realidad memoria
Entre la y la
FORO ROMANO En compañía de Lucius, un robot de
última generación, un equipo de arqueólogos, ingenieros y espeleólogos desciende a las entrañas del Foro para ofrecernos una nueva visión del lugar donde se fraguó el centro de poder más grande de la Antigüedad clásica.
Vista nocturna del Foro, con algunas de sus principales construcciones: el arco de Septimio Severo y, detrás de este, el edificio de la Curia. A la derecha, el templo de Saturno y más al fondo, la colina del Palatino y el Coliseo. 2 national geo g r aphic
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• NOVIE 4 national Bajo el Foro romano geo gdiscurre r aphic la CloacaMBRE Maxima, 2012una red de canalización de aguas de hace más
de 2.000 años. En algunos tramos, como este cercano a la Curia, alcanza los dos metros y medio de altura. e l F oro rom a no 5
por Laura Larcan
fotografías de Antonio Zambardino y Riccardo Auci
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na vez levantado el bloque de travertino escondido entre los restos del pavimento de la basílica Emilia, la aventura da comienzo. Es por esta «puerta» por donde un equipo multidisciplinar de arqueólogos, espeleólogos e ingenieros ha descendido al subsuelo del Foro romano para explorar, a doce metros de profundidad respecto del nivel actual de la calle, la Cloaca Maxima, la red de alcantarillado más antigua conocida, una verdadera obra de ingeniería y arquitectura que se remonta a la época de los reyes de Roma, el siglo vi a.C. , y que tenía como objetivo canalizar los cursos de agua del Foro y las colinas cercanas para verterlas al río Tíber. Una misión que, en esta ocasión, cuenta con la ayuda de la tecnología más innovadora. A los investigadores les acompaña Lucius Archeorobot, un vehículo anfibio guiado por control remoto y dotado de los instrumentos más avanzados y sofisticados, entre ellos unos sensores láser con los que es posible obtener un relieve tridimensional y georreferenciado de los conductos. «Es la primera vez en la historia de la arqueología romana que se desciende a la Cloaca Maxima para hacer un reconocimiento tan completo, profundo y detallado, no solo de las galerías principales, sino de los conductos laterales de abducción, más estrechos, donde las reducidas dimensiones y las medidas de seguridad no han permitido que entrara un ser humano –explica Patrizia Fortini, arqueóloga de la Sopraintendenza Especial de Bienes Arqueológicos de Roma, y responsable del proyecto «Lucius Archeorobot: Sistema de exploración y documentación de la Cloaca Máxima»–. Gracias a Lucius podemos hoy recoger una documentación científica excepcional, cuyos datos objetivos El equipo de Maurizio Seracini nos ofrecen un conocimiento nuevo y detallado trabaja en el Salón de los Quinientos, de este mundo subterráneo». en Florencia, frente a La batallaUna empresa sin precedentes que ha de sido posible gracias a la de Marciano, el fresco Giorgio estrecha colaboración con Indissoluble.com, Vasari que podría ocultar los restos partner tecnológico con sede en Barcelona que, de la pintura de Leonardo. 6 national geo g r aphic
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con un trabajo de extrema precisión desarrollado a lo largo de cinco meses ha ensamblado no menos de 30 elementos fabricados en distintas partes del mundo para «dar vida» a Lucius y dotarlo de la instrumentación perfecta. La actuación es significativa. El Foro romano, la plaza por excelencia de la antigua Roma, núcleo de la vida política, económica y religiosa de la ciudad y uno de los lugares más conocidos y visitados del mundo, en realidad no ha sido interpretado todavía en toda su complejidad, y algunas de sus estructuras constituyen un misterio. «El Foro es un gran desconocido –dice Fortini–. Entre las muchas causas, el estado ruinoso en que quedaron los monumentos en la edad media, cuando de forma progresiva el Foro fue enterrándose y convirtiéndose en terreno de pasto para el ganado. Un olvido acumulado durante siglos al que se añadió el expolio perpetrado en el Renacimiento, cuando el área fue saqueada como cantera de mármoles para su reutilización. «Pese a su fama –dice la arqueóloga–, aún existen monumentos cuya función desconocemos». Un ejemplo: las llamadas «Galerías Cesáreas», un sistema de pasadizos subterráneos que se articulan debajo de la plaza del Foro y cuya arteria El sol de la tarde cae sobre Roma e ilumina el arco de Tito y la Via Sacra, principal arteria del Foro. Su nombre evoca el carácter ceremonial de esta calle, que fue escenario de celebraciones civiles y religiosas. patrice hauser / gtres
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Los arqueólogos Patrizia Fortini y Edoardo Santini examinan los documentos de Giacomo Boni, el arquitecto que en el siglo xix excavó por primera vez el Foro, un legado de vital importancia para el estudio del yacimiento.
