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En Pocas Líneas

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Rodrigo Palacios

Rodrigo Palacios

ACCESO A UN MEDIO AMBIENTE LIMPIO Y SANO ES DERECHO HUMANO UNIVERSAL

La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una histórica resolución que reconoce el acceso a un medio ambiente limpio, sano y sostenible como un derecho humano universal. El texto señala que lo anterior está relacionado con el derecho internacional existente y afirma que su promoción requiere la plena aplicación de los acuerdos medioambientales multilaterales. También reconoce que el impacto del cambio climático; la gestión y el uso insostenibles de los recursos naturales; la contaminación del aire, la tierra y el agua; la gestión inadecuada de los productos químicos y los residuos; y la consiguiente pérdida de biodiversidad, interfieren en el disfrute de este derecho, y que los daños ambientales tienen implicaciones negativas.

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CHILE SE UNE A COALICIÓN PARA TERMINAR CONTAMINACIÓN POR PLÁSTICOS

Si el consumo continúa igual, dicen los expertos de la OCDE, en 2060 el mundo acumulará 348 millones de toneladas de plásticos en ríos y lagos y otras 145 millones en el mar. Esta alarmante proyección y el compromiso por ir hacia una transición socio-ecológica justa fue lo que motivó a Chile para integrarse a la Coalición de Alta Ambición para Poner Fin a la Contaminación por Plásticos, impulsada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. La iniciativa, que busca lograr ese objetivo al 2040, es liderada por Ruanda y Noruega, participando también Canadá, Perú, Alemania, Senegal, Georgia, Corea, Reino Unido, Portugal, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Costa Rica, Islandia, Ecuador y Chile.

CONTRALORÍA CUESTIONA A LA DGA POR GESTIÓN Y RESGUARDO DEL AGUA

Serios incumplimientos en la gestión para proteger y conservar los recursos hídricos en Chile por parte de la Dirección General de Aguas, de acuerdo a las funciones asignadas en el Código de Aguas, develó una auditoría desarrollada por la Contraloría General de la República que abarcó entre el 1 de enero de 2016 y el 30 de junio de 2020. Entre las falencias detectadas en el desempeño de la entidad figuran la falta de fiscalización, la no adopción de las medidas necesarias para evitar el agotamiento de los acuíferos, problemas en la ejecución de los planes estratégicos de gestión hídrica en las cuencas, y no haber implementado los programas de monitoreo requeridos para las áreas declaradas de restricción.

ABREN POSTULACIONES AL FONDO DE PROTECCIÓN AMBIENTAL 2023

Hasta el 11 de octubre se puede postular al Fondo de Protección Ambiental, que en su versión 2023 triplicará los recursos destinados a financiar proyectos que ayuden a resguardar el medio ambiente. El concurso permite presentar iniciativas relacionadas con cambio climático y descontaminación ambiental; economía circular y gestión de residuos; eficiencia hídrica y energética; y valoración y conservación de la biodiversidad, entre otras categorías. En todos los casos, se deberán considerar aspectos de educación ambiental como pilar transversal, para que sea la misma organización beneficiaria la que contribuya a la generación de una cultura ambiental en el entorno en que se encuentra. Se puede postular en: fondos.mma.gob.cl

MMA ASUMIÓ MONITOREO DE LA CALIDAD DEL AIRE EN CALAMA

Para cumplir una de las medidas del Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) de Calama y su área circundante, se firmó el convenio a través del cual Codelco traspasó al Ministerio del Medio Ambiente la supervisión técnica de las estaciones de monitoreo con representatividad poblacional, ubicadas en la zona comprendida en el PDA. El acuerdo especifica que el Ministerio podrá realizar la adquisición y almacenamiento de datos correspondientes a todo parámetro medido en cada una de las estaciones, así como la vigilancia y seguimiento de los datos de calidad del aire y parámetros meteorológicos por medio de una plataforma web. También podrá monitorear las alarmas generadas a partir de superaciones de normas de calidad, ausencia de datos y contingencias surgidas por la falta de información.

ESCORIAS CON VALOR

Ya sea para recuperar los metales que contienen o utilizarlas en rubros como la construcción, diversos proyectos han buscado darle una utilidad a estos residuos del proceso de fundición de cobre. Aquí destacamos algunos.

