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México a través de la moda
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FASHION MÉXICO A TRAVÉS DE LA MODA
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porque este concepto que refiere a un patrón que tiene que ver con repetición y con cierta cantidad de gente que lo esté repitiendo […] está pensado para que tenga una durabilidad baja y que puedas estar adquiriendo más y más. En tanto, el producto de lujo es como un tesoro es algo que casi ni quieres usar; que es similar a un coche, a una botella que tienes en tu cava y que quieres compartir en cierto momento”. Pero el concepto o el significado de la moda podría llegar a ser modificado por la actual pandemia por Covid 19, pues en esta situación social y de salud, el mundo se transforma sacudiendo la economía y el poder adquisitivo de las personas. De acuerdo a la opinión de Walter Scheidel, historiador de Stanford, las pandemias también irrumpen en las desigualdades económicas y sociales; y la industria de la moda en la que el lujo se involucra está viéndose afectada. Sobre este punto, el diseñador José Silva enfatiza: “En el mundo todo se está re planteando. En algún momento tenía que ver con la productividad […] pero, hoy en día los puntos de venta ya están quebrando, hay algunos que ya cerraron. Todo se está redefiniendo… Y no sabemos si van haber más desfiles o menos; ni cuántas marcas van a sobrevivir; si va a existir ese contrapeso de jóvenes diseñadores, o también acabarán destruyéndose, porque ya no hay puntos de venta […] Incluso, hoy en día veo cómo el cliente va mutando, las necesidades son distintas. El cliente es mucho más sensible al tema del dinero, es más consciente. Quiere algo que pueda reutilizar, entiende muy bien que ya no solo es un tema de precio, sino dónde está hecho, cuál es la experiencia, si vale la pena y cuánto quiere gastar en ello”. Como en los tiempos de antaño, ante los cambios derivados por la crisis, la moda en México se deberá adaptar ante un nuevo orden económico y una nueva ideología de vestimenta; donde se espera de forma utópica –pero esperanzadora- consumir las creaciones que nacen en nuestro país y en Latinoámerica.
ÉPOCA ANTIGUA Lejos estamos de la compra de artículos hechos artesanalmente y que eran vendidos en el mercado del Baratillo
PARA CONTROLAR LA PROSTITUCIÓN EN MÉXICO, MAXIMILIANO DE HABSBURGO ORDENÓ EN 1862 IMPRIMIR EL REGISTRO DE MUJERES PÚBLICAS; UN CATÁLOGO FOTOGRÁFICO DE 598 MUJERES POSANDO CON VESTIMENTA DE LA ÉPOCA QUE MOSTRABA LOS DIFERENTES ESTRATOS SOCIALES.
del siglo XVI y XVII, donde también se vendían zapatos y sombreros. Tras el domino de los españoles, se estableció en el virreinato el régimen o sistema de castas, que no solo se definía por el tipo de piel y ascendencia; una de las diferencias de clases era la vestimenta. Las cortes españolas del siglo XVIII importaban sus vestidos de Europa; la ropa hecha en Francia se copiaba por los criollos que también era una casta privilegiada y se adaptaba a las telas que se comercializaban en la Nueva España. El desfase temporal en la moda en las colonias americanas viene desde la época virreinal; y en el caso de México, hasta los ochentas, se vio un consumo retrasado en la moda que se creaba en América del Norte y Europa. Regresando a la moda en la post-conquista, después del estilo barroco; se hacían vestidos complejos, coloridos y decorados, esto, para destacar como símbolo de extravagancia; pero, ante todo, la vestimenta como instrumento de orden social y jerárquico. Aparece Maximiliano de Habsburgo que portaba sacos de estilo militar; modelo para los charros quienes quisieron imitar las botonaduras en oro y plata que portaban los pantalones del emperador, de ahí se originó el vestuario del mariachi. El bordado típico se veían en las túnicas que vestían las mujeres de la casta indígena, no se parecían en ningún aspecto a los atuendos reales de Carlota; y muy diferentes también eran las telas toscas que se veían en las camisas de los mestizos que no usaban zapatos, pero sí sombreros de paja; aunque los criollos –como se comentaba- ya adaptaban modas europeas como el chaleco y el sombrero de tricornio.
GLOMOUR Y MEXICANIDAD La época de oro mexicana, periodo en el que se exaltó la producción del cine nacional; también sirvió como cimiento de la industria de la confección y la costura. Actrices y actores mexicanos eran vestidos por diseñadores, comenzó el auge de las casa de moda en la Ciudad de México y los pioneros daban rienda suelta a la imaginación para crear prendas que representaban la mexicanidad y el folclor. Fue en 1949 cuando Ramón Valdiosera realiza la primera exhibición de vestidos en The Waldorf Astoria, en Nueva York, mandó a estampar y a dibujar telas y el color rosa mexicano se dio a conocer como parte intrínseca de la cultura de México. Valdiosera también hizo vestuarios para las películas Chilam Balam y Tizoc; creó la marca Maya de México, una línea clásica de faldas circulares que tuvo tanto éxito, pues abrió 14 sucursales y una boutique en Beverly Hills, California. En esta misma época, Armando Valdés Peza vestía a varias actrices mexicanas como María Félix, Dolores del Río y Miroslava; al confiar en sus creaciones y con el apoyo de Rita Macedo abrió una casa de modas en la década de 1950 en la colonia Juárez, en la Ciudad de México. Ya por la década de 1960 continúan apareciendo la imagen de los modistos. Como Esteban Mayo, que hizo varios vestidos para Jacqueline Kennedy, Sofía de Grecia y para la princesa Margarita de York; e hizo vestuarios de algunos filmes mexicanos como Claudia y el Deseo, Tres noches de locura y el Juicio de los hijos. A la par se encontraba Pedro Loredo, quien creó los conjuntos coordinados y quien rememoraría la cultura prehispánica como detalles pintados a manos en sus codiciadas túnicas transparentes. Organizó varias pasarelas invitado por el Consejo Nacional de Turismo; diseños que conocerían en otros países como Estados Unidos, España, Canadá y Japón.
