Historia de la Parroquia de Marmolejo

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Historia de la Parroquia de Marmolejo

( Fe y devoci贸n de un pueblo )

Historia de la Parroquia de Marmolejo

Fe y devoci贸n de un pueblo


Edita: Julio Segurado Cobos (juliosegurado@gmail.com) Depósito Legal: J-418-2008 I.S.B.N.: En trámite Imprime: Imprenta Enrique Reca, S.L. Pol. Ind. 2ª Fase, Nave 22 Teléfono: 953 540 131 23770 - Marmolejo (Jaén)


ÍNDICE I. HISTORIA DE LA PARROQUIA DE MARMOLEJO 1. La evangelización de Marmolejo 2. Origen y consolidación de la Parroquia de Nuestra Señora de la Paz (siglos XVI-XVIII) 3. El descubrimiento del Balneario (siglo XIX) 4. Juan Manuel Ortí Lara (1826-1904), marmolejeño filósofo del siglo XIX 5. Ampliación del Templo Parroquial 6. La Parroquia a principios del Siglo XX (1900-1930) 7. La etapa de la República: Desaparece el Hospital de Marmolejo; ¡Ya no tocan las campanas!; Supresión del presupuesto del culto y del clero; Se retiran las cruces del camino al Balneario; D. José Castellano Vela 8. La persecución religiosa antes y durante la Guerra Civil: D. Julián Castilla Casado, D. Francisco de Paula Aranda Cabrera, D. Pedro Solís Rodríguez, D. Francisco Padilla Gutiérrez, D. Francisco Solís Pedrajas 9. D. Emilio Palop Soro (1939-45) 10. D. Manuel Maroto Castro (1945-56) 11. D. Pablo Martín de la Sierra y García Carpintero (1956-66) 12. D. Francisco Álvarez Martínez (1967-72) 13. D. Cristóbal y D. Manuel Jiménez Cobo (1972-85) 14. D. Tomás Jurado Lérida (1985-89) 15. D. Eduardo Navío Sánchez (1989-96) 16. D. José Araque Quesada (1996-2003) 17. D. Julio Segurado Cobos (2003-08)

II. EL MILAGRO DEL BALNEARIO III. LA SECCIÓN DE LA ADORACIÓN NOCTURNA DE MARMOLEJO IV. NUESTRO PADRE JESÚS DE MARMOLEJO: HISTORIA, COFRADÍA Y ERMITA V. REAL COFRADÍA DE LA VIRGEN DE LA CABEZA DE MARMOLEJO VI. COFRADÍA DE LA VERACRUZ, SANTO SEPULCRO Y VIRGEN DE LAS AMARGURAS VII. COFRADÍA DE LA VIRGEN DE LA PAZ Y SAN JULIÁN VIII. HERMANDAD DE LA VIRGEN DE LOS DOLORES IX. COFRADÍA DE LA VIRGEN DE LA ESPERANZA Y JESÚS PRESO X. MADRES DE DESAMPARADOS Y SAN JOSÉ DE LA MONTAÑA


Prólogo A finales de octubre de 2005, leí un precioso artículo del teólogo español Olegario González de Cardedal en el que contaba cómo en una ocasión asistió a un entierro “progre” consistente en esparcir las cenizas por el monte. En mitad del acto, uno de los hermanos del fallecido se plantó, y al final se optó por enterrar la urna en medio del campo. Él se dirigió a los hijos de su amigo difunto y les dijo estas bellas palabras: "En el primer día libre, tú y tus hermanos volvéis a este lugar y en esa piedra grabáis el nombre, la fecha de nacimiento y la fecha de muerte de vuestro padre, porque quien no tiene nombre, lugar y tiempo, no existe, y si nadie le recuerda, no es persona. Y si él deja de existir con nombre y tiempo, dejáis también vosotros de existir, porque cerrados sobre vosotros mismos y olvidados de vuestro origen no sabréis quiénes sois, de dónde venís, de quién sois y ante quién estáis. Os habréis olvidado de vosotros mismos, al olvidar el lugar y los signos que mantienen viva la raíz amorosa de la que habéis surgido". Creo que esta profunda reflexión explica de manera clara y sencilla el porqué de este libro. Han sido demasiados los que me han preguntado extrañados por qué pierdo el tiempo en esto. Estoy convencido de que los habitantes de este bello pueblo de Marmolejo, con los que he convivido cinco años, encierran un gran pasado y una gran historia. He escuchado muchas generalidades, muchos fragmentos y bastantes trozos inconexos de acontecimientos y hazañas pasadas, y me he animado a poner en orden todo lo que he oído y aprendido. Reconozco que no todos los períodos y épocas están tratados con la misma amplitud y profundidad. Me declaro desde el primer momento simple aficionado a la historia y no un historiador licenciado. Tal vez haya alguna inexactitud, pero he intentado honradamente consignar la mayor cantidad de datos significativos e interpretarlos en la clave religiosa, pastoral y teológica en que nacieron. Por supuesto, no ha sido mi intención encerrar en doscientas páginas toda la historia de Marmolejo. Me basta con dejar fijados algunos jalones de la historia de la

Parroquia de Marmolejo, algunas señales para sus Cofradías y Hermandades, y algunos mojones de la fe y de la devoción que las han habitado. Mi ilusión sería que, a partir de estos datos, otras personas competentes (que en Marmolejo haberlas, haylas) profundizaran, corrigieran y aumentaran estas informaciones. Quiero animar a las Cofradías, en particular, y a los feligreses, en general, a que guarden esos retazos de pasado de sus padres y antepasados, pues como decía el teólogo González de Cardedal: “si él deja de existir con nombre y tiempo, dejáis también vosotros de existir, porque cerrados sobre vosotros mismos y olvidados de vuestro origen no sabréis quiénes sois, de dónde venís, de quién sois y ante quién estáis. Os habréis olvidado de vosotros mismos, al olvidar el lugar y los signos que mantienen viva la raíz amorosa de la que habéis surgido”. En estos tiempos en que tanto se habla de memoria histórica desde el rencor y desde la venganza, yo os animo a vivir la memoria como gratitud hacia nuestros antepasados y como amor reverencial a nuestros mayores, de donde venimos y de quienes somos. También os invito a tomar ejemplo de estos cientos de personas consignados en esta obra que, guiados por la fe y en situaciones más difíciles que las nuestras, supieron sacar fuerzas de debilidad y levantaron y engrandecieron nuestro pueblo de Marmolejo, nuestra Parroquia, nuestras Hermandades y nuestras devociones y tradiciones. Los que estamos vinculados a la vida parroquial sabemos de sobra que no jugamos con subvenciones de ningún tipo y que todo es fruto de la suma de pequeños esfuerzos, de muchos sacrificios y de bastante lucha. Al leer estas páginas espero, querido lector, que puedas contemplar, al igual yo, la amplia y bella estela que ha dejado la fe cristiana en la historia y en la vida de las personas de Marmolejo. Por último, agradecer a todas las personas que han colaborado en este libro, sin cuyo esfuerzo no habría sido posible.


En primer lugar, mi agradecimiento a Enrique Reca que fue quien tuvo la idea y ofreció los medios para hacer posible la edición de esta obra, y que siempre está dispuesto para colaborar con la Parroquia, las Cofradías y las demás Asociaciones marmolejeñas. El origen de este libro se encuentra en el verano de 2007, cuando decidimos recopilar fotografías para la Exposición que teníamos prevista para mayo de 2008, con motivo del Centenario de la Adoración Nocturna. Con el paso de los días ha sido tanto el material que nos ha llegado, que hemos decidido ordenarlo, estructurarlo y ofrecerlo a todo el pueblo de Marmolejo. En el tema de las fotos y de los testimonios antiguos ha sido decisiva la labor callada y sacrificada de Sebastián Pastor, que a lo largo de los años y al amparo de Manolo Muñoz ha conseguido reunir el mayor archivo fotográfico y documental de nuestro pueblo. Me ha sido también de mucha ayuda para identificar a personas en algunas fotografías y para consultar dudas sobre hechos recientes. En este punto, han sido muy importante la colaboración de Ana Mari Pastor, que ha demostrado tener una memoria envidiable y ha aportado bastantes números del Periódico republicano de los años 30 “MARMOLEJO”; igual de importante ha sido la ayuda de Antoñita González, que ha heredado de su padre Manuel González un auténtico museo; y la de Antonio de Jesús Moreno Galán, que ha aportado numerosos datos técnicos e históricos, y sobre todo información de interés de la etapa de los años 70 y 80. Son muchas las personas que han prestado sus fotos durante estos meses: Mercedes Romero, Ramona Rivillas, Pilar Rivillas, Antonia González, Alfonsa Borrego, Ana Mari Pastor, Narci Vizcaíno, etc. En el tema de la historia de la Parroquia y sobre todo de los Patronos ha sido imprescindible la colaboración de Agustín Barragán Gómez, que a lo largo de los años ha sido la única persona que se ha preocupado en indagar en la historia y en el pasado de Marmolejo, especialmente en lo referente a la Parroquia y Cofradías: ahí están a modo de ejemplo sus libros sobre San Julián y sobre la Cofradía de la Virgen de los Dolores en el siglo XVIII. También han sido de mucha ayuda los diversos trabajos que el maestro Jorge Martín ha ido publicando en la web parroquial, acerca del Balneario, del Templo Parroquial y de los Santos Patronos de Marmolejo. El capítulo sobre el Balneario debe mucho al estudio realizado por Manuel Perales Solís, en sus dos

libros publicados, los cuales me han proporcionado muchísima información de gran valor, a la que posiblemente no habría podido acceder de otro modo. Sus libros también me han servido para conocer mejor otros puntos de vista, pero sobre todo me parece digno de mérito su esfuerzo por detallar y conocer los parentescos y familias de los marmolejeños de principios del siglo XX. Igualmente, el libro de Manuel Muñoz, Historia y Costumbres de Marmolejo, a pesar de ser un libro de recuerdos, contiene una gran recopilación de datos de la historia de Marmolejo, y especialmente de sus Templos, Párrocos y Cofradías. Tanto la Sección Adoradora, como las seis Cofradías de la Parroquia, a través de sus Juntas Directivas han aportado gran cantidad de materiales procedentes de sus libros de Actas. Sin embargo, quiero hacer mención especial de algunas personas concretas que se han implicado más a fondo en la lectura y corrección de esta obra: -Pedro Solís Agudo ha hecho prácticamente el capítulo de su Cofradía y ha aportado importante información acerca de la labor de los últimos Párrocos; -Rosario Ruiz Vergara ha recabado información sobre la Cofradía que preside buscando fragmentos aquí y allí; -Manoli Rivillas Blanco ha reelaborado y resumido el trabajo de Antonio Robles Aguayo “Historia de la Cofradía de la Virgen de la Esperanza y Jesús Preso”; también ha escrito gran parte de las páginas sobre los dos últimos Párrocos de Marmolejo; -D. Manuel Jesús Casado Mena, gran devoto de Madre Petra, ha sido el encargado de elaborar el último capítulo sobre las Madres de Desamparados y San José de la Montaña, a partir de un trabajo interno de recopilación que la Congregación hizo en tiempos de Madre Aurora. Por último, agradecer la ayuda de María del Mar Merino Navarro en la maquetación de esta obra, que ha hecho posible que este trabajo esté acabado a tiempo para poder presentarlo antes de mi marcha a Jaén. Para terminar, dejar claro que el último y único responsable de lo que hay escrito en esta obra es su autor Julio Segurado Cobos, un servidor, quien a partir de los materiales que me han llegado he intentado construir lo que me parece un bello edificio, con la esperanza de que Marmolejo vuelva a recuperar su alma. Julio Segurado Cobos



I. Historia de la Parroquia 1. La evangelización de Marmolejo Orígenes Acerca de la llegada del Evangelio a nuestra tierra de Marmolejo existen dos hipótesis: Una tradicional, defendida por Ximena Jurado, el historiador villanovero del siglo XVII, según la cual, la evangelización en España fue llevada a cabo por los siete Varones Apostólicos enviados por San Pedro, siendo San Eufrasio el que trajo la fe a Jaén. Ximena Jurado presenta nuestra provincia dividida, en aquellos tiempos, en ocho diócesis: Baeza, Vilches (Abula), Andújar (Iliturgi), Martos (Tucci), La Guardia de Jaén (Mentessa), Sabiote (Salaria), Linares (Cástulo) y Marmolejo (Útica). Según el mismo autor, la sede episcopal de Útica (Marmolejo) fue ocupada por los siguientes obispos: *San Máximo, obispo martirizado en Útica en compañía de los Santos Magno y Casto el día 4 de septiembre del año 66 en la persecución de Nerón. Según la tradición, fue uno de los discípulos que el Apóstol Santiago trajo a España. Fueron muy venerados en Marmolejo, teniendo cofradía propia en el siglo XVIII, cuyos estatutos se conservan. Su fiesta se celebraba en el ámbito diocesano el mismo día 4 de septiembre, según lo atestigua el calendario de la diócesis de Jaén del año 1767. *Ubaldifredo, confesor: Fue obispo de Útica en la Bética y ejerció su labor pastoral hacia el año 288 después de Cristo. *Leporio: Fue monje, discípulo de San Agustín. Obispo de la Útica Bética hacia el año 430. *Potentino: Último de los obispos de Útica, de quien se sabe que su vicario, un tal Pardo Abad, asistió en su nombre al Concilio de Toledo en el 683. La segunda hipótesis, más reciente, atribuye la evangelización de nuestras tierras a cristianos procedentes de la Iglesia del norte de África. Lógicamente, ésta segunda hipótesis parece más acertada y acorde con los datos históricos de que hoy disponemos. Edad Media En el año 714 la invasión musulmana llegó a Marmolejo, ya situado en el emplazamiento actual, según

Ximena Jurado. Quedó arruinado y reducido a un castillo con un pequeño número de casas. Al parecer quedaron algunos cristianos, los llamados mozárabes, en pacífica convivencia con los musulmanes. Pero en el año 923, en medio de la persecución de Abderramán IV, el día 26 de marzo, fue martirizada en nuestro pueblo Santa Eugenia de Córdoba, joven con voto de virginidad, de familia cristiana. Fue encarcelada y decapitada. Muy pronto recibió culto. La reconquista definitiva de Marmolejo la realiza Fernando III el Santo en el año 1224, al igual que Andújar. Según la tradición fue el día 10 de agosto, motivo por el cual la primitiva iglesia, erigida en el patio del castillo, se llamó de San Lorenzo. Muy pronto la Parroquia se trasladó al emplazamiento actual, probablemente en el siglo XIV, bajo la advocación, según algunos estudiosos, de Santiago Apóstol. Este dato es probable, ya que nuestra Parroquia dependía de la de Santiago de Andújar. Pero rápidamente cambia de titular, y esta vez, para siempre.

2. Origen y consolidación de la Parroquia de Nuestra Señora de la Paz (siglos XVI-XVIII) Parroquia independiente A principios del siglo XVI ya se conoce con el nombre de Parroquia de Nuestra Señora de la Paz. Parece que el cambio de titularidad coincide con la erección de Parroquia independiente de Andújar: concretamente es el año 1511 cuando, por primera vez aparece la Parroquia de Marmolejo en el Sínodo Diocesano convocado por D. Alonso Suárez de la Fuente del Sauce, como priorato independiente, y la iglesia con el título de “Nuestra Madre y Señora de la Paz”. Al declararse independiente la Parroquia se opta por usar el título de Nuestra Señora de la Paz, símbolo de devoción popular y de distinción frente a otros pueblos del entorno, sobre todo de Andújar. A mediados del siglo XVI es prior de la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Paz, Don Diego de los Cobos y Molina, natural de Úbeda, que posteriormente,


de 1560 a 1566, sería Obispo de Jaén. Él fue el artífice del magnífico Hospital de Santiago de Úbeda, donde está sepultado por expreso deseo suyo. Don Diego de los Cobos estudió jurisprudencia en Salamanca, licenciándose en Sagrada Teología y en Derecho Canónico. Al acabar sus estudios fue nombrado prior de Marmolejo. Construcción del templo parroquial En el Archivo Parroquial existe una ficha de D. Francisco Álvarez Martínez (Párroco de Marmolejo de 1967 a 1972) en la que se señalan dos periodos en la construcción de la iglesia: 1º El crucero, que sería la primitiva iglesia, se construyó en el siglo XVII (actualmente Capilla del Sagrario y del Resucitado y Capilla de los Patronos). 2º La nave principal se edifica en el siglo XVIII. Apoya esta teoría la existencia de una gran puerta cegada en el extremo izquierdo del crucero. Se han hallado testamentos de 1.613 en los que se pide ser enterrado en la "capilla de Nuestra Señora de la Paz, titular de esta Parroquia", lo cual concuerda con la fecha más temprana que da D. Francisco Álvarez. Pero hemos de tener en consideración otros factores: 1º De ser cierta la construcción del crucero en el siglo XVII y ser ésta la primitiva iglesia, rompería con la tradición de orientar las iglesias hacia el Este, ya que el crucero está orientado de Norte a Sur. 2º En la que hoy es nave principal existen unos vanos ojivales cegados, lo cual nos indica una clara influencia gótica. Esto nos lleva a suponer que esta nave es anterior al siglo XVII, y por tanto, al crucero. 3º La nave principal está orientada de Oeste a Este, como manda la tradición católica, es decir, orientada al Sol naciente, que simboliza a Cristo Resucitado. 4º Por otra parte, observando las características de la calle que corre paralela a la iglesia, deducimos que su estructura corresponde a una prolongación del muro izquierdo de la nave central como si no hubiera existido crucero, el cual origina actualmente un cierto desorden urbanístico. 5º La técnica de construcción y los materiales empleados en la nave central son más antiguos que los del crucero. Por las razones anteriormente expuestas, deducimos que la primitiva iglesia debió ser la que hoy es nave principal hasta la intersección con el crucero, y que ésta se debió construir a principios del siglo XVI si

aceptamos que el cambio de titularidad está íntimamente relacionado con una ampliación y notable mejora de la iglesia. Desconocemos las transformaciones que la Iglesia sufrió en los siglos XVII y XVIII. Otra de las hipótesis sobre la construcción de la iglesia parroquial, sería la siguiente: 1. La iglesia original sería la actual cabecera de la misma, esto es, la misma ubicación del altar y retablo que en la actualidad, pero siendo de forma de cruz griega, con los dos brazos iguales. De este modo, la nave llegaría aproximadamente al punto medio entre la puerta de la umbría y el actual crucero, teniendo, probablemente, una puerta lateral, hoy tabicada, donde está el resucitado y una puerta principal en la misma orientación que la actual. No sería extraño que la actual portada fuese la original trasladada de lugar. De este modo, todo lo que resta: angostillo, gran parte de la actual nave central y casa parroquial, sería el cementerio que fue trasladado a raíz de la orden de Carlos III de sacarlos de las poblaciones, al final de la actual calle del Santo. Avala esta hipótesis el saber que el retablo y altar ocupaban la ubicación actual (al menos desde finales del XVI) y la unidad constructiva (sillares de piedra perfectamente labrados) tanto en el exterior como en el interior del tramo antes mencionado. 2. Posteriormente, se amplía el templo haciendo el resto de la actual nave central, pero con elementos más toscos (posibles dificultades económicas) y a una altura menor que la actual. De 1896 a 1902 se emprende la última reforma, consistente en elevar la altura de la nave central y hacer la bóveda de cañón. Desde el exterior se aprecia perfectamente este último tramo, hecho también con cierta tosquedad y con piedras provenientes del antiguo castillo de Marmolejo. El Retablo de Sebastián de Solís El primer retablo mayor del que tenemos constancia iconográfica de la Parroquia de Marmolejo se atribuye al retablista-imaginero giennense Sebastián de Solís, nacido a comienzos de la segunda mitad del siglo XVI. Por la documentación hallada, éste debió realizarse, entre la última década del siglo XVI y primeros años del siglo XVII. Está tallado en madera y su estilo es claramente manierista, aunque con ligerísimas reminiscencias del protobarroco. Desde su instalación, presidió durante casi tres siglos y medio el Altar mayor de la Parroquia de Ntra. Sra. de la Paz. Si en tan dilatado periodo de tiempo hubo


alguna remodelación o reforma que modificase su inicial estructura lo desconocemos, pero si podemos afirmar que fue el retablo que ha perdurado durante mucho más tiempo en el presbiterio de la Parroquia marmolejeña hasta su desaparición en 1936. Este primitivo retablo constaba de un ático, dos cuerpos el superior, de tres calles y el inferior, de cinco- y la parte inferior, que disponía de dos relieves. En el Ático, se observa un Calvario exento compuesto por la figura central del Crucificado, flanqueado a ambos lados por las tallas de la Virgen María y San Juan. Puede apreciarse en el centro los dos cuerpos del retablo, la imagen de la Virgen, -pues se trata de un templo de advocación mariana-, y debajo de ella se halla un gran manifestador. Alrededor de ambos, separados por doble columna, muy del gusto de la época, se encuentran cuatro grandes cuadros que representan a los Padres de la Iglesia latina: los Obispos San Ambrosio y San Agustín, el Cardenal San Jerónimo y el Papa San Gregorio Magno. A derecha e izquierda de los cuadros inferiores aparecen las esculturas de los apóstoles San Pedro y San Pablo. Y en los extremos de los cuadros superiores, se aprecian los escudos de los dos obispos de la época de su construcción, enmarcados en una ornamentación oval. Finalmente, en la parte inferior de este conjunto escultórico y semiescondidos por el altar de culto y las figuras de los Sagrados Corazones, se hallan dos bajorrelieves labrados en madera que representan los pasajes de la Adoración de los pastores, (izquierda), y la Anunciación, (derecha). Antiguo Retablo del siglo XVII, atribuido a Sebastián de Solís


Al presbiterio se accedía a través de una escalera oval, de cinco peldaños de madera. A izquierda y derecha para evitar la diferencia de altura entre esta estancia y el resto del templo se observa un sencillo cancel metálico. De la documentación existente sobre la relación de Sebastián de Solís con la iglesia de Marmolejo, se deduce que fue el autor del Sagrario y del Retablo del Altar Mayor. Es más que probable que a comienzos de siglo los trabajos sobre el Retablo debieron estar acabados, y desde luego, antes de 1611, si tenemos en cuenta que para esa fecha se reclama el último débito del retablo que, según se afirma, ya se había colocado. Aunque no figura en 1592 a cuenta de qué cobra 100 ducados del mayordomo del templo marmolejeño, suponemos muy probable que fuera el precio del retablo, pues, por comparación, ese fue exactamente el importe que recibió a fecha de 17 de junio de 1589 por otro retablo que hizo para la iglesia de Villanueva de la Reina, de características similares al de Marmolejo. De su amplia trayectoria como retablista, además de los citados más arriba, Sebastián de Solís es autor de

retablos mayores de numerosas iglesias de poblaciones giennenses, (Torredelcampo, Martos, Andújar, Bailén, Huelma, etc…), y por supuesto las iglesias y Catedral de la capital).

3. El descubrimiento del Balneario (siglo XIX) El milagro Tras muchos años de intentos y esfuerzos, Marmolejo consigue su independencia civil de Andújar el 27 de mayo de 1791 por privilegio real de Carlos IV. En este momento, Marmolejo cuenta con 417 vecinos y tan sólo 1.475 habitantes. Tras el descubrimiento y comienzo de explotación del Balneario, a mitad del siglo XIX, Marmolejo pasa a tener 544 vecinos y 2.020 almas. A finales del siglo XIX y primer tercio del siglo XX, Marmolejo conocerá, gracias a su Balneario, un gran crecimiento: 4.583 habitantes en 1888, 5.326 en 1900, 5.949 en 1920, y 7.217 en 1930, según el censo del INE.

Balneario de Aguas Minero-Medicinales de Marmolejo, junto al río Guadalquivir


Desde 1818 hasta 1882, la explotación de las aguas minero-medicinales había corrido por cuenta del Ayuntamiento. En octubre de 1882 el Balneario pasó a manos privadas mediante venta por subasta pública al empresario Eduardo León y Llerena. A partir de este momento, el Balneario conocerá una mejoría que lo convertirá en motor de desarrollo y modernidad de Marmolejo. Bajo la propiedad de León y Llerena, el Balneario se empezó a consolidar como estación sanitaria de primer orden y sus aguas medicinales se hicieron meritorias de distintos premios en aquellas exposiciones donde concurrían: Barcelona 1888, Chicago 1892, Londres 1914... El Gran Premio de Honor obtenido en la Exposición Universal de París de 1900 representó, sin lugar a dudas, el mejor marketing para que el Balneario de Marmolejo fuese internacionalmente conocido. Descripción de Marmolejo en 1850 El Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de ultramar, de Pascual Madoz, de 1850, en su tomo IX pp.240-41, describe amplia y bellamente el pueblo de Marmolejo y nos habla de la Iglesia Parroquial y de las Capillas de Jesús y de San Sebastián: “Villa con ayuntamiento en la provincia y diócesis de Jaén, partido judicial de Andújar, audiencia territorial y capitanía general de Granada; está situada a distancia de ¼ de legua de la ribera izquierda del Guadalquivir, en la llanura espaciosa de un collado elevado más de 200 varas sobre el nivel del río, si bien dominada al Norte y Noroeste por Sierra Morena; esta situación es bastante pintoresca, y sano su clima, aunque a veces en la estación de calor, se suelen padecer fiebres intermitentes; los vientos del Este y oeste son los que reinan con más frecuencia. Las 300 casas de que se compone la población son de buena construcción, y sus 45 calles y 2 plazas, regulares, llanas, empedradas y limpias; hay además casa de ayuntamiento con cárcel; una escuela de primeras letras para niños, concurrida por 65, y otra de niñas con 28. La primera gratificada con 300 ducados y la retribución de los niños, y la segunda con la pensión de las niñas; castellano bastante ruinoso; casa de recogimiento para ancianas y huérfanas, y un hospital. La iglesia parroquial, que no está concluida, se halla dedicada a Ntra. Sra. de la Paz, y tiene en el altar mayor un retablo regular de arquitectura greco-romana, con algunos cuadros de mediano mérito: la sirve. un cura, párroco que se titula prior, y se provee su

vacante por oposición en concurso general, y antes de la supresión del diezmo no sólo era de último ascenso, sino que se reputaba por uno de los más ricos del obispado; hay también un cura teniente amovible a la voluntad libre del prelado diocesano; también dentro de la población existen las dos capillas de Jesús y San Sebastián, y muy cerca de ella hay un pilar y un pozo de los Gamonares, de cuyas aguas se surten los habitantes”.

4. Juan Manuel Ortí Lara (1826-1904), marmolejeño filósofo del siglo XIX Biografía Nace en Marmolejo el 29 de octubre de 1826. Es segundo de los hijos de Vicente Ortí Criado, médico del Balneario, desde 1817 a 1867, que influyó en la promoción y difusión de los beneficios de las aguas medicinales de Marmolejo. D. Vicente, Natural de Castro del Río, había contraído matrimonio con Marina de Lara, de familia acomodada de Andújar. Tuvieron siete hijos. Juan Manuel Ortí Lara recibe el Bautismo al día siguiente de su nacimiento, de manos del Bachiller D. Manuel Medina, Cura de la Parroquia de Nuestra Señora de la Paz de Marmolejo. Los esposos Ortí Lara disfrutaban de una posición económica muy desahogada, y la preocupación religiosa era elemento esencial y primario de la familia. En este ambiente acomodado y devoto transcurren los primeros años de Juan Manuel, hasta que a los 13 años marcha a Andújar a estudiar Lógica, Gramática, Matemáticas y Dibujo Lineal, en el Colegio de Humanidades, incorporado a la Universidad de Granada. Comienzan ya sus calificaciones sobresalientes, tónica que mantendrá a lo largo de su historial. Los dos cursos siguientes estudia en Jaén en el Colegio Humanidades de Nuestra Señora de la Capilla. Su estancia en Jaén tendría gran trascendencia en la trayectoria futura de Ortí, ya que allí conoce al granadino José Escolano Fenoy, profesor del Colegio, Canónigo Lectoral y más tarde Obispo de Jaén (1848-57), con el que mantendrá contacto luego en Granada. Escolano iniciará al joven Juan Manuel en la lectura de autores eminentes como Bonald, Frassynous y Balmes. Posteriormente Don Juan Manuel Ortí Lara se casaría con la hermana de su maestro, con quien compartió su vida hasta la muerte de ella en Madrid el 13 de junio de 1896.


Terminados estos estudios, marcha a Granada para cursar jurisprudencia. Reside allí en el Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago, de honda tradición en la vida universitaria granadina, y por donde pasaron otras figuras de relevancia nacional: los hermanos José y Pedro Alcalá Zamora, Francisco Salmerón, Francisco Giner de los Ríos, etc. Juan Manuel recibe la beca de jurista en noviembre de 1842 y alcanzará en su vida colegial las más altas distinciones. Cuatro años permanece en Granada cursando estudios jurídicos con calificaciones sobresalientes. Tras obtener en el Instituto de Jaén el título de bachiller en 1846, marchará a Madrid para continuarlos y alcanzar el 7 de junio de 1847 el título de bachiller en Jurisprudencia.

Durante su primera estancia en Madrid, que se prolonga hasta junio de 1848, Ortí conoce al filósofo Balmes, entonces en pleno apogeo. Durante este último curso inicia su labor docente, que se centrará en materias filosóficas: Psicología y Lógica, Geografía… Paralelamente a la enseñanza, termina los estudios de Derecho en Granada. El 21 de noviembre de 1848 se convoca la oposición para la cátedra de Psicología y Lógica del Instituto de la Universidad de Granada. Ortí se presenta con otros nueve aspirantes. Se realizan diversos exámenes a lo largo de 1849. El 9 de septiembre de 1849 D. Juan Manuel es nombrado para el puesto de catedrático.


En junio de 1849 acaba en Granada su último año de jurisprudencia y en octubre realiza la licenciatura, tras haber obtenido sobresaliente en todos los años, consiguiendo el Premio extraordinario por oposición. Posteriormente los esfuerzos de Ortí Lara se encaminan hacia la Cátedra universitaria de disciplinas filosóficas. Para ello inicia estudios en la Facultad de Letras. El curso 1850-51 estudia Literatura Géneral Española y el primer año de Letras Griegas. El curso 185152 estudia Historia General, Geografía física y política, Astronomía y lengua inglesa (Juan Manuel Ortí Lara manejaba el inglés, el alemán, el francés y el italiano). El curso 1852-53 se matricula en quinto curso y estudia privadamente, con el catedrático de Lengua y Literatura Griegas D. Raimundo González. Durante el curso 1854-55, a su cátedra de Piscología y Lógica en el Instituto se agrega la cátedra de Ética. Como abogado, Juan Manuel Ortí Lara pertenece al Ilustre Colegio de Granada. Ejerce la profesión, de la que se retiraría años más tarde, debido a los escrúpulos que le produjo la absolución de un famoso bandido condenado a muerte, tras su brillante defensa. A partir de estos años Ortí Lara comienza su labor en un doble frente que ya no abandonará: la vida cultural y la prensa, iniciándose con entusiasmo en el hacer polémico. La temática fundamental de los primeros artículos de Ortí Lara es la de los problemas de la enseñanza, denunciando la secularización de la enseñanza que los primeros krausistas como Sanz del Río comienzan a propugnar. Por estos años 1858 colabora también en La Razón Católica, revista madrileña fundada por Manuel Muñoz Garnica. Sus intervenciones en la prensa van adoptando un claro tono polémico. Como contrapartida sufrirá las consecuencias del creciente influjo de los innovadores en las esferas oficiales. En la década de 1850, Ortí Lara comenzará también su labor publicística, publicando manuales que alcanzan difusión nacional: Psicología (1852), Ética (1853), Tratado elemental de Filosofía Moral (1859)… La Universidad Central de Madrid era la única capacitada en aquella época para conceder títulos de doctor. Don Juan Manuel decide trasladarse a ella, concursando en el Instituto del Noviciado, tomando posesión del mismo el 28 de octubre de 1861. En 1864 funda “La Armonía”, sociedad literario-

católica. En ella pronuncia durante los años 1864-65 sus Lecciones sobre el krausismo. El 21 de enero de 1868 obtiene la licenciatura de Letras en la Universidad de Granada. Inmediatamente acomete el doctorado en la Facultad de Letras de Madrid, recibiendo el 29 de junio de 1868 la calificación de sobresaliente. La investidura se retrasaría hasta el 31 de mayo de 1876, debido a los acontecimientos políticos que incidirán en la trayectoria académica de Don Juan Manuel. El triunfo revolucionario de septiembre de 1868 se ha plasmado en un nuevo texto constitucional. Los catedráticos, como el resto de los funcionarios, habrán de prestarle juramento. Parte de la opinión pública se convulsiona, considerando impía la Constitución que ha roto legalmente la unidad católica del país. Ortí, junto a otros catedráticos, se niega a jurarla y es apartado de su cátedra el 28 de abril de 1869. Durante los cursos 1871-72 y 1872-73 marcha a Santoña para dirigir el Colegio de San Juan Bautista, fundado por el marqués de Manzanedo. Durante este tiempo aprende italiano. En junio de 1873 solicita ser declarado catedrático excedente, dado que su cátedra ha sido ocupada por el krausista Ruiz Chamorro. Se le concede la excedencia y se le liquidan los haberes pendientes desde su separación. Este ostracismo durará tres años y su fin coincidirá con la consecución por Ortí de su meta más preciada: la cátedra universitaria. Otra nueva cuestión universitaria de distinto signo produce el hueco, al ser separado el krausista Salmerón de su cátedra de Metafísica de la Universidad Central el 17 de julio de 1875. Se presentaron al concurso el catedrático de Metafísica de Barcelona, el de Historia Universal de Zaragoza, el catedrático de Historia Universal de Salamanca y Don Juan Manuel. El 20 de mayo de 1876 es nombrado catedrático de Metafísica de la Universidad Central de Madrid. En estos años de madurez, Juan Manuel Ortí es redactor de “El Pensamiento Español” (1860), director de “La Ciudad de Dios” (1870) y posteriormente director de la revista científica “La Ciencia Cristiana” (1887). En 1899 ingresó en la Academia de Ciencias Morales y Políticas, leyendo un trabajo titulado “Teorías opuestas entre sí acerca del Estado y su fin, según que preceden del concepto de la evolución o del concepto de la creación”. En 1901 se funda el periódico “El Universo” y fue nombrado director, cargo que ocupó hasta su muerte. Fue miembro de diversas corporaciones, entre ellas la Academia


Romana de Santo Tomás de Aquino, junto a su maestro, el Cardenal Ceferino González. A su muerte, en 1904, el catedrático de Filosofía Don Juan Manuel Ortí Lara deja tras de sí decenas de libros, cientos de artículos e intervenciones en la prensa. Se ha ganado la fama de radical e integrista, pero él está convencido de haber realizado una labor a favor del ser humano, a favor de la Iglesia, y en definitiva a favor de la Verdad que la Iglesia de Cristo intenta irradiar. Posiblemente, hoy no estaríamos de acuerdo con muchos de sus planteamientos filosóficos. No obstante, de lo que no cabe duda es que en su época, en el siglo XIX, el marmolejeño Juan Manuel Ortí Lara brilló como un astro claro, con unas profundas convicciones humanas y cristianas, y con un gran amor a su pueblo natal, donde

siempre buscaba un hueco para descansar y reponerse para la lucha. Su padre, Vicente Ortí, fue el médico del Balneario de Marmolejo hasta 1867. Muchos años después D. Juan Manuel seguiría viniendo a Marmolejo en busca de reposo y de paz. Monumento y Homenaje a Ortí Lara Con motivo del centenario de su nacimiento, el pueblo de Marmolejo preparó un monumento y un homenaje a favor de su preclaro paisano. Para la cuestación del monumento se abrió el 6 de octubre de 1926 una suscripción popular en el Diario Norte Andaluz. Los donativos podían remitirse a la dirección del periódico o al tesorero de la Comisión Organizadora, Don Pedro Solís Rodríguez, Párroco de San Bartolomé.

Mercado de hortalizas y verduras en Plaza del Amparo y Monumento a Ortí Lara (1926-31)


El 29 de octubre de 1926, se celebraba el centenario del nacimiento de Ortí y Lara en una ceremonia realizada bajo la lluvia y a la que asistía la elite política, cultural y religiosa de la provincia. El momento clave del homenaje era la inauguración de un busto del "Sabio Andaluz" (seudónimo popular con el que se le conocía al filosofo en Marmolejo), obra realizada por el escultor Jacinto Higueras, para la Plaza del Amparo que había sido engalanada y remozada por el alcalde Juan Luis Burlo para tal acontecimiento. Institución libre de Enseñanza Paralelamente a la vida y obra de nuestro filósofo marmolejeño, un grupo de compañeros de estudios ha derivado por corrientes diferentes con las que Juan Manuel Ortí Lara chocará y a las que combatirá toda su vida: se trata del krausismo, que él conoció directamente y al que combatió en su idioma original, dado su dominio del alemán y otras lenguas. La Institución libre de Enseñanza fue un intento pedagógico que se realizó en España, inspirado en la filosofía de Karl Christian Friedrich Krause (Krausismo). Fue fundada en 1876 por un grupo de catedráticos (entre los que se encontraban Francisco Giner de los Ríos, Gumersindo de Azcárate y Nicolás Salmerón), separados de la Universidad. Ello les obligó a proseguir su tarea educadora al margen de los centros universitarios del Estado, mediante la creación de un establecimiento educativo privado, cuyas primeras experiencias se orientaron hacia la enseñanza universitaria y, después, a la educación primaria y secundaria. Desde 1876 hasta la guerra civil de 1936, la Institución libre de Enseñanza se convirtió en el centro de gravedad de toda una época de la cultura española y en cauce para la introducción en España de avanzadas teorías pedagógicas y científicas que se estaban desarrollando fuera de las fronteras españolas. Las corrientes más progresistas de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, se alinearán en este movimiento pedagógico, lleno de grandes intuiciones educativas (la gratuidad de la primera enseñanza, la obligatoriedad en la escolarización, la igualdad de sexos en la educación), pero a la vez, como todo lo nuevo, de sueños e ilusiones irrealizables: por ejemplo, la abolición de libros oficiales de texto, la pretensión de crear un hombre ideal religioso-laico, es decir, con íntimo sentido religioso, pero sin pertenencia a ninguna confesión.

La Institución Libre de Enseñanza encontrará su auge y a la vez su cénit en la República. Sus aportaciones en el campo de la pedagogía serán recogidas principalmente en países de Hispanoamérica. En mi opinión, se trató de un proyecto novedoso, con base científica, pero, como tantas cosas de aquella época, falto de tacto y precisión, pues fue visto como demasiado rupturista, revolucionario y transgresor. En esta línea se sitúan las durísimas críticas del filósofo y psicólogo Ortí Lara, nuestro paisano, que ve en estas nuevas tendencias krausistas, además de un error pedagógico y filosófico, un verdadero ataque a las raíces culturales católicas. En este contexto, podemos comprender la decisión cainita del gobierno municipal de Marmolejo, recogida en las Actas Capitulares, Sesión 8 de Mayo de 1931, de retirar el Busto de Ortí Lara, colocado en el Centenario de su nacimiento y costeado por suscripción popular: “El Ayuntamiento acuerda por unanimidad que requieran a los familiares de dicho Sr. D. Juan Manuel Ortí y Lara, por si desean retirarlo de tal plaza y quedar con el tan repetido busto en concepto de depósito por un plazo de 10 años, pasado el cual si el Ayuntamiento no lo reclama pasará definitivamente a ser de su propiedad, pero obligándose por su cuenta a dejar el trozo de la plaza en que está colocado, pavimento de igual forma que el resto de la misma”. Según Manuel Perales Solís, el acuerdo se tomó con la unanimidad del grupo socialista y sin el beneplácito de los ediles monárquicos. La excusa que la corporación socialista aducía para la retirada del monumento del ilustre Ortí Lara es “que obstruía el paso de la plaza”.

5. Ampliación del Templo Parroquial Con el desarrollo y crecimiento de la población de Marmolejo, gracias al Balneario y al turismo de salud, la Iglesia Parroquial “que no estába concluida”, se quedó pequeña y resultaba inadecuada. El Templo Parroquial de Nuestra Señora de la Paz de Marmolejo hubo de sufrir una obra de ampliación a finales del siglo XIX. La obra consistió en desmontar las cubiertas anteriores y hacer unas nuevas más altas y en forma abovedada para dar al conjunto más altura y más armonía. Además se añadió la Torre de la Parroquia, cambiando una antigua espadaña con tres campanas, que los mayores hace años recordaban haber oído de sus padres y a la que hace mención Manuel Muñoz en su libro. También nos ha


llegado una descripción de Don Antonio Alcalá Venceslada que en 1943 publicaba en el Diario Jaén una narración de las fiestas patronales de su infancia, a finales del siglo XIX: “El cuatro de septiembre comenzaban las fiestas a las doce con los inevitables disparos de cohetes y los repiques de campanas en la vieja espadaña, antecesora de la actual torre, en la cual se balanceaban orondas la "gorda", la "mediana”, el esquilón y otra campana pequeña que se asomaba a la calle de la Iglesia en un paredoncillo adosado en ángulo recto. Era un clásico campanario que mereció, muy poco antes de su derribo, el honor de ser copiado por los pinceles de Moreno Carbonero”. Lo que queda del templo original es la obra desde el nivel del suelo hasta las portadas. A partir de ahí, se amplió, pero con la genialidad por parte del arquitecto de hacerlo con los mismos materiales originales, consiguiendo como resultado, un edificio que da la sensación de ser un todo y de tener un estilo propio (renacentista). Las obras se empezaron en 1896 y

culminaron en 1902. Fueron dirigidas por el arquitecto diocesano de la época Justino Flores Llamas (1850-1927), autor, entre otras, de la iglesia Parroquial de Porcuna (basta con ver la similitud de las torres de ambas iglesias). Esta obra de ampliación será llevada a cabo por D. Ambrosio Sánchez Calderón (el Párroco del último tercio del siglo XIX) y concluida bajo la supervisión de Don Luis Soria Ávila (Párroco de Marmolejo de mayo de 1898 a julio de 1906).

6. La Parroquia a principios del Siglo XX (1900-1930) La Parroquia de Marmolejo comenzó el agitado siglo XX con sus obras de ampliación. En agosto de 1900 nos encontramos al Párroco Don Luis Soria Ávila presidiendo el entierro de D. Eduardo León y Llerena. En sus ocho años como Párroco, aparecen como coadjutores

Reconstrucción del estado del templo parroquial antes de su ampliación en 1896: Se subieron las cubiertas de la nave central y se cambió la pequeña espadaña por una hermosa torre parroquial


D. Ildefonso Martínez y D. Pedro Perales, además de D. Joaquín González Díaz, conocido como “el cura de Jesús” por atender pastoralmente la Iglesia de Jesús durante varias décadas. El 25 de Julio de 1906 llegaba a Marmolejo el nuevo Párroco Don Francisco de Paula Aranda Cabrera (1874-1936), natural de Martos, que contaba con tan sólo 32 años. Había ejercido en Torredonjimeno y en La Guardia, y llegaba a nuestra Parroquia por oposición. Con Don Francisco de Paula Aranda continuarán los primeros años D. Pedro Perales Fernández y D. Joaquín González Díaz. Unos años después se menciona a D. Francisco Padilla Gutiérrez. No obstante, en la década de los 30, durante la República, Don Francisco Aranda Cabrera ejercerá el ministerio parroquial ayudado por los sacerdotes coadjutores D. Antonio Parras Sanz y D. José Castellano Vela. En 1908, se funda con su ayuda la Sección de la Adoración Nocturna de Marmolejo, cuyo primer presidente será D. José López Morcillo, hasta el año 1928 en que lo releva Don Julio Vizcaíno.

Firmas de los dos Párrocos de comienzos del siglo XX: Don Luis Soria Ávila y Don Francisco de Paula Aranda Templo Parroquial a principios del Siglo XX


En 1920 el Párroco de Marmolejo Don Francisco de Paula Aranda Cabrera presenta al Obispado un informe en el que describe las Hermandades existentes en la Parroquia: la Cofradía de la Virgen de la Cabeza, Nuestro Padre Jesús, Santo Sepulcro, Virgen de los Dolores, San Juan Evangelista y Virgen de la Paz y San Julián. Respecto a la actualidad están todas excepto la de San Juan que no será restaurada, y en cambio aparecerá en 1956 la de la Virgen de la Esperanza. Por su parte, Manuel Muñoz hace referencia a otras dos Hermandades que desaparecerán con la Guerra Civil: la Hermandad de los Blanquillos (o de la Virgen del Mayor Dolor) y la Hermandad del Santísimo (formada por un grupo de 33 soldados romanos que hacían la guardia al Monumento y acompañaban todas las procesiones). Entre los años 1.923-24 se realizó la reparación del tejado del Templo Parroquial. Se quitó la bóveda de cañón peraltada, se sustituyeron las primitivas tejas árabes por las actuales -planasy se construyó una nueva bóveda con armazón de hierro, y ladrillo, decorándose con pinturas hoy desaparecidas. Descripción del templo parroquial en los años 20-30 Manuel Muñoz en su libro Historia y Costumbres de Marmolejo (pp. 28-32) nos hace una bella descripción de la Iglesia Parroquial en los años 20 y 30. Imaginemos que entramos a la Parroquia por la puerta de la umbría, que da a la calle Iglesia. Vamos a ir recorriendo desde ahí todos los retablos e imágenes que se encontraban en el templo. En la nave lateral, en el lado izquierdo, una vez pasada la Puerta de la umbría, donde ahora hay un cuadro de Nuestro Padre Jesús, estaba el Altar de San Julián: “Era muy pobre, de maderas pintadas de color marrón y purpurina dorada”. A continuación se encontraba el Altar de San José con el Niño Jesús en brazos: “Este altar estaba pintado de marrón y en la mesa del mismo había una sierra de carpintero, tallada en madera, de tamaño natural. Este Santo tenía su Hermandad, y en su día celebraban su Fiesta Religiosa, por todo lo alto, con música y cohetes. Llevaban una gran


bandera color marrón y varios cetros. Recuerdo que mi abuela me llevaba a la Iglesia, y al ver a los cofrades, me decía: "Mira ese viejecito se llama Miguelico Cano, es el Hermano Mayor. Vive en nuestra calle de la Iglesia con su hija Petra, la costurera; me preguntaba ¿no la conoces? Es esposa de Manuel Pantoja, un cantero que trabaja la piedra haciendo escalones para las casas o ruedas para los herreros con el fin de afilar las hachas y los hocinos.” Continuando en este mismo lateral izquierdo, y junto al crucero se encontraba el Púlpito de la Iglesia, desde donde se predicaba a los fieles, y en el lado contrario en que se colocará después de la Guerra: “…Me parecía muy valioso por cierto. Era de mármol negro, formando una gran concha, sobre un precioso pedestal, con unas bien trabajadas estrías. La balaustrada era de hierros muy gruesos, muy labrados, con incrustaciones de bronce. A mi parecer esto era de lo más valioso que había entre los enseres de la Iglesia”. Hacia la izquierda y frente al Sagrario, que estaba en el mismo sitio que está el de hoy, es decir, donde se encuentra hoy la Virgen del Pilar, “había otro altar dedicado a las ánimas del Purgatorio, en un enorme cuadro al óleo que seguramente medía dos metros de ancho, por tres de alto, aparte del altar propiamente dicho, y que a los pies de la mesa del Altar empezaban los peldaños de la escalera del Pulpito”. A continuación, donde hoy se encuentra el Resucitado, “estaba el altar de la Patrona la Santísima Virgen de la Paz. Este era todo de madera, pintado de azul celeste y blanco, y tenía dos columnas a los lados. La imagen era tan alta como la Virgen de los Dolores. Tenía muchos mantos de todos colores, rosa, azul, blanco, etc., que se los cambiaban con mucha frecuencia”. “Luego venía el Altar del Sagrario en donde había un Cristo Crucificado, tallado en tamaño natural, y que se sacaba el Viernes Santo en la procesión de la mañana, y luego por la tarde se sacaba en la del Entierro. A esta imagen se le bajaban los brazos, previamente como iba reseñando un predicador, desde el Pulpito, a los otros curas que revestidos iban desclavándolo de la cruz, hasta colocarlo en el Sepulcro de Cristal. Todo previamente preparado en el Altar Mayor, en presencia de todo el pueblo, que no cabía en la Iglesia”. A continuación estaba el Retablo del Altar Mayor el Presbiterio, atribuido al retablista del siglo XVII Sebastián de Solís. Este primitivo retablo constaba de un ático, dos

cuerpos el superior, de tres calles y el mediano, de cinco- y la parte inferior, que disponía de dos relieves. En el Ático, se observa un Calvario exento compuesto por la figura central del Crucificado, flanqueado a ambos lados por las tallas de la Virgen María y San Juan. Puede apreciarse en el centro de los dos cuerpos del retablo, la imagen de la Virgen, -pues el templo parroquial tiene advocación mariana-, y debajo de ella se halla un gran manifestador. Alrededor de ambos, separados por doble columna, muy del gusto de la época, se encontraban cuatro grandes cuadros representando a los Padres de la Iglesia latina: los Obispos San Ambrosio y San Agustín, el Cardenal San Jerónimo y el Papa San Gregorio Magno. A derecha e izquierda de los cuadros inferiores aparecen las esculturas de los apóstoles San Pedro y San Pablo. Y en los extremos de los cuadros superiores, se aprecian los escudos de los dos obispos de la época de su construcción, enmarcados en una ornamentación oval. Finalmente, en la parte inferior de este conjunto escultórico y semiescondidos por el altar de culto y las imágenes de los Sagrados Corazones, se hallan dos bajorrelieves labrados en madera que representan los pasajes de la Adoración de los pastores, a la izquierda, y la Anunciación, a la derecha. Manuel Muñoz termina la descripción del Presbiterio con estas indicaciones: “Las escaleras eran de semicírculo, que formaban seis u ocho peldaños (en realidad eran cinco los peldaños). Eran muy bonitas y cómodas. A cada lado tenían una baranda de hierro. En los laterales de dicho Altar, había tres sillones de terciopelo rojo. Rodeaban sus paredes un zócalo de azulejos muy bonitos. Quiero recordar que también había en todos los huecos que dejan libre los altares laterales de la Iglesia.” Pasado el Altar Mayor, en el lado donde ahora está el Retablo de San Julián, se encontraba otro retablo “dedicado a la Virgen del Rosario y en las hornacinas laterales estaba la Virgen del Carmen y otra muy pequeña que le parecía a la Virgen de la Cabeza, pero sin el "rodeo" de estrellas que la circundan. Quiero recordar que era ella, porque a esa imagen la subían en un caballo de cartón de juguete, pero de tamaño mayor, después de las Navidades, en un altar que ponían en el mismo sitio que el del Nacimiento, para la novena que le llamaban "Las Jornaditas". Tirando de dicho caballo colocaban a un San José, sin el Niño”. “A esta Virgen del Carmen la cuidaba como "camarera" la Familia Ayala-


Delgado Caballero. Recuerdo haber visto a esta imagen en procesión, como una cosa muy lejana, porque la sacaban en procesión por la calle del Santo, hasta las puertas del Cementerio viejo, que había al final de dicha calle, en el recinto donde ahora está la piscina municipal”. A continuación y al lado de la Sacristía, donde hoy se encuentra la Virgen de la Paz, “estaba el Altar de San Juan Evangelista, con un gallo de madera tamaño natural a sus pies. San Juan tenía una pluma de plata en la mano derecha y en la otra un libro abierto. Estaba en una hornacina con su puerta de cristal. A los lados tenía las Imágenes de San Luis Gonzaga, que tendría sobre un metro de alto, con su sotana negra y un roquete blanco de encaje y una cruz en las manos, al otro lado San Antón

con un cerdo en sus pies”. Al parecer, esta imagen de San Juan Evangelista era de las más bellas de la Parroquia. Se trataba de la imagen de un joven con peluca larga y rubia y barbilla pequeña. En la procesión del Jueves Santo, portaba en una mano una pluma de ave en plata y en la otra un libro abierto. No obstante, cuando procesionaba el Viernes Santo, le cambiaban la mano con la pluma por otra mano con un dedo señalando al cielo. A continuación, en la esquina de la nave central y frente al Pulpito, había un altar de San Antonio, con un niño Jesús. A este santo lo pasaron a otro lugar, más cerca de la Virgen de los Dolores, y en su lugar colocaron un Resucitado, que costeó un señor, que creo se llamaba Juan Solís "el de las rentas". A esta imagen nunca la

Retablo y Altar Mayor de la Parroquia de Marmolejo anterior a 1936


sacaron en procesión. A continuación había otro altar (muy pobre como todos) pero que no recuerdo que santo tenía.” A continuación estaba (y está) la Capilla de la Virgen de los Dolores. Entrando a ella y a la izquierda había una hornacina en la que colocaban a San José con el Niño de la mano, al que antes hemos hecho referencia. Al lado de esta capilla había una especie de trastero, con una puerta muy vieja y sucia. Según Jorge Martín, había también otros retablos en la nave central: la Inmaculada, la Milagrosa y un cuadro de la Virgen del Perpetuo Socorro enmarcado en un retablo, aunque no hemos podido averiguar ningún dato más. Arriba, en el crucero había muy pocos bancos, allí lo que había era muchos reclinatorios particulares. Todas la Imágenes, altares, enseres etc., desaparecieron en la guerra civil en los años 1.936 al 39, por haberse utilizado ésta como mercado de abastos.

Angostillo antes de la Guerra

7. La etapa de la República En 1931 los españoles no estaban radical e irremediablemente divididos por cuestiones religiosas. España era un país católico, con una mayoría aplastante que vivía su catolicismo con toda normalidad y también con toda intensidad porque configuraba toda su existencia terrena, desde el nacimiento hasta la sepultura. Sólo determinados grupos tenían en su mente un proyecto, arrastrado durante años, de desterrar a la Iglesia de toda presencia social y de instaurar un laicismo que no era simple neutralidad sino militantemente anti-religioso. El “España ha dejado de ser católica” de Azaña sería la expresión de un deseo más que la neutral constatación de una realidad sociológica. Cuando en abril de 1931 se proclamaba la República la cuestión religiosa no se planteó ni poco ni mucho; estaba ausente. No en vano Alcalá Zamora (ex ministro de Alfonso XIII) había planteado la posibilidad de una República conservadora bajo el patrocinio de San Vicente Ferrer. Y la Iglesia había aceptado al nuevo régimen por expresas instrucciones de Roma al Nuncio Tedeschini que se mantuvo en Madrid con el aval y reconocimiento de los líderes católicos republicanos como el propio Alcalá Zamora y Miguel Maura.

La Parroquia contaba con un reservado en el angostillo, que perderá durante la República

Pero las fuerzas que habían tomado el rumbo de la República no estaban dispuestas a aceptar estos proyectos. Y apenas un mes después, ocurrían unos acontecimientos inesperados que iban a poner sobre el tapete la cuestión religiosa: durante los días 11, 12 y 13 de mayo de 1931 en Madrid, Valencia, Alicante, Murcia, Sevilla, Málaga y Cádiz, los asaltos, el saqueo y el incendio de iglesias y conventos fueron episodio corriente sin que la fuerza pública interviniera en su favor hasta que la situación se hizo insostenible. Pero lo más revelador fue la


Plaza del Amparo y de la Constitución a principios del siglo XX. Suelo de tierra.

Calle Duque de la Torre (Arroyo) alrededor de 1920. Al fondo, el Ayuntamiento antiguo.

Plaza de la Constitución en los años 30. A la izquierda Hotel Central y Casino.

reacción del Gobierno y de las izquierdas. Azaña paralizó en seco cualquier intento de frenar los disturbios, arguyendo: "Todos los conventos de Madrid no valen la vida de un republicano". Alcalá-Zamora, jefe del Gobierno provisional, escribe con amargura en sus memorias: "La furiosa actitud de Azaña planteó, con el motín y el crimen ya en la calle, la más inicua y vergonzosa crisis de que haya memoria". Resulta difícil entender estos sucesos y la pasividad de las fuerzas de orden público al servicio del gobierno, pero aún es más difícil entender cómo es posible que estos hechos no quedaran como algo aislado sino que durante años se convirtieran en un mal continuo. Después de este episodio denominado de manera impropia como la “quema de conventos” los incendios se repitieron por toda España de manera constante. En un cálculo aproximado, en 1932 se producen al menos 15 de estos atentados, en su mayoría incendios, en 1933 al menos 69 y entre enero/septiembre de 1934, 25. Se trata de cifras no exhaustivas porque la censura impedía que se divulgasen muchas noticias y otras veces éstas se limitaban al ámbito en que habían ocurrido por tratarse de sucesos de menor importancia. A partir de los incendios de mayo de 1931 y con su pasividad, el gobierno de la República había dado alas al anticlericalismo popular de los partidos revolucionarios, al menos tolerando sus manifestaciones de violencia. Estos hechos permitieron que se planteara a partir de entonces la cuestión religiosa como un problema candente. A partir de ahora podría manifestarse en su propio terreno el anticlericalismo elitista y burgués de los viejos partidos republicanos y liberales, que se manifestaba en medidas de carácter legislativo pero de gran trascendencia como los artículos de la Constitución y las disposiciones complementarias. Unamuno detectaba muy bien la raíz de estas decisiones con unas palabras que se refieren a los crucifijos pero que tienen aplicación a todas ellas: “La presencia del Crucifijo en las escuelas no ofende a ningún sentimiento ni aún al de los racionalistas y ateos; y el quitarlo ofende al sentimiento popular hasta el de los que carecen de creencias confesionales. ¿Qué se va a poner donde estaba el tradicional Cristo agonizante? ¿Una hoz y un martillo? ¿Un compás y una escuadra? O ¿qué otro emblema confesional? Porque hay que decirlo claro y de ello tenderemos que ocuparnos: la campaña es de origen confesional. Claro que de confesión anticatólica y anticristiana. Porque lo de la neutralidad es una engañifa”. El 15 de octubre de 1931, tiene lugar el debate y votación sobre el culto público religioso. El texto puesto a votación y aprobado por las Cortes Constituyentes, figurando como el Artículo 27 dice: “La libertad de conciencia y el derecho a profesar y practicar libremente cualquier religión quedan


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El Párroco Don Francisco de Paula Aranda Cabrera y la Acción Católica Femenina en los años 30

El movimiento seglar “Acción Católica” surge en España a finales de los años 20 y principio de los 30. La Acción Católica de la pre-guerra civil (1930-36) se organiza como una liga de seglares para defender de los derechos de la Iglesia.En la post-guerra (1939-50), la Acción Católica busca más la presencia en todas las Parroquias, en todas las ceremonias religiosas e incluso civiles. A partir de 1950, la Acción Católica se torna más misionera, buscando encauzar el apostolado de hombres y mujeres que influyan, con ejemplo y palabra, en la cristianización de personas y estructuras. En esta foto, anterior a la Guerra Civil, acompañan al Párroco Don Francisco Aranda las siguientes personas: 1. Rosario León; 2. Rosalía Casado; 3. Mercedes Lara; 4. Petra Lozano; 5. Rosalía Estanco; 6. Angelita Muñoz; 7. Manolita (Hotel Madrid); 8. Mª Josefa Lozano; 9. Ramona Parras; 10. María Perales Cano; 11. Pilar Fernández; 12. Maruja Fernández; 13. Anita Martínez; 14. Irene Lozano; 15. Carmen Lozano; 16. Antonia Lozano; 17. María Aranda; 18. Petra Barragán; 19. Angelita Madera; 20. María Lozano; 21. Antoñita Solís; 22. Cabeza Robles; 23. Carmen Plaza; 24. María Robles; 25. Carmela Robles; 26. Queca Solís; 27. Dolores Barragán; 28. Joaquina Pastor; 29. Encarna Castilla; 30. Carmen Anguita; 31. Juana Aguayo; 32. María Aguayo.


garantizados en el territorio español, salvo el respeto debido a las exigencias de la moral pública. Los cementerios estarán sometidos exclusivamente a la jurisdicción civil. No podrá haber en ellos separación de recintos por motivos religiosos. Todas las confesiones podrán ejercer sus cultos privadamente. Las manifestaciones públicas de culto habrán de ser, en cada caso, autorizadas por el Gobierno. Nadie podrá ser compelido a declarar oficialmente sus creencias. La condición religiosa no constituirá circunstancia modificativa de personalidad civil ni política, salvo lo dispuesto en esta Constitución para el nombramiento de Presidente de la República y para el Presidente del Consejo de Ministros”. En los meses que siguieron, durante los debates de ponencia de la nueva Constitución se plasmó nuevamente la divergencia entre los sectores catolicistas, una parte de ellos representados desde abril por la asociación Acción Católica, que iría aumentando progresivamente su influencia en la escena política, y los republicanos laicistas. La Constitución estipulaba, en su artículo 26, párrafo 3, la separación entre Iglesia y Estado y el sometimiento de las órdenes religiosas "que estatutariamente impongan, además de los tres votos canónicos, otro especial de obediencia a autoridad distinta de la legítima del Estado" (en referencia al cuarto voto de obediencia al Papa profesado por los Jesuitas), a un Estatuto especial por el que se les prohibía la enseñanza. También se contemplaba la finalización de las partidas del presupuesto del Estado correspondientes a Culto y Clero, extinguiendo la vía pública de financiación de la Iglesia Católica. En un parlamento en el que, en virtud de la ley electoral, la conjunción republicano-socialista había obtenido una holgada mayoría parlamentaria, tras las elecciones de junio de 1931, el artículo 26 fue aprobado con 178 votos a favor y 59 en contra, pero sumó numerosas abstenciones y provocó la retirada de 42 diputados de los partidos agrarios y de los representantes vasconavarros. Las disposiciones constitucionales, una vez aprobado el texto el 9 de diciembre de 1931, resultaron en la disolución de la representación en el país de la Compañía de Jesús, llevada a cabo el 24 de enero de 1932 y provocó que la mayoría de los jesuitas partiera al exilio. En las postrimerías del bienio reformista, el 17 de mayo de 1933, el gobierno aprobó la controvertida Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas, aprobada por las Cortes el 2 de junio de 1933, y reglamentada por un Decreto de 27 de julio por la que se desarrollaba el carácter

laico del Estado según estipulaba la Constitución. La ley confirmaba la prohibición de la enseñanza a las órdenes religiosas, a la vez que se declararon de propiedad pública los monasterios e iglesias. Sin embargo, la ley que afectaba a la escolarización de más de 350.000 alumnos en un país donde el 40% de la población era analfabeta, fue en la práctica suspendida por la imposibilidad del Gobierno de izquierdas, derrotado en las elecciones del mes de noviembre de 1933, de construir el número suficiente de escuelas primarias públicas en sustitución de las dependientes de la Iglesia. Con ocasión de los sucesos revolucionarios de octubre de 1934, la persecución religiosa daría un salto cualitativo de trascendental importancia ya que se produjeron los primeros asesinatos de sacerdotes, religiosos y seminaristas. Una vez desarticulado este intento, los atentados antirreligiosos son muy escasos, hecho que demuestra la estrecha vinculación que habían tenido con la organización (ahora desmantelada) de los partidos y sindicatos izquierdistas. En cambio, a partir del triunfo del Frente Popular los incendios y agresiones se convirtieron en episodio corriente hasta desembocar en la explosión sin precedentes de los primeros meses de la guerra civil. Todos los datos acerca de la persecución religiosa durante los años de la Segunda República coinciden en rebatir la difundida opinión de que la persecución religiosa en España durante estos años fue una respuesta espontánea ante el apoyo de la Iglesia a la sublevación que dio paso a la guerra civil o ante la represión desencadenada en zona nacional. El inicio de la persecución religiosa fue anterior a 1936 y no es legítimo relacionar estas acciones con un alzamiento que aún no había tenido lugar. Otra cosa, no menos cierta, es que el comienzo de la guerra permitió al anticlericalismo actuaciones que no habían sido posibles cuando al menos se mantenía la apariencia de un orden legal. En síntesis, no se puede decir que la persecución religiosa fuera una consecuencia de la guerra civil (pues es anterior), pero es indudable que una de las causas decisivas que llevó al enfrentamiento civil fue la persecución religiosa. En el año 2008, recopilando fotos e información de la Parroquia, hemos conocido la existencia del SEMANARIO INDEPENDIENTE MARMOLEJO. Este periódico semanal sale por primera vez el 7 de agosto de 1932 con la intención de ser "Defensor de los intereses


locales". Está dirigido por un Consejo de Redacción en el que participan Francisco Pastor Fernández (escribiente del Juzgado Municipal), José Gutiérrez Alcalá, el aguanoso Juan Félix Bellón (de Cuenca), Alfredo Lozano, Manuel Casado Pedrajas... La redacción tiene su sede en la C/ Duque de la Torre, 9. La Administración en la C/ Juan Montilla, 29. El número suelto cuesta 15 céntimos y la suscripción anual 9 pesetas. En el Semanario MARMOLEJO hemos podido comprobar el ambiente anticatólico creciente que se respiraba también en nuestro pueblo, alrededor de los años 1932-33, y que estallaría en años posteriores. Hasta ahora sólo teníamos testimonios parciales, de uno u otro bando, acerca de lo ocurrido en aquellos años. Ahora conocemos de primera mano algunos de los episodios vividos por el Párroco de Marmolejo D. Francisco de Paula, y las Juntas Directivas de las Cofradías de la época, que explica la prohibición, por parte del Alcalde frentepopulista Ignacio Expósito, de las Procesiones de Semana Santa y la Romería de la Virgen de la Cabeza, y constituyen una premonición de lo que ocurrirá poco después... La primera provocación a la Iglesia, por parte del Ayuntamiento de Marmolejo, consistió en solicitar al Obispo de Jaén que cediese el uso de la Ermita de Jesús para la instalación de un mercado, dado que estaba cerrada al culto por el mal estado en que se encontraban sus cubiertas. Dado que la devoción a Nuestro Padre Jesús estaba tan arraigada entre las clases humildes de la localidad, y puesto que hasta las mismas autoridades del Frente Popular habrían puesto a recaudo la imagen de Nuestro Padre Jesús, según la tesis de M. Perales Solís, le podían haber dado gusto a gran parte de su electorado acometiendo un pequeño arreglo a la Iglesia de Jesús. Lejos de ello, se les ocurre montar un mercado. Esta cuestión irá coleando hasta comienzos de la Guerra Civil en que montaron allí un economato. A continuación vamos a comentar algunos de estos episodios, acontecidos en Marmolejo durante la República: 7.1. En la República desaparacerá el Hospital de Marmolejo Antonio Robles Aguayo, en su libro Marmolejo ¿queréis conocerlo?, p. 91-92, nos describe ampliamente el Hospital de San Juan de Dios, en la calle San Julián: “Constaba este hospital de una dotación de 26 camas,

para enfermos de larga duración u hospedados. Estaban en dos salas, en una había diez camas y en la otra dieciséis. Las camas estaban colocadas en "batería", cerca de la pared, dejando un estrecho pasillo entre camas y pared los pies se miraban unos a otros. En el centro de la sala había una mesa en la que se ponía: las sábanas limpias, el material de cura como: gasas, vendas, la tintura de iodo, alcohol y las aguas curativas. Al entrar en la sala, a la derecha, había un pequeño cuarto de nueve metros cuadrados, que era el Refectorio, o lugar secreto y privado, donde la monja que regentaba las salas guardaba la ropa limpia para los enfermos, sábanas para las camas, pijamas, muletas de madera en forma de "T", y material sanitario destinado a ser administrado en horas próximas. (…) Arriba las salas, de los enfermos, una sala de curaciones o quirófano, que era donde curaban y operaban, tenía una mesa grande. Un retrete con varios servicios, un cuarto de duchas, una azotea y el lavadero. La casa de las monjas o cuartos propios donde se retiraban a hacer su vida privada, también estaba arriba. Aquí, a este hospital iban y venían, salían pronto. A no ser que necesitaran ser ingresados. Más que nada eran estos pacientes ancianos ya enfermos, en el invierno con mucho frío y muertos de hambre... Las mujeres parían en sus casas. Las curas se solucionaban con tintura de iodo para que no infectaran las heridas. Los dolores con emplastos, y roturas de huesos con escayolas y vendajes. La cojera con muletas de madera y las demás enfermedades con un buen plato de sopa caliente, que era lo que más necesitaban aquellos enfermos y si no una lavativa, o si era el caso contrario, pues una buena purga”. También Pascual Madoz menciona la existencia de un pequeño hospital en Marmolejo. Por lo que sabemos, en los años 30, existía en la calle de San Julián un pequeño hospital atendido por tres Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, que misteriosamente desaparecerá durante estos años de la República. El Semanario Independiente MARMOLEJO, en su número 19 (Año I), de 11 de diciembre de 1932, arremete contra el Gobierno Municipal, presidido por el Alcalde socialista Andrés Velasco, por haber privado al Hospital de San Juan de Dios de presupuesto. En un irónico artículo firmado por el republicano JOTAGEA (José Gutiérrez Alcalá) se puede leer: “… Si bien en este año que entramos nuestro Presupuesto aumenta sobre los anteriores la friolera de un 65%, no lo es, ciertamente, en pro y beneficio del pueblo, sino antes al contrario, que tiende a centuplicar los gravámenes, ya


imposibles, de la industria, a adquirirle al comercio un puesto más cercano al fracaso, etc., etc… Vamos nosotros a preguntarle al Alcalde, a los confeccionadores del Presupuesto y a los que le dieron su beneplácito: ¿Con cuánto habéis dotado, en el próximo Presupuesto, al Hospital de San Juan de Dios, único Centro de esta naturaleza en la localidad? Me contestarían:-Con la suma anual de 750 pesetas; 62,50 pesetas mensuales; con 2 pesetas 8 céntimos, más ¾ de estos, diariamente… He aquí, uno de los puntos que más entristecen al Presupuesto en cuestión. Y digo entristecen, y creo no haberme equivocado. En un presupuesto de 384.383'76 pesetas, aparecen consignadas, para un Hospital tan sólo que hay, 750 pesetas… para practicar la CARIDAD, para un Centro, servido por madres viejas, diminutas, rugosas, enjutas, por santas mujeres, cuyos corazones exaltados en el amor a Dios, impusiéronse en nombre de Éste, como obligación el practicar la CARIDAD… ¿Qué harán nuestras Madres de Caridad con 750 pesetas? ¿A cuántos pobres podrán alimentar con 2 pesetas y unos céntimos diarios? [Nota: Por el mismo periódico sabemos que en 1932 un 1 Kg de pan cuesta 60 céntimos; y un panadero gana un jornal diario de 8'50 pesetas. El Presupuesto Municipal pretendía ahogar económicamente el Hospital aportando la ridícula cantidad de 4 Kg. de pan al día] ¿Cuántas obras de caridad podrán emprender, con esa ridícula cantidad? Y ellas, tres mujeres, ¿cómo subvienen a sus más elementales, cómo viven?... ¡Irán pidiendo por las calles! Cuando llueva, calando sus vestiduras; cuando haga frío, arrastrando sus torpes y viejos remos, ateridos por las calles; cuando haga calor… ¡Qué concepto de la Sociedad y de la vida!” El Sr. Jotagea termina el artículo pidiendo a los confeccionadores del Presupuesto que aumenten el Presupuesto 3.000 pesetas más para destinar al Hospital, que el pueblo de Marmolejo lo aplaudirá. Recuerda que al Hospital le han quitado todo tipo de subvención, de la Diputación y del Ayuntamiento, y se niegan a pagarle una deuda de 1930, bajo la excusa de que es pre-republicana. Por último arremete contra otra cantidad del Presupuesto: para una máquina de escribir se han presupuestado 2.500 pesetas (esta cantidad en aquella época equivale a 300 jornales bien pagados). Termina el artículo con humor: “¡Como si con 2.500 pesetas no se pudiera comprar, no ya una máquina de escribir, sino un automóvil Ford, de los del último modelo!”.

