de un tiempo a esta parte
impresiones lasjustas 2012. Abril
NĂşmero 2
Especial
Chema
Madoz
a t n i p n ĂŠ i u Q
e d s a e d i
a t a l p
seissiete
Ă?ndice
ocho-nueve cuatro-cinco diez-once catorcequince
doce-trece
diecisĂŠisdiecisiete dieciochodiecinueve
dos
vienteveintiuna vientidĂłsveintitrĂŠs vienticuatroveinticinco
vientiochoveintinueve
vientisĂŠisveintisiete treintatreinta y una
treinta y dos-treinta y tres treinta y cuatro-treinta y cinco
tres
Introducción
L
a obra de Chema Madoz es sencillamente impresionante, cuajada de poesía, serenidad algo de humor y muchos elementos sobre los qué reflexionar.
Este número dos de nuestra revista está dedicado a este orfebre de la fotografía y de la composición. Hemos pensado que era una buena idea el hecho de dar algo, por poco que sea, a cambio de lo que recibimos, que es mucho. La fotografía de Chema Madoz es sobre todo sintética. Con pocos elementos se fabrica una imagen muy pensada y equilibrada conceptualmente. Nos ha parecido interesante acompañarla de un género poético oriental, poco extendido en nuestra cultura y que realmente nos fascina. Hablamos de los haikus. Un pequeño inciso para centrar al viandante. El haikai o haiku tradicional consta de diecisiete moras (unidad lingüística de menor rango que la sílaba) dispuestas en tres versos de cinco, siete y cinco moras, sin rima. Suele contener tanto una palabra clave denominada kigo (cuarto idioma), que indica la estación del año a la que se refiere, como una cesura, o pausa verbal, conocida como kire, que separa a un haiku en dos imágenes contrastantes. Tradicionalmente el haiku, así como otras composiciones poéticas, buscaba describir los fenómenos naturales, el cambio de las estaciones, o la vida cotidiana
cuatro
de la gente. Muy influido por la filosofía y la estética del zen, su estilo se caracteriza por la naturalidad, la sencillez (no el simplismo), la sutileza, la austeridad, la aparente asimetría que sugiere la libertad y con esta, la eternidad. Se cierra la clase de literatura en este punto. Tenemos que confesar que últimamente la poesía que venimos compartiendo es extensa, prolífica en cuanto a número de versos que componen cada estrofa. No por nada en especial, no hay ningún motivo premeditado. Tan solo escribimos lo que la ilustración nos dicta. Queremos que en este pequeño homenaje haya contención, mucha contención. pero sobre todo una pausada y lenta reflexión sobre lo que nos sugiere la fotografía de Chema Madoz. Las fotografías de Chema Madoz se han acompañado de pequeños poemas de tres versos sin rima, de cinco, siete y cinco sílabas, respectivamente. Son un pie de foto. La imagen manda.
cinco
Haiku nĂşmero 1
Para la huida construyo una escalera a otros espejos.
seis
siete
Haiku n煤mero 3
Esta alambrada disfraza identidades, visten an贸nimos.
ocho
nueve
Haiku nĂşmero 3
Iluminar un libro dentro de otro, descubre mundos.
diez
once
Haiku nĂşmero 4
Un universo, mirar por la mirilla mirar quĂŠ falta.
doce
trece
Haiku nĂşmero 5
EstĂĄn impresas las sendas de la vida en este sobre.
catorce
quince
Haiku nĂşmero 6
De alcantarilla se otorgan los birretes de este futuro.
diecisĂŠis
diecisiete
Haiku nĂşmero 7
Si se imaginan los sueĂąos consumidos su piel renace.
dieciocho
diecinueve
Haiku n煤mero 8
En la prisi贸n, el eslab贸n que habita es libertad.
veinte
veintiuna
Haiku n煤mero 9
Las nubes de aire de la imaginaci贸n no se aprisionan.
veintid贸s
veintitrĂŠs
Haiku nĂşmero 10
Sembrando gritos, la violencia pretende dictar las ideas.
veinticuatro
veinticinco
Haiku nĂşmero 11
Con lentitud el regalo de vida se descongela.
veintisĂŠis
veintisiete
Haiku nĂşmero 12
Los habitantes del mundo forman parte de un mismo puzzle.
veintiocho
veintinueve
Haiku nĂşmero 13
Para quĂŠ sirven los zapatos impares sin uno par.
treinta
treinta y una
Haiku nĂşmero 14
La arena blanca de los tiempos vividos son equipaje.
treinta y dos
treinta y tres
Haiku nĂşmero 15
Cualquier miseria que los platos posean, se pierde en gotas.
treinta y cuatro
treinta y cinco