Revista ip 37

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Director: Carlos Ramírez

noticiastransicion.mx

19 de Enero de 2015

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Número 37 $5.00

TLCAN: México, sin agenda en el sector comercial Por Arnulfo R. Gómez / 7

La prensa del 68 y la represión, El Excelsior de Scherer y otros Por Carlos Ramírez / 5

“Fue El Estado” y la intencionalidad de los eslogan Por Fernando Dworak / 4

Tiene V Región Militar nuevo General al mando Por Monserratt Méndez / 4

Destaca Eviel Pérez Magaña presencia de México en ferias internacionales de turismo De la Redacción / 11

El mito

Julio Scherer García Por Marco Levario Turcott / 10

México y el Mundo

Juan María Alponte

El fanatismo religioso nos llegó de nuevo

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Crisis sin salida

as protestas de los padres de los 43 normalistas secuestrados por orden de un alcalde del PRD ilustran el escenario de una crisis política sin salida, o al menos sin que el propio sistema político abra algunas puertas de solución. La escalada de violencia de los padres se enfila hacia una respuesta autoritaria inevitable. El problema radica en el hecho de que los grupos antisistémicos no quieren solucionar los problemas sino cobrar con inestabilidad la factura política del asesinato de sus hijos que nunca van a reconocer y que usarán como instrumento de desestabilización. El desafío institucional para la solución de la crisis necesita de un esfuerzo mayor de las instituciones o las elecciones del 2015 no se van a suspender pero estarán plagadas de sobresaltos, algunos de ellos sin control. El sistema político como funciona ahora ya no garantiza la estabilidad. Estuvo diseñado para fortalecer la hegemonía del PRI pero no ha podido reformarse para una vida política de competencia y hasta de alternancia. La apuesta a una no reforma estructural ha radicado en la percepción de que la oposición tendrá que jugar en la misma cancha que el PRI. Sin embargo, el sistema ha carecido de aperturas y ajustes en función del crecimiento de las organizaciones civiles rupturistas que operan como movimientos antisistémicos en las calles. Estos grupos no buscan la reforma del sistema sino su desaparición, aunque sin ofrecer alguna nueva forma de gobierno alternativa. De ahí que los movimientos sociales se enfilen sólo al “rompan todo”. Hasta ahora el sistema ha resistido pero cada vez con sorpresas no manejables, como el asalto violento de los padres de los normalistas a los cuarteles del 27 regimiento militar en Iguala. Por tanto, ya va siendo hora de que la élite política dirigente, incluyendo a la oposición, se siente a formalizar algunas reformas políticas que alejen la violencia de las calles y abran los espacios para la sociedad que quiere participar pero no dentro de las instituciones actuales. O se reforma el sistema o la violencia podría estallar este mismo año.

Por Francisco Zarco

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Efecto Mariposa y semáforo político

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“Fue El Estado” y la intencionalidad de los eslogan Por Fernando Dworak

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La prensa del 68 y la represión El Excelsior de Scherer y otros Por Carlos Ramírez

7

TLCAN: México, sin agenda en el sector comercial Por Arnulfo R. Gómez

8

Podemos, jaque al sistema político español Por Joan de Alcázar

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El fanatismo religioso nos llegó de nuevo Por Juan María Alponte

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Un mito llamado Scherer Por Marco Levario Turcott

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El PAN y la corrupción Por Armando Reyes Vigueras

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El modelo de Videgaray Por Samuel Shmidt

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¿En 2014 a usted sí le pagaron aguinaldo de político o de funcionario de altos vuelos? Por Marcos Marín Amezcua

Año electoral Por Luy

Directorio Mtro. Carlos Ramírez Presidente y Director General carlosramirezh@hotmail.com Lic. José Luis Rojas Coordinador General Editorial joselrojasr@hotmail.com Mtro. Carlos Loaeza Manzanero Coordinador de Análisis Económico Emiliano López Analista emiliano_082002@yahoo.com Raúl Urbina Asistente de la dirección general María Fernanda Ibarra Administración

Roberto Vizcaíno Director editorial rvizcaino44@gmail.com Dr. Rafael Abascal y Macías Coordinador de Análisis Político Wendy Coss y León Coordinadora de Relaciones Públicas Ana Karina Sánchez Coordinadora Operativa anakarinasl08@gmail.com Mathieu Domínguez Pérez Diseño Monserrat Méndez Redacción

Indicador Político es una publicación semanal editada por el Grupo de Editores del Estado de México, S. A., y el Centro de Estudios Políticos y de Seguridad Nacional, S. C. Editor responsable: Carlos Javier Ramírez Hernández. Todos los artículos son de responsabilidad de sus autores. Oficinas: Durango 223, Col. Roma, Delegación Cuauhtémoc, C. P. 06700, México D.F. Reserva: 04 - 2013 - 090614260200 - 104, Registros en trámite. Circulación: 30,000 ejemplares noticiastransicion.com.mx

Índice

Editorial

“A mí me llamaron también defensor de los franceses, porque me opuse a que se persiguiera a los extranjeros pacíficos, cuando la intervención se aproximaba. El gobierno obró de acuerdo con mis ideas, y hoy alega eso como un título de gloria”.


Efecto Mariposa

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Armas y más armas Por Iracheta

Semáforo Político Rojo El caso del delegado perredista en Iztapalapa Jesús Valencia ha sorprendido: fue atrapado en irregularidades de corrupción y con el apoyo del PRD será diputado. La ética abandonó hace tiempo al partido del sol azteca.

Amarillo Famosas últimas palabras: “no todos somos Charlie”, reclamo de quienes ven muchas cosas sospechosas en el ataque a la revista francesa. Es pregunta: ¿Se habrá percatado Gustavo Madero el costo político y sobre todo ético de haber puesto a Miguel Ángel Yunes como número uno del PAN en la tercera circunscripción plurinominal?

Conspiracy theory: El ex gobernador guerrerense Ángel Aguirre condicionó su aval a la candidatura del senador Armando Ríos Piter al apoyo a Ángel Aguirre Jr. para la alcaldía de Acapulco y luego la gubernatura en 2021. La crisis que viene: Los padres de los 43 normalistas desaparecidos están decididos a la violencia con tal de que no se olvide el crimen de sus hijos. No buscan solución sino que el país no regresar a la estabilidad.

Sin soluciones a las muchas crisis, las elecciones federales legislativas de junio próximo se perciben inestables, aunque los partidos le apuestan a que haya problemas pero que no se suspendan las votaciones.

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LOS PROTAGONISTAS:

Padres de familia de los 43 estudiantes desaparecidos intentaron ingresar por la fuerza al cuartel del 27 Batallón de Infantería en Iguala para exigir la presentación con vida de los alumnos de Ayotzinapa. El hecho se considera más como una provocación, que una reclamación. Policías militares impidieron que fuera tomada la instalación, pero al menos seis uniformados resultaron heridos.

—El senador perredista Armando Ríos Piter le puso el cascabel al gato de la corrupción perredista. Acusó a Jesús Ortega de obligarlo a “pactar” con el ex gobernador Ángel Aguirre. —Luego de una designación polémica por la red de interese detrás, el nuevo ombudsman Luis Raúl González Pérez revive los estilos estridentes de Carpizo en la Institución sólo para llamar la atención. —Aunque muchos de ellos prometieron terminar sus periodos, funcionarios y legisladores de todos los partidos renunciaron a sus cargos para engarzar diputaciones al grito de que “la chamba es la chamba”.

Verde Para muchos fue buena noticia que no hubiera cambios en el gabinete, sobre todo en las áreas más importantes que además tendrían que ver con la sucesión presidencial del 2018. Pero nadie sigue seguro en su cargo.

Escenarios de Riesgo ANÁLISIS DE RIESGO: La crisis de la violencia social promovida por los padres de los normalistas secuestrados y desaparecidos seguirá hasta que no se les informe que sus hijos están muertos.

Escenarios: 1.- Óptimo: La PGR determina la muerte de los normalistas y los padres aceptan la versión aún sin restos: 5% de posibilidades. 2.- Medio: Los padres se agotan de tanta protesta y deciden ir disminuyendo sus movilizaciones: 5% de posibilidades. 3.- De riesgo: Los padres escalan la violencia con el objetivo de ensuciar las elecciones legislativas de junio: 90% de posibilidades.


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Artículo

“Fue El Estado” y la intencionalidad de los eslogan Por Fernando Dworak

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or más polémica y pasión que despierte un debate político, al final del día las partes en conflicto suelen basar sus argumentos en una o más posiciones que suscriben uno u otro bando casi como actos de fe. De esa forma se llega a ver la victoria no tanto como el convencimiento sobre la bondad o no de una política, sino como la refutación de uno u otro dogma a través de evidencias que suelen ser cada vez más endebles.

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Esto no es algo malo en sí mismo: a final de cuentas la discusión pública debe movilizar sentimientos para que genere atención. ¿Se imagina alguien un debate meramente técnico? Aunque hay un segmento de la opinión pública predispuesto por afiliación o simpatía política en torno a uno u otro partido, los eslogan suelen tener una intención: ganar adherentes sin importar si su fundamento sea endeble o fantasioso. A final de cuentas eso puede importar muy poco si se logra la adhesión de un grupo significativo. De esa forma también es relevante conocer la intencionalidad de la frase, e incluso de ser posible el resultado que se desea alcanzar. Una de esas frases-dogma es “Fue el Estado”, lanzada después de lamentable fallecimiento de 43 estudiantes normalistas. Para unos es algo engañoso, toda vez que no hay evidencia de que el Estado mexi-

cano haya estado involucrado, entendiéndolo como la federación. Otros afirman que existe una responsabilidad directa de los gobiernos locales del PRD, aunque este partido haya sido partícipe en su promoción para precisamente desviar la atención sobre la participación de al menos uno de sus ediles. A partir de ahí la defensa o descrédito del eslogan se basa en muchos casos en la fe o el desarrollo casi exegético de las leyes mexicanas e incluso los tratados suscritos por México o lo que diría la Corte Penal Internacional. Que el Estado federal es responsable por omisión, que si el ejército debió haber visto la humareda de la incine-

Tiene V Región Militar nuevo General al mando De la Redacción

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l General de División Diplomado de Estado Mayor, Miguel Gustavo González Cruz fue designado como Comandante de la Quinta Región Militar, en sustitución del General Roberto Gustavo García Vergara, informó el área de Comunicación de la Quinta Región Militar. El General de División Diplomado de Estado Mayor Noé Sandoval Alázar,

Oficial Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional, dio posesión del cargo al General González Cruz, de acuerdo a lo establecido en el Reglamento de Ceremonia Militar. Asimismo las autoridades castrenses informaron que la sustitución forma parte de la política de rotación de personal con la finalidad de que los mandos de las diversas jerarquías ocupen diferentes cargos dentro del Instituto Armado.

ración desde su cuartel, Una de las tácticas que si el dictamen de que siguen los grupos Más allá de buscar inLa Haya seguramente radicales para tratar gaculpar al Estado la frase inculpará al mismo prenar adhesión es mostrar no tiene mucho sentido: sidente Peña Nieto. Inel rostro represor del nadie sabe qué pasaría si cluso surgen entrevistas, Estado. De esa forma, se descubre la culpabilitestimonios, evidencias al desenmascarar el de expertos y extensos rostro autoritario de las dad, más allá de una vaga reportajes que buscan instituciones, los diveridea de reivindicación apuntalar la responsacolectivista al estilo “V for sos movimientos guebilidad de la federación. rrilleros han creído que Vendetta”. Más allá de que las la ciudadanía se volcaevidencias presentadas ría por su causa ente la en el mejor caso son controvertibles, ¿qué falsa fachada de la democracia liberal. intención tiene decir que el Estado fue resDe hecho, más allá de buscar inculpar ponsable? al Estado la frase no tiene mucho sentido: nadie sabe qué pasaría si se descubre la culpabilidad, más allá de una vaga idea de reivindicación colectivista al estilo “V for Vendetta”. Tampoco hay un plan de acción de qué seguiría: todo parece agotarse en la rabia coyuntural. ¿Hay algún vínculo de esta frase con un movimiento contestatario? De hecho, sí: el 30 de septiembre de 2014 el Partido Democrático Popular Revolucionario – Ejército Popular Revolucionario emitió un comunicado donde paso a paso se muestran los contornos del eslogan: los estudiantes estaban realizando un acto pacífico cuando el “mando único político-militar, el cual coordina la agresión permanente contra el pueblo”, los capturó y mantiene en los cuarteles militares donde, de acuerdo con sus informantes, los estaba torturando. El documento se puede consultar aquí: http:// cedema.org/ver.php?id=6393. Twitter: @FernandoDworak