7.2. El Alcalde prohíbe tocar las campanas de la Iglesia Gracias al libro de M. Perales Solís , que ha tenido acceso al Archivo Municipal, conocemos parte de este episodio. Nótese el tono chulesco del Alcalde respecto del Párroco Don Francisco Aranda en la siguiente comunicación interna: "Por el Sr. alcalde se hace saber a los compañeros de Concejo que como resultado de una conversación habida con el Sr. cura párroco...se envió a la alcaldía por este Señor un escrito en que hace constar los toques de campanas de costumbre y las que voluntariamente suprimía por las molestias que ocasionan al vecindario y a las oficinas de este Ayuntamiento. El dicente aceptó como vemos los toques que el Sr. Prior pedía: no había dado cuenta a los compañeros del asunto por no concederle importancia, toda vez que se trataba de cuestiones de policía, pero antenoche recibió una carta del prior diciéndole que volvería a los toques de costumbre si no se prohibía de forma legal, y ante ello no le queda otro remedio que someter el asunto a conocimiento de la corporación y que ella decida…" (La memoria rescatada, p. 45). Jose Gutierrez Alcala, nacido en Marmolejo en 1912, es uno de los fundadores del partido Unión Republicana en Marmolejo. Amigo personal del líder nacional de dicho partido, el sevillano Diego Martínez Barrio, sería reclamado para ocupar la Secretaría Particular del que fuera varias veces Ministro durante la 2ª República y Presidente de las Cortes durante toda la Guerra Civil. En palabras de Manuel Perales Solís, “José fue un joven autodidacta que logró con mucho sacrificio cursar estudios de abogado estudiando en las cárceles franquistas de Madrid y Guadalajara. A pesar de ser un republicano convencido mantuvo sus convicciones religiosas hasta el final de sus días, si bien siempre se manifestó muy crítico con la jerarquía eclesiástica durante la 2ª República”. La Unión Republicana fue un partido político español surgido tras la fusión, en septiembre de 1934, de varios grupos radicales: el Partido Radical Demócrata de Diego Martínez Barrio, escindido el 16 de mayo de ese mismo año del Partido Radical de Lerroux en protesta por su acercamiento a la CEDA; la Izquierda RadicalSocialista de Botella Asensi, escindida del PRS; y el ala derecha del Partido Radical Socialista, liderado por Félix Gordón Ordás. En 1935 se integró en el Frente Popular


SEMANARIO INDEPENDIENTE MARMOLEJO. Este periódico semanal sale por primera vez el 7 de agosto de 1932 con la intención de ser "Defensor de los intereses locales". Está dirigido por un Consejo de Redacción en el que participan Francisco Pastor Fernández (escribiente del Juzgado Municipal), José Gutiérrez Alcalá, el aguanoso Juan Félix Bellón (de Cuenca), Alfredo Lozano, Manuel Casado Pedrajas... La redacción tiene su sede en la C/ Duque de la Torre, 9. La Administración en la C/ Juan Montilla, 29. El número suelto cuesta 15 céntimos y la suscripción anual 9 pesetas.


junto con socialistas, comunistas, republicanos de izquierda (agrupados en la Izquierda Republicana) y otros grupos progresistas.Tras el triunfo frentepopulista en las elecciones de 1936, el líder de la Unión Republicana, Diego Martínez Barrio, desempeñó interinamente la Presidencia de la República tras la destitución de Niceto Alcalá-Zamora, hasta el nombramiento de Manuel Azaña. Tras la guerra, Unión Republicana se convirtió, junto con Izquierda Republicana, en una de las principales organizaciones republicanas en el exilio. Dicho esto, queda claro que José Gutiérrez era un republicano convencido, nada sospechoso de franquismo. No obstante, como católico, no podía consentir el atropello que, en nombre de la República, algunos laicistas integristas querían infligir a la Iglesia Católica y a sus sacerdotes. Por eso, es muy crítico con la decisión del alcalde de Marmolejo en prohibir el toque de las campanas, o en que desde el Ayuntamiento se asfixie económicamente el único Hospital de Marmolejo, por estar regido por monjas católicas. El 11 de diciembre de 1932, con un gran sentido del humor, publica esta poesía crítica con la decisión del Alcalde de suspender el toque de las campanas:

¡Ya no tocan las campanas!... A mi querido primo, Francisco Pastor Fernández, cariñosamente Er arcarde ha suspendió er toca de las campana, en la árdea silensiosa, en la árdea que too és carma, s'ha quedao la árdea, como si no hubiea un arma. ¡Con un silensio má triste y una pena tan amarga!.. Las campanas ya no suenan. Ya no suenan las campanas. Ni en el pueblo, ni en la aldea, ni en la ciudad agitada. ¡Todo exhala ya un silencio, como de un pueblo sin alma! Ya no despiertan el sueño, en el lecho de la Patria, el bronce, rígido y yerto, del sonar de las campanas. ¡Las campanas ya se han muerto, y allí, a nuestro sueño ¡llaman! Ni en las mañanas de sol, ni en las de nubes preñadas vendrá su místico son a poetizarnos las almas... ¡Ya, las campanas, no son, el dulce canto del alba!. Ni en la noche, negra y densa, ni en la honda encrucijada, por la que el día se interna y empuja a otra noche clara … ¡El himno de esta carrera, ya no serán las campanas! Ni prenderán en los labios, ni meterán en el ama del pueblo, igual sobresalto, al sonar, sin esperarlas¡Ya no sentirán, no, nunca, a un tiempo, igual, nuestras almas!

JotaGeA Jose Gutierrez Alcala, nacido en Marmolejo en 1912, es uno de los fundadores del partido Unión Republicana en Marmolejo. Amigo personal del líder nacional de dicho partido, el sevillano Diego Martínez Barrio, sería reclamado para ocupar la Secretaría Particular del que fuera varias veces Ministro durante la 2ª República y Presidente de las Cortes durante toda la Guerra Civil.

Y vivirán distanciadas.. Y se enfriarán las almas, al no sentirse enlazadas en sus abrazos de hermanas .. ¡Esos abrazos que eran, el sonar de una campana!.. ...Y, ni la torre, elevada, regia, potente y severa, sobre las casitas blancas, será nunca lo que era: ¡De Dios, la senda preciada, do el espíritu se eleva/.. ¡Ya no suenan las campanas! ¡Ya las campanas no suenan! ¡Y con sus sones arrancan al pueblo, su alma entera! J. GUTIÉRREZ ALCALÁ


7.3. Tras la supresión del presupuesto del culto y del clero Manuel Casado Pedrajas era miembro de la Adoración Nocturna. En el periódico republicano y en el Programa de feria de 1935 se anuncia como Agente Comercial Colegiado (Agencia de la Compañía de Seguros La Catalana). Por testimonio de D. Julio Vizcaíno, en su discurso en la Fiesta de las Espigas de 1958, sabemos que fue asesinado durante la Guerra Civil, aunque no hemos podido recabar más información acerca de él. Sin embargo, hemos encontrado este interesante artículo en defensa del clero español en el Periódico Marmolejo con fecha de 8 de enero de 1933: “Una vez extinguido el presupuesto del culto y clero, suponemos estarán contentos los zurdos quitadas las migajas que a los curas les daban, es de espetar que todo marche como las propias rosas; que ya no faltará trabajo para el obrero; y... que lloverá a gusto de todos... AI menos esto se les predicó en vísperas de las elecciones; pero cabe preguntar, ¿qué van percibiendo los obreros en este mezquino presupuesto extinguido totalmente y del tan cacareado presupuesto de la ex-real casa? Si con dejar al clero en la miseria se pretende que éste ha de renegar y torcerse en el camino que Dios le marcó, estáis muy equivocados. Podrán, como de hecho, han dejado al sufrido clero en la miseria; pero el clero español tiene fe, tiene virtud suficiente para sufrir las más horrendas persecuciones y valor para aguantar las injusticias en el más escondido rincón; tiene valor para pasar hambre antes que claudicar, antes que sucumbir y caer en los lazos que le tienden a cada momento los enemigos de Cristo; el sacerdote español tiene el honor suficiente para pedir limosna antes que rasgar sus sagradas vestiduras. Y no nos detengamos en lo legal o no legal de tal funesta resolución tomada por los que salieron en la hornada del célebre 28 de junio de 1931; pero sí conviene decir que, el sacerdote, para llegar a tal, tuvo necesidad de sacrificarse estudiando una carrera de doce años, haciendo gastos que no siempre podía hacer; que después para ganar un pedazo de pan, no más, se vio precisado a hacer unas oposiciones, oposiciones más reñidas que las que ahora acostumbran algunos para conseguir mil pesetas mensuales, tan sólo por calentar el escaño. Y esto lo hizo el sacerdote al amparo de una ley que para todos ha sido respetada, menos para el sacerdote... Más no importa; si con esto se ha de salvar el

déficit que la Hacienda española sufre, los sacerdotes dan a gusto lo que en justicia les pertenece; aunque los demás, no dejen ni un enchufe para tal objeto. A todos se les jubila con un tanto por ciento, es decir se les jubila, pero se les deja para comer…; solo al sacerdote se le ha tratado... así...; y aun hay quien dice que no es persecución y que no han tratado al sacerdote con mano dura... ¿qué más se puede hacer con ellos? La expulsión de la benemérita Compañía de Jesús y confiscación de sus bienes; la prohibición de enseñanza a las órdenes religiosas; la infame quema de conventos que pusieron página negra en la gloriosa Historia de nuestra Patria; y tantas y tantas cosas, no significan persecución ¿qué entenderéis muchos por persecución? Sólo faltaba lo que nos ocupa; esto es, suprimir de un plumazo el presupuesto del culto y clero, al mismo tiempo que a todos se les aumentan sus haberes, o por ló menos se les respeta; ¡qué equidad! ¡qué humanitarismo y... qué caridad! Y no es que los sacerdotes imploren clemencia y pidan unas migajas en el banquete de la vida; no; queda dicho y mil veces demostrado que el clero español es sufrido y resignado y tiene por costumbre quitarse un pedazo de pan de la boca para dárselo al pobre; pero es preciso, al menos, salgamos en su defensa los que gracias a Dios somos católicos y sentimos en nuestros corazones la sublime virtud de la caridad. Si Dios no abandona y alimenta al pajarillo que no siembra, menos abandonará a sus ministros los Sacerdotes constituídos por Él para evangelizar al mundo y alimentar las almas de sus semejantes con los Sacramentos que son fuentes abundantes de Gracias. Por eso, repito, se podrá odiar al sacerdote y se le podrá quitar el pedazo de pan, pero jamás se le podrá arrancar la fe viva y el amor inmenso, íntimo y puro que a su Dios debe. Pasará necesidades, pero siempre bendecirá a los que le ultrajan y quitan el sustento. Si lo que se les debe por justicia no se les da, menos se les dará por gracia; de aquí que no piden, ni pedirán.,. Que les aprovechen las migajas a los que desde el primero del próximo enero se las quitaron; pero no olviden que Dios es justo, misericordioso y Padre de todos. Podían haber quitado otros sueldos, como por ejemplo a un gran número de diputados que todavía no han abierto el pico... - ¿parece exagerada la afirmación? Pues es bien cierto que hay muchos que a estas alturas no


han dicho ni pío. Todos conocemos a varios de ellos y quien quiera lista de ellos, puede adquirirla. Y sin embargo, aunque no hablan, votan y votan esta serie de cosas que vamos diciendo. Pero en fin, «no de sólo pan vive el hombre», y ahora más que nunca, los católicos hemos de esperar más y más de la bondad de Jesucristo que es la única que no tiene doblez ni ha de faltarnos porque tiene empeñada su palabra. Que la Iglesia sufre persecución, es indudable; que triunfará en la lucha, es muy cierto, porque será perseguida, pero nunca vencida; es promesa del Eterno.” ( Manuel Casado Pedrajas) 7. 4. Se retiran las cruces del camino al Balneario Es sabido que la Calle Calvario se llamaba antiguamente Calle de las cruces. Evidentemente se trataba del clásico Camino del Calvario, con sus 14 estaciones, tan típico en las afueras de muchos pueblos. Este Via Crucis solía acabar en una Ermita con un Cristo Crucificado. Lo que nadie sabía explicar es cuándo desaparecieron estas cruces y por qué. Un artículo anónimo del Periódico Independiente Marmolejo, fechado en febrero de 1933, nos aclara estas cuestiones, responsabilizando directamente a las autoridades municipales republicanas. Lo interesante, no obstante, de este artículo es la claridad con que se desenmascara la pretensión de algunos sectores republicanos de abrogarse sólo ellos la legitimidad republicana, el abuso y falta de respeto del grupo en el poder respecto a los demás grupos, y en definitiva la inviabilidad de un régimen sectario que humilla, margina y acompleja a la mitad de la sociedad. La mayoría de la gente tiene la imagen de la República idealizada, proyectada por una historiografía muy politizada: habría sido un régimen de izquierdas llegado con la misión de solucionar una serie de problemas ancestrales nacidos de la incuria y los privilegios de la derecha. La realidad, desgraciadamente, es harto diferente. : “…¿Cómo decir a las autoridades locales que han cometido un terrible error haciendo desaparecer las cruces, tan típicamente andaluzas, que había por todo el Camino del Balneario?... Esas cruces, jamás debieron quitarse. ¿Qué hacían allí; que mal producían? En el sitio en que estaban

no se nos podrá decir estorbaban para nada; no se nos podrá aseverar que ocupaban un lugar que hacía falta para algo. Allí, no estorbaban. Allí, solamente ha podido ir a arrancarlas, una saña impía, un innoble y mefítico sentimiento de venganza. ¡No debe ser! ¿República, Libertad, Democracia, quiere decir atropello, flechazos al sentimiento, abusos desde el Poder? Todo lo contrario: la República es algo más alto, más elevado que todo eso. La República saluda con profundo respeto a toda idea, ¿cómo destruir lo que, si bien para ella no es culto, es objeto de respetuosidad? Destruyen las bestias, las fieras; los hombres deben preciarse corno algo superior; ¿cómo, pues, repetimos, va a destruir la República, si ella pretende ser superior a ellos, puesto que pretende aleccionarlos? No, la República no quiere destrucción; los que la sentimos, los que la amamos, sabemos que tenemos en ella una compasiva madre y no un reptil ingrato que destruye sus crías. Destruyen, en suma, quienes detentan sus poderes, no importándoles un comino que la ultrajen incesantemente. Pero eso no. Es preciso salir al frente de todo aquello que sea desprestigio para un régimen cuya cuna ha sido el alma nacional… Con las constantes provocaciones, lograron retirar de la plaza, la efigie de un hijo preclaro de nuestra patria chica, Ortí y Lara, uno de los más finos filósofos de su época, destruyendo, primero, un valioso adorno para la mencionada Plaza de Galán y García Hernández, y manchando el honor de nuestro pueblo después; por continuidad de estas provocaciones, sin duda, se destruye, de esta misma plaza, una placa conmemorativa de su fundación, allá en épocas remotísimas, constitutiva, por tanto, de un trozo de la pequeña historia y rincones típicos de la ciudad; se siguió, y se llega en esta labor devastadora, hasta el mismo campo, hasta las cruces que se elevaran, camino del Balneario, sobre pedestales de azucareña y como brotadas de la misma tierra por su color bello y romántico, que caen un día bajo los golpes torpes de un pico... ¡Villano ataque al sentimiento andaluz! Esas cruces, tan peculiarmente andaluzas, que tantos poetas cantaran, que en la inmortal obra de los Quintero «CANCIONERA» proclamasen la pureza y altivez espiritual de Andalucía, no tienen derecho a subsistir... ¡Esta manera de interpretar el laicismo no nos es asequible! ¡Fatalmente, desde luego, nos debe quedar siquiera a los que contemplamos esta caótica actuación


Don José Castellano Vela (1956)

1956. Plaza del Amparo. Foto de D. José Castellano Vela (coadjutor durante la República) con antiguos feligreses y colaboradores: Delante: José Gutiérrez Alcalá (JotaGeA), Antonio Pastor González, D. José Castellano Vela, Ricardo Fernández Carmona, Herminio Morales Regalado, Antonio Peña (el barquillero), Emilio Ruiz González, Miguel Lozano Zaragoza, José Canico. Detrás: Bartolomé Casado Solís, Andrés Vidal, Manuel Muñoz López, Alfonso Roncero, Manuel Agudo Perales, Juan Perales Cano. Detrás de esta foto se puede observar la Imprenta San Julián, que había sido fundada poco antes por Enrique Reca. También se ve la nueva fuente instalada en 1953.


política, la resignación comprensiva de que por esta negligencia de interpretación, marchamos al fracaso! ¡Al mismo tiempo, compadeciéndonos de estos señores, que se enorgullecen de su obra, bien manifestamos nuestro asqueo insuperable!” (G. X. X. X) 7.5. D. José Castellano Vela Nacido en Jamilena en 1902. Se ordenó sacerdote de 1926. A partir de 1931 aparece como coadjutor en nuestra Parroquia. Republicano convencido y amante de la literatura, se destacó por ayudar a los hijos de los 153 revolucionarios de 1934 que estuvieron presos durante 17 meses. Creó, con la ayuda de personas piadosas, un comedor para pobres. Fue acusado por una persona anónima en un periódico de tirada nacional de dar de comer a los niños, sólo si rezaban. El alcalde Carlos Sánchez lo desmintió en el mismo periódico tratando de cobarde a la fuente de la información. Manolo Muñoz reconoce en su libro (pág. 123) que organizó varios teatros benéficos para recaudar fondos para este comedor, a instancias del sacerdote D. José Castellano. Era aficionado a escribir y publicó algunas obritas de teatro.

Durante la guerra civil, tras pasar un poco de tiempo preso en la carnecería, le perdonaron la vida por haber ayudado a los niños "huérfanos". Obligado a vestir de paisano, marchó con su familia a Jamilena. En la redada de los sacerdotes de Jamilena en febrero de 1939, lo llevaron a Jaén y una vez investigado lo colocaron en funciones administrativas a favor del gobierno de la República, mientras que el otro compañero de Jamilena era asesinado. Finalizada la guerra civil fue enviado como Párroco a su pueblo natal de Jamilena, donde se enfrentó en varias ocasiones a las autoridades del Régimen. En Jamilena, se encontró una iglesia destruida tras las contiendas del 36 al 39. Lo primero que hizo fue dotarla de imágenes y enseres. En 1943 preparó una Santa Misión de 11 días, dirigida por los Padres Redentoristas. Al parecer, sus reiterados enfrentamientos con las autoridades del Régimen propiciaron que en 1956 fuese cesado y sustuido por otro Párroco. Permaneció en su pueblo hasta 1985 en que murió. La verdad es que Don José Castellano caló hondó en Marmolejo tanto entre los republicanos de izquierdas como los de derechas. Los primeros lo salvaron de la suerte que corrió el Párroco Francisco de Paula, y los segundos dieron la cara por él ante las autoridades nacionales, una vez finalizada la contienda civil.

1956. Don José Castellano en el Hotel Zabala


8. La persecución religiosa antes y durante la Guerra Civil El colapso del sistema legal republicano y de poder estatal en los días siguientes a la sublevación militar del 18 de julio de 1936, junto a la decisión tomada de facilitar armamento a los civiles, facilitaron el estallido de la revolución popular durante la cual milicias y tribunales revolucionarios se hicieron rápidamente con el control de las ciudades, pueblos y aldeas de la zona republicana en sustitución del Gobierno, que no pudo reaccionar y recuperar la autoridad hasta varios meses más tarde. La Revolución fue acompañada en los primeros meses por una escalada de terror anticlerical que sólo entre el 18 y el 31 de julio, causó la muerte a 839 religiosos, prosiguiendo durante el mes de agosto con otras 2.055 víctimas, incluyendo a 10 de los 13 obispos asesinados en el total de la guerra, es decir, un 42% del total de víctimas registradas. Los efectos de esta violencia, dirigida no solo contra la Iglesia, sino contra todos aquellos que se consideraban identificados con la sublevación o, simplemente, enemigos de clase, corrieron en paralelo con la que se ejerció en el mismo periodo de tiempo en la zona de control de los sublevados, con casi el 80% de los 7.000 civiles asesinados en Zaragoza y el 70% de los 3.000 de Navarra en toda la contienda, víctimas durante el año 1936. Los asesinatos de religiosos y la destrucción de edificios de culto sucedieron inmediatamente a las noticias de la insurrección sin que en ocasiones quedara claro que bando se haría con el control definitivo de la localidad. La mayoría de las víctimas asesinadas fueron parte del clero masculino y por fusilamiento en los llamados “paseos”, nombre eufemístico con el que se conoció al procedimiento y aplicación arbitraria del asesinato político, sin ningún tipo de juicio o tribunal previo. A imagen de otros numerosos episodios de brutalidad en ambos bandos, hubo casos en que las víctimas sufrieron torturas y otros abusos antes de morir. Refiriéndose a la situación de la Iglesia Católica en la zona de España controlada por el Frente Popular, alguien escribía a los pocos meses de comenzar la Guerra Civil: "La situación de hecho de la Iglesia, a partir de julio pasado, en todo el territorio leal, excepto el vasco, es la siguiente:

a) Todos los altares, imágenes y objetos de culto, salvo muy contadas excepciones, han sido destruidos, los más con vilipendio. b) Todas las iglesias se han cerrado al culto, el cual ha quedado total y absolutamente suspendido. c) Una gran parte de los templos, en Cataluña con carácter de normalidad, se incendiaron. d) Los parques y organismos oficiales recibieron campanas, cálices, custodias, candelabros y otros objetos de culto, los han fundido y aun han aprovechado para la guerra o para fines industriales sus materiales. e) En las iglesias han sido instalados depósitos de todas clases, mercados, garajes, cuadras, cuarteles, refugios y otros modos de ocupación diversos, llevando a cabo -los organismos oficiales los han ocupado en su edificación obras de carácter permanente. f) Todos los conventos han sido desalojados y suspendida la vida religiosa en los mismos. Sus edificios, objetos de culto y bienes de todas clases fueron incendiados, saqueados, ocupados y derruidos. g) Sacerdotes y religiosos han sido detenidos, sometidos a prisión y fusilados sin formación de causa por miles, hechos que, si bien amenguados, continúan aún, no tan sólo en la población rural, donde se les ha dado caza y muerte de modo salvaje, sino en las poblaciones. Madrid y Barcelona y las restantes grandes ciudades suman por cientos los presos en sus cárceles sin otra causa conocida que su carácter de sacerdote o religioso. h) Se ha llegado a la prohibición absoluta de retención privada de imágenes y objetos de culto. La policía que practica registros domiciliarios, buceando en el interior de las habitaciones, de vida íntima personal o familiar, destruye con escarnio y violencia imágenes, estampas, libros religiosos y cuanto con el culto se relaciona o lo recuerda". [v. A. de Lizarra, Los vascos y la República Española, Ekin, Buenos Aires, 1944] Aunque apenas dan una idea de lo realmente ocurrido, estas palabras resultan suficientemente descriptivas, sobre todo porque no pertenecen a ningún documento de propaganda del bando contrario, sino que forman parte de un informe presentado el 9 de enero de 1937 por Manuel de Irujo, dirigente del Partido Nacionalista Vasco, ministro sin cartera en los dos gobiernos de Largo Caballero (de septiembre de 1936 a mayo de 1937) y ministro de Justicia en el gabinete de Negrín (el 18 de mayo de 1937).


Para llegar al fondo de la cuestión y del sentido de esta persecución resulta necesaria la explicación de lo ocurrido entre 1931 y 1939, ya que desde el primer momento se han aducido dos justificaciones que no resultan sostenibles: 1ª) que constituyó una represalia contra el apoyo de la Iglesia al bando nacional durante la Guerra Civil, y 2ª) que la persecución religiosa tenía carácter socioeconómico, no propiamente religioso. 1ª) La persecución religiosa comienza antes de julio de 1936 Un análisis objetivo nos revela que el inicio de la persecución religiosa fue anterior a 1936; se remonta a 1931, cuando llegó al poder una coalición de republicanos burgueses y socialistas que coincidían en considerar a la religión como un obstáculo al progreso y un respaldo de las formas conservadoras de poder. Otra cosa es que la guerra (o mejor dicho, la definitiva desaparición del Estado de derecho entre febrero y julio de 1936) permitiera a ese laicismo alcanzar una virulencia que antes no había sido posible. Los artículos de la Constitución y las medidas tomadas con posterioridad demostraron que se pretendía elaborar un marco legal negando la existencia política, social y cultural de un amplio sector de la sociedad española y, además, consagrando esta exclusión en el plano jurídico. El paso siguiente sería la invasión de la esfera de la intimidad y hasta de la vida. La quema de conventos, la persecución religiosa legislativa y la eliminación masiva de eclesiásticos y seglares en 1934 y 1936-1939 serían pasos sucesivos de una misma secuencia lógica en la que finalmente acabaron dándose la mano dos formas de laicismo: el elitista y burgués de los partidos liberales (con la legislación) y el populista de los partidos revolucionarios (con la acción directa). 2ª) La persecución religiosa tiene carácter ideológico Menos fundamento aún tiene justificar la persecución religiosa por los defectos seculares de la Iglesia. La tesis sostenida por la historiografía de izquierda puede resumirse con pocas palabras: La Iglesia hizo una perfecta ecuación de orden, paz y religión con los intereses políticos y económicos de una clase, olvidando e ignorando dónde estaba la verdad de un pueblo oprimido. Así pues, la "persecución religiosa" fue en gran parte la

respuesta a la agresión violenta del bando que la Iglesia defendía. [v. Manuel Tuñón de Lara, Historia de España, IX, Labor, Barcelona, 1981] Otras veces se afirma que las muertes de eclesiásticos ocurridas durante la Guerra Civil habrían tenido como objetivo acabar con "activos agentes al servicio de los intereses de los sectores sociales rurales tradicionalmente dominantes" [v. Francisco Cobo Romero, La Guerra Civil y la represión franquista en la provincia de Jaén, Diputación Provincial de Jaén, Jaén, 1993]; más que de persecución religiosa o de laicismo habría que hablar, todo lo más, de un anticlericalismo explicado por el fácil recurso de la lucha de clases. Los sacerdotes y religiosos habrían muerto, dejando aparte otras explicaciones más peregrinas, debido a que la Iglesia Católica se habría ganado la animadversión del pueblo por haberse olvidado de éste, no haber atendido sus necesidades y haberse aliado estrechamente con los sectores reaccionarios y capitalistas. Con razón ha dicho Pío Moa [Los mitos de la Guerra Civil, La Esfera, Madrid, 2003] que si diéramos crédito a semejantes afirmaciones llegaríamos al absurdo de tener que afirmar que el Frente Popular anhelaba una Iglesia "intelectualmente brillante, pastoralmente eficaz, firmemente asentada en la conciencia popular y sin un solo cura reprobable, y que la persiguió por sentirse frustrado en sus buenos deseos". Pero la persecución religiosa no tuvo como única ni principal causa los vicios o defectos de los eclesiásticos ni de los católicos en general, sino que fue el resultado de la aplicación práctica de unas ideologías que son esencialmente anticristianas y que difunden la crítica a la Iglesia Católica como consecuencia obligada de sus tesis fundamentales. En un primer momento coincidieron en esta ofensiva las fuerzas que protagonizaron los primeros pasos de la República. Socialistas, anarquistas, comunistas, republicanos de izquierda y algunos regionalistas diferían entre sí en casi todo: en la forma del Estado, en la organización económica, en la consideración hacia los grupos sociales, en el papel de la religión, la cultura y la enseñanza... Únicamente había un punto de coincidencia: la voluntad decidida de construir artificialmente una sociedad carente de todo fundamento religioso. Poco importa que algunos de ellos dejaran un lugar irrelevante a dichas creencias en un rincón discreto de la conciencia mientras que otros optaban por una persecución en la que no había lugar ni para esos espacios


de intimidad. Al final, serían los sectores más radicales los que actuaron sin trabas, sirviéndoles de comparsa los pretendidamente moderados, como ocurriría de manera trágica en el caso de los nacionalistas vascos. Ahora bien, la propia evolución política de la República y de la España en guerra iba a provocar la marginación de los republicanos y la persecución directa a los anarquistas, desembocando en una situación cuyo protagonismo decisivo corresponde a organizaciones marxistas de inspiración soviética, primero por la seducción que lo ocurrido en Rusia desde 1917 causaba en los fanáticos seguidores del socialista Largo Caballero, el Lenin español, y después porque el intervencionismo soviético en la guerra acabará provocando una total dependencia de la zona llamada "republicana". De aquí que en el magisterio episcopal y pontificio se identifique lo ocurrido en España con una persecución causada por el comunismo. Las presuntas deformaciones, e incluso los abusos concretos que pudieran existir, resultan argumentos para la polémica laicista, no las razones que dan origen a esa ideología. Así, cuando la Iglesia no lograba hacerse presente en todos los ambientes de las clases más bajas era criticada por el abandono en que dejaba a los pobres y obreros, y cuando lograba hacerlo (a través de las personas o de las instituciones educativas y asistenciales) era condenada por la manera en que ejercía su acción social y presentada como una sucursal de la burguesía dominante. Al término de la contienda, según el estudio de Antonio Montero Moreno, historiador y periodista que realizó su tesis doctoral por la Universidad de Salamanca, el número de religiosos asesinados en la retaguardia republicana ascendió a 6.832, de los cuales 4.184 eran sacerdotes, 2.365 frailes y 283 monjas. Otras fuentes promovidas por la Iglesia, entre ellas el estudio de Vicente Cárcel Ortí para la preparación del "Catálogo de los mártires cristianos del siglo XX", solicitado por el papa Juan Pablo II en el marco del Gran Jubileo del Año 2000 amplían la estimación con 3.000 seglares, en su mayoría pertenecientes a la Acción Católica, con lo cual estiman en torno a 10.000 el número de víctimas pertenecientes a organizaciones eclesiásticas. Concretamente, en Marmolejo, durante la Guerra Civil, la Casa parroquial fue convertida en Comandancia

Militar y habitada por el Comandante Fernando Pérez. La Iglesia Parroquial fue saqueada y cerrada al culto, durante los tres años de la contienda. En este lugar se instaló el mercado de abastos, mientras que la Iglesia de Jesús, cerrada al culto por su mal estado, era usada como economato, para la venta de productos de primera necesidad, coordinado por el sindicato UGT. El Párroco del pueblo Don Francisco Aranda (62 años) fue encarcelado, junto al sacerdote marmolejeño, Julián Castilla Casado (66 años). Ambos eran sacados de la carnicería para ir a trabajar y obligados a destruir con sus manos los retablos e imágenes de la Parroquia. El coadjutor Antonio Parras fue enviado a la Catedral junto a los demás presos de “derechas”. El coadjutor José Castellano estuvo unos meses recluido en la cárcel junto al Párroco, y por fin fue liberado y enviado su pueblo natal de Jamilena. El primero en ser asesinado fue D. Julián Castilla Casado (de 66 años), en octubre de 1936. El Párroco Francisco Aranda Cabrera, que llevaba 30 años en Marmolejo, fue asesinado en vísperas de la nochebuena de 1936, cuando se evacuó Marmolejo ante el avance de las tropas nacionales por Porcuna y Lopera, a la edad de 62 años. Otros sacerdotes marmolejeños corrieron la misma suerte: Don Pedro Solís Rodríguez (con 50 años) fue asesinado en Andújar el mismo día que D. Francisco de Paula Aranda en Marmolejo. Don Francisco Padilla Gutiérrez (de 45 años) y Don Francisco Solís Pedrajas (de 60 años) fueron asesinados en el Cementerio de Mancha Real en abril de 1937, como consecuencia de las sacas realizadas en represalia por el bombardeo de Jaén llevado a cabo por la aviación nacional. Hubo algunos seglares muy vinculados a la Parroquia que también fueron asesinados: Manuel Solís Pedrajas (miembro de la Junta Directiva de la Hermandad de San Juan), el comerciante Juan Solís Pedrajas y el antiguo alcalde Juan Luis Burlo (miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Virgen de los Dolores), Manuel Casado Sevilla (sacristán, que vivía en la calle Nueva de forma muy humilde; estuvo preso, junto con los sacerdotes y demás personas religiosas lo mataron y quemaron en la Centenera), Bernabé Toribio (de la Familia de los Majitos, era un recadero qué vivía interno en el convento de las monjas del Hospital de la calle San Julián; solía llevar las capillas de casa en casa), el agente comercial Manuel Casado Pedrajas (adorador nocturno,


cristiano formado y defensor del clero y de la Iglesia), etc. 8.1. D. Julián Castilla Casado (1870-1936) Nació en Marmolejo el 3 de mayo de 1870 y fue bautizado en nuestra Parroquia al día siguiente. Era hijo de Julián Castilla Lara y de Isabel Casado Benzalada, la dueña de la Fonda Castilla. Fue párroco prior de Arjona. Una vez jubilado regresó a Marmolejo. Atendía como capellán a las monjitas del Hospital de San Juan de Dios en la calle S. Julián. Colaboraba en la parroquia pero no tenía cargo y a veces decía misa en la Central de Valhondillo y en otras caserías que tenían capilla, dado que durante la República el Estado dejó de pagar al clero. Le metieron en la cárcel junto con el Párroco Aranda y lo sacaban para que trabajase en las obras de destrucción del templo así como en obras "sociales". Según testigos, recibió varias palizas por el mero hecho de ser sacerdote y mientras le pegaban le preguntaban si iba a seguir diciendo misa a lo que él respondía: "Mientras tenga vida, sí. No pierdo la esperanza". Después de la última paliza que recibió le arrojaron a la alberca que había en la huerta del mercado de abastos y de allí le recogieron moribundo para trasladarlo a su casa donde murió a consecuencia de la brutal paliza el 29 de octubre de 1936. Comentaban que llevaba las tiras de la piel pegadas a la camisa. El único pariente que acudió a su entierro, subido en el estribo de la camioneta de González, fue su sobrino Juan Cerezo.

Archivo Parroquial. Libro 17. Folio 104

8.2. D. Francisco de Paula Aranda Cabrera (1874-1936) Nació en Martos en 1874. Fue sacerdote en Torredonjimeno y en La Guardia. Llegó a Marmolejo en julio de 1906 por oposición. Tras el levantamiento nacional en julio de 1936 lo llevaron preso a la Carnicería junto a Julián Castilla y otros presos, de donde lo sacaban a realizar trabajos forzados al servicio de la comunidad. Murió el 23 de diciembre de 1936, a los 62 años, quemado vivo. En nuestra Parroquia se conserva el alba con que cantó Misa. Nos han llegado unos versos preciosos, que Don Francisco escribió en la cárcel, y en los que expresa su fidelidad a Dios y su esperanza en el cielo tras la muerte. Los titula “Rayos de luz”:

Una vez quise, Dios mío, El servirte ante el Altar y poder perserverar. Mil veces en ti confío Y en mi Madre de la Paz. El mundo loco quisiera Arrebatarme este don Y me brinda por doquier Halagos que muerte son. Jamás podré yo aceptar Felicidad con mentira. Prefiero sin vacilar La muerte que da la vida,


En la Patria celestial, Patria mía muy querida, Reinado de nuestro Dios, De María Inmaculada, Amparo del pecador. Todo allí respira amor, Felicidad y alegría. Y el maná de cada día Es la presencia constante Del Dios-Hombre Redentor. Hijos míos, a luchar Para conseguir su luz, La gloria del Dios vivo…

8.3. D. Pedro Solís Rodríguez (1886-1936) Nació en Marmolejo el 16 de Junio de 1886. Hijo de Juan Solís Robles y Ana Rodríguez Flores. Hermano de Mateo Solís Rodríguez (administrador y encargado de la hacienda de Vicente Ortí Escolano y de su viuda Ángela García Villarías) y de Ana María, Alfonsa y Angelina Solís Rodríguez. Estudió el bachillerato en el Seminario Conciliar. En 1903, con 17 años, fue enviado al Colegio Español de Roma, de donde regresó con los 25 años ordenado sacerdote y Doctor en Filosofía, en Sagrada Teolegía y en Derecho Canónico. Todas las órdenes las recibió en Roma: 16-12-1906: Primera Tonsura por el Obispo Joseph Ceppetelli, Vicegerente de Roma y Patriarca Latino de Constantinopla. 22-12-1906: Ostiariado y Lectorado por el Patriarca Joseph Ceppetelli 20-01-1907: Exorcistado y Acolitado por el Patriarca Joseph Ceppetelli 01-11-1908: Subdiaconado por el Patriarca Joseph Ceppetelli 19-12-1908: Diaconado por el Patriarca Joseph Ceppetelli 18-07-1909: Presbiterado por el Cardenal Raphael Merry-del-Val, fundador en 1890 del Colegio Español de Roma y Cardenal Secretario de Estado del Papa Pío X.

D. Francisco de Paula Aranda Cabrera, Párroco de Marmolejo desde 1906 a 1936. Murió asesinado La víspera de Nochebuena.

En 1911 fue destinado por el Obispo como coadjutor a la Parroquia de Alcaudete. Al año siguiente, el Obispo le nombró Profesor de Latín y Humanidades del Seminario de San Felipe Neri de Baeza. En 1913, al año siguiente, D. Pedro Poveda Castroverde, Secretario del Cabildo de la Catedral de Jaén, certifica que el presbítero D. Pedro Solís opositó por una canonjía vacante en mayo


D. Pedro Solís Rodríguez, sacerdote marmolejeño, formado en Roma (3 doctorados) y asesinado en 1936, en Andújar, donde ejercía como Párroco de Sta. María.

de 1913, y fue aprobado por unanimidad. Ese mismo año, opositó en el Concurso de Curatos vacantes de la diócesis de Jaén, obtuvo la Parroquia de Huelma, de la que tomó posesión el 19 de marzo de 1914. En 1916 es nombrado Arcipreste de Huelma. Tan sólo cuenta con 30 años. Al año siguiente toma parte en las oposiciones a la Canonjía Doctoral de la Catedral de Granada y aprueba por aclamación. En 1918, a la edad de 32 años, Fray Plácido

Rey Lemos, Administrador Apostólico, lo nombra Juez prosinodal de la Diócesis de Jaén. En diciembre de este mismo año, toma parte en las oposiciones a la Canonjía Doctoral de la Catedral de Almería y aprueba por unanimidad y aclamación. En septiembre de 1919, toma parte en la oposición de una canonjía vacante en la Catedral de Jaén, y es aprobado por unanimidad. En 1926 lo vemos de Párroco en San Bartolomé de Jaén, una de las Parroquias más importantes de la diócesis, conseguida por oposición, pues hasta el Concilio Vaticano II había oposiciones con exámenes para ocupar las parroquias y demás cargos eclesiásticos vacantes. En octubre de 1926 interviene, como tesorero de la Comisión Organizadora, en el homenaje que Marmolejo hace a D. Juan Manuel Ortí Lara. La llegada de la República le coge en Jaén, donde desarrolla una gran actividad cultural, que es tildada por algunos de política. Con la intención de acercarse a su pueblo y ante el peligro que se avecinaba, en el año 1932 hizo permuta con el Párroco de Santa María de Andújar. Al igual que D. Francisco de Paula en Marmolejo, don Pedro Solís también padecerá penalidades en estos años. Al perder el clero la subvención pública, ejerció de profesor y director del Instituto de secundaria de Andújar. Tras el estallido de la Guerra Civil, pesonalidades destacadas de la izquierda andujareña ordenaron su detención. Fue asesinado en Andújar el 23 de diciembre de 1936. Posteriormente lo encontraron muerto tirado en una cuneta de la carretera del cementerio, con las manos tronchadas sujetando un crucifijo bañado en sangre. Este crucifijo lo guardan como una reliquia las “hemanas Solís”, las maestras. Don Pedro Solís poseía una gran biblioteca. Durante la guerra fue custodiada por la familia Palenciano de Andújar. Después de la guerra todos sus libros fueron donados por sus familiares al Seminario de Jaén. Por casualidad, su sobrina Alfonsita Borrego me hizo llegar en junio de 2008 decenas de legajos y certificados en los que aparecen sus títulos e informaciones sobre sus nombramientos y cargos. A modo de ejemplo transcribo una certificación firmada por el Obispo D. Juan Manuel Sanz y Saravia, en abril de 1913, es decir, cuando D. Pedro estaba a punto de cumplir los 27 años e iba a opositar en mayo de 1913 a una canonjía vacante en la Catedral de Jaén: “Nos Dr. D. Juan Manuel Sanz y Saravia, por la Gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica, Obispo de


Jaén, etc., etc., Atestamos y certificamos que de documentos que han sido exhibidos por parte del Presbítero Don Pedro Solís Rodríguez, los cuales les son devueltos, resulta: Que es natural de la villa de Marmolejo, vecino de la ciudad de Baeza, hijo de legítimo matrimonio de Don Juan y de Doña Ana María y de veintiséis años de edad. Que en los cursos académicos de 1898 a 1899 y siguientes hasta el de 1902 a 1903 ambos inclusive cursó y probó en el Seminario Conciliar de esta Ciudad, tres años de Latín, Geografía, Retórica y Poética, Historia de España, Historia Universal, Lógica General y Ontología, dos años de Matemáticas; Metafísica especial e Historia Natural, obteniendo la calificación de Meritissimus. Que en el académico de 1903 a 1904 se matriculó en el Colegio Español de San José de Roma, al primer año de ampliación de Filosofía y tomó parte en los Concursos de Lógica y Ética y Academia Filosófica de Santo Tomás de Aquino, habiendo obtenido Accessit en el primero “Laudatus verbis amplissimus” en el segundo y Laudatus en el tercero. Que en el curso de 1904 a 1905 se matriculó en el antedicho Colegio al segundo año de Ampliación de Filosofía, obteniendo el grado de Doctor en Filosofía en la Academia de Santo Tomás, con la censura de Memine discrepante. También tomó parte en los Concursos de Academia Filosófica de Santo Tomás, Historia de la Filosofía y Metafísica, obteniendo Accesit en los tres. Que en el académico de 1905 a 1906, se matriculó en el primer año de Sagrada Teología en la Universidad Gregoriana de Roma y se examinó de Bachiller en la misma Facultad en la que obtuvo la censura de Superavit y de primer año de Moral con la de Bene; tomando parte en los Concursos de Teología Dogmática, Historia Eclesiástica, Teología Moral, Hebreo y Dogma, habiendo obtenido Accesit en los dos primeros y Laudatus verbis amplissimis en los restantes. Que en el académico de 1906 a 1907, se matriculó al segundo año de Sagrada Teología, examinándose de Dogma y segundo año de Moral, con Superavit, tomando parte en los Concursos de Historia de la Filosofía, Historia Eclesiástica, Teología Moral, Dogma y Literatura Latina, obteniendo Accesit en los tres primeros y Laudatus verbis amplissimus en los otros dos. Que en el curso de 1907 a 1908 se matriculó al tercer año de Sagrada Teología y primero de Sagrados

Cánones, obteniendo el grado de Licenciado en Sagrada Teología y el de Bachiller en Cánones, con la calificación de Superavit. También tomo parte en Concursos de Instituciones Canónicas, en dos de Teología Dogmática y Sagrada Escritura, obteniendo Accesit en los dos primeros y Laudatus verbis amplissimus en los restantes. Que en el académico de 1908 a 1909 se matriculó al cuarto año de Sagrada Teología, y obtuvo el grado de Doctor en misma Facultad con la censura de “Superavit bene”. Que en el curso de 1909 a 1910, se matriculó en la Universidad Gregoriana al segundo año de Derecho Canónico y obtuvo el grado de Licenciado en dicha Facultad, con la califiación de “Superavit bene”. Que en el académico de 1910 a 1911 se matriculó al tercer año de Derecho Canónico y obtuvo el grado de Doctor en la misma Facultad, con la nota de “Superavit”. Que en 18 de Julio de 1909, Dominica VII post Pentecostés (extra-tempora) recibió el Sagrado Orden del Presbiterado de manos del Emmo. y Rmo. Sr. Cardenal Vicario de Su Santidad. Que en 26 de septiembre de 1911 tuvimos a bien nombrarle Coadjutor de la parroquia de Alcaudete, de la cual se posesionó el primero de Octubre del mismo año, y ha desempeñado a satisfacción hasta el 30 de noviembre de 1912. Que en 26 de Noviembre de 1912, le nombramos Profesor del primero y segundo curso de Latín y Humanidades del Seminario de San Felipe Neri de Baeza, el cual cargo desempeña a satisfacción en la actualidad.


Últimamente atestamos y certificamos que el expresado Presbítero Don Pedro Solís Rodríguez, Doctor en Filosofía, en Sagrada Teología y Sagrados Cánones, y Profesor del Seminario de Baeza, es sacerdote de buena vida y costumbres, celoso en el desempeño de sus deberes, sin que se encuentre suspenso ni sujeto a otra pena canónica, que Nos sepamos, y sí en el pleno uso y ejercicio de su ministerio sacerdotal, con licencias para celebrar, predicar y confesar personas de ambos sexos en este nuestro Obispado. En testimonio de los cual damos las presentes, firmadas de nuestra mano, selladas con el mayor de nuestras armas, y refrendadas por nuestro Secretario de Cámara y Gobierno, en Jaén a 24 de abril de 1913”. 8.4. D. Francisco Padilla Gutiérrez (1892-1937) Nació el 28 de diciembre de 1892 en Marmolejo. Hijo de Miguel Padilla Casado y María Josefa Gutiérrez Carmona. Tuvo dos hermanas religiosas: Sor María Jesús (Convento de las Clarisas de Jaén) y Sor Dominga (Convento de las Dominicas de Jaén). Siendo Párroco de San Martín de Arjona fue detenido y llevado a la Catedral de Jaén, convertida en cárcel. Fue asesinado en la tapia del Cementerio de Mancha Real el 3 de abril de 1937, en

represalia del bombardeo de Jaén realizado por las tropas nacionales el 1 de abril de 1937. Durante varios días, los republicanos practicaron reiteradas “sacas” de presos de la cárcel de la Catedral. El día 2 de abril asesinaron a 22 personas en el cementerio de Mancha Real; el día 3 cayeron 35 presos (entre ellos D. Francisco Padilla); el 4 de abril fueron 50 los asesinatos, entre ellos D. Francisco Solís; el 5 de abril, 14 personas; y el 6 de abril otros 13 asesinatos. Lo triste de esta cuestión es que a causa de un bombardeo militar asesinaron un total de


134 presos civiles, que se encontraban en la Catedral de Jaén, sin haber celebrado juicio, ni acusación alguna, sino principalmente por su pertenencia a una clase social o al estamento clerical. En estas sacas del 37 cayeron dos sacerdotes marmolejeños, presos en la Catedral de Jaén, pero no fueron los únicos clérigos en morir en esta fecha y lugar. 8.5. D. Francisco Solís Pedrajas (1877-1937) Entre los muchos sacerdotes que dieron testimonio de fe en Dios, amor a Jesucristo y servicio a su Iglesia, en nuestra Diócesis de Jaén, encontramos al Sacerdote Don Francisco Solís. Él dio su vida por el Señor. Él prefirió al Señor, pues era el gran tesoro donde tenía puesto su corazón. Don Francisco forma parte del grupo de seis Siervos de Dios, cuyo Proceso de Canonización se inició el pasado día 24 de Octubre de 1994, y que, bajo el título de «Monseñor Basulto y Compañeros» lo constituye el Obispo de la Diócesis Don Manuel Basulto y su Vicario General Don Félix Pérez Portela; nuestro Don Francisco, Párroco y Arcipreste de Mancha Real y Don Francisco López Navarrete, Párroco y Arcipreste de Orcera; el Seminarista Manuel Aranda y el joven José María Poyatos. Algunos datos sobre la vida y muerte de Don Francisco Solís: Nace en Marmolejo el día 9 de Julio de 1877, siendo hijo de Miguel Solís Padilla y Antonia Pedrajas Rodríguez. El mismo día recibió las aguas bautismales en la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de la Paz. Su padre, carpintero, sustentaba humildemente la casa, de modo que Don Francisco se consideraba hijo de pobreza y trabajo, obrero él también, que pasó su infancia a la sombra de un taller. Ordenado Sacerdote el 22 de Diciembre de 1900 por Don Victoriano Guisasola, con los 23 años recién cumplidos, desempeña su ministerio en Valdepeñas, consiguiendo el título de Licenciado en estos primeros años, lo que demuestra su amor al estudio, acreditado ya en su estancia en el Seminario. En 1906 es nombrado Cura Propio de Baños de la Encina, donde se acredita como un gran pastor, amante de Cristo y de María y predicador excelente. En 1913 pasa en «comisión de servicios» a Santisteban del Puerto, donde es recordado como «párroco docto, celoso y piadoso». En febrero de 1914 toma posesión de la Parroquia

de San Juan Bautista de Mancha Real, siendo nombrado también Arcipreste. Una de sus mayores preocupaciones fue atraer al mundo obrero, ofreciéndole toda la dimensión liberadora del Evangelio, de tal manera que impulsó un sindicato, conocido por «sindicato católico», donde acudían muchos obreros y recibían del celoso sacerdote enseñanzas profundas y realizaban acciones sociales de honda envergadura. Su compromiso con la justicia social fue total. Siempre fue la Iglesia sensible ante los problemas sociales; prueba de ello es la publicación por el Papa León XIII en Mayo de 1.891, de la Encíclica “Rerum Novarum”, que vino a marcar la doctrina de la Iglesia en materia de


justicia social, con motivo de los desajustes derivados de la revolución industrial. Siguiendo este magisterio, el antecesor de D. Francisco en la Parroquia, el Rvdo. Rodríguez, había fundado un sindicato católico al que el Sr. Prior Solís dio gran impulso, no solo impartiendo formación, según la doctrina social de la Iglesia, a los obreros afiliados, sino parcelando la finca “Los cuartos”, que tomó en arrendamiento y distribuyó entre familias campesinas. Quiso ampliar estas parcelaciones a otras fincas colindantes pero no fue posible porque sus propietarios prefirieron venderlas. Cuentan que fueron bastantes los obreros de Mancha Real que abandonaron el socialismo para afiliarse a este sindicato obrero católico. Es de destacar el sermón predicado el 9 de Octubre de 1.915, con motivo de las fiestas del Rosario y que fue editado a petición de numerosos fieles. En él expone su preocupación y pena por la dolorosa realidad de que las ofertas, soluciones y promesas a favor de los más desprotegidos, que podrían haberse hecho desde la Iglesia, se estuvieran haciendo desde las filas de los que luchan contra Ella. Don Francisco Solís realizó una importante labor social para mejorar la situación de la clase obrera. Igualmente sintió gran preocupación por la enseñanza religiosa. Cuando el Gobierno republicano, en 1.931, suprimió la enseñanza de la religión en las escuelas, muchos padres se lamentaban de la medida adoptada y del daño que ello supondría para la formación de los jóvenes. Inmediatamente se hace eco de estos lamentos y, como siempre, de las palabras pasa a la acción. Convoca a un grupo de padres de los de más prestigio ante la feligresía, les expone la idea, que éstos trasladarán a otros familiares y amigos-, cundiendo rápidamente el entusiasmo entre muchas familias que, según sus posibilidades económicas, suscribieron unos bonos ó acciones de la Sociedad Anónima de Enseñanza Libre, que permitió la financiación necesaria para que un colegio, adscrito a dicha Sociedad, se estableciera en Mancha Real. Fue el colegio “San Juan de la Cruz” las recordadas escuelas S.A.D.E.L., que abrieron sus puertas en 1.934. Ante la escasez y el hambre abrió un comedor, donde se repartía comida diaria en colaboración con las Conferencias de San Vicente y con la aportación y trabajo de feligreses y feligresas.

Atento a las orientaciones de la Jerarquía, estableció la Acción Católica en sus dos ramas, hombres y mujeres, con secciones según edades y estado. Con múltiples círculos de formación. Tal fue su buen hacer en este campo, que el Sr. Obispo lo nombró Consiliario Diocesano de Acción Católica. Interesado por la Catequesis, Adoración nocturna, Conferencias de San Vicente, visita de enfermos, estudio, confesionario, preparación para la predicación... Entusiasta promotor de vocaciones sacerdotales y religiosas. Amante de los sacerdotes a los que ayudaba como padre y amigo. Nada más iniciada la guerra civil fue hecho prisionero en la prisión del partido judicial en el mismo pueblo de Mancha Real, junto a otros feligreses suyos. De esta pasó, como «prisionero de Cristo» a la Iglesia Catedral de Jaén, donde se distinguió por cuidar con exquisitez, dadas las circunstancias, a los compañeros de prisión, sobre todo, ancianos, enfermos y de menos ánimo. Tanto era su celo y capacidad que se le encomendó dar una meditación diaria, a la que asistían, por grupos, los compañeros y fieles. Siempre estaba el riesgo de los vigilantes, que salvaban como era posible. El 25 de Marzo de 1937, día de la Encarnación y Jueves Santo, magnifica coincidencia, Don Francisco celebró la Santa misa para Sacerdotes y fieles en la enfermería improvisada en la cárcel catedralicia, a escondidas de los vigilantes, en el lecho del dolor, anticipo de la muerte cercana. En aquel misterioso convite, los supervivientes afirman que jamás gozaron de más libertad de espíritu. Con la muerte del Sr. Obispo, pensaron elegirle para Administrador de la Diócesis, hasta que la Santa Sede dispusiera otra cosa, pero él declinó este cargo, creyendo que otros podían llevar este honor y que a él le dejaran el trabajo y el servicio. El 4 de Abril de 1937, domingo «in albis» en pleno gozo de resurrección, Don Francisco entregaría su vida al Señor. En represalia por el bombardeo de Jaén el 1 de abril de 1937 le sacan, junto con otros 49, en un camión, a media noche, tomando el camino de Mancha Real, hasta las paredes del Cementerio. Por el camino anima a sus compañeros y exhorta a los guardias…; los que van al sacrificio cantan al Señor y a la Virgen, preparándose así para la muerte. Don Francisco será el último en morir, nadie se atrevía a disparar. Al fin segaron su vida con un fatal disparo.


Terminada la guerra, cuando se rescataron los cadáveres de los asesinados de la fosa común dónde habían sido enterrados, relata D. Francisco Cavallé en su publicación “Hombre de Dios” que, por razones de higiene no se permitió el traslado de éstos a la Iglesia parroquial para celebrar el oficio de sepultura, pero el clamor popular consiguió que se hiciera la excepción con su Párroco Mártir y, en efecto, los restos mortales de Don Francisco Solís, fueron trasladados en una impresionante manifestación popular desde el cementerio hasta el templo parroquial, dónde se celebraron las correspondientes exequias. Finalizado el oficio religioso, el cortejo, formado por multitud de hombres y mujeres de todas las edades y clases sociales, regresó al cementerio para dar sepultura al Siervo de Dios que, desde entonces, reposa en la Capilla del Camposanto.

9. D. Emilio Palop Soro (Del 01-04-1939 al 26-10-1945) El 28 de marzo de 1939 llegan las tropas nacionales a Marmolejo. El 2 de abril de 1939 se constituye una Corporación provisional, presidida por Cristóbal Parras Sanz. Rápidamente se intenta acondicionar el templo parroquial para la celebración de la Semana Santa. Lo primero que hace el pueblo de Marmolejo es dirigirse al nicho de la Capilla de la Virgen de los Dolores y rescatar la imagen de Nuestro Padre Jesús. Los testigos dicen que se lo encontraron sin cruz, lleno de polvo y con una boina roja. Se improvisaron unas andas y se sacó en procesión. Este evento que aconteció en vísperas de Semana Santa (el 7 de abril de 1939 era Viernes Santo) tuvo un efecto moral considerable, y todo Marmolejo exultó de alegría por sentirse de nuevo libre para profesar públicamente sus creencias y devociones: por fin, después de 4 años de prohibición (desde 1935), Jesús salía en procesión por las calles de Marmolejo; y de nuevo se podía ir a la Iglesia, cerrada al culto y convertida en plaza de abastos desde julio de 1936. En esta época, aún no había Obispo, pues Don Manuel Basulto había sido asesinado en agosto de 1936, en el famoso “tren de la muerte”, junto al Vicario General, su hermana y 200 personas más. En 1939, al finalizar la Guerra Civil, el Arzobispo de Granada, Administrador Apostólico de la Diócesis de Jaén, nombró a D. Rafael

La única Imagen Sagrada que se salvó durante la Guerra Civil, escondida en el hueco de la Capilla de la Virgen de los Dolores, fue la de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Tras varios años de prohibición, volvió a procesionar el 7 de abril de 1939, Viernes Santo.

García y García de Castro Vicario General del Obispado de Jaén. Con este cargo administró la Diócesis hasta 1.943 en que fue nombrado y consagrado Obispo de la misma. A nuestra Parroquia vinieron inmediatamente varios curas, pero estaban pocos días, hasta que por fin, el que se quedó como Párroco fue Don Emilio Palop Soro. D.


Recuerdo de la Misión organizado por Don Emilio en 1943

Las primeras imágenes en llegar a la Parroquia en la posguerra fueron estas tres: 1º) El Sagrado Corazón de Jesús; 2º) San Julian Obispo (sin barba) y 3º) La Patrona, la Virgen de la Paz

Don Emilio Palop Soro, natural de Los Villares, el primer Párroco tras la guerra, tuvo que realizar un gran esfuerzo para reparar el templo parroquial, reponer los utensilios litúrgicos imprescindibles (campanas, cálices, custodias, etc.) y poner al día una comunidad parroquial perseguida, que había estado durante 4 años impedida de celebrar su fe: niños sin bautizar, parejas sin casar, jóvenes sin confirmar, Cofradías expoliadas...


Emilio realizó una invitación a las autoridades locales y al pueblo en general para que asistieran a la Bendición de la Iglesia y a los Oficios del Jueves Santo (el 6 de abril, a las 10 de la mañana) y a la Solemne Procesión de Nuestro Padre Jesús el Viernes Santo (7 de abril, a las 8 de la mañana). La Sagrada Imagen de Nuestro Padre Jesús fue llevada en procesión a su casa provisional, en la calle Divino Maestro, donde vivía la Hermana Calvario, que se hizo cargo de la Imagen, hasta que pudiera regresar a su "casa". Lógicamente, esta Hermandad fue la primera en reorganizarse (15 de mayo de 1939) y en 1940 se podía permitir ya la compra de un paso mayor que el que tenía antes de la Guerra, realizado en el Taller de Alfonso Plaza. Siguió sus pasos la Cofradía de la Virgen de la Cabeza, reorganizada en el Corpus Christi de 1940 y que en 1942 encargo la actual imagen de la Morenita. Este mismo año se comienza a reinstaurar la Cofradía de la Veracruz, que al principio procesionará con una simple cruz de madera con sudario. La primera imagen que llegó al Templo Parroquial fue la talla en madera del Sagrado Corazón de Jesús que regaló Carlos Ortí Serrano, y que ahora mismo se encuentra colocada sobre una peana en la esquina derecha del Altar Mayor. Como en la Iglesia no había nada más que las paredes, dado que durante tres años el templo se había utilizado como mercado de abastos, después de terminar los albañiles y los blanqueadores, se colocó en el Presbiterio un altar provisional: la Imagen del Corazón de Jesús fue puesta en una tarima de madera sobre unas enormes zanquillas de hierro muy altas en el centro de la pared; de ellas colgaba, a modo de dosel, una colcha roja de terciopelo o damasco, que tendría unos dos metros de ancho por uno de fondo. La única decoración consistía en dos jarrones con flores de papel y dos candelabros con velas. Debajo, una mesa muy grande de Altar revestida, para poder decir misa, que entonces la decían los celebrantes vueltos de espaldas. El 16 de febrero de 1940 fueron trasladados a la Capilla de la Virgen de los Dolores los restos de los dos sacerdotes asesinados en Marmolejo (Don Francisco de Paula Aranda y Don Julián Castilla) y los de otras 14 víctimas más: Vicente Lozano Maderas, Juan L. Burlo Gónima, Enrique Ayala Soria, Manuel Solís Pedrajas, José Pérez García, Juan A. Alcalde Tartajo, Miguel Cerrillo G.

