Itinerario de la Iniciación Cristiana de Adultos

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Catequesis de Iniciación Cristiana de Adultos

Itinerario de la Iniciación Cristiana de Adultos “El Señor nos llama a vivir con Él”

Material extraído del Libro del Catequista “El Señor nos llama a vivir con Él”, elaborado por el INPAS.


Itinerario de la Iniciación Cristiana de Adultos

Para la elaboración de las etapas del proceso catequístico hemos tenido en cuenta las indicaciones del RICA, el Directorio General de Catequesis y los aportes del “Manual de formación de Discípulos misioneros, de inspiración catecumenal”, publicado por la Comisión Nacional de Catequesis el año 2011, y el Magisterio de la Iglesia respecto de las cuestiones doctrinales. Recogiendo la tradición viva de la Iglesia, el RICA señala las distintas etapas que se suceden en el proceso catecumenal. Son etapas lógicas y pedagógicas que han revelado su eficacia a lo largo de los siglos1. Dentro de este marco general, hemos hecho algunas opciones que iremos justificando oportunamente y que se encuentran claramente admitidas por el propio Ritual.

PRIMERA ETAPA: Precatecumenado -­‐ Jesús camina con nosotros

1. Objetivo

“Acoger a quienes inician este proceso de iniciación cristiana y profundizar en las búsquedas y experiencias fundamentales de la vida, abriéndonos a la persona de Jesucristo que camina con nosotros, dando sentido a nuestra vida y manifestándonos el amor del Padre que nos invita a la conversión y la adhesión de fe”. 2. Desarrollo de la etapa

• En el Precatecumenado, como un preámbulo de la fe, anunciamos al Dios vivo manifestado en Jesucristo, quien “Camina con nosotros”, procurando que las personas experimenten su presencia y, con la especial ayuda de la Palabra de Dios, vayan descubriendo en Él la clave que les permita comprender su vida. • Por eso, este anuncio primero (Kerygma) se hace a partir de las motivaciones, preguntas y experiencias fundamentales que vive toda persona: ¿Qué buscamos en la vida? (Enc. 2), ¿Cuál es el sentido de la felicidad, el dolor, la esperanza? (Enc. 3-­‐5) ¿Quiénes somos personal y socialmente? (Enc. 6-­‐7). • Como fruto de la etapa se espera que brote la fe y la conversión inicial, así como la maduración de un sincero deseo de seguir a Cristo como sus amigos y discípulos (Enc. 8-­‐9) y de acceder los sacramentos de iniciación2. Esperamos que los participantes pasen de la curiosidad o de la sola intención de "recibir un sacramento" a la incipiente convicción personal de que Jesucristo es la clave de su existencia y quien les ofrece la Vida plena. De esta manera queremos propiciar una experiencia de encuentro con Jesucristo de modo que deje de ser para ellos una figura religiosa conocida sólo culturalmente y puedan reconocerlo como el Hijo de Dios que salva. En este contexto, la etapa ayuda a descubrir y valorar la Sagrada Escritura como un medio que nos ayuda a conocer a Jesús, su mensaje y crecer en la amistad con Él. • Esta etapa concluye con el "Rito de Admisión al Catecumenado y entrega de la Palabra de Dios". En él los catequizandos son presentados oficialmente a la comunidad eclesial, 1

Durante todo el proceso hay diversas celebraciones, cuyos referentes aparecen detallados en el RICA, por lo que aquí y en lo sucesivo no se describen más que globalmente. Estas pueden ser asumidas y adaptadas tal como en el mismo RICA se sugiere. 2 Cfr. RICA, 10.

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manifiestan su voluntad de responder al llamado de Jesús a seguirlo incorporándose a ella y se les entrega la Biblia como uno de los lugares privilegiados de encuentro con Jesucristo y su mensaje.

3. Estructura de la etapa

• El Precatecumenado consta de 9 encuentros y proponemos que se inicie preferentemente el segundo domingo de Pascua.

