Textos e ilustraciones
Isabel Acuña Barraza
Historias para contar y soñar Tradición oral de la XIV Región de los Ríos.
El libro que tienes en tus manos, ha sido el trabajo conjunto entre su editora y algunos pobladores de Panguipulli y alrededores que han compartido sus conocimientos y vivencias, por medio de la trasmisión del patrimonio cultural inmaterial en su más puro estado de conservación, y que hoy gracias a este libro permanecerá tangible para su difusión y conservación como testimonio de la oralidad que se encuentra aún intacta en los lugares más recónditos de este largo y hermoso Chile; muestra del valor y riqueza que vive y respira, para trascedender hacia esa instancia en donde estas voces ya no puedan oírse.
Historias para contar y soñar Tradición oral de la XIV Región de los Ríos. Textos e ilustraciones.
Isabel Acuña Barraza
El Puma
Glot贸n Panguipulli
E
l Gringo ten铆a un especial apego a Chile, que entre visita y visita, decidi贸 quedarse en una de sus islas.
Esta no era como la isla de Chiloé, en donde vive mucha gente; más bien era pequeña, muy pequeña, ¡pequeñísima! Sólo cabía él, su casa y sus animales.
Panguipulli, del mapudungún Tierra de Pumas; ciudad embellecida por un lago y rodeada de grandes y verdes cerros, es el hogar del felino depredador más grande de Chile: El Puma. La gente suele llamarle león, aunque con sus primos africanos no tenga mucho que ver. Se caracteriza por ser muy tímido y se aleja de las personas para vivir, pero ese día el animal tenía mucha hambre, ya que no le había ido nada de bien cazando.
En su búsqueda, divisó a lo lejos que la isla en el lago estaba poblada de animales. Hambriento y con el estómago rugiendo con fuerza, descendió sigiloso y veloz por el cerro hasta encontrarse por fin con el lago, olvidándose que como todo buen felino, no es el mejor amigo del agua.
Nadó, nadó y nadó. ¡Cuánto nadó!, sin poder quitar de su mente el festín que le esperaba al llegar a su meta.
Una vez tocando tierra, exhausto pero feliz por haber logrado la proeza, sus ojos brillaron a la luz de la reluciente y gordita manada del Gringo. Sin perder mĂĄs tiempo en contemplaciones, se abalanzĂł con todo su Ămpetu depredador.
Devor贸 todo a su paso; todo lo que su voraz apetito le permiti贸 consumir. Era hora de regresar.
Cuando decidió volver, nunca pensó lo problemático que sería. Se dio cuenta que estaba tan, pero tan gordo y ovalado, que no podía mantenerse a flote. Todo lo que había comido, le había pasado la cuenta.
Fue así como por glotón, quedó destinado a vivir en la isla para siempre, sin comida y sin nada más que la compañía del asustado Gringo, quien a esas alturas ya no le parecía tan seguro y amistoso el lugar en el que había decidido vivir. ¡¡¡Vaya glotón!!!
El Borreguito huérfano Coñaripe
H
ay cosas que no podemos entender. Lo que le pas贸 a Isa铆as fue una de ellas.
Un dĂa, una de sus ovejas dio a luz a dos borriguitos, pero‌
…curiosamente, sólo quiso a uno y al otro lo abandonó a su suerte.
Isa铆as se percat贸 de lo que estaba sucediendo y trat贸 de ayudar al desprotegido animalito, aliment谩ndolo con la leche de la oveja.
Al cabo de unos meses, cuando el borreguito ya estaba fuerte y no corría peligro, decidió acercarlo a su familia, pero había pasado tanto tiempo que su madre ya lo había olvidado, rechazándolo de inmediato.
Por la noche, Isaías untó sal en el lomo del animalito para que la oveja lo lamiera y creara el vínculo propio de las madres con sus recién nacidos, y corrió con él hacia el establo donde dormían.
Se acerc贸 silenciosamente y pos贸 al borreguito junto a su madre. Ella al verlo, nuevamente lo ignor贸.
El ni帽o no se desanim贸 y se le ocurri贸 otra idea.
Regresó a la noche siguiente con el borriguito, mientras la oveja y su preferido dormían. Tomó a éste y sin que ella se diera cuenta, lo cambió por el huerfanito y, tan veloz como un suspiro, se alejó vaporoso en la oscuridad.
Por la mañana, Isaías se dio cuenta de que la madre había amamantado al borreguito sin problemas y había estado junto a él todo el tiempo.
¡Su idea había tenido éxito!, pero había un inconveniente… debía regresar al borrego preferido junto a mamá otra vez.
Se aproxim贸 con 茅l y lo puso junto a la madre.
Gran sorpresa se llev贸 al ver que la oveja lo acogi贸 sin problemas. Ahora ya estaban ambos borreguitos felices junto a su madre.
Si hay algo que es seguro, es que las ovejas mamรกs no saben sumar.
Los Duendes del bosque Neltume
E
ra un dĂa de invierno. Nevaba en Neltume.
Juanuco subiĂł al cerro blancuzco a arriar a los animales montando en su caballo. Lo acompaĂąaban ademĂĄs, su gallina y sus dos perros fieles.