1939. Como en la Iglesia no había nada más que las paredes, se colocó en el Presbiterio un altar provisional: la Imagen del Corazón de Jesús fue puesta en una tarima de madera sobre unas enormes zanquillas de hierro muy altas en el centro de la pared; de ellas colgaba, a modo de dosel, una colcha roja de terciopelo o damasco, que tendría unos dos metros de ancho por uno de fondo.


Del Prado, Pedro Perales Domínguez, Juan Solís Pedrajas, Juan Aº Díaz Palomino, Manuel Casado Sevilla, Francisco Martín Casado, Antonio Lozano Rivillas, y Esteban Herrero Brieva. Las víctimas, no obstante, fueron muchas más. La tarea primera y fundamental que acometió el nuevo Párroco Don Emilio fue de tipo pastoral: casar a centenares de parejas que no lo habían podido hacer, bautizar a cientos de niños a los que se les había impedido el sacramento, confirmar a los jóvenes, reorganizar las Hermandades y Cofradías, cuyo patrimonio (Imagen, Paso, retablo, enseres, etc.) había sido destrozado y expoliado. A pesar de la escasez de sacerdotes en esta época, Don Emilio procuró que nunca faltasen obreros en esta mies del Señor. En este contexto se enclava la Santa Misión predicada desde el 23 de marzo al 4 de abril de 1943, por los Padres Dominicos Federico García y Alberto Doblado, de la Orden de Predicadores El Organismo de Regiones Devastadas se encargó de reedificar y embellecer la Iglesia por dentro. Su deseo era empezar arreglando la Iglesia de Jesús, para que se celebrase allí tranquilamente el culto, mientras se restauraba el templo parroquial. Sin embargo, Don Emilio Palop se empeñó en arreglar primero el templo parroquial. Aprovechando la apertura de la puerta del angostillo durante la guerra civil (para entrar y sacar mercancías), en un primer momento se habilitó como templo el crucero, mientras el organismo de Regiones ponía unas enormes cortinas y trabajaba en la parte de la nave central, es decir, se usaba sólo media Iglesia, mientras la otra era restaurada. No obstante fueron grandes las molestias que los fieles tuvieron que soportar por tener que estar entre andamios durante los actos religiosos. Manuel Muñoz se queja de esta decisión del Párroco que provocó molestias a los fieles, y lo que es peor: dejó sin restaurar la Iglesia de Jesús. Posteriormente lo haría don Manuel Maroto (1949), Don Tomás (1989), etc., pero siempre con aportaciones del pueblo, y realizando un lavado de cara, y no como lo habrían hecho aquellos profesionales de Regiones Devastadas. El arquitecto de Regiones Devastadas Ramón Pajares Pardo se refiere a la reconstrucción de la Iglesia Parroquial en los siguientes términos: "Reparados de primera intención los más graves desperfectos, se reparó luego el pavimento y paramento interior de los muros. El aspecto antiestético de la Iglesia, de la que desapareció los antiguos retablos, se ha procurado corregir con una

1943-44. Estado del templo parroquial tras la restauración de Regiones Devastadas.

sencilla decoración de tono renacentista, a base de pilastras y entablamentos. Se ha reconstruido el coro, que se apoya ahora sobre viguetas de madera apoyadas a su vez en una carrera de aire. En los muros laterales se han abierto tres arcos de forma estrellada a cada lado, para mejorar la iluminación. En el Altar Mayor se ha construido la mesa y un Altar de línea barroca y española. La casa rectoral está dotada de una cuarto de aseo y de una nueva cocina." En Marmolejo la Dirección General de Regiones Devastadas realizó además otras obras de envergadura, que nos describe Antonio Marín Muñoz en su libro La reconstrucción de la provincia de Jaén bajo el Franquismo


Presbiterio en 1945

Esta foto del año 1945 muestra cómo se quedó la Iglesia tras el trabajo de restauración de Regiones Desvastadas. La estructura ha sido completamente reformada, se ha colocado escayola y se ha pintado de blanco y ocre para crear fondo. Las escaleras y baranda del presbiterio son sencillas, al igual que el púlpito. Las imágenes de la Virgen de la Paz y San Julián se han colocado sobre tarimas. Encima del Altar se puede ver ya el Sagrario de la Parroquia que Don Emilio Palop mandó construir en Córdoba con plata y joyas donadas por las familias de Marmolejo. La Imagen del Corazón de Jesús se ha elevado sobre una peana. A pesar de su sencillez, el templo aparece limpio y equilibrado, y sobre todo con mucha luz, prueba de que aún no hay vidrieras, sino tan sólo cristales blancos. Como curiosidad, en esta foto se puede ver a San Julián sin barba, muy semejante al primitivo, anterior a la Guerra Civil.


(1939-57). La Dirección General de Regiones Desvastadas, pp. 39-42, haciendo mención del informe memoria que presentó el arquitecto Ramón Pajares: -Creó la nueva barriada de “Regiones” en la que que se construyen: -16 viviendas para jornaleros tipo D y 3 de esquina; -32 viviendas Tipo C para jornaleros; -4 viviendas para artesanos; -8 viviendas para funcionarios; 4 viviendas tipo L para funcionarios. -Se reconstruyó el Grupo Escolar de Marmolejo: "El edificio se compone de dos clases en una sola planta, sufrió grandes desperfectos en la cubierta, en la cerca. Las reparaciones no le han modificado esencialmente, pero se han corregido algunos defectos constructivos, y se han construido de nueva planta los servicios de aseos, de acuerdo con las normas reglamentarias. En el campo escolar se han corregido las desigualdades del terreno para evitar el estancamiento de agua de lluvia. Una cerca de malla separa ahora las clases de los niños de las niñas." -Se intervino también en el Asilo de Niñas Huérfanas de Marmolejo. -Se creó el Mercado de Abastos de Marmolejo: "está situado en el centro urbano de la población, con la entrada principal por la calle de Palacio Valdés. El acceso al almacén se hace por la puerta posterior. Consta de 12 puestos de carne, 5 de pescado, 19 de fruta, 19 de verduras, 5 de leche y 3 de huevos y buñolerías. El conjunto de puestos va alrededor de una plaza cuadrada de 25,60 metros de luz, en una nave abierta al interior de la planta a modo de soportales, compuestos por arcos de medio punto y otros rebajados. Todo el conjunto irá dotado de instalación de aguas, y la cámara frigorífica consta de dos departamentos..." Se reconstruyó y ordenó el Cementerio Municipal de Marmolejo: "Se ha reconstruido la cerca, substituyendo su anterior forma semicircular por la rectangular, con lo que se ha regularizado y ampliado el recinto. El Cementerio se ha ordenado en manzanas paralelas con patio central. A la derecha se ha situado un pequeño recinto para cementerio civil. También se ha reparado el pavimento, portaje, cubiertas, etc., de las dependencias anexas." Entre los años 1940 y 1950, se procedió a dotar a la Parroquia de nuevas imágenes, pues excepto la de Nuestro Padre Jesús todas habían sido destruidas durante la Guerra Civil. Fue una operación escalonada, y todas las imágenes fueron objeto del mismo protocolo: El transporte se detenía en la Carretera de la Estación, exactamente en

el hito kilométrico nº 1, a la altura de la granja de conejos y gallinas propiedad de Juan Alcalá (hoy desaparecida), donde una nutrida representación de marmolejeños/as aguardaba. Se desembalaba la imagen y se colocaba en unas andas dando comienzo una solemne procesión hacia la Parroquia donde se seguía el ritual establecido para estos casos. *La talla del Corazón de Jesús fue donada por Carlos Ortí Serrano, como ya se ha afirmado. *La Imagen del Patrón San Julián fue una donación del Dr. Julio Vizcaíno Perales y de Julián Flores González. *La imagen de la Patrona la Virgen de la Paz fue donada por Petra Lozano (heredera del Hotel Central), Isabel Lozano (esposa de Claudio Rostaing) y María Josefa Lozano (Esposa del Dr. Mercader). *En la Semana Santa de 1942 procesionó la Imagen de la Virgen de los Dolores, en unas andas cedidas por la Hermandad de Nuestro Padre Jesús. Esta nueva imagen la donó el matrimonio formado por José Burlo García del Prado (hijo del antiguo alcalde Juan Luis Burlo Gónima, el mismo que había donado la primitiva imagen destruida en la guerra) y Socorro Ortí García (la nieta de Juan Manuel Ortí Lara). A partir de 1943-44 se encargarán unas nuevas andas en el Taller de Alfonso Plaza. *La imagen de la Virgen de la Cabeza la compró su Cofradía sobre 1942-43. *La Cofradía de la Veracruz, por su parte, se conformará con una simple cruz (con sudario). A pesar de que comienza a reorganizarse sobre 1942-43, no tendrá una imagen de Cristo Crucificado hasta 1946-47. *El cuadro al óleo colgado en la nave central es una copia del "Descendimiento de la Cruz", pintado por Rubens, cuyo original se encuentra en la Catedral de Amberes. Se creía que esta copia formaba parte de la colección de la Baronesa Waugai favorita del Rey Leopoldo II, que había sido vendida en Paris en 1819, y adquirida por los antepasados de Don Rafael Rivero, asiduo concurrente al Balneario de Marmolejo, y donada por él, a nuestra Parroquia en el año 1945. En realidad, durante la restauración de la Parroquia llevada a cabo en 2004, pudimos ver con nuestros propios ojos que se trata de una lámina en papel, y ni siquiera es una copia en óleo. No obstante, la gran obra de Don Emilio Palop, aparte del arreglo del templo, fue el precioso Sagrario en plata que encargó en Córdoba, al artesano y orfebre Juan


Traslado de Jesús (1949-50)

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Traslado de la Imagen de Jesús a su Ermita, tras la celebración del Quinario y Comunión General en la Parroquia. Se distinguen las siguientes personas: 1. Zabala, 2. Antonio González, 3. Niceto Oropesa, 4. Juan Barragán, 5. Mudo Panocho, 6. Ricardo Fernández, 7. Pedro Pastor Lozano, 8. Pedro Pastor González, 9. Manuel González, 10. Alfonso Lozano, 11. Jerónimo Parras, 12. Alejandro Parras, 13. Bartolomé Solís, 14. Antonio González Coba, 15. Jerónimo Peña, 16. Rafael Blanco, 17. Mamerto Zabala, 18. Cañones, 19. José María Pastor, 20. Antonio pastor, 21. Carlos Ortí, 22. Juan Garcias, 23. Miguel el de Ezequiel, 24. Andrés Lozano, 25. José Coba, 26. Matriche, 27. Herminio Morales, 28. Pepe Puentes, 29. José Jurado, 30. Antonio Galazo, 31. Juanito Agudo, 32. Basilio Fernández, 33. Juanito Claret, 34. Ramón Herrera, 35. Pepe Medina


Gabriel Lama Cuesta, en la Calle Marrubial, 20. Este Sagrario que llegó a Marmolejo en 1945 fue realizado con plata y joyas donadas por los marmolejeños/as. También se encargó en el mismo taller un cáliz que la Parroquia regaló al Párroco Don Emilio a su marcha. Este cáliz pasó posteriormente a su sobrino Don Pablo Montón Palop, que al morir lo ha devuelto a la Parroquia de Marmolejo, por deseo expreso de su tío Emilio. En esta dura época de Don Emilio, en 1943, llegan a nuestro pueblo las Madres de Desamparados y San José de la Montaña, procedentes de la Comunidad de San Juan de Dios de Andújar. Fundarán una comunidad que aún hoy pervive, y a lo largo de estas décadas duras irradiarán su carisma de ayuda y caridad para con los desamparados.

10. D. Manuel Maroto Castro (Del 27-10-1945 al 05-08-1956) Don Manuel Maroto Castro nació en la población vecina de Villa del Río (Córdoba) el 29 de septiembre de 1905. Realizó sus estudios sacerdotales en el Seminario de Córdoba, donde coincidió con el futuro Obispo de Jaén, Don Félix Romero Mengíbar, gran amigo personal. Posteriormente se trasladó al Seminario de Jaén, donde fue ordenado presbítero el 25 de mayo de 1929. Cantó su primera Misa el 8 de junio de 1929 en Villa del Río. Su primer destino fue Párroco de Santa Elena (del 1 de julio de 1929 a febrero de 1933). Posteriormente fue encargado, durante unos meses, de la Parroquia de La Guardia. No obstante, donde don Manuel Maroto maduraría como sacerdote sería en la Parroquia de Campillo de Arenas, que ocupó del 16 de diciembre de 1933 al 26 de octubre de 1945. Por supuesto, durante la Guerra Civil tuvo que huir del pueblo y fue obligado a vestir de paisano. Tras la Guerra, regresó a su Parroquia de Campillo, hasta el 27 de octubre de 1945 que tomó posesión en la Parroquia de Nuestra Señora de la Paz de Marmolejo, con 40 años recién cumplidos. Don Manuel se encontraría una Iglesia recién restaurada por Regiones Devastadas, y con un mínimo patrimonio logrado por su antecesor Don Emilio. No obstante, las paredes estaban vacías, y no había ni un solo retablo en toda la Iglesia. Él se encargaría de cambiar esta situación a mejor: El primer retablo adquiridos fue el del Cristo Crucificado, en el que está el magnífico Sagrario que

Don Manuel Maroto es el Párroco de Marmolejo por antonomasia. En su época la Parroquia de Marmolejo alcanzó una gran altura. Supo aprovechar la mejora de la situación económica española y marmolejeña, con la etapa de plata del Balneario. Amó a Marmolejo durante los 11 años que sirvió como Párroco, pero no se olvidó jamás de sus feligereses, con los que quiso descansar, a la espera de la resurrección futura, en el panteón que se construyó en Marmolejo. Aún hoy, cuando llega el Día de los Difuntos, se pueden ver velas y flores en su tumba.


Don Manuel dotó el templo de cuatro retablos y el Presbiterio de barandas, dos candelabros grandes, con instalación eléctrica, costeados por Dª Petra Lozano; seis hacheros grandes de madera tallada y dorada en oro fino, hechos en Sevilla, como los cuatro ángeles que sostienen sendas lámparas, dos en el Altar Mayor y dos en el Sagrario

El Retablo de Ntra. Sra. del Pilar lo donaron los esposos Diaz-Navarro, en cumplimineto de una promesa de D. Juan Díaz. En esta foto, de principios de los 50, se puede observar además de la Virgen del Pilar, los Santos Patronos de los donantes: San Juan Bautista (D. Juan) y Santa Catalina (Dª Catalina). Además si se observa la delantera del Altar, se verá que es la misma que actualmente hay puesta en el Altar Mayor de la Misa. Posiblemente D. Francisco Álvarez, al realizar la reforma, la colocó allí.

El Retablo del Cristo Crucificado, junto con el Comulgatorio, candelería, lámparas, atril, sacras, palmatoria, y todo lo necesario para la celebración en él de la Santa Misa, así como la rica alfombra, campanillas-carrillón, etc., lo costeó Dª Paca Cerrillo.


1946. Primer arreglo del presbiterio por parte de D. Manuel Maroto

adquirió D Emilio Palop en Córdoba. Este Retablo, junto con el Comulgatorio, candelería, lámparas, atril, sacras, palmatoria, y todo lo necesario para la celebración en él de la Santa Misa, así como la rica alfombra, campanillascarrillón, etc., lo costeó Dª Paca Cerrillo, que anteriormente había colaborado con las Madres de Desamparados. El Retablo de la Virgen del Pilar (actualmente ocupado por la Imagen del Resucitado) lo donaron los esposos Diaz-Navarro, en cumplimineto de una promesa del futuro General de Brigada D. Juan Díaz, quien, a pesar de haber sido alcanzado su avión en vuelo, consiguió regresar a la base y salvar su vida y el valioso aparato. El Retablo de San Antonio (donde después estuvo la Purísima y ahora está la Virgen de la Paz) lo

costeó el matrimonio D Antonio de la Fuente y Dª Mercedes Contre, que fueron los Padrinos seglares en las Bodas de Plata Sacerdotales de Don Manuel Maroto, celebradas en Marmolejo con participación de todo el Pueblo, el 8 de Junio de 1954. Este matrimonio costeó también la campana mayor y un rico Portaviático de plata repujada, confeccionado por un famoso orfebre de Córdoba. Estos tres Retablos citados (el del Cristo Crucificado del Sagrario, el de la Virgen de la Pilar y el de San Antonio) fueron confeccionados en las Escuelas Salesianas de Sarriá (Barcelona). Las seis ricas vidrieras que lucen en la Parroquia fueron adquiridas en la Casa Maumejean (fundada en Madrid en 1860), la fábrica más acreditada de España.


1949. Adquisición del Retablo del Altar Mayor en Benavente (Zamora)

Fueron costeadas en su totalidad por el matrimonio D. Jerónimo Ugarte y Dª Ana Allende, bilbaínos y asiduos agüistas. La vidriera grande central, sobre la puerta principal, lleva pintado en el centro el anagrama de la Virgen María, orlado con un rosario y variedad de dibujos en lindos colores. Las tres laterales de la nave llevan pintadas las imágenes de la Virgen de Begoña (Patrona de Bilbao), Santa Ana y San Jerónimo (los Santos del matrimonio donante). Las dos grandes del crucero tienen las imágenes de San Julián y la Virgen de la Paz. Los colores de sus pinturas son inalterables al sol o a las lluvias, por estar cocidos a altas temperaturas. Estos datos anteriormente descritos los narra el propio Manuel Maroto en una Carta escrita el 18 de Junio de 1983. Transcribo la narración de su obra más

importante: la adquisición en 1949 del retablo del Altar Mayor y del retablo de San Julián: “La Providencia me deparó la ocasión de enterarme de que dos señores arquitectos de Madrid habían comprado en Benavente, provincia de Zamora, un Convento de Monjas Dominicas, para demolerlo por encontrarse en ruinas, y que vendían dos magníficos Retablos barrocos del siglo XVII que estaban instalados en la Iglesia de dicho Convento. Indagué las señas de los arquitectos, hablé con ellos por teléfono, me trasladé a Madrid, y, con ellos, viajamos en coche a Benavente y, al verlos y apreciar su valía, me comprometí a adquirirlos. Respaldado por los señores que componían la Junta Parroquial: D. Julio Vizcaíno, D. Alfonso Sánchez, D. Andrés Pastor, D. Manuel Agudo, D. Isidro Moreno, D.


Carlos Ortí, D. Pedro Pastor y, el entonces alcalde D. Francisco Rivillas, firmé el contrato en 300.000 pesetas pagaderas en varios largos plazos. Por supuesto que en ese precio iba incluido el desmontarlos, trasladarlos e instalarlos en nuestra Parroquia. Hubo comentarios de aplauso pero también de temor por el riesgo en el pago que, gracias a Dios, no lo hubo. Así de sencillo fue todo y, una vez más, se confirmó que "el que a Dios busca, a Dios halla"”. En esta descripción, don Manuel ha olvidado mencionar cómo consiguió reunir el dinero para hacer frente a este pago. Según Manuel Muñoz, o.c., pág. 37, “Los labradores aportaron voluntariamente 10 céntimos por cada kilo de aceituna de aquel año”, aunque hubo otras aportaciones considerables del resto de la población. Don Manuel Maroto tuvo la suerte y supo aprovechar la segunda época dorada del Balneario (aunque bastante inferior a la de los años 20). Consiguió la colaboración de muchos agüistas y marmolejeños y dotó a la Parroquia de un rico patrimonio histórico-artísitico: la candelería del Altar Mayor; los dos candelabros grandes, con instalación eléctrica, costeados por Dª Petra Lozano; los seis hacheros grandes de madera tallada y dorada en oro fino, hechos en Sevilla, como los cuatro ángeles que sostienen sendas lámparas, dos en el Altar Mayor y dos en el Sagrario; las cuatro pilas de alabastro, dos en cada puerta que dan a la calle; los ocho faroles de metal dorado y de cristal para alumbrar en aquellos devotos y solemnes Viáticos, con acompañamiento multitudinario y devotísimo; el reloj de pared regalado por la buena y querida Marianica a una indicación suya, a los pocos días de tomar posesión de la Parroquia; el dignísimo marco tallado y donado para la litografía de la Virgen del Perpetuo Socorro; la igualmente rica repisa e Imagen de María Auxiliadora; la suntuosa y bellísima Imagen de la Inmaculada, de talla dorada y policromada, hecha en Sevilla, y donada por la Sra. de Borrero, prócer en piedad y generosidad, que donó monedas y joyas de oro, cuantas precisaron para dorar la Inmaculada, ya que en la postguerra tanta escasez había del rico metal; la fina y rica balaustrada de mármoles y metal dorado, que tanto embellecía el Presbiterio… En la época de Don Manuel Maroto, llegan a Marmolejo el resto de imágenes sagradas: *La imagen de la Inmaculada fue regalada por la Señora de Borrero, una acaudalada agüista sevillana

María Auxiliadora, Patrona de los Salesianos

asidua del Balneario desde antes de la guerra. Al estallar ésta, quedó retenida en Marmolejo y alojada al parecer en casa de Isabel Torres, vivienda anexa a la casa parroquial. Se vio obligada a pasar la guerra en la localidad e hizo promesa de que si lograba reencontrarse con los suyos al finalizar la contienda haría un donativo a la Parroquia. Vio cumplido su deseo y en agradecimiento encargó y costeó la imagen. *La imagen de María Auxiliadora fue regalada por Isidro Moreno, abogado nacido en Marmolejo. Estudió


el Bachiller en los Salesianos de Córdoba, promotores de la devoción a María Auxiliadora. Realizó la carrera de Derecho en Madrid, donde contrajo matrimonio con Rosario Coto, antigua miliciana del Cuartel de la Montaña. Este matrimonio le trajo problemas con las autoridades de la posguerra. Al parecer él estudiaba los casos, aunque lo representaba un compañero ante el tribunal. Vivía en la calle Perales y tenía tres hijos. *La imagen de San José existente en la Parroquia fue donada por la madre de D. Francisco Calero. *La imagen de San José de la Iglesia de Jesús fue regalada por D. José Perales Jurado (“el médico Perales”). *En 1946-47 había llegado el Cristo de la Veracruz (el que está en el Retablo del Sagrario), cuya Cofradía lo procesionará dos veces: como Crucificado y como Santo Entierro. *A principios de los 50 D. Francisco Calero regaló también la imagen de la Virgen de las Amarguras. Don Manuel Maroto celebró en Marmolejo sus bodas de plata sacerdotales el 8 de junio de 1954, con la asistencia de su amigo el Obispo Don Félix Romero Mengíbar y un gran número de sacerdotes. Con motivo de su XXV aniversario pidió dos regalos a sus feligreses: “la organización de unas Sagradas Misiones, de carácter excepcional, que lograra las más fecundas Bendiciones del Cielo para la prosperidad de este pueblo y para la perfección Espiritual de sus hijos”, y, “la construcción de unas veinte viviendas para entregarlas a familias necesitadas de hogar, en condiciones decorosas e higiénicas”. Para hacer posible estos proyectos y lograr la adecuada organización quedó constituida una Comisión pro-homenaje Bodas de plata Sr. Cura Párroco, bajo la Presidencia del Sr. Alcalde D. Francisco Rivillas Peña y del Sacerdote Coadjutor, D. Antonio Ruiz Sánchez. Esta Comisión cifró los gastos en 400.000 Ptas. Para conseguirlos ideó una serie de actividades benéficas y solicitó a todos ayudas, donativos, iniciativas, aliento y entusiasmo. Lo primero que se organizó fue una Tómbola benéfica, recaudando objetos, muebles, juguetes, ropas, artículos alimenticios, de arte, de adorno, cacharros, libros, etc. La Santa Misión, celebrada del 1 al 15 de noviembre de 1954 fue un gran éxito: ¡Marmolejo entero se volcó con su Párroco y con los misioneros! Las viviendas de la Calle Maroto (en el Barrio de Belén) también fueron una realidad. Don Manuel pidió

Procesión del Resucitado “Niño”

mucho en el pueblo, incluso a los jornaleros que estaban parados les pagaba lo que podía por su trabajo, pero al final de sus casi 11 años dejó una huella imborrable y un templo parroquial digno y envidiable. También en los últimos años de los 40 había arreglado la Ermita de Jesús. Para demostrar el cariño que le tiene al pueblo de Marmolejo, mandó construir su panteón, de mármol, en esta Villa, porque dice querer estar con nosotros, hasta la consumación de los siglos. Fue trasladado, como párroco, a la de San Ildefonso, donde se venera a la Patrona de Jaén, la Santísima Virgen de la Capilla.

JotaGeA


Bodas de Plata Sacerdotales A la izquierda, recibimiento al Sr. Obispo Don Félix Romero, el 7 de junio, y cena-homenaje por ser la primera vez que visitaba Marmolejo. D. Félix Romero Mengíbar, nacido en Priego de Córdoba en 1901, había sido ordenado Obispo de Jaén el 2 de mayo de 1954, un mes antes. Debajo, a la izquierda, entrada a la Parroquia para la Misa del XXV Aniversario de Sacerdocio de Don Manuel Maroto. Delante el Sr. Obispo y concelebrantes. Detrás Don Manuel con Don Antonio de la Fuente y Dª Mercedes Contre, sus Padrinos seglares de boda. Abajo a la derecha recordatorio de la efeméride: 8 de junio de 1954


Misa del XXV Aniversario de D. Manuel Maroto (Bodas de plata)

Gran número de autoridades y sacerdotes acompañantes en la Misa

Padrinos seglares: D. Antonio y Dª Mercedes

Padrinos eclesiásticos: D. Juan Aragón y D. Vicente Mayor


D. Manuel Maroto provenía de familia adinerada. Sin embargo, siempre mostró entrañas de misericordia para con los necesitados. A su llegada, en 1945, en pleno “año del hambre”, alentó la caridad de los feligreses más pudientes para con los hambrientos: -el comedor de Dª María Rodríguez-Arango (esposa del médico Perales), -el cocido de las monjas (gracias a la generosidad de Dª Catalina “la aviadora”), -el trabajo ofrecido a los más pobres por personas cristianas como D. Antonio de la Fuente, D. Juan Díaz Criado o el médico Perales... En tiempos de D. Manuel se organizó la caridad desde la Parroquia a través de un voluntariado en el que participó Manolita Pastor Reca, Mercedes Garias, Paquita Flores, Isabel Nieves Cañaveras, Dolores García de la Torre y Mª Dolores Gutiérrez Peña (estas tres últimas serán monjas). Marmolejo se volcó en la construcción de las “casas de Maroto” en 1954, y muchas familias jamás olvidaron a este Párroco, que descansa en el cementerio de Marmolejo.

La Misa del XXV Aniversario se celebró el 8 de junio de 1954, a las 10 de la mañana. A las 12'30 del mismo día, el Sr. Obispo y la comitiva se desplazó al Barrio de Belén para bendecir las 20 casas (construidas por suscripción popular como homenaje de Marmolejo a su Párroco) y entregar las llaves a las familias beneficiadas.


El 1 de noviembre de 1954, Año Santo Mariano y Jacobeo, en el contexto de la celebración del XXV Aniversario del sacerdocio de D. Manuel Moaroto, llegaron a Marmolejo ocho Padres Redentoristas. Saludaron al pueblo desde el balcón del Ayuntamiento, celebraron una gran Misa en el Cementerio el 2 de noviembre, y distribuyeron a las personas en cuatro Centros, según su calle y barrio: El centro y Belén iría a la Parroquia; Las vistillas a la Iglesia de Jesús; al Cine Español, la zona de Calvario, Canalejas, Zapateros, Regiones y Paseo; y a la Fábrica del Sr. Sagredo, las calles Molinos y alrededores. Los Padres Redentoristas traían un método ensayado de transmisión de la fe que tocaba todos los palos y que dio gran resultado: Charlas y conferencias, reuniones con niños y con jóvenes, ejercicios espirituales y meditaciones, procesiones, teatros, Misas multitudinarias, etc.


Centro Nuestra Señora de la Paz (Parroquia)

Centro de Nuestro Padre Jesús (Iglesia de Jesús)

Centro Sagrado Corazón de Jesús (Cine Español)

Centro Inmaculado Corazón de María (Fábrica Sr. Sagredo)


Arriba, a la izquierda, una representación de niños con el Inmaculado Corazón de María; en medio, el Padre Lizárraga en el Santuario de la Virgen de la Cabeza; a la derecha, el Padre Barberán en la Procesión de Jesús Resucitado Niño. Abajo, a la izquierda, Procesión de niños; a la derecha el Padre Castrillo en la Puerta de la Iglesia Parroquial


Santa Misión de 1954 Misa de Clausura (14 de noviembre de 1954)

En esta impresionante foto se puede apreciar el éxito de la Santa Misión de 1954. Practicamente acudió todo el pueblo a la Misa de clausura, celebrada en la puerta del Ayuntamiento y en la Plaza de la Constitución. En la página siguiente se pueden ver diferentes tomas de esta Misa: Altar Mayor, concelebrantes, autoridades, e incluso la carta del Obispo Don Félix Romero Mengíbar alegrándose de los frutos de la Misión, Y disculpándose por no poder asistir a causa de una enfermedad.



Don Manuel Maroto no fue el único sacerdote del pueblo en esta época; en los primeros años desfilaron muchos padres y sacerdotes: Diego Guzmán Pavón, Balbino Canillo León, Francisco de Paula Torres, José María Larrea, Padre Pardo, Padre Jacinto Chucena, Vitorino Jiménez, Juan Vicente Cabrera, José Antonio Mayordomo... Entre 1952 y 56 nos encontramos el nombre de varios coadjutores, algunos de los cuales dejaron bastante huella en Marmolejo: D. José Fernando Jiménez García, D. Antonio Ruiz Sánchez, D. Antonio Sánchez Romero, D. Rafael García Gutiérrez. Los dos últimos son bastante nombrados y recordados aún hoy. Marmolejo debe mucho a Don Manuel Maroto. Gracias a él tenemos retablos, imágenes y demás enseres litúrgicos en la Parroquia; consolidó las Cofradías que estaban arrancando y las dotó de estatutos; puso en marcha con la ayuda de Manolo Muñoz, Andrés Vidal, Manuel Agudo, Antonio Pastor González y otros más la famosísima cabalgata de Reyes Magos de Marmolejo que se inició en enero de 1952; realizó una gran labor social y evangelizadora, a través de las casas para pobres y de la Santa Misión; pero sobre todo enseñó al pueblo de Marmolejo la grandeza del sacerdocio, cuando éste se vive como servicio al pueblo de Dios y de forma desinteresada. Por eso, a su marcha, el pueblo entero lloró y salió a despedirlo multitudinariamente, dejándolo en su nueva Parroquia de San Ildefonso. Marmolejo, como despedida, le regaló un gran álbum de fotos de gran valor (con pastas en piel y decoración a mano). En este álbum aparecía la biografía de Don Manuel y sobre todo su incansable labor en la Parroquia de Marmolejo. Además recibió otro gran regalo de sus feligreses: un suntuoso Cáliz, que usó a diario hasta su muerte, que lo regaló en testamento a la Parroquia de Marmolejo y es el que usamos los domingos. El magnífico Álbum de fotos lo donó a la Casa de la Cultura del Ayuntamiento de Marmolejo. Se encuentra en el Ayuntamiento, custodiado en una vitrina expositor, y gracias al Sr. Alcalde Don Cristóbal Relaño, que me dio permiso para copiarlo, podréis disfrutar de muchas de sus fotos. Tras su muerte, la Corporación Municipal de Marmolejo invitó a todos los vecinos al Funeral que se celebró el 29 de septiembre de 1993 en la Parroquia de Nuestra Señora de la Paz. A la salida del mismo y al igual que se hiciera a su marcha de Marmolejo, tuvo lugar una recogida de firmas, que han quedado unidas al libro Homenaje que recibió en su despedida como Párroco. Con el paso de los años, ni Marmolejo se olvidó de Maroto, ni Maroto de Marmolejo.

Despedida multitudinaria de D. Manuel Maroto

Marmolejo regaló a Don Manuel un álbum de fotos y de firmas y un precioso cáliz, que, a su muerte, él dono al Ayuntamiento y a la Parroquia respectivamente


11. D. Pablo Martín de la Sierra y García Carpintero (Del 02-09-1956 al 06-12-1966) Desconozco bastante de este sacerdote, natural de Ciudad Real, que estuvo en Marmolejo diez años, pero quedó a la sombra de la figura de Don Manuel Maroto. En los primeros años de D. Pablo continuará como coadjutor D. Rafael, natural de Porcuna, que limará asperezas ante las elevadas exigencias del Párroco, que no pasa ni una, sobre todo en la cuestión del catecismo, para poder casarse. En tiempos de Don Pablo se creó el Equipo de Cáritas, cuyos representantes fueron Manuel Agudo Perales como Presidente, con Manuel Muñoz López y Andrés Vidal Rodríguez como vocales. Se trataba de un grupo enteramente masculino, mientras que, por el contrario, el grupo de Acción Católica era enteramente femenino. Trabajaban perfectamente conjuntados en favor de los necesitados del pueblo. Cáritas organizaba alguna campaña y las componentes de Acción Católica buscaban candidatos beneficiarios de las mismas. Dos campañas en concreto fueron las más productivas: la distribución de leche y la recogida de mantas y colchones. A raíz del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre el régimen de Franco y el Gobierno de Estados Unidos de Norteamérica, España recibió ayuda de distintos tipos, entre ellos la alimentaria, materializada en el envío de leche en polvo y un queso en barras que llamó mucho la atención porque era una presentación desconocida hasta entonces. Cáritas Diocesana de Jaén (creada en 1958) canalizaba esta ayuda enviando los paquetes a las Cáritas Parroquiales, que se encargaban de su reparto. En nuestro caso, el local donde se llevaba a cabo este reparto era una casa deshabitada, propiedad de D. Ricardo Fernández Carmona y situada en lo que actualmente es el Bar Las Palomas. Las encargadas de reconstituir la leche añadiendo el agua necesaria y su posterior reparto junto con el queso eran Antonia Agudo Rivillas y Angelina Burlo Ortí. La otra campaña consistió en la recogida de mantas y colchones para repartirlas entre los vecinos que

1958. Don Pablo escuchando el discurso eucarístico de D. José Mª Pemán en la Fiesta de las Espigas

1958. Procesión del Santísimo. D. Pablo, el primero a la derecha; y D. Manuel Maroto, el tercero de la izquierda

1958. Bendición de los campos con el Santísimo


Arriba: El Sr. Obispo realiza la Visita Pastoral de la Parroquia en 1959 y es recibido por el Párroco D. Pablo y por el Alcalde D. Francisco. Arriba a la derecha, se ven niños con banderitas que van a dar la bienvenida al Sr. Obispo

¿Quién dice que la Iglesia no se moderniza? Aquí tenemos al coadjutor Antonio Sánchez bendiciendo las motos en 1955, como si fueran cochinillos de san Antón. Miren la cara de felicidad y asombro de todos. ¡Y la cara de los niños! Esta ha sido la foto más valorada y vista de las que hay en la web de la Parroquia.

El inconfundible porcunero D. Rafael García con su moto. En comparación con la seriedad de Don Pablo, a Don Rafael se le recuerda con gracejo; sobre todo los novios de la época, que tenían que pasar el duro examen de catecismo de D. Pablo.


Febrero de 1961: Ejercicios Espirituales en Santa María de los Apóstoles (Jaén)

Se trata principalmente de un grupo de trabajadores de Manuel González. Aparecen comenzando por la fila de arriba: D. Francisco Aguirre Zumalacárregui, Rafael Blanco Zabala, Antonio Bueno, Salvador Gallardo, un desconocido (en la puerta), Alfonso Ruiz, José Boyagas, Agustín Lozano. En la fila 2ª: Bartolomé Solís, Maestro Miguel Lozano, Ramón Herrera Pamos, Manuel González, Manolo Perales Fuentes. Abajo: Paco Pérez, un funcionario que trabajaba en Marmolejo, Pepe Martínez, un Padre Espiritual de Jaén, Francisco Rivillas (Alcalde), dudoso, Antonio, Miguel Martínez Mena, Agustín (albañil). En cuclillas: Juan Ruiz, Mamerto Zabala, Andrés Flores, Antonio Moreno, Bartolo (chófer del Alcalde) y José Jurado


carecían de ellos. Organizada por Cáritas, las componentes de Acción Católica visitaron los domicilios que habían solicitado ser beneficiarios para verificar tal necesidad y evitar abusos, y se realizó el reparto. Aún así, no se pudo evitar algún caso de picaresca que consistió en trocear las mantas recibidas para canjearlas como paños de cocina a cambio de aceite. En la época de Don Pablo aparecen nombrados en los libros parroquiales tres coadjutores: D. Rafael García Gutiérrez (entre 1956-60), D. Luis María Juárez Montilla (1960-64) y D. Juan Castillo Contreras (1964-67). Nos encontramos en la época de expansión y esplendor de la Acción Católica sobre todo en su vertiente femenina. Por eso es frecuente ver en estos años estampas recordatorio de los Ejercicios Espirituales celebrados. En 1960 las Mujeres de Acción Católica hicieron suyo el llamamiento de la FAO y lanzaron en España la Campaña contra el hambre en el mundo, dedicando una Jornada a recoger fondos mediante una colecta en parroquias y colegios, destinada a los países de África y la India. Esa jornada se celebra desde entonces el segundo domingo de Febrero y ha alcanzado gran popularidad en la sociedad española. En 1978 esta "Campaña contra el hambre en el mundo", toma forma jurídica de Organización No Gubernamental con el nombre de MANOS UNIDAS, que ha logrado una amplia penetración social y gran credibilidad. Aún conservando esa originaria identidad femenina y católica, toda persona, mujer o varón, de buena voluntad puede colaborar con Manos Unidas. Don Pablo Martín de la Sierra vivió en Marmolejo dos episodios inolvidables: el primero tuvo lugar a primeros de julio de 1958: la celebración en Marmolejo de la Fiesta de las Espigas con motivo del 50 Aniversario de la Adoración Nocturna. Este tema está ampliamente desarrollado en el capítulo de la Adoración Nocturna, por eso no me detengo aquí demasiado. Baste señalar que asistieron un total de 36 Secciones Adoradoras, y gran cantidad de autoridades religiosas y civiles. Estas tres fotos pertenecen a la Santa Misión celebrada en 1966. En ellas se puede ver a Don Pablo Martín de la Sierra y al Alcalde D. Francisco Rivillas, con los ocho Padres Misioneros. Al Igual que se hiciera en 1954, se instaló un hermoso Altar en la puerta del Ayuntamiento para la celebración de la Eucaristía y la predicación


Presbiterio de la Parroquia de Marmolejo hacia finales de los 50 y principios de los 60

Se pueden leer dos frases en latín: Reina de la Paz, ruega por nosotros (Regina pacis, ora pro nobis); y San Julián, ruega por nosotros (Sancte Juliane, ora pro nobis). El Retablo del Altar Mayor ha sido instalado recientemente. El Altar sigue estando pegado a la pared, y todavía están las antiguas barandas (comulgatorio) que se instalaron en la época de D. Manuel Maroto, y que en la reforma de D. Francisco irían a parar al coro pequeño que hay encima de la puerta de la Sacristía. También se observa la solería instalada por Regiones, que será mejorada en los años 70, con los Hermanos Jiménez Cobo.


El otro episodio tendrá lugar al final de su estancia en marzo de 1966, recién terminado el Concilio Vaticano II, y se trata de la celebración de una Santa Misión, que a pesar de su impacto considerable no podrá compararse con la de 1954 organizada por D. Manuel Maroto. La Misión tuvo lugar del 6 al 19 de marzo de 1966 y estuvo a cargo de 8 Padres Misioneros repartidos en cuatro Centros Misionales: Parroquia (Padre Cruz Pagola y Padre José Elorza), Iglesia de Jesús (Padre López Sáinz y Padre José Ruiz), Belén (Padre Abel Martínez y Eusebio López) y Virgen de la Cabeza (Padre Manuel Vázquez y Padre Cipriano Gil Lara).

12. D. Francisco Álvarez Martínez (Del 12-02-1967 al 14-10-1972) Don Francisco Álvarez Martínez, natural de Andújar, conocido en Marmolejo por el mote de su familia “el cura bizcocho”, entró en Marmolejo con 41 o 42 años. Como tarea fundamental tuvo que realizar la reforma conciliar en Marmolejo. El Concilio Vaticano II puso en marcha un movimiento de renovación bíblica, litúrgica y pastoral, que aún perdura en nuestros días: la eucaristía se comenzó a celebrar en castellano, en lugar de en latín; el altar se separó del retablo, de modo que el sacerdote pudiese celebrar como una familia alrededor de la mesa del banquete de Cristo; se intentó centrar el culto en Jesucristo y sobre todo en la eucaristía dominical, dejando de una lado devociones tan arraigadas como las Ánimas Benditas, la Virgen del Perpetuo Socorro, las Novenas, Quinarios, Triduos, etc. D. Francisco Álvarez, muy “conciliar”, tomó al pie de la letra las novedades del Concilio Vaticano II sobre la centralidad de Cristo y eliminó la mayor parte de los elementos que no eran necesarios según él para el culto, en especial las imágenes, los retablos, los candelabros de bronce, la balaustrada y el púlpito. El Baptisterio acogió gran cantidad de imágenes, mientras la Pila bautismal de mármol era convertida en macetero del patio. El retablo de San José estaba situado frente al Sagrario (donde hoy está la Virgen del Pilar). Además del titular contenía las imágenes de Santa Rita y San Francisco (devueltas en el último año por Don Juan Solís Agudo, que las encontró en casas de la Sierra de Segura). Este retablo fue destruido, al igual que el púlpito que se encontraba en la esquina que

D. Juan Castillo estuvo de coadjutor los últimos años de D. Pablo y los primeros de D. Francisco (1964-67)

D. Francisco Álvarez celebrando las Primeras Comuniones en el Patio del Colegio de San José de la Montaña

Primeras Comuniones en el Templo Parroquial


Templo Parroquial y Presbiterio a mediados de los 60

En esta fabulosa foto se puede ver el estado en que D. Francisco Álvarez se encontró el templo parroquial, prácticamente igual que lo dejó D. Manuel Maroto . En 1970-71, con motivo de la reforma de la bóveda que hay sobre los retablos de los Santos Patronos, Don Francisco guardará todas las imágenes en el baptisterio, quitará el púlpito y pintará la Iglesia de blanco. Esta mano de pintura durará hasta la restauración de 2004. Tan sólo se repasaba algunos años los bajos. En las bóvedas se habían acumulado durante más de 30 años numerosas goteras y humedades. Del mismo modo en las pechinas y por encima del Retablo Mayor se podía apreciar el polvo acumulado durante muchos años. Como dato positivo Don Francisco Álvarez cambió las bancos y encargó los nuevos, de hierro y madera, en el Taller de carpintería de Francisco Rivillas. Los costeó D. Juan de la Rosa Mateos, Director de la Caja de Ronda (actual UNICAJA), al igual que los de la Iglesia de Jesús.


forma la nave central con el brazo derecho del crucero. Las imágenes fueron cedidas a particulares: la imagen de la Virgen de Fátima fue donada a Manuela Pastor, la de San Luis Gonzaga a la familia Vizcaíno (que recientemente ha vuelto al templo parroquial). Las imágenes de Santa Rita y San Francisco han sido devueltas en el último año por Don Juan Solís Agudo, que las encontró en casas de la Sierra de Segura. En 1.969, el Párroco D. Francisco Álvarez se vio obligado a realizar una reforma, debido a un desplome de la bóveda del brazo derecho del crucero, donde está el retablo de la Virgen de la Paz. Se aprovechó para remozar el edificio interiormente, para pintarlo de blanco y para ampliar la sacristía y la vivienda parroquial. También aprovecho esta circunstancia para realizar gran parte de los cambios anteriormente descritos. La inversión de todo esto supero el 1.200.000 Ptas. Con él, hubo un coadjutor, llamado D. Cristóbal Alcalá Cuesta, que se hizo cargo de la pastoral de niños y jóvenes. Los llevaba a jugar al futbol y tenía en su casa una pequeña biblioteca de cómics y libros formativos que prestaba para su lectura. Le llamaban el “cura obrero” porque iba a trabajar al campo como jornalero en la cosecha de aceituna. A Don Francisco, hombre bastante serio pero no por ello menos agradable, le podemos agradecer la misión que llevó con los jóvenes, formando con ellos la "Agrupación Juvenil", donde se cuajó tanta juventud marmolejeña. Dicha agrupación realizaban diferentes actividades tales como charlas espirituales los sábados, mientras que los domingos se entretenían con juegos dentro de los salones parroquiales. Esta Agrupación Juvenil Parroquial editaba una revista que llevaba su mismo nombre y se realizaba a multicopista. Había que hacer tantos clichés como páginas tuviera la revista y luego encuadernarlas. En ella empezó a hacer sus pinitos como dibujante Sebastián Pastor. En su época se organizaron talleres de costura en diversas casas para restaurar y arreglar los ornamentos litúrgicos. Se celebraba una exposición de carteles en la planta inferior de los pisos de Rodríguez Liébana (sobre todo de Navidad), y también concurso de Belenes. También celebró una gran exposición donde se podían ver diferentes objetos, costumbres, fotografías, etc., en torno a la antigüedad eclesiástica. Fue también con Don Francisco Álvarez, en 1967, cuando se incorporó a la Parroquia como sacristán

D. Francisco Álvarez celebrando las Primeras Comuniones en la Iglesia de Jesús, posiblemente durante la Reforma

La Adoración Nocturna experimentará al igual que las Hermandades y demás asociaciones parroquiales una crisis generalizada en los años 70, de la que no se saldrá hasta mediados o finales de los 80. Estamos en tiempos de cambio. Se lleva lo nuevo, lo progresista, y se comienzan a abandonar las tradiciones. Marmolejo, un pueblo habituado al forastero y por tanto dúctil, complaciente y adaptable, no se quedará atrás en la nueva moda, que por desgracia arrancará de cuajo bellas estampas de nuestro paisaje y de nuestra cultura y tradición.


Francisco Serrano Merino, que contaba entonces con la edad de 48 años. Músico polifacético, director de la Banda Municipal, y del Coro Parroquial con los Hermanos Jiménez Cobo, estará presente y colaborará íntimamente con los sacerdotes de la Parroquia durante 35 años, hasta el 2002, que se jubila a la edad de 83 años. Ha trabajado por tanto con D. Francisco Álvarez, con los Hermanos Jiménez Cobo, con D. Tomás Jurado, con Don Eduardo Navío y con D. José Araque. En 2002, lo sustituyó Antonio Lozano Coba, hasta enero de 2004 en que entró la actual sacristana Juana Cerezo Galán, ayudada por su esposo Mariano Soriano (también antiguo sacristán).

13. D. Cristóbal Jiménez Cobo (Párroco) y D. Manuel Jiménez Cobo (Coadjutor) (Del 15-10-1972 al 21-09-1985) Naturales de Mancha Real, los Hermanos Jiménez Cobo llegaron a Marmolejo con 36 años (D. Manuel) y 34 años (D. Cristóbal). Se les recuerda relativamente jóvenes, abiertos y cordiales con todo el pueblo de Marmolejo. Fueron ellos los que concluyeron la obra arquitectónica, a la que Don Francisco dio pie, incrustándole mármol a la solería del templo. De carácter muy sociable D. Manuel y algo más reservado el segundo, D. Cristóbal fue nombrado párroco y se dividieron las funciones, haciéndose D. Manuel cargo de la pastoral juvenil, con la continuación de la Agrupación Juvenil Parroquial, la creación del coro parroquial, la celebración de jornadas de convivencia de ambos sexos, la organización del alfombrado de las calles del Corpus Christi y ya más tarde, del Via Crucis de los Jóvenes el Miércoles Santo; mientras D. Cristóbal atendía el Despacho, las Confesiones, el Archivo, las Cofradías y demás Asociaciones eclesiales. En tiempos de los hermanos Jiménez, la Agrupación Juvenil era conocida por sus iniciales: AJP: Agrupación Juvenil Parroquial. Una de las actividades que hicieron fue la búsqueda de restos de época romana del yacimiento de "Las Torrecillas", de donde sacaron piezas muy interesantes, como por ejemplo un capitel perfectamente labrado. Todas esas piezas estaban expuestas en los salones parroquiales, sede de la agrupación, y las menos importantes estaban almacenadas en unas cajas de madera. Fue D. Tomás

Don Manuel Jiménez Cobo, con su carácter abierto, se llevó de calle a la juventud de la década de los 70. Son muchos los cristianos de Marmolejo que guardan un recuerdo imborrable de esta época de transición e ilusión


Jurado el que donó las más importantes al Colegio de San Julián. Entre 1973 y 1975 un sector de la Agrupación Juvenil Parroquial derivó a posiciones políticas contestatarias y quedó muy desprestigiada ante la comunidad parroquial, terminando por disolverse. En cambio, las jornadas de convivencia, especie de ejercicios espirituales al aire libre para jóvenes que duraban una semana, fueron adquiriendo prestigio y su éxito fue total. Comenzaron a celebrarse en el Balneario, con tiendas de campaña, posteriormente se celebraron en el poblado de San Julián, en el Cerro Pimiento; y finalmente se organizaron en el Santuario de la Virgen de la Cabeza, alojándose en la casa de la cofradía de Arjonilla. El coro parroquial, bajo la dirección de D. Manuel y del Sacristán Francisco Serrano, también fue creciendo y llegó a contar con más de 20 miembros con edades comprendidas entre los 13 y los 20 años al principio, y entre los 10 y los 23 en los últimos tiempos. D. Manuel supervisaba personalmente todos los ensayos y adquirió bastantes discos de canciones religiosas con sus libros de partituras correspondientes. Al menos tres “promociones” salieron de esta etapa. Llegó a formarse un coro de niños para las misas con niños de las que se realizaron unos 10 modelos diferentes de celebraciones y aprendieron incluso algún canto gregoriano (Veni Creator Spiritus, Misa de Angelis, etc.). La mayor parte de los componentes (y otros con menos oído musical) formaron el grupo que inició las alfombras del Corpus Christi en 1979, siempre con la presencia de los sacerdotes, que no dudaban en participar directamente en la confección de la alfombra frente a la Parroquia. La organización de las alfombras era distinta a la actualidad. El grupo de jóvenes de la Parroquia (el “Cuerpo de Bomberos” como se denominaban a sí mismos) solicitaba permiso al propietario de algún solar o nave para teñir la viruta. Con coches particulares al principio, y con el camión de Juan Lozano Flores (Aguas La Paz) más tarde, recorrían las carpinterías locales, que en aquellos tiempos eran solamente las de Rivillas, Majuelos y la Sociedad de Carpinteros (en calle Ortí Lara) recogiendo la viruta. Cuando se decidió alfombrar todo el recorrido, las carpinterías locales no podían suministrar la viruta necesaria, por lo que se recurrió a Muebles Peralta, de Andújar, que la donaba por ser para el fin que era.

1976. Don Manuel Jiménez Cobo en las Comuniones

El sacristán Francisco, Paco Plaza y D. Cristóbal Jiménez


Coro ParroquialCoro Parroquial, a principios de los 70: De izquierda a derecha, se ve a Mari Carmen Aldaba, un niño, Juan Solís (guitarrista), Francisco Serrano (sacristán), Rafael Casado, Ramón Herrera (guitarrista), Juan Perales (guitarrista), Rosa Mª Parras, futura monja (con bandurria), M Carmen Fuentes, Rosi Muñoz y Pedro Solís (bandurria). En cuclillas o sentados: Mª Carmen Troyano, Luisa Moreno, Paqui Medina (guitarrista), Ana Mari Nieves, Ana Mari Rivillas y Leli

Coro Parroquial, a mediados de los 70: De izquierda a derecha, se puede ver al sacristán Francisco Serrano, Rosi Muñoz, Juan Ignacio Serrano, Ramón Herrera, Juan Perales, Pilar Lozano, Emilia Moreno, Luisa Borrego, Angelita Casado, Enriqueta Fernández, Alfonsi Borrego (oculta) y Mari Carmen Troyano. En cuclillas: Sebastián Pastor, Paco Serrano (guitarrista), Mª Carmen Fuentes, Leli, Ana Mari Nieves y Ana Mari Rivillas


También hubo que recurrir a las carpinterías de Villa del Río. Las primeras pruebas de tinte y las tintadas de los primeros años se hicieron en casa de la familia Solís Agudo, probando distintos tipos de serrín, viruta, tintes para cal, para ropa, anilinas, etc. Por el método del ensayo y error se llegó a la conclusión de que el material más idóneo era la viruta y no el serrín, pues mantenía mejor el color al secarse, y el tinte adecuado la anilina alimentaria para evitar intoxicaciones al manipularla. Con la decisión de alfombrar todo el recorrido, el volumen de material teñido era tal que hubo que buscar un local más adecuado. Sucesivamente su usaron las naves de Francisco Martínez Real situadas en lo que ahora es el edificio Fuente Azalea, el solar de Ana Casado Borrego, que actualmente ocupa Muebles Pastor en la calle Útica, y por último, a la fábrica de aceites Santa María, de Juan Lozano Flores. Se financiaba haciendo una colecta entre los habitantes de las calles del recorrido y otras aportaciones de personas que querían participar en los gastos aunque la procesión no pasara por su calle. Algunos días antes del Corpus se celebraba una reunión de jóvenes en la Parroquia, estableciéndose los “responsables de calle”.

Por cada calle se asignaban dos o tres responsables para que en la noche del Corpus orientaran a los vecinos sobre el método de trabajo y dirigieran a los niños que espontáneamente acudían de todos los barrios del pueblo a las calles en que tenían amigos o familiares. En dicha reunión previa se asignaba también el equipo de jóvenes que iban a confeccionar e instalar pancartas alusivas a la Eucaristía por todo el recorrido y en los puntos de entrada del pueblo. La víspera del Corpus, Mamerto Zabala, Miguel Martínez y Augusto Moreno se encargaban del reparto ordenado de la viruta tintada distribuyendo los sacos con los colores correspondientes a cada calle. En la noche del Corpus, los vecinos de las calles del recorrido se encargaban de realizar la alfombra; abrían sus casas para cualquier cosa que se necesitase (agua, escobas, cubos, etc.), con un espíritu de colaboración encomiable. Bajo su estímulo se inició la realización de los primeros carteles anunciadores de Semana Santa, realizados a mano por Sebastián Pastor. Sólo se podía hacer uno o dos cada año, que se colocaba en el cancel, en las fachadas de la Iglesia y de Jesús, y se protegían con plástico. Hacer mención a las distintas andas que se

Los Reyes Magos pasan a la Iglesia a adorar al Niño Jesús. Aquí vemos a los Hermanos Jiménez delante del Belén Parroquial

En vacaciones D. Ángel Martín Sarmiento se quedaba al cargo de la Parroquia


A principios de los 70 se procesionaba la Custodia con el Santísimo en el Paso de San Julián (foto de la izquierda). Con la incorporación del grupo parroquial de jóvenes se adaptará el antiguo Paso de la Veracruz (foto de la derecha), que durará hasta el año 1987 en que, a iniciativa de D. Manuel Maroto y con ayuda de todo el pueblo, se adquiere el paso actual del Corpus, en el Taller de Angulo en Lucena (Córdoba).

Grupo de voluntarios del tinte en los años 80. Actualmente, aunque sigue actuando un grupo coordinador, el peso fuerte del tintado lo llevan los vecinos de las calles por donde pasa el Corpus Christi. En los últimos años viene coordinando esta tarea del tinte Antonio Jesús Moreno Galán (ayudado por su padre Augusto Moreno), mientras que Sebastián Pastor continúa realizando los diseños para cada calle.


1980. El Cura Manolo, el sacristán, Augusto, Sebas y el grupo joven contemplan la alfombra de la Puerta de la Iglesia, que cada año es diferente y marca el motivo principal

Arriba: Se puede ver la alfombra de la Puerta de la Iglesia en 1979. Ésta es la primera alfombra que se hizo, hace ahora 30 años. Desde entonces, la tradición se ha mantenido ininterrumpidamente.

A la derecha, Procesión del Corpus de 2006 por la Calle de Nuestra Señora de la Paz. Además de mantener la tradición de las alfombras por todo el recorrido, en los últimos años los vecinos se han esforzado en el adorno de las alturas, como se puede ver en la foto.


de corcho. A partir de 2003, con la llegada de D. Julio, a lo utilizaron para la procesión del Corpus Christi y cómo largo de tres navidades consecutivas se comprarán en fueron fabricadas de restos de otras andas, recortes y Olot (Gerona) un total de 30 nuevas figuras por valor de manualidades, terminando con la realización de las más de 2.000 €, y un Misterio completo para la Iglesia de actuales a iniciativa de D. Manuel Maroto: en 1987 vino a Jesús que no tenía. ver el Corpus y lanzó la propuesta de realizar unas nuevas Durante varios años algunos jóvenes de la ofreciendo 100.000 pts. como primer donativo. parroquia se ofrecieron a colaborar en la Cabalgata de En el campo económico, la gran obra de los Reyes Magos. Jiménez Cobo, realizada en 1983, fue la colocación de En la época de los Jiménez Cobo no debemos 200 m2 de mármol, que costaron 650.000 Ptas. olvidar al claretiano Don Ángel Martín Sarmiento, que Un año se celebró un Belén viviente en la Plaza vino fielmente todos los años para agosto, facilitando las del Amparo, con mucha aceptación y con la colaboración vacaciones de los dos hermanos sacerdotes. de muchos voluntarios que aportaban animales y En la campo de la caridad, con los Jiménez Cobo recursos. Debido a las inclemencias propias de las fechas se va a consolidar el grupo de Cáritas en el que colaboran navideñas se optó por realizar un Belén en la misma Manolita Pastor Reca, las hermanas Josefina y Narci Plaza del Amparo pero con figuras en madera de Vizcaíno Romero y las hermanas Carmen y Rosario Solís. aglomerado, recortadas y pintadas, y que permaneciera durante todas las fiestas, siendo el germen del actual. Fue en esta época también cuando se comenzó a 14. D. Tomás Jurado Lérida revitalizar la Cofradía de la Vera Cruz y Santo Entierro (Del 21-09-1985 al 06-07-1889) que estuvo a punto de desaparecer y gracias al esfuerzo generoso por parte de los jóvenes que colaboraban en la Hombre espiritual y muy dado a los enfermos. Parroquia pudo salir adelante, no sin hacer frente a Natural de Jabalquinto, Don Tomás Jurado llega a muchas reticencias. Marmolejo con 52 años, procedente de Bailén. Otra actividad que se comenzó fue el Vía Crucis por las calles del pueblo (Miércoles Santo). Organizado por la juventud de la parroquia y bajo la dirección de D. Manuel, se repartían las estaciones para que cada joven realizara una meditación; se confeccionaban antorchas de modo artesanal e incluso se vendían pegatinas “artesanas” y se recaudaban donativos para poder adquirir un megáfono. Los primeros años lo prestaba D. Ángel Simón, el párroco de Arjonilla. Tras una larga búsqueda, se encuentran en la cámara de la casa parroquial algunas figuras del Belén de Olot adquirido por D. Manuel Maroto en los años 50 y retirado por Don Francisco Álvarez. Sebas Pastor y Antonio Lozano las restauran y Juan Solís hace casas, calle, río, puente, fuente, ruínas, portal, choza, redil, horno, etc. y se hace acopio 1985. D. Tomás, en audiencia con el Papa, por sus Bodas de Plata sacerdotales


Entre las diversas actividades que realizó durante su estancia en Marmolejo, se le recuerda por su brillante idea de fundar una cooperativa de costura, dirigida especialmente para las jóvenes del pueblo. Y, ¡cómo no!, por dar vida a la primera emisora local de televisión donde se retransmitían las misas dominicales, rosarios y alguna que otra película religiosa. Al mes de llegar, se encontró que el tejado de la casa parroquial se venía abajo y tuvo que apuntalarlo (al parecer, ya Francisco Álvarez advirtió a los Jiménez de su mal estado). La obra consistió en poner un entramado metálico nuevo con uralita para el tejado, la pared se subió un poco más y una vez terminado, se colocaron de nuevo las tejas. Gracias a esta obra, la cámara ganó en altura. D. Tomás realizó una gran labor catequética y siguió trabajando con la multicopista creando los propios catecismos de la parroquia que eran exportados a todas las Parroquias del arciprestazgo de Arjona, e incluso a Andújar. A él debemos, por ejemplo los cursos bíblicos que se daban en 5º de EGB. En el año 1987, D. Tomas Jurado Lérida, instaló una cadena de televisión comunitaria en la Iglesia. La antena se instaló en la terraza de la vivienda de Isabel Torres, que se encontraba contigua a la casa parroquial. El primer evento fue la grabación y posterior emisión del belén de la Parroquia y demás belenes de Marmolejo, así como entrevistas en la calle, contando con la colaboración de Emilio Francés, y la emisora de radio, dirigida por el “Pueblo de Dios en Marmolejo”. Se emitían las misas en directo, sobre todo la Misa del Gallo de cada Navidad. Las grabaciones de estos acontecimientos eran filmados entre otros por Sebastián Pastor, Paco Cerezo, Antonio Lozano Coba, Juan González Vergara. Se grababan los partidos de fútbol desde el depósito del agua donde estaba ubicado el marcador del campo de fútbol, ya que este se encontraba entre el depósito y la fuente del paseo, y luego se emitían en diferido. También se contó con la colaboración especial de Lorenzo Canales Castilla, Antonio Robles Aguayo. E incluso se llegaron a emitir varios plenos del Ayuntamiento, para lo cual se tiró un cable desde la guardilla de la casa del cura al consistorio. Con el fin de paliar un poco la penuria del trabajo de la mujer, en Marmolejo, a D. Tomas Jurado Lérida se le ocurrió la idea de movilizar a las mujeres, con el fin de

Don Tomás Jurado en Bailén, entre Don Cristóbal (con casulla) y Don Manuel. Don Tomás vino de Párroco a Marmolejo, mientras los hermanos Jiménez le sustituían en a la Parroquia de San José Obrero de Bailén.

Don Tomás Jurado no gozó de tanta popularidad como los Jiménez Cobo, pues fue un sacerdote más hacia adentro: despacho, archivo, confesión, catequesis, dirección espiritual, etc. Sin embargo, a pesar de estar solo, fue un cura muy creativo y adaptado a los tiempos. Ejemplo de ello es su interés por los medios de comunicación, por el trabajo de la mujer y por la formación y catequesis.


asesorar e informar para poder montar una cooperativa de costura, como la que existe en Villanueva de la Reina, que fue la madrina. Lanzada la idea es recogida por unas pocas entre las cuales figuran Tere Garrido Romero, Josefa Romero Molinero, María de la Cabeza Expósito Cárdenas, Manuela Martínez Castillejo, Amalia Mª Moreno Galán, Paqui Oller Lindes, Josefina Centeno Galera, Juani Rocha González, Manuela Robles Aguayo y Lucia Yerpes Toro. En los primeros meses, cosían los trabajos que la Cooperativa de Villanueva de la Reina les encargaba. Visitaron también otra Cooperativa en Fuente Vaqueros (Granada). Gracias al asesoramiento y planificación, poco a poco, fueron tomando fuerza. Asistían a la Residencia de la Yedra (Casa de Ejercicios), perteneciente al municipio de Rus, donde tenían una convivencia con las demás Cooperativas de la provincia, intercambiando experiencias a nivel espiritual y de trabajo. Cáritas Diocesana de Jaén les facilito 400.000 Ptas. para paliar los primeros costes de las máquinas y enseres. El local destinado a este menester, ubicado al final de la calle Útica, fue cedido por los hermanos Casado Nieves, que además de no cobrar nada, costearon el agua y la luz que se consumía. En la época de Don Tomás Jurado, existe un grupo de Cáritas Parroquial activo que cuenta con los siguientes miembros: Luis Vilamala Sánchez (Presidente), Pepe Sánchez Ayala, Josefa Romero Molinero, Tere Garrido Roncero y Antonio de Jesús Moreno Galán. Durante algún tiempo, estuvo ayudado por otro sacerdote como coadjutor: D. Juan María Sánchez Arazola. A principios del año 89 se comenzó la reforma de la Ermita de Jesús con la ayuda de las cofradías, según proyecto del Arquitecto D. Luis Alonso Salcedo Jiménez, natural de Arjonilla. Pero Don Tomás tuvo que marcharse y sería Don Eduardo, el nuevo párroco, quien finalizaría las reformas. El presupuesto total de la reforma alcanzó los 3.411.247 Ptas., y tuvo las siguientes partidas destacadas: Construcción del Altar Mayor de fábrica de ladrillo (350.000 Ptas.), Zócalo de ladrillo macizo y mármol (226.000 Ptas.), Puerta principal (545.000 Ptas.), Solería de la Iglesia (580.000 Ptas.), Pintura (200.000 Ptas.), Etc. Las obras estuvieron dirigidas por una Comisión pro-restauración que estaba formada por el Párroco y

Don Tomás celebrando una boda en el presbiterio, ante el comulgatorio

Durante 1989 se llevó a cabo la última restauración profunda de la Iglesia de Jesús: se repararon los tejados, se colocaron diferentes retablos en ladrillo (diseñados por el arquitecto arjonillero D. Luis Alonso Salcedo Jiménez y adornados con cerámica de Palenciano), se puso una nueva puerta fabricada por Gabriel Pastor Anguita, y se instalaron vidrieras del ubetense Francisco García Lucha.


representantes de las Cofradías: Juan Vergara (Presidente de La Esperanza), Alfonso Rivillas Vallejo (Presidente de La Virgen de la Cabeza), Francisco Perales Martínez (Presidente de La Veracruz), Sebastián Pastor, Bartolomé Martín, Ramón Herrera Martín (Presidente de Los Patronos), José Relaño, Jerónimo Peña, Francisco Barea, Manolo Pastor, Juan León (Presidente de Nuestro Padre Jesús), Francisco Palomares… La Parroquia aportó de sus fondos la cantidad 655.643 Ptas. El Ayuntamiento colaboró con 150.000 Ptas., según notificación del 10 de octubre de 1989. Se hizo una gran rifa de la que se sacó gran cantidad de dinero, además los miembros de la Comisión fueron pidiendo donativos casa por casa. El 15 de noviembre de 1989 se acordó hacer una póliza de crédito por 600.000 Ptas. que firmaría Juan Vergara como titular y todos los presidentes de las Cofradías como avales. El 19 de diciembre de 1989, siendo Párroco D. Eduardo, fue inaugurada la reforma de Iglesia de Jesús por el Sr. Obispo D. Santiago García Aracil, que consagró el nuevo Altar con santo crisma, según los cánones.

