Director: Carlos Ramírez
noticiastransicion.mx
3 de Noviembre de 2014
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Número 29 $5.00
La onda grupera Por Armando Reyes Vigueras / 6
La opacidad en el gasto del Congreso Por Fernando Dworak / 4
El origen de la violencia en México Por Emiliano López / 8
Marina resguardará los Juegos Centroamericanos De la Redacción / 9
El expediente oculto del 68
Barros Sierra precipitó la crisis por negarse a negociar con GDO Por Carlos Ramírez / I
Presenta Eviel Pérez reforma a la Ley Agraria Por Monserrat Méndez / 6
México y el Mundo
Juan María Alponte
/5
Mahoma y el Estado Islámico
Estado, seguridad y democracia
S
i la crisis política ha llevado a las élites a hablar de crisis/colapso del Estado, entonces el diagnóstico podría estar insistiendo en las causas últimas cuando las intermedias aparecerían como responsables. La debilidad del Estado ha sido producto de la fragmentación de la política y del debilitamiento del autoritarismo. En política los argumentos deben ser directos. De ahí que la democracia en países que transitan de un sistema autoritario a un sistema democrático haya enfatizado las libertades absolutas sin equilibrar con la responsabilidad de la autoridad. El camino intermedio en México no se transitó: el de la construcción de la democracia. La alternancia llevó al desmantelamiento de la estructura autoritaria del Estado, pero sin dotar al gobierno de instrumentos de poder ante el reparto de la política con nuevas fuerzas y el surgimiento de nuevos derechos. Las transiciones exitosas construyeron un aparato de poder público legitimado. España, por ejemplo, pasó de la dictadura a la democracia y la autoridad del Estado se ejerce a veces con energía que raya en la represión, pero sin muchas resistencias sociales; la sociedad, al fin y al cabo, sabe que la libertad absoluta conduce a la anarquía y al desconocimiento de otros derechos. El PRI pasó del control absoluto del poder a poseer un tercio de la legitimidad electoral, sin que los otros dos tercios hayan entendido la lógica del Estado. La doctrina de los derechos humanos pasó de la tutela a la imposición de libertades absolutas que han llevado al desmantelamiento del poder coercitivo del Estado y por tanto a su debilidad. Así, la debilidad del Estado ante el crimen organizado no deriva sólo de la complicidad sino de la carencia de instrumentos de autoridad porque los derechos humanos en situaciones de crisis protegen más al delincuente que al Estado. Leyes, fuerzas de seguridad y legitimidad operan más contra el Estado que contra la delincuencia. El eje rector de la democracia no es la libertad sino la autoridad legítima y aplicada sin represión.
Santos difuntos Por Luy
Por Francisco Zarco
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Efecto Mariposa y semáforo político
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La opacidad en el gasto del Congreso Por Fernando Dworak
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Mahoma y el Estado Islámico Por Juan María Alponte
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La onda grupera Por Armando Reyes Vigueras
I
El expediente oculto del 68 Por Carlos Ramírez
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Saberes de la política Por Cipriano Flores
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El origen de la violencia en México y los rubros de la violencia cotidiana Por Emiliano López
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SAT: La facturación electrónica La pifia de su captura Por Marcos Marín Amezcua
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La frontera viva Por Samuel Schmidt
Directorio Mtro. Carlos Ramírez Presidente y Director General carlosramirezh@hotmail.com Lic. José Luis Rojas Coordinador General Editorial joselrojasr@hotmail.com Mtro. Carlos Loaeza Manzanero Coordinador de Análisis Económico Emiliano López Analista emiliano_082002@yahoo.com Raúl Urbina Asistente de la dirección general María Fernanda Ibarra Administración
Roberto Vizcaíno Director editorial rvizcaino44@gmail.com Dr. Rafael Abascal y Macías Coordinador de Análisis Político Wendy Coss y León Coordinadora de Relaciones Públicas Ana Karina Sánchez Coordinadora Operativa anakarinasl08@gmail.com Mathieu Domínguez Pérez Diseño Monserrat Méndez Redacción
Indicador Político es una publicación semanal editada por el Grupo de Editores del Estado de México, S. A., y el Centro de Estudios Políticos y de Seguridad Nacional, S. C. Editor responsable: Carlos Javier Ramírez Hernández. Todos los artículos son de responsabilidad de sus autores. Oficinas: Durango 223, Col. Roma, Delegación Cuauhtémoc, C. P. 06700, México D.F. Reserva: 04 - 2013 - 090614260200 - 104, Registros en trámite. Circulación: 30,000 ejemplares noticiastransicion.com.mx
Índice
Editorial
“México adoptó con entusiasmo las formas democráticas; no entraremos en la cuestión de si este paso fue prematuro, es un hecho consumado y las sociedades nunca pueden retroceder en su marcha, sin comprometer gravemente su existencia”.
Efecto Mariposa
Dogma de fe Por Iracheta
3 de Noviembre de 2014
Semáforo Político Rojo
La crisis de Guerrero abrió la cloaca de la alianza políticos-delincuentes y prendió todas las señales de alarma.
Amarillo Famosas últimas palabras: “María de los Ángeles Pineda Villa es la actual amante del Gobernador del Estado de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, y quien también fue financiado para su campaña por estas personas”, Sidronio Casarrubias, líder de Guerreros Unidos. Es pregunta: ¿Hasta cuándo el PRD seguirá echándole la culpa de Guerrero a los demás y reconocerá que la crisis es del partido y sus élites?
Conspiracy Theory: Si se sigue la pista del dinero, la crisis de Guerrero se metió en la campaña presidencial del 2012 del PRD y se perfilaba para la del 2018. La crisis que viene: Los partidos le echaron la pelota de la investigación de políticos aliados al crimen organizado cuando el problema es de ellos mismos. Paulatinamente seguirán saliendo nombres de políticos y funcionarios que han protegido a los delincuentes.
LOS PROTAGONISTAS: —Si los datos no engañan, la figura de Ángel Aguirre Rivero sería apenas la punta de iceberg del PRD metido en alianzas con el crimen organizado.
3
La crisis del mercado petrolero estuvo a punto de reventar el presupuesto, pero ajustes a la baja atenuaron golpe.
Verde
—A pesar de su juego de fuga hacia adelante, López Obrador quedó atrapado en la crisis de Guerrero por su protegido Lázaro Mazón
Pese a que Andrés Manuel López Obrador ha negado cualquier trato con el alcalde con licencia de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa, en redes sociales circula esta imagen donde se observa al tabasqueño con los ahora más buscados en el país por su presunta reponsabildiad en la desaparición de los 43 normalistas.
—Escogido para administrar el PRD, Carlos Navarrete fue rebasado por la crisis de Guerrero y ya piensan en sacarlo de la jugada por débil. Aunque sin espacio mediático, el ex presidente Calderón abrió la agenda del cambio climático, el tema central del desarrollo.
Escenarios de Riesgo ANÁLISIS DE RIESGO: La articulación —que no solo complicidad o alianza— de políticos de izquierda con el crimen organizado debilitó al sistema político por la falta de salidas.
ESCENARIOS: 1.- Óptimo. Gobierno y políticos se lanzan a fondo y organizan una limpieza total del sistema: 5% de posibilidades. 2.- Medio. La crisis de Guerrero lleva a medio limpiar los establos pero sin resolver el problema: 10% de posibilidades. 3.- De Riesgo: La clase política acepta su impotencia, resiste la crisis, tapa unos hoyos y el problema sigue: 85% de posibilidades.
3 de Noviembre de 2014
Artículo
La opacidad en el gasto del Congreso Por Fernando Dworak
P
or más que una reforma legal pueda ser provechosa, las instituciones tienen sus propias inercias, muchas de las cuales pueden llegar a poner en peligro los logros alcanzados. De esa forma es necesario tener una visión clara de los problemas a enfrentar y plantear lo que se necesita hacer para tener mejores mecanismos de toma de decisiones públicas.
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Lo anterior es todavía más relevante si el órgano encargado de elaborar las normas en temas como la transparencia termina siendo el más opaco en el ejercicio de su presupuesto. Si eso sucede, ¿qué garantías se pueden tener de que la vigilancia al gasto público sea eficaz y no genere complicidades que se protejan mutuamente sus irregularidades? Hace unos días las organizaciones Integralia Pública y Borde Político presentaron el sitio Opacidad Presupuestaria: el gasto legislativo en México 2007-2015, donde han desglosado los ejercicios presupuestarios tanto del Congreso de la Unión como de los congresos locales. A manera de invitar a los lectores a visitar el portal (www. opacidadpresupuestaria.mx), conviene compartir algunos hallazgos. El proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2015 propone un incremento de 10% en términos reales para el Congreso Federal (8% en la Cámara de Diputados y 15% en el Senado), lo que implica pasar de 10,518 millones de pesos (mdp) en 2014 a 11,608 mdp en 2015.
Para ponerlo de otra forma según otro debate coyuntural, el presunto ahorro que traería la reducción de 100 diputados y 32 plurinominales como propone el PRI sería de aproximadamente 300 mdp si consideramos poco más de 2 millones por legislador. Si el aumento que proponen es de 1090 mdp, ¿dónde está la racionalidad del ahorro, especialmente si ellos se abrogan discrecionalmente el presupuesto?
Las estructuras administrativas funcionan bajo una lógica que incluso escapa al control de legisladores que sólo están en sus puestos por un tiempo previamente definido. Y los mecanismos de rendición de cuentas son todavía deficientes.
Inaugura I Región Militar monumento al centenario del Ejército en Texcoco De la Redacción
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l General de División, Diplomado de Estado Mayor y Comandante de la Primera Región Militar, Jaime Godínez Ruiz, y la alcaldesa de Texcoco, Delfina Gómez Álvarez, inauguraron un monumento conmemorativo al centenario del Ejército Mexicano en el municipio del Estado de México. Durante la ceremonia, realizada junto a la Unidad Deportiva Gustavo Baz, la alcaldesa señaló que su administración así como el Ejército están comprometidos a guardar día a día la seguridad de los ciudadanos a través de acciones que permitirán un mejor servicio y mayor calidad en la seguridad pública. Asimismo Gómez Álvarez dio un balance sobre lo realizado en materia de seguridad, dentro de las cuales destaca el incremento en el número de policías al pasar de 195 a 450 y el incremento en el parque vehicular con 108 patrullas. Durante su discurso, Delfina Gómez resaltó las virtudes de los elementos militares: “El municipio de Texcoco hace un merecido reconocimiento a nuestro Ejército Mexicano por el compromiso de servicio, la lealtad a la patria y al pueblo mexicano, así como a sus instituciones”, finalizó.
De acuerdo con el estudio, el Congreso presenta un grave problema de opacidad en materia presupuestaria en cinco áreas: Opacidad sobre los motivos de los aumentos- las exposiciones de motivos de los proyectos de presupuesto para ambas cámaras en 2015 se podrían comunicar en 19 y 13 tuits, respectivamente. ¿Qué se puede argumentar en materias como eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez; principios consagrados en el artículo 134 constitucional bajo este esquema? Opacidad en el ejercicio de las subvenciones de los grupos parlamentarios- sólo se conocen los montos por partidos, por lo que no hay información concisa sobre su uso y destino. Opacidad en los recursos utilizados para el trabajo en comisiones- de acuerdo con la información presentada, sólo es posible ubicar algunas partidas que seguramente incluyen recursos destinados a su personal y a los materiales necesarios para su funcionamiento. Opacidad respecto al reacomodo de partidas como viáticos y subvenciones- durante este periodo se han presupuestado los viáticos bajo los conceptos “Servicios oficiales” (2001-2011) y “Servicios de traslado y viáticos” (2012-2015); y las subvenciones en “Servicios oficiales” (2007-2011), “Otros servicios generales” (2012-2014) y “Transferencias, asignaciones, subsidios y otros apoyos” (2015 en Cámara de Diputados). Esto dificulta la identificación de montos, obstaculiza las solicitudes de información y abre la puerta a la simulación. Opacidad en la presentación de la información presupuestaria- no hay montos desagregados, por lo que no se refleja de manera exhaustiva el destino de los recursos. Hay mucho por hacer y se tiene un sistema hecho para fomentar el dispendio. Por ejemplo las comisiones se hicieron para dar cotos de poder a los partidos en lugar de ser instancias de especialización. Las estructuras administrativas funcionan bajo una lógica que incluso escapa al control de legisladores que sólo están en sus puestos por un tiempo previamente definido. Y los mecanismos de rendición de cuentas son todavía deficientes. Sin embargo el primer paso para desarrollar una agenda asertiva es abrir el debate. Twitter: @FernandoDworak
3 de Noviembre de 2014
Columna México y el Mundo
Mahoma y el Estado Islámico Por Juan María Alponte alponte@prodigy.net.mx http://juanmariaalponte.blogspot.mx/
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a fundación de un Estado Islámico, en la región del Irak, ha propiciado, ante la posibilidad de convertirse en una base terrorista yihadista de Estado, nada menos que un bombardeo por la flota aérea de Estados Unidos con el acuerdo de la OTAN. El Oriente Medio, que ya tenía sobre sus espaldas el trágico testimonio del choque entre Israel y Palestina, se encuentra ahora con la proclamación de un Estado Islámico que el mundo occidental ha asumido, esa proclamación, como la posibilidad de una nueva base para el terrorismo yihadista –de yihad o guerra santa- y, por tanto, un nuevo y explosivo problema. Ello nos conduce a preguntarnos quién fue el Profeta del Islam. En efecto Mahoma no es una leyenda, sino una prueba histórica de cómo el pasado es inseparable del presente. El Profeta del Islam, Mahoma, nació en La Meca en el año 570 y murió, en Medina, en el 632. En árabe Mahoma es Muhammed que puede traducirse como un hombre ejemplar, pero que no tenía orígenes divinos ni un santoral detrás de él, esto es, Mahoma apela a Alá, pero el idioma árabe nos dice muchas cosas, complejas, en todo momento. En efecto, salámu alaik (de la raíz salam es paz) es un saludo que, por su terminación, se dirige al género masculino. Si, al revés, se saluda al género femenino se dice salámu alaiki. La complejidad de la lengua árabe nos dice, en principio, sin más, que esa lengua es muy elaborada. Fue hace siglos la base y centro de una cultura de muy alto nivel: una civilización, la musulmana, es sobre todo, no cabe eludirlo, la presencia del mundo árabe-islámico en Europa. Se inicia en el año 711 con el desembarco en España y la conquista de la Córdoba española. Ese enorme acontecimiento dejó huellas claras en la Andalucía española, en el Andalus. No pudieron pasar a Francia. El intento fracasó. No fue posible. Mahoma inició su predicación en el año 622, año que es definido como el año I de la era musulmana. La predicación de Mahoma, hijo de Abd Allah, miembro de una tribu de comerciantes fue un hecho histórico. La muerte prematura de su padre y de su madre condujo a Mahoma a vivir con parientes.
