La Revista - 03 Mayo 2015

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DOMINGO 3 DE MAYO DE 2015

diarioUNO.pe AÑO: 2 Nº 64

EDITOR: PACO MORENO

NUEVA FORMA DE COMBATIR EL DESEMPLEO Y LA POBREZA

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Ahora me toca a mí Cuando el cuidado de los padres pasa a manos de los hijos.

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Nadie está libre de espías Todo se sabe, todos está bajo el atento oído de ellos.

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EL “TUIT”

DOMINGO 3 DE MAYO DE 2015

“Contra la politización de la justicia. Que el pueblo decida.

No los adversarios ni los poderes del Estado”. (Ese día que dijo que haría marcha de los cuatro suyos si no archivaban caso Ecoteva).

“Cambiaron los nombres; Pronaa (Qaliwarma), WawaWasi (Cuna más), Gratitud 75 (Pensión 65) pero la pobreza se mantiene”. (Pobre comentario de Alan García).

“No haga que su Premier borre con la mano izquierda lo que ayer logró con la derecha”. (Keiko Fujimori, reconociendo logros de Humala. ¿A qué se refiere?).

LAS MOVIDAS DEL GRINGO

“¿Una marcha de los cuatro suyos? ¿El señor Toledo se referirá a sus militantes?”.(Hasta Kenji Fujimori se burla de Toledo).

“Inaceptables los calificativos de algunos congresistas contra quienes protestan en Islay. Y dicen que apuestan por el diálogo”. (Sergio Tejada se refiere a los congresistas mineros que hacen su campaña con el dinero de otros).

Citas citables Hasta García

Yo soy progresista, una progresista que acumula riqueza.

GIROS

Hecho el Depósito legal Nº 2005-2098

Dpto. de Distribución: Telf. 460-7928

Quiere saber

“La responsabilidad política la asumí cuando el Congreso me censuró sobre el asunto de la Dirección Nacional de Inteligencia. Como agraviada exijo ahora saber quiénes estuvieron detrás de las búsquedas, saber por qué lo hicieron” (Ana Jara).

Caso Chile

“El gobierno de Chile ha expresado de manera explícita sus satisfacciones al gobierno del Perú por el caso de espionaje denunciado (…) Debo reconocer la actitud constructiva y de diálogo del gobierno de la presidenta Michelle Bachelet al deplorar estos hechos en el ánimo de seguir avanzando en el camino de la cooperación e integración entre nuestros pueblos”. (Presidente Ollanta Humala).

A mí también me gustaría que me vinculen con la izquierda.

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“Yo creo que las investigaciones deben llegar al expresidente Alan García, no solo por sus vínculos con Luis Nava (exsecretario general de Palacio de Gobierno y vinculado supuestamente al caso Oropeza), sino fundamentalmente porque en el caso de los narcoindultos es imposible que los mandos medios pudiesen tomar decisiones”.

(Julio Arbizu).

Editor: Paco Moreno. Arte y Diseño: Julio Arroyo S. Edición Gráfica: Carla Patiño.

DIRECCIÓN: MAX GONZÁLES OLAECHEA 118, UNR. PARQUE LAS LEYENDAS - SAN MIGUEL TELÉFONOS: 5943600 / 447-3092 FAX: 444-0883 LOS AUTORES DE NOTAS DE INVESTIGACIÓN Y/ U OPINIÓN SON LOS ÚNICOS RESPONSABLES DE SU ELABORACIÓN Y CONTENIDO. LA CASA EDITORA NO SE SOLIDARIZA NECESARIAMENTE CON ELLOS.

Medida responsable

“El proyecto de ley para exonerar del pago de impuestos a las gratificaciones de julio y diciembre es una medida responsable y temporal, que permitirá dinamizar el mercado interno. El Gobierno ha actuado con mucha objetividad. Creo que nadie puede cuestionar la seriedad con la que se ha manejado la economía.

En circunstancias como las actuales hacer populismo sería suicida para el Perú”. (Fredy Otárola)

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diarioUNO.pe CÉSAR AUGUSTO DÁVILA Colaborador

ALLÁ POR LOS 60, EL SABIO Y MUY ASTUTO POLÍTICO DOCTOR LUIS ALBERTO SÁNCHEZ pontificaba: “Solo los imbéciles hablan de cosas importantes por teléfono”, y por algo sería, compadre.

