El Reino de Dios Parte II
El Reino de Dios ¿Qué vino a hacer Jesús? Este concepto del Reino que tiene su origen en la historia de Israel y en las promesas de Dios se expresa plenamente en Jesús. De ahí que la primera comunidad cristiana al recoger las enseñanzas de Jesús, interpretando a la luz del conjunto de la Escritura, comprendió de modo original, que en Jesús se cumplen plenamente las promesas de Dios hechas a Israel, y por medio de Israel a toda la humanidad. Los discípulos vieron en las palabras y en las acciones de Jesús, en sus signos, como el Reino de Dios se establece. Jesús supera las categorías histórico-‐políticas que teñían la esperanza de Israel, no es propiamente un reino político, no viene a suplantar a las autoridades constituidas, sino que viene a instaurar el reinado de Dios en el corazón de los hombres, así la ley ahora quedará grabada no ya en piedras sino que en carne, en el corazón de todos los que acepten a Jesús. Y por medio de la gracia, que trae el mismo Cristo, podrá hallar su cumplimiento en medio de la historia de los hombres, por medio de los mismos hombres. Los signos que los discípulos, luego de la resurrección, comprendieron como muestras del Reino de Dios, son las acciones que el Evangelio nos narra: resucita muertos, sana leprosos y levanta paralíticos, cura a los enfermos y devuelve la vista a los ciegos, da de comer a los hambrientos, libera a los endemoniados, perdona los pecados y en palabras del mismo Jesús “se anuncia a los pobres el Reino de Dios” (Lc 4,18). Así el reino de Dios es presentado en el Evangelio como el conjunto de acciones que revelan una nueva realidad. Dios es fiel y vuelve a establecer, de modo radicalmente nuevo, el designio creador de bien para con el hombre. El pecado y el Demonio son los grandes enemigos de la misión de Jesús, las enfermedades y dolores, en el texto evangélico, encuentra su raíz en el pecado que rompe y desfigura el designio creador de Dios para el hombre. Jesús con su vida y ministerio viene a establecer el Reino de Dios, enfrentándose al príncipe de este mundo, acabando con su poder de dominio sobre los hombres, al ofrecerles los medios de gracia para poder libres y servir al Dios vivo. El Reino de Dios ha llegado ahora de manera definitiva y se expresa en la vida de Jesús. En su propia enseñanza Jesús aparece como el representante del Reino (Lc 17,20-‐21), el revelador (Mc 4,11-‐12; Mt 11,25-‐26), el campeón (Mc 3,27), el iniciador (Mt 11,12), el instrumento (Mt 12,28), el mediador (Mc 2,18-‐19), el portador (Mt 11,5). El Reino se presenta como la expresión del amor de Dios por los hombres en Jesucristo, quien en sí mismo es el Reino. Jesús es el Reino porque sólo por medio de él, más aún sólo por la pertenencia a Cristo se realiza en cada hombre la nueva realidad del reino, que en definitiva es la comunión personal y comunitaria con Dios. Material elaborado para el curso de Introducción a la Catequesis de Iniciación Cristiana de adultos online.