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FORMACIÓN METABOLISTA
Heredando una época de ocupación estadounidense en Japón después de la Segunda Guerra Mundial, Arata Isozaki se formó como arquitecto en la universidad de Tokio siendo fuertemente influenciado por las corrientes occidentales recién llegadas al país y bajo la mentoría de otro de los grandes arquitectos japoneses de la época, Kenzo Tange. Durante su etapa universitaria como sus primeros trabajos como profesionista, Isozaki desarrolló una mezcla de estilos que buscaban mantener las raíces tradicionales de la edificación japonesa adaptándose a las corrientes más modernas de los años 70s y 80s. Durante este periodo estuvo influenciado por el movimiento arquitectónico metabolismo, del cual Kenzo Tange era precursor. La corriente abogaba por una era de masificación, modernidad y gran tamaño digna del futurismo, donde las sociedades requieren de edificaciones capaces de abastecer vivienda y refugio para días donde lo correcto sería construir más allá de lo establecido, con formas diferentes y arriesgadas, casi como si ocurrieran de forma orgánica. Con el paso del tiempo su propio ideal regirá su forma de concebir edificios, y con ello, nacería su legado, uno sustentado en la arquitectura en función de un propósito y de sus usuarios de manera equilibrada, sin importar la forma, el tamaño y el estilo.
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