principal mide 87 metros. «De los análisis de las estructuras arqueológicas se concluye que son de fines del siglo i a.C., y se caracterizan por la presencia de unas escotillas conectadas a conductos de ascensión. Una solución arquitectónica que ha llevado a algunos estudiosos a la hipótesis de una maquinaria escénica subterránea que se empleaba en los preparativos de los espectáculos funerarios en honor de personajes ilustres». El Foro romano, en efecto, parece reunir una colección de «casos sin resolver», casos abiertos que ocupan un lugar central en el debate científico. su redescubrimiento es reciente, de fines del siglo xix, gracias a las campañas de excavación y estudio de una figura singular: Giacomo Boni. Arquitecto, asume la dirección del Foro desde 1898 (a la que se añade la del Palatino en 1907) hasta 1925, año de su muerte, a los 66 años de edad. Boni es en cierto modo el descubridor del Foro, quien saca a la luz los monumentos del área arqueológica central. El patrimonio que hoy podemos ver es el fruto de sus excavaciones. Gracias a su trabajo la arqueología está confirmando un siglo más tarde una parte importante de las fuentes latinas, consideradas durante mucho tiempo fantasía o mitología popular. La excepcionalidad de Boni radica en que supo aplicar una metodología de excavación estratigráfica con gran atención a la secuencia temporal de los monumentos. Veneciano, formado en un territorio de influencia austrohúngara, tenía una gran preparación técnica y un vasto conocimiento de las fuentes clásicas. La suya era, por tanto, una visión integral y empleó en el yacimiento un conjunto de innovadores análisis científicos. Invitó a los antropólogos a estudiar los restos de esqueletos y desarrolló estudios comparados de etnología sobre los usos y costumbres, desde el tipo de cabañas, el calzado y los adornos hasta las armas. 8 national geo g r aphic
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Pero, a pesar de su valía, no gozó de buenas críticas. «Boni era un personaje incómodo, nunca obtuvo el reconocimiento de sus colegas -prosigue Fortini–. Era arquitecto, no arqueólogo, venía del Véneto y era un extraño en el mundo académico romano. Publicó poco y toda su actividad de estudio e investigación permanece hoy en los documentos de su archivo custodiado en los almacenes de la Soprintendenza. Boni es un personaje por redescubrir.» Por ello, en 2006 nació el proyecto «Memoria y realidad, las excavaciones de Giacomo Boni en el Foro Romano», ideado y dirigido con pasión por Patrizia Fortini desde su cuartel general, la Biblioteca del Foro Romano y del Palatino, de la que es directora. «En los años 70 se desmantela el Museo del Foro y todos los
materiales acaban en los almacenes. Nadie había examinado en toda su dimensión el archivo que dejó Boni. Retomándolo, podemos releer el Foro a la luz de una mole ingente de datos. El proyecto nace de la ambiciosa idea de revisar toda la documentación de Boni. A medida que he avanzado en mi trabajo junto a mis colaboradores, me he dado cuenta del valioso alcance científico de su legado, de sus informes de excavación, sus mediciones y sus fotografías aéreas.» En efecto, con Boni, entre 1898 y 1911 el Foro se convierte en cuna de la fotografía aérea, un método inédito en Europa. Con la ayuda del Ejército, Boni dirige los primeros «vuelos» en globo aerostático sobre el lugar. Toma instantáneas del conjunto como apoyo de las plantas generales de la excavación. «Aquellas vistas y fotografías nos
ayudan hoy a identificar las distintas fases de excavación y conocer mejor monumentos que ya no son visibles o no existen», dice Fortini. Con el proyecto «Memoria y realidad» se esta procediendo a la publicación de todo el Fondo Boni. El examen de sus planimetrías, documentos de archivo y fotografías, además de los miles de hallazgos arqueológicos, ofrecen una valiosa ayuda en la elaboración de la planta arqueológica del Foro y sus más importantes monumentos. Como el Comicio, el lugar donde los ciudadanos se reunían para escuchar las arengas de los magistrados, y el área sacra del Lapis Niger, que Boni descubrió en 1899. Este último es uno de los lugares más antiguos del Foro, un complejo arqueológico de época arcaica y republicana que la tradición consagra como la tumba, o más bien e l F oro rom a no 9
GIACOMO BONI combinaba una sólida formación técnica con el conocimiento de las fuentes antiguas y una gran capacidad de innovación. Para una elaboración más completa y detallada de las plantas de las excavaciones del Foro, fletó globos aeróstaticos equipados con una cámara fotográfica que obtenía fotos aéreas del yacimiento (derecha).