Su biografía es sencilla. Fue pastor y después formó parte de las caravanas que recorrían la región. Siendo un simple caravanero –no se eluda- se casó con Jadiya, mujer rica, viuda, que tenía 15 años más que Mahoma. Las experiencias del caravanero fueron parte de su experiencia vital. En uno de sus viajes conoció a un anacoreta cristiano. Su vida religiosa se inicia –así dicen sus biógrafos- con su periodo de meditación en las cuevas del camino lo que disparó una historia notable: la aparición del arcángel Gabriel que conminó a Mahoma a leer –se cree que entonces no estaba alfabetizado-, pero según los biógrafos de Mahoma, el arcángel Gabriel se le apareció en distintos momentos de su vida. Esa situación le planteó un cambio total en su existencia y generó el comienzo de su predicación en el año 622. En efecto, en el año 622 –año I de la era musulmanaes indisociable de su compleja predicación que se inicia con su hégira (palabra que significa emigración) desde La Meca a Yatrib que después sería conocida como Medina. Ese cambio se debió a una clara oposición a su predicación que chocó con viejas prédicas. Por ello, en Yatrib declaró la guerra santa “a los idólatras” de La Meca. Históricamente, dejando atrás las leyendas, después de diversos combates la nueva religión que más tarde sería conocida como el punto de partida para la unificación del mundo árabe, terminó enfrentándose, a su vez, con Bizancio y Persia. El Islam de Mahoma gravita, finalmente, sobre el Corán, que viene a ser el libro sagrado del Islam. Mahoma de ninguna manera defendió el celibato. Se casó varias veces y en su predicación asume la existencia de
cuatro mujeres santas: Jadiya, su primera esposa, que fue su primera creyente; la hija del Faraón que salvó a Moisés de las aguas; Fátima, una de las hijas de Mahoma y María, madre de Jesús. La complejidad de la presencia real de Mahoma –su herencia- tuvo relevancia en España donde, finalmente, –salvo los que se hicieron cristianos y nunca se les tuvo confianza- se produjo la primera expansión musulmana. Cierto, a su vez, que los “conversos” fueron considerados, en España, unos hipócritas. Pero lo cierto es que el Islam y los musulmanes han sido y son un problema no resuelto como es patente en nuestros días. El terrorismo yihadista de la guerra santa difícilmente hubiera sido aceptado por Mahoma que tuvo una existencia religiosa muy corta. En efecto, el fundador del Islam que vivió entre los años 570 y 632 contó, solamente, con diez años de predicación, esto es, desde el 622 –año primero de la predicación- al 632 año de su muerte. El Islam se divide, a su vez, en tendencias rigurosas que, como el sunnismo y el chiismo expresan la complejidad del problema. En el 632 Mahoma realizó su última peregrinación a La Meca. La definió así: la peregrinación del adiós. ¿Qué diría hoy del yihadismo y el terrorismo realizado en nombre de una religión que generó una civilización, la civilización musulmana? No lo sabemos, pero sí vivimos conscientes que toda violencia revela un naufragio: el naufragio de la tolerancia y el naufragio de la vida ante la corrupción y el crimen. Escribo pensando en los 43 normalistas que representan la ausencia de la Ley en tanto que refugio de algo inapreciable: que tenemos que vivir juntos sin el hacha del verdugo. No olvidemos, a su vez, que pasaron 20 siglos, después de Jesús, y que el Corán asume el pasado cristiano y las Escrituras (así se señala en la Surata 4, verso 156 del Corán) pero solamente un análisis, exento de todo fanatismo, nos permite ver y vivir en la complejidad. Lección única, pero sin duda, lección que debemos asumir: que la violencia es un fracaso humano. Vivir es, sin más, convivir. Ahora los 43 normalistas nos evidencian, de un lado el fracaso del Estado de Derecho y del otro que nuestra convivencia, sin duda, revela el fracaso de la Ley y, por tanto, la agonía, trágica, de la convivencia. Por ello el nuevo Estado Islámico se inició con un bombardeo. Ello hará “mártires”, sobre todo, “razones” para nuevas barbaries. Ya teníamos, en esa zona, el trágico desencuentro entre Israel y Palestina.
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3 de Noviembre de 2014
Columna Queso, PAN y vino
La onda grupera Por Armando Reyes Vigueras
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ucho se hablado de la "onda grupera" al interior del PAN —fenómeno no exclusivo de dicho partido—, pero poco se ha dicho de quiénes se han mantenido ajenos a esta actividad y de su lucha por recuperar lo que una vez fue un proyecto común de ciudadanos interesados en un país mejor.
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De cúpulas y militantes Suena romántico el proyecto pensado por los fundadores -aquel de una brega de eternidad en la búsqueda del bien común-, que intentaba acabar con gobiernos corruptos gracias a la educación ciudadana del pueblo y, llegado el momento, poner en práctica un ideario basado en el humanismo político. La realidad terminó sin llegar a la meta cuando se alcanzó el poder. Acción Nacional se transformó con el triunfo en el año 2000 y generó una serie de fenómenos en su interior, el más llamativo y que ha provocado un cambio radical en el blanquiazul ha sido, sin duda, la “onda grupera”. De ser un partido con militantes participativos en la toma de decisiones, se pasó a una estructura de grupos que definen el rumbo del mismo, dejando de lado por resultados electorales —además de esa militancia participativa con honestidad— objetivos históricos como la escuela de ciudadanía o la lucha contra la corrupción. Si antes había que buscar candidatos rogando a ciudadanos para aceptar la postulación, ahora los prospectos abundan y los métodos de selección dependen de negociaciones cupulares entre los grupos. Hay quienes ingresan al partido con esa idea en mente y en poco tiempo alcanzan la añorada candidatura, pero también se encuentra a militantes que recuerdan la historia de Acción Nacional y desean seguir los pasos de aquellos iniciadores de este proyecto a finales de la década de los 30. En distintas coyunturas se han manifestado expresiones de rechazo a formas que desdibujan al PAN frente a sus militantes, como con buena parte del electorado que con su voto refrendaban su confianza en el proyecto panista. La más reciente nació luego del fracaso electoral de 2009, episodio que contó con un gran número de candidatos designados por el entonces presidente del partido, Germán Martínez Cázares, lo que para muchos fue una de las razones de la derrota. La idea de un grupo dominante en las decisiones panistas teniendo como eje al Presidente de México, motivó a militantes a reunirse en lo que más tarde se conoció como “Democracia con Calidad”. En plática con este espacio, el principal vocero del grupo, Rafael Guarneros —quien reconoció que paradójicamente, se tuvo que crear un grupo para luchar contra esos grupos—, comenzó a relatar el esfuerzo por evitar la desconfiguración del partido por el Poder y el abuso del mismo. Se pidió que desde la cúpula se dejara de dañar la democracia del mismo, enfrentando en ese entonces a los llamados “calderonistas”. Una de las ideas en la búsqueda por evitar ese abuso fue proponer que el presidente del PAN fuera electo por el voto directo de los militantes. La propuesta recibió impulso ya con Gustavo Madero en el CEN, en el contexto de la reforma de estatutos de la Asamblea Nacional Extraordinaria de marzo y agosto de 2013. Madero no se mostró partidario de la idea, e incluso, hubo oposición a la reforma.
En forma sorpresiva, la elección abierta del presidente del partido es aceptada pero aprovechada por un “lobo con piel de cordero” que había sido menospreciado, en palabras de Guarneros, quien mediante personeros ya había logrado atraer a algunos miembros de este grupo. Lo sucedido después es de sobra conocido, la primera elección abierta para elegir al dirigente nacional de Acción Nacional derivó en el fortalecimiento de un grupo que hoy detenta el control del partido. Ahora, “Democracia con Calidad” enfrenta a los “maderistas”. A reserva de abundar en esto por falta de espacio, se puede decir que se trata de dos visiones contrapuestas: una busca usar al partido como plataforma de intereses personales, y otra piensa que lo iniciado en 1939 aún es posible llevarlo a la práctica. Ambición contra idealismo. En futuras oportunidades hablaremos más de lo hecho por este grupo de panistas. Migajas Van algunos ejemplos de la onda grupera en el PAN: Con la mira puesta en las elecciones 2015, comienzan algunos movimientos para alcanzar una candidatura como es el caso, dado a conocer por Enrique Aranda, de Marko Cortés para Michoacán apoyado por su grupo http://tinyurl.com/malwck5 Como se ha comentado en este espacio, lo electoral se volvió prioritario al interior del partido, pues no sólo se
abrieron instancias para esa tarea, sino que dirigentes estatales —siguiendo el ejemplo del presidente nacional— pidieron licencia para buscar una diputación http://tinyurl.com/puxec9x El panismo en Nuevo León, particularmente por la onda grupera, no termina de encontrar un acuerdo para encarar las elecciones del año entrante http://tinyurl. com/ozywmru Tamaulipas también se suma a la lista de entidades en las que los grupos panistas podrías, con sus pugnas internas, afectar las posibilidades electorales del PAN en 2015 http://tinyurl.com/mwj6ayx @AReyesVigueras
Presenta Eviel Pérez reforma a la Ley Agraria para apoyar a viudos y huerfanos Por Monserrat Méndez
E
l senador por Oaxaca, Eviel Pérez Magaña presentó una iniciativa de reforma a la Ley Agraria con el fin de que las parejas o los hijos menores de edad de ejidatarios que fallezcan y no tengan la posibilidad de ser sostenidos económicamente, se les pueda apoyar. La propuesta del legislador Pérez Magaña consiste en que los hijos de un ejidatario que haya muerto, así como a su esposa o concubina y que no hubiesen sido nombrados como sucesores de sus derechos, deberán ser sostenidos por quien fuera designado sucesor del ejido. Eviel Pérez calificó la propuesta como un acto de justicia social, misma que garantiza el interés superior de la niñez y que protege a las mujeres campesinas que padecen en mayor grado de vulnerabilidad, respecto a quien haya sido designado nuevo adjudicatario por el fallecimiento del titular. En la actual legislación agraria se especifica que un ejidatario tiene derecho a designar el nombre del sucesor de sus derechos ejidales, pudiendo señalar incluso a un tercero, sin embargo, añadió el senador, si el ejidatario fallece sin dejar lista, se aplica el orden preferente que la ley establece, el cónyuge o la concubina o el concubinario, así como sus hijos, y en caso de que propietario fallezca y no son contemplados hereditariamente, se promueve que el nuevo poseedor se haga cargo de ellos.
3 de Noviembre de 2014
Columna Indicador Político
El expediente oculto del 68 Barros Sierra precipitó la crisis por negarse a negociar con GDO Por Carlos Ramírez
1.- Introducción.
A
cuarenta y seis años de los acontecimientos estudiantiles de julio-diciembre de 1968, las lecturas han sido consistente en dos enfoques dominantes: desde la rebelión de las masas ante prácticas autoritarias del Estado y desde la crisis del sistema político priísta. Aquí ensayaremos un nuevo enfoque: El movimiento estudiantil de 1968 desde la teoría de las élites, y de manera especial desde la relación dialéctica Gustavo Díaz Ordaz-Javier Barros Sierra en el contexto de las sucesiones presidenciales de 1964 y 1970. Por demás está señalar que este enfoque no excluye el contexto social, histórico, político y sobre todo sistémico. En todo caso, aquí haremos énfasis en los comportamientos de las dos figuras dominantes en el conflicto: el Presidente de la República y el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México. Al final de cuentas, los dos surgieron de las entrañas del sistema político priísta, los dos tuvieron carreras dentro de la burocracia pública y los dos quedaron atrapados ciertamente en las contradicciones del sistema.
2.- La UNAM en el sistema político priísta.
