Estructura de los encuentros: Purificaci贸n e iluminaci贸n
Los
encuentros contemplan las tres grandes secciones de la etapa anterior con los mismos títulos.
Sin
embargo, se introducen algunos cambios para favorecer el objetivo de la etapa que busca favorecer la conversión y la disposición personal para la celebración próxima de los Sacramentos de iniciación. Los ajustes buscan estimular la experiencia de oración, meditación y disposición personal a entrar con decisión en la vida cristiana.
El acción del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es el principal Catequista que introduce a los catecúmenos en la vida cristiana. Esto, que vale para todo el Catecumenado, es especialmente oportuno para la Purificación e Iluminación. Por ello, todos los encuentros comienzan invocando su nombre y refieren permanentemente a Él. Así se lee por ejemplo al inicio del encuentro 33: “Inicia la oración con la Señal de la Cruz e invocando la presencia del Espíritu santo con el canto: Ven, Espíritu de Santidad”.
En cada uno de los encuentros se estimula el desarrollo de una actitud que ayude a los catecúmenos a profundizar la amistad con Jesús y los disponga adecuadamente para la celebración de los sacramentos: Vivir con humildad (Enc. 33), Escuchar a Dios (Enc. 34), Dejarse acompañar (Enc. 35), Confiar y abandonarse en Dios (Enc. 36) y Vivir desde la fe (Enc. 37).
El
momento de la experiencia (“Jesús nos invita a mirar la vida”) presenta a los catecúmenos el testimonio de algunos Santos y Santas como ejemplo de la transformación cristiana a la que ellos están invitados: San Francisco de Asís (Enc. 33), Santa Teresa de Los Andes (Enc. 34), Santa María de Guadalupe (Enc. 35), San Alberto Hurtado (Enc. 36) y el Beato Ceferino Namuncurá (En. 37).
Se ha enriquecido el momento catequístico del anuncio (“Jesús nos anuncia el Reino por su Palabra”) con sugerencias para disponerse a escuchar la Palabra y acogerla en actitud de oración.
Las actividades tienen en esta etapa un carácter más personal, sin descuidar la dimensión comunitaria.
Se
mantiene en el Libro del Catecúmeno la sección Para crecer en la fe. Sin embargo, se aumenta el número de textos de los Santos para favorecer el logro del propósito de esta etapa, centrada en la conversión y la sintonía espiritual con la celebración de los Sacramentos de iniciación.