15. D. Eduardo Navío Sánchez (Del 11-07-1989 al 31-07-1996) A Don Tomás le sustituyó D. Eduardo Navío, persona sencilla y campechana que sabía calar hondo con sus homilías y hacer que todos se sintieran interpelados por ellas. D. Eduardo nació en Orcera en 1940. Al llegar a Marmolejo estaba a punto de cumplir los 49 años. Lo primero que se encontró D. Eduardo Navío fue la obra de la Iglesia de Jesús que en verano de 1989 estaba a medias y, como es de suponer, con déficit. Por otra parte, el chapitel (”espigón de la torre parroquial” le llama él) se encuentra en grave peligro de derrumbe. En enero de 1991, en los balances económicos presentados al Obispado, el nuevo Párroco consigna en 2.300.000 Ptas. el arreglo de la torre y en medio millón la instalación eléctrica de la Parroquia y de la casa. Y solicita ayuda al Obispado. En 1992, D. Eduardo se ve obligado a realizar obras extraordinarias en la casa parroquial (por valor de 500.000 Ptas.), a causa el desplome de la cocina y cuarto de baño. Además este año se adquiere la imagen del Resucitado que costará 1.200.000 Ptas.

A pesar de ser un gran pastoralista, D. Eduardo Navío terminó de pagar el arreglo de la Iglesia de Jesús realizado en 1989. Después continuó con el arreglo de la Torre que amenazaba ruina y reconstruyó la cocina y el cuarto de baño de la casa rectoral. También cambió toda la instalación eléctrica de la Parroquia y de la casa.


La etapa pastoral de D. Eduardo se define por la apertura de la Iglesia al pueblo, incorporándose a ella personas que hasta entonces se habían mantenido al margen. Fue con D. Eduardo cuando se implantaron en Marmolejo una serie de reformas encaminadas a aumentar la participación seglar en la vida de la Parroquia: -Consejo Parroquial de Pastoral (constituido el 6 de febrero de 1990) -Ampliación de catequesis hasta la postconfirmación -A través de sus clases de religión trató de incorporar el mayor número de jóvenes en las actividades parroquiales -La creación del Catecumenado de adultos para mejorar y profundizar en la formación cristiana: Esta iniciativa caló hondo y a ella se sumaron un gran número de personas con distinto grado de inquietud. El material utilizado es “Camino de Emaús”, del Secretariado de Catequesis de Huelva. -Se potenció la Pastoral de la Salud con la propuesta de los ministros extraordinarios de la comunión. Se formó un grupo de visitadoras de enfermos para acompañar a quienes lo necesitaban: Se celebraba de manera especial el Día del enfermo. -Se incrementaron las relaciones con otros Consejos de la Diócesis, participando algunos miembros del Consejo Parroquial de Marmolejo en el Consejo Arciprestal. En resumen, de su paso por la Parroquia de Marmolejo queda su interés en implicar a toda la comunidad en la tarea parroquial y mejorar su formación, favoreciendo el crecimiento en la fe de sus miembros. Cuando Eduardo Navío llega a Marmolejo se da cuenta que la Semana Santa a nivel popular acaba el Viernes Santo con la procesión de la Soledad y este hecho le extraña bastante, pues no concibe que no exista Imagen y Procesión del Resucitado dada la importancia de esta Parroquia de Marmolejo. Así las cosas y aprovechando que Agustín Barragán se encontraba en el Seminario de San Pelagio de Córdoba y que

La Imagen de Cristo Resucitado, que realizó el escultor cordobés Miguel Arjona Navarro, es sin duda de las más bellas y elegantes de toda la Diócesis de Jaén. Refleja perfectamente el dinamismo y la vitalidad que Jesús trae al mundo tras su lucha con la muerte y su victoria por la resurrección.


además había hecho amistad con el escultor-restaurador oficial de la Diócesis de Córdoba Miguel Arjona Navarrro, D. Eduardo le encargó que le expusiese la idea de hacer un diseño y presupuesto para poder tener la imagen en la Semana Santa de 1992. Así se hizo y en seguida se puso manos a la obra, lleno de ilusión, puesto que siendo un autor prolífico y haciendo la imagen en plena madurez de su carrera, resultaba que nunca le habían encargado un Resucitado: gracias a ello se entregó a la obra con pasión y amor. Los criterios que se siguieron fueron: corte clásico y evitar en lo posible la afectación en la imagen haciéndolo lo más humano y "normal" posible. El escultor, por su parte, solo impuso su criterio en la colocación de las llagas de los clavos en las manos y no en las muñecas, alegando que a él le gustaba representar a los Cristos según el canon tradicional, aun sabiendo que la crucifixión se hacía en las muñecas. El escultor consiguió dotar al Cristo con un corte clásico, ya que el Cristo, anatómicamente, es un Apolo perfecto, incluso con un cierto toque sensual buscado a conciencia por el escultor, haciendo que el paño de pureza por uno de los lados está cogido por un punto, dejando al desnudo la casi totalidad de la imagen. El Párroco se negó en todo momento tanto a la colocación de potencias como de banderín o algo similar en las manos del Cristo, cosa que se conserva en la actualidad. D. Eduardo tenía claro que la Resurrección es el misterio central de nuestra fe y por tanto el Cristo presidiría siempre nuestro templo parroquial; por esta razón lo colocó en una peana de madera que encargó al mismo escultor (hoy utilizada para San Antonio) y lo colocó detrás de la sede, justo debajo del manifestador que cubrió con una tela de terciopelo rojo para que destacase la imagen. Así se mantuvo hasta que D. José Araque decidió sacar de su altar a la Virgen del Pilar para colocar allí al Cristo Resucitado, donde se venera en la actualidad. La imagen de Jesús Resucitado llegó a Marmolejo el mismo sábado santo de 1992, año en que procesionó por primera vez en el paso del Cristo yacente que cedía la hermandad de la Vera Cruz. Este mismo año, nuestra comunidad parroquial viviría otro momento gozoso, pues el 28 de junio de 1992 recibía el orden sacerdotal Don Juan Manuel Perales Mercado, rompiendo la racha de sequía vocacional en Marmolejo desde hacía décadas. Durante sus años como Párroco de Marmolejo

La primera vez que procesionó la Imagen de Cristo Resucitado por las calles de Marmolejo fue el Domingo de Resurrección 19 de abril de 1992. Durante bastantes años, este Paso careció de costaleros y su salida se hacía por turnos rotatorios de las seis Cofradías de la Parroquia, que no siempre conseguían entusiasmar al número suficiente de anderos. Desde el año 2006, la Parroquia cuenta con una cuadrilla propia de costaleros para lo Solemnidad del Domingo de Resurrección, dirigida por Alfonso Barea Torralbo.


Don Eduardo Navío contó con la ayuda de dos Vicarios Parroquiales: Don Manuel Casado Huertas (1990-91) y Don Pedro Martos Fuentes (1992-96). La Parroquia heredó de Dª Isabel Torres la finca olivar “El Abuelo” (en el paraje de Las Calañas, de 114 olivos buenos), según testamento de 9 de marzo de 1981, aunque esta herencia fue adjudicada en escritura de 5 de enero de 1993, siendo Párroco D. Eduardo Navío. Durante la etapa de D. Eduardo Navío Cáritas Parroquial está formada por Agustín Toledano Luque (Presidente), Antonio Robles, Isabel Torralbo, Pepa Romero y Pilar Rivillas. En esta época existe también un grupo misionero, cuya responsable es Teresa Garrido Roncero, que se encarga de sensibilizar en fechas puntuales y de recoger alimentos, ropa, libros, que envía a lugares de misión.

16. D. José Araque Quesada (01-08-1996 al 23-07-2003) D. José Araque Quesada, natural de La Guardia de Jaén, tomó posesión de la Parroquia de Marmolejo un caluroso 1 de agosto de 1996, a la edad de 51 años, proveniente de la Parroquia de Santa María del Valle de Jaén. Debido a su sencillez y campechanería pronto supo ganarse el afecto de la gente de Marmolejo. Cuando llegó se encontró que la economía de la Parroquia no era muy boyante y lo primero que tuvo que hacer fue solicitar un préstamo para poder hacer frente a los gastos normales (luz, agua, sueldo del sacristán, etc.). En cuanto al campo de la liturgia, además de las celebraciones normales de misas y sacramentos, puso en marcha la Misa de niños el domingo a las 12, dirigida especialmente a los niños y niñas de 4º de Primaria que ese año recibían la Primera Comunión. En el campo de la evangelización existían 2 grupos de Catecumenado para adultos (creados por D. Eduardo Navío Sánchez) y durante su etapa llegó a formarse un tercer grupo. Además el Curso de Formación que se celebraba en Andújar pasó a realizarse en Marmolejo, con lo que se fomentó la formación y participación en la vida parroquial. Realizó algunos cambios: En la Cuaresma, comenzaron a realizarse los Via crucis de las diferentes cofradías por las calles del pueblo.

Don Pedro Martos fue coadjutor de la Parroquia con D. Eduardo Navío entre los años 1992-1996

1999. Don Fernando Chica (conferenciante) y D. José Araque (Párroco) en el Encuentro de la Veracruz


Se cambió el itinerario de las Procesiones, ya que estas pasaban por el Ayuntamiento y Don José hizo que realizasen la Estación de Penitencia en la Parroquia. En su época se llegó al acuerdo entre la Cofradía de la Veracruz y la Cofradía de la Virgen de los Dolores de realizar el Viernes Santo un “encuentro” entre sus titulares. Este encuentro se lleva a cabo en la esquina de “ los Solíses” y se sigue manteniendo en la actualidad. En el mes de mayo, con motivo de las tradicionales Cruces, se celebraban Misas en los distintos Barrios del pueblo (Vistillas, Sierra Morena, etc.). También en el mes de mayo se ofrecían misas para los enfermos, que eran celebradas en sus propias casas. Se cambió el itinerario de la procesión del Corpus. Hasta este momento siempre se habían recorrido las calles del centro, con el consiguiente cansancio de los vecinos. A partir de Don José, la procesión se trasladó cada año a un barrio distinto. Hubo un año que se celebró la Misa en el Barrio de Belén, y se vino desde allí en procesión a la Parroquia. Todo su afán desde que llego fue levantar la Cofradía de los Santos Patronos. En septiembre se volvió a la antigua costumbre de hacer una Romería al Cerro Pimiento trasladando a San Julián en un carro tirado por bueyes y celebrando la Santa Misa a la llegada al Cerro. Con esto se pretendía hacer un día de convivencia entre los cofrades y aumentar la devoción al Patrón. En cuanto a obras, arreglos y adquisiciones para la Parroquia: puso bombillas de bajo consumo; se cambio la solería de la Ermita del Santo Cristo; se adquirió un Ambón y un Atril en forma de águila, así como una nueva Pila Bautismal, que fue donada por la familia Robles Toledano; se cambiaron las cortinas de los Salones; también se adquirieron dos muebles que se colocaron debajo de las ventanas de la Sacristía; se compró el órgano parroquial y se realizó un pequeño museo en la sacristía. Todas las casullas y albas antiguas que se conservaban en la Parroquia se colocaron en un expositor de cristal en la Sacristía, que posteriormente D. Julio traslado al antiguo baptisterio. No obstante, la adquisición más importante de su época fue la imagen de la Virgen de la Paz. En la época de D. José, se incorporó como organista y director del Coro Parroquial Agustín Barragán, que mejoró considerablemente el repertorio musical y la belleza de las celebraciones.

Don José Araque Quesada (arriba) contó con la ayuda de D. Antonio Garrido de la Torre (abajo) durante los años 1997-2000. Él coadjutor se dedicaba más a la catequesis y a la juventud, mientras el Párroco atendía las Hermandades y demás grupos parroquiales


El 29 de abril de 1998, Don José celebró sus Bodas de Plata sacerdotales. La Parroquia celebró la Misa con él y le regaló un cáliz dorado. Durante los últimos años de Don Eduardo y primeros de Don José, Juan Solís Agudo estuvo en el Seminario preparándose como sacerdote. Fue ordenado presbítero el 28 de junio de 1998 y cantó su primera misa en nuestra Parroquia el 29 de junio de 1998. Durante todos estos años siempre tuvo en mente pintar la Parroquia, pero debido a la falta de recursos económicos, no lo pudo realizar, aunque dejo a su marcha un superávit de 18.000 € en la Parroquia. En los primeros años de D. José, la Parroquia contó con coadjutor. Primero estuvo D. Luis Cordón Cortes (1996-97); después le sucedió D. Antonio Garrido de la Torre (1997-2000). Los tres años restantes continuó solo D. José Araque. En el grupo de Cáritas Parroquial, en esta etapa entra como Presidente Tomás Martínez Palomino, y continúan Pilar Rivillas y Pepa Romero. Tanto en la época de D. José, como sobre todo en la de D. Julio, Tomás Martínez y Agustín Toledano (ayudados a veces de Tomás Junior y Antonio de Jesús, cuñados) se convertirán en manitas capaces de solventar cualquier contratiempo.

La gran labor de D. José fue el hecho de llamar la atención al pueblo de Marmolejo de la importancia de sus Patronos. En su época se adquirió la Imagen y el Paso de la Virgen de la Paz, potenciándose las Fiestas Patronales de enero. También se recuperó la Romería al Cerro del Pimiento, aunque antes se hacía con la Imagen de la Ermita y ahora se hace con la Imagen Titular.


17. D. Julio Segurado Cobos (Del 28-07-2003 al 01-09-2008) D. Julio, natural de Albanchez de Mágina, hombre emprendedor y trabajador, tomó posesión de nuestra Parroquia un caluroso 28 de Julio del año 2003, a la edad de 35 años recién cumplidos. Venía cargado de entusiasmo y con un montón de ideas que pronto puso en marcha y que supo transmitir. Como se suele decir “Lo puso todo y a todos patas arriba”. Y funcionó. A pesar de la dificultad que supone para un solo sacerdote atender pastoralmente a una población de casi 8.000 habitantes (Misa diaria, funerales de mes y año, entierros, bautismos, bodas, celebraciones de la penitencia y unción de enfermos, además de procesiones, via crucis, triduos, novenas y quinarios), a esto hay que añadir la relación de nuevas actividades e iniciativas llevadas a cabo, con las consiguientes reuniones preparatorias con diversos grupos de colaboradores (catequistas, cofradías, comisión de caridad, liturgia, etc.). Una de las novedades importantes de D. Julio en estos cinco años ha sido el uso de los medios de comunicación al que es aficionado: -Nada más llegar, en agosto de 2003, crea la Página Web (www.parroquiademarmolejo.org), que ha sabido mantener con un alto “índice de popularidad”, especialmente para los que viven fuera de Marmolejo o los que residiendo en Marmolejo están alejados de la vida cotidiana de la Parroquia. -Para los feligreses asiduos ha potenciado el Boletín Parroquial. Este Boletín, que se realiza en una Multicopiadora Digital adquirida en junio de 2004 por 2.300 €, cuenta con una tirada media de 500 ejemplares semanales. Contiene información de la actividad parroquial de los diferentes grupos, y de la vida de la Iglesia en general. -Además se han editado decenas de DVD’s de vídeo y fotos de la Parroquia y sus actividades: Viajes, Festivales, Pasión, Corpus Christi... Respecto a los grupos parroquiales: D. Julio ha intentado servir y potenciar las seis Hermandades con que cuenta nuestra Parroquia: -ayudó en la adquisición de la Casa de Hermandad de Jesús; celebró el cincuentenario de la Hermandad de la Esperanza; planificó y colaboró en la adquisición del Retablo de la Virgen de los Dolores; sugirió y ayudó a preparar el VIII Centenario de la muerte de San Julián; -ha

Catequistas en el curso 2006-2007

apoyado la adquisición de una nueva imagen del Santo Entierro; -ha potenciado el trabajo común en la Agrupación de Cofradías... -Además, ha hecho crecer considerablemente el número de catequistas. Cuando llegó se encontró 40, y durante toda su etapa ha mantenido cerca de los 60 catequistas. -En el año 2005, con motivo de la celebración universal del Año de la Eucaristía, reinauguró con más de cuarenta miembros la Sección de la Adoración Nocturna, que en 2008 está celebrando su Centenario. -Ha intentado poner en marcha una comunidad catecumenal, a través de sendas misiones celebradas a lo largo de 2007. A su llegada comenzó con el Consejo Pastoral Parroquial que había dejado su antecesor. A partir de octubre de 2005 creó un nuevo Consejo más representativo de los diferentes grupos parroquiales: El Párroco, la superiora del Convento, la sacristana, un miembro del Consejo de Economía, los 9 coordinadores de Catequesis, la presidenta de la Comisión de Liturgia, el presidente de la Agrupación de Cofradías, el presidente de la Adoración Nocturna y los 6 presidentes de las Cofradías, el presidente de Caritas, la delegada parroquial de Manos Unidas, la responsable de los Apadrinamientos de niños del tercer mundo, la responsable del Ropero de Caritas y un ministro extraordinario de la Comunión. Por sectores, don Julio ha trabajado especialmente con los niños:


-En primer lugar, potenciando considerablemente la asistencia a la Misa del Domingo, mediante la creación del Coro Parroquial de niños/as por el que han pasado más de un centenar de niños y en el que ha sido clave el aguante de su directora Mª del Carmen Espino España; -La catequesis de perseverancia y la de confirmación también han visto incrementada su importancia, buscando catequistas adecuados para estas edades difíciles: la media en 5º y 6º de Primaria ha alcanzado el 80 % del total de niños/as; y en la ESO ha rondado el 60 %. -Para los niños de Catequesis se han venido organizando cada año un Festival de Navidad en el que se han representado decenas de obras navideñas, se han cantado decenas de villancicos, además de bailes, recitales poéticos, etc. La finalidad de estos Festivales de Navidad (celebrados en la Parroquia, en la Cooperativa de los Hortelanos, en el Pabellón y en la nave de Blánquez & Morillo) ha sido sufragar el apadrinamiento de 9 niños/as y 1 anciana. En 2006, con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias, se celebró en junio el Festival de la Familia. -Para los jóvenes de confirmación se ideó la representación de la Pasión viviente, que se llevó a cabo en la Semana Santa de 2005 y 2006, con buen resultado para sorpresa de muchos. La dirigió Luisa del Fresno, Pedro Solís y Luis Vallejos. En 2008, el grupo de teatro de D. Luis ha recogido el testigo y la ha representado con gran calidad y realismo, ayudado por las personas y medios de la Parroquia. -Para estos festivales y representaciones, D. Julio adquirió un equipo profesional de sonido, que aprendió a manejar él mismo. Está formado por 8 altavoces de 400 W de potencia, 6 pies de altavoz, 1 mesa de mezclas amplificada con 20 entradas de micro, 1 etapa de potencia de 2400W, 4 micros inalámbricos, 2 micros de ambiente, 2 de voz gama alta y 3 de gama económica, 7 pies de micro, los cables de los micros y de los altavoces, más todas las conexiones necesarias. Su precio fue de 3794 €. Además ha contado con un gran grupo de colaboradores y amigos, principalmente catequistas, que han ayudado al montaje y desmontaje: Paco Moreno, Paco Nieves, Juan Francisco Rivillas, Juan Manuel Díaz, Tomás Martínez, Antonio de Jesús Moreno, Mariano Romero, Pedro Antonio Jurado, Alfonso Jesús Pedrajas, etc. En lo referente a adquisiciones, obras y arreglos de la Parroquia y de la Iglesia de Jesús, éstas han sido innumerables:

Misa de Niños el Domingo a las 12 del mediodía

Cada año se ha celebrado el Festival de Navidad

-Se pinta la Casa Parroquial a su llegada; -Se han limpiado y saneado los tejados a lo largo de estos 5 años, evitándose todo tipo de goteras y humedades; -Se ha mejorado la megafonía de la Parroquia y de la Iglesia de Jesús (en ésta última totalmente nueva) y la iluminación de las dos Iglesias, siendo más espectacular la luz de las bóvedas del Templo Parroquial; -Se han dorado y plateado los enseres litúrgicos: cálices, copones, custodias, candeleros, etc.



Restauración y Pintura de la Bóveda

Viaje a Asturias-Cantabria. Julio 2006

Colocación de los 4 Evangelistas

Viaje a París - Disneyland. Agosto 2006

Bóveda del Sagrario

Viaje a París - Disneyland. Agosto 2006


-A partir de Febrero de 2004 acomete su obra más representativa: la restauración y pintura del templo parroquial. Comienzan los albañiles realizando algunos arreglos en la Iglesia de Jesús y en el Templo Parroquial (sacristía, entrada lateral, cámaras de aire donde hay humedad, etc.). Sin embargo, la obra de más envergadura será la Pintura del Templo que comienza el 8 de marzo y será realizada por el Taller de Arte Religioso Julián del Olmo de Elba (Alicante), especializado en la decoración de iglesias y restauración de retablos e imágenes desde 1945. Como las demás obras, esta restauración será posible gracias a la ayuda de todo el pueblo, y a un grupo encomiable de voluntarios sacrificados y a veces criticados. Durante la restauración de la iglesia aprovecha para sacar las Imágenes Sagradas (que D. Francisco Álvarez colocó en el antiguo baptisterio) y exponerlas a pública veneración: la Virgen del Carmen, San Nicolás de Bari, el Cuadro del Perpetuo Socorro, María Auxiliadora, San Antonio y San José. Además se encarga un cuadro de Santa Ana, la Virgen y el Niño, copia de Leonardo da Vinci, que se encuentra expuesto en la nave central. A su vez esta Capilla-baptisterio sirve para exponer las casullas, capas y ornamentos antiguos que se conservan en la parroquia, en urnas de cristal. Un problema serio lo constituyen las palomas, que no dejan de entrar al templo con el consiguiente daño y distracción. D. Julio averiguó por donde entraban y solucionó este molesto problema. Se restauraron los ángeles del presbiterio que se encontraban agrietados y con la policromía perdida y se les encargaron dos lámparas aceiteras plateadas de unos 65 cm de diámetro para sustituir las de cristal que portaban anteriormente. Una vez que los restauradores terminaron el crucero, la capilla de la Virgen y el coro se fueron a limpiar los retablos y a restaurar el retablo del altar mayor: añadiendo en madera policromada y en pan de oro la base que le faltaba. También se restauró el via crucis. Para el 20 de junio de 2004 la restauración del templo parroquial llega a su fin. Y se decide hacer algunos trabajos en la Iglesia de Jesús: decorar por dentro el camarín de Nuestro Padre Jesús, y dorar en pan de oro las hornacinas donde se encuentran las demás Imágenes sagradas. Estas obras (albañilería, pintura, iluminación y restauraciones) costaron más de 80.000 €, se realizaron en el primer año de D. Julio (llegó el 28 de julio de 2003 A

Marmolejo) y fueron sufragadas íntegramente por los feligreses de la Parroquia, sin ayuda alguna del Ayuntamiento, de la Junta de Andalucía o del Obispado. El 30 de Junio de 2004, a las 8,30 de la tarde, el Sr. Obispo, D. Santiago García Aracil presidió la Misa de acción de gracias con motivo de la restauración del templo. En el campo de los viajes y excursiones, el 26 de Junio de 2004 se realiza una excursión parroquial a las Lagunas de Ruidera y el 7 de Julio se viaja al Parque Temático Warner Bross. El 23 de Agosto se hace una peregrinación a Santiago y Fátima. Esto será una constante en todos los veranos. Gracias a ello, los feligreses de la Parroquia han podido visitar Lourdes e Italia, en 2005; Asturias-Cantabria y París, en 2006; Portugal y Viena-Praga-Budapest, en 2007; e Italia de nuevo, Castilla-León y Tierra Santa, en el verano de 2008. Para los más pequeños y sus familias se han organizado excursiones de un día a las Lagunas de Ruidera, Warner Bros Park, Isla Mágica, Santuario Virgen de la Cabeza; amén de otras excursiones para los mayores a Extremadura, Cuenca-Burgos, Toledo, etc. En estos viajes y excursiones D. Julio entró en contacto con muchas personas, que cambiaron el chip acerca de la Iglesia, e incluso se integraron a colaborar en la vida parroquial. Al salir al extranjero siempre hemos llevado la Tarjeta Sanitaria Europea que nos ha facilitado Paco Moreno Almenara, aunque hasta ahora no ha habido que usarla, gracias a Dios. En Noviembre de 2004, se creó la Comisión de Caridad formada por los miembros de Caritas y del Grupo Misionero Parroquial, por los representantes de Manos Unidas y de la ONG de Apadrinamientos de niños y por los encargados del Ropero de Caritas. Esta Comisión ha trabajado duramente, organizando año tras año las campañas solidarias de la Parroquia y consiguiendo recaudar y enviar a proyectos de caridad una media de 24.000 € anuales, en los últimos cuatro años, que suman cerca de 100.000 €. El grupo más significativo ha sido el de Manos Unidas que viene celebrando la Cena Benéfica de la Inmaculada, la Tienda solidaria de Coprodeli (productos artesanales de Perú, México y Ecuador) en Navidad, la colecta parroquial de Manos Unidas, la Cena del Hambre y la venta de camisetas, mochilas y otros materiales de esta ONG católica. El alma de este grupo ha sido Manoli Rivillas Blanco, ayudada de sus amigas Ramona Lozano Gutiérrez, María José Ares Villar y Paqui Relaño, además de otros catequistas y voluntarios que superan la veintena.


Cena Benéfica de Manos Unidas. 8-12-2007

Tienda Solidaria de Coprodeli. Diciembre 2006

Cena del Hambre de Manos Unidas. Marzo 2007

Festival Benéfico de Navidad 2006

Mª José, Manoli y Ramona. De Manos Unidas

Festival de Navidad pro apadrinamientos


Respecto a los apadrinamientos, en contacto con la ONG Fundación Cristiana de Niños y Ancianos (Tfno: 983 545 206), la Parroquia lleva cuatro años apadrinando a 9 niños/as y 1 anciana. Con este fin se vende la entrada al Festival de Navidad por 1 €, con la nota curiosa de que hasta los mismos niños que actúan colaboran con su entrada. Como responsable de este campo está Mari Nieves Maruri Zabala, que ha servido de enlace para que algunas cofradías (Virgen de los Dolores y Veracruz) y numerosos particulares apadrinen niños por medio de esta Fundación. A través de la catequesis se ha asignado cada niño/a a un curso para que puedan escribirles y enviarles regalos. En Caritas, Tomás Martínez Palomino, ayudado por Pilar Rivillas y Pepa Romero, lleva a cabo, de manera silenciosa, una inmensa labor asistencial con los transeúntes y más necesitados. En lo referente al Ropero el peso lo lleva la sacristana Juana Cerezo Galán que hace una labor inmejorable y logra enviar cada año al Tercer Mundo varios camiones de ropa, además de vestir a muchos transeúntes que pasan por nuestro pueblo. En marzo de 2005 dos personas de la Parroquia ganaron el IV Concurso Nacional de Redacción “¿Qué es para ti un sacerdote?”. Además de los premios de las interesadas, nuestra Parroquia es galardonada con una subvención de 600 € en libros y gracias a ello se comienza a crear la Biblioteca y Videoteca de contenido religioso, espiritual, familiar, juvenil, histórico, etc.; pero sobre todo buscando la formación en valores de las familias y de los más pequeños. A lo largo de estos años se han invertido en ellas fondos por valor de más de 6.000 €. El 22 de Marzo de 2005 se pone en marcha con la ayuda de Jerónimo Peña, Tomás Martínez y Francisco Barea el proyecto de construir una puerta nueva para la fachada principal, en madera de calidad, y según diseño del primero. En enero de 2004, las Hermanas de la Virgen de los Dolores habían aprobado encargar al taller de Arte Martínez de Horche (Guadalajara) un Retablo para la Virgen Titular. El 25 agosto del 2005 se coloca el Retablo de la Virgen de los Dolores que tiene 5 m. de altura por 3m. de ancho realizado en madera de pino, con columnas, escudos y tallas macizas, decoradas con pintura marmoleada en la parte inferior y pan de oro desde donde está la Virgen hasta arriba del todo. Su precio total asciende a 15.000 €. La Hermandad pone algo más 9.000 € de sus fondos y la Parroquia colabora con una ayuda de

3000 € de su presupuesto, más 1.368€ de la colecta del 15 de septiembre y de otros donativos. Ese mismo día se llevan la imagen de la Virgen del Carmen para restaurarla (el presupuesto asciende a 1.400 € que fueron donados por los hijos de Carmen y María Salomé Ayala Delgado-Caballero), estando previsto que llegue para los Santos, a fin de poder ofrecerle la Novena a las Ánimas Benditas. En Septiembre de 2005 se reorganizó de nuevo la Adoración Nocturna con el fin de fomentar la devoción y la adoración del Santísimo y organizar los eventos del Corpus Christi y de la Octava. En Febrero de 2006 se creó una Comisión que se encargará de estudiar y madurar el tema de la familia en nuestra Parroquia, debido a la celebración del V Encuentro Mundial de la Familia en Valencia ese mismo verano. Para ello se propuso celebrar en junio de 2006 una Semana de la Familia en Marmolejo. La Semana de la Familia comenzó el 3 de junio con una excursión fin de curso al Santuario de la Virgen de la Cabeza. Después, del 6 al 9 de junio, se celebró un ciclo de conferencias sobre: -“El diálogo y convivencia en la familia” a cargo de Manuel López Díaz y Yayo García López; -“Educación en valores” a cargo de José Damián Ruiz Pastor y Vicky García Navarro; -“Los adolescentes y los jóvenes” a cargo de Andrés Borrego Toledano y Mª José Casas Gavilán y el último día de este ciclo los “Equipos de Nuestra Señora”, movimiento familiar cristiano, dieron sus testimonios. El sábado 10 de Junio a las 9’30 en la Piscina Municipal se celebra el Festival de la Familia y el 11 de Junio se clausura esta Semana con una Eucaristía de acción de gracias por el don de la familia. El 1 de Julio de 2006 es ordenado sacerdote D. Manuel Jesús Casado Mena y el 7 de Julio celebra su Primera Misa. En este gran acontecimiento para la Parroquia y el pueblo en general se volcó toda la Parroquia. Coincidiendo con este evento, se llevan a cabo en nuestra Parroquia otras reformas y adquisiciones: un nuevo ambón en Horche, una peana para el Sagrario, las alfombras para el presbiterio y para el pasillo (que se estrenaron para la primera misa de Manu). A finales de junio, se había colocado la nueva Puerta del Templo Parroquial, realizada en los Talleres de los Hermanos Majuelos y con un coste de 12.000 €. A la vez se había comenzado el arreglo de la portada del templo, de la fachada de la casa parroquial y el cambio de los cierres. Todas estas reformas concluirían en septiembre de 2006 y tendrían un coste de más de 40.000 €.


Representaci贸n de la Pasi贸n Viviente - 23/03/2005

Primera Misa de D. Manuel Jes煤s - 07/07/2006

Procesi贸n de las Palmas y la Borriquilla

Visita Pastoral del Sr. Obispo - 30/03/2007

Festival de la Familia - 10/06/2006

Visita Pastoral del Sr. Obispo - 30/03/2007


Con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias con el Papa Benedicto XVI (del 7 al 9 de Julio de 2006) la Parroquia organiza también un viaje a Valencia para esos días. El 24 de Diciembre de 2006 se inaugura el Reloj de la Torre de la Iglesia y el Programador de campanas. El 26 Diciembre de 2006 se puede escuchar la programación de Radio María en el 97.2 FM gracias al donativo de una persona anónima de Andújar que entregó 6.000 €, con los que se pudo instalar la antena en el tejado parroquial y campanario, con la salvedad y la ironía de que esta antena no les sirvió de nada a los Andújar y hubo que poner otra para esta ciudad. El 13 de enero de 2007 comienza la Misión Parroquial, con 15 catequesis que se imparten a partir del 29 de enero. Se trata de catequesis vivenciales, partiendo del testimonio y la experiencia y cuyo objetivo es revitalizar la fe y nuestra vida. Anteriormente, decenas de matrimonios y familias han ido visitando las casas del pueblo. El jueves 22 y el viernes 30 de marzo de 2007 tuvo lugar la Visita Pastoral del Sr. Obispo: visitó los Colegios, las Religiosas, la Residencia de Mayores, el Ayuntamiento, las Guarderías, el Balneario, algunas empresas, y sobre todo, realizó encuentros pastorales: con catequistas, con cofradías, con niños, etc. El Obispo se marchó gratamente impresionado de la organización y del voluntariado existente en nuestra Parroquia, amén de la preparación de los niños de Primera Comunión. En 2007 la Pasión Viviente se queda árida debido a que la gente joven está ya en la universidad. Por eso, el 4 de Abril, en la Semana Santa, se organiza en la Parroquia a través de la Asociación Musical “Nuestra Señora de la Paz” un Concierto de marchas procesionales. Este tipo de concierto se vuelve a celebrar el 16 de Marzo del 2008 en homenaje a las Hermandades de Pasión de Marmolejo. El 14 de abril de 2007 D. Julio da el Pregón de la Virgen de la Cabeza, dándole un carácter marcadamente evangelizador. En este verano de 2007 se renueva y se redecora el Despacho Parroquial, se pinta la sacristía, forrando las vigas de madera, y se reforman los dos cuartos de baño. En enero del 2008 la Editorial Anaya solicitó a la Parroquia tres fotos con el fin de incluirlas en los Libros de Religión de 3º y 4º de Primaria que estaban preparando para el nuevo curso escolar. Tras solicitar el permiso de los padres, ya que se trata de fotos en las que aparecen

menores (Nochebuena 2006, Misa de Navidad de 2007 y una de Confirmaciones de 2006), estos libros se han llevado a cabo con la consabida alegría y orgullo de todos, ya que son libros de tirada nacional cuya edición supera los cien mil ejemplares. El 6 de enero de 2008 D. Julio anuncia a los feligreses que había recibido dos cartas del Obispo, en que le encomendaba la puesta en marcha de la Parroquia de San Pedro Poveda en el Bulevar y se nombraba a D. Ángel Sigüenza Fuentes párroco “in solidum” de Marmolejo. El 12 de enero de 2008 comienzan los actos del Centenario de la Adoración Nocturna, aunque los actos centrales tendrán lugar en las semanas anteriores y posteriores al Corpus. También este año se celebra el VIII Centenario de la muerte de San Julián y con este motivo el 27 de enero se celebra la Misa del Centenario que estará presidida por el Sr. Obispo D. Ramón del Hoyo. En febrero, con la ayuda del Ayuntamiento, se gestiona la inscripción de la Ermita del Santo Cristo. El 19 de marzo se vuelve a realizar la Pasión Viviente después de 2 años y ello es gracias a que el grupo de teatro de D. Luis Vallejos la hace suya, y -por cierto- con mucho éxito. El 12 de abril dos autobuses de Marmolejo visitan Antequera y el Valle de Abdalajís, donde nació Madre Petra. El 17 de mayo se inaugura la Exposición “100 años de Eucaristía y devoción”, tras el Pregón Eucarístico, que proclama D. Pedro Ortega Ulloa, Rector del Seminario de Jaén. Esta Exposición incluye 100 fotografías antiguas en tamaño 40x30cm, reclinatorios, misales, estampas, trajes, velos, y demás utensilios relacionados con la Eucaristía. La Exposición ha tenido una gran acogida por parte de todos los feligreses y del pueblo en general, siendo visitada por los alumnos de los Colegios y del IES de Marmolejo e igualmente ha podido ser contemplada por muchísimos marmolejeños a través de la TV Municipal y del Canal 45 de Andújar. En agosto, está prevista la realización de otra Exposición coincidiendo con la Feria de San Julián y en la que se expondrán enseres de la Hermandad de San Julián y otra colección de fotos ampliadas. El 19 de mayo 2008 se comienza a pintar la Iglesia de Jesús, costando la pintura de la Iglesia y de las 2 fachadas 2.700€. Además por la limpieza de los tejados de las dos Iglesias y la obra de la fachada de Jesús se ha


Colocaci贸n de la Puerta Parroquial - 01/07/2006

Biblioteca y Videoteca Parroquial - 2005-2008

Arreglo de la fachada de la Casa Parroquial

Arreglo del Patio de la Parroquia - 07/07/2008

D. Julio Segurado Cobos - P谩rroco de 2003 a 2008


pagado la cantidad de 3.400€ y por la piedra de la fachada 1.780 €. Con motivo del Centenario de la Sección Adoradora, el 1 de junio, la misa concelebrada fue presidida por el Vicario General de la Diócesis, D. José Antonio Maroto Expósito, y el viernes 6 de junio hubo un Concierto de Música Sacra a cargo del Orfeón de Caja Sur. El 27, 28 y 29 de junio la cofradía de los Santos Patronos realizó un viaje a Cuenca y a Burgos como uno de los actos del VIII Centenario de la muerte de San Julián, bajo la organización de D. Julio. Y como regalo adicional tenemos el arreglo del patio parroquial. Está prevista la colocación de la nueva puerta del Templo Parroquial para el mes de agosto. También para este mes, un grupo de 53 marmolejeños/as acompañarán al Obispo D. Ramón del Hoyo a la Peregrinación de Tierra Santa, organizada por el Delegado Episcopal de Turismo y Peregrinaciones, D. Julio Segurado Cobos. El 4 de julio de 2008, el Sr. Obispo firmó el nombramiento de D. Julio como Párroco de San Pedro Poveda de Jaén, y el de Delegado Episcopal de Pastoral Catequética. A la vez que nombraba Párroco de Marmolejo a D. Ángel Sánchez Hernández, a quien D. Julio presentó en la Misa como hombre bueno, trabajador y cariñoso, amigo de los pobres y necesitados; en resumen, un buen Párroco para Marmolejo. El mismo día 4 era nombrado Párroco de Arjonilla D. Ángel Sigüenza Fuentes. Los cinco años de estancia de D. Julio han sido intensos y extensos: se ha trabajado mucho pero también nos hemos divertido por igual. Además hemos crecido todos juntos como personas y hemos hecho grandes amistades. Y lo que es más importante: ¡Que muchas personas, especialmente niños y familias, se han acercado a la Parroquia y se han acercado al Señor! Además D. Julio ha intentado crear un proyecto común, una mentalidad cristiana, una unidad de criterios, a través del Boletín Parroquial y de la web de la Parroquia, y sobre todo a través de una pastoral conjuntada que se ha retroalimentado continuamente. Por último, el mejor testimonio que D. Julio nos deja de su amor sincero a Marmolejo, sin aspavientos ni hipocresías, es este libro que tienes en tus manos, como invitación a conocer mejor la honrosa historia de nuestro precioso pueblo, para que conociéndolo, lo amemos, y amándolo lo cuidemos y engrandezcamos.

Los cristianos sabemos que el tiempo es de Dios, pues gracias a la Encarnación de Cristo, la historia humana es historia de salvación. Por eso trabajamos sin prisa, pero si pausa, confiados en la Providencia divina que nos guía.

Radio María de Marmolejo - 97.2 FM


II. El milagro del Balneario Si alguien nos contase que hace cien años, a principios del siglo XX, Marmolejo era el destino turístico de moda en la provincia de Jaén, posiblemente nos costaría creerlo. No obstante, ¡así fue! Gracias a un empresario emprendedor, Marmolejo conocería un desarrollo que marcaría para siempre su alma y estilo de vida. En el Balneario, Marmolejo conoció gente refinada, mucha de la cual se enamoró de nuestro pueblo y sus gentes; gracias al Balneario, Marmolejo experimentará un rápido desarrollo tecnológico: luz eléctrica, telégrafo, teléfono, estación ferroviaria, transporte urbano de tranvía, autocares, calles adoquinadas, hoteles de lujo, higiene y limpieza, etc. Sin duda, el pueblo de Marmolejo debe mucho de su idiosincrasia, temperamento y carácter a su famoso e internacional Balneario.

Situación del Balneario en el río Guadalquivir

A mediados del siglo XIX, ya se conocía el poder curativo de las aguas de Marmolejo, aunque la descripción que nos hace el Diccionario Geográfico-EstadísticoHistórico de España y sus posesiones de ultramar, de Pascual Madoz, en su tomo XI p.241, publicado en 1850, en nada hace pensar en el cambio que medio siglo después se va a operar. Nos dice así: “La orilla anterior del río Guadalquivir forma un pizarral que con sus innumerables desigualdades llena una considerable porción de la explanada; en ella y uno de los extremos que confinan con los arcos del puente medio arruinado de que hemos hablado (se refiere al puente sobre el río Guadalquivir llamado popularmente “romano”, aunque en realidad es renacentista), brotan muchos manantialillos envueltos en lodo, limazo, y despojos del río, que hacen el sitio incómodo y sucio; a la distancia de vara y media del río, entre la cavidad triangular de dos grandes pizarras, se descubre uno de esos manantiales que por ser más abundante, es del que se sirven los enfermos para curar sus dolencias, cuyo manantial es conocido con el nombre de Fuente Agria: el agua mineral brota con moderada abundancia, produciendo un ruido bien notable y arrojando continuamente a la superficie innumerables ampollitas que se deshacen al instante; no

Galería a los Manantiales

Típica foto de familia en el Balneario


tiene color, está perfectamente clara y transparente, y su sabor es picante herrumbroso. Dejada en reposo por algún tiempo forma en su superficie una película dorada con ráfagas ligeramente azules, semejantes a las horruras que se ven adheridas al suelo y canal de su corriente. Conservada en una vasija destapada, se enturbia un poco, principalmente si es un lugar caliente, pierde su gusto picante que la hacía menos desagradable, y adquiere un color blanquecino, sin duda producido por la disipación del ácido carbónico, y precipitación de otras sustancias que por él estaban disueltas. Agitada fuertemente en una botella bien tapada, despide al destaparla un olor sensible a huevos podridos pero no se ennegrece una moneda de plata, aunque se conserve algún tiempo en la fuente, cuya circunstancia, y la de no manifestarse el gas hidrógeno sulfurado a la presencia del acetato de plomo hacen creer que su cantidad es muy pequeña y se disipa prontamente. Su temperatura es constantemente de 17 grados en el termómetro de Reamur; y su peso comparado con el del agua destilada en areómetro de Cartier es grado y medio menor. 25 libras de agua mineral contienen 92 gr. de ácido carbónico libre; 13 gr. de Hidroclorato de potasa; 11 de Sulfato de potasa; 51 de Subcarbonato de potasa; 34 de Subcarbonato de cal; 100 de Subcarbonato de magnesia; 18 de Subcarbonato de tritóxido de hierro; 5 gr. de Sílice; y 10 de pérdida. Total 344 gr. Estas aguas ferruginosas, usadas en debida forma, son sumamente eficacísimas para varias enfermedades, con particular para el dolor de estómago.” Desde 1818 hasta 1882, la explotación de las aguas minero-medicinales había corrido por cuenta del Ayuntamiento, que no sólo no había sabido sacarle rendimiento a esta mina de oro, sino que había llegado a convertirse en una pesada carga para las exiguas arcas municipales. Según José Santiago Gallardo (“Marmolejo y su Balneario: un estudio histórico. Siglos XIX y XX”. Córdoba 1985), las dificultades presupuestarias del gobierno municipal para afrontar una serie de reformas exigidas por las autoridades provinciales en la Fuente Agria, acabaron por acelerar la subasta pública, dado el lamentable estado del manantial. En octubre de 1882 el Balneario pasó a manos privadas mediante venta por subasta pública al empresario Eduardo León y Llerena, abogado y diputado del partido Liberal, bajo el nombre de "Establecimiento de Aguas y Baños Medicinales Naturales de

Interior de la Galería de acceso al manantial

Foto desde el Puente “romano”


Marmolejo", y la delimitación de un perímetro de protección de los manantiales cercano a los 600.000 metros cuadrados, dictado por Real Orden de 3 de Agosto de 1883. A pesar de que hubo algunos problemas jurídicos con vecinos colindantes que tenían intereses en explotar pequeños manantiales, el Balneario conocerá una mejoría que lo volverá irreconocible y en poco tiempo lo convertirá en motor de desarrollo y modernidad de toda la zona: se realizan tres nuevos sondeos (Fuente Agria, San Luis y Buena Esperanza), se edifica una galería de acceso y otros edificios, y se embellece con un grandioso jardín de más de 9 hectáreas. Es por esto que podemos dar a Eduardo León y Llerena el título de “creador del Balneario”, en palabras de Manuel Perales Solís. Bajo la propiedad de León y Llerena, el Balneario se empezó a consolidar como estación sanitaria de primer orden y sus aguas medicinales se hicieron meritorias de distintos premios en aquellas exposiciones donde concurrían: Barcelona 1888, Chicago 1892, Londres 1914... El Gran Premio de Honor obtenido en la Exposición Universal de París de 1900 representó, sin lugar a dudas, el mejor marketing para que el Balneario de Marmolejo fuese internacionalmente conocido. A nivel nacional no le faltó al Balneario acertada promoción en la prensa del país, dado el parentesco de León y Llerena con Torcuato Luca de Tena y Álvarez Ossorio, casado con su sobrina carnal, y gran empresario periodístico de la época, propietario de la revista "Blanco y Negro" y del periódico ABC, y al igual que Eduardo, senador del partido liberal (Cf. Manuel Perales Solís, La villa de Marmolejo en el reinado de Alfonso XIII, pp. 140ss). Tras el fallecimiento de León y Llerena, el 4 de Agosto de 1900 en Marmolejo, donde fue enterrado, se haría cargo de la empresa su esposa Luisa Serrano Serrano (natural de Arjona y sobrina del General Francisco Serrano y Domínguez, Primer Duque de la Torre, con vivienda y grandes posesiones en Arjona). En 1902 la propiedad del Balneario pasa a su vez a los sobrinos carnales de Dª Luisa Serrano. En septiembre de 1903 los hermanos Serrano la convirtieron en Sociedad Anónima de carácter familiar con el nombre de "Aguas mineroMedicinales de Marmolejo". Entre sus actividades, además de la explotación y venta de las aguas mineromedicinales, distribuidas en botella de vidrio por toda la nación, destacarán dos de especial importancia para Marmolejo: -la plantación en 1883 de un grandioso jardín

D. Eduardo León y Llerena, creador del Balneario


1933. Anuncio en la prensa

Fuente Principal del Balneario (antigua)

Fuente Principal y antiguas dependencias del Balneario

Antiguo spot publicitario:

Fuente Principal del Balneario. A単os 50

Si quieres llegar a viejo, bebe aguas de Marmolejo


con una extensión de más de 9 hectáreas en la ribera del río Guadalquivir (dirigida por el jardinero del Jardín Botánico de Córdoba), y -la construcción en 1924-26 del Gran Hotel Balneario, un hotel de lujo con las últimas novedades de la época. El Balneario estaba en funcionamiento seis meses, aunque las Temporadas Oficiales eran Primavera (1º de abril al 15 de junio) y Otoño (1º de septiembre al 15 de noviembre). Imaginemos durante estos meses la vida de Marmolejo alterada por la llegada de cientos de personas de alta posición que demandaban servicios y entretenimientos de alta calidad: Hoteles, Fondas, Casas de huéspedes, Teatros, Cines, Salas de Baile, Casinos, Bazares… Seguramente hoy nos costaría reconocer este Marmolejo a la vanguardia nacional. Durante medio año, Marmolejo se convertía en el centro cultural y festivo de la provincia. Había incluso quien bromeaba con que venía cada año a Marmolejo más por su ambiente de fiesta y de

Cine en Marmolejo en agosto de 1932

Años 20. Tranvía y trabajadores del mundo hostelero

Bailes con motivo del Carnaval de 1933


moda que por propia necesidad de reposo o sanación. Por eso no nos extraña, por ejemplo, ver en el Semanario Independiente MARMOLEJO de agosto de 1932 el anuncio de varias películas para el domingo: “Salón Fernández: Hoy Domingo, 21 de agosto, la grandiosa película en 6 partes, LA ARREPENTIDA por Genoveva Félix, y una película cómica, en dos partes, titulada: A CAZA DEL INDIO. Gran Teatro: Hoy la emocionante película EL MOMENTO SUPREMO por William Desmond.” En el primer tercio del siglo XX, visitaron nuestra villa personalidades de la aristocracia de la talla de la Infanta Isabel de Borbón, el Conde de Romanones, el Marqués de Rozalejo y del Vado, la Condesa del Fresno de la Fuente, el Marqués de Valdefuentes, la Marquesa de Gandía, la Marquesa de la Peña de los Enamorados, la Marquesa de Caltojar, la Marquesa de Prado Lindo, la Marquesa de Cardeña, la Marquesa de Altamira, la Marquesa del Salar, el Duque de Almodóvar del Río, el Vizconde de Begíjar, el Ministro Yanguas Messia, el Sultán de Marruecos Moulay Abdelhafid; escritores importantes como Armando Palacio Valdés (cuyo primer capítulo de su famosa novela La Hermana San Sulpicio está ambientado en la Balneario de Marmolejo), los hermanos Álvarez Quintero, García Álvarez; actores de fama internacional como Charles Chaplin (Charlot) o Rodolfo Valentino (actor romántico por excelencia de los años 20, en películas como La dama de las camelias), y otros muchos del tipo del filósofo José Ortega y Gasset, el Premio Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal, el periodista Torcuato Luca de Tena, el compositor Francisco Alonso, el pintor José Moreno, etc. Casi todos ellos dejaron estampada su firma en el Libro de visitas de Francisco Vallejo. En poco tiempo Marmolejo se fue llenando de renombrados hoteles que prestaban servicios con una calidad desconocida en estas fechas en el resto de la provincia: -En 1875, el francés Pablo Rostaing abre la primera Fonda en Marmolejo, para hospedar a la cantidad de agüistas que comenzaba a llegar. Esta Fonda estaba situada en la Calle de la Estación, que con el tiempo se llamaría Calle de la Fonda, y a partir de 1924 en homenaje al escritor que retrató a Marmolejo en la novela “La hermana San Sulpicio” se llamará Calle de Armando Palacio Valdés. Más tarde, su hijo Antonio Rostaing amplía esta fonda y crea el Hotel de Los Leones, dontándolo de

Año 1920: El Sultán de Marruecos en el Hotel Las Cuatro Naciones de Marmolejo (C/ San Antonio)


un amplio jardín. Este hotel fue cerrado en el año 1976, y vendido por Don Claudio Rostaing, nieto del primer dueño, a la Caja de Ahorros de Ronda, actualmente Unicaja, que ha instalado una Residencia de ancianos. -En el año 1880, Don Antonio Ollero García inaugura la Fonda "La Española" en la calle Duque de la Torre, 6 (C/ Arroyo), que posteriormente tomará el nombre de Hotel Español. -También en 1880, Dª Isabel Casado abre otra Fonda en la Plaza del Amparo, que en el año 1918 la venderá a su hija Ángela Castilla. Una vez restaurada y mejorada será reabierta como el Hotel Castilla. Su actividad abarcará desde 1920 hasta 1936, año del asesinato de su hermano el sacerdote D. Julián Castilla. Parada del tranvía en el Parque del Balneario

Entrada del Balneario y Tranvía de raíles tirado por animales que unían el trayecto entre el Balneario y la Calle Central (Plaza de la Constitución), hasta la mitad de la Calle de la Fonda (Palacio Valdés)


-En el año 1884, Don Antonio Ollero Peña inaugura en la calle Duque de la Torre (C/ Arroyo) el Hotel Madrid. Posteriormente lo heredará su hijo Don Juan Ollero. Cerró en el año 1955. -En el año 1886, Dª Manuela Muñoz, abre el Hotel Suizo, en la calle de la Fonda (C/ Palacio Valdés). Fue cerrado en la década de los 50, por sus descendientes. -Entre los años 1904 y 1905, Don Pedro Lozano abre el Hotel Central, en la Plaza Central (actual Plaza de la Constitución). En este lugar céntrico se instaló y bendijo la nueva Estación Telefónica el 27 de enero de 1926. En el anuncio del periódico de la época se lee: “Abierto todo el año. Situado en lo más céntrico de la población. Cuarto de Baño. Teléfono nº 15”. Este hotel lo hereda su hija Petra Lozano que lo venderá a la Caja de Ahorros de Ronda. Continuará funcionando hasta el año 1984 en que es vendido a una empresa constructora, para pisos y locales comerciales, en donde Unicaja instaló sus oficinas. -En la Casa de "Las Torres", en la calle San Antonio, propiedad de un Sr. llamado Don Adriano, que era natural de Mengíbar, se edificó en el año 1910, el Hotel Cuatro Naciones, por Don Pedro Perales Domínguez, Periquito Semana. Daban sus cocheras a la Plaza Central. Fue cerrado el 18 de Julio 1936. -Entre 1924-26 se construyó el Gran Hotel Balneario, un hotel de lujo que era el gran sueño de la Sociedad de Aguas. Esto produjo una fuerte protesta y reacción de los demás propietarios que hicieron una dura campaña en contra a través de prensa, carteles, pegatinas, etc., con el lema: “Dentro del Balneario no hay Hotel”. -En el año 1932 existía también el Hotel Iberia, que se encontraba en la calle Perales, donde actualmente habita Manuela Lozano Roncero. Sus padres habían arrendado el local a Juan Martínez y a Catalina Padilla, que posteriormente se trasladaron a la actual calle Arroyo, con el nombre probable de Hotel Español. En el año 1945, y en la calle Matias Vidal (C/Arroyo) se abrió el Hotel Zabala, por Don Benito Zabala Sáez. Se cerró sobre los años 58 al 60. También, y desde los años 20, existían oficialmente las siguientes casas de huéspedes: Casa Alvarez en calle Gamonal; Paquita la del Puesto, en la calle La Paz; Juanico Padilla, en la calle Perales; Hermanas Teresa y Lola Perales, en la calle la Fonda; Francisco Rocha, en la calle Jesús; Miguel Padilla, en la calle Duque de la Torre, 20 y 22; Joaquín el Portugués en la

Hotel Castilla en la Plaza del Amparo

Anuncios en la prensa de Hoteles de Marmolejo Año 1932

Gran Hotel Balneario, inaugurado en 1926


calle Ortí Lara; Paquita Flores en la Calle Hospital y Manuela Soriano Jurado en la calle Divino Maestro. Para atender a su propia población, y sobre todo al turismo de calidad, no debe extrañarnos que en el primer tercio del siglo XX Marmolejo posea numeroso comercio y empresas de servicios cualificados: tiendas de ropa, peluquerías, zapaterías, panaderías, confiterías, tiendas de ultramarinos, bares, bodegas… A modo de ejemplo, valgan estas cifras de la actividad comercial e industrial de Marmolejo entre 1900-1912: 6 Empresas de transportes, 4 Casinos, 21 Tabernas, 14 Carruajes de caballería, 1 Cafetería, 1 Paquetería, 2 Posadas, 8 Casas de huéspedes, 1 Relojería, 4 Carpinterías, 7 Zapaterías, 5 Barberías, 1 Confitería, 4 Panaderías, 2 Carnicerías, 1 Heladería, 3 Tiendas… Alrededor del año 1930, nos encontramos además de numerosas Tiendas de ropa, 1 Teatro, 3 Cines, 17 Molinos, 25 Tabernas, numerosos automóviles (Ford, Renault y Dodge), 4 Joyerías, 6 Droguerías, 4 Ferreterías, 15 Ultramarinos… Durante más de medio año la población marmolejeña recolectaba su “tercera cosecha”: la del agua y el aguanoso. En un pueblo que vivía principalmente de la agricultura (el olivo y el cereal), pensemos en la cantidad de puestos de trabajo que se creaban gracias al turismo de salud: cocheros, mozos de carruaje, botones y recaderos de hoteles, cocineros, camareros/as, sirvientas, lavanderas de ropa, costureras, peluqueras, barberos, sastres, limpiabotas… El gremio de los albañiles era muy numeroso por la cantidad de obras que debían hacer los hoteles, fondas y casas de huéspedes, propiciando también el nacimiento y fortalecimiento de sindicatos como la UGT, en defensa de los intereses del obrero. Incluso los hortelanos y ganaderos se veían altamente favorecidos por la demanda de productos frescos y de calidad que esta avalancha de turistas necesitaba. Como botón de muestra valga éste: la Sociedad de Aguas Minero-Medicinales llegaba a tener 100 empleados directos en algunos momentos del año. Lógicamente, esto significaba una gran oportunidad para muchas personas humildes que en poco tiempo, con su esfuerzo y trabajo, llegaron a ser nuevos ricos. El caso más ejemplar es el de Pedro Perales Domínguez, conocido como “Periquito Semana”: pasó de humilde propietario de un coche de caballos, en el que realizaba el traslado de agüistas a la estación de ferrocarril, a ser propietario del mejor hotel del pueblo, “Las Cuatro Naciones”, en la calle San Antonio. Nunca olvidó sus orígenes humildes y por eso los días de


fiesta y en el día de su Santo repartía en la puerta trasera de su Hotel panes, garbanzos y aceite, y una perragorda entre los jornaleros más pobres. Desgraciadamente, y a pesar de no haberse destacado políticamente, fue asesinado el 23 de diciembre de 1936, a la edad de 70 años, junto al Párroco D. Francisco de Paula Aranda Cabrera y otras cuatro personas más. También debe Marmolejo a su Balneario estar a la vanguardia en numerosos avances tecnológicos. En el año 1902, el Establecimiento de Aguas y Baños Medicinales Naturales de Marmolejo imprime un folleto con la siguiente publicidad: “Temporada desde primeros de abril al 30 de noviembre. Estación telegráfica. Alumbrado eléctrico público y privado. Estación férrea de su nombre, en la línea de Madrid a Cádiz. Alojamientos adecuados, para toda clase de posiciones sociales. Medalla de oro y plata, en varias exposiciones. Gran Premio de Honor en la Exposición Universal de 1900”. (Manuel Muñoz, Historia y Costumbres de Marmolejo, p. 16). Si lo pensamos detenidamente, la vida del aguanoso era bastante aburrida: levantarse y desayunar, hacer cola para coger un tranvía que le lleve al Balneario, tomar las aguas, visitar al médico, volver al pueblo para comer, echar la siesta, y a esperar la tarde para buscar algún tipo de diversión o fiesta. Para este fin, fue naciendo


una industria del ocio que llenara la vida aburrida de todas estas personas, muchas de ellas con medios económicos. Con este motivo, se realizan fiestas, cenas distinguidas, homenajes, bailes, conciertos de piano… Crece la oferta teatral, las salas de cine, e incluso espectáculos de varieté, entre los que no faltaban cómicos, vedettes, famosas cupletistas, ni actrices medio desnudas que llenaban la sala de hombres de toda clase y posición, con la consiguiente indignación de las señoras distinguidas. Hubo más de un marmolejeño que tuvo que dormir al raso. Una de las visitas obligadas del aguanoso/a es la Iglesia Parroquial, que se verá enriquecida con numerosas aportaciones de los agüistas, tanto en la época del Párroco Don Francisco de Paula Aranda Cabrera, como en la de Don Manuel Maroto Castro. Otra de las costumbres de los agüistas del Balneario era visitar el taller del famoso alfarero Francisco Vallejo Torres, como recuerda el antiguo refrán: “En Marmolejo, las aguas y Vallejo”. El Maestro Vallejo nació en Andújar en 1872. Con 12 años, su familia se trasladó a Marmolejo. De joven ayudó a su padre a “sobar el barro” que traían de su cantera en las Torrecillas. A los 25 años, se casó con la marmolejeña Manuela Padilla Casado. Instaló su taller de alfarería en su casa ubicada en la Calle León y Llerena, que corresponde con los números 4, 6 y 8 de la actual Calle Útica (Casa de Anita Casado, conocida popularmente como la Cacharrera, por haberse criado con él y su esposa). Fue concejal de Marmolejo durante la época monárquica. Murió en 1934, a los 62 años de edad. Como era bastante culto, los aguanosos solían pasarse por su taller a platicar, a verlo trabajar y a adquirir sus “cacharros”. Cierto día alternaba el trabajo con un sabroso discurso de corte intelectual con uno de los visitantes. Una vez que se marcho, le preguntó a su mujer: ¿Cómo he estado, Manuela? Extraordinario, Vallejo-, le contestó ella. ¿Viste la cara de “pirulo” que ponía el de la cabeza gorda?, comentó él. -Bueno, el de la cabeza gorda no era otro que el gran filósofo José Ortega y Gasset. En los años más duros de la República, a partir de la revolución de octubre de 1934 y durante el Gobierno del Frente Popular, el Balneario va mermando su actividad, y los agüistas dejan de venir. Con el desencadenamiento de la Guerra Civil, los hoteles fueron usados para fines militares. El Hotel Los Leones sería ocupado en enero de 1937 por la XIV Brigada Internacional. El Gran Hotel Balneario, por ejemplo, fue reconvertido en hospital militar y en sede del 318 Batallón de la 80 Brigada Mixta, hacia

Horno y taller del famoso alfarero Francisco Vallejo Torres,en la actual Calle Útica.

El Maestro Vallejo charlando con señoras de alta alcurnia

“ Nos ha asegurado un viejo que Santas Justa y Rufina, de alfareras claro espejo, por inspiración divina vinieron a Marmolejo, y su herencia de arte fina le dejaron a Vallejo. De Serafín y Joaquín Álvarez Quintero


1938. Este Batallón ocupó también el Hotel Central (requisado a su dueño Pedro Lozano Muñoz) y la Casa parroquial, convertida en Comandancia Militar y habitada por el Comandante Fernando Pérez. Hubo más Brigadas y Batallones que ocuparon los mejores y mayores edificios del pueblo, incluso las casas de los maestros. El 28 de marzo de 1939 las tropas nacionales entran en Marmolejo y Andújar sin encontrar resistencia. A nuestra localidad llegaba el 12 Batallón del Regimiento de Infantería Granada nº 6, mandado por el Capitán Pedro Fernández García. Como homenaje se colocó una Placa conmemorativa en la fachada del Ayuntamiento: “Marmolejo agradecido al muy glorioso Ejército Nacional por haberlo liberado del Ejército Rojo y muy especialmente al 12 Batallón del Regimiento de Infantería Granada 6 que fue con su Capitán Don Pedro Fernández García quien lo ocupó el día 28 de marzo de 1939 ¡Viva España!” La Comisión Gestora del Ayuntamiento, nombrada el 28 de junio de 1939, envió la siguiente memoria al Ministro de la Gobernación: "Asesinatos: En esta población durante la dominación roja fueron asesinados vilmente 17 personas de derechas. Edificios: Por haber tenido este pueblo el frente de guerra a unos cinco kilómetros de distancia por espacio de dos años y medio, el casco urbano ha sufrido perjuicios de la aviación y cañones, habiendo sido afectados 55 edificios, cuyos daños se calculan en 292.400 ptas. Agricultura: Esta fuente de riqueza, la más principal de este pueblo, ha sufrido numerosos daños, principalmente la parte de olivar, habiéndose talado unas 40.000 plantas con un valor aproximado de 2.000.000 de ptas. Industrias: Por tratarse de un pueblo con Balneario de fama mundial, la principal rama de la industria en el mismo era la hotelera que se hallaba en estado floreciente, habiendo sido saqueados totalmente la mayor parte de los particulares que se dedicaban a recibir enfermos en las temporadas oficiales; también han sufrido grandes desperfectos la mayoría de las fábricas de aceite de este término, calculándose los daños por todos los conceptos en unos 6.000.000 ptas. Ganadería: Perjuicios valorados en 500.000 ptas. Comercio: no se valoran daños. Obras y Edificios Públicos: Las obras y edificios públicos de la localidad también han sufrido daños como son los Grupos Escolares, casa vivienda de los maestros,

Donde hoy se encuentra el Mas y Más, anteriormente estaba el Casino de Marmolejo. En esta foto se puede ver al Maestro Vallejo, apoyado en el bastón, junto a unos amigos. Detrás se puede contemplar la cartelera que anuncia: "Los chicos de la Escoria". La foto es de principios de los 30. Se puede apreciar el pavimento antiguo, razón por la cual los mayores lo conocen como "el enlosao".


Casa Cuartel de la Guardia Civil y la Iglesia, habiendo destrozado esta última hasta el extremo de no quedar retablo ni ningún objeto de culto". (Manuel Perales Solís, La memoria rescatada, pp.203-4) Tras la guerra civil, , y gracias a la labor de Regiones Devastadas, se construyen nuevos barrios (Regiones y Belén), se acondicionan las calles y se establece la red de agua potable. Con ayudas del Gobierno, los empresarios adecentarán dignamente los hoteles, fondas y casas de huéspedes, pero el nivel de calidad decrecerá tanto en los clientes como en los servicios. A partir de los años 50, el Balneario conocerá una nueva época de esplendor, aunque en absoluto igualable a la primera. Sin embargo, como dato positivo, el pueblo de Marmolejo disfrutará más que antes de aquellos jardines y parques como lugar de recreo y paseo. La década de los 60 marca el máximo apogeo de la localidad, que alcanza más de 10.000 habitantes. En la década de los 70, con el desarrollo de la medicina y el envejecimiento de las instalaciones hoteleras, Marmolejo irá perdiendo paulatinamente esta gallina de huevos de oro, y como el resto de los pueblos españoles conocerá el drama de la emigración, principalmente hacia Cataluña. Las diferentes inundaciones de las instalaciones (es muy famosa la de febrero de 1963, porque en ella murió el niño Ramiro Lara, conocido como “el Pastorcillo”), la desidia de los herederos del Balneario y la falta de inversiones dejarán caer en el olvido este gran tesoro de Marmolejo, por el que ha sido mundialmente conocido a lo largo del siglo XX. En la década de los 80, Marmolejo asistirá impasible a la destrucción de su rico patrimonio inmobiliario: la fachada del Hotel Central, el Hotel Suizo, el Hotel Castilla… Tan sólo se salvará de esta barbarie artística el Gran Hotel & Spa Marmolejo, en C/ Calvario 101, que ha sabido reorientar, no sin dificultades, su oferta de calidad. La planta de embotellamiento de Aguas de Marmolejo ha seguido funcionando hasta hace pocos años. Recientemente el Ayuntamiento de Marmolejo ha adquirido los terrenos del Balneario, pero, a pesar de las ilusiones despertadas y de los proyectos de construcción de varios hoteles, en mi modesta opinión, será difícil que el Balneario recupere su primera magia.