Fundada formalmente en 1910 por Justo Sierra como secretario de Instrucción Pública del gobierno del presidente Porfirio Díaz —aunque con antecedentes en la colonia vía la Universidad Pontificia desde 1551—, la UNAM se asumió como la más importante universidad pública de la república después de la Revolución Mexicana. En 1929, luego de una lucha promovida por los estudiantes vasconcelistas que perdieron con la derrota presidencial de José Vasconcelos, la UNAM entró en una dinámica de conflictos. La ley orgánica de la Universidad de 1929 construyó
equilibrios internos que sobrevivieron hasta la grave crisis 1944-1945 en que la casa de estudios tuvo siete rectores en dos años. La disputa entre profesiones se instaló en la UNAM y prevalece hasta la fecha. Los acuerdos de 1945 duraron hasta la caída del rector Ignacio Chávez en 1966 promovida por grupos priístas en la Facultad dominante en ese entonces: la de Derecho. En el periodo 1945-1966 la Universidad logró un cierto grado de institucionalización interna, pero siempre con periodos de inestabilidad y con el reconocimiento a grupos de poder en facultades. La UNAM tuvo un sobresalto en la definición de su programa de estudios como resultado de la polémica Alfonso Caso-Vicente Lombardo Toledano sobre la orientación ideológica de la casa de estudios. En 1933-1935 los dos intelectuales discutieron si el programa educativo debía ser universalista o marxista, pero en el contexto de la reforma constitucional de 1934, apenas arrancado el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas, de la educación socialista. La UNAM optó por el universalismo pero el marxismo se asentó con fuerza. En el escenario histórico, la UNAM se convirtió en el espacio de capacitación de los cuadros profesionales que exigían los diferentes modelos de desarrollo nacionales. El Estado se abría a los centros de educación superior para captar y capacitar los recursos humanos: el Politécnico, la Universidad Nacional y las universidades públicas en los estados. Su función se facilitaba con la existencia de un Estado rector del desarrollo en función de programas nacionalistas. El nacionalismo apareció como la esencia de la cultura política dominante del PRI. La configuración del sistema político se dio en torno a cinco variables: • El Presidente de la República. • El Partido Revolucionario Institucional. • El PIB con política social. Los acuerdos y entendimientos con los sectores invisibles del sistema (Ejército, empresarios, iglesia católica, medios de comunicación e intelectuales). Y la cultura política. Los dos primeros fueron detectados por Daniel Cosío Villegas en su ensayo El sistema político mexicano, armado
desde un análisis histórico y de élites. Los tres restantes han sido analizados desde diferentes perspectivas y ya sobre la teoría de los sistemas políticos que creó David Easton en 1951 con su largo ensayo The political system. El quinto pilar abarcaba la cultura política pero también la educación. En una encuesta sobre cultura cívica realizada en México y en otros países por Gabriel Almond y Sidney Barba apareció la cultura política como un mecanismo de cohesión social y de dominación ideológica, asumiendo a la Revolución Mexicana como un aparato de control ideológico de las élites gobernantes. La crisis en la relación Universidad-Estado ocurrió en un triple terreno: cuando el modelo de desarrollo pasó de estatista a mixto, cuando el Estado comenzó por tanto a abrirse a egresados de universidades privadas y cuando la ideología revolucionaria dejó de tener vigencia en la construcción de consensos. La modernización social con nuevas clases —sobre todo una clase media demandante— avejentó el modelo ideológico de las Revolución Mexicana. En el 68 estalló una triple crisis: de relación del Estado con los egresados de la UNAM, de ruptura generacional cultural por el agotamiento del modelo cultural ideologizante de la Revolución Mexicana y de exigencia de recursos humanos más técnicos que sociales. 3.- Díaz Ordaz y la UNAM. Formado en la Universidad Autónoma de Puebla, Díaz Ordaz tenía una opinión muy crítica de los estudiantes: se preparaban para la disputa ideológica pero no para la producción. Diputado (1943-1946), senador (1946-1952), director jurídico de la Secretaría de Gobernación (19531956), oficial mayor (1956-1958) y secretario de Gobernación (1958-1964), Díaz Ordaz destacó como un perro guardián del sistema en el modelo Paul Nizan: defensor del establishment ante los acosos intelectuales y culturales. En Gobernación, a Díaz Ordaz le tocó manejar la crisis en el Instituto Politécnico Nacional en 1956 y la larga crisis del sindicato magisterial 1952-1956. En ambos casos, estableció una relación orgánica con un equipo que duró hasta 1970: como oficial mayor de Gobernación trabajó hombro con hombro con el entonces oficial mayor de las
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3 de Noviembre de 2014
La Habana, Cuba, la Conferencia Tricontinental contra los Estados Unidos, con apoyo mexicano. En febrero grupos estudiantiles de juniors priístas, comandados por Leopoldo Sánchez Duarte, hijo del veterano político Leopoldo Sánchez Celis, organizó una ofensiva para hacer renunciar a César Sepúlveda como director de la Facultad de Derecho, menos de dos meses antes de terminar su periodo, pero obstaculizando su reelección. Los estudiantes presionaron a Chávez. En marzo expulsaron de la Facultad de Derecho a Sánchez Duarte y a Espiridión Payán, la Asociación Nacional de Estudiantes de Derecho los apoyó y el 14 de marzo los estudiantes estallaron la huelga en Derecho. La crisis que llevó a la renuncia de Chávez estalló en abril de 1966, provocada por grupos priístas de la Facultad de Derecho, sobre todo del Grupo Sinaloa comandado por Leopoldo Sánchez Duarte, hijo del senador Leopoldo Sánchez Celis, gobernador de Sinaloa en el periodo 19631967. Sánchez Celis fue una posición de Díaz Ordaz como precandidato presidencial. En abril se eligió un comité directivo de la CNED y ahí apareció Sánchez Duarte y Rafael Aguilar Talamantes como presidente del consejo de vigilancia; los dirigentes eran priístas pero aliados a los comunistas. El 29 de abril, luego de una irrupción violenta de paristas en la torre de rectoría y en la oficina del rector y tras largas horas de angustia, Chávez renunció. En ese momento el liderazgo estudiantil estaba en manos del recientemente creado Consejo Estudiantil Universitario (CEU) con una agenda de toma de control político de la UNAM. El 5 de mayo designaron rector a Javier Barros Sierra para el periodo 1966-1969.
4.- Barros Sierra, Díaz Ordaz y la sucesión presidencial de 1964.
II
Secretaría de Educación Pública, Luis Echeverría Álvarez, estableciendo una vinculación de complicidad que se completó con el encargado de la oficina de seguridad política del Estado: Fernando Gutiérrez Barrios, entonces jefe de control político de la Dirección Federal de Seguridad. Como Presidente de la República, Díaz Ordaz hubo de lidiar con la ocupación militar de la Universidad Nicolaíta de Michoacán y de la Universidad de Sonora en 1967. Para entender la lógica autoritaria de Díaz Ordaz hay que registrar que en las crisis en el IPN, Michoacán y Sonora intervino el ejército por decisión del secretario de Gobernación y sin necesidad de consultarla con el presidente López Mateos, un dato que habría que incluir en el uso del ejército en 1968 por el secretario de Gobernación, Echeverría, y el jefe del Departamento del Distrito Federal, general y licenciado Alfonso Corona del Rosal, mientras el presidente Díaz Ordaz estaba de gira por Jalisco. Para Díaz Ordaz, hombre de dureza en opiniones y mano autoritaria, los estudiantes debían de estudiar. De ahí la respuesta militar a crisis estudiantiles. Como secretario de Gobernación del presidente López Mateos, a Díaz Ordaz le tocó supervisar —que era la forma de observar con manejo de hilos de poder— el funcionamiento político de la UNAM, con una población que se acercaba a cien mil estudiantes. Aunque el gobierno le dejaba autonomía a la UNAM en la designación de rectores, el sistema presidencialista contaba con instrumentos de supervisión y corrección. Desde el Palacio de Cobián Díaz Ordaz observó los rectorados de Nabor Carrillo Flores (1953-1961) e Ignacio Chávez (1961-1966), los dos académicos con posiciones en el sector público, pero lo hizo con los mecanismos autoritarios del sistema. Como Presidente de la República le tocó a Díaz Ordaz el final del primer periodo de Chávez en 1964, su reelección y su renuncia forzada. La primera designación de Chávez en enero de 1961 tuvo hilos de operación política desde Gobernación, con Díaz Ordaz como secretario y Luis Echeverría Álvarez como subsecretario. Una historia escrita apareció en la Gaceta UNAM del 2004: la Junta de Gobierno de la Universidad estaba formada por personajes
ilustres de la educación y la academia, pero todos ellos de militancia priísta y en algún momento en el sector público priísta. Uno de los personajes que condujo la sesión fue el Dr. Gustavo Baz, eminente en la UNAM pero político priísta: era en ese momento por segunda ocasión gobernador del Estado de México y pieza clave del mexiquense López Mateos; por tanto, la Gaceta lo identificó como “vocero del presidente de la república” en la Junta de Gobierno. La misma Gaceta de la UNAM recuerda “la hostilidad de Díaz Ordaz” con el rector Chávez. Si Díaz Ordaz se había disciplinado en 1961 como secretario de Gobernación a los deseos de López Mateos de llevar a Chávez a la rectoría, ya como Presidente de la República mantuvo una relación hosca y hasta verbalmente agresiva. La leyenda urbana recuerda a Díaz Ordaz como un político práctico y autoritario, con una alta dosis de antiintelectualismo. Funcionarios del gobierno diazordacista encendieron la crisis primero en la Escuela de Economía y luego en la Facultad de Derecho, identificando al vocero presidencial Francisco Galindo Ochoa en la primera y a juniors priístas en la segunda. En una ocasión Díaz Ordaz recibió en Palacio Nacional al rector Chávez y le preguntó por su dolor de cabeza, a lo que el rector le respondió: “no es nada en comparación con la jaqueca que tendrá el gobierno si no atiende los problemas de los jóvenes”. En otra ocasión, contó el banquero Carlos Abedop Dávila, un grupo de empresarios le dijo a Díaz Ordaz que el problema universitario no tenía importancia, a lo que el Presidente respondió que “es algo muy serio y difícil; a ver si ese sabio doctor Chávez lo resuelve”. La crisis de 1966 que derrocó a Chávez y encumbró en la rectoría a Javier Barros Sierra determinó la relación de la UNAM con el Estado en el periodo 1966-1969. En 1965 los estudiantes pasaron a la ofensiva: crearon la Conferencia Nacional de Estudiantes Democráticos —de fuerte contenido comunista— y en septiembre un grupo de universitarios asaltó el cuartel militar de Madera, Chihuahua, para emular la hazaña de Fidel Castro al asaltar el cuartel Moncada como el itinerario de la Revolución Cubana triunfante. En enero de 1966 se realizó en
El ingeniero Javier Barros Sierra se había forjado en la UNAM como director de la Facultad de Ingeniería a mediados de los años cincuenta. Ahí participó en la creación del consorcio Ingenieros Civiles Asociados, una organización de ingenieros dedicados a la obra pública concesionada. El sistema político le otorgó grandes contratos como apoyo por su formación universitaria. Ahí Barros Sierra entabló relaciones políticas con las élites del poder priísta institucional. López Mateos lo designó director del Instituto Mexicano del Petróleo pero duró apenas unos meses porque en diciembre de 1958 fue nombrado secretario de Comunicaciones y Obras Públicas del gabinete presidencial con la tarea de separar las dependencias y quedarse él solamente con Obras Públicas por su experiencia como ingeniero y en ICA. En el gabinete de López Mateos funcionaba el secretario de Gobernación como el coordinador político o jefe de gabinete, con la total confianza del Presidente de la República, quien se refería cariñosamente como “Gustavito”. Los dos habían sido senadores (1946-1952), bajo la presidencia de Miguel Alemán. Por su carácter y su cercanía personal a López Mateos, los secretarios del gabinete sufrieron en su trato con Díaz Ordaz. Barros Sierra fue uno de ellos, porque también tenía el afecto del Presidente de la República aunque él mismo no era político sino técnico y humanista. Los dos chocaban porque Barrios Sierra se consideraba un universitario como condición intelectual y Díaz Ordaz se asumía como un político forjado en la práctica, además cargaba con resentimiento haber egresado de una universidad de provincia y no pertenecer a la alcurnia de la UNAM. En su perfil de Díaz Ordaz, el periodista José Cabrera Parra cuenta tres anécdotas: En una ocasión se encontraron al cruzar una puerta Díaz Ordaz y Barros Sierra y el primero, con cortesía fingida, le hizo una broma cargada de ironía: “primero los sabios”, a lo que Barros Sierra contestó: “primero los resabios”. En otra ocasión, Barros Sierra supervisaba la construcción de carreteras y cuando decían que López Mateos ya había decidido como sucesor a Díaz Ordaz, el secretario de Obras Públicas dijo que iba a cambiar el letrero de “poblado próximo” por el de “poblano próximo”.
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Y cuando le preguntaron a Barros Sierra su opinión sobre la candidatura de Díaz Ordaz, el aún secretario de Obras Públicas respondió: “de aquí en adelante todos tendremos que hablar de dientes para fuera”. Las relaciones entre Díaz Ordaz y Barros Sierra entraron en una zona complicada con la sucesión presidencial de 1964, resuelta en 1963. A pesar de su preferencia por “Gustavito”, López Mateos jugó con las expectativas y en los medios metieron a Barrios Sierra como precandidato. En 1959, por ejemplo, Barrios Sierra fue el orador oficial en la ceremonia del 16 de septiembre en nombre de los tres poderes de la unión —como se acostumbraba en el sistema político priísta que centralizaba en la figura presidencial a los poderes legislativo y judicial—, lo que lo colocó en la pasarela del primer círculo del poder político. La sucesión presidencial de 1964 tuvo siempre a Díaz Ordaz en la punta de las preferencias, pero el presidente López Mateos manejó otros funcionarios como parte de las reglas del sistema político priísta para el reparto de espacios de poder. Por ello buscaron el favor presidencial Antonio Ortiz Mena, secretario de Hacienda, Raúl Salinas Lozano, secretario de Economía-Industria y Comercio, el jefe del DDGF Ernesto P. Uruchurtu, el secretario de la Presidencia, Donato Miranda Fonseca, y el líder del senado Manuel Moreno Sánchez, además de Barros Sierra. De hecho, mientras los demás esperaban señales del presidente López Mateos, el choque político se dio entre Díaz Ordaz y Miranda Fonseca. El secretario particular del presidente López Mateos, Humberto Romero Pérez, fue un ariete contra Díaz Ordaz. Pero el diazordacismo tenía un equipo bastante eficaz que llegó a 1968 y hasta 1970: Gutiérrez Barrios en la Federal de Seguridad y por tanto la información política, Alfonso Corona del Rosal como presidente del PRI en el destape de 1963 y la operación de la campaña, Luis Echeverría Álvarez como un perro político de caza como subsecretario de Gobernación. A pesar de que la sucesión de 1963-1964 enfrentó a Díaz Ordaz con Barros Sierra, de manera no explicada el presidente Díaz Ordaz permitió el nombramiento de Barros Sierra como rector en mayo de 1966. Los datos revelan, en todo caso, el hecho de que la UNAM se enfilaba hacia un colapso político por la presencia de la ultraderecha católica, el PAN, el PRI y el Partido Comunista Mexicano, además de grupos estudiantiles simpatizantes y promotores de la guerrilla. En este contexto, Barros Sierra llegaba a la UNAM proveniente del sistema político priísta en su rango más alto —el gabinete presidencial— y entendía la lógica sistémica como para apaciguar a los universitarios siendo un rector salido de la propia universidad.
Pero para entender el 68 hay que tener un escenario más amplio: Económico: el país casi terminaba un segundo sexenio de estabilidad con tasas promedio anual del PIB de 6%, inflaciones anuales de 2%, salario real positivo, política social estabilizadora, desempleo estructural y tipo de cambio fijo por consecuencia del desarrollo estabilizador — control inflación-devaluación como eje—. Los problemas en el campo no eran mayores por el factor anticrisis de subsidios y política paternalista. Y el control obrero había resistido la organización independiente de los obreros. Político: el país se movía en el equilibrio izquierdaderecha. La presión interna de la Revolución Cubana se estabilizaba con el papel no imperialista de la política exterior mexicana y la decisión de no obedecer la consigna de la OEA y mantener las relaciones diplomáticas con La Habana. La lista de factores desestabilizadores era larga pero ninguno de ruptura: el cubanismo del general Cárdenas, el surgimiento de la guerrilla urbana con el asalto al cuartel del municipio de Madera en Chihuahua, la guerrilla rural con Lucio Cabañas en 1967, la derecha reactivada por Cuba al grito de “cristianismo sí, comunismo no”, el Partido Comunista Mexicano derrotado en los sindicatos se refugió en las universidades públicas del interior y en la UNAM, el papel activo de la Juventud Comunista del PCM, el endurecimiento del gobierno con el uso de militares contra protestas sociales, la decisión de Díaz Ordaz en el caso del movimiento médico en 1964-1965 de no negociar con disidentes y el endurecimiento de la Secretaría de Gobernación a cargo de Luis Echeverría Álvarez. El PRI seguía ganando por el control gubernamental de la estructura electoral y la oposición panista era leal. Escenario internacional: La intervención norteamericana en Vietnam se politizó y provocó movilizaciones de oposición entre los jóvenes, el mayo francés repercutió en México, la ruptura generacional aquí entró por el existencialismo francés, el hipismo estadunidense, el uso de la marihuana en las clases medias y estudiantiles, la vieja clase adulta no puenteó a las nuevas realidades, la rebeldía se convirtió en una moda, el posmodernismo liquidó la tradición heredada de la Revolución Mexicana, las olimpiadas
El 68 sí fue año de cambio, pero nunca se debatió si en el concepto de tiempo-eje fundacional; en todo caso, las protestas de agotamiento de una generación estallaron con violencia en 1968. Se trató, eso sí, de un año revolucionario.
