A manera de conclusión Desde la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1989 y su ratificación por México en 1990, mucho ha acontecido en el país en materia legislativa. La CDN marcó el inicio de la obligación para México de modificar su marco legal a fin de adecuarlo a la convención internacional para poder reconocer los derechos de las niñas, niños y adolescentes en ella contemplados e implementarlos de manera coherente con la misma. Sin embargo, los cambios normativos llevan su tiempo, no solamente por el proceso legislativo sino también, por los cambios culturales, de práctica institucional y de estructura que implican. Algunas reformas legislativas acontecen por voluntad e insistencia de una sociedad que solicita un cambio en la legislación cuando ésta ya no responde al sentir ni a la realidad vigente. En otros casos, la ley se adelanta al cambio cultural e impone, por exigencias en el marco internacional o por evolución normativa, la incorporación de nuevos principios y prácticas para la mejor implementación de los derechos. Cuando la CDN fue aprobada, la mayoría de los países, incluyendo a México, aún contemplaba a la infancia como un objeto de protección y no como un sujeto de derechos, y por este motivo, cuando fue ratificada, el proceso hasta la primera aprobación de una reforma constitucional y la primera Ley de Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes duró prácticamente diez años. En virtud de los cambios que deben acompañar una reforma legislativa, como la modificación de actitudes respecto a la infancia, la generación de nuevas infraestructuras y prácticas institucionales acordes con los nuevos principios, entre otros aspectos, la aprobación de nuevas leyes y reforma de las existentes, no solamente llevan tiempo sino que además, son sólo uno de los diversos pasos necesarios para que las niñas, niños y adolescentes puedan ver sus derechos verdaderamente reconocidos e implementados. Sin embargo, son un paso sine qua non para que este reconocimiento y aplicación de derechos sea una realidad. En los últimos años, México ha llevado importantes cambios legislativos como la modificación de su Constitución en materia de derechos humanos y de la niñez y adolescencia en concreto, la aprobación de una Ley General en materia de infancia, la aprobación de leyes locales derivadas de la misma, así como también recibido nuevas recomendaciones por parte del Comité de los Derechos del Niño al respecto. Igualmente, el Comité ha emitido esclarecedoras orientaciones para la interpretación y aplicación del Interés Superior del Niño que han sido tenidas en cuenta para la elaboración de este documento. Con el propósito de dar una pauta para la evaluación y elaboración de propuestas legislativas acordes con la CDN y, en definitiva, verdaderamente reconocedoras y garantes de los derechos de la infancia y la adolescencia, el índice de medición de leyes descrito en este documento, define los aspectos fundamentales que una ley debe contener para lograr este fin. Este contenido, podría resumirse con el siguiente listado:
63