ALIANZAS PUBLICOPRIVADAS PARA LA PREVENCIÓN DEL CRIMEN Y LA VIOLENCIA INFORME DE INVESTIGACIÓN
Junio 2011 Esta publicación se produjo para su revisión por parte de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. Elizabeth Gozzer se encargó de su elaboración para Chemonics International Inc.
ALIANZAS PUBLICOPRIVADAS PARA LA PREVENCION DEL CRIMEN Y LA VIOLENCIA INFORME DE INVESTIGACIÓN
Contrato No. DFD-I-00-05-00219-00 Task Order No. AID-OAA-TO-10-00009
Las opiniones expresadas en esta publicación, no reflejan necesariamente las opiniones de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional o del Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica.
CONTENIDOS Resumen Ejecutivo ..............................................................................................................1 Sección I. Antecedentes ......................................................................................................5 Sección II. El Sector Privado y la Violencia Social y la Prevención del Crimen ................9 Sección III. Recomendaciones ...........................................................................................23 Anexo A. Opiniones Ofrecidas por Líderes del Sector Privado durante las Entrevistas de Campo ................................................................................................................................33 Anexo B. Cuestionario de Entrevistas ..............................................................................35 Anexo C. Información Básica sobre la Prevención de la Violencia y el Crimen ..............37
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RESUMEN EJECUTIVO Los gobiernos centroamericanos, en particular los del Triángulo del Norte, están luchando por cumplir con su papel de proveedores de seguridad ciudadana. Los ciudadanos de América Central clasifican la inseguridad y el crimen como el mayor problema en sus países, por encima de la pobreza y el desempleo. El crimen y la violencia se han vuelto endémicos en algunas zonas. El capital social y humano se ve seriamente dañado, las comunidades se han visto debilitadas, y el desarrollo se ha estancado. Los recursos públicos para combatir estos problemas son limitados, incluso los programas de éxito tienen poca capacidad de vida porque están vinculados al término un gobierno municipal o nacional. Los recursos del sector privado en estas economías son limitados también, especialmente en Guatemala y El Salvador. Incluso en este contexto, la combinación de los recursos técnicos y financieros de los sectores público y privado a través de alianzas público-privadas (APP) puede generar programas de prevención de la delincuencia y la violencia sostenibles basados en mejores prácticas. El sector privado en Panamá, Guatemala y El Salvador está listo para responder al llamado a la acción. De acuerdo con las entrevistas a los hombres y mujeres de negocio en cada país, los factores esenciales para la participación del sector privado incluyen: Planes de acción concretos e iniciativas bien supervisadas apoyadas por equipos técnicos capaces. Una cartera de programas a corto y largo plazo que demuestren resultados y que trasciendan las administraciones gubernamentales. El consenso en torno a cambios en las políticas públicas para fortalecer la capacidad del gobierno y la ampliación de los mercados. Intercambio de información, incluyendo estadísticas y mejores prácticas, que fomenten la discusión y la acción. El sector privado tiene que entender a que se refiere la "prevención social,"1 así como lo que funciona y lo que no, las causas de la delincuencia y la situación de violencia, los factores de riesgo y las estrategias para hacerles frente. Claridad en torno a los posibles resultados, limitaciones y riesgos de la prevención del delito y la violencia. Comprensión de los resultados de la prevención: mercados más grandes, mayor número de clientes, una fuerza laboral capaz, nuevas inversiones y el crecimiento sostenible. Transparencia, rendición de cuentas, buen gobierno, la coordinación y la innovación en las intervenciones de prevención social.
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El crimen y la violencia son multi-causales, y la mayoría de las causas son de naturaleza social y situacional —desde la desigualdad hasta los asuntos de género. Por lo tanto, el enfoque de prevención social, o un enfoque de prevención del crimen social y violencia, busca las causas subyacentes del crimen, en vez de enfocarse sobre el castigo de los delincuentes. Depende fuertemente en la comprensión de las causas, y está respaldada por la investigación científica, monitoreo, mapeo, análisis, estudios epidemiológicos, evaluación de programas, e intervenciones con base en la evidencia. La prevención social incluye también la rehabilitación y reinserción de delincuentes en la sociedad para reducir el número de delincuentes reincidentes. ALIANZAS PUBLICO PRIVADAS PARA LA PREVENCION DEL CRIMEN Y LA VIOLENCIA
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Los objetivos de las APP socialmente orientadas debe ser el fortalecimiento del capital humano, las relaciones sociales, gobiernos, instituciones y organizaciones civiles; programas holísticos seguros, eficaces y eficientes que aborden las causas profundas de la violencia y el crimen, y la aportación de un enfoque sostenible. Guatemala y El Salvador han recibido millones de dólares en los últimos 10 años para hacer frente a la violencia y el crimen. Sin embargo, debido a la limitada evidencia de progreso, la mayoría de los donantes se muestran escépticos sobre el impacto de sus inversiones. A pesar de que los esfuerzos filantrópicos y de caridad del sector privado han generado resultados, la mayoría de estas contribuciones se limitan a la zona de influencia de la empresa con un enfoque limitado (como educación o los niños) y no se ocupan de la prevención social de una manera más integrada. Existe la necesidad de una cartera que incluya una mezcla de iniciativas de corto, mediano y largo plazo, así como intervenciones de prevención primaria, secundaria y terciaria,2 que aborden las causas profundas. Esta cartera incluiría APPs que respalden lo siguiente: Programas escolares de prevención de la violencia, capacitación y destrezas vocacionales, el fortalecimiento de la educación primaria y secundaria, formación para el empleo y las oportunidades de educación y empleo específicamente para las niñas en edad reproductiva. Programas familiares completos que aborden la desnutrición, resolución frente a la comunicación y el conflicto, la generación de ingresos, las cuestiones de género, y violencia intrafamiliar y de género. Programas culturales, de deportes y el arte y oportunidades para los niños, jóvenes y padres de familia. Identificación de las necesidades de mano de obra y la preparación de los jóvenes para llenar esos puestos de trabajo (con base en una formación orientada hacia la demanda). Crecimiento del mercado y económico y relaciones duraderas con todos los actores que promuevan la sostenibilidad de cualquier iniciativa que resulte eficaz. Los programas de corte unifocal han demostrado poca eficacia. Por ejemplo, los programas escolares de nutrición no son suficientes para garantizar la capacidad del niño para aprender, cuando la madre del niño no ha sido educada en nutrición o cuando el niño sufre abusos en el hogar. Los programas de deportes y arte después de las horas escolares no son suficientes a menos que estén acompañados de capacitación laboral impulsada por la demanda e intervenciones de desarrollo laboral. Los programas escolares para la enseñanza de habilidades en la resolución de conflictos tendrán beneficios limitados en los niños, a menos que se aborde la violencia intrafamiliar, lo que podría requerir asesoría sobre el consumo de drogas o alcohol y orientación sobre la violencia de género. Los 2
Prevención primaria busca prevenir la violencia antes de que ocurra. La Prevención Secundaria se enfoca en la respuesta más inmediata a la violencia (o sea, atención pre hospitalaria, servicios de emergencia). La Prevención Terciaria se enfoca en la atención de largo plazo en los albores de la violencia, tales como la rehabilitación y reintegración, y trata de reducir el trauma o disminuir el impacto a largo plazo de la violencia. 2
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empleos impulsados por la demanda no serán suficientes sin el crecimiento del sector privado y la estabilidad económica. En resumen, se requiere una programación integral, en lugar de intervenciones transsectoriales/transversales.3 Cuando se habla de niños o jóvenes, o de la violencia y el crimen, los académicos y los profesionales tienden a dividir el ser humano y al núcleo humano (es decir, los niños, jóvenes, familias, comunidades, naciones) de acuerdo con su área de especialización, tal como salud o educación para la asignación de fondos, en los ministerios o instituciones. Esto reduce nuestra visión, con la consecuencia de que muchas veces nos olvidamos de que estamos hablando de seres humanos y núcleos humanos complejos, globales y multidimensionales. Las recomendaciones proporcionadas en la última sección de este informe exigen el trabajo conjunto de varios departamentos dentro de USAID para proporcionar un enfoque global a los desafíos planteados por las causas multidimensionales de la violencia y el crimen. Otro hecho fundamental a considerar es que gran parte de Centroamérica es un campo de batalla en la guerra contra el narcotráfico. Los niños y los jóvenes están particularmente en riesgo de ser reclutados por bandas del crimen organizado -, debido a la falta de educación, empleo y oportunidades de desarrollo. A medida que Guatemala, Honduras y El Salvador intentan hacer frente a esta situación, Panamá teme convertirse en un campo de batalla similar. USAID tiene que trabajar en todos los niveles para hacer frente a las demandas de acceso a oportunidades (es decir, educación, salud, inversión, información y comunicaciones) y a una distribución más equitativa de los beneficios económicos y sociales para prevenir una mayor propagación de la delincuencia y la violencia relacionada con el tráfico de drogas. No hay un solo sector, institución pública o privada, o una oficina dentro de una institución capaz de hacer frente aisladamente a estos desafíos multidimensionales. Es necesaria una respuesta integral y coordinada entre todas las partes interesadas. Incluso bajo las limitaciones descritas en este informe, existe terreno fértil para la colaboración entre entidades del sector privado, los gobiernos (empezando por los gobiernos locales), organizaciones de la sociedad civil y las comunidades en el desarrollo de enfoques multisectoriales y multidimensionales a la violencia y el crimen. Las APP 3
Una programación integral es un método de resolución de problemas. En cuanto a la prevención del delito y la violencia, un enfoque integral tiene en cuenta al individuo, la familia, la comunidad y el contexto social de las personas - tanto de los perpetradores como de las víctimas de la delincuencia y la violencia. El desarrollo físico, mental, social y emocional de cada individuo se considera, así como el desarrollo económico y social de las familias y las comunidades. En un enfoque de programación integral se abordan las causas raíz y al mismo tiempo se tiene en cuenta el desarrollo físico del individuo (salud y nutrición), el desarrollo mental (educación, el estímulo, como los deportes y las artes), y el desarrollo social y emocional (afecto, participación social, el papel de la sociedad), así como a la familia (bienestar social, habilidades para la vida, oportunidades de obtener ingresos), la comunidad (redes, la participación ciudadana, la gobernabilidad), y la nación (gobierno, los valores, los derechos humanos). Los programas trans culturales/transversales no son programas de resolución de problemas en sí mismos. Más bien reconocen que determinados temas deben integrarse en la planificación de proyectos en múltiples sectores (incluido el género como tema transversal en la educación, la salud y el bienestar social). En comparación, un enfoque integral de género requiere un compromiso simultáneo con la amplia gama de factores que influyen en el género, como la educación masculina y femenina, la salud, el bienestar, las oportunidades, y todas las dimensiones sociales y económicas.
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han demostrado ser eficaces en programas de infraestructura - la generación de importantes lecciones aprendidas - y han comenzado a dirigir sus esfuerzos a la salud y educación. Las APP de desarrollo centradas en el desarrollo social, especialmente en el controvertido campo de la prevención del delito y la violencia, será algo innovador y desafiante. Los programas necesitarán disciplina, cabildeo, creatividad y el compromiso a largo plazo. Las recomendaciones de este informe están orientadas hacia la participación de actores relevantes en la determinación de la forma de combinar los puntos fuertes de los sectores público y privado y dar los pasos iniciales hacia una programación de desarrollo social sostenible. Este informe expone en primer lugar el fondo al deseo de USAID de promover y apoyar las APP de prevención de la violencia social y el delito. A continuación, se revisan las características del sector privado y las reacciones acerca de la violencia y el crimen, en El Salvador, Guatemala y Panamá. Esto conduce a un análisis de los retos y oportunidades que enfrentan las APP en la región. La última sección incluye una serie de recomendaciones para fomentar las APP de prevención de la delincuencia y la violencia en Centroamérica.