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Columna Indicador Político

La prensa del 68 y la represión, El Excelsior de Scherer y otros Por Carlos Ramírez

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as primeras cuarteaduras del sistema priísta impactaron en los medios y abrieron espacios para la crítica. La cobertura periodística del movimiento estudiantil del 68 fue un poco —y sólo un poco— más abierta que el silencio periodístico sobre los casos de ferrocarrileros, estudiantes, guerrilla, médicos y campesinos. El sociólogo Ramón Ramírez hizo un enorme trabajo de sistematización del movimiento a partir del seguimiento de los medios. Y si bien hubo poco espacios críticos a los excesos del poder público y contra la represión, los medios se abrieron a las denuncias de los afectados. Su obra El Movimiento Estudiantil de México recogió una prensa cuando menos más abierta a la publicación de desplegados estudiantiles. Pero aún así, los medios escritos no se atrevieron a dar un paso decisivo hacia delante.­La cobertura periodística del 2 de octubre de 1968 y los días posteriores fue muy limitada en la prensa. Inclusive, los comentaristas que después se convertirían en punta de lanza del periodismo crítico contra el Estado priísta fueron en esos días posteriores de la matanza en Tlatelolco voces tolerantes contra los excesos del poder. Los medios no analizaron, no investigaron las causas de la masacre, no indagaron el número real de muertos en la Plaza de las Tres Culturas. Los editores callaron. Los espacios críticos se concretaron a lamentar las muertes, a convocar a la paz, a exigir comprensión y sugirieron darle la vuelta a la hoja de la represión. Muchos años después, la prensa escrita fue un pivote fundamental para la denuncia consistente y de investigación de la guerra sucia del Estado contra la guerrilla en la segunda mitad de los años setenta. Pero en 1968, los medios eludieron las razones de fondo del conflicto: la protesta juvenil contra la estructura antidemocrática, autoritaria y represiva del Estado priísta. Las noticias principales de los diarios el 3 de octubre de 1968 fueron en el sentido del poema de Rosario Castellanos: La Plaza amaneció barrida; los periódicos dieron como noticia principal el estado del tiempo. Las ocho columnas o noticias principales de los diarios de la ciudad de; México fueron las siguientes el 3 de octubre: Excelsior: “Recio combate al dispersar el ejército un mitin de huelguistas”. El Universal: “Tlatelolco, campo de batalla”. El Heraldo de México: “Sangriento encuentro en Tlatelolco”. Novedades: “Balacera entre francotiradores y el ejército, en Ciudad Tlatelolco”.

El Día: “Muertos y heridos en grave choque con el ejército en Tlatelolco”. El Sol de México: “Responden con violencia al cordial llamado del Estado. El gobierno abrió las puertas del diálogo”. Y si en los titulares principales había una distancia del conflicto o una justificación a la represión —el uso de la palabra francotirador o el titular editorializado de El Sol—, en las notas de importancia de la primera plana se destacó la versión del secretario de la Defensa Nacional, general Marcelino García Barragán, de que el ejército había sido agredido. Nadie habló en ese momento de las bengalas. Ningún medio investigó el operativo militar de la represión. Años después, en la represión del Jueves de Corpus de 1971, la prensa indagó el origen de Los Halcones y probó que habían sido entrenados en el Departamento del Distrito Federal. El 2 de octubre del 68 sometió a los medios a la información oficial, oficiosa o distante, pero los propios medios no se atrevieron a abrir la concha del ostión autoritario. En el 68 se magnificaron los hilos de poder del sistema presidencialista priísta, como se revela en la investigación hemerográfica Antología Periodística 1968 de Aurora Cano Andaluz editada por la UNAM. El enfoque editorial de la prensa escrita —tanto el editorial institucional del diario como los comentarios editoriales de los colaboradores— se redujo a una visión crítica hacia los estudiantes y en una falta de reflexión profunda sobre las causas reales del conflicto: la ausencia de democracia, la acumulación de protestas sociales, la desigualdad social y el exceso de autoritarismo y violencia del Estado. El papel de los medios frente al Movimiento Estudiantil del 68 resume, en toda su dimensión, la expresión sublime del periodismo acrítico, objetivo y declarativo. El 28 de septiembre, el editorial de El Día celebraba la decisión del rector Javier Barros Sierra de retirar su renuncia. El 30 de septiembre, Excelsior editorializaba con

optimismo el reencauzamiento de las negociaciones pacíficas y celebraba la salida del ejército de Ciudad Universitaria. El primero de octubre, un día antes de la matanza en Tlatelolco, los medios ofrecían una visión ajena a la realidad. En su espacio, Francisco Martínez de la Vega —político prestigiado, voz crítica, priísta progresista que después pasaría totalmente al terreno de la crítica al poder— analizaba el conflicto desde los extremos: los estudiantes con el afán de derrocar al gobierno y el gobierno viendo a los estudiantes como invasores extranjeros. Era la típica visión no comprometida o que tenía que criticar a los estudiantes para hacerlo tibiamente contra el gobierno. Con timidez, Martínez de la Vega asumía el enfoque crítico pero aún en la lógica del poder: llegó la hora de “comprender, tolerar y concertar, bajo la base de que todo esto —rebeldía y represión— son expresiones de un evidente deterioro social, del que nadie en particular y todos en cierta forma somos responsables”. Este enfoque sería común: los estudiantes tenían razón en su protesta pero el Estado tenía más. Y críticas muy tibias al autoritarismo del Estado. Excelsior —bajo la dirección de Julio Scherer García desde agosto de 1968— llevaría este enfoque de política informativa hasta la confusión. En su editorial del primero de octubre, un día antes de la matanza, celebraba la salida del ejército de CU y se ubicaba en el enfoque oficial: “recordemos las atinadas palabras del secretario de la Defensa Nacional” de que la ocupación de CU no favorecía ni a los estudiantes ni al ejército. Envuelto en el optimismo oficializado, Excelsior rechazaba tajantemente la palabra “militarismo” para México por la intervención militar en el conflicto estudiantil. Era “excesiva suspicacia o retorcimiento”, agregaba. Para ese diario, que comenzaba a abrir tibios espacios a la realidad pero que no se atrevía aún a ejercer el enfoque crítico contra el poder, México seguía siendo una isla

singular. Frente a la denuncia estudiantil de antidemocracia, represión, pobreza y rebeldía, Excelsior hablaba de “la paz de los últimos 40 años, la tranquilidad cívica, el desarrollo industrial y comercial del país”, todo lo que “había borrado al ejército de nuestro horizonte”. El diario olvidaba, ocultaba o justificaba las represiones militares contra estudiantes en provincia antes del 68, las golpizas a maestros, ferrocarrileros y médicos y el artero asesinato del líder campesino Rubén Jaramillo y de su esposa embarazada por un comando del ejército. Para Excelsior, la intervención del ejército en el Movimiento Estudiantil y la ocupación castrense de CU había sido “efímera, como correspondía a los intereses de la nación y a la ilustre tradición civilista”. Días más tarde, Excelsior se vería obligado a editorializar sobre la matanza de estudiantes por tropas militares en Tlatelolco. Y era el otro lado de la moneda informativa. Desolación, era la palabra que usaba el diario para referirse a ese manotazo autoritario y represivo. Fue difícil para los medios salirse de los esquemas tradicionales que concebían al periodismo como parte del aparato de control político e ideológico del Estado priísta. No hubo en los medios una consistencia crítica al poder y a sus excesos. Y cuando existieron tibias referencias críticas, siempre iban acompañadas de regaños a los estudiantes por sus excesos. Así, los excesos condenables eran de los estudiantes y los excesos necesarios eran del poder. Editorializó Excelsior: “si bien es cierto que el comportamiento estudiantil —y el de buen número de maestros— rebasó por momentos los límites de la sensatez y llegó a la insolencia y el reto inconciente, sobreestimando las propias fuerzas, no es menos verdad que la respuesta a tal desbordamiento no ha sido prudente ni adecuada”. “El desborde de la prepotencia estudiantil” reveló posiciones “adolescentes pueriles y soberbios”. Y frente a la magnitud de una matanza que no pudo reportarse con veracidad porque el gobierno controló la información, Excelsior opinó que el derramamiento de sangre “exige, con dramática vehemencia, una reconsideración de rumbos”. Los estudiantes se buscaron la represión, pues. El párrafo final de este editorial del 3 de octubre fue una obra maestra del periodismo justificatorio de la represión: “El gobierno está formado por adultos, por personas que saben cómo suele cegar el orgullo, cómo suele resentir el amor propio. Esos adultos saben que el ardor y la pasión juveniles llevan a futiles (sic) y peligrosas insolencias. Sin embargo, tal adultez (sic) tendrá que funcionar en el futuro —y así lo esperamos— en toda su grandeza”. Nada de exigencia de cuentas, nada de señalamientos de responsabilidades públicas, ninguna condena al exceso de la fuerza militar contra estudiantes. Los medios y su

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política informativa oculta en la objetividad o las declaraciones fueron, al final de cuentas, la cortada de la represión. Lo explicitó el editorial de Novedades del 3 de octubre: Tlatelolco fue “un eslabón de la conjura que pretende socavar los cimientos institucionales de México”. O el editorial de El Heraldo de México que atacaba los reportes de las agencias extranjeras con la afirmación de que “México está saliendo limpio y airoso de los atentados que quieren cometer contra su soberanía y su prestigio”. O la decisión de El Sol de México de cancelar el servicio de la agencia UPI porque reportó la posibilidad de cancelar las olimpiadas. O el editorial de El Universal del 4 de octubre hablando de la “juventud engañada” y de los estudiantes como “cortina de humo tras de la cual maniobran, arteramente, sórdidos intereses al servicio de las intrigas extranjeras”. O el artículo de Jacobo Zabludovski en Novedades el 24 de octubre celebrando que el verdadero México, el de la paz, se había impuesto con las Olimpiadas. Al final, la línea informativa de los medios, acotados por el periodismo objetivo y declarativo, fue la que impuso aún a golpes —en la sesión en la Cámara de Diputados registraron una lucha a golpes entre el líder juvenil panista Diego Fernández de Cevallos contra un diputado priísta— la mayoría del PRI y el PARM en el Congreso: las medidas adoptadas por el presidente Díaz Ordaz fueron del tamaño y la magnitud de la gravedad de los acontecimientos.