el lugar de la muerte de Rómulo, vinculado al mito de la fundación de Roma. Encajado en el ángulo subterráneo noroccidental del Foro, bajo un enlosado de piedras negras (de ahí el nombre de lapis niger) de época republicana, alberga el testimonio más antiguo en lengua latina conocido hasta el momento, la primera de carácter público fechada entre 575 y 500 a.C. Es la famosa inscripción con carácteres trazados en una línea continua siguiendo un desarrollo bustrofédico (de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, como se mueven los bueyes cuando aran el campo), escrita sobre una pilastra piramidal colocada junto a un altar. En el texto se ha reconocido una «lex sacra», una especie de prescripción de carácter religioso, tal vez una prohibición de acceso al lugar, y en la 10 national geo g r aphic
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que destaca una dedicactoria al rey, referida al parecer a un monarca real y concreto. A la luz de las tecnologías más avanzadas, el estudio de la documentación de Boni marca un nuevo curso de exploración del Foro. «El Foro es un rompecabezas de estructuras arquitectónicas y edificios de varias épocas que interaccionan y se superponen unos a otros –declara Roberto Egidi, director del Foro Romano–. Es como una página en un libro de historia. Nada está aislado o surge de modo improvisado, todo está profundamente vinculado al curso de los acontecimientos de la civilización romana. No hay resto de época republicana que no halle contenido en un contexto de época imperial. Esta complejidad es su verdadera alma». A caballo entre el valle del Coliseo y las cuestas del monte
Palatino y el Capitolio, el Foro romano exhibe hoy toda su «complicada» belleza, y la dificultad del visitante es la de comprenderlo en su totalidad, porque sus monumentos nunca muestran una fase nítida y separada. «El Foro siempre ha sido el corazón de Roma –continua Egidi–. Aquí estaba la Regia, aquí el templo de Vesta con la casa de las Vestales. Era el centro de la política y la religión, y todos los grandes personajes quisieron dejar su impronta en esta área, que cambió de imagen y organización desde la edad arcaica hasta la republicana y la imperial. No solo en su ornamentación, con estatuas y columnas honorarias, sino también con intervenciones urbanísticas más radicales. El emperador Nerón, por ejemplo, transformó el Foro en el vestíbulo de su Domus Aurea.» Archivo SSBAR (TODAS)
En la época de la monarquía, el valle era un lugar inhóspito, un terreno pantanoso con aguas estancadas sujeto a las continuas crecidas del Tíber. Las difíciles condiciones no impidieron, sin embargo, una temprana ocupación del lugar. Existe un verdadero filón en la tradición antigua que situa en el Foro romano algunos de los lugares más antiguos y venerados, profundamente asociados al mito de la fundación de Roma. «El Foro es donde se libra la batalla entre romanos y sabinos, y donde se produce el encuentro reconciliador entre Rómulo y Tito Tacio –advierte Egidi–. Es el lugar en que murió el primer rey de Roma y donde el joven caballero Marco Curcio se tiró con su propio caballo a la espantosa vorágine de un pozo consagrando en los fondos subterráneos el valor del pueblo romano». e l F oro rom a no 11
La historia del poblamiento del Foro Romano está ligada a la construcción de la Cloaca Maxima que con sus canalizaciones hará el valle más habitable. Los romanos creían que un buen sistema de canalización de aguas era estratégico para el futuro éxito de Roma: de este modo se garantizaba la higiene de la ciudad y se prevenían eventuales epidemias. Un sistema que ya documentó Boni, con una planimetría que intuía los trazados de los canales y analizaba su estructura. Sus trabajos serán retomados por el arqueólogo alemán Heinrich Bauer en las décadas de 1970 y 1980, quien mediante un nuevo estudio de los conductos principales, identificará las intervenciones correspondientes a las distintas épocas, con sus materiales y técnicas constructivas (la cloaca alberga más de 15 tipologías de alcantarillado).
