India Noroeste: La Guía

INDIA L A G U Í A D E LO S E X P E R TO S

N O RO E STE CON

INDIA L A G U Í A D E LO S E X P E R TO S

N O RO E STE CON

ÍNDICE DELHI

OCHO EXPERIENCIAS INOLVIDABLES

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AGRA Y RAJASTÁN

UNA OPORTUNIDAD PARA VIVIR COMO PRÍNCIPE

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AMRITSAR, CACHEMIRA, DHARAMSALA VIAJES ESPIRITUALES

© 2016, Amber Tours / Travesías Editores, S.A. de C.V. Amatlán 33, col. Condesa, CP 06140, Ciudad de México travesiasmedia.com Primera edición

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JAMMU Y CACHEMIRA

SRINAGAR

LEH KALACHAKRA

PAHALGAM

China

DHARAMSALA HIMACHAL PRADESH Pakistรกn

AMRITSAR LUDHIANA CHANDIGARH

SHIMLA

PUNYAB

UTTARAKHAND

HARYANA

Nepal

DELHI

NUEVA DELHI BAREILLY UTTAR PRADESH SITAPUR AGRA

RAJASTร N

AMANBAGH

FATEHPUR SIKRI

JAIPUR

AJMER

KANPUR

JODHPUR MADHYA PRADESH JHANSI

RANAKPUR KOTA

MONTE ABU

UDAIPUR

EL NOROESTE DE INDIA CON AMBER TOURS EXPERIENCIAS PARA AGRADECER EN SILENCIO Manos gigantes con dedos que forman mudras , esos elegantes gestos cargados de simbolismo presentes en las danzas tradicionales de India, les dan la bienvenida a los viajeros que llegan a la Terminal 3 del aeropuerto de Delhi. Se trata de una instalación del diseñador Ayush Kasliwal, de Jaipur. Luego vienen las guirnaldas de flores que se cuelgan al cuello de los recién llegados y, por sobre todo lo demás, la advertencia condenatoria: en India, los huéspedes son dioses.

Desde el primer instante se instala en el viajero la emoción más recurrente durante la travesía: un profundo agradecimiento, reforzado una y otra vez por experiencias como las que se describen a continuación —y una plétora de vivencias que simplemente no tienen palabras.

El aroma del masala chai , o té aromatizado con canela, clavo, cardamomo u otras especias, traído a la habitación. La serena mirada del sadhu (asceta) que avanza por su camino inspirando respeto a su alrededor. La invitación espontánea a quedarse a comer en casa de las fantásticas mujeres de la familia real de Rampur, en Delhi, famosas no sólo por confeccionar espléndidos saris, sino por los más exquisitos kebabs. Despertar con los cantos de los templos vecinos mientras abres la ventana de tu balcón privado en Amarvilas, desde donde se mira —sí— el Taj Mahal. Las esculturas de piedra de voluptuosas deidades, con la cara borrada, desperdigadas en lo alto del pozo de Chand Baori y, sobre todo, la curiosidad que despiertan por la cosmogonía milenaria de estas tierras. Las divertidas sonrisas —y la elegancia de los coloridos trajes— de los aldeanos de la tribu meena , en los alrededores de Amanbagh. La posibilidad de entablar una sabia y relajada charla con uno de los miembros de la familia real de Jaipur, el “Uncle Joey” de Amber Tours, en los espléndidos jardines de Rambagh Palace. Asistir a un

aarti (plegaria) en el templo dedicado a lord Shiva en el siglo xviii , que forma parte del complejo del Oberoi Rajvilas, para después recorrer con calma sus piscinas

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y áreas comunes, pobladas de pavorreales. La habilidad de las manos indias para convertir la piedra en el más fino trabajo de encaje, con el fin de resguardar a las damas de las miradas de los emperadores mogoles en el Hawa Mahal.

La fortuna de coincidir en el Trophy Bar del Umaid Palace con la princesa Shivranjani Rajye, sencilla y elocuente promotora de la cultura y, en especial, de la música sufí. Perderse entre los relieves de los cientos de pilares del templo jaina de Ranakpur. Escuchar a un pintor de la casta de los brahmanes explicar que lo más importante para lograr el microscópico detalle de las pinturas miniatura de Udaipur es la inspiración divina, y creerle. Sentarse en la terraza de Kashmir Cottage, con vista a las cimas nevadas de los Himalayas, al calor de un té de jengibre con miel y limón. Sumergirse en el “néctar” del tanque que rodea el templo dorado de Amritsar, contagiado por el fervor de los cientos de miles de peregrinos sijes que lo visitan. Despertar en una casa flotante, ante el sonido del muecín, al mismo tiempo que los nenúfares del “jardín”. Probar el fresco queso kalari que preparan los pastores nómadas en su paso por las laderas de Cachemira. Asistir como invitado a una cena memorable en casa de una familia pandit , la comunidad de brahmanes nativos de Cachemira, decididos a mejorar las condiciones de vida en Srinagar. Despedirse de India como se despide uno de la familia, aun si eso significa tener que morderse la lengua para no gritar a los cuatro vientos: gracias.

“Decirle dhanyavaad [lo más parecido a ‘gracias’ en hindi] a un extraño ayuda a emprender un ciclo de intercambio y familiaridad”, explica el escritor Deepak Singh, quien, no obstante, asegura que en hindi la gratitud está implícita en los gestos cotidianos y que a sus padres, por ejemplo, jamás les ha dado las gracias por nada.

“Con los amigos y la familia, dhanyavaad puede en cambio enfriar las relaciones, pues ya hay una intimidad y un ciclo de intercambio. Y pocas cosas pueden ser tan dolorosas como terminar una relación.”

Así, ante anfitriones que a fuerza de los más conmovedores detalles transgreden una y otra vez cualquier distancia formal, para comportarse como seres mucho más cercanos, no queda más remedio que ocupar ese papel de dios-invitado y darse la vuelta en silencio con la certeza de que la rueda que comenzó a girar lo seguirá haciendo, y lo colocará a uno a su debido tiempo en posición de corresponder. Con Fortuna del lado correcto, también en posición de volver.

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ACERCA DE AMBER TOURS Viajar en India ha significado cosas distintas a lo largo del tiempo. Cuando en 1972 Avinash C. Kohli decidió fundar lo que hoy es Amber Tours, junto con Sawai Bhawani Singhji, maharajá de Jaipur, ya era un experto empírico, un “natural”, en el diseño de los más fabulosos viajes a la medida.

Fue Avi el primero que pensó en llevar a los viajeros extranjeros a la feria de camellos de Púshkar y fue él quien improvisó la primera balsa para deslizarse por el río Ganges en el valle de Rishikesh, a petición de unas jóvenes escandinavas que no resistían la tentación de navegar esas prístinas corrientes. Sobra decir que hoy ambas actividades se cuentan entre las favoritas de incontables visitantes de todo el mundo.

Además, Avi, el ocurrente anfitrión de fiestas legendarias que tenía elefantes a la entrada de su casa, fue un riguroso practicante de su más categórico principio: anticiparse a las necesidades, e incluso los caprichos, de sus invitados, aquellos que más adelante serían sus clientes.

Hoy, Shanti Kohli, hija de Avi y una mujer excepcional, lidera la empresa familiar junto con Naveen, su hermano, e Inder Dugal, su esposo.

Shanti creció acostumbrada a las fiestas que improvisaba su padre una noche sí y la otra también, rodeada de todas las amistades duraderas que él cultivó a lo largo de su vida.

Ahora bien, Shanti tiene muy claro que ella es una persona distinta. Así como su padre actuaba convencido de que no tenía que demostrarle nada a nadie, ella está consciente de la responsabilidad que implica heredar la empresa de quien nunca dudó en entregarse hasta el final, y más allá. En otras palabras, mientras que Avi era “el producto”, ella sabe que su misión es hacerse cargo del negocio.

Poco a poco, los servicios de Amber Tours se han adecuado a su propia personalidad y, por supuesto, al modo en que la industria ha cambiado.

Por ejemplo, el transporte: si bien Amber es una de las pocas empresas que aún tienen contratados a sus choferes de planta —al fin y al cabo son uno de los contactos más constantes y entrañables con los clientes—, ahora sus vehículos son de primera, un detalle que quizá para Avi no era lo más importante.

Sin embargo, en lo fundamental, la herencia persiste: para Shanti, lo que define a Amber Tours es su capacidad para tener acceso —a una reunión privada, a la propiedad de un miembro de la familia real, a una charla con un líder espiritual, a una experiencia intramuros, por lo general inaccesible al viajero común—. También la

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ACE R CA D E AM B E R TOU R S

capacidad de mantener sorprendidos a sus clientes y esa disposición a hacerlos más bien amigos duraderos, sin importar que se trate de un aventurero espontáneo o de personalidades como Zubin Mehta, los Beatles, el jeque de Baréin o, por ejemplo, Ian Thomas, dueño de Culpeper Limited, una compañía británica especializada

Exquisite itineraries take months of planning.

This one took 300 years.

en hierbas y especias, fundada en 1927.

Thomas viajó por primera vez a India en 1953 como segundo teniente durante la Guerra de Corea y volvió 20 años más tarde para asistir a una feria de alimentos en el Hotel Taj Mahal, en Mumbái, poco antes de conocer a Avi. Hoy, Thomas es padrino del hijo mayor de Shanti e Inder, uno de los amigos más cercanos de la familia, del mismo modo que el querido “Uncle Joey” —miembro de la familia real de Jaipur— no es un pariente, sino un querido amigo que le legó a Amber Tours el nombre del maravilloso fuerte de esa localidad.

Convertirse en familia es, pues, un privilegio que puede sucederle a cualquiera que se ponga en sus manos.

LO QUE SE DICE DE NOSOTROS Es un privilegio excepcional haber estado asociado con Amber Tours por más de 30 años. La familia Kohli, miembro fundador de api (lo que se convertiría en Virtuoso), es hoy una de nuestras on sites exclusivas y, como tal, ha sido parte integral de mi vida y mi crecimiento profesional. Además, la amistad que une a nuestras familias ha sido un verdadero regalo. Compartir la travesía con estos profesionales consumados ha sido un gran placer. Son la personificación de la habilidad para enriquecer las vidas de sus clientes mediante los viajes, la exploración del mundo y, lo más importante, una auténtica conexión humana.

Matthew Upchurch, CEO Virtuoso, Estados Unidos

“India es un verdadero deleite para los sentidos –desde los impresionantes monumentos y sitios históricos hasta los encuentros culturales y experiencias culinarias más íntimas–. El simple esplendor de lo que puede experimentarse ahí es imposible de describir. Viajar con Amber me permitió vivir una experiencia profundamente satisfactoria y auténtica que no habría podido lograr de otra manera. Tengo un recuerdo de lo más vívido del paseo vespertino en el pueblo de Ajabgarh, donde se encuentra Amanbagh. Los niños locales nos recibieron con sonrisas radiantes, en una bienvenida verdaderamente sincera. En pocas palabras, una experiencia conmovedora.”

18th century, Taj Lake Palace, Udaipur

19th century, Rambagh Palace, Jaipur

19th century, Taj Falaknuma Palace, Hyderabad

Grand traditions commenced by erstwhile maharajas. Splendid courtyards that witnessed royal celebrations. Secret recipes that won over generations of emperors. Each Taj palace is steeped in stories and history. Explore four of them in one incredible escape and live the life of Indian royals.