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Desde arriba escuchan

todo aunque te cubra un gran techo de concreto

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esde luego, usted dirá que nuestros alegatos referidos al rumbo que va tomando el sistema son expresiones de gente frustrada, “comunistas”, o cualquier monserga de esas que le venden a través de la poderosa maquinaria mediática que se ha adueñado ya de nuestras vidas.

También le chamullan, y usted se lo cree como un vonhue, que “nadie puede ver el futuro”, cuando lo cierto es que no solo lo hacemos todos, sino que practicamos tan gracioso deporte cada día y a cada rato. Antes de cruzar la pista, iniciar un negocio, tomar un curso, abordar a una feligresa o pararle el plante a cualquier guapango de los que andan por ahí, como canta “Pedro Navaja”. La vaina es que, a veces, acertamos y otras no, de ahí viene el desprestigio de las bolas de cristal, que hasta impiden a los adivinos tener familia, mi estimado.

Pero haciendo a un lado a verdaderos monstruos de la “Futurología”, como Leonardo da Vinci, Nostradamus, Julio Verne y siguen firmas, en la era moderna existieron personajes, por lo general escritores, como Aldous Huxley o George Orwell.

Ambos, analizando el ritmo que bailaba el mundo que pudieron conocer, advirtieron de modo fatalista en lo que iríamos a convertirnos todos, antes de ser “polvo en viaje a las estrellas”, devorados por el consumismo y la brutal sustitución del sistema político, cualquiera que este fuere, avasallado por el tremendo poder de los medios de comunicación que conforme estamos viendo, empiezan a decidirlo todo para todos y, pronto, vigilarán hasta nuestros más recónditos placeres mediante “El Ojo Magnánimo”, del Omnipotente “Gran Hermano”, dotado de los medios de espionaje que hoy poseen agencias como NSA, CIA,MOSSAD o el MI15, para solo citar unos cuantos de estos mira-orejones.

La nativa DINI es apenas un té de tías y nada más,que aparte de los satélites artificiales, poseen los

más sofisticados medios de espionaje que usted quiera alucinar; y esto no es cuento, como puede comprobarse con solo leer algo de lo que aún informan los “comercios”. O también puede sospecharse, cuando se descubre que muchas privadas conversaciones telefónicas y los correspondientes hot contenidos, como el “videomilet”, por ejemplo, fueron a parar donde usted jamás lo hubiera creído.

Allá por los 60, el sabio y muy astuto político doctor Luis Alberto Sánchez pontificaba: “Solo los imbéciles hablan de cosas importantes por teléfono”, y por algo sería, compadre.

Bueno, pero de lo que quería hablarles es de una novela de ciencia ficción bien bacán, escrita a mediados de los 50 por una pareja de escritores norteamericanos, de nombre Frederick Polh y Cyril Mary Kornbluth. La obrita se llama “Mercaderes del Espacio” y los interesados pueden adquirirla a menos

de cinco mangos en Quilca Street, o informarse de su contenido mediante la fabulosa Internet que todos disfrutamos en cabina de a cincuenta cobres la hora. Me refiero a los no cultileídos, a quienes tengo la esperanza de ilustrar, por lo menos medianamente, antes que el libro termine de morir, ya que con ello considero cumplir mi destino, preparándome así para mi reenganche reencarnacionista, que solo Tata Lindo sabe dónde acontecerá.

La novela se refiere a un mundo dominado por los “publicistas” (léase “El Mercioco”, y quienes de verdad son sus manejadores). Ellos, han abolido los partidos políticos, influyen poderosamente sobre la prédica religiosa y han codificado la vivencia de los “humanos” de acuerdo a códigos, que los ubican en determinadas zonas de las ciudades, les permiten acceso a uno que otro espectáculo idiotizador, los intoxican con estupidez y media a través de la Tele y los “desti-

nan según el “plástic money” debidamente cuantificado.

Los alimentos son distribuidos mediante cadenas de establecimientos, especializados en despojar la “fast food”, de proteínas o contenidos de elevado poder nutritivo. Los entes subalimentados, son más fácilmente manejables.

