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Tres cosas nos llevan a crear la colección Flechas de Atalanta: la poesía, la juventud y la amistad. Comencemos por esta última, pues es el vehículo de todo. Una tarde, Luci y Carolina estaban hablando de sus cosas, y luego de letras, y se les ocurre dirigir una colección de poesía. Las dos amigas tomaban un helado casero en el paseo de Ruzafa, en el centro de Valencia. Quizás el dulce facilitó el fluir de ideas. -Será una plaquette bonita, que todos quieran tener. - Y aunque nadie la quiera, nosotras las sacamos por ilusión. Brindemos. Y brindaron con helado. Y luego ya decidieron la línea poética, el número de poetas para cada edición, el diseño... Punto dos: la juventud. Entre las conversaciones que L. y C. habían mantenido, habían salido a colación algunas ideas tristes, como la de que casi siempre eran los mismos los que estaban, pero que tantos poetas de larga trayectoria y fe en su trabajo a penas eran publicados. Esos son los poetas “jóvenes”; los que tienen verdadera hambre de verso. Así que la juventud sería otro criterio, en tanto en cuanto fuera no ya biológica sino más bien de espíritu creativo. -Publicaremos a esos poetas que llevan tiempo luchando por sus versos. -Sí quienes, a pesar de todo, siguen creyendo en la palabra de manera milagrosa. Se había estado hablando desde el principio de la conversación entre L. y C. de la poesía. Las futuras editoras ya tenían su experiencia. La habían seguido en sus clases en la universidad, se habían enamorado de versos de Safo, Catulo, Dickinson, Plath, y Pizarnik, Whitman, Quevedo, Gil de Biedma, García Montero...; habían escrito sus propias líneas alguna noche bajo el flexo, publicado algunos poemas acá y allá... era el momento de rodearse definitívamente de poesía. - Ya verás, será referencia en un futuro para muchos. -Sí, lo será. Y publicaremos a 4 poetas y un poeto en cada plaquette. -Si nos llaman feministas es que son idiotas. -Esto se lleva haciendo desde que los antólogos cayeron en que había poetas, pero al revés, y nadie se ha escandalizado. Repasa antologías. Habíamos repasado las antología. Una poeta por cada veinte poetos. ¡Y esto llegaba a su fin! Para acabar, una última reflexión: en el mito griego, Atalanta es una mujer hermosa, fuerte, valiente, que reta a sus pretendientes a una carrera. A todos (menos a Melanión, pero eso ya es otra historia) los alcanza por la espalda con sus lanzas. Ninguno la vence, ninguno logra conseguirla para sus fines matrimoniales. Valga el mito como metáfora de este proyecto que nace ante tus ojos, lector. Esta plaquette es la primera flecha.
Nace en Sevilla en 1976. Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla. Co-dirige el proyecto Cangrejo Pistolero Ediciones, junto a Antonio G. Villarán, donde ha publicado su primer poemario Sienes de Amor. Dentro de este proyecto ha participado en la coordinación y edición de diversos poemarios. En la actualidad, participa con su grupo el Cangrejo Pistolero y la Carolain Band realizando recitales de Perfopoesía en diferentes salas y festivales, organiza el Ciclo de las Noches del Cangrejo y co-dirige el Festival Internacional de Perfopoesía de Sevilla. Además, ha colaborado en la revista Activarte (Revista Independiente de Arte) con serie de fotografía “Narcisismo” en el 2000. Su obra aparece publicada en la antología II Recital Chilango Andaluz (Cangrejo Pistolero Ed. Sevilla 2008); en Las Noches del Cangrejo. Antología de Poetas en Platea (Cangrejo Pistolero Ed. Sevilla, 2008); en Antología Verdes Escritores: Palabra de duendecillos verdes (Fundación Zenobia y Juan Ramón Jiménez. Moguer, 2009) y en la antología La Femme en Verso (Escuela de Escritores Escribes, Sevilla, 2010).
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ESCAPA SI PUEDES No es que el infierno esté llamando a la puerta Es que ha acampado en el salón desde el viernes por la noche El sofá es una isla entre llamas La mesa un cayuco de mierda Y la puerta está sellada desde dentro ¿LA ESCAPADA? Supongo, huir al dormitorio
(Publicado en Antología de II Encuentro de Verdes Escritores. Moguer, 2009.)