20th century, Umaid Bhawan Palace, Jodhpur

B Y T H E TA J Authentic Grand Palaces

Albert M. Herrera, SVP de Global Product Partnerships, Virtuoso, Estados Unidos For unforgettable holidays around the world, visit www.tajhotels.com/holidays or call Taj Reservations Worldwide at 1-866-969-1-825 (USA & Canada toll free); 1-800-111-825 or 91 22 6601 1825 (India toll free); 08000381422 (Brazil toll free); 00-800-4-588-1-825 (Other countries) or write to reservations@tajhotels.com 12

ACE R CA D E AM B E R TOU R S

Hace 30 años descubrí Amber y conocí a su fundador, Avi Kohli. Desde entonces, Amber se hace cargo de mis estancias en India. Por supuesto he viajado a Delhi, Jaipur, Agra, Jodhpur y Udaipur. Es lo que hay que hacer, y lo que todo mundo hace; el más fantástico inicio de lo que [P.T.] Barnum llamaría el espectáculo más grandioso de la Tierra. Pero India es mucho más que el Triángulo Dorado: está Calcuta, donde jugué en el segundo campo de golf más antiguo del mundo; las lujosas casas que flotan sobre los relucientes lagos de Cachemira; las lagunas de Kerala, donde vi cómo se trenzaban a mano, con fibras de coco, las gigantescas cuerdas para los transatlánticos; el té de Darjeeling; las botellas de agua caliente en la cama, la sopa Brown Windsor o el Hotel Taj de Bangalore, donde aprendí cómo se dan las propinas en India: adopté sus consejos de inmediato, lo cual me ha dado desde entonces gran placer.

También he cenado con príncipes, he comido dosas con un ministro en el piso de su oficina, he desempeñado el papel de acomodador en una boda india, he viajado toda la noche en trenes en los que la primera clase cuesta lo mismo que un viaje en taxi a casa y, a los 75 años, he recorrido a pie el hermoso Valle de las Flores en los Himalayas. Amber escuchará lo que desees, así que ve tan pronto puedas. Disfruta todo.

Los indios son alegres y hospitalarios. Nunca, en ningún momento, me he sentido inseguro. Mis hijos han venido y también mis nietos. Todo aquel que viaja a India siempre quiere volver, eso es lo que me pasa a mí.

Ian Thomas, OBE, Culpeper Ltd., Reino Unido

¡India! ¡Las sonrisas más hermosas! ¡Una explosión de colores!

Historia, cultura, naturaleza y belleza…

“Buena voluntad” adonde quiera que vayas…

Visitar “lo opuesto” de tu vida puede ser complicado. ¡Confía tu cuerpo y tu alma a Amber Tours y te acompañarán en una experiencia de vida excepcional!

Marina Gouvêa de Souza, Primetour, miembro de Virtuoso, Brasil

Amber Tours organiza las más hermosas experiencias de viajes. He viajado a India muchas veces y lo he hecho siempre con Amber Tours, que ofrece el más alto nivel de excelencia en todo: los hoteles, los choferes, los servicios en el aeropuerto, pero también las visitas a distintos destinos, acompañadas siempre por fantásticos guías expertos. Además he tenido la suerte de buscarlos para que me organicen viajes fuera de India. Sus conexiones y su conocimiento abarcan el mundo entero, y son capaces de organizar casi cualquier cosa, incluidas expediciones a lugares realmente remotos que muy poca gente llega a ver. Recomiendo Amber Tours de todo corazón.

Tara Lynda Guber, filántropa, activista, educadora y autora de Contact Yoga, Estados Unidos

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PERFIL

GITANJALI KASHYAP DISEÑOS QUE SON TRIBUTO AL TRABAJO ARTESANAL Gitanjali Kashyap comenzó a diseñar ropa

No fue fácil, los artesanos no nece-

hacia finales de los años ochenta, antes

sariamente están familiarizados con la

de que existieran escuelas de moda en

idea de una fecha de entrega, un compro-

India. Es más, antes de que hubiese tal

miso para un desfile de modas o un pe-

cosa como una industria de la moda en

dido para las Galeries Lafayette de París.

India (buena parte de las mujeres en este

Pero esta mujer, más que casi cual-

país se sigue vistiendo con sari, una pren-

quiera, reconoce que hay cosas que no se

da de una pieza, sin una sola costura).

pueden acelerar. En el distrito de Kutch

Sin embargo, e insólitamente, en

supo entender al maestro artesano que

aquella época el poliéster estaba des-

se negó a trabajar para ella, porque sim-

plazando las fibras naturales y, con

plemente no le daba tiempo —esto tras

ellas, los tejidos, bordados y teñidos

tres horas de charla y muchas tazas té—.

artesanales, lo que algunos diseñado-

Y supo esperar seis meses para que el

res, como Gitanjali, se dispusieron a

artesano que sí aceptó el reto terminara

impedir.

12 piezas inspiradas en trabajos que ha-

“Las artes y las artesanías tienen

bía visto en el Museo de Textiles de Cali-

que ser patrocinadas”, dice. Explica que

co, en Ahmedabad.

después de la independencia, cuando las

En Delhi se negó a arruinar la tela te-

familias reales perdieron sus privilegios,

ñida con la técnica de diminutos amarres

éstos a su vez les fueron retirados a los

—bandhani— con un cristal de Swarows-

artesanos.

ki, como osó pedirle alguna clienta. “Era

Por suerte, en sus propias palabras,

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algo que simplemente no iba a hacer.”

“los indios son muy indios”. Sus piezas, de

Por fortuna, Gitanjali ya estaba lista

siluetas contemporáneas pero confec-

para retirarse por un tiempo a cuidar de

cionadas con algodón de Bengala, con

sus hijos y hoy tiene clarísimo que el si-

brocados que descubrió en sus recorri-

guiente paso será sin fines de lucro, es

dos por Benarés, o bordados de Guyarat

decir, sin límite de tiempo.

y Cachemira, no sólo gustaron, sino que

Quienes conocieron —y se arrebata-

inspiraron a las nuevas generaciones a

ron— sus diseños rentables podrán imagi-

redescubrir los trabajos textiles del país.

nar las creaciones por venir.

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DELHI La capital de India resulta fascinante por mรกs de un motivo: su alucinante arquitectura, sus mercados, su gente, sus templos, mezquitas y gurdwaras; incluso su caos. Todo funciona de una manera fantรกstica, milagrosa, entre insospechados e inmensos espacios verdes.

DELHI

CHANDNI CHOWK M BAZAR KINARI

KAROL BAGH

FUERTE ROJO

ANTIGUA DELHI

MERCADO DE ESPECIAS MEZQUITA JAMA MASJID DARIYA GANJ

PAHARGANJ M

M

M M

RAJ GHAT

LAXMI NAGAR

M PLAZA CONNAUGHT M

EL DELHI DE AMBER TOURS

TEMPLO GURDWARA BANGLA SAHIB

OCHO EXPERIENCIAS INOLVIDABLES

M

LUTYENS COCKTAIL HOUSE

No hay dos viajes iguales a Delhi. En esta capital de casi 10 millones de habitantes, todo es una experiencia única: desde alojarse en una suite trazada por los mejores arquitectos y diseñadores contemporáneos —y acondicionada con la cuidadosa manufactura que es característica de India— hasta perderse por horas en uno de sus numerosos espacios verdes, entre imponentes banianos, olmos, pericos y aves de presa; visitar Agrasen ki Baoli, un viejo pozo que hoy hace las veces de plaza pública, o recorrer Chandni Chowk, el antiguo mercado, en un triciclo que, de milagro, logra avanzar entre lo que parece un muro de gente, mercancías, vacas y animales de carga.

Por eso es un privilegio ponerse en manos de Amber Tours, expertos en el diseño de itinerarios a la medida de la propia curiosidad, con las visitas, los guías y, sobre todo, los anfitriones más atinados.

En eso radica lo extraordinario: la posibilidad de conocer la ciudad que vive detrás de los muros.

Aquí presentamos algunas de las experiencias infalibles.

NUEVA DELHI M

AH2

PUERTA DE INDIA

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CASA BIRLA KHAN MARKET M CHANAKYAPURI

LUTYENS BUNGALOW

DELHI GOLF CLUB

PARQUE ZOOLÓGICO NACIONAL

JARDÍN LODI

SARAI KALE KHAN

TUMBA DE HUMAYUN

M AEROPUERTO DE SAFDARJUNG M

SAROJINI NAGAR

AH1 LAJPAT NAGAR

2 TEMPLO DEL LOTO

HAUZ KHAS M GREATER KAILASH

CHITTARANJAN

MALVIYA NAGAR MEZQUITA DE QUWWAT-UL-ISLAM

M SAKET

MINARETE DE QUTB 20

21

DELHI

Agrasen ki Baoli

LA VIEJA DELHI DESDE LAS ALTURAS Las imágenes, los olores y los sonidos que acompañan al visitante cuando se deja llevar de la mano a lo alto de un haveli, o casa tradicional del siglo

xix

de la ciudad

AD

vieja, son indelebles. Y es que, en India, hablar de lo antiguo puede (y suele) referirse a lo que pasaba en tiempos del Majabhárata , hace más de 2,500 años, cuando esta ciudad se llamaba Indraprastha.

En todo caso, en las inmediaciones de Chandni Chowk (la “plaza iluminada por la luz de la luna”, como se le conoce por los canales que alguna vez surcaron su superficie), el paso de sultanes, emperadores mogoles y maharajás hindúes se siente (y se vive) en la concentración de comerciantes de frutos secos, telas, joyas, saris y todo lo imaginable: el mercado de especias de aquí es el más grande de Asia, y el Kinari Bazaar es el lugar donde se encuentran todas las chucherías necesarias para las bodas, una industria de más de 20,000 millones de dólares al año.

Estos mercaderes y sus compradores se desplazan a la sombra de los minaretes de la mezquita Jama Masjid, desde donde el muecín llama a la oración, en un espacio sonoro que comparte con los cantos que provienen de un templo sij, o gurdwara , y con la presencia, a lo lejos, de los muros del Fuerte Rojo, construido en el siglo xvii por Shah Jahan, el emperador mogol que mandara erigir el Taj Mahal.

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DELHI

The Lodhi Hotel

La tumba de Humayun

EL DELHI DE LUTYENS

LA TUMBA DE HUMAYUN

La mejor forma de asimilar la intensidad de la ciudad vieja es contrastarla con la

Es posible que el Taj Mahal sea el más famoso de los mausoleos, y este monumento,

urbanización conocida como “el Delhi de Lutyens”. En 1911, el gobierno británico

recientemente restaurado hasta el más mínimo detalle, fue su inspiración: la tumba

decidió trasladar la capital de Calcuta a Nueva Delhi, cuyos planos trazaría Edwin

de Humayun, el segundo emperador de los mogoles. Su viuda, a mediados del siglo

Lutyens, según los ideales de la arquitectura india y occidental: amplias avenidas,

xvi ,

monumentales edificios cívicos, cuerpos de agua y cuidados jardines. Otro (hermo-

india, rodeada siempre de un jardín de trazo geométrico, con cuerpos de agua y ár-

so, armónico) mundo.

boles plantados según los preceptos del Corán; su sombra resguarda los besos fur-

construyó este mausoleo cuya arquitectura tiene influencias islámica, persa e

tivos de las parejas rebeldes hasta el día de hoy.

BIRLA HOUSE En India, el legado y el espíritu de Mahatma Gandhi —cuya efigie figura en los billetes

QUTAB MINAR (O MINARETE DE QUTB)

de rupias de todas las denominaciones— no necesita un lugar de culto: las enseñan-

Es raro desplazarse únicamente para admirar un minarete. Pero más raro aún que

zas de “Gandhiji” parecen vivir en la conciencia y el actuar de toda la población. Sin

siga en pie este hermoso monumento de piedra arenisca roja de 72 metros de al-

embargo, vale la pena visitar este pequeño museo donde el activista —abogado, sa-

tura, una de las primeras estructuras islámicas erigidas en la ciudad, en el siglo xiii,

bio, asceta— pasó sus últimos días y, de hecho, fue asesinado. En sus salas se con-

cuando iniciaron las incursiones musulmanas al territorio que hoy es India. En la zona

servan además interesantes documentos que permiten conocer su vida y su entorno.

arqueológica hay también varias tumbas, así como la mezquita de Quwwat-ul-Islam, la más antigua del norte de India, erigida a partir de restos de templos brahmánicos.

