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¡CUIDADO CON LOS TCAs!
Cómo identificar los focos rojos
-Bulimia nerviosa: se trata de un ciclo que empieza con atracones compulsivos, pero el miedo a ganar peso y la culpa hacen que se utilicen conductas compensatorias–como provocación del vómito, ayuno, uso de laxantes, diuréticos y ejercicio excesivo–, seguidas de una sensación de pérdida de control. Esto pasa debido a que la restricción excesiva ocasiona un atracón como respuesta emocional y después la persona lidia con la culpa por medio de restricciones; por lo que este ciclo se realimenta a sí mismo y puede repetirse una y otra vez. Algunos de los signos y síntomas son cambios de humor, sangrado de encías, deshidratación, reflujo crónico y desgaste del esmalte dental. -Trastorno por atracón: este es un trastorno de la conducta alimentaria no especificado, ya que no cumple con los criterios suficientes para ser parte de otro trastorno en específico, sin embargo, es igual de grave.Como su nombre lo indica, en este trastorno hay atracones seguidos de culpa, pero la diferencia es que las personas que lo padecen, no utilizan conductas compensatorias. Este trastorno es más común en personas con sobrepeso u obesidad y los atracones pueden ser causados por estados de ánimo desagradables como estrés, autodesprecio y culpa.
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-Vigorexia: las personas que padecen este trastorno dismórfico muscular, se ven a sí mismas más pequeñas de lo que realmente son; la persona cree que su cuerpo es muy pequeño o con poca musculatura (a pesar de que no sea así). Los más afectados por este trastorno son los hombres de entre 18 y 25 años, que van al gimnasio con frecuencia. Algunas señales de alerta son: dejar de hacer otras actividades que disfrutaba porque ahora la persona solo quiere ir al gimnasio, dismorfia muscular y uso de sustancias anabólicas, poniendo en riesgo su salud. la depresión y el trastorno de ansiedad; por lo que un TCA puede aumentar el riesgo de padecer alguno de los trastornos anteriormente mencionados o viceversa, es decir, que algún otro trastorno, aumente el riesgo de padecer un TCA. ¡Cuidado con los TCAs! Como identificar los focos rojos
¿Por qué se originan los TCAs?
No hay una causa definida para el desarrollo de este tipo de trastornos, sin embargo, se cree que puede ser debido a la interacción de diversos factores, como el ambiente, la cultura, la crianza e incluso la genética. De igual forma, se ha visto que hay una asociación entre los TCAs y otros trastornos, como el trastorno obsesivo compulsivo,
¿Quienes están en riesgo de padecer un TCA?
La mayoría de los trastornos de la conducta alimentaria afectan más a mujeres que a hombres, sin embargo, ambos sexos tienen riesgo de padecerlos, sobre todo cuando tienen una edad de entre 14 y 25 años (en estas edades hay más casos, sin embargo, un TCA puede presentarse en cualquier edad, ya sea menor o mayor que este rango). De igual manera, la adolescencia es una etapa particularmente sensible para desarrollar un TCA.
Esto se debe a que durante la adolescencia, hay muchos cambios corporales y también surgen las inseguridades, entonces al momento de que un adolescente se compara a sí mismo con los ‘‘cuerpos perfectos’’, se da cuenta de que su imagen discrepa de los estereotipos de belleza, resultando en una insatisfacción corporal. Posteriormente, buscará cualquier método que le ayude a parecerse más a lo que cree que es un cuerpo ideal; lo cuál a menudo propicia que se caiga en conductas dañinas para la salud, como por ejemplo, un TCA.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento para alguien con un TCA?
Para lograr la recuperación de una persona con un trastorno de la conducta alimentaria, es fundamental tener un tratamiento multidisciplinario, llevado a cabo por psicólogos, nutriólogos y, en caso de ser necesario, psiquiatras. El tratamiento es un proceso largo y desgastante, tanto para la persona afectada, como para su familia, ya que este no puede ser obligado a recibir ayuda (a menos de que sea menor de edad). Es el mismo paciente quien se tiene qué dar cuenta de la gravedad de su situación y él mismo tiene qué decidir buscar ayuda, ya que si el tratamiento es impuesto en contra de su voluntad–además de que se estarían violando sus derechos–, los resultados no perdurarán. Es importante mencionar que los trastornos de la conducta alimentaria son enfermedades crónicas, por lo que es posible que una persona que tiene un TCA, recaiga varias veces a pesar de estar en tratamiento. Las recaídas son una parte normal del proceso, ya que la recuperación es un proceso largo, que se tiene qué seguir trabajando, aún cuando la persona se encuentra aparentemente bien.
Prevención
Debemos estar alertas, para poder identificar los focos rojos que nos podrían indicar que alguien a nuestro alrededor tiene un TCA. A continuación te presentamos a Sofía, un personaje que nos ayudará a ejemplificar algunas señales que podríamos notar en una persona que padece un trastorno de la conducta alimentaria.
-Cuando sale con amigas, Sofía no come nada y cuando le preguntan el motivo, siempre dice que ya comió en su casa o que no tiene hambre. -Sofía suele hacer comentarios negativos respecto a su cuerpo e incluso respecto a cuerpos ajenos. -Desde hace un tiempo, Sofía evita asistir a eventos en los que sabe que habrá comida, ya que le ofrecerán alimentos y cuando se niegue, volverán a cuestionar sus motivos. -Sofía sabe perfectamente cuántas calorías tiene cada alimento y siempre cuenta las calorías que consume. -Sofía tiene una lista de alimentos prohibidos y, cada vez que come algo de esa lista, se siente muy culpable. -A menudo, Sofía se retira de la mesa inmediatamente después de comer.
Recuerda que hay muchas personas como Sofía, que viven con un TCA y pasan desapercibidas, por lo que debemos evitar hacer comentarios acerca de cuerpos ajenos, ya que estos podrían reafirmar y alentar este tipo de conductas. Por último, aunque ya vimos que no podemos forzar el tratamiento (a menos de que los afectados sean nuestros hijos), algo que sí podemos hacer es apoyar a la persona en su proceso. Muchas veces el simple hecho de saber que hay alguien que se preocupa por ti y te apoya sin juzgar, puede hacer una gran diferencia en el proceso de sanación.
''¿Qué caso tiene quererser perfectos,si esa perfección va a terminar por destruirnos?''