Escoria humana, según la concepción generalizada, es alguien dañino, despreciable, inútil o vil, por citar solo algunos calificativos. Escoria de fundición, en cambio, es un tipo de residuo de la industria minera con una valoración positiva al alza. Esto, por la posibilidad de utilizarla como materia prima para sectores como la construcción y la opción de recuperar los metales remanentes que contiene que, en ciertos casos, son de leyes considerables. En el informe “Identificación de oportunidades mediante la implementación de la Economía Circular en minería secundaria del cobre”, publicado por Cochilco en 2021, se mencionan iniciativas en esa línea, destacando los usos que se le pueden dar a las escorias de cobre como materiales de construcción. Los siguientes son los principales: • Para estabilizar suelos arcillosos: “Los suelos expansivos arcillosos son muy inestables y significan un riesgo para las estructuras que se construyen sobre ellos, ya que al absorber agua pueden expandirse hasta en un 10%.

Estudios han demostrado que éstos logran ser estabilizados mediante la mezcla con escorias de cobre”, señala el documento. • Baldosas: Se pueden emplear en la elaboración de baldosas, como lo hizo una empresa en la Región de Atacama, en reemplazo de áridos de río. Los materiales para su fabricación fueron cemento, árido de escoria, agua y otros aditivos. • Hormigones: Un estudio realizado hace unos años aportó resultados positivos sobre la resistencia a la compresión de hormigones fabricados con áridos de escoria de cobre de la Fundición Hernán Videla Lira versus hormigones que incorporaron áridos convencionales de río.

La PUCV y otras universidades han desarrollado investigaciones para darle valor a las escorias de cobre.

Estudios han demostrado que los suelos arcillosos logran ser estabilizados utilizando mezclas con estos residuos.

40% De hierro se ha encontrado en escorias de fundición según algunos estudios de caracterización. También contienen cobre (1%), sílice (30%), molibdeno (0,3–0,4%), oro (0,05 g/ton) y plata (0,2 g/ton).

El Dr. Álvaro Aracena, Académico y Jefe de investigación y Estudios Avanzados de la Escuela de Ingeniería Química de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), citando al investigador Amin Nazer, detalla que las escorias con baja cantidad de metal útil (principalmente cobre), se han utilizado en diversas aplicaciones: para sustituir parcialmente el cemento hidráulico, como gravilla para líneas de ferrocarriles, como árido en mezclas asfálticas de obras viales, como árido constituyente de los morteros y hormigones de cemento, como abrasivo en la limpieza por chorro de arena de estructuras metálicas y, en ocasiones, en albañilerías de bloques de escoria moldeados. “El mismo autor indica que pueden reemplazar el cemento Portland, ya que algunas escorias de cobre tienen propiedades cementosas”, destaca.

EJEMPLOS DE PROYECTOS

El reporte de Cochilco, aludiendo al proyecto Chilepolimetálico (chilepolimetalico.cl), revela que las universidades han liderado los estudios y proyectos en este ámbito. Un caso es el de la Universidad de Atacama, que ha analizado los escoriales de mayor potencial de esa región para evaluar, justamente, el uso de las escorias como material de construcción.

Luego agrega: “Trabajos similares se han realizado en la región de Valparaíso con material proveniente de Codelco Ventanas, mientras que la Universidad de Concepción también está desarrollando algunos proyectos relacionados al procesamiento de escorias”.

Además, destaca iniciativas de recuperación de cobre contenido en escoria mediante flotación a nivel nacional. “Ejemplo de ello corresponde al procesamiento de escorias provenientes de la Fundición Hernán Videla Lira por parte de la planta Matta de Enami”, indica. Lo anterior, ocurre principal-

mente cuando a esta instalación “llega una baja cantidad de mineral para procesar, vale decir, cuando el precio de cobre es bajo y, por lo tanto, a los productores del mineral no les conviene venderlo a Enami”, señala.

Otra línea de investigación apunta a recuperar la energía de la escoria fundida para convertirla en energía eléctrica, que puede utilizarse, por ejemplo, en las mismas instalaciones mineras.

TAMBIÉN HIERRO

Las escorias de fundición están entre los principales residuos sólidos generados en las plantas de la industria del cobre. Solo en Chile, por cada tonelada de cobre producido, se generan alrededor de 2,2 toneladas de este material, lo que implica que en un año se producen unas 4,5 millones de toneladas de escoria.

De ahí la importancia de recuperar los metales ahí contenidos, incluido hierro. Es a lo que están abocados investigadores de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM) en el proyecto Fondef “Obtención de polvos de aleaciones metálicas ricas en hierro a partir de un método innovador para la valorización de escorias de descarte de fundición de cobre”.