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SECCION I. ANTECEDENTES USAID está liderando los esfuerzos para apalancar el capital semilla con el sector privado para apoyar un número mayor de proyectos de prevención del crimen y de la violencia social. El objetivo de estos esfuerzos es aumentar la sostenibilidad de las iniciativas de USAID en la prevención de la delincuencia y de la violencia, mejorando así la seguridad ciudadana en América Central. Un tema relacionado y fundamental es si las organizaciones del sector privado pueden ser motivadas a apoyar una actividad de prevención social, o un conjunto de actividades, una vez que finalice el apoyo de los Estados Unidos al gobierno. Este informe se enfoca en una pregunta central: ¿Qué haría falta para que el sector privado invierta más en la prevención de la violencia y la delincuencia en Centroamérica? Para abordar esta cuestión, el informe: Identifica a la organización, o el tipo de apoyo a la organización, que funciona mejor para motivar la cooperación del sector privado. Identifica las oportunidades potenciales para mejorar la participación estratégica del sector privado en el diseño y la financiación de los programas de prevención del delito. Hace recomendaciones sobre la mejor manera de utilizar la red de responsabilidad social empresarial a un nivel nacional y / o regional (RSE) para aprovechar recursos del sector privado y para promover la seguridad y combatir el delito y la violencia, con el objetivo de mejorar la sostenibilidad de los esfuerzos de USAID a través de la participación del sector privado. La investigación de campo para este informe se llevó a cabo en Panamá y Guatemala, y un examen teórico se realizó en El Salvador sobre la base de información proporcionada por USAID / Washington y de los recursos públicos y reuniones informales con los salvadoreños interesados del sector privado. Aunque los países en cuestión comparten algunos puntos en común, difieren ampliamente en términos de gobierno, crecimiento económico, su contexto social, las capacidades del sector privado, y la percepción de los riesgos y amenazas. Por lo tanto, es difícil extrapolar los resultados de este ejercicio a nivel regional. Sin embargo, muchas de las recomendaciones pueden aplicarse a otros países de Centroamérica, siempre que sean apoyados en los esfuerzos iniciales de recopilación de datos y obtengan el apoyo político. Para completar este estudio, el equipo de investigación trabajó con la unidad de gestión del proyecto en las oficinas centrales de Chemonics International en Washington, DC, con el coordinador de USAID para la Iniciativa de Seguridad Regional de Centroamérica (CARSI), y con las oficinas de la USAID en Panamá y Guatemala. El equipo llevó a cabo entrevistas de uno-a-uno con los actores y ejecutores de proyectos de las agencias de
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USAID, otros donantes y actores de la RSE del sector privado local. El Anexo A presenta las preguntas que formaron la base de las entrevistas. ¿Qué es una Alianza Público-Privada? En pocas palabras, una APP surge cuando la empresa privada participa a través de la gestión, experiencia y / o contribuciones monetarias en proyectos del sector público. Cuando los sistemas sociales y económicos no distribuyen equitativamente las oportunidades, en educación, salud y empleo, y / o cuando los gobiernos no tienen en cuenta las causas profundas de la violencia y el crimen debido a la falta de recursos financieros y técnicos, las asociaciones con las organizaciones del sector privado pueden formar iniciativas de protección social más sostenibles, eficientes y transparentes. Los programas de desarrollo social tradicionales del sector público a menudo encuentran desafíos críticos, como los limitados recursos, la programación a corto plazo, y la falta de sostenibilidad. Las organizaciones del sector privado han llegado a reconocer la importancia de la seguridad y estabilidad para el desarrollo y sus objetivos inmediatos y a largo plazo (tales como el crecimiento de sus mercados, la disponibilidad de trabajadores calificados, y la innovación). También han llegado a aceptar una visión más amplia de la responsabilidad social como parte del mandato corporativo. Por lo tanto, las APP para la prevención social ofrecen la clave para el desarrollo a largo plazo de los esfuerzos destinados a promover los cambios generacionales y culturales.
¿Por qué una Alianza Público-Privada?
El sector privado impacta comunidades y países, desde la creación de mercados y la generación de riqueza hasta la infraestructura y el desarrollo de políticas públicas. La participación del sector privado en la prevención de la delincuencia social y la violencia, tiene como objetivo principal mejorar la sostenibilidad de esos esfuerzos, incorporando las iniciativas dentro del tejido comunitario a los que están destinados a servir. En los últimos años la seguridad ciudadana se ha reducido en Centroamérica y los niveles de violencia han aumentado a un ritmo alarmante, especialmente en el Triángulo del Norte de Honduras, El Salvador y Guatemala. Según la Organización Panamericana de la Salud, la violencia es una epidemia en la región. Una serie de iniciativas de prevención social se han iniciado, hasta ahora con éxito limitado. La Participación del sector privado en estas iniciativas sigue siendo limitada, aunque ha aumentado en los últimos años. La sostenibilidad sigue siendo uno de los principales retos para cualquier iniciativa. Aunque los costos de la violencia rara vez se cuantifican globalmente, estos son evidentes en todos los niveles de la sociedad. Uno de los mayores costos para los individuos y para la sociedad, es la pérdida de capital humano por muerte prematura o graves lesiones físicas y psicológicas. La violencia y el crimen reducen la calidad de vida, limitan la movilidad, reducen la interacción social, rompen lazos con la comunidad, reducen los mercados y las economías, estancan el desarrollo y el crecimiento económico, y ponen en peligro la confianza pública en el gobierno y las instituciones. Crean una sensación generalizada de inseguridad. Estos factores pueden explicar por qué los ciudadanos centroamericanos constantemente califican a la inseguridad y el crimen con una tasa más alta respecto del desempleo, la pobreza y otros temas.
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El sector privado experimenta los costos de la violencia en la contracción de los mercados, las inversiones y la productividad, en la falta de capital humano y de mano de obra bien calificada, la limitación y las amenazas para entregar bienes y servicios en las áreas donde los grupos violentos demandan un rescate, o "cuota," y finalmente el acceso limitado a los servicios públicos y privados. En Guatemala y El Salvador, el crimen y la violencia se han traducido en la falta de inversiones extranjeras. Además, las empresas deben dedicar una parte significativa de sus ingresos a la seguridad. En Panamá en 2010, por ejemplo, las compañías han reportado que dedican un 1 por ciento de sus ventas totales a costos relacionados con la seguridad. En 2008, aproximadamente un 7 por ciento del producto interno bruto de El Salvador (PIB) se destinó a la seguridad. Por otro lado, y que corresponde a la demanda, el servicio de seguridad privada es uno de los sectores de mayor crecimiento en América Latina. El sector público enfrenta retos similares. Por ejemplo, en áreas con altas tasas de homicidios, los servicios públicos – como educación y salud, principalmente - son limitados, porque pocos profesionales están dispuestos a trabajar en estas áreas. Los ciudadanos locales son los que sufren más por estas brechas. Sus libertades se ven limitadas, los servicios están descuidados, y los ciudadanos se sienten excluidos y abandonados. En los últimos 15 años, ha evolucionado el concepto de responsabilidad social empresarial convirtiendo a las APP en un mecanismo viable para impulsar el desarrollo social sostenible. Del mismo modo, la percepción de la prestación de seguridad pública ha cambiado, alejándose de la idea de que el gobierno es el único responsable, a una en que la seguridad es una responsabilidad compartida entre el gobierno, las autoridades locales, los individuos y los ciudadanos corporativos. La participación del sector privado en cualquier empresa aprovecha los recursos financieros, el poder político, la innovación, la creatividad y la capacidad de gestión. El papel de la empresa privada en su involucramiento como APP en la prevención de la violencia y el crimen, se define por las necesidades locales. El papel del sector privado en la prevención social sostenible podría tomar la forma de la defensa de las leyes estatales (Leyes de Estado) contra las leyes promulgadas durante un mandato presidencial en particular, la comunicación eficaz y el desarrollo de estrategias, la adopción de prácticas que dan prioridad a la capacitación en oficios y el empleo en todos los sectores de la sociedad, incluyendo las poblaciones en riesgo; la adopción de prácticas que promuevan la igualdad de género; el apoyo a programas de desarrollo nacionales y locales para la juventud y el apoyo al crecimiento de la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales (ONGs), profesionales y técnicas. El sector privado también podría participar activamente con las partes interesadas (es decir, municipios, agencias internacionales de ayuda, las ONG locales y líderes comunitarios) para proporcionar soluciones innovadoras a los problemas locales, ayudar al desarrollo, asistencia técnica, monitoreo y evaluación de programas sociales; financiamiento para las alianzas y asociaciones para promover la sostenibilidad y la participación con otros interesados para fomentar un mayor impacto global.
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SECCION II. EL SECTOR PRIVADO Y LA PREVENCION DE LA VIOLENCIA SOCIAL Y EL CRIMEN En esta sección se analiza el contexto de cada país, las características del sector privado, y los desafíos y las oportunidades que se derivarían de un aumento de la participación del sector privado, a través de programas APP o de RSE, en la prevención social y los esfuerzos de seguridad ciudadana. A menos que se indique lo contrario, los resultados se aplican a El Salvador, Guatemala y Panamá. La siguiente información se obtuvo principalmente de la revisión de los documentos pertinentes y de la información pública y de las entrevistas con los principales actores del sector público y privado. Las entrevistas fueron en gran parte no estructuradas, aunque se incluyeron preguntas específicas para guiar las conversaciones. A. Contexto de País: Economía, Desigualdades y Violencia
A raíz de la reciente crisis económica mundial, Guatemala tuvo una tasa de crecimiento estimada del 2 por ciento en 2010 - frente a un 0,6 por ciento en 2009, pero inferior a la tasa de crecimiento del 3 por ciento que había alcanzado en 2008. El país es el mayor exportador de frutas y hortalizas en la región. De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el Informe sobre Desarrollo Humano (2010), Guatemala tiene una de las distribuciones del ingreso más desigual en el hemisferio occidental, con un coeficiente de Gini4 del 53.7 (un valor de "0" representa la igualdad absoluta, un valor de "100" representa la desigualdad absoluta). El 20 por ciento más rico de la población consume el 51 por ciento del PIB de Guatemala. Alrededor del 51 por ciento de la población vive con menos de 2 dólares al día, y el 12 por ciento vive con menos de 1,25 dólares al día. Además, los indicadores sociales de desarrollo del país, incluida la mortalidad infantil, la desnutrición crónica infantil y el analfabetismo, se encuentran entre las peores del hemisferio. A pesar de una inversión en educación de hasta un 3 por ciento del PIB, el número promedio de años de escolaridad es de cuatro. Guatemala tiene una tasa de homicidios de 45,2 por cada 100.000 habitantes.5 Del mismo modo, la economía de El Salvador creció en torno al 1,4 por ciento en 2010, una mejora a partir de 2009, cuando las remesas cayeron como consecuencia de la recesión en América del Norte. En 2010, el Banco Central estima que las remesas totales fueron de $ 3. 5 mil millones. Las encuestas del PNUD muestran que alrededor del 22. 3 por ciento de las familias reciben remesas. En 2008, PIB per cápita de El Salvador fue de 6,66; y el 6,5 por ciento de la población vivía con menos de $ 1. 25 por día y su coeficiente Gini fue de 46,9. La productividad está en uno de los niveles más bajos del país, con una inversión interna que representó sólo el 15,2 del PIB en 2010, el nivel más 4
La medida de la desviación de la distribución del ingreso (o consumo) entre los individuos u hogares en un país desde una distribución perfectamente igual. El índice Gini mide la igualdad, expresada como porcentaje del nivel máximo de una posible igualdad. 5 La encuesta de las Naciones Unidas sobre tendencias delictivas y funcionamiento de los sistemas de justicia penal 2003-08, Oficina de las Naciones Unidas de la Droga y el Delito, 2010. Si estos números nacionales fueran desglosados por área, la tasa de homicidios se duplicaría en ciertos distritos en Guatemala y El Salvador.
