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FOOD CRAVING ¿qué es y cómo lo controlo?

Cuando los antojos se presentan, algunas personas encuentran útil permitirse disfrutar de un pequeño capricho, como un trozo de chocolate amargo de alta calidad. Negar por completo estos antojos a veces solo logra que persistan aún más. Siempre y cuando se consuman con moderación, estos pequeños placeres pueden ser una opción viable un antojo de comida es un deseo intenso por un alimento específico. Este deseo puede parecer incontrolable, y una persona puede sentir que no puede satisfacer su hambre hasta que obtenga ese alimento en particular.

Los antojos de alimentos son extremadamente comunes, con más del 90% de las personas que los experimentan.

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Los antojos de alimentos pueden estar relacionados con múltiples factores, entre ellos, mayor ansiedad por el entorno diario, desregulación hormonal, mal descanso nocturno, durante los primeros días de la regla por el aumento de progesterona, por señales incorrectas en nuestro centro de saciedad o por exceso de consumo de azúcares simples y carbohidratos refinados que alteran el metabolismo glucolítico, provocando curvas de glucosa en sangre muy altas seguidas de hipoglucemia, lo cual no ayuda a dejar de querer comer constantemente.

Las regiones del cerebro responsables de la memoria, el placer y la recompensa juegan un papel en los antojos de alimentos. Un desequilibrio de hormonas, como la leptina y la serotonina, también podría provocar antojos de alimentos.

QUE LOS EXPERIMENTAN”

Los antojos también involucran los centros del apetito del cerebro, aunque tienden a estar separados del hambre.

Cuando comemos lo que nos gusta nuestro cerebro libera dopamina (neurotransmisor que regula el placer). Cuando la dopamina se mantiene alta, el cerebro lo guarda en la memoria de corto plazo (amígdala) y de largo plazo (hipotálamo). La amígdala también se relaciona con la emoción y guarda el componente emocional. Por ende, de aquí viene la relación con el hambre emocional.

Todo esto sucede en condiciones normales: me gustó, lo vuelvo a comer y puedo frenar en una porción suficiente y con cierta frecuencia.

Cuando el sistema de recompensa está alterado, vienen las adicciones, comer por impulso, por ansiedad o atracón.

Cada persona experimenta los antojos de manera diferente, pero por lo general son transitorios y, a menudo, por alimentos procesados con alto contenido de azúcar, sal y grasas no saludables.

Los antojos de alimentos pueden llevar a una persona a comer alimentos que tienen efectos adversos para la salud y pueden interrumpir los esfuerzos por seguir una dieta saludable.

Las personas pueden experimentar antojos de alimentos aparentemente de la nada, o pueden estar relacionados con ver, oler o escuchar sobre un alimento específico. Por ejemplo, ver un anuncio de chocolate puede desencadenar un antojo por él.

Las emociones también pueden contribuir a los antojos de alimentos, como en los casos de comodidad al comer. También es posible que algunos antojos de alimentos estén relacionados con alimentos específicos porque el cuerpo necesita nutrientes particulares.

Hay dos tipos de antojos de alimentos: selectivos y no selectivos.

Los antojos selectivos son antojos de alimentos específicos, como la barra de chocolate favorita de una persona, una hamburguesa en particular de su restaurante favorito o una bolsa de papas fritas de cierto sabor.

El hambre no selectiva es el deseo de comer cualquier cosa. Puede ser el resultado de hambre real, pero también puede ser un signo de sed. Beber agua puede ayudar con los antojos no selectivos intensos.

El estrés y la alimentación emocional pueden influir en una variedad de problemas de salud. Sentirse estresado puede promover la alimentación emocional y los antojos de alimentos reconfortantes.

El estrés también puede causar aumento de peso incluso sin antojos de alimentos. El estrés da como resultado niveles más altos de cortisol, una hormona del estrés, que puede promover la grasa abdominal.

Puede ser tentador ceder a los antojos, por chocolate o pizza, por ejemplo. Los carbohidratos simples, que se encuentran en los dulces, las galletas y el pan blanco, pueden liberar serotonina y combatir la fatiga. Sin embargo, los carbohidratos complejos, que a menudo se encuentran en alimentos más saludables, tienen los mismos efectos. Estos también duran mucho más y no causan caídas repentinas en la energía y el estado de ánimo. Los podemos encontrar en: verduras, tubérculos, cereales integrales y legumbres.

Si una persona tiene antojos de alimentos dulces, las frutas frescas y los batidos hechos con frutas y yogur presentan una opción más saludable que los dulces.

A algunas personas les resulta útil comer un poco de la comida que se les antoja, como un trozo de chocolate amargo de alta calidad. Negar los antojos por completo a veces hace que persistan aún más. Siempre y cuando sean tomados con moderación.

Puede que sea un aviso de nuestro cuerpo. No hay que descartar que ese deseo pueda deberse a una carencia, un déficit o un problema hormonal. Es la manera que tiene el cuerpo de avisarte de que algo está fallando, física o emocionalmente, como si fuera un signo de alerta o de alarma.

Un dietista puede ayudar a una persona a comprender completamente la conexión entre comer compulsivamente y su ciclo menstrual. También podemos sugerir estrategias específicas para ayudar a controlar los antojos y moderar el hambre.

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