Liderada por el Dr. Claudio Aguilar, director del Departamento de Metalurgia y Materiales de la USM, la iniciativa presenta una propuesta viable, tanto técnica como financieramente, para abordar un desafío de carácter bi-dimensional. “Por una parte, se ofrece una alternativa innovadora para resolver el problema del almacenamiento e inutilización de la escoria proveniente de fundiciones y, por otro lado, se busca visibilizar una atractiva oportunidad de negocio. Las escorias de concentrados de cobre tienen alrededor de 40% de hierro, cuyo mercado va en crecimiento debido a la alta demanda de los sectores automotriz, defensa, energía, construcción y medicina”, explica el investigador en una entrevista.

El primer acercamiento de él y su equipo al proyecto se produjo al detectar que las escorias de cobre –compuestas por el metal rojo, hierro y azufre– son abandonadas en las propias instalaciones mineras. El también académico asegura que éstas, por sí solas, no tienen valor, pero el hierro puro obtenido puede alcanzar un precio de 1 dólar el kilógramo. “Y cuando desarrollamos un material avanzado que tiene una serie de propiedades su valor se dispara a 30 USD el kg”, resalta.

Ratifica, asimismo, que el desecho secundario del proceso, que queda sin elementos metálicos (hierro y cobre), tiene también un alto potencial

de ser usado en la industria de la construcción.

El Dr. Aguilar espera que algunas empresas manifiesten interés en los resultados del proyecto, que culminaría este 2022, y puedan aprovechar el conocimiento y la tecnología generada.

RECUPERACIÓN DE COBRE

Fruto de investigaciones en la PUCV para recuperar las pérdidas de cobre en la escoria producida, el Dr. Álvaro Aracena lideró la obtención de una patente para el “Tratamiento hidrometalúrgico de escorias oxídicas mediante el uso de hidróxido de amonio”.

Él y su equipo demostraron que a través de una alta concentración de amonio y considerando los efectos del pH de la solución, se puede recuperar sobre un 85% del cobre que hoy se pierde en las escorias. “Los avances que hemos tenido con el proyecto se han encaminado a la optimización experimental y, gracias a la patente, hacia algunas aplicaciones industriales. En un inicio, las escorias se pueden clasificar en dos tipos: óxidos y sulfuros. Estas últimas son procesadas vía concentración por flotación, mientras que las primeras están recién siendo tratadas vía hidrometalúrgica mediante lixiviación. La cantidad de cobre en cada una de estas escorias es muy atractiva. Las leyes se mueven entre un 8% y 39% de cobre, en circunstancias que un concentrado calcopirítico (material casi puro del metal) contiene cerca de un 30% de cobre”, relata.

A continuación, describe más detalladamente los progresos de la iniciativa y la aplicabilidad de la patente: • La evaluación experimental se ha enfocado en optimizar la extracción del cobre desde escorias tipo óxidos con el uso de oxidantes que puedan disolver el constituyente de la escoria que tiene la mayor

refractariedad, como la delafosita (CuFeO2), debido a que este compuesto no puede disolverse fácilmente. El proceso permitió obtener extracciones por encima de 95% de cobre. Por otro lado, el proyecto se llevó a cabo en columnas de lixiviación que representan la lixiviación mediante pilas. Otra optimización fue reducir el tamaño de las partículas para su procesamiento en estanques de lixiviación y así poder utilizar otras técnicas en este ámbito. • Ya se evaluó procesar en laboratorio las escorias del tipo sulfuros mediante la misma vía hidrometalúrgica (por lixiviación). “Hemos alcanzado extracciones cercanas a los 98% de cobre”, subraya Aracena. • Los avances de la patente han permitido que variadas empresas de la mediana y gran minería estén consultando y realizando una exploración tipo “planta piloto” (con bajo tonelaje de material procesado) para aplicar la tecnología en sus escoriales.

El investigador espera que esta solución se abra paso y consolide en el rubro, toda vez que “las escorias son consideradas un pasivo ambiental, por lo que pueden permanecer por décadas en los lugares de acopio ocupando grandes extensiones de terreno. Pero al procesar estos materiales por la vía hidrometalúrgica, para escorias tipo óxidos y sulfuros, un pasivo se convierte en un activo en la minería, pudiendo recuperarse el metal útil y usarse las escorias en la industria del cemento”.

A su juicio, para que exista un mayor avance en éste y otros ámbitos, se requiere que el Estado y las empresas nacionales y extranjeras hagan una mayor inversión en investigación, “ojalá llegando a valores como los de Alemania y Suiza, lo que permitiría la optimización de los recursos y procesos, potenciando el vínculo universidad-empresa”.