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Título Donde está tu tesoro, allí estará tu corazón.

Propósito Acoger a los hermanos que comienzan su catequesis de iniciación cristiana, valorando sus motivaciones, preguntas y expectativas e invitándolos a volver la mirada hacia Dios como el gran tesoro y a caminar como comunidad junto a la compañía de Jesús y de su Iglesia. Reconocer que Jesús nos acoge, se interesa por nuestras motivaciones y búsquedas y nos invita a estar con Él.

Texto bíblico Lc 12,32-­‐34: Donde tengan su tesoro, tendrán su corazón. ¿Qué buscan Jn 1,35-­‐39: Los ustedes? primeros discípulos. Jesús orienta nuestra Reconocer que Jesús nos acompaña en nuestras experiencias Jn 2,1-­‐11: Las búsqueda de de alegría y gozo, y nos ayuda en la búsqueda de felicidad, bodas de Caná. felicidad. manifestándonos el amor de Dios e invitándonos a compartir ese amor con los demás. Él nos muestra así un nuevo horizonte para alcanzar nuestra felicidad. Jesús se compadece Reconocer que Jesús nos acompaña en nuestros dolores y Lc 7,11-­‐17: La y asume nuestros sufrimientos, los vive con nosotros y nos invita a conmovernos viuda de Naím. sufrimientos y con el sufrimiento del prójimo para que, siguiendo su ejemplo, dolores. seamos signos de vida en medio de los signos de muerte. Jesús valora nuestros Compartir nuestros anhelos y esperanzas, reconociendo que en Lc 7,1-­‐10: Jesús anhelos y ellos están los motivos que nos permiten construir nuestro sana al criado esperanzas. futuro. Jesús valora nuestros anhelos de aquello que es bueno, del centurión. noble y bello para nosotros mismos y para los demás. Con Jesús Identificar las creencias, ideas, valores y acciones que Jn 4,5-­‐7.9-­‐ reconocemos configuran nuestra identidad personal. Reconocer que 11.13-­‐19.28-­‐30: quiénes somos. Jesucristo dialoga con nosotros ofreciéndonos su experiencia Jesús y la para que podamos mirarnos con cariño y verdad, renovando en samaritana. su amor lo que somos. Jesús Reconocer que el ser humano es un ser en relación que Flp 2,1-­‐5: nos invita a vivir la necesita de los demás para crecer y desarrollarse. Jesús nos Tengan los fraternidad. invita a construir nuestras relaciones teniendo sus mismos mismos sentimientos, promoviendo así la fraternidad y la igual dignidad sentimientos de de todos. Cristo. Jesús nos llama a Reconocer la invitación que Jesús nos hace a ser sus amigos, Jn 15,13-­‐15: seguirlo como siguiéndolo y formando parte de su comunidad. Jesús nos llama amigos. amigos. Queremos ser Responder al llamado que Jesús nos hace a ser sus discípulos, Jn 1,43-­‐50: discípulos de Jesús. manifestando un sincero deseo de entrar en amistad con Él, Jesús y abriéndonos a su persona y a su mensaje. Natanael. I CELEBRACIÓN: ADMISIÓN AL CATECUMENADO Y ENTREGA DE LA PALABRA DE DIOS

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SEGUNDA ETAPA: Catecumenado -­‐ Jesús nos revela el Reino de Dios

1. Objetivo

“Profundizar en la persona y el mensaje de Jesucristo, quien anuncia e inaugura el Reino de Dios, y en los contenidos fundamentales de la fe cristiana, para favorecer que los catecúmenos se inicien a vivir en la fe y en el seguimiento del Señor, de modo que puedan orientar su vida por el proyecto del Reino”.

