Contexto del desplazamiento forzado Migración y crecimiento demográfico El mapa demográfico mundial muestra una concentración de más de la mitad de la población humana -3.300 millones de personas- en zonas urbanas y a ésta tendencia no escapa el Distrito Capital, de acuerdo con la información del Informe de Desarrollo Humano de Bogotá (IDH, 2008). Parte de esta concentración demográfica se debe a las dinámicas migratorias hacia la capital que, en este caso particular, han contribuido de manera significativa a su crecimiento poblacional, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XX. A su vez, los cambios demográficos conllevan cambios en el paisaje, en la distribución y usos del suelo, requiriendo del gobierno local unas políticas públicas que incorporen la población migrante desde un enfoque diferencial y que consideren los impactos de la inmigración en las distintas dimensiones del ordenamiento territorial.
Se puede decir que el desplazamiento forzado hacia Bogotá ha contribuido de manera significativa a su crecimiento demográfico, sobre todo durante la segunda mitad del siglo XX. Aunque no es claro la magnitud de esta contribución, diversos estudios muestran que la caída en las tasas de crecimiento demográfico de Bogotá a partir de la segunda mitad del siglo XX, se explican por la concentración de población migrante o “recién llegados” en áreas periféricas y municipios vecinos, los cuales muestran una tendencia al crecimiento demográfico en ese mismo periodo. La precaria oferta institucional para población desplazada en estos municipios y la saturación del espacio urbano en Bogotá, junto con los altos niveles de pérdida de bienestar de población desplazada-imposibles de recuperar, aún después de transcurridos varios años (Ibáñez, 2008)- conllevan un nivel de acceso a derechos básicos inferior en los desplazados respecto del total de habitantes de Bogotá.
La ciudad pasó de 2´861.918 habitantes en 1973 a 5’484.244 en 1998 y a 6’778.691 en el año 2005, concentrando el 16% de la población total del país (Indice de Desarrollo Humano, 2008:97). Según la información del IDH, ya en el 2003 el 81,6% de la población residente en Bogotá era inmigrante y, en su desplazamiento hacia el distrito capital, se identifica
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