La Tierra del Antiguo Testamento1 La mayor parte de la historia bíblica se desarrolla en un reducido territorio del extremo oriental del mar Mediterráneo, en la larga y estrecha franja de tierra situada entre el mar y los grandes desiertos de Siria y Arabia. La región es punto de encuentro de tres continentes (Asia, África y Europa) y a lo largo de la historia ha sido paso de grandes civilizaciones. Al sur de esta franja costera se le ha dado distintos nombres: Canaán (por sus antiguos moradores), Palestina (debido a los filisteos o «pelistín») e Israel (el nombre más común del pueblo de la Biblia, principal ocupante del territorio). Toda esta región, a su vez, forma parte del llamado Creciente Fértil por su forma de arco o media luna, cuyos extremos coincidirían respectivamente con el delta del Nilo y la desembocadura del Tigris y el Eúfrates, y cuyo centro se situaría a la altura del desierto de Siria y al norte del desierto de Arabia, zonas infranqueables, especialmente en la antigüedad. La región está regada por ríos importantes, como los ya mencionados, y otros menores, como el Orontes, el Litani y el Jordán. En la curva occidental del arco, Siria y Palestina forman un estrecho corredor de menos cien kilómetros de ancho entre el Mediterráneo y el desierto.
Biblia de América, Madrid 19985, Págs. 3-6.
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