La Revista - 15 Marzo 2015

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DOMINGO 15 DE MARZO DE 2015

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EL “TUIT”

DOMINGO 15 DE MARZO DE 2015

“La agonía económica e intelectual del régimen chavista de Maduro se acelerará con los poderes absolutos que su pseudo Parlamento aprobó”.

(Alan García, a quien Chávez le dijo muchas verdades)

“Con unidad, disciplina y lealtad, hemos logrado juntos hacer de Fuerza Popular un verdadero partido nacional” (Keiko Fujimori, quien deslinda de Montesinos, pero no de su padre, el siamés del Doc).

“El desafío consistió en realizar un vuelo en parapente con el objetivo de generar interés sobre el tema del autismo” (Daniel Urresti, en campaña aún cuando su juicio sigue pendiente).

“4 votos a favor, 7 en contra, 2 abstenciones. Algún día habrá igualdad plena de derechos en nuestro país. Seguimos en la lucha” (Verónika Mendoza, sobre el archivamiento de la Unión Civil).

Citas citables

RECLAMOS

Pastor, también

Ese Bambarén es más bravo que yo.

“En las cuentas del exministro de Justicia Aurelio Pastor también hay aspectos llamativos y también en las cuentas de algunos funcionarios que estuvieron en Agua para Todos y en los colegios emblemáticos” (Sergio Tejada, hablando de desbalance patrimonial).

No hay cuerdas separadas

“Aquí no hay cuerdas separadas, todo es una relación integral en la cual trabajamos, porque, como ya lo he dicho en varias oportunidades, el Perú necesita una explicación de los actos de espionaje que han ocurrido” (Canciller Gonzalo Gutiérrez).

ARREMETIDAS Toda la ciudad será pintada de amarillo.

Respaldo a Bruce

“Quiero solidarizarme con usted y comunicarle que tiene el respaldo de los 130 congresistas. Más allá de las diferencias que tengamos en este Parlamento multipartidario, creo que siempre velaremos por el respeto y la tolerancia.Tampoco vamos a permitir ningún insulto de cualquier índole a cualquiera de nuestros parlamentarios” (Presidenta del Parlamento, Ana María Solórzano).

La inclusión social

diarioUNO.pe Hecho el Depósito legal Nº 2005-2098

Dpto. de Distribución: Telf. 460-7928

“Les garantizo que la Unión Civil se va a aprobar más temprano que tarde porque ese es el sentido correcto de la historia” (Carlos Bruce, optimista).

Editor: Paco Moreno, Arte y Diseño: Julio Arroyo S. Edición Gráfica: Carla Patiño.

DIRECCIÓN: MAX GONZÁLES OLAECHEA 118, UNR. PARQUE LAS LEYENDAS - SAN MIGUEL TELÉFONOS: 5943600 / 447-3092 FAX: 444-0883 LOS AUTORES DE NOTAS DE INVESTIGACIÓN Y/ U OPINIÓN SON LOS ÚNICOS RESPONSABLES DE SU ELABORACIÓN Y CONTENIDO. LA CASA EDITORA NO SE SOLIDARIZA NECESARIAMENTE CON ELLOS.

“Trabajemos juntos por transparencia, con honestidad, para llevar la inclusión social a Ica; mejores salarios, mejorar oportunidades de vida de los iqueños y combatir la delincuencia e inseguridad que también nos azota”. (Presidente Humala, quien dice lo mismo en otras regiones).

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Víctor Liza Lamentable las palabras de un sacerdote en pleno debate de la Unión Civil. La discusión debe continuar.

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o estoy de acuerdo con que le hagan ningún cargamontón a nadie, pero eso no me limita a decir que al sacerdote Luis Bambarén actuó de manera lamentable. Creo que le falta información porque habla de “opción sexual” cuando sabemos que se trata de “orientación sexual”. Nadie está tan loco para optar ser homosexual en un país como este.

Además el sacerdote cree que gay en castellano es maricón cuando todos sabemos que esta palabra en el habla coloquial significa cobarde. Es una pena que haya actuado así, porque no le hace ningún bien a nadie.

Por los demás lloran los y las activistas de los derechos de la mujer y LGBT, porque una tarde de martes, que más pareció de miércoles, una comisión del Congreso decidió no darle visto bueno a la Unión Civil entre personas del mismo sexo.