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bajo desde 1992. No hay empleo en las zonas rurales, las ciudades siguen creciendo sin mucha planificación, y, como era de esperar, el crimen y la violencia están en aumento. El Salvador tiene una tasa de homicidios de 51,8 por cada 100.000 habitantes. Por otro lado, Panamá tiene una de las “Hay cinco Panamás. La mayoría de los empresarios tasas de crecimiento económico más viven en una de ellas y luego explotan las otras cuatro.” positivas en la región (6 por ciento en —Líder empresarial de Panamá 2010, un 2,5 por ciento en 2009, y 12 por ciento en 2008), pero el país se queda atrás en materia social. La discriminación, la desigualdad y el racismo siguen siendo realidades vergonzosas. El país tiene un PIB per cápita de 13,2 y una media de 9 años de escolaridad, pero el coeficiente Gini es de 55, lo que lo hace uno de los países más desiguales de América Latina. Su tasa de homicidios es de 13,3 por cada 100.000 habitantes, pero en los principales centros urbanos de la ciudad de Panamá y Colón, las tasas de homicidio son de 33 y 27 por cada 100.000 habitantes. Los panameños perciben el alto riesgo de quedar en medio de las pandillas de América Central, los carteles de la droga mexicanos, y los carteles de Colombia y la guerrilla desmovilizada. Esta última está afectando ya a las zonas rurales de Panamá, el Darién. Esta zona, fronteriza con Colombia, alberga comunidades indígenas y afro-panameñas, y se accede por barco en las costas y por canoa en el interior. La región tiene un alto nivel de violencia intrafamiliar y comunitaria y de violencia de las pandillas, y además se enfrenta a un aislamiento social y económico, y está expuesto a un conflicto violento entre los cárteles colombianos y mexicanos, creando un terreno fértil para la violencia y el conflicto. En Guatemala y El Salvador, existe la percepción general de que el sistema de justicia está colapsado. Las pandillas se perciben como fuertes, incluso capaces de corromper a los jueces. En ambos países, la corrupción se percibe como desenfrenada e impune en todos los niveles del sistema, desde el Colegio de Abogados hasta la Corte Suprema. Además, el narcotráfico es una preocupación creciente. Según se informa, algunos distritos en las fronteras de los países están bajo el control de los cárteles de la droga. Este es también un motivo de creciente preocupación en Panamá, debido a su ubicación geográfica. B. Características del Sector Privado
Las empresas del sector privado en Centroamérica comparten ciertas características. Por lo general, carecen del apoyo gubernamental y operan en un ambiente político polarizado, tienen perspectivas a corto plazo en términos de respuestas a la delincuencia y la violencia, además de una comprensión limitada de las causas de la delincuencia y la violencia, y carecen de conocimiento sobre estrategias de prevención. Ellos también tienen un profundo interés en estructuras y programas del tipo de propiedad absoluta, que les permitan mantener un control total sobre sus recursos e iniciativas. Las donaciones caritativas y actividades filantrópicas se han convertido en la norma del sector privado, en dónde las prácticas de RSE son todavía incipientes. En Guatemala, las corporaciones más grandes en el país pertenecen a una docena de familias. El poder económico está más centralizado de lo que se encuentra en Panamá, y 10
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está polarizado a lo largo de los partidos políticos. En Guatemala, el sector privado genera más del 90 por ciento del PIB – del cual, el 80 por ciento es generado por un 20 por ciento de las empresas. El sector privado percibe la falta de gobernabilidad, la corrupción y la inestabilidad como las mayores amenazas para la inversión privada. La situación en El Salvador es algo similar, un pequeño número de individuos políticamente polarizados mantienen la riqueza y el poder económico. Definiciones: Caridad, Filantropía, y Responsabilidad Social Empresarial Caridad: Las donaciones en especie (la ayuda), o dinero en efectivo para apoyar causas concretas, con plazos de tiempo limitados y con ámbitos aun más limitados y una interacción entre el donante y el receptor, o el objeto de la ayuda. Filantropía: Las iniciativas privadas de bien público, centrándose en la mejora de la humanidad, la ciencia y las tecnologías. Las iniciativas para promover el desarrollo social. Los esfuerzos filantrópicos pueden proporcionar beneficios económicos a largo plazo para el patrocinador (es decir, mercados, mano de obra, y las nuevas inversiones). Algunos ejemplos conocidos son la Fundación Bill & Melinda Gates que combina la investigación y la acción para aliviar la malaria, y la campaña de Bono para erradicar la deuda del tercer mundo. Responsabilidad Social Empresarial: Abarca no sólo lo que las empresas hacen con sus ingresos, sino también la forma en que ellos generan dichos ingresos. La RSE va más allá de la filantropía y el cumplimiento y trata de cómo las empresas gestionan su impacto económico, social y ambiental, así como sus relaciones en los ámbitos claves de influencia: el lugar de trabajo, el mercado, la cadena de suministro, la comunidad, y el ámbito de las políticas públicas.
La falta de un buen gobierno y la rendición de cuentas, aunados a la corrupción y el crimen crean un entorno de incertidumbre para los negocios en Guatemala, lo que debilita su capacidad para atraer inversiones y retener inversores existentes. Lo mismo es cierto para El Salvador, donde es difícil atraer nuevos inversores y el desarrollo económico está estancado. El sector privado salvadoreño cita la incertidumbre como el principal factor de la reducción del nivel de inversión. Esta incertidumbre parece estar relacionada con un aumento de la violencia (incluidos los crímenes, homicidios, extorsiones, secuestros), y la crisis económica mundial; desacuerdo con la política económica del actual gobierno, las diferencias entre el sector privado y el gobierno, y las diferencias entre todos las instituciones nacionales, incluido el partido en el poder, el poder ejecutivo y judicial, y la sociedad civil.6 Ambos países luchan con las amenazas significativas geopolíticas y del narcotráfico, el tráfico de armas, la trata de personas y la inmigración ilegal. Guatemala en particular, se percibe como una ruta de las drogas, los cárteles, el contrabando y el tráfico. Panamá, por el contrario, tiene una economía vibrante, que siguió creciendo, incluso cuando la crisis financiera golpeó a América del Norte. El turismo, los servicios financieros y bienes raíces han experimentado un crecimiento estable durante los últimos 5 años, y la industria hotelera se espera que ofrezca 10.000 nuevas habitaciones en los próximos 3 años. El crecimiento, reflejado en la construcción, es visible en todas partes, 6
En El Salvador, el presidente Funes ha propuesto un impuesto de seguridad para ser pagado por las empresas y algunos ciudadanos con activos superiores o iguales a 500.000 dólares EE.UU. Esta propuesta aún se está debatiendo al momento de redactar este informe. ALIANZAS PUBLICO PRIVADAS PARA LA PREVENCION DEL CRIMEN Y LA VIOLENCIA
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especialmente en la ciudad de Panamá. La inversión en Panamá proviene de una amplia gama de partes interesadas, las empresas familiares largamente establecidas, y las nuevas empresas multinacionales. El país sigue siendo percibido como generalmente seguro. Las grandes corporaciones que invierten en América Central o América del Sur a menudo establecen sus oficinas principales en Panamá como su centro de coordinación. Sin embargo, esta sensación de seguridad está cambiando rápidamente. La amenaza o el temor de un contagio de la violencia proveniente de los países vecinos se discute en todos los sectores de la sociedad. C. Percepción de Inseguridad y las Reacciones
Las percepciones de inseguridad varían ampliamente en toda la región y dentro de cada país. Algunos grupos, o no han sido directamente afectados por los crecientes niveles de violencia y la delincuencia, o prefieren ignorarlo. Perciben los informes noticiosos sobre el crimen como alarmistas, afirmando que algunos grupos se benefician del sensacionalismo de la prensa (prensa amarillista). Expresan su preocupación por el impacto económico de esas historias. Por ejemplo, Panamá sigue siendo percibido como un lugar de encuentro entre una América Latina llena de oportunidades y un mercado en crecimiento, por un lado, y la conveniencia de las ciudades y mercado al estilo estadounidense, por el otro. Muchas empresas panameñas dependen de esta percepción. En cuanto a las corporaciones internacionales, sus evaluaciones regulares ambientales y sociales o de debida diligencia del país no identifican a la delincuencia y la violencia como un tema de gran preocupación, en función de la ubicación geográfica de sus sedes o plantas. Cuando se identifican como un problema, las empresas suelen asociarse con las instituciones del gobierno local (alcaldes) o grupos de la sociedad civil (ONG) para abordar la cuestión mediante el fortalecimiento de la capacidad del gobierno local, apoyando, armando y financiando a las fuerzas locales de seguridad, y proporcionando apoyo a las escuelas y programas sociales locales. Está claro que la violencia y el crimen tienen efectos socio-económicos diferentes. Las personas que mueren en las calles de Panamá, Guatemala y El Salvador son principalmente de los segmentos más pobres de la población. Aquellos que no pueden pagar seguridad privada son regularmente las víctimas de robos, asaltos, violencia y abuso, y que a veces – ya sea de buen grado o por la fuerza – son utilizados por los cárteles de la droga. Estas poblaciones viven ante constantes amenazas y extorsión por parte de las bandas criminales. Se ven obligados a limitar su movilidad física (por ejemplo, las visitas a los lugares de trabajo, escuelas, parques y otros servicios), debido a los riesgos de seguridad de moverse de su distrito, y la experiencia de la violación continua de sus libertades y de su derecho a vivir una vida libre de miedo. Además, a medida que la población en general construye estructuras para protegerse de la delincuencia y la violencia, los grupos más pobres quedan aislados de sus vecinos y comunidades. En cada uno de los tres países, hubo un considerable grupo de ejecutivos de alto nivel que considera que el pago de impuestos y el proveer anualmente donaciones a través de una fundación (o de su propia fundación) es la medida de su responsabilidad social. En su 12
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opinión, la seguridad es un asunto de Estado. Ellos creen que los delincuentes de todas las edades deben ser encarcelados, y algunos creen que los delincuentes deben recibir castigos más severos. A pesar de estas opiniones, el grupo más difícil de sensibilizar está dispuesto a escuchar a los grupos de expertos o personas, en particular a los líderes empresariales de su sector y los expertos técnicos, sobre las mejores maneras para hacer frente a los retos relacionados con la seguridad, y podrían estar dispuestos a colaborar en un esfuerzo sólido, comprobado y estratégico. Otros miembros del sector privado parecen estar más conscientes del problema de la creciente delincuencia y violencia, y parecen realmente comunicar un sentido de urgencia cuando se discute el tema con ellos. El sector privado de Panamá se preocupa por los niveles de aumento de la delincuencia y la situación en los países vecinos, entendiendo que la inseguridad y la delincuencia son malas para todos los sectores empresariales, desde inversiones en bienes raíces hasta las empresas de distribución al por menor y las industrias extractivas y de servicios. Por otra parte, la seguridad ciudadana y la estabilidad en Panamá es una preocupación hemisférica debido a su importancia geopolítica estratégica. Asegurar el flujo de bienes y servicios, y reducir el tráfico ilegítimo es fundamental para la seguridad de los Estados Unidos y el hemisferio. En Guatemala, las familias ricas viven en “Cárceles de Oro” "cárceles de oro" (ver recuadro) y en Los empresarios más ricos de Guatemala toman carros armados. Las familias de bajos y medidas extremas de seguridad. Estos individuos medianos ingresos-buscan tener, como son también los más comprometidos con la prevención de la violencia y el crimen. Teniendo mínimo, rejas en las ventanas y un guardia que vivir y trabajar en casas y oficinas de seguridad en cada esquina. En El fortificadas, sin poder caminar con seguridad en Salvador, la sensación de inseguridad es la mayor parte de sus ciudades, y debiendo enviar a sus hijos al exterior para protegerlos, palpable, y la seguridad privada está estos empresarios están dispuestos a "luchar y armada hasta los dientes y está muy morir, para dejar un país mejor para sus nietos." extendida. En Panamá, sin embargo, la Ellos entienden que esta lucha implica la provisión de oportunidades, educación, salud y inseguridad en barrios de clase alta no es buen gobierno a todos los niveles de la sociedad. tan grave. La Ciudad de Panamá está También entienden que los funcionarios corruptos claramente dividida, hay zonas donde no del gobierno y las pandillas criminales amenazan el éxito de estas iniciativas. se puede ir sin la aprobación de la pandilla local, pero los ciudadanos ricos todavía pueden viajar alrededor de las áreas principales de la ciudad, sin grandes preocupaciones o el temor al crimen y la violencia. Como resultado de la sensación general de inseguridad, la seguridad privada es un sector por hoy muy lucrativo y en crecimiento, que va desde fuerzas de policía y guardias de seguridad privada a vehículos armados y infraestructura fortificada. En muchas zonas de América Central, las empresas de seguridad privadas son más grandes y están mejor armadas que las fuerzas de seguridad del Estado. Por ejemplo, en El Salvador, las fuerzas de seguridad privadas comprenden a 19.200 agentes y 25.000 armas de fuego.7 En 2003, 7
Organización de los Estados Americanos, Departamento de Seguridad Pública, informe de 2010.
