Especial para LOS ANDES. OPINIÓN.
La insoportable levedad del Fondo de la Cultura de Mendoza: otra afrenta a la cultura mendocina. Se está concretando en el más grande silencio general una nueva pérdida para la cultura no gubernamental de Mendoza, que requiere una rendición de cuentas para discernir si se cometieron ilícitos respecto del des manejo de recursos cuyo fin era descentralizar y trasparentar la asignación de fondos para becas, proyectos y préstamos culturales. También se había considerado la entrega de préstamos, los que nunca se implementaron, a pesar de la importancia estratégica, que hoy nos permitiría contar con fondos reciclables para nuevos préstamos. Las administraciones peronista y aliancista le toman el pelo a los hacedores culturales cuando cada año aprueban medio millón de pesos pero luego nunca lo concretan en ninguna cuenta, sin que ningun organismo de control, como las Comisiones de Cultura de ambas Cámaras o la Fiscalía, intervengan por el explicito incumplimiento de los deberes de buen gobierno de los funcionarios de turno. Por LEY PROVINCIAL Nº 6403 de 1996 se creó el Instituto Provincial de la Cultura y se creó también la herramienta que permitiría descentralizar recursos financieros con destino a las entidades intermedias y los hacedores culturales independientes, el denominado Fondo Provincial de la Cultura de Mendoza cuya misión fijada en el cap. II de esa ley disponía que tendría “por objeto establecer, para todos los sectores culturales de la Provincia, la posibilidad de obtención de préstamos, becas, subsidios y cualquier otra forma de estímulo que la autoridad de aplicación establezca, destinados a la concreción de proyectos culturales”. Estos proyectos debían ser evaluados a través del Consejo Consultivo integrado por representantes elegidos democráticamente por los propios hacedores según lo establece el Decreto 689 de 1997 con todos sus vericuetos electorales. Se estableció un principio de reciprocidad, denominado “contraprestación” detallado en el art. 19 por el cual
“Todo beneficiario de becas está obligado a ofrecer una contraprestación gratuita
tendiente a favorecer la capacitación de otros artistas locales y/o el acceso a los bienes culturales por parte de sectores de escasos recursos.” El art. 22 especificaba claramente la composición de los recursos con los que debía contar, siendo ellos el aporte presupuestario que en cada ejercicio le asigne el Poder Ejecutivo Provincial, a partir de 500.000; Legados, donaciones y cualquier otra contribución, además de los aportes de personas físicas y/o jurídicas; Las sumas que surjan en concepto de reintegros por financiamiento de proyectos, reembolsos de préstamos otorgados y, en general, el producido de las inversiones del Fondo; Los saldos pendientes y no comprometidos de cada ejercicio, los que serán dotación inicial del ejercicio siguiente y Fondos nacionales cuyo destino permita su afectación. De su lectura queda claro que el Fondo podía tener saldos y que debían transferirse al ejercicio siguiente, de manera de garantizar su continuidad en el tiempo. Para garantizar la trasparencia de su gestión debía publicarse un Informe del estado del Fondo cada 6 meses, “indicando los proyectos aprobados y sus beneficiarios, remitiendo copia a las comisiones de CULTURA, EDUCACIÓN, CIENCIA Y TÉCNICA de ambas Cámaras Legislativas” (Art. 23)
El aumento del 5% anual del monto inicial hasta alcanzar un máximo equivalente al 30% del presupuesto total del área cultura garantizaría la asignación a sectores no oficiales. Durante las gestiones pasadas de ORTEGA y luego de Elio ORTIZ se llamó a concurso durante 1997, 1998 y 1999, éste último llamado viciado de irregularidades según las autoridades que le siguieron. Con el cambio de autoridades en 1999 se cambia el organismo estatal para la cultura, por la ley Nº 6755 de enero de 2000, con la que definitivamente se perdió la autonomía institucional y financiera y además, el espacio logrado en el gabinete. Ahora no debe extrañar que el ajuste afecte también a Cultura ya que sólo hay a su cargo un funcionario “apasionado” que una mañana declara “ignorantes” a los legisladores, “traidor” a Cavallo y canta el Himno Nacional contra el ajuste y a la mañana siguiente, presto, sale a desdecirse a sí mismo en una agachada fenomenal para ahora defender la tijera por razones de estricta “obediencia debida partidaria.” La administración del Fondo de la Cultura pasa a ser responsabilidad del Consejo Asesor, el cual debía integrarse por “quince (15) miembros, seis (6) por