CONTROL DE EMISIONES ATMOSFÉRICAS

Monitorear las emisiones en las fuentes y las concentraciones de sustancias o compuestos en el ambiente son tareas fundamentales para cuidar la salud de las personas y el entorno natural. En esta sección encontrará una serie de artículos relacionados con estos temas, útiles para el adecuado desarrollo de esta labor.

CÓMO MEJORAR EL MONITOREO

Revisamos el proyecto que busca crear una red pública de estaciones para reforzar la medición de la calidad del aire en Quintero, Puchuncaví y Concón, así como algunas recomendaciones y otras iniciativas al respecto.

Implementar una red pública para el monitoreo de la calidad del aire, con nuevas estaciones y capacidad para medir más contaminantes, incluyendo algunos no normados como los compuestos orgánicos volátiles y el ácido sulfhídrico. Esa es la idea central de la propuesta que hoy impulsa el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) para reforzar el control de los contaminantes atmosféricos en Quintero, Puchuncaví y Concón, con miras a proteger la salud de quienes habitan esta zona castigada por la contaminación industrial. Para concretar esta iniciativa, la autoridad decidió derogar la Resolución Exenta Nº 80, dictada en el año 2021 por la administración anterior para mejorar la actual red de monitoreo que existe en estas comunas, y someterla a un proceso de consulta ciudadana que estará abierto hasta el 7 de octubre. ¿Objetivo? Construir un nuevo proyecto en conjunto con la comunidad. Hernán Ramírez, Secretario Regional del Ministerio (Seremi) del Medio Ambiente en la Región de Valparaíso, explica: “Hoy existen 13 estaciones de monitoreo en Concón, Quintero y Puchuncaví que no han sido capaces de prevenir muchas de las situaciones de intoxicación ni detectar adecuadamente los contaminantes que las provocan. Por eso, era necesario que esta iniciativa de rediseño de la red de monitoreo, que está establecida en el Plan de Descontaminación Atmosférica, fuese consultada a la comunidad. Durante estas décadas en que han sufrido numerosos episodios complejos de contaminación, la gente de la zona ha ido enriqueciendo sus capacidades y conocimientos sobre los contaminantes aéreos que los afectan, por lo que pueden aportar información muy relevante para el desarrollo de este proyecto y también opiniones que es necesario escuchar, tal como lo plantea además el Acuerdo de Escazú”. En ese contexto, a continuación, revisamos los principales contenidos de la propuesta de nueva red de monitoreo, así como algunas recomendaciones técnicas al respecto y otras iniciativas con las que se busca mejorar la vigilancia de la calidad del aire en este territorio.

RED NUEVA

Como ya se mencionó, actualmente existen 13 estaciones para monitorear la calidad del aire en la zona, de las cuales solo una –ubicada en Concón– es estatal y las restantes son privadas, vale decir, pertenecen a empresas que operan en el parque industrial.

La propuesta del actual Gobierno apunta a generar una nueva red de estaciones públicas, localizadas probablemente en otros lugares, para mejorar la cobertura de monitoreo en la zona, favorecer la transparencia en la entrega de la información, generar así más confianza en la comunidad y, en definitiva, evitar la ocurrencia de episodios críticos de contaminación como los registrados en junio pasado.

En términos más concretos, plantea contar con tres estaciones –una en cada comuna– catalogadas como “súper sitio”, donde se haga seguimiento en línea a todos los gases y partículas actualmente normados más otros contaminantes que hasta ahora no se miden en la red, como los compuestos orgánicos volátiles (COV) y el sulfuro de hidrógeno (H2S, también llamado ácido sulfhídrico), habitualmente asociados a emergencias ambientales en la zona. A eso suma una estación de fondo regional, ubicada lejos del impacto directo de las emisiones del cordón industrial, como punto de contraste para analizar la calidad del aire de Concón, Quintero y Puchuncaví (ver cuadro en página 64).

Hernán Ramírez destaca el aporte que la comunidad puede hacer al proyecto.

Juan Carlos Bordones recomienda actualizar el inventario de emisiones.

“La propuesta que pusimos en consulta es, básicamente, la misma Resolución Nº 80 porque es la que la comunidad conoce, pero no hay nada definido y estamos abiertos a escuchar todas las opiniones. Esto obviamente se va a analizar, y estamos viendo la posibilidad de convocar a un panel de expertos para tomar la mejor decisión, considerando la participación ciudadana. En ese contexto, la idea es fortalecer la red que hoy es mayormente privada con nuevas estaciones públicas, que permitan mejorar la información disponible y asegurar que ésta sea lo más confiable posible. Eso implica que podría ser conveniente ubicar las estaciones en puntos distintos a los que ocupa la actual red de monitoreo, pero no queremos imponer nada a priori, sino que el compromiso es escuchar la opinión de la comunidad”, plantea Ramírez.

