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LECTURAS DE AUTOR
Por Ivo Sazunic Y7
LA
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Querido lector, por razones desconocidas, lindantes con la sincronía Junguiana, (los libros llegan misteriosamente, cuando, más los necesitamos) intentaré referirme a una obra, de bellísimos contornos, la que, con argumentos científicos, explora, acercándose a dimensiones inimaginables e incalculables de la naturaleza circundante. Atisba con inusual mirada, sondea rasgos raramente descritos, y sólo caracterizables con lenguaje poético, del cual el autor hace prodigiosa gala.
Subsumidas yacen en clave, entre líneas y párrafos, más que ideas o pensamientos, transparentes intuiciones, que sólo un extraordinario artista, como el que tratamos, puede señalarnos: "Los mismos que más profundamente saben hablar, sienten mejor que las palabras no expresan jamás las relaciones reales y especiales que hay entre los seres"
Nos invita con este peculiar lenguaje a ser conscientes de un mundo que transcurre a nuestro lado, que muchas veces ni miramos, y del cual somos parte en la ignorancia, sin saber que compartimos muy posiblemente, la misma inteligencia.
Desde el título nos interroga acerca de un problema no resuelto, ¿existe la inteligencia de las flores? Él lo afirma, indicándonos, somos parte de una misma energía que trasciende al universo entero. Nos da innumerables pruebas de su existencia, a través de hechos comprobables, de las estrategias de las plantas, estos seres extraordinarios, sobre todo las flores en que se concentra el esfuerzo de la vida vegetal literalmente hacia la luz y hacia el espíritu. Nos dice de las flores "tiende toda entera a un mismo fin: escapar por arriba a la fatalidad de abajo; libertarse, inventar o invocar alas". Con estas descripciones Maeterlinck encierra las plantas en una concepción “humanista”, confiere a las flores características humanas, pudiendo así marchitarlas en una descripción un poco estrecha, siendo ellas imposibles al final de aprehender. Sólo la poesía, aún no escrita en verso, es capaz de abordar temas donde el lenguaje común, de la palabra llana cotidiana, es ciega, inútil estéril desde el inicio. Maeterlinck nos maravilla con su hablar, alcanzando cimas en temas profundos y trascendentes como son, la evolución, la belleza la inteligencia. Como un relámpago sus fosforescencias, ilumina, sobre la naturaleza de esta capacidad, no sólo privativa de los seres humanos, energía inmanente a toda la creación de la cual somos parte.
Metafóricamente se refiere a las plantas y las flores entrelazándolas a nuestras vidas, quien sabe pudiese ser al revés. Va tejiendo un panóptico entre líneas, abre, despierta la mente, hacia terrenos poco explorados donde la razón, el intelecto se pierden. Hacen falta otras herramientas desconocidas, intuidas por el autor, para penetrar estos niveles de existencia o no existencia, donde, quien sabe sólo el alma sensible predispuesta, pueda siquiera atisbar.
Dejémosle hablar, con algunas citas escogidas, para tentarlos a leer el libro completo: "Me dedico más a la flor propiamente dicha que el vulgo cree insensible inanimada. La tenemos sola en escena, como una princesa magnífica dotada de razón y de voluntad”.
Es en este mundo vegetal en el que se detiene hablando de las semillas: "Hay ahí tal razonamiento, tal inteligencia de las causas finales, los hechos no se explican de otra manera. El envoltorio azucarado es tan inútil para la semilla como el néctar que atrae a las abejas lo es para la flor. El pájaro se come el fruto porque es dulce y se traga al mismo tiempo la semilla que es indigestible. El pájaro vuela y devuelve poco después, tal como la recibió, la semilla desembarazada de su vaina y dispuesta a germinar lejos de los peligros del lugar natal." Refiriéndose a la Esparcila oscilante, explica: " vive en una agitación rítmica, casi cronométrica e incesante, sensibles a la claridad “, así concluye constituyen verdaderos fotómetros antes de la invención de Crook, osteoscopios naturales.“En un mundo que creemos inconsciente y desprovisto de inteligencia, examinando las cosas desde más cerca, parece infinitamente probable que nos es imposible crear nada. Venidos los últimos sobre la tierra, encontramos lo que siempre ha existido y repetimos como niños maravillados la ruta que la vida había hecho antes que nosotros”.