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27

DELHI

LOS SARIS DE LA FAMILIA REAL La elegancia de las mujeres en el nortoeste de India conmueve: no hay una sola que no se presente diario con las pulseras, los anillos y los aretes que corresponden a su lugar en la familia y la sociedad. Sobre todo, no hay una que no sepa envolverse en un sari que la convierta en princesa. Las herederas de la familia real de Rampur reviven los bordados y trabajos textiles de las antiguas generaciones o diseñan otros completamente nuevos, para agasajo de las damas de Delhi, Mumbái, Londres —y algunas otras que tienen la fortuna de enterarse—, a quienes reciben en la sala de su espléndida casa.

YOGA, GOLF O CLASES DE BAILE ESTILO BOLLYWOOD Los anfitriones de Amber Tours saben que viajar es mucho más que ver monumentos. Por ello no es de extrañarse que abran las puertas de su casa, su club o su círculo de expertos para ofrecer experiencias de la cotidianidad urbana, como una partida de golf, una sesión de yoga o una divertidísima clase para aprender a bailar como las estrellas de Bollywood, la tremenda industria cinematográfica de Mumbái.

Almuerzo improvisado en casa de la antigua familia real de Rampur

UN FESTÍN PRIVADO Sobra decir que en Delhi abundan los restaurantes extraordinarios. Sin embargo, los festines que realmente se quedan en la memoria son aquellos que suelen ofrecer en su hogar anfitriones ávidos de intercambiar experiencias con los viajeros que visitan la ciudad, ya sea que se planeen con antelación o que resulten de un gesto de hospitalidad espontánea.

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PERFIL

SUMEET NAIR COLECCIONISTA COMPULSIVO DE SABORES “Hemos perdido mucho, no tengo rece-

casa —y su cocina— en el sur de Delhi a

tas ni siquiera de lo que comía de chico”,

amigos y amigos de amigos; una lista de

dice Sumeet Nair, y evoca de inmedia-

afortunados que incluye a los clientes

to el curry de carne con arroz al estilo

de Amber Tours.

de Punyab que preparaba su padre. “Por

Ahí, Sumeet y su mujer Gitanjali tie-

eso hice este libro”, explica en referen-

nen una granja orgánica desde 1998,

cia a The Bangala Table: Flavors and

mucho antes de que se reconociera la

Recipes from Chettinad, un proyecto en

importancia de este tipo de agricultura.

el que se embarcó por tres años con el

Para hacer el libro se montó una co-

único objetivo de registrar la cocina de la

cina afuera de la cocina, donde tuvo que

región de Chettinad, en el estado sureño

pedirle a los chefs que repitiesen las re-

de Tamil Nadu.

cetas una y otra vez: para estos cocineros,

Todo empezó porque en unas vaca-

que llevan décadas preparando platillos

ciones decidió cambiar el viaje de siem-

como el curry de piña o el pollo Chettinad,

pre a Goa por esta zona, y en particular

la memoria está en las manos (no en ta-

por el hotel The Bangala, propiedad de

zas ni cucharadas, ni mucho menos en

la familia M.S.M.M. Pues bien, cuando le

básculas) y había que interrumpirlos para

sirvieron la primera comida, un banquete

registrar lo que estaban haciendo.

sobre hojas de plátano, quedó prendado.

Hoy, el libro no es sólo un documen-

La contraposición de sabores y texturas

to invaluable, sino uno de aquellos re-

—crujiente y suave, seco y húmedo, pi-

cetarios que hay que mirar tanto dentro

cante y delicado— no se parecía a nada

como fuera de la cocina.

que hubiese probado antes.

“¿Otro libro? No será antes de tres

Y eso que, a pesar de que estudió

o cuatro años. Me dedico sólo a aquello

Economía y se ha desarrollado profesio-

que me nace hacer, evito recorrer cami-

nalmente en la industria de la moda, Su-

nos andados”, dice Sumeet, quien ahora

meet es un apasionado de la cocina que

trabaja en el lanzamiento de una marca

se define a sí mismo como comprador

de moda. Eso sí, ya está ideando (tam-

compulsivo de libros de cocina y espe-

bién) una línea de utensilios de cocina

cias, que prepara comida para su familia

tradicionales, de materiales como piedra,

de tres a cuatro veces por semana y que

cobre, barro y aluminio, en otro esfuerzo

está dispuesto a abrir las puertas de su

por rescatar las tradiciones perdidas.

31

AGRA Y RAJASTÁN La tradición, la belleza y la hospitalidad son ideas que vienen a la mente en cualquier travesía por esta región del país; sus gobernantes se han consagrado a la conservación de algunas de las maravillas arquitectónicas más hermosas de India, y del mundo.

AGRA, RAJASTÁN

JAMALPUR

ROHTAK

BHIWANI

DELHI

NUEVA DELHI HARYANA SARDARSHAHAR

GURGAON

UTTAR PRADESH

JHUNJHUNU BIKANER

NEEMRANA

HATHRAS

SIKAR

RAJASTÁN

NAGAUR

AMANBAGH

KUCHAMAN

UNA OPORTUNIDAD PARA VIVIR COMO PRÍNCIPE

PARQUE NACIONAL DE SARISKA

JAIPUR

El amanecer en las llanuras de Mewar [Udaipur] es un asunto particularmente brutal.

FUERTE DE BHANGARH CHAND BAORI

AGRA FATEHPUR SIKRI

DAUSA

PUSHKAR AJMER

rudyard kipling , letters of marque

JODHPUR

GWALIOR

Un refrán rajastaní dice que, con cada milla, el sabor y la profundidad del

SAWAIMADHOPUR RAJASTÁN

agua cambian, y que, cada cuatro, son los dialectos los que se transforman.

SANTUARIO DE VIDA SILVESTRE PALPUR-KUNO

El legado de las castas de guerreros hindúes rajput y maratha, así como de sijes, persas y musulmanes, en efecto ha hecho de estas tierras, atravesadas en diagonal por la cordillera Aravalli, una de las regiones de-

TEMPLO DE RANAKPUR

KOTA

sérticas más pobladas y ricas del mundo.

La constitución de 1950 abolió oficialmente la monarquía en el territorio indio. Sin embargo, el respeto que sigue profesándose a maharajás,

UDAIPUR

maharaníes y sus herederos tiene que ver con la devoción y el compromiso de éstos por preservar la cultura de sus respectivos estados.

Buena parte de los característicos fuertes de esta zona, profusamente decorados con pinturas, vitrales, espejos, piedras semipreciosas y un descomunal trabajo arquitectónico, hoy abre sus puertas al viajero, al igual BHOPAL

que muchos de los jardines y palacios, incluidas las residencias privadas.

Mantenerlos es, como lo fue erigirlos en su momento, una forma de conservar vivas las tradiciones arquitectónicas y artísticas de las distintas po-

AHMEDABAD

GUYARAT

blaciones de Rajastán.

INDORE

Entre esas tradiciones está la hospitalidad, la cual puede tomar la forma de una conversación, una sonrisa, una guirnalda de flores, una charo-

PARQUE NACIONAL DE SATPURA

VADODARA

la rebosante de manjares celestiales, un paseo o un regalo inesperado.

Al hospedarse en un palacio, atendido aún por el personal de la familia, los detalles se convierten en presencias reales. E inolvidables.

SANTUARIO DE VIDA SILVESTRE YAWAL MAJARASTRA

34

SURAT

MADHYA PRADESH

35

U N A O P O R T U N I D A D PA R A V I V I R C O M O P R Í N C I P E

Agra El Taj Mahal se erige sobre las riberas del río como una lágrima solitaria suspendida en la mejilla del tiempo. rabindranath tagore

El Taj Mahal es infalible. E inefable. De lejos, la simetría hechizante; de cerca, la constatación de que esta joya de mármol traslúcido, erigida como mausoleo por el emperador mogol Shah Jahan entre 1632 y 1653 en honor de su esposa Mumtaz Mahal, está a su vez incrustada de piedras preciosas.

La visita por el lado del charbagh , aquel “jardín paraíso” de origen persa dividido y subdividido en cuatro partes y dotado de cuerpos de agua, tiene que compartirse por fuerza con miles de personas, que lo visitan como se visita a una gran dama, y también con macacos irreverentes. Sin embargo, del otro lado del río Yamuna, el edificio luce casi igual de esplendoroso. Y nada se equipara con despertarse y ver el Taj Mahal desde uno de los balcones del Oberoi Amarvilas, que parecen rendirle homenaje.

Agra fue la capital del imperio mogol antes que Delhi y hoy es una agitada ciudad de más de un millón de habitantes. Sin embargo, este epítome de los estilos arquitectónicos islámico, persa,

EL TAJ MAHAL EXPANDE LA IMAGINACIÓN: ¿CÓMO UN EDIFICIO TAN HERMOSO PUEDE SER OBRA DEL HOMBRE?

turco e indio concentra casi todos los motivos para desplazarse hasta aquí.

Otras dos visitas son a la cercana ciudad abandonada de Fatehpur Sikri, construida por el emperador mogol Akbar en 1571, en el sitio donde el santo sufí Sheikh Salim Chishti profetizó que nacería su hijo Jahangir y donde intentara unificar las religiones musulmana, cristiana e hindú en una utópica “religión de Dios” —de la que

resultó el único miembro—, y a Chand Baori, un palacio de recreo construido en torno a un pozo entre los siglos

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y

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de nuestra era. El increíble patrón que

forman las escaleras en zigzag y las esculturas de deidades halladas en la localidad permiten imaginar el sitio en su apogeo, como lugar de reunión para escapar del intenso calor del desierto.

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Por su parte, las suites y los pabellones, espaciosos y armónicos, cuentan con terrazas privadas; el spa es uno de esos regalos perfectos que uno debe hacerse de vez en cuando, y la cocina es una experiencia en verdad extraordinaria, surtida diariamente por el huerto orgánico del lugar. Por cierto, la cena puede convertirse, con un guiño, en un viaje a otros tiempos, una especie de pícnic divino, entre cojines de seda, decenas de velas, música en vivo y manjares aromatizados con rosa, hinojo, canela o cardamomo.

Si se trata de adentrarse en la experiencia de la vida rural en esta región de Rajastán, las opciones son muchas: una caminata para conocer la rutina de los campesinos, así como la flora y la fauna de la región; un paseo en camello o en

jeep para ser testigo de aquel momento de la tarde en que los aldeanos traen las vacas de regreso a casa, una visita a la ceremonia de Aarti en el cercano templo hindú de Barakambhi, o —la más especial de todas— una visita al fuerte de Bhangarh, abandonado casi tan pronto como fue construido, un escenario sin paHotel Amanbagh

rangón para una sesión inolvidable de yoga o meditación.

ESCAPADA EN BUSCA DEL TIGRE

Amanbagh

Durante el invierno, Amanbagh puede servir como preámbulo al otro gran resort —¿Cuáles son los principios básicos para determinar la ubicación ideal de un Aman?

—Las palabras “ambiente prístino”, “cultura abierta”, “clima amable” (al menos una buena parte del año), y una accesibilidad razonable son elementos que me vienen a la mente. adrian zecha , fundador de aman resorts

Hay un destino en este recorrido por India que nada tiene que ver con los demás.

Y, a la vez, sólo podría encontrarse en este rincón del país. Más precisamente, en lo más remoto, rural y entrañable del estado de Rajastán, a los pies de la cordillera Aravalli.

Amanbagh, una de las propiedades de Aman Resorts, aquella cadena hotelera tan especial que ha creado huestes de millonarios amanjunkies , recibe a los huéspedes con una ceremonia de canto, guirnaldas de flores y bendiciones que les recuerdan que, en India, los invitados son dioses.

de Aman en la región: Aman-i-Khás: 10 tiendas de lujo atendidas por sendos mayordomos que son, simplemente, el umbral más elegante y mimado para descubrir el parque nacional de Ranthambore, con un romántico fuerte sobre la colina, una prometedora densidad de tigres y noches imposiblemente estrelladas, que transcurren casi siempre al calor de la fogata.

