CORRUPTION STARTS HERE
EL PERFIL DE UN CORRUPTO INOCENCIO GOMEZ Sin ánimos de llegar a la estigmatización de persona alguna o grupos específicos que reúnan cierto
parecido con lo aquí escrito, llamó mi
atención un artículo en Internet de(ARRIBAS ALEIX) que hizo que mi interés por el mismo, tratara de hacer este
pequeño análisis en cuanto a su
importancia y ubicación dentro de un área de conocimiento que dentro de un gran grupo social, no se le ha dado la importancia que merece, para que mediante el estudio y análisis de comportamientos conductuales permita emitir diagnósticos sobre quienes están aptos o no para ejecutar un determinado cargo gubernamental. Tal área de conocimiento abarca el campo de la Psicología Jurídica. La misma, es definida como el estudio, explicación, evaluación, prevención, asesoramiento y tratamiento de los fenómenos psicológicos, conductuales y relacionales que inciden en el comportamiento legal de las personas en relación con el desempeño de sus cargo. Todos hacemos el señalamiento de la corrupción y en forma automática pensamos en el funcionario público, olvidando o ignorando que el particular también puede ser sujeto de corrupción según lo establece la Ley Anticorrupción de la República Bolivariana de Venezuela Artículo 2. Están sujetos a esta Ley los particulares, personas naturales o jurídicas y los funcionarios públicos en los términos que en esta Ley se establecen. Pero, no trataremos a ese particular ni a las personas jurídicas, por razones obvias. Como lo dice Arribas, todos sabemos que la corrupción puede ser ejercida por personas de diferente estatus socioeconómico y abarcar distintos niveles. A todos nos llama la atención aquella corrupción de alto nivel ejercida por personas que ya poseen un alto poder adquisitivo, una buena posición profesional y cierto reconocimiento social. ¿Qué es lo que impulsa a este tipo de personas a entrar en una espiral de corrupción? Pueden haber muchas causas, pero aquí prestaremos atención a aquella
causa de tipo psicológico. Existen personas que están más predispuestas que otras a cometer actos corruptos, y la explicación la encontramos en la estructura de su personalidad. Concretamente, las personas con una personalidad psicopática y/o narcisista pueden estar más predispuestas a entrar en el gran mundo de la corruptela. Así pues, en el caso de personas que ya poseen cierta posición social y un buen nivel adquisitivo, nos cuesta entender qué necesidad tienen de querer más. Pues bien, no es una necesidad material real, estas personas están sujetas, por voluntad propia, a los rasgos más perversos de su personalidad. El psiquiatra Acosta Guillermo, se pregunta ¿Qué lleva a un profesional con un alto cargo, buen sueldo y reconocimiento público al soborno o la 'mordida'? Esta pregunta se planteó el psiquiatra colombiano Guillermo Acosta: "¿Qué induce a la persona a trocar los comportamientos éticos por acciones perversas y corruptas?".
La respuesta puede estar en la cabeza. No es que la corrupción sea un trastorno mental, sino que existen personas predispuestas a ella. Según Acosta -que basa sus teorías, principalmente, en lo dicho por el psicólogo estadounidense Theodore Millon-, los corruptos son personas con alguno de estos dos tipos de trastorno: narcisista -definido como egoísta- o antisocial -definido como fanfarrón-. Ambos, identificados por la inclinación a centrarse en sí mismos como fuente para satisfacer sus necesidades. Los primeros, convencidos de que son superiores a los demás; los segundos, guiados por la necesidad de mostrar esa superioridad. "Son características que los llevan a no considerar al otro -explica Acosta-. Se trata de personas explotadoras, abusivas, que en su dinámica mental no tienen en cuenta la ética global". El de tipo antisocial no acepta la culpa, quizá llegue a sentir vergüenza al verse expuesto al escarnio público, pero no arrepentimiento. En cuanto al narcisista, es alguien tan encerrado en sí mismo que pasa sin detrimento por encima de los demás.
Este tipo de personas, indiferentes a las normas y con la idea de estar más arriba que ellas, pueden llegar fácilmente a la corrupción. Muchos, incluso, lo hacen sin entrar en conflicto directo con la ley, pues pasan desapercibidos. "Se trata de los famosos delincuentes de cuello blanco, que se atrincheran en sus posiciones y hasta reciben aprecio social por sus logros económicos y de poder", dice Acosta.
¿Qué hace que una persona sea así? Se mezclan factores biológicos, genéticos y ambientales, que son los que conforman los patrones de personalidad. "Habrán visto que hay niños apacibles y otros que son un terremoto. Los humanos, como todo animal, somos diferentes uno del otro". Me pregunto, ¿Si tuviésemos un perfil Psicológico de cada funcionario público, cuantos estarían aptos y cuantos no para ejecutar el cargo? Creemos que el Estado debería hacer mas uso de la Psicología Jurídica, y se ahorraría mucho dinero.