SIN TECHO Y no hay suspiros ni voces que arrimen el hombro para que el tiempo mejore o se haga menos denso. No hay un aliento de cerveza que recuerde al domingo de mediodía eterno entre risas y vasos que chirrían entre otra y otra y otra. Ya no hay más tú en el alivio, ni más yo en el rincón de la mesa, ya no hay más hombre guapo ni mujer atractiva, comentarios, malas lenguas de pasatiempo, de pasanada. Ya no hay más luz en el salón oscuro, más lámpara en el dormitorio dormido. Ya no hay más mañana hablamos, porque mañana se ha roto, hay trozos por todas partes, he pisado hondo, un pie me sangra, me duelen las aletas, ya no nado nunca más desnudo. Te volviste sombra, mentira, sueño. Ya no hay nada, suelo, paredes, un techo. (Publicado en Antología de II Encuentro de Verdes Escritores. Moguer, 2009.)
EXTRANJERA SOY Jamila: Yo nací en el sur, pero cuando era pequeña a mi padre lo trasladaron al norte, allí vivimos al menos diez años, pero después a mi padre lo trasladaron a oriente y allí estuvimos por lo menos dos años. Después a mi padre lo trasladaron otra vez al norte y en el norte vivimos unos cinco años, pero a mi padre después lo trasladaron al este y allí, en el este, fue donde murió mi padre. Entonces volvimos al sur para enterrarlo, pero aquí ya no quedaba tierra así que nos fuimos al norte a pedir tierra y allí nos dieron un poco, desde oriente nos mandaron varios sacos y desde el este también enviaron unos cuantos. Y así pudimos enterrar a mi padre, con la tierra de unos pocos, en la tierra de todos, en tierra de nadie.
(Publicado en Antología de II Encuentro de Verdes Escritores. Moguer, 2009.)
PUÑO CERRADO Y no pude decirle nada. Por más que volví la cara para hablarle mi boca se hizo puño cerrado. En silencio, di un golpe seco sobre la mesa de tu recuerdo. Me rompí cuatro falanges. Ya nunca volveré a poner firme la mano que un día reposó generosamente sobre tu cuerpo, pesado y guerrero. (Inédito.)
TANGO Estoy bailando un tango con tu recuerdo y lo hace mucho mejor que tú
(Publicado en Sienes de Amor. Cangrejo Pistolero Ediciones, 2005)
PISCINAS
Que si me traes. Que si me llevas. Que si no voy. Que si quieres. Hoy no. Me vengo. Ya estoy. Desde el agujero te digo que ya se fue esta historia, que es historia, que se ha perdido, porque donde dije Diego no digo Antonio. Y donde las dan las toman por el pito de un sereno y cuando te arrimas a la buena sombra el árbol ya se ha hecho añicos. No, no vuelvo a intentarlo. Porque las veces se han fundido con el cambio de temperatura de tus venas. Porque los tiempos, los ritmos, los versos han cambiado, se han ido con la música a otra parte y es inútil perseguirlos. Desde el agujero te digo sí, me pongo fina, digna estirada, más estéril que aquel ramillete amarillo de promesas que me diste. Sí, me dices que por esta roca nunca habías entrado, que en este pozo nunca te habías asomado, que en este cruce de piernas cerrado nunca te habías columpiado. Pues sí, desde el agujero te digo no, no vuelvo a intentarlo, porque la piscina está vacía y a mí me duele la espalda si no nado... (Publicado en Las Noches del Cangrejo. Antología de Poetas en Platea. Cangrejo Pistolero Ediciones, 2008.)
AUTOAFIRMACIÓN
Me gusta pescar con cañas, con redes, en zapatillas y con tacones... Autoafirmación
(Publicado en Sienes de Amor, Cangrejo Pistolero Ediciones, 2005.)