Jaipur Desde el momento en que entré al Palacio de Jaipur quedé fascinada [...] Al igual que la ciudad a su alrededor, el palacio se construyó en la primera mitad del siglo xviii , según el distintivo estilo arquitectónico de los Rajput, con elegantes arcos ondulantes sobre espigadas columnas y mamparas de mármol labrado en forma de celosía, además de galerías y delicadas pinturas murales.

El lugar entero daba una sensación de ensueño, mientras que cada patio, con sus habitaciones circundantes, producía una nueva sorpresa. gayatri devi , bury my heart at rambagh

Si el objetivo de esta visita es desconectarse, todo está diseñado para ello, empezando por la arquitectura del sitio. Al caer la noche, el agua refleja la armo-

Las sorpresas que atestiguó la princesa Gayatri Devi en su primer recorrido por el

nía de los edificios de arenisca, que fueron erigidos según el estilo mogol, en el

Palacio de Jaipur siguen aguardando a los viajeros hasta el día de hoy; una exqui-

interior del complejo amurallado que alguna vez sirviese de coto de caza al ma-

sita muestra de las artes decorativas de esta tierra: pinturas, trabajos textiles, espe-

harajá de Alwar.

jos, tapetes, esmaltes dorados. Todo en una inverosímil armonía.

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Tanto el palacio como la ciudad a su alrededor son obra del maharajá Sawai Jai Singh II, quien en el siglo xviii introdujo una mezcla de estilos arquitectónicos mogoles y rajastaníes; además mandó hacer cinco impresionantes observatorios astronómicos y calles amplias y rectas como nunca se habían trazado en India.

El monarca había decidido abandonar la ciudad de Amber, a unos 10 kilómetros de ahí. Sin embargo, hoy el fuerte de aquella ciudad es otro testimonio del poderío —y del gusto— de esta dinastía de guerreros. “Cualquier descripción del aspecto artístico del palacio, si no imposible, sería al menos tediosa”, escribió Rudyard Kipling tras su viaje a Amber a finales del siglo xix: “Si lo que se buscaba era belleza, había suficiente como para derrochar en el palacio; y de una fuerza más que suficiente.

Con incrustaciones de mármol labrado, con espejos y colorido...”. Por cierto, como lo hizo el escritor, la recomendación es su-

EN RAJASTÁN, LA SINGULAR ARQUITECTURA ES CASI TAN IMPRESIONANTE COMO LA AMABILIDAD DE LA GENTE.

bir la colina donde se encuentra el fuerte a lomo de elefante.

Hay otro recinto de similar opulencia y capacidad para sorprender, pero que le ofrece algo más al viajero: Rambagh es el primer palacio que la realeza decidió acondicionar como hotel. En esta propiedad, operada por Taj Hotels, cuando se habla de la “Maharani Suite” es porque se trata de aquella que se arregló para la princesa Gayatri Devi en 1940. Y la

historia se siente en los 79 cuartos y más de 19 hectáreas de jardines del antiguo

lodge de caza, en el que el comedor, por citar un ejemplo, cubierto de un muro a otro con un tapete de una sola pieza, aún brilla con los portaplatos bañados en oro y está adornado con esculturas italianas, talladas por prisioneros de guerra de esa nación.

EL IRRESISTIBLE BAZAR Una vez que la vista deja de embelesarse para empezar a mirar, es hora de meterse entre los muros pintados de rosa de la ciudad antigua, a perderse entre aquellos elegantes hombres de bigote y turbante o las damas envueltas en coloridos trajes.

Es decir, es hora de sucumbir al placer de comprar, una de las vías más directas de apropiarse —literalmente— de un lugar.

Y dado que esta ciudad fue, desde su fundación, un centro de comercio de piedras preciosas, la tradición obliga a visitar joyerías como Gem Palace, un taller en funciones desde 1852. Sus cerca de ocho generaciones de artesanos se han

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La ciudad azul de Jodhpur

Jodhpur

La hospitalidad de Rambagh Palace

Un joven serio, abocado, ante todo, a su estado, donde ha instituido reformas financieras, administrativas y militares; y después, al deporte.

Aficionado a la caza de cerdos salvajes, es capaz de utilizar un avión para que lo deje en medio del desierto, si sabe que hay cerdos ahí. rosita forbes , india of the princes

especializado en los diamantes y otras piedras preciosas, montados con diseños

Así describe, en los años treinta del siglo pasado, la viajera británica a Umaid Singh, el

importados lo mismo de la Rusia zarista que de la Inglaterra victoriana. Al hablar con

maharajá que en efecto piloteaba sus propios aviones, lo mismo para conocer de cerca

estos artesanos y comerciantes expertos, el viajero se entera de que la mejor forma

cada uno de los rincones de su principado que para salir de cacería. El joven mandatario

de distinguir las esmeraldas de Zambia de las de Colombia es que “sólo estas últi-

mandó construir hospitales, escuelas y también el monumental palacio que hoy lleva su

mas brillan como las plumas de pavorreal”.

nombre, sobre la colina de Chittar, que domina la ciudad azul de Jodhpur.

Otras importantes tradiciones artesanales son la cerámica y los trabajos tex-

El edificio, con un estilo art déco característicamente indio —la sobriedad de la are-

tiles, en especial las sedas y los algodones, estampados con pigmentos naturales

nisca amarilla tallada con motivos geométricos convive con leopardos disecados e in-

mediante bloques de madera. Visitar talleres como los de Paliwal Carpets & Textiles

mensos óleos de la familia real—, fue construido por miles de hombres de 1929 a 1944.

o los de Channi Exports es una de las actividades ineludibles en Jaipur.

Sin embargo, estas faraónicas ambiciones tenían como motivación aliviar la hambruna

Pero además este trabajo puede gozarse deliciosamente al hospedarse en Oberoi Rajvilas, una propiedad que reúne, con un gusto exquisito, lo mejor de las

causada por tres años de sequía y legarle a la población conocimientos artesanales y arquitectónicos que pudiesen servirles más adelante.

tradiciones artesanales vivas de Jaipur, al igual que Sujan Rajmahal, otro homenaje

Y en efecto, al recorrer las calles y havelis de la entrañable ciudad, una especie de

contemporáneo, auspiciado por la familia real, a las habilidades centenarias de este

rompecabezas tridimensional de azules tenues, el viajero puede sentir la vitalidad de sus

pueblo orgullosamente esteta y hospitalario.

comerciantes y artesanos.

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De hecho, el palacio —diseñado por el arquitecto Henry V. Lanchester (autor del Central Hall de Westminster)— no se mantiene unido con cemento, sino que cada uno de los bloques, transportados en su momento por medio millón de viajes en burro, fue labrado para ensamblarse con los demás. Los interiores son obra del arquitecto polaco Stefan Norblin, después de que el barco que trasportaba los muebles originales de la tienda Maples, en Londres, fuese hundido por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.

Umaid Bhawan fue en su momento la residencia privada más grande del mundo y uno de los últimos palacios que se construyeron antes de la independencia. Y si bien abrió sus puertas como hotel en 1978, no dejó de ser a la vez residencia de una familia real cuya extravagante y temeraria generosidad se hace patente a todo aquel que se siente en sus elevadores forrados de madera para llegar a su habitación, baje a nadar a media luz a la Piscina del Zodiaco o entre a tomar un trago al Trophy Bar. La explicación de dicho gesto es que, inspirado en la reconstrucción de Europa después de la guerra, el maharajá Gaj Singh II, nieto de Umaid, se propuso idear la mejor manera de mantener vivo el patrimonio por medio del turismo. De ahí que fundara el Festival Internacional de Música Folk de Rajastán (riff), en el fuerte de Mehrangarh.

Esta fortificación se admira desde cualquier punto de Jodhpur. En su interior, los muros y techos tienen incrustados oro, espejos y conchas marinas, y el recinto está decorado con vitrales, pinturas y celosías que más parecen de encaje que de piedra. El lugar, además, se utiliza para exposiciones de arte contemporáneo y para albergar experiencias únicas: un recorrido en compañía del curador, quien puede mostrar objetos que no se exhiben al público en general; una caminata al amanecer; un pícnic en los jardines secretos, o, para los más jóvenes (o aventureros), un panorámico vuelo en tirolesa desde el fuerte. Por su parte, la tienda del museo es mucho más que eso: un

Interior del templo jaina de Ranakpur

escaparate de joyas, ropa, tapetes, música y libros, lo mismo tradicionales que de creadores contemporáneos.

Así entonces, la nueva generación ha heredado mucho de aquellos osados ances-

TEMPLO DE RANAKPUR

tros. Nikhilendra Singh ha acondicionado un espectacular hotel boutique literalmente a

La armonía del templo jaina de Ranakpur es de las que no cabe imaginar como obra

la sombra del palacio de Mehrangarh. Y la princesa Shivranjani Rajye pasa buena parte

del ser humano. Mucho menos si se toma en cuenta que las flores, las deidades, los

de su tiempo en la organización de eventos como el Festival de Música Sufí, con sede en

elefantes y los demonios que lo adornan —así como sus respectivos turbantes, joyas

el fuerte de Mehrangarh, pero también en Nagaur, camino a Jaisalmer. Es más, en esta

y atributos— fueron labrados en mármol en el siglo

xv.

Con sus centenares de co-

dinastía de pilotos, cazadores, melómanos y jugadores de polo no hay nada más sinto-

lumnas, shikharas y domos, éste es otro de esos edificios de Rajastán dignos de la

mático que, para celebrar el nacimiento de la princesa Vaara, el mismo Gaj Singh II haya

peregrinación de cualquiera, no sólo de los miembros de este culto de más de 2,500

recurrido de nuevo a Londres, a la perfumería Penhaligon’s, para que lanzara una fragan-

años que promueve valores como la no violencia, el desapego material y la castidad.

cia con su nombre; el talante de la familia destilado en rosas, magnolia india, fresia, iris,

Además, como se encuentra en el camino entre Jodhpur y Udaipur, al pie de la cor-

miel y maderas preciosas.

dillera Aravalli, la visita es un agasajo ineludible.

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U N A O P O R T U N I D A D PA R A V I V I R C O M O P R Í N C I P E

Vista de Udaipur

Udaipur Él [el inglés] atravesó jardines abiertos, con estanques y pabellones, muy frescos y apacibles, hasta que dio de repente con el lago Pichola y se olvidó por completo del palacio. Encontró una lámina de agua azul acero, entre colinas moradas y grises, contenida de un lado por muelles de mármol, los atractivos muros blancos del palacio, y aquéllos grises, avejentados, de la ciudad; y, por el otro, se desvanecía en un agua blanca, poco profunda, entre el suave verde de las algas, los pantanos y los tupidos pastizales, hasta llegar a tierra. rudyard kipling , letters of marque

Lake Palace

En 1888, cuando trabajaba para el diario Pioneer de Allahabad, al escritor Rudyard

El edificio flotante, etéreo como pocos, fue construido entre 1743 y 1746 por el

Kipling le asignaron la tarea de recorrer, durante más de un mes, la antigua región

maharajá Jagat Singh II, famoso mecenas de las artes, como residencia de verano

de Rajputana, un territorio un tanto más extenso que el actual estado de Rajastán.

de la familia, parte de la dinastía Mewar, que reinó aquí por más de 500 años y que

Al llegar a las puertas de Udaipur no pudo sino reconocer que el espectáculo de la

se dice heredera, precisamente, del dios sol.

ciudad bien había valido el trayecto, tras una noche incluso peligrosa, en la que se vio obligado a dormir sobre pilas de revólveres.

En todo caso, cuando uno cree que su capacidad de asombro ha llegado a tope, a fuerza de admirar pisos de mármol, frescos y baños en tinas perfumadas con

Y es que la ciudad de Udaipur despierta bajo la luz de Suria —el dios sol con

aromas celestiales, entonces es posible que una suerte de hechizo lo transporte al

rostro y bigotes— para desplegar una belleza que no es para nada de este mundo.

barco real Gangaur, de 150 años, para vivir una alucinación en la cual la ciudad —lo

Esto, sobre todo para aquellos que tienen la fortuna de admirarla desde los arcos

mismo los havelis o casas ancestrales que los palacios— se ilumina sólo para uno, y

del Lake Palace, propiedad de la familia real, que hoy abre sus puertas al viajero

lo distrae de los manjares que se cocinan a bordo, bajo la luz de las velas.

como uno de los hoteles más admirados y románticos del mundo, operado por la cadena Taj Hotels.

