UNO DE LOS NUESTROS FADE IN
PUB CARAMELO – INT. – DÍA El exdirector general de Trabajo de la Junta de Andalucía, JAVIER GUERRERO, sentado ante una mesa (gin-tonic y paquete de Marlboro sobre ella) en plano medio corto se dirige a cámara. GUERRERO No robábamos. Solucionábamos problemas. Y era justo que cobráramos por hacerlo. (Da una calada al cigarro y expulsa el humo) No hay nada que ponga más nervioso a un político que la palabra “despido”. Nosotros la cambiábamos por “jubilación”. Y lo hacíamos tan bien que, a veces, jubilábamos a tíos que no habían trabajado. CORTA A PORCHE DE UN CHALET – EXT.- DÍA El exsindicalista de UGT JUAN LANZAS sentado en una hamaca habla a cámara. LANZAS Era como si los Reyes Magos se hubieran asociado con el Toys’R’Us. Nosotros éramos los Reyes Magos. Por cada juguete que entregábamos nos llevábamos una comisión. Sólo que, en lugar de cochecitos y muñecas, regalábamos jubilaciones anticipadas. El problema es que no sabíamos decir “no”. Jubilé a dos cuñados. Intrusos los llaman ahora. La verdad es que un cuñado es un intruso aunque se jubile legalmente. Pero… la familia es la familia. Lo que no entiendo es por qué Javier jubiló a un churrero. CORTA A
PUB CARAMELO – INT. – DÍA GUERRERO El tío estaba parado, joder. Vino a pedirme trabajo. Era más fácil jubilarlo que encontrarle uno. ¿De qué vas a colocar a un tipo que ha pasado su vida haciendo churros con un palo bajo el brazo? ¿De picador? No podía convertirlo en mi chófer. Desgraciadamente, ya tenía uno. TERRAZA DE BAR – EXT. – DÍA El ex chófer de Guerrero, JUAN FRANCISCO TRUJILLO, habla a cámara. Lo hace con cierta dificultad. No parece muy lúcido. TRUJILLO Ahora estoy limpio, tío. Es verdad que he tomado… bueno, ya sabes… sustancias. Pero fue sólo un tiempo. Por el estrés. Cuando empezaron a cambiar los límites de velocidad me destrozaron, tío. Estaba acostumbrado a ir a ciento veinte. Luego lo rebajaron a ciento diez y no supe adaptarme. Ahí empezó todo. CORTA A PORCHE DE UN CHALET – EXT.- DÍA LANZAS Le dije varias veces a Guerrero que Trujillo no era de fiar. No me extraña su afición a los gin-tonics. La única forma de que alguien se atreviera a subir en ese coche era ir más colocado que el chófer. Contaban una historia sobre Trujillo. Era un chiste. Trujillo va conduciendo de madrugada ¿vale? Va haciendo eses, de lado a lado de la
carretera. De pronto, al final de una recta, Trujillo ve la figura de una mujer y frena en seco. Derrapa, hace un trompo y acaba en el arcén junto a ella. Es la muerta de la curva, ya sabes, esa leyenda urbana… Trujillo baja la ventanilla y le pregunta: “¿Quieres que te lleve?”. Y ella le dice: “No, mejor déjame el móvil y llamo a Ortega Cano”. CORTA A PUB CARAMELO – INT. – DÍA GUERRERO ¿Te han contado lo de la muerta de la curva? ¿Sí? Bueno, es sólo un chiste. La realidad es mucho peor: una noche, de vuelta a Sevilla, nos paró la Guardia Civil. Eran las cuatro de la mañana. Habíamos estado en un desayuno de trabajo en Écija y nos habíamos liado un poco. Trujillo detuvo el coche en el arcén y bajó la ventanilla. Uno de los agentes va y le dice a Trujillo que lo va a someter a un control de alcoholemia para ver cuánto alcohol tiene en sangre. Trujillo oye la palabra sangre y saca el brazo por la ventana como si fueran a extraérsela. CORTA A