Lucius Archeorobot es capaz de introducirse en los lugares más recónditos asociados a la Cloaca Maxima, allí donde las reducidas dimensiones y unas estrictas medidas de seguridad hacen imposible el acceso al ser humano. En la imagen superior, el robot avanza por un tramo de la Cloaca más arcaica, en las inmediaciones de la basílica Emilia, de sección triangular llamada de «capuchina». Hasta el momento se han documentado 15 tipologías distintas de galerías, parte de las cuales ya recogió Boni en sus dibujos (izquierda).
pero los límites que hace 40 años la exploración de la Cloaca imponía al ser humano, hoy han sido superados con la tecnología «a lo Indiana Jones» encarnada por Lucius. «El Archeorobot ha sido ideado y construido para documentar los conductos secundarios de la Cloaca Maxima no accesibles al ser humano, o aquellos que son difíciles incluso para los espeleólogos por ser demasiado estrechos o estar obstruidos– explica Riccardo Auci, proyectista de Indissoluble.com y «padre» de Lucius–, y cuyo estado de conservación desconocemos». Con 5 kilos de peso, 42 centímetros de largo, 26 de ancho, 31 de alto y seis pequeñas ruedas motrices, Lucius es la primera criatura que entra, en el sentido más literal del término, en las vísceras del Foro. «Trabajando mano a mano con los arqueólogos se ha podido determinar la delicada situación de las galerías tributarias de la Cloaca. Partimos del examen de los puntos críticos del monumento para comprender las necesidades de los investigadores. A continuación
Archivo SSBAR (dibujos, izquierda)
Archivo SSBAR (arriba, centro y derecha)
Un robot al servicio de la arqueología
La casa de las Vestales era la residencia de las sacerdotisas que velaban por el fuego sagrado de Vesta, diosa que garantizaba la supervivencia del Estado romano. En sus inmediaciones se hallaron lamparillas votivas como esta, documentadas con gran precisión por el equipo de Boni.
abordamos la fase técnica de génesis del robot», dice Auci. Lucius esta dotado de unos sensores láser con los que genera el relieve tridimensional y georreferenciado del conducto inspeccionado. Puede medir la pendiente de la pavimentación, el nivel de las aguas, la temperatura, la humedad y la eventual presencia de gases, mientras que tres telecámaras de alta definición filman y fotografían en detalle las estructuras arquitectónicas. La exploración de Lucius se ha centrado, de momento, en el área central del Foro, parte de un sistema de canalizaciones más amplio que empieza en la Suburra, pasa por los Foros Imperiales, atraviesa el Velabro, el Foro Boario y llega hasta el Tiber. Y se ha iniciado bajo la basílica Emilia, donde la galería principal alcanza los dos metros y medio de altura. «El primer tramo es amplio y transitable sin dificultad, dice Patrizia Fortini. Pero a medida que hemos ido avanzando los ambientes han empezado a estrecharse, y han aumentado los niveles de agua y también los malos olores, por lo que hemos tenido que recurrir a máscaras protectoras». En cierto momento, la exploración ha tenido que ceder paso a Lucius: él es quien se ha infiltrado por el cunículo lateral de abducción bajo la basílica Emilia, de una altura de apenas 60 centímetros y 40 de ancho, superando túmulos de detritos y avanzando decidido por el conducto de más de once metros de sección triangular, cartografiando la estructura de ladrillo que comprende paredes y techo, y verificando el estado actual de conservación. e l F oro rom a no 13
Viaje al corazón de Roma
El Foro romano está situado en un valle que se abría entre las colinas del Palatino y el Capitolio, un lugar estrechamente vinculado al origen de Roma. Por su ubicación, estaba destinado a convertirse en centro de la vida ciudadana y en pilar de las actividades política, comercial y administrativa.