5.- La crisis del 68.
Con el obturador abierto, la crisis política estudiantil de 1968 no nació por generación espontánea, ni se concentró sólo en los meses julio-diciembre de ese año, ni se encontró en el camino, ni fue provocada por la intervención de los granaderos, ni menos aún se impuso el resentimiento del presidente Díaz Ordaz hacia la UNAM vis a vis universidades del interior de la república abandonadas por el gasto público y la federación. Un choque entre porros —grupos juveniles organizados para eventos deportivos pero proclives a la violencia, los hooligans mexicanos— llevó a una marcha para celebrare el aniversario del asalto al cuartel Moncada en Cuba. La reacción autoritaria del gobierno no midió siquiera las dimensiones del conflicto, menos sus antecedentes y desde luego que tampoco previó consecuencias: fue una reacción típica del carácter del presidente Díaz Ordaz.
iban a convertirse en el salto de México a la exposición internacional, los EU habían decidido no hacer esfuerzos para entender al sistema político priísta y prefirieron negociar directamente con el Presidente de la República. Estabilidad del sistema político. A pesar de las protestas y las represiones, el sistema político priísta permanecía con un alto grado de credibilidad política y social. El pensamiento histórico seguía concitando consensos y la encuesta de Almond y Verba revelaron a la Revolución Mexicana y a la institución presidencial como los factores de consenso nacional. La ciencia política en su enfoque de análisis seguía sin independencia teórica de la historia y del sistema y dependiente del Estado vía la UNAM. La Revolución Mexicana operaba como el factor de consenso nacional y los debates giraban en torno a avances o traiciones, pero todo dentro del discurso histórico. El control sobre los medios dejaba algunos resquicios de despresurización: el periódico Excelsior a partir de 1964 y más luego de 1968, la revista Siempre!, el suplemento México en la cultura del periódico Novedades 1949-1962 y la continuación como La cultura en México en Siempre! 1962-1985, la revista Política 1960-1967 y la semiclandestina revista Por qué? que le abrió páginas a la guerrilla guerrerense, además del periódico Oposición del PCM. Pese a estos espacios, la estabilidad se basaba en el mayoritario consenso social. La disidencia. Aglutinada en sindicatos, universidades públicas y medios aperturistas, la oposición política carecía de penetración social. El PCM lidiaba con el peso histórico de la Revolución Mexicana, al grado de que su reunión de marxistas de 1947 sólo introdujo más confusión. El PRI había abierto un espacio a la izquierda socialista pero a condición de aceptar la Revolución Mexicana y los generales Francisco J. Mújica, Heriberto Jara y Lázaro Cárdenas actuaron como jefes morales de la izquierda priísta revolucionaria. Así, el PRI albergaba a los extremos en su seno. Los intelectuales progresistas, que citaban a Marx, Mao y a Moscú, se arropaban en la izquierda priísta sin encarar al gobierno. López Mateos se declaró (2 de julio de 1960, Novedades) “de extrema izquierda dentro de la Constitución” y el conservador Díaz Ordaz le abrió espacios a la derecha pero sin cerrar las puertas de la izquierda dentro del PRI. El sistema de partidos con dos paraestatales (PARM y PPS) y uno de oposición leal (PAN) legitimaban el funcionamiento del sistema de control estatista. El México de mediados de 1968 era el mismo de siempre. De no haber estallado el conflicto estudiantil y llegado al 2 de octubre, el escenario contrafactual hubiera sido
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otro. A partir de la dialéctica estabilidad-ruptura, Octavio Paz dictó una conferencia en Austin, Texas, para analizar el escenario mexicano como apunte posterior a El laberinto de la soledad (1950) —que publicó como Posdata en 1970— y ahí abrió con la tesis de que 1968 era un año axial, aunque sólo como referencia a la inestabilidad nacional e internacional. Basado en sus cartas al presidente Díaz Ordaz antes del 2 de octubre comentando algunas de las razones del descontento juvenil, Paz rehízo sus tesis críticas y partió del simbolismo de cambio. La referencia al concepto axial venía del filósofo alemán Karl Jaspers en su libro Origen y meta de la historia (1951 en alemán, 1965 en español) y su criterio del tiempo-eje, “un eje de la historia universal”; para Jaspers, un eje axial fue el año 500 a.C., pero con límites: 800 a.C.200 a.C., años en los que nació las diferentes civilizaciones y el pensamiento filosófico en el mundo. El 68 sí fue año de cambio, pero nunca se debatió si en el concepto de tiempoeje fundacional; en todo caso, las protestas de agotamiento de una generación estallaron con violencia en 1968. Se trató, eso sí, de un año revolucionario.
6.- El movimiento estudiantil mexicano del 68.
Por su origen real, el movimiento fue antiautoritario (con datos de Gerardo Peláez Ramos). El 22 de julio se enfrentaron a golpes estudiantes de la Escuela Vocacional 2 del Instituto Politécnico Nacional con los de la escuela preparatoria Isaac Ochoterena incorporada a la UNAM. Al día siguiente, 23 de julio, hubo otro choque violento: estudiantes de las prepas 2 y 6 de la UNAM contra los de la Ochoterena. Los de la UNAM recibieron el apoyo de la Vocacional 5. La reacción oficial fue enviar granaderos y éstos penetraron en instalaciones de la Voca 5. En protesta, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales —ascendida de Escuela a Facultad en ese 1968— declaró una huelga indefinida. El 26 de julio, día de celebración del inicio de la Revolución Cubana, se realizaron dos manifestaciones: la Confederación Nacional de Estudiantes Democráticos nacida en la UNAM y la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos articulada al Politécnico. Las dos marchas se unieron y se dirigieron al zócalo pero la policía las reprimió; como en el mayo parisino, se pusieron algunas barricadas. Por la noche, la policía política de la Federal de Seguridad allanó las oficinas del PCM. El 30 de julio se incorporó el ejército a la seguridad pública, bazucazo en la prepa 3, toma de instalaciones de prepas y vocacionales. Ese 30 de julio se declaró la ruptura institucional: el rector declaró que era un día de luto nacional e izó la bandera mexicana a media asta en la explanada de Ciudad Universitaria. El escenario estaba fijado: protestas sin control de estudiantes, violencia entre grupos estudiantiles, politización de marchas, intervención agresiva de las policías y cientos
de estudiantes detenidos, sin ningún mecanismo de control político del gobierno. Sin espacios de mediación, la polarización política entró en una montaña rusa a toda velocidad. Hacia finales de septiembre comenzaron las negociaciones, pero con pocas posibilidades de llegar a algún lado. El 2 de octubre se realizó el mitin en Tlatelolco y personas armadas del lado de los estudiantes (testimonios de Marcelino Perelló) cruzaron disparos con militares. El resultado fue el colapso del movimiento estudiantil, de la UNAM, del presidente Díaz Ordaz, del gobierno y del Estado. Antes del 22 de julio el ambiente estudiantil se había enrarecido por la lucha política. La crisis de 1966 que llevó a la renuncia forzada del rector Ignacio Chávez y el ascenso acotado de Javier Barros Sierra como rector provocó nuevos equilibrios políticos en la UNAM y el reconocimiento a estructuras estudiantiles de activistas. La participación del Partido Comunista cambió el eje del activismo estudiantil al introducirle una racionalidad ideológica y sistémica. Las autoridades de la UNAM decidieron no permanecer ajenas al conflicto y le entraron al análisis integral del conflicto. El Consejo Nacional de Huelga se convirtió en una Babel sin control. De ahí que el PCM y el Consejo Universitario de la UNAM fijaron la agenda de los pliegos petitorios que después llevaría al propio CNH a diseñar el propio. El PCM tenía claro el conflicto sistémico (Sergio Zermeño): libertades democráticas, libertad de los presos políticos, supresión del artículo 145 bis del código penal que criminalizaba la disolución social, salir a la calle a defender la Constitución. El Consejo Universitario elaboró un pliego de peticiones el 15 de agosto: respeto a la autonomía, respeto a las garantías individuales, no intervención del ejército y la policía, reparación de daños, libertad a estudiantes presos y deslindamiento de responsabilidades de las autoridades. Y ante la propuesta de Gobernación de un diálogo, el CNH elaboró el pliego petitorio definitivo: libertad a los presos políticos, derogación de los artículos 145 y 145 bis del código penal, desaparición del cuerpo de granaderos, destitución de los jefes policiacos, indemnización a los familiares de los estudiantes muertos y deslindamiento de responsabilidades de los funcionarios involucrados en la represión. Las salidas vía pliegos no dieron resultados. El 15 de septiembre los estudiantes dieron el Grito de Independencia en la explanada de CU y el 19 el ejército entró a Ciudad Universitaria a detener a líderes. El 23 de septiembre el rector Barros Sierra presentó su renuncia y en la Cámara de Diputados fue sometido a un linchamiento político. El 27 de septiembre, luego de desplegados de apoyo, el rector retiró su renuncia que era irrevocable. El 2 de octubre estalló la violencia en Tlatelolco. Hacia finales de año el rector dijo que no se presentará para reelegirse.
El movimiento estudiantil se polarizó, no quedó algún espacio intermedio para negociaciones políticas. La politización del conflicto trasladó sus principales variables fuera de la UNAM. La intervención de la Confederación Nacional de Estudiantes Democráticos y el Partido Comunista Mexicano dinamizaron a los estudiantes en las movilizaciones. Los llamados del rector Barros Sierra a la serenidad chocaron con las acciones represivas de las autoridades y la intolerancia política de los radicales. La configuración del CNH impedía acuerdos y cronogramas sensatos. De hecho nunca existió un campo intermedio para la negociación. Los estudiantes ganaron la calle y no la soltaron. 7.- El papel del rector: opciones y realidades. La parte más importante del enfoque desde las élites sobre la crisis del movimiento estudiantil mexicano del 68 radica en el papel jugado por Javier Barros Sierra como rector. Hombre probo, funcionario reconocido y universitario convencido, Barros Sierra fue director de la Facultad de Ingeniería como único empleo antes de la rectoría. Al ser llamado para ocupar el máximo cargo en la UNAM, Barros Sierra estaba en sector privado. De 1958 a 1964 había sido secretario de Obras Públicas del gobierno de Adolfo López Mateos. El cargo en el IMP en 1958 fue de reconocimiento a su capacidad técnica. La UNAM en 1966 hervía de problemas; la caída del rector Ignacio Chávez requería de una personalidad capaz de reconstruir el tejido político-estudiantil. En sus conversaciones con Barros Sierra, Gastón García Cantú, entonces director de Información de la UNAM, afirmó que el programa de trabajo del nuevo rector tenía mucho del Consejo Estudiantil Universitario, formado al calor de la crisis del rector Chávez. Las exigencias estudiantiles giraban en torno a romper la hegemonía de la élite universitaria en los organismos de dirección de la UNAM: la Junta de Gobierno y el Consejo Universitario; el CEU pedía la desaparición de la Junta que nombraba rectores y mayor paridad estudiantil en el Consejo; además, los estudiantes exigían mayor libertad de organización y mejoras en los programas de estudio. Así, el desafío del nivel rector era triple: educativo, de equilibrio de poder interno y de relaciones con el Estado, el gobierno y su partido. De mediados de 1966 a mediados de 1968, el ambiente en la UNAM no fue ajeno a las acciones represivas del gobierno de Díaz Ordaz: la ocupación militar de la Universidad Nicolaíta de Michoacán (1966), la toma militar de la Universidad de Sonora (1967), la masacre de copreros en Acapulco en 1967, la matanza de Atoyac en 1967, según recuento de Raúl Jardón. A lo largo de 1965 y la mitad de 1966 el gobierno arrestó a líderes estudiantiles por
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organizar activismos en las universidades públicas. A diferencia del PRI que carecía de un sector juvenil, el PCM echaba mano de los dirigentes de la Juventud Comunista. La tarea de Barros Sierra como rector fue prioritariamente universitaria, aunque hacia el interior de la Junta de Gobierno se tomó en cuenta su experiencia en el sector público y su participación en el gabinete del presidente López Mateos. Al asumir el cargo, Barros Sierra pareció tomar la opción de rector y disminuir sus relaciones con el poder. Si él gobierno federal le dejaba espacios a la autonomía universitaria, en realidad mantenía instrumentos de control político, sobre todo vía estudiantes y profesores activistas que pertenecían al PRI. No se olvide el hecho de que el hijo del gobernador diazordacista de Sinaloa había operado la caída del rector Chávez desde la Facultad de Derecho. Pero muchos maestros militaban en el PRI con la esperanza de algún día incorporarse al sector público. Esta parte es la esencial de este ensayo: las opciones y las decisiones del rector Barros Sierra ante el conflicto universitario iniciado el 22 de julio. Las opciones eran tres, ya fueran aisladas o articuladas, y todas ellas con el segundo pensamiento de su participación en el poder durante el gobierno de López Mateos: 1.- Actuar como líder universitario, al margen del poder político. 2.- Representar los intereses del sistema político priísta. 3.- Permanecer al margen y aislar a la UNAM de los conflictos con algunos mecanismos institucionales de mediación. La agenda prioritaria de Barros Sierra, a decir de García Cantú, era universitaria porque su toma de posesión ocurrió a raíz de la defenestración del rector Chávez y la expulsión ignominiosa y humillante del despacho de la rectoría. Pero la información política registraba todos los días en los medios el calentamiento de los grupos universitarios y estudiantiles en movilizaciones contra el sistema político priísta. La relación institucional de Barros Sierra con el sector central del gobierno federal era con Luis Echeverría Álvarez como secretario de Gobernación, el escritor Agustín Yáñez como secretario de Educación Pública y Antonio Ortiz Mena como secretario de Hacienda. Como rector, recuerda García Cantú, a Barros Sierra le tocó oponerse a
