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LAS BIENAVENTURANZAS EN LA CFIVE Encuentro 34 “VEN, SEÑOR JESÚS” Objetivo del encuentro: descubrir cómo nuestra existencia humana vive en la esperanza de la segunda venida del Señor. Ideas claves del encuentro:
Los cristianos esperamos la segunda venida del Señor. Cuando Jesús vuelva ya no habrá más tristeza, ni dolor, ni muerte. Él renovará todas las cosas, trayendo la alegría plena y consumando el Reino. Mientras esperamos la segunda venida del Señor, tratamos de vivir como Él. En la Eucaristía anticipamos el Banquete del Reino. En ella oramos para que el Señor vuelva diciendo: “Ven, Señor Jesús” y confesamos nuestra fe en la vida eterna.
APRENDIENDO A VIVIR EN JESÚS ¡Vamos a encontrarnos con Jesús! En este momento queremos que los niños expresen sus esperanzas y que puedan valorarlas a partir de su experiencia con Jesús. (cf. Actividad en la página 140, del libro del Catequista de niños). En este momento del encuentro contemplamos un paso para trabajar las bienaventuranzas en el encuentro, marcado en primer lugar por la esperanza, en donde Jesús nos enseña a valorar nuestras esperanzas y deseos que nos ayudan a amar a Dios a nuestros hermanos. Respondemos a Jesús En este momento del encuentro nos introducimos plenamente en las bienaventuranzas, en donde queremos motivar a los niños a tener siempre una actitud de esperanza, viviendo con alegría de acuerdo a las enseñanzas de Jesús. Se nos presenta una actividad y concluimos con la descripción de las bienaventuranzas, que se señala a continuación: o Felices los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos: son las personas que se alegran y dan gracias porque Dios los cuida y bendice.
CURSO “LA CRISTOLOGÍA EN LA CATEQUESIS FAMILIAR”
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o Felices los afligidos, porque serán consolados: son las personas que se afligen y se ponen tristes cuando en la sociedad no se vive según lo que Dios quiere. o Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados: son las personas que quieren hacer siempre la voluntad de Dios. o Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios: son las personas que se esfuerzan para que todos vivan en paz y armonía. o Felices los mansos, porque poseerán la tierra en herencia: son las personas que tienen una actitud de disponibilidad con Dios y con los hermanos. o Felices los misericordiosos, porque Dios tendrá misericordia de ellos: son las personas capaces de perdonar y ponerse en el lugar de los demás. o Felices los limpios de corazón, porque verán a Dios: son las personas que cultivan el amor en su corazón y quieren entregarlo a todas las personas. o Felices los perseguidos por la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos: son los cristianos que sufren burlas y persecuciones por vivir como lo hizo Jesús.
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