2. Desarrollo

• En esta etapa se profundiza el conocimiento y la incipiente amistad con Jesucristo para fortalecer la voluntad de cambiar la vida conformándola con la suya. El catecúmeno recibe una formación cristiana sobre las verdades fundamentales de la fe y se inicia en la vida espiritual y en el discernimiento cristiano (personal y comunitario)3. • Los elementos fundamentales de la fe cristiana se presentan en el marco del núcleo temático de esta etapa: el Reinado de Dios. Así, el Catecumenado va revelando cómo Dios se ha hecho hombre como nosotros en la Encarnación de su Hijo Jesucristo (Enc. 10-­‐12), para anunciar e inaugurar el Reino de Dios (Enc. 13-­‐17), invitándonos a entrar en esta gozosa experiencia (Enc. 18-­‐20). La disponibilidad total de Jesús al Reino se expresa como un amor llevado al extremo en su Pasión, Muerte y Resurrección (Enc. 21-­‐23) y luego se prolonga en nosotros gracias al Don Espíritu Santo, quien lleva a plenitud la obra del Señor (Enc. 25-­‐27). Este Espíritu derramado funda la Iglesia para que continúe la misión de Jesús al servicio del Reino (Enc. 28-­‐30), caminando junto a la humanidad y la creación entera hacia la plenitud de la Vida al final de los tiempos (Enc. 31-­‐32). • A este Reino, que es salvación para la humanidad, son llamados los catecúmenos para que lo hagan suyo y por la transformación de su vida, lo anuncien y lo testimonien en su vida diaria, participando activamente de la misión de la Iglesia4. • El catecumenado se desarrolla por tres vías convergentes: a. Por momentos de catequesis, en sintonía con el Año Litúrgico y enriquecidos con celebraciones de la Palabra, que conducen a los catecúmenos al seguimiento de Jesucristo, al conocimiento de la doctrina católica y a una íntima participación del misterio de la salvación. b. Por medio de las celebraciones litúrgicas de su Comunidad, que los irán fortaleciendo en sus convicciones y los ayudarán a profundizar su proceso de conversión y seguimiento. c. Por medio de la práctica de la vida cristiana. Ayudados por el ejemplo y la cooperación de los catequistas, de sus padrinos y de toda la comunidad, pueden ir creciendo en su vínculo con Dios a través de la oración, en el testimonio de la fe y en el amor al prójimo.

3. Estructura

• El Catecumenado consta de 23 encuentros, distribuidos en 7 unidades y contempla dos celebraciones: “Entrega del Padre Nuestro” (después del encuentro 17) y “Entrega del Símbolo de la fe: el Credo” (al final de la etapa). Ateniéndonos a las recomendaciones del 3 4

Cfr. RICA 15. Cfr. DA, 143-­‐148.

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RICA sobre estas celebraciones5, y considerando el desarrollo del núcleo temático de la etapa, juzgamos que estas entregas se realicen durante el Catecumenado. • En este tiempo se concentra, además, la catequesis fundamental de los Sacramentos de la Iniciación: el Bautismo en el encuentro 16, la Eucaristía en los encuentros 21, 22 y 23, y la Confirmación en el encuentro 25. En todos ellos se incluyen textos complementarios, de carácter doctrinal, para que el catecúmeno profundice en estos Sacramentos. • Particular mención merece el encuentro-­‐jornada 24 “La fiesta del Reino”, donde hacemos una síntesis del camino recorrido, profundizando en el misterio trinitario y su proyecto de salvación. A la luz del misterio salvífico los catecumenos pueden comprender mejor el origen del ser humano, el sentido de la vida y su destino. • Proponemos que este tiempo comience después del domingo de Trinidad y concluya el domingo de Cristo Rey, con la entrega del Símbolo.