UBICACIÓN DE ESTACIONES

La consulta pública, por cierto, está abierta a todas las personas y entidades que quieran opinar y aportar, incluyendo universidades, empresas, profesionales y técnicos conocedores del tema.

En ese marco, la empresa Ambiosis, que entre sus servicios desarrolla programas de monitoreo e inventarios de contaminantes atmosféricos, ha presentado algunas observaciones a la propuesta y sugerencias para elaborar el proyecto. Su gerente técnico, Juan Carlos Bordones, señala por ejemplo que “es conveniente evaluar la localización futura de las estaciones, dado que la red pública será independiente de las estaciones privadas actuales”, cuyo emplazamiento responde a “la ubicación de algunas de las fuentes fijas actuales, pero no de todas, y podría afirmarse que su objetivo corresponde al seguimiento del impacto de sus emisiones”.

Desde la empresa, entregan además las siguientes recomendaciones para definir adecuadamente dónde emplazar de las nuevas estaciones: • Actualizar el inventario de las emisiones de contaminantes atmosféricos en la zona,

“con especial énfasis en la identificación de las emisiones de compuestos orgánicos volátiles, emisiones fugitivas y de fuentes móviles”. • Considerar en dicho inventario “las emisiones generadas por la operación de las embarcaciones marítimas en la bahía de Quintero, así como las operaciones de carga y descarga de combustibles y sustancias químicas en toda la bahía, incluyendo las realizadas en el maritorio”. • Realizar mediciones de flujos vehiculares y emisiones de fuentes móviles en la zona.

Al mismo tiempo, advierten que el eventual cierre de la fundición Ventanas de Codelco, “puede modificar sustancialmente las emisiones de dióxido de azufre (SO2) y de material particulado generado por el transporte, almacenamiento y procesamiento de concentrados y productos en la zona, por lo cual la localización actual pierde mucho de su sentido original”.

En relación a estos puntos, Hernán Ramírez comenta: “Estoy de acuerdo en que hay que actualizar el inventario de emisiones y ya estamos en eso: vamos a tratar de mejorarlo con un trabajo in situ. Este trabajo se puede hacer en paralelo al avance del proyecto de la red de monitoreo, ya que, si bien son complementarios, hay diferencias en lo que se mide y dónde se mide”.

Otra opinión relevante sobre este tema es la de SGS, empresa especializada que opera gran parte de las estaciones de monitoreo que conforman la actual red. Mauricio Ampuero, gerente comercial del sector medio ambiente, salud y seguridad ocupacional de la compañía, señala: “Las estaciones de monitoreo en la zona de Quintero-Puchuncaví-Concón responden y cumplen con los requerimientos de las RCA (resoluciones de calificación ambiental) vigentes. En la actualidad, hay estudios realizados por las autoridades que han sugerido que se hagan modificaciones y es en esta línea que los reguladores están planteando una nueva estrategia de monitoreo para la zona. Es importante destacar que, si bien las estaciones están funcionando y han permitido realizar seguimiento en línea de las variables ambientales que se miden, cada cierto tiempo es necesario re-estudiar las redes de monitoreo dado los distintos cambios que se presentan en los entornos”.

Ampuero también resalta otro aspecto a tener en cuenta: “Las estaciones actuales están instaladas en localidades que han permitido evaluar la calidad del aire y las normas, y realizar su seguimiento en el tiempo. Considero muy relevante mantener esos lugares de medición y si eso significa cambiar o mejorar una caseta de monitoreo debiera realizarse, para seguir su evolución y comportamiento”.

MEDICIÓN DE COV, H2S Y MÁS

Entre los criterios básicos planteados para la nueva red de monitoreo se establece que debiera ser capaz de medir todos los contaminantes actualmente regulados en las normas primarias de calidad del aire: material particulado fino (MP2,5) y grueso (MP10), dióxido de azufre (SO2), dióxido de nitrógeno (NO2), monóxido de carbono (CO), ozono (O3) y plomo (Pb).

A eso se pretende sumar el monitoreo continuo para contaminantes que hoy no están normados, como el H2S y los COV que incluyen

Cuadro Nº 1 : Propuesta Nueva Red de Monitoreo de Calidad del Aire y Meteorología comunas de Concón, Quintero y Puchuncaví

Medición en las Fuentes

Mejorar el monitoreo en las fuentes industriales es un desafío que las empresas deben asumir para resguardar la calidad del aire en Quintero, Puchuncaví y Concón. Para ello existen diversos proveedores de tecnologías y servicios ambientales que pueden apoyar esta tarea.