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II Pero los diarios fueron, a la postre, sacudidos por el 68 estudiantil. Inclusive, el mismo 2 de octubre hubo escenas de conflicto al interior de los medios. Ha contado el periodista Miguel Reyes Razo, reportero de El Heraldo de México el día del tlatelolcazo, que el dueño del diario Oscar Alarcón Velásquez llegó a la redacción gritando “que los maten a todos”, refiriéndose a los estudiantes. Y ahí dio la orden de que nada saliera de los muertos en la edición del 3 de octubre. Sin embargo, el jefe de información, Mario A. Santoscoy, logró convencerlo para que el diario sacara una tibia nota con referencia ligera a la refriega y a los muertos. La apertura democrática estimulada por Echeverría llevó al conflicto con Excelsior en julio de 1976 y al manotazo presidencial para echar de la dirección a Julio Scherer García y a decenas de reporteros y colaboradores. La diáspora periodística tuvo dos efectos: generó la fundación de nuevos diarios y revistas ya con el enfoque de la crítica al poder y al sistema priísta y la apertura de

espacios a los grupos disidentes y populares y la experimentación de nuevos géneros de expresión periodística, sobre todo la crónica, el reportaje y la noticia de denuncia. El camino fue largo y pasó por la crítica. En su crónica “Radiografía de una década: 1953-1963”, incluido en su libro Tiempo mexicano, el escritor Carlos Fuentes se refirió al papel desmovilizador de la prensa escrita. “Los cortesanos supremos del régimen se llaman periodistas”, dijo con severidad. “La prensa, desde luego, no ofrece voz a los campesinos, a los obreros, a los estudiantes, a los intelectuales: se limita a amplificar las posiciones de la alta burguesía, del gobierno de los Estados Unidos y del gobierno mexicano cuando éste coincide con aquéllos”. “Principal arma pública de la derecha y carga onerosa para el Estado que en gran medida los subsidia, los periódicos de México han consagrado la injuria con exclusión del debate, la deformación en demérito de la objetividad —entendiendo por objetividad, en pureza imposible, pluralidad de puntos de vista razonados, diálogos, convicción, debate informado— y la calumnia contra la verdad”. Agregó: “Durante diez años, la gran prensa ha sido uno de los factores principales de la muerte cívica de México”. “Ha engañado”. “Pero detrás de los encabezados rutilantes que día con día emblasonan la ruta ascendente de México y detrás de las apariencias clásicas y estables del régimen y detrás de todo el mundo del silencio —en boca cerrada no entran moscas— de líderes y diputados y senadores, una realidad tenaz hace mofa de la fachada tan cuidadosamente construida”. El debate sobre el periodismo objetivo como práctica de ocultamiento de la realidad había comenzado. Antes de la caída del Muro de Berlín, el poeta y ensayista Octavio Paz logró resumir en una imagen la conformación piramidal de la república y caracterizar la estructura de funcionamiento de México: el Estado mexicano era un “ogro filantrópico”, es decir, la autoridad máxima que subordinaba —mezclando la mano dura con la mano blanda— a grupos, clases e instituciones. Más racional, Revueltas escribió en 1975, en su prólogo a una nueva edición de México: una democracia bárbara, una explicación más a fondo de su caracterización del Estado mexicano como un “Estado ideológico total y totalizador”. “El secreto de esta dominación total no se encuentra en otra parte que en la total manipulación, por el Estado, del total de las relaciones sociales”. “En suma, este es el mecanismo con el que funciona la democracia bárbara en México:

la democracia ideal, puramente invocativa, como el traje de etiqueta con que se viste al chimpancé para su grotesca actuación en el circo de la política mexicana”. En junio de 1969, el historiador Daniel Cosío Villegas le entró al tema del debate sobre la prensa escrita a propósito del discurso del escritor Martín Luis Guzmán en la celebración del “Día de la Libertad de Prensa”, consagrado por los editores para “agradecerle” al presidente de la república la gracia de publicar. El esquema exhibía la estructuración filantrópica del Ogro estatal: los medios formaban parte de la conformación cuasimonárquica de las instituciones republicanas. “Lo importante”, escribió Cosío Villegas en Excelsior, “es reconocer que no hay termómetro mejor para calibrar la salud de una sociedad democrática que la relación que guardan el gobierno y la prensa”. Para Cosío Villegas, la libertad de prensa estaba relacionada con otras libertades cívicas y políticas: parlamento libre, radio y TV no como esclavos oficiales, absolutismo presidencial. Al final, el Estado se convirtió en un corsé que limitó la movilidad libre de la prensa escrita. Así, el periodismo objetivo, al margen del conflicto social, que caracterizó las políticas informativas y editoriales de los medios escritos —y luego de los electrónicos— se mantuvo como parte de la conformación autoritaria del Estado y del gobierno mexicanos. Cuando la imagen de solidez de ese Estado se colapsó en 1968, los medios fueron muy sensibles a los gritos de “¡prensa vendida!” que animaban a las manifestaciones estudiantiles rumbo al Zócalo y cuando pasaban por los edificios de Excelsior y El Universal en Reforma y Bucareli. Los espacios que abrió el discurso político de crítica al sistema que enarboló el presidente Echeverría como mecanismo de legitimación política —fue el secretario de Gobernación del diazordacismo del 68— fueron ocupados por los medios, pero hasta que chocaron con los intereses del poder. El golpe oficial contra Excelsior para detener su línea crítica reveló las limitaciones de los espacios de la libertad de prensa. Pero ese manotazo autoritario permitió la creación de nuevos medios. En esos nuevos medios hubo un avance en los estilos de redacción. Se abandonó el periodismo objetivo y declarativo y las páginas de la prensa se abrieron a las denuncias y demandas populares y sociales. Frente al daño político provocado por el 68 y por el golpe a Excelsior, la autoridad tuvo que montarse en el discurso de la libertad de prensa. Luego de la experiencia echeverrista y del surgimiento de la guerrilla en un sistema acotado y cerrado, el presidente López Portillo realizó una reforma política para legalizar al Partido Comunista Mexicano y para amnistiar a presos políticos. Y de modo natural, el tema de la prensa se introdujo del brazo del “derecho a la información”, una oferta para abrir la información oficial a las demandas de la sociedad. El debate fue duro y sólo pudo agregarse ese nuevo derecho a la Constitución, pero sin reglamentarlo. Hacia el final de su sexenio, López Portillo llevó al país a una severa crisis económica que tuvo en la prensa a uno de sus factores esenciales. Y ya sin los mecanismos autoritarios, el “castigo” de López Portillo a los medios —Proceso en particular, pero también a Crítica

Política y otros medios críticos— fue el retiro de la publicidad oficial, como si el presupuesto fuera propiedad del titular del ejecutivo y no un recurso del Estado. Al calor de la reforma política de López Portillo, los medios se abrieron a nuevos géneros: la percepción crítica de la prensa hacia el sistema priísta comenzó a difundirse con la proliferación del género de la crónica por sus libertades creativas. Y como en el nuevo periodismo estadunidense, los escritores fueron los pioneros. Casi en el mismo escenario, varios medios se abrieron a dos géneros olvidados pero de alto contenido de opinión editorial reflexiva y crítica: la columna política y el reportaje. La columna era un género típicamente priísta cuyo máximo exponente fue Carlos Denegri, un periodista articulado al engranaje priísta. Ha contado Francisco Galindo Ochoa, jefe de prensa de Díaz Ordaz y López Portillo y priísta tradicionalista, que él, en su calidad de secretario de Información y Propaganda del CEN del PRI a mediados de los sesenta, redactaba la columna “Desayuno Político” de Denegri. Y usaba el espacio para enviar línea política y mensajes del poder. La columna fue reivindicada por Manuel Buendía, cuya “Red Privada” llegó a convertirse, cuando se publicaba en El Universal y Excelsior, en un espacio de autonomía crítica que llegaba a contradecir el mundo idílico de la primera plana de esos medios. El reportaje era poco utilizado por la prensa escrita. Un poco por la ausencia de periodistas experimentados que pudieran manejar el género periodístico por excelencia y otro poco porque implicaba la revelación de la realidad que los medios ocultaban en complicidad con el poder político. Hacia mediados de los setenta, el reportaje comenzó a abrirse espacio en la prensa escrita pero tuvo su mejor época hasta los ochenta y los noventa. La crónica fue el género más fácil de utilizar porque exigía nada más un manejo más profesional del lenguaje, libertas para el uso de las estructuras narrativas y una visión crítica de la realidad. La crónica, que hasta ese momento se utilizaba sólo como notas descriptivas del color de los actos públicos, asumió así el carácter de difusión crítica —y en ocasiones burlona— de la realidad. Frente a la liberalización política de algunos espacios y a la presión de la sociedad para salirse de los estrechos márgenes de movilidad que le concedía el Estado como el “Ogro Filantrópico”, la prensa se encontró con canales de libertad que comenzó a usar. Los medios escritos que no quisieron o no pudieron romper las estrecheces del periodismo objetivo o declarativo, a la postre resultaron rebasados por la velocidad de los medios electrónicos para difundir la información. Paulatinamente y casi sin racionalizarlo, la prensa escrita se posicionó de un espacio importante de la lucha política. Paralelamente, los márgenes de represión del Estado fueron menores por la apertura al exterior y la observación internacional y por el papel crítico de importantes intelectuales con presencia foránea. Asimismo, contribuyó el hecho de que llegó al poder una generación de tecnócratas que desconocía las formas de cooptación del Ogro Filantrópico estatal. http://noticiastransicion.mx carlosramirezh@hotmail.com @carlosramirezh


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TLCAN: México, sin agenda en el sector comercial Por Arnulfo R. Gómez

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l problema de México no es la carencia de agenda para esta reunión, el problema es que no hemos tenido agenda en últimos 25 años, especialmente en el sector comercial, a pesar de que a través del TLCAN se creó un marco que supuestamente nos permitiría ser un socio estratégico y lograr nuestro desarrollo económico, sin embargo, nuestros teóricos del comercio exterior se perdieron miserablemente al pretender diversificar geográficamente nuestra exportación sin antes definir una agenda con EEUU y Canadá, con una estrategia realista que incluyera programas y proyectos que nos permitieran posicionarnos y consolidar nuestras exportaciones a la región para posteriormente buscar una lógica y sana diversificación geográfica. Así, ninguno de los objetivos del TLCAN se cumplió pues no logramos una integración comercial y menos productiva; no logramos mayor competitividad sino todo lo contrario; no logramos aprovechar las ventajas comparativas para consolidar el proceso de producción compartida, añadir valor y generar riqueza en la región; no logramos captar mayor inversión extranjera y menos logramos nuestro objetivo fundamental en el TLCAN pues no se creó

mayor número de empleos ni bienestar y, por todo esto, los retrocesos de México en todas sus variables económicas son enormes según se puede ver en el siguiente cuadro marcado con amarillo. Lo peor es que nuestros teóricos del comercio exterior, ante el fracaso del proyecto, totalmente confundidos y

México: Evolución de las Variables Económicas

2001

Nivel de competitividad mundial

Lo peor es que nuestros teóricos del comercio exterior (...) hablan de hacer de Norteamérica la región más competitiva cuando el único país (...) que ha sufrido enormes retrocesos en competitividad es México

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Fuente

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WEF

· Instituciones públicas

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WEF

Ubicación por el PIB total

9

14

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FMI

2.21 32,100

1.81 73,455

-0.20 129%

FMI FMI

· Total PIB de México · Ubicación por el PIB per cápita

710 47

1,327 71

87% -24

FMI FMI

Ubicación como país exportador

12

15

-3

OMC

· Crecimiento de las exportaciones mundiales · Crecimiento de las exportaciones mexicanas

6,162 159

18,784 380

205% 139%

OMC OMC

· Participación en la exportación mundial %

· Participación en el PIB mundial % · Total PIB mundial

2.58

2.02

-0.56

OMC

· Ubicación por exportación per cápita · Empresas exportadoras **

51 37,745

65 35,570

-14 -2,175

OMC/FMI ProMéxico

% de productos mexicanos en la exportación total (2)

44.65

39.13

-5.52

SE

· % de productos mexicanos en la exportación sin petróleo · % del petróleo en la exportación total · % de valor en la reexportación

40.14 7.52 27.55

31.18 11.55 14.12

-8.96 4.03 -13.33

SE SE SE

18

32

-14

OMC

· Participación en exportación mundial sin rexportación % · Ubicación por exportación per cápita sin rexportación

1.15 73

0.79 101

-0.36 -28

OMC OMC/FMI

Ubicación como destino de la IED

4 (3)

11

-7

UNCTAD

· Total flujos IED mundial · Total flujos IED a México

826 29.9

1,452 38.3

76% 28%

UNCTAD UNCTAD

· Participación México en IED mundial %

2.14

2.64

0.50

UNCTAD

· IED per cápita US · Ubicación por IED per cápita

243 44

324 62

81 -18

UNCTAD/FMI UNCTAD/FMI

101,457

118,226

16,769

INEGI

Ubicación como país exportador sin rexportación (2)