ARCÉN CARRETERA COMARCAL – EXT. - NOCHE Un guardia civil se dirige a Trujillo. Guerrero en el asiento de atrás. GUARDIA CIVIL No, no, guarde el brazo. No se trata de ese tipo de análisis. Tome. La voz de Guerrero en off nos narra lo que nos muestran las imágenes. OFF GUERRERO
El agente le da el alcoholímetro y, mientras, me pide a mí que me identifique. Le muestro el DNI, el tío lo comprueba, me lo entrega y se acerca a la ventanilla de Trujillo para recoger el aparato. Y entonces, nada más tocarlo, el agente da un brinco y lo suelta asqueado. GUARDIA CIVIL ¡¿Qué coño has hecho, tío?! TRUJILLO El análisis. Usted me dijo que… GUARDIA CIVIL ¡Sólo tenías que soplar, capullo! TRUJILLO Joder. Con lo que me ha costado mear dentro. CORTA A PORCHE DE UN CHALET – EXT.- DÍA LANZAS Mi madre solía decir que teníamos dinero como para “asar una vaca”. Le dije muchas veces que o mantuviera la boca cerrada o redujera el tamaño del animal. También le insistí en que no comprara nada de lujo. Pero no me hizo caso. CORTA A CASA DE LANZAS – INT. – NOCHE Adornos navideños. Lanzas y su mujer en el salón enfrascados en los preparativos de la cena de navidad. Llaman a la puerta. La mujer se dirige a abrir. Son sus suegros. La madre viene cargada con algunas bolsas. El padre camina torpemente apoyándose en un andador ortopédico. MADRE DE LANZAS
Casi nos cierran pero nos ha dado tiempo a comprar algo de marisco. LANZAS Mamá, ¿qué te había dicho? Te dije que no compraras nada caro, joder. MADRE Pero… si sólo son unas gambas. LANZAS ¿Quién habla de gambas?. Mira cómo vas vestida. ¿Qué te dije, eh? ¿Qué te dije? PADRE DE LANZAS Pero, hijo, si va en chándal. LANZAS Lleva unos “manolos”, joder. Unos putos Manolo Blahnick de dos mil euros. Lanzas se acerca a su padre y se agacha para comprobar algo en el andador. Y tú, qué coño haces con un andador de Ferrari. ¿Estáis locos o qué? PADRE DE LANZAS Es por apoyar a Alonso, hijo. Siempre te enfadas. Es navidad. ¿No podemos asar una vaca como una familia normal? CORTA A TERRAZA DE BAR – EXT. – DÍA TRUJILLO Quería dejar lo de conducir. Hacer otra cosa, no sé… Abrir un negocio propio. Tenía un par de ideas rondándome la cabeza. No sabía si montar una granja de gallinas o criar bueyes Kobe. Ya sabes, esos bueyes japoneses que alimentan con cerveza y a los que dan masajes. Al final opté por una solución intermedia.
CORTA A PUB CARAMELO – INT. – DÍA GUERRERO Me dijo algo de montar un negocio. Y le di una subvención de cuatrocientos cincuenta mil euros. ¿Qué podía hacer? Quería quitármelo de encima como fuera, joder. CORTA A TERRAZA DE BAR – EXT. – DÍA TRUJILLO Monté una granja de avestruces Kobe. Fue un desastre. Las hijas de puta no toleran bien la cerveza. Se ponen como locas. ¿Alguna vez has intentado masajear a un avestruz que se ha tomado tres litros de Heineken? No lo hagas. Patadas, picotazos... A las tres meses dejaron de comer. Sólo querían cerveza. Para dársela tenia que entrar al recinto protegido por tres pitbulls. A la única que respetaban era a la madre de Lanzas. Sabían que tenía dinero suficiente para asarlas a todas. FADE OUT