Título Propósito Texto bíblico UNIDAD 1. DIOS CON NOSOTROS -­‐ EL MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN 10 El Hijo de Dios se Comprender que Dios ha querido revelarse en la historia Lc 1,26-­‐38: La hizo hombre. humana a través de la Encarnación de su Hijo Jesucristo en el anunciación. seno de María, estableciendo con nosotros una relación nueva y ofreciéndonos su Vida para nuestra salvación. 11 Jesús nace en Comprender que el Hijo de Dios encarnado nace en un pesebre Lc 2,1-­‐20: El Belén de Judá. de Belén, manifestando así el amor y la solidaridad de Dios con nacimiento de toda la humanidad, en especial con los más pobres y pequeños, Jesús. comunicándonos su Vida para nuestra salvación. 12 Jesús proclama el Descubrir que Jesucristo ha sido enviado por el Padre a Mc 1,14-­‐15: El reinado de Dios. proclamar y hacer presente entre nosotros el camino de la Reino de Dios llegó. salvación: el Reinado de Dios, y nos invita a acoger este proyecto salvador y a dejarnos transformar por su Palabra. UNIDAD 2. EL REINO DE DIOS ESTÁ ENTRE USTEDES 13 Jesús nos revela el Comprender que Jesucristo nos enseña que Dios es nuestro Mt 6,9-­‐13: El Padre amor entrañable Padre y podemos fundar la vida confiados en su amor. nuestro. del Padre. 14 Dios Padre nos Comprender que Dios Padre ha creado todas las cosas por Hch creó para una amor. Él nos ha hecho a su imagen y semejanza, realizando así 14,15.17.17,24-­‐28ª: Alianza de amor. el primer acto por el cual nos regala la vida y nos invita a vivir Dios Padre da a en Alianza con Él y su creación para siempre. Esto se cumple todos la vida. plenamente en el Reino inaugurado por Jesús. 15 Dios Padre Reconocer que la Alianza de Dios Padre con nosotros es Hch 13,16-­‐ sostiene la Alianza mantenida y renovada por su amor y fidelidad, que 23.26.32: La por su fidelidad. permanecen constantes a pesar de nuestras caídas. fidelidad de Dios con su pueblo. 16 Jesús nos invita a Comprender que el Espíritu Santo, por el Bautismo, nos hace Jn 3,1-­‐8.16-­‐17: El nacer a la Vida del nacer a una vida nueva como hijos adoptivos de Dios y nos Espíritu Santo Reino. introduce en el Reino de la Vida que el Padre quiere para toda habita en nuestro la humanidad. corazón. 17 Jesús nos enseña a Reconocer que Jesucristo nos enseña a vivir la hermandad de Hch 4,32-­‐37: Los vivir como los hijos de Dios, creando condiciones de vida digna para todos, creyentes tenían un hermanos. cuidando y compartiendo solidariamente los bienes de la solo corazón. creación. Así colaboramos con la Vida nueva del Reino en

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Sobre el Credo en los números 125 y 184; sobre el Padre Nuestro en el número 189.

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medio del mundo. II CELEBRACIÓN: ENTREGA DEL PADRE NUESTRO