Nacida en Cabra, Córdoba, en 1980. Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Granada, se marcha posteriormente a Valencia, donde realiza estudios de postgrado en la universidad de esta ciudad, concretamente en Conservación y gestión del patrimonio cultural. En Valencia, ha trabajado como guía y asistente en exposiciones culturales (Guerreros de Xián, Sorolla....), como coordinadora de actividades culturales y educativas, y para el Instituto Valenciano de Cinematografía. Colabora con el colectivo artístico memoriaenblanc escribiendo textos publicitarios, catálogos, etc. y actualmente participa en la adaptación y guión de un documental para este mismo colectivo titulado Keoken, cuya dirección e idea general es de Juan Martínez, proyecto incluido dentro del Programa de Juventud en Acción. Tras una breve estancia en Sevilla, donde trabaja en el Museo de Bellas Artes y como librera al tiempo que participa en algunos recitales organizados por Cangrejo Pistolero, regresa a Valencia, donde reside actualmente. Colabora con algunas revistas de carácter local como Saigón, y en 2007 publicaron su primer poemario, Autovía del Este. Y dentro de poco, saldrá el segundo.
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ALABAMA Habría sido un buen lugar para empezar, pero nos quedaba lejos, sus orillas no rozaban con las nuestras, con las ganas de dejar aquel temblor mientras el cuerpo se vaciaba. Aquel rumor de viandantes vencidos agotó la paciencia del desierto, la fatiga de lo ajeno. Inútiles, las sombras terminaron por extinguirse mientras paseabas, indiferente a la suavidad de aquella piel cercana. Y bajamos la noche con nuestras manos, en aquel bastión abarcable por el fuego que serenaba la frialdad ante la mudanza de piel, como quien se resiste a abandonar el puñado de tierra que guarda en su mano.
LAS AFUERAS Pensaba hacerte el amor con la cara descubierta, sin embargo, las afueras juegan a allanar moradas, desvalijando todo lo que construimos. Pero pienso, lamer el exilio de la noche arrancando ventanas, supurando estas heridas que no conocen cárcel que -hace ya tiempo- están vendidas. Pensaba hacerte el amor, las luces ruido de a bordo en las afueras, con mis dos manos y mi ceguera. Me he acercado a tu destierro, entrando por la ventana. Y eso, se paga caro.
LA PENA EN VAIVÉN De pequeña, imaginaba el mar a través de aquella ventana ciega, donde llegaba el olor y su trasiego mientras pensaba en los marineros y su pena en vaivén. Y su costumbre. Cuando anochecía, mi voz era luz de faro y nostalgia incierta, meciendo el susurro de la quietud de la infancia. Y la lejanía. Y los marineros, dejan como si nunca se acabara el océano, sus voces suspendidas. Y callan, lo que no está escrito. De pequeña, imaginaba tantas cosas que ahora, cierto regusto a pena transita junto al oleaje, como aquellos marineros de mi infancia, que en la lejanía se dejaban mecer.
NACIMIENTO Quemas inesperadamente las alas en delirio, y la mañana se presenta tan desierta como un sueño en Siberia pretenderás abarcar el mundo, vertido en el fondo de esa fábrica de arena, deja que los manuales de ficción de vidas se auto fabriquen, y perfecciona tu trabajo en la inestable soledad que provoca el nacimiento. Y derrama agua, dentro de ese vientre que gesta tus presagios.
VASOS COMUNICANTES Cruzamos, una delgada línea perfila las ciudades antes de ser levantadas, y esa trampa de la memoria se escribe en las piedras dejadas atrás, siglos que repasamos con el dedo humedeciendo las esquinas de los manuales, impreso en el papel resulta vagamente lejano, incluso para quien lo vivió. Ahora elegimos el lugar pasando el dedo por las fotografías, puentes que enlazan con la memoria y el olvido. Las imágenes sustituyen a los cuerpos y las letras a los pasos, y el verbo conjugado a la memoria, como vasos comunicantes.
SEPTIEMBRE DĂas en los que terminan la brisa y las verbenas de agosto con sus luces cansadas en la plaza del pueblo, donde recoge sus instrumentos la orquesta y esos breves noviazgos de madrugadas. Se encienden las pancartas de septiembre, el olor a mojado y los coleccionables en fascĂculo, regresamos llenos de pesar y poesĂa de verano.