A cambio de esta tanqueada estomacal a “combo basura”, se expende casi a precio de regalo, goma de mascar y bebidas “refrescantes”, que en verdad son drogas euforizantes, que entregan un fugaz entusiasmo y condicionan rápidamente al sueño. Quienes se ubican debajo del código “00” (pobreza extrema, diríamos), reciben, gratuitamente, una diaria porción de “soma”, una suerte de chicle grasoso saturado de un tranquilizante barato, que sume en la imbecilidad a quienes lo consumen.

Y las relaciones sexuales, son meticulosamente decididas por “El Ministerio del Amor”, de acuerdo a

La novela se refiere a un mundo dominado por los “publicistas” (léase “El Mercioco”, y quienes de verdad son sus manejadores). Ellos han abolido los partidos políticos, influyen poderosamente sobre la prédica religiosa y han codificado la vivencia de los “humanos” de acuerdo a códigos, que los ubican en determinadas zonas de las ciudades, les permiten acceso a uno que otro espectáculo idiotizador, los intoxican con estupidez y media a través de la Tele y los “destinan según el “plásticmoney” debidamente cuantificado.

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las necesidades genéticas del “mundo feliz”, condicionadas a las exigencias laborales de la súper transnacional “Shocken Proyecto Venus”, que es la más más del asunto.

Claro, misteriosamente han sobrevivido, los “consistas”, que han advertido la verdad del merengue y, por lo tanto, son perseguidos a muerte y viven de cazar animales sin rumbo (perros, gatos, roedores etc.) a fin de seguir existiendo todo lo clandestinamente que les sea posible.

El héroe del tema es Mitchell Courtenay, redactor estrella del “Shocken Projet”, un día es defenestrado sin que sepa por qué, como suele pasarnos a nosotros los periodistas “old fashion”. Él se enamora, sobrevive y lucha por reincorporarse al Gran Sistema y recuperar su “nivel de código”.

En fin, si la nota le interesa, consígase un ejemplar de dicho libraco y después de leerlo, no lo dude, mirará con otros ojos a “El Mercioco”, y sus satélites. Quien les maneja el swing a estos patas, es un viejo conocido del dinero, el mangoneo y todas las supertrafas que en el mundo han sido. Ya ustedes tasan quién es. A veces, le llaman Diablo y en otros casos, le dicen “Don Billete”. ¿Cómo la van viendo? Ya la verán mejor, cuando Magaly y anexos dejen de proporcionarle su dosis de “soma”, mi estimado. ¡Buen provecho, hasta entonces!

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DOMINGO 3 DE MAYO DE 2015

Fundamento luchar por u

jornada lab de cuatro h Actualmente, la gente sufre trabajando muchas horas por sueldo mísero.

CARLOS TOVAR (CARLÍN)

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uando el capital no puede mantener sus ganancias, intenta contrarrestarla por diversos medios. Recurre a prolongar e intensificar las jornadas de trabajo, a precarizar el trabajo para reducir los costos laborales, a practicar despidos masivos y, finalmente, a especular en los mercados financieros.

La buena noticia, en medio de esta situación de la que pareciera que no tenemos escapatoria, es que hay una salida. La enfermedad es reversible, y el remedio está perfectamente al alcance de nuestras manos.

Lo que tenemos que hacer, para acabar de una vez por todas con este desquiciado estado de cosas, es reducir la jornada de trabajo en proporción al aumento de la productividad, estableciendo, para comenzar, una jornada mundial de trabajo de cuatro horas.

La jornada de cuatro horas vendría a compensar la enorme brecha acumulada en la última décadas, durante las cuales la productividad se ha más que duplicado, en tanto que las jornadas de

Lo que tenemos que hacer, para acabar de una vez por todas con este desquiciado estado de cosas, es reducir la jornada de trabajo en proporción al aumento de la productividad, estableciendo, para comenzar, una jornada mundial de trabajo de cuatro horas. trabajo, en lugar de recortarse, se han hecho más prolongadas.

La reducción de la jornada de trabajo tiene la virtud de contrarrestar la causa fundamental de los problemas de la economía: la caída de la tasa de ganancia.

Cuando una empresa introduce adelantos tecnológicos en su proceso de producción, esos adelantos ocasionan un aumento del llamado capital constante (maquinarias, patentes, edificios e insumos). Si acompañamos ese aumento con una disminución, estrictamente proporcional, de la jornada de trabajo, y compensamos dicha disminución de la jornada con un aumento, igualmente proporcional, del número de trabajadores, obtendremos entonces un aumento del capital variable, que está constituido por los salarios.

