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YHARNAM
Aprovechando este nuevo concepto, que curiosamente encaja a la perfección con la definición de terror y oscuridad, el juego Bloodborne apostó por utilizar la arquitectura gótica como elemento central de este mundo oscuro y lleno de horrores que plantea, edificando la ciudad de Yharnam, su entorno protagonista, como la apoteosis de este estilo, con edificios góticos dignos de la fantasía oscura más intimidante. En Yharnam los edificios se visten de rosetones y ventanales, torres y contrafuertes, agujas y esculturas atemorizantes, toda una ciudad gótica de estilo victoriano que contrasta en todo momento con el cielo nocturno o con atardeceres rojizos dignos de una pesadilla vampírica.
Bloodborne y su jugabilidad representan ya de por sí un reto para sus jugadores, con temáticas dignas del más diestro de los gamers, pero que compensan su exploración con grandes detalles victorianos en su ornamentación y entornos indoor, como bibliotecas repletas de volúmenes, clínicas dignas del siglo XIX, jardines góticos de rejas de acero londinenses, farolas, fuentes, callejones estrechos, alfombrados y esculturas, todo un entorno londinense digno de la época victoriana potencializado al diez en la escala de oscuridad y ambientación siniestra.
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Sin duda, el acierto en el detalle de su entorno gótico hace que Bloodborne sea un título imperdible para los amantes de la arquitectura y la exploración en los videojuegos, puesto que este juego, a pesar de ambientarse en un universo fantástico inspirado en Lovecraft y Poe, posee una precisión en el estilo arquitectónico favorito de los vampiros y los espectros, con altas torres vigilando desde los cielos nublados de Yharnam el andar de su protagonista, con criaturas y sangre siempre al acecho.