Un ejemplo es Proterm que tiene instalados en algunas plantas de Puchuncaví equipos denominados VigIA, cuyo nombre hace alusión a la vigilancia ambiental en tiempo real y a la inteligencia artificial con que opera esta tecnología desarrollada en colaboración con la empresa francesa Ellona.

Según explican, estos equipos pueden detectar el comportamiento de los principales contaminantes criterio, como ácido sulfhídrico, amoniaco, metilmercaptano, dióxido de azufre y compuestos orgánicos volátiles, identificando los BTEX.

Las concentraciones de contaminantes atmosféricos registradas por VigIA se pueden ver en un dashboard en tiempo real (cada 10 segundos), generando información contrastable con variables operacionales. Eso permite explicar eventos inusuales, identificar la dirección del viento de la cual se percibe el registro inusual y activar alarmas cuando se superen los umbrales de molestia.

Asimismo, destacan que estos equipos permiten identificar qué fuente de una planta productiva podría estar generando un impacto en los receptores. “Los equipos instalados cuentan con sensores electroquímicos que determinan contaminantes en específico de forma cuantitativa, y poseen sensores MOS (metal oxide semiconductor) capaces de detectar cualquier perturbación de forma cualitativa, ya sea de compuestos aminados, aldehídicos, del aire y/o compuestos orgánicos volátiles. De esta forma, el equipo puede ser entrenado para detectar o identificar estímulos asociados a un proceso productivo o bien diferenciar perturbaciones provenientes de diferentes tipos de industria. Así logra identificar el origen de los contaminantes atmosféricos”, detallan.

Agregan que estos equipos dan la opción de “activar o desactivar dispositivos de mitigación de olores, o cualquier otro equipo dentro de un proceso productivo al que se le puedan aplicar mejoras en un cierto horario, de forma tal de optimizar los recursos en beneficio de la población”.

En la zona existen 13 estaciones de monitoreo. La propuesta apunta a sumar otras y medir más contaminantes. Ricardo Bonilla y el Canister que se usa para tomar muestras puntuales de aire durante los episodios de olor.

el benceno, tolueno, etilbenceno y xileno (BTEX), considerando que en la zona se desarrollan actividades de procesamiento y almacenamiento de hidrocarburos y sus derivados.

“No nos cerramos a medir otros compuestos que nos puedan sugerir”, acota Hernán Ramírez.

El Seremi del Medio Ambiente añade que contar con una red de monitoreo más completa permitirá obtener información para avanzar eventualmente hacia estándares más restrictivos en los contaminantes que ya están regulados, pero siguen afectando a la población. “Nuestras normas de material particulado o dióxido de azufre, por ejemplo, han tenido mejoras, pero igual están lejos de los estándares europeos o de la EPA, y aún más de la Organización Mundial de la Salud. Entonces, si detectamos que esos estándares no permiten garantizar que no se afecta a la población, no hay otra alternativa que mejorarlos para proteger a la comunidad”, indica.

Asimismo, señala que un mejor monitoreo ayudará a contar con datos relevantes para generar normas de calidad y emisión para los contaminantes no regulados que se deben regular, como se está haciendo hoy con el benceno.

La medición de nuevos contaminantes, por cierto, plantea desafíos desde el punto técnico. Cabe preguntarse, entonces, ¿qué condiciones debieran darse para realizar adecuadamente esta tarea?

Mauricio Ampuero, de SGS, responde desde una perspectiva más práctica: “Las estaciones de monitoreo de calidad del aire, para tener la representatividad poblacional y poder monitorear gases y polvo, deben cumplir con lo que la autoridad ambiental ha exigido. Por lo mismo, incorporar más variables a una estación dependerá de la capacidad de espacio que se disponga. También dependerá de la capacidad eléctrica que posea para sustentar mediciones adicionales que no fueron consideradas en la instalación de estaciones de monitoreo de años atrás”.

Advierte, además, que se debe tener presente la temperatura de operación interna en las estaciones: “Sumar equipos también significa aumentar la capacidad de enfriamiento, pues cada equipo aporta calor y éste debe ser mantenido en las condiciones solicitadas por la autoridad fiscalizadora para asegurar la calidad de información que la estación monitorea”.

El especialista concluye que, si la estación no cumple los criterios mencionados, lo recomendable es instalar una estación adicional o bien una más grande.

