícil sentar en el banquillo a alguien que hizo algún delito de lesa humanidad. Rescatar la memoria es rescatar la propia historia de un país. En España sufrieron una guerra civil donde hubo más de 100.000 desaparecidos y nunca se revisó aquella historia y las consecuencias de eso siempre salen. Acá se hizo todo lo contrario y se admira mucho. El hecho de que Videla haya muerto en la cárcel es muy valorable, no porque se valore a la muerte, sino porque lo juzgaron. En otras dictaduras no pasó eso. Si nos remitimos a Chile, a Pinochet no lo juzgó nadie y murió tranquilamente en su casa. Con Franco, en España, pasó lo mismo.
en primera persona
seré justicia | Lunes 10 de noviembre de 2014
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Inauguración del Centro de Investigación e Interpretación de Nuestra Historia Reciente en la Mansión Seré (2013). De izq. a der.: Martín Sabbatella, Juan Manuel Abal Medina, Cristina Kichner, Carlos García y Lucas Ghi.
¿Puede reconocer a alguno de los expolicías que están siendo juzgados? No los reconozco, pero sí a un par de los represores que estuvieron con nosotros en Mansión Seré. Sobre todo a uno, Daniel Scali. Lo había reconocido junto con Guillermo Fernández en el juzgado, donde nos mostraban fotografías. Aparte de reconocerlo físicamente, le adjudicamos la desaparición de dos compañeros que estuvieron con nosotros en cautiverio: el “Tanito” Infantino y Alejandro Eduardo Astiz. Mi declaración en el juicio como la de Guillermo fueron encaminadas hacia él, que es la parte visible de todo ese entramado de brigadieres, suboficiales y comisarios. Ahí, en Mansión Seré, estuvo el circuito represivo que fue comandado por la Fuerza Aérea en la zona Oeste de Buenos Aires. Lo que no es menor. ¿Por qué no es menor? Porque a la Fuerza Aérea se la hace ver como que no participó en la represión, y nosotros estamos haciendo
comprobable que sí participó y que tuvo un papel bastante destacado. Es por eso que estamos viendo con bastante interés lo que se está juzgando. Yo soy querellante y uno de los 120 testigos en el juicio. ¿Lo recuerda a Daniel Scali? Lo recuerdo perfectamente. Cuando lo vi en el juzgado me quebré, se me vino el mundo encima. Es muy fuerte reencontrarte con una cara y una persona que te hizo mucho daño durante mucho tiempo. ¿Con qué fin los torturaban? Te torturan con el objeto de sacarte información, de disminuirte como persona y hacerte sentir peor que un animal. No sólo física sino también psicológicamente. Palos nos daban todos los días. Yo picana tuve tres veces. Después cada día te mataban a palos. El sólo hecho de sentirlos llegar te ponía a temblar. Me acuerdo al salir de esa habitación y volver allí permanecía el olor al miedo, a adrenalina. Todavía me anda por aquí ese olor (se toca la nariz). No hace falta
que te peguen, te torturaban todos los días con la psicológica en el momento en que te maltratan, cuando te hablan mal de tu familia, cuando no te daban de comer, cuando no te dejaban hacer tus necesidades. Hoy en día me sigo asombrando la crueldad y lo grande que fue la represión en aquel momento y a los niveles que llegó. Los organismos de Derechos Humanos jamás aclamaron por la autojusticia, ¿por qué piensa que no se dio esta situación? Porque sería una contradicción. No podemos caer en la misma violencia que tuvieron los represores. El ojo por ojo y diente por diente no da el ejemplo para nadie. No creo sea un buen ejemplo que si encontramos un represor se le pegue dos tiros. Con eso no hay justicia. Hay que darles la oportunidad que ellos no nos dieron a nosotros. Si creían que estábamos cometiendo un delito en aquel entonces, tendrían que habernos puesto presos legalmente y con un abogado. Eso es lo que es-