Ante múltiples preguntas surge una llena de terribles amenazas, la cuestión insoluble de la fecundación cruzada."¿En virtud de que experiencias innumerables e inmemoriales las flores han reconocido que la fecundación del estigma por el polen caído en las anteras que lo rodean en la misma corola ocasiona rápidamente la degeneración de la especie?"
¿Pero cómo se explica la insistencia de las flores en reproducirse aún de esta manera? ¿No es acaso la adaptación progreso inteligente?
“¿Y que observamos al sorprender en su trabajo a la naturaleza, a la inteligencia general, al genio universal (el nombre poco importa) en el mundo de las flores?”
“Observamos desde luego que su idea de belleza y de alegría, que sus medios de seducción y sus gustos estéticos se parecen mucho a los nuestros. Pero sin duda sería más exacto afirmar que los nuestros son semejantes a los suyos. Porque no es seguro que hayamos inventado una belleza que nos sea propia. Todos nuestros motivos arquitectónicos y musicales, todas nuestras armonías de color y luz, etc., son directamente tomadas de la naturaleza”.
“Se me figura que no sería muy temerario sostener que no hay seres más o menos inteligentes, sino una inteligencia esparcida, general, una especie de fluido universal que penetra diversamente según sean buenos o malos conductores del espíritu, los organismos que encuentra”. Y si existe la inteligencia de las flores nuestro poeta asegura también existe su alma que es su perfume. Al respecto nos dice dice: “Confesemos que aún no sabemos qué utilidad tienen los perfumes para la flor, como ignoramos por qué los percibimos. Esa inutilidad merece nuestra atención”. Invocando los perfumes y las flores recuerdo un párrafo muy pertinente del libro "Un nuevo mundo ahora" de Eckart Tolle.
"El momento en que se reconoció por primera vez la belleza fue uno de los más significativos de la evolución de la conciencia humana. Los sentimientos de alegría y amor están íntimamente ligados con ese conocimiento. Sin que nos diéramos cuenta, las flores se convertirían en una forma de expresión muy elevada y sagrada que moraría dentro de nosotros pero que no tendría forma”. Las flores son el eslabón, entre el mundo material cognoscible sensible, y el mundo inmaterial del conocimiento intelectual, de la intuición racional.
El noúmeno desierto El poeta se inspira, inspira aromas florales en tus páginas floreciendo testimonio de una existencia sin sustancia musicales armonías epitome la flor de sabiduría silenciosa joyas resplandeciendo del vacío bello transfigurado en fragancia en el espacio inaccesible perdido del tiempo (Poesía personal del viaje a las Isla de las Flores: Plutón)
Maeterlinck menciona en su libro a un extraordinario entomólogo J. H. Fabre, de su lectura extrae el asombroso capítulo de las abejas solitarias cortadoras de hojas, las que de manera incomprensible cierran las tapas de sus celdas con círculos perfectos, tallados de las hojas cercanas.
Incluye reflexiones de ese sabio, de las cuales rescato la siguiente: “El saber ignorar podría ser la última palabra de la sabiduría”.
Nuestro científico, escritor-poeta, ya no sé cómo referirme a él, no deja sólo “al solitario de Sérignan” entre sus referencias, también recurre a otros grandes científicos como Charles Darwin, para acometer el objetivo de su obra. Después de haber tocado temas que atañen a la vida vegetal y de los insectos el autor culmina su Odisea, con varios ensayos, de índole filosófica y especulativa, todos imprescindibles para comprender la obra completa. En LA VIDA PROFUNDA señala:” vivimos todos en lo sublime, no hay otro lugar en la vida”. En el ensayo SILENCIO barrunta los límites de la palabra, y nos dicen sorprendentemente: "no hay que creer que la palabra sirva jamás para las verdaderas comunicaciones entre los seres. Desde el momento que tenemos verdaderamente algo que decirnos, nos vemos obligados a callar". "Nada es visible y sin embargo lo vemos todo".
