Planificaci贸n de cada encuentro y Evaluaci贸n de la Catequesis
Aunque
la planificación general del Itinerario para la Iniciación Cristiana de Adultos nos da una visión global del proceso, ello no es suficiente para la realización de cada uno de los encuentros; ya que no determina, las particularidades de cada uno de ellos.
Como
ya sabemos, el proceso catecumenal está constituido por cuatro etapas y cada una de ellas tiene un matiz especial, en el que se va introduciendo de diversas formas al catecúmeno.
Por
ello es indispensable planificar anticipada y profundamente cada uno de los encuentros.
Esto,
nos ayudará a definir que ejercicios convienen realizar en el desarrollo del encuentro, qué momentos requieren de mayor dirección y reflexión, o cuales se pueden delegar a los catecúmenos.
“Preparando el encuentro” Ésta
tiene como propósito ayudar al catequista a comprender el contenido central y el anuncio que hará a sus catequizandos.
Es
conveniente que realice los siguientes pasos:
1.
Leer y ubicar cada uno de los momentos que se propone desarrollar durante el encuentro.
2.
Vivir tranquila y anticipadamente el encuentro.
3.
Subrayar aquello que será lo más significativo.
4.
Reunir el material necesario.
5.
Preparar dignamente el lugar del encuentro.
Planificar con anterioridad permite que el catequista:
Conozca más ampliamente el contenido del mensaje que se va a transmitir. Ya que si hubiera algún concepto, o situación desconocido tendrá tiempo para investigarlos y cerciorase del mensaje que va a comunicar.
Abra un espacio de encuentro personal con Jesucristo a través de la reflexión, meditación y vivencia de la Palabra de Dios. Recordemos que la catequesis no es enseñanza fría de la doctrina, sino el anuncio ante todo de una Persona, un acontecimiento, Cristo que nos ama y ha dado la vida por el Reino.
Tenga
mayor claridad del desarrollo del encuentro, mirando cada parte de él como una unidad y no como momentos aislados.
Programe
el tiempo adecuado para cada momento o actividad del encuentro.
Distribuya
las actividades y comisiones que se puedan delegar anticipadamente.
Tenga
presente los avisos importantes que hay que comunicar.
Evaluar la Catequesis La evaluaci贸n, es una actividad de suma importancia dentro del proceso catequ铆stico, ya que por un lado es un momento que nutre, orienta y fortalece el ministerio del catequista. Y por otro lado, el catequista, puede evaluar el caminar de la comunidad que va acompa帽ando, puesto que delante de Dios, revisa y contempla su misi贸n realizada y la gracia de Dios derramada.
La evaluación es un momento de:
Vivir de cara a Dios. Aquél que es bueno, justo, fiel y misericordioso. Por ello se requiere de mucha sinceridad y apertura al Espíritu. Cosechar todos los beneficios recibidos de parte de Dios, en la vivencia de la proclamación del anuncio. Ya sea por parte del catequista o de los mismos catecúmenos. Por ello es un momento de acción de gracias a Dios. Revisan los desaciertos o situaciones que no favorecieron la trasmisión o recepción del mensaje y por ende, el encuentro con el Señor. Esto nos invita a seguir pidiendo con más insistencia la luz y acción del Espíritu Santo en nuestras vidas.
Hacer
propósitos concretos para mejorar aquello en lo que hemos herrado. Por ello pedimos al Señor la fuerza y sabiduría para realizarlo. Colocar a cada uno de los catecúmenos, delante de Dios, especialmente aquellos que están viviendo alguna situación especial en su vida e interceder por ellos.
Evaluación en el CICA A l
finalizar de cada encuentro, proponemos evaluar el proceso que está viviendo la comunidad revisando tres aspectos: 1. Desarrollo del encuentro 2. Crecimiento de los miembros de la comunidad 3. Tu labor de catequista.
Para ayudarte a realizar esta actividad, te ofrecemos un formato que se encuentra en los anexos del libro del catequista del itinerario “El Señor nos llama a vivir con él”, p. 335-336.