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las empresas y las familias gastaron $ 410 millones en seguridad privada, un 2,7 por ciento del PIB (PNUD, 2003), y este número ha aumentado constantemente en los últimos años. En Guatemala, una estimación conservadora es que hubo al menos 60.000 agentes de seguridad privada para el año 2006. Es razonable inferir de estos datos que las empresas de seguridad privadas tienen un interés comercial significativo en la perpetuación de la percepción de inseguridad y miedo. La violencia y el crimen afectan a las Alianzas Público-Privadas en Acción empresas de diferentes maneras. En El Gracias a la intervención de las APP y mediante Salvador y Guatemala, los camiones y las fuerzas de seguridad privadas, un área autobuses de transporte de mercancías afectada por la delincuencia fue de nuevo una zona comercial popular en Panamá. Después de están obligados a pagar "cuotas" para un incidente criminal, las ventas habían caído y la pasar o entregar las mercancías en zona estaba en riesgo de perder todas las determinados lugares, y los minoristas y inversiones y su valor comercial. Las empresas con establecimientos en el área se pusieron de las pequeñas y medianas empresas acuerdo para coordinar sus fuerzas privadas y (PYMEs) están obligadas a pagar cuotas a proteger no sólo sus negocios, sino también las la pandilla controladora para mantener oficinas de los clientes, y las casas de la zona. Se instalaron cámaras privadas y coordinación con la abiertas sus tiendas. Ante esta situación, policía se garantizó la seguridad ciudadana. se podría argumentar que el sector privado . está de alguna manera perpetuando a las pandillas criminales al "financiarlas." Los mercados son limitados, y hay menos oportunidades para crecer y expandirse. Más importante aún, el capital humano se está restringiendo. Los jóvenes se enfrentan a amenazas y a la violencia diariamente, lo que limita sus oportunidades de continuar su educación o buscar empleo. La mayoría de los interesados identifican las causas de la violencia y la delincuencia como la pobreza, el hambre, la desintegración familiar y la falta de control parental. Es menos probable que nombren las causas subyacentes, tales como la desigualdad, la explotación, la corrupción, la falta sistemática de educación y la falta de servicios de salud, la falta de oportunidades, y el embarazo precoz. En El Salvador y Guatemala, los actores del sector privado están generalmente hablando, mejor informados y reconocen que la situación de seguridad es más crítica que sus contrapartes en Panamá. Se sienten amenazados por bandas criminales, carteles de la droga, y las maras, y algunos consideran que las medidas punitivas como la "mano dura" son la única opción viable. En Panamá, la mayoría de los líderes del sector privado están dispuestos a actuar para evitar que sus ciudades se conviertan en ciudades como las de Guatemala o El Salvador. D. Responsabilidad Social Empresarial y las Redes Existentes
Hace quince años, las empresas tenían que tener un conjunto mínimo de la certificación de la Organización Internacional para la Normalización (ISO) para obtener negocios de los clientes de EE.UU. o Europa, y para obtener financiamiento internacional o asegurar la inversión de los fondos de las grandes universidades. Hoy en día, también deben demostrar su respeto por los derechos laborales y los derechos humanos y limitar su impacto ambiental (o seguir medidas de mitigación efectivas en su área). Estos requisitos también se aplican a sus cadenas de suministro. Por lo tanto, las empresas centroamericanas tienen cada vez más interés en la incorporación de un enfoque de 14
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responsabilidad social empresarial en sus empresas. Tradicionalmente, las empresas de la región han apoyado organizaciones filantrópicas y esfuerzos de caridad, o sea un enfoque "asistencialista" (véase el recuadro) que no tiene en cuenta la inversión social y la responsabilidad a largo plazo. Guatemala, El Salvador y Panamá tienen un movimiento de RSE. SUMARSE es una de las redes de RSE en Panamá. Su red incluye más de 120 empresas, y cuenta con el apoyo de algunas de las corporaciones más grandes del país. Está empezando a explotar su poder de convocatoria y a desarrollar su capacidad técnica para implementar nuevas ideas. A finales de 2010, estableció un capítulo SUMARSE para la Prevención de la Violencia y el Delito, una herramienta de participación inicial que está empezando a desarrollar metas, objetivos y un plan de acción.
“Asistencialismo” Hay muchas interpretaciones diferentes del bienestar humano, pero el término "estado de bienestar" se asocia generalmente a la concepción económica del bienestar. En este informe, el asistencialismo (bienestar social) se refiere principalmente a obras de caridad, grupos informales sociales, grupos religiosos, gobiernos locales o nacionales, o las organizaciones intergubernamentales como las Naciones Unidas cuyo objetivo es proporcionar ayuda financiera a los pobres sin la inversión sostenible. En Europa, por otro lado, los servicios sociales tienden a ser considerados como universales, al alcance de ricos y pobres por igual, lo que garantiza un nivel mínimo de bienestar y apoyo social para todos los ciudadanos sin el estigma de la caridad. Esta perspectiva se denomina "solidaridad social
Guatemala tiene dos redes importantes: .” CENTRASE y FUNDESA. CENTRASE está en una etapa muy temprana. No fue posible identificar su red, apoyo efectivo, o cualquier acción de desarrollo social que hubiese tomado. FUNDESA, que inicialmente fue un grupo de expertos, ha sido más activa en cuanto a la participación de la RSE y su divulgación. Está apoyado por un grupo económico sólido y algunos de los líderes empresariales de la nueva generación del país. Sin embargo carece de una estrategia o posición concreta con respecto a la violencia y el crimen o a la prevención social, debido a que una parte de su consejo de administración considera la seguridad una responsabilidad del gobierno. FUNDESA está trabajando para construir consenso y obtener información. Existen también algunas iniciativas internacionales en la región. Pacto Global (United Way) se encuentra en Panamá y ha tomado medidas para construir una red y diseñar un plan de acción, sin resultados visibles a partir de la fecha de este informe. Por otro lado, hay una amplia gama de Cámaras de Comercio, Industria y Turismo de gran alcance y bien establecidas en Panamá y Guatemala. Las cámaras son percibidas como un enlace efectivo entre el gobierno y el sector privado. También son una plataforma política para algunos miembros de la cámara, y sin duda representan centros de poder. En Guatemala, el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras es particularmente fuerte, afortunadamente, tiene interés en la promoción de políticas y programas orientados a la prevención social. Algunas empresas internacionales que trabajan en América Central ya tienen programas de RSE, los cuales siguen su filosofía y directrices empresariales. En general, estos
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programas tienen poca independencia en términos de cómo utilizar los fondos o los programas que se van a apoyar que por lo general se centran en la educación y la salud. E. La Auto-Percepción del Sector Privado y su Papel en la Protección Social
La mayoría de las empresas se perciben a sí mismas como responsables y capaces de contribuir a la sociedad mediante el pago de impuestos y el cumplimiento de sus obligaciones legales. Ellos ven al Estado como el único proveedor de seguridad, y al sector privado como el generador de riqueza y oportunidades de empleo. Algunos líderes empresariales sugieren que en las cuestiones sociales, incluidas la delincuencia y la violencia, el sector privado no puede aportar ideas. En este paradigma, las empresas nacionales y multinacionales están cumpliendo más con su mandato de ser "buenos ciudadanos corporativos," a través de iniciativas caritativas o filantrópicas, centradas, como se mencionó anteriormente, en sus áreas geográficas de influencia y a responder a sus intereses específicos. Una empresa de éxito a menudo establece una fundación o se asocia directamente con una ONG de renombre local, proporcionándole a la ONG financiamiento anual. Las iniciativas más comunes realizadas por la fundación u ONG incluyen el apoyo a las actividades comunitarias (culturales y deportivas), educación (en algunos casos la creación de escuelas y proporcionan apoyo financiero parcial o total para sus operaciones), la salud y el financiamiento para proyectos de infraestructura local. Los niños y las mujeres reciben la mayor atención a través de dichos programas. Cuando una empresa lanza una fundación, tiene la independencia y la flexibilidad necesarias para implementar los programas que quiere, en la forma que quiere. En algunos casos, este método proporciona una eficaz intervención social. Sin embargo, cada empresa tiende a pensar que su camino es el único bueno y prefiere mantener el control absoluto de su inversión, reduciendo las oportunidades de colaboración y los enfoques integrales. En El Salvador, la distribución geográfica de la industria significa que algunas áreas reciben grandes cantidades de asistencia, junto con el empleo local, mientras que otras áreas están completamente abandonadas por el gobierno y el sector privado. Lo mismo podría decirse de Panamá, donde la región del Darién recibe muy pocos fondos o servicios. Al asociarse con organizaciones no gubernamentales locales, las empresas eligen la organización receptora basándose en la confianza que le inspira y en la reputación de la misma. En Panamá y Guatemala, sólo dos pequeños grupos de ONGs han sido capaces de cumplir consistentemente con las necesidades de las empresas en cuanto a información y transparencia, para así construir una relación de confianza y trabajo permanente con ellos. Las empresas se refieren una y otra vez a las mismas ONGs, y estas organizaciones se sienten abrumadas por tantos proyectos. Aunque su trabajo es causar un fuerte impacto positivo, carecen de la capacidad para entrenar y fortalecer a otras ONGs para que trabajen con ellos y así servir a una población mayor. Sin embargo, la auto percepción y el enfoque del sector privado ha ido cambiando en los últimos años. A medida que los líderes empresariales veteranos y la nueva generación de 16
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hombres de negocios presten más atención a la dinámica social, comprenderán mejor los desafíos relacionados a ella. Una mayor participación ha dado lugar a dos nuevas formas de pensar acerca de la seguridad ciudadana. Aunque los empresarios veteranos piensan que la seguridad ciudadana es responsabilidad del Estado, aceptan que el Estado no tiene la capacidad para lograrlo por sí solo, el Estado necesita el apoyo y la intervención de otros actores, sobre todo en la forma de financiamiento supervisado. La nueva generación reconoce que la seguridad ciudadana no es sólo un problema para el Estado o la responsabilidad de la policía, y reconoce que debido a que todos los ciudadanos tienen un papel que desempeñar, como ciudadanos corporativos las empresas deben actuar. Además, ambos grupos están cambiando sus objetivos de "reacción" a la "prevención." Estos grupos se ven a sí mismos como agentes activos del cambio, dispuestos a participar en acciones concretas en las que son apoyados por sus colegas y tienen un fuerte apoyo de organizaciones internacionales. F. Alianzas con el Gobierno
El éxito de las APP depende de la fiabilidad, el compromiso y la confianza mutua de las partes interesadas. En ese sentido, la desconfianza entre el gobierno y el sector privado es un obstáculo para el éxito de las APP. En Guatemala, los gobiernos nacionales y locales son percibidos como corruptos, poco profesionales, poco éticos, débiles y reacios a trabajar con el sector privado. En Panamá, aun cuando el gobierno no se percibe como corrupto, si hay dudas de su eficacia como socio y existe la preocupación sobre su capacidad para garantizar la seguridad ciudadana. En El Salvador, aunque hay diferencias ideológicas, el sector privado y el gobierno están dando señales de trabajar juntos como lo demuestra una reciente carta de intención firmada por ambas partes, junto con USAID para colaborar en las iniciativas de prevención social. En general, la percepción acerca de los gobiernos locales y nacionales es que carecen de capacidad institucional y que resultan más costosos porque son burocráticos. Por otra parte, existe la percepción de que los programas no continuarán a menos que sean aprobados a nivel nacional con el acuerdo de todos los partidos políticos. El sector privado se percibe como más eficiente y menos corrupto. A pesar de esta percepción general, las industrias extractivas y las organizaciones transnacionales son más propensas a alinearse con las políticas del sector público y las actividades de apoyo del gobierno y sus propuestas. En general, estas empresas no le piden al gobierno que accione. Por el contrario, le piden al gobierno que apoye las iniciativas no obstaculizando las mismas. La actitud prevaleciente parece ser que si le piden al gobierno que ejecute o financie un programa esto significará que el programa no se produzca o no tenga impacto. La experiencia refuerza esta actitud. Las iniciativas del sector privado en la búsqueda de planes y acciones consensuadas de largo plazo, no han sido bien recibidas, ni implementadas por los gobiernos. Razones de este fracaso son la desconfianza, la falta de información, cuestiones políticas, y los celos en relación con el equilibrio de poder. Un ejemplo reciente ilustra el desafío. Un grupo de líderes empresariales de Guatemala presentaron una propuesta para financiar (directamente o a través de un impuesto especial) un proyecto para contrarrestar la violencia y la delincuencia mediante el ALIANZAS PUBLICO PRIVADAS PARA LA PREVENCION DEL CRIMEN Y LA VIOLENCIA