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UNIDAD 3. AL ENCUENTRO DEL REINO DE DIOS Jesús nos invita a Comprender y valorar la invitación que Jesucristo nos hace a Mt 5,1-­‐12: Las buscar el Reino de vivir según los criterios del Reino de Dios expresados de modo bienaventuranzas. Dios. ejemplar en las Bienaventuranzas. El pecado se opone Reconocer el pecado como aquello que corrompe o dificulta la Lc 16,19-­‐31: Lázaro a la Vida del Reino. relación con Dios, con los demás y con la creación, haciéndonos y el hombre rico. perder el camino del Reino. El perdón de Dios Reconocer que Dios, nuestro Padre, movido por su amor nos Lc 15,11-­‐32: El Padre restituye la llama a la conversión y nos perdona siempre, restituyendo así Padre comunión del la comunión con Él, con los hermanos y con toda la creación. misericordioso y los Reino. dos hijos. UNIDAD 4. MISTERIO PASCUAL, AMOR POR EL REINO LLEVADO AL EXTREMO La Última Cena: Comprender que la Última Cena es expresión de la Lc 22,14-­‐23: La expresión de una disponibilidad total de Jesús por el Reino de su Padre y anticipo Última Cena. vida entregada de su entrega en la cruz y de la vida nueva que surge de la hasta el extremo. Resurrección. Jesús entrega su Comprender que la muerte de Jesús es una consecuencia de su Jn 19,1-­‐7.14-­‐19.28-­‐ vida por amor. amor a Dios y a la humanidad, en fidelidad al proyecto de Dios 30: Jesús muere en que quiere liberarnos de todo mal y regalarnos la vida eterna. la cruz. Dios Padre ha Comprender que Dios Padre resucitó a su Hijo Jesús, venciendo Jn 20,1-­‐18: La resucitado a Jesús. la muerte y haciendo realidad la plenitud del Reino por el cual Resurrección de nos regala la salvación y la vida eterna. Jesús y el encuentro con María de Magdala. La fiesta del Reino Contemplar el misterio del Dios Trinidad que nos ha revelado Jesucristo y su proyecto de Dios. de salvación para toda la humanidad, profundizando así en el origen y destino del ser humano y en el sentido y los frutos de los Sacramentos de la Iniciación Cristiana desde la perspectiva del Reino de Dios. UNIDAD 5. EL ESPÍRITU SANTO IMPULSA Y LLEVA A PLENITUD LA OBRA INICIADA POR JESÚS El Espíritu Santo Comprender que el Espíritu Santo, a través del Sacramento de Jn 16,12-­‐15: El lleva a plenitud el la Confirmación, acrecienta y profundiza nuestra condición de Espíritu Santo Reino de Dios. hijos de Dios, hermanos de Jesucristo, miembros de la Iglesia y prometido nos testigos del Evangelio en el mundo. introducirá en toda la verdad. El Espíritu Santo Comprender que el Espíritu Santo nos hace un solo cuerpo y 1 Cor 12,4-­‐14: El nos regala dones nos regala dones para vivir la comunión fraterna y ponernos al Espíritu Santo nos para vivir y servicio del Reino de Dios en la Iglesia y en el mundo. regala dones para anunciar el Reino. el bien de todos. El Espíritu Santo Reconocer que el Espíritu Santo impulsa nuestra vida como Rm 8,14-­‐17: El interpela e impulsa discípulos misioneros de Jesucristo y nos invita a dejarnos Espíritu Santo nos la vida de los conducir por Él para vivir con la dignidad de los hijos de Dios. hace vivir como creyentes. hijos del Padre. UNIDAD 6: LA IGLESIA, DISCÍPULOS MISIONEROS AL SERVICIO DEL REINO La Iglesia da Comprender que todos los miembros de la Iglesia hemos sido Mt 28,16-­‐20: Vayan testimonio de llamados por Jesús a continuar su misión bajo el impulso del y hagan que todos

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Jesucristo. 29 La Iglesia celebra la Vida Nueva del Reino. 30 La Iglesia sirve a Dios sirviendo a la humanidad.

Espíritu Santo, proclamando la Buena Noticia del Evangelio a toda la humanidad. Comprender que la Iglesia celebra la presencia salvadora de Dios en nuestra vida a través de la liturgia, especialmente en los sacramentos, ayudándonos a celebrar aquello que vivimos e impulsándonos a prolongar en nuestra vida lo que celebramos. Comprender que la Iglesia colabora con el Reino de Dios a través del amor y el servicio a toda la humanidad, haciendo una opción preferencial por los pobres y excluidos.

los pueblos sean mis discípulos. Jn 21,1-­‐13: Jesús resucitado es visto por los discípulos y come con ellos. Lc 10,25-­‐37: El samaritano que se hace prójimo.

UNIDAD 7: PEREGRINOS HACIA LA PLENITUD DEL REINO 31 La humanidad peregrina en la esperanza de la Vida plena. 32 ¡Vengan benditos de mi Padre!

