A mediados de 1976, tuve un conflicto con un militar, por expresar mi opinión y no ser la misma que la de él. Sin ninguna explicación me detuvieron. Me llevaron a un lugar oscuro, cerrado donde se oía el llanto y el dolor de las personas torturadas. Supe que el futuro que me esperaba no iba a ser bueno, y así fue. Pese a la terrible experiencia por la que atravesé, quise que todos conocieran mi opinión. Quería que la vieran, y que gracias a ella pudiesen sentirse libres. No lo dudé. Cuando logré escapar no me quedé callado. Compré aerosoles. Sabían que me podían atrapar, que borrarían mi dibujo y quizás hasta me mataran. Pero ya nada me importaba, no tenía nada que perder. Luego de mucho pensar el contenido de mi mensaje, me di cuenta que lo mejor era no pensar, simplemente dejar libre mis sentimientos. Saqué mi brocha de la bolsa y empecé a pintar. Priemro eran unas irregulares manchas negras, sin mucho sentido, hasta que empezaron a tomar forma. Trabajé en el dibujo un largo rato, lo había terminado. Todo lo que sentía estaba allí. Lo que mostraba mi dibujo era un hombre arrojando un ramo de rosas. Quería expresar que no quería más violencia. Ese dolor horrible, saber que nos pueden herir. Quería borrar todo eso con el amor y quería que la gente empezara a sentirlo, a
implementarlo y a borrar todo tipo de pasado violento, sustituyÊndolo con paz y amor, las dos cosas fundamentales para la vida. 2°Bachiller A Fiamma Mora Daniela Garcia Lucas Cambra Francisco Short Ariana Ruiz