tamos haciendo con ellos en este momento. No es venganza. Yo creo que estamos mostrando a la sociedad y al mundo que queremos tener un estado de derecho y que las cosas funcionen como tienen que funcionar. Eso forma parte de la militancia que teníamos y que todavía seguimos teniendo. Si lo encarcelan a Daniel Scali, ¿le devuelve algo? Estuvimos esperando durante muchos años justicia. Algo nos devuelve, pero no todo. Hubo más represores que participaron y no están presos. Algunos dicen que están muertos, otros que aún están por ahí. El otro día me pasaron el dato de que hay uno que puede ser que lo agarren pronto. Para mí es un capítulo que no se va a cerrar nunca. Tampoco sé si quiero que se cierre, porque creo que la gente debe estar alerta para que nunca vuelva a pasar. Los juicios en la sociedad, ¿qué papel cumplen? Llega un momento que, a nivel de información gene-
ral, los juicios produjeron un desgaste. No tienen el mismo impacto que lo tuvieron al principio. Yo creo que se tiene que llevar a cabo hasta el último juicio, porque hay mucha gente que juzgar. Hay muchos familiares de las víctimas que piden justicia. Una vez que den el dictamen, ¿qué noticia espera? Está muy claro. Incluso los abogados defensores no tienen argumentos y defensas. Se agarran de cualquier pelotudez. Yo espero un dictamen positivo, lo que no me gusta es que haya arresto domiciliario. Al verdadero poder de este país en realidad le da igual que los milicos estén presos, porque fueron su brazo ejecutor. Lo que tenemos que seguir haciendo es mantener este nivel de conciencia y de compromiso en la gente, para no volver para atrás. Es un nivel de compromiso que tenemos nosotros y que muchos países nos envidian
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El juicio oral y público por los delitos de lesa humanidad en el CCD aún continúa. En marzo de este año se inició en el Tribunal Oral Federal 5 de San Martín el juicio oral y público por los delitos de privación ilegal de la libertad agravada, tormentos y homicidios cometidos en el centro clandestino de detención conocido como CCD "Mansión Seré", y en otros lugares que integraron el circuito represivo de la Zona Oeste del Conurbano Bonaerense. La causa está caratulada como “Barberis, Marcelo Eduardo y otros s/inf. art. 144 bis del C.P.”, en donde se investigan los hechos que tuvieron lugar en la Subzona 16 del Primer Cuerpo de Ejército –denominación que dio la última dictadura militar a los partidos bonaerenses de Morón, Ituzaingó y Hurlingham, Merlo y Moreno–. Allí tuvieron responsabilidad conjunta la Iª Brigada Aérea de El Palomar, la VIIª Brigada Aérea de Morón y las Comisarías 1ª (seccional Morón), 2ª (seccional Haedo) y 3ª de Morón (seccional Castelar). Los imputados en esta causa son los ex brigadieres Hipólito Rafael Mariani, César Miguel Comes –los dos ya condenados a 25 años en un juicio previo– y Miguel Ángel Ossés; el ex comisario Néstor Rubén Oubiña, el ex cabo primero Felipe Ramón Sosa, y el ex cabo y ex auxiliar de la Fuerza Aérea, Héctor Oscar Seisdedos, por delitos come-
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VENCER LA IMPUNIDAD
LA MANSIÓN SERÉ
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Miércoles
alejandra nouche
tidos en perjuicio de 97 víctimas. También están acusados el ex cabo primero Daniel Alfredo Scali y Marcelo Eduardo Barberis, quienes pertenecían a la Fuerza Aérea en el momento de los hechos. A lo largo de todo el país, se desarrollan actualmente 13 juicios por delitos de lesa humanidad perpetrados durante la última dictadura cívico militar. Son 267 las personas que están siendo juzgadas por un total de 2.219 hechos delictivos.
Mansión Seré
Ubicada en la Calle Blas Parera N° 48, en el límite entre Castelar e Ituzaingó, Partido de Morón, este engranaje de la represión funcionó entre 1977 y 1978 bajo la jurisdicción de la Fuerza Aérea con asistencia de la Policía Bonaerense. En marzo de 1978, en el 2do aniversario de la dictadura, Claudio Tamburrini, Daniel Rusomano, Guillermo Fernández y Carlos García lograron escapar descolgándose por ventana del tercer piso. La fuga obligó a los represores a incendiar y luego dinamitar la casa para borrar las pruebas. Los prisioneros restantes fueron enviados a distintas unidades penales. Esta emblemática historia fue narrada cinematográfica-
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El proyecto antropológico de recuperación del lugar permitió recabar pruebas para los juicios.
