NUEVAS TÉCNICAS PARA MEJORAR LA CALIDAD
DE LAS PLÁNTULAS DE BAMBÚ El INTA implementa en conjunto con el MEFCCA y con apoyo del Gobierno de la Hermana República de China (Taiwán) el “Proyecto de cultivo de bambú y mejoramiento de la eficiencia en producción de artesanías en Nicaragua”, donde el INTA tiene por responsabilidad el componente tecnológico del cultivo. En este particular, se ha instalado un vivero con diferentes variedades de bambú en el Centro de Desarrollo Tecnológico Campos Azules en Masatepe a fin de proveer a los productores de material de siembra de calidad. Muchas de estas variedades fueron introducidas procedentes de un Centro de Investigación ubicado en Guatemala y otras fueron colectadas desde el banco de germoplasma de bambú del Centro de Desarrollo Tecnológico El Recreo, ubicado en El Rama. Este germoplasma tiene alto potencial para su uso en la construcción o bien en la fabricación de muebles y artesanías, un rubro con alto potencial, pero aun poco explotado. Para este año, desde Campos Azules se programó la entrega de 5,000 plantas de bambú de la especie Dendrocalamus asper a protagonistas del proyecto en todo el territorio nacional, para el establecimiento de parcelas que totalizan 50 hectáreas. Asimismo, el INTA ha establecido nuevos bancos de germoplasma en los Centros de Desarrollo Tecnológico para brindar material vegetativo en otras regiones a futuro. Los viveros ubicados en Campos Azules no dejan de ser un espacio vital para el desarrollo de iniciativas de investigación que permitan optimizar la producción de plantas. Uno de los desafíos es la reproducción a través de yemas o estacas, ya que su brotación y enraizamiento no siempre se logra bajo nuestras condiciones. En este sentido, especialistas del ICDF Taiwán en conjunto con investigadores del INTA están probando una nueva técnica que consiste en utilizar segmentos de tallos conteniendo de dos a tres nudos. A estas estacas se le perfora el entre-nudo y es llenado con agua + estimulantes de enraizamiento al momento de su siembra para garantizar mejor brotación con resultados preliminares muy promisorios. Para el próximo año, investigadores en agrobiotecnología del INTA estarán incorporando en los viveros de Campos Azules mezclas de cepas nativas de hongos de micorrizas y tricodermas a fin de inocular las raíces del bambú a manera de estimulantes que garanticen mayor tasa de sobrevivencia en campo una vez trasplantada y sustituyan productos sinteticos. Esto permitirá también que las plantas tengan un buen crecimiento y desarrollen mayor tolerancia a los embates de la variabilidad y el cambio climático. Por otro lado, el productor que siembra estas plantas de bambú garantiza que lleva a su finca un pequeño banco “in vivo” de bioinsumos que luego puede extraer de las raíces del bambú y preparar los sustratos para semilleros de hortalizas que produce en su finca, reduciendo costos de producción y obteniendo alimentos más sanos. Sin lugar a dudas el cultivo de bambú empalma con la estrategia de nuestro gobierno en pro de diversificar la producción agrícola mediante la inclusión de cultivos novedosos y con alto potencial industrial.