ÁRBOL GENEALÓGICO En esta casa falta cal en las paredes, ese silencio de memoria y mi nombre hace tiempo que dejó de tener varios significados: la posibilidad de convertirme en todas las mujeres de mi familia. Ser, mujer en guerra, esposa, madre sin serlo, ahijada, hermana, amiga, de nuevo madre y sobretodo, hija. Esta casa ya no existe y puede que ya sea mañana. Mi espacio limita con la gestación de mis antepasados, ficticio mi vestido de domingo, porque voy calzada de miedos heredados que encierran las paredes de esta casa pintadas de blanco, y los arcones refugian a cada mujer de mi familia: tumba de deseos, paraíso de secretos. No puedo convertirme en cada una de ellas porque ya lo soy: la lactancia, queda establecida como nudo, baldía la estrategia de la genética, lastradas quedamos por el peso que nos hunde la mano en la espalda, anhelamos, las mujeres de esta casa, el espacio entre la mudanza de piel y vestirnos descalzas de palabras como la madera pelada de los árboles en invierno. No puedo ser ninguna mujer de mi familia porque ahora, ando habitando en ellas.
Nació en Barcelona en 1975 y es licenciado en Filología Hispánica. Miembro de diversas tertulias y asociaciones poéticas desde 1996: Tertulia la Buhardilla, el grupo teatral La bacanal del verso, La orgía del palabrazo, programa radiofónico “Nevermore”, coordinador de la Jam Poética de El Asesino. Actualmente es miembro de la Asociación Poética Resanima (Nadalma). En el año 2003 fue premio de poesía antitaurina “Toro de hierro”, y Sargantas de Poesía de los Premios de Otoño Villa de Chiva cuyo poemario, Estrato de sílaba, está editado en Rialla Ediciones. Hasta el 2008 trabaja en el proyecto pictórico Desnudando el verso en la ciudad de Barcelona, en un intento de unir poesía y pintura, además de realizar performances poéticas por todo el estado. En la actualidad coordina las jams Literarias de El Dorado-espacio MAE, explora nuevas experimentaciones dentro del campo de lo visual versus textual. Aderezado por actuaciones “polipoéticas”, coordinación de actos “imposibles”, en su mayoría poéticos, y alguna que otra exposición por librerías y galerías. Publicaciones: Estrato de sílaba, Ediciones Rialla, Valencia, 2004; Huesos de luciérnaga, Ellago Ediciones S.L., 2005; Poesía visual española (antología incompleta) Ed. Calambur, 2007; Fragmentos de entusiasmo. Poesía visual en España (1964-2006), Ayuntamiento de Guadalajara, 2007; La poema, Editorial Cocó, 2008 y A pie de página, Ediciones Delenda est Carthago, 2010.
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una lectura desde la inmensidad que es la noche y sus espinas y este insomnio una lectura dulce, pausada como desmembrar lenguas aferrándose al beso una lectura que habla de tu miel, de las esquinas que hablan de ti, de sustituir tu nombre por estar enfermo de este silencio que desemboca en la noche sin final -como todas y su inmensidadsobre este cuerpo ajeno al Dolor: sentirse lejos de su duermevela hincando lo cristalino que hace el silencio cuando es sinónimo de soledad y nos dejamos caer en los sublime de las espinas de la nocturnidad desmembrándonos en cieno ciento miel pagando así, con nuestros añicos y sus migajas y sus milongas este hinojos y vasto armatoste que sigue siendo el Hombre -nosotrosy su consecuencia
la vida no es un simulacro alguien espera bajo el vetusto nogal si la muerte hinca sus raíces en el obstáculo de seguir aquí no estaría de más acercarse a quien espera bajo el nogal, y acompañarle hacia la nada
como anotaciones a un terco sentido que han de tener las palabras como cuando respiro como anotaciones o esquela o epitafio -mentido aposta para la ocasi贸ncomo cuando recuerdo distanciarme de este tan tajante despliegue de sentidos que azotan y dotan de signo todo aquello que elude a escapar del silencio o -yacer en 茅launque se le ame, se te amolden los 贸rganos internos con facilidadaparentemente, silencio es igual a: paz, sosiego y despertar en el humo en que vives la tranquilidad, ajena, quiz谩s disfraz que intenta quitar a dios muerto dios puesto como si se quisiese instalar a la diestra misma de la soledad