A su vez, desde Ambiosis, entregan algunas sugerencias para implementar un adecuado sistema de seguimiento para los compuestos orgánicos volátiles.

“Es conveniente, previo a la definición de una medición continua y fija de COV, identificar las sustancias y lugares en los cuales se podrían generar y por lo tanto medir algún compuesto orgánico. La identificación previa de las sustancias orgánicas (combustibles, solventes o mezclas) que son transportadas, mezcladas, modificadas, almacenadas o fraccionadas en la zona, así como los procesos utilizados y que puedan generar emisiones de compuestos orgánicos, ya sea en forma fija y controlada o fugitivas incontroladas, puede orientar la definición del tipo de medición necesaria”, sostiene Juan Carlos Bordones.

Añade que una vez que se hayan determinado las sustancias a medir en el aire, suelo o agua, se puede definir el equipamiento y sus formatos, así como las condiciones de mantenimiento, calibración y operación necesarias.

IDENTIFICACIÓN DE FUENTES

Otra novedad de la propuesta es incorporar en las estaciones “súper sitio” los filtros necesarios para mejorar la caracterización del material particulado, puntualizando los elementos químicos que lo conforman. “Eso hoy se hace con el MP10 en el que se miden aproximadamente diez elementos: cobre, cadmio, arsénico, selenio, plomo y mercurio, entre otros. La idea es ampliarlo a otros elementos, porque necesitamos saber a qué está expuesta la gente y sabemos que lo que se mide hoy no es suficiente”, expone Hernán Ramírez. ¿Este tipo de análisis y la mejora general de la red de monitoreo de calidad del aire en Quintero-Puchuncaví-Concón permitirán avanzar en la identificación de las fuentes que generan los episodios de contaminación? El Seremi del Medio Ambiente contesta: “Indudablemente, esto va a aportar de alguna forma. Por ejemplo, si en el análisis del material particulado aparece algún contaminante que sabemos que proviene de alguna fuente en particular, como ocurre con el arsénico de la fundición, puede ayudar a identificar la fuente. Sin embargo, la forma más adecuada de hacerlo es medir en la misma fuente, que es otro aspecto que también se requiere mejorar en la zona. Hoy eso se hace en el marco de las normas de emisión para fundiciones y termoeléctricas que ordenan medir sólo dos o tres contaminantes en cada una de estas fuentes emisoras. Eso es algo que debemos ampliar. Con ese objetivo, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) ya está trabajando junto con las empresas, para instalar sensores al interior de las empresas”.

La autoridad añade que para identificar las fuentes causantes de las emergencias ambientales se necesitan otras iniciativas. “Por ejemplo, en el caso de los COV, las empresas de la zona que manejan hidrocarburos, debieran medir gran parte de esos contaminantes, ya que se requiere más exactitud en torno a eso. Después de los episodios de intoxicación de 2018, esa era una de las medidas que se esperaba que las empresas aplicaran, pero vemos que aún no se ha hecho, por lo cual nosotros vamos a tener que impulsar esa acción”, afirma.

Asimismo, indica que se requiere monitorear los procesos de descarga de hidrocarburos en los puertos, ya que la SMA ha detectado emisiones de compuestos orgánicos volátiles en esos puntos.

En relación a este tema, Juan Carlos Bordones sostiene que si bien no se ha logrado identificar con certeza las fuentes emisoras ni las sustancias que han provocado los episodios críticos de contaminación en la zona, “es posible suponer que fueron generados por emisiones fugitivas que no son habituales ni permanentes”. Enseguida, advierte que la implementación sólo de estaciones de medición fijas y continuas, no permite asegurar que en el futuro se puedan pesquisar dichas emisiones.

Sobre ese escenario, sugiere incluir como

Mejorar el monitoreo en las fuentes industriales es otro desafío relevante.

7De octubre se cierra la consulta ciudadana sobre la nueva red de monitoreo de calidad del aire para Concón, Quintero y Puchuncaví. Se puede acceder a través de: consultasciudadanas. mma.gob.cl. Tras eso, en un máximo de 45 días hábiles se generará la propuesta técnica definitiva, para publicar luego la correspondiente resolución.