Se escandalizan los y las tuitstars y quienes usan “x” para decir “nosotros/nosotras” (horrible forma de escribir) porque tenemos congresistas como Tubino, Condori y Rosas, cuyos argumentos contra la Unión Civil no resisten ningún análisis.

Se quejan quienes se acostumbraron a mirar desde el balcón, por tener congresistas como Eguren, quien jugó al cálculo antes que, al menos, limpiar en algo su nombre ante la historia.

Se lamentan los revolucionarios de teclado de tener un “Congreso homofóbico”, cuando ese parlamento surge de la voluntad popular, que también es “homofóbica”. El mismo discurso de siempre. Y por ende,

DY `aklgjaY nY Y [YeZaYj la misma historia.

No sé si los activistas de derechos LGBT y de la mujer hacen campañas de difusión en el Callao. O a La Victoria.

O al Rímac o Villa El Salvador, aquí nomás en Lima.

No se sabe si han ido al Cusco, a Quillabamba. O a Marayhuaca, en plena sierra de Lambayeque. Y si han llegado, solo han estado en el centro de las ciudades, en círculos cerra-

dos. Que me desmientan.

El hecho es que si ampliaran más su visión, se darían cuenta que hay gente que sufre mucho más, no solo por la discriminación sexual, sino por la pobreza y el medio hostil en el que viven. Y dejarían de estar pidiendo que no las feliciten en el Día Internacional de la Mujer, cuando en el fondo sí quieren que las feliciten.

Si dejaran de ser los mismos

cinco o diez que se reúnen en locales alquilados en Miraflores, Jesús María o Pueblo Libre, quizás otro sería el cantar.

La historia sería diferente.

Habría más sujetos de derechos, conscientes de ellos.

No habría Tubinos ni Rosas ni Eguren, sino congresistas elegidos por el pueblo que, más allá de sus tendencias políticas, comprenderían que este es un paso para avanzar como

EL CRISTIANISMO NO SE HUBIERA EXTENDIDO POR TODO EL IMPERIO ROMANO SI PABLO se hubiera quedado en

Antioquía. Ejemplo desagradable para quienes culpan a la religión de una nueva derrota. Pero ejemplo a seguir, al fin y al cabo.

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sociedad. Si el Estado no educa, por algo existen ONG. El cristianismo no se hubiera extendido por todo el Imperio Romano si San Pablo se hubiera quedado en Antioquía. Ejemplo desagradable para quienes culpan a la religión de una nueva derrota.

Pero ejemplo a seguir, al fin y al cabo.

El mismo Jesús no se quedó en Nazaret. Y caminó por toda Judea, Galilea y Samaria junto a prostitutas, publicanos, pecadores, los menospreciados de la época. Quizás por eso hasta ahora está vigente, dos mil años después, a pesar de la Santa Inquisición y de los anglicanos que asesinaron indios en Norteamérica. Siguiendo esa estrategia, la historia para los menospreciados de hoy puede cambiar, más temprano que tarde.

Cabe señalar que ni Jesús ni Pablo se quejaron de los soldados romanos. Menos de Herodes, Pilato, Calígula o Nerón.

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Ya llega

don Pablo EL TROVADOR CUBANO cantará el sábado 21 de marzo en el Gran Teatro Nacional de San Borja.

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s mejor escuchar el disco de un cantante, que escucharlo a él en una entrevista y más si no puedes entrevistarlo.

Sin embargo, don Pablo Milanés, el señor música, siempre ha opinado de manera acertada incluso cuando sin temores señalaba los errores del gobierno perenne de su querida Cuba.

El tauro del 43 es uno de los toros bravos de la canción que cuando empieza con lo suyo la gente comienza a decir que no es solo cantante, es poeta, es poeta.

En realidad canta poesía y es muy raro cuando está en la tarima porque es como si un boxeador de pronto se convirtió en romántico y está emocionan-

do al público desde el frente a golpe de canciones.

Su voz ha dado vuelta al mundo y ya no le pertenece solo a Cuba sino al orbe completo, porque, en el arte, lo bueno es de todos.

Dijo alguna vez: “Los poetas que leí y que leo a lo largo de mi vida han influenciado en mí extraordinariamente. Sin ellos, mi poesía no hubiera existido.

Walt Whitman, César Vallejo, Pablo Neruda, José Martí, todos.