Evolución de la Población total (Miles de personas) · Evolución de la PEA

40,758

52,309

11,551

INEGI

Total empleos formales

14,714

19,343

4,629

STPS

· Total afiliados IMSS · Total burocracia

12,111 2,603

16,525 2,818

4,414 215

STPS/INEGI INEGI

Total de personas sin empleo formal

24,890

30,476

5,586

INEGI/STPS

-72.4%

INEGI/STPS

Déficit en la creación de empleos formales

1) 1998 2) 2012 3) 1994

errados, hablan de hacer de Norteamérica la región más competitiva cuando el único país, de los tres que la integran, que ha sufrido enormes retrocesos en competitividad es México y, más sorprendente, que para ello buscan una solución externa tratando de firmar el TPP que supuestamente refrescará al TLCAN; asimismo, pretenden encontrar una solución a la imposibilidad de crear condiciones para generar empleos en nuestro país, y buscan la firma de un acuerdo de movilidad de la mano de obra “para hacer más competitiva a la industria norteamericana”, lo que nos confirma su confusión, el desconocimiento de la planta productiva nacional, de la operación real del comercio internacional así como el fracaso del proyecto más importante de México para su desarrollo y el fortalecimiento del mercado interno, simplemente, por la carencia de una agenda, de ideas y de una estrategia realistas, lo que ha sido sustituido por improvisación y simulación. Conviene señalar que por eso, el Foro Económico Mundial (WEF), también ha señalado la enorme pérdida de competitividad de México provocada, fundamentalmente, por la pésima calidad de las instituciones públicas en las que muchos de sus funcionarios son burócratas sin conocimientos ni experiencia habilitados como expertos y, por tanto, incapaces de diseñar políticas públicas realistas que incidan positivamente en el desarrollo de nuestro país, por lo que tampoco hemos podido aprovechar la relación preferencial y la cercanía con nuestros socios del TLCAN, que constituyen el mercado más grande del mundo y con quienes somos enormemente complementarios. Aún más, nuestros teóricos, a través de la firma del TPP, buscan una solución externa a un problema doméstico y regional, lo que reitera su confusión y desconocimiento de nuestra realidad pues como he señalado en varias ocasiones, de las 96 variables que miden la competitividad con los 6 países del TPP con los que no tenemos TLC, sólo tenemos ligera ventaja en 12 y total desventaja en 84, lo que de antemano nos augura un fracaso total en la relación con esos 6 muy lejanos países, que son muy hábiles, muy competitivos y competidores directos nuestros en sectores en los que hemos registrado enormes retrocesos por la carencia de un medio sistémico competitivo, y con los que hemos registrado un déficit creciente que en el periodo 1993/2013 ascendió a -81,106 millones US.

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19 de Enero de 2015

Artículo

Podemos, jaque al sistema político español Por Joan de Alcázar

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l día 26 de diciembre se celebró el último Consejo de Ministros del año 2014. Mariano Rajoy compareció ante los medios de comunicación tras su finalización. Su discurso fue el esperado: un optimismo impermeable a la realidad de la calle, un abuso de la estadística cocinada en materia económica y las evasivas habituales ante las preguntas más comprometidas de los periodistas. Unas horas antes, el 24 por la noche, el rey Felipe VI había aparecido en la televisión pública para dirigirse a los españoles, como es tradicional en Nochebuena. Tres ejes tuvo su intervención: la crisis, la corrupción y la situación catalana. Como se sabe, el rey habla con el visto bueno del Ejecutivo, ya que reina pero no gobierna. Por lo tanto, su discurso fue parecido al posterior de Rajoy, quizá con algo más de afecto; un sentimiento que el presidente es incapaz de transmitir. Tras la aparición de Rajoy en la rueda de prensa, el mismo día 26, Pedro Sánchez, secretario general del Partido Socialista, compareció igualmente: tocó los mismos tres bloques que el Rey y el Presidente, reprochó con energía el infundado optimismo de éste, le exigió que no hablara de la recuperación económica en vano y aseguró que, en ningún caso, habrá en España un gobierno de coalición PP-PSOE tras las próximas elecciones. Una idea recurrente en el mundillo político durante los últimos meses que, por su parte, Rajoy había vuelto a dejar caer en su intervención ante la prensa. Para Cataluña propuso una reforma constitucional en clave federalista. El día 27, en la página oficial en Facebook del novísimo partido político Podemos se podía leer lo siguiente: “El bipartidismo se hunde y ningún pacto entre los partidos de la casta podrá sacarlo a flote de nuevo. Inestabilidad es aplicar políticas de austeridad que empobrecen a la mayoría de la población, mientras que una minoría se enriquece a costa de todos. Las viejas recetas políticas ya no funcionan, por primera vez en décadas se abre la oportunidad de recuperar el país por y para la gente”. Contrariamente a lo que sucede con lo dicho por Rajoy o por Sánchez, que exponen argumentos de los que es fácil desconfiar, lo escrito en el muro de Podemos lo podrían firmar millones de españoles. Resulta que en este momento político el problema de los dos grandes partidos [la Casta] es la credibilidad. Sólo los militantes partidarios fuertemente adscritos por intereses diversos y los votantes que tienen una fe ideológica a prueba de bomba son capaces de concederles la confianza que han perdido a raudales, a chorros, especialmente desde que comenzaron a sentirse los primeros efectos de la crisis, hace ya siete años. El PSOE primero la negó, luego la aceptó a regañadientes y finalmente pactó con el PP la reforma constitucional exprés y las primeras medidas duras que le exigieron desde Berlín y Bruselas. No sabemos si la historia absolverá a Rodríguez Zapatero, pero es improbable. Hoy por hoy, el recuerdo de lo ocurrido en mayo de 2010 es imborrable. Se trata de una fecha fatídica para el socialismo español. El Ejecutivo de Zapatero anunció recortes para funcionarios, pensionistas y muchos otros. El político socialista olvidó su programa y rompió su compromiso con los ciudadanos, pero no se planteó dimitir. Quizá si lo hubiera hecho las cosas hubieran sido muy distintas, pero no lo hizo. Siguió bailando al son que le marcaban desde la Troika [Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional], aparentemente insensible ante los estragos de las medidas de ajuste. La reforma exprés de la Constitución [del artículo 135, sobre estabilidad presupuestaria], sacrosanto documento convertido en algo así como las Tablas de Moisés para ambos partidos [al menos entonces, que el PSOE de hoy está en otra lógica], el que su modificación se pactara por teléfono en conversación entre Zapatero y Rajoy, fue el tiro de gracia al bipartidismo en España. Actualmente, la corrupción se ha hecho insoportable para una ciudadanía golpeada por la crisis, con los fortísimos recortes en el gasto público y con el desempleo en cifras imposibles de aceptar, con miles jóvenes bien formados hu-

yendo hacía la emigración a cualquier lugar del mundo en el que encuentren trabajo. Esa corrupción hay que ponerla en contacto con la dureza de la crisis, la que Rajoy dice que ya ha pasado. Contrariamente a lo que afirmó en la rueda de prensa, ha aumentado la pobreza, han bajado los ingresos familiares, hay menos población activa y menos población ocupada, el empleo que se crea es precario y mal pagado y, además, la tasa de protección social ha bajado. Podría decirse que el escenario español está más que maduro para la aparición de una propuesta política típicamente neopopulista, entendida ésta como una respuesta a la crisis que deja por cubrir importantes demandas sociales. La política tradicional y la institucionalidad realmente existente se muestran incapaces de resolver los problemas de la mayoría de los ciudadanos, y el terreno de juego político pierde calidad democrática y gana informalidad cada vez más. Se trata de un escenario que podría favorecer, también, opciones de la ultraderecha xenófoba, como ha ocurrido en diversos países europeos. No son pocas las voces que acusan a Podemos de ser, precisamente, una propuesta populista1. Los vínculos políticos y profesionales que algunos de sus líderes han mantenido desde hace años con la Venezuela de Hugo Chávez y su explícito reconocimiento a la labor política de éste, abonan esa tesis. No obstante, el nuevo partido tiene sólo meses de vida y no se le puede juzgar adecuadamente todavía. Desde el análisis académico lo que sabemos de la organización que lidera Pablo Iglesias encaja bastante bien con los perfiles reconocibles de lo que se conoce como una organización populista: un liderazgo carismático claro, una formación policlasista y heterogénea, un confesado interés por la movilización en las calles, una ideología ecléctica, que exalta a los sectores medios y bajos [generalmente los de Podemos no hablan del Pueblo, sino de la Gente, antítesis de la Casta] y que es explícitamente antielitista y/o antiestablishment, y, finalmente, un proyecto económico redistributivo en beneficio de los sectores más desfavorecidos [que se sustancia en la propuesta de una Renta Básica]. Se puede discutir si Podemos es o no es así. Pero lo cierto es que eso, ese debate, a la inmensa mayoría de los ciudadanos en esta fase en la que vivimos les importa entre cero y nada. Si sus líderes son más o menos amigos del Bolivarianismo o si recibieron en su día dinero de Hugo Chávez a cambio de asesoría política, no le importa a [casi] nadie. Es más: cuanto más les atacan por ese lado los que tienen poca o nula credibilidad [los políticos de la Casta y los medios afines], cuanto más los denigran y los acusan de ser esto y lo otro, más sube Podemos en las encuestas2. Lo que buena parte de los ciudadanos perciben es que estamos en un escenario de final de ciclo. Además, esa misma ciudadanía observa con claridad otra cosa que a muchos les resulta regocijante, estimulante y muy de agradecer a los muchachos de Podemos: han sembrado el pánico entre los partidos y los políticos tradicionales y la incertidumbre entre los grandes empresarios y los banqueros. Aquél que era el plácido estanque político español, tranquilo como un cementerio, registra en estos momentos olas de más de veinte metros y el viento sopla huracanado. Los partidos minoritarios de la izquierda, estatales o regionales y, particularmente, los independentistas vascos y catalanes, por su parte, se llevan las manos a la cabeza. En el País Vasco, por ejemplo, el Euskobarómetro acaba de situar a Podemos como la segunda fuerza, a escasa distancia del tradicional Partido Nacionalista y por delante de los independentistas de Bildu. Y eso con el PSE-PSOE hundido y con el PP todavía más. En Cataluña, tras el desembarco 1 Sobre este tema, véase nuestro texto: http://elcronistaperiferico.blogspot.com.es/2014/10/pueblos-y-populismos.html. 2 Sobre este asunto, véase nuestro texto: http://elcronistaperiferico.blogspot.com.es/2014/11/podemos-y-los-efectos-de-larevolucion.html