6Meses contados desde que se publique la resolución con el diseño de la nueva red, tendrá el Ministerio del Medio Ambiente para poner en marcha la licitación pública de los servicios de equipamiento, operación, mantención y validación de datos que permitan implementar el proyecto.

parte de la red de monitoreo, un equipo de respuesta rápida (24 horas/365 días al año) en terreno, para atender estas emergencias. A su juicio, esto debiera contar “con transporte propio; personal capacitado e instalaciones propias, diseñadas para el almacenamiento de equipos de medición, toma de muestra, reactivos, gases de calibración y análisis; equipos de protección personal, como trajes autónomos; comunicaciones, y sistemas de registro de eventos; equipos de toma de muestra de diferentes formatos, como drones con cámaras de identificación de fugas, bombonas de vacío; analizadores portátiles de amplio rango y analizadores para compuestos específicos”, detalla.

ESTACIÓN DE FONDO REGIONAL

Otra novedad de la propuesta en consulta pública es la posible implementación de una estación de fondo regional “ubicada en un radio de 20 a 50 km de las fuentes industriales y en un ambiente sin impacto directo de emisiones. Lo anterior, con la finalidad de contar con información de referencia que permita contrastar las mediciones en una zona impactada por industrias respecto de otra donde no está presente este efecto”. ¿Resultará realmente útil y viable esta idea?

Desde SGS, Mauricio Ampuero comenta al respecto: “Tener una estación de fondo regional para contrastar con estaciones cuyas mediciones pudieran ser significativas podría ser una medida de interés de la autoridad ambiental y fiscalizadora o también otra entidad a futuro”.

En Ambiosis, en tanto, sostienen que las estaciones de fondo pueden tener un objetivo razonable, cuando existe una red integrada de medición, donde se realice una gestión permanente de la calidad del aire. “Se pueden utilizar para validar modelos de dispersión de contaminantes atmosféricos, por lo cual su implementación fija y permanente tiene un sentido si se implementa también una modelación de dispersión de contaminantes en forma permanente”, explica Bordones.

Agrega que en “las comunas que están incluidas en la zona saturada definida es poco realista pensar que se encontrará una zona sin impacto de las emisiones directas”.

Así las cosas, el especialista sugiere definir previamente el objetivo de la estación, indicando que “puede ser razonable hacer campañas de corta duración para definir valores de comparación”.

PARA FINES DE 2023

Desde una perspectiva más general, Bordones advierte otra dificultad relevante para el desarrollo e implementación de la nueva red de monitoreo: “En la actualidad, en Chile no existe un sistema de control de calidad (QA/QC) de los monitoreos de la calidad del aire, por lo cual tampoco existe la experiencia en su implementación y seguimiento. No existen empresas privadas autorizadas por la SMA para el monitoreo de la calidad del aire, es decir, no existen entidades técnicas de fiscalización ambiental (ETFAs), por lo cual no hay experiencia en el Estado para su fiscalización”.

Tener los recursos necesarios para levantar y equipar las nuevas estaciones será también un desafío para el Gobierno, ¿cuánto podría costar la implementación del proyecto? Ramírez responde: “Lo hemos analizado, pero no hemos querido dar cifras porque hay mucho por definir aún. Hubo una licitación para el proyecto de rediseño de la red, en la administración anterior, que fue por sobre los 3.000 millones de pesos. Hoy todo lo que se importa está más caro, pero creemos que el Estado debe hacer los desembolsos que correspondan bajo una lógica de ahorro para la ciudadanía, pero dando garantías a la comunidad de que esta red ayudará a evitar nuevos episodios de intoxicación”.

Para concretar el proyecto se deben cumplir varias etapas, entre las que están el desarrollo y publicación del proyecto definitivo, la licitación para definir quién implementará lo establecido, y la gestión para disponer de los lugares en que se instalarán las estaciones, en un proceso que también implicará tiempo.

No obstante, en el Ministerio del Medio Ambiente confían en sortear todos los desafíos en los plazos establecidos (ver datos) para que la nueva red para fortalecer el monitoreo de la calidad del aire de Quintero, Puchuncaví y Concón esté lista a fines de 2023.

Hernán Ramírez concluye: “Nos hubiese gustado concretar este proyecto en un tiempo mucho más acotado, ya que se trata de una situación urgente. Esperamos el próximo año estar licitando y, ojalá en los últimos meses tener operando la nueva red”.

CANISTER Y SENSORES

En paralelo al proceso para desarrollar la nueva red de monitoreo, otras iniciativas se han puesto en marcha para mejorar la vigilancia de la calidad del aire en la zona.

La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), por ejemplo, está trabajando con unos equipos llamados Canister con los cuales responde a alertas o denuncias de olor en el ambiente para determinar el o los compuestos que generan estas emergencias.

Ricardo Bonilla, delegado de la SMA en Quintero, explica: “Estos equipos en su interior tienen un vacío, lo que permite la entrada de aire exterior de manera inmediata una vez que se quita

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