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establecimiento de nuevas medidas preventivas y punitivas. La propuesta requiere un mecanismo de supervisión bipartidista, constituido por el sector privado y representantes gubernamentales, para asegurar el uso apropiado de los fondos y brindar asistencia técnica cuando sea necesaria. El gobierno no aceptó la propuesta. En otro ejemplo, en Guatemala, el gobierno invitó al sector privado a formar parte de un comité para discutir los problemas del crimen y la violencia. Posteriormente, aunque la comisión ya estaba llegando a un consenso, el gobierno disolvió la comisión por un desacuerdo con el sector privado acerca de la supervisión de los fondos. Estas y otras experiencias han hecho que muchos miembros del sector privado muestren cinismo hacia las invitaciones del gobierno para participar en conversaciones multisectoriales o comités, o un importante esfuerzo para "escuchar" opiniones y voces de los interesados. Al mismo tiempo, los gobiernos desconfían del sector privado y desconfían de sus intervenciones. Ellos no quieren que el sector privado haga las leyes, sino que únicamente cumplan con ellas. Más recientemente, en El Salvador, una propuesta de impuesto de seguridad promovida por el Presidente ha sido criticada por representantes del sector privado, quienes inquieren sobre el uso y la gestión de los fondos, así como la estrategia de seguridad actualmente en vigor. Además, los gobiernos creen erróneamente que la mayoría de las empresas hacen contribuciones caritativas sólo como una forma de evadir impuestos. Por esta razón, en los últimos cinco años del gobierno de Panamá se ha instalado un tope a la cantidad de donaciones de una empresa puede deducir. Topes similares existen en Guatemala y El Salvador. Sin embargo, muchas grandes empresas continúan donando mucho más que el tope establecido, desafiando los supuestos del gobierno sobre lo que los motiva a dar. Todo esto tiene un impacto directo en lo que USAID puede hacer para construir unas APP fructíferas. G. Motivadores: La Fe y Convicción Personal
Es difícil describir la pobreza y el miedo que rodean a la mayoría de la población en los países en cuestión. Más allá de la falta de alimentos, agua, refugio y servicios sanitarios, la pobreza también significa la pérdida de la dignidad y el miedo constante. Sin embargo, la pobreza por sí sola no produce violencia. La desigual distribución de la riqueza, de los beneficios y oportunidades contribuye a las causas profundas de la delincuencia y la violencia. Los empresarios que se han convencido de tomar medidas citan haber visto la pobreza y desigualdad de primera mano (por lo general al visitar las áreas problemáticas, y no porque vivan allí) o de sentir las consecuencias directas de la delincuencia y la violencia como su principal motivación. Otros ejemplos de participación de las empresas en los barrios de alto riesgo o en situación de riesgo en Panamá, Guatemala y El Salvador tienen una tendencia religiosa importante. Estos países tienen profundas historias religiosas y fuertes lazos con la Iglesia Católica, Evangélica, y Bautista, y la influencia religiosa y el poder económico han estado entrelazados desde el período colonial. De hecho, la mayoría de las empresas familiares localmente establecidas se identifican como pertenecientes a una iglesia u otra. Estas fuertes creencias religiosas a veces se traducen en un compromiso social y de 18
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solidaridad. Entre los pocos líderes empresariales que trabajan activamente en temas de delincuencia y la prevención de la violencia, dicen haber recibido "un llamado de arriba" como una de las razones principales - si no Intervenciones del Sector Privado la principal razón que mencionan, de por qué se convirtieron en abogados de esta En la década de 2000, los secuestros y los asaltos eran comunes en El Salvador. Era una causa. Ellos comparten historias de cómo la amenaza grave y los ciudadanos exigen una fe en Dios los motivó, y que creen que un acción del gobierno. Las víctimas eran de llamado similar cambiará las vidas de los diversos sectores de la sociedad, pero muchos secuestrados pertenecían a la clase media alta y pandilleros. La iglesia evangélica tiene una a las familias ricas. El sector privado se unió, fuerte presencia, y sigue una continua creando un grupo de trabajo, financiado a las campaña de "evangelización," especialmente fuerzas de policía de El Salvador, con el apoyo de medidas de seguridad de las fuerzas de en Panamá y Guatemala, manteniendo seguridad privada y tecnología (cámaras y contacto regular con las comunidades donde sistemas de seguridad), y pusieron fin al operan las pandillas. La Iglesia Católica problema. La receta para el éxito en la reducción de los secuestros fueron un fuerte compromiso, la sigue siendo influyente en los tres países, y financiación privada, y el apoyo del gobierno. la Iglesia Bautista tiene un número creciente de seguidores en Panamá, incluyendo Lección aprendida: Cuando la amenaza afecta directamente a familias acaudaladas, los recursos algunas de las familias más ricas e disponibles y una respuesta concreta produjeron influyentes. resultados. En muchos casos, las iglesias son la única institución respetada en las comunidades . desfavorecidas y en riesgo. A menudo son el único lugar donde una persona puede buscar refugio y estar (casi) seguro de que estará a salvo. En la mayoría de las comunidades unirse a la iglesia sigue siendo una razón aceptada para dejar un grupo y, a menudo es la única vía de escape a disposición de los miembros de las pandillas juveniles o que están tratando de salir. Las iglesias ofrecen "refugios seguros," y los que salen de la delincuencia por motivos de religión, por lo general ayudan a traer a otros a la iglesia. Más allá de la participación en una iglesia, “¿Por qué no soy un marero? Si hubiese crecido en aquel barrio [sin nada, pero viendo a los que la identificación con ciertos valores e tenían todo], yo también me hubiese convertido ideas también se promueve la acción entre en criminal.” los líderes empresariales. Por ejemplo, el —Líder empresarial de Panamá Club Rotario se ha consolidado como un promotor del desarrollo social en Panamá y Guatemala, apoyando iniciativas sociales y de trabajo con los municipios y las iglesias locales a fin de establecer una red efectiva en las zonas marginadas. H. Desafíos y Oportunidades para crear APPs Efectivas
El primer paso que toma cualquier empresario a la hora de decidir si invertir en un proyecto consiste en evaluar los riesgos y comprender los desafíos financieros y técnicos del proyecto y las oportunidades para el crecimiento y rentabilidad. En esta sección se presenta una lista resumida de los posibles retos y oportunidades de inversión del sector privado y de las APP en la prevención social.
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H1. Desafíos
Conocimiento e Información Falta de conocimiento. Incluso cuando el crimen y la violencia están en los titulares todos los días, los ciudadanos y las autoridades carecen de conocimientos sobre sus causas, consecuencias, factores de riesgo, factores protectores, y las oportunidades para hacerles frente. También hay falta de comprensión acerca de los riesgos de no hacer nada. Falta de datos de línea de base y otros datos. No hay datos fiables y comparables sobre la violencia y el crimen (es decir, homicidios, lesiones, asaltos, violencia de género y la violencia infantil) para orientar las intervenciones. También hay una falta de indicadores de impacto medibles, información de referencia, o normas para las intervenciones. La criminalización de los jóvenes en algunas zonas. Los jóvenes son percibidos como delincuentes sólo por su origen o procedencia ("Tú no mandas, alli [los barrios] Manda La Cárcel."). Costos. No existe una metodología confiable y consensuada para establecer el costo de la violencia y el crimen para el capital económico y social de un país. Esto puede ser una herramienta importante para la promoción y la asignación presupuestaria. Visión a Largo Plazo Falta de políticas de Estado. Existe una falta de políticas públicas y consenso a lo largo de los partidos políticos que podrían garantizar la continuidad de las mejores prácticas y programas comprobados y resultados a largo plazo. En la actualidad, cuando hay un cambio de gobierno nacional o local, los proyectos se cierran, y las intervenciones tienen que empezar de cero otra vez. La falta de continuidad de los programas y las intervenciones. La mayoría de los programas de ayuda proporcionan apoyo financiero y técnico a corto plazo. Pocos programas tienen un componente de sostenibilidad que permita que la intervención continúe financiándose local o nacionalmente y con apoyo una vez que termina la ayuda extranjera. Esfuerzos Escalonados Falta de coordinación. Un gran número de programas - similares, complementarios o contraproducentes - se llevan a cabo en las mismas áreas geográficas o técnicas, mientras que otras áreas - los barrios o sectores específicos, tales como el sexo o el embarazo precoz - se descuidan por completo, lo que evidencia una grave falta de coordinación . No hay ningún intento sistemático y concreto para mejorar la coordinación entre los ejecutores, donantes, organismos, organizaciones de la sociedad civil y otros actores relevantes en términos de programas, las poblaciones, las mejores prácticas y evaluaciones. El impacto sobre la sostenibilidad a largo plazo 20
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depende de programas integrales que no pueden ser llevados a cabo por una única institución, por lo que la colaboración y coordinación es urgente.
“…27 bloques, 15 ONGs, 10 financiadas simultáneamente por varias organizaciones internacionales, cero resultados. No existe un plan maestro no coordinación.” — Líder Empresarial de Guatemala
Falta de un enfoque integral. Los programas están por lo general estrechamente enfocados (por ejemplo, niños fuera de la escuela, los jóvenes en las pandillas, la violencia de género) y no toman en cuenta la multicausalidad de la violencia. Aun cuando ningún programa puede tratar todas las causas, un enfoque y una metodología integral llevaría a la colaboración y al intercambio de información entre las partes interesadas (es decir, los donantes, los ejecutores, los actores locales, y los destinatarios en relación con los programas de las áreas destinadas a los niños, la juventud, desarrollo comunitario, desarrollo de fuerza laboral, el desarrollo rural, la gobernabilidad, y otros). Capacidad y Gobernabilidad Falta de transparencia. Hay una percepción de falta de transparencia y capacidad en el gobierno en todos los niveles. Falta de organizaciones profesionales de la sociedad civil: La mayoría de las organizaciones no gubernamentales carecen de capacidad técnica, infraestructura y viabilidad a largo plazo. Respuestas Falta de oportunidades para los jóvenes y niños en riesgo. No hay suficientes programas integrales para jóvenes u otras poblaciones en riesgo o alto riesgo. ("¡Tienes que ser un ‘marero’ para obtener una beca o participar en un programa.") Falta de oportunidades. "¿Quién me dará una oportunidad?" Es la pregunta más común de los miembros y ex miembros de las pandillas y de los jóvenes que viven en zonas de riesgo y alto. Estos grupos se sienten estigmatizados y discriminados. Falta de respuesta a los embarazos de adolescentes. El embarazo en la adolescencia temprana ha sido identificado como una de las principales causas de la violencia. Sin embargo, hay pocos programas dirigidos a las jóvenes en edad reproductiva. Fatiga y Ausencia de Liderazgo Fatiga del sector privado. Los empresarios expresan estar cansados de las "conversaciones," "diagnósticos," "mesas de diálogo," y "asociaciones sin planes de acción." Estructura accionarial. Muchas empresas son administradas por familias, y la mayoría de las decisiones se toman en "junta familiar." Las decisiones dependen de una o dos personas, en lugar de una filosofía de compañía y de su liderazgo.