la idea de Ortiz Mena de convertir el subsidio a la UNAM en un sistema de becas para subrepticiamente subir las cuotas de estudios; aunque el programa fracasó, de todos modos dejó inquietud en la comunidad estudiantil. Frente al movimiento, Barros Sierra tomó sus opciones: Si como rector pudo haber intermediado entre el gobierno y los estudiantes, su posicionamiento al lado de los estudiantes y frente al Estado ocurrió el 30 de julio, apenas ocho días de estallada la crisis: por el bazucazo en la Prepa 3, la toma de preparatorias y el arresto de estudiantes, el rector apareció en su primer mitin y adoptó dos pronunciamientos que fijaron el punto de no retorno y que impidieron la construcción de puentes de negociación: 1.- La bandera a media asta en la explanada de CU. 2.- La afirmación de que era “un día de luto para la Universidad”. 3.- Y la advertencia de que la autonomía estaba “amenazada gravemente”. El breve discurso del rector fue ajeno a alguna consideración de negociación política. Su presencia en el acto lo llevó a liderar la resistencia. Si bien es cierto que era una exhibición de energía necesaria para tratar de contener el avance de la represión, en su discurso no abrió ningún espacio de distensión y, por el contrario, convocó a “dirigir nuestras protestas” con inteligencia y energía. Las palabras de Barros Sierra lo afianzaron en la rectoría al lado de los estudiantes, pero lo alejaron de cualquier espacio de diálogo con el poder. Ahí se fijó el territorio de batalla política que condujo a Tlatelolco. El rector tenía la suficiente fuerza moral y la representación universitaria para negociar con el poder la disminución de los mensajes autoritarios y de represión. Inclusive, García Cantú consideró que el discurso del luto y la bandera a media asta marcaron “el principio de lo que sería el movimiento
estudiantil”. ¿Qué hubiera pasado si la rectoría, la Junta de Gobierno y el Consejo Universitario protestaban solamente vía boletín y no con un mitin? La historia contrafactual y las ucronías son a veces sólo divertimentos; pero en situaciones de conflicto ayudan a cuando menos analizar hechos pasados en escenarios más abiertos. El rector se metió ese 30 de julio de lleno al liderazgo institucional del conflicto y se quedó atrapado en el lado de los adversarios del sistema priísta. La defensa que hizo el rector de la autonomía era necesaria, pero pudo haber sido un error político porque dañó más la autonomía el activismo del rector al encabezar marchas y protestas, en lugar de negociar con el poder. El carácter autoritario de Díaz Ordaz era maniqueo, como todo autoritarismo arbitrario, rayando en el enfoque schmittiano de la política como la relación amigo-enemigo que nutrió el fascismo alemán, y además se convertía en enfermizo cuando sus principales colaboradores le atizaban con informaciones interpretadas y por tanto sesgadas. En este sentido, Díaz Ordaz vio muy pronto —a ocho días de iniciado el conflicto— que carecía de un interlocutor en la comunidad universitaria. Es verdad que la invasión de dos prepas y el bazucazo a la puerta de la Prepa 3 eran actos mayores que requerían de una respuesta diríase que de igual magnitud en sentido contrario, pero esta percepción operaba en situaciones de guerra militar donde hay amigos-enemigos y no en contextos de conflictos sociales entre el Estado y una institución subsidiada por el Estado. De ahí que el rector Barros Sierra haya respondido a la lógica amigo-enemigo de Díaz Ordaz con movimientos amigo-enemigo y se colocara en la trinchera contraria. A lo largo de los siguientes días, la rectoría estuvo al lado de los estudiantes como muro de contención de la violencia, pero teniendo dentro del movimiento estudiantil radicalismos proclives al choque físico con la policía. Al discurso del luto y la bandera a media asta le siguió, dos días después, una manifestación en las calles encabezada por el rector Barros Sierra: de CU al monumento a Álvaro Obregón sobre Insurgentes Sur y de regreso a CU. Fue una marcha pacífica, sin estridencia, sólo de protesta por la intervención militar en instalaciones universitarias. El rector aclaró que encabezaba esa manifestación “por petición de numerosos sectores de maestros y estudiantes de la Universidad”. De nueva cuenta aquí cabe el mismo análisis: el rector pasó a formar parte de la comunidad agraviaba y encabezó la protesta que le quitó autoridad moral para cualquier negociación política con el gobierno. Al interior del aparato político del gobierno federal, Barros Sierra era caracterizado como el jefe político del movimiento con los argumentos de que aparecía al frente de las protestas, cuando su condición de rector de una institución subsidiada por el Estado y el gobierno le otorgaba ciertas características para prioritariamente negociar con los funcionarios. El carácter de gobernante ofendido de Díaz Ordaz asimiló ese análisis tendencioso de sus colaboradores. Al final, en el grupo operador de, gobierno —Defensa Nacional, Gobernación, SEP, Departamento del Distrito Federal y presidencia— las evaluaciones se hacían en función de la dinámica de las movilizaciones estudiantiles y populares. El análisis sobre las opciones del rector deben hacerse sin apasionamientos y en la doble lógica: como universitario ofendido pero también como rector con experiencia política y sabedor de que el cargo de rector implicaba no sólo la defensa de la autonomía y de los estudiantes reprimidos, sino sensibilidad política para negociar la distensión del conflicto. La decisión del rector Barros Sierra de liderar el movimiento a partir de su cargo y de la defensa
La decisión del rector Barros Sierra de liderar el movimiento a partir de su cargo y de la defensa de la autonomía no hizo más que potenciar las movilizaciones porque el gobierno careció de una interlocución de alto nivel del lado de la UNAM.
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de la autonomía no hizo más que potenciar las movilizaciones porque el gobierno careció de una interlocución de alto nivel del lado de la UNAM. Las acciones de huelgas, paros y fundación de organismos sociales de defensa de estudiantes y maestros fueron también una consecuencia de la conducta del rector al lado de los estudiantes. Las marchas, las exigencias del CNH de diálogo abierto y público en el zócalo el primero de septiembre —día del informe presidencial— y la ausencia de nueva cuenta de instancias de distensión llevaron al movimiento a una dinámica sin freno. Las circunstancias ayudaron al fortalecimiento del sector oficial: el sistema político priísta se protegió a sí mismo, por lo que tampoco hubo espacios para buscar la negociación: los estudiantes querían derrotar al gobierno y el gobierno quería derrotar a los estudiantes. El 18 de septiembre el ejército entró a Ciudad Universitaria como punto culminante de la ofensiva gubernamental escalada y el 22 ocupó las instalaciones del IPN en Zacatenco. El mitin en Tlatelolco se realizó cuando habían apenas comenzado algunas pláticas con funcionarios menores: el priísta Jorge de la Vega Domínguez, secretario del Instituto de Estudios Políticos Económicos y Sociales del PRI (IEPES), y el funcionario Andrés Caso Lombardo. Los dos, sin embargo, carecían de influencia en Gobernación y menos en Los Pinos. Y del lado de los estudiantes era prácticamente imposible tener consenso porque el CNH estaba dividido por facultades, escuelas y centros de estudios superiores, además de la penetración del PCM y de la CNED; con Caso se reunieron Gilberto Guevara Niebla, Anselmo Muñoz y Luis González de Alba. Las negociaciones del rector Barros Sierra con el gobierno no habían sido tales, sino apenas algunas conversaciones. El rector le contó a García Cantú, por ejemplo, su conversación con Alfonso Martínez Domínguez, entonces presidente del PRI y operador político de Díaz Ordaz, en la que se trató la carta de renuncia del rector que el gobierno no la consideraba positiva. Los dos se habían conocido en el sexenio de López Mateos, Barros Sierra como secretario de Obras Públicas y Martínez Domínguez como líder de la Cámara de Diputados. Según el rector, esa reunión fue de quejas por la campaña en medios en su contra por membretes gubernamentales. Pero ahí no pudo salir alguna agenda real para la solución del conflicto. A García Cantú también le contó Barros Sierra una conversación con el presidente Díaz Ordaz y ahí salió uno de los problemas serios del conflicto: las fallas en la intercomunicación, pues intereses de ambos lados funcionaban como teléfonos descompuestos. Según Barros Sierra, el Presidente de la República se quejó que no le había llegado al rector un mensaje enviado desde Guadalajara: que el rector debía encabezar la marcha del primero de agosto. Aunque no le explicó las razones, la interpretación más sensata era la que establecía la necesidad de que el rector apareciera como cabeza universitaria para tener sólo una instancia de negociación. ¿Cuál hubiera sido el rumbo del movimiento si el rector hubiera recibido el mensaje presidencial y luego de la marcha se hubieran abierto canales de negociación? La marcha del primero de agosto como ofensiva del rector fue dos días después del mitin en CU y de la bandera a media asta.
Barros Sierra no contó más del contenido de su conversación con Díaz Ordaz, aunque habló que ahí salió la propuesta del rector de que los negociadores del gobierno fueran De la Vega Domínguez y Caso Lombardo. Sin embargo, las fechas no coincidieron porque esa línea de negociación ocurrió después de la entrada militar a CU. De todos modos, Barros Sierra y Díaz Ordaz se encontraron para buscar una salida, pero a García Cantú le dijo el rector que él llegó a las conversaciones en su condición de rector ofendido. Al final, entre Presidente y rector no hubo el clima mutuo de tolerancia para encontrar caminos de solución al margen de las ofensas. En este contexto, el rector de la UNAM tuvo espacios para liderar el movimiento con posibilidades de búsqueda de soluciones, pero su condición de parte ofendida, su decisión de solo defender la Universidad y el desbordamiento de grupos políticos universitarios impidió caminar por el sendero de la negociación. Del otro lado hubo un carácter diríase que compatible en intolerancia: un Presidente de la República que vio menguado el principio de autoridad y una clase política que no entendió la lógica política por la democracia detrás del movimiento estudiantil.
8.-. La sucesión presidencial de 1970.
En medio del conflicto también tuvo que ver el clima de sucesión presidencial. Los principales involucrados estaban en competencia por la candidatura presidencial priísta de 1970: Echeverría Álvarez, el secretario de la Presidencia, Emilio Martínez Manautou, y el jefe del DDF, Corona del Rosal. El secretario de Educación Pública, Agustín Yáñez, fue desplazado. Al final, la complicidad de la sangre facilitó la candidatura de Echeverría pero éste rompiendo pronto con Díaz Ordaz. Hay que anotar también que Echeverría se ganó la candidatura no sólo por Tlatelolco y el 68 sino por la operación política de represión que lo unió a Díaz Ordaz desde 1956 ante el movimiento magisterial. En diciembre de 1958 López Mateos designó secretario de Gobernación a Díaz Ordaz y éste premió a Echeverría por su papel desde la SEP contra los maestros con la subsecretaría —la única— de Gobernación. Al ascender a presidente de la república, Díaz Ordaz designó a Echeverría como secretario de Gobernación. Por tanto la complicidad no fue Tlatelolco sino el aparato de represión social desde 1956. El escalamiento del conflicto estudiantil tuvo otro sector afectado por las contradicciones: los intelectuales. A ellos les ocurrió lo mismo que los estudiantes: se quedaron sin proyecto social que apoyar. La mayor parte de ellos articulados a la UNAM, a la hora del conflicto se vieron obligados a transitar hacia los nuevos espacios ideológicos. Lo interesante fue ver cómo algunas figuras destacadas se movieron del apoyo al régimen a su crítica, aunque al final las aguas regresaron a su nivel y ellos también. Los casos de dos grupos intelectuales fueron significativos en sus oscilaciones: el de Carlos Fuentes y Enrique González Pedrero y el de Gastón García Cantú, el primero identificado con el cardenismo colocado a la izquierda del PRI y el segundo más funcional a los grupos no históricos pero en el Estado. Fuentes estuvo en París durante los acontecimientos de mayo en Francia y julio-octubre en México, apoyó al movimiento desde lejos y asumió las lecciones del
68 como parte de la reorganización del sistema político y los afanes de democratización. En sus ensayos de Tiempo Mexicano recogió Fuentes el lado positivo del movimiento. González Pedrero tuvo otro escenario: le tocó ser director de la Escuela de Ciencias Políticas y el tránsito a Facultad en 1968 y lidiar con la primera huelga que se decretó en esa comunidad apenas después de las represiones del 22 y el 26 de julio. Formado en Francia e introductor de Gramsci en los programas estudio, González Pedrero militaba en el PRI desde 1949. Durante el movimiento del 68 no tuvo ninguna presencia destacada. Junto con Fuentes fundó el Grupo El Espectador y participó en la dirección colectiva de la revista El Espectador que circuló apenas doce números en 1959. La línea editorial fue la de defender el enfoque histórico de la Revolución Mexicana en su vertiente cardenista. En un ensayo publicado en el libro El gran viraje, González Pedrero fijó la tesis polémica de que “la izquierda en México nació con la Revolución Mexicana”. En la campaña de 1970 se incorporó al grupo de Echeverría, fue senador, director de Canal 13 y secretario general del PRI con Jesús Reyes Heroles, y rompió con el sistema en 1987 con Cárdenas y luego su incorporación al PRD. García Cantú estuvo registrado como profesor de la Facultad de Ciencias Políticas; en 1968 fue director de Infor-
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mación del rector Barros Sierra, y antes había sido director de Información de la Secretaría de Obras Públicas durante la gestión de Barros Sierra en esa dependencia. Como historiador abrió líneas en tres temas fundamentales: los liberales del siglo XIX, las complicadas relaciones con los Estados Unidos y la indagación de las raíces del socialismo en el siglo XIX. En 1972 García Cantú publicó el libro Javier Barros Sierra 1968. Conversaciones donde registró el itinerario del rector. Fuentes y García Cantú podrían ser casos significativos sobre los intelectuales y el movimiento estudiantil: uno seguidor del cardenismo y el otro colaborador de Barros Sierra. Los dos, a su manera, superaron el conflicto de lealtades después del 2 de octubre, a pesar de relaciones de tensión con el poder político institucional. Carlos Fuentes se vinculó a Cárdenas y lo vio como la posibilidad de regresar al cauce original de la Revolución Mexicana; en 1962 publicó la novela La muerte de Artemio Cruz que pudo leerse como un alegato póstumo de la revolución traicionada por las perversiones del poder y la corrupción de sus élites revolucionarias. Luego de entusiasmarse con la Revolución Cubana, en 1959 participó en la dirección colectiva de la revista El Espectador apoyando los aspectos progresistas de funcionarios del gobierno. En 1960 se sumó a los colaboradores de la revista Política fundada por Manuel Marcué Pardiñas, pero en 1964 renunció publicando en la revista Siempre? un ensayo de apoyo nada menos que a Gustavo Díaz Ordaz como candidato presidencial del PRI, señalándolo como el garante de la viabilidad de la Revolución Mexicana. En 1968 publicó un reportaje del mayo francés y terminó con una declaración de fe marxista. En 1971 alcanzó a incorporar al último ensayo de Tiempo Mexicano un párrafo de defensa del presidente Luis Echeverría Álvarez acreditando la represión del 10 de junio por parte de los halcones como una maniobra de la derecha, aunque todos los datos hablaban de la responsabilidad del Estado. En el gobierno de Echeverría operó relaciones del Presidente con intelectuales y en 1975 aceptó la embajada de México en Francia y se incorporó como miembro del consejo consultivo del IEPES del PRI participando como orador en la campaña presidencial de José López Portillo. Rompió con el gobierno en 1977 cuando López Portillo designó a Gustavo Díaz Ordaz como el primer embajador de México ante la España democrática, pero mantuvo su militancia en los espacios del priísmo progresista cardenista. García Cantú terminó su gestión en 1969 en la UNAM y aceptó la dirección del Instituto Nacional de Antropología e Historia que le dio López Portillo. Durante el gobierno de Echeverría ejerció la crítica política en el periódico Excelsior y sus textos fueron parte de la irritación de Echeverría y de la maniobra gubernamental para expulsar a Julio Scherer García de la dirección del periódico; García Cantú abandonó el edificio de Excelsior del brazo de Scherer. Lo interesante del caso de García Cantú fue su participación en un grupo de intelectuales que en 1969 se sumó al equipo de trabajo de Emilio Martínez Manautou, secretario de la Presidencia, como precandidato presidencial. El dato es valioso porque mostró a intelectuales universitarios que vivieron de cerca los choques violentos de estudiantes de la UNAM con el poder represivo del Estado, pero después se acogieron a funcionarios del sistema. El 19 de mayo de 1969, cuando el proceso de sucesión presidencial estaba ya en la recta final, Martínez Manautou dio una conferencia de prensa para hablar del programa de desarrollo de Díaz Ordaz pero con algunas frases en clave que referían la continuidad. El periódico Excelsior le dio la noticia principal y un largo espacio inusual porque las declaraciones carecían de mucho interés. La interpretación política que se le dio a esa conferencia fue el posicionamiento del funcionario en la lista de finalistas para la candidatura presidencial. A partir de esa conferencia, un grupo de intelectuales juntó varios artículos para recuperar y ponderar el plan de desarrollo de Díaz Ordaz como la propuesta de precampaña presidencial de Martínez Manautou como garante del continuismo diazordacista. Este dato es mayor porque