Parque y Jardines del Balneario


Años 30. Grupo de amigos en el Balneario 1955. Empleados del Balneario (Pedro Reca, Molina, Francisco, Augusto y Miguel Palomares, Paca, Anita, María Antonia y Mari Paz)

Años 50. Los Jardines del Balneario se convierten en el lugar de paseo y encuentro de los jóvenes

Oficinas de administración en el centro. A la derecha, se levantaba la sala de hidroterapia con su tribuna para duchas móviles, sus duchas dorsal, de lluvia y regadera y gran ducha circular, y dos gabinetes anexos: en uno de ellos se hallaban los baños de asiento y en el otro una pila destinada a las personas que habían de combinar el uso de la ducha con el baño. A su izquierda, se encontraba la otra sección balnearia, constituida por cuatro elegantes cuartos para baños generales y una salita para las pulverizaciones.


Los tranvías de Marmolejo Dado que las instalaciones del balneario están situadas a unos 2 kilómetros del centro del casco urbano, es fácil intuir que la Sociedad que lo explotaba se plantease dotar a los usuarios de un medio de transporte cómodo y eficaz. La solución adoptada sería la de instalar un tranvía de tracción animal. El proyecto encargado por la Sociedad de Aguas de Marmolejo está fechado en Madrid un 18 de octubre del año 1909. No obstante, hasta el 3 de junio del año 1914 no es otorgada, mediante Real Orden, la concesión del tranvía, que establecía un plazo de seis meses para su construcción. A pesar de todo, el tranvía no se inaugura hasta después de dos años, en el año 1916, con el siguiente recorrido: Plaza Central, calles Arroyo, Jesús y Calvario hasta llegar al balneario. Al cabo de algunos años, se amplió la línea desde su punto inicial de partida, hasta el hotel Los Leones, en la calle La Fonda (actual calle Palacio Valdés) con el objeto de dar más facilidades a los agüistas, pues en esa calle, aparte del referido hotel, existían muchas pensiones en las casas particulares. La tracción empleada en los tranvías era la animal, consistente en dos caballerías (generalmente mulas) que tiraban de los coches y que en el trayecto de regreso (en rampa ascendente) debían ser reforzadas con otras dos, hasta un total de cuatro. En los años treinta, las caballerías fueron sustituidas por unos camiones que tiraban de los coches de tranvía. El cese de la actividad tranviaria coincide también con el inicio de la guerra civil, periodo en el cual la actividad del balneario se hace prácticamente inexistente. Al terminarse la contienda, se reanuda la explotación del balneario, pero el servicio de tranvías habia quedado ya definitivamente abandonado. La circulación de los tranvías no se efectuaba durante todo el año, sinó que solo funcionaban durante las temporadas en las que el balneario estaba abierto, es decir cinco o seis meses al año, estando sus horarios adaptados a las necesidades del balneario. Generalmente había dos viajes por la mañana en ambos sentidos y otros dos por la tarde. Los precios que regían era de 0,30 pesetas la ida, resultando el trayecto completo de ida y vuelta algo más

económico, a 0,40 pesetas. Según el mencionado proyecto el tiempo necesario para recorrer los 2,5 km. del trayecto era de 39 minutos y se calculaba una velocidad media de 10 kilómetros por hora en la población y 12 kilómetros por hora en la carretera. El sistema de señales era muy simple, aunque efectivo, ya que frente al Gran Hotel Balneario había un poste muy elevado en el que se izaba una bandera roja o verde para dar paso a los tranvías que subían desde el balneario. Las cocheras estaban emplazadas en el actual Paseo del Calvario y situadas a la izquierda de la vía en sentido balneario. Según el proyecto original estaba prevista la instalación de carril tipo Phoenix de un peso de 19,5 kilogramos por metro lineal, pero lo cierto es que, según se desprende de las fotografías de la época y del testimonio de varias personas, el tipo que finalmente se adoptó fue el carril Vignole con un peso de 12,5 kilogramos por metro lineal aunque es posible que en algunos tramos adoquinados se emplease el tipo de carril originalmente proyectado. El ancho de la vía era de un metro. Existían seis paradas principales: - 1) Hotel Los Leones (C/Palacio Valdés) - 2) Frente a la Iglesia Parroquial en Plaza Central (Constitución) - 3) Gran Hotel Balneario (en donde estaba situado el sistema de señales) - 4) Cocheras 5) Santo Cristo - 6) Balneario. Los vehículos que finalmente se adquirieron fueron cinco coches cerrados del tipo Falcon (foto de arriba), cuya caja presentaba seis ventanas a cada lado y una capacidad algo mayor que la proyectada (hasta 26 personas). También se adquirieron dos coches descubiertos tipo jardinera (foto de la izquierda). El personal que atendía la circulación de los coches estaba formado por un conductor que contaba con el auxilio de un cobrador. El resto del personal estaría formado por los encuarteros (en cargados del enganche y desenganche de las caballerías) un mayoral y un mozo de cuadra. (Tomado del artículo de Andrés Padilla Cerón, El tranvía de tracción animal en Marmolejo. Linares 2.003.)



III. La Sección de la Adoración Nocturna de Marmolejo La Adoración Nocturna es una asociación de creyentes que, reunidos en grupos, se turnan velando en las horas de la noche para adorar a Dios, a través de Cristo, en representación de toda la humanidad y en nombre de toda la Iglesia, y para agradecer al mismo Cristo, Dios y Hombre, su presencia en el Sacramento que nos une a su sacrificio redentor. El adorador nocturno trata de imitar a Cristo, que durante su vida terrena oraba frecuentemente de noche, y que ahora perpetúa su adoración, su intercesión y su sacrificio redentor en la Eucaristía. La Adoración Nocturna nació en Roma, en noviembre de 1810, durante el pontificado de Pío VII y precisamente con ocasión de su cautiverio. Fue su iniciador el sacerdote italiano Santiago Sinibaldi, canónigo de Santa Maria in Via Lata. Erigida canónicamente el 23 de diciembre de 1815, fue puesta bajo el patronazgo de la Santísima Virgen María y del Santo español San Pascual Bailón. El Papa León XIII la elevó a Archicofradía el 27 de abril de 1824. Y San Pío X le concedió, el 8 de agosto de 1906, el privilegio de agregarse, en perpetuo, todas las Asociaciones canónicas cuyo objeto sea la adoración nocturna al Santísimo Sacramento. Paralelamente, en Francia, l'abbé de la Bouillerie, en 1844, creó la Adoración Nocturna desde casa. Sin salir de su domicilio, personas piadosas se comprometían a recogerse en adoración eucarística una hora al mes entre las ocho de la noche y las ocho de la mañana. Dos iglesias (una en París y otra en Lyon) recogían y presentaban a Dios las adoraciones silenciosas de esas almas eucarísticas. Pero un judío convertido, llamado Hermann Cohen, hizo ver a l'abbé de la Bouillerie que no faltarían hombres dispuestos a realizar esa adoración turnándose durante la noche ante el Santísimo Sacramento expuesto en una iglesia concreta. Y el 6 de diciembre de 1848, en la iglesia de Nuestra Señora de las Victorias de París, diecinueve caballeros franceses celebraron su primera vigilia. Desde muy antiguo, existieron en diversos puntos de España (entre ellos Marmolejo) Cofradías del

Santísimo Sacramento agregadas a la de Santa María sopra Minerva y agrupadas en torno a los llamados Centros Eucarísticos. Pero en la noche del 3 de noviembre de 1877, animados por el ejemplo de la Adoración Nocturna surgida en Francia 29 años antes, un grupo de siete caballeros iniciaban en Madrid la Adoración Nocturna, celebrando su primera Vigilia en la iglesia del hoy extinguido convento de Capuchinos del Prado, frente al actual edificio del Congreso de Diputados. La Adoración Nocturna, en un principio, quedó incorporada al Centro Eucarístico que agrupaba a las Cofradías del Santísimo agregadas a la de Santa María sopra Minerva. Pero en 1893, con ocasión del Congreso Eucarístico Nacional celebrado en Valencia, la Obra fundada en Madrid se constituyó en Adoración Nocturna Española bajo dirección única, a la que en adelante se sujetarían las nuevas fundaciones, aceptando el mismo Reglamento y un rito uniforme. Las Adoraciones Nocturnas hasta ahora mencionadas agrupaban exclusivamente adoradores varones. Paralelamente van surgiendo grupos femeninos aislados de los que hay constancia desde 1908 (Marchena, Diócesis de Sevilla). En 1925, surge en Valencia un grupo de Adoración Nocturna Femenina que llega a contar con 37 Secciones, y la Obra comienza a difundirse por varias diócesis de España. En 1952, se celebra en Barcelona el XXXV Congreso Eucarístico Internacional, y la Archicofradía de la Adoración Nocturna del Santísimo concede a Barcelona la facultad de agregar a ella los grupos de Adoración Nocturna Femenina, teniendo lugar un primer contacto (I Asamblea) entre los grupos diocesanos ya existentes (26 en total) con ánimo de unificarse, lo que se realiza al año siguiente (1953) en la II Asamblea Nacional de la ANFE, fijando su sede oficial en la iglesia del Santísimo Sacramento de Barcelona. En 1893, la Adoración Nocturna solicitaba, y el 23 de marzo de 1897 obtenía, la agregación a la Venerable Archicofradía de la Adoración Nocturna del Santísimo Sacramento, en Roma.


Con especial solemnidad se celebró el Primer Centenario de la Adoración Nocturna en España. La celebración se inició en Madrid con la lectura de un Pregón el 25 de marzo de 1977. Siguió con Vigilias paralelas conmemorativas especiales en toda España a lo largo del año. En octubre se celebró en Madrid, en la Catedral, el solemne Triduo, y en el templo parroquial de mayor capacidad (PP. Mercedarios de la calle de Orense) la Gran

Procesión del Corpus en 1942, siendo Párroco Don Emilio Palop Soro

Vigilia con más de siete mil adoradores de toda España y representantes de Francia, Alemania, Méjico, Canadá y Estados Unidos. Las máximas jerarquías de la Iglesia española participaron con lecciones magistrales y celebraciones de la Eucaristía. Durante el año 2002, la Adoración Nocturna, celebró con actos extraordinarios por toda España, el 125º Aniversario de su fundación. España cuenta con más de 50.000 adoradores, la mitad en zonas rurales; entre ellos 2000 sacerdotes, 35 obispos y, al menos, un cardenal (Rouco Varela), con 756 secciones presentes en todas las diócesis... La Adoración Nocturna, con más de 4 millones de adoradores, se encuentra actualmente establecida en los siguientes países: EUROPA: Alemania, Bélgica, España, Francia, Inglaterra, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, Polonia, Suiza y Vaticano. ASIA: Filipinas y la India. ÁFRICA: República de Benín, Camerún, Congo, Costa de Marfil, Egipto, Isla Mauricio, Madagascar, República del Zaire, República de Guinea Ecuatorial y Senegal. AMÉRICA: Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Méjico, Panamá, Perú, Puerto Rico y Santo Domingo. OCEANÍA: Australia. Para elaborar este capítulo sobre la centenaria Sección Adoradora Nocturna de Marmolejo nos serviremos de la magnífica obra en dos volúmenes que ha editado la Sección Diocesana de Jaén con motivo de su Centenario: Luis Escalona Cobo, “Cien años de Adoración Nocturna de Jaén (1904-2004)” (777 páginas). Esta obra es importante porque en ella se recogen menciones y retazos de vida de las secciones de toda la diócesis de Jaén. Además nos ayudaremos de los discursos y materiales publicados en 1958 con motivo de las Bodas de oro de la Sección de Marmolejo. La primera sección de la Adoración Nocturna Española que se fundó en la Diócesis de Jaén tuvo lugar en Andújar (12 de febrero de 1885) y la segunda en Baeza (18 de diciembre de 1888). La de Jaén sería fundada el 9 de noviembre de 1904. Curiosamente, según Luis Escalona, la idea de fundar la sección de Jaén tuvo lugar en Marmolejo, siendo Obispo Don Salvador Castellote y Pinazo, a propuesta de Don Pedro Gaspar Larroy, Chantre de la Santa Iglesia Catedral de Jaén. La Sección Adoradora Nocturna de Marmolejo (12º Diocesana y 391º Nacional) fue fundada el 5 de


diciembre de 1908, siendo el Presidente-fundador de la misma D. Juan López de Sagredo -adorador nocturno de la sección de Madrid y vocal del Consejo Supremo (actualmente el Consejo Nacional)- y el Director Espiritual D. Francisco de Paula Aranda Cabrera, Párroco de Marmolejo desde julio de 1906 hasta diciembre de 1936. Fue padrino de esta Sección el veterano adorador Don Andrés Maldonado, que asistió con una nutrida representación de adoradores de Madrid. El cargo de Presidente de la Sección de Marmolejo recayó en D. José López Morcillo, médico titular de este pueblo y fervoroso adorador que desempeñó el puesto durante 20 años (1908-28). Sintiéndose mayor propuso como Presidente a D. Julio Vizcaíno Perales que fue elegido y ocupó la Presidencia durante más de 30 años (1928-58). En 1914 existían en la sección de Marmolejo 32 adoradores activos y 42 honorarios repartidos en dos turnos. En 1915 se pasó a un solo turno formado por 31 adoradores activos y 49 honorarios. En junio de este mismo año la sección de Marmolejo asiste a la Fiesta de las Espigas en el Santuario de la Yedra junto a 14 secciones más de la diócesis. Igualmente está presente

A la derecha, altar del Corpus que cada año se realizaba en la Puerta del Ayuntamiento se aprecian la Bandera de la Adoración y las de la Virgen de la Cabeza. Arriba, Procesión del Corpus: La Bandera de la Adoración precede al Santísimo durante la Procesión; los adoradores con su insignia escoltan a Jesús Sacramentado. Ambas fotos son de principios De los años 50.

nuestra sección en la Fiesta de las Espigas de 1917 celebrada a mediados de mayo en el Santuario de la Virgen de la Cabeza. En 1919, Marmolejo asiste junto a 16 secciones más a Campillo de Arenas, donde es coadjutor el sacerdote marmolejeño Francisco Padilla Gutiérrez, asesinado durante la Guerra Civil. En este mismo año, el Presidente de la Sección Adoradora de Marmolejo, D. José López Morcillo, apadrina la bandera de la Sección de Sabiote. La llegada de la II República en 1931 va a suponer un momento de crisis y de prueba para la Adoración Nocturna en general. En los informes de los primeros años se denuncia la cantidad de faltas sin justificar y la frialdad de los adoradores que dejan de asistir a los turnos de madrugada, por miedo a los


piquetes que los esperan a la salida. A partir de 1933, no obstante, disminuye el número de faltas, y en Marmolejo crece el número de adoradores y el fervor de los mismos. En 1934 hay en toda la provincia 20 secciones, cuyo 9º puesto ocupa Marmolejo. En estas mismas fechas, hay cuatro secciones en suspenso, es decir, que han dejado de reunirse. En estos años, el Director Espiritual de la Sección Diocesana de la Adoración Nocturna es el Vicario General Don Félix Pérez Portela, asesinado junto al Obispo de Jaén en agosto de 1936, ambos en proceso de beatificación, junto a nuestro paisano Don Francisco Solís Pedrajas. En el discurso de bienvenida de las Bodas de Oro de la Sección, en Julio de 1958, el entonces Presidente recuerda a los adoradores asesinados durante la República y la Guerra Civil española: Don Francisco de Paula Aranda (Director Espiritual de la Sección), Don Matías Vidal Fuentes (Secretario de la Sección) y los adoradores activos: Don Manuel Solís Pedrajas, Don Manuel Casado Padilla, Don Manuel Casado Pedrajas, Don Rafael Martínez Mena. Tras la Guerra Civil, en abril de 1939, se solicita a los adoradores que vuelvan a reinscribirse, puesto que todos los archivos han sido destruidos, y expoliadas las pertenencias de las respectivas secciones (custodias, reclinatorios, libros de oración, etc.). Se pide para ello a todos los adoradores su donativo. Hay constancia de que en 1941 ya está reorganizada la Sección de Marmolejo. En ese momento existen 13 secciones en la Provincia. A partir de 1951 se recupera la Fiesta de las Espigas, y para ello se elige el lugar emblemático del Santuario de la Virgen de la Cabeza. Por las actas diocesanas sabemos que asistieron 22 marmolejeños. Igualmente, el 1 de junio 1952, la Sección Adoradora de Marmolejo asistió al XXXV Congreso Eucarístico Internacional de Barcelona, junto a la Diocesana y algunas otras de la provincia. En 1957 se fundan los Tarsicios, con más de 30 niños adoradores. El año 1958 será un año crucial para la Sección y un año inolvidable para Marmolejo, pues durante los primeros días de julio se celebrará en nuestro pueblo la Vigilia Extraordinaria de las Bodas de Oro de la Sección de Marmolejo y la Vigilia Diocesana de Espigas. Asistirán a estas solemnidades representación de 36 Secciones de la Provincia, con sus respectivas banderas, altas autoridades religiosas y civiles como el Sr. Obispo y varios Canónigos,

Precioso escaparate con motivo del Cincuentenario de la Sección Adoradora de Marmolejo y la Fiesta de Espigas celebradas en Marmolejo en julio de 1958.

el Presidente de la Diputación, el Gobernador Civil de Sevilla, el Delegado Provincial de Hacienda, Alcaldes de Baeza, Villacarrillo, Arjonilla...


1958 BODAS DE ORO DE LA ADORACIÓN NOCTURNA 1958 representa una página imborrable en la memoria histórica de Marmolejo. La presencia del Sr. Obispo, de D. José María Pemán, de altas autoridades civiles y religiosas y de miles de cristianos del pueblo y de toda la provincia marcaron durante varios días la vida de Marmolejo en clave eucarística. El acontecimiento central y solemne tuvo lugar la tarde y noche del sábado 5 de julio (Velada literaria, a las 8’30 de la tarde; Vigilia Extraordinaria de las Bodas de Oro y Diocesana de Espigas, a las 10’30 de la noche) y la mañana del domingo 6 de julio (Misa de Comunión General oficiada por el Sr. Obispo, a las 5 de la mañana, y a continuación, Triunfal Procesión Eucarística que concluyó en el Altar instalado en el Paseo, desde donde se impartió la bendición con el Santísimo a los campos). Estos actos centrales estuvieron precedidos por Misas de Comunión General, a las 8 de la mañana, los días miércoles 2, jueves 3 y viernes 4 de julio, oficiadas respectivamente por los sacerdotes: D. Emilio Palop Soro, Arcipreste de Mancha Real y antiguo Párroco de Marmolejo, D. Manuel Maroto Castro, Párroco de San Ildefonso de Jaén y anterior Párroco de Marmolejo, y D. Pablo Martín de la Sierra y García Carpintero, Párroco de la localidad. Igualmente esos mismos días se celebró un Solemne Triduo Eucarístico, a las 9 de la tarde, en el que ocuparon la Sagrada Cátedra los sacerdotes D. Juan Jurado Ruiz, Canónigo Magistral de la Catedral de Córdoba, D. Jerónimo Bernabeu Oset, Canónigo Magistral de la Catedral de Cádiz y D. Antonio Ferreiro López, Canónigo Magistral de la Catedral de Jaén. El sábado 5 de julio, por la mañana, antes de los solemnes acontecimientos, el Sr. Obispo hizo entrega de una limosna sufragada por Cáritas Parroquial a los necesitados del pueblo. Y como conclusión el lunes 7 de julio, a las 8 de la mañana, se celebró un Solemne funeral en sufragio de las almas de los adoradores fallecidos. En este momento la Sección Adoradora Nocturna de Marmolejo cuenta con 41 adoradores activos y más de 20 honorarios. Por supuesto, ellos solos no organizaron este acontecimiento provincial: contaron con la ayuda de la Parroquia, Hermandades, grupos parroquiales, feligreses..., y sobre todo del Ayuntamiento de Marmolejo, que se volcó, con su Alcalde a la cabeza.

Programa de Actos de las Bodas de Oro


Invitaci贸n a todo el pueblo para que adorne sus fachadas y balcones

Interior del Programa de Actos de las Bodas de Oro


El Consejo Directivo de la Sección Adoradora de Marmolejo, tras informar a la población y a la feligresía sobre estos solemnes acontecimientos en que nuestro pueblo se convertiría en el escaparate de la devoción eucarística de toda la provincia, pidió a los católicos de Marmolejo que adornaran sus fachadas y balcones. El pueblo de Marmolejo respondió a la llamada y se engalanó para la ocasión. La primera casa en dar ejemplo fue la consistorial, nuestro Ayuntamiento, que cubrió la mitad de su fachada con una espesa y bien ordenada labor de jardinería y la culminó con una cruz formada de diversos colores con flores exquisitas y abundantes.

En muchas casas por donde iba a pasar la Procesión se hizo un gran esfuerzo de imaginación. Y de ahí a las grandes ornamentaciones como aquella estrella iluminada que en su centro guardaba el signo eucarístico por excelencia: el cáliz y el pan ázimo. O aquel otro que en la culminación del chaflán de un edificio emerge con soberana gallardía. Y en prodigalidad de temas y espíritu magnífico de colaboración que hasta se manifestó en esa custodia de merengue a la que expresamente aludíó D. José María Pemán en su Pregón. Como podréis comprobar en las fotos que siguen hay verdaderas obras de arte, a pesar de la sencillez de los medios con que contaban.


Arriba, Custodia hecha en merengue, en el escaparate de ConfiterĂ­a Jurado en la Plaza del Amparo. Debajo escaparate de Antonio Guirado en C/ Arroyo.


Velada Literaria de las Bodas de Oro de la Adoración: Sábado 5 de Julio de 1958, 20:30 horas Cine Español Los actos conmemorativos de las bodas de oro de la sección de Marmolejo de la Adoración Nocturna Española y fiesta de las espigas de la diócesis de Jaén dieron comienzo a las ocho y media de la tarde del sábado. A esta hora y en el cine Español, abarrotado de público, tuvo lugar la velada literaria que fue presidida por el Obispo de la Diócesis Don Félix Romero Mengíbar. Con el señor Obispo ocuparon sitiales en el estrado el académico de la lengua e ilustre escritor don José María Pemán, el presidente de la Diputación provincial y alcalde de Marmolejo don Francisco Rivillas Peña, el gobernador civil de Sevilla don Alfonso Ortí Melendez-Valdés, el delegado provincial de Sindicatos don Sebastián Pérez Bellido, el delegado de Hacienda don José Antonio Entero, el teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil Sr. Villén, el vicepresidente de de la Diputación provincial y delegado provincial de Trabajo don Ricardo de Villegas, el director diocesano de la Adoración Nocturna y

canónigo de la S. I. Catedral don Manuel Sánchez Sánchez y el presidente diocesano de dicha asociación Sr. Luna, el alcalde de Andújar don Argimiro Rodríguez Álvarez, el párroco de Marmolejo don Pablo Martín de la Sierra y otras autoridades. En el local se hallaban también varios canónigos, el arcipreste secretario de Cámara y magistral, respectivamente, don Juan Montijano, don Rafael Pozas Lechuga y don Antonio Ferreiro López, el presidente y vicepresidente de la Cámara Sindical Agraria señores Solís Pedrajas y Solís Ruiz, Alcaldes de Baeza, Villacarrillo, Arjonilla y otros pueblos, el escritor don Cecilio Barberán y otras personalidades. Después de la actuación de la Banda Municipal, el presidente de la sección local de la Adoración Nocturna, D. Julio Vizcaíno Perales, realizó un recorrido histórico por los 50 años de la Sección, haciendo mención a los fundadores y a los “mártires” de la sección. Posteriormente leyó una bella composición poética dedicada a la Eucaristía el seminarista D. Ricardo Molina Trenor. El canónigo D. Manuel Sánchez dio lectura a un telegrama del Consejo Supremo de la Adoración Nocturna en el que manifestaba su comunión con la sección de Marmolejo.


Poema de José María Pemán dedicado la Sección Adoradora de Marmolejo

Acto seguido se levantó a hablar el Excmo. Sr. D. José María Pemán y Pemartín (1897-1981), miembro de la Real Academia de la Lengua, que fue recibido con una fervorosa salva de aplausos. Pronunció un vibrante discurso interrumpido numerosas veces por los aplausos de los asistentes. En su pregón desarrolló, en el lenguaje de la época, una llamada a la santidad y a la revolución moral, haciéndose eco del llamamiento del Papa. Analizó los motores morales que pueden renovar al mundo y destacó las virtudes teologales (fe, esperanza y amor) y especialmente la cenicienta de las virtudes, la esperanza. Finalizó con un elogio a Marmolejo, símbolo de la más pura tradición familiar, y con la afirmación de que la paz no se encuentra en las promesas de las cancillerías sino en la palabra de Cristo a los hombres de buena voluntad. Grandes y prolongados aplausos y muchísimas felicitaciones acogieron estas últimas palabras del Sr. Pemán.

D. José María Pemán en el Cine Español de Marmolejo durante su Pregón Eucarístico

Finalmente pronunció unas emocionadas palabras de clausura el Sr. Obispo que calificó este acto eucarístico de Marmolejo de triunfo jiennense y español. Y dijo que le llenaba de consuelo el corazón. Afirmó que la grandeza cristiana futura se cimenta en la verdadera paz de la Eucaristía y elogió el canto elocuente de don José María Pemán, al que manifestó públicamente su gratitud. Dio las gracias a todos los organizadores y pidió al pueblo de Marmolejo en nombre de Cristo y de la Iglesia que todos pongan de su parte en la realización práctica de los fervores de estos actos mediante la obra de caridad que debe ser la casa del agüista pobre, que con la custodia que habéis regalado a la parroquia sean dos buenas obras que hagan que no pasen en vano estas fiestas maravillosas. El Obispo fue también muy aplaudido.


VIGILIA EXTRAORDINARIA DEL CINCUENTENARIO Sábado 5 de Julio de 1958, 22:30 horas Iglesia de Jesús - Parroquia Los actos de la Vigilia comenzaron a las 10,30 de la noche, con la concentración en la Iglesia de Jesús de las 36 Secciones asistentes de la Adoración Nocturna de la diócesis. A las 11, comenzó la Procesión de Banderas y Adoradores con el siguiente itinerario: Matías Vidal (Arroyo), Plaza del Amparo, Mártires (Perales), Coso, Plaza de Calvo Sotelo (28 de febrero), León y Llerena (Útica), Palacio Valdés a Parroquia. Allí se realizó la Exposición del Santísimo y el Obispo Don Félix Romero Mengíbar pronunció la plática eucarística de presentación de la Guardia. Se cantó el Tedeum solemne en Acción de gracias por este Cincuentenario, continuando las diferentes secciones con los Turnos de Vela durante toda la noche. A las 4’30 de la mañana se rezaron las Laudes, y a las 5 de la mañana se celebró la Misa de Comunión General oficiada por el Sr. Obispo.

Arriba, la Procesión de adoradores y Banderas de las 36 Secciones presentes.

A la izquierda la Exposición del Santísimo y la Presentación de la Guardia en la Parroquia


MISA Y TRIUNFAL PROCESIÓN EUCARÍSTICA Domingo 6 de Julio de 1958, 5:00 horas Parroquia - Paseo A las 5 de la mañana, tuvo lugar la misa de comunión que ofició el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo en el Templo parroquial abarrotado de fieles. Después se organizó la procesión con el Santísimo Sacramento que era portado en un Templete en la nueva custodia que la Sección Adoradora de Marmolejo había donado a la Parroquia con motivo de sus Bodas de Oro. En la procesión figuraban todos los adoradores nocturnos con sus banderas y numerosos sacerdotes revestidos. Presidía el Obispo asistido de las dignidades catedralicias y después iba la presidencia civil encabezada por el Sr. Rivillas Peña, presidente de la Diputación Provincial. El recorrido de esta Procesión Eucarística fue el siguiente: Plaza de José Antonio (Constitución), Plaza del Amparo, San Antonio, Antonio Alcalá, Hospital, Palacio Valdés, Glorieta de los Caídos (La Pepa), continuando hasta el Altar instalado en el Paseo del Generalísimo (Paseo de la Libertad). En este monumental Altar fue depositada la custodia y el Sr. Obispo, revestido con los ornamentos pontificales, dio la bendición a los campos. Para concluir se sirvió un desayuno a todos los adoradores nocturnos en el local del Cine Español, que fue presidido por el señor Obispo.

Procesión del Santísimo por Calle Palacio Valdés

Procesión del Santísimo por Plaza del Amparo. El primer cura, a la izquierda, es D. Rafael García, el 3º D. Manuel Maroto y el 5º D. Antonio Sánchez (coadjutor en su época). En el lado derecho, el Párroco D. Pablo Martín, D. Emilio Palop y D. Luis Mª Juárez (coadjutor con D. Pablo). El capataz del Paso es Andrés Vidal y detrás del Paso, Pedro Pastor, Ramón Herrera y Francisco Aguirre.


Procesi贸n del Sant铆simo por Calle Palacio Vald茅s

Altar instalado en el Paseo para la Bendici贸n de los Campos

Entrada del Paseo


Según actas de Asamblea desde 1971 al 1974 fue Presidente Rafael Blanco Zabala y Secretario Rafael Solís Rodríguez, quedando D. Julio Vizcaíno como adorador y Presidente ejemplares. En estos años los Tarsicios nombraron presidente a Antonio Montiel López y secretario a Gabriel González Pastor. En los ochenta se percibe una cierta frialdad en los adoradores y en el año 1983 prácticamente estaba en suspenso nuestra adoración. Tras algunos intentos de reinauguración en los noventa, tuvieron que pasar unos años hasta que, tras la llegada de D. Julio Segurado, y en su extensa y fructífera labor pastoral y apostólica, tomara intervención haciendo una llamada a nuestra comunidad con motivo de la celebración del Año de la Eucaristía a petición del Papa Juan Pablo II. Aquel septiembre de 2005 respondimos a dicha llamada 41 adoradoras y adoradores reanudándose las Vigilias ante el Sagrario todos los meses en su último Viernes. Se eligió una nueva Junta Directiva formada, entre otros, por Gabriel Relaño Canales, como Presidente de la Sección, Sebastián Pastor Lozano, como tesorero y abanderado, y Tomás Martínez Espinosa, como vocal y capataz del Paso del Santísimo. El día 15 de Junio del 2006 ante el Consejo Diocesano, con la presencia de Adoradores de Andujar, Mengibar y Arjonilla, Cofradías de Marmolejo y numerosos miembros de nuestra comunidad, se procedió al acto oficial y a la Vigilia de Reinauguración de la Sección Adoradora cuyo titular es San Julián. Durante el año 2007 la Sección de Marmolejo preparó la celebración de su Centenario para 2008, como una celebración de amor a Cristo Sacramentado, un momento para reconocer el trabajo de los que nos precedieron y una oportunidad para mirar con ilusión y esperanza al futuro, invitando a nuestros contemporáneos a acercarse al Santísimo Sacramento del Altar, fuente de gracia y de vida. El sábado 12 de enero de 2008 se inició el Centenario de la Sección, con una Solemne Eucaristía de inauguración y la posterior Vigilia ante el Santísimo. A este acto inicial, que estuvo presidido por el Consiliario Diocesano de la Adoración Nocturna de Jaén, Don Antonio Aranda Calvo, asistieron las Secciones Adoradoras de la comarca y el Consejo Diocesano de la Adoración Nocturna.

Durante la Semana Santa, la Sección Adoradora preparó el Acto penitencial del lunes santo, y la adoración ante el Monumento, que duró toda la noche del Jueves al Viernes Santo. Antes de comenzar la Hora Santa, se procedió a la bendición de la nueva Bandera de la Sección de la Adoración Nocturna de Marmolejo y a la presentación del Cartel del Centenario. En abril, aprovechando el traslado de la imagen de la Virgen de la Cabeza a la Parroquia, se realizó una Vigilia Mariana ante el Santísimo, y en presencia de la Morenita, tan querida y venerada en nuestro pueblo de Marmolejo. En el mes de mayo se efectuó un Concurso de carteles del Corpus dirigido a los jóvenes de ESO, con diversos premios en metálico. Concursaron más de 20 jóvenes.


Los actos centrales del Centenario se han celebrado en los meses de mayo y junio, teniendo como centro la Solemnidad del Corpus Christi: -El Sábado 17 de mayo, a las 9 de la tarde, D. Pedro Ortega Ulloa, Rector del Seminario de Jaén, proclamó el Pregón Eucarístico, poniendo el acento en la necesidad que tenemos los cristianos de hablar con el Señor y de escucharle: “Muchas personas nunca llegarán a la fe cristiana, nunca se sentirán y vivirán como hijos de Dios porque nunca han hablado con el Señor y nunca le han escuchado. Ayudar a otros a hablar y escuchar al Señor Jesús es una tarea urgente y necesaria en la Iglesia. Ya sea en la catequesis, en los diversos encuentros, en la familia, en los diálogos con otros cristianos hemos de hablar de lo que nos sucede con Jesús. Pero si no nos encontramos con el Señor Jesús, si no hablamos con Él y le escuchamos es muy difícil hablar de Él. Hablamos poco de Jesucristo porque hablamos poco con Él. Hoy yo me atrevo a hablar de Jesucristo. Ojalá que estas palabras mías sean expresión de que hablo con él”. Partiendo de la experiencia de los primeros cristianos, habló de la importancia del encuentro con el Señor. Este encuentro no es fácil hoy, pues nos exige, en primer lugar, una vida de

Pregón del Centenario

coherencia y de servicio que en nada está de moda, el silencio interior que tanto nos cuesta, la perseverancia en la oración (hablarle y escucharle), y sobre todo vivir la fe en comunidad en el marco de una sociedad egocéntrica e individualista. Concluyó invitando a redescubrir la importancia de la Misa del domingo. -Terminado el Pregón, se inauguró la Exposición “100 años de Adoración Nocturna”, con 100 fotos en tamaño póster y objetos eucarísticos y otros materiales relacionados con la espiritualidad, las devociones y la vida de nuestra Parroquia en el último siglo. Esta Exposición, que estuvo abierta durante más de un mes, fue visitada por gran parte de la población y por los niños de los dos Colegios Públicos y los jóvenes del IES. -El domingo 25 de mayo, Solemnidad del Corpus Christi, fiesta central de la Sección Adoradora, se celebró como todos los años la Misa y Procesión, a la que asistieron, además de nuestra Sección, las autoridades civiles, las seis Hermandades de la Parroquia, los niños de Primera Comunión y gran número de feligreses. Desde hace 30 años en Marmolejo viene adornándose las calles del recorrido de la Procesión con alfombras confeccionadas de serrín tintado, lo que implica a cientos

Procesión del Centenario

Concierto de Música Sacra


de vecinos que se vuelcan en su preparación, convirtiéndose esta Fiesta religiosa en una preciosa ocasión para el fomento de la fraternidad y la vecindad. -En la semana siguiente, se celebró en la Parroquia un Triduo Eucarístico, que fue predicado por los tres sacerdotes naturales de Marmolejo: Don Manuel Jesús Casado, Don Juan Solís y Don Juan Manuel Perales. -El Domingo 1 de junio tuvo lugar la Fiesta del Centenario, coincidiendo con la Octava del Corpus. A él asistieron, además de la Sección de Marmolejo, el Vicario General de la Diócesis, D. José Antonio Maroto Expósito, el Consiliario Diocesano, D. Antonio Aranda Calvo, el Arcipreste de Andújar, D. Carmelo Zamora Expósito, los Párrocos de Marmolejo D. Julio Segurado Cobos y D. Ángel Sigüenza Fuentes, y dos sacerdotes marmolejeños, D. Juan Solís Agudo y D. Manuel Jesús Casado Mena. Asistieron igualmente el Consejo Diocesano de la Adoración Nocturna y diversas secciones de nuestra diócesis: Jaén, Arjonilla, Andújar, Villacarrillo, Torredelcampo, Torreperogil, Úbeda, Arjonilla (ANFE) y Andújar (ANFE). Para esta solemnidad, Agustín Barragán compuso un Himno del Centenario poniendo música a los versos de Pemán. El acto comenzó a las 7 de la tarde, con el rezo de Vísperas y la Vigilia ante el Santísimo. A las 8 de la tarde, tuvo lugar la celebración de la Eucaristía del Centenario, presidida por el Ilmo. Sr. Vicario General de la Diócesis. Tras la lectura del Evangelio del encuentro de Jesús resucitado con los discípulos de Emaús (Lc 24, 13-35) y haciéndose eco de la Carta Pastoral del Sr. Obispo para el Día del Corpus, D. José Antonio Maroto nos invitó a "sentirnos incluidos, también nosotros, en aquella conversación, en aquella comida de Pascua. Porque no es sólo un testimonio de la aparición de Jesús resucitado a dos discípulos que se marchaban, sino la escenificación de lo que se realiza en cada Eucaristía. Y también una intencionada exposición de los sentimientos que son necesarios para ir después a la Eucaristía de cada domingo, para participar en sus frutos y para salir de ella realmente transformados". Concluida la Eucaristía, se realizó la Magna Procesión de su Divina Majestad por las calles de Marmolejo, acompañada por el clero, las Hermandades de Marmolejo, las diversas Secciones Adoradoras y más de 500 fieles. -Como colofón de estos actos centrales del Centenario, el Viernes 6 de junio, se realizó en el templo

parroquial un Concierto de Música Sacra a cargo del Orfeón Cajasur, dirigido por D. Clemente Mata Ruiz, con obras de Mozart, Beethoven, Palestrina, Haendel, etc., que concluyó con el canto por parte del auditorio y el Orfeón del Himno Oficial del XXII Congreso Eucarístico celebrado en Madrid en 1911 “Cantemos al Amor de los Amores”. Durante el resto del año está prevista la celebración de un Concierto de la Banda de Música local, la reanudación del Turno de Tarsicios para los más jóvenes, la Vigilia de Difuntos, la Clausura del Centenario el viernes 5 de diciembre, a la que se espera al Sr. Obispo D. Ramón del Hoyo, y una publicación y DVD recopilatorios de los actos del Centenario. Tan sólo me queda agradecer a los adoradores, Hermandades, catequistas y fieles de la Parroquia su esfuerzo y colaboración en el honor tributado a Jesús Sacramentado durante todo este año. Por último un deseo: que todos estos actos y celebraciones nos ayuden a descubrir la importancia de la Eucaristía y del Sagrario en la vida de todo cristiano, pues, como decía D. Pedro en su Pregón Eucarístico, “si no nos encontramos con el Señor Jesús, si no hablamos con Él y le escuchamos es muy difícil hablar de Él. Hablamos poco de Jesucristo porque hablamos poco con Él”. ¡Ojalá que nos encontremos con el Señor, hablemos con Él y lo escuchemos! ¡Esto es lo que realmente importa!

Exposición del Centenario


IV. Nuestro Padre Jesús de Marmolejo Parece ser que fueron los carmelitas, con el amor de sus Fundadores a Jesús (Sta. Teresa de Jesús) y a la Cruz (S. Juan de la Cruz), los que trajeron a las tierras andaluzas la devoción a Nuestro Padre Jesús con la cruz a cuestas. A ellos están ligadas las Cofradías de Nuestro Padre Jesús en Jaén, Baeza, Mancha Real, Granada, etc. En Marmolejo, además Jesús cuenta con el aliciente de ser la única Imagen sagrada que se salvó de la quema de la Guerra Civil, y por eso mismo, Nuestro Padre Jesús se convierte en uno de los eslabones fuertes con la tradición de fe y religiosidad de nuestros antepasados. La imagen de Nuestro Padre Jesús es una talla de finales del siglo XVII, de estilo barroco andaluz, con rasgos de incalculable valor artístico, según el informe técnico elaborado por los profesionales de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, el año 1984 con motivo de su restauración. Aunque no se puede precisar de forma contundente el autor de la talla de Jesús, si que se advierte la posibilidad de su ejecución dentro del circulo de tallistas que trabajaron en torno a los hermanos Mora, familia de imagineros con taller en Granada. A estos mismos autores se atribuyen varias imágenes de “vestir”, como las de Nuestro Padre Jesús en las provincias de Jaén, Granada y Córdoba. Estas “imágenes de vestir” son trabajos de taller donde los ayudantes o discípulos copian o sacan de punto los modelos del maestro, consistentes principalmente en el estudio de los rostros y manos. Suelen tener los brazos articulados, por medio de rótulas de madera, y a la mayoría se las preparaba para usar pelo natural, con el fin de proporcionar al rostro un mayor realismo. En su conjunto este tipo de imágenes ha supuesto un interesante motivo de estudio para comprobar el sentido de lo escultórico y devocional en la imaginería española del Barroco. En cuanto al posible autor, hay que añadir que los citados hermanos Mora, hijos de un discípulo de Alonso Cano llamado Bernardo Mora, mallorquín llegado a Baza hacia 1636, pertenecen a la escuela granadina del siglo XVII, participan de los mismos caracteres que los maestros Alonso Cano y Pedro de Mena, creadores de imagenes de belleza recogida, íntima dulzura, y expresión

Foto de Nuestro Padre Jesús en el Templo parroquial. Se puede apreciar el antiguo zócalo que rodeaba el interior de la Parroquia, antes de la Guerra.


muy humana. José de Mora, en concreto, acentúa esos caracteres, ejecutando obras de marcada angustia y profundismo humano. La primera mención documentada de la “Cofradía de Jesús Nazareno” data de 1735 y nos la ofrece Agustín Barragán en su libro “La Cofradía de la Soledad de Marmolejo en el Siglo XVIII” con motivo del pleito entre las Cofradías de la Soledad y San Juan Evangelista. Posteriormente, aparece, junto a la de la Vera-Cruz, del Santísimo Sacramento, de las Ánimas Benditas, de La Paz y del Rosario, en el Catastro que el Marqués de la Ensenada realizó en la provincia de Jaén en 1751 para el rey Fernando VI. Actualmente sólo perviven la de Jesús, la de la Vera-Cruz y la de la Patrona Virgen de la Paz. De las tres en esa época la más pudiente es la de la Virgen de la Paz y la de la Vera-Cruz y la menos la de Jesús. Según el citado censo de 1751, la Cofradía de Jesús Nazareno posee, como bienes rústicos, un olivar de 40 plantas, otro de 7 plantas y otro de 10; en cuanto a bienes urbanos, no se le conocen. Por este motivo, los gastos de la Hermandad de Jesús son una cuarta parte de los de la Vera-Cruz y una séptima de los de la Virgen de la Paz. Éstas eran las actividades y los gastos anuales de la Hermandad de Jesús en reales de vellón: Un sermón el Viernes de Dolores (22 reales), -Otro sermón el Viernes Santo de madrugada (31 reales), -La Procesión del Viernes Santo de mañana (14 reales), -Cera menuda para alumbrar el Paso y blandones para la Procesión (85 reales). En total, 152 reales, frente a los 515 de la Cofradía de la VeraCruz, o los 1034 de la de La Paz.

Foto muy antigua de Nuestro Padre Jesús y del Paso que tenía antes de la Guerra Civil. El capataz es Matías Vidal Fuentes, asesinado por un piquete del CIO (Centro Instructivo Obrero) ubicado en la esquina de la Peana, durante la Huelga General de la UGT de octubre de 1934. Matías Vidal salía de su casa de la calle Arroyo para ir a hacer la compra diaria en la plaza de abastos, antes de abrir su barbería en la calle Ortí Lara, cuando uno de los huelguistas le disparó con su arma por la espalda. Murió el 9 de octubre, en su domicilio de Arroyo 22, por una infección peritoneal a consecuencia de las heridas causadas por el arma. Casado con Juana Rodríguez Casado dejaba tres hijos/as de pequeña edad: Andrés, Juana y Ana. (Cf. Manuel Perales Solís, La memoria rescatada, pp 81-82)


La Procesión de Nuestro Padre Jesús A comienzos del siglo XX, Jesús salía de su Ermita el Viernes Santo de día, al salir el sol, sobre las 8 de la mañana. Era la única imagen que tenía Paso de costaleros. Acompañaban a Jesús en su Procesión de Viernes Santo otras imágenes: -Primero iba San Juan Evangelista, -Después Nuestro Padre Jesús, muy adornado de flores, -Luego el Cristo Crucificado -Y por último, la Virgen de los Dolores. En esta Procesión, como en las demás, abrían la marcha todas las insignias de las demás Hermandades, y cerraba, como siempre, una representación del Clero, del Ayuntamiento y la Banda de música. Los nazarenos vestían túnica morada, sin capa. Las telas de los capirotes eran muy cortas, para subirlas por delante hasta la frente y cogidas con alfileres, para dejar toda la cara descubierta. Éstas estaban bordadas de amarillo como el cíngulo. La Hermandad de Jesús contaba con un cornetín que iba delante de la imagen. El recorrido de la procesión era calle Jesús, Maestro, Antonio Alcalá, Hospital, Plaza, y se entraba a la Iglesia Parroquial por el angostillo para escuchar el sermón. A continuación, se dirigía a la calle Suárez (C/ Útica), Coso, Perales, Arroyo hasta la Iglesia de Jesús. La Procesión de Nuestro Padre Jesús, al igual que el resto de las de Semana Santa, iba acompañada por soldados romanos, conocidos popularmente como “los judíos”. Estos soldados romanos formaban la Hermandad del Santísimo, cuya tarea era velar por turnos el Monumento y acompañar a las Sagradas Imágenes por su recorrido procesional. Como se ve en la fotografía, los soldados solían portar picas.

Nuestros Padre Jesús en los años 20. La foto está tomada desde el actual Mercado. Se observan romanos, nazarenos y las andas anteriores a la Guerra.


Jesús en su Ermita En esta foto apreciamos a Nuestro Padre Jesús en la Puerta de su Ermita en su Paso de costaleros, desaparecido durante la Guerra Civil. Se puede ver a las espaldas de Jesús un retablo de estilo gótico, y algunos cuadros que parecen las estaciones del Via Crucis. En la parte superior derecha de la fotografía se pueden apreciar algunas vigas que indican el mal estado en que se encontraba la Iglesia de Jesús. En los años 30 tuvo que ser cerrada al culto. Manuel Muñoz en su libro Historia y Costumbres de Marmolejo nos describe perfectamente el contenido de esta Iglesia antes de su destrucción en el 1936: -A la derecha del camarín de Jesús, junto al púlpito, había un altar con un Cristo Crucificado, al que llamaban “El Señor de las Aguas”. -Enfrente, sobre una mesa, se encontraba la imagen más valiosa y preciosa que había en Marmolejo: una talla en piedra de la Virgen del Mayor Dolor. Aparecía sentada al pie de la cruz, mirando al cielo, y abrazando entre sus manos y el pecho una corona de espinas. -A su lado, en una hornacina, estaba el altar del Señor amarrado a la columna. -Había además sendos altares de San Antonio y San José. El coro estaba como hoy, con su escalera de caracol. En el zócalo del Presbiterio había una lápida de mármol con la siguiente inscripción: “El año de gracia de 1887, la ermita de Jesús que amenazaba ruina fue reedificada de cuanto se refiere para el culto por los Condes de Villaverde la Alta. Marmolejo, agradecido, para perpetua memoria del hecho, graba esta inscripción” Debajo de la espadaña existía y existe otra lápida que dice: “Para honra y gloria de Dios, reedificaron este templo los Excmos. Sres. Don Teodoro Martel y Dª Teresa Bernuy, Condes de Villaverde la Alta, año de 1887”

Imagen de Jesús en su Ermita, en los años 20


Foto de la Iglesia de Jesús restaurada por Don Manuel Maroto Castro en 1949.

Gracias al estudio de Agustín J. Barragán Gómez, La Soledad de Marmolejo en el siglo XVIII, sabemos que la Iglesia de Jesús en su origen se llamaba Ermita de la Santa Vera Cruz. Con este nombre aparece citada en los Estatutos de la Hermandad de la Virgen de los Dolores, del año 1733. La primera vez que se le llama Ermita de Nuestro Padre Jesús es en el año 1735, aunque simultáneamente se le sigue llamando de la Vera Cruz durante más tiempo. En 1887, la Ermita fue reedificada por los Condes de Villaverde la Alta. A principios del siglo XX, aparece como “ayuda de Parroquia”, es decir, como templo con culto y con posibilidad de celebrar sacramentos. El cura encargado de la misma durante más de treinta años es D. Joaquín González Díaz, conocido como el “Cura de Jesús”. En la década de los 30 la Iglesia es cerrada al culto, por el mal estado en que se encuentra la bóveda (”la mitad del techo de caña se había caído, por lo que se veían las tablas del tejado”, según Manuel Muñoz), y en 1932 el Ayuntamiento aprovecha este hecho para solicitarla al Obispado con el fin de instalar en ella un mercado, a lo que el Obispado contestó de manera diplomática, diciendo que necesitaba permiso del Vaticano y del Gobierno de Madrid. Durante la Guerra Civil el Ayuntamiento instaló en la Iglesia de Jesús un Economato, para la venta de

productos de primera necesidad, coordinado por el sindicato UGT. Tras la Guerra Civil, se dio un ligero arreglo a la Ermita, hasta que en 1949 la restauró el Párroco Don Manuel Maroto. También a partir de estos años fueron llegando las diferentes imágenes: la Virgen de la Cabeza (adquirida a mediados de los 40), Jesús Preso (procedente de una Iglesia de Jaén, en 1949), el Santo Sepulcro (adquirido por su Cofradía a finales de los 40), la Virgen de la Esperanza (adquirida por su Hermandad en Sevilla en 1956), la Virgen de las Amarguras (adquirida también en Sevilla a principios de los 50 y donada por Francisco Calero), el Cristo de la Vera-Cruz (procedente del Cortijo de los Mártires, en 1974), la Virgen de la Estrella (donada por la familia Lara Medina en 1991)... Durante 1989 se llevó a cabo la última restauración profunda de la Iglesia: se repararon los tejados, se colocaron diferentes retablos en ladrillo (diseñados por el arquitecto arjonillero D. Luis Alonso Salcedo Jiménez y adornados con cerámica de Palenciano), se puso una nueva puerta fabricada por Gabriel Pastor Anguita, y se instalaron vidrieras del ubetense Francisco García Lucha. Las obras fueron sufragadas en su mayor parte por donativos de los vecinos e inauguradas por el Obispo D.


La imagen de Jesús durante la Guerra Civil Como es sabido, durante la contienda civil del 1936 al 39, nuestra Parroquia perdió todo el patrimonio artístico e imaginero. Magníficos retablos, bellas imágenes sagradas y toda clase de enseres de culto o de cofradía fueron pasto del fuego y del odio religioso. Sin embargo, milagrosamente, la imagen de Nuestro Padre Jesús se salvó de la destrucción. Sobre este tema se ha escrito recientemente y se han creado diversas leyendas. Después de oír las diversas teorías y meditar ampliamente me gustaría dejar aquí mis conclusiones y opiniones personales: Existen diversas teorías acerca de por qué se salvó la imagen de Jesús durante la Guerra Civil. -Según algunos, los milicianos se habrían asustado al coger a Jesús y ver que movió la mano. -Según otros, "el nazareno había sido también un perseguido por defender la causa de los pobres y los oprimidos frente al poder establecido. Por eso, no debe ser extraño que fueran dirigentes del Frente Popular quienes pusieran la imagen a buen recaudo en hueco tabicado de la Parroquia. Esta circunstancia alimentó más tarde la leyenda de que Nuestro Padre Jesús se había salvado porque era socialista" (Manuel Perales Solís, La memoria rescatada, p. 163). En mi opinión ambas teorías son piadosas leyendas con poco fundamento. No obstante, algunos han querido justificar a unos dirigentes del Frente Popular que no se caracterizaron precisamente por su respeto a la religión cristiana y al mensaje del Nazareno: -Como el mismo Manuel Perales manifiesta en su libro, ya en los comienzos de la República los ediles socialistas dejaron de asistir a las procesiones (La memoria rescatada p. 43). "La actitud del Partido Socialista en la primera etapa republicana fue la de transigir con algunas tradiciones religiosas y de hecho se permitieron las celebración de Procesiones de la Semana Santa y de la Romería de la Virgen de la Cabeza, previa solicitud formulada a la máxima autoridad local, aunque en otros temas empezaron a recortar con algunos hábitos y costumbres" (o.c., 44); -En 1932, a propuesta de Antonio García Martínez y con el apoyo unánime de la mayoría socialista, la Corporación Municipal solicitó al Obispado de Jaén que cediese el uso de la Ermita de Jesús para la instalación de un mercado, cosa que se hizo a la fuerza

en los comienzos de la Guerra Civil, convirtiendo la Iglesia de Jesús en Economato para la venta de artículos de primera necesidad (cfr. o.c., p. 44); -Me resulta extemporánea la idea de que "muchos de los elementos de la izquierda veían simbolizada en la imagen de Jesús la eterna lucha liberadora de los hombres frente a los poderes instituidos" (p. 44) o esta otra de que "para la mayoría de los obreros, fueran o no creyentes, esta imagen parecía simbolizar sus propias luchas por un mundo de justicia plena" (o.c., p.45). Por desgracia, estas reflexiones teológicas son bastante


posteriores y reflejan más la mentalidad de su autor que la propia realidad. En la Iglesia Católica se comenzó a hacer teología desde presupuestos marxistas a finales de la década de los 50 y principios de los 60. Estas ideas novedosas llegarán a España después del Concilio. Por desgracia, en los años 30 la cuestión no era tan sutil y la oposición entre marxismo y cristianismo era radical. No olvidemos que los partidos de izquierda republicanos bebían de la Internacional y de la experiencia revolucionaria rusa, y de sobra es conocida la radicalidad con que aquellos persiguieron la mínima manifestación cristiana bajo la sospecha de que "la religión era opio del pueblo" que lo único que conseguía era embaucar a los trabajadores de lo que realmente interesaba: la revolución y la lucha de clases; -Además, ¿por qué motivo la Imagen de Jesús representaba para los obreros la eterna lucha liberadora del hombre, y en cambio no representaba eso mismo el precioso Señor Amarrado a la Columna que había en la Iglesia de Jesús? ¿Acaso esta Imagen no podía simbolizar al obrero crucificado por el patrón y esclavizado a trabajar con sueldos de miseria? ¿Y qué decir de la imagen de la Virgen de los Dolores que había en la Parroquia o la imagen de la Virgen del Mayor Dolor que había en la Iglesia de Jesús? Esta Imagen de la Virgen del Mayor Dolor, tallada en piedra, estaba sentada al pie de la cruz y mirando al cielo, y abrazaba entre sus manos y el pecho una corona de espinas. Según Manuel Muñoz, sus cofrades eran los más numerosos y los más pobres del pueblo, vestían túnica blanca con botonadura y cíngulo negros y caperuz también negro, y eran conocidos como "los blanquillos" ("Historia y costumbres de Marmolejo", p. 174). ¿Acaso estas imágenes de la Virgen Dolorosa no podían simbolizar a las madres de los obreros oprimidos y explotados? -Durante el mes de abril de 1936 la Corporación del Frente Popular tomó dos decisiones antirreligiosas polémicas: *prohibió la celebración de las Procesiones de Semana Santa (inluida la de Jesús), que habían sido solicitadas por Jesús Sáez Martínez en representación de todas las Cofradías; y *prohibió la Romería de la Virgen de la Cabeza, alegando el Sr. Alcalde cuestiones de mantenimiento de orden público. Sin embargo, de abril a junio de 1936, el Sr. Perales Solís relata los sucesivos telegramas que la alcaldía recibió desde el Gobierno Civil previniendo de que

personas no revestidas de autoridad se abstuvieran de realizar cacheos en la vía pública, registros domiciliarios, detenciones exigiendo dinero, o de que grupos de individuos se dedicaran a efectuar marchas por las calles de la población, originando natural alarma (cfr. o. c., 116). -Un testimonio interesante de Manuel Muñoz López, en su libro "Historia y costumbres de Marmolejo" nos arroja otro tipo de luz: "La ermita de Jesús la conocí muy de pequeño, cuando iba con mi buen amigo Andrés Vidal Rodríguez, en los primeros días de Semana Santa, a ver a su padre Matías Vidal Fuentes y demás cofrades de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, como Bartolomé Casado, Alonso Pastor, Bartolomé Borrego, Alfonso Torralbo y otros, a colocar y adornar en el Paso dicha Imagen" (p. 40). Este testimonio de Manuel Muñoz contradice una de las ideas motrices de la repetitiva justificación del libro "La memoria rescatada (1931-51)": "la destrucción de diversas imágenes de valor como la Virgen del Mayor Dolor que fue arrojada al río Guadalquivir por varios milicianos por el solo hecho de ser la titular de la Cofradía más vinculada a las clases pudientes. Distinta sería la suerte de la popular imagen del Nazareno, muy arraigada entre las clases humildes de la localidad, que apresuradamente era puesta a buen recaudo por los propios dirigentes del Frente Popular en un nicho abierto en los mismos muros del templo parroquial, ya que para los mismos obreros, fueran o no creyentes, esta imagen parecía simbolizar sus propias luchas por un mundo de justicia plena" (p. 43-44). Independientemente de que el dato de que la Virgen del Mayor Dolor fuera de los pudientes, como afirma Manuel Perales, o fuera de los más pobres, como testimonia Manuel Muñoz, no creo que la lista de los Cofrades de Jesús que nos da Manuel Muñoz López y que eran los encargados de adornar y procesionar la imagen pudieran ser descritos entre los dirigentes del Frente Popular de Marmolejo. Aunque pueda haber alguno relacionado con el socialismo local, el capataz del Paso es el barbero Matías Vidal Fuentes, concejal por el Partido Conservador desde 1914 a 1923, Secretario de la Sección Adoradora Nocturna de Marmolejo, y desgraciadamente asesinado en la huelga de octubre de 1934. -Manuel Muñoz López, en su libro "Historia y costumbres de Marmolejo", nos da un dato preciso que ha pasado desapercibido: "La Imagen de Nuestro Padre Jesús fue traída desde la Ermita de Jesús, y fue tabicada por un alma buena que dicen que se apedillaba Ortíz, alias Maroto. Lo emparedó en la hornacina de la Capilla


Jesús a principios del siglo XX, por la calle Hospital en confluencia con Antonio Alcalá (”Cine”)

de la Virgen de los Dolores, donde permaneció durante toda la guerra" (p. 32). Es curioso que el Sr. Perales Solís, que tan reiteradamente afirma que fueron los dirigentes del Frente Popular los que salvaron la imagen de Jesús, no nos dé ni un nombre, ni un apellido, ni un mote. En conclusión, creo que fue un milagro que se salvara la imagen de Nuestro Padre Jesús; no creo que se deba dudar de que el tal Ortíz (alias Maroto) fuera el que tabicara la imagen, con ayuda de algunos otros cofrades devotos, incluso alguno de izquierdas y sin duda con el consentimiento implícito de las Autoridades locales del Frente Popular, pues dado el poder de que gozaban no se hubiera podido esconder la imagen sin su autorización.

Por otra parte, hay que reconocer que todo el pueblo fue cómplice en el sentido de que nadie denunció el escondite y seguramente algunos lo conocían. Lo que me parece muy discutible es que se pretenda dar un honor inmerecido a los dirigentes del Frente Popular: los mismos que prohibieron la Procesión de Jesús en abril de 1936, los mismos que ocuparon y destruyeron su Iglesia para convertirla en economato (cosa que ya habían planeado en 1932). Con los datos que contamos podemos afirmar que algunas personas relacionadas con el socialismo eran muy devotas de Jesús, al igual que otras personas de partidos monárquicos liberales y conservadores. Seguramente algunos de estos cofrades de izquierda


pudieron influir en las autoridades locales para que les dejaran salvar el tesoro más preciado en Marmolejo: la bella Imagen de Nuestro Padre Jesús; lo que demuestra que la religión y la devoción de un pueblo pueden estar por encima de intereses ideológicos de partido. No obstante, no hay ningún dato para afirmar que fueron los dirigentes del Frente Popular, las máximas autoridades de la izquierda marmolejeña, las que salvaron la venerada y popular Imagen de Nuestro Padre Jesús. Y si así fuera, lo único que demostraría sería su culpabilidad y transigencia en la destrucción de todas las demás obras de arte. Aclarado este punto, pasamos a contar los datos históricos más importantes de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús, tras la Guerra Civil. El 28 de marzo de 1939 llegan las tropas nacionales a Marmolejo. El 2 de abril de 1939 se constituye una Corporación provisional, presidida por Cristóbal Parras Sanz. Rápidamente se intenta acondicionar el templo parroquial para la celebración de la Semana Santa. Lo primero que hace el pueblo de Marmolejo es dirigirse al nicho de la Capilla de la Virgen de los Dolores y rescatar la imagen de Nuestro Padre Jesús. Los testigos dicen que se lo encontraron sin cruz, lleno de polvo y con una boina roja. Se improvisaron unas andas y se sacó en procesión. Este evento que aconteció en plena Semana Santa (el 7 de abril de 1939 era Viernes Santo) tuvo un efecto moral considerable, y todo Marmolejo exultó de alegría por sentirse de nuevo libre para profesar su religión: por fin, después de 4 años (desde 1935), Jesús salía en procesión por las calles de Marmolejo; y de nuevo se podía ir a la Iglesia, cerrada y profanada desde julio de 1936. El nuevo Párroco D. Emilio Palop Soro realizaba una invitación a las autoridades locales y al pueblo en general para que asistieran a la Bendición de la Iglesia y a los Oficios del Jueves Santo (el 6 de abril, a las 10 de la mañana) y a la Solemne Procesión de Nuestro Padre Jesús el Viernes Santo (7 de abril, a las 8 de la mañana). En el libro de actas de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús se conserva una lista con fecha de 15 de mayo de 1939 que contiene los primeros 42 hermanos, tras la Guerra Civil: Andrés Vidal Rodríguez, Jesús Sáez Martínez, Teudiselo Martínez Jiménez, Andrés Flores

Valiente, Manuel Barragán Rivillas, Ildefonso Sena Serrano, Manuel Perales Solís, Jerónimo Parras Sanz, José Burlos García del Prado, Antonio Pérez Campoy, Miguel Navarro Molina, Manuel Torralbo Lozano, Basilio Fernández Hernández, Francisco Sanz de Torres, Pedro Pastor González, Niceto Oropesa Reyes, José Medina Lozano, Francisco Maderas Campoy, Luis González Calzado, Antonio Guirado Pastor, Manuel Rivillas Rodríguez, Antonio Pantoja Lopera, Hipólito Aguirre Zurita, Francisco Martínez Fuentes, Servando Sandín Sevilla, Manuel Solís Padilla, Benito Rodríguez Pérez, Antonio Pastor González, Francisco Calero Herrero, Ramón Lara Jurado, Justiniano Cabello Ibáñez, Francisco Pérez Peña, José Pérez Peña, Juan Manuel Relaño Perales, José Coba Sena, Manuel Muñoz López, Miguel Barragán Cano, Antonio González García, Jesús Ortega Quesada, Bartolomé Casado Solís, Francisco de la Fuente Pérez, Miguel Duque Serrano. Aparte de esta acta de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús, la siguiente de que se tiene constancia tiene fecha del 22 de mayo de 1940, día en que se cree que fue reinstaurada la Hermandad. Durante estos primeros años la Junta de Gobierno estaba compuesta por un Hermano Mayor (elegido anualmente), un Secretario, un Tesorero, dos Gobernadores y el portador del estandarte. El primer Hermano Mayor tras la guerra fue Jesús Sáez Martínez, y


el Secretario, Teudiselo Martínez. En este año de 1940 se hicieron las gestiones para adquirir un nuevo paso más amplio que el anterior, destruido durante la Guerra, que sería encargado al maestro Alfonso Plaza Padilla. Además se realizo una Cruz menos pesada que fue donada por los hermanos cofrades Pedro Garias Relaño y Andrés Vidal Rodríguez. La siguiente Junta de Gobierno sería elegida en Junio del 43, y estaba formada por el Hermano Mayor Francisco Romero, Secretario Pedro Pastor Gonzáles, Tesorero Andrés Vidal Rodríguez, y vocales, Jesús Sáez Martínez y Pedro Garias Relaño, además de dos gobernadores que serian los Hermanos Mayores salientes, y al portador del Gallardete. En esta época el Párroco y Capellán era Emilio Palop Soro, que estuvo en

nuestro pueblo desde 1939 hasta el 1945. En el año 44 se adquirió una Cruz de guía, que será portada por una persona elegida en la Asamblea. Desde estos primeros años se celebraba una función religiosa en honor a nuestro titular, y posterior procesión, durante la Fiesta de Pentecostés, conocida como “la Pascua de Mayo”, que venía a ser como una fiesta de gloria, ya que el Viernes Santo era día de ayuno y recogimiento. En octubre de 1945 llega a nuestro pueblo el recordadísimo D. Manuel Maroto Castro, y la Hermandad elige nueva Junta, que es además ampliada, cuyos cargos fueron: Hermano Mayor, Santiago Solís Pastor, Andrés Vidal como Mayordomo, Pedro Pastor, como Secretario, Jesús Sáez y Teudiselo Martínez como vocales,


aumentándose con Francisco Aparicio como Teniente de Hermano Mayor, Pedro Garias, como camarero, y Manuel Castro y José Barragán Cazalla como diputados. Durante estos primeros años la situación económica fue muy precaria ya que hubo que hacer frente a la reconstrucción de la Iglesia de Jesús, pues quedó destrozada durante la guerra. Fue don Manuel Maroto el que también acometió la reforma de esta Ermita de Jesús en el año 1949. En el año de 1954 fue suprimida la Procesión extraordinaria de Jesús durante la fiesta de Pentecostés, debido a su elevado coste, aunque se mantendría durante algunos años más la Fiesta religiosa. En el 1955 se acuerda la realización de un nuevo gallardete en oro, que seria realizado en Sevilla y cuyo

coste ascendió a 4.500 Pts. De las cuales la Hermandad solo tuvo que abonar 3.000 Pts, dada la amistad de la Junta de Gobierno con el dueño del Taller de Bordado. Durante la celebración de los actos con motivo del cincuentenario de la Adoración Nocturna en 1958, esta Hermandad colaboró enormemente y adquirió la tarjeta de bienhechor insigne. Los primeros años de la década de los sesenta fueron muy fructíferos para la Hermandad. La nueva Junta Directiva estaba formada por Pedro Pastor González, como Teniente Hermano Mayor, Andrés Vidal Rodríguez, como Mayordomo, Manuel Pastor Reca, como Secretario, José Barragán Cazalla, como camarero y los Hermanos Manuel Agudo Perales, José Borrego Solís, Juan Agudo Rodríguez, Manuel González Coba y Andrés Rocha

En esta foto y en la anterior, de la década de los 40, se puede apreciar el nuevo Paso realizado por el maestro D. Alfonso Plaza Padilla. Se puede apreciar la antigua fachada del Hotel Central, así como el acompañamiento de falangistas, lo que nos indica que aún está cerca la Guerra Civil.


