1 minute read
FUSUMA Y SHOJI
El interiorismo japonés tradicional se caracteriza por una correcta distribución de espacios interiores que hagan más eficiente el aprovechamiento del espacio disponible dentro de una casa tradicional japonesa. Hasta el siglo XV, las casas japonesas carecían de muros divisorios, haciendo del interior un espacio amplio donde difícilmente podrían identificarse áreas específicas para cierto uso, como salones, dormitorios, etc. Para ello, aparecieron dos elementos que hoy ayudan a definir al interiorismo tradicional de Japón mediante su útil funcionalidad como divisores de espacio y puertas de acceso a ciertas áreas, todo con sólo deslizar de manera silenciosa sobre un riel de madera.
Conocemos mucho de la arquitectura japonesa gracias al cine y la televisión, y en todos estos medios resaltan un elemento del interiorismo japonés que no resulta familiar a todos, esa puerta corrediza de papel translúcido que todos quisiéramos recorrer para acceder al más tradicional de los salones japoneses. Pues resulta que estas puertas corredizas son también divisiones de espacio, y se dividen en dos tipos de separadores, los Fusuma, que sirven para separar el espacio interior, y los Shoji, que funcionan como puertas de acceso exterior, permitiendo la entrada de luz gracias a su composición en papel, siendo ambas, todo un clásico del interiorismo nipón más tradicional.
Advertisement