voz ajena al derrumbe de los lagos de arena voz ajena a pacer insomne en el desierto que es el silencio voz que vociferas un propio ademán de significar de asentar tus uñas en el papel en blanco -igual que la nada es a la blancura incolora como el silencio prescinde de colores para volver a lo neutro y al mismo tiempo continente de todos los colores-
enfrentarse cada día al para qué cuestionar esta pulsión que inevitablemente impulsa a dar vida con tu palabra con las mismas palabras que pudo hacer del barro un ser vivo gracias al verbo incrustado en su boca
un concilio de gatos (o una horda de hormigas desmigando tus mejillas) la noche no ha de ser la vértebra del silencio si no su cantar: los labios aferrarse al barro y la distancia ahondando en el sueño
no más que nada es yo inmenso vuelve el miedo y me encierra en mí -sin salidano más que nada así me sitúo en la cola numérica -de más a menosjusto detrás del cero
Nacida en Gijón en 1983. Es licenciada en Filóloga Hispánica y trabaja en medios de comunicación de ámbito regional -en radio, prensa y televisión-desde 2002. Entre 2004 y 2006 dirigió el programa cultural Señalados para Teleasturias. Ha coordinado la sección cultural de varios periódicos (Oviedo Diario, 20 minutos Asturias) y es colaboradora en La Nueva España, Les noticies y otras publicaciones alternativas de tirada nacional. Desde 2006 dirige la productora Señor Paraguas, y con sus trabajos en el campo del videoclip ha recibido los Premios Culturaquí de Vídeos Regionales (2006, 2007 y 2008) y AMAS (2006 y 2007). En 2006 recibió el Premio Astragal por el proyecto artístico multidisciplinar “El Desafío”. Ha publicado los poemarios Animales interiores (Premio Asturias Joven 2006), Últimas cartas a Kansas (Premio Poesía Joven Pablo García Baena 2007) y Culpa de Pavlov (Premios Jóvenes Creadores del Ayuntamiento de Madrid 2008), y está incluida en antologías como HankOver/Resaca (Caballo de Troya, 2008), Qué nos han hecho (Islavaria, 2008) 23 Pandoras (Baile del sol, 2009), Poetas asturianos para el s. XXI (Trea, 2009) o La edad del óxido. Jóvenes narradores asturianos (Laria, 2009). Con el compositor Héctor Tuya tiene el proyecto poético-musical Disparad sobre nosotros, y ha participado como poeta en encuentros como Cosmopoética (Córdoba, 2008), Versátil.es (Valladolid, 2008 y 2009), La piedra en el charco (Teruel, 2008), Femigrama (Sevilla, 2008) así como en el festival de Spoken Word Palabra y Música (Gijón y Sevilla, 2008) y ha sido seleccionada para la Bienal de Artistas de Europa y el Mediterráneo de 2009 en Skoopje.
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TRANSFORMACIÓN DE LA MERIENDA Aprendimos a estar bien en casa. Maduramos lo justo para no temer la caída del árbol, abrir la puerta de la nevera o de la calle. Pero aún hay días en que apostamos y nos creemos capaces y nos comemos por un momento el mundo. Después sólo nos queda como un émbolo de harina todo el bimbo que jamás supimos digerir.
AÚN NO FUIMOS LOS MEJORES Será este miedo a los días oscuros, a vivir en la sombra de lo que pretendíamos, y resbalar (aquí la helada no se va nunca), el que nos una como una trenza: tú y yo crecimos para el futuro. Y no llega. Parece que no llega.
(Traducción de un poema en asturiano.)
PIEL DE SERPIENTE EN EL CUERPO DE ZHORA Hace falta una orilla, tener sitio para correr. Bordear el mar, un lago, el agua hervida de una ciudad que es un caldero. Hace falta retroceder sobre los pasos recientes, alcanzar la agitación que precede al impulso. Con el espacio. Con el tiempo. Afrontar el miedo como una acción cotidiana. Alguien sale a la vida cada mañana, revisa sus fuerzas y corre contra una columna de espejos. (Del poemario inédito Sueños de la oveja eléctrica.)
Mi gata y yo asomadas al balcón nos imaginamos ligeras y no me atrevo a decirle que desde hace ya unos días es de papel de orejas a cola no me atrevo por si sale volando y la sigo.
(Poema incluido en Animales interiores, ed. Trabe, 2007.)
DEL OBJETO A DIÓGENES Será mejor que me dejes ahora que aún soy sólo Un resto un desperdicio. no me tengas el tiempo suficiente como para que forme parte de tu vida. (Poema incluido en Culpa de Pavlov, Ayto. de Madrid, 2008.)