Quinarios, Ejercicios Espirituales y Misa de Comunión General En el tiempo de Cuaresma era tradicional celebrar el Quinario de Jesús, los Ejercicios Espirituales y la Misa de Comunión General en la Iglesia Parroquial. Con este motivo, durante unos días se trasladaba la Imagen de Jesús a la Parroquia. Solía ir acompañada de muchos hombres. Como recuerdo de este Quinario y Comunión, la Hermandad de Jesús repartía cada año estas estampitas-recordatorio.


1950. La imagen de Jesús en la Parroquia para el rezo del Quinario, los Ejercicios y la Misa de Comunión General.

Los hermanos cofrades acompañan a Jesús, desde la Parroquia a su Ermita, después de haber celebrado el Quinario y la Comunión General.


Procesión de Jesús a mediados de los años 50. Se puede apreciar la nueva fachada del Hotel Central en Plaza de José Antonio (actual Plaza de la Constitución)

Procesión de Jesús a mediados de los años 50 por la calle León y Llerena (Útica) en dirección a Plaza Calvo Sotelo (Plaza 28 de febrero)


Procesión de Jesús a mediados de los años 50 por la calle León y Llerena (Útica) en dirección a Plaza Calvo Sotelo (Plaza 28 de febrero). En las fotos se puede apreciar la Cruz de Guía adquirida por la Hermandad en 1944, y el nuevo Gallardete realizado en Sevilla en el año 1955.


Foto en la ermita de Jesús, 25 de marzo año 1961

En el año 1961 se mejora el Paso de Nuestro Padre Jesús. El artífice de este nuevo trono que se conserva hasta la actualidad será D. Jerónimo Peña Fernández, con fama mundial por las guitarras de calidad que han salido de sus manos.


Lozano. Esta nueva Directiva acometerá dos proyectos de envergadura: el primero, la restauración de la antigua Túnica bordada, que todavía hoy posee la Imagen de Nuestro Padre Jesús; y en segundo lugar, la realización del nuevo paso para nuestro Titular salido de las manos del maestro Jerónimo Peña Fernández. En el año 1967 la Junta de Gobierno decide que el sorteo de Hermano Mayor siga establecido como se viene haciendo pero con la novedad de que cada 5 años pueda pedirse de manera voluntaria. En la década de los setenta la Junta estaba formada por Juan León Vizcaíno como Presidente, Manuel Pastor Reca como Secretario, Joaquín Flores de la Calle como Tesorero, y los vocales, José Mª Ruiz Perales, Juan Fuentes Casado, Gabriel González Jurado, Augusto Moreno Ballesteros y Juan Pastor Muñoz. En el año 1973 se realizó una gran reforma de la Iglesia de Jesús en la que la Hermandad realizo una gran aportación. El año 1983 tuvo una gran importancia para la Hermandad, pues debido al pésimo estado de la Imagen hubo que proceder a su restauración. Ésta sería llevada a cabo por la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, que se desplazó a nuestro pueblo en lugar de llevarse la Sagrada Imagen a sus talleres.

En 1991 se produce un feliz acontecimiento para la Hermandad. Se tenía noticia de que antes de la Guerra Jesús iba acompañado por la Virgen de los Dolores. Tras varios intentos de que la Dolorosa volviera a procesionar con Jesús y tras la negativa de la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Virgen de los Dolores, el 18 de marzo de 1991 se realizó la donación de la Imagen de la Virgen por parte de Manuel Lara Jiménez y Dª María Medina Robles. La Imagen de la Virgen de la Estrella, propiedad de los marqueses de Osborne que la tenían en un cortijo de Jerez de la Frontera, llegó a Marmolejo a través del fraile dominico Alfonso Medina, que la regaló a sus familiares. Tras la donación de la familia Lara Medina, la Junta de Gobierno llevó la imagen al escultor cordobés Miguel Ángel González Jurado para su restauración y hacerla mas Virgen de Pasión, quedando así más adecuada para acompañar a Jesús, en la procesión del Viernes Santo. La Imagen se quedó con el nombre que tenia de “Virgen de la Estrella” y a partir de este momento la Hermandad pasó a llamarse Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Virgen de la Estrella.


La Virgen de la Estrella es una bella imagen adjudicada sin demasiado fundamento a la imaginera sevillana Luisa Roldán, del siglo XVII. La especialidad de la Roldana era esculpir imágenes utilizando como modelo a muchachas muy jóvenes por lo que las Vírgenes de esta autora son tan bellas y llenas de juventud. La donación de la Imagen de la Estrella propició la realización de un paso para nuestra Madre, que se realizaría en la Escuela Taller ubicada en Marmolejo y dirigida por el maestro Jerónimo Peña Fernández. Con motivo de la entrada en vigor del nuevo Código de Derecho Canónico en 1983 (que contiene el conjunto de leyes por el cual se rige la Iglesia Universal), hubo que reformar y adaptar los Estatutos de todas las Hermandades y Cofradías de la Diócesis. La mayoría de las Hermandades de la Provincia carecían de Estatutos o se regían por algunos de varios siglos de antigüedad. La Hermandad de Nuestro Padre Jesús confeccionó sus Estatutos, de acuerdo con el modelo-marco, los votó en Asamblea General y los envío al Obispado para su aprobación. El 10 de octubre de 1992 fueron aprobados los nuevos Estatutos y hubo que convocar elecciones de la Cofradía. La nueva Junta de Gobierno estará formada por. Juan Fuentes Casado como Presidente, Jerónimo Peña Fernández, vicepresidente ( este tuvo que acceder a la presidencia en el año 1995 por el fallecimiento del Presidente), Luis Peña Robles, Secretario, Pedro Gallardo Fernández, Tesorero, y Vocales: Augusto Moreno, Miguel Martínez, Antonio de Jesús Moreno Galán, Juan Gómez Casado, Alfonso Gómez Pastor, Antonio Cano Reca, Miguel Cano Caro, Juan Gómez Pastor; Juan Vicente García Pérez (que seria el Tesorero por dimisión del de entonces), Manuel Majuelos. Tanto el Presidente Juan Fuentes, como el resto de la Junta Directiva ya venían ocupando su cargo desde 1989. Según marcan los Estatutos cada tres años hay que realizar elecciones. Desde 1996 hasta la actualidad las Juntas de Gobierno han sido las siguientes: Gabriel Luis Ruiz Pastor, Presidente (1996-1999; 1999-2002; 2005-2008), Antonio Jurado Lara, Vicepresidente, (Presidente 2002-2005), Jerónimo Peña Fernández, (Vicepresidente 1996-1999), Alfonso Gómez Pastor (Vicepresidente 1999-2002), Vicente Pozo Abad (Tesorero 1996-2002), Juan González Pastor, Tesorero (20022008), Francisco Ureña Rivillas, Secretario, y Vocales: Miguel Cano Caro, Juan José Ruiz Cano, Maria José Pérez Nieves, Juani Pérez Nieves, Miguel Martínez

La Virgen de la Estrella procesionando por primera vez en 1991

Fernández, Sebastián Rodríguez Pérez, Antonio Lara, Francisco Barea, Juani Rodríguez Pastor, Juan Jesús Garrido Rodríguez y José Rodríguez Martín. En el año 1997 y por unanimidad de todos los concejales de nuestro ayuntamiento se le es concedida la Medalla de Oro de la Villa a la Venerada Imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno. En el año 1998 la Sagrada Imagen de Nuestro Padre Jesús es catalogada de interés turístico, como patrimonio artístico, cultural y religioso de Andalucía e incluida en la restauración de bienes muebles por parte de la Junta de Andalucía. El proyecto fue aprobado y la imagen restaurada en ese mismo año.


También en 1998, por iniciativa de la Junta de Gobierno, se recupera con gran éxito la salida extraordinaria de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Ésta salida se realiza el primer domingo de octubre (pues hoy en día su primitiva salida en Pentecostés durante el mes de mayo resulta muy complicada) y está dedicada a los enfermos e impedidos de nuestro pueblo, recorriendo en varios itinerarios todo Marmolejo, para que nadie se quede sin ver a Jesús. En el 2000 la Hermandad firma un acuerdo con la banda de nuestro pueblo y se hace cargo de la misma pasando a denominarse “Banda de cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Nazareno”. Y como colofón de esta Hermandad por fin se realizan las escrituras de la cochera que la Hermandad poseía desde hacia ya tiempo pero el gran sueño era la realización de una Casa de Hermandad, y este sueño se hizo realidad el año 2006. Tras hablar de las Juntas de Gobierno, queremos también dejar constancia de los Hermanos Costaleros, que durante las décadas de los 40 a los 60 formaban el paso de Jesús Nazareno, pues es entrañable recordar a algunos de ellos que ya no están entre nosotros. Sin animo de ofensa con todo el cariño y respeto ponemos sus seudónimos para conocerlos mejor: Gobernador del paso: Andrés Vidal Rodríguez; Capataz de Costaleros: Manuel González Coba; Costaleros: Antonio Pastor González (Pelaos); Pedro Jurado Fernández (Juraos); Bartolomé Pastor Soriano (Gabano); José Barragán Cazalla (Canastico); Juan Borrego Solís; Francisco Sáez Torres (el del Congreso); Francisco Rivilla Cazalla (Panocho); Juan Fuentes Casado; Antonio Navarro García (Antoñito Navarro); Antonio Nieves Perales (el de la farmacia de Calero); Manuel Rivillas Vallejo (el Moro); Juan Majuelos Vicaria (el carpintero); Francisco Barea González; Juan Santiago Bueno (Chavico); Sebastián Rodríguez Pérez (el del cuadro la Virgen); Pablo Vidal Plaza, Antonio de Jesús Moreno Galán (hijo de Augusto), Hipólito Aguirre Zurita; Hipólito Aguirre Fernández; Francisco Ortiz Vicaria (el zapatero); Rafael Nieves Cañuelo (sobrino de Antonio Nieves); Juan Barragán Garrido; PATEROS: Antonio Guirado Pastor; Jesús Sáez Martínez (el de los Muebles); Manuel Jurado Fernández (”Juraos”); Andrés Pastor (Gabano padre). NAZARENO DE CANASTILLA: Frasquito Barea Casado (el pintor).

Decoración del Camarín de Jesús, desde finales de los años 40 hasta finales de los 80.


Terminemos este capítulo con las palabras del hermano Jerónimo Peña, a quien tanto debe la Hermandad de Jesús, y que siempre ha mantenido una actitud humilde y de disponibilidad para el trabajo, sin reclamar ningún tipo de privilegio: “La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno es una reliquia, una herencia viva, que nos legaron nuestros antepasados. Nosotros tenemos la obligación moral y religiosa de cuidar hasta en sus mínimos detalles la conservación de esta imagen para el culto y devoción de las futuras generaciones cristianas, así como el disfrute y compañía del pueblo de Marmolejo”.

Arriba, el Capataz del Paso de Jesús, Matías Vidal, hijo de Andrés Vidal Y nieto de Matías Vidal, El capataz del Paso antes de la Guerra Civil.

Debajo, a la izquierda, el ayudante de capataz Pablo Vidal Plaza Y a la derecha el ayudante de capataz Juan Santiago Bueno.

Arriba, el actual Capataz del Paso de Jesús, Francisco Barea González


V. Real Cofradía de la Virgen de la Cabeza de Marmolejo No hay pueblo en Sierra Morena que escape del influjo de la Morenita, la Reina de esta Sierra desde su aparición en 1227. En este sentido, Marmolejo, cuyo término se halla a pocos kilómetros del lugar de la Aparición, no es ninguna excepción. La Romería de la Virgen de la Cabeza, que se celebra con certeza desde finales del siglo XIV y principios del XV, tuvo un gran crecimiento durante el siglo XVI y sobre todo el XVII. En estos siglos aún no existían Cofradías como tal, a excepción de la de Andújar, sino que se trataba más bien de un fenómeno popular cuya devoción representaba la figura anual del Hermano Mayor. En el siglo XVII van a surgir las Cofradías de la Virgen de la Cabeza: primero Andújar, Arjona, Colomera, Lucena y Córdoba, pero a lo largo del siglo su número sigue creciendo hasta alcanzar 79 Cofradías a finales de este siglo. De ésta época data la costumbre y obligación de concurrir a la Romería para no perder su antigüedad. La organización de las Cofradías y de la Romería dependía de los Diputados de la Cofradía a cuyo frente figuraba el Prioste. Para distinguirse, el Prioste vestía roquete y sombrero blanco, banda y báculo rojo; los Diputados banda y báculo rojo y los cofrades túnicas blancas llamadas "alba" y roquete blanco para recogerse el pelo. Los Diputados se ocupaban de ampliar y reparar el templo, habitaciones y oficinas; dar lugar a las cofradías de fuera, señalar los puntos donde debía coger las andas de Nuestra Señora, disponer la procesión, pedir limosnas y distribuirlas entre los necesitados, adecentar caminos y puentes, conservar libros y llaves y hacer que se cumpliesen los estatutos y privilegios. Las cofradías que asistían cada año a la romería, traían sus tiendas de campaña de lienzo encerado para alojarse, si no tenían casa propia, banderas de colores alegres, estandartes bordados de oro y plata, así como cetros para los Mayordomos o Hermanos Mayores, música, etc. Durante la noche celebraban misas oficiadas por sus capellanes y la última, a la que asistía la Cofradía de Andújar, la oficiaba el Rector del Santuario tras la cual salía la Santísima Imagen en procesión sobre andas de plata, a las que subían dos capellanes con casulla y

Imagen que se venera en la actualidad en el Santuario de la Virgen de la Cabeza de Andújar (Jaén). Fue realizada en 1944 por el maestro granadino José Navas-Parejo Pérez, encargado de realizar también el retablo de ocho metros del Santuario y las andas-trono para el día de la Romería. Desde su Santuario la Morenita irradia su amor y maternidad espiritual a toda Sierra Morena.


bordones para proteger a los niños asidos a las andas de la muchedumbre que pretendía tocar la imagen. En el informe realizado en octubre de 1751, conocido como el Catastro del Marqués de la Ensenada, se mencionan en Marmolejo la Cofradía de Nuestro Padre Jesús, la de Nuestra Señora de la Paz, la del Santo Sepulcro, y las de Ánimas y del Santísimo, desaparecidas, pero nada se dice de la Cofradía de la Virgen de la Cabeza, puesto que Marmolejo aún no se ha independizado de Andújar, y los cofrades marmolejeños pertenecen a la Cofradía Matriz. En el siglo XVIII, disminuyó el fervor mariano, viniendo a menos la Romería. Durante el reinado de Carlos III se disolvieron las Cofradías y en 1773 se prohibió por el Rey la Romería, lo que afectó a la Cofradía de Andújar que perdió la mayoría de sus cofrades, aunque la fiesta romera siguió celebrándose gracias a su carácter netamente popular. Nueve años más tarde el Rey derogó lo dispuesto y volvió a resurgir la tradición. A finales del siglo XVIII tuvo lugar la independencia de Marmolejo respecto de Andújar, gracias al Real Privilegio de Villazgo, otorgado por el Rey Don Carlos IV en Aranjuez a 27 de Mayo de 1791. Durante el siglo XIX, la fiesta en el Santuario dejó de realizarse con motivo de la invasión francesa en 1808, al ser traída la Virgen a Andújar y depositada en el convento de San Francisco de Asís para su protección. Tradicionalmente la romería sólo se ha suspendido con ocasión de alguna epidemia, para


evitar el contagio debido al gran número de personas que se concentran en el Cerro (y lógicamente durante los años de la Guerra Civil española). En 1812, el Prior de Marmolejo Don Francisco Juan de Mena tampoco menciona a esta Cofradía en su informe al Obispado. No obstante, se cree que fue a mediados del siglo XIX cuando se fundó la Cofradía de la Virgen de la Cabeza de Marmolejo, si bien no hay datos de quién o quiénes fueron sus promotores, Junta de Gobierno, ni relación de hermanos. No obstante, esta fundación no debió hacerse con la suficiente solidez, pues pocos años después la Cofradía desapareció, quedando inactiva durante bastantes años, como lo prueba el hecho de que no figure en el acta notarial levantada con motivo del pago de una deuda contraída por don Narciso García Prado, por la asistencia sanitaria y el entierro de doña María San Pedro Pérez ocurrido en 1854 y al que concurrieron todas las Hermandades existentes en el pueblo: la del Santísimo Sacramento, la de la Santa Cruz, la de Jesús Nazareno, la de la Ánimas, la del Rosario y la de Nuestra Señora de los Dolores. El año 1866 va a ser un año crucial en la historia de la Virgen de la Cabeza de Marmolejo. Sucedió que Manuela Casado, muchacha de 18 años, hija de un vecino de Marmolejo llamado Miguel Casado Romero, antiguo hermano de la Cofradía originaria, enfermó gravemente. A pesar de dispensarle toda su ciencia y todos los cuidados necesarios, don Antonio Malo de Molina, el médico que la visitaba casi a diario en su casa situada en el primer tercio de la calle Calvario, no terminaba de curarla y su estado se iba agravando paulatinamente. El aspecto de la muchacha, en lugar de juvenil y lozano propio de alguien en la flor de la vida, era deslucido y lastimoso. Ni con la venida de la primavera albergaba Miguel, su padre, ilusión alguna. Todo el tiempo que le permitían sus faenas de la huerta lo pasaba junto a la cama de la enferma. Llegado abril el estado de salud de la joven Manuela era desesperado. El médico, en el límite de su saber, no podía hacer más… sólo quedaba rezar. Las oraciones mezcladas con las lágrimas fluían del desconsolado padre que veía cómo, cada día que pasaba, su hija se apagaba más y más. Con el ocaso de abril, llegó su último domingo y con él la tradicional Romería. Miguel se encomendó a la Virgen y tomando su caballería partió para el Santuario. Abrió su corazón a la Divina Señora y arrodillado junto a la verja pasó el sábado, el domingo y la noche de entrambos pidiéndole a la Virgen salud para su

Al igual que Andújar (1856), Marmolejo cuenta desde 1866 con una capillita con la imagen de la Virgen de la Cabeza, ubicada en el lugar por donde los peregrinos y romeros marchan al Santuario. Es tradición rezar la Salve ante el Cuadro de la Virgen, antes de iniciar una peregrinación con la intención de que la Virgen dé fuerzas al caminante para cumplir su promesa de encontrarse con la Madre y regresar sano a casa. En 1955 ardió el primitivo Cuadro y se sustituyó por azulejos. En 2006 la familia Robles, restauró el altar en ladrillo visto, en semejanza al de la Iglesia de Jesús.


hija. A cambio prometía, para honra perpetua de la Morenita, relanzar la Cofradía de su nombre en Marmolejo, adormecida desde hacía 24 años. Y, efectivamente, la Virgen obró el milagro. Y cumplió Miguel Casado Romero lo que había prometido: reorganizó la Cofradía y compró, para ella banderas, estandartes, cetros y cuanto necesario fue para dejarla establecida, ya sin interrupción hasta el día de hoy. Pero, no contento con haber cumplido cuanto a la Virgen había prometido, Miguel dio un paso más: con la intención de hacer manifiesto y perpetuo su agradecimiento por tan inmenso bien y de potenciar el fervor de los marmolejeños a la Reina de Sierra Morena, encargó la pintura de un cuadro al óleo. Aunque el cuadro resultante no pasó de tener mediano mérito, para Miguel Casado, sólo porque la Virgen de la Cabeza aparecía pintada, era un tesoro suficiente y aún sobrado para evocar aquel domingo abrileño de 1866 en que la Virgen de la Cabeza había sanado a su hija. Instaló de forma permanente el cuadro en el zaguán de su casa para que tuvieran acceso a él cuantos quisieran acercarse a la Virgen. Puso también un humilde cepillo para recoger las limosnas que la quisieran dejar, destinando cuanto se colectaba al cuidado del monumento. No tardó aquel óleo en ser receptor de piadosas visitas, esperanzadas rogativas y silentes plegarias. Incluso los más curtidos braceros, al salir o volver del campo por aquel lugar, a pie o en sus bestias, no podían disimular una mirada, aunque fuese de soslayo; idéntica actitud tomaron los transeúntes que pasaban por Marmolejo, cuando venían por aquella calle; como tampoco faltaron agüistas que, contagiados de tan intensa devoción y casi seguro que implorando remedio para sus afecciones, le trajesen a la Virgen florecillas del campo o alguna otra lindeza parecida y se las ofertaran, mientras en el fondo del cepillo bailaba y rebotaba la parte material de la gracia en forma de moneda. El primer y más importante documento de antigüedad de la Cofradía de la Virgen de la Cabeza de Marmolejo tiene fecha de 1 de marzo de 1888. Se trata de un documento que acredita a un hermano su pertenencia a la Real Cofradía de la Virgen de la Cabeza de Marmolejo, haciéndole partícipe de las gracias e indulgencias con que cuenta esta Asociación eclesial. El documento dice así: “Atendiendo a los méritos y circunstancias del Sr. D. Bartolomé Pastor García vecino de Marmolejo le recibimos por nuestro hermano y como tal le hacemos

Como muestra este Diploma de 1888, nuestra Cofradía de la Virgen de la Cabeza de Marmolejo tiene el título de Real, concedido por la Reina Isabel II (Hermana Mayor Honoraria) y su esposo Francisco de Asís (Protector). La Real Cofradía gozaba de indulgencias y otras gracias concedidas por los Papas y Cardenales para sus miembros. Igualmente se insiste en el derecho que tiene cada hermano de que se porten las insignias el día de su entierro y se abone el estipendio de las misas y sufragios que son de costumbre.


partícpe de todas las indulgencias, gracias y mercedes que los Sumos Pontífices Julio III y Gregorio VIII han concedido a los bienhechores de esta REAL COFRADÍA, a las que se agregan las que concedieron posteriomente la Congregación de los Señores Cardenales Arzobispos y Obispo de España, y ochenta días concedidos por el Sr. Patriarca de las Indias D. Tomas Iglesias y Barconca. Y cuando ocurra el fallecimiento de dicho nuestro hermano manifestando la presente al Prioste de esta Corporación ordenará la asistencia de las insignias y abonará el estipendio de las misas y sufragios que son de costumbre. Dada en Marmolejo a 1 de Marzo de 1888. Firma: el Hermano Mayor y el Secretario". Aparece como coronación del escrito una imagen de la Virgen de la Cabeza, adornada, y con la leyenda: "Real Cofradía de Nuestra Señora de la Cabeza de la villa de Marmolejo". Además se nombre, a los pies de la imagen de la Virgen, a toda la Casa Real de la época: S.M. la Reina Doña Isabel II (Hermana Mayor), S. M. el Rey D. Francisco de Asís, sus augusto esposo (Protector) y SS. AA. RR. Priíncipe de Asturias y sus augustos hermanos y los Smos. Sres. Infantes Duques de Montpensier y sus augustos hijos (Cofrades). En 1904, con motivo del 50 aniversario del dogma de la Inmaculada Concepción, el Obispo de Jaén Salvador Castellone y Pinazo organizó al Santuario una Peregrinación Jubilar. El Sr. Obispo escribió una Carta Pastoral fechada el 11 de agosto donde animaba a realizar una peregrinación mariana de toda la diócesis el segundo domingo de octubre. Acudieron miles de peregrinos de todos los pueblos, con sus banderas y estandartes. A las 8 de la mañana del sábado día 8 de octubre se puso en marcha desde Andújar la peregrinación, encabezada por el Obispo Salvador. A las 2 de la tarde se llegó a la Plaza del Santuario, donde se coincidió con los romeros de Marmolejo, que presididos por su párroco Don Luis Soria Ávila y enarbolando un estandarte estrenado para la ocasión habían concurrido por un camino propio. Está probado, por tanto, que desde hace más de 100 años Marmolejo tiene su camino propio para subir al Cerro a ver a la Madre de Dios. Hay estudios recientes que narran cómo los romeros de la Cofradía de la Virgen de la Cabeza de Montoro, tras vadear el Río de las Yeguas y subir a la finca del Ecijano, llegaban al punto clave de reunión anual con la Cofradía de Marmolejo: el majestuoso puente sobre el

La Cofradía de Marmolejo en Romería. Años 50

Camino de Marmolejo por la Centenera

Procesión en el Santuario


Guadalquivir contiguo al balneario. Ambas Cofradías harían juntas la peregrinación desde este momento subiendo hasta la finca de La Centenera por la vía pecuaria denominada “Camino Viejo de Marmolejo a la Virgen de la Cabeza”. En 1920 el Párroco de Marmolejo Don Francisco de Paula Aranda Cabrera presenta al Obispado un informe en el que describe las Hermandades existentes en la Parroquia. En dicho informe se menciona a la Cofradía de la Virgen de la Cabeza, junto a las de Nuestro Padre Jesús, Santo Sepulcro, Virgen de los Dolores, San Juan Evangelista y Virgen de la Paz y San Julián. En su libro de recuerdos, Manolito Muñoz nos deja una bella descripción de cómo vivía el pueblo de Marmolejo a mediados de los años 20 la Romería de la Virgen de la Cabeza: “En la década de los años 20, el desfile de "romeros" que más tarde subían al Cerro, en el último sábado del mes de Abril como siempre, recorrían las calles del pueblo para ir primero al Ayuntamiento, supongo que a pedir permiso, para iniciar el desfile oficial. Desde entonces he perdido muy pocos años de verlo, por lo que se inculcó en mi memoria aquellas costumbres, con más ahínco, dado que recuerdo como un gran acontecimiento aquellos desfiles, con aquellas, para mí, grandísimas banderas de colores, acompañadas del célebre tambor que lo tocaba como nadie, Barrera, abuelo de mi buen amigo Vicente... Más adelante lo tocaba su padre y luego otros, pero ninguno lo redoblaba como aquel. Por entonces el que ostentaba el cargo de Jefe de los abanderados, era un hombre muy alto que le llamaban "Garabato" y uno de los abanderados, también por aquellas fechas era un tal Polonio, que por lo visto "revoloteaba" la bandera mejor que nadie, según le decían a aquel "acto". Este Polonio era muy hábil. Cogía la bandera por la punta del mástil, que decían era dificilísimo, por ser todo muy pesado. El ver esta escena revestía entonces un gran acontecimiento, por haber pocas cosas extraordinarias en el pueblo. Todavía hoy, hay el dicho popular en Marmolejo, en esas fechas de "¡Que la revolotee Polonio! ¡Que la coja de la punta!" Todos estos gritos mientras, como siempre delante del Ayuntamiento, lo hacen los abanderados, en la actualidad. Aquel era el abuelo del recién fallecido alias Polonio. Los demás romeros iban a caballo o mulos, dispuestos para seguir el camino, después del avituallamiento en la huerta de Parrón. Todos iban en sus caballerías, mientras duraba el desfile, menos el del tambor, que iba andando, entre los caballos de los abanderados, y delante abriendo calle la Banda Municipal de Música.

Revolotear las Banderas de la Cofradía es todo un arte


Después la masa de romeros, así como las mujeres (nunca ví a ningún niño o niña en el desfile) en burros, en sus sillones muy bien enjaezados. Siempre iban veinte o treinta muy bien vestidas y arregladas, y otras según la promesa que habían hecho a la Virgen. Iban muchas de novias, otras amortajadas, por haber estado a las puertas de la muerte (iban de blanco y el pelo suelto), con muchos polvos en la cara, que servían para que la gente se riera de ellas, pues alegaban que iban así por promesa. Quiero recordar que la gente esperaba, con mucho interés el ver a una mujer, que siempre desfilaba delante de la "Hermana Mayora” (como le decían y aún le dicen). Esta señora la llamaban la "Colicana" muy célebre en todas las romerías, pues no faltó hasta que murió. Siempre iba subida en un gran mulo, muy bien adornado, y ella, por muy mayor que era siempre llevaba un clavel en el moño, y su mantón de manila negro. Parece que la estoy viendo ahora mismo diciéndole adios a todo el mundo. No le temía a nadie ni a nada, pues aunque estuviera lloviendo o tronando, para ella era igual, llevando su buen paraguas... Cerraba el desfile toda la Junta de Gobierno de la Hermandad. Todos a caballo con sus bandas al hombro, rodeando al Hermano Mayor y a su capellán que ,con sotana remangada, iba también sobre su buena mula. Hacía una parada en el Cuadro de la Virgen, para revolotear las banderas. Lo mismo hacían luego al final de la calle Calvario, para disgregarse en la Huerta Parrón y en casa Rosendo, donde se cambiaban de ropas y cargaban la comida para seguir hasta Navalasno a comer, para después continuar al Cerro. Entonces había la costumbre de que todos los que tenían caballo y no iban a subir, se echaban carreras por las calles, sobre todo por la mañana, antes que llegara la Cofradía a los cocherones, en el camino del Balneario frente al Santo Cristo. En estos días la calle Calvario era una feria, pues desde el viernes por la mañana, ya había infinidad de tenderetes, vendiendo bebidas, de todas clases, chucherías para niños, cañadul, castañas, nueces matasuegras é infinidad de pitos de barro que ya daban aire de romería La tarde del domingo, muy temprano se iba todo el pueblo a dicha calle a sentarse, en las puertas de las casas, que amablemente ce sus sillas a las familias y amistades. La juventud paseaba hasta el Santo Cristo o Balneario a esperar a los romeros, que nuevamente en aquellas casas se arreglaban de nuevo para, todavía casi de día, iniciar el desfile con vuelta a revolotear las banderas en los mismos sitios, hasta llegar al Ayuntamiento de nuevo, ya casi de noche. La banda de música también esperaba a los romeros en la casa del Alambique (Fábrica de aguardientes de los Hermanos Espinosa González), dando su concierto y tomando un vino que invitaba el Ayuntamiento.


Así eran aquellas romerías hasta la guerra. Después fueron organizándose mejor hasta nuestros días, pero sin la salsa tan bonita y agradable y tan especial con que sabía aderezar aquello el pueblo tan típico y tan andaluz como lo hacía. Hoy es más fiesta de pandereta, más rico y más lujoso, pero sin "Eso y sin aquello" por lo que se festeja." (Manuel Muñoz,

Historias y Costumbres de Marmolejo, 189-193). Como dato curioso, durante la corta etapa de la II República, cabe destacar la prohibición de la Romería de la Virgen de la Cabeza en abril de 1936 por parte del alcalde del Frente Popular Ignacio Expósito Villar, destacado miembro del Partido Socialista de Marmolejo. Así lo relata Manuel Perales Solís, que ha tenido acceso al Archivo Municipal, en su libro “La memoria rescatada”: “La prohibición de la romería de la Virgen de la Cabeza… la justificaba el Alcalde alegando cuestiones de mantenimiento de orden público, en una carta dirigida al secretario de esta Cofradía Julio Vizcaíno” (pág. 114). Según Perales Solís, esta decisión al igual que la de prohibir las procesiones de Semana Santa en abril de 1936, molestó a la derecha marmolejeña, sugiriendo como si no hubiese ningún marmolejeño de izquierdas interesado en ir de Romería o en procesionar a Nuestro Padre Jesús el Viernes Santo. En mi opinión, estas decisiones municipales muestran bien el ambiente que se vivía en el 36, antes del estallido de la Guerra Civil el 18 de julio: un ambiente de hostilidad y de ataque continuo a la Iglesia Católica y a los católicos, y de falta de libertad religiosa de los ciudadanos, en la línea del más puro estalinismo ruso que algunos añoraban, amparándose en bellos conceptos de democracia, república y libertad. La Guerra Civil supuso la desgracia de todos los hermanos de la Cofradía y de los vecinos de Marmolejo, ya que se perdió y se destruyó lo mucho o poco que tenía. De igual manera la Guerra afectó profundamente al Santuario de la Virgen de la Cabeza. Durante ocho meses un grupo de guardia civiles al mando del capitán Cortes y sus familias resistieron en aquel lugar el asedio de las tropas republicanas. El resultado final fue la pérdida de numerosas vidas humanas, la destrucción casi total del templo y la pérdida de la Imagen, no se sabe si destruida o escondida. Terminada la guerra, Regiones Devastadas reconstruyó durante 1941-1943 el nuevo Santuario de la Virgen, financiado por suscripción popular con donativos de toda España. En 1944, la Dirección General de Regiones Devastadas, a través del arquitecto granadino

Arriba, abanderados a caballo en Romería, precedidos por el tambor. Abajo la Casa de Marmolejo en el Santuario de la Virgen de la Cabeza. Años 50.


Francisco Prieto Moreno, le hizo al famoso maestro granadino José Navas-Parejo Pérez un triple encargo para la reconstrucción del santuario de Nuestra Señora de la Cabeza en Andujar: un retablo de ocho metros; una nueva imagen de la Virgen de la Morenita; y unas andas-trono para el día de la Romería. Estos trabajos fueron muy elogiados por los promotores de la rehabilitación del santuario. A partir de esta época, la Romería de la Virgen de la Cabeza resurgirá con la misma fuerza de siempre. En Marmolejo, por su parte, el año 1940, un grupo de personas acordaron reorganizar de nuevo la Cofradía de la Santísima Virgen de la Cabeza y darle un impulso fervoroso y creciente a la devoción de la Morenita. Por votación se forma una Junta de Gobierno, con carácter permanente, compuesta por un Presidente, Tesorero, Secretario y seis vocales, cargos que recaen en los hermanos; Presidente: Andrés Pastor Peña; Secretario: Julio Vizcaíno Perales; Tesorero: Miguel Navarro Molina; Vocales: Juan Collado, Cristóbal García Sáez, Agustín Barragán Perez, Alfonso Sánchez Solís, Pedro Barragán Arévalo y Pedro Pastor Gonzalez. Se eligió Hermano Mayor transitorio a Antonio Ortega Quesada para el año 1941, siendo por aquella fecha los gobernadores de banderas Francisco Perales Gonzalez, Juan Robles Casas y Juan Casado Cañaveras, celebrándose esta reunión en la sacristía de la Parroquia de Ntra. Sra. la Paz en el Día del Corpus Christi del año 1940. Por el año 1942 el presidente Andrés Pastor Peña encargó hacer una Imagen de la Virgen de la Cabeza, al escultor andujareño Luis Aldehuela Gómez, que es la que se encuentra hoy en la Iglesia de Jesús. A continuación se detallan los Hermanos Mayores que ha tenido esta Hermandad después de la Guerra Civil: 1941 Antonio Ortega Quesada, 1942 José Gallardo Jurado, 1943 Juan Vicaría Ruiz, 1944 Andrés Pastor Peña, 1945 Melchor Perez Campoy, 1946 Antonio de la Fuente Gonzalez, 1947 Antonio Casado Casado, 1948 Francisco Rivillas Peña, 1949 Isidro Moreno Rivillas, 1950 Agustín Barragán Perez, 1951 Alfonso Sánchez Solís, 1952 Pedro Pastor Gonzalez, 1953 Francisco Aguirre, 1954 Juan Díaz Criado, 1955 Juan Díaz Criado, 1956 Manuel Nieves Rivillas, 1957 Pablo Flores Majuelos, 1958 Juan José Zabala, 1959 Antonio Cano Reca, 1960 Andrés Lozano Perales, 1961 Jerónimo Galán Jiménez, 1962 Jose Mª Pastor Soriano, 1963 Manuel López Castillejo, 1964 José Mudarra Esteo, 1965 Diego Vallejo Martín, 1966 Juan García Godoy, 1967 Natalia Alcalá

Aunque hay constancia de la existencia de la Cofradía de la Virgen de la Cabeza a finales del siglo XIX y principios del XX, no había imagen en Marmolejo, sino que se iba en Romería al Santuario de Andújar. Tras la Guerra Civil, la Junta presidida por Andrés Pastor Peña encargará en 1942 una imagen al andujareño Luis Aldehuela Gómez. Foto de finales de los 40.


Valenzuela, 1968 Ramón Galán Rodriguez, 1969 Juan García Peña, 1970 Juan Pastor Muñoz, 1971 Francisco Gonzalez Lozano, 1972 Antonio López Alarcón, 1973 Diego Ruiz Robles, 1974 Alfredo Moreno Cotto, 1975 Pedro Oliva Ollero, 1976 Vicente Peña Santiago, 1977 Diego García de la Torre, 1978 José Peña Ortega, 1979 Manuel Robles Jurado, 1980 Mariano Soriano Casado, 1981 Pedro Serrano Jurado, 1982 Agustín Toledano Torralbo, 1983 Manuel Vergara Perales, 1984 José A. Relaño Perez, 1985 José Torralbo Barea, 1986 Francisco Cano Pozo, 1987 Julián Flores Díaz, 1988 Juan Gómez Casado, 1989 Juan Manuel Gómez Robles, 1990 Antonio Luís Campoy Pino, 1991 Francisco Lozano Vallejo, 1992 Ramón Merino Alchivert, 1993 Antonio Ortiz Rey, 1994 José Rodríguez Liébana, 1995 Pastora Sánchez Martin, 1996 Fernando Rodriguez Venceslada, 1997 Juan Aguayo Martínez, 1998 Antonio Casado Ruiz, 1999 María José Flores Garrido, 2000 Juan Coba Garrido, 2001 Antonio Cano Reca en representación de la Cofradía, 2002 José Ortiz Rivillas, 2003 Antonia Perales Relaño, 2004 Antonia Perales Relaño, 2005 Antonia Perales Relaño, 2006 La Cofradía, 2007 Miguel Ángel Expósito Cárdenas, 2008 Lucía Lozano Ruiz, y 2009 María Isabel Lozano Coba. En verano de 1955 ocurrió un suceso digno de mención. Una madre y una hija regresan del Balneario. Llevan una semana y ya las aguas van dominando las dolencias que les trajeron. Ninguna tarde, al regresar, olvidan un detalle para el Cuadro de el Virgen: una rosa de los jardines de los manantiales, una ramita de romero cogida al paso por las escalinatas, un par de campanillas azules tomadas del arriate del Hotel Balneario… y aquella tarde dos carrizos con sus penachos abiertos de la era del rio. Tras depositarlos y acabado el

Traslado de la Imagen de la Virgen a la Parroquia en el Domingo de convite. Años 50

Procesión de la Virgen de la Cabeza en la década de los 50, siendo Párroco de Marmolejo y Capellán de la Cofradía Don Manuel Maroto Castro


recogimiento de una breve oración, cruzan madre e hija sus pechos con una cruz. Al irse, saludan a Manuela Giménez Real que, desde ese mismo año de 1955, se ha ofrecido a cuidar del cuadro, de las velas, del cepillo y de cuanto se incluye en aquel improvisado oratorio. En esa misma tarde, una vecina María Medina Robles, cuya hija, encamada no acaba de pelar unas fiebres, saca de su bolsillo unas mariposas y las enciende con tan mala fortuna que la llamita prende en los penachos de los carrizos, de estos pasa el fuego a las flores secas y, por algunas cintas de seda que cuelga, llega, al fin, al cuadro. María, en principio, intentó arreglar el desaguisado pero enseguida, viendo que le era imposible controlar la situación y que las consecuencias podían ser irreparables, comenzó a pedir socorro a grandes voces. La pobre mujer, llorando de impotencia y agobio por el sentimiento de culpa, no podía sino ser testigo de cómo el cuadro ardía por todos lados… ¡menos por donde estaba pintada la Virgen! La primera persona en llegar fue Manuela, la cuidadora del Cuadro de la Virgen. Entre ella y María, repuesta ya del susto, lograron sofocar el pequeño incendio, mientras los vecinos, a medida que se percataban del suceso, se dirigían al lugar. Era, por aquellos años, Presidente de la Cofradía don Pedro Pastor González, el cual, para evitar situaciones como la descrita, mandó realizar un precioso mosaico de azulejos y colocarlo en sustitución del lienzo. Aquel mosaico es el que ha llegado hasta nosotros. Las andas actuales datan del año 1974, y fueron realizadas por el padre de Gabriel Pastor. El coste de las mismas fue sufragado por la Cofradía. En 1997, mientras la Imagen de Ntra. Sra. la Virgen de la Cabeza se encontraba en la Parroquia, le fueron sustraídas algunas joyas donadas por sus devotos. Nunca se pudieron recuperar. La imagen sufrió daños, por lo que tuvo que restaurada su mano. En el año 1999, del 19 al 21 de abril, la Hermandad junto con su capellán Jose Araque y los Hnos. Mayores visitaron a los hermanos impedidos para que besaran el manto del niño. En el capítulo de donaciones podemos destacar: -Los dos gallardetes que tiene la Hermandad: el de color granate fue donado en el año 1981, y el de color verde fue adquirido por la Hermandad; - en 1997 regalaron el madroño que luce la Virgen en su mano izquierda; -la Hermana Mayor de 1999, regaló el cetro para las hermanas mayores de la Hermandad; -una familia regaló a la Imagen de la Virgen y del Niño sendas coronas y el rostrillo de la Virgen; - otra familia regaló en 2007 el

1957. Don Manuel Maroto en el Santuario

Años 60. Marmolejeños/as de Romería en el Santuario de la Virgen de la Cabeza


fajín de Capitán General que luce en el día de su fiesta; - los Hermanos Mayores del año 2007 regalaron la media luna con terminación de dos estrellas; en 2008, dos hermanos cofrades han donado una campana, que fue estrenada en esa Romería; -para poder construir la espadaña los materiales fueron donados por contratistas de Marmolejo; -los azulejos y los dos jarrones de la espadaña fueron igualmente regalados; -la Hermandad le ha regalado a su Titular una peana plateada y los Hermanos Mayores de 2008 año han regalado un manto para la Virgen. Durante los últimos 20 años ha habido al frente de la Cofradía las siguientes Juntas Directivas: Junta Directiva del 1990-1993: Presidente: Alfonso Rivillas Vallejo; Vice-Presidente: Antonio Lozano Coba; Tesorero: José Sánchez Ayala; Secretario: José Antonio Relaño Pérez; Vocales y colaboradores: Agustín Toledano Luque, Alfonso Aguayo Medina, Antonio Cano Reca, Juan Perez Santos, Cristóbal Jurado Yeste, Simón Vergara García, Pedro Martinez Centeno, Manuel Majuelos Vicaria, Mamerto Zabala Coba, Augusto Moreno Ballesteros, Jose Torralbo Barea, Antonio Ruiz Sanchez, Alfonso Sánchez Zamora, Adriano Rivillas Arevalo, Alfonso Sánchez Casado, Francisco Gonzalez Lozano, Pedro Peña Lozano y Juan Fuentes Casado. Junta Directiva del 1993-1999: Presidente: Agustín Toledano Luque; Vice-Presidente: Antonio Lozano Coba; Tesorero: José Sánchez Ayala; Secretario: José Antonio Relaño Pérez; Vocales y colaboradores: Alfonso Aguayo Medina, Antonio Cano Reca, Alfonso Rivillas Vallejo, Juan Perez Santos, Cristóbal Jurado Yeste, Simón Vergara García, Pedro Martinez Centeno, Manuel Majuelos Vicaria, Mamerto Zabala Coba, Augusto Moreno Ballesteros, Jose Torralbo Barea, Antonio Ruiz Sanchez, Alfonso Sánchez Zamora, Adriano Rivillas Arevalo, Alfonso Sánchez Casado, Pedro Peña Lozano (hasta 1996) y Juan Fuentes Casado (hasta 1995). Junta Directiva del 1999-2002: Presidente: Jose Sánchez Ayala; Vice-Presidente: Pedro Peña Lozano; Tesorero: Alfonso Sánchez Casado; Secretario: Agustín Toledano Luque; Vocales y colaboradores: Simón Vergara García, Juan Perez Santos, Augusto Moreno Ballesteros, Ramón Medina Nieves, Mamerto Zabala Coba, Antonio Lozano Coba, Dª Dolores Cano Cano, Antonio Cano Reca, Pedro Martínez Centeno, Antonio Ruiz Sánchez, Manuel Majuelos Vicaria, Alfonso Rivillas Vallejo (hasta 2002), Cristóbal Jurado Yeste (hasta 2002), Jose Torralbo Barea (hasta 2002), Alfonso Sánchez Zamora (hasta 2002). Junta Directiva del 2002-2005: Presidente: Jose Sánchez Ayala; Vice-Presidente: Pedro Peña Lozano; Tesorero: Alfonso Sánchez Casado; Secretario: Agustín Toledano Luque; Vocales y colaboradores: Simón Vergara García, Juan Perez Santos, Augusto Moreno Ballesteros, Ramón Medina Nieves, Mamerto


Zabala Coba, Antonio Lozano Coba, Dª Dolores Cano Cano, Antonio Cano Reca, Pedro Martínez Centeno, Antonio Ruiz Sánchez, Manuel Majuelos Vicaria Junta Directiva del 2005-2008: Presidente: Alfonso Sánchez Casado ; Vice-Presidente: Dolores Cano Cano; Tesorero: Constantino Castro Garrido; Secretario: José Sánchez Ayala; Vocales: Agustín Toledano Luque, Francisco Perales Mercado, Pedro Javier Lozano Barragán y Alfonso Pedrajas Lozano. Colaboradores: Simón Vergara García, Ramón Medina Nieves, Antonio Lozano Coba, Antonio Cano Reca, Pedro Martínez Centeno, Antonio Ruiz Sánchez, Manuel Majuelos Vicaria, Rocío Perales Luque. El siglo XX ha sido prolífico en títulos y reconocimientos a la Virgen de la Cabeza: la Coronación Canónica de la Imagen de la Virgen de la Cabeza (año 1909) y su Recoronación Canónica (año 1960), la declaración de Patrona de la ciudad de Andújar por el Papa Pío X (año 1909) y Patrona de la Diócesis de Jaén (1959) y los nombramientos de Capitán General del Ejército Español, Alcaldesa perpetua de Andújar, Cruz laureada de la Guardia Civil, etc. En 2009 se va a celebrar el Centenario de la Coronación Canónica de la Imagen y su declaración como Patrona de Andújar, con la bajada de la Virgen a Andújar desde el domingo 12 de abril al sábado 25 de abril. En 2010 se pretende celebrar su recoronación canónica, con motivo de su declaración como Patrona de la Diócesis de Jaén. Está en estudio un traslado de la Virgen a la Catedral de Jaén, como ocurrió el 21 de octubre de 1978, que pasó por Marmolejo a su regreso.

A mediados de los 70 se inicia la Ofrenda de flores a la Virgen en la Puerta de la Iglesia

La Imagen del Santuario visitó Marmolejo



VI. Hermandad de la Veracruz, Santo Sepulcro y Virgen de las Amarguras Las cofradías de la Vera Cruz no se comienzan a fundar hasta el siglo XV, y en contra de lo que podría pensarse, no suelen escoger normalmente una imagen de Cristo Crucificado como titular, sino la de Cristo amarrado a la columna, en ocasiones seguida de un Crucificado. De hecho, sus cofrades se flagelaban durante la estación de penitencia para identificarse con el dolor que sufrió Cristo, por lo que se les llamaba “Cofradías de Sangre”. Esta práctica fue prohibida por el Episcopado a partir del siglo XVII, por lo que las cofradías fundadas posteriormente a esta fecha dejan de procesionar el misterio de la flagelación y se limitan al de la crucifixión u otro distinto. Corrobora este hecho la coincidencia de que en la Cofradía de la Vera Cruz de Andújar anteriormente citada aparece una escuadra hacia el siglo XVII llamada “El Señor de la Columna”. Ya en 1.427 existía una Cofradía de la Vera Cruz en Andújar. Antes de 1.579 existía en dicha ciudad una comunidad de frailes franciscanos (los franciscanos fueron los creadores e impulsores del culto a la Santa Cruz) que el 14 de abril de 1.579 autorizó la solicitud que le hizo la Cofradía de la Vera Cruz de Andújar para trasladarse de la sede que tenía en la ermita de Santo Domingo a su propio convento. Marmolejo dependió de Andújar hasta finales del siglo XVIII y sus tierras pertenecían al término de dicha localidad. También se sabe que los franciscanos fundaban Vicarías dependientes de algún convento, con alguna ermita a cargo de un reducido número de frailes. No sería, por tanto, descabellado pensar que la actividad de dicha comunidad franciscana irradió a Marmolejo –y con ella el culto a la Santa Cruz – e incluso que, al estar alejada de la ciudad, construyera alguna edificación que los lugareños asociaron en su denominación con sus moradores o al menos sus propietarios. Hasta pudo ocurrir que se fundara alguna Vicaría dependiente de la comunidad de Andújar. A quienes conocemos la zona, en una loma alargada de norte a sur y desde la que se divisa en maravillosa panorámica de este a oeste toda la extensa vega del Guadalquivir y su campiña, y las primeras estribaciones de Sierra Morena al norte, nos encanta la idea de un pequeño grupo de frailes franciscanos escogiendo este lugar para realizar su vocación de pobreza y apostolado, y más aún la

Foto de 1920 en que aparece la imagen de Cristo Crucificado. Los que van delante son los famosos “blanquillos”, con túnica blanca y caperuz, botones y cíngulo negros. La foto está tomada desde el actual Mercado


de unos marmolejeños tan receptivos a su mensaje, que adoptaron y nos legaron su testimonio de adoración a la Cruz. Sabemos gracias a nuestro hermano cofrade ya difunto (el número dos de la Hermandad), D. Manuel Muñoz López, que la imagen titular de nuestra Hermandad anterior a la guerra civil era un Cristo amarrado a una columna, conocido popularmente por el Señor de los Azotes. Tenía unas hermosas enagüillas de raso blanco bordadas en oro y era una talla completa. Teniendo en cuenta todos estos datos, podemos aventurar la teoría de que la Hermandad de la Vera Cruz de Marmolejo debió de fundarse hacia el siglo XVI, o como muy tarde a comienzos del XVII por influencia de la comunidad franciscana de Andújar, ya que si no hubiera sido así no habría tenido como titular un Azotado ni hubiera tenido tiempo material para, apenas dos siglos después, poseer las propiedades urbanas y rústicas que registra el Catastro de Ensenada. También podemos pensar que, siguiendo las costumbres de la época, los redactores de sus estatutos debieron de inspirarse en los de alguna Cofradía homónima ya fundada en alguna localidad de la comarca, probablemente de Andújar, y la imagen debió ser de estilo barroco. Sabemos con certeza que en 1735 la Cofradía de “La Santa Vera Cruz” ya estaba consolidada en Marmolejo. En el libro de Agustín Barragán sobre la Cofradía de la Soledad en el Siglo XVIII, se cita un Pleito entre la Cofradía de la Virgen de los Dolores y la de San Juan Evangelista ocurrido en 1735, en el que son llamadas a comparecer como testigos otras Cofradías, a saber: Nuestra Señora de la Paz, Jesús Nazareno, La Santa Vera Cruz, El Santísimo Sacramento, San Julián, Nuestra Señora del Rosario y por último, San Juan Evangelista. En el Catastro del Marqués de la Ensenada, realizado en 1751, aparecen datos relativos a las Hermandades de Marmolejo y quedan reflejados los datos de los bienes que poseía en aquellos años esta Cofradía: Bienes rústicos: Un olivar de 120 plantas, en el Camino del Cerro, de 3 fanegas. Un olivar en el camino de La Azeña, de 1,5 fanegas. Un olivar de 33 plantas, en el sitio de la “Peña del Águila, de 1 fanega. Fincas rústicas y urbanas sometidas a censo: -Un censo de 7.000 maravedíes de principal contra Ana Molina, vecina de este lugar, sobre unas casas en la Calle Granados (hoy Ortí Lara). Redime anualmente la cantidad de 6 reales y 6 maravedíes. -Un censo de 10.000 maravedíes contra Ana Granados. Redime anualmente 8 reales y 28 maravedíes. -Un censo de 41.780 maravedíes contra Antonio Montoro, sobre 180 olivos, en el sitio del “Palomarejo”. Redime anualmente 36 reales y 9 maravedíes. -Un censo de 15.000 maravedíes contra Josefa Ruiz, sobre unos olivos en el ”Cerrillo Blanco”. Redime anualmente la cantidad de 13 reales y 8 maravedíes. -Un censo de 17.500 maravedíes contra Eleodora de Armentar, vecina de Andújar, en el sitio de “Los Carrascales”. Redime anualmente 15

reales y 15 maravedíes. -Un censo de 29.120 maravedíes, contra Pedro Ruiz, vecino de esta localidad, sobre 8 olivos en el sitio de Valdemonjinos. Redime anualmente 26 reales y 13 maravedíes. Con nuestra mentalidad actual, alguien podría escandalizarse de que una Cofradía pudiera poseer fincas y enriquecerse con sus frutos o arrendándolas. Pero no debemos olvidar que siempre hubo personas de todos los niveles económicos y sociales que hacían donaciones más o menos abultadas a cofradías, parroquias, monasterios, etc. por alguna intención especial o, simplemente, por morir sin descendencia. En estos casos, ¿qué mejor destinatario de unos bienes que quedarían sin dueño que esa parroquia, ese santuario, esa cofradía que llevaba en su corazón, sea de la titularidad que sea? Normalmente, estas instituciones usaban estos bienes, junto con las cuotas de los hermanos, para socorrer a personas necesitadas, bien mediante ayudas puntuales, bien edificando asilos, hospitales, etc., arrendándolas durante generaciones o sometiéndolas a censo. Si tenemos en cuenta que un real de vellón venía a tener 34 maravedíes y observamos las cantidades que los censatarios tenían que pagar, concluiremos con que se trataba de cuotas que oscilaban entre el 2% - 3% anual del valor total del censo por término medio, con lo que se tardaría de 33 a 50 años en redimir un censo, y también sabemos que en los años de sequía o malas cosechas se aplazaban los pagos hasta que la situación económica se lo permitiese. Teniendo en cuenta la esperanza de vida de la época -unos 50 años de media-, y la edad del censatario al constituirse el censo (que habría de ser al menos mayor de edad) lo más probable es que se transmitiera de padres a hijos, con lo que éstos tenían más o menos garantizado el futuro. Verdaderamente, el tiempo contaba bastante menos que hoy. Sabemos también los gastos corrientes que solían tener nuestros antepasados: Dos fiestas mayores, 37 reales; Fuegos (probablemente luminarias), 31 reales; 4 sermones a 30 reales cada uno, 120 reales; 5 sermones de a 8 reales y medio en los viernes de Cuaresma, 42,50 reales; 2 oficios de a 14 reales, que valen 28 reales; cera menuda y blandones para su calvario, 200 reales; subsidio, 13 r. y 4 marav. TOTAL GASTOS: 515 reales de vellón y 21 maravedíes. Con las sucesivas desamortizaciones del siglo XIX todas estas propiedades pasaron a manos privadas, pero aún hoy quedan en la toponimia local vestigios de esta situación, como la zona denominada Vera Cruz, entre los nacimientos de los arroyos de La Romera y Los Frailes, a unos 5 km. al noroeste de la localidad, y colindante a ella, otra zona de varias parcelas de olivares, con una casa denominada Los Frailes.

La guerra civil (1936-1939) marcó un antes y un después en la historia de la Hermandad como en todos los órdenes de la vida. La Hermandad quedó disuelta y su


imagen titular sufrió la misma suerte que todas las que había en la localidad excepto la de Nuestro Padre Jesús. Pero ningún testigo habrá más cualificado que nuestro Hermano Manuel, uno de los miembros reorganizadores de la Hermandad después de la guerra civil: “Al terminar la guerra y ver que las otras hermandades se reorganizaban, y que los de ésta no lo hacían, después de hablar con algunos, yo me sentía obligado a poner todo mi empeño, ya que me acordaba de mi niñez, cuando mi abuela, muy orgullosa me sentaba en sus piernas, para enseñarme el "recibo" de la Hermandad de la Vera Cruz, como así se llamaba por entonces. Me decía: "Niño, mira este recibo, es el número uno de Hermana que hago de esa Cofradía, pues mis padres, desde pequeña me sentaron como hermana". Yo también me alegraba al verla emocionada, motivo por el cual, todas las Semanas Santas, que iban pasando, me decía a mí mismo ¿es posible que no quiera nadie reorganizar esta Hermandad? Me decidí y empecé a hacer mi propaganda, entre los amigos Antonio Pastor González, Ramón Herrera Pamos, Manuel Agudo Perales, Bartolomé Borrego Solís, Juan José Zabala Sáez y otros más.” De la información recogida de distintos componentes de las sucesivas Juntas de Gobierno hemos podido añadir más nombres a esta lista: D. Herminio Morales Regalado, Manuel Peña Soriano, Antonio Pastor Peña, Juan Borrego Solís, Antonio Pastor González fueron, junto con los ya citados y otros que se les sumaron, los iniciadores de la nueva aventura formando la primitiva Junta de Gobierno. A partir del año 1942, la Cofradía de la Veracruz se reorganiza, comenzando a procesionar una Cruz en madera con sudario, ribeteada de bombillas, que se encontraba en la Iglesia de Jesús, y que posteriormente seguirá abriendo la Procesión a modo de cruz de guía. Con la llegada en 1945 del emprendedor Párroco Don Manuel Maroto Castro, la Parroquia adquirirá una valiosa imagen de Cristo Crucificado, que aún se puede ver en el Retablo del Sagrario de la Parroquia. Esta imagen de Cristo Crucificado, junto con su Retablo, el Comulgatorio, candelería, lámparas, atril, sacras, palmatoria, y todo lo necesario para la celebración en él de la Santa Misa, así como la rica alfombra, campanillas-carrillón, etc., lo costeó Dª Paca Cerrillo, hacia el año 1946. Durante varios

La primera imagen que la Veracruz procesionó en 1942 consistía en una cruz pelada con sudario, ribeteada de bombillas, que se encontraba en la Iglesia de Jesús, y que posteriormente seguirá abriendo la Procesión a modo de cruz de guía. Una vez adquirida la Imagen del retablo del Sagrario en 1946, se utilizaba como Crucificado y como Entierro.


años, esta imagen de Cristo procesionará por la mañana como Crucificado, y por la tarde, como Cristo Yacente, dado que tiene los brazos articulados en las axilas y se les pueden cerrar. El inconveniente es que se le apreciaban las piernas dobladas por las rodillas, delatando su verdadero origen. “Esto sería sobre los años 1942 al 46, cuando salíamos a procesionar el Santo Entierro la tarde del Viernes, con la nueva (por entonces) imagen del Cristo Crucificado. En uno de esos años y al bajarle los brazos de la cruz, nos quedamos con un brazo en las manos, por haberse averiado una bisagra que lo sujetaba, llevándonos el consiguiente disgusto, por lo que prometimos no desclavarlo más de la cruz y sí adquirir una imagen del Cristo Yacente y hacer una Hermandad que se llamaría "VERA CRUZ Y SANTO SEPULCRO". Así como ir pensando en hacernos túnicas con los mismos colores que la desaparecida, pero con capa negra, o sea, túnica verde caperuz también verde y cíngulo negro. Más tarde con motivo de estudiar unos Estatutos, el 11 de Mayo del 52 se mandaron al Obispado de Jaén, siendo aprobados por el Rvdmo. Sr. Arzobispo de Granada el 15 de Marzo de 1954. A esta Procesión se la consideraba, como la más importante de todas, ya que todos los curas (cuatro o seis) iban revestidos, con velas y ornamentos. Cruz Parroquial, monaguillos, Sacristán, etc. con ciriales. Iba el Ayuntamiento en Pleno y delante, sólo el cura Párroco con manteo, guantes negros y sombrero de teja en la mano...” En estos años, al no contar los cofrades aún con traje de estatutos, se identificaban con un emblema ovalado de tela negra con una cruz latina en verde que se colocaba en el ojal de la solapa de la chaqueta. Entre los años 1945 y 1950 formaban la Junta de Gobierno Manuel Muñoz López (Presidente) Bartolomé Borrego Solís (Secretario) y Alfonso Roncero Jurado (Tesorero). Se adquirió la imagen de Cristo Yacente, procedente de Olot (Gerona) y hacia 1950-51 D. Francisco Calero Herrero, farmacéutico, cofrade de profundas raíces cristianas y vera-cruceras, con ocasión de desempeñar el cargo de Hermano Mayor, se brindó a comprar y regalar a la Hermandad una imagen de una Virgen de las Amarguras, adquirida en unos talleres de Sevilla mediante gestión realizada por su gran amigo D. Antonio Ramos, abogado que tenía su bufete en la calle Ramón y Cajal. Se trata de una imagen de las denominadas “de vestir”, es decir, solo se talla en fino el rostro, quedando en

Arriba: Estampita de Febrero de 1947 que recuerda el Quinario, los Ejercicios Espirituales y la Misa de Comunión General de todos los hermanos cofrades. Debajo: Estatutos de los años 50.


En 1947 Dª Paca Cerrillo dona este retablo, el Cristo, el Comulgatorio, candelería, lámparas, atril, sacras, palmatoria, y todo lo necesario para la celebración en él de la Santa Misa... A partir de este año, la Hermandad procesionará el Cristo Crucificado. Esta imagen cuenta con bisagras en las axilas, de modo que el Crucificado se puede convertir También en Jesús Muerto.

Semana Santa 1947: Aparece la imagen del Cristo Crucificado que se encuentra en la Parroquia, en el actual retablo del Sagrario (imagen de la izquierda). También se puede apreciar la primitiva fachada del Hotel Central, que será modificada en la década de los 50. Detrás del Cristo se deja ver el estandarte y la imagen de la Virgen de los Dolores Por la calle Hospital.


tosco el tronco y los brazos articulados mediante rótulas; y la parte inferior es simplemente un armazón que se cubre con el vestido. Su primer mayordomo y capataz de procesión fue Bartolomé Borrego Solís. Entre 1952 y 1960 la Junta de Gobierno estuvo formada por Juan Borrego Solís como Presidente, Manuel Muñoz López como Vicepresidente, Ramón Herrera Pamos como Secretario y Antonio Pastor González como Tesorero. En esta época se redactan

En los primeros años de su restauración, la Cofradía de la Veracruz sacaba para la procesión del Santo Entierro el Cristo Crucificado que hay en el retablo del Sagrario, donado por Dª Paca Cerrillo. Las bisagras daban muchos problemas y la Cofradía decidió adquirir una imagen del Santo Entierro de escayola, en la famosa fábrica de Olot (Gerona). Izquierda: Procesión del Santo Entierro por C/ Palacio Valdés. Abajo: Procesión del Santo Entierro por Plaza de la Constitución.