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Drogas y Carteles La influencia del tráfico de drogas. Guatemala y Honduras son las rutas para el tráfico de drogas, con zonas que parecen haber sido tomadas por los carteles. Algunos temen que El Salvador y Panamá seguirán. H2. Oportunidades
Redes y Organizaciones Existentes El establecimiento de foros de RSC en cada país, proporciona una buena plataforma para iniciar la conversación sobre la protección social y motivar la cooperación del sector privado. Como se indica en las recomendaciones a continuación, la USAID debe trabajar en estrecha colaboración con las redes de RSE, y otras organizaciones afines, para llegar a los líderes empresariales. USAID también deben promover el establecimiento de estas redes donde no existan. Las Cámaras de Comercio, Industria, Turismo reúnen a las grandes corporaciones y a las PYMEs pertinentes, llegan a una audiencia mayor del sector privado, y proporcionan una plataforma para una colaboración fructífera. Si bien algunas ONGs carecen de capacidad técnica, son abundantes y activas, y podrían fortalecerse y organizarse para apoyar esfuerzos específicos. Las organizaciones de la sociedad civil organizada, tales como clubes rotarios, también pueden formar parte de alianzas y asociaciones, en apoyo a iniciativas locales y nacionales. Inversiones Estratégicas Los líderes del sector privado en cada uno de los tres países mostraron algún grado de compromiso con el desarrollo de su país, así como su preocupación por el impacto que el tráfico de drogas, contrabando de mercancías, y las pandillas causan a la economía y al crecimiento. La globalización y la responsabilidad social también ha logrado que las corporaciones locales e internacionales, estén más conscientes de su triple cuenta de resultados,8 la huella de carbono, y el impacto social, tanto directa como a través de su cadena de suministros. En vista de ello, su apoyo a los esfuerzos de USAID en la prevención social puede verse como una "inversión de impacto," es decir, una inversión que tiene un gran potencial económico a largo plazo, así como un impacto social intencional positivo. Existe una amplia experiencia de participación del sector privado en acciones sociales, principalmente a través de la filantropía y las donaciones. Si bien estos esfuerzos se han enfocados en general en la educación, las inversiones más recientes 8
La triple cuenta de resultados significa la expansión de la estructura tradicional del informe tomando en cuenta los resultados ecológicos, sociales, y financieros. 22
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del sector privado en salud y servicios públicos han sido prometedores, así como las lecciones aprendidas de utilidad para los países centroamericanos. Capital Humano Jóvenes en comunidades en riesgo carecen de la formación académica apropiada, enfrentan la desnutrición, han sido expuestos a varios tipos de violencia, y son vulnerable a las instituciones gubernamentales inefectivas y a los sistemas económicos y sociales inadecuados. Sin embargo, genio, innovación, Fortaleza, perseverancia, y la voluntad fuerte para sobrevivir en los entornos más exigentes. Con las oportunidades adecuadas, estas cualidades les permitirá prosperar. Los líderes empresariales están conscientes de las consecuencias negativas de la desigualdad y la discriminación y están dispuestos a discutir con las partes interesadas las maneras de abordar eficazmente estos desafíos. Las organizaciones internacionales y centros académicos que trabajan en los países en cuestión tienen el conocimiento y la capacidad para colaborar a través de una alianza a largo plazo, si se diseña, lanza y apoya efectivamente. Datos y Conocimiento: No Hay Necesidad de Comenzar de Cero Entre 2004 y 2009, se establecieron una serie de observatorios de violencia y criminalidad en cada uno de los países en cuestión. Hay conocimiento en este campo, principalmente en el sector de la salud (Organización Panamericana de la Salud proporcionó la mayor parte de la formación), y las mejores prácticas de la región de América Latina (Colombia y Brasil) se podrían utilizar como punto de partida. Posteriormente a las valoraciones y evaluaciones en Centroamérica en los últimos 10 años, quedó una gran cantidad de información disponible sobre el crimen y los programas de prevención de la violencia y técnicas de la Organización Panamericana de la Salud, Organización Mundial de la Salud, Instituto del Banco Mundial, USAID, y del sistema interamericano Banco Interamericano de Desarrollo.
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SECCION III. RECOMENDACIONES Con base en los resultados y el análisis presentado en las Secciones I y II, esta sección ofrece recomendaciones prácticas para la participación del sector privado en la violencia y las iniciativas de prevención del delito. Esfuerzo Regional. Al analizar la factibilidad de apoyar una red regional para fomentar las APP, se observó que todos los países de la región están en una etapa diferente de desarrollo, capacidad del gobierno, capacidad de organización de la sociedad civil, y participación del sector privado en cuanto a protección social. Esto es cierto incluso para el Triángulo del Norte, donde El Salvador, Guatemala y Honduras se enfrentan a retos y oportunidades similares, pero tienen diferentes recursos y niveles de gobierno. Por otro lado, las empresas grandes locales y extranjeras del sector privado, cuentan con operaciones en toda Centroamérica, con centros de operaciones en Panamá, Guatemala o El Salvador, que ya operan y toman decisiones a nivel regional. Del mismo modo, los cárteles de la droga y bandas criminales operan libremente a través de las fronteras, de forma dinámica sin restricciones por las burocracias o restricciones técnicas. El fortalecimiento de las actuales redes nacionales de RSE, con el objetivo de desarrollar una plataforma regional de coordinación de RSE, podría alcanzar niveles similares de dinamismo y cooperación. Los pasos iniciales deberán incluir apoyo técnico y financiero para: 1) las iniciativas de RSE y los capítulos que se centren en la alianzas públicoprivadas y en la prevención social, 2) el establecimiento de tales capítulos donde no los hubiere, y 3) la designación de una plataforma RSE bien establecida como una organización regional y centro de intercambio de conocimientos y de coordinación. El objetivo sería proporcionar un espacio para compartir las mejores prácticas, conocimientos, innovaciones y tecnologías en APP para la protección social, así como para coordinar los recursos y las respuestas. El centro regional también apoyaría el desarrollo de las otras redes y capítulos RSE. Primeros Pasos. El sector privado requiere información sucinta para el análisis de situación y planes de acción concretos para colaborar en los desafíos mencionados anteriormente. USAID tendrá que: Cabildear entre el sector privado, consciente de sus alianzas políticas y preferencias, compartir información fiable y concisa, e identificar los campeones que pudieran continuar con el trabajo. Hábilmente aprovechar la reputación de USAID para abogar ante el gobierno y otras partes interesadas (instituciones académicas y ONG) y fomentar el diálogo y el consenso. Analizar las oportunidades para apoyar iniciativas fiscales, con el objetivo de fortalecer la capacidad gubernamental para responder a los crecientes niveles de delincuencia y violencia, y teniendo en cuenta el interés del sector privado por darle un seguimiento riguroso a la utilización de dichos recursos.
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Innovar, generar y difundir conocimiento a través de todos sus esfuerzos, dando sentido a todos los datos disponibles en la actualidad; destilándolos de una manera concisa y útil para sus clientes. Analizar los riesgos y oportunidades relacionados con el fomento de las APP con franqueza, tratando de comprender lo que se puede lograr y transmitir un mensaje fuerte para fomentar el diálogo y el consenso. Ofrecer apoyo técnico, financiero y político continuo a las redes, agentes, y las asociaciones y a la creación de una sólida cartera de iniciativas. Garantizar un seguimiento preciso y componentes de evaluación. Considerar las diferentes realidades económicas y sociales en cada país, incluso dentro del Triángulo del Norte, y la oportunidad de hacer de Panamá un programa piloto sobre cómo se puede funcionar la prevención. Escuchar las ideas de los clientes finales, incluidos los jóvenes, los niños, y las partes interesadas del sector privado, sobre las formas innovadoras para hacer frente a desafíos del futuro y garantizar la transparencia, empoderamiento, y la rendición de cuentas entre los asociados y los ejecutores. El resto de esta sección ofrece recomendaciones detalladas para cada paso, que con el tiempo ayudarán a superar los retos y aprovechar estas oportunidades. A. Cabildeo y Concientización dentro del Sector Privado
1. Construir un perfil de alianzas como herramientas viables para abordar los problemas sociales, abogando por la coordinación y las asociaciones como medio para mejorar los resultados y el fomento de la sostenibilidad. Promover las APP como un complemento al actual patrocinio del sector privado de fundaciones y ONGs. Las APP no competirán por los fondos escasos, sino que van a mejorar los programas existentes a través de la coordinación y sistematización. Sea claro sobre la definición de alianzas público-privadas y la descripción de la forma en que se pueden utilizar. 2. Identificar a los campeones. Identificar e involucrar a los principales líderes para que defiendan entre sus pares la mayor participación del sector privado. Los principales líderes empresariales sabrán que puertas tocar y con quien dar el seguimiento. En Panamá y Guatemala, como en muchos países de América Latina, se necesitan conexiones para llegar a la gente adecuada y obtener su colaboración. La persona detrás de la propuesta es tan importante como la propuesta misma. 3. Aumentar el prestigio y la exclusividad de la participación. Las corporaciones más grandes en América Central pertenecen a un club exclusivo. Hacer de las PPP con USAID una iniciativa sólo por invitación, convocada por los principales líderes en cada país. Abrir las posibilidades a otros actores relevantes sólo después, y con la aprobación de esos los líderes.
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4. Involucrar a los grupos étnicos y religiosos. La región es el hogar de grupos étnicos y religiosos y de redes identificables. Al igual que con las cámaras de comercio o industria, se debe identificar a un campeón dentro de un grupo para facilitar el proceso de llegar a los demás. 5. Realizar un taller para los líderes empresariales más importantes en cada país. Convocar un taller de no más de 15 personas para compartir la información pertinente (véase la sección D, "Intercambio de Conocimientos") y discutir posibles alianzas y planes de acción. Invitar a los jóvenes a que participen en uno o dos de los programas apoyados por USAID en cada país, incluyendo a ex miembros de pandillas cuando sea posible, y dejar que ellos cuenten sus historias. Ellos son los mejores embajadores de su propia causa. 6. Compartir el impacto positivo de las inversiones de USAID en la prevención social, las APP, y los éxitos de otras organizaciones cuando sea posible. Identificar modelos de conducta (programas, personas, o ambos) y los resultados positivos (por ejemplo, las personas que dejan las pandillas, las mujeres que encuentran trabajo, los niños que reciben protección). 7. Identificar el impacto positivo para el sector privado. Identificar las ganancias del sector privado de participar en los esfuerzos de prevención social - es decir, los mercados más grandes, los consumidores más conocedores, un mayor número de trabajadores calificados, la estabilidad y la inversión extranjera, las oportunidades de impacto de la inversión, el fortalecimiento de las cadenas de suministro, mejora de las normas y la apertura de nuevos los mercados, y una relación estable con el gobierno, los actores locales e internacionales. 8. Organizar visitas de campo para los líderes empresariales. Siempre que sea posible, organizar una excursión a zonas de alto riesgo, en coordinación con los grupos, iglesias o las ONG que trabajan en la zona. Una visita de campo puede ayudar a sensibilizar a los líderes de negocios respecto de la población en situación de riesgo y la falta de oportunidades, ayudando a que la experiencia sea más directa. 9. Adoptar el lenguaje del sector privado (las "ganancias," "los márgenes," "evaluación de riesgos," etc.) y traducir los términos del desarrollo social regulares cuando sea necesario. Adaptarlos a las necesidades y la dinámica del sector privado. 10. Escuchar. Escuchar las preocupaciones, las necesidades y las evaluaciones del sector privado. Los hombres y mujeres de negocio, ellos conocen los mercados locales, las poblaciones, las necesidades y las tendencias y pueden ofrecer soluciones innovadoras y eficaces a los desafíos del desarrollo social. 11. Tome acción y monitoree. "Acción" es la palabra clave para motivar al sector privado a unirse a las alianzas para hacer frente a la delincuencia y a la violencia. Las evaluaciones, estudios y conferencias son las herramientas y datos para generar acciones específicas, fomentar las conversaciones, y desarrollar estrategias y planes
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de trabajo. Después de que se identifique al socio adecuado, confiable y dinámico, USAID debe presentar un informe de evaluación de riesgos, la evaluación social, plan de trabajo, plan de gestión de proyectos, el compromiso y las estrategias de desarrollo, seguimiento y evaluación, horarios, listas de recursos, y una agenda realista. B. Construcción de Redes
“La mejor alianza es la que produce resultados tangibles. Todos somos ciudadanos, algunos naturales otros corporativos, pero todos tenemos responsabilidades.”