SASTRERÍA PREMIUM En la década de 1980, el maestro En-
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rique Welton, convirtió su taller en un oasis para producción bajo demanda; conservó las técnicas y materiales ingleses, tomando como base el diseño italiano. Recientemente, se reinventó con la marca Welton & Sons que se enfoca a tendencias novedosas. El hecho de iniciar el negocio con la filosofía bespoke, la cual sigue vigente, la entrega de un traje se lleva a partir de tres semanas donde durante el proceso, la medida previa es obligatoria en tejidos de algodón, todo para que el modelo se ajuste morfológicamente al cuerpo del cliente. Gilberto Ortiz, quien lleva más de 50 años trabajando como sastre fue reconocido por la empresa de telas inglesa, Scabal como uno de los mejores sastres en el mundo; su maestro, el señor Schroeder –un alemán-, insistía que le había hecho trajes a Hitler. Sin embargo, Gilberto vistió a cantantes como Juan Gabriel y Cuco Sánchez. Debido al prestigio que se ha ganado, el traje mejor vendido se ha cotizado en casi 30 mil dólares.
CREADORES ACTUALES Los nuevos diseñadores mexicanos redefinen la moda como una expresión imaginaria basada en el contexto social, político y económico, en el cual se interviene como un empresario que no sólo genera trabajo, sino que apoya directamente a comunidades de artesanos. Es una figura que se desenvuelve en un mundo global, en una sociedad mexicana en la que las marcas de ropa son además una forma de expresión. Al respecto José Silva concluye: “Hoy en día ya las fronteras no son físicas, ya las fronteras son digitales…no sólo la geografía determina lo que es ser mexicano, […] porque al final ser mexicano es todo lo que nos constituye, la mezcla de elementos europeos, antiguos, nacional, indígena, etc. Hay una y mil cosas que nos componen como mexicanos y que una marca no va a determinar ese tipo de cosas. Es un producto de marcas que va a permitir tener un ecosistema más saludable y mixto; que nos permita convivir con otras parte del mundo…”. Entre las marcas de lujo mexicanas que están consolidadas en la industria del diseño se destaca Pineda Covalin, que con más de 20 años en el mercado nacional e internacional, Cristina Pineda y Ricardo Covalín se han enfocado en el diseño textil. La elaboración de pro-
ductos, que expresan la biodiversidad y las tradiciones mexicanas en nivel competitivo e innovador; tuvo éxito primero en el extranjero, antes de lograr las ventas deseadas en México. En 2016, se exhibió la exposición Travesías de la mirada, que mostraba telas e indumentaria inspirada en la naturaleza y las raíces culturales de México y América Latina. Con la misma filosofía trabaja la diseñadora Lydia Lavín. Sus diseños argumentan lo mexicano al trabajar directamente con cooperativas indígenas; en el caso de la asociación Amuzgos, ubicada en el estado de Guerrero, continúan con el tejido de cintura; se protege también el trabajo artesanal de los huicholes y de los tehuanos. En otra parte, Benito Santos, a quien le inspira la femineidad y el glamour, toma en cuenta la folclor mexicano por lo que sigue utilizando la piel en varios’ de sus diseños; tiene una labor filantrópica realizando subastas con instituciones gubernamentales.
CONCEPTO GENUINO En 2017, Trista participó Mercedes Benz Fashion Week México; por cierto, esta plataforma de la moda mediante la cual se consolidan marcas y diseñadores mexicanos, tuvo en el 2020 una exhibición en formato digital. En años anteriores, José Silva realizó una colección para Kaltex, una empresa mexicana nacida en el año 1925 que produce hilos, telas y otros materiales; las prendas que imaginó proyectaron la ideología de la marca basado en lo genuino. Sin embargo, para comprender la definición de la marca, que opera hace más de 10 años en México, el director creativo explica: “Venía de escribir mi tesis de licenciatura sobre imágenes literarias; sobre la filosofía de Gaston Bachelard… y el poder de las palabras y cómo generan diferentes sensaciones. De repente leyendo una frase triste, y dije Trista, ¡claro que palabra tan bonita! Es una palabra que remite a lo femenino, parece antigua, pero al mismo tiempo es muy sofisticada y contemporánea; y esos elementos, fueron al final los que compusieron el ADN del proyecto…”. José Silva le ha conferido un valor esencial al trabajo artesanal, a los terminados y en la comprensión de las texturas; sus prendas son un referente de nostalgia que se experimenta sobre el cuerpo femenino; identificándose con los valores sociales y culturales que destacan en sus obras literarias escritores de la talla de Juan Rulfo y Octavio Paz. Para cerrar, el diseñador piensa en el futuro de su empresa y en estos tiempos de pandemia, desnudando el lado humano confiesa que avanza un día a la vez. Observando las necesidades de la gente con la que trabaja, las familias; esperando “crecer gradualmente, personalizando la experiencia de lujo y en algún momento, lograr que la gente que compre Trista, sea Trista para siempre”.
DE ACUERDO AL AMIPCI (ASOCIACIÓN MEXICANA DE INTERNET), UNO DE LOS PRODUCTOS MÁS COMPRADOS EN LÍNEA EN MÉXICO ES LA CATEGORÍA DE ROPA, SUPERA A LOS VIDEOJUEGOS Y A LOS ELECTRODOMÉSTICOS.