(1952) y aprueban (1954) los Estatutos, estableciéndose el actual emblema de cruz griega con extremos terminados en flechas, de color verde sobre fondo circular negro. En 1961 Manuel Muñoz convenció a Gabriel Molina González (que tuvo una confitería en la Plaza del Amparo, en lo que hoy es el BBVA) para que se hiciera cargo de la Presidencia, cosa que aceptó, formando su Junta de Gobierno con Ángel Herrera Pamos como Secretario y Alfonso Lozano García como Tesorero. Llegados aquí, es obligado hacer constar el profundo agradecimiento que esta Hermandad tiene hacia el entonces existente y hoy desaparecido “Cuadro Artístico”, que donó la recaudación de siete de sus representaciones para ayudar a pagar el importe de la imagen de Cristo Yacente, su urna, los 33 uniformes de romanos y las cornetas y tambores de la banda. En 1967 se formó nueva Junta de Gobierno presidida por Antonio Ruiz Perales con Gerardo Barragán Sobrino como Tesorero y Antonio Rivillas Vallejo

Nueva imagen de Cristo Yacente ante la fachada del Hotel Central que cambia a partir de los 50

En la década de los 50 la Cofradía mejora considerablemente: asiste buen número de nazarenos con túnica, se adquiere la nueva imagen de Cristo Yacente y 33 trajes de romanos, con su Banda de Trompetas y Tambores... Se trata de la Procesión oficial de Semana Santa a la que asisten todas las autoridades religiosas y civiles.


como Secretario. Fue una época en que la Hermandad llegó a procesionar cuatro pasos: el primero portaba la primitiva Cruz con un sudario en sus brazos, toda ella ribeteada de bombillas; el segundo procesionaba al Cristo de las Aguas, que actualmente se venera en la Capilla de los Dolores de la Parroquia (se conserva una foto de este Cristo procesionando en un paso, con fecha 15 de abril de 1960); el tercero correspondía al Santo Entierro y el cuarto a la Virgen de las Amarguras, que precisamente este año, siendo Hermano Mayor Antonio González Rivillas (“el Pepinero”), estrenó su primer manto, comprado en Córdoba, pues antes no tenía. Todo ello, con el acompañamiento de nazarenos (tantos, que para organizarlos se recurría a la soga con nudos), la Escuadra de Romanos, la Banda de Tambores y Cornetas de la Hermandad y la Banda de Música Municipal, constituía realmente un grandioso y sobrecogedor desfile procesional. También es recordado este año por llover copiosamente durante la procesión. D. Francisco Álvarez, que apenas llevaba dos meses como Párroco, les advirtió antes de salir del peligro para tronos e imágenes; pero era tal la determinación de los cofrades, encabezados por el Hermano Mayor, que decidieron salir, a pesar de los reparos de la Junta de Gobierno y el Párroco, portando en prevención grandes plásticos. Los recelos del Párroco se cumplieron con exactitud y tuvieron que regresar aprisa y corriendo calados hasta los huesos a la Iglesia de Jesús, donde un enojadísimo D. Francisco los abroncó a su sabor. Para compensar, el Domingo de Resurrección salieron todas las cofradías en procesión. Con el paso de los años la Escuadra de Romanos fue mermando en efectivos hasta desaparecer y la Banda de Cornetas y Tambores se segregó de la Hermandad, siendo conocida como la Banda de Pedro “Piculín”. La siguiente Junta de Gobierno (1969) estuvo formada por Alfonso Lozano García como Presidente, Antonio Ruiz Perales como Secretario y Gabriel Molina como Tesorero. El número de hermanos se estabilizó, por lo que la Cofradía escasamente cubría gastos, pero decrecía a ojos vista. Varios de sus componentes formaron parte del gran número de marmolejeños que tuvo que emigrar en busca de trabajo (Alfonso Lozano emigró a Madrid, Bartolomé Borrego a San Sebastián…) y el resto de la Junta de Gobierno encontraba grandes dificultades para continuar. Hacia 1972-73 la situación era tal que Antonio Ruiz Perales, Presidente testimonial,

La imagen de la Virgen de las Amarguras es un regalo del farmacéutico Francisco Calero Herrero, a principios de los años 50. La imagen se adquirió En unos talleres de Sevilla.


visitó hondamente preocupado a D. Manuel y D. Cristóbal Jiménez Cobo, Párrocos de Marmolejo, para solicitar la colaboración del grupo de jóvenes que formaban la “Agrupación Juvenil Parroquial” con objeto de al menos preparar los pasos para la procesión, porque de otra forma no podrían celebrarla. El grupo aceptó y se pidió permiso a Marina Burlo Orti, responsable de la Cofradía de los Dolores, para usar un paso que habían desechado y almacenaban en una nave anexa al mercado de abastos, con el fin de usarlo para procesionar al “Cristo de las Aguas”, pues hasta entonces se usaban las andas que la Hermandad de Nuestro Padre Jesús tenía para los traslados de su titular en quinarios y otras ocasiones y que cedía a la Hermandad de la Vera Cruz en Semana Santa. Una vez conseguido se le adecentó en la cochera del domicilio de José Mª Perales. Era de tipo tradicional, cerrado con faldones y portado por 16 costaleros en dos filas de 8. El del Santo Entierro se portaba en andas, con 4 varales y 24 costaleros y su capataz fue durante muchos años Francisco Palomares Díaz, con Juan Jurado Godoy como adjunto. El paso de la Virgen de las Amarguras iba sobre el chasis transformado de un antiguo “Lancia” y sólo necesitaba dos o tres personas: un conductor y un o dos propulsores. Cuando se le cantaban saetas, como no podía mecerse lateralmente como los portados por costaleros, se hacía un movimiento de vaivén hacia adelante y atrás. Fue su capataz durante estos años Antonio Lozano Coba, con Antonio Jesús Moreno Galán como conductor.


Se produjo así la curiosa situación de que existía una Junta de Gobierno que poco podía hacer por la Hermandad y un grupo de jóvenes que se encargaba de procesionar los pasos. Entre sus componentes figuraban Francisco Perales Martínez, Sebastián Pastor Lozano, José Mª Perales Solís, Manuel Perales Solís, Antonio Fuentes, Juan Vicente García Pérez, Juan García Godoy, Antonio Lozano Coba, Gabriel Casado Medina, Francisco Serrano González, Juan Perales Peña, Juan Salas, Marcelino Ruiz Nieves y otros con una media de edad de 18-20 años. Llegados a este punto, no podemos menos de detenernos a pensar si en la actualidad se podría conseguir en este Marmolejo que muchachos de esa edad fueran capaces de procesionar tres pasos con la escasez de recursos con que se encontraron ellos y solucionando como pudieron las reparaciones y adaptaciones a que tuvieron que hacer frente. En 1974 se consiguió rescatar un gran Crucificado de la antigua y casi derruida capilla del cortijo llamado “Los Mártires”, propiedad de los marqueses de Albaida (foto de la derecha). Tras muy laboriosas gestiones se consiguió que nos lo cedieran para procesionarlo, pero había que devolverlo tras la procesión. Tres años duró esta situación hasta que en 1977 al ir a devolverlo nos sorprendieron con la cesión de la imagen a la Cofradía mientras se procesionara, quedando la imagen del Cristo de las Aguas ubicada definitivamente en la Parroquia y la nueva en un dosel de tela roja que se le preparó en la Iglesia de Jesús, entre la Virgen de la Cabeza y la puerta lateral. Con ocasión de la restauración de la Iglesia de Jesús se colocaría donde aparece en la actualidad. Este paso no tuvo capataz titular en esta época ni grupo estable de costaleros, ya que la mayor parte estaban realizando estudios universitarios o en sus primeros trabajos. Durante uno o dos años se encargaba alguien del grupo y se iba rotando, pues no se tenía idea de perdurabilidad: se sacaban las imágenes en Semana Santa y punto. Así de simple y así de meritorio. En 1.975 los mencionados sacerdotes, viendo el poco auge que tenía la Hermandad, que se encontraba con la Junta de Gobierno diezmada y los hermanos reducidos a poco más de un centenar, con Antonio Ruiz Perales como Presidente testimonial, encargaron a otro grupo de cofrades encabezados por Francisco Perales Martínez como Presidente, Sebastián Pastor Lozano como Tesorero y Vicente Morales Alcalá como Secretario,

A partir de 1974, la Cofradía deja de procesionar el Cristo de las Aguas y comienza a sacar el Crucificado procedente del Cortijo de Los Mártires (foto de abajo)

Antonio González Coba (encargado) y su esposa María Torralbo Aguayo; Gabriel González Torralbo; Francisco Lozano Torralbo; Sebastián Pastor Lozano; Manuel Perales Solís; Anotnio Lozano Coba; Ramón González Torralbo; Antonio González Torralbo y Francisco Javier Perales Solís.


la tarea de reflotarla. Trabajando con ahínco, la nueva Junta y sus colaboradores se propuso, después de sanear en lo posible la economía de la Hermandad, adquirir unos tronos nuevos para cada imagen, ya que los que se tenían estaban en estado ruinoso. El de la Virgen y el del Santo Sepulcro eran los primitivos después de su reorganización y el de Cristo Crucificado ya sabemos su procedencia. A pesar de los desvelos por conservarlos y restaurarlos, no podemos olvidar que fueron construidos en la posguerra, una época de escasez y con materiales de baja calidad (los que había y se podían permitir). Fueron tiempos difíciles: las cuotas apenas podían cubrir los gastos de las velas, por lo que las flores para adornar los pasos procedían de casas y jardines de particulares e incluso eran recogidas durante el Jueves Santo en el campo. Al poco tiempo se deterioró de tal modo la instalación eléctrica de la Cruz del Sudario que fue imposible su reparación y dejó de procesionarse.. En 1978 se restauró el paso del Santo Entierro, hasta entonces de color blanco, transformándolo en color caoba con apliques circulares de relieves humanos. Se quitó la urna por estar deteriorada y se le adaptó un lecho sobreelevado sobre un armazón de madera y descubierto. Sufragó los gastos José Mª Perales Solís con su primer sueldo ganado como maestro y realizó la restauración Julián Velasco López en una de las naves de la fábrica de aceite “Santa María”, propiedad de D. José Perales (“el médico Perales”) que la cedió para la ocasión. Entre este año y 1980, el paso del Cristo Crucificado llegó a deteriorarse hasta tal extremo que estuvo a punto de desencuadernarse durante la procesión en una “levantá” mal coordinada justo frente a la puerta de la Parroquia cuando la procesión ya iba de regreso a la Iglesia de Jesús. Sin embargo, la penuria económica era tal que los nuevos tronos tendrían que esperar hasta 1983 en que la situación se hizo ya insostenible, con riesgo real de daño para las imágenes que en ellos se procesionaban. Entonces se planteó seriamente el problema a todos los hermanos, haciéndoles llegar una circular para que tomaran conciencia de los problemas y adjuntándoles los proyectos de los tronos que se pensaban construir y solicitando su colaboración económica. Pero la bendición que supone el tener tres titulares se volvió en esta ocasión una carga, pues sólo se pudieron recaudar fondos para dos tronos, el del Santo Sepulcro y el de la Virgen de la Amargura, de cuya construcción se encargaron los

Arriba, el Paso antiguo del Cristo de la Vera Cuz (antes de la Virgen de los Dolores). Abajo, el nuevo construido por los Hermanos Majuelos.


hermanos Majuelos, cofrades también. El trono que hasta entonces había procesionado al Santo Entierro pasó a hacer lo propio con el Cristo de la Vera Cruz entre los años 1985 al 1995. Terminados de pagar los pasos en 1986, en 1989 se adquirieron nuevos cetros, potencias y corona en los talleres de D. Manuel de los Ríos en Sevilla, y un gran palio adquirido a la Hermandad del Santísimo Sacramento y de María Santísima en sus Siete Dolores y Mayor Traspaso (la Fervorosa) de Baeza. En febrero de 1.990 se confeccionó un nuevo gallardete, en el que se insertó un óleo del Cristo Yacente, pintado y donado por nuestro hermano cofrade D. Manuel Muñoz. También se adquirieron los dos candelabros de cola del paso de la Virgen. Una de sus mayores satisfacciones es que en 1.991 se vieron honrados con la presidencia de la procesión por el Sr. Obispo de la Diócesis, D. Santiago García Aracil . En este año hubo que acometer también la restauración de la imagen de la Virgen de las Amarguras, que con el paso de los años se había deteriorado, afectando a la cabeza, tronco y, sobre todo las manos, que hubo que rehacer nuevas. También se redactaron los nuevos Estatutos de acuerdo con las nuevas normas del Código de Derecho Canónico de 1983. En 1993 la Hermandad contribuyó proporcionalmente a la construcción del actual local de la Asociación Benéfica “Virgen de la Esperanza”, donde se guardan parte de los enseres y los tronos. Como la Hermandad no tenía entonces entidad jurídica para contratar, los firmantes del préstamo necesario fueron el Presidente, Vicepresidente, Tesorero y Secretario a título personal. Una vez construida, para facilitar el traslado de los mismos a la Iglesia de Jesús en Semana Santa se adaptó en 1994 el chasis de un vehículo “Simca” propiedad de Antonio Lozano Coba, que lo donó a la Hermandad al darlo de baja. Dicha adaptación la realizó Juan Jurado Godoy aprovechando su tiempo libre en los talleres Palomares, donde trabaja. En 1.996 se pudo cumplir la tarea pendiente: dotar de un nuevo trono al Cristo crucificado, construido, como los anteriores, en el taller de los hermanos Majuelos. En esta época, la Hermandad contaba con unos 550 hermanos, de los que unos 150 participaban en el desfile procesional como penitentes. En 1999, se doró el trono del Santo Sepulcro, se plateó el de la Virgen de la Amargura, que fue asimismo transformado para ser portado a hombros por 80

Durante décadas, la Cofradía de la Veracruz, Santo Entierro y Virgen de las Amarguras procesionó el Cristo de las Aguas que hay en la Capilla de la Virgen de los Dolores. En 1974 comenzó a procesionar esta imagen Cristo Crucificado procedente de la Capilla del Cortijo de Los Mártires


hermanos/as (anteriormente tenía ruedas) y se adquirieron cuatro bombos para el desfile procesional, como rebrote de la antigua banda de tambores, aunque sin uniforme especial y sólo con túnica y cubrerrostro. Es la nuestra una Hermandad con un profundo sentido eclesial y comunitario. Desde hace más de veinticinco años procura participar en los distintos campos de acción de la Parroquia y de otras organizaciones. Así, lo mismo ofrece varios de sus miembros como catequistas como participa siempre que puede en los Encuentros de Hermandades de la Vera Cruz a nivel diocesano y regional: Rute, 1991; Jaén, 1992; Linares, 1997; Martos 1998. En noviembre de 1999 la Hermandad coordinó el IV Encuentro Diocesano de Hermandades de la Vera Cruz de Jaén, bajo el lema “Jesucristo muere en la Cruz para que el hombre viva”, organizado por la Confraternidad de Hermandades de la Vera Cruz. Se contó con la presencia de D. Antonio González Álvarez, Presidente de la Confraternidad, y del Rvdo. Sr. D. Fernando Chica Arellano, actualmente Monseñor diplomático destinado en el Vaticano, cuyas respectivas disertaciones sobre el auténtico espíritu de las Hermandades de la Vera Cruz y del sacrificio de Cristo en el Madero Santo dejaron honda huella en los asistentes. En el año 2000 la Junta de Gobierno se enfrentó a un grave problema: como ya había manifestado el Presidente en su circular de 1983, la imagen de Cristo Yacente tenía los brazos tan deteriorados por el paso de los años y las humedades del nicho en que se alojaba tras la reforma de la Iglesia de Jesús, que amenazaban con desprenderse. Durante los años anteriores se buscó una solución temporal fijando los antebrazos a las caderas, lo que obligaba a colocar una sábana sobre la imagen para disimular el “arreglo”, pero hasta esta fijación se deterioró sin posibilidad de más reparaciones, con lo que el fantasma de otra rotura en una imagen, que tanta zozobra causó a nuestros predecesores, se nos presentaba de nuevo. Pero la Hermandad carecía de recursos económicos para afrontar este gasto, toda vez que aún no se había terminado de financiar la construcción del último trono y el dorado y plateado de los dos anteriores. Un hermano brindó una solución de compromiso, al gestionar una imagen yacente en un domicilio particular de Córdoba que, aunque no satisfacía las aspiraciones de la Junta de Gobierno ni en calidad ni en estética, al menos podría ser acondicionada para procesionarla hasta que la Hermandad sanease su economía. Consultado el

Paso actual del Cristo de la Vera-Cruz

Capellán, se estimó conveniente y se aceptó la oferta. La antigua imagen fue donada a la Parroquia de San Bartolomé de Villarrodrigo (Jaén) por solicitud de su párroco, D. Juan Solís Agudo, cofrade y miembro durante muchos años de la Junta de Gobierno de esta Hermandad. Al mismo tiempo, y para evitarle a la nueva imagen los problemas de humedad de su habitual ubicación, se solicitó y obtuvo del Sr. Párroco, D. José Araque Quesada, la autorización para construir con cargo a la Hermandad un nuevo nicho a medio grueso en el muro de la ermita sobre la repisa del Cristo de la Vera Cruz y sellar con piedra de mármol el antiguo, quedando colocada la imagen en su urna tal como se puede apreciar en la actualidad. Durante el año 2001 la Hermandad celebró el 250 aniversario de su existencia documentada en Marmolejo (aunque sabemos que se fundó mucho antes),


con varios actos entre los que destacó el homenaje a todos los Hermanos y Hermanas Mayores de que se tiene constancia. Tuvo lugar el día de la Exaltación de la Vera Cruz, 14 de septiembre. Los Hermanos Mayores desde 1975 hasta hoy son los siguientes: 1976 Alfonso Rejel Rivillas; 1977 Sebastián Pastor Lozano; 1978 Antonio Lozano Coba; 1979 Manuel Rincón Lora; 1980 Francisco Perales Martínez; 1981 Antonio Lozano González; 1982 Ramón Galán Rodríguez; 1983 Juan Gómez Casado; 1984 Ramón Galán Rodríguez; 1985 Juan Pastor Muñoz; 1986 Juan Espino Criado; 1987 Alfonso Solís González; 1988 Mamerto

Pasos actuales del Santo Entierro y Amarguras

Zabala Coba; 1989 Francisco Palomares Díaz; 1990 Gerardo Barragán Sobrino; 1991 Gabriel Luis Ruiz Pastor; 1992 María Oliva Peña; 1993 Gabriel Casado Medina; 1994 Juan Perales Peña; 1995 Ramón Medina Neves; 1996 Ana Torralbo Expósito; 1997 José Torralbo Barea; 1998 Mª Cabeza Gómez Lozano; 1999 Ana Gómez Cano; 2000 Miguel Ángel Expósito Cárdenas; 2001 Manuel Casado Ruiz; 2002 Pedro Solís Agudo; 2003 Antonio José Rejel Lara; 2004 Manuel Casado Ruiz; 2005 Purificación Arévalo Lozano; 2006 Josefa Barrera Peña; 2007 Juan Lozano González; 2008 Juan Jurado Godoy. Desde el año 2006 en que la Asamblea General aprobó la adquisición de una nueva imagen


de Cristo Yacente se vienen haciendo gestiones que culminaron en 2007 con el encargo a la empresa Arte Martínez de Horche (Guadalajara) de la realización de la misma. También en el año 2007 se culminó la colocación de patas fijas de descanso a todos los tronos, adaptadas para fijar ruedas giratorias de transporte y maniobra, dado lo angosto del local donde se guardan. En los últimos años ha habido las siguiente Juntas Directivas en la Hermandad: 1996-99.- Presidente: Manuel Casado Ruiz I, Vicepres. Juan Jurado Godoy, Secretario: Emilio Urbano González y Narciso Robles Aguayo, Tesorero: Angel Rocha González; Colaboradores: Los mismos anteriores. 1999-2002.- Presidente: Manuel Casado Ruiz I, Secretario: Pedro Solís Agudo, Tesorero: Sebastián Pastor Lozano, Vocales y Colaboradores: Francisco Palomares Díaz, Miguel Blanco Pastor, Manuel Majuelos, Miguel Ángel Expósito, Manuel Barrera, Francisco Perales, Purificación Arévalo, Mª Cabeza Cañaveras Lozano, Ramona Lozano, Emilio Urbano, Manuel Barrera, Juan Galán, Juan Jurado, Narciso Robles, Manuela Robles, Fco. José Pastor Relaño. 2002-05.- Presidente: Manuel Casado Ruiz II, Vicepresidente: Fco. José Pastor Relaño, Secretario: Pedro Solís Agudo, Tesorera: Purificación Arévalo. Vocales y colaboradores: Ramona Lozano, Emilio Urbano, Sebastián Pastor, Juan Jurado, Juan Galán, Manuel Barrera, Manuel Casado, Francisco Perales, Miguel Á. Expósito, Pedro A. Jurado, Leonor Mudarra. 2005-08.- Presidente: Manuel Casado Ruiz I. Vicepres. Manuel Barrera Expósito, Secretario: Pedro Solís Agudo, Tesorero: Sebastián Pastor Lozano. Vocales y colaboradores: Pedro A. Jurado, Ramona Lozano, Purificación Arévalo, Manuel Casado Ruiz II, Juan Galán, Juan Jurado, Juan Fco. Rivillas, Laura Jurado, Fco. Javier Urbano, Francisco Perales, Emilio Urbano, Leonor Mudarra. La Hermandad participaba y participa también de la vida parroquial, como en la Fiesta de la Exaltación de la Cruz, del 11 al 14 de septiembre, en que la imagen del Cristo Crucificado era llevada a la Parroquia, donde presidía el Triduo y la celebración de la fiesta. Es este sentimiento de adhesión a la Iglesia el que animó a los que nos precedieron y el que nos anima a nosotros a continuar el legado que nos transmitieron. Ningunas palabras podrán sintetizar mejor el espíritu que anima en la actualidad a nuestra Cofradía que las que el

1999. Convivencia en Marmolejo

propio Manuel Muñoz (Manolito Muñoz, para todos) ha escrito. Conviene que las recordemos y las meditemos como su testamento; en ellas late, por encima del corazón de un cofrade, el alma de un auténtico hombre de fe: “Somos hermanos cofrades de la Vera Cruz y Santo Sepulcro, y como tales nos estamos preparando, de un modo especial a lo largo de la Cuaresma, para celebrar los misterios de Pasión y Muerte de Jesús, exteriorizándolos en unos pasos procesionales que, como sabéis, sacamos a las calles de nuestro pueblo el Viernes Santo. Pero sabemos por la fe, que Jesús no quedó en un sepulcro: resucitó y con ello los hombres hemos recuperado la capacidad de tener una vida más plena en el amor, la alegría y la esperanza. Os hago una llamada de hermano, para que todos participéis con espíritu de fe, no sólo en la procesión, sino también en las celebraciones de la Parroquia, sobre todo en la gran celebración de la Resurrección del Señor, en la Vigilia Pascual, el sábado de Gloria.”



VII. Cofradía de la Virgen de la Paz y San Julián La devoción a nuestros Santos Patronos se hace presente en Marmolejo desde el mismo instante de la Reconquista y posterior repoblación cristiana. La explicación de este hecho es clara y simple: todos los territorios conquistados son cristianizados por la mitra y clero toledano en tanto se va creando clero autóctono, y repoblados por personas que provienen de Castilla, muchas de ellas oriundas tanto de Toledo como de Cuenca. Es por ello normal que traigan sus devociones de referencia y las vayan implantando en los nuevos territorios ganados a la causa cristiana. Por tanto, se puede afirmar sin temor a equívoco que nuestros Patronos configuran a Marmolejo desde el mismo instante del comienzo de su nueva andadura histórica. Por este motivo es tan importante tener claro que son Nuestra Señora de la Paz y San Julián la raíz más profunda de nuestro pueblo, nuestra tradición más pura. Marmolejo es sus Patronos y los Patronos son Marmolejo. Nuestra Señora de la Paz Como se ha afirmado, la Virgen de la Paz llega a Marmolejo con la reconquista cristiana. La primitiva Parroquia de San Lorenzo de Marmolejo va a depender de la Parroquia de San Miguel de Andujar, dependiente, a su vez, directamente del arzobispado de Toledo. Es, pues, el clero procedente de Toledo el que atiende nuestra primitiva Parroquia y es lógico que sea la advocación de la Virgen bajo el título de Reina de la Paz, tal y como se venera en Toledo, la que se proponga en el pueblo, exactamente igual que en otros puntos de la actual diócesis de Jaén, cristianizados por el mismo clero. Pero el verdadero punto de inflexión tiene lugar en el siglo XVI, concretamente el año 1511 cuando, por primera vez aparece la Parroquia de Marmolejo en el Sínodo Diocesano convocado por D. Alonso Suárez de la Fuente del Sauce, como priorato independiente, y la iglesia con el título de “Nuestra Madre y Señora de la Paz”. Esto significa que aquella primitiva devoción se convierte en referente autóctono de un pueblo, ya que al declararse independiente la Parroquia se opta por usar el título de

Antigua Imagen de la Virgen de la Paz destruida en 1936


Nuestra Señora de la Paz, símbolo de devoción popular y de distinción frente a otros pueblos del entorno, sobre todo de Andujar. Faltan dos documentos fundamentales en nuestra investigación debido, con toda probabilidad, al saqueo que el archivo del obispado de Jaén sufrió en la guerra civl española (1936-39). El primero es el nombramiento de Nuestra Señora de la Paz como Patrona de Marmolejo, pero es de suponer que, como mínimo, debe coincidir con la fecha de nombramiento como titular de la Parroquia, si no anterior incluso. El segundo es la fecha de erección y primeros estatutos de la Cofradía, pero debe ser una de las más antiguas de la localidad, ya que en los estatutos de fundación de la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, se habla de la Cofradía de Nuestra Señora de la Paz por ser la donante de cirios de cera para la procesión. Esto indica su antigüedad y que es una cofradía plenamente consolidada, puesto que se puede permitir el lujo de colaborar económicamente con la de la Virgen de los Dolores. Para hacernos una idea aproximada de la antigüedad de la Cofradía, basta con decir que el documento más antiguo es un legajo de 1655 en el que se habla de asuntos económicos de la misma. Esto indica que si ya en esa fecha se habla de una amplia economía, es que la Cofradía está plenamente instaurada mucho tiempo atrás. Es muy curioso que toda la documentación que existe de la Hermandad trata sobre los bienes que posee y su administración, con lo que no cabe dudar sobre su importancia en el pueblo y esto, a su vez, es signo de la gran devoción que éste profesa a la Patrona; de ahí la cantidad de donaciones que hacen posible este importante patrimonio. Como muestra, baste decir que ya en el siglo XVII, entre otros muchos bienes, disponía de un importante olivar en el sitio conocido como “Valdemojinos”, dentro de la finca de “Cerrada”, hoy conocida como la “Dehesa Cerrada”. Según el catastro del Marqués de la Ensenada de 1751 era la Cofradía más importante de Marmolejo, junto con la del Santísimo Sacramento, en lo que se refiere a cultos y posesiones. Cito a continuación los datos recogidos por el profesor Marcial de Castro Sánchez de dicho catastro y publicados en su libro “Marmolejo en el siglo XVIII”: -Un olivar con 122 olivos; - Un olivar con 26 olivos; -Un olivar con 51 olivos; -Una casa en la calle del Arroyo, cuyas dimensiones eran 9x4x11 varas castellanas, cuya renta de alquiler era de 3 ducados; -6

censos a su favor que tenían de monto total la cantidad de 2582 reales, cuyos réditos al 3% son 77 reales con 17 maravedíes. Los gastos de la Cofradía eran los siguientes: -6 fiestas mayores a 27 reales, 162 reales; -6 sermones (2 de 33 reales y 4 de 22 reales), 154 reales; -Fuegos para estas funciones, 60 reales; -56 fiestas todos los sábados del año a 4 reales cada una, 224 reales; -2 oficios mayores a 14 reales, 28 reales; -24 misas a 72 maravedíes cada una, 50 reales y 28 maravedíes; -De subsidio, 15 reales y 7 maravedíes; -De aceite para la lámpara de la Virgen, 90 reales; -De cera para las funciones de misas mayores, de los sábados, y de procesiones de Semana Santa, 250 reales. Con esta exposición, nos podemos hacer una idea aproximada de la vitalidad e importancia de la Cofradía de la Patrona, fruto de la devoción popular de que gozaba (a modo de ejemplo: todos los sábados del año tenía culto y, al igual que el Sagrario, una lámpara de aceite ardía siempre junto a la imagen de la Virgen. Esta costumbre se conservó hasta la Guerra Civil). La antigua imagen de la Virgen de la Paz era de vestir o candelero, con la peculiaridad de que no tenía imagen del Niño Jesús y la situación de su altar en el templo era la que actualmente ocupa la imagen del Resucitado en la capilla lateral del Sagrario. En los aciagos sucesos de la Guerra Civil fue destruida, junto con el resto de imágenes y retablos de la Parroquia, quedando para el recuerdo las fotografías y una imagen en azulejos en la hornacina que, inspirados en esta antigua imagen, colocaron en el patio interior de la conocida como “Sociedad de Panaderos” o panificadora “Virgen de la Paz” que estaba en la actual calle Útica. Esta Cofradía de la Virgen de la Paz se mantuvo como hermandad autónoma hasta la Guerra Civil. Los Patronos se veneraban juntos, pero cada uno tenía su propia Cofradía. Al acabar la contienda y comenzar la reconstrucción se tomó la decisión de fusionar las dos Cofradías, haciendo una sola, que es la que hoy conocemos como “Santos Patronos”. La prueba de que la fusión es relativamente reciente es que hasta prácticamente el día de hoy (excepto en el nuevo estandarte y bandera de la Hermandad) en los símbolos de la Cofradía, la presencia de la Virgen de la Paz estaba ausente. Los cetros, por ejemplo, sólo llevan el emblema de San Julián y el anterior gallardete, que aún se usa, sólo representa a San Julián. Es más, es muy frecuente oír a


nivel popular hablar de “la Cofradía de San Julián” en lugar de “los Patronos” o “la Virgen de la Paz y San Julián”. Tras la Guerra Civil, siendo Párroco de Marmolejo don Emilio Palop, se trajeron rápidamente las nuevas imágenes de los Patronos. La imagen de la Virgen de la Paz fue adquirida por las hermanas Petra Lozano (dueña del Hotel Central), Isabel Lozano (esposa de Claudio Rsotaing, dueño del Hotel Los Leones) y María Josefa Lozano (esposa del Dr. Eduardo Mercader). Esta nueva imagen de los años 40, a diferencia de la anterior a la guerra, porta una imagen de Jesús en brazos. Él Niño a su vez porta en las manos una paloma, como signo de que Él es la paz del mundo. El presbiterio en la época de don Emilio era bastante sencillo: al no haber retablo, tan sólo se encontraba una imagen del Sagrado Corazón de Jesús en el centro y los Santos Patronos a ambos lados, primero en cajoneras, y posteriormente en peanas. Al adquirir Don Manuel Maroto el retablo del altar mayor, que incluía una talla del siglo XVII de la Virgen del Rosario (Patrona de la Orden de los dominicos), convirtió esta talla en Virgen de la Paz, a fin de que ocupara el centro de la Iglesia dedicada a su nombre. Para ello, se quitó a la Virgen del siglo XVII su rosario y se le colocó al Niño una paloma. En cambio, a la anterior imagen de la Virgen de la Paz, se le hizo lo contrario: se le quitó al Niño la paloma de las manos y se le incrustó a la Virgen un corazón en el pecho, siendo convertida en Inmaculado Corazón de María. Por esta razón, esta Virgen ha estado mucho tiempo colocada donde actualmente está la Purísima, haciendo pareja con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Hay constancia de que en 1947 se celebraba una procesión de los dos Patronos, el 24 de enero a las 6 de la tarde. Estas alusiones desaparecen en los años 60, cuando sólo se habla de novenario y fiestas religiosas el 24 y el 28 de enero. A partir de 1987, siendo hermano mayor Agustín Barragán, la Virgen de la Paz comienza a procesionar de nuevo, pero no en enero, sino en la feria de agosto. Ocurrió que cuando se bajó de su hornacina la imagen, para procesionarla, apareció una raja en su cara que obligó a no tocarla por miedo a deteriorarla aún más. Lo que se hizo fue volver a su antiguo estado a la primera imagen de la Virgen de la Paz. Se le colocó una paloma blanca de escayola que realizó nuestra artista local Dña. María de la Paz Medina Ruiz, y que aún conserva. Con la llegada del

A la derecha, la imagen de la Virgen de la Paz de Don Emilio (año 1940-43). Arriba, la imagen del Retablo de Maroto (traída en 1949)

Presbiterio en 1945, tras los trabajos de Regiones Desvastadas. Los Patronos están en al Presbiterio.


Párroco D. Eduardo Navío Sánchez, a principios de los años 90, se pensó en cambiar la procesión de la Virgen de la Paz a su fecha original: el 24 de enero. Todo esto llevó a que la Junta de Gobierno de la Hermandad se plantease ya en el 1996 realizar una Imagen nueva de Ntra. Sra. de la Paz, aunque no se decidió y aprobó definitivamente hasta el mes de julio del 2001, siendo capellán de la Hermandad D. José Araque Quesada. En dicho año, la Junta realizó un viaje a Sevilla para ponerse en contacto con un imaginero sevillano llamado D. Juan González García (“Juan Ventura”) nacido en Lora del Río (Sevilla) en 1954. La nueva talla de la Virgen de la Paz es una Imagen de candelero, es decir, constituida por una talla de madera hasta la cintura, y desde estas hasta los pies, el llamado CANDELERO, que es una especie de cono truncado hecho de listones cubiertos por una tela gruesa o panel. Sobre este candelero, se ponen las prendas y encima la saya de la Virgen. Es una Imagen con típicos rasgos andaluces, piel y pelo morenos. El imaginero afirmó que antes de su realización visitó nuestro pueblo para encontrar los rasgos que poseen nuestras muchachas y así reflejarlos en la imagen. La saya y el manto que luciría la Virgen fueron realizados por los Talleres de Costura de Carmen Checa en Córdoba; la “bacalá” incorpora un óleo realizado por Dña. María de la Paz Medina Ruiz con las insignias de los Patronos, Ave María, Báculo y Mitra, así como una canasta en honor a los canasticos que realizaba San Julián y que vendía para dar de comer a los pobres. Y por fin la nueva imagen de nuestra patrona llegó a nuestro pueblo, bajo mucha expectación y revuelo, el día 12 de enero de 2002, realizándose su coronación ese mismo día en la Parroquia. Ese mismo año, en su fiesta del día 24 de enero procesionó por primera vez por nuestras calles la nueva imagen de Nuestra Patrona la Santísima Virgen de la Paz, estrenando la Hermandad dos Banderas, una azul con el “Ave María” bordado representando a la Virgen de la Paz y otra blanca color con la mitra y báculo bordados en representación de San Julián realizadas y donadas por nuestros cofrades y hermanos mayores D. Luis Peña Robles y Dña. Juana Vicaria González, además de la “Bacalá” antes descrita. Pero esta imagen necesitaba un Paso para procesionar por lo que la Hermandad tenía un ambicioso proyecto por realizar. Se barajaron varios presupuesto

Imagen actual de la Virgen de la Paz

pero una empresa de Marmolejo, CROLBAFE, se ofreció a realizar unas andas completas, que son con las que actualmente procesiona la Patrona y que fueron entregadas a la Hermandad para las fiestas patronales de enero de 2003. San Julián Devoción en Marmolejo La tradición popular narra la presencia física de nuestro Patrón en Marmolejo como predicador popular en tiempo de los musulmanes, así como que, una vez reconquistado nuestro pueblo, se apareció en las tierras hoy conocidas como “San Julián”, donde se le construyó una ermita debido a esta aparición. También se habla de


El Obispo de Jaén Monescillo (1865-1877) concede indulgencias a quienes recen ante el Patrón San Julián.

Antigua imagen de San Julián, desaparecida en 1936

que, al librar al pueblo de una epidemia en el siglo XVII, o por haber salvado las tierras de San Julián de una tormenta de pedrisco en el siglo XVIII, se le nombró Patrón de Marmolejo. La historia, sin embargo, y sin quitarle valor alguno a la tradición, nos muestra algo más concreto. Una vez reconquistado nuestro pueblo, se repuebla con gentes venidas de Castilla, entre ellos también toledanos y conquenses. Y en los llanos de San Julián se funda una aldea a la que, desde el mismo instante de su creación, se le da el nombre de nuestro Patrón. Esto es lógico, ya que los nuevos habitantes conocían a San Julián y, con toda probabilidad, eran devotos de él; razón más que suficiente para dedicar su nueva población al Santo objeto de su devoción. En esta aldea, situada en lo que hoy es el cortijo de San Julián y la gasolinera Tamoil, hacen una Iglesia para atender las necesidades religiosas de los habitantes y la dedican al Santo que da nombre a la aldea, de modo que, con el paso del tiempo, esta iglesia se convierte en centro de culto y difusión de la devoción al Santo obispo de Cuenca.

Por la estrecha relación y corta distancia entre la aldea y Marmolejo, nuestro pueblo se va impregando de la devoción a San Julián, máxime cuando a finales del siglo XVI y principios del XVII la aldea se va despoblando al irse progresivamente sus habitantes a Marmolejo. Este hecho va a dar lugar a que la ermita se vaya deteriorando hasta que llega a la práctica ruina, con lo que la Cofradía decide trasladar la imagen de San Julián a la Parroquia de Marmolejo, haciéndole un altar y retablo, y con el compromiso de reedificarla cuanto antes. Esto ocurrió justo en los años en los que se nombra a San Julián Patrón de Marmolejo. La realidad es que la imagen de nuestro Patrón quedó para siempre en la Parroquia y la ermita ya no se volvió a edificar hasta 1950, año en que se hizo la nueva del Cerro del Pimiento. De la existencia de la Cofradía de San Julián tenemos pruebas documentales desde 1660, aunque propiamente se habla de la misma en un legajo del año 1735, que viene a ser una memoria de las cofradías existentes en Marmolejo en aquel tiempo. Por medio del testimonio que nos ofrece Alfredo Cabazán, tomado del


libro de acuerdos de la hermandad, el cual se desconoce su paradero, si es que aún se conserva, nos narra el relato del patronazgo de San Julián sacado de la nota del libro de acuerdos de la hermandad, de una junta celebrada el 8 de septiembre de 1760, explicando además que el citado libro de actas contiene también el modo de celebrar anualmente la fiesta del Santo, la demanda de limosna para el sostenimiento de la misma, la elección de los cargos, rendición de cuentas y al final una bula del papa Pío VI, con fecha de 13 de mayo de 1778, concediendo indulgencias.

De lo que no cabe duda alguna es que a San Julián se le profesa una enorme devoción en Marmolejo y se tiene claro por parte de aquellos habitantes que esa es su seña de identidad. Por eso, independientemente de lo que la tradición nos narra sobre hechos portentosos, los marmolejeños en masa solicitan al obispo Fray Benito Marín que nombre a San Julián Patrón del pueblo y, en efecto, así lo hace el 7 de enero de 1760, 31 años antes de la tan ansiada independencia de Andújar. Es claro que Marmolejo se siente ya Entidad autónoma y sabe que tiene su propia historia y sus propios

Años 40. Corazón de Jesús y Patronos


símbolos. Por esta razón, San Julián, que va unido desde el principio a Marmolejo, también va a ir ligado al proceso de independencia. No debe extrañar, pues, que el Ayuntamiento aparezca como el protector y patrocinador tanto de la Cofradía como de las fiestas patronales del 5 de septiembre, desde el mismo instante de la independencia local, incluso mucho antes de esta efemérides. La prueba fehaciente de esta unión Ayuntamiento-Cofradía se encuentra en el Archivo Municipal, en las Actas Municipales, donde están plasmados en su totalidad los Estatutos que la Cofradía de San Julián hizo en 1872 y que se firmaron a tres bandas: Obispado, Cofradía y Ayuntamiento. El hecho, nada habitual en la Iglesia, de que un Ayuntamiento forme parte del gobierno de una Cofradía, puede hacernos ver cómo el propio municipio consideraba a San Julián como un pilar de su historia, hasta el punto de considerar una obligación el mantenimiento de su Hermandad. Es interesante también ver cómo en las Actas Municipales se refleja el esmero y cuidado que el Ayuntamiento ponía siempre en las fiestas patronales del 5 de septiembre. Gracias a esta sensibilidad, nos encontramos con un dato que nos debe llenar de orgullo a todos los marmolejeños: nuestra tradicional feria de San Julián de septiembre era más antigua que la propia de Andujar. Hace unos años, Andujar celebró el II centenario de su feria; nosotros estaríamos a punto de celebrar los 250 años de la nuestra en el año 2010, si partimos de que la feria se inició el año de nuestra independencia, pero la realidad es que es más antigua aún, según los propios textos de las Actas Municipales. Es por esta razón, y no otra, por la que muchos marmolejeños reivindican la vuelta de la feria a septiembre y San Julián, al día 5, verdadero día de su festividad junto con el 28 de enero. Por último, afirmar que el día 5 de septiembre es el día de San Julián por concesión del Papa Julio III a la Iglesia de Cuenca el día 5 de julio de 1551 y, desde ese instante, tanto Cuenca como Marmolejo, así lo celebraron: “Celebrábase la fiesta de su glorioso tránsito el día 28 de Enero. Mas porque la inclemencia y rigurosos fríos de aquella estación del año regularmente estorbaban, que se pudiese hacer otras fiestas y demostraciones de alegría, se impetró del Papa Julio III nueva festividad de su conmemoración el día cinco de Septiembre, siendo Obispo de Cuenca Don Miguel Muñoz, y Corregidor de Cuenca y Huete Don Manuel Ponce de León, conde de Bailén, por pretensión y súplica que hicieron el Deán y Cabildo de la Santa Iglesia y el Ayuntamiento de la ciudad…”. Imágenes y reliquias de San Julián Con respecto a las imágenes, decir que la antigua imagen de San Julián, una vez trasladada a la Parroquia en el siglo XVIII, se siguió venerando hasta que fue destruida en la Guerra Civil. La que actualmente veneramos, fue tallada en los talleres del escultor sevillano Barbero y donada por Julián Flores y Julio Vizcaíno. Esta imagen tiene la peculiaridad de que originalmente tenía una encarnadura muy simple y el rostro de San Julián se mostraba sin barba. Por encargo de D. Manuel Maroto, se restauró


en 1949 dándole una encarnadura nueva, apareciendo tanto el alba, como la capa pluvial, ricamente adornadas en dibujos de encaje y pan de oro, y, al parecer, por quejas de los feligreses a los que no gustaba el rostro juvenil del Santo, se le puso una barba, excesivamente exagerada. La constancia escrita de esta restauración se encuentra en el mismo libro que la imagen lleva en las manos: “Esta imagen de San Julián, Patrón de Marmolejo (Jaén), ha sido restaurada en los talleres estudios de Rafael Barbero Medina por los alumnos Juan Bernabé de Bridt y Gabriel Gómez Calcerrada. Sevilla, 10 de enero de 1949. Encargo del Prior, D: Manuel Maroto Castro”. Esta imagen ha sufrido varias restauraciones a lo largo de los años, sufriendo la más profunda en el año 1998 y la última en el año 2007 con motivo del VIII Centenario de la Muerte de San Julián que acontece durante este año 2008. La Imagen de San Julián junto con su Gallardete son las piezas más antiguas que posee la Hermandad. El Gallardete fue realizado en 1954 según se refleja en la pintura del mismo realizada por Jose Mª. Martínez Mena donde aparecen San Julián con su inseparable Lesmes y la torre de la Parroquia al fondo. La otra imagen de San Julián es la que se venera en el Cerro del Pimiento y fue donada por el Instituto Nacional de Colonización. Desconocemos el autor, pero es obvio que es una obra no de corte clásico, sino de formas más geométricas, propia del gusto de los años 5060. Esta imagen se bendijo el 28 de enero de 1950 y con ella se hizo la primera romería de San Julián. Así lo narran las Actas Municipales: 9,30. Misa solemne como terminación de los cultos celebrados durante la novena ofrecida a los Santos Patronos, Nuestra Señora de la Paz y San Julián… Será también bendecida en la Parroquia la imagen de San Julián que el Instituto Nacional de Colonización destina al altar de la Ermita… A las 11. Salida procesional con la Imagen del Santo para trasladarla y colocarla en su Ermita, con el acompañamiento del vecindario de Marmolejo, en romería popular… A las 13 horas. Consagración de la Ermita y colocación del Santo en su altar… A las 16 horas. Solemne Te Deum en la Ermita de San Julián…

Esta talla tiene otras peculiaridades ya que no aparece con capa pluvial, sino con casulla, a los pies tiene la cesta, en una mano el báculo y en la otra la palma, que simboliza según la tradición popular, que en el lecho de muerte de San Julián tuvo una aparición de la Virgen María que le entregó la palma como símbolo de que había guardado castidad perpetua. A partir de aquí la palma se convirtió en un elemento habitual en la iconografía de San Julián. En la actualidad esta imagen está siendo restaurada. Con respecto a las reliquias, decir que la Parroquia dispone de dos reliquias de San Julián. Una de ellas, la más antigua fue donación del obispo de Cuenca D. José Moreno Mazón en 1881 y es un trozo de piel de San Julián. Si ya es válida en sí, esta reliquia tiene aún más valor puesto que San Julián estaba incorrupto en su sarcófago en la catedral de Cuenca, hasta que en los acontecimientos de 1936, lo profanaron sacándolo del ataúd y quemándolo en una hoguera, de la que se pudieron recuperar cenizas y algunos huesos. Esto significa que, salvo otro relicario aparte que se venera en la catedral conquense y que se salvó de la destrucción, nuestra reliquia es el único trozo de piel de nuestro Santo que se conserva en la actualidad.


La otra reliquia es una donación reciente y es un hueso dentro de un relicario que tiene la misma forma que el sarcófago donde están enterrados los restos de San Julián en la catedral de Cuenca. Esta reliquia aparece en el frontal del paso de San Julián y procesiona junto a la Imagen. Con respecto a la primera reliquia, transcribo la crónica de su llegada a Marmolejo, hecha por D. Rogelio Sanchiz, cronista de Cuenca (1903): “En el año de 1881, el obispo de Cuenca, Excmo. Sr. D. José Moreno Mazón, tuvo necesidad de pasar a Marmolejo con el fin de tomar las aguas medicinales de este pueblo; noticioso el prelado conquense de la existencia de la imagen y culto que se tributaba a su Santo predecesor, determinó celebrar en su honor una función extraordinaria que revistió los caracteres de un verdadero acontecimiento. Al efecto, el 15 de Mayo del año expresado, se hizo con dicha imagen una solemne procesión, que recorrió las principales calles del pueblo y que presidió el citado Sr. Obispo en unión del Ayuntamiento, y en la que fue llevada por aquél una reliquia del glorioso Abogado y Patrón de Cuenca y de Marmolejo. Terminada la procesión hubo Misa cantada, en la que predicó el prelado Señor Moreno Mazón, ponderando las virtudes y ejemplos de San Julián y propuso que, como recuerdo de la fiesta, se crease una

“Asociación de San Julián”, para socorro de enfermos pobres de la población y forasteros, donando para tal fin mil reales, que unidos a mil quinientos recaudados en mesas petitorias, que durante la fiesta se habían puesto en las puertas del templo, vinieron a constituir el capital fundacional de la Asociación. El expresado 15 de mayo de 1881, por la tarde, hubo otra función en acción de gracias, al final de la cual el indicado señor Obispo dio a venerar la reliquia de su Santo predecesor que regaló a la Iglesia Parroquial del pueblo. A las funciones celebradas a instancia del Sr. Moreno Mazón asistió el Clero, Ayuntamiento en pleno y todo el vecindario de Marmolejo con las personas que se hallaban tomando las aguas en el famoso balneario.” (R. Sanchiz, Noticia del Culto Tributado a San Julián, p. 305). El relicario lleva grabado en su parte posterior el siguiente texto: “Este relicario de San Julián lo regaló el Sr. Dr. D. José Moreno Mazón, obispo de Cuenca a la Iglesia Parroquial de la Villa de Marmolejo, año de 1881.” Sólo queda concluir con lo que se afirmaba al comienzo de este capítulo: Los Santos Patronos están en el origen de Marmolejo y lo han acompañado y configurado hasta el día de hoy. Ellos son su raíz más profunda y no puede haber tradición más pura y marmolejeña que el fervor y la devoción por ellos. Por esta razón y no por otra, fueron merecedores del título de Alcaldes Perpetuos de la Villa y es de justicia reconocer al Ayuntamiento tal nombramiento coherente con nuestra más pura historia. Juntas Directivas

Procesión San Julián Año 1956: Presidente D. Ramón Herrera Pamos (izquierda), Hermano Mayor D. Antonio García Lorite (centro) y Encargado de Estandarte D. Deogracias Cañaveras Ortiz (derecha).

En el Año Santo de 1950, la devoción de los marmolejeños hacia sus patronos, se manifestó extensamente, acogiéndose un gran número de ellos a su protección, engrosando la fila de la hermandad. Por este motivo, se elaboraron unos Estatutos en el Año Jubilar de 1951 que vinieron a renovar los anteriores, que se conservan y datan de 1872. De estos Estatutos se pueden extraer algunas cosas curiosas sobre la Hermandad de esta época: -Sólo pueden ser miembros los varones bautizados, aunque se pretende crear una Hermandad de señoras que darán culto a la Virgen de la Paz: “Esta Hermandad sugiere la idea de que las señoras de Marmolejo formen una similar a la de los varones, y atender ellas exclusivamente a los cultos en honor de Nuestra Patrona la Santísima Virgen de la Paz. Mas en


tanto no exista esta Hermandad de Señoras, la de varones se encargará de ellos” (Art. 21) -Los cultos de la Hermandad son los siguientes: “Solemne Novena (del 19 al 27 de enero); el 24 de enero, Festividad de Nuestra Señora de la Paz, Fiesta Solemne; el día 28 de enero, Festividad de San Julián, Obispo de Cuenca, también solemne función religiosa, y por la tarde, procesión con las Sagradas Imágenes de Nuestros Santos Tutelares… La fiesta de Nuestra Señora de la Paz, del día 24 de Enero, y la de San Julián, del 5 de Septiembre, es tradición que la costee el Ayuntamiento, y la Hermandad pagará la de San Julián del día 28 de enero” (Art. 21) -Acerca de la Romería a la Ermita de San Julián, estos Estatutos disponen: “Obligatoriamente la Junta de Gobierno asistirá a la Romería que se celebra en torno a la ermita del Santo, construida en la finca San Julián, de este término. Su gestión se limita a presidir todos los actos, religiosos y civiles que el pueblo haya organizado; pero no contribuirá a los gastos que estos actos originen, a menos que la Junta de Gobierno acuerde hacerlos o contribuir a ellos en parte” (Art. 22). -En el último artículo, la Junta General acuerda por aclamación nombrar al Hermano Mayor Ilmo. Sr. D. Fernando de Montero y García de Valdivia, Hermano Mayor Honorario y Perpetuo. La Junta de Gobierno de 1951 la componían los siguientes miembros: Director Espiritual: Manuel Maroto; Hermano Mayor: Fernando de Montero y García de Valdivia; Teniente de Hermano Mayor: Nicolás Muñoz Ruiz; Hermano Mayor saliente: Andrés Pastor Peña; Tesorero: Pedro Garias; Vocales: Andrés Vidal, Ramón Archivet y Antonio Pastor; Secretario: José Barragán Cazallas. De 1956 a 1959 aparece la siguiente Junta Directiva: Presidente: Ramón Herrera Pamos; Tesorero: Pedro Garias Relaño; y Secretario: José Barragán Cazalla Entre 1959 y 1961 sigue como Presidente: Ramón Herrera Pamos; cambia el Tesorero: Manuel Pastor Reca; y continúa el Secretario: José Barragán Cazalla. A partir de 1987 volvemos a tener datos en el libro de actas de la Hermandad, y encontramos las siguientes Juntas Directivas: 1987-90: Presidente: Ramón M. Herrera Martín; Tesorero: Bartolomé Martín Pastor; y Secretario: Juan Lozano Flores (a partir de 1989, Fco. Jesús Ruiz Pastor).

1990-96: Presidente: Ramón M. Herrera Martín; Tesorero: Bartolomé Martín Pastor; y Secretario: Fco. Jesús Ruiz Pastor (a partir de 1994, Manuel J. Morales Alcalá). El 21 de febrero de 1996 fueron aprobados por el Obispo Don Santiago García Aracil los nuevos Estatutos de la Hermandad de la Virgen de la Paz y San Julián, que sustituyen a los de 1951. Desde esta fecha han existido las siguientes Juntas Directivas: 1996-99: Presidente: Francisco Martínez Soriano; Tesorero: Antonio Herrera Casado; y Secretario: Cristóbal M. Serrano Barragán 1999-2002: Presidente: Francisco Martínez Soriano; Tesorero: Ramón M. Herrera Martín; y Secretario: Cristóbal M. Serrano Barragán 2002-05: Presidente: Cristóbal M. Serrano Barragán; Tesorero: Ramón M. Herrera Martín; y Secretario: Josefina Moreno Rocha 2005-08: Presidente: Cristóbal M. Serrano Barragán; Tesorero: Josefina Moreno Rocha; y Secretario: Luis Peña Robles.

Retablo adquirido en 1949 por Don Manuel Maroto para el Patrón de Marmolejo San Julián


Respecto a los Hermanos Mayores tenemos constancia de los siguientes: 1956: Antonio García Lorite, 1957: Joaquín Jurado Relaño, 1958: Juan José Padilla Rivillas, 1959: Vicente Canales Nieves, 1960: Deogracias Cañaveras Ortiz, 1961: José Ruiz Morales, 1987: Agustín Barragán Gómez, 1988: Alfonso Vicaria Ortiz, 1989: Alfonso Galán Rodríguez, 1990: Jerónimo Peña Fernández, 1994: Bartolomé Martín Pastor, 1995: Antonio Nieves Casado, 1996: Julián Flores González y Josefa Garrido Zafra, 1997: Leandro Escudero Sereno y Emilia Caravantes Sainz, 1998: José Ortiz Rivillas y Vicenta Garrido Zafra, 1999: Joaquín Relaño González e Isabel Hinojosa Hinojosa, 2000: José Lozano Ríos y Francisca Oliva Peña, 2001: Luis Peña Robles y Juani Vicaria González, 2002: Francisco Romero González y María Oliva Peña, 2003: Antonio Lozano González y Antonia Casado Casado, 2004: Pedro Serrano Jurado y María Flores Rodríguez, 2005: Vicente Barrera Robles y Manolita Padilla, 2006: Francisco Martínez Soriano y Encarna Santiago Murillo, 2007: José Mª Alcántara Soriano y Teresa Flores Garrido. Se observa un salto de 1961 a 1987 sin que sepamos los motivos. Suponemos que podría ser porque la Hermandad funcionaba sin Junta de Gobierno, siendo gestionada desde la propia Parroquia.

entrada del Cerro Pimiento antes de llegar a la Ermita, y cambió la Puerta de la Ermita. Existe un momento muy especial y emotivo en esta Romería, justamente cuando San Julián vuelve de “sus tierras” para regresar a la Parroquia: es el “cambio de Bandas”, momento en el que los Hermanos Mayores dejan de serlo para entregar el relevo y el honor a los nuevos Hermanos Mayores durante el siguiente año. Durante el Año 2008 estamos celebrando el VIII Centenario de la Muerte y Subida al Cielo de Nuestro Santo Patrón San Julián, ocurridas el día 28 de enero de 1208. A lo largo del año la Junta de Gobierno ha confeccionado un Programa de Actos, donde se pretende dar a conocer a Ntro. Patrón San Julián a todos los Marmolejeños, introduciendo en la vida de los más pequeños a su Patrón; fomentando en los jóvenes su devoción y recordando a los mayores aquellos años en los que San Julián fue y seguirá siendo su Patrón, todo bajo el lema: “VIVE TUS RAICES CONOCE A TU PATRON”. Los Marmolejeños debemos sentirnos privilegiados y orgullosos al tener como intercesor de nuestro pueblo a San Julián persona humilde donde las hubiera y acogedor como las mismas raíces que identifican a nuestro queridísimo Marmolejo.

Alcaldes Perpétuos. El 25 de mayo de 2002 el Ayuntamiento de Marmolejo en pleno nombró Alcaldes Perpetuos a los Patronos de Marmolejo, Ntra. Sra. De la Paz y San Julián. Para tal ocasión se expusieron ambas imágenes en la puerta de la Parroquia y con la asistencia de Junta de Gobierno, Capellán, Ayuntamiento en Pleno y todo el pueblo de Marmolejo, se hizo entrega de las medallas de la villa y el bastón de mando de alcaldes perpétuos a Ntra. Sra. de la Paz y a San Julián. La primera Romería de San Julián se celebró, como hemos visto, el 28 de enero del año 1950 dejando de celebrarse a los pocos años. En 1997, la Junta de Gobierno existente decidió reanudar la celebración de dicha Romería en el primer Domingo del mes de Septiembre, el día más cercano a la Conmemoración de San Julián que tiene lugar el día 5 de septiembre. Esta fecha es la verdadera fiesta de San Julián junto con el 28 de enero; pero que fue cambiada al día 13 de agosto por haber sido trasladada por el Ayuntamiento a esta fecha la feria en honor de San Julián. En el año 2000 el Ayuntamiento realizó un arco a la

Romería de San Julián a primeros de septiembre


En enero de 1950 el Alcalde Francisco Rivillas Peña mandaba colocar carteles, animando a recibir al Ministro de Agricultura Carlos Rein Segura, que iba a visitar Marmolejo el 28 de enero de 1950 para la bendición de la Ermita de San Julián en el Cerro del pimiento y para repartir títulos de parcelas a los colonos. Así decía el cartel: ¡¡PUEBLO DE MARMOLEJO!! En la finca de San Julián y sitio Cerro del pimiento, se alza hoy una ERMITA construida por el Instituto Nacional de Colonización; en ella ha de tener su trono nuestro excelso Patrón San Julián; a sus pies se extienden las tierras parceladas. EL DÍA 28 DEL ACTUAL, será inaugurada esta ERMITA: Sobre su altar se alzará la Imagen del bendito Patrón: En la misma fecha se hará entrega de títulos y ganados a los colonos. EL EXCMO SR. MINISTRO DE AGRICULTURA... visita en este día Marmolejo para presidir estos actos: ¡Primera vez que una tan alta Jerarquía de la autoridad nacional visita oficialmente nuestro pueblo! Acontecimientos son estos para Marmolejo que deben levantar su ánimo en explosión de fiesta y alegría, arraigando en su alma con entusiasmo desbordante. EL DÍA 28 DE ENERO DE 1950... para Marmolejo se inaugura una etapa de prosperidad, empieza a tener satisfacción un ansia de vida buena, un deseo de mejoramiento; ¡los lamentos, las quejas hondas de siempre, los afanes diarios, los anhelos constantes, ven realidades que prometen y dan bienestar! ¡¡ESTO VIENE A PRESIDIR EL EXCMO. SR. MINISTRO DE AGRICULTURA!! Desde las alturas del Gobierno de FRANCO, un emisario providente viene a nosotros: ¡Títulos a colonos que van a ligar su trabajo con el amor a una tierra que ahuyenta la miseria de su hogar! ¡Consagración de una ERMITA al excelso Patrón de San Julián, que presidirá sus tareas con bendiciones para el espíritu que no vive solamente de pan! !ESTO SE CELEBRA EL DÍA 28 DE ENERO DE 1950! Entrelazado feliz de acontecimientos que han de ser fuente de prosperidad para vida material, a la vez que promesa de paz serena y honda para las buenas conciencias de recto pensar y de sentir derecho. Por lo que en ella se va a hacer, esta fecha es ya suficientemente señalada; pero por lo que en ella se puede conseguir y por lo que a partir de ella se puede lograr..... en vuestras manos está gran parte del esfuerzo para que sea fuente abundante de fecundidad insospechada para nuestro amado pueblo. ¡ACUDID TODOS CON ENTUSIASMO! ¡TODOS A LA ROMERÍA DEL PUEBLO A SAN JULIÁN ! Lluvia y sol necesitan nuestros campos para su fertilidad; lluvia y sol os pide también a vosotros este dia 28, Lluvia de vítores, lluvia de alegría, lluvia de gratitud, lluvia de reconocimiento, lluvia de gozo, de anhelos vibrantes, de expresiones encendidas de fervorosas aclamaciones, y .... . sol, sol, calor del espíritu, calor de entusiasmo íntimo, muy sentido, muy ardiente, contagioso, arrollador. ¡Contagiad en vuestro entusiasmo al Excmo. Sr, Ministro de Agricultura! ¡Hacerle vibrar con vuestros sentimientos! ¡Engalanad vuestras fachadas! ¡adornad vuestros balcones y ventanas! ¡Aparejad con los mejores arreos vuestros ganados, vuestros carros, vuestros coches! ¡Acudid co todo el entusiasmo a la GRAN ROMERÍA de esta fecha! ¡¡MARMOLEJEÑOS!! Como en uno de los días de mejor y mayor fiesta, todos en pie, el día 28.¡Todos en Romería hasta la Ermita de San Julián!


El 28 de enero de 1950, con el traslado de la Imagen de San Julián y la Bendición de la Ermita del Cerro del Pimiento, da comienzo la Romería de San Julián, que tan sólo durará unos pocos años. Sin embargo, perdurará hasta casi nuestros días la costumbre de que la Hermandad vaya este día a la Ermita del Cerro del Pimiento. En 1997 se reanudará esta Romería pero no ya en enero, sino el primer Domingo de septiembre.

Distintas fotografías de la celebración de la Romería de San Julián en la Ermita del Cerro del Pimiento en la década de los 50, el día 28 de enero, onomástica de San Julián.



VIII. Hermandad de la Virgen de los Dolores Orígenes de la Hermandad en el siglo XVIII En el año 2000, Agustín Barragán publicó el libro “La Cofradía de la Soledad de Marmolejo en el Siglo XVIII”, fruto de la investigación de legajos y documentos del Archivo Histórico Diocesano de Jaén. Gracias a este estudio conocemos la fundación y trayectoria de esta Hermandad en el siglo XVIII. Los primeros Estatutos del siglo XVIII afirman claramente que es una cofradía de nueva creación, por lo que sabemos la antigüedad de la misma: el 28 de enero de 1733. Establecen también la fecha del sorteo de los cargos, concretamente en Pascua de Resurrección en la “Dominica in albis” (Octava de Pascua). Por otra parte, para la organización de las procesiones, establecen una reunión el Domingo de Ramos. En su origen, la Hermandad de la Soledad no era una cofradía de mujeres, sino tan sólo de hombres. El número de cofrades sería siempre el mismo: treinta; de modo que sólo entraba un nuevo cofrade en sustitución de otro de los treinta que causara baja por cualquier motivo. El primer testimonio que los documentos ofrecen sobre la marcha de la Cofradía de la Soledad desde su fundación data del año 1735, sólo dos años después. Asistimos a algo relativamente habitual en el mundo cofrade: las rivalidades. Todo comienza el día cinco de agosto de 1735 porque el obispo, D. Manuel Orozco Manrique de Lara, hace un decreto por el que se ordena que se hagan rogativas por los enfermos y por la salud pública, probablemente por causa de alguna epidemia o enfermedad generalizada. Con este motivo, el Párroco decide hacer un traslado procesional de la imagen de la Virgen del Buen Suceso, que se veneraba en la Ermita de la Vera Cruz (en uno de los documentos se le llama por primera vez “Ermita de Nuestro Padre Jesús”), a la Parroquia, donde se haría una novena para, al fin de la misma, llevar de nuevo la imagen de la Virgen a la Ermita, con la asistencia de la representación de todas las cofradías en las dos procesiones.

Imagen de la Virgen de los Dolores anterior a la Guerra Civil, adquirida por la familia Burlo-García (Juan Luis Burlo Gónima y Marina García del Prado)


representaciones de todas las Hermandades. Sus cofrades vestían de túnicas negras, ribeteadas con adornos morados. El capirote era también negro... Cíngulo y botonos blancos” (Manuel Muñoz, o.c., 186).

El problema que esto origina es que parece que la Cofradía de la Soledad quiere llevar el lugar de preferencia en la procesión (por ser la Virgen, su titular, desde el punto de vista teológico más importante que el Apóstol San Juan), y los cofrades de San Juan Evangelista creen que son ellos los que deben llevar dicho puesto de preferencia, por la razón de que la Cofradía de San Juan Evangelista es más antigua, frente a la de la Soledad que, en ese momento, es la más nueva de las que existen en el pueblo. Aparentemente, el proceso incluye a todas las cofradías; de hecho, se le hace saber a todas que dicho proceso está en marcha. Me limito sólo a nombrar las cofradías que existían en esta época implicadas en los desfiles: Nuestra Señora de la Paz, Jesús Nazareno, La Santa Vera Cruz, El Santísimo Sacramento, San Julián, Nuestra Señora del Rosario y por último, San Juan Evangelista. Además, aunque no implicadas en el proceso, existían las cofradías de: San Sebastián, San Juan Bautista, Santas Ánimas y por último, Santos Máximo, Magno y Casto (éstos eran, según la tradición, los Santos que padecieron martirio en Marmolejo en época del Imperio Romano). En 1754 la Cofradía de la Soledad pasó por una mala situación económica, que provocó su declive. No se volvió a organizar hasta 1778, con lo que dejó de formar parte de la Semana Santa marmolejeña por un espacio de unos 24 años.

La primitiva Imagen de la Virgen de los Dolores, desaparecida durante nuestra guerra civil, fue donada por los abuelos de Marina Burlo, Juan Luis Burlo Gónima y Marina García del Prado, padres de José Burlo García del Prado, esposo de Socorro Ortí García.. Se trataba de una bella imagen que contaba con una gran devoción popular. Esta Imagen de la Virgen era muy semejante a la actual. Fue destruida con todas las demás (excepto la de Jesús) durante la Guerra. Igualmente perecieron algunas personalidades vinculadas a la Junta Directiva de esta Cofradía: Juan Luis Burlo Gónima (antiguo alcalde del partido conservador y administrador del Balneario) y Juan Solís Pedrajas (comerciante, y liberal). La imagen actual fue donada por la familia BurloOrti (José Burlo García del Prado, hijo del alcalde Juan Luis Burlo Gónima, asesinado en la Guerra Civil, y Socorro Orti García, nieta de Ortí Lara) quienes también se encargaron de regalar todo el vestuario y demás accesorios. Fue encargada en Córdoba, a semejanza de la mujer cordobesa.

La Hermandad a principios del Siglo XX

El Paso Procesional

Sabemos que a principios del siglo XX sigue existiendo esta Cofradía de la Virgen de los Dolores. En 1920 el Párroco de Marmolejo Don Francisco de Paula Aranda Cabrera presenta al Obispado un informe en el que describe las Hermandades existentes en la Parroquia, a saber: la Cofradía de la Virgen de los Dolores, Virgen de la Cabeza, Nuestro Padre Jesús, Santo Sepulcro, San Juan Evangelista y Virgen de la Paz y San Julián. En esta época, la Virgen de los Dolores tenía su Capilla en el mismo lugar donde está actualmente. En este tiempo, principios del siglo XX, la Virgen de los Dolores acompañaba el Jueves Santo por la tarde el Paso del Señor de la Columna (Azotes). También cerraba la Procesión de Nuestro Padre Jesús, el Viernes Santo por la mañana. Por último, a las doce de la noche del Viernes Santo, en la madrugada del Sábado Santo, “salía la Procesión de la Soledad, acompañada de

En los años 40 la Virgen procesionaba en unas andas cedidas por la Hermandad de Jesús. En los años 43-44, se encargan unas nuevas al Taller de Alfonso Plaza, según testimonio de Isidoro Real, que en aquella época contaba con 12 años y era alumno del maestro Plaza. En los años 60, Petra Lozano Pérez, propietaria del Hotel Central, y un señor de Sevilla llamado José Moreno se encargaron de comprar un Paso nuevo tallado, que es el actual. Durante bastantes años, el Paso de la Virgen salió sin dorar, en madera natural. Fue dorado a partir de octubre de 1993 por Rafael Cabrero y Trinidad Ramírez, discípulos de D. Mario Palma Burgos, hermano del famoso escultor de Málaga Francisco Palma Burgos. El trabajo de dorado duró nueve meses y costó un millón de las antiguas pesetas. La Hermandad de la Virgen de los Dolores tardó dos años en realizar el pago. Este fue posible gracias a la labor incansable de la tesorera de

La imagen de la Virgen de los Dolores


Procesión de la Virgen de los Dolores en los años 20 por la calle Palacio Valdés (esquina de Ortí Lara). Donde hoy está la Caja Rural había una Pensión con un gran portal. La Procesión es de día, porque la Virgen de los Dolores acompañaba al Señor de los Azotes (el Jueves Santo por la tarde) y a Nuestro Padre Jesús (el Viernes por la mañana). Esta Imagen y el Paso desapareció en la Guerra Civil. Tan sólo se salvó el manto de salida, que estaba guardado por la familia Burlo.