intelectuales que lucharon al lado del rector Barros Sierra finalmente se alineaban al precandidato que garantizaba la continuidad de Díaz Ordaz. Los artículos se reunieron en una plaquette de apenas 31 páginas tamaño media carta bajo el título El dilema del desarrollo: democracia o autoritarismo. Los firmantes eran figuras connotadas del medio intelectual: Jorge Cortés Obregón, Víctor Flores Olea — que fue director de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM a finales de 1970—, Gastón García Cantú, Henrique González Casanova —una figura destacada entre el profesorado universitario—, Horacio Labastida —un abogado que formaba parte de la izquierda del PRI—, Francisco López Cámara —otro profesor reconocido— y Gustavo Romero Kolbeck, economista. Los temas: pobreza, marginación, desempleo, papel del Estado, distribución de la riqueza y crítica al poder, sin duda los temas subyacentes en el movimiento estudiantil del 68. Una vez decidida la sucesión y con Echeverría en la presidencia, el grupo se dispersó: Flores Olea terminó su periodo en Ciencias Políticas y fue designado por Echeverría embajador de México en Moscú, García Cantú pasó a la crítica a Echeverría pero entró al gobierno con López Portillo, Labastida consolidó su posición en el PRI y Romero Kolbeck fue director del Banco de México en el sexenio de López Portillo y fue relevado en septiembre de 1982 con la expropiación bancaria y el control de cambios. González Pedrero, Fuentes y García Cantú estuvieron involucrados en la UNAM durante el movimiento del 68 pero luego aparecieron en los procesos de sucesión presidencial de 1970 y de 1976 dentro del PRI y en los espacios del poder. Se trata de casos que parecían inexplicables: antisistémicos que padecieron la represión del Estado, al final participaron en los juegos de poder del Estado. La única explicación lógica estaría en la percepción de que el 68 fue una crisis sistémica que se solucionó dentro del sistema. Y que los tres serían la prueba de que buena parte de la crisis del 68 también se localizó en la disputa política de la sucesión presidencial. La UNAM pasó por la misma fase de readecuación. Barros Sierra no compitió por la reelección, el sociólogo Pablo González Casanova fue designado rector en 1970 sin intervención decisiva del Estado ni del gobierno, pero en 1972 enfrentó, como Chávez en 1966, una ofensiva violenta por parte de grupos radicales comandados por los estudiantes perpetuos Miguel Castro Bustos y Mario Falcón, sin que la autoridad interviniera porque el gobierno de Echeverría puso la condición de que el rector solicitara oficialmente la fuerza pública para desalojar a los dos porros de la torre de rectoría; al final González Casanova prefirió renunciar. La rectoría regresó a la institucionalidad: desde 1972 hasta el 2014, los ocho rectores han tenido militancia en el PRI, algunos con cargos posteriores en el gabinete presidencial o en instituciones del sistema político. Durante el rectorado de Guillermo Soberón Acevedo y Juan Ramón de la Fuente, la policía entró a Ciudad Universitaria para desalojar porros y paristas, sin generar conflictos entre la comunidad universitaria. La crisis estudiantil de la UNAM dentro del movimiento estudiantil del 68 fue parte de los reacomodos entre los jóvenes que dependen de la educación pública.
Y los reacomodos de las élites posteriores al 2 de octubre tienen elementos suficientes para darle a la crisis del 68 una lectura de conflicto en las élites como parte de la lucha por el poder político.
9.- Conclusiones.
La lectura del movimiento estudiantil desde la teoría de las élites aporta elementos para interpretar el conflicto como parte de la lucha por el poder dentro del sistema priísta. De ahí se desprenden las principales conclusiones: 1.- La crisis no comenzó el 22 de julio con el choque entre estudiantes de dos escuelas. 2.- El Estado careció de espacios de mediación política. 3.- El presidente Díaz Ordaz no tuvo una estrategia política para analizar con frialdad el movimiento. 4.- En el conflicto Díaz Ordaz-Barros Sierra estuvo el elemento político de las desavenencias entre ellos provocadas por la sucesión presidencial de 1964. A la luz del tiempo, nunca estuvo en riesgo la autonomía; si se violó, fue en la circunstancia y el gobierno reculó; el liderazgo de Barrosa Sierra impidió abusos. Pero no se sabe que Díaz Ordaz haya querido desaparecer la UNAM o abrogarle su autonomía. 5.- El rector Barrios Sierra enfrentó una encrucijada: defender a la Universidad reduciendo sus espacios como rector o utilizar su experiencia en el gabinete para abrir canales de negociación. Barros Sierra optó por liderar a los estudiantes contra el autoritarismo del Estado pero dejando al problema sin canales de intermediación de soluciones. 6.- Entre Díaz Ordaz y Barros Sierra hubo dos problemas de comunicación: el teléfono descompuesto por el aislamiento del Presidente y la falta de modestia del rector para buscar directamente a Díaz Ordaz y la lógica schmittiana de la política como la relación amigo-enemigo. 7.- La negociación se dio entre líderes estudiantiles sin representación del CNH y dos funcionarios y políticos menores del gobierno autoridad ni fuerza para impulsar soluciones. 8.- Cuando el rector entró en la zona de sensatez y presionó para que el mitin del 2 de octubre el Tlatelolco, se percató que carecía de autoridad con los estudiantes. 9.- Barros Sierra no quiso, no supo o no le interesó mirar el conflicto desde la óptica de Estado que experimentó como secretario de un gabinete presidencial. 10.- Díaz Ordaz se desentendió del conflicto estudiantil y confió en Echeverría y Corona del Rosal, sin percatarse de que los dos estaban en la lógica de la sucesión presidencial de 1970. 11.- Vista a la distancia en enfoque contrafactual, la crisis estudiantil del 68 sí tuvo espacios de atemperamiento pero fallaron los caracteres del presidente Díaz Ordaz y del rector Barros Sierra, más reactivos a sus pasiones personales que a las perspectivas de Estado. 12.- Al final del conflicto, los dos salieron perdiendo en lo personal e institucional, aunque Barros Sierra se haya quedado con la etiqueta de héroe universitario pero sin haber impedido el mitin de la represión ni haber encontrado una solución al problema. http://noticiastransicion.mx carlosramirezh@hotmail.com @carlosramirezh
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10.- Bibliografía básica.
Ai Camp, Roderic (1992), Biografías de políticos mexicanos, Editorial Fondo de Cultura Económica, México. Almond, Gabriel, y Verba, Sidney (1970), La cultura cívica. Estudio sobre la participación político democrática en cinco naciones, Fundación Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada y editorial Euroamérica, España. Alva. Luis Fernando (1992), La sucesión presidencial de 1964, Gobierno del Estado de Puebla, Secretaría de Cultura, Comisión Puebla V Centenario, México. Cabrera Parra, José (1994), Díaz Ordaz y el 68, Editorial Grijalbo, México. Cosío Villegas, Daniel (1972), El sistema político mexicano, Cuadernos de Joaquín Mortiz, México. Easton, David (1951) The political system: an inquiry into the state of political science, A. A. Knopf, USA. Fuentes, Carlos (1962), La muerte de Artemio Cruz, Colección Popular, Editorial Fondo de Cultura Económica, México, ——(1971), Tiempo Mexicano, Cuadernos de Joaquín Mortiz, México. Gaceta UNAM (2004), 1966: distanciamiento con el gobierno y crisis estudiantil, UNAM, México. García Cantú, Gastón (1972), Javier Barros Sierra 1968. Conversaciones con Gastón García Cantú, Siglo XXI Editores, México. García y Colomé, Pablo, Javier Barros Sierra, http://dcb.fi-c.unam. mx/Academicos/FPPC/Ponencias/MRsM68.pdf. González Pedrero, Enrique (2010), Barros Sierra, defensor de la autonomía, Revista de la Universidad, No. 82, diciembre de 2010, México. ——(1961), El gran viraje, Editorial Era, México. Guevara Niebla, Gilberto (2008), 1968. Largo camino a la democracia, Editorial Cal y Arena, México.
VIII
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Reforma a Derechos Humanos en Tamaulipas CD. VICTORIA, Tamaulipas.- “Compartimos con el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, la visión de una sociedad en la que cada persona pueda disfrutar de su vida cotidiana, sus derechos. Todos tenemos un compromiso indeclinable con su defensa”, señaló el Gobernador Egidio Torre Cantú al poner en marcha los trabajos para la implementación de la Reforma de Derechos Humanos en el Estado de Tamaulipas. Esta reforma constitucional establece como premisa la obligación del estado mexicano, sus instituciones y autoridades de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de la población en todos los ámbitos. Ante la presencia del representante de la Oficina Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Derechos Humanos en México, Jesús Peña Palacios; el Presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Armando Villanueva Mendoza afirmó que el Poder Judicial sigue el eje estratégico del Tamaulipas Seguro en el ejercicio de liderazgo político, correspondiente al Poder Ejecutivo que estableció el ingeniero Egidio Torre Cantú en el plan estatal de desarrollo. “Reconocemos su compromiso y preocupación por el respeto a la dignidad de las personas, motivado por su carácter humanista y vocación ciudadana. Nos sumamos a sus esfuerzos por lograr el Tamaulipas que todos queremos”, agregó el funcionario estatal. El Gobernador Torre Cantú señaló que la implementación de dicha legislación pone en relieve la importancia que tienen los derechos humanos, temática que en la agenda de Tamaulipas es de primer orden. Describió que en concordancia con los trabajos de la Reforma, el Ejecutivo Estatal creó la Subsecretaría de Derechos Humanos, el Instituto Tamaulipeco para los Migrantes, desarrolló políticas públicas para la prevención de la violencia en la mujer, trabajo infantil y adolescente e instaló comités de derechos humanos en centros educativos. Anunció que en noviembre arrancará formalmente el diagnóstico y consulta pública para la conformación del primer Programa Estatal de Derechos Humanos. Por su parte, Jesús Peña Palacios, reconoció al Poder Judicial del Estado por los resultados alcanzados en su sistema de indicadores en materia de derechos humanos implementado en 2011, “pues han materializado un compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas”, señaló. Los trabajos para la implementación de la Reforma de Derechos Humanos en Tamaulipas fortalecerá la correcta aplicación de la ley en observancia de los derechos primordiales e incidirá en el actuar de fiscales, fuerzas de seguridad y defensores.
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Saberes de la política Por Cipriano Flores
E
s verdad de que los saberes de la política son producto de los conocimientos teóricos y de la praxis, pero además de una vocación natural del sujeto. Conocimiento, praxis y vocación son los tres elementos que debe tener todo gobernante que se puede considerar con posibilidades de éxito. El conocimiento nos debe de servir para saber cómo el gobierno debe ser eficaz para servir a la gente, conocer de la operación de los tres poderes nacionales, de cómo funcionan los gobiernos provinciales y locales, de cuál es el sentido de la política de la población que se transmite a través de los medios de comunicación y de cómo los valores fundamentales de una nación se reflejan en las decisiones gubernamentales. El gobernante jamás debe de perder la concentración en estas cuestiones tan elementales pero a la vez fundamentales. Todo conforma una educación política que parte del conocimiento de la naturaleza humana, sin este conocimiento, por parte del gobernante, puede ser causa de grandes decepciones y de continuos fracasos. Pero además de esto, el gobernante debe defender los valores fundamentales de la nación que fueron creados y reflexionados a través de su historia, valores que no deben ser olvidados como el pluralismo, el respeto mutuo, la tolerancia y la comprensión entre otros. El gobernante, además de ello, debe de tener una identidad muy bien definida, sin esto, no será capaz de tener el oficio de entender a los “otros”, la identidad es la plataforma para comprender, para pelear un proyecto, para fortalecer principios y para aplicar la política de la interculturalidad. La falta de una plena comprensión de la interculturalidad puede ocasionar el dolor en la política y de enfrentamientos con los diferentes. Los gobernantes deben de entender, de acuerdo a la experiencia, que la política es la única vía para lograr cambios fundamentales, duraderos y pacíficos en bien de los seres humanos. La violencia es la más pura expresión de la antipolítica, desgraciadamente muchos gobernantes no han entendido este saber. “En mi imaginación, el doctor King y Mahatma Gandhi habían hecho más para que el mundo cambiara de verdad a través de su desobediencia civil y su no violencia de lo que jamás podrían hacer un millón de manifestantes tirando piedras” (Rodham Clinton, Hillary. Historia Viva. Edit. Planeta. México, 2003, p.53). La violencia no debe de detener el empleo del arte de la política, pues sólo ella “es capaz de hacer posible lo que parece imposible”. Por eso los compromisos de campaña no deben ser imposibles de cumplir, siempre que sean sensatas. Por eso habría que cuidar siempre que se gobierna con ideas y no con eslóganes.