A ellos, gracias.”

Sus motivaciones para crear son el amor en todas sus formas; la alegría más simple y la más notable; la tristeza más dolorosa; la preocupación por la gente, por la vida y sus circunstancias. Hace música de lo más humano.

Tiene centenares de canciones y ha compartido escenario

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con una pléyade selecta de voces en todo el mundo y este 21 de marzo por la noche será aplaudido por sus seguidores peruanos cuando en el Gran Teatro Nacional cante sus principales temas.

“Estoy encantado de volver a Lima”, dijo a sus seguidores mediante un video.

El concierto será parte de su gira internacional “Renacimiento”, que lleva el mismo nombre que su último disco que fue lanzado de manera oficial en México en 2013 y por primera vez será presentado en el país.

Los peruanos lo verán renacer como artista y como persona en aquella noche que promete.

No es primera que viene, claro está, pero esta ocasión es especial

MUY MALOS GÉNEROS

Se está escuchando muy mala música “No ha sido por casualidad que he llegado a concretar el disco Renacimiento. Soy un cultor de la música renacentista y barroca, es lo que escucho diariamente al levantarme. Sobre todo lo barroco se ha dejado escuchar en mi obra a través del tiempo. A mi edad se me ocurre ligar esta música con lo tradicional cubano, pero no solo por mezclar, sino que tengo un propósito que va más allá del simple hecho de fusionar por fusionar. Es un intento de reivindicación de la buena música universal.”

“Pienso que hay una crisis en el mundo a nivel musical. Se está escuchando muy mala música, se están escuchando muy malos géneros. Ni hablar desde el punto de vista poético, ni se diga. Es una barbaridad lo que se está escuchando. Lo que suena

en las radios no tiene casi ningún valor estético, ni propuesta espiritual, poética, ni filosófica para mí. Son mis gustos.”

“No quiere decir que las canciones que yo hice son buenas, no. Solo digo que hay géneros que tienen una calidad intrínseca por sí sola, y quise mostrar que se pueden usar mejores elementos para crear canciones. Se podrían usar mucho más de los que se usan en los géneros que están ahora cotizados en el mundo. Quiero renovar la mirada sobre cosas interesantes que fueron base para todo lo que vino luego”.

“El gusto del pueblo se puede educar, no hay que perder eso de vista. Nunca hay que dejar de lado en una obra lo poético, lo cultural y lo sociológico que una canción puede conllevar”.

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porque viene como para cerrar el verano con broche de oro y abrir una nueva estación con su voz.

Pensaba yo que la gente buena a quien le gusta la buena música iba a decir “Yolanda” al responder la pregunta: ¿Qué canción, en la voz de Pablo Milanés, te gusta más?

No ocurrió así. Sucede que Pablo Milanés es un océano musical, un gigante, y “Yolanda” es apenas una de sus mejores islas.

“Nos vamos poniendo viejos”, respondió a mi encuesta el periodista Raúl Wiener y le repregunté: ¿Por qué? “Porque esa canción es la verdad y cantar a la realidad es muy difícil”, contestó.

El filósofo Zenón Depaz Toledo respondió: “Para vivir”; el periodista Ángel Páez dijo “Verdad amarga”; el historiador Nelson Manrique, “El breve espacio”.

El guitarrista Rolando Carrasco, quien acaba de llegar de una gira de Europa, explicó que le gustaba mucho “Simplemente soñé”, principalmente, por la letra.

“A mí me gusta ‘De qué callada manera’, que es una musicalización de un poema de Nicolás Guillén”, dijo la periodista Maritza Espinoza y agregó: “Seguro que todo el mundo dijo ‘Yolanda’”.

—No, nadie dijo “Yolanda”.

—Qué raro.

Milanés canta como los dioses, compone cual un poeta y es diestro para tocar desde aquel día en que su madre le regaló una guitarra cuando apenas tenía seis años de edad. Junto con Silvio Rodríguez, su siamés blanco, y Noel Nicola, abrieron el camino de ese género llamado Nueva Trova Cubana.

Podría decirse que es un artista comprometido con la Cuba revolucionaria; pero nunca dejó de tener voz propia y, a veces muy crítica, y le hace bien al país de Fidel. Son los artistas los que tienen el deber de señalar los errores contra el hombre porque ellos tienen un instinto especial para diferenciar bien lo bueno de lo malo.

