Este trabajo plantea una atmósfera pensada para el personaje de Penélope en la Odisea, en esencia, un hueco que mira al mar Mediterráneo. Concebido como un rincón de una estancia privada. El hueco es sencillo, una ventana rectangular en un muro de piedra tradicional recubierto en estuco blanco, que enmarca con unos perfiles de madera el horizonte marino. Imaginamos el sonido de las olas, la brisa marina, el olor y sabor a sal del ambiente marino. Una luz cálida que nos roza la piel y entra suavemente por la ventana. Una atmósfera que nos transmite cierta tristeza, inquietud y melancolía. Un espacio íntimo, tranquilo y austero en el que Penélope se encuentra sola frente al mar y sus pensamientos.