Hojeando
Patrimonio. Una Historia Verdadera (2004, Seix Barral) Philip Roth es uno de los mayores narradores estadounidenses. Hoy, el autor de El Lamento de Portnoy puede escribir lo que le venga en gana. Incluso, por qué no, una biografía. Pero, quizá aún no le toca el turno a Roth de enfrascarse en sí mismo. Más bien hizo un paréntesis en la ficción y se dedicó a revisar esos apuntes que escribió a partir de que Herman, su padre, quedó viudo y le fue diagnosticado un tumor cerebral.
¿Qué significado tiene acompañar al padre en su largo camino hacia la muerte? Roth se hace esta pregunta. Señala que es por amor, pero también por compromiso moral. Sin embargo, la historia que construye no viene sólo de la tristeza, como pudiera esperarse, sino de la reflexión, del coraje. Incluso del humor. Hay vigor en la narración de Roth, porque se instala con decisión en el templete de los
que miran y quieren descubrir. Apremiado por el tiempo, quiere conocer a fondo al padre: lo quiere ver desde todos los lados, a través de todas las interpretaciones, bajo todas las luces y la intensidad de todos los sentimientos. De allí el título: lo que verdaderamente vale y que se debe guardar del padre no son las pertenencias físicas, las propiedades, sino lo que resta. Lo que se hace por el padre. Lo que se
aprende y se lleva de él en el alma. Roth obsequia la radiografía de un amor completo y recíproco, y a la vez se entrega a sí mismo la memoria de los últimos días de su padre. El autor recuerda que hay que ver al padre, en vida, para tenerlo aun cuando haya muerto. No olvidar nada, ésa es la consigna. No olvidar nada. Hay que recordarlo todo.
MURAL Domingo 23 de Mayo del 2004 www.mural.com/cultura
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Crea la IP un museo dedicado al tequila > La empresa La Cofradía abrirá el 5 de junio
un recinto donde además de mostrar el proceso de la bebida, lucirán obras de arte POR MARIANA ISLAS
E
dónde proviene el tequila.
BARRILES La bebida se conserva en estos recipientes.
BOTELLÓN Hipólito Gutiérrez trabaja en la obra récord.
Fotos: MURAL/Alejandro López
Tendrán la botella más grande
EL PROCESO El museo incluirá un recorrido para conocer el proceso de elaboración del tequila.
Gráfico: MURAL/Ricardo Godoy
EL MAGUEY Es la planta de
l primero de una serie de museos cuyo tema central es el tequila, su proceso de fabricación, la importancia que tiene para la cultura en México y su influencia en el arte contemporáneo, será inaugurado el 5 de junio por la empresa La Cofradía. Productora y envasadora de la bebida espirituosa desde hace más de 50 años, esta fábrica construyó junto a las instalaciones en donde lleva a cabo su producción el Museo de Sitio La Cofradía. Ahí, obra creada ex profeso por los artistas Francisco Ochoa, Lourdes Sosa, José Luis Malo, Lila Dipp, Carmen Alarcón, Paco de la Peña, Joao Rodríguez, Rafael López Castro, Isis Eglé Aceves, Eliel Flores, Carlos Maldonado y Rafael Sáinz, que suman un total de 29, forman parte de la apuesta museográfica diseñada por José Galindo y Daniel Suárez. “El guión museográfico está diseñado desde los antecedentes de la propia Cofradía y lo que sigue es el universo del tequila”, dijo Alicia Rodríguez. La coordinadora del proyecto, junto con Carlos Hernández Ramos, director general de la casa tequilera, detalló que el museo complementará el recorrido que la empresa organiza por sus instalaciones para que la gente aprecie el proceso de producción en vivo. “Vas a poderte llevar todo lo que hay alrededor de la cultura del tequila, desde cómo se hace, hasta que te lo bebes”, expresó. Con una inversión proveniente de la Iniciativa Privada, explicó Hernández Ramos, el museo es la punta de lanza de un proyecto que pretende retribuir al Municipio de Tequila el que sea la tierra en donde se dan el agave y las manos para producir la bebida. “¿Cómo puede uno como fabricante regresarle algo, primero, a la población de Tequila? Porque tenemos un pueblo, el único de denominación de origen que existe, porque si vamos a Cognac o Champagne no existe un pueblo con ese nombre, pero sí tenemos un pueblo que existe y se llama Tequila”, expuso. Consciente de la importancia y significado que tiene la bebida en el entorno del mexicano, Hernández Ramos reconoció que no es común que los industriales se dediquen a “meterse en la cultura”, pero encontró en Rodríguez la mancuerna ideal para consolidar la idea. “No quiero un museo para ponerlo como una exhibición, quiero un museo dinámico, un museo que pueda ser el inicio de gran una cadena de museos que vamos a hacer entre particulares para poder preservarlos; la iniciativa privada normalmente no participa en esto, más que ciertas fundaciones, pero esta vez lo voy a hacer”, aseguró. Entre las ciudades donde existe la posibilidad de instalar un museo del tequila, similar al que abrirá sus puertas en junio, se encuentran San Antonio, Tijuana, el Distrito Federal y Guadalajara. Y aunque se trata de devolver a Tequila lo que aporta a la factura de la bebida, el empresario convino en que no se ofrecerá la entrada gratuita. “Cuando las cosas no cuestan, nadie las disfruta, quizá sea cosa de un peso o dos pesos, lo importante es que la gente se pueda interesar”. Actualmente, la fábrica de La Cofradía, ubicada en una antigua construcción, recibe entre 700 y 800 visitantes por semana, quienes tendrán la oportunidad de adentrarse en el museo una vez inaugurado.
Consulte un gráfico animado de la producción del tequila y conozca el Museo Nacional del Tequila multimedia
PROMOCION La bebida de La Cofradía será anfitriona.
Como se trata de un espacio que gira alrededor del tequila, Rodríguez consideró necesario que se agregara una réplica de la botella más grande de tequila a la museografía, registrada en el Récord Guiness. “Todos los museos que hagas con el tema de tequila deben de llevar una copia del Guiness, a la gente le gusta ver la botella más grande del tequila porque es un símbolo nacional”, destacó. El encargado de realizar la botella fue el artesano especializado en vidrio soplado Hipólito Gutiérrez Castillo, quien al grito de: “Tú puedes, eres del Atlas”, frase que levantó más quejas que ánimos, se aventó dos piezas en menos de media hora. Heredero de la técnica que prácticó su padre desde los años 20 del siglo pasado, Gutiérrez se mostró orgulloso del trabajo que realizó para La Cofradía. “Es un orgullo, porque he estado en televisoras hasta en Estados Unidos representando a México, a Jalisco y a Tequila, eso más que todo es representar una tradición mexicana, un orgullo que no cabe en el pecho”, manifestó el artesano establecido en Tonalá. El Museo de Sitio La Cofradía se encontrará en la calle La Cofradía sin número en Tequila, Jalisco.