La diversidad sexual es una realidad que nos permea como sociedad. La existencia de inmensas orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género hace necesario la visibilización de la invisibilidad, negación de derechos y discriminación que existe hacia las personas que integran esa diversidad
sexual en un país, donde para mayo de 2020 se tenían registrados 209 casos de crímenes de odio contra la comunidad LGBTTIQ+ . Dichas cifras provienen del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra personas LGBT, creado en 2019, como una iniciativa que permita conocer el panorama real de la violencia
que se ejerce contra personas de la diversidad sexual (Fundación Arcoíris y otros, 2020).