Traducidos en cifras, el mecanismo es así: Si tenemos una capital constante (C) de 400, y realizamos una inversión en maquinarias nuevas, con el fin de aumentar la productividad, y como consecuencia de

este aumento de capital constante se incrementa a 500, deberemos entonces disminuir la jornada de trabajo en la misma proporción.

Tal disminución de la jornada significará, automáticamente, un incremento del número de trabajadores, puesto que la empresa se verá precisada a contratar más personal para suplir las horas que dejarán de laborarse. Si teníamos 100 trabajadores, ahora pasarán a ser 125 (y si el capital variable (V) era como 100, ahora será como 125).

Si el capital constante (C) ha aumentado en 25% (de 400 a 500), y el capital variable (V) ha aumentado, igualmente, en 25% (de 100 a 125), hemos mantenido entonces la proporción entre ambas partes del capital. En otras palabras, estamos anulando la causa de la caída de la tasa de ganancia.

El cuadro I muestra la estabilización de la tasa de ganancia en 20%, cuando los incrementos del capital constante se acompañan con incrementos simultáneos, y proporcionables, del capital variable.

A menos horas de trabajo más tiempos libre, mayor libertad.

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os para una

boral horas

DOMINGO 3 DE MAYO DE 2015

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Capital constante capital variable plusvalía tasa ganancia 400 100 100 20% 500 125 125 20% 600 150 150 20% 700 175 175 20% Otra ventaja en esta venturosa cadena de efectos positivos es que toda ella tiene costo cero.

Para establecer la jornada de cuatro horas no se necesita destinar cuantiosas sumas para la ayuda a los necesitados, ni elaborar onerosos y complicados estudios de factibilidad, ni diseñar sofisticados proyectos, ni hacer presupuestos, ni tampoco reclutar y capacitar a ejércitos de brigadistas que irán al campo, y todo ello para que, cuando el socorro llegue a los menesterosos, la mitad del dinero se haya gastado en el camino.

Se volverá a decir que nuestra propuesta sí tiene costo para las empresas, puesto que ellas verán incrementadas sus planillas. Pero la lógica y la experiencia histórica demuestran que ese temor es infundado.

Cada nuevo trabajador que se contrata es, al mismo tiempo, un nuevo consumidor. Al contratar nuevos empleados, las empresas están aumentando el mercado para sus propios productos.

Cada nuevo trabajador viene, pues, con sus pan bajo el brazo.

Dicho de otro modo, lo que habremos establecido con la reducción de la jornada laboral será un sistema de compensación entre los elementos de la producción, un mecanismo virtuoso que permite que todo adelanto tecnológico (que, como sabemos, ocasiona un incremento de productividad), se traduzca además, de manera exactamente proporcional, en jornadas más cortas de trabajo (es decir, en más descanso y tiempo libre para todos), en más empleo (ya dijimos que se contratará nuevo personal), y en una tasa de ganancia estable para las empresas.

Bastará con disponer, como una medida de alcance universal, la reducción de la jornada a cuatro horas, para que el aberrante estado actual de las cosas se revierta, y se ponga en marcha ese circuito virtuoso. Se producirá, como una reacción en cadena, toda la serie de beneficios que son el reverso exacto de los

males que hoy nos afligen: tendremos pleno empleo, ganancias estables para las empresa, tiempo libre y una mejor calidad de vida para los ciudadanos y, como consecuencia de estas cosas, una disminución de la angustia y la inseguridad que empuja a la drogadicción, al pandillaje, a la delincuencia e incluso al terrorismo a vastos sectores de la población, principalmente joven.

Para que el nuevo y positivo impulso de bienestar que se va a generar sea perdurable, hará falta institucionalizar la reducción de la jornada como algo periódico y progresivo. Cada cierto tiempo (podría ser cada década) se medirá cuánto se ha incremento la productividad en ese lapso, y se dispondrá, de manera automáti-

ca, una reducción equivalente, exactamente proporcional, de la jornada laboral.

Ello se hará para que los efectos beneficiosos de la reducción de la jornada no sean anulados por los nuevos aumentos de productividad (que, como es obvio, seguirán ocurriendo, debido al constante progreso de la técnica).