Desde luego, en las campañas políticas, que son la lucha por acceder al poder del Estado, hay que cuidar el más mínimo detalle, cualquier descuido puede ser fatal. Ser el centro de atención, ser el foco de atención, implica que este foco puede quemar si no se tienen los cuidados pertinentes. Sobre todo, poner el acento en los medios de comunicación, su importancia es de gran magnitud, que no se entiende hasta que se está en el poder. Gobernantes y medios son adversarios, pero también son complementarios. Para ellos, habría que desarrollar y emplear las tácticas políticas más adecuadas y tener cuidado con los matices de las cuestiones. Ante cualquier complejidad de la relación con los medios, hay que demostrar un optimismo sin límites y una determinación a toda prueba. También mantenerse firme si se tiene la razón y ceder ante cualquier conveniencia política y ante la presión de los medios. Es importante saber que planificar en política es razonablemente bueno, sin embargo, no olvidar que tener la capacidad de improvisación y de espontaneidad son recursos en los momentos difíciles y de crisis de gobierno. Una mente ágil, pronta, enérgica y que entiende la complejidad del momento es indispensable en los procesos de gobierno: “Todo presidente debe adoptar una estrategia con celeridad cuando se producen acontecimientos dramáticos: puede aparcar todo lo demás y concentrarse públicamente en la crisis o resolver la situación mientras trata de ceñirse a su agenda oficial” (Rodham Clinton, Hillary. Op. Cit. p. 220). Pero tampoco hay que hacer muchas cosas al mismo tiempo y con demasiada aprisa.
Los saberes de la política están en la profundidad de los océanos, lugares de quietud para la verdadera reflexión y de pausas de tiempo como bocanadas de aire para la inspiración, mientras que en la superficie, el mar embravecido por la lucha por el poder se enseñorea en todo el horizonte...
Dos saberes a los que hay que tener mucho cuidado y tratar de evitarlos a toda costa, es la politización del sistema de justicia y la criminalización del régimen político. Estos dos males son el inicio de la descomposición de todo gobierno. Que la decisión de los jueces se politice y que se criminalice la acción del Ejecutivo es un escenario peligroso para la gobernabilidad de todo gobierno. En estos tiempos modernos, los gobernantes son muy proclives a gobernar por encuestas, es lo se puede llamar “gobierno por opinión”, sin embargo, las encuestas sólo son medios o herramientas para orientarse sobre la eficacia de los cursos de acción del gobierno, es un medio para escuchar a los votantes, pero habría que considerar que el pueblo no siempre sabe lo que quiere. Las buenas encuestas son a veces ciencia, a veces psicología de masas y muchas veces alquimia, con la condición de formular las preguntas adecuadas y saber leer las respuestas. Saber escuchar a la población y sopesarlas para llegar a la formulación de un buen juicio es una buena fórmula política. En las grandes acciones de gobierno, incluso en las medianas, “la gracia está en los detalles”, no cuidar hasta el mínimo detalle, puede ocasionar que una extraordinaria acción sea considerada un verdadero fracaso gubernamental. Los detalles en política es la serie de operaciones que se vuelven una excelente actividad, asimismo, la suma de estas actividades se transforma en una eficaz función, a la suma de las buenas funciones dará, por consecuencia, una eficaz acción. Si se falla en las operaciones, que pueden ser las más insignificantes, lo más seguro es que las acciones de gobierno no se logren con la debida eficacia. Ser demasiado pragmáticos en política no es siempre muy recomendable, es más prudente no hacer concesiones sobre los principios o los valores que se defiende, sin embargo, las estrategias y las tácticas, en el contexto de esos principios y valores, deben ser los más flexibles posible para hacer viable cualquier avance, especialmente en situaciones complicadas en las acciones de gobierno. Ser tanto principista como demasiado pragmático no es recomendable en política. Aristóteles pensaba que el punto medio era lo más recomendable. Los saberes de la política están en la profundidad de los océanos, lugares de quietud para la verdadera reflexión y de pausas de tiempo como bocanadas de aire para la inspiración, mientras que en la superficie, el mar embravecido por la lucha por el poder se enseñorea en todo el horizonte, que incluso produce temores, miedos, que sólo los evocados por la política se atreven a sumergirse en ese mar. Sólo los saberes serán los enormes sustentos del caminar en la política, así lo entendieron y lo entienden los buenos gobernantes.
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Artículo
El origen de la violencia en México y los rubros de la violencia cotidiana Por Emiliano López *Investigador del Centro de Estudios Políticos y de Seguridad Nacional, S.C. emiliano_082002@yahoo.com
E
l origen del mal y de la violencia generalmente deriva de un sistema que modula, aprende y determina a un individuo. La violencia individual o grupal es reflejo concreto de un sistema tóxico. La violencia la propicia y origina el gobierno cuando crean un entorno nocivo que aprende y forma una sociedad o individuo.
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La violencia y crueldad en esencia es aprendida. Se vive y sobrevive en un entorno de violencia, de dolor, de horror y de error propiciado y fortalecido por el sistema político. Se acostumbra a vivir con el problema, no a solucionar el problema. La violencia y la crueldad tienen múltiples rostros. El sistema político mexicano ha creado un Estado fáctico que favorece y fortalece a los grupos públicos y privados que se rotan y heredan el poder, que violentan a la mayoría de la sociedad. El Estado y gobierno violentan a la sociedad con sus decisiones y acciones que generan daños masivos, enormes desigualdades, injusticias e impunidad y que dan más poder a los mafiosos. Aristóteles dijo: “La pobreza es la madre de las revoluciones y el crimen”. La Iglesia, las televisoras, los sindicatos, el narco, los empresarios monopólicos son los que imponen condiciones y leyes, adicionalmente los poderes y niveles de gobierno son feudos de poder de funcionarios y políticos, son los intocables y violentos. El Estado fáctico ha creado un gobierno violento y depredador. El gobierno violenta de diversas formas a la sociedad y la sociedad al individuo. El individuo se defiende y regresa la violencia a la sociedad y ésta al gobierno. Se da una dialéctica: la violencia de todas las partes, sin control. Históricamente se ha violentado a la sociedad desde arriba hacia abajo, desde el poder, desde que la iglesia era gobierno y sometía a cualquiera con la Santa Inquisición. Edgardo Buscaglia, experto internacional en seguridad, ex Asesor de la ONU y Presidente de Acción Ciudadana en México afirmó: “Hay que rescatar al Estado de los gobernantes que lo han secuestrado. La corrupción política en México es la madre y el padre de la delincuencia organizada. Existe en México un pacto de impunidad. Esos pactos de impunidad que se han dado en países como Italia o Colombia, hacen que estas masacres sólo puedan ser abordadas penalmente”. Olvidando la parte política y social. “La corrupción legalizada es el aparato circulatorio de la delincuencia organizada y es lo primero que hay que cambiar”. Señala que la sociedad debe ser un contrapeso real y fuerte contra el Estado y gobierno fáctico.
Asimismo, contra los grupos fácticos, señala que: “La sociedad civil tiene que estar en las calles y paralizar el sistema económico y mafioso que tiene México. Eso es lo que hicieron en Colombia y en Italia. En el movimiento de “manos limpias”, por ejemplo, millones de italianos en los años 90´s salieron a las calles, paralizaron el gobierno y la economía, liderados por figuras de la sociedad civil, tenían una agenda clara y concreta con la que consiguieron someter a proceso penal a la mitad del Parlamento y a muchos otros altos funcionarios del gobierno italiano”. En México, se ha tenido y tiene una partidocracia y una telecracia de arriba hacia abajo y no una democracia de abajo hacia arriba, la ley legaliza el poder pero no lo legitima. Se tiene una “democracia” acotada: institucionalizada y legalizada desde el poder público, no legitimada desde la participación y el contrapeso real ciudadano. Se percibe lo electoral como un evento de grupos o mafias de poder. La sociedad y la ciudadanía perciben cada nueva elección una nueva forma de rapiña sobre los recursos económicos y políticos que le son extraídos y enajenados para beneficio de unos cuantos que se rotan el poder. El uso retorico de la democracia, de la legalidad y la institucionalidad se ha convertido en instrumentos de explotación, monopolización y acumulación de poder político y económico de los grupos mafiosos con poder y los que
gobiernan. La clase política tiene dominio y control sobre todo lo institucional, que no permite un cuestionamiento ni deposición inmediata de funcionarios que la dañan con malas decisiones o despilfarros de recursos. Gobernantes que no saben qué hacer con el poder, algunos de ellos percibidos como asesinos seriales o psicópatas por la sociedad y que no puede deponer o deshacerse de ellos. La violencia actual del país es resultado del Estado y el gobierno fácticos que han entrado en crisis como forma de gobierno, en varios órdenes, crisis de autoridad, legitimidad, representatividad, credibilidad, legalidad, institucionalidad, gobernabilidad, entre otros. Se necesita un rediseño del Estado de derecho y de gobierno donde la sociedad sea un contrapeso real en el aspecto legal e institucional donde pueda exigir claridad de rendición de cuentas y de suspensión de algunas decisiones que la dañan, asimismo, pérdidas de registro de partidos que no cumplan con un 65% de sus promesas, así como, deposición de gobernantes, funcionarios y legisladores tóxicos. Seguir gobernando con este sistema político mafioso es seguir echando gasolina a la violencia y seguir violentando a la sociedad. Un rediseño donde haya contrapesos políticos reales, donde un poder o nivel de gobierno se haga sentir cuando falla uno. La violencia es consecuencia de la crisis del sistema político y tiene relación directa e indirecta con el modo
Indicadores de rubros de violencia cotidiana y del fuero común
ENVIPE
Robo o asalto en calle o transporte público.
Extorsión
Robo total o parcial de vehículo
Fraude
Amenazas
Robo casa habitación
Robo en forma distinta a los anteriores
Lesiones
Otros delitos
2014
12,294
9,790
4,973
3,981
3,808
2,689
1,524
1,304
1,199
2013
10,037
7,585
5,015
3,319
3,612
2,656
502
1,376
1,037
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Estados Unidos Mexicanos Taza de víctimas de delito p/c 100,000 hab. 2010-2013 + 1.68%
28,000
+ 1.69%
28,224
27,337
26,000 + 1.8%
24,000 22,000
+ 1.89%
24,317
23,993
20,000 2010
de ejercer el poder público, el modelo actual está agotado y desfasado. El gobierno y el Estado de derecho son los modeladores y reguladores de la convivencia social y de las reglas. El gobierno y el Estado derecho tienen a la sociedad que forman, éstos tienen la violencia que crean.
Los rubros de la violencia
La violencia no es una enfermedad, así que no se la puede tratar como tal. Marcelino Ceriijido, investigador y científico en fisiología celular, molecular y neurología del IPN, autor del libro: Una teoría general sobre los hijos de puta, afirma: “No existe un gen para ser un hijo o hija de puta. La violencia por las alteraciones químiconeuronales o por predisposiciones genéticas es un mínimo porcentaje”. Generalmente el mal o el bien lo determina el medio social. Todo deriva de una construcción social. El mal como el bien generalmente es determinado por el medio social, incluso también la inteligencia. Aristóteles dijo: “la inteligencia y el destino no son naturales”, tenemos la capacidad de pensar que no es igual a inteligencia, el bien como la inteligencia es una construcción social e individual. Por su parte, Rodolfo de Otero y Portuguez, neurocirujano y psiquiatra, sostuvo que generalmente el hombre se rige por una programación neuropsicoemocional, es decir, se tiene un aprendizaje de repeticiones, suposiciones, imitaciones, sucesos traumáticos que generan un intelecto inercial, limitado o empírico, que se expresa en una conducta imitativa o violenta y psicópata. El cerebro jamás va indicar automáticamente lo que es justo, rentable, positivo y constructivo para una persona, el cerebro también se le debe reprogramar, disciplinar y controlar con el conocimiento, la información y la reflexión. La conciencia como la inteligencia y la excelencia no son naturales ni se dan o generan por decreto divino o gubernamental, es resultado de una construcción social e individual. La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2014 (ENVIPE) del INEGI arroja datos que reflejan una realidad social y violenta que sufre la mayoría y que refutan los discursos gubernamentales y su realidad institucional ficticia. El Estado y el gobierno han sido rebasados por la delincuencia. Las estrategias de seguridad de escritorio no resuelven nada y sin la participación real de la sociedad menos, la sociedad no puede, ni debe estar ajena a las estrategias y recursos aplicados en materia de seguridad. La ENVIPE estima que durante 2013 se generaron 33.1 millones de delitos asociados a 22.5 millones de víctimas. Esto representa una tasa de 1.5 delitos por víctima (en 2012 la tasa fue de 1.3 delitos por víctima). En 2012 el número de delitos fue de 27.8 millones. La ENVIPE estima a nivel nacional 131,946 secuestros en 2014 a algún integrante del hogar sufridos por 123,470 víctimas durante 2013. Delitos cometidos por cada 100 mil habitantes. ENVIPE 2014: 41.563 delitos. ENVIPE 2013: 35.139 delitos. Por su parte Isabel Wallace presidenta de Alto Al secuestro declaro que en 2014 se registró un secuestro cada 3 horas.
2011
2012
2013
Respecto a la narcoviolencia asentada en narcoestados y narcomunicipios, se ha dado una nueva configuración geográfica y territorial en el país de este fenómeno que lacera a la sociedad. El mapa de la narcoviolencia se ha desplazado y asentado en nuevos Estados y municipios. De los Estados del Norte: Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas se han asentado en el centro y sur del país: Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Puebla, Guanajuato, Veracruz. El 71.5% de los municipios del país se encuentran capturados o bajo el control del crimen organizado y a diferencia de años anteriores, en 2011 la presencia del narco comprende casi todos los estados del
país, así como el Distrito Federal, de acuerdo al estudio del Instituto de Acción Ciudadana realizado en 2012. Los datos reflejan que el poder vertical donde no se comparte el poder real con la sociedad va al fracaso y genera más violencia. El actual sistema político necesita con urgencia una reingeniería, donde se quiten o retiren políticas públicas tendientes al fracaso y al derroche de recursos, y se depongan a políticos, funcionarios y legisladores que dañan a la sociedad. La excesiva y creciente violencia es un cuestionamiento de la deficiencia de los poderes y del gobierno que ya no responden a las necesidades de la sociedad con el actual sistema político.