reciente de Pablo Iglesias, las encuestas sitúan a Podem [la filial autóctona] con una expectativa de voto que le disputa la primacía a la mismísima Convergència i Unió [los nacionalistas tradicionalmente moderados, hoy pasados al independentismo], por delante de Esquerra Republicana de Catalunya, los soberanistas tradicionales que sencillamente no saben qué está pasando. Los socialistas catalanes y el PP regional aparecen igualmente hundidos. La palabra terremoto se queda corta para describir lo que estos resultados podrían significar en caso de manterializarse. Si los partidos vascos, especialmente los abertzales, se han apresurado a negar la validez de este Euskobarómetro [nótese el singular], los catalanistas soberanistas han tildado a Pablo Iglesias de Caballo de Troya del Estado y de lerrouxista. Un insulto político contundente, en alusión a un político republicano [Alejando Lerroux] del primer tercio del siglo pasado, que combinaba radicalismo verbal, buena oratoria, demagogia a raudales, corrupción y españolismo inequívoco. ¿Qué está pasando pues, tras la aparición de Podemos? Apuntaremos dos hipótesis que quieren ser explicativas y que habrá que validar más adelante, fundamentalmente cuando el discurso de Podemos haya de plasmarse en programas electorales [las elecciones municipales y autonómicas serán en mayo de 2015], cuando haya que poner nombre y cara a los candidatos, y cuando los ciudadanos decidan qué papeleta meten finalmente en la urna. Primera hipótesis. Es tal el repudio, el hastío y la rabia acumulada contra los partidos mayoritarios [a los que desde Podemos despectiva e injustamente, por la generalización, denominan la Casta], que son legión aquellos que quieren darle un buen puñetazo al sistema que representan, esclerotizado, insensible e incapaz, además de corrupto. La bondad cívica de Podemos, hoy por hoy, es que ha puesto al sistema existente patas arriba; le ha dado una patada al tablero y nada volverá a ser como antes de su irrupción en el escenario. Hoy por hoy, Podemos es muchas cosas. Nos atreveríamos a decir que es para cada posible votante lo que cada uno de ellos quisiera que fuera. Se le puede ver como un partido regenerador, limpiador, vengador justiciero, renovador de la élite política o agente de un cambio en profundidad de las reglas del juego, una especie de partera de una nueva época. Podemos es para mucha gente la ilusión política de que la realidad actual es reversible. Podemos ha hecho creer a muchos que es posible gobernar de otra forma, sin olvidarse de la gente y contando con ella, sin despreciarla, sintiendo lo que esa gente siente y, especialmente, lo que esa gente sufre. Y que además, esa nueva forma de gobernar se puede hacer sin robar, sin corromper a los representantes políticos. En el futuro esta hipótesis se validará o no, pero esos encuestados que apuestan por Podemos parecen creerlo. Segunda hipótesis. Digan lo que digan los nacionalistas periféricos, y sin quitarle ni un gramo a la carga de nacionalismo banal [el cotidiano, a la forma de Michel Billig] españolista que Podemos contiene, quizá no han entendido que una parte no menor de sus actuales apoyos no lo son tanto en su sentido estrictamente independentista, sino que son expresión del repudio a la nefasta política impuesta desde Madrid. Podemos, por boca de su líder, decía hace unos días en Barcelona, en un mitin en el que había tanta gente fuera como dentro de la gran instalación que lo cobijaba, que él no quiere que Cataluña se vaya de España, que entiende que Cataluña y los catalanes han sido ofendidos y maltratados por los gobiernos de la Casta, que el sistema del 78 [en alusión a la Constitución] está obsoleto, y −además, importantísimo− que sí, que la gente tiene derecho a decidir si Cataluña debe ser o no un Estado independiente, pero que también tiene que decidir qué tipo de política social exige, qué papel ha de jugar el Estado en su vida. Creer que todo el apoyo a las impresionantes movilizaciones impulsadas por los soberanistas era independentismo neto parece haber sido un importante error de cálculo. Los partidarios de un divorcio –que sería muy traumático para todos− puede que sean bastantes menos que los partidarios de compatibilizar los derechos y singularidades indiscutibles de la nación catalana dentro de un Estado plurinacional. Quizá una reforma constitucional que establezca un marco federal efectivo fuera la alternativa que llegara a contar con más apoyos en Cataluña y, también, en el País Vasco. El futuro político de España en general y el de la nueva formación política en particular, claro, está por escribir. Lo que sí se puede afirmar es que los próximos meses van a ser intensos. Muy intensos. Una época ha finalizado y otra está iniciando su andadura.


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Columna México y el Mundo

El fanatismo religioso nos llegó de nuevo Por Juan María Alponte alponte@prodigy.net.mx http://juanmariaalponte.blogspot.mx/

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as palabras son, a la vez, encuentro y desencuentro con el otro. De ahí la búsqueda de un punto de partida que no nos haga imposible la mesura. Me detengo, en memoria de mis dos viajes a la India, en dos palabras que Gandhi consideraba esencial para la convivencia: la verdad, esto es, la satya, y la satyagraha, es decir, la fuerza de la verdad. Siglos antes, en la Grecia de Sócrates, la verdad, la aletheia se consideraba como el centro de gravedad de la convivencia. La filósofa alemana Hannah Arendt condujo el cuestionario a un callejón que no deja salida ni a los príncipes ni a sus criados: “La mentira precede siempre a la violencia”. ¿Nos sirve algo en nuestros días de Iguala? El tema, filosóficamente, está ante nosotros de manera no reversible. Lo ratificaba Gandhi señalando que la palabra satya, verdad, es el nombre más importante de Dios. Sat o satyagraha –la fuerza de la verdad- era, para Gandhi, la sublimación del paraíso. Añadía algo no menos eminente. En efecto, la frase sat-Chit-Ananda significaba, para él, la Verdad, el Conocimiento y la Alegría. Triple proposición para todos los demás. Esta peregrinación por los significados me parece esencial en estos días, amargos y terribles, donde, sin esfuerzo ni demagogia, enteramente rechazable, tenemos que repensar, para convivir como ciudadanos, la significación de la verdad en la vida política de un pueblo. Cabe añadir que los griegos, que fundaron una filosofía universal, rechazaban, totalmente, la hybris, la desmesura o demagogia por entender y asumir que la hybris conlleva consigo la ate, es decir, el desvarío y la destrucción de la convivencia. Este prólogo, creo que necesario. Nos plantea un tema inmediato: la aparición del fanatismo religioso en nombre del Islam y el yidahismo. Lo primero que cabe advertir es que Islam procede de la palabra árabe salam que se traduce, sin más y sin menos, como paz y salud y significa sumisión a Dios (Alá) y es entendida, la religión musulmana, como la reconciliación de los hombres con Dios por vía del Corán. Para Mahoma (570-632) los cinco Pilares del Islam (no desconocidos para el cristianismo) eran fundamentales, pero, reverente, admitía que

María, la madre de Jesús, era considerada como una de las cuatro mujeres santas en el Islam. Reconocimiento, sin duda, importante. El Islam gravita sobre “cinco pilares” (arkam, pilares) que son los siguientes: las cinco oraciones, “salat”, cotidianas, que son obligatorias; la limosna, “zakat”, destinada a los pobres; el ayuno, “sawm”, en el mes del Ramadán y, finalmente, la peregrinación a La Meca, al menos una vez en la vida, para todos los que puedan hacer el viaje y finalizan con la yihad o guerra santa. En este punto existen divisiones, en el Islam, sobre este tema y muchos debaten, sobre ese cuestionario, señalando que no es un pilar canónico del Islam. En suma, polémica sobre ese delicado tema. Nada de ruptura sin más. El “yihadismo”, en gran medida, plantea un problema real porque yihad, guerra santa, aunque se incluye en los cinco Pilares del Islam no conforma, repito, para muchos eruditos, un pilar decisivo del Islam. En suma, de una manera o de otra, el fa-

natismo no aparece en el Islam como un mandato divino, sino como una peripecia más del existir, complejo, de las religiones. Hagamos un esfuerzo, sin eludir el dilema, de moderación inteligente. El carácter que ha tomado el yihadismo, en manos de fanáticos, difícilmente puede ser asimilado como un mandato divino ya que la voz yihad –guerra santa- no conforma, según numerosos teólogos islámicos, “un pilar canónico irreversible”. Mahoma, un ser humano ejemplar, como se señala en el libro “La Civilización Musulmana” tuvo una existencia compleja y, a la vez, normal. Se casó más de una vez y tuvo hijos. Su primera mujer, y su primera creyente, figuran entre las mujeres santas del Islam al igual que su hija Fátima y, como antes se dice, también se sabe que María, madre de Jesús es integrada, vale repetirlo, entre las mujeres santas. La presencia, inmensa, de Mahoma como caudillo militar y como Profeta está bien delimitada en el tiempo, conflictivo, de su época complicada y guerrera, pero esa doble realidad no modificó su propósito de ofrecer una variable personal, al judaísmo y el cristianismo, optando por varios casamientos y por la presencia pública de sus hijos. Rechazó, totalmente, el celibato. En el año 632, ya enfermo, Mahoma realizó su Peregrinación del Adiós. Vida que se culminó en el Corán, el libro sagrado del Islam. Mahoma murió en Medina en el año 632 en los brazos, de una de sus esposas: Aisa. Vida humana, en ese sentido, que en nada invita a convertirle en la voz y la palabra de un yihadismo que cultiva el odio y el crimen en nombre de la guerra santa o yihad que tuvo otra dimensión. Es preciso y necesario condenar un yihadismo terrorista que en nada configura el significado que diera Mahoma a la guerra santa o yihad. Es indispensable condenar todo fanatismo y deslindar los significados históricos y las batallas que no estuvieron fundadas en el odio y la barbarie. Batalló, Mahoma, ciertamente, pero es imposible implicarle a Mahoma, como guerrero y el Profeta, en guerras del odio y, menos, del terrorismo. El fanatismo no es nuevo infortunadamente. Es la respuesta de la barbarie a la paz fundada en la convivencia de todos los seres humanos.

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Artículo

Un mito llamado Scherer* E Por Marco Levario Turcott

ntre signos de provincialismo y expresiones de grupos políticamente correctos, a lo largo de los años se ha ido tejiendo una leyenda que impide ver con claridad su obra, que lo sitúa entre los mejores de México. En ese entorno desmitificador, Julio Scherer García es referente ineludible no sólo para los profesionales de la información sino incluso para estudiosos de la transición democrática desde la vertiente de los medios.

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Hace varias semanas recibió el reconocimiento Doctor Honoris Causa de la Universidad de Guadalajara y con ese motivo reeditamos el texto que sigue. Son líneas que no escamotean las virtudes del galardonado pero que al mismo tiempo lo ubican dentro de las relaciones entre el gobierno y los periodistas que ya no quisiéramos ver, al menos no los editores de etcétera, como las que regulen a la democracia del México moderno. Cualquier mito narra el origen y las peripecias de los hombres que, en el fragor de la epopeya, se convierten en dioses si es que no lo son ya desde el principio según varias creencias. Hay mitos que narran historias del mismo modo que la Historia comprende innumerables mitos. Lo primero es fantasía, creación literaria, espejo de la cultura de una civilización; lo segundo, ausencia de entendimiento del complejo proceso en el cual se entretejen los hechos. A esta última clase de mitos pertenece Excelsior, particularmente por lo sucedido en ese diario entre el 31 de agosto de 1968 y el 8 de julio de 1976, periodo en el cual Julio Scherer García fue director general del rotativo. El periódico de la vida nacional Cuestionar al mito no significa denostar a sus actores, sino dar dimensión precisa de su obra. Por eso debe tenerse en cuenta el vigor de la institución presidencial y la tutela de un solo partido que privaron en el México de aquellos años. Así se entiende a los medios de comunicación como instrumento de control a la vez que un espejo de la falta de pluralidad política y de movilización social que apenas tenía sus primeros atisbos en la gesta estudiantil de 1968. En aquel contexto, el entonces director general de Excelsior creía “que el periodismo es un problema de equilibrios y contrapesos, arte acrobático con redes de protección”. * Texto publicado en la revista etcétera No. 63 de enero de 2006. Se publica con la autorización del autor.

Eso pensó Scherer luego de la matanza del 2 de octubre en Tlatelolco, cuando la escritora Elena Poniatowska le solicitó algunas fotografías para un libro suyo y el periodista le contestó que sí, pero a condición de que omitiera los nombres de los reporteros gráficos. También hubo censura en ese diario; lo acepta el propio director general al emplear el eufemismo “me venció el miedo a la libertad” cuando comenta la no publicación de un artículo de Alejandro Gómez Arias sobre el bazukazo que destruyó un portón de la Preparatoria Nacional número uno. Por eso Gómez Arias interrumpió sus colaboraciones en el diario. Representativas de los cálculos editoriales que se hacían frente al gobierno, aquel par de anécdotas se sitúan en un reconocimiento más específico del propio Scherer en relación con la cobertura informativa de Excelsior sobre el movimiento estudiantil y, particularmente, sobre la matanza del 2 de octubre: “Excelsior había informado con honradez y veracidad acerca de los sucesos de Tlatelolco. Eso era cierto, pero no me engañaba. Habíamos escamoteado a los lectores capítulos enteros de la historia de esos días. Poco sabíamos de la vida pública de los presos políticos, menos aún de su intimidad, y habíamos evitado las entrevistas con ellos. Habíamos permanecido en la calle, presos nosotros frente a su cárcel. Sabía bien que en nuestras manos había estado la decisión de cumplir o no con ese trabajo, pero también sabía que el Presidente no había propiciado el mejor clima para el desarrollo de una información irrestricta.” En efecto, Julio Scherer no se engañaba. Basta revisar las páginas de los diarios de aquel entonces para comprender que, en relación con la cobertura informativa, no hubo señaladas diferencias entre Excelsior y los otros periódicos ni en esas circunstancias ni en otras similares, como la matanza del 10 de junio de 1971. Sin embargo, al tomar como base los editoriales de los diarios publicados el 3 y 4 de octubre de 1968 puede asegurarse que si bien Excelsior no condenó ni hizo responsable al gobierno de los trágicos sucesos de Tlatelolco, tampoco formó parte del denuesto que hicieron de los jóvenes periódicos como El Universal, Novedades, El Heraldo de México y El Sol de México que, al llamarles provocadores al servicio de “intrigas extranjeras” (El Universal), se hacían eco del discurso del gobierno de esa época.