“Las ideas se discuten y se combaten, no se encarcelan”, dijo que alguna vez este hombre que sabe lo que es estar preso por su ideas. Ya llega don Pablo, para hablar y para cantar.

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DOMINGO 15 DE MARZO DE 2015 FOTO: RONY DĂ?AZ

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i uno continĂşa en carro unos cinco minutos mĂĄs al norte desde el Ăşltimo paradero del tren elĂŠctrico en San Juan de Lurigancho llegarĂĄ a un muro que seĂąala que el distrito mĂĄs grande de AmĂŠrica Latina termina allĂ­. Uno puede seguir, pero ya estarĂĄ en terrenos de la provincia HuarochirĂ­, mĂĄs precisamente, en terrenos que la comunidad campesina de Jicamarca ha ido perdiendo poco a poco: ventas, posesiones, trĂĄfico de terrenos.

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AquĂ­ todo estĂĄ por hacerse. Hay avenidas incompletas, calles sin nombres, casas sin techos. Es un pueblo joven donde la gente busca su rumbo. Hay mucha gente de San Juan de Lurigancho que se ha instalado en estos terrenos escarpados con ilusiones de una vida mejor. La informalidad manda. Dicen que son de HuarochirĂ­ para no pagar impuestos al distrito limeĂąo que los podrĂ­a exigir por la cercanĂ­a. Eso sĂ­, votan en San Juan de Lurigancho por la comodidad. Este lugar es muestra de cĂłmo va creciendo Lima: sin rumbo fijo, en desorden.

Seguimos en el carro buscando el camino que pocos conocen, el camino que, segĂşn versiones, trepa los cerros calurosos sin ĂĄrboles ni plantas y llega hasta la Ăşltima zona de barrio de Collique del distrito de Comas. ÂżUna avenida que une Comas y San Juan de Lurigancho en menos de 20 minutos? Pensar que hace algĂşn tiempo demoraba casi dos horas en ir en combi del paradero del tren elĂŠctrico, en San Juan de Lurigancho, hasta la segunda zona de Collique en Comas.

Los pobladores ayudan en la bĂşsqueda. “EstĂĄ bien, lleguen a la

avenida General Arenales y sigan.

Hay una avenida que lleva a la universidad y otra que se va hasta Comas�. Somos los únicos en el camino y avanzamos con un poco de miedo.

Volvemos a pedir ayuda mĂĄs allĂĄ. “Sigan nomĂĄs. AquĂ­ es tranquilo.

Nadie roba. Al que lo hace le sacamos la mugre�.

Subimos el cerro con cuidado, por la avenida. El asfaltado quedĂł abajo y desde aquĂ­ puede verse la universidad San Antonio de GuzmĂĄn, que ha cercado un espacio tan gigantesco que debe ser la universidad con el terreno mĂĄs amplio

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de AmĂŠrica Latina.

Dos edificios de seis pisos, una plaza, un estacionamiento, oficinas y algunas calles universitarias es lo Ăşnico que hay en este terreno gigantesco cercado por paredes largas. Uno de sus muros divide en la cumbre a HuarochirĂ­ de Comas.

La universidad tiene cerca de 500 alumnos, muchos de Comas, muchos de San Juan de Lurigancho.

Tiene movilidad propia.

Seguimos subiendo y llegamos a “El Valleâ€?, una asociaciĂłn de vivienda en el cerro. Hay un silencio amplio, hay pocos carros, pocos ve-

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DOMINGO 15 DE MARZO DE 2015 FOTO: RONY DÍAZ

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cinos. Es un lugar con muchas casitas prefabricadas, casitas de triplay, con techo de calamina y ventanas huérfanas. Aquí no hay cemento ni asfalto, pero sí está la avenida.

El auto 2x2, que muchas veces la hace de taxi en el llano, sigue trepando y más arriba nos detiene una tranquera. Al lado, más allá de la tranquera, está la vecina Paula. ¡Peaje!

Está tranquila y nos dice que debemos que pagar. “¿Por qué?”. “Porque así es, señores. Nosotros, los vecinos mantenemos esta avenida y nadie ayuda.

Nosotros invertimos nuestro dinero para que sirva para todos. Hace unos meses escuché que el exalcalde de Comas iba a asfaltar la avenida y nada, y por este lado, por Jicamarca, anexo 22, somos los vecinos quienes hacemos lo posible para que esta avenida sirva.