1. Fortalecer las redes de RSE a nivel nacional (en particular, sus — Líder Empresarial de Guatemala capítulos/oficinas de prevención de la violencia y el crimen). Si por ejemplo si no existe una oficina /capítulo, cabildee la red para crear una. Fortalezca las juntas directivas de las redes y su poder de convocatoria y aumente sus conocimientos técnicos o su comprensión sobre el tema. No crea una nueva fundación, a menos que sea absolutamente necesario. 2. Construya conexiones fructíferas y duraderas. Empiece por construir una sólida red de líderes del sector privado y familiarícelos con los conceptos, los riesgos y las oportunidades de prevención social. Comparta y aporte conocimientos. 3. Establezca redes y capítulos con un propósito y un plan de acción específicos. Asegúrese de que las alianzas se formen para fines y planes de acción específicos. 4. Defina claramente el papel de la red o capítulo y del papel de USAID. Especifique lo que se espera y en qué plazo. Por ejemplo, la red podría promover talleres para el intercambio de conocimientos e información, identificar sinergias y oportunidades de colaboración, promover alianzas, o actuar como un enlace entre USAID, los ejecutores, organizaciones del sector privado interesados en áreas geográficas o temas específicos, y las ONG. 5. Considere la posibilidad de crear o apoyar un mecanismo formal para coordinar las actividades de los donantes en materia de prevención social a nivel nacional y en el Triángulo del Norte. Por ejemplo, este mecanismo podría ser un comité de donantes, de organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales internacionales que se reunirán trimestralmente para compartir información de proyectos en curso, los resultados académicos, las mejores prácticas, y los resultados de los programas piloto. Considere la posibilidad de designar a un organismo rector, en forma rotativa, para que sea responsable de convocar a las reuniones, la comunicación con los miembros del comité, y la comunicación con los gobiernos nacionales en nombre de la comisión. Considere la posibilidad de proyectos bajo una sombrilla de múltiples donantes como una opción para este mecanismo. C. Cabildeo con los Gobiernos
1. Trabaje con el gobierno para encontrar los incentivos adecuados para las APP (el 28
“Nos se necesita cambiar las leyes sino aplicarlas.” — Líder Empresarial
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apoyo del gobierno actual hacia las empresas del sector privado). Estos esfuerzos requieren una entidad para el seguimiento, evaluación, auditoría integrada por representantes gubernamentales y del sector privado, así como de un experto independiente en la resolución de conflictos o experto en facilitación para llevar a cabo las reuniones. 2. Proporcionar la investigación y el apoyo a las leyes estatales contra las leyes promulgadas por una administración en particular. Esas leyes deben promulgarse con el consenso de todos los partidos políticos importantes y las partes interesadas, para apoyar los planes de acción a largo plazo, como el apoyo técnico y financiero a los programas escolares de prevención temprana (de 3 - a 7 años); las intervenciones de desarrollo comunitario, los programas escolares de prevención (formación en habilidades para la vida y la resolución de conflictos a partir de los años preescolares), la educación y las oportunidades para las niñas en edad reproductiva, programas integrales de desarrollo de los jóvenes, de sensibilización de género a transversalmente a las familiares y comunidades, y capacitación familiar sobre habilidades para la vida y la resolución de conflictos y el desarme. 3. Proporcionar la investigación y, si es necesario, el apoyo a un Código de Trabajo revisado, especialmente en cuanto a los medio tiempos y el empleo juvenil. D. Creación y Distribución de la Información
1. Innovar. a.
Escuche a las partes interesadas y a los beneficiarios finales (es decir, niños, jóvenes, comunidades y empresas) en lo que consideran alternativas viables para enfrentar los retos actuales.
b. Utilice las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para crear herramientas, datos, análisis e iniciativas disponibles para un gran número de clientes. c. Encueste a los clientes finales con regularidad respecto del impacto de las intervenciones. Los mensajes de texto SMS y el uso generalizado de teléfonos celulares permiten alcanzar a una audiencia más amplia a un menor costo. 2. Proporcionar herramientas actualizadas y adecuadas para todas las partes interesadas. Ha disponible una gran cantidad de conocimiento de los profesionales, los ejecutores, las organizaciones internacionales, instituciones de salud, instituciones académicas, grupos de reflexión, y otros grupos. a. Promover el uso de análisis de datos. Es importante que los datos sean analizados y puestos en uso. Las relaciones, la información y las decisiones deben ser todos ellos basados en datos. b. Ahorrar tiempo y mejorar el impacto otorgándole a los interesados herramientas actualizadas y adecuadas y conocimiento sobre la violencia
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social y la prevención del delito y sobre las APP. Un análisis cuidadoso de las herramientas, mejores prácticas y lecciones aprendidas es la clave aquí, es decir, ¿cuál de las lecciones aprendidas es aplicable a un reto específico? ¿Cómo puede una herramienta ser utilizada por el sector privado para apoyar un esfuerzo a largo plazo en el desarrollo de la primera infancia? c. Revisar y compartir conjuntos de herramientas y de mejores prácticas sobre cómo construir y gestionar con éxito las APP, las alianzas con las ONG, USAID y otros socios. En USAID ya existen algunos juegos de herramientas, los cuales se centran en la educación y el desarrollo de la fuerza laboral y son un buen punto de partida para la prevención social. d. Proporcionar herramientas de análisis, tales como evaluaciones de los países (la violencia juvenil, la violencia sexual, violencia familiar, delincuencia, drogas, etc.). e. Proporcionar herramientas y técnicas de resolución de conflictos y mediación a las Juntas de Directores de las organizaciones no gubernamentales y de RSE. 3. Organizar una conferencia/taller en cada país para proporcionar información pertinente y herramientas, utilizando un lenguaje amigable al sector privado, siempre que sea posible. Una muestra de temas sería: a. ¿Qué es una alianza público-privada? ¿Por qué algunos tipos de APP han tenido éxito donde otros han fracasado? ¿Qué modelos de asociación son los más adecuados según las circunstancias políticas y económicas y los objetivos? ¿Qué alianzas son buenas en el nivel local? A nivel nacional? ¿Cuáles son las oportunidades para el uso de capital privado para fomentar el desarrollo social? ¿Dónde podemos comenzar? b. ¿Qué es la prevención de la violencia / delincuencia? ¿Qué es la prevención social? ¿Cuáles son las últimas cifras (más fiables) de cada país por homicidios, la violencia, la delincuencia, la desigualdad, la pobreza? USAID y otras organizaciones han desarrollado multitud de informes de evaluación a disposición del público que se podrían resumir en una forma orientada a los negocios. c. Qué funciona (y qué no) para prevenir la violencia? Es necesario un enfoque basado en la evidencia para la prevención social. Se han desarrollado varios documentos de investigación, pero hay necesidad de trazar, analizar y resumir la información más reciente y más relevante para América Central, en un formato amigable para el sector privado. d. Las lecciones aprendidas de responsabilidad social empresarial y de prevención de la violencia social y delincuencia exitosas. Las iniciativas de Panamá, Venezuela, Brasil, Colombia y El Salvador podrían ser analizados, resumidas y presentadas.
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e. Evaluación de riesgos municipales y diagnósticos. Varios municipios en zonas de alto riesgo en el Triángulo del Norte han sido sometidas a evaluaciones de riesgos. En El Salvador, algunos de estos informes han sido validados por el Comité Municipal de Prevención de la Violencia. f. Escuche las opiniones del sector privado. El sector privado debe ser invitado a compartir sus puntos de vista sobre las oportunidades potenciales para el crecimiento económico, desarrollo sostenible y prevención de la violencia y sobre su papel en el desarrollo social y la prevención social. 4. Organizar un taller nacional de grandes dimensiones, con la ayuda de los campeones en la comunidad empresarial, para sensibilizar a los empresarios y fortalecer el apoyo inicial para la red existente. Asegúrese de que el taller sea incluyente (un enfoque diferente al que se propone en la sección C, "Cabildeo con el Gobierno") para incorporar a un público más amplio, incluidas las PYMEs. 5. Implicar a las PYMEs a través de sus cámaras de comercio, industria o turismo correspondientes (como el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras de Guatemala). 6. Asociarse con otras organizaciones internacionales que trabajan con el sector privado (Organización Panamericana de la Salud, Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, Naciones Unidas) para intercambiar información y proporcionar a los socios de negocios USAID con los últimos conocimientos y tecnologías. 7. Involucrar a las comunidades en el diseño de estrategias para el apoyo de las APP. Participación de la comunidad - incluyendo niños y jóvenes tanto como sea posible – esto fomenta el sentido de propiedad, la sostenibilidad y la rendición de cuentas de cualquier esfuerzo. La participación es un principio básico para las APP, el destinatario fortalece sus capacidades de manera que pueden mejorar aún más los resultados y lograr la sostenibilidad. 8. Sistematizar la información y las lecciones aprendidas de otras regiones y países sobre las APP y las estrategias de prevención social. 9. Mejorar la visibilidad de los esfuerzos, poniendo de relieve los esfuerzos de las partes interesadas y los compromisos con sus comunidades y países. 10. Promover el diálogo sobre la base de datos concretos, evitando la información polarizada o los debates políticos. E. Recursos y Evaluación de Riesgos
1. Llevar a cabo un ejercicio de mapeo:
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a. Hacer un mapa de los principales esfuerzos del sector privado a través de ONGs y fundaciones. b. Recopilar información de los esfuerzos de cartografía disponibles sobre los esfuerzos de prevención del delito y la violencia (Banco de Interamericano de Desarrollo / Oficina en Washington para América Latina, la Agencia Alemana de Cooperación Técnica, y otros). c. Crear un mapa de zonas de alto riesgo de acuerdo a los índices de violencia y del crimen. d. Construir un mapa de las empresas, industrias, destinos turísticos, las principales plantas y centros de distribución, zonas francas, puertos, y otros importantes centros generadores de ingresos. e. Reunir las evaluaciones de riesgo y diagnósticos de los municipios. Varios municipios de Guatemala, El Salvador y Panamá han sido sujetos de algún tipo de evaluación de riesgos en los últimos cinco años, esta información será útil para establecer prioridades y planes de acción. f. Con la ayuda del sector privado, identificar las posibles oportunidades, las inversiones proyectadas locales y extranjeras, el crecimiento del mercado, el capital y la demanda de recursos humanos. 2. Establecer observatorios de la violencia y la delincuencia. Brindar asistencia técnica a los esfuerzos existentes y crear observatorios en caso necesario, coordinando entre ellos para evitar la duplicación de esfuerzos y llamando a la participación de las instituciones académicas cuando sea posible. La información recolectada de los observatorios servirá para informar tanto a las APP como a las políticas públicas 3. Trabajar en colaboración con las cámaras de comercio e industria, representantes de las PYMEs, la Cámara Americana de Comercio, y otros grupos para identificar la demanda del sector privado por experiencia laboral y técnica. 4. Diagnóstico y evaluación de riesgos. Utilice las herramientas del sector privado para analizar los resultados de los mapas, los resultados de los observatorios de la criminalidad y la violencia, las mejores prácticas y lecciones aprendidas para crear un plan de acción adecuado y personalizado. Compartir los hallazgos. 5. Desarrollar herramientas de monitoreo y evaluación e indicadores para la inversión social. 6. Utilice productos y resultados específicos, alcanzables y medibles en el diseño de acciones y programas.
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F. Sustentabilidad y Rendición de Cuentas
“Una vez que finalizan los fondos de USAID, los proyectos finalizan también independientemente de si era un buen proyecto o no.”
1. Desarrollar una estrategia de — Líder empresarial salvadoreño comunicación para superar el temor a la burocracia del sector privado. En colaboración con USAID, promover una política de puertas abiertas que facilite las alianzas.
2. Construir una cartera de estrategias a corto, mediano y largo plazo para el apoyo de las APP y sacarlo adelante. Incluso si USAID cambia a los ejecutores, se debe evitar cambiar la base de un programa o a los socios principales. 3. Desarrollar un plan de trabajo pragmático. Definir acciones concretas para cada etapa, junto con los indicadores y mecanismos de vigilancia correspondientes. 4. Desarrollar herramientas para asegurar la rendición de cuentas y la gobernabilidad. Desarrollar o apoyar el desarrollo de herramientas de TIC para llegar a un mayor número de audiencias, recabar información precisa y oportuna, analizarla e informar a las partes interesadas y los clientes de los procesos, estado y los resultados de las intervenciones. 5. Crear programas que tengan en cuenta la prevención primaria, secundaria y terciaria, cuando sea posible. El Anexo C ofrece información sobre los diferentes tipos de programas de prevención. 6. Poner en marcha iniciativas de prevención social en las empresas. Llevar a cabo una serie de talleres, abiertos a todos los empleados y gerentes, en habilidades para la vida, valores, resolución de conflictos, manejo de la ira, y la negociación. Plantar las semillas para los programas en los que se inscribirán los ex pandilleros, la gente de las zonas desfavorecidas, y los discapacitados. 7. Proporcionar programas de liderazgo centrados en RSE para los líderes empresariales y organizaciones no gubernamentales y representantes del gobierno, en colaboración con la Escuela de Negocios INCAE o una institución similar. Por otra parte, promover programas educativos ad-hoc para el mercado y la region. 8. Fortalecer a las ONG, las organizaciones de la sociedad civil y grupos comunitarios. G. Monitoreo y Evaluación
1. Crear herramientas para supervisar y evaluar los procesos y los resultados de los esfuerzos de las APP, utilizando el lenguaje y las tecnologías amigables con el sector privado.