mente por el director Adrián Caetano en la película “Crónica de una fuga” en el año 2006. En julio del 2000 el predio que luego de la dictadura cívico militar había funcionado como una suerte de “Quinta de Olivos” de la política local, fue recuperado y convertido en el primer centro clandestino de represión recuperado del continente. Organismos de derechos humanos y Martín Sabbatella, en ese entonces intendente de Morón, iniciaron el proceso que hoy converge en “La Casa de la Memoria y la Vida”. Allí funciona ahora la Dirección de Derechos Humanos con el propósito de contribuir en la promoción de la
memoria colectiva sobre la historia reciente y generar un espacio de participación y diálogo en torno a los derechos humanos. El Municipio de Morón aportó testimonios, documentos e imágenes que fortalecieron la interpretación del funcionamiento del dispositivo represivo como parte de los elementos probatorios en el juicio que se llevó a cabo en el año 2008. Estos elementos son resultado del proyecto que realizaron arqueólogos y antropólogos forenses cuyo objetivo fue la recuperación y preservación del lugar como elemento de reparación histórica, cuya simbología se expresa nítidamente en los juicios de lesa humanidad
EL PRIMER JUICIO El juicio actual se trata en realidad del segundo que involucra a la “Mansión Seré”. El primero se llevó a cabo entre el 21 de agosto y el 5 de noviembre de 2008, en el Tribunal Oral en lo Federal 5 de Comodoro Py a cargo de Félix Crous, por la responsabilidad de la Fuerza Aérea en los CCD de “Mansión Seré” y La Cueva. Fueron condenados a 25 años lo exbrigadieres Mariani y Comes, como máximos res-
Staff
ponsables del circuito represivo del CDC “Mansión Seré”. Ahora ambos están siendo juzgados nuevamente por lo que se concibe en esta oportunidad como un circuito represivo que no se circunscribe a un edificio sino a lo que se denominó la subzona 16. En aquella primera instancia también se condenó a Alberto Pedro Barda con la misma pena por los delitos perpetrados en el CCD “La Cueva”, de
Mar del Plata. Los tres recibieron la pena máxima que prevé la legislación argentina para los delitos por los que fueron juzgados. Estas condenas revisten una importancia trascendental ya que, por primera vez desde la declaración de nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, se condenó a jefes de subzona del I Cuerpo de Ejército y a miembros de la Fuerza Aérea Argentina.
“Los grandes ausentes en los juicios son los responsables civiles, económicos y políticos del golpe militar” aseguró para este suplemento especial Rubén Wladimiro Milstein, quien testificó el 1 de setiembre pasado en el juicio que lleva a cabo el Tribunal Oral Nº 5 de San Martín por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el Centro Clandestino de Detención (CCD) “Mansión Seré” del partido bonaerense de Morón. A causa de su actividad sindicalista en la curtiembre Cidec, Milstein fue secuestrado por el terrorismo de estado en 1977 y torturado en el CCD durante 35 días. “Quería que citaran al dueño de la fábrica, que llamen a declarar al gerente general de la empresa, que fue el que me denunció, si no, faltan los mentores intelectuales”, declaró y agregó: “No cambia nada si le dan una o dos cadenas perpetuas, treinta o quinientos años a estos tipos, es fundamental demostrar las complicidades para impedir que vuelva a pasar”. Milstein, de 67 años, es el vicepresidente de la Asociación Ex Presos Políticos de Argentina y desarrolla su militancia en la “Casa para la Memoria y la Vida”, espacio de Derechos Humanos que se conformó en donde existía el CCD Mansión Seré. En cuanto a los juicios, el exdetenido y militante consideró injusto que Morón “el primer municipio que hizo de los derechos humanos una política de estado”, según sus palabras, no fuese el distrito donde se juzgara a sus represores, y que no se pudiera filmar las sentencias. “Yo le plantee al juez que nos permita educar, pero no, él solo me miraba”, se lamentó
Redactores generales: Mailén Fox - Alejandra Nouche - Brenda Fuentes - Nicolás Gómez Ivaldi. Producción general: Mailén Fox. Editor: Nicolás Gómez Ivaldi. Diseño gráfico: Melisa Gómez Ivaldi. Materia Derechos Humanos - ETER. 96 - 473209 - 3