En épocas arcaicas, entre los siglos x y vii a.C., el valle del Foro albergaba un conjunto de pequeños cursos de agua y manantiales sujetos al régimen de crecidas del río Tíber. Aquella era una zona palúdica durante gran parte del año, que los
habitantes de las colinas cercanas utilizaban como lugar de enterramiento. De finales del siglo vi a.C., en pleno período real, datan los monumentos más antiguos: el Comicio, el Vulcanal (un antiquísimo santuario dedicado al dios Vulcano, próximo al
Umbelicus Urbis, que marcaba el centro de la ciudad de Roma) y la Regia. A finales de aquel siglo, con el último rey de Roma se inició la construcción de la Cloaca Maxima, una importante obra de ingeniería para la canalización de
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aguas que contribuyó en gran medida a hacer habitable aquel valle en torno al cual la antigua ciudad iba creciendo. Fue entonces cuando empezó la verdadera urbanización del espacio del Foro, el corazón de Roma.
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imagen PANORÁMICA creada A PARTIR DE 147 FOTOGRAFÍAS tomadas desde el capitolio en un arco de 270°. la imagen ha servido de punto de partida para el desarrollo de un software para una visita virtual en 3d del foro romano. Foto: riccardo auci/indissoluble.com
Via No va
MONTE PALATINO
1. Curia Julia
3. Templo de César Fue construido por el emperador Octavio Augusto (27 a.C.-14 d.C.) y dedicado en 29 a.C. al Divino Julio, es decir, a Julio César divinizado tras su asesinato. Hoy solo quedan los restos de la base del podio.
4. Arco de Augusto Entre el templo de César y el de Cástor y Pólux son visibles los restos de un arco triunfal. Las fuentes antiguas mencionan que en el Foro habían dos arcos erigidos en honor a Augusto.
5. Templo de Vesta Junto al templo de Cástor y Pólux, sus orígenes están vinculados a la fundación de Roma. Sobre su altar se conservaba el fuego sagrado, y las vestales cuidaban de que este nunca se apagara.
6. Casa de las Vestales Contigua el templo de Vesta, era el edificio donde vivían las vestales, vírgenes al servicio de la diosa Vesta elegidas entre las familias patricias tromanas.
7. Templo de Cástor y Pólux Su construcción está asociada a una leyenda antigua según la cual los Dióscuros, Cástor y Pólux, habían ayudado a Roma en la guerra contra los latinos.
8. Fuente de Juturna
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9. Columnas y monumentos honorarios Siete columnas dispuestas en el lado sur de la plaza del Foro se alzan frente a la basílica Julia.Otras columnas con una función conmemorativa similar se erigían en el área central de la plaza.
10. Comicio Acogía las reuniones de los representantes de los ciudadanos romanos encargados de discutir y votar las leyes del estado, elegir los magistrados, impartir justicia y recibir a los embajadores extranjeros.
11. Apis Niger Bajo unas gradas del Comicio se halla un complejo sagrado con un altar y una pilastra con el texto inciso de una ley sacra escrita en latín arcaico del siglo VI a.C. Debajo, también hay un manantial de agua sulfúrea.
12. Plaza del Foro La plaza está pavimentada con niveles puperpuestos de lastras de travertino, hoy no transitables para garantizar su conservación. La primera pavimentación unitaria data del siglo I a.C. (entre 78 y 74); la segunda, de época de Augusto.
13. Lago Curcio Área con restos de un pozo. Su nombre hace referencia a la leyenda del sacrificio de Curcio, un personaje de la mitología romana antigua que se arrojó con su caballo al pozo que se había abierto en el Foro.
14. Basílica Julia
Su construcción fue iniciada por Julio César en 54 a.C. Manantial de agua entre el templo • NOVIE MBRE Inaugurada por Augusto, fue de Cástorgeo y Pólux y el de Vesta. national g r aphic 2012
15. Columna de Foca La columna original data del siglo II d.C. Es la más alta de las columnas presentes y tiene un gran valor simbólico por ser el último monumento erigido en el Foro por motivos ofc¡ciales.