Reconocer que la Iglesia, la humanidad y toda la creación peregrinan en la historia hacia la plenitud del Reino de Dios inaugurado por Jesús. La esperanza de esta plenitud le da sentido a toda la vida y misión de los cristianos en el mundo. Comprender que el Reino de Dios llegará a su plenitud el día en que el Señor vuelva y según el criterio del amor separe el trigo de la cizaña, haciendo resplandecer todo aquello que por gracia del Espíritu Santo hemos realizado en esta vida y en esta historia. III CELEBRACIÓN: ENTREGA DEL SÍMBOLO DE LA FE: EL CREDO

Ap 21,1-­‐7: Un cielo nuevo y una tierra nueva. Mt 25,31-­‐46: Vengan benditos de mi Padre.

TERCERA ETAPA: Purificación e iluminación -­‐ Jesús nos invita vivir su Misterio Pascual 1. Objetivo “Favorecer en los Catecúmenos la renovación de la mente y el corazón para que, por la acción del Espíritu Santo que los configura con Cristo y fortalece sus disposiciones personales, puedan participar en la Muerte y Resurrección de Jesús por la celebración o renovación de los Sacramentos de la Iniciación Cristiana y vivir como hijos de Dios en la Iglesia y en el mundo”. 2. Desarrollo

• La palabra Purificación se refiere al tiempo de espera penitencial en vistas a la recepción o renovación de los Sacramentos de iniciación cristiana. La palabra Iluminación se relaciona con el Bautismo que recibirán o cuyo compromiso renovarán, pues mediante él se derrama la luz de la fe sobre los bautizados. • En este período, breve pero intenso, la preparación se ordena a la formación espiritual y a la instrucción doctrinal de la catequesis. Se dirige a los corazones y a las mentes para purificarlas por el examen de la conciencia y por la penitencia, y para iluminarlas por un conocimiento más profundo de Cristo, el Salvador.6 • Por eso en esta etapa reconocemos e invocamos la acción del Espíritu Santo que nos configura con Cristo (Enc. 33), intensificamos el encuentro con el Señor a través de la oración (Enc. 34), acogemos la presencia de la Virgen María como Madre y modelo de los discípulos 6

RICA, 25.

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(Enc. 35) y abrazamos con mayor decisión a Jesús Resucitado como el Agua viva que realiza en nosotros la vida plena (Enc. 36) y como la Luz que conduce nuestra existencia para vivir como hijos de la luz en medio del mundo (Enc. 37). • En este tiempo queremos que los catecúmenos puedan purificar su corazón según el querer de Dios y se dejen iluminar por el Señor que los bendice especialmente con la gracia de los Sacramentos que celebrarán al finalizar la etapa.

3. Estructura

• La Purificación e iluminación contempla 5 encuentros y tres celebraciones: “Elección para los Sacramentos de Iniciación Cristiana” (después del encuentro 35), “Tercer Examen” y “Celebración de los Sacramentos de Iniciación Cristiana”, además de un Retiro propuesto para el Sábado Santo. • La etapa se desarrolla en dos momentos: Adviento y Cuaresma. En Adviento se realizan los tres primeros encuentros y la primera celebración, con la cual se suspende la preparación por el período de vacaciones. En marzo, ya en Cuaresma, se reinicia el proceso con los dos encuentros restantes, la celebración del Tercer Examen y la Celebración de los Sacramentos. • Estos últimos dos encuentros recogen el espíritu de las celebraciones del Primer y Segundo Examen, propuestas por el RICA. Por ello hemos tomado algunos de sus elementos, como los Salmos, textos bíblicos, y algunas oraciones7. • La experiencia comunitaria, que ya viene experimentando la fraternidad (Koinonía), el aprecio por la Palabra de Dios y ha comenzado a crecer en el servicio de los demás (Diaconía), se ve enriquecida en este tiempo por un desarrollo más intenso de la oración y la vida Litúrgica, especialmente por la celebración de los Sacramentos de Iniciación. • Por último, en cada uno de los encuentros se trabaja una actitud que ayude a los catecúmenos a profundizar la amistad con Jesús y los disponga adecuadamente para la celebración de los Sacramentos: Vivir con humildad (Enc. 33), Escuchar a Dios (Enc. 34), Dejarnos acompañar (Enc. 35), Confiar y abandonarnos en Dios (Enc. 36) y Vivir desde la fe (Enc. 37). 33

Título

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Oren en todo tiempo.