Pero estos reajustes sucesivos significarán, por cierto, nuevos beneficios para los seres humanos, el principal de los cuales es que podremos disfrutar de más tiempo libre cada vez. De este modo, y haciendo una estimación de incremento anual de la productividad de un dos por ciento, por ejemplo, en el plazo de 30 años, contados a partir de la conquista de las cuatro horas, la jornada de trabajo podría ser…¡de dos horas!

LA REDUCCIÓN DE LA JORNADA DE TRABAJO tiene la virtud de ser una demanda concreta, tangible, comprensible para los trabajadores y factible de obtener. Conseguirla significaría poner a la economía al servicio de los seres humanos, en lugar de que continuemos siendo esclavos de ella.

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La reducción de la jornada laboral, además de soluciona la crisis mundial –lo que, por cierto, no es poco– resulta ser, entonces, la puerta de ingreso a una nueva fase en el progreso de la humanidad.

Estamos hablando –nada más y nada menos– del comienzo de nuestra verdadera liberación. Ya no viviremos para trabajar, sino para ser ciudadanos libres, dueños de nuestro tiempo y, por ende, de nuestro destino.

Los actores potenciales de este cambio son los trabajadores del mundo, los ciudadanos de a pie, todos aquellos seres humanos que viven de la venta de su fuerza de trabajo, es decir, la fuerza más poderosa que existe en el planeta, el gigante dormido, el único capaz de revertir el estado actual de las cosas.

Para lograrlo, debemos vertebrar una movilización mundial orientada a culminar en la realización de una huelga mundial –totalmente pacífica y democrática, por supuesto– mediante la cual, en el lapso de pocos días o semanas, podremos obtener la jornada de cuatro horas, acompañada de un acuerdo para reducciones adicionales, sucesivas y periódicas, ajustadas a los aumentos futuros de la productividad..

La reducción de la jornada de trabajo tiene la virtud de ser una demanda concreta, tangible, comprensible para los trabajadores y factible de obtener. Conseguirla significaría poner a la economía al servicio de los seres humanos, en lugar de que continuemos siendo esclavos de ella.

Es la reivindicación clave para aglutinar, en torno a ella, la gran diversidad de demandas laborales, culturales, altermundialistas, ambientalistas, de género y de minorías, entendiendo que su consecución será una victoria de envergadura suficiente para cambiar por completo la correlación de fuerzas en el mundo, estableciendo un nuevo poder ciudadano sobre cuya base podrá lograrse una cadena de nuevas conquistas, orientadas todas ellas al advenimiento de una sociedad más libre y democrática.

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PACO MORENO

Alguien dijo que uno empieza a envejecer cuando comienza a parecerse más a su padre. En esa línea, tu padre se parecerá a tu abuelo y aquel “abuelo” que te dio la vida en algún momento necesitará la ayuda que te extendió cuando naciste. Así es la vida.

El tiempo pasa inexorablemente y está escrito que en la vida lo que te dieron en cuidado u otras cosas tendrás que devolverlo de todas maneras. Aquí pasa todo, no hay otra vida. Sabiendo esto el médico geriatra Carlos Sandoval Cáceres acaba de publicar el libro “Ahora me toca a mí. Cuando el cuidado de los padres pasa a manos de los hijos”, que es la vida de padres e hijos puesta en papel.

El libro contiene historias de adultos mayores que padecen enfermedades y cómo los hijos (malos, buenos, generosos, miserables) actúan sobre el hecho. Contiene el libro un plus extraordinario. Todos los casos tienen el valioso comentario del famoso médico psiquiatra y psicoanalista Fernando Maestre.

Le lanzamos preguntas a Sandoval y esto es lo que dice.

—¿Cómo le gustaría ser cuidado usted cuando llegue a viejo?

—En lo posible en mi casa, en el calor de mi hogar rodeado de mi familia, de no darse la situación me gustaría ser cuidado en un ambiente cálido en donde se me respeten mis derechos fundamentales como ser humano.

En un ambiente limpio, fraternal, en donde se respete a todos los adultos mayores, un lugar en donde haya un buen ambiente donde vivir, con una dieta balanceada y un chequeo médico regular y constante.

—¿Le tiene miedo a la vejez?