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16. Tribunas de los Rostra Desde las tribunas de los Rostra los magistrados, ciudadanos romanos elegidos para un cargo público, daban sus solemnes discursos. El nombre deriva de los espolones metálicos de proa de las naves enemigas capturadas por los romanos en la batalla de Anzio y colocadas en las tribunas en el año 338 a.C.
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Edificio público de uso civil, empleado para actividades comerciales (venta de artículos de lujo y metales preciosos), financieras (sede bancaria), políticas y de administración de la justicia.
Dedicado a la ninfa Juturna, divinidad de las aguas, se le atribuían propiedades curativas.
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2. Basílica Emilia
destruida por un incendio en 9 a.C., reconstruida y dedicada a Gaio e Lucio, hijos adoptivos de Augusto.
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Era la sede del Senado romano. Su actual ubicación, en el lado norte de la plaza del Foro, es de tiempos de Julio César. Anteriormente tuvo una ubicación distinta y se llamaba Curia Hostilia.
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17. Via Sacra Arteria principal del Foro que conectaba el monte Palatino con el monte Capitolino. Vía procesional y sede de eventos públicos de carácter ceremonial, pompas triunfales de generales victoriosos, funerales de Estado y celebraciones religiosas y lúdicas.
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18. Templo de Saturno Edificio de grandes dimensiones, con ocho columnas jónicas, a los pies del monte Capitolino. Ligado a los orígenes arcaicos de la ciudad y con distintas fases constructivas, es uno de los templos más antiguos; se lo relaciona con la figura del séptimo y último rey de Roma, Tarquinio el Soberbio (534-509 a.C.).
19. Arco de Septimio Severo
Se erige en el límite oeste de la plaza del Foro. La estructura de ladrillo está revestida de mármol y travertino, con una rica decoración. Fue dedicado en 203 d.C. al emperador Septimio Severo, tras la victoria de Roma sobre los partos.
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Plano del área del Foro romano de finales del siglo XIX perteneciente al Fondo Boni. En color blanco se indica el recorrido de la Cloaca Máxima, que parte de la Suburra, atraviesa los Foros imperiales y el Velabro, y posteriormente desemboca en el río Tiber. También aparecen los conductos adyacentes conocidos y la exploración llevada a cabo por Lucius Archeorobot. pLANO: ARCHIVO SSBAR; infografía: NGM-E FOTO MONEDA PÁGINA XX: didracma de plata con la imagen de la loba capitolina amamantando a rómulo y remo, Época republicana, siglo iii a.c., museo civico archeologico, Bolonia, A. DE GREGORIO/DEA/ALBUM
Puntos en la superficie donde se han llevado a cabo mediciones con el láser escáner 3D. Puntos subterráneos de mediciones con el láser escáner 3D.
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Trazado de la Cloaca Maxima y conductos adyacentes tal como se conocen hasta ahora. Área prospectada con el láser escáner 3D. Recorrido de Lucius Archeorobot.
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MONTE CAPITOLINO
Para Lucius ha sido solo el principio. De forma gradual ha conseguido penetrar en toda la ramificación de cunículos bajo el Foro. «Lucius tiene un auténtico cerebro –advierte Auci–, compuesto de dos ordenadores que elaboran y transmiten en tiempo real los datos a la cabina de control exterior instalada en el mismo Foro». Durante sus prospecciones, llevadas a cabo en junio pasado, el viaje subterráneo de Lucius ha sido seguido en la superficie por su cápsula madre. «La hemos proyectado de modo que tuviera un mínimo impacto ambiental en el área arqueológica, frecuentada cada día por millares de visitantes», precisa Auci. Tiene la forma de un dodecaedro y la base es un pentágono con un lado de 1,65 metros. Es una estructura desmontable que no daña el suelo donde se apoya y trabaja con un generador propio y absoluta autonomía, con un voltaje de 5 a 12 voltios. Con esta esquisitez tecnológica, el «viaje al centro de la Tierra» de Lucius tiene como objetivo evidenciar las relaciones entre la superficie del Foro y su parte subterránea: «Es como el esqueleto de un cuerpo humano. Los conductos internos reflejan los monumentos de la superficie y su orientación. Por