En ese entorno mediático, sobresalió la postura de Excelsior: “Si bien es cierto que el comportamiento estudiantil –y el de buen número de maestros– rebasó los límites de la sensatez y al reto inconsciente, sobrestimando las propias fuerzas, no es menos verdad que la respuesta a tal desbordamiento no ha sido prudente ni adecuada.” Más allá de posturas como ésa –que según Scherer suscitaron la irritación del Ejecutivo–, Excelsior formó parte del trato aquiescente que la prensa tuvo con el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz. Tomemos como base el último informe de gobierno y la edición correspondiente al miércoles 2 de septiembre de 1970. Éstas fueron las ocho columnas: “‘Presente creador y fe en un futuro promisorio’, dijo DO”. En primera plana, todas las notas nacionales abordan el informe. Hay una foto grande de 11 centímetros de ancho por 21 de largo donde se observa al Presidente, según el pie de la imagen, frente al “aplauso unánime de la Cámara (que) duró dos minutos quince segundos (...) Con los brazos extendidos el primer magistrado agradece la impresionante ovación”. Al lado está la nota firmada por Ángel Trinidad Ferreira, que se despliega abajo de la cabeza: “Su meta, desde el principio, mantener la estabilidad política y la paz interior”. En la segunda mitad de la portada hay dos avisos, uno advierte que en interiores está el texto de la respuesta de Octavio Sentíes al Presidente y el otro que en la página cuatro se encuentra el texto íntegro del in-

forme. Abajo se sitúa la crónica de Manuel Mejido donde se constata: “La multitud envolvió a un hombre en un auto”. Luego hay una entrevista con Luis Echeverría, “el candidato triunfante a la Presidencia”, que opina sobre el informe de gobierno. En un costado está otra foto donde se mira a Echeverría frente al televisor de su casa, viendo y escuchando la locución de Díaz Ordaz. Las demás notas cubren el informe de gobierno. Sobre el tema, en interiores hay un despliegue de varias páginas. Entre otros, hay estos dos pies de foto: “El presidente Díaz Ordaz hace una pausa para secarse los labios y continuar, sereno y con voz firme” y “Emocionado y luego sonriente, el presidente Díaz Ordaz extiende la mano derecha primero y luego ambos brazos para agradecer los prolongados aplausos (...)”. Los editoriales de Excelsior no son menos aduladores: “El informe de gobierno muestra claros logros en diversos aspectos (...) que ofrecen múltiples posibilidades para el porvenir”; “no eludió los riesgos inherentes al poder y de él podrá decirse desde ahora que ha sabido afrontar, sin ocultarse, las responsabilidades de su paso por el Palacio Nacional”; “el pueblo participa con su esfuerzo y disfruta en buena medida de las realizaciones de un sexenio”. Ni una sola palabra que aluda a los sucesos del 2 de octubre de 1968. “Arte acrobático con redes de protección” Como lo constatan sus propios relatos, Julio Scherer García tuvo un intenso y amistoso intercambio de opiniones con los presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez, también con el entonces secretario de Hacienda y a la postre Presidente, José López Portillo. La relación dio frutos en la oferta editorial de Excelsior. Esto escribe Scherer en Los presidentes.


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Con Díaz Ordaz “Una noche, relajado Díaz Ordaz en Los Pinos, le pedí su intervención para entrevistarme con los jefes de Estado de Guatemala, Honduras, Paraguay, Ecuador, Brasil, Argentina, Santo Domingo. ‘Con el mayor gusto’, me dijo al instante. Quise interrumpirlo, darle las gracias. ‘No vale la pena’, me contuvo. A través de nuestras embajadas, Relaciones Exteriores concertaría las citas que me interesaban”. Las entrevistas se publicaron en Excelsior. (Años después, en Estos tiempos, Scherer García relata una charla con el entonces presidente Salinas. “Le conté por qué había evitado el viaje a Moscú y a Johannesburgo para encontrarme con Gorbachov y Mandela. Aunque el Presidente ya me había dicho que mi aspiración profesional era legítima, yo pensaba de manera distinta. Las entrevistas obtenidas desde el poder, tramarían hilos sutiles en una relación que había rechazado desde su origen. Una cortesía conmigo se traducía en una atención al Presidente de la República”.) “No, señor Presidente” La relación con Echeverría también dio dividendos. Luego del 10 de junio de 1971, Julio Scherer fue “un asiduo de la casa presidencial (...) Allí topaba con quien quisiera y con quien no imaginaba, allí me hacía de citas y entrevistas para nutrir al diario de información privilegiada. En el barullo, se hacía de espacio para conversar conmigo. Centinela de la libertad de expresión, me preguntaba: “—Entre tú y yo, ¿obstaculiza tu trabajo alguno de mis colaboradores? “—No, señor presidente.” (Por esos días, un “sobrino entrañable” de Scherer fue atendido en un hospital de Estados Unidos porque el tío le hizo la petición a Fausto Zapata, entonces coordinador de Comunicación Social de la Presidencia. Los costos corrieron a cargo del erario.) La primicia Recuerda Scherer: “En los días previos al destape, Echeverría y López Portillo tuvieron para Excelsior y para mí en lo personal pruebas de confianza extrema. El periódico fue avanzada en la sucesión y yo depositario de la clave que hace posible la sexenal transfiguración en el sistema político”. Para decirlo de otro modo, al periodista le confiaron el nombre del sucesor de Echeverría y eso repercutió en varios artículos, sobre todo el escrito por Ricardo Garibay, que insinuaron el nombre de José López Portillo como el próximo mandatario. Obra colectiva Excelsior se distinguió por sus primicias informativas, algunos editoriales como los descritos que salían de la uniformidad de los otros diarios y, tal vez principalmente, por sus colaboradores: Daniel Cosío Villegas, Jorge Ibargüengoitia, Julio Cortázar, Jorge Hernández Campos, Gastón García Cantú y Ricardo Garibay, entre otros, además de Rafael Segovia, Alejandro Rossi y Enrique Krauze, por citar algunos que escribieron en el suplemento Plural, dirigido por Octavio Paz. La salida de Julio Scherer de la dirección general repercutió más en la prensa de los años siguientes que el trabajo del periodista

en Excelsior. Tras los sucesos del 8 de julio de 1976, varios escritores y periodistas que trabajaron en ese diario emprendieron otras tareas. El 6 de noviembre de ese mismo año surgió el semanario Proceso, luego, el 14 de noviembre de 1977, el diario unomásuno y, semanas después, la revista Vuelta (publicaciones que, junto con la revista Siempre! comenzaron a perfilar un nuevo rostro en la prensa). Bajo la dirección de Regino Díaz Redondo, Excelsior no tuvo cambio sustancial en relación con la oferta que hizo cuando estuvo al frente Julio Scherer. Incluso, durante varios años más, el rotativo se consideró entre los mejores de México. ¿Por qué pasó lo que pasó? “—¿Y para qué todo aquello? –argüía Scherer–. ¡Sólo para acallar a un diario independiente, que sirve al país! ¡Que lo ha ayudado a usted, señor Presidente!”. El reclamo, según Manuel Becerra Acosta, lo respondió Luis Echeverría con un “¿no te ayudé todo lo que quisiste?”. Scherer respondió que fue a cambio de publicidad. “¡Y quién te dice que el gobierno necesitaba esa publicidad!”, habría respondido el entonces Presidente según este relato que da cuenta de una reunión entre los depuestos directivos de Excelsior y el titular del Ejecutivo, llevada a cabo durante la primera quincena de julio de 1976. De entonces a la fecha, la versión más difundida sobre lo que pasó el 8 de julio es que el llamado “golpe a Excelsior” fue obra de Luis Echeverría. Según Julio Scherer y su “vanguardia de las infanterías” que es como nombra Vicente Leñero a los principales simpatizantes del periodista, en el verano de 1972 Luis Echeverría organizó un boicot –“inspiró” es el término empleado por Scherer– de varios empresarios importantes para que dejaran de anunciarse en el periódico. En esos meses, el gobierno apoyó al rotativo al comprar anuncios oficiales, “los que hicieran falta para resistir al boicot”, escribió Scherer. Los pagos los hacía directamente el entonces secretario del Patrimonio Nacional, Horacio Flores de la Peña. Gastón García Cantú afirma que ésa es la

mejor prueba de que, si el gobierno hubiera querido, con dejar de pagar anuncios habría bastado para terminar con Excelsior. En cambio, la versión más extendida asegura que la ayuda del gobierno fue parte de un plan para incidir en los cooperativistas con el objeto de que Julio Scherer y Hero Rodríguez Toro fueran destituidos de sus cargos como director general y gerente. Tan es así, aseguran, que los terrenos “Paseos de Taxqueña”, propiedad de la cooperativa de Excelsior, fueron invadidos el 10 de junio de 1976 por aviadores al servicio del gobierno. A contracorriente con la opinión más extendida entre intelectuales, periodistas y escritores, Carlos Fuentes opinó lo siguiente, en un artículo publicado en El Sol de México el 30 de julio de 1976: “La historia política de los últimos cinco años y medio indica, más bien, que una vez más los enemigos, abundantes y poderosos de Echeverría, han aprovechado una situación particular –la crisis interna de Excelsior– para sumarse a un esfuerzo final, oportuno por tardío, de desacreditar una política que les daña”. Naturalmente, además de puntos de vista aislados como los descritos, tanto el gobierno como los nuevos funcionarios de Excelsior [cuando Regino Díaz Redondo estaba al frente] niegan incidencia alguna que no sea la decisión de la cooperativa de ese periódico. Un editorial publicado el 9 de julio de 1976 afirma que los trabajadores del diario tomaron la decisión de suspender de sus cargos a Scherer García y Rodríguez Toro “en forma democrática, sin presiones de ningún tipo”. Lo mismo aseguró Luis Echeverría en una conferencia de prensa llevada a cabo el 14 del mismo mes del mismo año. A 22 años de distancia, en una entrevista con quien esto escribe, el ex Presidente aseguró: “Varios colaboradores suyos (de Scherer) querían que yo lo repusiera, pero ése era un asunto de los cooperativistas” (etcétera, primera época, núm. 296, 1/X/98). Notables diferencias Luis Echeverría Álvarez está ligado a la historia de Excelsior tanto como con la vida de Julio Scherer García. No se pueden men-

cionar los unos sin el otro. Tal vez, esa dependencia traducida en héroes y villanos es lo que se necesita para la creación del mito. La relación, sin embargo, es más compleja y apasionante, llena de matices y recovecos que impiden asegurar o desmentir que el golpe a Excelsior hubiera sido obra del gobierno. Y si aquel hubiera sido el caso, los funcionarios del diario no previeron la rebelión interna que los depondría ni fueron capaces de resolver el problema que se les presentó en la asamblea de cooperativistas. Los simpatizantes de Scherer en aquel entonces, Manuel Becerra Acosta, Miguel Ángel Granados Chapa y Vicente Leñero, por ejemplo afirman que el director general ignoró la fuerza que tenía Regino Díaz Redondo entre los cooperativistas. Aunque tan convencidos estaban de que la destitución fue obra del gobierno, que al Presidente mismo le pidieron regresar a través de su poder, según relata Leñero en su conocida obra Los periodistas. Excelsior es referencia para conocer el desarrollo del periodismo y la relación establecida durante aquellos años entre los periodistas y el poder, entrecruces de amistad, complicidad y favores también, tensiones sin duda y diferencias que el mito ha puesto de relieve para narrar el origen y las peripecias de los hombres que, en el fragor de la epopeya, se convierten en dioses si es que no lo son ya desde el principio según varias creencias. Prebendas y exigencias Es el hombre y su circunstancia. Scherer acostumbra relacionarse con el gobierno y a éste ha recurrido tanto para el despliegue de su oficio como para defender sus propios intereses –y para ello ha respaldado o denostado a los detentadores del poder–. Estas páginas de su libro reflejan el desfase cronológico de un periodista que sin duda creció también al amparo de las decisiones del gobierno, como él mismo ha dicho, e ilustran también la furia de la que es capaz cuando no se le conceden las prebendas que pide. Al mito que él es, sin embargo, no se le exigen precisiones, a sus vaguedades periodísticas se les llama literatura y a sus peticiones gallardía.

