Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho”
Ensayo: El aprendizaje implícito dentro del aula
Por Ilse María Ovalle Robles
El Sujeto y su Formación Profesional como Docente Maestra: Aneli Galván Cabral Primer Semestre Licenciatura en Educación Preescolar
Fecha de entrega: 28 de Noviembre de 2013
INTRODUCCIÓN En este ensayo voy a hablar de la diversidad de valores, conductas, actitudes, conocimientos, etc., que adquieren inconscientemente los alumnos dentro de las aulas de los diversos niveles académicos. Es importante para mí rescatar este tipo de aprendizaje, para hacer énfasis en la formación profesional del docente debido a que, hoy en día en México se le permite a otro tipo de profesionales, como psicólogos, ingenieros y demás, concursar para obtener plazas, cuando se sabe que no es el campo académico ni laboral para el que se formaron, mostrándose con este hecho la desvalorización del magisterio. Al docente se le forma en las escuelas normales, donde está rodeado de tutores que, con su experiencia y formación constante, pueden brindarle una educación integral que abarca tanto el conocimiento de los contenidos de diversas asignaturas y disciplinas, como de las cualidades físicas, morales y éticas que la profesión demanda para el correcto ejercicio de la docencia. La existencia o carencia de la formación de los individuos como docentes profesionales se ve reflejada en la práctica laboral. En mi experiencia personal, fui alumna tanto de docentes que estudiaron en normales, como de ingenieros o licenciados que ejercían como docentes. Pude discriminar después de reflexionar un poco que, sus maneras de propiciar el aprendizaje y las relaciones docente-alumno llegaban a ser muchas veces totalmente opuestas unos de otros. Por ejemplo, un docente egresado de una normal tendía a ser más comprensivo y amigable; los otros tipos de profesionales que ejercían como docentes tendían a tener comportamientos autoritarios y ser arbitrarios en las relaciones con el alumnado. El aprendizaje implícito es, a mi opinión, un aspecto que tienden a cuidar más aquellos maestros que fueron normalistas que aquellos que son psicólogos, licenciados o ingenieros, pues en la formación de su perfil profesional se les exige presentación, modales, valores y en general, la formación de una personalidad específica a mantener dentro del aula, cosa que no procuran los ya mencionados profesionales. Sin embargo, normalistas o no, el aprendizaje implícito es una realidad que pesa en la manera de ver la docencia y la escuela.
EL APRENDIZAJE IMPLÍCITO DENTRO DEL AULA Al aprendizaje implícito se le define como aquel que se adquiere sin la intención de aprender y que además, se aprende de manera inconsciente 1. Dentro de los salones de clases, es el docente el autor principal de este tipo de aprendizajes, pues su profesión le confiere una cierta autoridad y respeto, que muchas veces hace que además de verlo como un guía u orientador, sea tomado también como un modelo a seguir, principalmente en los niveles de educación básica. En la educación preescolar, se puede ejemplificar muy bien esto. Los niños a esa edad suelen imitar todo lo que ven y oyen, pues para ellos muchas cosas son nuevas. Sobra decir que, además es bastante común que parte de la pedagogía de este nivel tiene como base la repetición de contenidos, acciones, que son llevadas a cabo por la educadora. Los aprendizajes implícitos pueden ser inofensivos para el receptor, como lo podrían ser las diversas expresiones verbales coloquiales. Recuerdo muy bien que, mi hermano menor quien cursa su primer año a nivel preescolar, llegó a casa repitiendo una frase que anteriormente no decía; la frase era: “¿cómo crees?”. Más tarde, mis padres me explicaron que era una expresión que su maestra solía repetir mucho dentro del aula. Posteriormente, aumentó el vocabulario de mi hermano de manera progresiva, ya no sólo fueron palabras o expresiones, sino también canciones. Me imagino que, temas como la serie numérica, canciones y el nombre de objetos, colores y animales, eran parte de los contenidos que la educadora contempló como objetivos de aprendizaje, que al menos en mi hermano, vi efectivos; sin embargo, su manera de expresarse mediante la frase “¿cómo crees?” fue un aprendizaje implícito, aquello que aunque ni mi hermano menor no se planteó aprender, ni la educadora se esforzó en enseñar, era ya parte de su conocimiento y experiencia escolar. Pero si bien, estos fueron más beneficiarios, también los hay perjudiciales. Se puede explicar con la manera de mantener la disciplina en el aula: si la educadora utiliza palabras ofensivas como “tonto” o suele gritar a sus alumnos cuando no se comportan adecuadamente, los niños tenderán a repetir esas palabras o a gritar cada vez que experimenten una situación desagradable para ellos o en eventos similares, con sus compañeros mismos o dentro de la familia.