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María, Madre y modelo de los discípulos de Jesús.

Déjense transformar por el Espíritu Santo.

Propósito

Texto bíblico

Acrecentar en nosotros el deseo de dejarnos transformar por el Espíritu Santo para que Él nos configure con Jesucristo, haciendo realidad en nuestra vida sus actitudes, opciones e ideales, poniéndonos así al servicio del Reino de Dios en la Iglesia y en el mundo. Comprender e intensificar la oración como un diálogo íntimo, personal y comunitario con el Señor, que nos dispone a vivir como hijos del Padre y discípulos de Jesús, purificando nuestra vida cristiana según el querer de Dios. Incorporar con gratitud la presencia de la Virgen María en el camino del discipulado, acogiéndola como Madre nuestra y modelo de vida cristiana que nos ayuda y acompaña para vivir y anunciar el Evangelio en el mundo de hoy.

Rm 12,2.9-­‐16: Transfórmense para discernir la voluntad de Dios. Lc 11,1-­‐4.9-­‐ 12.13b: Cuando oren digan Padre nuestro... Hch: 1,13-­‐ 14.2,1-­‐4: María y la primera comunidad

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Al respecto puede verse la nota catequística al inicio del encuentro 36 del Libro del Catequista.

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cristiana.

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IV CELEBRACIÓN: ELECCIÓN PARA LOS SACRAMENTOS DE INICIACIÓN CRISTIANA Jesucristo, fuente Acoger a Cristo Resucitado como fuente y modelo de vida plena, Jn 7,37-­‐39a: El de vida plena. acrecentando el deseo de purificarnos con el agua viva que Él nos que tenga sed, regala a través del Don de su Espíritu. Esta agua viva va realizando que venga a mí en nosotros la vida plena, saciando nuestros anhelos más y beba. profundos y ayudándonos a comprometernos con el reinado de Dios con todo el empeño de nuestro corazón. Vivamos como Acoger a Cristo Resucitado como la Luz que conduce nuestra Ef 5,8-­‐11.14: hijos de la luz. libertad, purificando nuestros pensamientos y nuestro corazón, Vivan como para vivir como hijos de la luz en medio del mundo. hijos de la luz. V CELEBRACIÓN: TERCER EXAMEN RETIRO VI -­‐ CELEBRACIÓN DE LOS SACRAMENTOS DE INICIACIÓN CRISTIANA