Destaca Eviel Pérez Magaña presencia de México en ferias internacionales de turismo De la Redacción

E

l senador Eviel Pérez Magaña destacó la importancia de que México tenga a partir de enero de este año ,y hasta marzo de 2016, presencia en los Pabellones Turísticos de eventos internacionales como la Feria Internacional de Turismo FITUR a realizarse en Madrid, España, y la Feria ITB que tendrá sede en Berlín, Alemania. Para el senador priista, se trata de una gran oportunidad para impulsar la promoción cultural y artesanal mexicana, por lo que llamó al Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías y al Consejo Nacional de Promoción

Turística de México a promover las artesanías, especialmente las de Oaxaca, durante las actividades culturales programadas en los pabellones de las ferias mundiales del 2015. Pérez Magaña destacó que se trata de un buen momento para impulsar la promoción nacional de la cultura mexicana en otros países, a fin de coadyuvar al comercio e identidad del país, pues las artesanías son consideradas un sector privilegiado por sus formas, texturas, patrones tradicionales y el valor agregado que le da el trabajo del artesano.

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Columna Queso, PAN y vino

El PAN y la corrupción Por Armando Reyes Vigueras

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Qué pueden hacer los partidos en casos de corrupción de sus militantes? Cuando se conoce es porque se difundió en los medios de comunicación, lo que conlleva un elemento más de dificultad: no se aportan pruebas, pero queda la percepción de algo ilegal. Note este detalle, es escaso, casi nulo, el número de denuncias penales presentadas por los partidos respecto a actos de corrupción de sus militantes.

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Sentencia pública Es fácil juzgar, desde la comodidad de la opinión pública sobre la culpabilidad o inocencia por la difusión de audios o imágenes que generan la idea de algo ilícito, o por comentarios que lo señalen como ambicioso y que gracias al dinero ha construido su carrera política; precisamente es el caso de Edgar Borja en el PAN, pero no es el único. Desde 2013 se han hecho públicas denuncias de supuestos “moches”. Los señalados fueron, en principio, diputados federales panistas —incluido el entonces coordinador, Luis Alberto Villareal—, y más recientemente funcionarios de la presidencia municipal de El Marqués, en Querétaro. El Partido se enfrenta a casos para los que no tiene armas y su reacción es, por decirlo suavemente, lenta, cuando no torpe. Su reglamentación interna sólo prevé la expulsión como sanción —aunque en el caso de Luis Armando Reynoso Femat, ex gobernador de Aguascalientes, el tribunal

gobernadores azules, el dirigente estatal es uno más de sus empleados, pues se ha denunciado que han colocado en esa posición a incondicionales.

electoral anuló el fallo— y pocas veces —o nunca—, recurre a denuncias de tipo penal para enmendar la situación. Es evidente que los dirigentes panistas no tienen autoridad para corregir los excesos de gobernantes provenientes de sus filas. En una ocasión, Ana Rosa Payán —aún ex panista— contó a un servidor que como Secretaria de Acción de Gobierno, vio los errores que cometía el presidente municipal de Oaxaca. Se puso en contacto con él para ofrecerle ayuda y consejo, éste no hizo caso y la alcaldía se perdió en la siguiente elección. Otro problema para el PAN es que sus legisladores y gobernantes, una vez que ganan la elección, se olvidan del partido, a menos que lo necesiten para algo futuro. Para algunos

Asume Almirante Pedro García Valerio, mando de la I Región Naval

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Por Monserrat Méndez

l Almirante Pedro García Valerio recibió el Mando de Armas de la Comandancia de la Primera Región Naval, por entrega que le hizo Vicealmirante Daniel Bozada Sánchez, con la intervención por parte de la H. Superioridad del Almirante del Cuerpo General Diplomado de Estado Mayor Armando García Rodríguez, Oficial Mayor de Marina, quien tomó la protesta de ley y le dio posesión al nuevo Comandante con las formalidades de la Ordenanza Naval. Dicho nombramiento se da por acuerdo del Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas Mexicanas y del Alto Mando de la Armada de México, como parte de la rotación permanente de personal y con la finalidad de que la Secretaría de Marina-Armada de México continúe con el cumplimiento de su misión y atribuciones. En esta ocasión, los oficiales recibieron al Almirante Infantería de Marina Paracaidista, Diplomado de Estado Mayor, Pedro García Valerio, quien por órdenes de la superioridad, asume el cargo en esta zona con objetivos y propósitos de la Armada de México.

Complejidad jurídica Otro aspecto tiene que ver con la dificultad de armar una denuncia, pues el delito de corrupción no existe como tal, a lo que se suma la incapacidad estructural de nuestras autoridades policiales y judiciales para investigarlo, así como a la falta de una cultura de la denuncia —precisamente por lo mencionado—, lo que asegura la impunidad. De acuerdo a la Convención de las Naciones Unidas en contra de la Corrupción, firmada por México en 2003, existe la preocupación por extirpar acciones de funcionarios quienes aprovechan recursos del Estado para enriquecerse por medio de cohecho, nepotismo, peculado, abuso de autoridad, enriquecimiento ilícito, soborno, extorsión, evasión fiscal y lavado de activos, así como la flexibilización de trámites o el beneficio inmediato de transacciones entre particulares y el gobierno, o entre particulares. Se trata de varios ilícitos que deben ser probados con pruebas contundentes, como dicta el Estado de derecho, algo pocas veces visto en nuestro país. En 2004, un video transmitido en televisión abierta, presentó a René Bejarano, diputado local en el DF por el PRD, metiendo en bolsas, dinero que le entregó el empresario Carlos Ahumada. Bejarano fue desaforado y acusado de cohecho, operación con recursos ilícitos y delito electoral. Tras poco más de un año en prisión, fue absuelto y sigue en actividades políticas, aunque no se pueda quitar la imagen de corrupto. Será, tal vez, el camino que recorra Edgar Borja, el caso más reciente. El reto para los partidos —pues en todos se han dado ejemplos de corrupción— es titánico, por un lado deben establecer filtros para que no se incorporen a sus padrones personajes como los citados, además de permanecer vigilantes de la conducta de servidores públicos emanados de sus filas, y ser más creativos y arriesgados al momento en que estalle el escándalo, ya que el hecho de que no tengan instrumentos para detener o encarcelar a militantes corruptos no reduce su responsabilidad. Migajas La división interna del PAN en Querétaro empieza a convertirse en una guerra sucia de baja intensidad —recordando al militante detenido por espionaje—, como lo demuestran estas breves notas: En su columna de Excelsior, Enrique Aranda menciona las quejas de que Ricardo Anaya, presidente nacional interino del PAN, aprovechó las fechas decembrinas para ampliar su cacicazgo en la entidad http://tinyurl.com/k9gco7e Poco después, se difunde vía YouTube, una conversación entre Ricardo Anaya y Miguel Ángel Yunes que varios medios interpretan como negociación de “moches” http:// tinyurl.com/m72b8yj Un día después, El Universal publica una nota en la que da cuenta de que más de mil militantes analizan la posibilidad de impugnar la convocatoria para renovar la dirigencia estatal http://tinyurl.com/n2wcg89 Para cerrar este episodio, el propio Ricardo Anaya tuvo que salir a aclarar que el audio difundido es un montaje en el que se editaron distintas conversaciones y ha sido usado por medios como Milenio en 2014, http://tinyurl.com/oqaszdf Saque usted, estimado lector, sus propias conclusiones. @AReyesVigueras


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Artículo

El modelo de Videgaray Por Samuel Schmidt

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arde o temprano el gobierno tenía que dar una respuesta al impacto esperado de la caída de los precios del petróleo. Nos dice el Secretario de Hacienda que se cayó el 6% en la recaudación, lo que implica que el seguro de cobertura para el precio del petróleo de alguna manera funcionó, sería bueno que anuncie hasta cuánto nos ha protegido.

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Lo que es preocupante es la defensa tozuda del modelo económico, el que según el secretario ha sido exitoso para el país. Para muchos críticos esto es justamente lo que no ha funcionado, el modelo. Desde que se implantó el modelo neoliberal se mostró que la prioridad era proteger el equilibrio macroeconómico, propósito no poco loable, pero este debe ser solamente un objetivo secundario, el primero debe ser la protección de la sociedad. Es lo que Yehezkel Dror denominó la Razón de Humanidad, cuyo propósito fundamental es elevar la calidad de vida. En los años de implantación del neoliberalismo, lo que más se ha resentido es justamente la calidad de vida. En estos más de 30 años, la pobreza ha tenido un incremento importante en cantidad y calidad. Por mucho que los gobiernos y diversas instancias internacionales hagan malabares estadísticos, la realidad de la pobreza es evidente y dolorosa. Entre otras cosas, fuera de aspectos morales, la dimen-

sión de la pobreza es un obstáculo principal para el desarrollo del mercado interno, el que funciona como motor de la creación de empleo, del crecimiento económico y eventualmente, optimistamente hablando, del desarrollo económico y social. Otro de los resultados del neoliberalismo ha sido la migración masiva. A partir de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica abandonaron el país más de 12 millones de personas, ni siquiera una guerra hubiera creado un impacto tan brutal. Este desplazamiento masivo implica desajustes familiares, sociales, urbanos, pero el gobierno se ha contentado con anunciar alegremente el aumento del ingreso de remesas, que mientras más crece, más demuestra el fracaso económico de los planes gubernamentales. Desafortunadamente, eso también pone a la soberanía nacional en un predicamento porque nos hace vulnerables a las políticas migratorias de Estados Unidos. Frente a la caída en la recaudación causada en gran medida por el deterioro en la planta productiva como resultado de una política indiscriminada y pésimamente implantada de apertura comercial, el gobierno trato de experimentar la recuperación de las finanzas públicas por dos medios: El aumento de impuestos y el endeudamiento. Por desgracia, esa apuesta falló y ahora, con una visión conservadora y convencional se dan cuenta que ambas opciones no pueden continuarse. Los empresarios se quejan por las nuevas cargas fiscales y en algunas zonas, como en la frontera, parece que bloquean la recuperación económica y eso que la frontera

tiene un estímulo externo que la ayuda a continuar. Aumentar los impuestos, después de anunciar que se congelarían por los próximos cinco años, acarrearía un movimiento de protesta indeseado. Queda el endeudamiento, el que se incrementará pero también lo harán las tasas de interés, en parte porque la fragilidad económica mexicana demuestra vulnerabilidad e incremento de riesgo. El tercer elemento es el recorte al gasto público, aquí el problema es que en una tendencia descendente del desempeño económico, las políticas de austeridad agravan la caída. De hecho, los bajos indicadores de crecimiento en los años 2013 y 2014, se debieron a un manejo ineficiente de los recursos públicos. Si esa ineficiencia se repite en el 2015, agregado a que además se recortarán los recursos, las perspectivas de caída se refuerzan. El otro elemento es que durante éstas tres décadas las finanzas públicas se petrolizaron, de tal manera que el gobierno se volvió flojo en la búsqueda de mejores modelos

fiscales, para depender sustancialmente de los recursos petroleros, es por eso que una desestabilización en esa industria produce efectos severos; la actual caída del precio del petróleo traerá consecuencias mayores. Estos tiempos exigen cambios paradigmáticos, mantener los principios que durante tres décadas solamente han ayudado a mantener una macroeconomía estable, posiblemente no sea lo más adecuado. Muchos han repetido hasta el cansancio que a final de cuentas todos vivimos en la microeconomía y ahí es donde hay que incidir. El gobierno debe promover la mejoría de la calidad de vida, eso traerá consigo una modificación sustancial de la economía, y de las relaciones sociales. Dar este paso es una apuesta de largo plazo y largo alcance, algo similar hizo Brasil y le funcionó bien. México puede apostar, debe apostar, teniendo en mente y como meta fundamental, que el gobierno debe trabajar para el grueso de la población, esto es sano económica, socialmente y al final hasta genera recompensas políticas.