Ten siempre las manos limpias y la muda nueva. Así, en caso de accidente o peor -que me violaran, supongonadie pensará que no eres una moza curiosa. O sécate con cuidado al salir de la ducha, ya viste que Serafín, de los del Requexu, no lo tuvo y murió de una descarga por tocar la lavadora el día que se casaba. Nadie puede contradecir a una abuela. Nadie espera que nos devuelva la mirada inocente. Nuestra culpa nunca fue nuestra. Y para creerlo elegimos caminar lo más lejos de todas esas manos vuestras con uñas delicadas, iguales a las de la monja que se murió de cáncer de pecho -el primer cadáver será siempre el mismo-, iguales a una muñeca de porcelana cansada de romperse. Caminamos hasta encontrar nuevos carteles y nuevos tipos de cerveza, nuevas paradas de autobús y otras caras que no supieran nombres antiguos. Avanzamos hasta el punto donde intentamos dibujar el eje para la ternura, tejernos una manta y ser tan maravillosos como en las pelis. Las luces de la gran ciudad nos recordaron lo mucho que se extraña a los monstruos cuando dejan de vivir. debajo de la cama.
Esto soy. Esto ofrezco. No es poca cosa haber llegado a este poema. Eva Vaz He llegado a este poema, y amamantado el destierro como al hijo más débil. Sus hermanos mientras han preferido tirarme de la ropa y morderme, y exigirme, y gritarme mala madre Por toda esta playa. He llegado al sitio donde se acaban las tiritas a modo de éxitos de los noventa o nostalgias complacientes, al lugar ya nunca sagrado en el que las gaviotas esperan tranquilas con restos rojos -la premonición en sus graznidos. Pero he llegado. Vestida con los trapos de la vieja Europa, con la cara sucia, con las mismas flores de fréjol entre el pelo con las que se drogaba mi abuela. Y he visto todas las sombras que un día fuisteis casa, amigos, calle, vida. Como las sombras buenas estabais en el suelo. He llegado a este poema con cada uno de vuestros contornos bajo mis pies.
Nacida en Valencia en 1977, es Licenciada en Filología Hispánica e Inglesa y se dedica profesionalmente a la docencia. En poesía ha recibido varios premios, entre ellos el Sargantas (Premios Otoño Villa de Chiva, 1997). Publicó su libro Versos para un hombre de pero en pecho (Casa de Cultura de Chiva, 1997) y parte de su obra se encuentra en antologías como 20 anys de poesia a la universitat, Valencia, Edicions 96. Tiene los siguientes poemarios inéditos: Ofelia doméstica sobre río rojo y Cigarro y ballena, con el heterónimo masculino Enrique Rosenstock. En preparación, Poemas de Poca Cosa, de donde se extraen los poemas de la plaquette. En narrativa, la Universidad de Valencia le dio el premio en valenciano por “Treballs de despatx” (recogido en 44 microcontes, Valencia, Edicions 96, 2001) y fue finalista del Premio Azorín 2008 con la novela experimental Hotel Postmoderno (en coautoría con Sergio Velasco, Maxi Villarroya y Alberto T. Blandina), publicada por la editorial Inéditor (2008). Su segunda novela grupal: De la Habana un barco (Ed. Lengua de trapo, 2010). Además, es la cantante y letrista del grupo de pop rock lülla, con un disco en el mercado: Fiesta (Malatesta records, 2009). En verano de 2009 inicia, paralelamente, su carrera como cantautora con la banda The Someone Elses y su trabajo es seleccionado en el III Concurso de música Contraindicanciones de la sala Contraclub (Madrid) y el I Concurso Factory Music (Alcoy).
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MI VESTIDO Que el vestido éste que me pusieron nariz desproporcionada brazos gigantes piel de anillos de alerce haya marcado mis palabras y mis amantes que se iban siempre yendo alejándose en un paisaje nevado de infinito frío; que este vestido que me ha dejado desnuda tantas veces en que hacía demasiada intemperie caballos sin cabeza con un travelling de cámara; tan oscura cuando la etiqueta requería fiesta confetti pecho; que este vestido con lazada y florecillas por el que siempre fui demasiado niña para las circunstancias; que este vestido de noche hasta el cuello de ancianidad de viuda enferma de letras, que este vestido que me pusieron hilo de Ovidio ojal de Góngora tela de Safo haya determinado la elección de mis zapatos la derecha/izquierda del camino y mi propia eternidad.