—No a la vejez propiamente dicha, pues nos va a llegar a todos. Es una etapa más de la vida así como lo es la infancia o la adultez.A lo que tengo miedo es a la discapacidad o a la dependencia que muchas veces va junto con la vejez. Me da miedo que como ser humano ya no pueda valerme ni decidir por mí mismo.

Muchas veces esta discapacidad puede prevenirse o postergar su llegada. Le tengo miedo a muchas enfermedades limitantes que van con la vejez y que pueden producir desde discapacidad y dependencia a dolores terribles. Le tengo miedo a la falta de solidaridad de la sociedad, que margina al adulto mayor, que no lo respeta, que no lo aprecia ni valora.

—¿Cómo cuida usted a sus padres?

—Gracias a Dios mis padres aún son independientes y se valen por ellos

Ahora me toca a mí

UN LIBRO VALIOSO PARA HIJOS y padres que quieren que las enfermedades no malogren la felicidad.

mismos, tienen una vida muy activa tanto en lo físico como en lo social. Por mi parte como geriatra, les superviso la medicación que reciben, sus chequeos médicos y por ahí les trato de algún resfrío o cualquier problema de salud que se les presente.

—¿Qué nos puede enseñar un adulto mayor?

—Mucho, desde la experiencia en lo que trabajó o se dedicó a lo largo de su vida laboral o profesional, de ahí el dicho “Antigüedad es clase” hasta la sabiduría que dan los años vividos, que no se enseña en las escuelas o universidades sino que se aprende en la calle, en la vida, de ahí otro dicho “El diablo sabe más por viejo que por diablo” —¿Cuál es la cultura que protege más a los ancianos?

—Probablemente sean los asiáticos y en especial los japoneses que son conocidos por el respeto y veneración a sus adultos mayores e incluso respetan sus memorias luego de haber fallecido.

Pero no debemos de olvidar que en el

Antiguo Perú nuestros antepasados Incas respetaban y veneraban al adulto mayor y eso debemos de retomar.

—¿Hasta qué edad debemos vivir?

—Buena pregunta y muy difícil de responder, yo pienso que uno debe de vivir hasta que se mantenga independiente y ya no dependa de otros. Pero al final es un concepto relativo, ya que muchas veces esa situación se puede presentar en etapas muy tempranas de la vida como a los 40 o 50 años. Esta pregunta tiene matices culturales, sociales y religiosos.Me apena cuando los hijos llevan a sus padres nonagenarios al hospital, con enfermedades neurológicas avanzadas como las demencias o secuelas de derrames cerebrales, postrados y con escaras además de desnutridos y anémicos a que sean tratados por una neumonía que mejor se hubiera resuelto en sus domicilios. Van a morir al hospital muchas veces introducidos a ventiladores, tubos, sondas y catéteres que no les van a resolver su calidad

de vida sino que les van a alargas sus agonías.Sea la edad que tenga el adulto mayor 60 o 90 años, debe de vivir con dignidad y eso significa que se respeten sus derechos fundamentales, una vivienda, alimentación adecuada, vestido limpio y de acuerdo a la estación. Y que sea respetado como una persona humana.

En el futuro viviremos más —¿Cree usted que viviremos más en el futuro?

—Definitivamente sí, se calcula que para el 2050 ya habremos alcanzado las cifras demográficas de Europa. Con el avance de la medicina, la tecnología y la mejora de los servicios sanitarios y los determinantes sociales definitivamente sí vamos a vivir más. Pero ojo, se prolonga la esperanza de vida pero aumentará el número de enfermos por enfermedades crónicas degenerativas, muchas de ellas progresivas e invalidantes como las enfermedades cardiovasculares, cánceres, diabetes y accidentes cerebrovasculares; y, ojo, la natalidad

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se está reduciendo de manera acelerada con el control de la natalidad y el conocimiento de la población a cuidarse solos, así como la postergación del embarazo de las mujeres que antes era a los 18 o 20, y ahora se acercan a los 40. Lo que va a ocasionar un envejecimiento poblacional en donde el porcentaje de ancianos supera al de los niños.

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HUMOR

Se viene el año del ogro DANTE MEZA CÁRDENAS Colaborador

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Soy yo el único responsable de lo que me sucede e incluso soy capaz de creerme las mentiras que yo mismo me invento para alejar de mí la responsabilidad de mis actos y sus consecuencias.