El sueño no se termina al desembarcar. Resta visitar el Palacio del Monzón, el de Jag Mandir, en otra isla del lago, y el City Palace, a la orilla del Pichola.

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U N A O P O R T U N I D A D PA R A V I V I R C O M O P R Í N C I P E

del escritor. De hecho, los palacios de Udaipur son furiosamente socorridos para bodas y lunas de miel; además, la ciudad fue sede lo mismo de una película de James Bond, Octopussy, que de la descomunal representación teatral Jag

Mandir, que filmó el alemán Werner Herzog en 1991, a cargo del dramaturgo austriaco André Heller, quien puso a prueba a más de 10,000 actores, contorsionistas, músicos, vestuaristas, bailarines (y camellos y elefantes), de los cuales al final figuraron “sólo” 2,000. ¿Cuál fue la motivación del honorable maharajá Arvind Singh Mewar para auspiciar tan fantástico espectáculo? Revitalizar el interés por todas las aristas de la cultura del lugar.

Lake Palace

Erigido por maharanas (guerreros) en mármol y granito a lo largo de distintos periodos históricos, sus templos, habitaciones, patios y jardines reúnen todos aquellos detalles que componen nuestras fantasías acerca del opulento modo de vida de la realeza en India. Admirar sus pinturas, esculturas, arcos y vistas al lago es un placer que puede durar varias horas.

El centro histórico es otro despliegue típicamente rajastaní de colores y aromas. Y en la ciudad medieval, detrás de algunos de los muros, pintores de la casta de los brahmanes mueven imperceptiblemente sus pinceles de pelo de cola de ardilla para recrear escenas de las divinidades hindúes con un detalle que, explican, sólo puede venir de la bendición divina. A esos detalles, con colores que se extraen de la hoja de mango, el añil o la cúrcuma, es a lo que llaman pintura de miniatura, la cual adorna muchos de los muros de los palacios y ahora también las moradas de los visitantes de todo el mundo, ya que la tradición se mantiene en gran medida gracias a las ventas por parte de las cooperativas.

Irónicamente, Kipling, en su papel de cronista de viajes, celebró que no hubiese un “caballo de hierro” (tren) que atravesara las verdes colinas que llegan

AD

hasta Udaipur, pues de lo contrario los turistas “habrían rayado sus nombres en el templo de Garuda” (templo de Jagdish) y lanzado “risotadas de caballo” sobre el lago.

Cosas del estilo y otras mucho más escandalosas han sucedido en los más de 100 años —y excelentes carreteras— que nos separan del manuscrito

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PERFIL

U N A O P O R T U N I D A D PA R A V I V I R C O M O P R Í N C I P E

ANITA LAL CARAVANAS CONTEMPORÁNEAS EN BUSCA DE DISEÑOS MILENARIOS Anita Lal es la creadora de Good Earth, una

cojines de esta colección, adornados con

de las marcas de diseño más fabulosas de

caléndulas.

India. Sin embargo, su mejor diseño no está

La estética de los mogoles también

plasmado en una taza, una colcha, un cojín.

figura de manera prominente en los dise-

El máximo acierto de esta mujer es el modo

ños de Good Earth, ya sean los jardines, los

de trabajar que ha ideado para sí misma y

patrones geométricos o incluso la efigie de

para el equipo de colaboradores del que se

Dara Shikoh, el último príncipe mogol, quien

ha rodeado en los últimos 20 años.

tenía un enfoque inclusivo, sincrético, pero

“Yo decía que la firma se basaba en los

que fue asesinado por su hermano antes

lugares, pero ahora que lo pienso, está más

de llegar a ser emperador.

bien cimentada en los viajes.”

Anita ha tenido que defenderse por

Cada año, Anita elige como tema una

haber usado elementos de “los invasores”,

región distinta. Luego, se desplaza hacia

“los asesinos”, pero tiene muy clara su pos-

allá con su equipo de 20 o 25 diseñado-

tura de mirar la historia sin dar un juicio, re-

res y, de los hallazgos e historias que vi-

conociendo el legado de todos los pueblos.

ven juntos, nacen los diseños que lanza

“Gengis Kan, Alejandro Magno, tenían una

cada otoño, el primer día de Navratri, la

visión; por supuesto mataron gente, pero

fecha de inicio de las festividades, “el co-

todos los hombres lo hacían”. Y añade:

mienzo de todas las cosas buenas”. Así ha

“¡Gengis Kan era un tipo realmente inspira-

lanzado las líneas de Cachemira, Océano

do, dijo tantas cosas interesantes!”.

Índico o Samarcanda, por citar apenas al-

El diario de viajes a Samarcanda em-

gunos ejemplos.

pieza con una cita de Gengis Kan, que dice:

En 2015 fue el turno de Benarés, un

“Si tienes miedo, no lo hagas; si lo estás ha-

sitio que tiene una tradición textil literal-

ciendo, ¡no tengas miedo!”.

mente milenaria, cuyos tejedores aparecen

Y lo que está haciendo Anita es la si-

incluso en el Rigveda.

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guiente línea de Good Earth, Chinoiserie,

“Uno de los colores que no solemos

una aventura que la volvió a llevar con uno

percibir es el del río [Ganges] en el cre-

de los personajes que más la inspiran, el

púsculo —evoca Anita—. El azul profundo,

buda, autor de la frase que cita (practica)

índigo, se torna morado cuando le pegan,

de memoria: “Si haces las cosas con pu-

oblicuos, los rayos del sol.” Pues bien, ese

reza de corazón, la felicidad te sigue como

morado es el que se reproduce en los

una sombra que nunca se va”.

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AMRITSAR, CACHEMIRA, DHARAMSALA Gurdwaras, mezquitas, santuarios sufíes, templos hindúes, monasterios tibetanos: el siguiente itinerario es una travesía inolvidable hacia la profunda —y muy diversa— religiosidad de India.

DESTINOS RELIGIOSOS GENERAL

DRAS

SONAMARG

BARAMULLA

GULMARG

MONTE KOLAHOI

PARQUE NACIONAL DE DACHIGAM

SRINAGAR

ARU

PAHALGAM

ANANTNAG

SHOPIAN

LAS ESPIRITUALIDADES DEL NOROESTE DE INDIA

PARQUE NACIONAL DE KISHTWAR

Cuando admiro las maravillas de un atardecer o la belleza de la luna, mi alma se expande en la adoración del creador.

BANIHAL

mahatma gandhi

RAJOURI KISHTWAR

Para los hindúes, quien muere en Benarés, la más sagrada de sus ciudades, en la ribera norte del Ganges, tiene garantizada la salvación. Por eso

DODA

las imágenes más conocidas del río lo muestran como escenario de ablu-

PATNITOP

ciones y cremaciones rituales, un espectáculo que cualquier viajero inteKATRA

resado en las religiones tiene que ver alguna vez en la vida.

UDHAMPUR

Sin embargo, un recorrido como el que proponemos por el noroeste del país deja muy claro que lo sagrado está presente en todo el territorio; el pueblo indio es ante todo profundamente religioso, sensible a todo tipo

JAMMU

BANI

de devoción espiritual.

Los estados de Punyab, Jammu y Cachemira e Himachal Pradesh es-

VIJAYPUR

DALHOUSIE

tán poblados de recintos sagrados, principalmente para los hindúes, sijes, musulmanes y budistas.

Pero son sus puntos de encuentro —familias de todas las religiones

PATHANKOT

que comen entre los peregrinos sijes del Templo Dorado de Amritsar, ni-

DHARAMSALA MONASTERIO DE GYUTO

ñas musulmanas elegantemente ataviadas para festejar el Eid, que juegan

KANGRA

en los vestigios del templo hinduista del dios sol en Cachemira, o monjas

PALAMPUR

GURDASPUR

tibetanas que abren las puertas de su monasterio a cualquier aprendiz de la filosofía budista en Dharamsala— los que hacen tan especial la región.

BATALA

DASUYA

AMRITSAR LAHORE

HOSHIARPUR UNA NANGAL

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AMRITSAR, PUNYAB El mundo es un drama, puesto en escena en el interior de un sueño. gurú nanak , sri guru granth sahib

Algunos de los 974 himnos que el gurú Nanak escribió en el siglo

xv

de

nuestra era —junto con las enseñanzas de los otros 10 maestros del sijismo, reunidas en su libro sagrado— se cantan de manera continua en el Templo Dorado. Esa cadencia, que resuena hasta el último rincón del complejo, junto con la silueta del templo reflejada en el Estanque del Néctar de la Inmortalidad, recibe a los visitantes en una imagen que, en efecto, no es de este mundo; al menos no de aquel que frecuentamos en la vigilia cotidiana.

El continuo movimiento del lugar invita a seguir las pasarelas y los puentes que llevan hasta el corazón del templo flotante, donde se lee el libro Sri

Guru Granth Sahib, colocado sobre un trono, al abrigo de una carpa ornamentada como sólo se decoran los trabajos textiles en India. Ninguno de nuestros sentidos tiene dónde posarse: un hombre canta, otro ventila las páginas con un abanico hecho con plumas; los muros, arcos y candiles atraen la mirada a fuerza de esmaltes dorados, relieves de mármol e incrustaciones de piedras preciosas, una mezcla estética en la que se funden las influencias islámica e hinduista. Y, si uno se acerca lo suficiente a alguno de los religiosos, a quien no se ha atrevido a mirar a los ojos, éste le pondrá en las manos una ración de algo dulce, el prashad, que no queda más que meterse a la boca.

Cada noche, el libro, dentro de un palanquín adecuadamente ataviado para la ocasión, se pasa de hombro en hombro a lo largo de una fila de hombres devotos, hasta llegar a su lugar de reposo, en una procesión digna de aquel “gurú impersonal”.

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Templo Dorado, Amritsar

Lo más conmovedor de una visita al templo de Sri Harmandir Sahib no es lo que se observa, sino lo que se vive cuando se sucumbe a su intrínseca hospitalidad.

Si alguien dudara de que valga la pena desplazarse hasta este estado fronterizo para visitar el Templo Dorado, vienen a la mente varias maneras de responder.

De entrada, es lo que hacen cerca de 100,000 peregrinos al día. Por su parte, el guerrero Baba Deep Singh hizo lo propio, aun después de que fuese decapitado por el ejército afgano en la batalla de Gohalwar en 1757: cumplió su promesa de llegar hasta el borde del estanque cargando su cabeza con la mano izquierda y quitándose de enfrente a los enemigos, a fuerza de dar espadazos con la derecha. Para los laicos, o religiosos de cualquier índole, se trata de una de las experiencias de generosidad y belleza más intensas e indelebles a las que un viajero pueda someterse.

UN DÍA ENTRE PEREGRINOS La sensación que deja la auténtica hospitalidad no es fácil de transmitir con palabras. Ni siquiera se ilustra con la sonrisa de satisfacción de un devoto sij al enterarse de que uno ha venido a conocer el templo, el sabor del prashad o del halwa de trigo y nueces que los voluntarios ofrecen a todos los visitantes o el sonido de los platos de metal en la cocina comunal, o langar, donde se preparan diariamente alrededor de 100,000 comidas, con las cuales se convida a los peregrinos de cualquier religión, casta, credo y origen.

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VIAJ E S E S PI R ITUALE S

Todos los gurdwaras o templos sijes del mundo están equipados con una cocina comunal, o langar, y espacios para acoger a los peregrinos durante la noche. Pero el Templo Dorado de Amritsar, o Sri Harmandir Sahib, es aquel al que todos los sijes aspiran llegar alguna vez. El quinto gurú, Arjan Dev, tuvo la idea de crear un lugar central de culto y fue él mismo quien diseñó su arquitectura original, entre los siglos xvi y xvii. La construcción del estanque, de hecho, se inició al mismo tiempo que la de la ciudad, hacia 1570. Y fue el propio Arjan Dev quien le pidió al santo sufí Hazrat Mian Mir ji, maestro espiritual de Dara Shikoh, el hijo del emperador mogol Shah Jahan (quien mandó construir el Taj Mahal), que pusiera la primera piedra..., primer gesto de apertura de esta religión en la que no se da por sentada ninguna verdad absoluta, ni mucho menos excluyente.