CUARTA ETAPA: Mistagogia -­‐ Jesús nos envía en misión 1. Objetivo “Profundizar en la adhesión personal y comunitaria a la persona de Jesús, ayudando a los catecúmenos a incorporarse plenamente en la vida y misión de la Iglesia, como discípulos misioneros del Señor al servicio del Reino de Dios”. 2. Desarrollo • En este tiempo los nuevos cristianos progresan con la meditación del Evangelio, la participación en la Eucaristía y el ejercicio de la caridad, en la percepción más profunda del Misterio del Señor, de la Iglesia y en las implicancias que tiene para nuestra vida como discípulos misioneros. Así se busca alimentar la fe y fortalecer la experiencia comunitaria, de manera que se les haga más fácil a estos hermanos el compromiso misionero y su participación en la misión de la Iglesia. • El mistagogo por excelencia es el Espíritu Santo. Por ello, en este tiempo seguimos confiándonos a su acción para crecer como amigos y discípulos de Jesús. Además, este es un momento propicio para afianzar los lazos comunitarios y fortalecer las condiciones para seguir caminando juntos como comunidad al concluir la catequesis. • En este contexto, este tiempo mistagógico ayudará a los neófitos y a quienes han renovado sus sacramentos, a reconocer que Dios nos ha hecho un pueblo de sacerdotes, profetas y servidores por el Bautismo, con una disposición total al Reino (Enc. 38). Nos hará ver con mayor claridad los diversos lugares donde Jesús se nos presenta como el amigo, Maestro y Señor que alimenta nuestro peregrinar como sus discípulos misioneros (Enc. 39). El último encuentro se hace acción de gracias y de alabanza al Señor por todo lo vivido junto a Él y a los hermanos, acogiendo su llamado a vivir como discípulos misioneros, integrándose plenamente en la vida y misión de la Iglesia, al servicio del Reino de Dios (Enc. 40). • Este tiempo es decisivo para el fortalecimiento de la comunidad, que ha crecido en la fraternidad y la comunión (Koinonía), ha acogido en su vida la Palabra de Dios (Profecía) y ha celebrado al Señor en la Liturgia y la oración (Liturgía). La dimensión del servicio

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(Diakonía) se ha venido trabajando ya desde el Catecumenado, aunque adquiere en este momento una connotación mayor como disponibilidad total al Reino, vivido en la Iglesia y en el mundo. Por esta razón, los encuentros han sido escritos de tal forma que cualquiera de las personas pueda conducirlos, con la compañía y el apoyo del catequista, para invitar a seguir viviendo su vida cristiana en comunidad, y por ello, les ofrecemos otros dos encuentros y el recurso a un material para facilitar la continuidad de su andadura comunitaria en el seguimiento de Jesús en la Iglesia y al servicio del Reino.

3. Estructura

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Como ya señalamos, la mistagogia contempla, en sentido estricto, tres encuentros, a los que hemos añadido otros dos para favorecer que, después de culminar todo el proceso en la Fiesta de Pentecostés, el grupo pueda continuar viviendo el seguimiento de Jesús en comunidad. Esta etapa se realiza durante todo el Tiempo Pascual, hasta Pentecostés. Título El Señor nos ha hecho un pueblo de sacerdotes, profetas y servidores. Jesucristo camina con nosotros.

Discípulos misioneros de Jesús al servicio del Reino.

• Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo? • Caminamos con Jesús.

Propósito Reconocer que por la fe y el Bautismo, Dios nos ha hecho su pueblo, consagrándonos en su Hijo Jesucristo, por el Espíritu Santo, como sacerdotes, profetas y servidores, para ser signos e instrumentos del amor entre Dios y la humanidad y de las personas entre sí.

Texto bíblico 1 Pe 2,9-­‐10: Ustedes son una nación santa, un pueblo adquirido.

Reconocer los diversos lugares donde Jesús se nos presenta gracias a la acción del Espíritu Santo, para fortalecer su amistad con nosotros y alimentar nuestra vida cristiana, renovando permanentemente nuestro discipulado misionero al servicio del Reino. Agradecer al Señor lo que hemos vivido en este proceso de iniciación cristiana y acoger su llamado a vivir como sus discípulos misioneros, integrándonos plenamente en la vida y misión de la Iglesia al servicio del Reino de Dios. SEGUIMOS AL SEÑOR EN COMUNIDAD Reconocer lo que ha significado en nuestras vidas el encuentro con Jesucristo.

Hch 2,41-­‐47: La vida de la primera comunidad.

1 Jn 1,1-­‐4: La Vida se manifestó, nosotros la vimos y somos testigos.

Mt 16,13-­‐17: “Tú eres el Mesías, el hijo del Dios vivo” Confirmar nuestra respuesta al llamado que Jesús nos Jn 3,1-­‐8: “Nacer hace a compartir la vida y la fe en comunidad. del agua y del Espíritu”.

PARTICIPACIÓN EN LA FIESTA DE PENTECOSTÉS

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