JAVIER ARÉVALO Colaborador

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e puse un pantalón y no me quedó. Lo primero que me pregunté fue: ¿Por qué he comprado este pantalón si es obvio que es una talla menor a la que uso siempre?

Dos semanas después de entrenamiento y control de mi nutrición, tengo cinco centímetros menos de panza. He vuelto a probarme el pantalón y ahora me cierra, aun no me queda como debería, pero la cintura va mucho mejor. En consecuencia, tuve que admitir que sí era mi talla, y que al comprarlo y probármelo, seguramente me quedó. Pero entonces, ¿por qué me inventé una mentira cuando me lo puse catorce días antes?

Es obvio, ahora, para mí, que esa es la forma en que la locura se instala en nosotros. La realidad que vivimos cotidianamente está cons-

Ocultos detrás

de mentiras tituida por palabras. Para cada uno de nosotros, la realidad se formaliza en una serie de frases en las que creemos: “Creo en dios, dios existe”. “Amo a mi madre, es una asesina serial, pero es mi madre”. “El 10% que debe dejarse en coimas en una licitación pública es imposible de evadir porque es lo normal”.

La realidad que asumes como verdadera se expresa en una frase y muy pocas veces somos capaces de cuestionarla, porque al hacerlo es muy posible que todo en nuestro mundo cambie, y nada hay más incómodo para los seres humanos que la incertidumbre y la duda.

Hace catorce días atribuí al

pantalón y a mi descuido al comprarlo, la culpa que solo mi sobrepeso tenía.

Mi sobrepeso no es sino consecuencia de hábitos alimenticios perversos, que yo decido mantener.

Soy yo el único responsable de lo que me sucede e incluso soy capaz de creerme las mentiras que yo mismo me invento para alejar de mí la responsabilidad de mis actos y sus consecuencias.

Ahora me digo que no confío en mis observaciones, dado que mis ojos no me dejaron notar mi sobrepeso, y que tampoco un hecho tan objetivo como el que un pantalón

Ahora me digo que no confío en mis observaciones, dado

que mis ojos no me dejaron notar mi sobrepeso, y que tampoco un hecho tan objetivo como el que un pantalón no me cierre.

no me cierre.

Para dejar de dudar de mis observaciones, paso a utilizar otros métodos que me digan si la realidad es tal cual la estoy mirando: utilizo un indicador de nivel de masa grasa corporal y acudo a un centímetro de costurero para conocer las dimensiones reales de mi cuerpo. La balanza y el espejo son también otros elementos convocados al análisis de la realidad y finalmente el tacto.

Me doy cuenta, además, que siempre he estado dispuesto a someter a juicio a aquello en lo que creo, porque, en términos generales, no me gusta creer, lo que me gusta es saber, y también me gusta mucho descubrir que estuve equivocado, porque el arribo a aquel nuevo descubrimiento, que refuta aquella “verdad” en la que creía y que era una equivocación, me acerca a una verdad, y no a la VERDAD así, con mayúsculas, sino a una verdad, quizá temporal, quizá más pequeña, que a su vez, será otra vez cuestionada, y otra vez, y otra vez.

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as hormonas políticas empiezan a moverse en los grandes partidos nacionales, garantía de la democracia plena y redistributiva que vive el país, y vislumbran ya el 2016 como el año del ogro: “Si no entro de dónde cobro”.

Los candidatos se tocan de nervios, se muerden las uñas, y se les caen las pestañas del puro sueño que tienen para armar a un producto (candidato) a la medida del votante (consumidor).

Y ahí tenemos al candidato norteamericano Cuchinski, quien llamó al famoso campañólogo brasileuro Bagre, para no solo llegar a la segunda vuelta, sino ganar a otra ‘outsider’, también extranjera.

Bagre le ha dicho decir que es progresista, casi de izquierda, y seguramente ha creado ya la cuadrilla de tocadoras de escritillas o más en peruano, de huevos, (disculpen los espíritus sensibles por esta palabrota). Ya veremos.

La cuadrilla seguramente estará a cargo de la chalaca, una ñora de mano larga, que en elecciones pasadas en repentina emoción erótica palpó las criadillas del gringo.

Dicha acción nauseabunda, por lo menos extraña en estas latitudes tan católicas y conservadoras, levantaron al candidato y lo ubicaron entre los primeros y por un cojón, digo, por un poquito, no pasa a la segunda vuelta.