INTERACTUAR CON LOS PEREGRINOS Y COMPARTIR SU JÚBILO ES SIN DUDA ALGUNA UNA DE LAS GRANDES EXPERIENCIAS DE LA VISITA AL TEMPLO DORADO.

EL SIJISMO A GRANDES RASGOS Esos hombres altos, barbones, de cabellos envueltos en turbantes y ojos que hechizan, invariablemente apellidados Singh (león), son la cara más visible de una de las religiones más jóvenes del mundo.

Sij significa algo así como “alumno”, o “el que aprende”, y en un territorio en el que los hinduistas veneran a 3.3 millones de dioses y los musulmanes a uno solo, los profetas sijes y sus seguidores tomaron elementos de ambas idiosincrasias para establecer un culto más afín a su manera de ver el mundo: creen en un solo dios y se

alejan de la superstición y de los ídolos, pero repudian el proselitismo o el apego a una ley absoluta.

El primero de los gurús, Nanak, creía que el crecimiento espiritual podía lograrse mediante la meditación y la contemplación. Se cuenta que de niño dejó impresionados a sus maestros cuando logró describir el significado oculto de la primera letra del alfabeto árabe y persa, un solo trazo que aludía al número uno, es decir, la unidad de Dios. Y fue él quien introdujo al sijismo la tradición sufí del kirtan, o el canto de las enseñanzas, como medio para entrar en comunión.

Los símbolos de identidad externos que identifican a los sijes ortodoxos, los

khalsa , están ligados a cinco preceptos esenciales: nunca cortarse el pelo, para

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no interferir en la perfección de la obra de Dios; llevar siempre un pequeño peine de madera, que recuerde la importancia del orden y la limpieza; portar un brazalete de metal, que haga patente la relevancia de las enseñanzas cada vez que se use la mano; cargar una daga, para defenderse, y vestir una prenda interior que garantice estar siempre listos para la batalla.

Y aquí es menester hacer una reflexión sobre la guerra: la religión sij ha tenido que sostenerse en entornos adversos. De hecho, el templo, como lo conocemos hoy —tras varias incursiones afganas—, se levantó en gran medida en el siglo xix: de esa época viene buena parte del mármol, el cobre y las cubiertas de hoja de oro labrado que se aprecian el día de hoy.

En la historia reciente, uno de los episodios más tristemente célebres fue el enfrentamiento que tuvo lugar aquí, en 1984, entre el gobierno de Indira Gandhi y los separatistas rebeldes sijes, quienes, aduciendo la prosperidad de las tierras del Punyab, buscaban establecer un estado autónomo: Kalistán, o la tierra de los puros. La tensión culminó con el sitio del templo y una matanza que cobró varios cientos de vidas.

Ahora bien, entender lo delicado del entorno a raíz de la partición de la India británica en 1947, que dio lugar a la creación de los estados independientes de India y Pakistán, y el desplazamiento de entre 11 millones y 14 millones de personas (musulmanes que decidieron refugiarse del lado de Pakistán e hindúes y sijes que, de manera simultánea, migraron a India), es uno de los motivos para trasladarse hasta uno de los principales pasos fronterizos entre ambas naciones.

ATARDECER EN LA FRONTERA Desde 1959, cada día, al caer la tarde, tiene lugar una ceremonia en la que las puertas que separan las actuales potencias nucleares de India y Pakistán se abren, las banderas de ambos países se guardan y las fuerzas de seguridad de ambas naciones se dan la cara en un singular ritual militar.

La rutina de estos militares, que portan en la cabeza una especie de abanico inspirado en la cresta del pavorreal y, a menudo, bigotes a cual más tupidos, incluye un duelo con gestos y demostraciones de hombría y poder —entre ellos, azotar las botas desde muy alto o ajustarse el “penacho”—, con la mirada fulminante fija en los ojos del soldado del país vecino.

Y no sólo eso: durante unas horas, las multitudes que acuden al espectáculo bailan y cantan música de Bollywood con letras —según se puede inferir— de corte nacionalista, como recordatorio del teatro del sueño que puede ser el mundo, en las arbitrarias fronteras geográficas, simbólicas y aquellas que permiten transitar de la tragedia a otros mucho más sensatos y divertidos escenarios.

67

KASHMIR PLAN BANDIPORA

SONAMARG

HAJAN 1D

WAYUL

VALLE DE CACHEMIRA

TEMPLO DE AMARNATH

1D

JAMMU Y CACHEMIRA El mundo era nuevo otra vez. Después de una gestación de un invierno en su cáscara de hielo, el valle, húmedo y amarillo, se había abierto camino a picotazos hasta el aire libre. La hierba fresca aguardaba bajo tierra su momento; las montañas se retiraban a sus puestos en las alturas para la estación cálida. (En invierno, cuando el valle se encogía bajo el hielo, las montañas se encogían y gruñían como fauces coléricas en torno a la ciudad del lago.) salman rushdie, hijos de la medianoche

El paraíso terrenal, el escenario del diluvio bíblico: las historias que evoca el valle de Cachemira, en el actual estado de Jammu y Cachemira, son de una dimen-

1A

LAGO DAL

MAGAM

SHALIMAR BAGH

MONTE KOLAHOI

PARQUE NACIONAL DE DACHIGAM

NISHAT

ARU

PARI MAHAL

SRINAGAR

MEZQUITA DE JAMIA MASJID BADGAM

PAHALGAM

PAMPORE

sión —y una belleza— épica. También las imágenes. Y hasta sus más mundanos 1A

productos están en el orden de lo sublime: estambres de azafrán, tapetes de seda inspirados en jardines persas, guisos de tallos de flores de loto o de corde-

501

ro perfumado con pétalos color fucsia.

PULWAMA

“En ningún lugar del mundo he visto nunca algo tan hermoso como Cachemira”, escribe Salman Rushdie, en referencia a otro de sus libros, Shalimar

BIJBEHARA

el payaso, donde lo compara con el paraíso perdido. “El valle es muy pequeño

444

y las montañas muy grandes, de modo que tienes una campiña en miniatura rodeada por los Himalayas, y es simplemente espectacular.”

ANANTNAG

En estas tierras tan bellas como escarpadas se practicó el budismo desde antes del reinado de Ashoka, en el siglo

iii

SHOPIAN

a. C. Se rezó des-

1B

pués a cientos de miles de dioses e ídolos hinduistas. Y no fue sino hasta que los musulmanes entraron en este punto estratégico de la Ruta de

444 AHARBAL

la Seda, y empezó a gobernar la dinastía Sayid, cuando la población terminó por sucumbir a la seducción del monoteísmo. Ayudó que el sabio y poeta sufí Shah Hamdan (1314-1384) accediera a incorporar el can-

DORU SHAHABAD CHIMMER

to a los rezos del Corán, para adaptarse a la usanza de la población.

68

1A

69

BANIHAL

S PI R ITUAL J OU R N I E S

acechan en sus shikaras de remos a los turistas y las cuerdas de instrumentos tradicionales como el nuht y del rabab.

Srinagar despierta, en suma, con una vitalidad inusitada.

Desde hace cuatro veranos, el festival Dara Shikoh promueve la música, el teatro, la literatura y las artes. Se trata de una iniciativa de Jyotsna Singh, descendiente de la última familia real de Cachemira, anfitriona asimismo de Almond Villa, una acogedora posada al borde de un huerto de manzanas.

Hace poco se construyó el campo de golf Royal Springs, en la ladera que mira hacia el lago Dal desde el sur; se reabrió el famoso Coffea Arabica, en el tradicional Broadway Hotel, uno de esos sitios donde los lugareños aprecian sentarse a charlar tranquilos, y el director Zubin Mehta condujo un memorable concierto en el asombroso jardín mogol de Shalimar.

También han vuelto con redoblado vigor las singulares experiencias cachemires, en escenarios tan fuera de serie como la terraza del hotel Taj Vivanta, con extraordinarias vistas del lago Dal, o el techo de Sukoon, una casa flotante que ha Río Aru

incrementado la de por sí connotada hospitalidad de la ciudad.

En ámbitos menos notorios para el viajero, hay gente como el joven Krishan Anand que trabaja en un proyecto que, a fuerza de conciertos, conferencias y

Eran los tiempos de Lal Ded, la mujer que escribió los primeros versos místi-

artículos periodísticos, pone de manifiesto la irrelevancia de las fronteras. O la

cos en lengua cachemir, los cuales sirvieron de inspiración a otros santos. El islam

pareja de Vijay y Kiran Dhar, artífices de la Delhi Public School, una flamante es-

dominó la región hasta la última dinastía, la de los durrani, fundadores del actual

cuela donde se imparten clases de cerámica, canto y deporte, y que cuenta entre

Afganistán, a mediados del siglo

sus instalaciones con una biblioteca de más de 25,000 volúmenes. Por su parte,

xix.

Desde 1846 hasta la independencia en 1947, el siglo del raj británico, los si-

Shahala Sheikh no sólo diseña muebles de nogal, sino que ha sentado un pre-

jes, seguidos por la dinastía de los Dogra, controlaron Cachemira. Ese año, que fue

cedente con su compromiso de limpiar el río Jhelum y reforestar los parques de

también el de la partición, el maharajá Hari Singh, al no lograr la independencia,

la ciudad; también se encuentra Juan Marcos Troia, argentino de nacimiento que

se colocó del lado del gobierno indio, lo cual marcó el inicio de la tensión entre los

introdujo el futbol a Cachemira, al punto de llevar a niños que nunca habían aban-

separatistas cachemires y el gobierno central.

donado el valle a jugar en ligas internacionales, por ejemplo en Brasil.

De finales de los ochenta a los primeros momentos del siglo xxi, en uno de los periodos más violentos del conflicto, miles de personas murieron víctimas de aten-

Srinagar

tados terroristas y por la represión militar. Luego, tan pronto las cosas empezaban

El agua es la presencia más contundente en la capital de verano del estado, cuyo

a calmarse, sobrevino una tremenda inundación, en el otoño de 2014, en la que

nombre significa “ciudad de Sri” —otro modo de llamar a Laksmí, diosa de la for-

murieron más de 600 personas en India y Pakistán.

tuna—, ya sea en forma de la nieve que cubre los Himalayas, del caudal del río

Sin embargo, para la temporada siguiente, ya buena parte de Srinagar se había recuperado: esta ciudad, surcada por el río Jhelum y resguardada por los

Jhelum o de los lagos Dal y Nagin, donde viven, entre jardines, casas, mezquitas, mercados y comercios flotantes, alrededor de 150,000 habitantes.

Himalayas, no es de las que se abandonan. Y sus habitantes hicieron todo lo ne-

El agua mantiene vivos los típicamente sedientos sauces, pero también los

cesario para que las voces del muecín volviesen a sonar en armonía con el canto

emblemáticos chinar, una especie de arce que introdujeron los emperadores mo-

de los martines pescadores, las ingeniosas frases de los vendedores de flores que

goles, y los álamos, mucho más endebles, que resguardan los lagos. A propósito, el

72

73

VIAJ E S E S PI R ITUALE S

Parque Nacional de Dachigam, que fuese el coto de caza privado de la antigua familia real, hoy es un sitio prístino.

Y están, por supuesto, los soberbios jardines que los mogoles construyeron aquí.

Hasta la fecha, éstos sirven como refugio y escenario de pícnics, paseos, besos furtivos y, en los días de calor, alegres sesiones en el agua.

El jardín de Shalimar fue construido a mediados del siglo xviii por el emperador Jehangir, en honor de su esposa Nur Jehan, mientras que el de Nishat fue estrenado unos años antes por Asif Khan, el hermano de Nur, a orillas del lago Dal. En cambio, Pari Mahal, el palacio de las hadas, está en las alturas, con vistas espléndidas del valle.

