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Layda confirma que sigue viva la corrupción en la 4T

López Obrador está de malas, pues la gobernadora de Campeche pone en duda el combate frontal contra la deshonestidad y los moches, su filosofía presidencial

SABÁS HERNÁNDEZ

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Seguramente el Presidente Andrés

Manuel López no está muy contento con Layda Sansores, la gobernadora de Campeche, pues pone en entredicho el combate frontal contra la corrupción, su filosofía presidencial desde que tomó posesión en 2018.

La frase de AMLO, de que se acabó la corrupción, pues es mandada al carajo con la actitud de colaboradores cercanos a Sansores recibiendo fajos de billetes, al estilo René Bejarano, ‘El Señor de las Ligas’.

Seguro fue un golpe seco a la Jaguar, hasta se le fue la sonrisa, pues no sólo fue exhibida la corrupción de su equipo en cadena nacional por Televisa, sino que ella misma fue denunciada penalmente por prácticas corruptas, a través de la alcaldesa Lía Limón.

La demanda de Limón es por ejercicio abusivo de funciones, desvío de recursos y enriquecimiento ilícito.

La corrupción de la morenista como alcaldesa serían de no menos de 120 millones de pesos.

EN ENTREDICHO LA MORAL DE LA 4T

El entonces legislador priísta y hoy funcionario del gobierno de Layda, Raúl Pozos Lanz, siempre se jactaba de su honestidad e incluso presentó iniciativas en materia de austeridad y recortes a partidos políticos en el sentido de reducir en 50 por ciento su financiamiento.

En enero de 2017 aseguró que la mitad de su dieta la donaría al municipio de El Carmen… pero dime de qué presumes y te diré de qué careces, pues seis años después, y ya con la casaca de Morena, se hacen del dominio público videos donde recibe fajos de billetes del entonces gobierno priísta de Campeche para, presuntamente, apoyar la campaña de la morenista Sansores, quien acabó por ganar la elección y premiar a don Raúl con la Secretaría de Edu- cación de Campeche. Así es la 4T, como dicen en mi pueblo, “comen santo y cagan diablo”. Este suceso corrió como reguero de pólvora por las redes sociales. Eso ocurrió en las oficinas de Carlos Aysa mientras era gobernador interino. Hoy es embajador.

El escándalo es mayúsculo, dadas las evidencias. La mandataria sigue sumando casos que algún día deberá explicar. Si lo hace, porque ahorita tiene el manto protector de Sheinbaum y del Presidente AMLO… aunque Mario Delgado, presidente nacional de Morena, ya dijo que “no son tapadera de nadie”… ¿Será?

> Claudia Sheinbaum forma parte de la corrupción femenina de la 4T

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