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Frases por el Bicentenario
from COLLIK 48
by JHONNY LUQUE
“Mi país, ahora lo comprendo, es amargo y dulce; mi país es una intensa pasión, un triste piélago, un incansable manantial de razas y mitos que fermentan; mi país es un lecho de espinas, de caricias, de fieras, de muchedumbres quejumbrosas y altas sobre heladas; mi país es un corazón clavado a martillazos”. (Sebastián Salazar Bondy).
“No estoy aquí para informarlos a ustedes, sino para sacrificarme por la causa de la libertad”. (María Parado de Bellido).
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“Ni mis mujeres ni yo dejaremos tranco de huella sin cubrir. El invasor no pasará si no sobre nuestros cadáveres. Anima a Túpac y tú no desesperes”. (Carta de Tomasa Tito Condemayta a Micaela Bastidas).
“Por la libertad de mi pueblo he renunciado a todo. No veré florecer a mis hijos”. (Micaela Bastidas).
“Muchas comunidades indígenas, antepusieron sus intereses agrícolas negándose a intervenir en el conflicto: Se negaron a apoyar la causa independentista, que a su parecer resultaba más beneficiosa para los extranjeros y para la elite que para ellos mismos”. (John Lynch).
“La revolución del Perú va a ofrecer a la posteridad sucesos raros y contrarios a los naturales sentimientos del corazón humano”. (Hipólito Unánue).
“Voy a componer mi reino y me coronaré en Lima. No voy a pasar a España ni a reino que no sea mío”. (José Santos Atahualpa).
“El pueblo es un resorte, que forzado más de lo que sufre su elasticidad, revienta destrozando la mano que lo oprime y sujeta”. (José Baquíjano y Carrillo).
“El Nuevo Mundo es nuestra patria, y su historia es la nuestra”. (Juan Pablo Vizcardo y Guzmán).
“La Independencia fue una revolución política -pasar de Virreinato a República- pero no una revolución social. Apenas cinco años después de proclamada la Independencia se restituyeron algunas de las instituciones coloniales que más firmemente mantenían la exclusión de la población indígena: el cobro del tributo indígena y el trabajo obligatorio gratuito de los indios para el Estado y las municipalidades. Es hondamente significativo que a lo largo del siglo XIX los indígenas llamaran “República” a esta obligación”. (Nelson Manrique).
“Los libertadores soñaban con una República de pequeños propietarios independientes y la comunidad de indígenas aparecía como una traba para conseguir este objetivo, por lo que se la despojó de reconocimiento legal. Pero esto no favoreció la expansión de la pequeña propiedad, sino que se abrió el camino a las sucesivas ofensivas terratenientes que a lo largo del siglo XIX, y principios del XX, despojaron a las comunidades campesinas de sus territorios, arrinconándolas a las peores tierras”. (Nelson Manrique).
“En la época de la Independencia se consideraba que los indios constituían más de la novena parte de la población peruana, pero estaban excluidos de la ciudadanía. Así, la soberanía popular quedaba depositada en manos de menos del 10% de “peruanos”: la fracción criolla y mestiza que se sentía la encarnación de la nación. El resultado inevitable fue la existencia de una profunda brecha entre el Estado y la sociedad”. (Nelson Manrique).
“A nadie es dado predecir con certeza la forma estable de nuestras futuras instituciones, pero si se puede asegurar sin perplejidad que la América no volverá jamás a la dependencia del trono español”. (Bernardo Monteagudo).
“La independencia del Perú significó apropiación de ganado, destrucción de haciendas, asaltos a las poblaciones fueron espectáculos frecuentes durante esos años. Práctica habitual de uno y otro bando”. (Alberto FloresGalindo).
“No renegamos, propiamente, la herencia española; renegamos la herencia feudal”. (José Carlos Mariátegui).