Para los expertos, estos jardines son versiones depuradas de aquellos charbagh o jardines del paraíso de origen persa, que a su vez son la inspiración de los tapetes que los gremios cachemires han tejido por generaciones.

La destreza de estos artesanos es sólo equiparable a la de sus vendedores, herederos de la tradición —y de las irresistibles argucias— de las caravanas de Asia Central: exponerse a talentos de maestros como los de Paradise Crafts es uno de los riesgos que el via-

CACHEMIRA ES UN GRAN LUGAR PARA CONOCER EL SINCRETISMO INDIO: HASTA LA MEZQUITA DE SHAH HAMDAN, O DE PAPEL MACHÉ, TIENE UN TECHO DE ESTILO BUDISTA.

La mezquita de Shah Hamdan o de papel maché

En todo caso, el leitmotiv de los templos y santuarios de Srinagar es el sincretismo incluyente.

El singular santuario conocido como la “mezquita de papel maché” tiene un techo típicamente budista, si bien los motivos (de papel maché) que cubren sus muros son a todas luces de origen persa. Fue construido entre los siglos xiv y xv a la orilla

jero debe correr a como dé lugar. Eso

del río Jhelum, en honor a Shah Hamdan, y cabe mencionar que a este líder, quien

sí, difícilmente saldrá airoso de la prueba: si no con un tapete, es muy probable que

autorizara el canto de los versos del Corán, uno de los primeros santos en predicar

abandone el local con una pashmina en su haber, rendido ante la suavidad del pelo de

el monoteísmo en la región, se le atribuye también la responsabilidad de haber traído

las cabras de las alturas que presta su nombre a los habitantes de este lugar.

consigo a Cachemira a los artesanos persas que son los ancestros de los bordado-

En temporada de frío, estos vendedores y artesanos visten una especie de túnica llamada pheran, lo suficientemente holgada como para contener el kangri, una olla de barro protegida por fibras de sauce en la que arde el carbón que los mantiene calien-

res, tejedores y talladores de los artículos que se venden lo mismo en la ciudad vieja que en las más exclusivas boutiques de Srinagar —y del mundo.

Otro ejemplo del sincretismo de la arquitectura cachemir es la mezquita princi-

tes tanto en casa como cuando han de salir a la intemperie. A la hora de hacer una

pal de Jamia Masjid, del siglo

xv,

cuya estructura original tuvo rasgos de monaste-

pausa se reúnen en torno a una hookah o pipa de agua a fumar, en un ritual que no

rio budista. O el templo hinduista que se alcanza a ver en la cima de la colina de

distingue entre grandes empresarios, artesanos o aprendices.

Shankaracharya, construido hacia el siglo

iii

a. C., dedicado a Shiva: vale la pena subir

De hecho, muchos afirman que aquella característica inclusiva del islam fue lo que

hasta ahí, a lo que se conoce como el Asiento de Salomón. Al otro lado del lago está

propició la conversión a esta religión de buena parte de la población del territorio, aun

el santuario de Hazratbal, de mármol blanco, que resguarda una reliquia del profeta

cuando sus líderes no tuviesen aspiraciones proselitistas.

Mahoma y es reconocido como uno de los lugares más sagrados del islam en el estado.

74

75

VIAJ E S E S PI R ITUALE S

PARÉNTESIS GUSTATIVO Las flores de azafrán que crecen exclusivamente en las inmediaciones de la población de Pampore, las cuales sólo pueden recogerse durante dos semanas de octubre y cuyo estigma es ser la especia más codiciada del planeta, perfuman algunos de los platillos de la cocina cachemir, así como el té llamado khawha, de clara influencia persa, perfumado con cardamomo, clavo, canela o jengibre, y servido con almendras.

La hechizante flor color fucsia conocida como cockscomb (mawal, en la lengua local) le cede algunos de sus atributos al rogan josh, un aromático platillo de cordero. Y cada momento del día amerita un pan distinto, cocido al momento en hornos de leña.

Pero esto es sólo en los días normales.

En Cachemira, las bodas, las peregrinaciones a la Meca y todas las ocasiones especiales ameritan más bien el wazwaan, un banquete de 36 tiempos (idealmente) preparado por wazas, cocineros de un linaje particular, quienes pueden pasar varias horas golpeando la carne de cordero de modo que la grasa se incorpore hasta el punto que requiere una albóndiga perfectamente tersa, lista para bañarse en una densa salsa de cebolla, de paprika, o de yogurt, cuando alcanza su más intensa expresión.

Cada platillo es diferente y se cocina con leña.

Pahalgam Así como Srinagar ha ofrecido por siglos el clima fresco y el idílico escenario para un viaje tranquilo —e incontables películas de Bollywood—, los Himalayas que rodean la ciudad se cuentan entre los lugares más hermosos de la Tierra.

Ahora bien, estamos en India, por lo que la belleza no es lo único que cuenta: cada verano, la cueva de Amarnath, a casi 4,000 metros de altitud, es motivo de desplazamiento para millares de peregrinos. Ahí el deshielo deja descubierta una estalagmita de hielo a la que se considera una manifestación del dios hinduista Shiva: se dice que fue aquí donde éste le confió el secreto de la eternidad a su mujer Parvati. Y la historia se ha transmutado en templo.

Al igual que la conocida estación de esquí de Gulmarg, Pahalgam, bañada por el río Lidder —que baja desde el glaciar de Kolahoi—, es uno de esos privilegiados parajes para salir a caminar, esquiar, escalar. Y, si se sigue el Lidder hacia el norte, se llega al valle del Aru, uno de sus afluentes, donde se instalan en verano varios pastores gujjar y bakkarwal.

Mientras se sienta a escuchar estos viejos (y siempre nuevos) torrentes, al viajero no le queda más remedio que recordar no sólo aquella sentencia de Heráclito, tan evidente como subestimada, de que no hay forma de nadar dos veces en el mismo río.

El movimiento, aquí, conduce a celebrar que Cachemira es nueva otra vez. Otra vez.

78

PERFIL

SHEPHERD CRAFTS BORDADOS DE UNA COMUNIDAD EN MOVIMIENTO —¿Por qué le cambiaste el patrón?

—Porque me aburrí.

—¡Y aquí cambiaste el color del bordado!

—Es que se me acabó el hilo.

Organizar un grupo de pastoras nóma-

su trabajo a Ramneek, quien lo expone

das de los Himalayas para que repro-

en la tienda del Pahalgam Hotel, pro-

duzcan los bordados de colores con

piedad de la familia.

los que decoran sus bolsas y sombre-

La curva de aprendizaje no podía

ros en piezas que puedan vender a los

ser sino larga: es importante lavarse las

turistas, no es tarea sencilla. Pero es

manos para que la lana no se tiña del

la tarea a la que ha decidido abocarse

verde del pasto; hay que tener cuidado

Ramneek Kaur desde 2011, en su de-

de que no se impregne con el humo de

seo de ayudar a uno de los grupos más

las fogatas; se debe bordar con cuida-

desfavorecidos del estado de Jammu y

do y consistencia. De hecho, desde que

Cachemira.

Ramneek estableció dos tarifas distin-

En India, 7% de la población —más

tas para dos calidades de trabajo, casi

de 80 millones de personas— es nóma-

todo lo que ella recibe es impecable y

da. Los grupos gujjar y bakkarwal, de

rara vez rechaza una pieza.

Cachemira, que se desplazan con sus

La exposición de estas mujeres a un

rebaños al ritmo de las estaciones, viven

ingreso propio, a las consultas médicas

organizados en comunidades patriarca-

que Ramneek ha incorporado al proyec-

les, en las que los ancianos tienen la úl-

to y a la mirada de quienes se acercan

tima palabra y las mujeres solteras no

para descubrir su trabajo ha desperta-

están acostumbradas a salir solas.

do todo tipo de inquietudes. Y Ramneek,

Ramneek tomó la decisión de co-

quien cree en el empoderamiento de las

menzar Shepherd Crafts con 11 borda-

personas, muy probablemente celebre

doras, que se llevan la labor a sus

algunas de las consecuencias.

casas, o a sus largas travesías, para

Sin embargo, su mensaje es otro y

trabajar mientras trasladan el rebaño a

ya está en el aire. La belleza —y el va-

pastar o durante las larguísimas no-

lor— de un trabajo hasta hace poco in-

ches del invierno. Una vez de vuelta en

visible acompaña a estas mujeres en

la comunidad de Pahalgam, “venden”

cada uno de sus pasos.

81

MUSEO DEL TÍBET

DHARAMSALA HANUMAN KA TIBBA CASCADA DE BHAGSUNAG

LINDI BAIE

503 MCLEOD GANJ

DHARAMSALA, HIMACHAL PRADESH Quien a sí encadenare una alegría malogrará la vida alada.

Pero quien la alegría besare en su aleteo vive en el alba de la eternidad.

RESERVA DEL BANOI JANGAL

THATRI TEMPLO DE TSUGLAGKHANG

william blake , citado por s . rimpoché en el libro tibetano de la vida y de la muerte

Entre el Dharamsala actual y el resto de India hay varios mundos de diferencia, lo que en absoluto quiere decir que este territorio escape de la maravillosa dimensión simbólica con la cual la tradición hindú tiñe ritos,

GAMRU

creencias, ríos, criaturas y montañas.

CHOHLA

JUHL

UPMUHAL

En esta localidad ubicada en el valle de Kangra, en el estado de

TAHU

Himachal Pradesh, a los ubicuos azores se les conoce como brahminy

MONASTERIO DE NECHUNG

kites, o papalotes de la casta de los brahmanes. Aquí yace el fuerte de Kangra, probablemente el más antiguo de India, al cual se refiere Ale-

DHARAMSALA KAND

RAM NAGAR

jandro Magno en el siglo iv antes de nuestra era y que resistiera el sitio del emperador mogol Akbar a principios del siglo

xvii .

Khanyara Rd

Por su parte, el

pico más alto de la cordillera Dhauladhar, de más de 5,600 metros de

UPARLI BAROL

503

altitud, lleva por nombre Hanuman Ka Tibba, en honor de la poderosa deidad mono del hinduismo.

Ahora bien, esta región fue la que escogieron los británicos a mediados del siglo

xix

UPARLI DAR

17

THEHR

para escapar de los intensos calores del verano, BAROL

como lo deja claro el nombre de la ciudad de McLeod Ganj (nombrada

MOHLI HARANDI

así por Donald Friell McLeod, gobernador de Punyab), la iglesia anglicana de estilo neogótico de St. John in the Wilderness o el hecho de que

JHIKLI BAROL

lord Elgin, virrey de India que buscaba hacer de este sitio la capital de

INSTITUTO NORBULINGKA HIMACHAL PRADESH CRICKET ASSOCIATION

verano, haya sido enterrado aquí.

ESCUELA DEL VALLE DE KANGRA

PAT

FATEHPUR 82

83

VIAJ E S E S PI R ITUALE S

Pero sobre todo, en 1959, Dharamsala, o más específicamente McLeod Ganj, se convirtió en “Little Lhasa”, la capital del Tíbet en el exilio, a raíz de que el decimocuarto dalái lama saliera de Tíbet tras la derrota de la rebelión en contra del gobierno chino, seguido por alrededor de 80,000 refugiados.

Todo esto significa que, entre algunos de los más hermosos paisajes del país, conviven un espectacular estadio de críquet, una iglesia del siglo

xix ,

vehículos

que desafían las alturas, viajeros en busca de una experiencia espiritual y un universo aparte: un universo que han transportado, pieza por pieza, los refugiados tibetanos, quienes desde entonces hasta hoy han recorrido los más de 2,000 kilómetros de cimas nevadas que separan McLeod Ganj de Lhasa, en un camino que ya se había recorrido 1,300 años antes, cuando los reyes tibetanos vinieron hasta estos territorios para empaparse del pensamiento budista.