Almirante Pedro García Valerio resguardará Juegos Centroamericanos Por Monserrat Méndez
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l gobernador Javier Duarte de Ochoa informó que se ha preparado un amplio operativo que garantice la seguridad de los Asistentes a los Juegos Centroamericanos del Caribe Veracruz 2014, en donde participará la I Región Naval, de donde es titular el Almirante Pedro García Valerio. De acuerdo con Duarte, más de siete mil 500 elementos de seguridad reguardarán los juegos en el que participarán más de 10 mil personas, entre atletas, jueces e integrantes de las 31 delegaciones. “Hemos dispuesto de un gran operativo en donde participarán 571 vehículos, cinco aero-
naves, y 7 mil 599 elementos entre policías estatales, Transito, C4, prevención del delito, IPAX y fuerza civil así como elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina y de la Policía Federal”, puntualizó el mandatario. Asimismo precisó se adoptó un programa global de seguridad del Instituto Interregional de las Naciones Unidas para Investigaciones sobre la Delincuencia y la Justicia (Unicri), en coordinación con el Comité Inter-Americano contra el Terrorismo (Cicte) de la Organización de Estados Americanos (OEA).
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3 de Noviembre de 2014
Columna Escondrijos de la Alforja
SAT: La facturación electrónica La pifia de su captura Por Marcos Marín Amezcua
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uando de golpe y porrazo, y sin mayor aviso, a finales de 2013 la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dispuso a través del SAT (Sistema de Administración Tributaria) que los ciudadanos emitieran ya sólo “facturas electrónicas”, prescindiendo de los recibos de honorarios con lector que costaron una millonada y que muchos contribuyentes se quedaron con talonarios nuevos a medio usar, el SAT y por ende la SHCP cometieron varios errores gravísimos, en cadena y en perjuicio de los contribuyentes.
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En ello quedan muy mal parados tanto Luis Videgaray Caso como el titular del SAT, Aristóteles Núñez, pues la medida más que ordenada, llamó al desbarajuste y no ha podido quitarse el tufo de improvisada. Y afecta a ambos, pues ambos personajes están estrechamente vinculados en sus funciones y facultades recaudatorias. Y lo más grave resulta ser que no rectifican ni el discurso ni el entorpecido procedimiento que ofrecen a los ciudadanos. Es inexplicable e inaceptable tanta falta de probidad. En efecto, tales errores han repercutido en la mala percepción que el ciudadano tiene del servicio que se presta para la captura de las mal llamadas “facturas electrónicas” y en vez de facilitar su reporte, las complica, en una suerte de alucinante inoperancia que regodea o tanto complace a la autoridad recaudatoria, a juzgar por la inacción y la inmovilidad que acusa para no corregir su proceder. Orondo, el titular del SAT expresaba a inicios del año 2014 que había algunas fallas en el sistema, pero que se trabajaba en ellas para remediarlas. La verdad es que ya estamos en noviembre y el tema sigue mal y no promete estar mejor. La autoridad hacendaria de cara a resolver todas estas anomalías, simplemente no está y si me apura, tampoco se la espera. Sencillamente no parece interesarse en que el asunto cambie para bien. Por principio de cuentas reconozcamos que la errática expresión “factura electrónica” es ambigua, imprecisa, equivocada e induce al error. Brincándose a la torera el diccionario, la autoridad hacendaria pretende decirnos que un recibo de honorarios es una factura electrónica. Ni siquiera son sinónimos. Si lo sostiene por abreviar, flaco favor se hace y le hace al idioma español. El error hacendario no para en ello: lo amplía al suponer que todos los ciudadanos tienen acceso a Internet o es su problema no tenerlo, por lo cual cada quien han de resolver la manera de enterar a Hacienda sus impuestos, so pena de que al no hacerlo les apliquen las disposiciones fiscales conducentes por evasión. El ciudadano acaba dirigiéndose a las oficinas del SAT cuando en dos o cuatro máquinas no ha podido concretar el trámite, que la máquina deja avanzar hasta que hay que sellar con las claves que previamente obtuvo al dar de alta su “firma electrónica” (que algún servidor público definió diciendo que ni eran firmas ni electrónicas y yo le creo), y entonces se va a encontrar con un panorama francamente desolador. Las oficinas del SAT distribuidas en varios
puntos, probablemente estén saturadas y si corre con la grandísima suerte de que una máquina este disponible y haya luz o no se haya caído el sistema por enésima ocasión, sólo entonces avanzará. Destacan en tanta carencia las Administraciones Tributarias de Bahía de Santa Bárbara y Tlalnepantla. ¡Qué sí! que Hacienda ya dispuso que se cargan los datos por Internet Explorer, el sistema operativo que va de salida y muchas computadoras rechazan. Para ser efectivo este trámite de captura sólo funciona con él. ¡Bien! Por más que la autoridad hacendaria sostiene que no, que sí se puede abrir desde cualquier buscador, las pruebas abundan de que con otros ni lo abre ni guarda la información. Y el ciudadano acaba cerrando el trámite en la propia oficina del Administración Tributaria con los inconvenientes y pérdida de tiempo resultante. La autoridad hacendaria responde ufana diciendo que ofrece el servicio de captura de las facturas electrónicas (sic) desde su propio portal de Internet. Como a cada solución hay que encontrarle un problema (porque lo tiene, y no
sólo por protestar de todo), entonces el ciudadano se topa con el siguiente calvario: hay una pestaña para facturar de manera gratuita; a veces abre y a veces es lentísima. No siempre abre, no siempre guarda y borra y a veces no esta disponible. En la misma oficina de administración tributaria, inclusive. Es cosa de suerte para el ciudadano. Tan enfarragoso trámite, lleno de datos que no corresponden a lo que se busca, el ciudadano ha de ir jugando al adivino para encontrar lo que desea. Van liados con el idioma en Hacienda, que tanto les cuesta poner las cosas claritas en tal página. Hacienda a través de los funcionarios del SAT, amables después de todo, replica afirmando que entonces el problema es que tal o cual equipo de cómputo particular no cuenta con la versión más actualizada de Java, usado por la dependencia. Los ciudadanos tienen el problema ¿se da usted cuenta? Es evidente que el problema no es de los ciudadanos, sino de una autoridad hacendaria que no está haciendo accesible lo que dice interesarle: que los ciudadanos accedan a Internet a enterar impuestos. Y un programa Java actualizado no cuesta tres pesos. ¿Entonces, pirata? Es delito.
Puede suceder que no le guarden el trámite efectuado en línea para consultarlo más adelante, aunque una leyenda electrónica diga que se almacena por 72 horas. Y el engorro abunda en tratándose de llenar varios talonarios, pues el llenado es lento y la impresión más, porque el sistema carece de los elementos que lo harían ágil. Empero ¿qué se sufre porque se quiere? la opción que nos aporta la autoridad hacendaria, que, fiel a Luis Videgaray tiene respuesta para todo, aun frente a la inoperancia del modelo y pese a que es denunciable porque entorpece los trámites a costa de los ciudadanos, en vez de resolverlos; consiste en que usted busque un asesor, un contador que le efectúe todo el trámite, cuyo costo se ha duplicado por ser electrónico respecto a lo que se invertía en tiempos de los recibos en prehistórico papel y pese a que se supondría un abaratamiento, inexistente. No obstante lo amables que son los empleados del SAT ofreciendo llenar cuestionarios de calidad en el servicio y conducirnos con el “jefe” para expresar tanta anomalía y tanta molestia y precariedad en el modelo imperante de captura de “facturas”, mueve a preguntarse si tiene sentido tanta falla ¿los ciudadanos somos tan dejados o tan estoicos que aguantamos todo? A eso responde estas líneas, a que tanta inoperancia del SAT no hay quién la aguante. Por todo lo citado contrasta saber el discurso de Peña Nieto alardeando de una recaudación que no mejora ni puede hacerlo sustancialmente en las condiciones antes descritas; ni rectifica ni enmienda tanta anomalía y tanta improvisación. Resulta contradictorio que se afirme que la recaudación ha crecido, frente a un sistema tan deficiente de captura de datos. Sencillamente no es creíble. Y en vez de proveer de sistemas operativos y buscadores estándares y universales, el SAT apuesta por limitarlos y entorpecer las capturas primando sólo el Internet Explorer. Es ofensivo para la paciencia y la inteligencia de los ciudadanos. Desde enero, Aristóteles Núñez reconoció las elevadas ineficiencias del SAT a su cargo. Ofreció enmendar tanta anomalía que no era de su desconocimiento. Ya nos amaneció noviembre y no ha hecho nada significativo y sustancial por enmendarlas. ¿Los ciudadanos merecen semejante indiferencia? Resulta exasperante e injusto para los ciudadanos el tener que llevarse el palmo de narices con trámites que desaparecen a medio efectuarse, que no se guardan, que no se capturan creyendo que sí lo fueron y que reciban por única respuesta -siempre amable, eso que ni qué- que de seguro es porque su sistema operativo es obsoleto. Aquí lo único obsoleto es la manera en que se plantea en el SAT cómo hay que servir a los ciudadanos.
3 de Noviembre de 2014
Artículo
La frontera viva Por Samuel Schmidt
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as fronteras son vivas y cambian constantemente, ya sea por influjos económicos, culturales y sin duda ambientales. Es interesante que muchos se llenan la boca de alabanzas a la importancia económica de la frontera MéxicoEstados Unidos, y sin embargo, siguen justificando que se cierre. Les molesta la porosidad de la frontera y quisieran que el muro fuera inexpugnable, que ni siquiera el viento pudiera cruzar. Un académico sostiene que hay una enorme economía alrededor de la vigilancia fronteriza, el habla de él muro y lo que ha desplegado económicamente, empleo gente, consumió concreto; le faltó considerar la importancia económica de miles de agentes desplegados para supuestamente proteger a Estados Unidos; no es algo menor el hecho que algunos agentes se recluten en comunidades muy pobres de la región y que enrolarse en la Patrulla Fronteriza sea prácticamente su único medio de movilidad social. Al cuadro pintado hay que agregarle la aportación económica de las bases militares, que impactan el mercado
de bienes raíces, el mercado al menudeo y por supuesto la industria del vicio, que durante muchas décadas tuvo una gran influencia en las ciudades mexicanas que le quedan cercanas a las bases. No se puede explicar la economía de ciudades como El Paso, San Diego, Del Río, sin considerar lo que aportan las bases militares. También aportan su cuota de delito, se dio el caso de una base militar donde los soldados se vestían de civil, salían a delinquir y volvían a la base, con total impunidad. Si agregamos a las plantas maquiladoras tendremos una dimensión más del fuerte peso de la vecindad, porque los productos que cruzan generan actividades aduanales, servicios de transporte, además de actividad bancaria de los directivos de las empresas que no se van a vivir a México; agreguemos que muchas familias mexicanas envían a sus hijos a que sean educados en Estados Unidos básicamente en escuelas de paga y envían a sus enfermos para ser atendidos en el sistema de salud, el que por cierto es el más caro de Estados Unidos, porque muchos no tienen seguro y pagan en efectivo. McAllen y El Paso son las ciudades con los servicios de salud más caros de Estados Unidos.
El establecimiento militar también tiene un gran peso político, porque muchos militares se retiran en esas comunidades y como se jubilan temprano, muchos entran a la política, dándole un tinte conservador muy marcado. Un valor adicional lo tiene las actividades cotidianas de gente que cruza en ambas direcciones para aprovechar las ventajas de la asimetría económica. Hay servicios en un lado que tienen calidad similar pero valor inferior. Los fronterizos aprenden a aprovechar las ventajas de ambos mundos. Lo que cuesta trabajo entender es que frente a esta realidad económica haya todo un esfuerzo por frenar la integración económica, social y cultural. La Patrulla Fronteriza y Aduanas se empeñan por frenar el tráfico de personas que cruzan con documentos, crean largas filas y esperas de horas. Frenan a gente que cruza con propósitos económicos que ayudan a agilizar la economía, parten familias porque la gente decide no enfrentarse al abuso a la hora de cruzar la frontera y las actividades culturales tienen que pensarse varias veces. Este bloqueo frena todo tipo de colaboraciones y busca romper con la posibilidad de crear una comunidad regional. Ya no se cuenta con la solidaridad para la atención de desgracias o emergencias, las autoridades federales no facilitan el cruce de vehículos de emergencia. Y con esto se suman las voces a favor de mantener una guerra de baja intensidad que produce muertos de gente honesta que intenta cruzar la frontera, con el criminal propósito de trabajar. El muro ha perturbado la vida social y animal cambiando el mapa de la frontera. Así encontramos que no obstante tener una frontera viva, se desperdician las sinergias construidas a lo largo de los años. En las últimas décadas se han cambiado negativamente la inercia de una frontera que era estudiada por el mundo. De estudiar las ventajas del modelo maquilador, la frontera empezó a ser visitada por agentes policíacos para estudiar de que manera frenar a la gente. En una ocasión propusimos mover los controles migratorios 20 millas al norte y sur, de esa forma se creaban comunidades integradas que ayudarían a elevar el nivel de vida, la primera voz en contra fue del jefe de la Patrulla Fronteriza, lo siguió un congresista que dijo que la gente no lo quería, por suerte el congresista se fue, el migra se fue al congreso y el bloqueo fronterizo se recrudeció. Falta ver quién porfía, la sociedad que construye, o los políticos que inhiben mejores condiciones de vida.
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Veracruz, listo para realizar los Juegos Centroamericanos
El gobernador Javier Duarte de Ochoa se reunió con integrantes del Comité Organizador (Cover) y el Comité Interinstitucional para hacer una evaluación de la logística y organización de los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014. Acompañado por su esposa, Karime Macías Tubilla, el mandatario constató que ya se encuentra listo el Estadio Luis Pirata Fuente, una de las mejores infraestructuras deportivas del evento que inicia el próximo 14 de noviembre. Duarte de Ochoa realizó un recorrido de supervisión por todas las instalaciones del inmueble. Asimismo, durante la reunión, se evaluaron los trabajos en las cinco sedes para las competencias de 46 disciplinas. Por otra parte, el presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM), Carlos Padilla Becerra, señaló que Veracruz está listo para recibir y desarrollar con gran éxito la edición 22 de los Juegos Centroamericanos y del Caribe (JCC).
Acompañado por el titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Jesús Mena Campos; el director general del Comité Organizador 2014 (Cover), Carlos de Jesús Sosa Ahumada, y el director del Instituto Veracruzano del Deporte (IVD), Rafael Cuenca Reyes, recorrió las instalaciones deportivas dispuestas para la justa regional que arranca el próximo 14 de noviembre. A nivel nacional, Conade y COM describen a la sede y subsedes de Veracruz 2014 como los mejores escenarios deportivos, con calidad en sus edificaciones, en beneficio de deportistas y el público asistente. Padilla Becerra y Mena Campos reconocieron el óptimo trabajo del gobernador Duarte Ochoa; además, dieron a conocer que el contingente azteca que competirá en los JCC Veracruz 2014 está integrado por 752 atletas, que serán abanderados en próximos días.