ejemplo, en un tramo del conducto debajo de la basílica Emilia, la Cloaca ha revelado puntos donde la cubierta ha sufrido intervenciones que delatan una coincidencia con las estructuras arquitectónicas de la Basílica que hay encima. En definitiva, hemos puesto en perfecta relación la planta de la cloaca Maxima reescrita por Lucius con los monumentos del Foro». la tecnología moderna de lucius ofrece hoy una ocasión nueva para hacer hablar cuanto emergió de las excavaciones de Boni. Un paso importante para la comprensión del Foro Romano, a partir de la propia Cloaca Maxima, un testimonio del grado de evolución e inteligencia de la sociedad romana que aun hoy cumple inalterada la función para la que fue creada hace más de dos mil años. Estrabón y Plinio exaltaron su construcción como «una de las más grandes obras humanas». Si el mismo Plinio atribuye la obra a Tarquinio Prisco, el antepenúltimo rey de Roma, Livio 20 national geo g r aphic
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JUNTO AL ARCHEOROBOT, un láser escáner 3D autónomo y con una capacidad de movimiento de 360 grados (arriba) complementa las tareas de Lucius en la obtención de relieves tridimensionales y georreferenciados de los conductos (abajo). El estudio comparado de las mediciones subterráneas y las llevadas a cabo en superficie están permitiendo una mejor comprensión de la función de ciertos monumentos. e l F oro rom a no 21
DESDE LA CABINA DE CONTROL hexagonal instalada en el mismo Foro se dirigen los movimientos de Archeorobot en la Cloaca Maxima y otros conductos subterráneos, y se registran los datos e imágenes obtenidos durante su recorrido. Lucius puede medir la pendiente de la pavimentación, el nivel del agua, la temperatura, la humedad y la presencia de gases, así como filmar y fotografíar con todo lujo de detalles las estructuras arquitectónicas. 22 national geo g r aphic
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elogia como artífice a Tarquinio el Soberbio, el último rey de Roma. La avanzada ingeniería constructiva de origen etrusco es un elemento que se aprecia en la obra, sobre todo en el uso de la bóveda en las galerías. Y su manutención estaba a la orden del día: el historiador y senador Dion Casio explica que en 33 a.C Marco Vispanio Agripa, apenas elegido edil, la restauró y acondicionó: ordenó una rigurosa inspección de su funcionamiento para después proceder a los trabajos de drenaje y limpieza de los conductos. Las fuentes históricas dan noticia de que en un inicio consistía en un canal a cielo abierto que recogía las aguas de los cursos naturales que descendían de las colinas, drenando el valle del Foro, y que progresivamente fue cubierta para convertirse en un sistema subterráneo. La importancia de la Cloaca Maxima era tal que fue puesta bajo la protección de la diosa Venus Cloacina, cuya capilla, visible hoy cerca de la basilica Emilia, era considerada el ingreso a la red de galerías. El uso de la Cloaca fue una realidad hasta la caída del Imperio romano. La ruina en que poco después se convirtió el Foro afectó también a las galerías, que en su mayoría quedaron obstruidas y cayeron en desuso. El paisaje cambió, y la malaria que asolaba la zona alimentó también una antigua y popular leyenda de un dragón que vivía en una caverna del monte Palatino y devoraba a quienes se aventuraban a transitar por el lugar. Bestia que sería vencida por san Silvestre, quien arrastró el dragón por el Foro Romano y lo enterró cerca del templo de Cástor y Pólux. Será necesario esperar hasta el siglo xvi para ver saneada la Cloaca. Pero es el xxi el que marca un cambio de rumbo en la historia de este monumento y, en el fondo, también en la arqueología. Patrizia Fortini está convencida: «A través de las nuevas tecnologías y los sistemas digitales no solo podemos lograr un conocimiento nuevo del Foro romano, sino también la implicación de las nuevas generaciones. Sin perder el rigor científico, esperamos fascinar al público joven que, de hecho, es el interlocutor fundamental para la conservación del patrimonio en el futuro inmediato». j e l F oro rom a no 23
24 espeleólogos Los national Gianni geo g r aphic Vincis y• Alfonso NOVIE MBRE Díaz exploran 2012 el conducto que discurre junto a la fuente de Juturna,
cerca del templo de Cástor y Pólux, un manantial de agua al que se le atribuían propiedades e l F oro curativas. rom a no 25