FOTO Mi cuerpo, entre olas, será carne de isla. Y nada importará. No importarán los años que una partida de nacimiento dice tengo, no importará este dolor de alma que se parece a un esguince de niñez (pena mal curada); no importarán los incendios, ni las bombas, ni los gusanos famélicos que hacen tiempo en sus comedores de tierra... Una vez tu cuerpo tuvo este otro, desnudo, que parece mío en una playa con sonido de gaviotas. No importa, sólo es parte de este paisaje veraniego. Soy parte de una foto. La melancolía, a veces, se levanta y quiere ser humana cogiéndonos del cuello.
NOCHE Te lavas los dientes con pasta acción triple a ver si se te quita ese sabor a noche ahumada de la lengua. Él y tú por el camino desierto de transeúntes y luces;
su brazo en tu hombro, bajo su brazo tu cuerpo, como una pareja de baile inválida, capaz sólo de recuerdo. Pero el sabor a noche no se quita, no se quita ni con este poema, ni leyendo a Whitman, sus hojas, ni con el engaño del sueño. Uno ha de acostumbrarse al sabor denso de la noche y sus mentiras.
DEBILIDAD Hoy supe que si no me amaste fue por mi debilidad. Mi debilidad ante ti y ante lo adverso. Pero si ahora dices que te molesta mi llanto -te doy la razón, un llanto usado, cierta rutina de llantote ruego contactes con mi abogado; yo no sé hablar de estas cosas, (ya sabes, soy una floja; mi cuerpo se derrumba con el rayo de luna). No hablaré contigo de mis sentimientos estancados en el recuerdo y sus calles. Que hable por mí la ley, los fríos estatutos o la ciencia. En realidad, no hablaré contigo si el azar nos pone en un ascensor y la cortesía dicta Qué mal la bolsa o Un ciclón ha puesto la península en alerta roja. Es mucho mejor que pienses en mí como en un eco, una tenue voz dejada en la nuca de diciembre, y que yo siga moldeando con este barro de palabras íntimas, terruñas, el pedestal de mi memoria.
EN LA NEVERA A veces mi cuerpo cabe en la nevera, junto a las verduras, bajo la fiambrera. Quién puede querer un cuerpo así, pequeño, con torrentes inflamando pulso, tejido, vena. Le gusta a mi cuerpo hacerse pequeño, que todo asombre, que dé frío, y hasta que duela. Qué importa que nadie quiera mi cuerpo si lo abraza la sombra. Es verdadera esta insignificancia que cabe en la nevera.
LOS SITIOS DE LA NOCHE Sabes que me gusta caminar descalza por los sitios más dolorosos de la noche. El recuerdo es también una calle por la que suelo adentrarme, siempre para salir sangrando justo como a mí me gusta. Y si en el transcurso de los engaños me emborracho, mejor, ya soy la pobre mujer sola y alcohólica, para que todos me tengan lástima, para que todos se aprovechen, para tomar pastillas o pena. Y, bien lo sabes, me gusta recordarte como un martirio, fruta agridulce desgranada en mis labios. Te me caes a chorros por el escote, hacia la vagina. Y empieza a dolerme todo el cuerpo. Y me gusta creer que la ciudad está en llamas y es sólo tu culpa, dulce hijo de puta. Pero en un verso la ciudad es mía y la libro de alimañas.
A POLLAMOCHADO, DE POCA COSA Te mereces que te corte la lengua con la boca. Todas esas cosas que dices, que masticas, que huelen a pretérito imperfecto: decías, pensabas, amabas... Eso es lo que te mereces. Maniatado. Bocapartido. Pollamochado. Porque tú no entiendes. Tanta palabra. Tú no entiendes. Te daré un diccionario por tu cumpleaños. Te daré una cuchillada el día de los enamorados. Te daré mis palabras para que vayas escuchando los sonidos de Medea, de Pizarnik, de la tierra. Porque no sabes nada. Crees que sabes, y te subes a las mesas, y posas divino. Eres tan hombre, tan hombre de calle, de puta, de copa. Te mereces que te raje el alma. Te mereces besarme en la boca y que te arranque la lengua. Entre tú y yo, me gusta la sangre, que sangres en mi poema, aunque sea yo minúscula, casi no mujer, para ti, tan poca cosa. Por algo soy, todas las noches, la Reina Roja, y me permito la rima, si te permites ahogarme. Dime, si puedes, quién está más muerto ahora.