Así arribaron manuscritos con comentarios acerca de las enseñanzas del buda, envueltos en espléndidos saquitos de telas de colores;

SÓLO EN DHARAMSALA, LAS BANDERAS DE PLEGARIAS TIBETANAS PUEDEN COLGAR DE ELEFANTES, CON EL PICO DEL DIOS MONO HINDÚ HANUMAN COMO FONDO.

urnas con los restos de ancestros, e imágenes de Avalokiteshvara —el buda de la compasión, con sus 11 rostros, sus mil manos y sus mil ojos—, rescatados de los templos de Lhasa y el resto del territorio de Tíbet.

En la actualidad, en Dharamsala se estudia, se medita, se canta, se reza. Los tres budas —de la sabiduría, la compasión y el poder— que se reproducen en los templos parecen vivir, aun más que en los altares, en la conciencia de sus habitantes: lo mismo cuando alimentan a los animales que cuando cargan a un niño, sirven un tazón de arroz o depositan una ofrenda.

DORMIR EN LAS ALTURAS Entre las experiencias de hospedaje en Dharamsala —todas ellas tributo a la simpleza más que a la opulencia de otras regiones de India— hay la posibilidad de quedarse en un pequeño hotel que rinde homenaje a la estética y habilidad artística tibetanas: coloridas escenas naíf y flores de loto

84

VIAJ E S E S PI R ITUALE S

Ruedas de plegaria inscritas con mantras

Templo budista en Dharamsala

pintadas a mano en los techos y muros, y una vista exquisita del valle de Kangra.

Sin embargo, tal vez lo más fascinante al recorrer las montañas de Dha-

Se trata de una acogedora pensión operada por Norbulingka, un centro dedicado

ramsala sea observar en silencio el andar de monjes y monjas, ataviados en

a las artes a unos cuantos kilómetros de ahí y que también tiene una posada in

sus túnicas color azafrán. El buda recomendó que las túnicas se cortasen

situ . Además están las habitaciones de Kashmir Cottage, una discreta casa de

según el patrón de los campos de arroz y se tiñesen con raíces, tubérculos,

montaña atendida únicamente por mujeres tibetanas, donde a las cenas —menús

plantas, cortezas, hojas, flores y frutas, al igual que cúrcuma y azafrán. La tela

vegetarianos que incluyen reconfortantes sopas de hongos, guisos de verduras y

debía ser “pura”, es decir, una que nadie más quisiera. Hasta la fecha, la idea

los exquisitos momos — les siguen amenas conversaciones en torno al budismo,

es elaborarlas a partir de telas que hayan sido donadas.

las largas travesías o la contundente naturaleza del lugar.

LAS INSTITUCIONES DEL EXILIO CAMINAR EN SILENCIO

Otra de las actividades ineludibles de una estancia en Dharamsala es la visita

Quizá la actividad por antonomasia de Dharamsala sea caminar por la montaña.

a los templos. Los cantos difónicos y las postraciones de los practicantes en

En la llamada Kora Walk , o caminata meditativa en torno al templo, al aire puro

medio de thangkas y figuras de budas conforman una imagen muy poderosa.

y el verde de los pinos se suma el viento que mueve las banderas de plegaria,

Namgyal, en el complejo de Tsuglagkhang, es un monasterio al que acu-

cuyas oraciones impresas ondean a merced de los cuatro vientos. En el camino

den miles de peregrinos del mundo. Fue construido en 1959 como una copia

pueden apreciarse memoriales a los mártires tibetanos, altares y las esculturas

del que se erigiera en Lhasa en el siglo

conocidas como tsha sthas , una especie de lápidas de barro mezclado con las

instrucción de futuros monjes. Dentro del mismo espacio se encuentra el tem-

cenizas de los que han pasado a otras vidas. Y también hay ruedas de plegaria,

plo de Kalachakra y el Tibet Museum, conformado sobre todo —y estremece-

las cuales llevan inscritos miles de mantras: según la tradición basta girarlas tres

doramente— por ídolos, mandalas, pinturas y manuscritos transportados por

veces para que obtener los mismos méritos que si uno recitara cada uno de ellos.

los Himalayas, contra viento y peligros, por refugiados tibetanos.

88

89

xvi ;

hoy, entre sus funciones, está la

VIAJ E S E S PI R ITUALE S

En la sede del gobierno tibetano en el exilio, donde tienen lugar las sesiones del Parlamento, está también el templo del oráculo Nechung, que se transportó de Lhasa hasta aquí en 1959, para orientar al dalái lama en sus decisiones.

Además, conviene visitar el monasterio de Gyuto hacia el mediodía, cuando se puede ver a los monjes volver del almuerzo para luego dejarse envolver por sus cantos.

Y está también Dolma Ling, uno de los grandes logros de la comunidad tibetana en el exilio, donde las mujeres tienen la posibilidad de estudiar y debatir para alcanzar el título de monjas, a la par de los varones. El lugar está abierto para monjas budistas de todo el mundo.

UN CENTRO PARA LAS ARTES SAGRADAS Mantener una tradición viva se dice fácil. Pero la tarea, para una minoría exiliada en un país con culturas tan poderosas como las de India, requiere un trabajo y una cohesión inauditos.

Uno de los esfuerzos más encomiables en ese sentido es el del Instituto Norbulingka. Se trata de un hermoso complejo erigido a semejanza del palacio de verano del dalái lama en las afueras de Lhasa, con sus jardines, sus fuentes y una disposición arquitectónica que respeta las proporciones de Avalokiteshvara, el buda de la compasión. Su misión: la supervivencia, enseñanza y divulgación de las artes tibetanas.

Aquí los jóvenes —y también los visitantes— pueden aprender artes tradicionales, como pintura de thangkas , talla en madera, escultura de ídolos en cobre o latón y el minucioso arte de goe thang , en el que las imágenes se componen a partir de pequeños retazos de telas estampadas. En el templo de Norbulingka hay un impresionante buda dorado de más de cuatro metros de altura, y en su tienda se venden las piezas artesanales que se producen en ese lugar y que permiten llevarse algo de este Tíbet a casa, sin robarle en lo más mínimo su capacidad para seguir volando.

90

PERFIL

TIBETAN NUNS PROJECT POR LA EDUCACIÓN DE LAS MUJERES TIBETANAS “ ¡Escogiste a la mejor chica! ¡Eres un

no sirven para nada.” En el monasterio

hombre muy afortunado!”, le dijo la ma-

que dirige, Dolma Ling, está por gra-

dre superiora de la escuela pública in-

duarse la primera generación de mon-

glesa de Darjeeling al hermano menor

jas después de 17 años de estudio; las

del decimocuarto dalái lama, Tenzin

primeras, de hecho, que han utilizado

Choegyal, cuando éste pidió permiso

el debate como método de aprendiza-

para salir en una cita con Rinchen Khan-

je. Uno de sus grandes orgullos es que

do. El lama decidió dejar los hábitos y la

Dolma Ling acepte a budistas de todas

pareja se estableció en Dharamsala.

las cepas.

Rinchen, que había llegado del este

La señora Khando está muy agra-

de Tíbet a India a los nueve años, siem-

decida de que India haya sido el país

pre tuvo claro su papel como mujer: pri-

que abrió las puertas al exilio tibetano.

mero, el cuidado de su suegra, de quien

Ahí no sólo se les deja ser ellos mismos,

aprendió mucho, y después, como ma-

sino que se fomenta que así sea.

dre de sus dos hijos. Cuando se trató

No hay que olvidar que los tibeta-

de trabajar, el camino resultó igualmen-

nos llegaron aquí como refugiados. De

te natural.

hecho, Tenzin Choegyal tuvo que vender

En los años ochenta fue la prime-

su cámara Leica para establecer una

ra presidenta de la Asociación de Mu-

panadería que les diera de comer a su

jeres de Tíbet y, unos años más tarde,

familia y empleados; sin embargo, pasar

decidió enfocarse en las monjas, quie-

todas las noches en vela al pie de los

nes, a diferencia de los religiosos varo-

hornos fue demasiado duro. “ ¡Apenas

nes, tenían muy pocos espacios dignos

si puedo verte!”, le decía a una Rinchen

para consagrarse a la práctica budista.

menguante.

Por un lado, no tenían qué comer; por

La siguiente idea fue abrir su casa

otro, se reunían a rezar sin comprender

a los viajeros de visita en Dharamsala.

el significado de las plegarias.

Así, el actual Kashmir Cottage es sede

“Irónicamente —afirma la señora

de una de las experiencias de viaje más

Khando—, el exilio es una bendición,

entrañables, al igual que el sitio de esta

permite deshacerse de los dogmas que

charla memorable.

93

T E N TA C I O N E S P A R A L L E V A R A C A S A

Claudia López-Luz es la representante de la marca de joyería Amrapali en México —y una conocedora consumada de India y sus artesanías.

Aquí algunas (sólo algunas) de las cosas para las cuales, nos dice, más vale hacer un hueco en la maleta.

1. Tela teñida con la técnica del bandhani, o tie dye tradicional de Rajastán.

1

2

2. Pulseras de bisutería como las que usan todas las mujeres en India.

3. Aretes y anillos de Amrapali: plata bañada en oro con piedras semipreciosas.

4. Estatua de Ganesh, el dios de la abundancia (ojo, éstas no se compran, alguien te las tiene que regalar).

3

6. Vestido estampado con pigmentos naturales mediante bloques de madera, típico de Rajastán.

7. Auténticas pashminas de Cachemira bordadas a mano.

Muchas mascadas de lana se venden como si fueran pashminas pero, una vez que uno ha sentido la ligereza y el tacto de estos etéreos trabajos textiles, hechos de manera exclusiva del más fino pelo —la primera capa de pelo— de las cabras Changthangi, no hay manera de volver atrás.

5. Collar antiguo de plata hecho a mano.

4

5

7

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Textos Claudia Itzkowich. Fotografías Adam Wiseman.

Coordinación editorial Diana Solano. Edición de fotografía Diego Berruecos.

Coordinación de proyecto Camila de Iturbide. Corrección de estilo Oswaldo Barrera.

Formación y mapas Rodrigo López Orozco. Cotejo de información Judith Campiña.

Retoque digital Armando Ortega. Producción Oswaldo Rodríguez.

Venta directa Alejandro González; T. (55) 5211 0665, ext. 109; alejandro@travesiasmedia.com

Edición a cargo de Travesías Media Travesías Editores, S.A. de C.V., Amatlán 33, col. Condesa, CP 06140, Ciudad de México. Este libro se terminó de imprimir en los talleres de Grupo Editorial Raf, Abasolo 40, col. Santa Úrsula Coapa, del. Coyoacán, CP 04650, Ciudad de México, en julio de 2016.

En su formación se utilizaron tipos de la familia Akzidenz Grotesk.

Para más información sobre India visita www.ambertours.in Amber Tours Pvt. Ltd. 707, Akash Deep, 7.º piso, Barakhamba Road, Nueva Delhi, 110001, India Teléfono: +91 (11) 2331 3229, 2331 2773 Fax: +91 (11) 2331 2984 Email: shanti.kohli@ambertours.in, inder.dugal@ambertours.in

Hay un número infinito de maneras de llegar a India, pero ni un solo motivo para privarse de la entrada principal: las puertas de Delhi y aquellas que conducen a Agra y el Taj Mahal, así como a los antiguos principados de Rajastán.

Los expertos de Amber Tours saben no sólo llegar a esas puertas en el momento adecuado sino, sobre todo, franquearlas, para conocer la intimidad de una cultura fascinante.

Tras una estancia de agasajos en tierras —y palacios y jardines— de maharajás, este itinerario por el noroeste del país propone un complemento inesperado, un recorrido que tiene como hilo conductor las muy distintas fes que se profesan ahí: el Templo Dorado de los sijes en Amritsar, las mezquitas y los santuarios sufíes en Cachemira, y los templos y monasterios budistas en Dharamsala.

Todo, por supuesto, en manos de anfitriones que rebasan lo que el viajero sospecha de la hospitalidad en India, un país donde atender a una visita es religión.