Sindicato de salud agradece apoyo de Egidio

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D. VICTORIA, Tamaulipas.- Continuando con los encuentros de salutación por motivo de año nuevo, el Gobernador Egidio Torre Cantú se reunió con integrantes de la Sección 51 del Sindicato de Salud en Tamaulipas quienes manifestaron sumarse con toda la fuerza que representan al trabajo que encabeza por el bienestar de los tamaulipecos. El dirigente de esta organización, Adolfo Sierra Medina a nombre de quienes la integran, dijo que han sido testigos de todas las acciones de fortalecimiento de la infraestructura y equipamiento en materia de mejorando con estas acciones el nivel de atención para beneficio de la población. Egidio Torre Cantú por su parte reconoció el trabajo que desempeñan ante las exigencias y demandas del mundo actual. “Mi agradecimiento y reconocimiento, sé que con tamaulipecos como ustedes, con su esfuerzo, trabajando juntos vamos a seguir consolidando un mejor Tamaulipas”, puntualizó.


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Columna Escondrijos de la Alforja

¿En 2014 a usted sí le pagaron aguinaldo de político o de funcionario de altos vuelos? Por Marcos Marín Amezcua

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i me responde que no, se lo aseguro que no lo comprendería. A juzgar por el despliegue, el derroche, el abuso y el despilfarro de recursos dirigidos a solventar aguinaldos, prestaciones, gratificaciones, bonos de despedida, contraprestaciones, comisiones, ayudas, compensaciones, sobresueldos, remuneraciones, pagas especiales, honorarios, pagas extras y cuanto nombre le endilgan a cantidades multimillonarias desviadas para cubrirlas en este reciente fin de año y como todos los años. Semejante danza de los millones nos deja atónitos tanto por los montos que manejan y por la discrecionalidad con la que se tasan, disponen, entregan y cuantifican muchas veces, como porque en demasiadas ocasiones van muy por encima de lo que las leyes laborales determinan. Y con una impunidad que ofende. Pero que nada importe porque se trata de funcionarios públicos, así sea que el dispendio expuesto y cuantificado por la prensa sea un verdadero atentado en toda regla, a las finanzas nacionales y un insulto a un país de 60 millones de pobres. Pero México no es un país pobre, sólo muy mal administrado y por quienes lo ordeñan sin cansarse. Es muy grave que suceda semejante reparto de dineros tratándose de dinero público no fiscalizado ni transparentado. ¡Qué sí! que quienes los reciben nos dirán airados que los han ganado con el sudor de su frente -salvo los aviadores y enchufados al erario, que son muchos también- y no faltará quien en un acto de dignidad desbordada nos recrimine el señalamiento y peor aún, aclarará para calmar su aprensión y su escaso remordimiento, que él no fija el monto recibido y que a él no le pidieron su opinión, puesto que simplemente le dieron y no se hable más. Por si faltaran argumentos para defender esta orgía de dinero que pasa frente a los ciudadanos comunes y corrientes no apadrinados y desempleados o subempleados cuando no empleados con sueldos de hambre y prestaciones cada vez más ínfimas, o se desempeñan en la economía informal que ya ronda el 60 % de nuestra generosa economía que soporta semejantes asignaciones a trabajadores del Estado en altos puestos. Que no basta decir que todo es consecuencia de una falta de control, de instituciones endebles o de una evidente carencia de políticas claras de transparencia y asignación de recursos, con sus consabida administración, y de falta de obligatoriedad para la rendición de cuentas -esta última frase dígase voz en cuello, engolada y de manera solemne, para que suene como si nos importara mucho- pues sostenerlo sería una patética verdad de Perogrullo. No así, en

cambio, es el señalar que el Estado Mexicano cuenta con un desbarajuste para tabular esas asignaciones y hay una descarada desvergüenza para fijarlas con su dosis generosa de cinismo. Porque resulta que de paso, también hay una falta de voluntad política para esclarecer los montos y llamar a la mesura en su asignación y al tiempo que ha faltado, sí va de sobra la desvergüenza y el cinismo en la asignación de recursos, mientras nos enfrentamos a cierta indiferencia de los ciudadanos, que no atisban la injusticia que suponen estas desmedidas pagas. Simplemente, no hay derecho a que existan en los términos que hoy se presentan. Y tratándose de dinero público, después de todo, es todavía más grave. Hace muchos años se contaba la anécdota de que Fernando Ortiz Arana, entonces líder del PRI en la Cámara de Diputados y presidente de la Gran Comisión, le dijo a la oposición en el Congreso que dirigía: “por dinero no nos vamos a pelear”. Con esto dejaba claro que las arcas estaban llenas, que si era un tema de pesos, no habría fijón; que se podía discutir todo y no llegar a acuerdos o no estar en concordancia desde el inicio, pero que llegados al tema monetario, no había de qué preocuparse, había a raudales y para todos. Desde luego y desde entonces suponemos, ni mejoraron los controles ni los legisladores jamás se han opuesto contundentes ni negado sus desproporcionados aumentos ni han reclamado ser mesurados. Hasta eso, sinceros. Y con lo que se prodigan. Dinero hay, eso nunca ha estado a debate. Lo importante es para qué sí lo hay. Sus emolumentos se pagan y a juicio de lo que dispongan para ellos y a para otros. Decir que no, que sí hay límites y parámetros de control, sería mentir, pues sencillamente no es así. Y es que en efecto, en diciembre de 2014, y como ya es costumbre, los medios nos han proporcionado datos pormenorizados de las cantidades asignadas y recibidas por funcionarios públicos pertenecientes a los tres poderes, en los tres niveles de gobierno, en cantidades verdaderamente de escándalo. Si bien decir servidor público en muchos casos es una pretensión o una teoría no probada, en muchos otros casos sí, desde luego. Mas el tema es que no hay ni límite ni medida a los montos nauseabundos autoasignados sin poca ni más vergüenza a los referidos, como si en este país sobrara el dinero, no hubiera la capacidad para determinar un mesurado monto a pagar y no hubiera persona que desde el Estado mirara por el interés de procurar que así sea, que medie la mesura.

Las cifras son verdaderamente insultantes. Casos como el de los legisladores de Aguascalientes, destinándose cada uno 60 mil pesos de aguinaldo, el de los 290 mil recibidos por los diputados federales en tanto que los senadores se embolsaron 234 mil y poco más; o los 262 mil pesos del gobernador de Guanajuato y los 176 mil según lo declarado para el de Nuevo león. La friolera de 518 mil pesos va para el ministro presidente de la Suprema Corte, ¡518 mil pesos! que para eso será suprema, que conduce a los 352 mil por ministro y los 396 mil para Peña Nieto. Pequeño registro de alucinantes dispendios. Destaquemos que en el caso de los legisladores federales se han asignado 90 días de salario, lo que ningún ciudadano obtendría, ajeno a sus canonjías. Las cifras son un despropósito y una declarada desproporción. No son razonables y sí insultantes para la pobreza del pueblo de México, al que dicen servir estos funcionarios. Lo que no está claro es el porqué de semejantes sueldos y semejantes prestaciones. ¿Los trabajadores de México reciben tres meses de aguinaldo? en cargos públicos es inaceptable semejante discrecionalidad. Es un verdadero atraco al erario. ¿Por tales o cuales artes existe este reparto tan desmesurado y desfachatado de dinero? Se puede argüir que por tabulaciones y con suerte, presupuestos basados en leyes, porque al final, que todo va a ser legal, faltaba más, faltaba menos. Sin embargo no puede desconocerse tres cosas que perjudican severamente la transparencia del Estado mexicano y la lealtad de los ciudadanos a un gobierno rico ante un pueblo pobre. ¡Que sí! que lesa frase muy sobada por López Obrador pero que no pierde ni vigencia ni razón, pues describe una realidad puntual. Lo primero que podemos identificar es que hay una idea pervertida de que el dinero público es infinito y la Patria está obligada a agradecer generosamente el servicio prestado; que aquel está para gastarse, faltaba más. La segunda razón es por una avaricia concomitante a ocupar ciertos cargos públicos que sabe que no es controlada, y en tercer lugar por una desvergüenza en las asignaciones. No puede comprenderse que no haya el cuidado ni el deseo de poner cotos o límites a la asignación desbordada de recursos. Y si la hay, no se nota. Lo cierto es que sin ánimo de poner un límite, parecemos condenados a ver un desfile imparable de millones, que soportamos, sin un solo centavo en provecho de la Patria ni el ánimo decidido de ponerle fin. ¿Usted esta de acuerdo en semejante abuso?

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Encabeza Duarte reunión sobre coordinación de estrategias de seguridad para Veracruz El gobernador Javier Duarte de Ochoa encabezó la reunión ordinaria del Grupo de Coordinación Veracruz en las instalaciones de la Sexta Región Militar, ubicada en La Boticaria, municipio de Boca del Río. Al encuentro asistieron los principales mandos del Ejército Mexicano, la MarinaArmada de México, la Policía Federal y las corporaciones estatales, con la finalidad de analizar los resultados alcanzados en materia de seguridad y reforzar las estrategias para garantizar la estabilidad y tranquilidad de la población. Entre los presentes estuvieron, los comandantes de la Tercera Zona Naval, Vicealmirante CG DEM Jorge Alberto Burguete Kaller; del Sector Naval Tuxpan, Vicealmirante CG DEM Carlos Manuel Fernández Monforte Brito; Primera Región Naval Veracruz, Almirante IMP DEM Pedro García Valerio; Brigim-1 Fuerza de Tarea Veracruz Seguro, Contralmirante José Hugo Roldán León; 6ª Región Militar, General de División DEM Martín Cordero Luqueño, y 26ª Zona Militar, General de Brigada DEM Juan Arturo Cordero Gómez. Asimismo, los coordinadores, General de la Policía Naval en apoyo a la SSP en Veracruz-Boca del Río, Contralmirante Francisco Javier Castaño Suárez; regional de la Policía Naval Coatzacoalcos, Capitán de Navío Luis

Enrique Barrios Ríos; estatal de la Policía Federal, comisario Jorge Bravo Flores, y para el Cumplimiento del Compromiso Presidencial, Vicealmirante Rubén Alfonso Vargas Suárez. También, los jefes de Estado Mayor Fuerza de Tarea Veracruz Seguro, Capitán de Navío Jesús Fonseca Castillo; regional de Inteligencia de la 6ª Región Militar, Mayor de Infantería Concepción López Díaz; de la Sección Segunda del Estado Mayor, Capitán Segundo de Artillería Héctor San Martín Bustos Prieto; el subjefe Operativo de la Coordinación General de la Policía Naval en apoyo a la SSP, Capitán de Fragata Jaime Ibarra Vázquez, así como los delegados estatales de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Benito Nares Pérez, y del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Conrado Alfredo García García. Del Gabinete estatal, los secretarios de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón; Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita; Finanzas y Planeación, Mauricio Audirac Murillo; particular del C. Gobernador, Enrique Ampudia Mello, y Ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública, Francisco Portilla Bonilla; además del coordinador general del Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4), Arturo Montes de Oca Romero, y el fiscal general del Estado, Luis Ángel Bravo Contreras.


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