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CIENCIA
El 20 de julio de 1969, el hombre tocó por primera vez la superficie de otro mundo cuando Neil Armstrong y Buzz Aldrin caminaron sobre la luna. Aunque la conquista del espacio ciertamente marcó un triunfo para la ciencia y la humanidad, Dios estuvo presente en esta misión a la luna. (*)
DIOS Y LAS MISIONES A LA LUNA
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El historiador William Federer, autor de la lección diaria de historia en línea AmericanMinute.com, menciona a los caminantes lunares del Apolo 11. “Antes de salir del módulo lunar, tuvieron un momento de silencio y Buzz Aldrin celebra la comunión”, escribe Federer sobre ese día.
“Vierte el jugo de uva… y hace un pequeño círculo lento. Lee Juan 15 ‘Yo soy la vid, vosotros los pámpanos’. Y toma el pan que fue consumido en parte en el servicio de comunión antes del lanzamiento... Y celebra la comunión. Así que los primeros artículos en ser consumidos en la luna fueron [los elementos de] la comunión”, dijo Aldrin en aquella ocasión.
El mundo no escuchó la intervención de Aldrin porque un famoso ateo había amenazado a la NASA debido a que los astronautas del Apolo 8 habían leído públicamente la Biblia; el piloto del Módulo Lunar, William Anders, comenzó su transmisión en Nochebuena de 1968 diciendo: “La tripulación del Apolo 8 tiene un mensaje que nos gustaría enviarles: ‘En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz’”.
Por eso, mientras el Apolo 11 regresaba a la tierra, Aldrin dijo a un mundo que sí escuchaba: “Esto ha sido mucho más que tres hombres en una misión a la luna. Personalmente, y reflexionando sobre los acontecimientos de los últimos días, me viene a la mente un versículo de los Salmos: ‘Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria?’”.
“Él había pedido silencio en la [comunicación por] radio porque Madalyn Murray O'Hair había amenazado con demandar ya que en [la misión del] Apolo 8 habían mencionado a Dios”, dice Federer sobre Aldrin y su comunión.
“HOUSTON …” Nueve meses después, cuando ocurrió un accidente a bordo del Apolo 13 que podría haber condenado a sus tres astronautas a morir en el espacio, gran parte del planeta se volvió a Dios.
Federer dice sobre esa semana: “El presidente Nixon llama a la nación a orar. Y hay oraciones en la Junta de Comercio de
Chicago, en el Vaticano, y en el Muro de los Lamentos... en todo el mundo”.
Sus oraciones fueron escuchadas y después de muchas pruebas, la tripulación del Apolo 13 se salvó. El presidente Richard Nixon se reunió con los astronautas en Honolulu, Hawaii, y dijo de ellos: “La exploración del espacio ha sido una aventura peligrosa. El viaje del Apolo 13 dramatizó sus riesgos. Los hombres del Apolo 13 por su aplomo y pericia bajo el más intenso tipo de presión, personificaron al carácter que acepta el peligro y lo supera”.
Fue un raro momento en el que toda una humanidad unida agradeció a Dios.
“El presidente Nixon tiene un día nacional de acción de gracias para celebrar esto”, explica Federer. “Y la portada de la revista Time es la de los astronautas orando, y esto fue colocado en todo tipo de souvenirs recordando que toda la nación oró”.
CAMINAR CON JESÚS Uno de los últimos vuelos de la misión Apolo tuvo al astronauta Charles Duke caminando sobre la luna. Él habló de esto más tarde.
“Charles Duke es un gran cristiano”, señala Federer. “Él siendo un astronauta dice, ‘yo solía pensar que caminar en la luna sería mi mayor logro. Pero mi caminar con Jesús es más memorable porque es un asunto cotidiano’”.
“Una fe fascinante la que Charles Duke tenía”, continua el autor. “Además de todos los astronautas: Jim Irwin - Apolo 15 - se convirtió en un pastor evangélico. Y la misión Apolo 14 dejó en la luna una copia en microfilm de la Biblia King James”.
(*) Tomado de Evangélico Digital.