Por eso, tienen que pagar para pasar a Comas. Es una colaboración con la gente pobre”.

Es verdad. Paula, además de juntar dinero para mejorar la avenida, es una guardiana de la tranquilidad. Está siempre atenta para que ningún ladrón haga de las suyas por estos lugares. Alrededor solo se distinguen algunas chancherías y, a los lejos, unos obreros instalan torres de alta tensión. Pagamos y seguimos subiendo por la avenida que se dibuja como una serpiente en el cerro.

Llegamos a la cumbre. Si nos ubicamos mirando al sur, a la derecha está Comas y a la izquierda San Juan de Lurigancho. Desde aquí puede verse lo enorme que es el terreno que ocupa la universidad. Hay una zona cercada por ladrillos, una campaña de obreros, donde trabajadores con cascos se alistan para subir a las torres de alta tensión.

Bajamos para Collique y en el camino nos cruzamos con un taxista conocedor de esta ruta. ¿Pagará el peaje? Nadie sabe.

Hay zonas realmente silenciosas, donde se puede oír al silencio; zonas donde la venida es muy angosta, como esas carreteras en los cerros de las provincias. Avanzamos un poco más y vemos las primeras casitas de Collique. No hay luz eléctrica ni agua potable por aquí.

Llegamos a la zona 10. Vamos a la avenida Revolución. A unos metros hay un grifo y más allá, el cementerio.

Nos bajamos del auto y vemos en el cerro la avenida-carretera sin nombre que lo atraviesa sin miedo. ¿Qué dirá de esto el alcalde de Comas, Miguel Saldaña? El exalcalde había colocado en la entrada de Collique, donde está el hospital gigante de la avenida Túpac Amaru, un letrero con su promesa de asaltar aquella avenida. Nunca lo hizo.

Veremos qué puede hacer Saldaña, quien poco a poco está mejorando el problema del recojo de basura que había colapsado durante la gestión del exalcalde.

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OTRAS

DISQUISICIONES Víctor Hurtado Oviedo

P

ara optimista, mi papá. Él es un viejo maestro de escuela, quien, a pesar de mi experiencia, sigue creyendo que el que estudia triunfa. Mi padre me aconsejaba que leyera porque en los libros estaba todo; y, conforme uno crece y va pareciéndose a su padre, descubre que aquello es verdad: en los libros habitan lo real y lo imaginario; la historia de lo que fue y la de lo que iba a ser (pero esto es entrar en política); la verdad y las mentiras —la mayor de las cuales es el engaño necesario y portentoso de la literatura—.

Leer un libro es desprender palabras del silencio. Uno hace sus lecturas y es hecho por ellas: si uno fechase los libros que compra, con ellos podría recordar la historia de su vida. Toda biblioteca es una autobiografía.

Un día terminó uno siendo como otros que crecieron consumidos por el alimento del leer. Nadie les detuvo la descomedida pasión por saber más, y la lectura se les volvió una forma del amor, «enfermedad que crece si es curada» —escribió el lector Quevedo—.

Pronto, la voracidad por leer se torna un perro fiel que ataca a su dueño, y la parte más desgarrada del traje es el bolsillo. El hambre que se alimentó de las propinas comienza a devorar los sueldos, pero hay un instante fastuoso en que la cortesía del destino nos pone ante una reventa de libros. Entonces, uno entra en ese ámbito de polvo y sombras y no lo abandona jamás.

Se revenden libros porque las bibliotecas —como los árboles— deben ser podadas para que mejoren. Está la tienda pulquérrima, de atento neón, que alinea los libros usados en estantes listos para una revista militar en el palacio de Buckingham.

Es demasiado limpia para mí. Las mías son las que Paco Umbral llama «viejas tiendas galdosianas»: maniguas de tierra y caos; pisos de tablones tristes (perdieron la cera como perdemos la infancia); estanterías perplejas de su verticalidad y que, igual que el Partenón, ignoran las líneas rectas; todo, palpado por una luz sombría, de oro viejo, que hace redoblar el tiempo que sestea en los libros.