Procesión de la Virgen de los Dolores en 1942 con las andas prestadas de la Cofradía de Jesús.

entonces, Ana María Cerezo (“la chirrica”), que realizó un tapete de croché y una mantelería de punto de cruz para rifarla y sacar dinero. En el año 2003 se incorporó al Paso una Cruz (con sudario), donada por los Hermanos Majuelos y tallada por Jerónimo Peña. También se le había puesto la candelería en 1999, realizada y donada por los hermanos Real, capataces del Paso.

Gabriel González Jurado (década de los 70 y 80), Manolo y Kiko Real (a partir de 1990), que son los actuales capataces. En el 1999 se hizo entrega de una placa a cada uno de los 16 costaleros en agradecimiento por su colaboración con la Hermandad. En 2006 se entregó la medalla de la Virgen de los Dolores a los costaleros, a pesar de ser una medalla exclusiva de las hermanas de la Cofradía.

Los capataces del Paso La Junta Directiva de la Hermandad El primer capataz del trono de la Virgen fue Alfonso Plaza Padilla, siendo los costaleros la mayoría de los jóvenes que trabajaban en su carpintería. Los siguientes capataces fueron Alfonso Plaza Minaya (hasta el 59), Antonio “el Palaíno”, Isidoro Real (década de los 60),

Sabemos que antes de la Guerra Civil la Cofradía de la Virgen de los Dolores y su Junta Directiva estaba formada por hombres. Al terminar la Guerra, algunos miembros de la antigua Cofradía intentaron reorganizar la


Foto de la Virgen de los Dolores por la Calle Hospital, a finales de los años 40. A mediados de los años 40, se encargó este Paso al Taller de Alfonso Plaza, según testimonio de Isidoro Real, que en aquella época contaba con 12 años y era alumno del maestro Plaza. En los años 60, Petra Lozano Pérez, propietaria del Hotel Central, y un señor de Sevilla llamado José Moreno se encargaron de comprar para la Soledad un Paso nuevo tallado, que es el actual. El Trono del Maestro Plaza pasó más tarde al Cristo de la VeraCruz.

Alfonso Plaza Padilla: Nacido en Andújar en 1887, instaló su taller de carpintería en Marmolejo por los años 20, primero en la calle Ortí Lara, y luego en Zapateros (C/ Navazo). Realizó en la posguerra las andas de Jesús y de la Virgen de los Dolores. Natural de Andújar 1887-1962


Virgen de los Dolores en los años 40

Cofradía, pero sin éxito. Eso sí, siempre acompañó el Paso de la Virgen de los Dolores un pequeño resto de aquella primitiva Hermandad: Andrés Vidal, Manolo Agudo, Manolito Muñoz, Diego Alberto Zaragoza… Tras la Guerra Civil no había una Junta Directiva propiamente dicha. Esta función la realizaba la donante de la imagen, Socorro Orti García (nieta de Ortí Lara y esposa de José Burlo García del Prado), que fue la primera camarera de la Virgen, y sus hijas Marina Burlo Ortí y Angelina Burlo Ortí, las encargadas de arreglar a la Virgen, ayudadas por Petra Lozano e Isabel Torres, quienes se encargaban al mismo tiempo de organizar el desfile procesional. Según testimonio de Ana María Cerezo y otras hermanas de la Cofradía, la primera Presidenta

propiamente dicha fue Petra Lozano Pérez, que contó con la ayuda de Trinidad Valenzuela Mostacho (esposa de Pedro Pastor, el dueño de tejidos "El Gran Poder"), como tesorera, y María Angustias Martín Sola (esposa de Ramón Herrera Pamos), como vocal. Las medallas se empezaron a utilizar entre las hermanas de la Cofradía sobre los años 60. Posteriomente, en los años 70 se responsabilizó de la Hermandad Mª Angustias Martín Sola, ayudada por Trinidad Valenzuela (como tesorera). A finales de los 70 y principio de los 80 entró como presidenta Juliana Navarro Rivas (“Tanti”) siendo la tesorera Ana María Cerezo Fuentes. En esta etapa se doró el paso que estaba tal y como se había comprado. Este trabajo lo realizó el yerno de Pura, la mujer de


Cañaveras. También se confeccionaron y presentaron en el Obispado los Estatutos en 1.993. Y se colaboró proporcionalmente, con la Cofradía de la Esperanza y de la Veracruz en la adquisición del local de pasos. La primera Junta Directiva, elegida como tal por las Hermanas, una vez aprobados los Estatutos por el Sr. Obispo, aparece en 1996 y estuvo formada por Pilar Lozano Coba (Presidenta), Paqui Relaño González (VicePresidenta), Amparo Mena Martínez (Secretaria), Ana María Cerezo Fuentes (Tesorera), Paqui Martínez Gago, Mari Castro Macet, Rosario Ruiz Vergara, Conchi Rus Parrado, Isabel Hinojosa Sánchez, Antonia González Coba, Juana Vallejo Priego y Alfonsa Lozano Coba (como Vocales y colaboradoras) y Petra Robles Perales (Camarera). En 1998, la Asamblea General de Hermanas, que se celebra cada año el 15 de septiembre, propuso al Párroco el cambio de hora de la Procesión de la Soledad, de las 12 horas de la noche, a las 10,30 horas del Viernes Santo. Igualmente la Cofradía propuso realizar el encuentro entre el Cristo de la Vera-Cruz y el Santo Entierro y la Virgen de los Dolores. El Párroco de entonces, Don José Araque, lo propuso al Consejo Parroquial y se aprobó para la Semana Santa de 1999. También en septiembre de 1998 se llevó a cabo la restauración de la imagen de la Virgen de los Dolores. El trabajo estuvo a cargo de Miguel Ángel Carmona Carmona, restaurador de Arjonilla, que realizó una limpieza de la imagen, fijó la madera, retocó la policromía, añadió algunas lágrimas desaparecidas, y cambió las pestañas por pelo natural. Esta restauración costó alrededor de 500.000 pesetas. A partir de 1999, dejan la Junta Paqui Martínez Gago, Mari Castro Macet, Conchi Rus Parrado, Isabel Hinojosa Sánchez, Antonia González Coba. Y entran a formar parte de ella: Marina Pérez Correas y María Juliana. Y queda de la sieguinte manera: Pilar Lozano Coba (Presidenta), Paqui Relaño González (VicePresidenta), Amparo Mena Martínez

En 1989 fue restaurada la imagen de la Virgen de los Dolores. Por Miguel Ángel Carmona Carmona, restaurador de Arjonilla.


Capilla hasta 2004

Capilla desde 2004 a 2005

(Secretaria), María Juliana Lara Lozano (Tesorera), Rosario Ruiz Vergara, Juana Vallejo Priego, Alfonsa Lozano Coba y Marina Pérez Correas (como Vocales y colaboradoras) y Petra Robles Perales (Camarera). En el año 2002, entró como Presidenta de la Hermandad Rosario Ruiz Vergara; a la Vice-Presidencia pasó Pilar Lozano Coba, Amparo Mena continuó como Secretaria (hasta el año 2004 que entró Manoli Rivillas Blanco) y como Tesorera continuó María Juliana Lara Lozano. Las vocales y colaboradoras fueron Paqui Relaño

González, Mariana Nieves Flores, Marina Pérez Correas, Ana María Casado Barragán, Puri Nieves Cano, Alfonsa Lozano Coba y Salvadora Barragán Martínez. Como camarera continuó Petra Robles Perales. Sobre el año 2000, la Hermandad de la Virgen de los Dolores arregló y pintó la Capilla donde se halla su imagen titular. A pesar de ello, la Virgen continuaba estando en una hornacina oscura y sin iluminación. Al llegar de Párroco D. Julio Segurado en agosto de 2003, inmediatamente colocó un foco que iluminaba la cara de la


En septiembre de 2004 la Asamblea General de Hermanas aprobó, a propuesta del Párroco D. Julio, realizar un Retablo en pan de oro para su titular. Dicho retablo se encargó a los Talleres de Arte-Martínez por valor de 15.000 €. La Parroquia donó 3.000 € y pidió en varias colectas para este fin. La Hermandad de la Virgen de los Dolores aportó 10.600 €. El retablo, que mide 5 metros de altura por 3 metros de anchura, fue colocado el 23 de agosto de 2005. Está realizado todo en madera de pino, con molduras y columnas macizas. El acabado es en pan de oro y en marmoleado.


Virgen de los Dolores, y otro para el Cristo de las Aguas, con lo que la Capilla comenzó a tener más iluminación. En mayo de 2004, los restauradores del Templo Parroquial dieron pan de oro y colores pastel a la Capilla de la Virgen, intentando que ganara en luminosidad y perdiera en oscuridad. Este mismo año, la Asamblea General de Hermanas aprobó, a propuesta del Párroco D. Julio, realizar un Retablo en pan de oro para su titular. Dicho retablo se encargó a los Talleres de Arte-Martínez por valor de 15.000 €. La Parroquia donó 3.000 € y pidió en varias colectas para este fin. El resto lo aportó la Hermandad de la Virgen de los Dolores. El retablo, que mide 5 metros de altura por 3 metros de anchura, fue colocado el 23 de agosto de 2005. Está realizado todo en madera de pino, con molduras y columnas macizas. El acabado es en pan de oro y en marmoleado. A finales de 2005, entró una nueva Junta Directiva formada por Rosario Ruiz Vergara (Presidenta), Marina Pérez Correas (Vice-Presidenta), Rocío Vicaria Medina (Secretaria), María Dolores Pérez Correas (Tesorera), Rosa Muñoz Fernández, Ana Gallardo Lozano, Pepa Romero Molinero y Petri Merino Pérez (como Vocales) y Petra Robles Perales (Camarera). Esta Junta propuso realizar un manto de vista para la Virgen de los Dolores, a fin de preservar el manto de salida. También encargó una saya para la Titular. Ambos proyectos han sido realizados a lo largo de 2007. Actualmente tiene encargado un nuevo Estandarte de la Cofradía, que se espera estrenar el 15 de septiembre de 2008. En los últimos años, hay constancia de las siguientes Hermanas Mayores: 1997 Maria Juliana Lara Lozano, 1998 María Juliana Lara Lozano, 1999 Estrella Navarro Perales, 2000 Juana Casado Ruiz, 2001 Raquel Perales Toribio, 2002 Isabel Jurado Casado, 2003 Mari Carmen Fuentes Garrido, 2004 Mariana Real Torralbo, 2005 Manoli Sorroche Nieves, 2006 Ana Mari Casado Barragán, 2007 Petri Merino Pérez, y 2008 Agustina Vicaria Pérez.

El actual Paso de la Virgen de los Dolores fue adquirido en Sevilla por Petra Lozano y José Moreno en los años 60, y dorado en Marmolejo en 1993 por Rafael Cabrero y Trinidad Ramírez.


IX. Cofradía de la Virgen de la Esperanza La Cofradía de la Virgen de la Esperanza y Jesús Preso es la más joven de cuantas componen la Agrupación de Cofradías de nuestra Parroquia de Marmolejo. En la actualidad, esta Cofradía continúa caracterizándose por el silencio, recogimiento, orden procesional, que realmente impresiona a quien los contempla. La fecha fundacional de esta Cofradía data del año 1954, gracias a un grupo de marmolejeños amantes de la Santísima Virgen (Felipe Zabala Sáez, Niceto Oropesa Reyes y Bartolomé Pastor Soriano, entre otros) que con nueva savia e ilusión quisieron formar una comunidad de fe por medio de una Hermandad de Semana Santa. Para ello se reunieron con el incansable y trabajador D. Manuel Maroto Castro, Párroco de Marmolejo de 1945 a 1956, dando con ello comienzo la andadura de la Cofradía. Era el día 14 de Noviembre de 1954, a las 20:30 h., cuando unos 40 vecinos de la localidad del gremio de comerciantes, se reúnen en el salón de actos de la Parroquia junto al Párroco para crear la COFRADÍA DE LA VIRGEN DE LA ESPERANZA (posteriormente a esta Cofradía se le unirá otro titular, Jesús Preso). La Cofradía nace este mismo año con 180 hermanos, y se elige en esta reunión la primera Junta de Gobierno: Pedro Jurado Fernández, como Presidente; Antonio Lozano Medina, Vicepresidente; José Gutiérrez Alcalá (persona muy querida en el pueblo), Secretario; Bartolomé Pastor Soriano, Tesorero; Francisco Jiménez Teba, Felipe Zabala Sáez, Francisco Solís Padilla, Ignacio Palomares Solís, Manuel Rivillas Romero y José Godoy Torralbo, como Vocales; Juan José Relaño Aguirre, Capataz del paso. En esta misma fecha son aprobadas las reglas de la Cofradía. El traje de estatutos estará compuesto por túnica blanca con botonadura verde y ceñidor o cíngulo verde y oro, antifaz enhiesto por el capirote y capa también verdes. Las insignias de la Cofradía son el Gallardete y los báculos o cetros. El Gallardete será de color verde y flecos de oro, llevando en el centro una reproducción del busto de la Virgen. Los cetros por su parte, llevarán en la parte superior reproducidos los escudos y distintivos de la Cofradía. Como la Cofradía era novicia y se encontraba sin titulares, los organizadores de la Hermandad, que eran

Imagen de la Virgen de la Esperanza a su llegada a Marmolejo en 1956


El 5 de Marzo de 1955, la Junta de Gobierno autoriza al Secretario, José Gutiérrez Alcalá para que se ponga al habla con nuestro paisano residente en Sevilla, Francisco Caballero Alcalá, para que le acompañase en la misión de encargar la talla de la imagen de la Virgen de la Esperanza al escultor sevillano Antonio Eslava Rubio, el mismo que había realizado la Virgen de la Esperanza de Jaén en 1954. El 25 de Marzo de 1956, Domingo de Ramos, Pedro Jurado Fernández, José Gutiérrez Alcalá y Francisco Pérez Valdellor (conductor del camión) recogen la imagen y la traen a Marmolejo, donde permanecerá en casa del Secretario José Gutiérrez hasta que se realice el Altar. Fue el Jueves Santo, 29 de marzo de 1956, cuando la actual imagen de la Virgen de la Esperanza procesionó por primera vez por las calles de Marmolejo.


comerciantes, deciden enviar una Comisión formada por los Hermanos Felipe Zabala Sáez y José Gutiérrez Alcalá a Jaén, para pedir prestada la imagen de la Virgen de la Esperanza (Imagen que se venera en la Parroquia de Cristo Rey), propiedad de sus amigos del Colegio de Agentes Comerciales de Jaén (que acaban de fundar la Cofradía de la Esperanza en la capital) para que procesionase por las calles de nuestro pueblo. El día 7 de abril de 1955, Jueves Santo, se cumple tamaña ilusión y se comienza a procesionar en Marmolejo la Virgen de la Esperanza, que llevó un gallardete de terciopelo pintado a mano y confeccionado por la Hermana Mª del Carmen Zabala de la Coba. Anteriormente, el 5 de Marzo de 1955, la Junta de Gobierno había autorizado al Secretario, José Gutiérrez Alcalá para que se pusiera al habla con nuestro paisano residente en Sevilla, Francisco Caballero Alcalá, para que le acompañase en la misión de encargar la talla de la imagen de la Virgen de la Esperanza al escultor sevillano Antonio Eslava Rubio, el mismo que había realizado la Virgen de la Esperanza de Jaén en 1954. El 25 de Marzo de 1956, Domingo de Ramos, Pedro Jurado Fernández, Andrés Pastor (”Gabano”), José Gutiérrez Alcalá y Francisco Pérez Valdellor (conductor del camión) recogen la imagen y la traen a Marmolejo, donde permanecerá en casa del Secretario José Gutiérrez hasta que se realice el Altar, ubicando su residencia canónica en la Iglesia de Jesús para estar expuesta a la veneración pública. Fue el Jueves Santo, 29 de marzo de 1956, cuando la actual imagen de la Virgen de la Esperanza procesionó por primera vez por las calles de Marmolejo; dada la premura de tiempo, la Imagen procesionará este primer año con el vestido de novia donado por la hermana Manolita Sena Ruiz. El día 13 de noviembre de ese mismo año 1956 comienzan las obras del Altar en el lugar que anteriormente había designado D. Manuel Maroto. Los albañiles que lo realizaron fueron José Puentes Torres y José Real y el carpintero Manuel Pastor Pedrajas. La Junta de Gobierno y el Hermano Mayor, Antonio Guirado Pastor, decidieron introducir dos botellas lacradas antes de cerrar la bóveda, en la parte inferior de la hornacina, con la historia de los comienzos de la Hermandad para estudio y enriquecimiento de las futuras generaciones. Puesto que la economía de la Hermandad no era muy boyante en el momento de emprenderse la obra, se pudo correr con los gastos de ésta gracias a las facilidades que proporcionó el

En 1956 Don Manuel Maroto donó la Imagen de Jesús Preso a la Cofradía de La Esperanza Maestro de obras. En el mes de Diciembre de 1956 la Santísima Virgen ya se encuentra en su Altar expuesta a la veneración pública, celebrando su onomástica el día 18 de diciembre. En 1949, por mandato del Párroco D. Manuel Maroto, la Imagen de Jesús Preso (que se veneraba en una Parroquia de Jaén, ignoramos cual) fue traída a Marmolejo por Emilio Pérez Campoy, Antonio Ortega Quesada, Pedro Perales Yedra y Miguel Navarro Molina,


Procesión de 1963: Juan Salas, Alfonso Merino Gómez (Vocal), Juan Díaz Criado (Hermano Mayor), Francisco Rivillas Peña (Alcalde), Antonio Lozano Medina (Presidente) y José Perales. El militar de la izquierda es Antonio Peña Romero (estaba en la Academia de Zaragoza, y se retirará de General)

Puerta de la Iglesia, frente al Hotel Central. Aparecen José Perales, Juan Salas, uno de los mellizos (Andrés o Paco Pastor), Alfonso Merino Gómez, Andrés Lozano, General Juan Díaz Criado, Antonio (“ronquito”), Alcalde Francisco Rivillas, Antonio Lozano, Guardia Civil Carranza, Pedro Luque Lozano, Mariano el Municipal, Antonio Peña Romero (Academia de Zaragoza, retirado de General), otro municipal: el Serenillo. La cantidad de militares y guardias civiles se explica por la presencia del General D. Juan Díaz Criado, el aviador, Hermano Mayor de la Cofradía en 1963 y 1964.


Procesión de 1963 en la que se estrena el nuevo paso, tallado por Matías Reca Palomino y Manuel Pastor Pedrajas (Abajo a la derecha). El capataz es Juan José Relaño Aguirre

hermanos luego que lo fueron de esta Hermandad, y permaneció sobre una mesa en la Iglesia de Jesús. El Jueves Santo de 1956, a la vez que se estrenaba la Imagen de la Santísima Virgen de la Esperanza de Marmolejo, procesionaba también, por deseo y mandato de Don Manuel Maroto, esta Imagen de Jesús Preso. Por lo que a los dos años de su fundación, la Hermandad pasa a denominarse COFRADÍA DE LA VIRGEN DE LA ESPERANZA Y JESUS PRESO. En 1957 D. Pablo Martín de la Sierra y García Carpintero, párroco de Marmolejo desde septiembre de 1956 a finales de 1966, concedió la hornacina de Jesús Preso y se colocó enfrente de la Virgen de la Esperanza, lugar donde se encuentra actualmente. La talla de Jesús Preso es de madera y mide 1,95 m. Está atado a la

columna a la altura de la cadera izquierda y la mano derecha descansa sobre la izquierda. La cabeza ligeramente inclinada hacia la derecha. Está vestido con faldilla cruzada y anudada a la derecha. Tiene potencias con 3 resplandores en forma de hoja acorazonada y pelo y barba largas, mirada triste y dolorosa. Se estima que procede de los talleres Imagineros de Granada de comienzos del siglo XX. El 20 de Febrero de 1957 se celebra Asamblea General a petición del Presidente, Pedro Jurado Fernández. El motivo es la presentación de su dimisión por lo que se elegirá una nueva Junta Directiva: Antonio Lozano Medina, como Presidente; Bartolomé Borrego Solís, Vicepresidente; José Gutiérrez Alcalá, Secretario; Juan Jiménez Comino, Vicesecretario; Francisco Jiménez


Teba, Tesorero; Antonio Ortega Quesada, Vicetesorero; Juan José Relaño Aguirre, Capataz del Paso; Juan Vergara Villar, Francisco Vicaria Vergara, Alfonso Merino Gómez, Pedro López Vicaria y Agustín Padilla García, Vocales; Ángel Pastor Luque, lleva el Gallardete; Pilar Madera Ruiz, Paulina e Isabel Alcalá Vicaria, Camareras. La etapa de oro de esta Cofradía dará comienzo a partir de 1963, cuando se empieza a trabajar por el embellecimiento del Paso y del ajuar de la Imagen. El carpintero Manuel Pastor Pedrajas comenzó el Trono para la Virgen de la Esperanza con la colaboración del tallista de Andújar, Matías Reca Palomino. En la Procesión de penitencia del Jueves Santo de 1963 aparecerá la Virgen de la Esperanza sobre su nuevo “Paso” (verdadero trono, todo él de preciosa talla, encaje de buril sobre recia madera) y bajo su nuevo Palio, de rico terciopelo, que se levantará sobre 8 varales de plata repujada y cincelada (realizados en el taller de los Hermanos Angulo en Lucena, Córdoba). En este mismo año se estrenarán otras prendas para la Señora de la Esperanza, como el rostrillo, el pechero y el velo, ejecutados en finos tules y encajes y el traje blanco de tul (donado por Pepi Ruiz Martínez al contraer matrimonio). La imagen de Jesús Preso, por su parte, procesionaba mientras tanto en andas más sencillas. Este mismo año, la Junta de Gobierno había decidido nombrar Hermano Mayor Honorario Perpetuo a D. Juan Díaz Criado (más conocido como “el aviador”), quien en agradecimiento envía una carta el 11 de Marzo de 1963 expresando su gratitud y anunciando su intención de donar su fajín de General a la Santísima Virgen (acababa de ser ascendido a General de Intendecia en enero de 1963). Esta donación se realizó, a los pocos días, el 20 de Marzo de 1963 en la Parroquia de Ntra. Sra. de la Paz, donde fue trasladada la Virgen de la Esperanza para la ocasión. El 21 de Marzo de 1963, en casa del homenajeado, sita en calle Coso, nº 2, le fue impuesta la medalla y el cetro y se le hace entrega del título de Hermano Mayor Honorario Perpetuo de la Cofradía, siendo Párroco D. Pablo Martín de la Sierra y García Carpintero, Presidente de la Cofradía Antonio Lozano Medina y Secretario, José Gutiérrez Alcalá. El día 3 de Octubre de 1963, D. Juan Díaz Criado, General del Ejército del Aire, casado con Dña. Catalina Navarro, hace donación de una tela traída desde Lyon (Francia), en terciopelo verde, para el manto de la Virgen.

Estandarte y Procesión de la Esperanza

En el mes de noviembre de 1963 la Junta de Gobierno se pone en contacto con las Hermanas Esclavas del Santísimo y de la Inmaculada de Córdoba, para que borden el manto y esté listo para el Jueves Santo de 1964. Cuando estuvo terminado no había dinero suficiente para pagarlo y gracias a nuestra paisana Sor Margarita Lozano Gutiérrez, que medió con las religiosas del Convento, se amplió el plazo para poder terminar de pagarlo. Con este fin, se realizaron todo clase de actividades: rifas, obras de teatro, venta de lotería, recogida de donativos... Un ejemplo de ello fue la colaboración de Manuel Muñoz López (popularmente conocido como Manolito Muñoz) que organizó varias funciones de teatro con su Cuadro Artístico, formado por artistas aficionados locales. Una de


ellas fue representada el 28 de Febrero de 1966 a las 10 de la noche. Era una graciosa, alegre, chistosa y divertida comedia cómica en tres actos titulada ¡VAMONOS PA CAI! En el entreacto actuó también la célebre Orquesta local PARAÍSO. Esta orquesta la formaban parte de los músicos de la Banda Municipal y amenizaban bodas, bailes, fiestas, etc. Solían tocar los siguientes músicos: Manuel Barragán Garrido (trompeta), Francisco Serrano Merino (contrabajo), Antonio Godoy Ruiz (trompeta), Pedro Serrano (saxofón), Julián Ruiz Velasco (batería) y Pedro Molina (saxofón). La siguiente Junta de Gobierno se elegiría el 21 de enero de 1967 tras convocarse Asamblea General en el Salón de Actos de la Parroquia, con la asistencia del párroco D. Francisco Álvarez Martínez (1967-1972) y quedaría formada por Juan Vergara Villar (como Presidente), Agustín Padilla García (Vicepresidente), Rafael Blanco Zabala (Secretario), José Blanco Pastor (Vicesecretario), Francisco Jiménez Teba (Tesorero), Mariano Ruiz Martínez (Organización), Luis Toribio Vicaria y Antonio Ruiz Sánchez (Capataces del paso), Vicente Barrera Robles, Antonio Torralbo Vergara, Luis Vilamala Sánchez, Juan Espino Criado, José María Pérez Lozano, José Pérez Gabarrón, Manuel Gómez Casado, Alfonso Ruiz Vicaria, Alfonso Rejel Rivillas, Ricardo Armijo Chamorro (Vocales), Ángel Pastor Luque (Gallardete perpetuo), Pilar Madera Ruiz, Paulina e Isabel Alcalá Vicaria y Manuela Padilla Gómez (Camareras). El recién nombrado Presidente Juan Vergara Villar tomará la palabra para lanzar un reto a los hermanos cofrades, dándole a la Hermandad un marcado matiz social: “Las Cofradías no se crearon sólo para dar culto a las Imágenes y procesionarlas, sino que también se crearon para socorrer a los pobres, hacer obras de caridad y obras sociales, por ello, está en mi mente crear un “HOGAR” para los ancianos de nuestro pueblo”. Unos años después, tras una reunión celebrada por la Junta de Gobierno el 25 de Agosto de 1972, se acuerda nombrar una Comisión que se dirija al Párroco con esta cuestión y solicite su apoyo y parecer. A éste le pareció una gran idea y dio el visto bueno a la creación del Hogar de Ancianos “Virgen de la Esperanza”. Posiblemente para administrar este Hogar se creó la Asociación Benéfico-Social Virgen de la Esperanza, cuyos Estatutos fueron aprobados por la Junta de Andalucía el 9 de diciembre de 1981 y con domicilio social en Calle Principal, 2.

Hogar de Ancianos Virgen de la Esperanza en 1977. En el centro Juan Vergara a punto de entregar a Antonio Casado Sáez el Diploma para su padre Gabriel Casado Roncero como el Anciano Mayor. Era alcalde José Relaño Pérez.

En 1975 por mediación de D. José Martín Ureña, natural de Torredonjimeno, la Junta se pone en contacto con el Convento de Clausura de las Dominicas para que borden el nuevo Gallardete, ya que, el antiguo tenía 21 años y estaba bastante deteriorado. El 10 de Abril de 1976, víspera de Domingo de Ramos, en la entrevista que Ramón Herrera Pamos realiza al Presidente de la Hermandad, Juan Vergara Villar refiere la satisfacción que para la Cofradía supone el sostenimiento del Hogar de ancianos y el incremento de hermanos y hermanas que superan los 500. En este año de 1976 será Hermano Mayor Juan Antonio Espino España. Y la Virgen estrenará el nuevo Gallardete realizado por las Dominicas de Torredonjimeno, que costó 75.000 Ptas. El 3 de Noviembre de 1977, siendo párroco D. Cristóbal Jiménez Cobo y coadjutor D. Manuel Jiménez Cobo (conocidos como “los hermanos Jiménez”), se celebra Asamblea General en los Salones de la Parroquia, con la asistencia del Párroco, para tratar el estado de cuentas de la Cofradía y aceptar la dimisión de la Junta de Gobierno en pleno. Se aceptó la dimisión pero al ser sometida a votación por los hermanos asistentes, la Junta fue reelegida por mayoría absoluta, aceptando ésta la nueva reelección.


Ramón Herrera Pamos, Hermano Mayor en 1978, lleva por primera vez una medalla con ancla y Ave María y cordón verde que colgaba del cuello. Este hizo donación de ella para que los sucesivos Hermanos Mayores la lucieran, lo que viene ocurriendo desde entonces. Para el Jueves Santo de 1980 el Trono de la Virgen luce nuevas reformas. Se le añaden torneados nuevos, llevados a cabo por el maestro carpintero D. Gabriel Pastor Anguita, hijo de Manuel Pastor Pedrajas, y se le puso al Paso faldillas nuevas, ya que, desde 1967 no se habían cambiado. Igualmente se le instaló un palio y luz eléctrica nueva. Todo ello costó 97.000 ptas. El 25 de Marzo de 1985 con la asistencia del Presidente y del Hermano Mayor saliente (Mariano Ruiz Martínez) y entrante (Jacinto Reca Gómez) se somete a votación los cargos de Secretario, Tesorero y Capataz debido al fallecimiento de José Blanco Pastor, Francisco Jiménez Teba y Luís Toribio Vicaria respectivamente. También del Vocal Manuel Gómez Casado, aunque en este caso su renuncia fue voluntaria. Estos cargos se ocupan por periodo de 6 años y la Junta elegida será la que sigue: Juan Vergara Villar, Presidente; Agustín Padilla García, Vicepresidente; Antonio Robles Aguayo, Secretario; Pedro Luque García, Vicesecretario; José Alcalá Cardeña, Tesorero; Vicente Barrera Robles, Vicetesorero; Mariano Ruiz Martínez, Gobernador; Santiago Toribio Ruiz, Capataz del Paso; Antonio Torralbo Vergara, Juan Espino Criado, Ricardo Armijo Chamorro, Juan María Pérez Lozano, José Pérez Gabarrón, Alfonso Ruiz Vicaria, Ramón Galán Rodríguez y Miguel Blanco Pastor, Vocales; Paulina e Isabel Alcalá Vicaria y Manuela Padilla Gómez, Camareras; Nicolás Márquez Pastor, Gallardete. Es de destacar que a lo largo de los años se han ido incorporando a dicha Cofradía y custodiados por los responsables de las mismas diversos ornamentos, como por ejemplo: 9 cetros para los hermanos más jóvenes decidiéndose así mismo pintar el Altar de la Virgen y Jesús Preso que estaban muy deteriorados, lo que importó 36.000ptas. En 1985, siendo párroco D. Tomás Jurado Lérida (1985-1989) y Secretario de la Cofradía, Antonio Robles Aguayo, se redactan los Estatutos Generales para todas las Cofradías, así como para la Agrupación. Sin embargo, éstos nunca fueron aprobados. Habría que esperar a los años 90 en que el mismo Obispado creó un Estatuto Marco, que cada Cofradía debía adaptar a su propia

Procesión de 1980, siendo Hermano Mayor Juan Antonio Espino España

realidad e idiosincrasia. Las Juntas Directivas realizaron estas adaptaciones con la ayuda de los capellanes; posteriormente fueron presentadas a la asamblea general de todos los hermanos para su votación, y por último al Sr. Obispo para su aprobación. Coincidió esta época con la de D. Eduardo Navío Sánchez como párroco y D. Pedro Martos Fuentes, como coadjutor. El 29 de Marzo de 1987, el Presidente, Juan Vergara Villar y el organizador Mariano Ruiz Martínez proponen a la Junta que se adquieran 9 cetros pequeños más y un Gallardete que costaron 40.000 ptas destinados a los hermanos más pequeños, ya que estos podían acceder al honor de ser Hermano Mayor, siempre que su edad estuviese comprendida entre los 6 y 12 años. De esta manera son representados en la Semana Santa y se familiarizan con la Cofradía.


En 1987 la Cofradía se compone de 610 Hermanos (400 hombres, 160 mujeres y 50 niños). El 30 de Octubre de 1987 con la asistencia de todos los miembros y en el Salón de Actos del Hogar de Ancianos se propone el arreglo del Manto de la Virgen para que la Imagen pueda procesionarse de nuevo a hombros. En los orígenes, la Virgen era portada por costaleros. Con el paso del tiempo al decrecer el número de voluntarios y dado el envejecimiento de los primeros costaleros, se tomó la decisión de adaptar un sistema de rodamientos para poner el Trono encima (chasis) y de esta manera sólo se necesitaban dos o tres personas para portar a la Virgen. A finales de los 80 y comienzos de los 90, la Semana Santa marmolejeña va a conocer un nuevo despertar y paulatinamente todos los Pasos comenzarán de nuevo a ser portados a hombros. En 1988, el Secretario, Antonio Robles Aguayo, presenta la dimisión y se vuelve a renovar la Junta de Gobierno: este cargo de secretario lo ocuparía Antonio Torralbo Vergara y Vicepresidente, Pedro Luque García, y como nuevos vocales, Jacinto Reca Gómez, Manuel Majuelos Vicaria y Adolfo Castillo Quesada. Cesando en el cargo de Vocales a su vez, Ricardo Armijo Chamorro y Juan María Pérez Lozano. En 1989, estando la Cofradía en las calles haciendo estación de penitencia, llovió torrencialmente y como consecuencia de ello hubo que enviar el Manto de la Virgen a las RR.MM. de Córdoba, para su restauración, adquiriéndose así mismo seis tulipas nuevas que se le pusieron. Todo ello costó 145.000 ptas. A partir de 1990, a petición de un grupo de Hermanos jóvenes, se procesionará a Jesús Preso a hombros. Esta adaptación fue posible gracias al hermano cofrade y maestro Gabriel Pastor Anguita y también a Francisco Aguayo Medina qué donó los 4 faroles que se lucen en el Trono. A su vez, Francisco Aguayo Medina y Antonio Robles Gallardo plantearon al Presidente Juan Vergara la posibilidad de hacer lo mismo con la Virgen, o sea, procesionarla a hombros. Esto fue comunicado a la Junta y aprobado. El Paso fue adaptado en la Sociedad Metálica María Auxiliadora y así, el Jueves Santo de 1991 pudo salir a hombros, al igual que Jesús Preso. Sin embargo, en el 1993 hubo que volver a procesionarla en un trono con ruedas, dado el peso excesivo del paso. A principios de los años 90 la Cofradía decide permutar con el Excmo. Ayuntamiento el “Hogar Virgen de la Esperanza” por un solar sito en la Plaza de España. A

Imagen de Jesús Preso, que procesiona el Jueves Santo, junto a la Virgen de la Esperanza.

raíz de ello, se relanza la Asociación Benéfica “Virgen de la Esperanza”: corriendo el año 1993, las Hermandades de la Veracruz y Virgen de los Dolores contribuyeron proporcionalmente con la Hermandad de la Esperanza en la construcción del actual local donde se guardan los pasos y utensilios de las Cofradías mencionadas. Las obras del local de los Pasos y subastas se realizaron entre finales de 1993 y prinicpios de 1994. Cada Hermandad corrió con un tercio de los gastos (721.876 Ptas.). Además se firmó un contrato con los siguientes acuerdos:


Punto 1º: Ninguna de las Cofradías participantes tendrá TITULO DE PROPIEDAD NI ALQUILER, NO PUDIENDO TRASPASAR SUS DERECHOS A NINGUNA OTRA No se podrá hacer uso de estas dependencias para ninguna actividad que no sea la propia de la Cofradía. La Cofradía Virgen de Los Dolores, tendrá propiedad de USO o USUFRUCTO, de forma permanente en su local de planta baja, mientras permanezca como tal Cofradía, por tanto, ninguna JUNTA DIRECTIVA de esta Asociación , podrá anular estos derechos adquiridos. Punto 2º: La PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ DE MARMOLEJO, dispondrá de un sitio en estos locales para guardar el PASO del SANTÍSIMO, sin tener que pagar nada. Punto 3º: Cada Cofradía dispondrá de una tercera parte de los metros disponibles del local. Punto 4º: Todos los gastos que ocasione la conservación, y mantenimiento de los locales, así como impuestos municipales, contrubución y cualquier otro impuesto que pudiera surgir, será distribuido por partes iguales entre las tres Cofradías participantes. El 12 de Enero de 1993, D. Santiago García Aracil, Obispo Diocesano de Jaén, aprobó los Estatutos de la Cofradía de la Virgen de la Esperanza y Jesús Preso. Se convocaron elecciones y salió elegida la siguiente Junta D i r e c t i v a : P r e s i d e n t e : J u a n Ve r g a r a Vi l l a r , Vicepresidente: Pedro Luque, Secretario: Pedro Torralbo, Tesorero: José Alcalá, Vocales y colaboradores: Vicente Barrera, Antonio Robles, Ramón Galán, Juan Espino, Manuel Majuelos, Jacinto Reca, José Pérez, Adolfo Castillo, José Relaño, Santiago Toribio, Mariano Ruiz, Mariano Soriano, Miguel Ángel Ruiz, Joaquín Jurado, Francisco Vallejo, Miguel Blanco, Antonio Ruiz, Francisco Vallejo Martínez y Manuel Jesús Barrera. En 1994 la Junta Directiva decidió realizar un nuevo trono para Jesús Preso, que se encargó a los Hermanos Reca y costó un millón y medio de las antiguas pesetas (9.000 € actuales). Este trono se estrenó en la Semana Santa de 1995. En este mismo año se decidió vestir a los costaleros con túnicas granates y antifaz y fajín verde. En las elecciones de 1996, se eligió nueva Junta Directiva: Presidente: Vicente Barrera Robles, Vicepresidente: Pedro Luque (posteriormente, Ramón Galán Rodríguez), Secretaria: Susana Modrego Jurado, Tesorero: José García (después, José López Gómez), Vocales y colaboradores: Juan Lozano, Juan Espino,

Manuel Majuelos Vicaria, María del Mar Peña, Ignacio Modrego Casado, José Pérez, José Relaño, Francisco Vallejo, Aurelia Bolívar, Jacinto Reca Gómez, Manuel Rincón Lora, Santiago Toribio Ruiz, Mariano Soriano Garrido, Mariano Soriano Torralbo, Jorge Nieves Barragán. El día 29 de marzo de 1999, siendo Párroco Don José Araque y Coadjutor Don Antonio Garrido se inauguró el salón para celebrar las subastas de las Cofradías de Pasión Virgen de la Esperanza, Vera-Cruz y Virgen de los Dolores. Aunque la obra principal se había realizado entre 1993 y 1994, en 1999 hubo que colocar tres pilares en el local para darle más consistencia a la construcción. Poco después se realizó la instalación eléctrica y la de agua. En esta obra del Local de pasos y de la Asociación BenéficoSocial Virgen de la Esperanza destaca la personalidad carismática y la labor incansable de Juan Vergara Villar. A finales de 1999 entró una nueva Junta Directiva que repetirá mandato hasta 2005: Presidente: José López Gómez, Vicepresidenta: Susana Modrego Jurado, Secretario: Juan Lozano, Tesorero: Ignacio Modrego, Vocales y colaboradores: Ramón Galán, José Relaño, José Pérez, Antonio Lara de la Torre, Francisco Vallejo, Jorge Nieves, Santiago Toribio, Rocío Rodríguez, María del Carmen Espino, Manuela Padilla, Vicente Robles, Miguel Ángel Blanco y Petri Prieto. En el año 2000 la Junta Directiva encargó a los Hermanos Majuelos un nuevo Trono para la Imagen de la Virgen de la Esperanza. Paralelamente, las tallas del paso antiguo, que se encontraban lacadas en color marfil, fueron restauradas y vueltas a su color por Ignacio Modrego y José Robles. Las tallas estropeadas se encargaron en los Talleres de Antonio Quirós en Andújar. Este trono se terminó en el año 2001 y costó dos millones de pesetas (12.000 €), además del trabajo y material aportado gratuitamente por Ignacio Modrego y José Robles y el donativo que realizaron los Hermanos Majuelos. En el mismo año 2000, la Vicepresidenta de la Cofradía, Susana Modrego Jurado, costalera del paso de Jesús Preso, en representación de sus compañeros, propuso restaurar la Imagen de Jesús. En 2001 comienza la restauración que corrió a cargo de Ángel Carmona Carmona, Licenciado en Bellas Artes. Limpió la imagen y le devolvió su belleza, resaltando su estilo barroco y consiguiendo el efecto de dolor que el autor quiso dar y plasmar en cada gesto, despertando la el sentimiento de


compasión de aquellos que la veneran. Serán los propios costaleros del Paso los que se movilicen y realicen diversas actividades para costear esta restauración. En el año 2004 la Virgen de la Esperanza estrenó una salla que la Junta Directiva encargó a María del Carmen Espino España y En las últimas elecciones celebradas en noviembre de 2005 salió elegida la actual Junta Directiva: Presidenta: Susana Modrego Jurado, Vicepresidente: José López Gómez, Secretario: Vicente Barrera, Tesorero: Ignacio Expósito, Vocales y colaboradores: Ramón Galán, José Relaño, Juan Manuel Nieves, Jorge Nieves, Juan Manuel Lozano, Manolita Padilla, Rocío Rodríguez y María del Carmen Espino. Para terminar recordemos la invitación de Jesús: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio”. Y los discípulos se dispersaron y el Señor les confería su gracia. Nosotros también debemos predicar con el ejemplo a través de nuestra labor como cofrades, colaborando en la vida parroquial en todas sus facetas y animando a las nuevas generaciones a vivir la Semana Santa con humildad y de forma desprendida como Jesús nos enseñó. Si conseguimos esto habremos recorrido más de la mitad del camino. LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE LA ESPERANZA Esta talla realizada en madera de pino se inserta dentro de los cánones más clásicos de la imaginería de candelero, según se nombra así a las imágenes que no son de talla completa, sino que se articulan según un cuerpo simulado, siendo sólo las manos y la cabeza las partes en las que aparece la talla propiamente dicha. Ésta se debe al imaginero Antonio Eslava Rubio (natural de Carmona, 1909-1983), escultor de la época de oro del siglo XX en lo que a imaginería se refiere. Esta imagen, como otras de la misma advocación, surge a partir de que en el año 1945 se hace patrona de los Agentes Comerciales de España a la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza de Sevilla, del barrio popular de la Macarena.

En el año 1952, la delegación provincial de los Agentes Comerciales de Jaén se pone en contacto con el escultor sevillano. Unos años más tarde, los comerciantes de Marmolejo seguirán el mismo camino y en 1955 encargarán al mismo escultor una imagen de la Esperanza, que llegará a Marmolejo en marzo de 1956. Es claro y evidente que el escultor, fruto de su continuada repetición del modelo, deja entrever en el resultado algunos rasgos que se acercan al modelo sevillano, pero Eslava también es consciente de que los comerciantes de otras provincias, en muy pocas ocasiones


conocían de forma minuciosa la Imagen sevillana, por lo que se podía permitir algunas variaciones, como es el caso de la imágenes jiennense y marmolejeña. Por lo tanto Nuestra Señora de la Esperanza se somete, como otras tantas, al canon impuesto por la obra sevillana. En la valoración de la obra podemos decir, comenzando por la policromía, y como corresponde al estilo de este escultor, que se aleja de los tonos morenos tostados de la imagen sevillana para hacerse en tonos marfileños, sosegados por los colores sonrosados de los frescores, con los cuales el escultor matiza las mejillas y los párpados de los que surgen cinco lágrimas de cristal. También se aparta del original en la talla minuciosa de los músculos y tendones del cuello, que acompaña a los movimientos nerviosos del llanto, en el momento de las inspiraciones nerviosas incontroladas, éstas, hacen que los tendones se estiren y afloren, surgiendo de igual modo la oquedad del arranque del cuello, de forma perpendicular con la clavícula. Esta forma de tallar escrupulosamente se inserta en las características del Neobarroco a la que la imagen de Marmolejo pertenece. En esta también aparece el típico hoyuelo que Astorga popularizará de forma generalizada a partir del XIX, así como la presencia de postizos, pues las pestañas son naturales como sucede casi de forma generalizada. El corte de la cara en este caso se hace redondeado y aniñado, y la boca aparece con un gesto encogido por la tensión del llanto, como lo hacen los niños pequeños en los acostumbrados sollozos o pucheros. Así el labio superior se arquea de forma prominente diferenciándose de su modelo, que se hace de una forma más suave. En lo que éste refiere a la nariz, ésta se hace mas apuntada en el caso de nuestra Virgen, provocado también por una apertura generosa de los orificios de la misma a consecuencia de la agitación del llanto. Los ojos un poco más sosegados también en este caso. En el entrecejo se hace patente la similitud con la obra sevillana, como aparece en muchos ejemplos que se basan en el modelo hispalense, concentrándose en él el gesto de dolor, también las cejas son más afinadas y arqueadas en la imagen nuestra. De forma general el aire de la escultura de esta Cofradía marmolejeña es mas aniñada y cuenta con una belleza clara, apartada del modelo macareno y a caballo con otra imagen que estará presente en la obra de su artífice, nos estamos refiriendo a la dolorosa salzillesca

que terminará de configurar el estilo tan peculiar de este escultor. Otro rasgo que rescata esta obra de ser una mera copia sin más, es la portentosa maestría a la hora de acometer la hechura de las manos, con las que este escultor remataba sus obras, no por menos el taller de otro gran escultor del siglo XX, Castillo Lastrucci, encargaba las manos de sus imágenes a la gubia de su homólogo Eslava, por lo que el mundo imaginero lo llamó el escultor de las manos. En éstas el artista se acerca al natural con límites insospechados y de una forma relajada y con gran belleza. Estas aparecen de forma sueltas y ligeramente extendidas, sin aspavientos, sino que al contrario, con unas formas elegantes, recuerdan las manos aristocráticas. En estas aparecen los matices polícromos de la piel y hacen que la imagen se impregne de gracia y sutileza femenina, tan del gusto de la gubia andaluza en general y sevillana en particular para la imagen de la Madre de Dios. Por lo tanto el canon macareno está presente en el escultor, concretamente en esta obra que analizamos, sólo como una mera referencia a la que, por admiración, cualquier escultor tiene presente en el momento de acometer una obra mariana de Pasión. Esta imagen es un ejemplo de gran personalidad propia y de transición a la obra original del artista desde las imposiciones de los demandantes de obras que emularán a la imagen sevillana de San Gil. Lejos de valorarla sólo como una copia, se deja entrever el trabajo exquisito de finura y delicadeza, apartado en gran medida del modelo macareno, y tiene recuerdos de ésta como pueden tener otros muchos ejemplos, que difícilmente se pueden apartar de la imagen que sin duda marcó un hito, y lo sigue haciendo entre los imagineros actuales del Neobarroco.


X. Madres de Desamparados y San José de la Montaña La Congregación de Madres de Desamparados y San José de la Montaña nace en la Navidad de 1881. Fue entonces cuando el Obispo de Málaga, el Dr. Gómez de Salazar aprobó erigir canónicamente una nueva Congregación, respondiendo así a la inquietud de un grupo de muchachas oriundas del Valle de Abdalajís (Málaga). A la cabeza de este grupo estaba Ana Josefa Pérez Florido, Madre Petra de San José, fundadora de la Congregación y beatificada por el Santo Padre Juan Pablo II el 16 de octubre de 1994. Madre Petra, confiando plenamente en la voluntad de Dios y sintiendo un amor extremo por los más desfavorecidos de la sociedad, inicia su andadura por los distintos puntos de la geografía española, atendiendo las necesidades de los ancianos desamparados y los niños huérfanos. Al morir, el 16 de agosto de 1906 deja fundadas ocho casas (Málaga, Ronda, Gibraltar, Andújar, Barcelona, Martos, Manresa, Valencia y Arriate) y una

De izquierda a derecha: Madre Angustias Suárez, Madre Josefa Andrés (superiora), Madre Amor Hermoso, Madre Bernardita Alegre, y Madrecita. Joaquín Flores, la prima de Madre Fátima, Isabela Gutiérrez, Isabela Espinosa, Mercedes Romero, otra prima de Madre Fátima, Juani Guirado

Congregación con las reglas aprobadas desde Roma. Toda su vida vivió pobre y estuvo al lado de los pobres. Como buena madre insistía a las religiosas: “Hijas, no olvidéis que sois madres”. El carisma impregnado por ella a la Congregación la llevaba a decir a todo el que acudía a sus hogares en busca de auxilio: “Hermano, aquí encontrará casa, comida y caridad”. De este modo, treinta y siete años después de su muerte llega a Marmolejo la Congregación de Madres de Desamparados y San José de la Montaña. Fue en el año 1943, cuando un grupo de religiosas de la Comunidad de San Juan de Dios de Andújar, llenas de incertidumbre y poniéndose en manos del Señor, llegaron a Marmolejo. Vivía en el pueblo en aquella época la señora Dª. Paca Cerrillo. Poseía una casa heredada de su hermana Dª. Margarita en la calle Perales nº 17. Ya antes de morir, Dª Margarita, persona piadosa y caritativa, pretendía donar alguna de sus posesiones a una comunidad de


Madres de Desamparados y niñas A finales de los 40 y principios de los 50

Religiosas: Madre Amor Hermoso (clases de máquina), Madre Josefa Andrés (Superiora) y Madre Bernardita (clases de bordado) Niñas: 2ª: Raquel, 3ª Carmen Solís, 4ª Rosario Solís, 5ª Juani la de Guirado, 6ª Antonia Flores, 7ª Maruja la hermana de Madre Josefa (rubia). Más pequeñas: 1ª Antoñita Pérez, 4ª Mari Carmen Perales, 5ª Pilar Rivillas, 7ª Merceditas, La hermana de María Angustias, 8ª Antonia Rivillas, 9ª Angelita Gutiérrez. Sentadas: 2ª: Dolores la granaina, 5ª Sarita Fernández


religiosas, ya que en Marmolejo no había ninguna por entonces. Conocían a las Madres de Desamparados de Andújar y, posiblemente, fuera su deseo hacer entrega de esta casa a la Congregación. Así, con la ayuda de las hermanas de Andújar acomodaron un poco la casa y llegó la primera comunidad formada por Madre Josefa Andrés como superiora, Madre Marta, Madre Angustias Suárez, Madre Amor Hermoso, y Madre Bernardita Alegre. Era Superiora general de la Congregación Madre Laureana de San José. Como en todos los inicios, no faltaron las pruebas y las dificultades. Al principio las Madres no eran conocidas en el pueblo. La casa, grande y espaciosa, no tenía agua corriente ni las suficientes condiciones para albergar tanta gente, etc. La capilla se instaló en la mejor habitación de la casa, en el mismo lugar que se encuentra en la actualidad. Comenzaron a llegar algunas niñas huérfanas, se iniciaron las clases en el convento a los más pequeños y poco a poco, el carisma fundacional de Madre Petra empezaba a calar en el corazón de los marmolejeños, tanto que, ya entre los años 46 y 47, fueron cuatro jóvenes del pueblo las que ingresaron en la Congregación: Madre Ana Josefa Ollero, Madre Fátima Gutiérrez, Madre Redentor Nieves y Madre Digna Duque. Las Madres se dedicaban al colegio, a la atención de las huérfanas acogidas y a la póstula para poder sacar

Abajo a la derecha, Madre Fátima en el Postulantado de Barcelona (Santuario de San José de la Montaña)

la comunidad adelante. Madre Marta se dedicaba a pedir por las casas, cortijos y en los hoteles, especialmente cuando venían los agüistas. Tal era su constancia y entrega en pedir para los pobres en aquellos años de tanta escasez, que aún hoy se repite en el pueblo la famosa frase: “Pides más que la Madre Marta”. Estábamos en plena época de posguerra y en el pueblo había mucha necesidad. El entonces alcalde, D. Francisco Rivillas, preocupado por la gran carestía que afectaba a los vecinos, pidió a las Madres colaboración. Gracias a la ayuda de algunas familias, se organizó que en el convento se hiciera diariamente un buen cocido. En la puerta de atrás se hacía una gran cola, y al terminar las clases se repartía la comida a todos aquellos que en ese día no tenían nada que llevarse a la boca. Era Obispo de Jaén en aquellos años D. Rafael García y García de Castro. Anunció su visita a Marmolejo y las Madres tuvieron que pedir a las vecinas muebles prestados para recibirlo. Cuando el Sr. Obispo visitó la Comunidad quedó admirado por la gran pobreza en la que vivían las monjas. El arquitecto Ramón Pajares Pardo, enviado a Marmolejo por la Dirección General de Regiones Devastadas, en su informe final relata entre otras la reconstrucción del Asilo de Niñas Huérfanas de Marmolejo y se dice expresamente: "El edificio es propiedad de la


Colegio de San José de la Montaña en 1956 El 17 de noviembre de 1956 el Obispo Don Félix Romero Mengíbar visitó el Colegio de San José para la Bendición de la Capilla. Con este motivo las niñas del Colegio y las internas posaron con el Sr. Obispo en esta simpática foto

De izquierda a derecha: Paquita Pérez (trenzas), Dionisia Ortíz, Pilar Perales, Beni Zabala, Ana Mari Pastor (rellenita), Maruja Perales, Antoñita Gonzalez (rubia), Mari Carmen Pastor, Manoli Rocha, María de las Mercedes Aguirre (del sastre), Mª Tere López, Ramona Barbalán, Inocencia Gutiérrez (pelirroja), Loli Vidal. A la derecha del Obispo, Esperanza López, hija de Juan de Dios el que tocaba el órgano en la Iglesia; delante de ella Elisa Godoy. A la izquierda del Obispo, Ana Mª González, Loli Lozano y Mª Merche Aguirre (ya nombrada) Abajo del todo, sentadas: Mª Paz Molina, Antoñita Pastor, Costy Barragán, Pilar Maroto, y Paqui Gutiérrez. Detras de ella, de pie, Paqui Lozano. Las que tienen medalla eran Hijas de María Inmaculada. La mayoría de las que no tienen nombre es porque son niñas internas, de fuera de Marmolejo.


Comunidad de Hermanas de San José de la Montaña. Los daños ocasionados por la guerra, afectaron principalmente a los dormitorios, clases y comedores de niñas. El entramado de cubiertas y de pisos quedaron casi destruidos. En la planta baja van dos clases, el comedor de las niñas, otro para los niños, cocina, despensa, aseos y vestíbulos, todo ello puesto al lado del patio. En la planta alta van dormitorios para 16 niñas, acogidas internas, enfermería, celdas para las monjas, cuarto de estar, etc. Los materiales y sistema de construcción son los corrientes.” En el año 1953 llegó como superiora Madre Nazaret Vega, que fue sustituida en 1954 por Madre Amada Encina y ésta a su vez en 1955 por Madre Nazaret Ramírez. El apostolado continuaba en la casa. Había mucha actividad de culto: la festividad de San José se celebraba con mucha solemnidad, los domingos se reunían las Hijas de María, se exponía el Santísimo y el Párroco daba una meditación. También se organizaban excursiones al campo, a la Virgen de la Cabeza, etc. Llegamos así a los años 60. El Colegio sigue su curso y también la Comunidad. Las almas buenas del pueblo se sentían agradecidas por la labor y el ejemplo de las religiosas de la Congregación que iban siendo destinadas a Marmolejo. En el año 1965 llega Madre San Javier como directora del colegio. La Comunidad estaba formada por Madre Santo Cáliz Ramos, que había sustituido a Madre Nazaret como superiora, Madre Lucía, Madre Angélica, Madre Albina, Madre Eugenia, Madre Presentación Tíscar y Madre Dominica Simón. En 1967 Madre Pilar Ariza sucedió como superiora a Madre Santo Cáliz y en 1976 fue nombrada superiora de la Comunidad Madre Benjamina Arcas de San José. En este tiempo, la llamada vocacional volvió a bendecir a la comunidad de Marmolejo. En el año 1974 ingresaba en la Congregación Madre Rosa María Parra y en 1978 Madre María García. Siendo Madre Benjamina Arcas superiora de la Comunidad, empezaba una nueva etapa en el Colegio-Hogar. Fueron años difíciles porque los alumnos comenzaron a matricularse en el Colegio Público y el Colegio de San José se quedó sin alumnos. Apoyadas por los sacerdotes Don Manuel y Don Cristóbal Jiménez Cobo, las Madres iniciaron los trámites para abrir una guardería. Después de muchos viajes y de no pocos obstáculos con la administración pública, se logró poner en funcionamiento la Guardería “San José de la Montaña”. Se hizo la entrada por la calle Pino (hoy Beata Petra de San José) y se contrataron a tres guardesas: Chon, Carmen y Ani. Las tres son como una institución del convento ya que la mayoría de jóvenes menores de 30 años del pueblo han pasado por sus manos. Todavía hoy permanecen en sus puestos. El hecho de abrir la Guardería llevó consigo algo muy importante: la apertura de la casa y la Comunidad a todo el pueblo. Comenzaron a participar muy activamente en la Parroquia, se organizaron grupos de formación de jóvenes y Madre Inés de Jesús Verdejo, directora de la guardería, comenzaría lo que hoy es una tradición, la fiesta de fin de curso.

Felicitación Navideña de las Madres

Las Madres y las niñas del Colegio en el Balneario

Primeras Comuniones en el Convento de San José


Colegio de San José de la Montaña a principios de los 60 (Señoritas)

De izquierda a derecha: Carmen Solís, Clotilde la del Cartero, Juana Pérez (la del traje con botones), Anita Gómez hija de un guardia civil, Juanita la del Hotel Madrid, no se sabe, Rosario Solís, Isabela Espinosa la del Alamabique (última de la derecha). Agachadas: Mercedes Romero, Adela Fernández, Angelita Gutiérrez, Isabelita Pérez (delante), Maruja la hermana de Madre Josefa (rubia detrás), Maruja Pastor, Isabela Gutiérrez, una hermana de Madre Amor Hermoso, que se hizo religiosa, Angelina Burlo (a la derecha, inclinada). MADRES: Madre Marta (1ª a la izquierda), Madre Josefa (detrás de Mercedes y Adela), Madre Casilda (detrás de Isabel Gutiérrez), Madre Bernardita (detrás también de Isabel y junto a Angelina) y demás hermanas de los años 50.


Principios de los 60: Madre Plácida, Madre Santo Cáliz (Superiora) y Madre Lucía con las niñas del Colegio y las niñas acogidas

Comenzando por la izquierda: El niño es Jesús Mª Solís. De pie: Madre San Javier, Madre Presentación, Madre Dominica, otra monja y Madre Eugenia. Sentadas: Madre Carmen José, Teresa Palomares y Madre Pilar Ariza (Superiora)


Después de Madre Benjamina, en 1983 es nombrada Superiora Madre Rosa María Dieguez. La Comunidad estaba formada por Madre Inés Verdejo, que continuó un año como directora de la guardería, Madre Trinidad Torres, Madre Dolores Molero, Madre Dominica, Madre Benedicta y Madre Presentación Tíscar. Fue en esta etapa cuando la guardería se consolida definitivamente. En 1984, Madre Mª del Rosario Sánchez sustituye a Madre Inés. Las religiosas participan activamente en la pastoral de la Parroquia sin descuidar en un solo momento su principal tarea de cuidar y educar a las niñas que tienen a su cargo. En el verano de 1989 cesa Madre Rosa María y llega a la Comunidad Madre Amelia Moreno de San José. Este mismo verano se cierra el Hogar San Rafael de Andújar y las niñas allí acogidas pasan al hogar de Marmolejo. Una de estas niñas, sintiendo la llamada del señor ingresó en la Congregación este mismo año, Madre María José Plaza. Fue en el tiempo de Madre Amelia cuando se van a llevar a cabo importantes reformas en el edificio. Era una casa grande y antigua y urgía adaptarla a las necesidades actuales, sobre todo buscando el bien de las niñas acogidas y de la guardería. En la década de los 90 la devoción a San José estaba ya muy extendida, pero fue en este tiempo cuando comenzó a tener mayor esplendor. La participación de los fieles en los siete domingos estaba muy extendida: ésta ha ido creciendo con el paso del tiempo, tanto que la capilla del Convento queda pequeña para albergar a la gran cantidad de fieles que acuden a postrarse ante el Santo Patriarca. En 1991 se inició un acontecimiento histórico, ininterrumpido hasta nuestros días, la procesión de San José de la Montaña por las calles de Marmolejo. Acompañado por la Banda de Música y por los niños de la Guardería vestidos de túnica, San José. A hombros de jóvenes costaleros, es trasladado a la Parroquia donde tiene lugar una Solemne Celebración de la Eucaristía. A su término, retorna a “su casa” donde, en su presencia, antes de entrar a su capilla, se queman las cartas que los josefinos han depositado bajo sus pies a lo largo del año. El año 1994 será otro año especialmente recordado en la Comunidad y en toda la Congregación. Madre Petra iba a ser Beatificada en Roma por S.S. Juan Pablo II. Se llevaron a cabo numerosos actos de preparación a lo largo del año, hasta culminar en la Plaza de San Pedro del Vaticano el día 16 de octubre, donde se dieron cita las madres de la Comunidad y un buen grupo de peregrinos de Marmolejo. A partir se esta fecha comienza toda una labor de propagación de la figura de esta gran mujer, hasta el punto que es difícil que haya una casa en

Primeras Comuniones en el Colegio S. José

Mercedes Romero, Paquita Flores, Manolita Pastor, Isabelita Nieves (Madre Redentor) y Manoli, fotógrafa de Villa del Río

Teatro de Navidad 1973 en el Colegio de S. José


Marmolejo que no tenga una estampa de la fundadora de la Congregación y San José de la Montaña. En mayo de 1996 Madre Amelia es trasladada a Valencia y la sucede Madre Aurora Barrientos de San José, que había llegado a la Comunidad en 1990. La Comunidad quedó formada por Madre Aurora, Madre Montaña, Madre Teresa Soriano, Madre Presentación, Madre Benedicta y Madre Fátima. En este tiempo hubo que acondicionar tanto el hogar de las niñas como las dependencias de la guardería para adaptarlas a las exigencias de la nueva ley de acogida de menores. Las religiosas continúan participando en la Parroquia, algunas de ellas son ministros extraordinarios de la Comunión, ofrecen sus dependencias para distintas actividades, etc. La procesión de San José se consolida, la fiesta de fin de curso de la guardería aumenta en participación, tanto que hay que trasladarla al recinto de la piscina municipal, se forman distintos grupos de jóvenes que empiezan a participar en las actividades y encuentros vocacionales de la Congregación fuera del pueblo y se termina definitivamente la reforma de la casa. Madre Amelia Moreno vuelve como superiora en 1999. Formarían la Comunidad, Madre Amelia, Madre Mª del Rosario Sánchez, Madre Fátima Gutiérrez, Madre Montaña, Madre Goretti y Madre Benjamina Martínez. En el año 2002 Dios vuelve a tocar el corazón de una joven del pueblo; ingresa en la Congregación Madre Elena Herrera de San José. El tiempo sigue avanzando y en 2005 vuelve de nuevo a la casa como superiora Madre Rosa María Diéguez. El acontecimiento más importante de esta última época fue la celebración del Centenario de la muerte de la Beata Petra de San José en el año 2006. Además de asistir a los actos conmemorativos en el Santuario de San José de la Montaña de Barcelona (incluido el Párroco Don Julio Segurado y el recién ordenado Don Manuel Jesús Casado), las madres tuvieron la feliz idea de solicitar al Ayuntamiento la concesión de una calle del pueblo que llevara el nombre de la Fundadora. Esta solicitud fue aprobada por unanimidad, y el dia 4 de junio de 2006 la calle de la Guardería de San José (antigua calle Pino) pasó a llamarse “Calle Beata Petra”. Se colocó un azulejo con el nombre y la imagen de Madre Petra. Fue un sencillo acto donde se bendijo la imagen y posteriormente compartimos una velada en el patio del convento, lugar donde tanto bien se ha hecho y tantas gracias se han derramado.

Con motivo del Centenario de la Congregación de Madres de Desamparados en 1981, se realizó en todas las Casas una Fiesta de antiguas alumnas. De izquierda a derecha: Madre Ana Josefa, Rosario Solís, Antonia Agudo, Angelita Gutiérrez, Obispo D. Miguel Peinado, María Angustias Martín, Madre Angustias, Lolita Romero, Sacramento Torralbo, Isabel Gutiérrez, Pilar Rivillas, Carmen Solís y Madre Fátima

Profesión de Madre Elena Herrera de San José


La vida religiosa constituye una profunda riqueza en la vida de la Iglesia. Nuestro pueblo tiene el gozo de contar con la presencia de la Congregación de Madres de Desamparados desde hace ya más de medio siglo. Ellas nos trajeron la devoción a San José de la Montaña y a la Beata Petra, autores de tantos favores e intercesiones a Dios por los cristianos de Marmolejo.

Procesión de San José de la Montaña

El 4 de junio de 2006, con motivo del Centenario de la muerte de Madre Petra, se le dedicó una Calle en Marmolejo.

Madre Fátima, Madre Rosa Mª, D. Antonio Garrido, Obispo Don Ramón del Hoyo, D. Julio Segurado, Madre Isabel, Madre Goretti, D. Juan Carlos Y Madre Teresa.


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