los sectores artísticos y cuatro (4) por el área de actividades culturales no artísticas y (5) por los municipios. No está demás está decir que nunca se realizó la elección para constituir el Consejo cuya misión principal era la representación horizontal de la cultura y los municipios y la supervisión de la ejecución del llamado del Fondo con carácter vinculante para el ejecutivo. La inacción de los funcionarios responsables significó no realizar el llamado a Becas y Proyectos del año 2000 con lo que le quitó a los artistas e investigadores mendocinos los 500.000 $ que tenía aprobado por ley presupuestaria, ni se cumplió con la publicación semestral del Informe financiero con lo cual nuevamente otros 500.000 $ pasaron a peor destino, sin que se ejerciera la obligación republicana de información ni se aclarara debidamente el destino final de los mismos. Al no contar el Fondo con una cuenta específica se manifiesta la perversa realidad de que el gobierno aprueba anualmente un gasto a realizar, pero el Subsecretario no implementa los llamados a Becas y Proyectos y finalmente el dinero no se deposita, por lo tanto los saldos jamás existieron ni existirán. En una Asamblea de personal convocada por el prof. ROMERO expresó sobre el Fondo del año 2000 “que esos recursos se destinaron a pagar los subsidios de la gestión pasada” (1999) lo cual constituye una falsedad porque no existe saldo disponible del 2000 y no se han pagado a la fecha un monto alrededor de 150.000$ ¿Dónde fue a parar el resto del dinero? ¿Se descontarán del fondo 2001, que aún “no existe” y tal nunca se concrete? ¿Por qué el Subsecretario a mostrado tanto desprecio en cumplir la ley de creación de la Subsecretaría y su Reglamentación inexistente a más de 21 meses y su falta de voluntad en constituir democráticamente el Consejo Asesor que ahora sí tiene decisión vinculante sobre los fondos culturales? ¿Por qué no convocó durante el 2000 a presentación de becas y subsidios? ¿Qué gestiones realizó para reclamar los saldos que por ley le correspondía tener el Fondo de la Cultura a inicios de su gestión en enero de 2000? ¿Qué destino tendrán los proyectos y becas concursados en 2001? ¿Puede el recorte quitarle recursos al Fondo de la Cultura? ¿Está enterada la gente de la cultura que llevan perdidos casi 1.800.000 $ que les correspondieron por ley desde 1996? ¿Qué garantías de funcionamiento institucional de las políticas culturales de estado puede ofrecer un gobierno que no reglamenta una ley cultural y no cumple con los
términos de otra dejando en una “oportuna” nebulosa la definición de asignación de recursos para la gestión cultural independiente? Esta falta de voluntad de acuerdo y participación ha llevado a no cumplir tampoco con la constitución y efectivo funcionamiento del “Consejo Provincial de la Cultura, con la participación de Subsecretarios, Directores de Cultura y/o funcionarios del área de Cultura, de todos los departamentos de Mendoza, presidido por el Subsecretario de Cultura y cuya misión será promover y consensuar la política cultural de Mendoza" afectando en lo cotidiano el ejercicio del federalismo cultural real y reforzando la concentración institucional y económica de la capital mendocina a expensas de la diversidad cultural y creatividad de toda la provincia. De haberse cumplido con la Ley la asignación de recursos para el FONDO DE LA CULTURA debiera haber sido por 3.400.000 $..., solamente se entregaron 1.000.000 $. Las cifras incumplidas hablan a las claras de la voluntad de apoyo a la cultura independiente y hace muy lamentable la constatación de que quienes se vistieron con ropajes de verdad y trasparencia han hecho muy poco por concretar sus promesas y cambiar de raíz lo que en la oposición denunciaban, lo que constituye una doble falta para con la ciudadanía y ahora ve que la oscuridad de la gestión y el desfinanciamiento continúan y se agravan superando las falencias que criticaron. Estimo que la pasividad ancestral del mendocino y la picardía universal de los asesores de siempre han permitido la reiteración de esta impunidad en no cumplir con las leyes culturales fundamentales de Mendoza y me pregunto si estaremos a tiempo de cambiar algo... La Comisión de Cultura de ambas Cámaras tienen la obligación de investigar y corregir esta situación y de paso justificar su misión y hacer olvidar todo lo que no hicieron en defensa de la cultura mendocina demostrado en los últimos años de su anti-gestión. Museólogo Rubén Darío ROMANI DNI 16.698.108
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