De repente, ve movimiento a la cercanĂa.
Eran dos niños pequeños y guatoncitos de mechas alocadas. A Juanuco le llamó la atención, pues hacía mucho frío y éstos estaban descalzos y desnudos jugando en la nieve.
Impaciente, Juanuco baj贸 a su casa irrumpiendo ruidoso.
Algo agitado cuenta a su madre lo que habĂa visto.
La mamá, muy serena le dijo: - ¿Te encontraste con los duendes? Esos eran duendes, hijo. Aseveró ella como si adivinara.
Curioso por constatar su descubrimiento, Juanuco decide volver.
Se mont贸 en su caballo y junto a sus perros y su gallina emprendi贸 camino.
Qued贸 asombrado cuando en la nieve vio pisadas de s贸lo dos dedos y no cinco como tenemos todos.
La sorpresa fue mayor cuando no encontr贸 el origen ni el fin de las huellas en la nieve. S贸lo estaban marcadas donde los vio jugar.
El perro se acerc贸 a oler, pero no pudo rastrear nada. Era como si su olfato no pudiese identificarlos.
Sintió una indescriptible sensación, como si lo estuviesen observando, pero todo era tan confuso que se montó en su caballo y pensativo, tratando de darle respuesta a lo que había presenciado, descendió del cerro sin haber descubierto el misterio del cual había sido testigo, aunque se prometió encontrar en determinado momento, alguna explicación a aquel extraño suceso.
El Toro del lago Neltume
Neltume
Antes del terremoto de 1960, en el lago Neltume habĂa un Toro.
No tenĂa pezuĂąas en las patas, sino que membranas para nadar, como una rana.
TenĂa unos cuernos blanquitos y largos como de treinta centĂmetros cada uno.
Habitaba con él un Perro que también emergía del lago. Éste ladraba como cualquier sabueso, pero a diferencia de uno normal, tenía membranas entre los dedos de las patas al igual que el Toro.
woof
woof!!
Los niños solían ir por las noches a pescar al lago en wampo. De pronto, en medio del silencio, escucharon los ladridos frenéticos de un perro que no lograron ver. Sorprendentemente, esto no era nada nuevo para los lugareños, ya que habían bautizado como la Champa del Perro al cruce donde era posible oír los ladridos acuáticos.
Un dĂa de verano, un grupo de amigos fue a baĂąarse al lago.
Ya eran poco mรกs de las siete de la tarde, cuando de repente uno de ellos grita: - ยกCorran, corran! ยกes el Toro!
ยกEra el Toro del lago! Todos corrieron lo mรกs rรกpido que pudieron para alejarse del lugar.
Asustados y ya distantes, distinguieron que el Toro se sumergi贸 nuevamente para desaparecer en las profundidades.
Luego de ese día, para los niños fue muy difícil regresar a nadar. Aquel lugar ya no les parecía tan divertido.
Durante el terremoto que sacudió fuertemente a Valdivia y a toda la región, se desprendió gran cantidad de rocas que cayeron al lago. Luego de esto, el Toro nunca más se dejó ver en medio de las cristalinas aguas y… mucho menos el Perro…
... sembrando la duda si es que existieron realmente o quizá, el calor y el sol, hicieron que la imaginación de esos niños explotara en forma de misteriosos híbridos acuáticos de patas membranosas, espeluznantes apariciones y perlados cuernos.
Glosario Wampo, wampu o guampo. (Del mapudung煤n). Canoa de una pieza, hecha con tronco tallado s贸lo con hacha.
Primera edición, agosto 2014. Concón, Chile. © 2014 Isabel Acuña Barraza, 243.678. Todos los derechos reservados. ISBN Obra completa 978-956-358-020-4 ISBN Volumen 978-956-358-021-1 Prohibida su comercialización, divulgación y reproducción de los textos e imágenes de este libro. Historias para contar y soñar. Tradición oral de la XIV Región de los Ríos, forma parte de la colección Chile: Tierra imaginaria, perteneciente a la serie de cuentos recopilatorios de las zonas rurales de Chile y su imaginario colectivo.
Historias para contar y soñar recorre la XIV región de los Ríos, más específicamente Panguipulli y alrededores, para mostrarnos el riquísimo imaginario de sus habitantes impreso en su tradición oral, quienes conviven con seres mágicos y muchas veces desconocidos; todo esto inmerso en hermosos parajes, propio de la atmósfera sureña. Divertidos personajes nos invitan a recorrer con ellos los misterios de la región de los Ríos, que tienen escenario en sus lagos, bosques y vastas zonas rurales, para encarnar los cuatro títulos de este volumen ilustrado, y como primera parte de la colección Chile: Tierra imaginaria. El Puma Glotón, El Borreguito Huérfano, Los Duendes del Bosque y El Toro del Lago Neltume, son las divertidas historias que nos conectan con la imaginación mezclado con la fuerza de los paisajes, representado en colores y texturas, para que cada niña y niño pueda sentirse protagonista de las historias de este mágico recorrido entre brillantes matices por el sur de Chile.
Esta obra fue financiada por:
Convocatoria 2014, Región Valparaíso.