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TALLER DE JUEGOS Y DINÁMICAS
1. LOS JUEGOS Y DINÁMICAS, EN LA MISIÓN DE LA IGLESIA LA MISIÓN DE LA IGLESIA: EVANGELIZAR “Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar. (EN 14) Llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma humanidad: "He aquí que hago nuevas todas las cosas”… convertir al mismo tiempo la conciencia personal y colectiva de los hombres, la actividad en la que ellos están comprometidos, su vida y ambiente concretos. (EN 18) “Cada actividad de la Iglesia tiene una nota esencialmente evangelizadora y no debe jamás ser separada del empeño para ayudar a todos a encontrar a Cristo en la fe, que es el objetivo primario de la evangelización. Allí donde, como Iglesia, «damos a los hombres sólo conocimientos, habilidades, capacidades técnicas e instrumentos, les damos demasiado poco». El motor originario de la evangelización es el amor de Cristo para la salvación eterna de los hombres”1. Ésta tarea primordial de la Iglesia, ha sido tocada por cambios vertiginosos y ha sido obligada a enfrentarse con interrogantes, con fenómenos que han de ser comprendidos, con prácticas que deben ser corregidas, con caminos y realidades en los cuales ha de infundirse en modo nuevo la esperanza evangélica. Para responder a los retos de hoy es necesario una “nueva evangelización” es decir, la exigencia de una renovada modalidad de anuncio, sobre todo para aquellos que viven en un contexto, como el actual. Esto plantea varios retos para responder con fidelidad a Dios y a los hombres: ¿A quién enviar? ¿Qué lenguaje usar? ¿Cómo lograr que resuene el mensaje? San Juan Pablo II, exhortaba a los obispos de América Latina2 a esta renovación: “Que nuestra evangelización sea nueva en su “ardor en sus métodos y en sus expresiones”. Más recientemente el Papa Francisco en su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, nos dice: “Un anuncio renovado ofrece una nueva alegría en la fe y una fecundidad evangelizadora… Cada vez que intentamos volver a la fuente y recuperar la frescura del Evangelio, brotan nuevos caminos, métodos, formas de expresión, signos más elocuentes, palabras renovadas de significado para el mundo actual…” (EG 11).
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Sínodo de los Obispos, XXIII Asamblea “ La Nueva Evangelización para la Transmisión de la evangelización cristiana” Ciudad del Vaticano 2012, 38
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Por tanto, una comunidad catequizadora supone una adecuada organización y una constante actitud creativa. En ese sentido, la actividad lúdica puede favorecer la transmisión y la profundización del contenido catequético, sin disminuir con ello la seriedad de lo que se debe transmitir. Es necesaria también una adecuada comprensión de la dimensión pedagógica de la catequesis. Es decir, el uso de una metodología propia para que pueda ser desarrollada con mayor eficacia. Y para ello tenemos el ejemplo del pedagogo por excelencia, Jesús el Señor. JESÚS MAESTRO POR EXCELENCIA Jesús Maestro, anunció el mensaje del Reino de Dios, utilizando recursos que el pueblo entendía, tales como:
La pregunta y el diálogo Las Parábolas La vida misma del maestro y de las personas La naturaleza
Su metodología, lenguaje, comparaciones, y las parábolas que él utilizaba van siempre de acuerdo con el tipo de oyentes que tenía delante. El verdadero pedagogo es aquel que conoce a sus interlocutores y sabe encontrar recursos y la metodología que van al encuentro de su realidad y comprensión. En ese sentido es fundamental tener en cuenta la dimensión cultural, el lenguaje propio del lugar, los símbolos, expresiones, etc.
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2. UBICACIÓN DEL JUEGO Y LAS DINÁMICAS DENTRO DE LOS RECURSOS CATEQUÍSTICOS RECURSOS CATEQUISTICOS Para ayudar a la transmisión del mensaje la catequesis cuenta con recursos catequéticos los cuales son Instrumentos o medios que usamos, tanto el catequista como los catequizandos, para facilitar la enseñanza-aprendizaje, relacionados con la educación integral de la fe cristiana “Es necesario ser creativos y críticos para llegar a tener los medios didácticos más aptos para la catequesis en cada situación, más sin embargo, al no ser elementos esencial de la catequesis, los medios didácticos deben ser estudiados de tal manera que no deben contrastar el contenido mismo de la catequesis” (La Catequesis en América Latina, CELAM. 178-182) Podemos observar en las siguientes imágenes que cada uno de estas imágenes tienen algo en común: transportarnos pero hay que saber elegir cuál es el más adecuado para transitar por una autopista, o para subir una montaña, etc. Esto nos ayuda a comprender que, aunque hay una gran diversidad de recursos que pueden ser empleados en la evangelización, debemos seleccionar el más adecuado según el tipo de personas, el lugar, el tiempo, y la finalidad a la que se quiere llegar.
TRANSPORTAR
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