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BLOODBORNE, pesadilla gótica

Nuevamente vemos como el potencial arquitectónico puede llegar a potencializar un título cuando este se desarrolla en entornos que permiten al jugador explorar a voluntad en un mundo abierto, donde podemos entrar en edificios y apreciar a detalle la construcción y diseño del mapa de juego. Hoy en día, gracias a los motores gráficos contemporáneos, los desarrolladores de videojuegos pueden recrear estilos arquitectónicos a detalle, logrando efectos tan realistas que hacen del entorno de juego un espacio inmersivo y en muchas ocasiones muy bello de contemplar.

Si bien se busca crear este ambiente arquitectónico hermoso digno de admirarse, hay títulos donde se pretende todo lo contrario, y con esto nos referimos a precisamente provocar en el jugador una sensación de incomodidad, de terror y de oscuridad, donde la arquitectura y el entorno jueguen en favor de la temática siniestra del juego y nutran el aura oscura de su historia. Representando a la perfección esta intención tenemos al juego Bloodborne, un título que nos lleva a enfrentar los horrores de un mundo fantástico que lo único que tiene parecido al nuestro es su entorno arquitectónico gótico y sus elementos victorianos, y salvo por eso, es una verdadera pesadilla digna de jugarse.

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