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2. Destacar los resultados y procesos, no sólo los productos, en los mecanismos de supervisión. H. USAID y su Influencia
1. Analizar, discutir y entender el concepto de las APP para el desarrollo social. Explorar mecanismos alternativos - no todas las asociaciones tienen éxito, y es más difícil definir el éxito con los activos intangibles (como las cuestiones sociales). Captar y compartir conocimientos con los ejecutores. 2. Aprovechar la marca de USAID y la reputación general como un socio confiable a través de una estrategia de comunicación clara para las APP. 3. Lleve el debate sobre el crimen y la violencia fuera de la esfera política, e incorpore a todas las partes interesadas. 4. Crear alianzas dentro de USAID, en concreto con su unidad de desarrollo del sector privado. Promover el capital riesgo, capital semilla, u otros mecanismos para apoyar a las empresas privadas con una clara responsabilidad social o las estrategias de prevención. Crear la demanda y los mercados. Crear áreas de inversión con impuestos más bajos, beneficios, infraestructura, vías de acceso, y una fuerza laboral capaz. Identificar y poner en marcha programas basados en el potencial geográfico (como el turismo, la agricultura y la industria). Evite el lanzamiento de programas basados en los problemas sociales, este enfoque no es sostenible. Fortalecer las PYMEs y promover las industrias que utilizan los servicios de las PYMEs y sus productos. Garantizar las inversiones privadas. 5. Hacer una distinción entre las APP para la prevención social y las Alianzas para el Desarrollo Global. Sea claro respecto a la audiencia esperada, las condiciones y los resultados. Identificar las sinergias entre los dos esfuerzos y no competir por la financiación del sector privado, ya que puede crear confusión, frustración y una sensación de desorganización, y podría prevenir la financiación. 6. Crear un premio anual en cada país para seleccionar los mejores esfuerzos respaldados por el sector privado, o apoyado por las APP en prevención social. El premio podría ser otorgado por USAID, el Departamento de Estado de EE.UU., o un grupo de empresas reconocidas (Cámaras de Comercio, Cámara de Cámaras de los EEUU, etc.) Convocar a una junta o jurado a nivel nacional, integrado por representantes de todos los sectores de la sociedad y los partidos políticos, para establecer los requisitos, procesos, y candidatos. 7. Flexibilizar los procedimientos y procesos para fomentar la participación del sector privado y elevar su entusiasmo, sin desgastarlos con procesos burocráticos. 8. Continuar con los programas que apoyen la inversión en capital humano y las redes de seguridad social, tales como la prevención de la violencia escolar, familiar, capacitación laboral y programas de inserción laboral. 34
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I. Recomendaciones Específicas por País
1. En Panamá, fortalecer al recientemente establecido Comité SUMARSE para la Prevención de la Delincuencia y la Violencia, proporcionando las más recientes investigaciones y resultados (a través de un taller). Ofrecer capacitación en la evaluación de la prevención y el riesgo a fin de aumentar el conocimiento de los problemas y oportunidades, de manera que SUMARSE pueda detectar oportunidades de asociación y colaboración. 2. En Guatemala, movilizar a la "masa crítica" del capital guatemalteco. Iniciar conversaciones con CENTRARSE y FUNDESA para fortalecer su impacto. 3. En El Salvador, edificar sobre el interés del sector privado apalancando recursos para hacer frente a los esfuerzos de prevención social como un mecanismo para combatir la delincuencia y la violencia. USAID está liderando el camino con varias iniciativas del sector privado para colaborar en los programas de prevención social.
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ANEXO A. OPINIONES OFRECIDAS POR LOS LIDERES DEL SECTOR PRIVADO DURANTE LAS ENTREVISTAS DE CAMPO "Estamos dispuestos a luchar y morir por este país. Yo quiero que mis nietos puedan caminar libremente por las calles." "Hay cinco Panamás. La mayoría de los empresarios viven en una de ellas, y explotan las otras cuatro." "[El] el sector privado apunta a buena inversión, incluso en el ámbito social." "Voluntariado? Yo? ¿Dónde? No viajaría a esas zonas. . . Es peligroso no," " Es demasiado tiempo en el coche," "No hay necesidad de ir tan lejos." "Sé que mi programa funciona, la mayoría de las alianzas son demasiado lentas. Yo prefiero trabajar solo." "En Colón [Panamá], hay una ley del silencio [sobre el delito]." "¿Dónde están los muchos estudios realizados en esta comunidad? ¿Dónde están los observatorios [del delito]?" "Para continuar apoyando un programa después de que USAID termina, es necesario tener una base sólida." ―En estos países el sector privado es muy fuerte, [y] la sociedad civil muy débil." "Hay una tradición de consenso, pero no en la ejecución efectiva de los acuerdos." "Un buen programa, con evaluación de impacto, indicadores y monitoreo puede llegar a sensibilizar a otros actores." "Se me pide que invierta en algo que ya estoy haciendo, ¿Para qué necesito [la actual red de RSE]?" "[Los empresarios] no saben qué hacer después del discurso [en la prevención del delito]." "Las organizaciones internacionales van a una comunidad, proporcionan una gran cantidad de recursos en el corto plazo, y esto genera dependencia. El programa termina, la organización se va. No se ha construido el apoyo local, y se ha producido poca transferencia de conocimientos. Las comunidades sufren más. El gobierno tiene que tratar de compensar." "La única justificación para un Estado es la de brindar seguridad. Si no cumple con su función, ¿entonces qué?"
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ANEXO B. CUESTIONARIO DE LAS ENTREVISTAS Las siguientes preguntas fueron el marco de las entrevista para este estudio. Las preguntas fueron adaptadas para cada entrevistado y para los programas de RSE actuales de cada empresa y su compromiso. A. Compañía
1. ¿Cuál es el nivel de compromiso social de la empresa? ¿Cuáles han sido sus prácticas de éxito? Estas preguntas están destinadas a arrojar luz sobre la percepción subjetiva del papel de la compañía en el desarrollo social, la prevención del delito y la violencia, y la ciudadanía corporativa. Preguntas de seguimiento o complementarias (si procede): 2. ¿Tiene la empresa algún programa de responsabilidad social o filantrópica / programas de inversión social? ¿En qué se centran? 3. ¿Cómo ha sido la participación de la empresa en esos programas (por ejemplo, únicamente la financiación, donaciones, gestión, seguimiento y evaluación? ¿Cuáles han sido los resultados más recientes? ¿Cuál ha sido el mayor reto? B. Motivadores
4. ¿Qué podría motivar a una empresa a invertir en la prevención de la violencia y el delito, o en programas de seguridad ciudadana? ¿Qué se necesitaría de las demás partes interesadas para asegurar la participación del sector privado? Con estas preguntas, buscamos recopilar los datos sobre lo que impulsa al sector privado a participar en las iniciativas de desarrollo social, en general, y de prevención, en particular. Esta línea de investigación fue diseñada para establecer la distinción (si la hubiere) entre los compromisos personales y las directrices de la organización respecto a la inversión social y la capacidad de respuesta de la empresa para actuar en el ámbito de la violencia y el crimen (de la prevención temprana a la rehabilitación). Por último, se intentó obtener información sobre los desafíos que enfrentan y las limitaciones encontradas por las empresas en relación con este tema Preguntas de seguimiento o preguntas complementarias (si procede): 5. ¿Cómo se pueden medir los resultados / éxitos de las inversiones sociales? ¿Cuáles indicadores serían útiles para la empresa?
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¿Quién podría crear esos indicadores? C. Sustentabilidad
6. ¿Cómo podría lograr la sostenibilidad en los programas de desarrollo social? ¿Cuál es el papel del sector privado en esto, de haberlo? D. Participación e Involucramiento del Sector Privado
7. ¿De qué manera puede el sector privado participar en, y / o invertir en la prevención de la violencia y el crimen o en la seguridad ciudadana? 8. ¿Qué modelos de intervención son más atractivos para el sector privado (APP, las asociaciones, la filantropía, el voluntariado, el control, las redes como SUMARSE, etc.)? ¿Cómo deben trabajar para ser relevantes? Las respuestas a esta pregunta pretenden sentar las bases para las recomendaciones sobre el potencial de los modelos, alianzas y programas participativos. Preguntas de seguimiento o complementarias (si procede): 9. ¿Cuál ha sido la contribución más importante de los foros nacionales (por ejemplo, SUMARSE en Panamá y CENTRARSE en Guatemala)? 10. ¿La idea de participar en un foro o red regional "de seguridad ciudadana, del sector privado," motivaría y fortalecería su participación en la prevención del delito y la seguridad ciudadana? 11. ¿Cómo podrían estar participando las PYMEs en este esfuerzo? 12. ¿Qué se requeriría para promover una mayor colaboración entre el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil? E. Papel del Gobierno
13. . ¿Existen incentivos para las donaciones, la filantropía, los programas de RSE, la inversión social, o programas similares? 14. ¿Está el sector privado abierto y bien dispuesto a la colaboración público-privada?
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ANEXO C. INFORMACION BÁSICA SOBRE LA PREVENCION DE LA VIOLENCIA Y LA DELINCUENCIA La información en este anexo es una adaptación del Informe Mundial sobre Violencia y Salud, "Capítulo 1: La violencia - Un problema de salud pública" (Organización Mundial de la Salud, 2002). A. ¿Qué es la violencia? Anexo C-1. A Tipología de la Violencia
Anexo C-2. Muestra de Riesgo y Factores de Protección Factores de Riesgo Malas prácticas de crianza de los hijos Víctimas de maltrato infantil Alcoholismo o drogadicción La actividad delictiva en la comunidad Pobreza Desigualdades de género, sociales, y económicas Desempleo Normas o esquemas culturales que perpetúan la violencia Disponibilidad de armas de fuego / armas pequeñas Debilidad de los sistemas judiciales y penales Aislamiento El tráfico ilegal de drogas Los factores demográficos
Factores de Protección La intervención temprana Los programas de desarrollo social Sistemas de servicios de salud y de apoyo a las víctimas Participación de la comunidad Menor disponibilidad de bebidas alcohólicas Programas de empleo y de reinserción Las reformas escolares Fortalecimiento de los sistemas judicial y penal y un mayor acceso Reducción de la pobreza y las desigualdades Reducción de la disponibilidad de armas pequeñas Cambios de nivel de las normas y sistemas sociales Planificación Urbana
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B. ¿En qué consiste la Prevención de la Violencia?
Detener los actos de violencia mediante la intervención para eliminar o reducir factores de riesgo subyacentes Apuntalar los factores de protección La reducción de la recurrencia de nuevos actos de violencia y sus efectos nocivos C. ¿Cuáles son los Tipos de Medidas de Prevención?
Las intervenciones se han caracterizado tradicionalmente en tres niveles de prevención: La prevención primaria tiene como objetivo prevenir la violencia antes de que ocurra. La prevención secundaria se centra en las respuestas más inmediatas a la violencia, como son la atención pre-hospitalaria, los servicios de emergencia, o el tratamiento de enfermedades de transmisión sexual después de una violación. La prevención terciaria se centra en la atención a largo plazo a raíz de la violencia, como son la rehabilitación y la reintegración, y los intentos de disminuir el trauma o reducir la discapacidad a largo plazo asociados con la violencia. Estos niveles de prevención se definen por su aspecto temporal: si la prevención se lleva a cabo antes de que ocurra la violencia, inmediatamente después, o en el largo plazo. Aunque tradicionalmente se aplican a las víctimas de la violencia en los establecimientos de salud, los esfuerzos de prevención secundaria y terciaria también se han considerado relevantes para los perpetradores de la violencia y aplicada en ámbitos judiciales en respuesta a la violencia. La investigación en el campo de la prevención de la violencia se ha centrado cada vez más en los grupos beneficiarios, definiendo las intervenciones de la siguiente manera: Intervenciones universales centradas en los grupos o en la población en general sin tener en cuenta el riesgo individual. Los ejemplos incluyen los programas de prevención de violencia entregados a todos los estudiantes en una escuela, todos los niños de una edad determinada, y toda la comunidad a través de las campañas de los medios de comunicación. Intervenciones seleccionadas centradas en los que están en mayor riesgo de violencia (es decir, uno o más factores de riesgo de violencia), un ejemplo es la capacitación en la crianza de los hijos a padres solteros de bajos ingresos. Intervenciones indicadas se centran en aquellos que ya han demostrado un comportamiento violento, como el tratamiento para los perpetradores de violencia doméstica.
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Muchos de los esfuerzos de los países industrializados y en desarrollo se han centrado en las respuestas secundarias y terciarias de la violencia. Comprensiblemente, se le da mayor prioridad al trato para hacer frente a las consecuencias inmediatas de la violencia, proporcionando apoyo a las víctimas y sancionando a los infractores. Tales respuestas, si bien son importantes y necesarios de fortalecer, debe ir acompañada de una mayor inversión en la prevención primaria.
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