Asimismo, para que la labor de suyo importante y trascendental de las tocadoras se vea facilitada, Cuchinsky recorrerá el Perú con un pantalón transparente y así no se puedan confundir las jamonas.

Tal vez Bagre esté pensando en otras cosas para Cuchinski, quien pierde su tiempo. No será elegido presidente nunca.

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OTRAS DISQUISICIONES Víctor Hurtado Oviedo

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ún hoy, Trofim Denísovich Lysenko es el finalista en todos los concursos de simpatía, y lo es porque es el que queda en el final. Reside tan, tan en el final, que, si se concursara sentado, se caería de la silla. Parece que se han perdido sus escritos, lo cual es una lástima pues eran de esos libros que atrapan al lector desde la última página. Lysenko (1898-1976) pasó por este mundo dejando una huella tan pisada como su recuerdo.

En su abrumador tratado El ascenso de la ciencia (cap. XXIII), el físico Brian L. Silver intitula “charlatán soviético verdaderamente desagradable” a Lysenko y le atribuye haber declarado que “los genes no existen”.

A su vez, el inmunólogo Peter Medawar, premio Nobel de Medicina, menciona “las siniestras y malignas opiniones de Lysenko” (La amenaza y la gloria, cap.

VII). Por su parte, mojando sobre llovido, el zoólogo Richard Dawkins censura “la ideología anticientífica de Lysenko, biólogo charlatán” (El espectáculo más grande del mundo, cap. III). ¿Qué de espantoso hizo Lysenko para que lo rechacen con tal entusiasmo si ni siquiera cantaba como Alejandro Fernández?

Lysenko cometió pecados que fueron mortales, pero para algunos de sus adversarios, como el botánico NikoláiVavílov, quien fue apresado y deportado a Siberia –donde murió paralítico– por intrigas de Lysenko. Vavílov hizo importantes estudios sobre la riqueza vegetal de Centroamérica.

Un pecado mortal de Lysenko afectó a la ciencia porque él intrigó hasta ubicarse como el “biólogo oficial” del régimen de Iósif Stalin, de modo que usó el poder político para imponer “teorías” disparatadas en la genética.

Una azteca sopla el maíz para que no tema al fuego. “Códice florentino” (siglo XVI) TrofimLysenko pretendió demostrar que era falsa la genética iniciada por el monje agustino Gregor Mendel, sobre la que se

El helado infierno del malquerido Trofim ¿Qué de espantoso hizo Lysenko para que lo rechacen con tal entusiasmo si ni siquiera cantaba como Alejandro Fernández?

Trofim Lysenko pretendió demostrar que era falsa la genética iniciada por el monje agustino Gregor Mendel, sobre la que se basa la genética del siglo XXI. Esta postula que, en todas las especies, los cambios se producen por la recombinación genética, no por la sola modificación del ambiente.

Lysenko cometió pecados que fueron mortales, pero para algunos de sus adversarios, como el botánico Nikolái Vavílov, quien fue apresado y deportado a Siberia –donde murió paralítico– por intrigas de Lysenko. Vavílov hizo importantes estudios sobre la riqueza vegetal de Centroamérica.

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basa la genética del siglo XXI. Esta postula que, en todas las especies, los cambios se producen por la recombinación genética, no por la sola modificación del ambiente.

Para producir más trigo en el invierno, Lysenko congelaba las semillas a fin de que “resistiesen” el frío; pero las semillas vivían en otro mundo; nunca pasaban a la resistencia; no se reproducían, y, como ya se habían congelado, solo quedaba congelar en Siberia a los críticos de Lysenko.

“Mientras Lysenko dominó la ciencia soviética, se prohibió hablar de genes, cromosomas e incluso de virus”, precisa el filósofo Luis Camacho Naranjo (La ciencia en la historia, p. 196).

Otro pecado de Lysenko fue preterir el carácter universal de las ciencias naturales: cobre + estaño = bronce en cualquier parte de la Tierra, en cualquier época y en todas las clases sociales.

Ni la brujería, ni los rezos ni la ideología mejoran el maíz, sino la ingeniería genética que se inventó hace 9.000 años en un valle de México –como explicó el microbiólogo Edgardo Moreno–.

Al fin, la helada Siberia del infierno está empedrada de ardientes intenciones.