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Vulnerabilidad

Niños, niñas y adolescentes extranjeros en situación o en riesgo de trata en República Dominicana desde la perspectiva de actores clave

la cosificación de los NNA, que sirven como caldo de cultivo para que persista la trata y explotación de los NNA.

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Vulnerabilidad

Partiendo del modelo ecológico, es comprensible que la vulnerabilidad de los NNA se haya planteado como un tema multifactorial por los diferentes sectores consultados: gobierno, organismos internacionales y organizaciones de la sociedad civil. Existe una clara coincidencia al señalar la pobreza como un factor determinante, reconociendo que se trata de un problema estructural que permea todos los ámbitos de la vida de los NNA y su entorno.

El espacio familiar, siendo el entorno más próximo al NNA en el que debiera crecer sano y protegido, ha sido identificado por algunas de las personas entrevistadas como el espacio en el que se propicia la trata. En este sentido, plantean que la situación familiar, la violencia intrafamiliar y el desconocimiento de las personas adultas respecto al NNA como sujeto de derechos, son elementos que incrementan la vulnerabilidad del NNA.

También se menciona que se incrementa la carga de responsabilidades de las adolescentes, pues se les confiere el rol de cuidado y de encargada del hogar ante la ausencia de sus padres o de una persona adulta, dejando visible en la comunidad la fragilidad a la que están expuestas tanto ellas como sus hermanos/as:

Cuando íbamos a las comunidades, bateyes, había muchos niños que no estaban con sus padres, porque sus padres estaban trabajando. Una mamá que es trabajadora doméstica con dormida dejaba a la más grande que es adolescente, y eso ya crea un ambiente propicio para que alguien vea esa vulnerabilidad. Por eso es que tanto se habla de los factores estructurales.

Cuando se mezclan estas condiciones del entorno familiar con la carencia de documentos, se torna aún más crítica la situación del NNA, y su amparo social en territorio dominicano como sujeto de derecho, como persona menor de edad, se va desvaneciendo como resultado de una carencia generacional de legitimización:

[...] muchos padres ni siquiera tienen una cédula de identidad y otros niños nacen aquí y son hijos de nadie, son seres humanos, pero no tienen un nombre, no tienen una identidad, entonces eso también los hace vulnerables.

Hay una población importante de descendientes de inmigrantes que no tiene documentos y eso en sí es una gran preocupación para nosotros porque es una población que, de no intervenirla para buscarle un estatus en el país, eso [se convierte en] una puerta para la trata, el tráfico de personas, entrar en redes de documentación falsa, y hasta tratar de utilizar el territorio para irse [a otro país], porque cuando la persona no se integra y no tiene posibilidades, entonces busca cualquier alternativa [...] eso sí que es una gran preocupación.

Si bien el Estado Dominicano garantiza en los centros educativos públicos la enseñanza básica a NNA migrantes haitianos sin requerirle documentos de identidad, para poder continuar la secundaria se les solicita algún certificado o registro de nacimiento como requisito obligatorio para ser inscrito. En este sentido, de acuerdo con UNICEF (2016),33 muchas familias postergan los trámites hasta que se encuentran con esta situación, ya que representa un proceso costoso, especialmente para las familias haitianas que migran de forma irregular, siendo aún más complicado por cuestiones del idioma. De acuerdo con una de las personas entrevistadas, el hecho de que los NNA sean de procedencia o ascendencia haitiana se suma a esta situación de vulnerabilidad y es suficiente para que sean objeto de discriminación:

[...] las mismas ramas sociales discriminan más las poblaciones de origen haitiana, entonces sí creo que, dentro de todos los factores de vulnerabilidad, a la población migrante de origen haitiano históricamente en el país se le suma más vulnerabilidad.

33 Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), 2016. Análisis de situación registro de nacimiento: cerrando las brechas en registro de nacimiento de República Dominicana. Recuperado de la página web de UNICEF: https://www.unicef.org/republicadominicana/SITAN_Registro_de_ nacimiento_low.pdf

Niños, niñas y adolescentes extranjeros en situación o en riesgo de trata en República Dominicana desde la perspectiva de actores clave

También se menciona una vulnerabilidad inherente y hasta biológica del NNA, en el sentido de que se concibe como un ser humano en formación, que aún no cuenta con el discernimiento de comprender su situación y el contexto de desprotección en el que pudiera estar, por lo que carece de capacidad para defenderse:

[...] porque ellos no tienen la capacidad de discernir ni definir sobre su cuerpo, ni de ejercer su derecho de voluntad ni nada ante una persona que puede ejercer poder sobre ellos.

La desprotección, diría yo, sin un adulto, si los padres no están, un menor debería estar siempre en compañía de un adulto que lo supervise, que lo proteja, que salvaguarde su interés superior, un menor desprotegido está expuesto a todo.

Esto parece cobrar sentido dada la cultura adultocentrista de visualizar al NNA como un ente inferior, manipulable y susceptible, ya que, por miedo, desconocimiento o confianza, se somete a la voluntad de la persona adulta.

La cantidad de niños [que cruzan la frontera] es exorbitante [...] no van acompañados, van solos, y el hecho de estar solos frente a un adulto que puede ejercer poder sobre él, ya lo vulnerabiliza.

El concepto de adultocentrismo se basa en las diferencias generacionales para establecer una asimetría del poder, en donde predomina la superioridad de la persona adulta sobre las demás generaciones. En este sentido, de acuerdo con Pacheco-Salazar (2018), el concepto de adultocentrismo «es una práctica social de poder, que se traduce en el no reconocimiento de niñas, niños, adolescentes y jóvenes (NNAJ) como sujetos de pleno derecho y, por tanto, en diversas formas de discriminación y violencia hacia ellos y ellas. Esto, pues, considera la adultez como la etapa óptima del desarrollo humano, donde se tiene voz, razón y potestad para y sobre `lo inexperimentado e inmaduro» (Pacheco-Salazar, 2018, pp. 43-51).

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