Están los libros, claro: libros verticales; libros de cansancio diagonal; libros horizontales como puentes de otros libros como puentes; volúmenes pequeños que asaltan vacíos en un delirio barroco de dominar todo espacio; libros en doble fila, en triple fila, en un colosal derrumbe de pirámide maya; libros en cajas de cartón, abiertas cual fosas comunes en las que hijos zafios han enterrado la biblioteca muerta del padre o de la madre incomprendidos.

Eak `]jeYfgk Unos tuvieron talento, y otros, no; pero todos fueron de esas personas tan optimistas que dan ganas de explicarles bien las cosas.

Hay libros nuevos, árboles de bonsái que aún no han abierto sus hojas.

Reluce el éxito de moda, el volumen gordo, hamburguesado y fácil que tantos ingieren con el placer borrego de las comidas rápidas (hay pecados que incorporan el castigo). Los leen gentes de envidiable ingenuidad: las que creen que la justicia está en las leyes; la belleza, en el cuerpo, y la elegancia, en la ropa (está en la conversación).

En democracia postrera, conviven el libro en rústica —Sancho de las letras de edición tan pobre que ni es dueña de sus actos— con el volumen suntuoso que conoció mejores tiempos y que aún se alza como un duque que perdió al póquer su vajilla de plata. Pervive también el libro hecho para el tacto antes de la traición del off set, impreso en papel amarillo y tibio: la clase de papel cremoso sobre el cual grullas de plomo dejaron

mínimas huellas de letras.

De todos, los conmovedores son los ejemplares leídos con pasión o brusquedad. Son los desgarrados, los intensos, los de sangre coagulada en tinta; los libros de una aspereza pálida y sin jugo; los reducidos a fibras secas por la relectura avariciosa. Esta es la legión de los quebrados; pero entre ellos hay también triunfantes pues, a veces, una lectura violenta es la batalla que un libro gana sobre un lector agradecido.

Alzo la mano; tomo un viejo libro de Álvaro Cunqueiro (cualquier libro de Álvaro Cunqueiro) y leo: «La tórtola espera que un rayo de sol la toque antes de decidirse a resucitar el mundo con su canto». Una sentencia admirable puede justificar un libro, como el martirio salva al pecador.

Aquello es arte; pero ¿y los autores olvidados, quienes publicaron libros que los vencidos por la vida leen como

espejos? (Yo amo a los fracasados porque hay que amar al prójimo como a uno mismo, y viceversa.)

Este es el tema clásico del ubi sunt? ¿Dónde están los que trajeron al mundo tantos libros inútiles, que naufragaron en reventas, asilos confusos donde mueren su larga muerte de olvido las obras que nadie quiso? ¿Dónde están los que ansiaron huir del anonimato que ya se había acostumbrado a ellos?

Ellos son el provinciano que imprimió versos gracias a tres adelantos de sueldo; el contador público de cuentos; el novelista menos desconocido por su seudónimo que por su nombre; el autor de la obra vacua que, con injusta simetría, juzgamos medio tonta; el humorista agudo cuando canta; el filósofo de plomo en prosa, quien, cuando era espontáneo, estornudaba, y al que le sobró siempre el tiempo de los otros; el poeta excedente del

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Parnaso; el ensayista grafómano, hormiga japonesa que nunca aprendió a combatir la disciplina con la haraganería; el moralista mal pensado como el sicoanálisis, y el escritor que prueba que «el estilo es el hombre» y la falta de estilo también.

Aún faltan algunos, los inéditos: el perfeccionista que se cansó de corregir sin haber escrito; el que pulió su estilo hasta que desapareció; el que empezó a redactar su novela del peor modo (demasiadas veces); el trabajador fatigable de un solo verso, y el que no obtuvo adelantos de sueldo gracias a la falta de sueldo (pero el dinero no hace la felicidad de quien no lo tiene). Abrumados por la redundancia, forman la hermandad secreta de los desconocidos.

Unos tuvieron talento, y otros, no; pero todos fueron de esas personas tan optimistas que dan ganas de explicarles bien las cosas. Fuera de forma, corrieron tras la fama, mas el fracaso los alcanzó después de perseguirlos un instante. A cada uno podría repetírsele un dístico de Borges: «La meta es el olvido: tú has llegado antes».

Quise recordarlos en esta sombra de papel y en un domingo. Partieron hacia una fiesta, pero se extraviaron: ¿dónde? Son como los que apostaron a la ingenuidad de la justicia (malos son los juegos de azar) y perdieron: todos son mis colegas, mis hermanos.