No es posible aquí, referirse a cada uno de estos textos que por sí mismos constituyen verdaderas obras maestras con profundas reflexiones, los que invito a leer detenidamente. Las preguntas abundan más que las respuestas en “La Inteligencia De Las Flores” y que extraordinarias, ¡de qué talla más grande son! Con ellas atisba otras dimensiones, más allá de este mundo, visible, material y tangible, se inmiscuye de lleno en las intuiciones, la belleza. Con sobradas razones Jorge Luis Borges en su biblioteca personal tenía este libro, al que dedicó las siguientes líneas:
"Aristóteles escribe que la filosofía nace del asombro. Del asombro del ser, del asombro del ser en el tiempo, del asombro del ser en este mundo, en el que hay otros animales y estrellas. Maeterlinck, al principio exploró las posibilidades estéticas del misterio. Quiso descifrarlo después. Más allá de la fe católica de su infancia, indagó lo maravilloso, la transmisión del pensamiento, la cuarta dimensión de Hinton, los singulares caballos de Elbereld, la inteligencia de las flores". Finalmente escuchémosle vibrar en cada una de sus frases, por ello les invito a leer a este extraordinario ser humano: “Hay cosas más imperiosas y más profundas que el pensamiento. No somos dueños de esos dones desconocidos y traicionamos sin cesar al profeta que no sabe hablar” (Del texto Los Avisados).
Notas Sobre Poes A
Juan Cameron8
1.
A diferencia de las otras especies, la nuestra posee el lenguaje y domina el fuego; y sin embargo pervivimos en la barbarie. Curioso oxímoron, los bárbaros –afirmaba ese gran Konstandino Photiades Kabaphes ignoran la retórica–. Y estos mismos han levantado torres de Babel (que connota biblos y papel al mismo tiempo) para luego derribarlas y sumirnos en la oscuridad.
El fuego de la poesía ilumina el lenguaje desde dentro. Escarba la profundidad del código y nos hace sensibles entre iguales; la poesía controla la barbarie, engrandece la raza. La poesía domeña la lengua y sin ella somos sino monos parlantes, como bien describe Rudyard Kipling, que repiten palabras sin entenderlas y pueblan los Templos sin saber en donde habitan.
2.
Vivimos un divorcio evidente entre poesía y sociedad. Vivimos como tribus, como turbas de una nueva decadencia. La tarea es salir del foso y el conocimiento de este género es la opción más inmediata y directa.
Vivimos en una sociedad decadente, al crepúsculo de la civilización en la cual nuestra patria es un mero experimento del sistema que la domina; y nuestro puerto, ese puerto abandonado e invadido hoy por Santiago, la exacta metáfora de esta derrota.
Vivimos sin poesía.
Este divorcio se expresa –hoy por hoy– en la absoluta indiferencia ante el género. Y es claro ¿Quién quiere al preguntón en la mesa de familia? Ese que inquiere: ¿Quién conoce los nombres de Jorge Eduardo
8 Poeta nacido en Valparaíso 1947, autor de una treintena de libros en poesía, antologías y crónicas. Figura en numerosas recopilaciones de poesía latinoamericana.
Eielson, Eugenio Montejo, Luis Alberto Crespo, Rómulo Bustos? ¿Quién ha escuchado hablar de Carl Dennis, Desmond Egan, Jorge Boccanera, Kjell Espmark? ¿O los premios Nobel como Wislawa Szymborska, Derek Walkott o Seamus Heaney? ¿Han leído a Paolo Ruffilli, a José María Zonta, al Toño Cisneros?
Y hablando de nuestra poesía, pocos saben de Oscar Hahn, Manuel Silva Acevedo, Gonzalo Millán, Rosabetty Muñoz, Elvira Hernández, Javier Bello o Germán Carrasco. Y menos aún de la poesía regional en vigencia. Para qué nombrar, qué sentido tiene, a Rubén Jacob, Sergio Madrid, Marina Tapia, Guillermo Rivera. Karen Devia o Juan Guillermo Díaz. Nadie, en este comercio, apuesta por nadie.
Apenas sí, a veces, citamos personajes de culto. De aquellos impuestos por la prensa, que no es precisamente un ente intelectual, o unos pocos escarbados desde alguna tesina o una nota a pie de página.