Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son actualmente la primera causa de morbilidad, muerte y de incapacidad parcial o completa en los países occidentales y está aumentando su prevalencia en todo el mundo. En la Unión Europea (UE) provoca más de 1.5 millones de muertes, siendo la primera causa de años de vida perdidos por enfermedad prematura. Las ECV más comunes son la enfermedad coronaria (EC) y la enfermedad cerebrovascular, que son responsables de aproximadamente un 48 % y un 25 % del total de muertes de origen cardiovascular. A pesar de que los factores de riesgo cardiovasculares (FRCV) son conocidos globalmente, el control de los mismos está lejos de ser el óptimo. Por lo tanto, la comunidad médica internacional y los sistemas de salud se enfrentan al reto de mejorar la prevención y el tratamiento de las ECV.