El aprendizaje implícito es relativo a la edad de las personas 3, es decir, que no se deteriora con la edad, pero puede ser complicado intentar recordar este tipo de conocimientos, pues ya llegamos a realizarlos de manera automática
solamente. Sin embargo, diferenciar entre el aprendizaje
implícito de aquel aprendido de forma intencional. 3 Cuando intenté recordar mis experiencias personales respecto a este tema, pronto comencé a dudar si realmente no tuve intención de aprender muchas cosas; a pesar de eso, redescubrí en mi memoria la necesidad del perfil de docente que se requiere para ejercer la profesión. Estas enseñanzas implícitas van también en el comportamiento y en la manera de realizar diversas actividades o movimientos. Desde anotar la fecha al iniciar la clase en la libreta, hasta la manera de escribir. En los valores también se ve reflejado: si un maestro llega tarde a clase, es déspota con sus alumnos, da la clase con pereza o se permite comer dentro del aula, inconscientemente transmite a sus alumnos la idea de que, si él se permite actuar de esa manera ellos también pueden. La conducta del docente es determinante en el aprendizaje implícito de los alumnos. Dicen que “un hombre sabio instruye sin utilizar palabras” 2, bueno pues, esto lo dicen porque las acciones tienen más peso e impacto en el ser humano que cualquier hermoso discurso. He oído, en diversas generaciones, en diferentes carreras y en variedad de nombres, múltiples quejas de conocidos con relación a sus maestros, que suelen haber estudiado como licenciados o ingenieros. Éstos no se procuran la formación profesional como docentes, pues suelen considerar que para enseñar, conocer los contenidos es suficiente. Este tipo de pensamientos es erróneo. En la educación, son múltiples los factores que afectan las relaciones de enseñanza-aprendizaje, alimentación, familia, economía, etc., en las normales resaltan la importancia de la manera de llevar a cabo estos procesos con el fin de hacerlos más efectivos. Cuando un docente cuida su personalidad profesional, tiene mayor probabilidad de generar aprendizajes implícitos positivos. Cuando un docente no se muestra con personalidad profesional, tiene tendencia a generar aprendizajes implícitos negativos. La manera como nos sentimos dentro del aula está afectada por gran cantidad de material inconsciente, positivo o negativo, acumulado con los años en nuestra experiencia con la educación.
CONCLUSIÓN
El aprendizaje implícito es a mi opinión, un arma de dos filos: si se utilizan métodos correctos y se toma en cuenta estos procesos, se puede buscar el hacer más propicio el aprender aptitudes positivas dentro del aula. Por otra parte, cuando se ejerce la docencia de una manera deficiente, las experiencias y aprendizajes que se generen tenderán a ser negativos, pues es muy similar la situación a lo que sucede con un espejo, uno verá reflejado en los alumnos lo que aporte como su trabajo. La formación profesional del sujeto como docente es una prioridad, para cualquier persona que se proponga a ejercer como parte del magisterio. Se ha descuidado esta labor en la incorporación de egresados de otras carreras, y muchas veces el mal ejercicio de éstos profesionales en otras disciplinas repercute en el concepto general de lo que representa la educación. Y no sólo repercute en el desprestigio del magisterio, sino en los alumnos. Los alumnos adoptan una serie de conductas, valores y variedad de conocimientos de manera no intencionada, que cuando se les expone a experiencias poco provechosas para ellos, tienden a obtener una formación deficiente, y llevándose a cabo un resultado totalmente opuesto a los propósitos que se plantea la educación. Los aprendizajes implícitos tienen un gran peso en la vida de todos los individuos, difícilmente podemos cambiarlos, pues muchos de ellos son desconocidos para nosotros mismos, y no se puede resolver un problema que se desconoce.
BIBLIOGRAFÍA
Ref1: http://sabemosqueaprendemos.wordpress.com/2012/05/31/ai-ae/ Ref2: Proverbio chino, http://www.pensamientos.org/pensamientospalabra.htm Ref3: http://html.rincondelvago.com/aprendizaje-implicito.html