La Catequesis en la Familia. Para ayudar a los padres a educar la fe de sus hijos el Encuentro de Padres contempla un momento especialmente diseñado para ello que se llama: “Preparando la Catequesis Familiar”. En este momento del encuentro: Queremos que los adultos hagan una síntesis de lo que han aprendido o descubierto durante el encuentro y luego se propongan compartirlo con sus hijos, de manera que ejerciten y pongan en práctica su responsabilidad como primeros educadores de la fe de sus hijos. Al realizar este ejercicio, el catequista no sólo contribuye a que los adultos tomen conciencia de su crecimiento, sino que además, evalúa si las ideas o contenidos claves han sido asimilados por ellos. Este cuarto momento del encuentro supone una gran novedad pedagógica en la CFIVE, y requiere que los catequistas tengan muy presente el contexto concreto de su comunidad, de modo que puedan ayudar a los padres a realizar la Catequesis Familiar de acuerdo a sus posibilidades y recursos. Se trata de una verdadera escuela de diálogo en la familia que se construye lentamente y paso a paso. Este momento incluye tres partes: A. Con la Virgen María guardemos en el corazón. Este momento tiene como objetivo compartir aquello que hemos descubierto en el encuentro. Cada integrante del grupo expresa con sus propias palabras lo que, a la luz de la Palabra de Dios, ha quedado guardado en su corazón como aprendizaje o descubrimiento, aquello que tocó su vida de una forma especial en el encuentro. Este compartir se realiza en un clima orante y contemplativo, realizando así el tercer y cuarto momento de la Lectio Divina. Desde el punto de vista pedagógico, este momento tiene los siguientes elementos:
Invitación a los integrantes del grupo a pensar en aquello que ha quedado en su corazón, lo que han descubierto durante el encuentro. Invitación, a quien lo desee, a compartirlo con el grupo. Anotar en su libro esto que han descubierto en el encuentro.
Esta actividad permite a cada persona tomar conciencia de lo vivido, pues al compartirlo con los demás, se lo dice también a sí mismo, dando así un paso cualitativo en su experiencia interior. Ahora ya sabe qué es lo que quiere compartir con sus hijos, es consciente de su propia experiencia y puede abrirse a vivir el siguiente momento. B. ¿Cómo transmitirlo a nuestros hijos e hijas? Lo que los padres han guardado en el corazón, es decir, lo que aprendieron en el encuentro, ahora los invitamos a compartirlo con sus hijos. En este momento les proponemos conversar sobre cómo hacerlo. Se trata de pensar en conjunto algunas propuestas concretas y muy sencillas para transmitir a los hijos la experiencia de fe que han tenido. Cuidando que sean actividades sencillas de realizar, debieran respondan de alguna forma, al siguiente esquema:
La vida de nuestra familia. Jesús en la vida de nuestra familia. Gracias Jesús.
C. Propuesta de Catequesis familiar. Cuando al grupo, por diferentes motivos, le resulta difícil definir una propuesta para la Catequesis Familiar, puede realizar toda o en parte la actividad propuesta en el libro. Se trata de una sugerencia que puede ser enriquecida con las aportaciones del grupo. Es importante que los catequistas conozcan bien esta propuesta antes del encuentro, pero también que recuerden la propuesta definitiva y la compartan con los catequistas de niños.